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VALSEQUILLO
MUNICIPIOS & VALSEQUILLO c
FIESTA DE LA FRESA DE VALSEQUILLO
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Hay un lugar en Canarias que alberga un tesoro de color rojo alegrando el paladar e inundando de color nuestros comercios y mercados, ese tesoro es la fresa y el municipio, Valsequillo de Gran Canaria.
Tal es su importancia, que cada año Valsequillo celebra la Feria de la Fresa, un evento que reúne a más de 15.000 personas. Una oportunidad para probar esta fruta que los agricultores ofrecen para ser degustada, a los vecinos y visitantes.
Conocido como el pueblo del millón de fresas, Valsequillo concentra el 90 por ciento de la producción de nuestras islas. Sus horas de sol, su altitud y sus condiciones climatológicas, hacen que la fresa que en él se cultiva, nada tenga que envidiar a la que importamos de otros lugares del país. En la actualidad, se lucha por tener unos precios más competitivos, pero degustar una fresa de Valsequillo, es un regalo para el paladar.
En el año 2020, la pandemia de la Covid interrumpió la celebración de esta Feria que en el año 2019 cumplió su séptima edición. En aquella ocasión, los productores de fresas ofrecieron a los asistentes, hasta 1000 kilos de fresas para su degustación.
Y es que la versatilidad gastronómica de la fresa no conoce límites. Y aunque no necesita adornos para potenciar su sabor, la fresa de Valsequillo es un elemento perfecto para practicar la repostería y ofrecer este fruto en sus diferentes versiones. ¿Quién no ha probado unas fresas con zumo de naranja, unas fresas con nata, una tarta de fresas o un batido con fresas? Y todo ello sin olvidar otro plato fuerte, las mermeladas, elaboradas con este producto local que es garantía de calidad.
La fresa es el producto estrella de esta zona de la isla de Gran Canaria, tal es así, que en los últimos años su producción ha crecido casi un 25 por ciento. El municipio cuenta con algo más de 36 hectáreas dedicadas a su cultivo que se reparten en una decena de fincas. Se estima que la producción alcanza los dos millones de kilos en cada campaña y sus principales variedades son las de Camino Real, Camarrosa y Sabrina. Los años 80 fueron claves para el impulso de la fresa y, la clave de su calidad, está en el mimo y esmero que le ponen los agricultores. Para ello se forman y analizan cada paso que les conduzca a la excelencia y a diferenciarse de otros productores del país. La fresa de Valsequillo no se caracteriza por un gran tamaño, pero sí por su calidad. Su frescura y cercanía con el consumidor de las islas, hace que llegue en apenas horas de la tierra a la mesa. Esta fruta rica en color y sabor, también lo es en antioxidantes y minerales como manganeso, magnesio y potasio. Tiene vitamina C, B2, B3 y ácido fólico. Es muy rica en fibra, baja en azúcar y el 90% aproximadamente es agua. Y además de utiliza para limpiar y purificar el aparato digestivo. Y esa es la filosofía de esta Feria de la Fresa de Valsequillo, una fresa que dibuja el paisaje agrario de este municipio de Gran Canaria y que se convierte en una apuesta saludable por un producto local que contribuye a la riqueza de nuestra gastronomía, de nuestra economía y de nuestra gente.
SEMBLANZA
MARÍA TERESA
CABRERA ORTEGA
SE TRATA DE UNA MUESTRA PROTAGONIZADA POR MUJERES REPRESENTATIVAS DE LOS 21 MUNICIPIOS DE GRAN CANARIA
El municipio de Valsequillo acoge la exposición “Mujeres Visibles”, una muestra impulsada por el Cabildo de Gran Canaria a través de la Consejería de Igualdad, que protagonizan 24 mujeres representativas de cada municipio de la Isla.
La muestra buscar visibilizar mediante retratos, la labor de mujeres que tienen en común haber roto barreras en mundos tradicionalmente masculinizados. Mujeres de todas las edades que son ejemplo y referencia para nuestra juventud, que han superado obstáculos para liderar en profesiones o sectores en los que el género femenino es minoría.
