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Gracias

Escribir en t iem po de pandem ia.

Por: Profesora Lilia Campero Meza

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Secundarias Técnicas

Ella se encontraba algo abrumada por la carga de trabajo, Iba y venía de las aulas a su oficina y viceversa, que si hoy alcanzó a visitar a cinco docentes, que si lo dejo para mañana, pero, aunque abrumadora la labor, ella lo disfrutaba tanto. Hoy ella se encuentra extrañando

las voces del bullicio escolar, el estrés propio del tiempo, de esas visitas, de la angustia por no poder hacer la entrega oportuna de informes o documentos.

Hoy las cosas han cambiado, ella se encuentra confinada, sí, esa palabra se usó desde el inicio de este tiempo, al que ella le llamó infierno, porque ha perdido no solo la libertad de salir de compras, de reunirse con sus contactos o amistades, de ir a coincidir en su centro de trabajo con sus jefes, compañeros y alumnos, pero no solo eso, sino que en este tiempo ella ha perdido amigos y se ha enterado de la perdida de familiares de sus amigos.

Desearía que fuera un mal sueño y despertar sofocada, con lágrimas en los ojos, pero no, no es posible, esta es mi

realidad, dijo ella, abrazando su almohada y procurando no gritar mientras lloraba profundamente.

Sus huesos y músculos se encontraban en mal estado, dijeron los médicos que ha consultado, que es una enfermedad provocada por las emociones y los sentimientos.

En un principio, al parecer su familia no le creía, pero hoy, le dan lo mejor de sí, por ejemplo, el día de su cumpleaños, su familia y sus amigos la llenaron de muchos y bonitos detalles y ella pensó para sus adentros, qué bueno es saber que te aman, que te quieren, que eres importante para alguien, ha inclinando sus rodillas y cabeza a solas en su habitación, bendijo y agradeció a Dios por tan lindos detalles, por los bellos instrumentos que Él usó para sanarle no solo el cuerpo, sino el corazón y la mente. Ese corazón y esa mente dañados por la inercia de las actividades cotidianas, por la frialdad que se respiraba últimamente en la sociedad. Hoy pudo reconocer que esa sociedad dañada por el favor de la tecnología, de los gases, vapores, humo, malos humores y decadencia, le hace falta Amor, pero no solo el amor filial, el que te brinda tu familia, o el amor Eros, que te puede dar una pareja, no, no esos tipos de amor, sino el Amor Ágape de Dios. Ese Dios que la Reforma saco del ámbito escolar y que ahora la Tecnología y quienes la crearon quieren desplazar. Sería interesante, quedarse a ver los acontecimientos que aún le faltan por vivir a la humanidad. Lo cierto es que todo lo que está por venir es incierto.

¿Qué te hace falta?,pensó ella, Dios ha cubierto todas tus necesidades, de habitación, de vestido, de alimento y aún de sustento emocional, Él ha satisfecho, ¿Qué te hace falta?, insistió ella y contestando para sus adentros, resolvió que no se podía quedar con el agradecimiento a Dios y a los hombres, por haberle dado el precioso don de la vida.

Si ella estaba muriendo en este tiempo de confinamiento, pero el Dios que ella conoció un día, le regaló la vida. Y aunque pudo haber abandonado el cuerpo, ella tiene una esperanza a través de una Promesa, que no es muy simple de entender, porque ella cree que esto de Dios, hoy día, en la vida del hombre, es para locos.

¿Y tú?, ¿Cómo estás en este tiempo de pandemia?

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