Vol. 2 Ciudad de MĂŠxico Abril, 2017
Dr. Merolico
y la panacea universal
Melquiades Herrera
personaje armado de recortes
Ambulante Festival del Centro HistĂłrico
@diablitoprods diablitoproducciones@gmail.com
55 4037 5513
Directorio Dirección General Artemio Stiglitz editorial@correomayor.com.mx
Nabor / Rogelio Ocampo Díaz nabor@correomayor.com.mx
Dirección Editorial Jesús Guzmán Urióstegui guzman@correomayor.com.mx
Consejo Editorial Berenice Villares berenice@correomayor.com.mx
Felipe Mora felipe@correomayor.com.mx
Colaboraciones Adrián Aguirre Chakz Armada Dzununi Nictée Guzmán May Leomar Roger Villares
Contacto www.correomayor.com.mx editorial@correomayor.com.mx correomayormx@gmail.com Síguenos
t @correomayormx f /correomayormx Jardín de la abuela
i @correomayormx
[...] Quizá de todo esto, o nada más de la soledad de la noche, del canto de los grillos que se hace de pura ausencia, del sopor lamentable del rayo que rasga el aire, de tus vestidos transparentes, del espejo humeante en que se refleja tu sueño.
Fragmento de Reflejos, de Jesús Guzmán Urióstegui
Portada: Nabor Salto al vacío Fotografía Digital
Melquiades Herrera La consistencia de la inconsistencia
Correo Mayor | Arte | 02
Melquiades Herrera. Artista de paso Por Leomar leomar@correomayor.com.mx
Hace años -se cuenta-, aparecía los domingos por la Casa de los Azulejos un tipo gordito, con cara de simpático. Eso no era lo que llamaba la atención, sino que iba vestido con objetos: una pala de cocina hacía las veces de corbata;, unos resortes o peines; de sombrero, un escurridor; unos bigotes postizos en forma de cuchara, o lo que estuviera a la mano. En ocasiones especiales, se vestía con la banda presidencial. Cuando estaba aburrido hacía un performance en la azotea de alguna casa, en la calle o donde se encontrara. Se apropiaba de lo que veía y lo reinterpretaba. Se adueñaba de las nubes, de las líneas que dibujan los aviones y se convertía en luchador, Supermán, Blue Demon o en “El Mago Loco”. Entre la realidad y la ficción, Melquiades Herrera (1949-2003) se ha convertido en una especie de mito, si nos acercamos a analizar la historia reciente del arte contemporáneo en México. Su presencia dentro del panorama del Performance es, como el propio Melquiades solía decir, el del “arte-acción”. Esta unión es la que, al parecer, permeaba su arte y su vida, al mismo tiempo. Un artista en vivo las 24 horas. Una vida permanente sumergida en el arte. Las referencias más claras de su proceso creativo, están vinculadas a dos áreas en donde se desenvolvió de manera principal, la docencia dentro de la Escuela Nacional de San Carlos y en la Facultad de Artes y Diseño del INBA. Conocemos algunos de sus métodos poco ortodoxos y sus prácticas rigurosas a través de sus alumnos. Escena 1. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Ciudad de México. Primera clase de dibujo del semestre. Alumnos escépticos y con flojera. Llega el maestro. En silencio, se para frente a todos y dice: “El tema de hoy es: la línea”. Saca un marcador negro, lo posa en el pizarrón, y comienza a trazar cuidadosamente hacia su izquierda una línea recta horizontal. Llega al borde del pizarrón y lo salta. Sigue trazando sobre los ladrillos del muro. A los alumnos no les parece realmente extraño, sino hasta que traza sobre la puerta, y sale del salón. Ellos esperan 10, 20, 30 minutos. El maestro no regresa. Una comisión espontánea sale a buscarlo. Sigue el cordel de tinta por los muros de los salones, las oficinas administrativas, las plantas, la reja amarilla que delimita el plantel. “La” línea sale por la puerta y continúa por las paredes exteriores de la escuela y por los edificios adyacentes, hasta llegar a la parada del microbús. Aparentemente, la línea siguió su recorrido hasta perderse en la pared móvil, ahora ausente, del transporte público. Escena 2. Escuela Nacional de Artes Plásticas. Segunda clase de dibujo. Alumnos aún escépticos y con flojera, pero intrigados. Llega el maestro por el lado derecho del salón, trazando en la pared una línea paralela al suelo. Por fin, llega al pizarrón y conecta la línea con su lugar de origen. Ante la mirada atónita de los alumnos, el maestro voltea y les dice de frente: “Ahora veremos: el punto”. El otro vínculo se desarrolla dentro del Colectivo NO-GRUPO (junto con Maris Bustamante, Rubén Valencia y Alfredo Núñez), alrededor de un incipiente mundo del arte, en donde convergen amigos y conocidos (algunos cercanos, otros por casualidad del azar) quienes cuentan diversos testimonios del mismo. Pero ser un “rara avis” o un ser “original” en este medio, implica palabras cuidadosas que no siempre van de la mano con lo que se pretende ser, Melquiades no pretendía ninguna de estas etiquetas, su presencia ya de por sí llamativa desde el principio de su carrera, era más que suficiente para otorgarle esa cualidad de “auténtico”, hoy buscada con desesperación por las nuevas generaciones de artistas. Correo Mayor | Arte | 03
Su figura algunas veces lo podría emparentar con un personaje marginal parecido al Ignatius Reilly de La conjura de los necios, (Melquiades era maestro de geometría, al igual que el protagonista de esta novela), en otras podría ser un Oliver Hardy delirante y lleno de comicidad, tal vez un Sancho Panza adiposo e ingenuo, reunidos todos en una sola persona. Algunos testimonios nos hacen ver a un personaje lleno de matices, complejo y a veces contradictorio en su personalidad. “Lo conocí de cerca porque era amigo de un cuate, él lo asesoraba en su tesis de Maestría, compartieron mesa en muchas ocasiones y recorrieron las calles del Centro Histórico. Era genial Mel. Recuerda El Calacas. Se trepaban a las azoteas para platicar un rato, echarse un churro o alcohol, contemplar la ciudad desde las alturas; de ahí surgieron varias fotografías escondidas entre álbumes, muchas anécdotas. Una que queda en el recuerdo: Está Mel con su capa de Supermán y máscara de Blue Demon interviniendo el cielo. Acaba de pasar un avión y con el rastro que deja, Mel dibuja una línea al infinito con su dedo índice, se la apropia, hace juegos de la cotidianidad personificados en él.” -Eso comenta Nabor-. Carlos Martínez Rentería, Director de Generación, una de las revistas contraculturales más importantes durante algunas décadas en el país, evoca su experiencia con Melquiades: “Conocer a Melquiades Herrera ha sido uno de los actos de magia más intensos de mi vida. No sólo por su provocadora presencia física, su vestimenta estrambótica y su mirada extraviada, sino también por el contraste con su sencillez, su lucidez y generosidad a toda prueba. Fue tan genial que disfrutaba su equivocación con la misma emoción