Crónicas de la Diversidad N°29 OCTUBRE-NOVIEMBRE 2022

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LIMA, PERÚ | NÚMERO 29
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GRATUITA @cdldiversidad CDLDiversidad cronicasdeladiversidad cronicasdeladiversidad www.cronicasdeladiversidad.com crónicas de la diversidad La mejor guitarrista del Perú Almendra Pamela, premiada por It Gets Better Perú y la embajada de EE.UU. como la mejor artista LGBTQ+, nos cuenta la historia de su caída y ascenso.
ARTE Y CULTURA LGTBIQ+
OCTUBRE-NOVIEMBRE 2022
EDICIÓN

REVISTA CRÓNICAS DE LA DIVERSIDAD ISSN DIGITAL 2710-1711

Dirección Ángela Luna.

Diseño gráfico Cesar ‘Chechi’ Chávez.

Colaboran en este número: Paola Alvarado, Karina Díaz Mendo, Livre, RAGGS, Alonso Romero Conde, Haydn Trucios Gonzáles, Nicole Alexia Vega Gutiérrez.

Portada: Fotografía por César Chávez.

Consejo Consultivo Magally Alegre Henderson Profesora en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Ricard Huerta Profesor en la Universidad de Valencia, España.

Richard Leonardo-Loayza Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.

Germán Navarro Espinach Profesor en la Universidad de Zaragoza, España.

Claudia Salazar Jiménez Profesora en California State Polytechnic University, Pomona.

Asesoría legal: Alonso R. Ynga Zevallos.

Empresa Editora Diversidades SAC. Los derechos de los artículos corresponden a sus autores. Las opiniones de quienes escriben aquí son personales y no comprometen a la revista ni a institución alguna.

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Para colaboraciones y artículos dirigirse a ventas@cronicasdeladiversidad.com

Desde su creación esta revista se ha basado en el trabajo voluntario de muchas personas. Sin sus colaboraciones esta revista no existiría. Muchas gracias a todas ellas. Si desean contribuir económicamente pueden hacer sus donaciones en la cuenta en soles BCP N° 19116836822-0-89 / CCI: 00219111683682208957 a nombre de César Chávez.

Lima, octubre-noviembre 2022.

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Contenido

2. Créditos 3. Contenido 4. Editorial, por Ángela Luna. 5. Colaboradorxs 6. «Luego de mi transición tuve que empezar de cero», entrevista a Almendra Pamela por Julio Lossio. 12. La Reina de los Condenados, fotos por Almendra Pamela 17. Danza Nacixn: Sobre el desplazamiento y olvido de los qariwarmis y diversidades sexuales y de género en la danza tradicional, por Haydn Trucios. 20. Susy Shock: Estampas, por Julio Lossio 24. Iremos juntas, solo por ir, por Livre. 26. Moretones de los dedos invisibles de «tú-no», por RAGGS. 28. Se metieron en mi cabeza; entonces comenzaré por sus cuerpos, por RAGGS. 31. Especial Lakita: Miradas a la expo realizada en la casa O’Higgins 32. Una nueva ventana abierta: Exposición «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas», por Karina Díaz Mendo. 34. Reseña: «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas», por Nicole Vega Gutiérrez 35. Una nueva perspectiva de las novelas gráficas: Lakita, por Alonso Romero Conde 36. Encintados, reseña por Paola Alvarado. 37. Cosas de amigos, reseña por Paola Alvarado. 38. Premiación It Gets Better

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Editorial

Con este número queremos celebrar el talento de dos mujeres, ambas grandes artistas de nuestra América. La primera es la guitarrista, compositora y profesora, Almendra Pamela, a quien Julio Lossio entrevistó para que nos cuente sobre su vida y proyectos musicales. Recientemente premiada por la organización It Gets Better Perú y la embajada de EE.UU., actualmente dirige el Festival de guitarra Guitar Expo Auditorium y el evento musical «Entre la Magia de las Cuerdas». Asimismo colabora con músicxs y bandas de rock local. Por otro lado, Julio también escribe una reseña a manera de homenaje a la gran Susy Shock, artista argentina multifacética y activista política, quien estuvo de visita hace unas semanas en nuestro país y fue homenajeada en la más reciente edición de la Antifil.

Haydn Trucios escribe sobre el proyecto Danza Nacixn, creado por el colectivo de artes escénicas Kancha Cultura. Una propuesta artística que aborda el tema de la diversidad sexual en la cultura peruana, especialmente en la danza tradicional. Siendo este el resultado de un trabajo de investigación multidisciplinario sobre nuestro pasado milenario.

Por su parte, Livre escribe una crónica de cómo marcó su vida la canción «Tú por mí», de la cantante y compositora española Christina Rosenvinge, líder de

la banda Christina y Los Subterráneos. Esta canción fue considerada por muchxs, me incluyo, un himno al amor lésbico por la década de 1990.

En nuestra esperada sección de reseñas, RAGGS analiza los poemarios de dos escritorxs bolivianxs. Así tenemos el libro Carne sin rostro (2022), de Ali Céspedes; y el segundo título Anancias espirituales (2022), de Juan Pablo Vargas Rollano, quien ganó el primer puesto en la categoría poesía del XLVIII Concurso Municipal de Literatura «Franz Tamayo».

Nuestra crítica de cine, Paola Alvarado, escribe dos interesantes reseñas de las películas peruanas Encintados (2022), dirigida por Gianfranco Quattrini; y Cosas de amigos (2022), de Giovanni Ciccia.

Finalmente, cerramos esta edición con un especial con tres artículos sobre la exposición «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas». Escriben Karina Diaz Mendo, Nicole Vega Gutiérrez y Alonso Romero Conde. Esta muestra recibió gran cantidad de visitas durante el tiempo que estuvo en la Casa O’Higgins de la PUCP. Hubo quienes la recibieron de la mejor manera y otros que se resisten a respetar la diversidad sexual, los llamados seguidores de la ideología del odio.

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Colaboradorxs

PAOLA ALVARADO

Trujillo, 1974. Radica actualmente en Lima. Cursó estudios de Ciencias de la Comunicación y Marketing Empresarial en la U. de Lima y el Instituto John Logie Baird, además de llevar estudios de Cine en el Taller de Cinematografía de Armando Robles Godoy. También pasó por el Centro Peruano de Teatro CPT y actuó en algunas obras de teatro independiente, así como también en algunas miniseries de los 90. Cinéfila incorregible, dedicó gran parte de su vida a ver buenas películas y seguir su sueño de ser una cineasta reconocida, realizando también algunos cortometrajes. Otra de sus pasiones es la música, especialmente el rock en sus diferentes vertientes. También es aficionada al canto y al teclado, pero de forma empírica. Alguna vez formó parte de un grupo de rock en su época de estudiante. Ambientalista, apasionada, soñadora, activista por los derechos humanos, y también cultora de lo trascendental y metafísico.

KARINA DÍAZ MENDO

Lima, 1999. Estudiante de Literatura. Le interesa todo arte que permita transmitir emociones y que de alguna manera mueva algo en lo más hondo de quienes lo aprecian. Autodidactada desde que tiene memoria, por ello el gran salto dentro del mundo literario, mundo que le permitió descubrir nuevas y posibles realidades. Mujer, no femenina, que sobrevive cada día.

LIVRE

Lima, 1978. Soy guitarrista autodidacta y tengo una banda que hace tributo a Christina Rosenvinge. Melómana de corazón, mi otra pasión es manejar autos. Además, soy divulgadora de la Nueva Medicina  Germánica. Optometrista de profesión, me gusta aprender y soy buena oidora.

JULIO LOSSIO

Bachiller en Ciencias Sociales y Licenciado en Economía por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Diplomado en Políticas Sociales Efectivas para el Desarrollo Humano por el Instituto de Estudios Sociales de La Haya, Países Bajos. Fundador y Coordinador General de la plataforma de comunicaciones Crónicas de la Diversidad. Ha ganado 4 concursos de los Estímulos Económicos para la Cultura del Ministerio de Cultura y un concurso de INNÓVATE Perú, el programa de apoyo a innovadores del Ministerio de la Producción.

RAGGS

Rafael García-Godos Salazar (Lima, 1979). Escritor. Sus últimos poemarios son Música para monstruos (Ediciones Liliputienses, España, 2020), Reality Nuggets (Perverso Editorial, Perú, 2021), Bellezo/Mariposario (Niño Down Editorial, México, 2022). Obtuvo el VI y VII premio Dorian (2006 y 2007), dedicado a la literatura y el arte de la diversidad sexual y de género. Asimismo, el premio Poema-Objeto Oquendo de Amat (2005), entregado por la Municipalidad Metropolitana de Lima. Escribió y dirigió El sendero de Pedro, cortometraje premiado por la agencia de publicidad DDB (Panamá, 2000). Premio Crónicas de la Diversidad al libro LGBT+ (2021).

ALONSO ROMERO CONDE

Es estudiante de Literatura en la Universidad Nacional Federico Villareal. Apasionado por la literatura, el cine, la pintura y la filosofía. Sus intereses académicos giran en torno a temas sobre LGBTQ, la adaptación cinematográfica, entre otros relacionados.

