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Volando alto

VOLANDO ALTO

Hay ciertos días en verano en los que es posible sobrevolar los picos más altos de los Alpes. Ed Ewing echa un vistazo

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La previsión anunciaba calor. Calor sofocante en tierra y cielo azul ilimitado. “Sigue prevaleciendo la alta presión”, decía la previsión de Ubimet, una empresa austriaca de previsiones meteorológicas.

“Persiste el calor. Seguirá despejado sin nubes la mayor parte del tiempo, con probabilidad de algunos cúmulos sobre las montañas. No se descarta lluvia aislada entre las balizas 11 y 12. Las temperaturas en los valles más profundos llegará a 37ºC. La temperatura en la costa en Mónaco llegará a 33ºC”.

Era el último día de la Red Bull X-Alps el 26 de junio del año pasado y las condiciones eran atroces, o épicas, dependiendo dónde estuvieras entre los competidores y en el terreno. En la meta, los pilotos comían helado en la playa mientras que los que seguían compitiendo luchaban bajo la ola de calor que sofocaba a Europa.

“Ese día fue 85 por ciento miseria y 15 por ciento genial”, recuerda Gavin McClurg que pasó la parte más calurosa del día subiendo 2000m a pie una montaña bajo el sol.

“Empecé la mañana con la última caminata ensopado del calor subiendo a Saint Hilaire. Piensa en sudor. Estaba sudando la gota gorda. El ambiente estaba pesado como nunca, al igual que los últimos tres días. Cero viento, nada se movía y hacía un calor que torturaba”.

PRESIÓN CADA VEZ MÁS ALTA Paul Guschlbauer pasa por el Mont Blanc el 23 de junio de 2019. La ola de calor de junio de 2019 en Europa duró oficialmente del 24 de junio al 2 de julio de 2019 cuando llegó un sistema de alta presión proveniente del desierto del Sahara. En Francia, las temperaturas llegaron a 46ºC el 28 de junio

Foto: Sebastian Marko / Archivos Red Bull

En condiciones calurosas de alta presión y estables como esas no esperarías volar lejos después de despegar desde el despegue alfombrado de Saint Hilaire y eso es precisamente lo que sucedió. “Volé hacia el este por el valle de Grenoble y el vario no pitó ni una vez. Aterricé justo en el borde del fondo del valle y empecé otra caminata tortuosa hacia la zona de esquí de Prapoutel”.

El plan de Gavin era despegar desde el collado que habían usado otros pilotos, pero estaba nervioso por la estabilidad y terminó subiendo hasta la cumbre de Cime de la Jasse. Cuando hay condiciones de alta presión estables, la mejor probabilidad de remontar es desde los puntos más altos, por encima de cualquier inversión que haya en el valle.

“Fue una caminata de 2200m desde el fondo del valle hasta el pico de 2478m. Despegué desde la nieve para estar seguro que podría remontar”.

El vuelo que le siguió a la caminata lo llevó casi hasta Briançon y fue “uno de los vuelos más espectaculares que hice en la carrera”. Despegó a las 5pm y remontó hasta casi 3600m en térmicas fuertes de hasta 7,5m/s. Solo se detuvo cuando una nube de tormenta estalló frente a él y tuvo que interrumpir el vuelo.

“Con esa estabilidad hay que estar en alta montaña”, recuerda, “por encima de la inversión irrompible. Una vez que estabas ahí era genial”.

Otro piloto que estuvo en alta montaña fue Toma Coconea, el famoso corredor de la Red Bull X-Alps, el único piloto que ha participado en todas las ediciones de la carrera. Estaba delante de Gavin y bastante más al sur y pudo aprovechar las condiciones increíbles en alta montaña.

Llegó hasta la increíble altura de 6017msnm hasta que metió el ala en pérdida para dejar de subir. Tenía espacio aéreo más arriba a FL195. Debido a la alta presión del día, de 1022hPa, la altura máxima legal era de 6019m.