que su certeza. El momento más entrañable de nuestra amistad fue cuando aceptó realizar un performance para la revista Generación justo en su cantina preferida: El Nivel, a un costado del Palacio Nacional. Sacó de su maletín los objetos más kitch de su repertorio y con su despiadado sentido del humor, descontextualizó toda referencia convencional, para jugar con los referentes de lo popular y su refinada comprensión teórica del arte.” “Melquiades en cada paso halló una trama, bocetó conceptos, descubrió unidades múltiples, y nos permitió contemplar en su andar por el camino del arte actual la consistencia de la inconsistencia y el goce psíquico de los objetos. A menudo tropezaba con los comics de Los Agachados, Memin pingüín y Roy Lichtenstein para caer sobre las teorías de Hermelinda Duchamp y Kalimán Bretón.” Apunta el artista César Martínez. Al igual que otras figuras casi perdidas en el tiempo como Marcos Kurtycz, Pola Weiss, Antonio Salazar, Adolfo Patiño, etc., han surgido recientemente diversos proyectos que buscan rescatar la memoria y las aportaciones de una generación única en su tiempo. Veo el retrato del artista (una fotografía de Melquiades muy solemne en la parte frontal, viste camisa blanca, gorro de marinero) en una pequeña biografía; me imagino, me pregunto, ¿qué pasaría si se pudieran encontrar en las papelerías donde venden estas impresiones con fines didácticos, como la de Miguel Hidalgo, Benito Juárez y otros personajes históricos, figuras iguales a las que él realizó durante algún tiempo? Y pienso que tal vez el Centro Histórico de la Ciudad de México aún nos puede dar sorpresas.
Correo Mayor | Arte | 04
Correo Mayor | Arte | 05
Adrián Aguirre Cotidianidades
Correo Mayor | Fotografía | 06
Correo Mayor | FotografĂa | 07
Cotidianidades, apuntes fotográficos del día a día Experiencias convertidas en imágenes con las que he disfrutado un placer estético especial, y que dan cuenta de mi mirada sobre el mundo, retazos de visiones que estallan frente a mí por su forma o color, pero sobre todo, por el cómo lo siento, mi particular punto de vista, el día a día de mi vida, con todo y los hashtags que enfatizan y amplían mi alcance en las redes sociales, pero sobre todo, supongo, determinan esa tan buscada auto-afirmación del yo, mi yo sensible, mi yo pensante, mi yo creativo, una legitimación del ser. “Un modo de certificar la experiencia, la toma de fotografías es también una manera de negarla al limitar la experiencia a la búsqueda de la fotogenia, convirtiendo la experiencia en una imagen, un recuerdo”, Susang Sontag, Sobre la fotografía. Técnica: Fotografía digital. Año: 2000 A la fecha. Autor: Adrián Aguirre.
Light Estencil Esta serie de fotografías se inscriben dentro del llamado Arte Urbano. Se ejecutan directo en calle pero no son físicamente invasivas para la ciudad, pero podrían serlo en lo simbólico si se tiene el nivel artístico; es de carácter colaborativo, son fotografías que no se pueden realizar individualmente: se necesita de un crew. Esta técnica poco conocida en México (Light Estencil) es escasamente explorada en el mundo. Consiste básicamente que en vez de usar latas de aerosol para fijar las imágenes en las paredes a través de una plantilla, se usa luz para pintar a través del estencil (plantilla) en el aire, y gracias al truco de la cámara poderlas registrar por medio de largas exposiciones, esto último es absolutamente esencial. La cámara es el único artilugio para ver estas fotografías y fijarlas, siempre es un resultado fortuito; el ojo humano no puede ver la composición cuando se ejecuta, sólo su resultado. Para ver cómo se hicieron un par de las fotos que hay en esta serie, seguir en línea los links de abajo. Menciono “ejercicios” porque estrictamente son eso, meras pruebas para desarrollar muy próximamente una serie intencionada y temáticamente coherente. Técnica: Light estencil y fotografía digital. Año: 2014 a la fecha. Foto y esténcil: Adrián Aguirre. f/pulpadiseño Correo Mayor | Fotografía | 08
t@preocupie http://pulpaman.blogspot.mx/
Correo Mayor | FotografĂa | 09
Correo Mayor | Historiando | 10
Una ciudad, un personaje, un periódico. El doctor Merolico, para servir a usted Jesús Guzmán Urióstegui
La ciudad El fonógrafo, la máquina que canta, habla y ríe, llegó a la ciudad de México a principios de 1879. Era un lujo que no tardaría en instalarse en las mejores familias de la capital: para las demás no había sino admirarlo y asombrarse con él en la Droguería La Profesa, donde también se podían comprar todo tipo de específicos para la gran mayoría de las enfermedades. Claro es que había que cuidarse de las imitaciones, y exigirle al Consejo de Salubridad una vigilancia estricta, para que no ocurrieran quejas como las del doctor Frimont, quien se lamentaba de que en el llamado interior de la República se falsificaba su remedio contra la embriaguez, lo que afectaba no sólo su bolsillo sino también los intereses de las personas deseosas de salud. Y cómo no, si con este menjurje se eliminaban además el paño, las manchas de la cara, e incluso la horrible caspa, de la que ni Porfirio Díaz se salvaba, por muy poderoso que se creyera. Pero éste era un problema menor, argüían algunos, si se tomaba en cuenta que había una enfermedad permanente contra la que no había específico definitivo dada la falta de higiene pública: el tifo, cuyas causas eran las calles polvosas, los animales muertos, las charcas pestilentes, los caños azolvados, la falta de desagüe en el Valle. La falta de higiene, junto con el alcoholismo y la prostitución clandestina eran la causa primordial de que en una década, la población capitalina creciera sólo dos mil personas más, aseguró el doctor Demetrio Mejía. Vagar por la Alameda y el Zócalo era cosa de pobres, de léperos. Pero pasear no. Esto era de los ricos, de la clase alta y de la media con posibilidades. Para éstos se hacía la música, con dos o tres conciertos a la semana, con Bach, Verdi, Donizetti, Morales y el exquisito Offenbach como fondo; el ejercicio, las ferias florales, el café de José Fulcheri. No había restricciones para el gusto, salvo los dineros y la moral, ésta tan atacada por los bribones y por las mesalinas, quienes aprovechaban la falta de policía para atentar contra el decoro. Por lo mismo, las buenas conciencias reiteraban sus llamados y sus exhortos a que se pusiera en cintura a las hijas de la alegría, hijas de la noche, servidoras de Venus, princesas rusas, plaga que hacía tanto daño, aseguraban, como la banda de sirvientas ladronas afiliadas a un sindicato dedicado a saquear casas. Para la buena sociedad, la que se vestía de manera elegante y a la moda con el nacional Alfredo Mariscal o con los extranjeros Celestino Hourcade y J. Druelle, con paños y telas de Francia, Inglaterra, Alemania, para esta buena sociedad estaba el teatro de categoría y el mundo de la ópera, el de los escenarios del Teatro Nacional o el Principal, bien cubiertos con las compañías de Guasp de Péris, de José Valero, de la diva Ángela Peralta. En aquélla sobresaliendo las actrices María de Jesús Servín y Concha Méndez; en la otra Valero mismo, pese a su habla de niño chiqueado y su leve tartamudeo; en la tercera, la Peralta, ¡ah! la Peralta, de voz fresca, sonora, argentina y dulce, excepto cuando interpretaba a Verdi, en opinión de Jorge Hammeken y Mexía. Por supuesto que no faltaban tampoco las grandes compañías internacionales de primer orden, como la del francés Lécuyer, que si llenaba teatros en Milán, Moscú, San Petersburgo, Madrid, Viena y demás de Europa, ¿por qué no habría de llenarlos en esa ciudad de los Moctezumas? Correo Mayor | Historiando | 11
