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PASCUAL CALABUIG

Pascual Calabuig UN VETERINARIO AL RESCATE DE LOS ANIMALES DEL VOLCÁN DE LA PALMA

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PASCUAL CALABUIG ES VETERINARIO Y DIRECTOR DEL CENTRO DE RECUPERACIÓN DE FAUNA SILVESTRE DEL CABILDO DE GRAN CANARIA. MANTENGO ESTA CONVERSACIÓN CON ÉL JUSTO EL DÍA EN EL QUE REGRESA A SU CASA, TRAS VARIAS JORNADAS A LOS PIES DEL NUEVO VOLCÁN DE LA PALMA TRATANDO DE SALVAR LA VIDA DE AQUELLOS ANIMALES QUE ANDAN DESORIENTADOS BUSCANDO UN REFUGIO TRAS PERDER EL HOGAR QUE LA LAVA DEL VOLCÁN HA ENGULLIDO A SU PASO. A RATOS ESPERANZADO POR LA LABOR REALIZADA Y OTRAS ENTRE LÁGRIMAS, PASCUAL NO PUEDE EVITAR EMOCIONARSE CUANDO RECUERDA LOS INTENSOS E INOLVIDABLES DÍAS QUE DEJA ATRÁS. ESPECIALMENTE, CUANDO GOLPEAN SU MEMORIA LAS IMÁGENES DE AQUELLOS ANIMALES QUE HAN PODIDO SER SALVADOS PERO TAMBIÉN CUANDO RECUERDA A AQUELLOS QUE, COMO CONSECUENCIA DE ESTA TRAGEDIA, NO HAN PODIDO RESCATAR. EN SUS PALABRAS SE ADIVINA EL AMOR POR UNA PROFESIÓN QUE LE LLEVA ALLÍ DÓNDE PUEDA SENTIRSE ÚTIL. EN ESTE CASO, EL VOLCÁN DE CUMBRE VIEJA, EN LA ISLA BONITA.

María Doménech Dominic Dähncke

–Una de las imágenes más impactantes de las últimas semanas ha sido la de la erupción del volcán de La Palma. Un fenómeno de la naturaleza con terribles consecuencias para quienes lo han perdido todo. ¿Qué supone un hecho así para el mundo animal? –Pues mira, por desgracia hay muchas personas que lo han perdido todo pero, por suerte, no se han perdido vidas humanas. Sin embargo, para el mundo animal esto ha sido terrible porque la lava ha engullido a muchísimos animales, la mayoría de ellos porque no dio tiempo de soltarlos cuando se produjo la erupción. Además, ahora hay muchísimas zonas que están cortadas y sus dueños no pueden acceder a abrevar al ganado, por ejemplo: no tienen agua, están en sitios donde es casi imposible llegar, y esos animales que están ahí, en ese monte abandonados, escuchando ese constante clamor del volcán y esas explosiones, es muy probable que estén en pánico, creo yo.

–¿Cómo reaccionan los animales ante este tipo de fenómenos? ¿Son especialmente sensibles? –A las cabras y a las ovejas no las veo especialmente mal ante este fenómeno; con los perros sí tengo la sensación de que lo pasan peor, que están más disparatados o perciben que sus dueños o no están o están hechos polvos; que están tristes, y los perros lo captan todo. Luego están los animales domésticos tipo cabra palmera, que están por ahí arriba dando brincos y yo creo que están tan adaptadas a la tierra palmera y han visto tantas erupciones que no las veo tan mal. Precisamente estuve con un rebaño pegadito al volcán, a menos de 500 metros, y me quedé alucinado de verlas comportarse con tanta naturalidad.

–Y como veterinario del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, ¿cuál ha sido tú misión ante esta erupción? –Pues mira, yo capté la necesidad de algo de lo cual soy especialista, que es el tiro con la cerbatana para capturar animales que no se dejan coger, y me ofrecí; me dijeron que viniera, pero que viniera lo antes posible, porque había muchos animales que no se dejaban coger y andaban sueltos y desorientados ante este fenómeno volcánico. Yo fui para ayudarles, concretamente, con la captura con cerbatana y lo cierto es que nos ha permitido rescatar muchos animales con éxito y llevarlos a un lugar en el que voluntarios, veterinarios, asociaciones y protectoras trabajan de forma ejemplar para cuidarlos y darles un lugar, aunque sea de forma transitoria. Luego, una vez en el lugar, te vas metiendo en toda esta agonía y ves las necesidades de pastores, de gente que no puede acceder a los ganados y que les puedes hacer gestiones para ayudarles y te das cuenta de que tú misión va más allá de la que tenías preconcebida inicialmente.

–¿Cómo surgió tú pasión por los animales? ¿Es vocacional? –Bueno yo creo que sí, porque desde pequeño ya me encantan los animales. Yo vivía en Tomás Morales y recuerdo ir desde casa todos los días al parque zoológico a ver a los animales que vivían allí y a mí me encantaba; ver a los loros, los guacamayos, las tortugas. Mi pasión por las tortugas viene de aquellas que estaban ahí en un gran estanque. También le debo mucho a Félix Rodríguez de la Fuente. Yo era un niño y aquellos programas de televisión me entusiasmaban tanto,…; ese mundo de la biología, de la fauna y Félix lo contaba tan bien, que ese

mundo me enamoró. "VINE A LA PALMA PARA AYUDARLES CON LA CAPTURA CON CERBATANA Y LO CIERTO ES QUE NOS HA PERMITIDO RESCATAR MUCHOS ANIMALES CON ÉXITO Y LLEVARLOS A UN LUGAR EN EL QUE VOLUNTARIOS, VETERINARIOS, ASOCIACIONES Y PROTECTORAS TRABAJAN DE FORMA EJEMPLAR PARA CUIDARLOS"