HAYDN TRUCIOS GONZÁLES

Director de Kancha Cultura. Estudió danza en la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas y Mercadotécnica en el Instituto San Ignacio de Loyola en Perú. Es bailarín e investigador de las danzas tradicionales andinas y sus representaciones escénicas. Ha trabajado, como gestor, en proyectos donde se visibiliza la labor artística de diversas instituciones migrantes, que trabajan desde el folklore, residentes en la ciudad de Lima. Es coreógrafo de una compañía de danza popular y director del colectivo escénico Kancha Cultura, donde desarrolla su práctica abordando críticamente las danzas tradicionales, abriendo la reflexión hacia los roles de género y nuevas representaciones. Asimismo, establece una crítica a los diferentes modos de apropiación que anulan su potencia y no le permiten producir nuevos sentidos. Anclándolas al pasado y convirtiéndolas en souvenires inmateriales.

NICOLE ALEXIA VEGA GUTIÉRREZ

Tengo 22 años, soy estudiante de literatura y formo parte de la comunidad LGBTIQ+. Estoy en busca siempre de maneras de informar de manera amigable sobre la visibilidad de dicha comunidad para la normalización de nuevas expresiones de relaciones amorosas.

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«Luego de mi transición tuve que empezar de cero» Entrevista con Almendra Pamela, música guitarrista

entrevista: Julio Lossio fotos: César Chávez

¿Cómoempezaste tu carrera musical?

Comencé a hacer música desde muy temprana edad sin saber que me dedicaría a ella. Tuve una guitarra clásica en mis manos desde los 8 años de edad y a los 11 años ingresé al Conservatorio Nacional de Música, a la sección FAT (formación artística temprana) para estudiar a la par con el colegio en secundaria. A los 17 años de edad, cuando terminé estas etapas y con una buena preparación, rendí el examen de admisión para la sección Superior del Conservatorio y llevar la carrera formalmente como Músico en la especialidad de Guitarra.

Estuve 12 años metida en las aulas del Conservatorio, lo que es hoy la Universidad Nacional de Música, intercalando mis estudios con mi trabajo como docente en el Liceo Naval Santa Teresa de Couderc y en el Instituto Superior Tecnológico Paulo VI hasta poder terminar mis estudios musicales, llevando también seminarios internacionales de universidades con delegaciones de maestros que vinieron de Berklee College de Boston y la Curtis de Filadelfia.

¿Cuáles son los principales logros en tu carrera?

En la etapa temprana de mi vida y de mi carrera me acostumbré a ser el músico de menor edad en representar al Conservatorio Nacional de Música en conciertos y recitales en auditorios como los colegios San Agustín, Santa Úrsula,

Villa María, Markham; auditorios del Ministerio de Cultura y centros culturales como la Católica, Peruano-Japonés entre otros… Sentía que las cosas se daban sin mayor dificultad antes de mi transición, recuerdo que tenía entrevistas televisivas, reportajes en canales de TV y lindas sesiones de fotos para las publicidades de cada presentación.

Quiero añadir que el principal logro fue seguir adelante y no darme por vencida pese a las adversidades, así como sobrevivir a la edad promedio de vida que tiene una persona trans, que es de 35 años. Ahora estoy por cumplir los 50 y siento que he vivido dos veces, dos vidas, una como Carlos en mi primera etapa de formación y la otra como Almendra Pamela en la que me desarrollé en todos los sentidos.

¿Qué dificultades tuviste a lo largo de tu carrera?

Definitivamente las dificultades llegaron cuando empecé decididamente a realizar mi transición a mujer, como Almendra Pamela. Me sentía diferente desde que tengo uso de razón, pero lo llevaba sin muchas preocupaciones, ya que mi carrera artística estaba dando resultados y no tenía problemas en ella. Aún en mi etapa de estudiante me confundían con una chica o una estudiante mujer. Quizás por el cabello largo, la forma de vestirme, que nunca era tan masculina, o el trato que yo daba a las personas, pero no era problema para nada en ese tiempo porque me asumía como músico de identidad masculina y las personas lo sabían y me

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trataban como un músico diferente que rozaba lo excéntrico en mis presentaciones musicales.

Cuando hice pública mi transición y me empecé a asumir como una mujer que hace música hubo dos momentos y/o dos variables: los que sabían que era Carlos y los que me conocían recién como Almendra Pamela. Por obvias razones los que sabían mi carrera artística, mi desempeño en la música y mi primera etapa en mi carrera musical no entendían y les tardó mucho tiempo en aceptar un cambio tan radical, duro y difícil en esta sociedad, dejaron de convocarme y de ofrecerme puestos de trabajo y representaciones musicales.

Sin embargo, los que no me conocían aún como Almendra Pamela tenían los brazos abiertos a las posibilidades de desarrollo laboral, solo que no sabían de donde yo venía, (yo era como una extraterrestre, jajaja) siempre preguntaban: «¿de dónde saliste?», «¿dónde has vivido?», «¿cómo aprendiste música?», etc. Por esas razones no mencionaba mi curriculum artístico musical en ese entonces, además siempre pensé que un músico se demuestra en su trabajo, en el escenario y en su desempeño artístico y no en sus diplomas, contactos y demás. Traté de que mi guitarra hablara por mí, que diga quién soy en realidad y tenga mi representación artística y como persona natural en un mundo desprovisto de conocimiento de género e identidad.

Definitivamente era empezar de nuevo todo, empezar de cero solo con una guitarra en la mano. Significaba empezar una nueva vida apoyada simplemente con todo un bagaje de estudios y experiencias, pero con cero contactos, recomendaciones y sin apoyo institucional a lo que ya estaba acostumbrada… Era realmente como venir de otro planeta y sí me sentí como una extraterrestre en un mundo donde nadie me conocía y nadie sabía de mi existencia y forma de vida… ¡Era empezar de nuevo!

¿Cuéntanos cómo hiciste para contraer matrimonio y cómo lo tomó tu entorno social?

Yo soy una persona bisexual, me siento atraída por los hombres y por las mujeres, pero lamentablemente la mayoría de hombres solo quieren tener una fantasía con una chica trans, somos como su fetiche y por estas razones no tuve una relación formal amorosa con ningún chico, solo salía por temporadas con algunos amantes que hacían bien su trabajo, jajaja. Tuve relaciones amorosas con algunas chicas y me fue mejor, así que albergué la posibilidad de casarme y hacer que mi DNI, que siempre me jugaba en contra, por única vez me juegue a favor permitiéndome contraer matrimonio y usando plenamente mis derechos como ciudadan@.

Hice mi transición antes de mi matrimonio y ya vivía como Almendra Pamela, hice varias entrevistas televisivas sobre diversos temas de la comunidad trans. Por esta razón me quedé sola, muy sola en la separación, porque aún mi familia no podía entender el porqué de mis cambios en todos los sentidos. Definitivamente se creía que yo, por ser una persona trans, iba a malograr y/o destruir mi matrimonio, pero no fue así, yo viví muy feliz y agradecida cada día que estuve casada. Aun así, no funcionó y nos divorciamos a los dos años. Esto me afectó mucho, al punto que entré en una profunda depresión sin poder trabajar, ni salir de mi letargo del duelo post divorcio. En aquellos tiempos llegué a pensar y planear mi suicidio, ya tenía incluso el lugar y una carta de despedida, hasta que un ángel llamado Brandy (mi perrito) me expresaba su preocupación y me daba razones para seguir acompañándolo. En realidad, yo no estaba jugando a ser esposa de alguien y no firmé el acta de matrimonio pensando en divorciarme, pasó un largo tiempo de oscuridad y silencio en donde lo único que me decía a mí misma es que debía seguir adelante y sobrevivir sin saber por qué o cuál era el motivo de seguir viviendo. Me di cuenta que podía seguir con lo único que no podía fallarme: la música.

Y así fue, poco a poco tuve nuevos alumnos y presentaciones, empezaba a crear la idea del concepto Guitar-Expo y convocar a los guitarristas más representativos del país, gozaba de un cierto prestigio musical, así que aceptaron mi propuesta con mucho entusiasmo y alegría para crear un festival nuevo y novedoso. Empezamos con ocho presentaciones en el Jazz Zone, luego tuvimos tres en el Centro Cultural Ricardo Palma y dos conciertos en el Auditorio de la Biblioteca Nacional del Perú, todo esto antes de la pandemia del COVID-19.

¿Cuántas composiciones propias tienes y dónde las colocaste?

Ufff… yo compongo desde los 11 años de edad y siempre estuve grabando mis temas, que en su mayoría son instrumentales, en guitarra clásica, acústica, eléctrica y todos los instrumentos de una orquesta en teclados y sintetizadores. He compuesto y grabado música para comerciales, documentales, música para teatros como para Ruth Escudero del Teatro Nacional y Edgar Saba del Teatro de la PUCP, entre otros.

También tengo obras mías, sobre todo en guitarra eléctrica instrumental con banda que ha llegado al top 5 en un ranking de guitarristas latinoamericanos y en festivales de España y México, también estuve en varias bandas y agrupaciones musicales donde dejé composiciones de canciones y solos de guitarra que quedaron para los proyectos musicales.

La música que hago la coloco en los lugares donde hay acogida para la música que yo represento. Por ejemplo, en distintos auditorios, comerciales, lanzamientos de marcas, activaciones, Expo Ferias de Belleza, inauguraciones de empresas, exposiciones de arte e incluso de La Chutana, circuito de carrera para autos deportivos, donde la guitarra eléctrica ruge como los motores de los autos… En verdad hago música para todos los lugares y ocasiones, la música no para de sonar ni en las peores circunstancias o adversidades.

¿Has intentado comercializar tus creaciones?

Sí las comercializo y me pagan bien, jajaja. Vendiendo y grabando temas de mi autoría para comerciales, documentales y todas las presentaciones que tengo, virtuales y presenciales. La música se comercializa de varias maneras, la idea es percibir una retribución económica para poder seguir viviendo de ella. Actualmente estoy dirigiendo el festival de guitarra GuitarExpo Auditorium y Entre la Magia de las Cuerdas, así como también estoy en colaboraciones con cantautores solistas y varias bandas de música rock en general.