Para la otra sociedad estaban las tandas, los jacalones de títeres, las ferias de barrio y las casas de juego; aquellas tres diversiones sanas y entretenidas; esta última nefasta ya que hacía perder no solamente el dinero, sino también la vergüenza y la honra, enfatizaron los redactores de El Republicano. Otra diversión sana la proporcionaba Joaquín de la Cantolla y Rico, excéntrico que a su pasión por el espacio sumaba sus afanes científicos, ya que en su aparato aeróstato Vulcano se perdía –decían- entre nubes de carmín y oro para regalarle a los ilustrados capitalinos las medidas de presión de la atmósfera, además de dosis homeopáticas de aire, las que atrapaba en una burbuja de cristal. No obstante había un inconveniente a su labor, mismo que le planteaban los incultos, los del pueblo salvaje y llano que lo apedreaban cuando iniciaba su ascenso o culminaba su descenso, si es que no había policía a la mano, a la expectativa. La policía. Se metía en todo, menos en su deber. Y llegaba tarde a todos lados, afirmaban los diarios de la época. Pero no había mucho qué hacer al respecto, porque el Ayuntamiento dedicaba sus esfuerzos en ese 1879 a favorecer a nuevos candidatos locales benitistas, para tratar de ejercer presión en el presidente para las elecciones federales del año venidero, a la espera de que el licenciado Justo Benítez fuera el designado para el primer puesto de la República. ¿Pedirle a Díaz que resolviera el desorden de la capital? Imposible, pues tenía muchos pendientes: la tragedia de Veracruz, la del famoso lema “Mátalos en caliente”; luego, el problema de los pagos a los empleados públicos; más las rebeliones y las guerras de castas; la reanudación de relaciones políticas con Francia y con Estados Unidos, de enemistad con aquélla, de dependencia con ésta, pensaban los analistas; y sobre todo la trascendente cuestión presidencial: ¿reelección? ¿benitismo? ¿gonzalismo? Éste era, en síntesis, el ambiente capitalino cuando arribó a la supuesta ciudad de los palacios el extravagante doctor Meraulyok, al que algunos daban por italiano, otros por polaco, algunos más por árabe, sin faltar los que decían que era francés, y creyéndole muy poco lo que él afirmaba que era: suizo.
Teatro Nacional Correo Mayor | Historiando | 12
El personaje El autodenominado profesor y doctor Rafael Juan de Meraulyok desembarcó en el puerto de Veracruz el 21 de agosto de 1879, sitio donde la población estaba inquieta y molesta por esa terrible matanza ordenada dos meses antes por el gobernador Luis Mier y Terán contra nueve opositores al régimen, por lo menos así se justificó al asunto. Meraulyok estuvo poco tiempo en el puerto, pues al mes y medio ya causaba sensación en la ciudad de México, paseando con donaire por la calle de Plateros, con sus botas federicas, sombrero de copa blanco, pantalón de ante amarillo y una levita de terciopelo azul celeste, más sus lentes oscuros que sin embargo no ocultaban la falta de luz de su ojo izquierdo. Semejante extravagancia no podía pasar desapercibida ni aún en los sitios más concurridos como el Teatro Principal, la Plaza de Armas, los cafés París y la Concordia, o la famosa cantina el Globo, la que a la una de la madrugada estaba en plena ebullición, rincón donde se reconocían los poetas, los políticos, los presumidos y uno que otro ser original por infiel, por engañado, por feliz sin remordimiento y sin escándalo, como lo era en este último sentido el Montgolfier de la calle de San Francisco, el ya citado Joaquín de la Cantolla y Rico, único ser, decía Meraulyok, que se le podía equiparar. En uno de esos rincones fue donde un periodista de El Republicano lo abordó por primera vez, maravillado de verlo con sus galas de conquistador y sus ínfulas de sabelotodo. Ahí, con una copa de oporto de por medio le confesó que traía un espectáculo maravilloso, algo sin igual en el mundo que dejaría a todos sorprendidos, y eso que no era ni mago, ni saltimbanqui, sino hombre de ciencia, un dentista. Poco después, ya en octubre, y tras aprobar esta última profesión en la Escuela Nacional de Medicina el 11 de dicho mes, inundó con carteles de propaganda las calles, ofreciendo sus servicios por diversos rumbos de la ciudad, hasta que finalmente el 24 se instaló en la Plaza de Armas, en el zócalo, con un éxito rotundo, con gente apiñada que gozaba de la destreza del práctico, de la música, de los valses con que se hizo acompañar el dentista, y sobre todo de su habla, la cual provocó que los pilluelos, que los léperos, los pícaros y los vagos le endilgaran el siguiente estribillo, que le gritaban cuando el médico concluía el anuncio de sus bondades: ¡Merolico, merolico ¿quién te dio tan grande pico? Y así lo escucharon hablar de su participación en 1877 en las batallas de cristianos contra turcos en Plevna (donde perdió el ojo); de las bellezas de París; de las gracias de Sudamérica; de las cerca de dos millones de piezas dentales que había sacado en Brasil en un tiempo al parecer no mayor a los tres meses; de la tranquila, hermosa y bien dotada pero aburrida provincia suiza de la que provenía de nacimiento. Y así y ahí vieron por primera vez cómo se metía cuchillos en la garganta y en los brazos, haciéndose heridas que curaba de inmediato con su elixir maravilloso. Claro es que no todos lo alabaron. ¡Charlatán! ¡Embaucador! ¡Bribón! ¡Estafador! ¡Engañabobos! Así lo acosó la prensa francesa avecindada en México. ¡Farsante! ¡Mentiroso! le dijeron los médicos capitalinos. Y aquélla y éstos le pidieron al gobierno que el Consejo de Salubridad examinara las medicinas y panaceas que exhibía el sacamuelas, al que también se le debía hacer cumplir con la ley del timbre respectiva, enfatizaban.
