Alicia
en el país de las
aberraciones
Susana Biro
ALICIA
TIENE
36
AÑOS.
LEJOS
ESTÁN YA SUS VIAJES POR EL PAÍS DE LAS
MARAVILLAS Y A TRAVÉS DEL ESPEJO.
HOY
EN DÍA CONSIDERA UNA MARAVILLA
CONSERVAR SU TRABAJO EN ESTA ÉPOCA DE CRISIS.
Y
A LOS ESPEJOS MÁS
BIEN LES HUYE, PUES CADA VEZ LE MUESTRAN COSAS MÁS HORRIBLES.
John Tenniel
¿cómoves?
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AL POCO DE conocer al Conejo Blanco que siempre andaba a las carreras, Alicia comenzó a usar anteojos, pues veía todo borroso. El doctor le explicó con un dibujo que un ojo es como una cámara con una lente (el cristalino) que sirve para enfocar la imagen en una pantalla (la retina) al fondo del globo ocular, el cual es esférico. Pero ella tiene miopía. Esto significa que sus ojos son un poco alargados y por lo tanto la retina recibe una imagen borrosa. La solución, como la entendió entonces, fue llevar puesto en la cara un armatoste con el que veía más claro, pero su apariencia era rara y por lo tanto recibía el típico apodo de “cuatro ojos”. En esa época, y aún sabiendo que del otro lado se encontraban amigos geniales para conversar como Humpty Dumpty, pocas veces se paró delante de un espejo. A los pocos años de llevar anteojos, su miopía progresó. Sus ojos se estaban alargando todavía más, de tal forma que las retinas iban quedando aún más lejos de la imagen en foco. El doctor, transformado en paciente para las preguntas de Alicia, le explicó que las lentes de sus anteojos sirven para cambiar la dirección de la luz antes de que entre a sus ojos, de manera que éstos formen la imagen en