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ROBO DIURNO

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DE PASEO POR LUXOR

DE PASEO POR LUXOR

BAHÍA UNSTAD La playa en forma de U y la verde bahía dan al noroeste y es una zona de surf conocida, sede de la escuela de surf más al norte del mundo. También es perfecta para volar

Foto: Jerome Maupoint

ROBO DIURNO

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Jerome Maupoint y sus amigos viajan 300km al norte del círculo polar ártico a las islas Lofoten, donde el sol nunca se pone y el viento sopla todo el día.

Eran las 2am y el sol todavía no se ponía, nosotros tampoco nos acostábamos. Cuando llegamos a la isla de Moskenesøya en Lofoten, en el extremo norte de Noruega, abrimos dos latas de cerveza Artic - hecha en la cervecería más al norte en el mundo - para celebrar nuestra llegada, después nos sentamos a hacer los planes. Observamos al sol acercarse al horizonte pero no tocarlo. Era fines de mayo y todavía era de día, a pesar de ser hora de dormir.

Cuatro pilotos viajamos durante tres semanas: Olivier Martin Gambier, Tim Bollinger, Patrick Holmes y yo. Nuestra misión era explorar las Lofoten, buscar zonas de vuelo y capturar momentos de magia en medio del clima caprichoso.

Ryten Moskenesøya, 590m

Luego de unas horas de sueño, nos despertamos antes de las 6am y preparamos café fuerte para empezar el día. A pesar de ser principios de verano, la brisa del norte era helada, pero confirmó nuestro plan de medianoche que debíamos intentar volar primero del Ryten, un pico impresionante de 590m orientado hacia el norte a pocos kilómetros del campamento. Aseguramos bien las carpas y salimos.

Una vez que llegamos, todo parecía bien mientras abríamos las velas en un lugar ideal en un collado a apenas 200msnm. Pero de repente, nos sorprendió una ráfaga y nos hizo dudar. El viento aumentó rápidamente y las nubes empezaron a crecer. Eran apenas las 7am, el lugar era sublime, pero tuvimos que guardar las alas.

Fue algo a lo que tuvimos que acostumbrarnos durante nuestro viaje de tres semanas. En Lofoten, hay que saber hacer las cosas para volar en el lugar indicado en el momento indicado.

Salimos a la isla de Senja, un viaje de cinco horas en auto seguido de un cruce en ferry. Tomaríamos el ferry de las 7am al día siguiente para poder perdernos en el camino - la idea del viaje.

Cruzar los paisajes sublimes de las islas de Flakstadøya y Vestvågøya fue como recorrer las páginas de un folleto turístico. Queríamos explorar, así que salimos de la carretera y nos dirigimos a la bahía Unstad, un valle que parece perdido en el tiempo, pero perfecto para volar.

Bahía Unstad, isla Vestvågøya, 160m

Estacionamos el auto en un collado detrás del pueblo, junto a filas de arenque secándose y evaluamos las condiciones. ¡Este era el lugar! Un despegue pequeño en el borde de una carretera, un paisaje de postal, viento de frente suave y una nube que descargaba nieve.

Aparte del aire helado y la nube ligeramente amenazadora, no podíamos haber soñado con un lugar mejor. Despegamos y volamos unos diez minutos con viento helado para luego aterrizar, calentarnos y beber más café. La atmósfera era hermosa, pero lamentablemente la luz no era buena para tomar fotos.

Así que esperamos hasta que finalmente, luego de varias horas interminables, llegó un regalo del cielo. Salió el sol y despegamos a 400m sobre la bahía Unstad. La nube descargaba nieve tierra adentro mientras volábamos bajo el cielo despejado y frío. Fue mágico. ¿Tendríamos la misma suerte todos los días? Me pregunté.

Más tarde, seguíamos con la mente en el cielo mientras íbamos por la carretera a la isla de Senja.

