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ALMENDRO EN FLOR DE TEJEDA

Fiestas del almendro en flor de Tejeda, altar de grancanariedad

La Fiesta del Almendro en Flor en Tejeda, a comienzos de cada mes de febrero, se han consolidado desde 1971 como una de las tradiciones más llamativas, luminosas, atractivas, esperadas e identitarias de Gran Canaria. Y, como ha señalado el propio Ayuntamiento de Tejeda, “…en estos 51 años de historia en tan sólo tres ocasiones se ha tenido que suspender su celebración, en 1982 debido a la falta de presupuesto que sufrió el ayuntamiento en aquella época y en 2018, como consecuencia de las fuertes lluvias y nevadas que azotaron a nuestro pueblo y que imposibilitó desarrollarlas con normalidad. Y recientemente en 2021, por la pandemia mundial causada por el COVID19…”. Ahora, con los campos, con los barrancos y las laderas, los senderos y las carreteras llenas de almendros en la plenitud de su floración un año más, los festejos de nuevo han de ser suspendidos por la persistencia de la pandemia. Sin embargo, el sentir festivo que estos paisajes, que este encuentro con la naturaleza insular más feraz y sugerente, sugiere en el alma del grancanario, como de cuantas personas visitan la isla en estos días, hace que la “fiesta” florezca en el alma, remueva sentimientos y una honda alegría. Los almendros, o almendreros, en flor, santo y seña de estas tierras insulares que son ventrículos ineludibles, por los que salta a borbotones la sangre y el sentir de la grancanariedad, palpitan en toda su intensidad cada año, desde Valsequillo y Tenteniguada, a Tejeda, Ayacata, Tunte y Fataga, en el discurrir de los últimos días de enero y los primeros de febrero. Isleños y foráneos aúnan y comparten su alegría, disfrutan de tradiciones y de esperanzas, se empapan de las esencias de un entorno que renace en toda su magnificencia. Y es que, como ya señalara un inolvidable valsequillero, el cronista Jacinto Suárez Martel, estas son fiestas “…eminentemente de la tierra…”, y la tierra es sobre todo vida y destino.

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En Tejeda estas de 2022 hubieran sido la 50 edición de estos festejos, que se celebran “…en pleno invierno coincidiendo con la floración de los almendreros allá por el mes de Febrero…”, y en Canarias “…ninguna otra fiesta de relevancia enaltece la floración de sus campos como es la del Almendro…”. Unas celebraciones que, como ya era tradicional, tras una semana larga de actos culturales, folclóricos, sociales o deportivos, el domingo tiene lugar su día grande, que atrae a miles de insulares y de turistas. Unas fiestas que también pueden encontrar otras raíces de su identidad cuando Néstor Álamo le cantó a los “riscales de Tejeda”, y convirtió su canto en himno insular; cuando Domingo Doreste Fray Lesco nos descubría “El Paisaje de Tejeda” de este “continente en miniatura” y esperaba que algún día “comprendamos la magnificencia de estos bosques seculares”; cuando Francisco González Díaz comprometía a todos con la pervivencia del árbol en la isla; cuando el escritor Pablo Artiles publica en 1937 su obra “Estampas de los pueblos de Gran Canaria” y habla de cómo “Cuando el almendro florece, sobre la pradera del pueblo hijo de la cumbre ha caído una nevada de copos blan-

cos…”; cuando el poeta grancanario (por nacimiento) Nicolás Estévanez , entre muchos otros árboles, escogía el almendro para cantar a su “dulce, fresca e inolvidable sombra”

Como se señala desde el Ayuntamiento de Tejeda, otro aspecto que “…da aún más relevancia y originalidad a la misma es que años después han sido otros municipios de la isla quienes han hecho su particular adaptación de la misma…”, instituyéndola también como seña de identidad local e insular, con festejos y celebraciones que se acuerdan celebrar de manera consecutiva en fines de semana consecutivos de finales de enero y comienzos de febrero, tanto en Valsequillo / Tenteniguada, como en Ayacata / Tunte / Fataga, donde la “…fiesta mantiene aún la reminiscencia de sus orígenes, el sentir de un pueblo por las costumbres y tradiciones canarias, que, pese al paso del tiempo y los cambios en la sociedad han conseguido mantenerse año tras año convirtiéndose en un símbolo inequívoco de canariedad.”

