CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Abril 2014 ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD para el mes de Abril Cristo, nuestro Salvador, al acercarnos a la Pascua a través del camino cuaresmal, vemos con profunda conciencia la necesidad de que nuestro mundo experimente el poder sanador de tu amor, de tu justicia, de tu paz. Haznos para los demás sacramentos de tu misericordia e instrumentos de tu compasión. Enséñanos cómo ser mejores, más corresponsables de tu pueblo; a través de nuestras familias, nuestros hermanos, con quienes compartimos la Eucaristía, con los prójimos y los extraños. Muéstranos cómo llevar la cruz para que, muriendo para nosotros, podamos dar nueva vida a otros. Y fortalece nuestra fe para que proclamemos confiados, de palabra y obras, tu Pascua triunfal. Amén.
La Corresponsabilidad, como respuesta al Amor La corresponsabilidad comienza con un encuentro con Jesucristo. Todo lo que hacemos en nuestras parroquias, escuelas e instituciones religiosas debe conducir a un encuentro con Cristo. Cuando la gente llega a conocer a quien lo dio todo por amor a los demás, se conmueve. Un encuentro con Jesús nos abre los ojos las necesidades de los que nos rodean y nos lleva a responder como discípulos. Otras veces, lo que nos motiva a abrirnos son catástrofes, crisis u otras dificultades enormes. Hemos visto cómo las tragedias en distintos lugares del mundo han movilizado a miles, millones de personas para ayudar. Nadie era un simple observador. La gente dio de sí todo lo que pudo. La corresponsabilidad es importante para una persona que está convencida de que hay una necesidad que atender, o que se da cuenta de que tiene la capacidad para disminuir el sufrimiento de otros. La parábola del Buen samaritano, y la ayuda que brindó al viajero herido, es un ejemplo de cómo podemos actuar ante la necesidad de los demás. Cuando se produjo el terremoto en Haití, la hambruna del cuerno de África, Filipinas, los católicos recaudamos una cantidad de dinero y recursos sin precedente para donarlos a personas que necesitaban ayuda desesperadamente. Tenemos que destacar más las necesidades de la misión de Cristo en nuestra Diócesis, en nuestra Parroquia, para así sensibilizar a todos sobre la necesidad de aumentar la corresponsabilidad. Como católicos, todos podemos cultivar la corresponsabilidad en nosotros mismos reflexionando sobre las bendiciones que Dios nos ha concedido. El sentido de la gratitud muchas veces nos motiva a dar parte de lo que Dios nos ha otorgado. Hemos recibido el don de la vida y el tesoro de una familia y amigos. Muchos de nosotros hemos recibido la bendición de la buena salud. Otros hemos recibido talentos y habilidades que podemos cultivar y desarrollar para beneficio propio y de los demás. Si nuestros talentos nos han producido una buena situación financiera, entonces ese don puede usarse también para auxiliar a otros. Al reconocer los dones que hemos recibido de Dios, podremos también darnos cuenta de que como seguidores de Cristo, hemos recibido la llamada a la corresponsabilidad, a dar para otros.
ORACIÓN * LIMOSNA * AYUNO * MISERICORDIA