Esta exposición quiere visibilizar y mostrar referentes femeninos como polo de atracción hacia profesiones y estudios en los que las mujeres tienen una escasa representación. Con el objetivo de romper moldes, la finalidad es avanzar hacia la igualdad de derechos y oportunidades.
María Teresa Cabrera, “Matesa”
Una exposición en la que puede verse a la Cronista Oficial de Valsequillo, María Teresa Cabrera, más conocida como “Matesa”. Ella es ejemplo por ser una de las tres mujeres que forman parte de la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias, además de ser Tesorera y vocal por Gran Canaria. A nivel nacional, de los 340 cronistas existentes, solo 27 son mujeres. Esta funcionaria de Carreteras del Gobierno de Canarias además es presidenta de Asociación de Patrimonio Cultural de Valsequillo de Gran Canaria, dedicada a preservar, transmitir y recuperar nuestro patrimonio.
Una labor clave para conocer nuestro pasado, reconocer nuestro presente y garantizar nuestro futuro.
13/09/2012. Fecha de nombramiento como Cronista Oficial de Valsequillo de Gran Canaria
Formación Académica, actividad profesional, y cultural
Realizó sus primeros estudios en la escuela de la calle Sol, para continuar los mismos en la Agrupación Escolar Mixta de Valsequillo de Gran Canaria, que pasaría a llamarse colegio Laureado Alemán Ramírez. Terminados los estudios de EGB, cursa estudios de Formación Profesional FP2 en la rama Administrativo y Comercial, en el Instituto de Formación Profesional de Telde. Desarrolla su actividad profesional desde el año 1988, en la Administración Pública Canaria, esta actividad la hace realizar diversos cursos formativos de protocolo, teniendo como primeros profesores a don Juan José Láforet Hernández, y a don José Arturo Navarro Riaño. Con los años completa su formación académica como Titulada Superior (Diplomada Universitaria en Protocolo y Relaciones Institucionales), por la Universidad Miguel Hernández de Elche, y la Escuela Internacional de Protocolo, en su primera promoción. Realiza un Máster en Protocolo y Relaciones Institucionales, impartido por la Escuela de Protocolo de Canarias, y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Desde el año 1984 realiza diferentes colaboraciones con la Fundación Canaria Luján Pérez con motivo de sus exposiciones, así como con la Casa Museo Pérez Galdós.
Descendiente de don Benito Pérez Galdós, por la rama paterna, es Socia Fundadora en el año 2007 de ACAG (Asociación Canaria de Amigos de Gáldos). Durante el año 2007 participa como contertulia del programa de televisión “Mujeres atrevidas“, realizado y emitido desde el municipio, dedicado a la problemática social, coordinado por la educadora social doña Juana Brito Brito con la colaboración y participación de la Asociación Isadora Duncan. Desde el año 2008 es Presidenta de la Asociación de Patrimonio Cultural de Valsequillo de Gran Canaria, dedicada a preservar, transmitir y recuperar nuestro patrimonio, desde su actividad “Recuperando Tradiciones“.
Entre otros ha participado en los Congresos Galdosiano, jornadas y congresos nacionales e internacionales de Protocolo y Comunicación, así como en cursos y jornadas de retorica, oratoria, y sobre recursos literarios, sobre turismo, patrimonio y museos, de observación y gestión del patrimonio sociocultural, o sobre fotografía histórica de canarias Desde el año 2012, publica una crónica anual en el libro “Crónicas de Canarias”. Editado por la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias. Desde el año 2013, es Tesorera de la Junta de Cronista Oficiales de Canarias, y Vocal por Gran Canaria.
A partir del 09 de febrero de 2013 es Miembro de Número de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Realiza al año un promedio de 40 actividades de forma directa como Cronista Oficial.
Participa en rutas literarias, e históricas, jornadas, y mesas redondas. Colabora en publicaciones especializadas, así como interviene en programas de radio y televisión. Con la visita guiada denominada “Paseando por Valsequillo de Gran Canaria”, da a conocer el patrimonio histórico-artístico y etnográfico del municipio a todas aquellas personas interesadas en el mismo.