Correo Mayor | Historiando | 13
Correo Mayor | Historiando | 14
El gobierno actuó, obviamente, pero pocos quedaron satisfechos con su determinación. El bálsamo resultó ser inofensivo, con todo y sus tres pesos el frasco; y como había libertad de trabajo y de profesión, correspondía sólo al público determinar si fallaba en contra o a favor de Merolico en cuanto a los servicios que ofrecía. Eso sí, le endilgaron una multa de cincuenta pesos por faltarle el timbre postal a los productos. Además, como eran tiempos electorales y toda reunión popular podía convertirse en manifestación, también tuvieron buen cuidado de pedirle que ya no deambulara por cualquier lado, sino que se quedara en la plazuela del Seminario, donde se apostaron varios policías para vigilar el orden y evitar robos a los mirones. Y sí, de noviembre a diciembre de 1879, y de fines de febrero a junio de 1880, ahí estuvo Merolico todas las mañanas, con sus pregones y curas gratis, mientras que en las tardes daba sus consultas privadas al principio en la calle Coliseo y después en la de Vergara, para dedicarse en las noches a enamorar a las artistas extranjeras del Nacional, el Arbeu, el Hidalgo o el Principal, pues ellas bien sabían lo que era el gusto de los cuerpos, no como las mexicanas, que esperaban una conquista y un amor largo y tranquilo, según palabras del propio suizo. Sin embargo para este carácter no había cura posible; este mal de lo anticuado, esta lacra de defender las buenas costumbres no se quitaba con nada, ni con las creosotas y demás preparados de patente francesa que igual servían para la sífilis, las blenorragias y los males de la mujer, que para los dolores de estómago, de la garganta o de la cabeza; o las píldoras del inglés Holloway, efectivas para limpiar el hígado, los riñones y la sangre, extirpando cánceres y chancros. Además, si alguien quería salirse de la costumbre, pasarse de la raya, que mejor que los remedios del hierro, tan espléndido, tan bondadoso para la salud y la virtud de las personas en general, como lo pregonaba el ejemplo aquél de la muchacha que no quiso ir a misa porque se sentía con calenturas e incomodidades diversas; luego, se va la madre a sus sagrados deberes con preocupación, entra el novio con discreción, vienen los besos y arrumacos sin ton ni son; mas, regreso intempestivo, ¡ah! puerta malhadada, salida presurosa, calenturas otra vez y se llama al doctor, quien revisa y entabla este diálogo con la madre: -Con que no es grave, ¿verdad? (dice la madre). -¡Señora, aquí entre los dos ahora, el mal es de gravedad! -¡Dios mío! -¡Yo soy muy viejo y muy práctico! -¡Ya lo sé! -Y como la aprecio a usted me permito este consejo: ¡abrid usted mucho los ojos! La niña, a mi plan me aferro, necesita mucho hierro. -¿En píldoras? -No, ¡¡¡en cerrojos!!! En suma, que Merolico dio mucho de qué hablar en la ciudad de México de septiembre de 1879 a junio de 1880, y no sólo en la nota periodística cotidiana, sino también porque con su nombre se bautizaron zarzuelas, parodias carnavalescas, libros y un periódico, por supuesto.
Correo Mayor | Historiando | 15
El periódico Redactado por Luis G. Iza y José María Ramírez, el primer número de El Dr. Merolico salió a la luz pública el lunes 1 de diciembre de 1879. En un formato de cuatro páginas de 26.4 por 18.5 centímetros, anunciaba ufano que se publicaría los lunes y los jueves de cada semana, sin suscripciones, disgustos, morosos ni gorrones pues debía pagarse sólo al chas chas o por adelantado, a tres centavos el número o doce reales por trimestre. Todavía no sé si cumplió su expectativa de larga vida, pues hasta la fecha (2017) no he localizado más que cinco números, siendo el quinto el del lunes 14 de diciembre de ese mismo año de 1879. Todos están en la Biblioteca Nacional de México y en el Archivo General de la Nación. Que generó expectativas, sin duda, pues hasta los serios redactores de La Libertad lo alabaron, asegurando que si bien era parlanchín, zumbón y oposicionista, para nada padecía de tontitis. En el nombre llevaba la fama. Editado en las oficinas de La Patria, Iza y Ramírez le dieron el tono adecuado a las características del padrino de nombre, copia y remedo, que no oficial. Así, aseguraron que sería un periódico charlatán, -sin mentiras ni cautelas, que ha de sacar muchas muelascomo ustedes lo verán. El periódico se divide en tres partes, todas encabezadas con un subtítulo que hace referencia al mundo médico: Cáusticos, que encerraba el contenido editorial; Sinapismos, que, escrito en verso, hablaba de política; y Píldoras, que era como la gacetilla que se tomaba de todas partes e incluía todos los temas. De las tres, sólo la primera estaba signada por “Megolico”. Es notorio en este caso que si los cáusticos de los primeros cuatro números están escritos simulando en ocasiones un idioma español muy a la francesa y en otras muy a la árabe, en el quinto ya no, utilizando aquí el habla coloquial cotidiano pues hasta el “Megolico” cambia a Merolico. Si algo distingue a este periódico en su oposición a la política oficial, es el hecho de asegurar que si el gobierno tuxtepecano había resultado todo un fraude por asesino, por ladrón y embustero, el fraude mayor era Benítez, por ser quien movía los hilos de todo, por tener y manejar a Díaz como un títere, dispuesto a todo para convertirse en el presidente negro, a todo, incluso a irse a Europa para lavar su imagen y regresar a tiempo para que no lo olvidaran. A él se debía, con su mayoría en el Congreso, el que la patria tuviera muchos tumores como el de la arranquitis, la violencia, las contribuciones, el contingente de gastos extraordinarios, la emisión de 20 millones de papel moneda, la recarga de contribuciones en tabaco y licores, la miseria; pero eso sí, todos bien amparados en el saber guardar la Constitución: En esta feliz nación donde todo es pura bola, hay una ley, una sola: Guardar la Constitución. Mas, por ¡Cristo o Barrabás! todos los de la carnada, la tienen tan bien guardada que no la observan jamás. Lo bueno de este asunto, concluía El Dr. Merolico, era el hecho de que de seguir así, al grupo benitista le podían ocurrir dos cosas: quedarse sin nada pues nadie los quería; o bien ser como Giner en este juego de palabras: Correo Mayor | Historiando | 16
Prestamista era Giner, mas desde que se casó el negocio abandonó; hoy quien presta es su mujer. En fin, concluyo con tres preguntas abiertas respecto a este periódico, mismas que espero resolver en un tiempo inmediato, en la ya próxima edición del libro sobre este personaje y su estancia en la muy noble y leal ciudad de México: 1.- ¿No fue negocio el periódico charlatán y terminó por desaparecer después del número cinco? 2.- ¿Su desaparición tuvo que ver con el hecho de que Justo Benítez salió del país y ya no tuvo aquél contra quién dirigir sus ataques de manera directa? 3.- ¿Sería don Porfirio quien lo mandaría entrar al callejón del olvido, enojado porque de burro y mandilón no lo bajaban?
