Cuadernos 18 - junio, 2009

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Una obra de Alirio Palacios ilustra este número de Cuadernos. En la contraportada, Andrés Barazarte ofrece sus reflexiones sobre la obra de este brillante artista.

“La tolerancia es un valor del liberalismo...” Mario Vargas Llosa, a propósito de su visita a Venezuela.


Una visión desde la perspectiva internacional

La universidad en los tiempos de crisis Miguel A. Megias Ascanio

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oda crisis presenta oportunidades. De ahí que, lejos de lamentarnos por los problemas que ocasiona un presupuesto disminuido, lo que la institución universitaria debería hacer es estudiar la posibilidad de implementar soluciones que en tiempos más normales serían poco factibles.

brían incrementado los niveles de eficacia y eficiencia en los procedimientos administrativos. “Aquí no hay ni un sólo papel, todo se hace por medios electrónicos... ¡hasta las cuentas!”. Esta afirmación fue pronunciada por D. Lorenzo Moreno, Vicerrector de Investigación de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, en la entrevista publicada en Cuadernos Nº 16 bajo el título “En la Universidad de La Laguna la innovación es el norte”.

¿Es el presupuesto deficitario? Las autoridades señalan que los montos otorgados por el gobierno son insuficientes para cubrir los gastos de la institución, y no tenemos dudas al respecto. Sin embargo, parece apropiado enfatizar algunos temas. Por ejemplo, el presupuesto no es conocido por la comunidad universitaria. Estamos conscientes de la rigidez del gasto universitario. Pero tal vez podría ayudar a la reformulación del mismo y a los justos reclamos por una mayor asignación, dar a conocer en detalle el presupuesto en un medio de comunicación masivo, como lo es la internet. Este gesto ayudaría a morigerar las voces que claman que en la universidad hay recursos suficientes y que esta crisis es un invento de las autoridades. Además, la publicación del presupuesto permitiría el análisis por parte de profesores, estudiantes y observadores imparciales que tal vez aportarían ideas para economizar o priorizar el gasto. Invertir más, por ejemplo, en educación a distancia, en investigación o en bibliotecas; y menos en otras actividades que no sean medulares. Este sería un buen ejemplo de la transparencia con que deben manejarse los fondos públicos. Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia.

Descentralización universitaria En 1989, después de una larga lucha, se logró la primera etapa de la descentralización del país. Venezuela fue, a partir de ese momento, una nación donde recursos fueron asignados a estados y municipios y, en consecuencia, se acercaron instancias del poder al ciudadano. Esa es la esencia de la democracia. Sin embargo, las universidades no han seguido ese ejemplo. La descentralización administrativa “puertas adentro” no ha ocurrido. El presupuesto, antes y ahora, se ejecuta bajo un esquema centralista. Creemos que se ganaría eficiencia y eficacia en el gasto si cada facultad, escuela, centro o instituto administrara directamente los recursos que se les asigna

Parlamento universitario

en el papel. Los entes descentralizados tienden a utilizar con mayor eficacia los recursos: debemos tener fé en el buen criterio que aplicarían decanos y directores. Los beneficios de la descentralización han sido demostrados por la gerencia de las más eficaces empresas de este mundo globalizado.

Generar ingresos: una alternativa La actual coyuntura hace obligante la necesidad de formular e implementar una política institucional de corto, mediano y largo plazo para la generación de ingresos propios. El semillero de empresas, por ejemplo, pudiera ser un estupendo primer paso. Nuestra institución debe ser vista como una corporación que dispone de múltiples recursos humanos, infraestructuras (laboratorios, talleres, espacios para conferencias, etc.) y, sobre todo, presencia institucional y credibilidad en la región. La combinación armónica de estos factores bien pudiera conducir a la generación de todo tipo de productos y servicios que generarían ingresos a la universidad. Pero para ello sería necesario derrotar la cultura que apuesta al igualitarismo e ineficiencia. Bueno es recalcar que en la Universidad de Carabobo existen instancias donde se ha probado con éxito este concepto. Un buen ejemplo de ello es la Estación de Promoción y Desarrollo de la Facultad de Ingeniería: allí se generan ingresos realizando estudios y proyectos al sector privado; y paga a los profesores que participan en ellos.