Colabora con alumnos de diversa formación académica en la realización de trabajos relacionados con el municipio. Así mismo presta su colaboración con el Plan de Formación en Alternancia de Empleo (PFAES), con la visita guiada a los alumnos, para dar a conocer nuestro patrimonio. Con motivo de la pandemia solo se pudo realizar una de estas visitas, pero continuó la colaboración con los alumnos para la realización de los trabajos de forma telemática. Estas mismas visitas la ha realizado con alumnos del IES de Valsequillo.
En Julio de 2021 Participa en la Universidad de Verano de Maspalomas siendo la ponente por Junta de Cronistas Oficiales de Canarias en el homenaje póstumo a don Carmelo Pérez Rodríguez, cronista oficial de San Bartolomé de Tirajana.
Pregonera de las Fiestas de San Roque del Valle 2017, copatrón del municipio de Valsequillo de Gran Canaria.
En mayo de 2017, el órgano de Gobierno de la Asociación Española de la Carretera, acuerda concederle la Medalla de Honor de la Carretera, por los méritos contraídos a lo largo de su vida profesional al frente de un equipo de trabajo. La cual fue entregada el 15 de junio, en un acto solemne, celebrado en la sede Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales, y Puertos en Madrid, desde la institución municipal fue arropada en el acto por don Francisco Manuel Atta Pérez, y por doña Elvira Vaquero Rodríguez, alcalde y concejala de Cultura.
Autora de los textos de la guía: La huella de la historia: “El Patrimonio histórico-artístico de Valsequillo de Gran Canaria”. Presentada el 16 de enero de 2019.
Mujer Visible del municipio de Valsequillo de Gran Canaria, dentro del proyecto “Mujeres Visibles”, en el que participan: Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de Valsequillo de Gran Canaria, y la Asociación de Mujeres Zuleima.
En memoria de doña Dolores López Rodríguez
(10-12-1917 / 30-1-1922)
A Lolita, la visite en la no muy calurosa tarde del 29 de agosto de 2017… así comienza la crónica correspondiente al año 2018, a la que titulé: “DOS CENTENARIAS EN EL SIGLO XXI”, dedicada a ella, y a doña María Suárez Hernández, pues estas formas de vida tienen que visibilizarse para que las nuevas generaciones valoren el esfuerzo, y la dedicación de nuestros mayores.
Según el cardiólogo hindú afincado en Estados Unidos DEEPAK CHOPRA, autor del libro CUERPOS SIN EDAD, MENTES SIN TIEMPO” que decidió escribirlo ...«pues pensó que sus pacientes necesitaban cuidar más la mente y el espíritu que sus corazones.» Incluyendo el estilo de vida y la conducta, motivo por el que yo quería adentrarme y desgranar la vida de esta centenaria, que me lo permitió de buen agrado, y que además me brindó la colaboración de su entorno familiar, hasta su biznieto Christian rondaba por allí atento a la destreza con que todavía manejaba las agujas haciendo punto.
Don Manuel López Talavera, natural de Caserones (Telde), se enamoró de doña Dolores Rodríguez Martín, en el barrio de La Cantera (Valsequillo), cuando venía a trabajar a la cantera que estaba en dicho barrio al que da su nombre, explotación de donde se extraía piedra de cantería, desde la que salieron materiales para la construcción de unas de las torres de la iglesia de San Juan Bautista de Telde. De esta unión nació el 10 de diciembre de 1917 Dolores López Rodríguez, siendo la cuarta de ocho hermanos, vino a la escuela de doña Mercedes, a la que llamaban cariñosamente en el pueblo Mercesitas, y de doña Vicenta, donde aprendió a leer, escribir y las cuatro reglas, dada la considerable distancia entre el barrio de La Cantera y Valsequillo casco, la madre que tenía tienda en el barrio del Llano de Conde, le mandaba la verdura a Merceditas para que hiciera de comer, y le diera también de comer a la niña que regresaría de vuelta a casa por la tarde, una vez finalizada la jornada escolar.