Fjordgård, isla Senja, 390m

Entre los dos pueblos pesqueros de Gryllefjord y Fjordgård la carretera costera era una mezcla impresionante de fiordos y picos escarpados. Había bastante nieve para la época del año, pero Fjordgård, al pie de la increíblemente fotogénica montaña pilar de Segla, parecía ser el lugar ideal para nuestro siguiente vuelo. Empezamos el ascenso de 600m sin sospechar el espectáculo que habría más arriba en el terraplén.

La caminata se hizo vertiginosa cerca de la cima, pero eventualmente encontramos un lugar para despegar. Pero las condiciones en el despegue eran difíciles de evaluar, por lo que desconfiamos y esperamos. Perdimos tiempo, no despegamos lo suficientemente rápido y nos costó el vuelo térmico.

A final de tarde, cuando pasaron unos cirros densos, esperábamos otro regalo de los dioses, pero no fue así. El viento y el mal clima arruinaron las esperanzas de descubrir Senja desde el aire. En cambio, encontramos un buen lugar para pescar en aguas oscuras. El cuarto día, salimos corriendo. El viento no estaba de nuestro lado.

CAMINAR Lofoten es popular entre los senderistas, pero es remoto y escarpado. Los senderos de caminata se abren paso por el paisaje y permiten llegar hasta las partes más remotas del archipiélado

Foto: Jerome Maupoint

Hov isla Gymsøya, 200m

Bajo el cielo nublado, el viento meteo venía del norte. Nevaba en las cumbres de las montañas y el agua inundaba los ríos en el valle. Sin embargo, surgió esperanza en la costa norte de Gymsøya. Un afloramiento pequeño llamado Hov, en medio de una turbera, parecía el lugar ideal para aprovechar la potencial ventana de buen clima.

Despegamos desde el primer lomo del Hov bajo el cielo gris. El viento estaba perfecto pero no pudimos con el frío. Aterrizamos rápidamente, nos calentamos con un café bien fuerte y emparedados con queso geitost y esperamos que mejorar el clima.

Cuatro horas después, llegó el milagro cuando salió el sol, con luz que rebotaba contra el mar y nos animaba. Había menos viento, así que subimos al segundo lomo del Hov y despegamos. El viento era constante, había térmicas, fue la recompensa. Disfrutamos hasta que el cielo volvió a cambiar y volvió a nublarse, dejándonos a oscuras a las 10pm.

Moltinden, isla Moskenesøya, 650m

Una hilera de picos hermosos de 500-900m de altura se extiende por noroeste de la isla Moskenesøya. Cada uno ofrece posibilidades magníficas para caminar y volar, con viento suave y caminas desde los lagos y fiordos hasta un mundo de granito.

Moltinden tiene una cara sureste impresionante que se impone sobre el pueblo de Krystad y tiene un sinnúmero de despegues desde los 200m hasta su cumbre a 650m. Pero para nosotros, fue en cambio una caminata y vuelo rápido antes del mal clima que venía rápidamente del sureste. No tuvimos tiempo para disfrutar la belleza de Moltinden. Los demás tendrán que intentarlo.

Yttersand, isla Moskenesøya, 260m

Nos llamó la atención una hermosa cara este apenas llegamos a la zona de Ramberg en la isla Moskenesøya: el Roren. Esta cresta larga y su cumbre plana dominan la encantadora bahía de Ytterssand. Es popular entre senderistas, por lo que hay acceso garantizado por senderos.

Cuando llegamos, el viento era suave del este, perfecto. Salimos del campamento a las 5am, esperando poder aprovechar una ventana de buen clima y girar algunas térmicas. ¡Bingo! La cara de 300m funcionó bien y durante los mejores ciclos pudimos sobrevolar la costa escarpada y virgen de Mulstoa.

Luego, a eso de las 11am, el viento cambió a norte y aterrizamos en menos de cinco minutos. Pasamos el resto de la mañana disfrutando del sol y el “calor” veraniego de 15ºC. ¡Al fin condiciones de verano!