Correo Mayor | Historiando | 17
Roger Villares La persistencia de Chronos
Correo Mayor | FotografĂa | 18
Correo Mayor | FotografĂa | 19
Correo Mayor | FotografĂa | 20
La persistencia de Chronos Luz, sombra, color, composición, un motivo o tal vez un momento de suerte para robarle a Chronos, con cámara en mano, varios segundos, tal vez centésimas o milésimas de uno de ellos. Una fotografía, el trofeo cuyo histograma encierra en su irregular forma un sentimiento, un presente que ya no existe, el todo o la nada. Compartir entonces con el mundo el botín que simboliza todo aquello que Chronos, fiel a su naturaleza, ya ha devorado sin piedad ni remordimiento, para que cada quien tome de esas imágenes, representadas en pixeles o plasmados en puntos de color, las emociones que, si bien incitaron al ladrón fotógrafo a cometer el crimen, tal vez sean distintas para quien explora, con una mirada educada o no, los trazos pintados con el color y la luz. Somos entonces ladrones entrenados para robar los instantes que contienen la inocencia de la infancia, el murmullo en una barranca, la libertad del horizonte, la algarabía y la risa de una fiesta patronal o la ajetreada vida de las grandes urbes. No siempre se logra el objetivo, la diosa Fortuna, aliada ocasional del ladrón, es coqueta y muy esquiva; muchas veces depende de ella que se cometa el crimen perfecto, el cual por cierto, no existe. ¿Vale la pena entonces enfrentar al Dios del tiempo? Considero que sí. Róbale todos los instantes que puedas y no temas en exhibir el botín. Al final, él cobrará venganza y te devorará. www.500px.com/rocco_mx
www.focalika.com
Correo Mayor | Fotografía | 21
REFLEJOS Jesús Guzmán Urióstegui
¿De qué hablar contigo? ¿De ese poema perdido, del abrazo de las muchachas, del beso de los hermanos, de ese ardor de la piedra ante el angustiante sol?
Quizá de todo esto, o nada más de la soledad de la noche, del canto de los grillos que se hace de pura ausencia, del sopor lamentable del rayo que rasga el aire, de tus vestidos transparentes, del espejo humeante en que se refleja tu sueño.
Correo Mayor | Literatura | 22
Voy a ti, sin ofrenda amorosa, sin sacrificio de sangre, cual polvo desértico que huye de tanto estar, y que algún día, tal vez, termine depositado no en el trinar de los pájaros, no en la oquedad de la tierra, no en el secreto del mundo, no en la alborada de la esperanza, sino en el dolor de la palabra final: abandono, tan terrible, tan dura, tan llena de agonía, que es como si se desgajara el tiempo, como si el instante triunfara sobre el placer de la carne.
Correo Mayor | Literatura | 23
Mas el abandono no es la soledad. Nada tiene de sabor épico, no hay guijarros que se hundan en la piel, nombres que se diluyan en la arena, lágrimas que maldigan un momento cualquiera, o un deseo insatisfecho, no hay siquiera un remedo de la nostalgia, pues el abandono es un transitar furioso hacia la muerte.
¿Transitar furioso? Sí, porque rechaza el drama, sí, porque se niega a sí mismo, sin aceptar complacencia alguna. Es como un tributo a la soberbia, aquélla en la que el mundo yacía a nuestros pies, ésta en la que nuestros gestos nos traicionan, y en la que pareciera no haber redención posible, ni la del amor.
Correo Mayor | Literatura | 24
Y ésta, la del amor, menos que otra, porque el amor es una sombra, es un grito que cabe en la mano, sucesión de lunas que se esconden en la noche para surgir, refulgentes, en el oscuro sino de mares y ríos, ahí, pródigos de tanto caos, felices ellas de figurar en la memoria del agua.
Por eso, ¿de qué hablar contigo? ¿De ese poema perdido, del abrazo de las muchachas, del beso de los hermanos, de ese ardor de la piedra ante el angustiante sol?
