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ENTREVISTA LLUÍS SERRA

ELECCIONES - FEB 2021

Universidad y pandemia, o pandemia y universidad, o incluso el orden de los factores que no cambia nada. Sin embargo, al hablar al día de hoy con el Dr. Lluís Serra Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULPGC, nos encontramos con que ambos términos han seguido un devenir casi predestinado, la universidad como orbe de estudio, trabajo, investigación, formación, divulgación constante, minuciosa, de alto nivel científico, día a día durante muchos años; la pandemia como esa realidad que sobreviene casi repentinamente, aunque inesperadamente para gran parte de la ciudadanía, y ante la cual levanta con solidez un muro de contención conformado por toda esa larga y efectiva labor universitaria y científica, que ahora se hace muy patente en la batalla contra la COVID - 19, en la que no sólo ha asumido altas responsabilidades como experto en Salud Pública, sino que se ha convertido en rostro de confianza y esperanza en el seno de la ciudadanía canaria.

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Y en el meollo de la situación actual llega un proceso electoral universitario en la ULPGC, unas elecciones ante las que el Dr. Serra siente la necesidad de poder aportar algo más a ese orbe científico y de estudio, desde el que puede y debe seguir contribuyendo al desarrollo y a la seguridad de la vida cotidiana en Canarias.

–Dr. Serra muchos son los datos, las informaciones, las reflexiones sobre muy distintos aspectos, que llegan a diario a la ciudadanía, con el riesgo de encontrarnos con aquello de “un exceso de información desinforma”; pero más allá de todas esas concreciones ¿Cuál sería, a día de hoy, su reflexión sobre esta pandemia? ¿Cómo encauzar la experiencia acumulada en estos meses para preparar y formar a la población? ¿Y en la Universidad? –En los últimos 11 meses, como portavoz del Comité Científico del Gobierno de Canarias, me he dedicado en cuerpo y alma a intentar transmitir informaciones veraces, con evidencia científica,

Lluís Serra Majem

“La contribución de las universidades al desarrollo económico y al bienestar social, es clave”

sosegadas, equilibradas, comprensibles a los canarios sobre el virus y la pandemia. Desde que me llamaron desde el Gobierno deje de lado muchas de mis obligaciones laborales y de mis ocios para dedicarme a esta difícil tarea. Díficil tarea justamente por ese exceso de información que estamos teniendo, con corrientes negacionistas (del virus y las vacunas) a menudo auspiciadas por lideres políticos extranjeros. Un bulo viaja por la red diez veces más rápido que una verdad. La gente reeenvia o retuitea una noticia sin detenerse ni siquiera unos instantes a verificarla. Por ello, luchar contra las FaKe-News es tan complejo. Pero al final la verdad cae por su propio peso, tarde o temprano.

Somos la Comunidad Autónoma que mejor ha gestionado la pandemia, y estamos entre las mejores regiones de Europa, a pesar de haber rebasado los 500 muertos. Una cifra que me causa mucha tristeza y que nos obliga a no bajar la guardia porque este virus aun nos dará mucha guerra. Saldremos de esto reforzados y con aprendizajes sólidos de cómo responder a las amenazas globales. Y Canarias tiene mucho que enseñar.

La Universidad se ha visto seriamente perjudicada por la Pandemia de la COVID; los dirigentes no han sabido, en general, adoptar medidas innovadoras como las que se llevaron a cabo por ejemplo en la educación primaria y secundaria en Canarias. No se confiaba en la disciplina y madurez del estudiantado universitario. La presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), Andrea Paricio, desglosaba este desafío en tres: seguridad académica, calidad de la educación y accesibilidad independientemente de la condición y el contexto socioeconómico del estudiantado. También explicaba que los estudiantes no quieren ser recordados como la Generación COVID, en alusión a una capacidad y competencias menores que las de otras promociones. Y advierte que la igualdad de oportunidades para todos los y las jóvenes no es un reto nuevo, pero que la pandemia ha añadido la brecha digital, que hace más grande la barrera de acceso y permanencia en la universidad. En cuanto a las posibles soluciones, no tiene sentido cerrar la actividad teórica presencial en los campus cuando es fuera de la universidad donde se están produciendo los contagios. Y las universidades, algunas mucho mejor que otras, se han adaptado a las nuevas circunstancias tras un gran esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa. Pero en la ULPGC aún hay mucho por hacer….

