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Yo diría que las marchas me cambiaron, por Mauricie Sosa B

Yo diría que las marchas

me cambiaron*

escribe Mauricie Sosa B.

Yo diría que las marchas me cambiaron.

Yo diría que me hicieron dar cuenta el poder de mi voz y del poder comunitario.

Y yo diría que por fin desperté de mi timidez y empecé a defender mi identidad y mis opiniones.

Me acuerdo la noche del 09 de noviembre, de enterarme, conversando con una amiga de la universidad <<mediante audios de whatsapp, un clásico>>, que Vizcarra acababa de ser vacado; pero en ese momento no le di mucha importancia y me fui a dormir. Desperté, al día siguiente, ante una ola de activismo marika en las historias Instagram de mis <<amigos personales, como La Prince Malcon>> protestando en contra de la vacancia, en contra de Merino de Lama, el breve (Somos, 2021) y en contra de la corrupta clase política.

Con miedo, pero conmovido, con un poco de duda y yendo en contra del decir de mis padres, fui a marchar al Centro Cívico con mi familia voguera y marika <<La pionera Kiki House of Prince>> el martes 10 de noviembre como acto de resistencia en oposición ante el Cis-tema y la clase política facha y conservadora <<de viejos soperos>> responsables por el golpe de estado y la crisis política.

Sin embargo, no fue hasta las marchas del 14 de noviembre, donde experimenté el poder de la ayuda y el sentimiento de protección mutua entre mis amigxs artistxs y activistxs, mientras marchábamos y bailábamos al ritmo de

las batucadas, en el centro histórico por nuestra democracia y por nuestro futuro como ciudadanos peruanxs y orgullosxs. <<fuerza no binarie come through!>>.

Volví a sentir la euforia y poder de ejercer mi derecho de protesta, en las marchas del 21 de noviembre <<a la que, me siento orgullosx de decir, fui en mallas negras y mi corona de rosas>> en contra de la impunidad y brutalidad policial, y por la falta de justicia por los crímenes cometidos durante la el golpe de estado del gabinete Merino – Flores Araoz (por las vidas perdidas de Inti y Bryan; y ahora, por las muertes en las protestas del Paro Agrario 2020 – 2021, que hasta hoy 07/01/2021, son 12 en total)

Ahora, yo digo que las marchas me cambiaron.

Ahora yo sé, que es gracias a las marchas que hoy en día me siento orgullosx de ser una persona trans no binaria

y ahora afirmo que es gracias a las marchas que encontré mi luz interior y aprendí a compartirla.

Mauricie, ocho de enero del 2021

Las gardenias o Stone Wall, la explosión de la furia travesti - marica

Comentario de Gia Lujuria

Este tipo de testimonios cronológicos de una persona no binaria, parte de nuestra población, se repite en cada unx de nosotrxs. Este texto nos remonta a esa primera vez en una marcha, al abandono de nuestro pasado y prejuicios inculcados, a la explosión de furia que nos atraviesa la indignación y la discriminación. A su vez, tiene un lenguaje muy actual, narrativo, pero a la vez poético.

Hay mucha energía en las marchas, hay muchas formas de participar también. En este testimonio, Mauricie nos cuenta las nuevas formas en las que muchas personas (en este caso LGBTIQ+), han decidido intervenir y participar en las protestas. Definitivamente, cada una de nosotras tiene una forma de transgredir y hacer escuchar su voz.

Mauricie también nos habla de cultura travesti – marica al hacer referencia a La Kiki House of Prince y al vogue, formas particulares de hacer comunidad en los Estados Unidos por parte de personas trans y gay afrolatinas desde los años 80 hasta la actualidad. El vogue no era más que esa forma de luchar una contra otra, bailando, bufoneando, pavoneándose en la pasarela de la vida. Las maricas siempre inventando formas tan femeninas y poderosas de atacar. Es como si fueran heroínas de su propia historia, luchando una contra otra por alcanzar algo tan sencillo, pero tan valioso como el reconocimiento de sus propios pares. Si bien esta cultura de las casas y el vogue, se ha convertido en un medio de entretenimiento, visibilidad y hasta capitalismo rosa, que solo beneficia a ciertos gays con poder mediático y económico. No obstante, jamás olvidaremos que también esta cultura fue parte de la explosión de rabia en Stonewall, luego de una redada policial en contra de personas trans (travestis) y maricas (gays), quienes se divertían clandestina y libremente en este bar. A raíz de este suceso, cada junio recordamos el orgullo de resistir, a pesar de todas las circunstancias y la persecución social que muchas de nosotras sufrimos o hemos sufrido. Cabe agradecerles a Marsha P. Jhonson, Sylvia Rivera y a todas aquellas personas que luego de esta explosión, encontraron su luz interior y aprendieron a compartirla, como dice Mauricie.