Un año más, pese a que la fiesta sólo brotará en el alma de quienes disfruten de estos singulares paisajes, por Valsequillo, Tenteniguada, San Mateo, Cueva Grande, Fontanales, la Cruz de Tejeda y la propia Tejeda, con su balcón abierto a la inmensidad irrepetible de aquella unamuniana “tempestad petrificada”, sin olvidar las rutas que desde el sur llevan por Fataga, Las Tiaranajas y Ayacata, las carreteras se llenaran de romeros que se suman a esta primera cita anual de la grancanariedad, la Fiesta del Almendro en Flor, y con su presencia espontánea, de cumplimiento devoto de una ya arraigada tradición, mantendrán, aunque no haya festejos, ni actos de ningún tipo, el pulso definitivo de esta invernal consagración de la primavera, fiesta de una isla que encuentra en ella su rostro más luminoso, encendido en la capa rosácea de las flores de sus almendros. Y es que las Fiestas del Almendro en Flor de Tejeda nacieron “…como una manera no sólo de celebrar, sino de ayudar a conservar nuestras tradiciones y señas de identidad…” 

FRANCISCO PERERA

ALCALDE DE TEJEDA

“Esperamos que en 2023 podamos celebrar el almendro como se merece, signifi cará que esta pesadilla ha fi nalizado”

–¿Cuándo se celebra La Fiesta del Almendro en el municipio de Tejeda? –La fiesta del Almendro de Tejeda se celebra el primer fin de semana de febrero.

–¿Tiene especial arraigo en alguno de sus barrios?

Históricamente la fiesta siempre se ha celebrado en el casco municipal, cuenta con la participación tradicionalmente de todos los barrios con los puestos de degustación de comida típica que tanto gusta a los visitantes.

–¿Dónde está el origen de esta Fiesta en el municipio? ¿Sabe desde que año se celebra? –El origen de la fiesta data del año 1970, los miembros del por aquel entonces Club Juvenil del municipio decidieron celebrar y conmemorar la floración de los almendros que poblaban las laderas del municipio. La primera edición tuvo lugar el 25 de enero del citado año, no tuvo el nombre porque el que ha sido conocida históricamente, se llamó PUM 70, palabra utilizada a modo de descripción de la explosión de color que suponía la floración. Nuestra fiesta fue la primigenia en celebrar este acontecimiento, tras ella vinieron otras con el mismo motivo.

–¿Y de qué forma les gusta celebrar la floración de sus almendros? –Desde mediados de enero ya se puede contemplar el majestuoso manto de color blanco y rosado que tiñen nuestras laderas, este año la floración ha sido más prematura incluso. Cualquier persona que entre a la caldera de Tejeda por carretera o a pie no se queda indiferente ante tal espectáculo. Para los y las tejedenses la floración es sinónimo de alegría y de tiempo de fiesta, lamentablemente estos últimos años la alegría ha sido más contenida y la fiesta para mejores años

–¿Qué ha supuesto tener que suspender un año más su celebración? –Pues una decepción muy grande. Desde septiembre del pasado año, en vista de que la evolución de los datos de la pandemia parecían reducirse, comenzamos con la programación de una edición muy especial, la que hace la número 50. Teníamos un programa muy elaborado con muy importantes actuaciones que estuvieran a la altura de medio siglo de fiesta. Sin embargo, con el paso de las navidades la sexta ola se hizo cada vez más grande, con los contagios fuera de control, todo esto nos hizo tomar una decisión en base a que la evolución, por muy favorable que fuera, no iba a permitir el desarrollo de la fiesta con cierta normalidad. En estos momentos la salud de nuestros vecinos y vecinas están muy por encima de la celebración de cualquier tipo de fiesta. Esperamos que en 2023 podamos celebrar el almendro como se merece, lo que significará que por suerte está pesadilla esté finalizada o totalmente controlada.