"EL PAPEL DE ACTRIZ ME LLEGÓ DESPUÉS DE ENTENDER QUE ERA EL PAPEL QUE ME IBA PERMITIR VIVIR TODOS LOS PAPELES QUE SE REPRESENTAN EN ESTA VIDA"

tantes tienen la garantía de que cuando encuentran un animal herido saben que va a llegar a un sitio donde va a tener buena atención y se va a hacer lo imposible por salvarlo, aunque parezca increíble que se puedan salvar. Entran casi 2000 animales al año en Tafira y la experiencia y el paso del tiempo nos permite, a día de hoy, hacer virguerías en pro de nuestra fauna. Es equiparable a nuestros grandes hospitales, es una necesidad cubierta vinculada al grupo animal.

–¿Cuáles son las principales incidencias que atienden en el centro?

Muchos atropellos, muchos choques con ventanas y con cables, muchos animales huérfanos de nidos. Ahora vendrá en este mes de octubre. La caída de las pardelas concentra gran parte de nuestra actividad; piensa que de los 2000 animales que recogemos al año, la mitad son de esta especie. Ahora precisamente nos estamos preparando para la gran campaña de la recogida de pardelas y es una actividad que se concentra en tan sólo quince días y nos volcamos en ella. Por suerte la población de la zona donde caen sabe lo que hay que hacer, las recoge en una cajita y las lleva a la Guardia Civil o a la Policía Local y las centralizan en algún sitio donde podamos llegar y recogerlas. Gran parte de la población está entrenada en este sentido y nos ayudan a rescatarlas como es debido para su posterior recuperación.

–¿Cuántas de esas incidencias tienen su origen en el factor humano? –Pues la gran mayoría. Las personas hemos creado una maraña de trampas para los animales: desde cristaleras que no se ven y las hacen chocar, cables que cuando van volando por la noche no ven y les rompen las alas, molinos de viento, etc…, esas cosas que se hacen sin querer. Luego están las que se hacen queriendo, como gente que pone veneno, gente que es capaz de darle un tiro a un animal y, así, tantísimas cosas. Pero vamos, te puedo asegurar que casi siempre la mano humana está detrás de tanto desastre y daño a los animales. Paralelamente, cada vez son más las personas que intentan interferir lo mínimo y cuando ocurre un accidente se desviven por ayudar. Al final, hacer pedagogía, dar charlas en los colegios, etc…, permite que la sociedad sepa lo que hay que hacer y tome conciencia.

–¿Cómo llegan los animales hasta el Hospital de Tafira? ¿Quiénes suelen dar la voz de alarma? ¿Existe algún protocolo de actuación? –Durante el día recibimos una gran cantidad de llamadas de personas que han encontrado animales, o que ve un animal herido y llama para que vayamos a hacer la recogida. El volumen de llamadas que gestionamos es tal, que

"ESOS ANIMALES QUE ESTÁN AHÍ, EN ESE MONTE ABANDONADOS, ESCUCHANDO ESE CONSTANTE CLAMOR DEL VOLCÁN Y ESAS EXPLOSIONES, ES MUY PROBABLE QUE ESTÉN EN PÁNICO"

lo ideal es que la gente nos los traiga al centro, pero ya hacen bastante con avisar. Contamos con un buen grupo de becarios de la Fundación Universitaria, con estudiantes de veterinaria recién contratados. En definitiva, con un equipo que pone tanta pasión al rescate, en los animales que llegan heridos, los cuidan, los miman,…, y podemos permitirnos hacer las cosas bien y decir que el hospital funciona de forma óptima.

–El cariño va implícito en el trabajo que uno hace. ¿Percibes el agradecimiento en la mirada y el comportamiento de las especies que caen en las manos de los profesionales del centro? Bueno, la mirada depende de las especies. Las hay que su mirada es la de un animal salvaje, que lo que quiere es irse y no mirar atrás; y so es bueno porque significa que se ha amansado y cuanto menos mire, mejor. Y luego hay otras especies que sí que te miran, como los cetáceos o las tortugas, en cuya mirada adivinas una complicidad brutal. Generalmente se crea una relación increíble entre animal herido y cuidador. Yo lo que hago muchas veces es que para cuidar a los animales y que no se estresen, los hipnotizo; es una forma de que no sufran, de hacerles una radiografía, etc. Nuestras técnicas hipnóticas pueden sorprender pero son muy efectivas.

–Volviendo al inicio de esta entrevista, de tantos trabajos de campo que has realizado, quizás este del volcán de La Palma es uno de los que más te ha impactado? –Yo retengo en mi retina todavía la tragedia del Prestige. En La Palma, el efecto sobre los animales ha sido importante pero el Prestige tuvo unas dimensiones incalculables. Para los animales ha sido lo más grande y terrorífico que he visto en mi vida y, además, era una guerra perdida porque te llegaban todos los días miles de animales llenos de petróleo desde el pico hasta la cola, y sabías que ese animal no tenía remedio; muchos podían tenerlo, pero otros no. Y uno, que está acostumbrado a ser siempre ganador con estas circunstancias, lo pasa mal. Lo del Prestige me ganó, me ganó por goleada. Recuerdo volver a casa con una sensación de tristeza que me invadió mucho tiempo. 

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