¿Cómo está el mercado de la música en el Perú?

La industria musical en general es entretenimiento y como tal es tratada y vendida de esa manera. Los músicos y artistas tenemos que estar siempre haciendo algo que tenga que ver con lo que queremos lograr para poder mantenernos activos en la música. Cada quien hace de la música lo que cree conveniente, puede ser docencia, grabaciones, presentaciones, colaboraciones, etc. Incluso hay videos que son graciosos y con connotación política o de algún acontecimiento mediático lo cual es válido, funcionan muy bien y llegan a ser virales. Cada persona tiene diferentes visiones de su trabajo, pero lo que sí es claro es que tenemos que ser seguros de lo que queremos y apuntar a eso, tarde o temprano se ven los resultados.

¿Qué es el Guitar-Expo que diriges y que lo diferencia de otros festivales?

Guitar–Expo es una serie de conciertos con puesta en escena donde la música instrumental de los guitarristas expositores se fusiona con la danza, el baile y la tecnología, con nuevos arreglos y composiciones musicales para crear un

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Almendra, recientemente reconocida con el premio a Artista LGBTQ+ del año por It Gets Better Perú. En la siguiente página, dando su emotivo discurso de agradecimiento.

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nuevo concepto que se adapte a nuestros tiempos, para que abra una puerta a la evolución de la música en guitarra.

Es un evento diferente a otros festivales porque abarca diversos géneros y estilos musicales en donde la guitarra es la principal protagonista. Este espectáculo muestra y expone los siguientes aspectos:

1. Tipos de Guitarras: clásica, acústica y eléctrica de 6, 7 y 8 cuerdas.

2. Técnicas de ejecución: técnica clásica, finger style, con plectro (púa, plumilla, uñeta), two hand tapping, percusión guitar y ejecución híbrida.

3. Estilos musicales: música peruana, blues, rock, pop, fusión y electrónica.

4. Puesta en escena: coreografía, cosplay y uso de tecnologías contemporáneas (secuencias, samplers, computadora y vídeo programación).

El Guitar–Expo incluye un conversatorio con carácter de clase maestra dirigido a músicos y público en general, donde se explica y se comparte nuestras experiencias en el escenario, los ensambles que hacemos, desarrollo y ejecución de nuestra técnica (manera de tocar) y programación del sonido de cada guitarrista.

¿Existen dificultades para tu carrera siendo una persona trans?

Sí, de hecho que sí, una persona trans tiene muchas más dificultades para realizar todo tipo de trabajos u oficios y la música no es la excepción. Al no coincidir el nombre y género en el DNI no entienden nuestra identidad de género y nuestra expresión del mismo, aún falta mucho camino por recorrer y mucha información para que la sociedad en general sepa que somos personas funcionales y con mucho talento para lo que nos dediquemos, conozco varias personas trans que son artistas, escritores, empresarios, etc, que formaron su propio camino como yo vengo haciendo el mío, de hecho, con grandes dificultades. Solo por mencionar una: yo no puedo trabajar dando clases en un colegio y/o instituto como lo hacía antes de mi transición. Si bien es cierto sí manejo producciones musicales, pero es porque me la gané de a pocos en cada convocatoria, evento y presentación. En mi caso poco a poco voy abriendo el paso a futuras generaciones de personas trans que quieran dedicarse a la industria de la música tomando un referente que vaya logrando escalar posiciones.

¿Qué opinas del movimiento trans en el Perú?

Ahora el movimiento trans tiene más información, comunicación y ayuda que antes, creo que vamos mejorando en nuestra visión de inserción social. Falta aún mucho camino que recorrer, pero vamos conquistando espacios de a pocos y haciendo sentir nuestra presencia en casi todos los espacios públicos y por supuesto también en las artes.

Hay mucha música, de personas LTGB+, que se ha creado últimamente. Eme, Antay, Marden, Fernie. ¿Qué opinas de esta generación tan creativa?

Buenísimos todos, quedé encantada con estos geniales artistas trans, tanto que les he propuesto unirme a ellos para hacer una movida trans-cultural en los espacios que vayamos conquistando por parte de cada uno de nosotros y nosotras. Estoy feliz de conocerlos y escuchar sus propuestas, creo que vamos a hacer incidencia social, cultural y musical, así como también ya estamos teniendo reportajes televisivos y en diferentes medios de prensa. De hecho, cada artista está logrando salir adelante por sus propios medios y sin ningún apoyo de empresas, colectivos y mucho menos del Estado, pero poco a poco estamos haciendo presencia escénica y social.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios proyectos que ya están en marcha y estoy feliz que por fin el carbón se haya prendido, uno de ellos es el Guitar-Expo que está bajo mi dirección y vamos a presentarlo en los auditorios del ICPNA y del Ministerio de Cultura.

Tengo propuestas para tocar en festivales internacionales representando al Perú, como es el Equinox Fest de Mexico, Festival de Guitarra en España, Bossa Fest en Brasil y el Guitar Fest en USA.

Actualmente estoy dando clases online con mis alumnos peruanos y extranjeros, así como una colaboración con la banda de chicas La reina de los Condenados, que tienen proyecciones incluso de estar en el festival de Coachella.

En lo personal, después de un largo camino de vida con altibajos, aciertos y desaciertos, incluso mi matrimonio y divorcio, estoy convencida de que mi vida no pudo ser de otra manera. A veces dicen que todo está escrito y que podemos cambiar ciertas cosas, pero lo más importante es vivir cada etapa de nuestras vidas lo mejor que podamos, siendo felices y aceptándonos tal como somos, perdonándonos nuestros errores y reconciliándonos con nosotras mismas para poder ver un camino más claro, un camino que es diferente al que recorren otras personas, un camino que realmente es nuestro, un camino que es propio para sentir que vivimos en nuestras propias convicciones que es nuestra propia vida. No sé si el final está cerca, pero todo lo que afronto es con firmeza. Sé lo que quiero y soy honesta conmigo misma. ¡Vivo a mi manera! / /

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La Reina de los Condenados

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fotos: Almendra Pamela
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lmendra estuvo tocando el pasado 19 de noviembre, en la Plazuela de Las Artes, al costado del Teatro Municipal, en el 10° Encuentro de Mujeres de música peruana, como guitarrista invitada en la banda «La Reina de los Condenados», banda oscura y ancestral femenina de estilo dark gothic deathrock postpunk vampyre, fundada el año 2014. / /
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Danza Nacixn:

Sobre el desplazamiento y olvido de los qariwarmis y diversidades sexuales y de género en la danza tradicional

Danza Nacixn es un proyecto artístico multidisciplinario concebido por el colectivo de artes escénicas Kancha Cultura, que aborda el tema de la diversidad sexual en la cultura peruana, especialmente en la danza tradicional, tras un proceso de investigación sobre los roles de género y sexualidad en las culturas precolombinas, que abarcó la revisión de registros históricos y antropológicos, como el libro de Michael J. Horswell, La descolonización del sodomita en los Andes; y el artículo «Buscando el rastro del Chuqui Chinchay en territorios Moche: Sujetos duales en el Perú pre-colombino» de Roland Álvarez Chávez. Estas fuentes ofrecieron mayor información sobre aquellas presencias identificadas actualmente como «queer» en las culturas ancestrales y que pudieron haber sido parte importante en la estructura social de sus territorios, como los qariwarmis, sujetos que irrumpían los roles de género y sexualidad como la entendemos ahora; y Kancha Cultura inició la creación de la obra escénica en torno a las actividades sociales de estos personajes dialogantes con lo femenino y lo masculino, la vida y la muerte, el presente y el pasado; la relación con sus propias deidades, como la estrella llamada el Chuquichinchay, que era representada por un felino alado y travestido; así como el choque cultural a partir de la llegada de los colonizadores, cuando estas concepciones fueron erradicadas violentamente para instalar una nueva religión, donde las vírgenes, los santos y Cristo se instalaban por encima de las deidades ancestrales. De este proceso surge Danza Nacixn como un espacio transitorio que nos invita a discutir sobre el proceso de construcción del discurso hegemónico y la imposición de la estructura heteronormativa en la sociedad.

y fotos: Haydn Trucios

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Esta lapidación de la cultura ancestral por parte de la colonia se refleja hasta la actualidad en la danza tradicional y en las festividades populares, donde es casi imposible encontrar comparsas de danzantes que se identifiquen como personas LTGB y que además logren participar en base al género que se identifican. A excepción de algunas comparsas de Chonguinada en Cerro de Pasco o Tunantada en Jauja, que han tenido que pasar un proceso de lucha y resistencia para ser visibles y poder sostenerse en el tiempo; o la aceptación de algunos personajes travestidos solo permitidos en festividades mayormente carnavalescas. Observando esta dinámica, Danza Nacixn interpela al espectador sobre el por qué se continúa restringiendo la participación de la comunidad LTGB en estos espacios sociales de los que también son y han sido parte, compartiendo desde un trabajo escénico multidisciplinario, aquella historia que no se encuentra en los textos oficiales ni se aprende en el colegio. Todo lo anterior para cuestionar la sociedad en la que vivimos y la represión a personas no heterosexuales bajo narrativas falaces de modas traídas de fuera, cuando la diversidad sexual ha estado presente durante toda nuestra existencia y en nuestra propia cultura ancestral.