Correo Mayor | Literatura | 25
Paisajes que nos desbordan, que confrontan nuestro ser y nuestro estar. Lo urbano Correo Mayor | FotografĂa | 26
o que nos pertenece; lo rural que es el sueño invadido. Dzununi Nictée Guzmán May. Correo Mayor | Fotografía | 27
Chakz Armada
Correo Mayor | DiseĂąo | 28
Los verdaderos juguetes del siglo XXI Nabor Conversación con Chakz Armada sobre su proceso creativo, sus personajes de referencias viariadísimas, su gusto por los jaiboles y el castacán en torta. Personaje “yucateco achilangado” como él se define, decidió cambiar la estable vida peninsular por el estrés de la ciudad de México, para compartirnos su mundo de juguetes en diversas manifestaciones. El propósito de Chakz: lograr una sonrisa de aquellos que adquirieren cualquiera de sus objetos. —¿Dónde y por qué surge Chakz Armada, es acaso un pelotón de juguetes gigantes? Surge en el terruño yucateco, después de haber pasado por la experiencia de un estudio de diseño en compañía de un amigo. Al disolverse el trabajo en conjunto, me decido a recorrer un camino propio, generando diversos productos firmados con el mote de Chakz, el cual me ha acompañado desde hace varios años. La parte de Armada la agregué al imaginar una legión de personajes, a los cuales mi único trabajo no fue otorgarles vida, ya que considero que éstos existen previamente, sino elaborar una configuración que permita que sean apreciados en tres dimensiones. Sería increíble que fueran gigantes, si así lo requirieran estos seres en un futuro próximo. —¿Cuáles son los referentes y el proceso creativo para dar vida a tus personajes? Comics e historietas que leía más morro, como Karma Trón, Batman, Savage Dragon, El Bulbo, entre otros recientes que no se inclinan tanto al género “superheroico”. Muchos referentes de la cultura pop, lucha libre mexicana, wrestling americano, fashionistas, novelas de poetas malditos con yonkis de carretera, artistas metidos en esta onda “low-brow art”, entusiastas del juguete, así como otros creadores de Art Toys y paper toys. Para construir algún personaje se hace un boceto, algunos rayones de cómo serían los volúmenes, y de allá hacer maquetas en hojas recicladas con “pegostes” de cinta adhesiva, hasta encontrar (o no) el poliedro requerido. De allá digitalizar, imprimir, armar nuevamente una prueba más, hacer correcciones, imprimir nuevamente, armar (otra vez) y ya para entonces, es muy probable que ya esté lista la pieza. Es tardado este proceso, especialmente si se decide elaborar volúmenes inusuales. —¿Chakz Armada, son los nuevos juguetes del siglo XXI que todo el mundo debe tener? ¡Paper toys que puedan plegarse! Mi pronóstico es que aparecerán piezas cada vez más elaboradas y en más ambientes. No involucran mucho gasto, se pueden elaborar con distintos materiales e interviene para articular habilidades psicomotrices. Además, cualquiera puede ser artista de paper toys. ¡Que se difunda más esta actividad! —Hiciste una serie de juguetes acrílicos, ¿qué fue de esa serie, en qué evolucionó? Me sumé al proyecto para producir la Serie 2 de los Zagales Art Toys, sólo que pues al parecer mi interés era más que el de los involucrados. De cualquier manera, el tiempo que se le estaba brindando a esa iniciativa me hizo descuidar los demás proyectos, así que opté por retirarme en buenos términos. Pues allá sigue la Serie 2 que sí se hizo con la participación de fondeadores. Me parece que se exhiben algunos con Pepe Zagal.
Correo Mayor | Diseño | 29
—¿Qué proyectos estás desarrollando? Un libro de paper toys de autoría personal, que espero poder tenerlo antes de acabar el 2017, si el monstruo del espaguetti lo permite. También a la espera de hacer una serie de talleres basados en relatos regionales en comisarías del municipio de Mérida, en Yucatán, dirigido a niños de allá. Este último a raíz de la convocatoria de Fondos Municipales 2017 de Mérida. ¡Ah! y también preparar nuevas prendas para esta temporada, así que hay chamba pa’ rato. —¿Cuál es la relación entre Chakz Armada, el diseño y el cine? Paper toys y playeritas de personajes icónicos extraídos de películas de culto. Ya hay algunos, pero me latería hacer más. —¿Qué es Nopalkraft, una mezcolanza de arte mexicano y del mundo? Una propuesta que involucra intervenciones artísticas experimentales de artistas que son cercanos o que me parecen interesantes en su discurso, sin tanta pose. El plan es gestionar la impartición de talleres y charlas difundendo de esta manera la importancia de la actividad artística en ambientes variopintos, como pueden ser museos, galerías, recintos educativos o incluso en las calles. —Lo que está sucediendo en el centro histórico, ¿lo consideras arte urbano o maquillaje, y qué propicia toda esta ola de pintas en las calles? Hay arte urbano y hay mucha mierda (literal). Me parece que existe una complacencia extrema hacia los considerados artistas urbanos, y que sus prácticas adolecen de una crítica no hacia la ejecución, sino hacia el discurso que generan las intervenciones. No sólo eso, se organizan encuentros de arte urbano en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México y, al término de éstos, las calles quedan pintadas por “tags” que equivalen a meadas de perro o a estos “statements” de decir “estuvo aquí fulano”, sin ningún otro sentido. Es absurdo pensar que al invitar a los grafiteros, que de por sí son rebeldes, se respeten los espacios asignados para las pintas. Obviamente que si juntas a varios de estos personajes, terminarán saliendo en excursión para pintar fuera de los encuentros. La gráfica que pintan también me hace pensar en un imaginario muy corto… no le veo el sentido de pintar venados, elefantes o tiburones en las calles de la ciudad de México, como si fueran imágenes representativas de la región. Me gustaría abundar más en el tema, en una futura participación. Busca Chakz Armada en faceshit, instagram y twitter. O manda un mail a hey.chakzarmada@gmail.com
Correo Mayor | Diseño | 30
Correo Mayor | DiseĂąo | 31
Fragmentos de la memoria Descubrir y explorar la ciudad a través del tiempo, lugares que nos resultarán comunes o completamente ajenos por las transformaciones urbanas que se han experimentado en las últimas décadas: calles con terrenos aún sin construcción, casas de pequeña altura, edificios en construcción, plazas públicas que se han mantenido o que han desaparecido, edificios que ya no están. Podremos contemplar el centro histórico como locación, hacer lecturas de la ciudad como si de ruinas del tiempo se tratara; ver transformados los espacios en usos y costumbres: “Jaibo” caminando por el cine Teresa, señoritas coquetas en las puertas del Colegio de las Vizcaínas, gente en la plaza de las Vizcaínas. Re-conocerá sitios emblemáticos y rincones inmortalizados por la lente: la plaza Romita, la calle Jalapa, fuente de la Diana Cazadora, el Palacio Postal, Pasaje Catedral, Plaza Santo Domingo, Unidad habitacional Nonoalco-Tlatelolco. Vista de la ciudad en cine clásico y contemporáneo. Recientemente, Alfonso Cuarón dio a conocer la conclusión del rodaje de la película Roma, en la cual relata la vida de una familia de clase media en la ciudad de México, historia situada a comienzos de los años 70. Esta película tiene que ver con las vivencias de la infancia de Cuarón, y es una especie de retrato de cómo ha visto crecer y transformarse la ciudad. Tomando la ciudad como un personaje, nos da muestras de una ciudad absolutamente cambiada. Varias de las escenas son en las colonias Tabacalera y Santa María la Ribera. Por medio de estos ejercicios podremos hacer un viaje a las ruinas de la memoria. 1. Los olvidados Luis Buñuel 1950