–La Universidad –y la escribo por ello con mayúscula- ha llegado a ser un mito y un hito en el seno de la sociedad grancanaria, que batalló por ella incluso en las calles como una de sus grandes reivindicaciones históricas. En las elecciones al Rectorado de la ULPGC, este mes de febrero de 2021, usted ha presentado su candidatura ¿Por qué ha decidido presentarse a las elecciones a rector de la ULPGC? –Decidí presentarme a Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria por muchos motivos, muchos y muy diversos. Intentaré describirlos todos, pero ante todo quiero confesar que, sabiendo que mi implicación en la carrera rectoral me apartaría en cierto modo de mis responsabilidades como portavoz del Comité Canario de la pandemia, la decisión me resultó mucho más compleja. Quiero decir en primer lugar que no fue por una iniciativa personal sino porque me lo solicitó una plataforma de docentes e investigadores. Un grupo de personas muy comprometidas con esta Institución desde su creación. En el que también hay gente más joven, igual de comprometida o más, porque los jóvenes rezuman aquella ilusión tan necesaria en los inicios.

Estas personas piensan, como yo, que la ULPGC actual no es la que soñó aquella multitud que se echó a la calle en el verano de 1982, y la volvió a tomar en mayo del 88. Tenemos la obligación moral de retornar a la sociedad el voto de confianza y la encomienda que nos hizo entonces. No podemos buscar en la autocomplacencia y en la resignación, motivos para abandonar nuestra casa a la deriva. A la deriva de las crisis económicas, sanitarias o humanísticas. A la deriva por la falta de un liderazgo firme y decidido y de una clara y nece-

saria visión de futuro. A la deriva por falta de ilusión. Me encuentro en una etapa de mi vida en la que, después de casi 40 intensísimos años dedicados a la docencia, la investigación, la gestión académica y el servicio público, quiero dedicar los últimos años de mi vida profesional a devolver a mi Universidad y a todos sus miembros, todo lo que la vida generosamente me ha dado, para

“DESDE QUE ME LLAMARON DESDE EL GOBIERNO DEJE DE LADO MUCHAS DE MIS OBLIGACIONES PARA DEDICARME A ESTA DIFÍCIL TAREA”

que ello redunde en beneficio de esta tierra que tanta esperanza depositó en todas nosotras y nosotros. –En las elecciones al Rectorado de la ULPGC, este mes de febrero de 2021, usted ha presentado su candidatura ¿Cuál es, en síntesis, su diagnóstico y su propuesta para esa universidad que debe afrontar un mundo más cambiante de lo que se esperaba? ¿Por dónde cree que deberá caminar, o acentuar su paso, la ULPGC en los próximos años? –Como médico creo en los buenos diagnósticos y en los buenos remedios; la contribución de las universidades al desarrollo económico y social, al bienestar social, es clave. Más aún en Canarias, donde se viene registrando en los últimos años una disminución de su PIB per cápita en relación a la media nacional, al tiempo que se encuentra entre las comunidades autónomas con mayor tasa de paro, tanto total como juvenil, y con menor proporción de población con estudios superiores. Ante esta situación, nos preguntamos por qué la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria no es uno de los principales motores del desarrollo sostenible de nuestra tierra, al tiempo que constatamos un déficit de planificación estratégica, y de colaboración entre las dos universidades públicas de Canarias. Algunos indicadores encienden las luces de alerta. Entre 2011 y 2018 hemos perdido unos 6.100 estudiantes (reducción del 26%), y nos consta que muchos optan por formarse en otros centros, o se orientan hacia la formación profesional, todo ello en un escenario de crecimiento de la población entre 16 y 19 años del 6% en el mismo periodo.

Además, la mayoría del estudiantado desconoce la actividad de los diferentes órganos de gobierno de la universidad, y su posibilidad de participación en estos, para colaborar en la mejora continua que la ULPGC requiere. Tampoco se percibe una relación continua con los estudiantes egresados, para responder al asesoramiento que requiere su inserción en el mundo laboral. A su vez, el mapa de titulaciones de posgrado se ha limitado en los últimos años, registrándose también una concentración de estudiantes en los másteres habilitantes. La edad media del profesorado es de 47 años, mientras que los jóvenes (menos de 36 años) apenas representan el 2,3% del total. A todo ello se suma la reducción del número de funcionarios, pues la reposición del personal no se está realizando al ritmo de las jubilaciones. En el caso del PAS nos encontramos también con una elevada edad media, con una desproporcionada tasa de interinidad y con diversos problemas en hasta la gestión de los proyectos de investigación. ¿Qué propone para afrontar este problema? –En los últimos años se ha caído, en efecto, en un creciente proceso de burocratización, incluso más allá de los requisitos legales, lo que obliga a emplear un esfuerzo creciente de la actividad del personal en los diversos trámites de gestión diaria, mermando así la eficacia. También es cierto que muchas acciones de mejora exigen una mayor financiación, si bien las cuentas

