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JOAQUÍN BEDOYA ELREYDE LAPARRANDA

Joaquín Bedoya es uno de los principales compositores y músicos de la tradición parrandera paisa Es por ello es apodado “El Rey de la Parranda”, vigente en los hogares de Antioquia y muchapartedelpaís.Nacióel10defebrerode1943, en la población de Frontino, Antioquia y desde muy pequeñoseradicóenMedellín.Traíaensusvenasla alegría y el sabor de la música campesina interpretada por instrumentos de cuerda como el tiple, la guitarra y la bandola, y esa energía le permitióconocerydifundirlosritmosylascanciones creadas por los conjuntos de cuerdas, que en su época viajaban por la ciudad y el departamento alegrando las rumbas, verbenas y parrandas de los habitantesdepueblosantioqueños.

El inicio de la música parrandera paisa

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La música parrandera paisa la define Burgos (2000. P.4) como una “gama de melodías antioqueñas, generalmente de origen humilde y campesino, casi siempre interpretadas con instrumentos de cuerda y viento, picarescas, maliciosas, algunas de doble sentido y que en nuestro medio son pieza fundamentalenlosdiciembres.Dentrodeesteestilo podemos encontrar ritmos tan diferentes como el paseo,elmerengue,elsonpaisa,elcurrulao,elbaile bravo,laparrandaylarumba,entreotros”.

LahistoriamusicaldeMedellínestáatravesadaporla existencia de ritmos andinos interpretados por instrumentos como el tiple, la guitarra y la bandola, bienseaporconjuntos,duetosytríosqueamenizan las fiestas y bailes de la clase altas y la élite de la sociedadconservadoraantioqueña.

Esas creaciones musical interpretadas por campesinos humildes, viajaban por el territorio antioqueño, bogotano y altiplano cundiboyacende; exaltabanelsentimientopropioylaoriginalidaddeun artista que componía de acuerdo a sus condiciones devidayformadeversuentorno.

La adversidad, el amor, la vida, las mujeres, la naturalezaylossinsaboreshacenpartedelasletras demuchasdelascomposicionescreadaspor músicos de extracción humilde y campesina; la mayoría, creadores empíricos, hacían obras a ritmo debambucos,vals,sonpaisa,rumbascampesinasy paseos, que hacían gozar y reír a la sociedad antioqueñaypartedelaregiónandina.

En las bohemias, la plaza pública, las fiestas y parrandas campesinas y popu ares se bailan a ritmos de la rumba campesina, el son, los bambucos, pasillos y vals de músicos de or gen humi de que ejecutaban de manera magistral sus instrumento, para crear joyas musicales que hoy son parte de la historia y la memoria de la ciudad.

Los orígenes de la música parrandera y popular en Medellín están en los conjuntos de cuerda de extracción campesina, que cobraron vigencia en Medellín a principio de los años 30, y que Gutiérrez (2006. P. 51) sostiene: “En la década de 1930 las características de la música popular de Medellín son cada vez más complejas, la proliferación de músicos, dúos, tríos y grupos, así como los medios de comunicación (prensa y radio) que le dan un impulso al movimiento artístico de todaAntioquia y en especial de Medellín, hacen de la ciudad una de la más importantes para la música en el contexto nacional”. Luego tomaron auge y masificación con el desarrollo industrial y cultural de la ciudad hacia los años 50, con la entrada de otros ritmos y composiciones de otras regiones del país y del mundo.

El Nacimiento de un estilo parrandero

El origen de la música parrandera, tiene sus asientos en la vida campesina de los habitantes de Antioquia, y que a principios de los años 50 surge del estilo de la música guasca, y que Gutiérrez (2006. P. 135) la define como “… picaresca, vulgar, simpática y corrosiva, está cargada de mensajes directos y claros desde una visión del campesino astuto y su mirada frente a los sucesos de su vida: las mujeres, el trabajo, la fiesta (aguardiente) el juego y las travesías campesinas, además de las experiencias sexuales de los personajes de las canciones”.