9. Una familia de tantas Alejandro Galindo 1948
2. Los Caifanes Juan Ibáñez 1966
10. Malaventura Michel Lipkes 2013
3. La ilusión viaja en tranvía Luis Buñuel 1954
11. Temporada de patos Fernando Eimbcke 2004
4. La fórmula secreta Rubén Gámez 1964
12. Mentiras piadosas Arturo Ripstein 1988
5. Amores perros Alejandro González Iñárritu 2000
13. Víctimas del pecado Emilio Fernández 1951
6. El callejón de los milagros Jorge Fons 1994
14. Batalla en el cielo Carlos Reygadas 2005
7. Santa Antonio Moreno 1931
15. Sólo con tu pareja Alfonso Cuarón 1991
8. Distinto amanecer Julio Bracho 1943
16. Trotacalles Matilde Landeta 1951
Correo Mayor | Cine | 32
Ciudad y Cine
1
6
5
4
3
2
9
10
13
14
Correo Mayor | Cine | 33
7
11
15
8
12
16
Ambulante, 12 años, muchas historias Redacción Ambulante festeja 12 ediciones de ir de ciudad en ciudad compartiendo historias. Ha destacado por ser único en su género, logrando posicionarse como un transformador y catalizador social. Se persigue involucrar a públicos diversos, llegar a lugares nuevos, ser más humano por medio de temas que ayudan a reflexionar sobre nuestra propia realidad, e incrementar la cultura del cine documental. La programación de este año responde al agitado panorama global, planteando nuevas rutas a través del cine. “Nuestra apuesta se centra en una programación expandida que va más allá de los espacios de proyección cinematográfica, para generar encuentros, sacudir conciencias e incentivar la acción colectiva. Una profunda inquietud por la (in)justicia atraviesa casi toda la programación y constituye un eje de reflexión en torno a otros temas: las reconfiguraciones de género, las transformaciones familiares, los retos medioambientales, la migración y las múltiples guerras en el mundo”, explican Antonio Zirión e Itzel Martínez del Castillo, programadores de Ambulante. Son días donde se tiene que decir lo que está pasando: denunciar abusos, la impunidad, pueblos que van quedando deshabitados, muchos desplazados por la inseguridad en estados como Guerrero y Michoacán, gente desaparecida, la desigualdad está marcada más que siempre, etc. Son tiempos difíciles en todo el mundo donde gobierna la sombra. El programa es muy amplio y ofrece un abanico en diversos temas, con 135 títulos de 32 países y más de 1,150 actividades que recorrerán diez estados de nuestra República durante dos meses de gira. El recorrido arrancó en la Ciudad de México el jueves 23 de marzo con la proyección de La cazadora de águilas, de Otto Bell, en el Monumento a la Revolución. Realizadores prominentes cuyos trabajos se exhiben: Errol Morris, Raoul Peck, Yuri Ancarani, Ulrich Seidl, Claire Simon, Jay Rosenblatt, Ron Howard, Eduardo Coutinho, Milo Rau, Jean Rouch, Les Blank, Hubert Sauper, Shirley Clarke, Alex Gibney, Jeff Feuerzeig, María Novaro, Everardo González, Lucía Gajá, Eugenio Polgovsky y Marcela Zamora, entre otros. Correo Mayor | Cine | 34
El programa reúne títulos premiados en los más importantes festivales de cine internacionales: No soy tu negro (nominada a mejor documental en los Óscar 2017, ganadora del Panorama Audience Award en la Berlinale y del People’s Choice Award en TIFF), Sin lugar para esconderse (premio a mejor documental en IDFA), El reto (premio especial del jurado en el Festival Internacional de Cine de Locarno), La libertad del diablo (premio de Amnistía Internacional para documentales en la Berlinale), Máquinas (mejor fotografía en Sundance), Los últimos hombres en Alepo (gran premio del jurado en Sundance), Hermanos (mejor documental internacional en HotDocs y mención especial en Nordisk Panorama), El concurso (premio a mejor documental sobre cine en el Festival Internacional de Cine de Venecia), Bosque de niebla (mención especial en FICUNAM), Los ojos del mar (premio Impulso Morelia en FICM), Comunión (primer premio en la semana de la crítica del Festival de Cine de Locarno), La Chana (premio del público en IDFA), Jonás y el mar (mejor cortometraje animado en TIFF), El futuro perfecto (mejor ópera prima y mención especial del jurado joven en el Festival de Cine de Locarno), Líbranos (mejor película en Orizzontes en el Festival Internacional de Cine de Venecia). El abanico de temas que se abordan es muy amplio, desde movimientos migratorios (Al otro lado del muro, El futuro perfecto, Artemio, Programa Traslados de Ambulantito), circunstancias familiares (Comunión, Hermanos, Katy), minorías sociales (Los niños, Aquí sigo, El ombligo del cocoshle, Gástalo todo), tradiciones y religión (Líbranos, Pureza eterna, Nkwí Nayà Tonkó: compromiso de palabra, Santo fuerte, Los amos locos), conflictos sociales (Los últimos hombres en Alepo, Gulistán tierra de rosas, La libertad del diablo, Sin lugar para esconderse, Guerrero, Un hombre insignificante, Los ofendidos, No soy tu negro, La mirada del silencio), derechos LGBTQ (La reina de Irlanda, Etiqueta no rigurosa, Strike a Pose, Caricia, Chavela, Retrato de Jason), medio ambiente (Resurrección, Gente de mar y viento, Chacahuita, El bosque de niebla, La pesadilla de Darwin), y justicia (Batallas íntimas; Crulic, camino al más allá; La delgada línea azul; Los juicios de Moscú; Justicia; Presunto culpable; Los siete de Gugulethu), etc. El festival también celebra el cine de Latinoamérica, con un total de 65 títulos. En esta edición se dedica retrospectiva al más importante documentalista brasileño: Eduardo Coutinho, maestro de la conversación y la escucha atenta. A su vez, Injerto, la sección de cine de vanguardia, presenta una curaduría de cortometrajes experimentales latinoamericanos. Otra sección que no hay que perder de vista es la selección de documentales favoritos de Werner Herzog: Gástalo todo; Vernon, Florida; Los amos locos; La pesadilla de Darwin y La mirada del silencio. Para los más pequeños, Ambulantito presenta un programa que hace énfasis en el poder transformador de la fantasía para volar con la imaginación; y otro que muestra distintas modalidades de migración. Regresa Sonidero y regresa recargado con una rica variedad de películas que proyectan muy diversos estilos, personajes y expresiones musicales: Austin City Limits: una canción para ti, Día de la Independencia, Oasis: Supersonic, The Beatles: eight days a week, The Rolling Stones Olé Olé Olé!: un viaje a través de América Latina, Strike a pose, Nick Cave an the bad seeds, Fonko, La música de los extraños: Yo-Yo Ma y el Sik Road Ensemble, Omega, Chavela, Esto es lo que hay, Leonard Cohen: bird on a wire, Zoé – Panoramas y Hasta la raíz. Ambulante Ediciones hizo el lanzamiento del libro El cine como arte subversivo, de Amos Vogel, primera traducción al español de una obra fundamental en la historia del cine, donde el autor lleva a cabo una revisión histórica del séptimo arte a la luz del concepto de subversión. Ambulante en tu ciudad, del 23 de marzo al 25 de mayo, 2017. http://www.ambulante.org/ Correo Mayor | Cine | 35
Guerrero Dirección: Ludovic Bonleux En el estado de Guerrero, los activistas Coni, Juan y Mario se rebelan ante la impunidad, sin importar los sacrificios y riesgos que sus luchas implican.