Danza Nacixn ha representado un reto enriquecedor, pues significó el trabajo con danzantes de folclore, algunos con experiencia en otras disciplinas artísticas y otros que recién iban descubriendo formas de trabajo físico que no eran enfocadas a la ejecución de alguna danza peruana. Exploración, entrenamiento y conversación fueron las constantes durante los ensayos, en los que los participantes íbamos preguntándonos lo que cada uno entendía sobre el concepto de la palabra «nación», llegando al consenso que debería ser todo lo que el Estado albergara y protegiera dentro de un mismo territorio, sin ninguna clasificación o característica específica. Lamentablemente esto no ocurre con las identidades que tienen prácticas sexuales ajenas a la heterosexualidad, pese a ser parte de un mismo territorio, porque escapan a las normas de género y quedan restringidas al margen, fuera de toda posibilidad de ser protegidas social y políticamente. Esta reflexión se convirtió entonces en un eje esencial para el trabajo que desarrollamos como Kancha Cultura.

Recuerdo una conversación que tuve con Manuel Rojas Garayar, un compañero danzante que estuvo desde un inicio en los proyectos que íbamos realizando en Kancha Cultura, y hablábamos sobre cómo las prácticas artísticas de algunos danzantes y coreógrafos de danza tradicional comenzaban a dialogar con diversas disciplinas artísticas generando apertura a otras formas de creación y posibilidad a nuevas dramaturgias, donde el acercamiento a nuestra ancestralidad familiar e histórica era cada vez más necesaria para ir encontrando posibles discursos que trasciendan desde cuerpos mucho más sinceros, donde la forma establecida y los estereotipos característicos y replicados en la danza peruana se iban disolviendo, reemplazándose por acciones y movimientos mucho más orgánicos y personales.

En esos procesos de exploración y descubrimientos, el proyecto Danza Nacixn es un trabajo en constante desarrollo, que va tomando forma, reconocimiento y visibilidad, no solo para el colectivo sino también para que muchos más danzantes puedan explorar desde su danza tradicional y que esta pueda dialogar con otras herramientas artísticas que les permita desarrollar un discurso propio que pueda ser escuchado y compartido por más personas. / /

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Marieta Vázquez

Susy Shock: Estampas*

escribe: Julio Lossio

fotos: archivo Susy Shock

Los 60 fueron años de grandes movimientos políticos culturales surgidos desde la protesta de la población. La consolidación de la revolución cubana, las protestas de París en el 68, Stonewall, el levantamiento de los estudiantes en Tlatelolco. Y los 70, quizá como respuesta del sistema a ese empoderamiento, fueron años de dictaduras en Latinoamérica, de represión. Es entonces cuando toma fuerza, en nuestros países del sur, el arte como importante medio de expresión política. Y es que los gobiernos tardan en darse cuenta del poder revolucionario del arte.

Hay una anécdota que ocurre en Lima y que cuenta Humberto Duvauchelle, actor chileno: «Durante el gobierno militar peruano de los 70, trajeron a Lima la obra Entreteniendo al señor Sloan, de Joe Orton, que había dirigido Víctor Jara en Santiago de Chile y era un éxito de crítica (Víctor Jara es más conocido como compositor y cantante, pero fue también director de teatro). Bueno, el hecho es que la obra trataba de una relación homosexual e incluía un beso entre hombres». Cito las palabras de Duvauchelle: «Llevamos la obra a Lima, invitados por la Cancillería. La primera fila del teatro estaba llena de diplomáticos, autoridades, ministros. Nunca fuimos testigos de una cosa igual. La obra les pareció una cosa espantosa. Durante el beso hubo un silencio de muerte, estaban mudos.»

En esos años es cuando crece el teatro independiente y el teatro de grupo. En temas de disidencia sexual, en el Perú recordarán a Edgard Guillén con varias puestas en escena sobre la temática en toda la década del 70, a Teatro del Sol que aparece en el 78 y la recordada marcha de actrices travestis al Congreso Constituyente también en el 78,

Ayer en una mesa mencionaron una frase de Freud: «Donde quiera que voy me parece que un poeta ha estado ahí antes.»

El arte es creación, innovación, se adelanta a los tiempos. Y en esa capacidad, de ver más allá de lo que actualmente existe, está la esencia de su contribución para el cambio.

Es más, dado que no es posible la creación sin libertad, el arte también libera. Sin poder expresarte libremente no hay arte.

Susy Shock nace a fines de los 60. Ha dicho que sus padres, obreros, no necesitaron leer a Foucault o a Judith Butler para abrazarla, para aceptarla.

«Yo crecí con ese mimo directo a la autoestima y entonces no salí a pedir a este mundo que me acepte porque quienes tenían que amarme, cuidarme, lo habían hecho de una forma hermosa y responsable.»

* Leído en el homenaje a Susy Shock en la Antifil (octubre 2022).

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Y luego pasó de esa familia hermosa a la familia del arte. Ha contado que conoció el teatro a los 14 años.

«El teatro me trajo la música, la poesía, la escritura y la noción del cuerpo» nos ha dicho. «Súper importante para todo lo que he sido después. [...] Ese fue ni más ni menos que mi gran tesoro para crecer en libertad.»

El teatro en el que ella participó es el teatro, como ha contado, «independiente y activista, militante, muy político y muy soñador».

Después escogió su nombre. Su humor particular eligió para ello a la diva del espectáculo, Susana Giménez, que promocionaba jabones Cadum en la televisión exclamando «shock» ante el «golpe de frescura de limón». Decidió mantener el nombre, aparentemente frívolo, cuando se enteró que la milicia de la dictadura llamaba La Susanita a la picana eléctrica. Porque producía shocks. Fuerte. El nombre, finalmente, era reclamo y era memoria.

«Las reinas no lloran» dice en su poesía. Y adivinamos lo difícil de una vida dura pero valiente. Sin embargo, inmediatamente nos alivia con una broma «Las reinas no lloran, porque se desmaquillan». Ante las adversidades, risas. Esa es la resiliencia.

Pronto llegarían las Noches Bizarras, el espectáculo de sketches de chistes y política, donde se encontraría a sí misma.

«Al principio de las Noches Bizarras, el personaje de Susy era el de una travesti, hacía chistes bien travestis... pero cuando empecé a profundizar en mí y empecé a juntarme con los movimientos travestis, fue mutando a un hecho político. Y el personaje dejó de serlo porque empezó a transitar zonas mías.» (Fuente: http://susyshock.blogspot.com/2009/01/nota-susyshock.html?m=1)

Se acostumbra citar el 2011 (aunque lo veo en su blog ya en el 2009) como el año en el que publica su manifiesto poético conocido ahora como «Reivindico mi derecho a ser un monstruo» y que ha pasado de los bares a la academia. Mucho se ha dicho de lo que representa. Pero quiero mencionar esto que dice Juan Manuel Pérez de la Universidad de Buenos Aires en su artículo «Cuerpos trans: vehículos de guerra y dispositivos políticos de disenso»: «Lo monstruoso es aquello último que puede ser tolerado, a la vez lo imposible y lo prohibido, lo monstruoso como referido a la resistencia política y la posibilidad de fundar un

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nuevo tipo de cuerpo, constituido por una ética y una estética de la resistencia, nombrando desde la disidencia a las estructuras autoritarias por excelencia que nos quieren normalizar: la ley, la religión y la lengua.»

Guillermina Bevacqua llama «Deformances» a ese punto de encuentro que aparece entre la performance, el teatro y la disidencia. Prácticas escénicas que proponen devenires desidentitarios no regidas por una estética poética o teatral común.

Hay una deformance que realiza Susy Shock el año 2014 y que habla de la importante labor pedagógica que también realiza y de su proyecto artístico orientado a las infancias libres. Las infancias libres es un concepto que remite a las familias vinculadas al activismo LGBTIQ+ para acompañar el crecimiento de sus crianzas. El hecho, que lo ha contado Mina Bevacqua, ocurrió en la conmemoración de los 30 años del Centro Cultural Rojas de la Universidad de Buenos Aires, donde había sido invitada a cerrar la celebración con música y poesía.

La performance preparada incluía la intervención del escenario por parte del público que incluía también a niños y niñas, para ello había pedido a sus amigues que fueran dragueadas y que en un momento dado subieran a bailar con ella. Dice Bevacqua: «el espectáculo redimensionó su propuesta ya que, mientras las montadas, llenas de glitter y ataviadas con vestuario de cuero negro de estilo sadomasoquista, desplegaban su libido performática entre el público; en el escenario, las crianzas bailaban como símbolo de deuda social hacia las infancias trans.»

Para la estampa final debo mencionar algo de contexto. Maxi y Darío son como Inti y Bryan en el Perú. Jóvenes asesinados por la policía en unas protestas y que nos duelen a todes.

Diana Sacayán fue una de las más importantes activistas del colectivo transgénero en Argentina que fue asesinada el 11 de octubre de 2015.

La estampa es esta, en una manifestación Susy Shock salió con un cartel que decía «Maxi y Darío son mis muertos. ¿Por qué Diana no es la tuya?» En una entrevista lo explica: «Estamos en todas las luchas, pero no todos están cuando nos toca a nosotras.» / /

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Iremos juntas, solo por ir A propósito

de los 30 años del álbum Que me parta un rayo, recordamos uno de sus más icónicos temas: «Tú por mí»

escribe: Livre fotos: difusión

Era apenas una adolescente cuando escuché en la radio una canción que me voló la mente. La letra decía «Tú por mí, yo por ti, iremos juntas donde haya que ir…». Por primera vez una canción conectaba con lo que yo sentía en ese momento. Lo curioso es que no sabía quién la cantaba, solo era una voz dulce con una guitarra que me ponía los pelos de punta. Con el tiempo descubrí que se trataba de una rubia española, Christina Rosenvinge, quien con su grupo «Los Subterráneos» le había dado forma a esta canción que en realidad era una declaración de amistad, pero que en aquellos lejanos 90 muchas chicas —me incluyo— asumimos como un himno lésbico. Incluso la prensa rumoreaba sobre si Christina era lesbiana, y como ella no lo afirmaba ni lo negaba, esa ambigüedad me llamaba aun más la atención.