El vuelo sobre la baliza 11 del monte Viso (3841m) fue algo sin precedentes en Europa y llegar a 6000m en parapente o ala delta dentro de una térmica es algo que nunca se había hecho.

Posteriormente, explicó que ese día que pasó volando a gran altura por los Alpes franceses no fue suerte. Esa mañana, había visto la previsión con su equipo y calcularon que el día iba a estar apoteósico. Su asistente, Adrian Miclea, configuró el instrumento de vuelo de Toma a la presión atmosférica correcta de la región para que pudiera volar hasta el límite del espacio aéreo.

“Cuando llegué a 6000m seguía subiendo”, explicó Toma posteriormente. “Así que hice una pérdida para asegurarme de no pasar del límite”. Mientras tanto, de vuelta en Chamonix, se rompió otro tipo de récord en el Mont Blanc. Fue el día en el que literalmente cientos de pilotos aterrizaron sobre la cima del pico de 4808m. Por supuesto, no terminó bien y las autoridades prohibieron rápidamente aterrizar sobre el Mont Blanc y la policía patrulló los despegues locales los días siguientes hasta que las condiciones meteorológicas cambiaron.

Marcus King cruza el valle de Chamonix un día que voló casi a 5000m

Foto: Marcus King

Todo está en la masa de aire

Volar alto en alta montaña es algo raro pero increíble. Todos los pilotos que sobrevolaron el Mont Blanc o el Matterhorn o que enlazaron rutas por encima de montañas que normalmente atraviesan tendrán una historia impresionante que contar. Días como esos no suceden con frecuencia. Pero sí suceden y por ello debes saber lo que buscas. ¿Pero qué es?

“Necesitas una capa límite convectiva muy espesa”, explica Honza Rejmanek, expiloto de la Red Bull X-Alps y escritor de los artículos de meteorología de Cross Country. “Dicho de forma sencilla, desde la superficie la temperatura

atmosférica tiene que descender un grado Celsius cada cien metros hasta una altura superior a los picos más altos”. De esta forma habrá una capa límite sin inversiones y nada que te detenga para subir alto.

“Este tipo de capa límite convectiva es común en regiones áridas durante los meses de verano”, explica, “pero en regiones más húmedas [como los Alpes] hace que falta que conspiren dos factores para subir muy alto. Primero, un período seco largo ayudará que el sol no evapore demasiada agua de la superficie. Ayuda si una masa de aire ha venido de algún lugar en donde se producen capas límite convectivas espesas con frecuencia. En los Alpes, esta zona sería el Sahara donde con frecuencia hay techos de más de 5000m.

“Luego, la masa de aire debe ser seca, con poca humedad relativa, para que el techo esté alto. Menos humedad también significa menos combustible para las tormentas, si se fuera a formar alguna”.

Para los pilotos que vigilen el clima, significa tomar nota de los períodos de sequía durante la temporada - contar los días desde la última vez que llovió - y estar pendiente cuando venga una masa de aire seca.

“Días inusualmente calurosos después de una sequía es un primer indicativo”, dice Honza. “Sin embargo, no querrás ver tormentas en la previsión. Si en la zona donde vives rara vez hay techos de 5000m, entonces vale la pena ver de qué dirección estaba el viento en los niveles inferiores la última vez que sucedió”.

“Como dije anteriormente, en los Alpes, si viene una masa de aire del Sahara lo suficientemente rápido para no recoger demasiada humedad cuando cruce el Mediterráneo y se estaciona sobre los Alpes, que ya están secos, entonces se crean condiciones en los Alpes parecidas a un día común con techo alto en Sun Valley, Idaho”.

Casualmente, Gavin McClurg vive en Sun Valley, donde hay techos de 5000m. “Aquí, los días con techo alto generalmente son a mediados de verano cuando entran masas de aire muy cálidas y secas que pueden retener más vapor de agua”, explica.