Escritor: la historia de JT LeRoy Dirección: Jeff Feuerzeig Durante una década, la escritora Laura Albert cautivó a miles, desde el anonimato, con su prosa brillante y con el personaje ficticio que diseñó para ser el enigmático autor de sus libros: JT LeRoy.
Bosque de niebla Dirección: Mónica Álvarez Franco Los habitantes de una pequeña comunidad en Veracruz son los guardianes de uno de los ecosistemas con mayor riesgo en el país: el bosque de niebla. Allí intentan rediseñar su propia cultura para hacerla sustentable.
Leonard Cohen: Bird on a Wire Dirección: Tony Palmer Después de ser despreciada por el mismo Leonard Cohen, abandonada en un almacén de Hollywood y elevada a documental de culto, esta película sobre el legendario tour europeo de 1972 de Cohen revivió con fuerza en el nuevo siglo.
La cazadora de águilas Dirección: Otto Bell Aisholopan, una niña kazaja de trece años, entrena para ser la primera cazadora de águilas en su familia, aunque la tradición de siglos dicta que sólo los hombres pueden serlo.
Correo Mayor | Cine | 36
Chavela Dirección: Catherine Gund, Daresha Kyi A través de una entrevista nunca antes vista, realizada 20 años antes de su muerte en 2012, y guiada por las historias de sus canciones, esta película retrata a la mujer que se atrevió a vivir como quiso: Chavela Vargas.
La libertad del diablo Dirección: Everardo González Documental psicológico que penetra en la mente de los protagonistas de la violencia, tanto víctimas como victimarios, mediante entrevistas que erizan la piel. Somos partícipes de los miedos de quienes padecen y de quienes provocan la muerte, tanta muerte que sacude las entrañas mismas de la sociedad.
Lucha México Dirección: : Alex Hammond, Ian Markiewicz Filmada en un periodo de cuatro años, Lucha México ofrece una mirada íntima al mundo de la lucha libre local, y muestra de cerca la complejidad, los sueños y tensiones con los que conviven a diario sus protagonistas.
Máquinas Dirección: Rahul Jain Un documental íntimo y observacional acerca del trabajo en una fábrica textil en Guyarat, India, que muestra la explotación, el sufrimiento y la opresión que padecen los trabajadores, así como la enorme brecha entre los ricos y pobres.
Pólvora y gloria Dirección: Viktor Jakovleski Aunque cada año las noticias reportan algún accidente de dimensiones trágicas relacionado con los fuegos pirotécnicos, la Feria Nacional de la Pirotecnia Tultepec sigue siendo un espectáculo de ritual y peligro atractivo para locales y turistas.
Correo Mayor | Cine | 37
Teatro en plazas públicas
Redacción Hace años, el Festival del Centro Histórico era todo un acontecimiento: había actividades por todos lados y a todas horas, las líneas del metro no cerraban durante el sábado y había servicio las 24 horas para aque-llas personas que venían al festival desde distintas partes de la ciudad. Este año, la programación ha disminuido enormemente. Sergio Vela, director artístico del Festival del Centro Histórico, presentó el programa “Teatro en Plazas Públicas, Teatro en tu Barrio”, en colaboración con la Secretaría de Cultura de la Ciudad, en un gesto por llevar música, teatro, cabaret, circo y espectáculos multidisciplinarios a distintas plazas del centro histórico. Con este programa se pretende llegar a públicos diversos, convertir las plazas en escenarios y ofrecer una oportunidad para apreciar la riqueza arquitectónica de la ciudad. Las actividades en plazas públicas son de entrada libre y se realizarán durante los fines de semana del 1 al 16 de abril. En esta edición participarán varias compañías nacionales: Los Estrouberry Clowns, Centro Cultural Carretera 45 Teatro, Zarawato Bus, Hilvana, Marimba Mario Nandayapa Quartet, Sexto Sentido, Está Cabral Producciones, Grupo Yuka y Guacamole. Revisa las sedes y programación: Parque de las Vizcaínas (entre Eje Central y Bolívar, metro salto del agua). Plaza de San Juan (entre Ayuntamiento y Ernesto Pugibet, metro salto del agua). Kiosco de la Alameda Central. Monumento a Beethoven (Alameda Central). Plaza Solidaridad (frente al Museo Mural Diego Rivera, poniente de la Alameda). Plaza Garibaldi. Plaza Santa Catarina (República de Honduras esquina República de Brasil). Plaza Loreto (Justo Sierra esquina calle Loreto). Calle peatonal Licenciado Verdad (calle Moneda, a lado de Palacio Nacional). Plaza República Sebastián Lerdo de Tejada (a lado del MUNAL) http://festival.org.mx/index.php/events/ Correo Mayor | Teatro | 38
Correo Mayor | Teatro | 39
Los Estrouberry Clowns en la plaza de San Juan. Festival del Centro Histรณrico. Correo Mayor | Teatro | 40
SacNictee f / SacNictee nininictee@gmail.com 5585373896
Mezcal . Cerveza Artesanal . Pulque . Pizza San Jerรณnimo #110, esquina Pino Suรกrez, Centro Histรณrico. @centralfunkmx
Lotería Tectónica. Nabor