Eficacia administrativa El ahorro comienza por cosas pequeñas. Por ejemplo, en 1991, tuve responsabilidades administrativas en informática y propuse –y logré– que en vez de emitir cheques a los

profesores jubilados se les hiciera un depósito electrónico en su banco. Ello permitió el ahorro de una cantidad apreciable de horas-hombre en firmar, cotejar, coleccionar, distribuir, cobrar y, finalmente, conciliar miles y miles de cheques. Esta pequeña conquista se extendió posteriormente a todos los profesores, empleados y obreros, generando así eficacia, ahorro de tiempo, dinero y recursos.

Telefonía por Internet En Cuadernos Nº 3 (junio, 2007, página 5) escribimos un artículo (La telefonía sobre Internet: ¿Cuándo se implantará en las universidades?) sobre las ventajas y economías del uso de telefonía por Internet. Tal vez las autoridades no han sido informadas sobre las ventajas que traería el uso del backbone de fibra óptica de la universidad. que posibilita las comunicaciones a alta velocidad. Con ella se pudiera sustituir la telefonía fija de CANTV por telefonía VOIP (Voz sobre Internet Protocolo) Esta sencilla alternativa podría reducir la factura de CANTV a cifras muy por debajo de las actuales. Y de paso, mejoraría notablementes las comunicaciones entre oficinas.

La muerte de los oficios Hacemos aquí referencia al oficio, es decir, a las comunicaciones oficiales. El oficio tradicional pudiera ser sustituido por el oficio electrónico, con grandes ventajas: ahorro de tiempo, papel, y dinero. Hace 10 años dicté una conferencia a la que asistieron algunas autoridades rectorales. Hice un análisis de este tema, expliqué cómo el correo electrónico podría sustituir, con muchas ventajas, al correo en papel. Si desde entonces se hubiese implantado el oficio electrónico, la institución hubiera podido ahorrar tiempo y dinero; igualmente, se ha-

La crisis nos obliga a repensar la institución universitaria. De lo contrario se corre el riesgo de perderla por nuestra torpeza o inacción. Todos los que integramos la comunidad universitaria somos importantes en la búsqueda y formulación de un nuevo esquema para la universidad. Es imprescindible proceder a convocar una instancia donde se discutan las alternativas para enfrentar la crisis universitaria y su relación con su entorno regional y nacional. La figura apropiada para ejercer con pluralidad esta discusión y formular políticas que la enfrenten es la de un parlamento universitario. Construyamos la voluntad colectiva para propiciar la concreción de esta idea. miguelangelmegias@gmail.com

Autoridad única para la eficacia Desde hace años venimos proponiendo en diversos escenarios temas que ayudarían a la institución ahorrar dinero y ser más eficaz. Con todo respeto, solicitamos a las autoridades universitarias que designen, vía convocatoria o concurso, a un funcionario de alto rango, como autoridad única para la eficacia. Esta autoridad debe recibir ingresos por el ejercicio de esta actividad, fundamentado en el ahorro de tiempo y dinero que su gestión pudiera producir. Pudiera pensarse, por ejemplo, que por cada bolívar que éste funcionario ahorre (o por cada minuto que mejore un proceso), se le otorgue un bono proporcional, en metálico. En otras palabras, sus ingresos serían proporcionales a la eficiencia en su gestión.


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Editorial

¿Monarquía socialista? Juan Andrés López

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ecientemente conversaba con una joven que se mostró sorprendida cuando le explicaba que una monarquía puede ser socialista. Tal parece que en la mente de algunas personas, en especial si son cercanas al actual régimen venezolano, monarquía es igual a atraso, a tiempos superados, a cosas antiguas, y huele naftalina... Para aclararle el asunto le expliqué que el Rey “reina, pero no gobierna”. Es decir, la figura del monarca constituye un ícono donde se refleja la sociedad y es el punto de encuentro de las más variadas posiciones personales. Tal es el caso en Inglaterra, Dinamarca, Bélgica, Suecia y España, por sólo nombrar unos pocos. En el sistema de monarquía parlamentaria, que es el caso de todos esos paises, el presidente no es electo por “el pueblo” sino por el parlamento que si es electo por el voto popular (el equivalente a nuestra Asamblea Nacional). A menos que un partido obtenga mayoría absoluta, los partidos con mayor votación deben establecer coaliciones o alianzas con otros partidos para así disponer de una mayoría. Y esa mayoría es la que elige al presidente, que es uno de los diputados electos. Es decir, el jefe de la rama ejecutiva del gobierno procede de la rama legislativa; y les rinde cuentas. Cuando la coalición gobernante pierde la mayoría (es decir, hay crisis “de confianza”) el parlamento puede convocar a nuevas elecciones que permitan formar