“Es una combinación de temperatura y punto de rocío. Empezamos a ver los valores de humedad relativa en detalle para no haya suficiente energía para que se formen tormentas eléctricas. Querrás que haya menos de 40% de humedad debajo de base de nube y lo menos posible por encima de la base para que las ascendencias no puedan entrar a

esa fuente de humedad y crear convección libre - llamada también sobredesarrollo masivo”.

Es decir, que para poder pronosticar un día con techo alto en montaña sin temor a tormentas tendrás que ver los diagramas de gradiente adiabático o diagramas termodinámicos.

“He notado que la mayoría de los pilotos nunca aprenden a leer diagramas termodinámicos”, dice Honza, “pero los sondeos de Lyon [Francia] anuncian en la mañana si todo se da para que haya un día con techos excepcionalmente altos en los Alpes”. Puedes ver el sondeo de Lyon en meteocentre.com.

Honza añade, “El grosor de 1000-500mb es una buena pista de un posible día con techo alto. Mientras más gruesa sea esta capa, más caliente, y generalmente seca, será la masa de aire. Los días en los que se aterrizó sobre el Mont Blanc sucedieron cuando este grosor estaba dentro del rango de los 5700-5800m”.

FRESCO EN LA CUMBRE Antoine Girard celebra mientras llega a unos 5500m sobre el Mont Blanc

Foto: Antoine Girard

Grandes días

Ese día es importante, como siempre, prepararse bien. Esto implica dormir bien la noche antes, hidratarse bien y no saltarse el desayuno.

Después, es importante recordar dónde estás: en alta montaña. El año pasado, el guía de montaña y piloto de parapente Fred Souchon nos dijo lo que ello significa en los Alpes: En resumen: “Hace falta tener suficiente experiencia para volar ahí”.

En días calurosos de alta presión puede que a baja altura tengas que rasgar cerca de la montaña y girar térmicas potentes. Las brisas de valle puede que sean más fuertes y afectar lugares que generalmente no alcanzan. Más arriba y más tarde, las térmicas pueden ser fuertes. Para mejores condiciones, busca volar en días sin viento. Los días calurosos y con viento en los Alpes pueden ser turbulentos y peligrosos.

Estar preparado para volar alto también significa aprender acerca de la hipoxia, dice Fred. La falta de oxígeno puede afectar gravemente tus habilidades cognitivas. El nivel de oxígeno a 4000m es apenas de 60% con respecto al nivel del mar, y en altura necesitas toda tu capacidad para volar bien.

También implica estar preparado para el lugar adonde vas. Protégete del frío y del sol en altura. No te vistas como si fueras a la playa si piensas subir a 4000m. Usa protector solar, guantes, buena protección en los ojos (gasta un poco de dinero) y usa capas que puedas abrir y cerrar fácilmente a medida que subas. Lleva un sistema de hidratación y come en vuelo. En tierra, antes de despegar, mantente alejado del sol - busca una sombra para sentarte y organiza tu equipo.

Si tienes que aterrizar en alta montaña, te hundes en un campo nevado en un cruce, querrás tener algo útil en los pies. Ponte botas. Si en tus planes está aterrizar en un pico nevado, busca crampones ligeros (a partir de 350g) y un piolet (a partir de 250g) y aprende a usarlos. Muchos pilotos que aterrizaron en las laderas empinadas de la cima del Mont Blanc el año pasado tuvieron que ser rescatados por guías de montaña que por casualidad estaban ahí - porque los pilotos tenían zapatos deportivos ligeros.

Recuerda también que el aterrizaje puede ser la parte fácil, añadió Fred - redespegar puede ser más difícil, sobretodo en aire poco denso a gran altura. El ala se sentirá diferente - más ligera - y debes estar preparado para correr.

Por último, por supuesto, vuela acompañado. Es más seguro, divertido y tendrás más probabilidades de lograrlo. Lleva radio y rastreador y mantente en contacto en vuelo y después de aterrizar. ¡Que te diviertas!

MIRA Y APRENDE

Vamos, es hora. Aprende a leer un termograma y lúcete con tus amigos tinyurl.com/learnxc

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