Lluís Serra Majem (Barcelona, 1959). Doctor en Medicina y Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. En 1988 obtiene una plaza de Profesor Titular de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y desde 1995 es Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, donde también es Titular de la Cátedra UNESCO de Investigación, Planificación y Desarrollo de Sistemas Locales de Salud, y Director del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ha dirigido cuarenta y cinco Tesis Doctorales. Tiene cinco sexenios de investigación y seis quinquenios docentes reconocidos. Su historial científico le sitúa entre los cien investigadores más citados en España (número dos en su especialidad en 2018 y 2019) y entre el uno por mil de científicos más citados en el mundo en el conjunto de las áreas de la Ciencia para el periodo 2013-2019. Desde el mes de marzo del 2020 es el portavoz del Comité Científico del Gobierno de Canarias.

sus estructuras. La ULPGC ha formado grandísimos investigadores, algunos de los cuales forman parte de nuestra Universidad, pero muchos otros están investigando fuera de nuestras islas y produciendo desarrollo tecnológico e innovación para otras regiones o países. Tenemos que promover las condiciones para que se desarrolle aún más la innovación, la emprendeduría, el desarrollo tecnológico y la investigación en Canarias, atrayendo tanto el talento exterior como el propio. Tenemos que facilitar los procesos de transferencia de conocimientos para apoyar e incentivar la creación de empresas, y de puestos de trabajo vinculados a un mayor número de actividades innovadoras.

–En numerosos debates, la comunidad universitaria señala su malestar por la progresiva burocratización de la vida universitaria, desde los procesos de enseñanza-aprendizaje, anuales de la ULPGC indican que en los últimos años se viene generando superávit. Por todo ello necesitamos sistemas de gestión que optimicen los recursos, apoyándose para ello de forma decidida en la planificación, la coordinación, la transparencia, el respeto a la legalidad, la simplificación de la gestión administrativa, la evaluación continua de las acciones desplegadas y la rendición de cuentas, con el fin de maximizar la aportación de la universidad al bienestar de la sociedad, a quien en última instancia se debe.

La ULPGC es una organización compleja tanto por el número de personas que trabajan en ella como por la naturaleza y la diversidad de servicios que presta, lo que hace imprescindible contar con una correcta planificación a medio y largo plazo que identifique de forma clara y consensuada las prioridades de la institución. Esta planificación ha de constituir ingrediente esencial en pro de la adecuada coordinación entre las distintas áreas de la ULPGC y la asignación de sus recursos, siendo un requisito básico para la optimización de los mismos. Adicionalmente, una adecuada planificación constituye la piedra angular para una correcta rendición de cuentas -interna y a la sociedad-, elemento insoslayable en la actividad de las instituciones públicas, tanto a priori, comunicando los objetivos y acciones a desarrollar, como a posteriori, verificando el grado de cumplimiento de esta planificación. Así mismo, la creciente complejidad del entorno, con sucesos como la crisis sanitaria actual y las dificultades económicas derivadas de la misma, hacen aún más necesario contar con unos sistemas de planificación plenamente integrados en la gestión de universitaria. Es este uno de los retos prioritarios que se propone resolver mi candidatura.

Quiero, con la ayuda del mejor de los equipos, tan o más ilusionados que yo, contribuir a posicionar esta Universidad entre las mejores de España; porque yo, aunque sí creo en los rankings, creo mucho más en el esfuerzo y la ilusión de todos por mejorar juntos; por alcanzar la excelencia docente, investigadora y de gestión. Creo en que nadie se puede ni debe quedar atrás; no podemos perseguir una buena posición en un ranking si no tenemos en cuenta a todas y todos, o si lo único que pretendemos es salir simplemente en la foto. Quiero comprometerme con mi candidatura para ayudar a devolver la ilusión por esta Institución, a fortalecer un liderazgo y una verdadera proyección social, cimentada en los mismos principios que la originaron. Quiero comprometerme para que la ULPGC afiance el valor de la enseñanza superior pública como motor del verdadero cambio y progreso social en Canarias.

En síntesis, nos presentamos porque queremos: • Recuperar la proyección social con la que nació la ULPGC • Impulsar un campus compartido y sostenible • Intensificar la internacionalización • Planificar la ULPGC con perspectiva de futuro y hacia la sociedad • Incrementar la colaboración con la Universidad de La Laguna • Implicar a los estudiantes en su formación y empleabilidad • Fortalecer las estructuras del personal de administración y servicios • Diseñar un mapa de titulaciones acorde con las necesidades de Canarias • Renovar y consolidar el equipo humano, docente, investigador y de administración • Valorar la labor docente del profesorado • Ilusionar a los investigadores • Avanzar hacia una universidad inclusiva • Abrir la gerencia a las necesidades de la comunidad universitaria. 

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