Lolita vivió desde la Segunda República todas las vicisitudes políticas, sociales, y culturales transcurrida hasta nuestros días; recordaba como desarrolló su vida en el barrio que la vio nacer: dedicada a la labranza, a las tareas de la casa, y hacer manualidades con palma y lana; los años que duró la guerra estuvo junto a sus hermanas haciendo calcetines y guantes para mandar al frente, desde la niñez hasta la juventud ayudaron en diversas tareas en la finca de doña Segunda Ortega, y de don Francisco Alvarado, al que llamaban “don Paco”. Sus padres iban todos los años a Teror en su camioneta con los vecinos, y cada año llevaban a uno de los hijos porque no cabían todos, de los sermones del mes de mayo, de como vivió las fiestas de San Miguel Arcángel, para las que su madre que sabía coser y bordar compraba las telas en Telde para hacerle los “estrenos.” Iba a los bailes que se hacían en las casas, y a las descamisadas, así un sin fin de recuerdos y anécdotas me dieron para escribir la crónica.
En el año 1948 contrajo matrimonio con don Francisco Cabrera Mayor, agricultor y vecino del mismo barrio, tuvieron cuatro hijos. Lolita se dedicaba a las tareas domesticas además de seguir trabajando la palma, y tejiendo la lana. Enviuda en el año 1984 y sigue viviendo en su casa junto a su hijo soltero, a su hija Mariola, su yerno y sus dos nietos, pero estos deciden irse al año siguiente a Estados Unidos, y su hijo se casa; Lolita se queda viviendo sola durante siete años, pero su avanzada edad y su estado de salud hacen que en el año 1991 se fuera a vivir con la familia formada por su hija Reyes su yerno Francisco, y sus nietos Soraya y Braulio.
Su día comenzaba a las siete de la mañana con el aseo, para luego desayunar una escudilla de leche con gofio y pan bizcochado. Durante la mañana se entretenía haciendo punto, pero ya no se paraba a contarlos, sino iba haciendo y deshaciendo, veía la televisión, habitualmente recibía la visita de familiares, amigos, y vecinos, hasta que nos azotó la pandemia COVID-19 que conllevó el confinamiento, en este tiempo compartió su día a día con las personas con las que convivía, y con las que ayudan en
su cuidado, según me cuenta su hija sigue con sus mismos hábitos de tomar a media mañana un zumo, o un yogur, y su buchito de café que tampoco le puede faltar a media tarde. Lolita por su 104 cumpleaños me regalo la que sería su última y entrañable crónica que lleva por título:
'Recuerdos de la Nochebuena a la Epifanía en el 104 cumpleaños de doña Dolores López Rodríguez'
Ya inmersos en la Navidad, en un mano a mano con su hija Reyes, Lolita nos transporta en el tiempo, un relato entrañable, en el que reviven las celebraciones desde la Nochebuena hasta la Epifanía, entre los años 1950-1960 del siglo pasado, en su casa del barrio de La Cantera. Recuerdan su casa solariega, que aún conservan, rodeada de parrales donde además cultivaban papas, verduras, y forraje para alimentar al ganado; cabras, gallinas, y cochinos abastecían la casa de leche, huevos, y carne. El tener su propio horno de leña les permitía amasar y así elaborar el pan de millo al que llamaban tortas.
Los recuerdos se va adentrando en la celebración de la Nochebuena, comentan la pena que les quedaba de no venir a la misa del Gallo, pues vivían lejos, y aunque su padre tenía una camioneta no cabían todos.
Se avivan sus recuerdos culinarios, y cuentan como para la cena de Nochebuena tenían por costumbre hacer un baifo al horno, condimentado con tomillo, laurel, ajos, sal, aceite, y agua, al que acompañaban con papas sancochadas, pues no se estilaba hacer papas arrugadas; como dulces navideños, degustaban piñones de almendras de elaboración propia, también higos pasados, y pasas; tanto los higos, como las uvas eran recolectadas en verano y las secaban al sol para en Navidad endulzar sus paladares. Cantaban algún villancico, y así pasaban la invernal Nochebuena en familia el matrimonio y sus cuatro hijos, y de igual forma celebraban el día de Navidad. Pero lo que era todo un acontecimiento y disfrute para la familia Cabrera López, y sobre todo para la chiquillería que se privaban era la celebración del Fin de Año, pues partían el año en casa de su tía paterna María, que vivía en el barrio de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria) y se quedaban a dormir allí esa noche. En casa de María se servía una cena más abundante, que constaba de dos platos; pescado frito, y carne de cochino en adobo con papas sancochadas. No hacen referencia a dulces navideños, familia, sobre todo para doña Dolores, un regalo que viene de muy lejos, casi de tan lejos como donde ellos parten ; han traído a su hija Mariola, que ya hace unos años que enviudo, y a sus tres hijos desde Estados Unidos, donde viven desde la década de los ochenta del siglo pasado. Recuerdos entrañables, momentos de compartir, alegría, e ilusión han puesto el broche de oro a estas Fiestas en la familia Cabrera López, que a pesar de tenerlas que celebrar con prudencia si las pudieron compartir más cerca.