Cuando se presentó en Lima, en mayo del 94 —para esto ya se había metido al bolsillo al público en Viña del Mar y las expectativas eran altísimas—, la hora del concierto llegaba y yo estaba tan nerviosa como cuando compré el ticket, o como cuando le escribí una carta en un restaurante, pues era la primera vez que me tiraba la pera y tenía un miedo infinito que algún policía me lleve a la comisaría. Era tan solo una cría de 16 años que iba con mi guitarra a cuestas, a caminar por el mundo y con esa frase que resonaba en mi cabeza: «tú por mí, yo por ti, iremos juntas donde haya que ir...». Así de loco. Christina empuñaba su guitarra como si fuese una espada, había colonizado mi vida, y eso me gustó.

Esa noche nos llevó el tío de un amigo en su coche. Mi amigo estaba loco por mí, pero yo loca por Christina —y por otra chica también—. Claro, esto era un secreto. Yo medía metro y medio, era perfecto, pues así podría escabullirme entre toda la gente y llegar hasta primera fila. Lo logré.

Y al estar ahí pensé que era la única. Estaba equivocada... eran muchas lesbianas que ya había visto que paseaban tanto fuera y dentro del mítico Muelle 1, algunas en pareja, y ya dentro del hechizo del concierto, se escuchaban gritos desesperados, como «te amo Christina», «hermosa», hasta «dame un hijo». Todas eran féminas y coreaban a todo pulmón «tú por mí, yo por ti, iremos juntas donde haya que ir...».

Tiempo después, en su libro Debut (Literatura Random House, 2019), Christina contaría la historia de la canción: Sarah era una amiga inglesa con la que compartía piso y que se metió con un proxeneta. Luego de un plan frustrado para rescatarla, la chica desapareció de su vida. En todo caso, a Christina no parece molestarle en lo absoluto que la canción haya sido tomada como un ícono lésbico; de hecho, en más de una ocasión ha manifestado sentirse orgullosa de ello.

28 años después de esa maravillosa experiencia, llegaba a Madrid de mis vacaciones en Grecia con mi novia. Bajamos del avión y enseguida tomamos el tren directo a ver a Christina al teatro, ya no solo como cantante y compositora musical, ahora también como actriz, encarnando a Safo —poetisa natural de la isla de Lesbos, autora de obras que hablaban de sentimientos entre mujeres, siglos antes de Cristo— y con un puñado de bellas ondinas que parecían tocadas por las diosas. Como directora musical de la obra, se llevó las palmas y ovaciones, y no exagero si digo que fue la creación más sincera, escueta y respetada hacia la poetisa que he visto en mis 44 años de vida... Oh Safo, deseante, deseada y también enamorada, estoy segura que te despojaste de la armadura que te impusieron con noviazgos y matrimonios, y con tu lira mágica también cantabas «tú por mí, yo por ti iremos juntas, solo por ir...».

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Moretones de los dedos invisibles de «tú-no»

Un cuerpo sombra late dentro del niño y sus infantiles ojos que contemplan el ropero abierto para seleccionar la piel que mejor vista su informe identidad en construcción y descubra que el «tú-no», el otro en sí, que lo arrastra al subsuelo de lo que no quiere nombrarse. Con esta mirada el poema «Infancia» abre el clóset, el cuarto oscuro, el ataúd, el cajón y con él el conjunto de 27 poemas que el escritor boliviano Ali Céspedes nos presenta como Carne sin rostro, publicado este año por la editorial artesanal e independiente costarricense, Fruit Sald Shaker Ed.

En sus primeros versos, los niñatos ojos que escrutan la oscuridad interna del ropero se podrían plantear como el correr el velo, arrimar la cortina, levantar el telón de esta casa/ ropero/caja como pequeño teatrín de la familia y sus roles; algo así, quizás, a un retablito ayacuchano; esa artesanía divina que no es un nada más que un roperito decorado con polícromas flores estridentes en contraste con el blanquecino fondo de roble que encierra las tragedias y dolores con fulgurante alegoría.

Sumergidos en el ropero, el abrigo más largo inunda la vista. Es el abrigo más largo, el más grande, el más masculino, el protagonista del deseo («El abrigo más largo del ropero / parece un adulto»), al que a la vez se teme («El abrigo más largo del ropero / parece una advertencia») porque hay orden dispuesto desde el origen, el que el padre le recuerda al enunciar: «Mi padre me cuenta / el inicio del universo / para que no llore / cuando se acabe».

El cuerpo «tú-no» (identidad suprimida, aunque en evolución), de alguna u otra forma, parece querer escapar de la claustrofobia espasmódica de la indefinición embrionaria que se acentúa cuando se nos revela, en el poema «Hilera de grietas», que la «Ave bruja», que sería la madre o figura femenina, se ha llevado todos los colores y que «Seguirá caminando / el peso negro / por las paredes». La casa sería entonces jaula y prisión abismada en un aura oscura y densa que podría recordar las atormentadas voces de entrecasa de

Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik, como en el poema «Lo que atrapa el viento», al enunciar: «Una herida niña / y el rezo colgado / para que habiten / bajo la cama / todos sus blancos monstruos».

Desde esta perspectiva, podemos pensar al «tú-no» también como un hikikomori; una identidad externa que es y no es parte de un sistema o «cistema». La manifestación entrópica de la abolición de la antigua moralidad (como decía Pasolini), el paradigma prehistórico de la identidad definida desde el exterior, del «te tratan como te ven». El nuevo cuerpo es la identidad de adentro para afuera, la que tú creas, es la que se define o no si quiere definir; es lo que en cierta forma espeta el autor en el poema «Deadream», al escribir: «Tal vez la respuesta / siempre fue una pregunta / ¿el no ser / nos molesta?».

A continuación, «Las grietas de la calle» sugeriría el nacimiento del reflejo, del «tú-no», que se mira como un Narciso en el espejo del agua, olvidando quizás que todos los problemas de la identidad humana se inician cuando nos miramos por primera vez en el espejo. Y caemos en ese espejo de nosotros reflejado en el agua turbia, empozada como el vientre materno, en la figura de la fuente y del origen en el negativo, en el fondo del subsuelo de los recuerdos bajo llaves sin ojos que no encuentras cuando se reagrupa el firmamento para continuar con su llanto llovizna. Todo esto nos parece indicar cuando versa: «Son las grietas de la calle un camino al recuerdo. Las abro como hurgo mi bolsillo y busco las llaves de casa cuando las he perdido. (…). Cuando la sombra empuja mi cuerpo, tengo la cabeza dentro y veo —en la profundidad, que se levanta y chorrea— el bosquejo de una persona con mis ojos, mi voz, mi rabia… Ese rostro se contrae en una mueca. Es un signo de interrogación. Ha perdido la cerradura de su nombre. (…). Y lo profundo aún mide poco más de cuarto metro de agua sucia».

Carne sin rostro/«tú-no» aflora en el doblez del deseado cuerpo acaso monstruo entregado a la pasión y el fuego contra

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CARNE SIN ROSTRO

Autor: Ali Céspedes

Fruit Salad Shaker Ed., San José, Costa Rica

Año: 2022

Páginas: 62

la corporalidad oficializada, la nombrada, la que encara el mundo fingiendo. «tú-no» emerge del peso negro mostrando los colores que han caído del pico de la madre «Ave bruja» ausente en el poema «Silencio», que nos habla: «Este cuerpo no nuestro / transparenta sus colores / bajo el pedazo de sol / que rompe la ventana / ¿Cómo conocer / la forma cóncava / del mundo fuego / sin desear / ser incinerado? / La verdad no dicha / sangra / cuando la miras / ¿cómo puedes / existir en plena luz / sin ser pronunciado?».

Levantado el otro cuerpo descubre que el cuarto oscuro estuvo abierto en el siguiente poema, «Puerta sin picaporte». Vemos que la habitación abre sus mariposas puertas al andrógino que transita la rutina bajo el camuflaje de unidad productiva oficial como oficinista y la casa continúa en escalas de grises en el poema prosa «Instantes», colgando la opresión del «Ave bruja» que no ha vuelto a casa.

Seguido aparecen «Cuando Ícaro perdió sus alas» y «Ave bruja», versos que parecieran dialogar entre sí, creando imágenes que podrían traducirse en algún tipo de instalación de arte, debido a los elementos simbólicos que enumeran y las escenas que describen. Luego, con el picoteo de la «Ave bruja» reaparecida en «Reflection», la ceguera sin rostro deambula y divaga en los textos que siguen al poema «Tiempo» en una especie de persecución con la muerte, a la que previamente el autor otorgó la voz del canto de un guajojó. Vemos que la muerte o la sombra viene a reclamar lo que no hay y nunca fue suyo en el poema «Peso negro»: «La sombra / prende fuego / los hilos en mi tráquea / crea un sol / y lo levanta.// Mi sombra / —casi despierta— / cobra deudas / y empuja / mi cuerpo odiado / frente al espejo…».