Y VOLAR No vengas si quieres volar muchas horas y kilómetros. Lofoten es un lugar para explorar, planificar, tentar la suerte y aprovechar el momento

Foto: Jerome Maupoint

Hustinden, isla Flakstadøya, 690m

Con ayuda de un segundo día de verano con poco viento, fuimos a la hermosa montaña de Hustinden. Daba hacia nuestro campamento y fue imposible resistirse. Una ruta hermosa va desde el pueblo de Rykten hasta la cara norte y por una cresta expuesta hasta la cumbre.

Despegamos debajo de la cumbre oeste y aterrizamos sobre la gran meseta de Rohrliheia. El paisaje era de lujo, la imagen que tienes de Lofoten: montañas que bajan hasta el mar y lagos encaramados debajo de los picos.

A final de tarde, una buena caminata hasta la playa en Rykten puso fin a un día caluroso y estable, lamentablemente, sin viento a baja altura - ¡algo nuevo para nosotros en Lofoten!

Ryten, isla Moskenesøya, 590m

Al final del viaje hubo viento fuerte y nos dejó con muchos proyectos sin terminar, sueños sin realizar para la próxima vez. Ryten es una de las cumbres más conocidas en las Lofoten occidentales, pero no permitió volar. El potencial es obvio y sería un lugar alucinante para volar. Con viento sureste suave, se podría sobrevolar la famosa playa Kvalvika y el despegue con pendiente suave es en sí mismo una maravilla.

PICOS ENORMES Pat Holmes y Tim Bollinger descansan en Ryten, uno de los picos más conocidos de Lofoten

Foto: Jerome Maupoint

Milagro final

En estas islas, con clima cambiante y viento caprichoso, cada vuelo que hicimos fue un milagro. Aquí, el viento viene barriendo desde el océano y llega a todos lados, incluso a los valles más pequeños. Ningún lugar está protegido del viento.

Hacia el final del viaje, hubo viento fuerte del norte, así que decidimos mudarnos a la bahía Unstad, conocido por el surf. Una mañana, a las 6am, intentamos volar por la hermosa cara norte cerca del Eggum, pero el viento estaba muy este. Regresamos a Unstad para intentar la esquina noreste de la bahía cerca del lago Utdalvalsnet.

Tim sacó su Dragon, un ala pequeña y dinámica ideal para jugar. Es el único que conozco que podría sacarle provecho con viento tan rachado en terreno tan caótico, pero las condiciones estaban horribles. Tomamos unas fotos de la vela tensa, en picada, pero no me gustaba verlo volar en esas condiciones, jugaba con fuego. Empacamos la vela antes de quemarnos.

APUNTES DE VIAJE

Lofoten: Lofoten es un archipiélago impresionante en Nordland, en el norte de Noruega. La ciudad más importante, Svolvaer, se encuentra a unos 170km dentro del círculo polar ártico

Pilotos: Olivier Martin Gambier, Tim Bollinger, Jerome Maupoint y Patrick Holmes

Alas: Gin Explorer (XS), Gin Calypso (S), Gin Dragon

Arneses: Gingo Airlite, Gin Freerider y Neo Shorty

Información de Lofoten: Nuestra biblia local y fuente principal de inspiración fue la Guía de senderismo de Lofoten y los mapas Nordeca escala 1:50,000

Clima: www.yr.no y windy.com

Comunicación: Hay 4G en todos los valles y llega lejos en los senderos

Hospedaje: Dormimos en carpa la mayor parte del viaje o en cabañas y decidimos dormir en una casa durante las noches lluviosas. Ya no es posible acampar donde sea en Lofoten, pero los campamentos son bastante económicos y están bien equipados. Cuesta unos €10 por persona en carpa y €50 en un chalet pequeño. También están los rorbu, unas cabañas de pesca remodeladas.

Información: rando-lofoten.net/en/

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