Cabe destacar que en Medellín sus habitantes escuchaban música interpretaba por tiples, bandolas y guitarras (bien sea en conjuntos, duetos, trío, estudiantinas, entre otros) que ponían a gozar a las clases populares y es allí donde nace de manera improvisada la rumba paisa, la guasca y posteriormente la parrandera; campesinos que improvisaban versos de doble sentido y alegre, y a veces grosero, para bailar Mientras la clase pudiente, la élite, los ricos en sus clubes sociales, disfrutaban de un estilo más conservador

En ese contexto musical y cultural de Medellín, surge Joaquín Bedoya, hacia la finales de los años 50; da los primeros pasos para ingresar al mundo de la música parrandera cuando sostiene que “en cierta ocasión, el conjunto de mi hermano tenía una presentación en un colegio de Bello; entonces fueron por mi hermano a la casa Neftalí Álvarez y José Muñoz; mi hermano no llegaba, ellos estaban muy preocupados y de pronto me dice Muñoz, quien ya me había escuchado tocar, hombe, ¿cómo se siente usté pa' puntiar esa guitarra?; pa' que puntiemos lo de JoséA., lo de Buitrago y otras cositas”. Hombe, ¡yo no sé! Estaba yo 'pelaíto', como de doce años apenas, y Muñoz me dijo: “¡Vámonos!”. De todas maneras esperamos un rato, hasta que agregó: “Vámonos, y al menos cumplimos; Joaquín, ¡coja la guitarra!”

El nacimiento del Rey de la Parranda

Con la influencia musical de sus hermanos, José A. y Agustín Bedoya, y el estilo parrandero de intérpretes como Gildardo Montoya y Octavio Mesa, Joaquín da los primeros sones en una guitarra, cuando a sus 12 años comienza a tocar las primeras canciones a ritmo parrandero. En relación con lo anterior, manifiesta: “Yo creo que esto de la música me viene de ver que uno de mis hermanos—José A., estaba en gran apogeo musical; tal vez uno se va pegando ahí y comienza a gustarle también la música parrandera; yo recuerdo que José Bedoya se iba a trabajar a Fabricato y dejaba la guitarra puntera debajo de la cama; yo llegaba de la escuela, cogía la guitarra y le reventaba dos o tres cuerdas… Vea Joaquín, si usté quiere aprender a tocar guitarra, hágalo pero despacito, no muy duro, no hay necesidá de reventar las cuerdas y ahí va aprendiendo… Entonces ahí aprendí, fui sacando introducciones, y no seré un maestro en la guitarra, pero aprendí a tocar afortunadamente; José A. Bedoya viene a ser como mi primer maestro”.

A gunos in érpretes de la música parrandera se pueden señalar entre o ros: G ldardo Montoya, Octavio Mesa August n Bedoya, Los trovadores del Recuerdo, Los Re carios.

Esto le dio vigor, vitalidad e impulso para seguir tocando la guitarra y al final se definiera por interpretar y componer canciones con estilo parrandero y convertirse en uno de lo más representativo de este estilo musical de Medellín, tanto que a los 20 años grabó la primera canción en 45 R.P.M. “El primer éxito se llama El Espanto, es una letra de un amigo que se murió y afortunadamente entró por la puerta grande, se vendió; luego vinieron Las Coquetas, Desconfiarle a las mujeres, el Fiambre de Estela y todos éxitos, y así, la gente preguntaba qué iba a sacar

Joaquín Bedoya…”

El Clero censura, pero… llegan sus éxitos

Rodeado de una sociedad conservadora, elitista, religiosa y clerical, la música de parrandera era mal vista y de poco gusto. En ocasiones era censurada y prohibida en la radio para que la clase popular y los campesinos no la oyeran o la disfrutaran.