De este aparente enfrentamiento el espejo de las evasiones quedaría hecho añicos, incrustando sus esquirlas en los poemas que concluyen este coherente poemario, donde cierta desesperación se percibe en la estridente visión del ruido blanco cuando lo que se pide es el imposible silencio frente al clínico ojo que califica enfermedades y selecciona trastornos

ante lo que la voz responde: «estoy bien como lesbiana» en «Diagnóstico», para seguidamente cuestionar en «Pregunta»: «¿es sueño ser yo y no otro? // Aquí / lo que duele / está detrás de una cortina / habitamos lo corrompido / mientras se ve tu sangre / dulce y fría / solidificarse trasparente / en el espejo».

A partir de «Tengo derecho a destruirme» cierto sosiego introspectivo discurre hacia los siguientes poemas: «Confesionario», «Microtexturas del yo», y «Este cuerpo no es mío», donde se podría entender que las heridas se han curtido, aleccionando a la voz que se encuentra: “En un faro / abandonado / por las luciérnagas” («Confesionario»), «En términos de carne: visera embutida, tejido funcional, canal de ríos rojos que a veces desbordan fuera del mapa. Este cuerpo no es mío. Es la figurita rosa que gira en tu cajita de música. Ha inventado formas de andar, amaneradas como toscas, por el camino sinuoso que surcan otros cuerpos marcados.» («Este cuerpo no es mío»).

El cuerpo «tú-no» marcado en el interior nos ha trasladado al otro lado del espejo quebrado, donde vemos otros cuerpos negados semejantes, que son más fantasmas navegantes, náufragos golpeados por el mar del miedo, cuando nos afirma, en el poema «Otros cuerpos», que «Nuestros cuerpos sangran igual / pero no existen», o cuando reflexiona: «Qué es violeta sino / un azul más soñador, / más golpeado», en los versos de «Naugrafio», cuando parece identificar los moretones dejados por los dedos invisibles de «tú-no» que han recorrido tu carne, huesos y piel como las paredes interiores del ropero, de la caja, de la casa, que es el reflejo del mismo cuerpo invertido boca abajo en el discurso de la ambigüedad, esa afilada arma para nuestras identidades descartadas por el sistema que encastilla al binarismo como fortaleza de su fantasía heterosexualA, algo que con gran claridad, de forma acertada y directa, Ali Céspedes logra transmitir en «Autobiográfico», poema con el que cierra su cohesivo proyecto poético, al confesar: «Odio las casillas F – M / en tus formularios / y el espacio al que / debe caberle un nombre / que ha de ser mío, / aunque apenas ayer / haya intentado componerlo». / /

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de la Diversidad digital

Se metieron en mi cabeza; entonces comenzaré por sus cuerpos

Dios, saca tu rosario de mi ano. Lentamente extírpalo del goloso recto florido bermellón que dilata mi horadado orificio y expulsa con jadeante placer las sagradas bolitas chinas travestidas por su religión en una herramienta de fe, un lazo que une a los divinos cielos con el mundano hombre. Con las piernas bien abiertas alumbro las lubricadas cuentas anales, transformismo ecuménico de las bolitas chinas, como escupitajos sobre la cama chacana, y no hay ley ni moral ni separación de géneros de este lado del espejo de la conquista, solo gozo y diversidad. De este lado del espejo histórico es el multiverso, el doppelganger de la conquista que el literato boliviano e investigador sobre las sexualidades periféricas en la literatura latinoamericana contemporánea, Juan Pablo Vargas Rollano, parece compartirnos en su obra Anancias espirituales, compuesta por 23 poemas, y que se alzó este año con el primer puesto en la categoría poesía del XLVIII Concurso Municipal de Literatura «Franz Tamayo».

La violencia de la colonia y la extirpación de idolatrías impuestas como parte de la cultura occidental patriarcal —que persisten hasta la actualidad— dieron lugar a un discurso heteronormativo que censuró no solo la identidad trans sino todas las orientaciones de sexo y género que hasta antes de la llegada de los colonizadores eran percibidas y manifestada con natural respeto; iniciándose un proceso de exclusión sexual adicional a la racial. Esa lapidación a la ecovisión andina, ese pisoteo de la catedral sobre la huaca, es —de alguna u otra forma— contratacado, respondido, denunciado, transexualizado en este proyecto literario de transubstranciación cultural; metiéndole la mano a la nueva palabra, a su lengua, para invertirla y doblarla en un perverso trucar que el autor realiza a dos volúmenes esenciales de la religión y la historia invasoras: Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, y Crónica del Perú de Pedro de Cieza de León.

Desde la cama chacana contemplo la cruz y sus lados. En cuatro, el autor pareciera querer entretejer el alma de los antes mencionados libros desde sus esqueletos, tomando la estructura de estos para, en reflejo, organizar en cuatro

secciones sus poemas, ejercicios, oraciones, meditaciones; con especial detalle y referencia a la obra del militar y canonizado de Loyola, de la que toma la portada y la división calendarizada en semanas para su lectura. No hay ejercicios, hay anancias; se cuelgan los hábitos, se abren los orificios. De este lado de la cama chacana, esa guía para guerreros de la «Compañía de Jesús» del santo español se reescribe en oraciones y ejercicios para power bottoms aguantadores y activos dominantes preñadores, para orientar a la maricona en su espiritual camino penitente hacia el blanquecino llanto seminal de su conciencia cabra; para preparar el corazón y el culo a voluntad de diva con tendencia propia al pecado, a la ensoñada erección y a la compañía infiel de la Grindr app

En su Primera semana, encontramos ocho plegarias que supondrían versos al origen del tú y a la propia indefinida plenitud de su cuerpo indígena y a deidades masculinas, femeninas y trans, cuando exclama: «Mirá esa Diosa que te observa, / palillo en mano, / para tejerte el cuerpo. / Mirá ese Dios que te santigua, / palillo en mano, / para sacarte el cuerpo», «Sentí el pistilo resurrecto / en anado carmesí, / encarná en mi cuerpo / palpitá en mi trazo». «Dios que nos germinas / en el cuenco de tu vientre, / ten misericordia de mí. / Diosa que excretas / nuestros cuerpos de tu miembro, / ten misericordia de mí».

God is a woman, diosa, diose, todes samas dioses de nosotros mismos y la colonial cruz ha separado el cuerpo con su templo. El cuerpo es un templo dijeron y el cuerpo fue prisión de lo que es interior verdad. Una indefinida que toma el discurso y lenguaje evangelizadores para penetrarlo, para pijcharlo con el infinito deseo ancestral previo a la partición: «Prisión de mortal hueso, / ten piedad / Templo de cadáver silenciado, / callá tu muerte /… / Dejame anarte la inmersión infértil / ordenanza del evangelio. / Nos diga la Diosa si alcanza el beso / a entrelazar al viento el pelo de oro, / a renacer postrado frente al aura genital. /… / a descubrir la carne ante la imagen de la letra / a suturar el sexo entre las pieles del papel. /…/ partido por la letra de rayo en par. / Castigo humano para le Diose: / ser Dios Diosa, /… / Coserles

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escribe:

ANANCIAS ESPIRITUALES

Autor: Juan Pablo Vargas Rollano

Editorial 3600, La Paz, Bolivia

Año: 2022

Páginas: 75

el ombligo con aguja de lenguaje, separarlos en la lengua y en el mundo / y obligarlos a buscarse por la eternidad /… / no ha tenido más opción / que encarnarse en el espejo infértil / de un cuerpo maricón».

La piedra de la religión se desploma de la emplumada cabeza. Los sentidos abiertos están para captar lujurias necesidades de nuestro entorno, de nuestro hermano cuerpo. Samaritana homosexual se levanta y renace abortada creatura urgida de dorada carne y santidad individual: «Compartamos el lecho de cuerpo virgen / con la tentación peligrosa de ser santos». «Dejame darte a luz en parto anal / encendé el cirio de una vez / y bautizate conmigo. / Hoy, / resurrecto, / ten piedad sólo por ti». «Dejame darte a luz en parto anal / encendé el cirio de una vez / y bautizate conmigo. / Hoy, / resurrecto, / ten piedad sólo por ti».

Qhariwarmi somos para la Segunda semana de nuestras anancias. Se podría decir que ahora somos plural que convoca a otras semejantes en tres textos, de mayor extensión que del apartado inicial, tras el incendio del alma pizarrista y su destrucción, luego que se nos ha mezclado el sexo y el género en el turbio vientre de la invasión, cuando leemos: «Qué canciones serán éstas que no escucho, / porque yo mismo las he disuelto en fuego/tinta de Pizarro infame / Son, tal vez, / hombre/mujer en el mismo ser fertiente, / mujer/ hombre en el mismo cuerpo penetrante», «de naciente qhariwarmi, / travestide anante de matriz fértil, / extrañade diose de mirada cuaternaria, / caminante amade de cuatro rostros, / cuatro bocas, / cuatro suyus, / cuatro semanas de contemplación». «cuerpo espejo de mujer india en el pecar nefando, / comulgar anal en religión sexuada, / serranos y yungas encarnados de demonios».