En el testimonio se nos recuerda también, los terribles hechos ocurridos en noviembre de 2020, luego de la vacancia de Martín Vizcarra y la toma de mando de Manuel Merino, responsable de las muertes de varios protestantes, en más de una de las diversas marchas que se realizaron en contra de su mandato. Entre ellos Inti y Bryan, a quienes menciona Mauricie y a quienes no debemos olvidar; sobre todo en esta coyuntura en la que otro gobierno de derecha, pretende tomar el poder del país.

En adición a lo antes mencionado, deseo resaltar que las travestis – maricas (personas LGBTIQ+) siempre hemos formado parte de los grupos de protesta, en contra de medidas o gobiernos que solo benefician intereses particulares, sin tomar en consideración nuestras voces, ni necesidades, ni el de un país lleno de carencias. Asimismo, hemos sido silenciadas hasta con la muerte, por

gobiernos fascistas. A pesar de ello, resistimos desde nuestras realidades, tratando de hacer sentir nuestro grito de libertad, por más silencioso que sea.

Para concluir mi comentario, citaré una frase que incluí en un poema:

«La escarcha brilla, y el brillo viene del fuego, del fuego del placer que derramas entre cuatro paredes, en baños públicos y cuartos oscuros. ¡Politiza cada hazaña!»

Este y siempre será el momento de gritar, de protestar, de no callarnos, de mostrar nuestra libertad y descaro al mundo. Así que levántate, reclama, nuestras voces tienen poder, como menciona Mauricie. Las marchas son uno más de tantos espacios donde se puede generar una explosión política como Stonewall, la revolución. Que no nos apaguen más, seamos como aquellas travestis de Las Gardenias, que bailaron hasta el final contra la inminente muerte, aplicada sobre aquellas como nosotras, cuya existencia representa un acto terrorista y subversivo, contra el régimen heterosexual, que también es cómplice de un capitalismo maquinal y corrupto, que sigue deshumanizando, destruyendo e invalidando a cualquier vivencia que no encaje ni se configure consigo.

MAURICIE SOSA BARRENACHEA, 21 AÑOS, TRANS NO BINARIE, FUTURO ARQUITECTE Y ARTISTA INTERDISCIPLINARIE

Mauricie Sosa Barrenachea es una persona nacida en un cuerpo masculino pero que se identifica más con su lado femenino. Vive en San Borja desde pequeñe y gran parte de su vida vivió dentro de una burbuja de privilegios y oportunidades que elle creía que era lo normal. Fue recién hace dos años (2019) que se atrevió a salir de su burbuja (que ahora, se da cuenta era su caparazón cisgénero) y empezó a experimentar diferentes realidades, conocer a nuevas personas, y terminó conociendo el voguing y a la cultura Ballroom, y a su familia voguera: La Pionera Kiki House of Prince.

Hoy en día, es gracias a la cultura Ballroom, y por les miembres de la escena limeña que conocí, que se atreve a ser elle misme, se atreve a desafiar sus límites y a experimentar con su expresión de género y también, fue gracias al Ballroom que se auto percibe como una persona Trans No Binarie, entendió lo que es el apoyo comunitario y encontró a su familia elegida. Ahora sabe que su opinión importa, que tiene valor y que puede ser una voz de cambio: ¡abajo el patriarcado, arriba la anarquía marika!.

La vida está llena de contrastes y pues, hay que aprender de los momentos oscuros, para brillar en los momentos felices; dejar de preocuparnos y empezar a ocuparnos: vivir en el presente.

Mauricie Sosa, 21 mayo 2021

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