Por su doble sentido, el sabor picante, un poco vulgar y atrevido para la sociedad de Medellín de los años 50 y principios de los 60, fueron prohibidas en la radio las canciones interpretadas por José A Bedoya, Octavio Mesa y Gildardo Montoya; en relación con esto, Joaquín Bedoya (2014) manifiestó los siguiente: “Era muy perseguido por la Curia, porque tenían el doble sentido; ahora no dicen nada, pero en esa época sí… porque la gente era muy católica y muy religiosa. Salían de misa y se persignaban cuando escuchaban El Espanto”.

Dado los éxitos y la acogida de sus temas y canciones, Joaquín crea sus mejores composiciones artísticas y musicales entre los años 1962 y 1970. Se pueden nombra: El Espanto, El Mecedor, La Dulce toma. El Enredo, El Corbata Gastador, Aguardiente P'al Chofer, El Fiambre de Estela y otros tantos, que dan a entender la calidad interpretativa de un músico nacido y criado en las entrañas de una familia humilde y sencilla de origen campesina.

La cúspide de un artista y su legado

Al abordarlo por sus principales éxitos musicales y parranderos Joaquín se atreve a sostener que para él son todos, ya que el público los ha acogido y los volvió parte de su vida, pero recuerda que él se lo debe todo al público y la gente que siempre lo aprecia y lo pide en las rumbas callejeras, fiestas, verbenas y tablados populares, donde nunca faltan.

Su prestigio y popularidad ha llegado a muchos rincones del país y del continente; se orgullece porque ya hace parte de los gustos del pueblo. Ante lo anterior, Joaquín (2014) dice que “yo no sabía que en Cali gustaba mucho la música parrandera, también el Eje Cafetero; uno cree que es solo en Antioquia. Hace poco fui a Nicaragua, un tipo en el Aeropuerto me cantó El Enredo, un niño de 5 años, eso es un orgullo que en otro país guste mucho la música de parranda… Un amigo me dijo que no solo allá, sino en

Managua, en Puerto Rico, en muchos países la música de parranda gusta mucho”.

Creador de más de 50 éxitos musicales de parranda, este jubilado de Discos Victoria donde trabajó por más de 20 años, sostiene que no vive de la regalías de su música, pero que sus canciones hacen parte de la vida y la memoria de muchos de los habitantes deAntioquia y parte del país.

Ese legado dejado por su hermano, recogido por él, espera que otros lo sigan cultivando para que la música parrandera no se muera y viva en los corazones de los habitantes de Medellín y Antioquia, y que sobre todo, haga parte de la vida de muchos campesinos que se levantan muy temprano a arriar las vacas, coger café, ordeñar las vacas, sembrar o simplemente, a tomarse un tinto acompañado de canciones interpretadas por Joaquín Bedoya y su conjunto.

Sentado en su casa y recordando sus composic ones y mostrando sus premios, galardones y medallas, Joaquín Bedoya es un claro ejemplo de un compositor, intérprete y músico que llevó a la música parrandera por todos los rincones del departamento como un homenaje al campesino de extracción popular y trabajador; allí está la esencia de sus éxitos; sus canciones son el fruto de la vida y la obra de lo que era la vida del hombre de pie; trabajar sin descanso

BIBLIOGRAFÍA:

1. Burgos Herrera, Alberto. La música parrandera paisa. Editorial Lealón. Medellín, 2000.

2. Entrevista realizada por Marcos Vega Seña y Alonso Franco Londoño. Revista Porro y Folclor 16 de abril de 2014

3. Gutiérrez Palacios, Luis Guillermo. La Música popular en Medellín 19901950. Editorial Homus Habitus. Primera Edición. Medellín, julio de 2006.

4. http://musicaparranderapaisa.blogspot.com/. Jueves, 28 de julio de 2011

Extraído de h p://mus caparranderapa sa b ogspot com/ Extraído de h p://mus caparranderapa sa.b ogspot.com/

Entrevista real zada por Marcos Vega Seña y Alonso Franco L Joaquín Bedoya Abr l de 2014

Este es una de las pr meras canc ones de parranda compuesta por Joaqu n Bedoya y se convirt ó en un éx to para a ciudad

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