Transformados por las visiones y experiencia de este manual de espiritual perritud y resistencia, encallamos en su tercera sección, la Tercera semana, que, en cierta forma, resulta una suerte de cuerpo hermafrodita compuesto tanto por la tercera parte de «Ejercicios espirituales» como de Crónica de

Perú, referidos a la pasión de Cristo y el descubrimiento y a la conquista propiamente; respectivamente. Dejando de lado el lirismo de los textos que los anteceden, los ocho poemas —viñetas— de este conjunto hacen un flashforward a la homosexualidad cotidiana para arremeter contra perfiles de Grindr que despliegan un menú de distancias, tamaños, atributos y demás filtros disfrazados de gustos por las absurdas gayas heteronormadas. Confeccionado listado que la incongruente loca no duda en desechar porque quiere frote, quiere un cochino montado; detalladas exigencias que se pasa por el orto pegoteado como el piso del hostal al paso: la pasión y la conquista. «Y, sin embargo, ahí estuvo él», nos cuenta el autor para luego confirmar: «No soy yo el de la foto, / soy matriz infértil seropositiva / de género indetectable / y pronombres intransmisibles. / soy útero de tierra india / que ha luchado por blanquearse al ojo ajeno, / que ha querido / ser deseo del colonizador. / Y, sin embargo, ahí estuvo él». Entonces los hombres se comieron los unos a los otros, todos contra todes, y la hegemonía protagónica de la selectividad grindera es un guion de fotonovela homoerótica: «Sin saber en qué momento / la ciudad ha ocultado sexo y raza / en la pantalla del rincón. / Vibración del celular, / orgasmo anado de cuerpo maricón / palpitando en el bolsillo».

Tras estos encuentros NSA, la Cuarta semana posa su incandescente luz sobre la cama chacana por la que ascendemos a cuatro poemas y al logos, al verbo y al conocimiento eternizaste para una nueva alianza de verso y carne, lengua y fluidos, genitales y tierra (Pachamama), indígena y caucásico: «Mis dedos recorren las letras del plasma de tu piel, / para tatuar eternamente mis versos en tu cuerpo», «deseosa de divino semen que fecunde el suelo. / Sea yo la madre sin útero fértil, / india eterna, / que quita los pecados del mundo». Y al final, de esta imaginaria unión pansexual a la sombra de la división moralista, de este colorido negativo de la foto a la oficial narrativa conquistadora hilvanado con poderosa inteligencia por Vargas Rollano, florece «Juan Pablo», primer nombre propio, nueva construcción del deseo del otro-yo al que «Desearía / fecundarnos el uno al otro: / semen en semen, / dar a luz / ensangrentada, / la palabra». / /

29 Crónicas
digital N°29 / octubre-noviembre 2022
de la Diversidad
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MIRADAS A LA EXPO REALIZADA EN LA CASA O’HIGGINS
LA KI TA

Una nueva ventana abierta: Exposición «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas»

La exposición «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas» que se llevó a cabo en la histórica Casa O’Higgins ubicada en el concurrido Jirón de la Unión, ha sido un paso gigantesco para las comunidades disidentes, no solo por el espacio, sino también por el gran número de personas que pudieron reconocer, más allá de los estereotipos, las habilidades artísticas de la comunidad.

La inauguración se dio el domingo 11 de setiembre a las 10 de la mañana. La llegada de la gente no se hizo esperar, muchos se animaron a ingresar en familia, así como también se entusiasmaron por encontrar la pequeña feria ubicada en el patio, donde pudieron adquirir muchos de los cómics de su preferencia. Seguido a ello, la inauguración se inició con las palabras del director de Crónicas de la Diversidad, Julio Lossio; así como también se hiso presente la encargada de la Casa O´Higgins, Magally Alegre Henderson; ambos invitaron y celebraron la acogida y difusión de la exposición en su primer día.

De modo que en la exposición pudimos apreciar los trabajos de Chechi Chávez, Rodrigo La Hoz, Gladd, Martín Espinoza con Tunky, Estado de Limbo, Grupo Michi Michi y Mint Holic, La Fuega, Grupo Sugoi, Dirty Time!, Pedro Palanca y Rubo. Asimismo, también se expusieron parte de las historietas peruanas publicadas virtualmente, como las de EClover, Eris, Sukirai, Amorelli y Merulandia.

Pero la figura principal de la exposición fue Blanca Canessa, «Lakita»; quien se desempeña como diseñadora gráfica, ilustradora y escritora. Lakita es, me atrevo a afirmar, en nuestro contexto, el autor más importante de literatura infantil y juvenil de temática LGTBQ del Perú. Hasta la fecha ha publicado tres cuentos: El príncipe Carolina (2017), Dorita y el dragón (2017) y Claudio el tritón (2019). También ha publicado historietas de temática LGTBQ: en 2009, Tribadistas; en 2019, Zoyla Cocodrila y, en 2020, Drama Queen o King

escribe: Karina Díaz Mendo foto: Julio Lossio

En una entrevista realizada por la Organización Juvenil Afic(c)ionadas, para su revista digital, Lakita comentó que en todos sus trabajos artísticos hay un personaje inspirado en ella. Por ejemplo, en El príncipe Carolina: «[Lo] escribí como una deuda a mi yo niña, niño, porque creo que cuando era chiquita, era un niño trans; ahora, ya no.» Asimismo, señaló que parte de la influencia para crear su primer cómic lésbico, es decir Tribadistas lo vio en Quino con Mafalda.

Finalmente, destacamos la respuesta que dio Lakita, con respecto a los retos que tuvo que enfrentar para poder llegar a exhibir, y ser la figura principal de una exposición de arte:

«Yo me siento súper honrada de que me invitaran a participar de esta exposición, y más aun porque esta lleva mi nombre. Es más, cuando me invitaron y tuve que hacer un glosario de toda mi obra, me di cuenta de que tenía bastante material. No me había dado cuenta de las cosas que había escrito, porque las hago como hobby. [H]a sido un camino arduo, porque definitivamente, uno de escribir no vive, y menos en este país cuando eres independiente, pero es completamente gratificante el hecho de ver a las personas leyendo mi contenido, el saber que les sirve.»

De manera que, al llegar a Casa O’Higgins nos sumergimos en un espacio cálido y colorido, donde nos recibe un personaje que es nada menos que Lakita, con quien iremos recorriendo, de forma cronológica todos sus trabajos. Por tal motivo, podemos decir que la exposición de «Lakita y las Historietas LGTB+ peruanas» nos sumerge en el mundo del cómic en el que las páginas son las paredes y vitrinas.

Referencias

Lakita. (2022). Lakita: «Si lees todos mis libros, todos mis cuentos y cómics, en todos salgo yo, todo soy yo». Revista de Literatura Afic(c)ionadas

Reseña de la muestra «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas»

La muestra «Lakita y las historietas LGBT+ peruanas», que se presentó en la casa O’Higgins, tiene el agrado de presentar el arte que se encarga de visibilizar la cotidianidad de las personas que son parte de la comunidad LGBTIQ+. Desde la entrada el avatar de la artista Lakita le da la bienvenida al público y lo invita a revisar los paneles de sus historietas expuestas en las paredes de la sala.

Las paredes de la sala del primer piso de la casa O’Higgins están cubiertas de situaciones personales de la artista que esta se ha encargado de plasmar en dibujos a modo de historieta. Dichas situaciones son anécdotas con las cuales el público perteneciente a la comunidad mencionada puede llegar a identificarse. Adicional a esto están las imágenes de otrxs artistas que también muestran parte de su trabajo también con ejemplos de relaciones de personas del mismo sexo, ejemplos de personas trans y fuera de la norma del género.

Las situaciones que nos presentan los artistas con su arte en la exposición de Lakita tienen una manera de demostrar al público, antiguo y nuevo dentro de los temas LGBT+, acorde a su edad y preferencia, modos donde puedan enterarse y familiarizarse con situaciones comunes de aquellas personas que no encajan en una sociedad que tiene una norma que no lxs incluye a ellxs.

En el segundo piso se presentan las exposiciones de artistas un estilo de dibujo underground y con temas más fuertes relacionados a las relaciones amorosas de personas adultas del mismo sexo. Gladd Demon con ilustraciones de representación lésbica y su cómic Mujer Mosca; y Pedro Palanca, quien se encarga de representar la cultura gay masculina con ilustraciones de hombres masculinos, de pies grandes, en situaciones totalmente homosexuales son algunos ejemplos de los artistas que muestran su talento en el segundo piso de la Casa O’Higgins.

Esta exposición es más bien completa. Contiene distintos enfoques desde los cuales los artistas tratan de mostrar la cultura LGBT+, desde lo infantil y amigable hasta lo crudo y fetichista. Lo femenino, masculino, occidental y oriental. Aquellxs encargados de las ilustraciones, de los cómics, de los fanfics, etc, que se exhiben en la Casa O’Higgins, buscan caminos que dejen mensajes a través de sus lápices e ideas. Y quizá, una familiaridad y acogida a aquellos que buscan verse representados. Esta exposición logra demostrar que hay más personas como aquellas que se sienten solas y marginalizadas por su preferencia sexual o identidad de género. / /

« Lakita y las historietas LGTB+ peruanas» fue una exposición que se desarrolló a partir del 11 de setiembre al 9 de octubre, en la Casa O’Higgins de la PUCP. Un hito para las novelas gráficas, ya que desarrolló una nueva perspectiva de ellas, así demuestran que el arte siempre buscará expresar lazos de humanidad y empatía.

La exposición estuvo divida en dos espacios, el primero enfocada en la artista Blanca Canessa, «Lakita», y el segundo, en el transcurso de las historietas LGTB tras el paso de los años enfocado en diecisiete artistas.

El desarrollo del primer espacio sigue el avance cronológico de las publicaciones de Lakita, este empieza en el 2009 con la publicación de Tribadistas, el cual fue publicado en la Feria del libro Ricardo Palma.

Tribadistas es una de las primeras representaciones de lo lésbico en una novela gráfica; la novela es un diálogo entre una crítica social hacia las estructuras patriarcales y la sátira hacia la burocracia laboral.

