CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Octubre 2013 ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD Señor, tu nos has llamado a ser corresponsables y a formar corresponsables. Envía tu Espíritu para que podamos reconocer y compartir los dones que tu has prodigado sobre nosotros, y guiar a otros a descubrir y compartir tus dones. Para que continuemos buscando maneras de fortalecer nuestros vínculos con aquellos que han abrazado ya la corresponsabilidad y descubrir formas para llegar a aquellos para quienes la corresponsabilidad no es aún parte de sus vidas. Y cuando, al igual que los apóstoles, hayamos trabajado durante la noche sin pescar nada, ayúdanos a atender tu llamada de adentrarnos en las profundas e inexploradas aguas para que nuestras redes puedan llenarse de peces. En todo lo que hacemos, ayúdanos a recordar que, como tus discípulos, nosotros estamos llamados a hacer tu voluntad. Amén Rvdo. Sr. D. Joseph Creedon Párroco de Cristo Rey Kingston, Rhode Island
Corresponsabilidad y Misión El mes de octubre es un tiempo ideal para focalizar nuestras reflexiones piadosas en el mundo y ver a la gente como un don de Dios. La comunidad global es un don que debe ser recibido con gratitud y sostenido en corresponsabilidad. Con la celebración del Domingo Mundial de las Misiones, octubre es un mes que ofrece a los Católicos de todo el mundo, la oportunidad de renovar su compromiso de proclamar el Evangelio y dar un mayor enfoque misionero a las actividades parroquiales. Es tiempo de reflexionar sobre el contexto global de nuestra corresponsabilidad, y expresar nuestra gratitud a los misioneros. Ellos son testigos de Cristo con sus vidas, en los lugares más remotos y desafiantes del mundo. El mes de octubre nos recuerda que ser testigos de Jesucristo es una responsabilidad de todos que viene del Bautismo, y que en un mundo que experimenta crecientemente formas perturbadoras de alienación e indiferencia, nuestra comunión de fe puede ofrecer signos de esperanza y de trabajo para hacer de este mundo un hogar para todos. Nosotros somos “comunión” por el don de la Eucaristía. Y este don que nosotros celebramos en el sacramento, no es algo que podamos conservar para nosotros mismos. Por su naturaleza, éste demanda ser compartido con los demás. Esta es una razón por la que el impulso misionero de nuestra Iglesia ha sido siempre un signo de vitalidad en testimonio único de unidad alrededor del mundo. Hay varias maneras en las que puede enfocarse en la actividad misionera de la Iglesia: • Incluir peticiones en nuestras oraciones diarias, por el trabajo misionero de la Iglesia. • Incrementar su conciencia sobre la más extensa misión global de la Iglesia. • Descubrir maneras para participar en actividades misioneras específicas, que se lleven a efecto en su parroquia o diócesis. • Dar generosamente el Domingo Mundial de las Misiones, que se celebra este año el 20 de octubre. El trabajo de la Iglesia alrededor del mundo es tan importante como el trabajo en nuestro propio vecindario. Seamos cuidadosos este mes de que somos corresponsables del Evangelio, llamados a proclamarlo en los confines de la tierra, llevando esperanza al mundo hambriento de la paz de Cristo.