4 minute read
HISTORIAS DE LA GRACIOSA
CAMINO DE LAS GRACIOSERAS
Advertisement
Era el año 1884 cuando, desde la isla de La Graciosa, un grupo de mujeres cruzaban El Río cada amanecer a bordo de barcos de vela para llegar a los veriles del Risco de Famara. A partir de ahí emprendían horas de caminata, muchas veces en condiciones adversas a través del sendero por el Risco para llegar al pueblo de Haría. Trayectos de ida y vuelta, de subidas y bajadas con las cestas en la cabeza colmadas de pescado que son imagen y patrimonio de la memoria de nuestras Islas.
Esas jornadas de conversación y de convivencia no estaban exentas del sacrificio que suponía cargar con el género hasta llegar a destino. Un trayecto que, además, generalmente transitaban descalzas.
En la isla de La Graciosa, tradicionalmente eran los hombres los encargados de ir a pescar y ellas de vender ese pescado por los pueblos del norte de Lanzarote. Pero además, eran las encargadas de su hogar, de los hijos, colaboraban en las labores de la tierra y el mar, y de subir al Risco de Famara cargadas de cestos. Por todo esto, fueron parte activa en el sustento de su entorno.
Dos vecinos de la Octava Isla, Rafael Hernández y Miguel Páez, han solicitado al Gobierno de Canarias, Cabildo de Lanzarote y a los ayuntamientos de Haría y de Teguise, la colocación de una escultura en este trayecto para reconocer el esfuerzo y dedicación de estas mujeres. Poner en valor su trabajo era una deuda pendiente que en este 2021, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se ha tratado de saldar con ellas y con un importante capítulo de nuestra historia. Ese camino que recorrían, desde “bajo risco” hasta casi el pueblo de Ye, se conoce a día de hoy como “el camino de las gracioseras”, y allí es donde debe permanecer, a modo de monumento, su huella imborrable.
SIMULACRO DE RESCATE DE AGUAS DE TELDE GESTIÓN INTEGRAL DEL SERVICIO
Aguas de Telde Gestión Integral del Servicio, S.A ha llevado a cabo un ejercicio de simulacro de rescate en espacio confinado en la depuradora de Hoya del Pozo. Los espacios confinados son aquellos lugares de difícil acceso (y por tanto, donde aumentan las dificultades ante una hipotética evacuación) o que por su naturaleza de espacio cerrado, pueda darse una situación de ausencia de oxígeno, generación de gases nocivos o incluso tóxicos, pero a los que son necesarios acceder por cuestiones operativas o de mantenimiento. En este caso, se realizó un simulacro de rescate en la sala de llaves de los decantadores primarios de la depuradora.
Los simulacros de emergencia constituyen una parte fundamental del programa de mantenimiento del Plan de autoprotección. Para garantizar la efectividad de los mismos, se establece una periodicidad mínima anual de cada tipología: rescate, evacuación, contraincendios…etc.
Los objetivos que se persiguen incluyen la detección de errores u omisiones, tanto en el contenido del manual, como en las actuaciones a realizar para su puesta en práctica, comprobación del flujo de información en la cadena de mando establecida en caso de emergencia, prueba de idoneidad y suficiencia de equipos y medios implicados, adquirir experiencia y soltura en el uso de equipos y medios, estimación de tiempos de evacuación, de intervención de equipos propios y de intervención de ayudas externas en caso necesario y por último que el personal adquiera conocimientos para prevenir las potenciales incidencias, tratando de evitar y/o minimizar las consecuencias.
Aguas de Telde cerró el 2020 con 0 accidentes y esta situación sólo es posible gracias a la implicación de toda la plantilla que conforma Aguas de Telde y sus empresas asociadas y colaboradoras. Es evidente que el riesgo 0 no existe, pero la política activa y el compromiso firme de Aguas de Telde es claro en este sentido, la seguridad de sus trabajadores y de las personas, es lo primero.