Después de aquella publicación seguiría el cuento El príncipe Carolina publicado en el 2016, que relata la historia de un niño transgénero, quien desea ser un niño. Con un final eufórico el cuento ilustrado desarrolla una diégesis replegada de las dificultades en el paso de una niña hacia su identidad, ser un niño; narrada desde la perspectiva de un infante.

En 2017, Lakita publicaría su segundo cuento ilustrado, Dorita y el dragón en el cual se desarrolla la historia de una niña buscando la aprobación del amor homosexual para sus padres heteronormativos. De esta forma, lleno de metáforas visuales, la autora nos muestra esta historia llena de empatía y autovaloración.

Para 2019, Lakita desarrolló varios proyectos, el primero llamado Claudio el tritón, el cual publica junto a sus amigas Rosa y Majo de la editorial Diversa Cartonera. La historia de este cuento desarrolla a Claudio, un sujeto gay y sus travesías de tener una condición de bullying por ser

Una nueva perspectiva de las novelas gráficas: Lakita

quien es. Adicionalmente, Lakita desarrolla el cómic Zoyla cocodrila, la cual se basa en una premisa intrigante, debido a que Zoyla nace como una huérfana y es adoptada por terrícolas. Cuando Zoyla cumple dieciocho años se coloca el objetivo de viajar en el tiempo para salvar a las mujeres de la extinción.

Para el siguiente año, 2020, Lakita como artista invitada se sumó al proyecto «Súper amigues» de Crónicas de la Diversidad, que tiene su importancia en demostrar los percances de la comunidad LGTBIQ+ en tiempos de pandemia. Por ello, Lakita junto a Verónica Ferrari publicarían «El amor en tiempos de COVID». Otra propuesta que desarrollaría Lakita sería Drama queen ¿o king?, donde la autora genera un libro autobiográfico ilustrado, donde la protagonista, una lesbiana, nos narra toda su vida y todas las dificultades que ha tenido en cada estatuto social.

Finalmente, Lakita publicaría Instacomix un fanzine que recopila historias compiladas en las redes sociales de Lakita en el 2021; y en el siguiente año, Lakita publicaría su último cuento ilustrado llamado Misha Mariposa, donde su mensaje prevalece en los valores de solidaridad, la resiliencia y la amistad.

De esta forma, uno de los pilares de la exposición «Lakita y las historietas LGTB+ peruanas» es visualizar la evolución de textos, temas y diseños del proceso creativo que tuvo Lakita a partir de su primera novela gráfica, Tribadistas, hasta Misha Mariposa. / /

Bibliografía

López-Cuba, R. (18 de abril de 2017). «Artista gráfica Lakita presenta Dorita y el Dragón». https://limaenescena.pe/ artista-grafica-lakita-presenta-dorita/

Lossio, J. (1 de diciembre de 2019). «Lakita y los libros infantiles LGTBIQ». https://cronicasdeladiversidad.com/libros/ lakita/

escribe: Alonso Romero Conde

Cinéfila soy

Reseña: Encintados

Encintados es una comedia peruana que trata sobre la relación de amor de dos mujeres que se convierten en progenitoras, después de una larga búsqueda de ser madres.

Este es un tema muy controversial dentro de la comunidad LGBT+; sin embargo, el director Gianfranco Quatrinni lo ha manejado desde un punto de vista casual y hasta cómico, manteniendo siempre como denuncia que aún en nuestra sociedad no estamos preparados para ver, como algo común, a una pareja de lesbianas con hijos.

Interesante de ver, si bien el tema es tratado desde una perspectiva heterosexual y por lo tanto muestra en su contenido algunos vacíos en lo que respecta a la Unión Civil y/o parejas homoparentales, es importante como documento audiovisual y por dar visibilidad a un tema considerado tabú.

En palabras de su director: «Yo no pertenezco a los espacios del activismo, pero creo que lo importante es que se den conversaciones en el seno de la sociedad. Por eso, elegí hacer Encintados como una comedia popular, porque me parece un modo transversal de llegar a más públicos.»

Conclusión: Es una comedia familiar, ágil y divertida; que enfoca una problemática actual, y que habla del amor. Recomendada. / /

36 Crónicas de la Diversidad digital N°29 / octubre-noviembre 2022
escribe: Paola Alvarado
Título y año: Encintados (2022) Dirección: Gianfranco Quattrini Guion: Mariana Silva Yrigoyen y Gianfranco Quattrini Reparto: Magdyel Ugaz, Ximena Palomino, Benjamín Amadeo, Sergio Galliani, Jely Reátegui, Job Mansilla
FICHA TÉCNICA:
difusión

difusión

Reseña: Cosas de amigos

Otra película peruana de tipo comedia, esta vez dirigida por Giovanni Ciccia, que trata sobre un grupo de grandes amigos de la infancia, dentro de una cultura hetero machista, de clase acomodada, y con una vida sin preocupaciones... hasta que uno de ellos, Santiago (estupendamente interpretado por Bruno Ascenzo), les confiesa que es gay. A Raúl (Rodrigo Sánchez Patiño), que es uno de los amigos, y a la vez hermano de la novia de Santiago, le afecta mucho esa confesión y busca por todos los medios «curarlo», según cree, de la homosexualidad.

Según Giovanni Ciccia: «Al grabar la película, no sabía si iba a ver la luz, pues se realizó en plena pandemia. Ahora estoy feliz de ver su estreno». «No hice casting para la película, solo me bastó leer el guion, y ya sabía quiénes iban hacer los papeles».

Eduardo (Oscar López Arias), que es el tercero en discordia, es el amigo comprensivo y que ve con normalidad que Santiago sea gay; y es más, agradece la confianza de decírselo y trata de convencer a Raúl que ser gay no es nada del otro mundo. A partir de allí, se desatan una serie de situaciones cómicas que llevarán al grupo por diferentes etapas emocionales que les ayudará a reinventarse y forjar una nueva amistad

Para Ciccia «esta es una película que habla de la libertad de amar, en general». «Está claro lo que propone la película, mientras más se visibilice el tema, más la gente va a aprender y va a aceptar las libertades de los demás».

Análisis: Simpática película, que refleja a una sociedad limeña machista, que muchas personas no están preparadas para aceptar dentro de sus vidas, la cotidianeidad de ver

parejas del mismo sexo, manifestando su amor, como parte de la normalidad social. Si bien este es un remake de la película chileno–mexicana Hazlo como hombre, el ingrediente de lo peruano es el sello que nos identifica en lo social y cultural.

Conclusión: Comedia para mayores de 18 años, ágil y divertida; a veces sobre exagerada con su visión de la cultura gay, pero la calidad de las actuaciones y, sobre todo, el mensaje con la moraleja del final feliz, es rescatable pese a algunos fallos en la fotografía y transiciones en la película. Recomendada. / /

FICHA TÉCNICA:

Título y año: Cosas de amigos (2022)

Dirección: Giovanni Ciccia

Guion: Guillermo Amoedo

Música: Manuel Riveiro

Fotografía: Mario Bassino

Reparto: Rodrigo Sánchez Patiño, Bruno Ascenzo, Oscar López Arias, Gisela Ponce de León, Juan Ignacio di Marco, Gianfranco Brero, Miguel Dávalos, Renzo Schuller, Emilia Drago, Nicolás Fantinato

Producción: La Soga Producciones, Tiki Pictures

37 Crónicas de la Diversidad digital N°29 / octubre-noviembre 2022
escribe: Paola Alvarado

Premiación It Gets Better

El pasado 12 de noviembre, en el auditorio de la UPC de San Isidro, se realizó la ceremonia de reconocimiento público a las personas e instituciones que han destacado durante el 2022 en favor de la comunidad LTGB+ en el Perú, a cargo de la organización It Gets Better Perú y la embajada de los Estados Unidos. Entre lxs ganadorxs se encuentran, además de quienes aparecen en esta nota, Casa Diversidad Refugio LGTBI Peruano-Venezolano de Arequipa, como Iniciativa LGBTQ+; y Promart, que obtuvo el reconocimiento como Aliado por su apoyo en el programa Hora Segura.

Dicen lxs organizadorxs: «En un contexto que es retador para jóvenes LGBTQ+, en It Gets Better Perú sabemos lo importante y relevante que es la lucha y visibilización que diferentes organizaciones, activistas y artistas hacen por el reconocimiento de derechos de la comunidad LGBTQ+». / /

38 Crónicas de la Diversidad digital N°29 / octubre-noviembre 2022
fotos: César Chávez Clauco Velásquez, presidente de la Asociación Civil Comunidad Homosexual Esperanza Región Loreto (C.H.E.R.L.), recibe el reconocimiento por Activismo LGBTQ+. Emil Fabianne, de Diversidades Trans Masculinas, organización ganadora del premio Construcción de Comunidad LGBTQ+.
39 Crónicas de la Diversidad digital N°29 / octubre-noviembre 2022
El espectáculo de baile a cargo de House of Brava. Juan Yactayo, director de Bajo el Arcoíris, ganador de la categoría Audiovisual LGBTQ+. Almendra Pamela, música guitarrista ganadora del reconocimiento a Artista LGBTQ+.
INCENDIAR EL CLÓSET TEATRO DISIDENTE PERUANO EN EL SIGLO XXI EDITADO POR ARTURO DÁVILA, JULIO LOSSIO & SEBASTIÁN EDDOWES VARGAS DISPONIBLE DIGITALMENTE EN: Volumen I: https://issuu.com/cronicasdeladiversidad/docs/incendiar-1 Volumen II: https://issuu.com/cronicasdeladiversidad/docs/incendiar-2

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