Enero, 2009
Cuadernos Nº 15
La restauración del pasado Juan Andrés López
La propuesta de enmienda aprobada por la Asamblea Nacional, según la cual el presidente de la República, los gobernadores, alcaldes, diputados nacionales o regionales podrán ser reelegidos de por vida, abre las compuertas para entronizar el delirio como forma de ejercer el poder. El “cerebro” institucional del estado venezolano, en estas circunstancias, dejará de funcionar correctamente y, al igual que la enfermedad que lleva este nombre (delirio), presentará alteraciones de la “atención” y de su capacidad de prever los cambios inherentes a un entorno que presenta grados altos de fragilidad organizacional. La historia venezolana ofrece ejemplos de este padecimiento institucional. En 1957 el general Marcos Pérez Jiménez violó la Constitución Nacional y, mediante un plebiscito, pretendió prorrogar el régimen dictatorial sin límites en el tiempo. La Venezuela, civil y militar, reaccionó contra aquel proyecto personalista. Con la caída de la dictadura, el país comenzó a transitar un camino de civili-
dad democrática y de apego al estado de derecho que se ha prolongado hasta nuestros días. Sin embargo, en la última década se ha venido erosionando la Constitución en forma sistemática. La propuesta de enmienda pudiera constituir, por así decirlo, el más reciente asalto a este estado de derecho y una violación a los principios básicos sobre los cuales se ha erigido nuestra cultura democrática. En un reciente documento público, el movimiento “2D Democracia y Libertad”, lanza un alerta y llama a votar por la opción del NO. En estos términos se expresa este movimiento político: “Desde el punto de vista esencialmente político, las implicaciones de este proyecto antidemocrático serán devastadoras. Volveremos a los tiempos de Juan Vicente Gómez, con todo lo que esto significa de oprobio; o sea, que un país con tanta experiencia democrática vuelva a depender de los delirios de un solo hombre, de sus caprichos o de sus pesadillas.” La historia, a veces, nos coloca frente a situaciones irónicas. A ochenta años de la publicación de la primera edición de Doña Bárbara, un clásico de la literatura hispanoameri-
cana, los venezolanos nos enfrentamos de nuevo al dilema de optar ente civilización o barbarie. Desde luego, el contenido de este par dicotómico es distinto al que relatara con claridad Rómulo Gallegos a lo largo de su obra literaria. En la actualidad, la barbarie se expresaría en una voluntad política que intenta restaurar el caudillismo decimonónico. La civilidad, en estas circunstancias, estaría simbolizada por nuestra cultura democrática y el empeño de los venezolanos por profundizarla en defensa de los derechos ciudadanos. Como muy bien lo apuntara Rafael Arráiz Lucca en un reciente artículo en el diario El Nacional, el 15 de febrero de 2009 es una excelente oportunidad para celebrar esta obra clásica de la dicotomía civilización-barbarie optando, naturalmente, por la primera opción. Como en otras ocasiones, el porvenir de nuestra democracia se encuentra en nuestras manos y votos. jlopez1936@gmail.com
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Editorial 2009: un año dificil Muchos serán los desafíos que enfrentaremos los venezolanos en el transcurso de este año 2009. Tendremos que navegar en medio de una grave crisis económica global. Esta circunstancia presentará serios retos al tramado institucional del país, incluyendo a las universidades, que bien pudiera marcar el inicio del fin de un ciclo histórico y la clausura definitiva de nuestro siglo XX. Se ha dicho que toda crisis presenta desafíos y oportunidades. Así pues, la que se avecina pudiera proporcionar una ventaja para las instituciones de enseñanza superior. No se nos escapa que la obsolescencia, en otros ámbitos del acontecer nacional, también permea a nuestra universidad. Sin duda, se requieren cambios en la gestión académica y administrativa También se ha dicho que el XXI es el siglo de conocimiento: la creatividad e innovación ya no pueden seguir siendo consideradas como un asunto excepcional, producto de genialidades puntuales más cercanas a la magia (el Brujo de Pipe) que al estudio consciente. La nueva modernidad, aquella que no reposará exclusivamente sobre los beneficios de la renta petrolera, descansará en la producción de la novedad y el conocimiento. Y para alcanzar ese objetivo son imprescindibles las universidades. La pregunta que debemos hacernos es sencilla (¿qué políticas se deben diseñar que favorezcan la innovación y creatividad?) pero la repuesta es muy compleja. Los expertos señalan que estas cualidades no pueden engendrarse por simple decisión (voy a inventar), sino como resultado de esfuerzos continuados, en un ambiente apropiado, y con una gran motivación. Y nos repreguntamos: ¿qué podemos hacer para estimular la innovación y la inventiva? Un esbozo de respuesta, apuntaría hacia el desarrollo de condiciones favorables para la creación, que fomenten la inventiva, estimulen el saber y eviten rutinas que dificultan la innovación. Para ello, la universidad debe asumir políticas académicas que enfrenten este desafío: la institución deberá mantener una cultura institucional abierta, crítica, capaz de cuestionar certezas, evidencias y caminos ya trillados. La innovación, bueno es recordarlo, consiste, entre otras cosas, en la capacidad de distanciarse de los estereotipos. Tenemos la esperanza de que el nuevo equipo rectoral de nuestra institución, joven y dinámico, se adhiera a esta lógica e impregne su proyecto de gestión con esta filosofía: ¡la innovación al poder!
DECÁLOGOPÁGS 10, 11, 12
BARRIOADENTROPÁGS 8, 9
GIROPOLÍTICOPÁG 17
La Biblioteca General de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, marca un rumbo hacia la excelencia.
Freddy Carquez explica como ha evolucionado la medicina en Venezuela en los últimos 60 años.
Según Frank López, el país requiere un giro político, que vaya más allá de la discusión sobre la enmienda.
MANIPULACIÓNPÁG 5
INSULTARPÁG 16
DELIRIOPETROLEROPÁG 18
El profesor Hernani Zambrano ofrece un análisis de la conducta manipuladora en las comunicaciones.
La palabra fascismo, insulto utilizado tanto por la izquierda como por la derecha, según apunta el profesor Jesús Puerta.
Nelson Acosta Espinoza argumenta sobre las consecuencias que se desprenden de la dependencia petrolera.