VOLUMEN 19 EDICIÓN 1 FEB-ABR
Entrevista al
Sr. Arnoldo Loya Acosta
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Tener una buena producción de manzana no es tarea fácil, para lograrlo es indispensable contar con un clima favorable, buen suelo y poder disponer del agua necesaria, pero sobre todo que el fruticultor disfrute su trabajo, ya que una huerta requiere tiempo, inversión y muchos cuidados” esto lo comentó el Sr. Arnoldo Loya Acosta, quien nos recibió en compañía de su familia para compartir en esta edición parte de lo que ha sido su experiencia como productor de manzana. Cada día la vida nos ofrece cientos de oportunidades y el Sr. Loya ha sabido aprovecharlas. Emigró con su familia a Estados Unidos y después de doce años regresó para establecerse en el Terrero, localidad de Namiquipa y probar suerte en el sector manzanero: “En 1999 un amigo me propuso comprar una huerta de aproximadamente 800 árboles en producción y mientras yo seguía trabajando en Nuevo México él se hizo cargo de la huerta. La experiencia fue tan buena que en 2003 decidimos regresar y establecimos nuestra primera plantación, la cual actualmente cuenta con 3 000 árboles. Así que desde entonces no hemos parado, hemos aprovechado cada una de las oportunidades que se nos han presentado y hemos establecido más plantaciones, así como dos frigoríficos y un empaque de manzanas”.
medias y tardías que nos han permitido alternar los ciclos de producción, así como permanecer más tiempo en el mercado”.
Sin duda alguna el reto como fruticultor no ha sido sencillo, las heladas, enfermedades, plagas, los coyotes y el clima han representado desafíos muy importantes para el Sr. Loya y su familia: “He tenido la oportunidad de trabajar en varios sectores, pero definitivamente ninguno me ha llenado tanto como la fruticultura, en cada ciclo aprendemos cosas nuevas y nos hemos ido adaptando a las exigencias del mercado, actualmente contamos con diferentes variedades como Golden Delicious, Golden Glory, Red Cheef, Red Delicious, Top Red, Red Ace y Gala, variedades tempranas,
La responsabilidad y la puntualidad son dos cualidades que el Sr. Arnoldo ha implementado en su trabajo: “Nunca imaginé que un día me convertiría en fruticultor, pero gracias al apoyo de mi familia, así como a nuestra constancia y dedicación hemos incrementado considerablemente nuestras plantaciones. Actualmente contamos con aproximadamente 35 000 árboles y hemos llegado a levantar hasta cinco mil cajones pallet en un año, lo cual es bastante importante para nosotros. Ahora ya no batallamos para comercializar nuestra producción, ya que la calidad de nuestras manzanas nos han permitido conseguir muy buenos clientes que cada año de manera puntual nos visitan para llevar manzanas a Guadalajara, Puebla, Monterrey y la Ciudad de México, entre otros lugares del país”.
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UNIFRUT
Para el Sr. Loya el apoyo de su familia ha sido fundamental en esta actividad: “Esto es un negocio cien por ciento familiar, mi esposa Susana Nevárez es quien se hace cargo de la empacadora, mientras que mis hijos me apoyan en todo lo que pueden, Arnoldo estudió mecánica en El Paso, Texas y él se encarga de ayudarnos con toda la maquinaria, además ya se hace cargo de una huerta; Alberto se acaba de recibir como ingeniero hortícola y está a cargo de algunas plantaciones, mientras que Mauricio el más joven continúa estudiando la preparatoria y en sus tiempos libres nos ayuda con lo que se le facilita. Afortunadamente los he visto motivados y seguido platico con ellos para aconsejarles que no dejen de aprovechar las oportunidades que podemos ofrecerles, claro que nos gustaría que los tres heredaran el amor y cuidado por estas tierras y que más adelante se encargaran de ellas como hasta ahora lo hemos hecho nosotros, pero solo ellos decidirán con el tiempo si continúan o no con esta actividad”.