–¿Qué presencia tiene la almendra en la gastronomía de Tejeda? –Almendra es sinónimo de Tejeda en las Islas Canarias. Nuestra idiosincrasia ha estado ligada a su cultivo y recolección durante muchos años donde mucha gente vivió de ella. Todo esto supuso que los productos más conocidos y reconocidos del municipio estén hechos con almendra fundamentalmente, como pueden ser el bienmesabe o el mazapán. Varias fueron las dulcerías que coexistieron en el pueblo que tenían a la almendra como principal protagonista, hoy en día por suerte contamos con dos dulcerías que siguen utilizando y valiéndose de este producto para elaboración de gran parte de sus dulces.

–¿Cuál es el peso desde el punto de vista agrario y económico de la almendra en el municipio? ¿Hay muchas familias que se dedican a su producción? ¿Cuánta almendra se produce en el municipio? –Con el paso de los años, a la par que el de la vida en el campo y los cultivos de manera general, la almendra ha ido perdiendo peso en el sector primario del municipio. En antaño pocas almendras se quedaban sin varear y muchas menos sin ser rebuscadas en la tierra, todo ha ido cambiando en busca de cultivos más controlados. A quien haya tenido la suerte de ver estos cambios sabe perfectamente que en su gran mayoría el campo tenía un mantenimiento permanente, porque rara era la familia que no tuviera cabras, vacas u ovejas. Ello provocaba que apañar las almendras, dentro de lo sacrificado que es, tuviera un punto de mayor comodidad al no haber casi vegetación ninguna debajo de los almendreros. Todo ello, unido a ser innecesaria como primer recurso económico de cualquier familia, ha provocado que su producción no sea como la de antes. Sin embargo todavía quedan varias personas que las recogen e incluso han plantado almendreros en terrenos de cultivo; no cabe duda que la almendra, amén de lo sacrificado de su trabajo, tiene un buen precio de venta. Actualmente la producción

MUNICIPIOS & TEJEDA Mónica Trejo u

de almendra en el municipio ronda los 20.000 kilos

–¿Y cómo influye la presencia del almendro desde el punto de vista paisajístico? ¿Es uno de sus principales reclamos turísticos? –Como ya dije anteriormente el paisaje de Tejeda cambia totalmente en el mes de enero en Tejeda, da la sensación de que el campo toma vida. Sin duda alguna esto es un importante atrayente de visitantes, tanto de nuestra propia isla como venidos de cualquier otra parte del archipiélago, del país o de los muchos turistas que nos visitan dese otros países.

–¿Qué supone para el munici–¿Qué supone para el municipio que la Fiesta del Almendro en Flor haya sido declarada de Interés Turístico Nacional en octubre de 2021? –Pues tenemos una doble sensación, por un lado de un orgullo inmenso, de esa fiesta, pensada y puesta en marcha por un grupo de jóvenes, que quisieron celebrar un acontecimiento natural, sin ninguna pretensión más que esa, el paso de los años, y la gran labor que han hecho los vecinos y vecinos y vecinas junto con las diferentes corporaciones municipales, nos han llevado a tener un reconocimiento a nivel nacional que no es nada sencillo de recibir. Por otro lado tenemos una sensación de responsabilidad muy grande, puesto que la fiesta no puede perder ni un ápice de calidad, hemos de intentar superarnos año tras año para estar a la altura de los reconocimientos conseguidos.

corporaciones municipales, nos han llevado a tener un reconocimiento a nivel nacional que no es nada sencillo de recibir. Por otro lado tenemos una sensación

–Tejeda también ha sido declarado uno de los Pueblos más Bonitos de España ¿De qué manera contribuyen los almendros para hacerlo Bonito? –En toda España es conocida la floración de los cerezos del Valle del Jerte, la floración de los almendros en Tejeda, en medio de la caldera volcánica en la que estamos inmersos poco o nada tiene que envidiarle. Esto es sin duda un acicate más para visitar nuestro pueblo y nuestra isla. 

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