Quince días antes de su fallecimiento la visité por última vez, fui hacerle entrega a su hija Mariola que partía esa misma madrugada de vuelta a Estados Unidos un ejemplar de Crónicas de Canarias al que hacía referencia al comienzo de esta crónica. Lolita me recibió haciendo alusión a su humor socarrón diciéndome “buenos día mascarita.” Radiante con la frescura y la esencia que desprende la flor del almendrero que cubren con su manto nuestros campos en febrero, es el último grato recuerdo que
si a las uvas; María compraba racimos de uvas en el mercado de Vegueta, los lavaba, los desgranaba, y los ponía en una bandeja en el centro de la mesa, a eso de la media noche se iban comiendo las uvas, Reyes era una niña y no apreciaba si se tomaban las doce uvas al son de las campanadas, ni tampoco del número exacto de uvas que se comían. Luego iban a dar un paseo por Triana a ver los escaparates, admiraban lo bien arregladas que iban las personas que por allí transitaban, sobre la una de la madrugada se volvían para la casa donde pasaban la noche.
El aroma de los churros recién hechos, que la tía María había traído de la Plaza, les hacía despertar el día de Año Nuevo. María preparaba un exquisito chocolate para tomar con los churros, los cuales se sumergían en la taza, donde el humeante chocolate los bañaba, convirtiéndolos en un exquisito habano comestible. A eso del mediodía regresaban a su casa a almorzar y pasar el día de Año Nuevo.
Las fiestas van tocando a su fin, tan solo queda celebrar la Epifanía, su hija Reyes que además celebra su santo, la recuerda como una celebración que vivían con ilusión, que disfrutaban con los regalos que recibían, a ella y a su hermana Mariola le traían una muñeca de cartón piedra, y a sus hermanos un tambor, y una guitarra de tres cuerdas, y a esperar al año que viene...
Este año 2022, Los Magos de Oriente trajeron un regalo muy especial para la conservo de ella en este día que sin saberlo sería el de nuestra despedida.
El estilo de vida de Lolita, fue el de una mujer dedicada a su familia, a trabajar, que disfrutaba con lo que tenía, que comía de lo más sano, principalmente de lo que daba la tierra, que le toco vivir tiempos adversos. Con el paso de los años la vida le fue brindando mayores comodidades, a las que se adaptó con la misma naturalidad de siempre. Pero sobre todo lo mejor que tuvo Lolita en su vida fue a su gran familia, con la que compartió hasta el último minuto de su vida.
En el día de su duelo le dije a su hijas Reyes, que era lo natural expresar ese sentimiento de dolor por su perdida terrenal, pero que la paz y la satisfacción reinarían en ella y en su familia por la dedicación y el cariño que tuvieron hacía doña Dolores en unos tiempos que aún siendo nuestros mayores pilares fundamentales de la sociedad no siempre se estilan. MI AGRADECIMIENTO UNA VEZ MÁS A SU APRECIADA FAMILIA, POR SU COLABORACIÓN PARA DAR A CONOCER A TRAVÉS DE MI CRÓNICA SUS ENTRAÑABLES VIVENCIAS FAMILIARES. A MI QUERIDA LOLITA GRACIAS POR SU TESTIMONIO DE VIDA. LA TENDRÉ PRESENTE EN MI RECUERDO Y EN MI CORAZÓN. D.E.P.