nuevas mayorías y así también pueden destituir al presidente. No se precisa un referendum ni convocatorias especiales ni tampoco hay que respetar el lapso de cuatro o más años permitidos por las respectivas constituciones. El futuro presidente es presentado al Rey por los partidos que constituyen la mayoría en una ceremonia denominada “de investidura". En definitiva, el Rey sólo puede sugerir líneas de acción que sean válidas para toda la nación. Queda en manos del gobierno llevarlas a cabo, si lo cree conveniente. Curiosamente, este sistema que parace anticuado (así nos luce en esta América nuestra) es realmente muy moderno. La modernidad consiste en respetar la democracia y aupar las libertades. De modo que las diferencia no sólo son respetadas (en el caso español hay catalanes, andaluces, vascos, gallegos, etc.) sino que se estimulan las diferencias. Las comunidades pueden ser diferentes, hablar incluso idiomas distintos; pero el Rey simboliza y une a la nación, indepen-

dientemente de quien gobierna. Los gobiernos son transitorios: pero el Rey, que representa a la nación, es un valor permanente. Es interesante anotar que los paises donde se abolió la monarquía (Grecia o Italia, por ejemplo) han pasado por largos períodos de inestabilidad política. En cambio, los paises donde la monarquía tiene vieja data, parecen ser los más estables. En el caso español, el pueblo votó para darse un gobierno republicano en 1873 pero duró sólo un año. Volvió a votar, en 1931 para crear la segunda república; pero la Guerra Civil y las fuerzas reaccionarias también la cercenaron. Tras 40 años de la dictadura de Franco, España retoma la monarquía con el joven Juan Carlos de Borbón, pese a las protestas de la izquierda. Desde entonces, España disfruta de un período sin igual de estabilidad política, crecimiento económico, libertades nunca vistas y vanguardia en derechos civiles (matrimonios gay, por ejemplo). ¡Y el gobierno es socialista! ¿Que socialismo puede haber en una monarquía parlamentaria? Pues el socialismo del siglo XXI, que anhelamos en Venezuela: seguridad social, servicios médicos gratuitos y excelentes, educación oficial de primera, autonmía en las regiones, progreso, libertad, respeto por los derechos humanos... y televisoras del estado abiertas a todos. ¡Socialismo, pues, pero del monárquico! ¿Es malo?

La tenacidad paga Recientemente, los profesores jubilados recuperaron parte de los haberes que la universidad había retenido contrariando en artículo 119 de la Ley Orgánica de Seguridad Social (LOSS) publicada en gaceta el 30 de diciembre de 2003. El reclamo antes las autoridades universitarias del momento, para que esta devolución se hiciera efectiva, comenzó en 2003. Desde entonces, esta exigencia tiene nombre y apellido: Dr. Ascander Contreras Uzcátegui. Cierto es que instituciones (Consejo de Profesores Jubilados, Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo) y muchas personas contribuimos a hacer efectiva la devolución. Pero el esfuerzo principal, la tenacidad en la exigencia, la voluntad férrea de no dejar ni un sólo mes sin continuar protestando, fue labor exclusiva del profesor Ascander. Los mil y tantos profesores que hemos recuperado lo que equivocadamente se nos descontó debemos agradecerle a Ascander y reconocerle su labor incesante durante casi seis años, sin treguas. Visto ahora, luce obvio que las autoridades estaban en la obligación de devolver las retenciones. Pero de no haber sido por su insistencia, probablemente nada hubiera sucedido. La lucha ha sido la de un profesor, armado únicamente con la razón y el derecho que le asiste, frente a una institución con todo el poder que ello conlleva. David frente a Goliat. Lección ésta que los ciudadanos debemos asimilar y, en la medida de nuestras posibilidades, emular. Una persona que se enfrenta al inmenso y poderoso aparato del estado luce como una lucha muy desigual, cierto. Pero a la larga, cuando le asiste la razón, cuando la ley está del lado del ciudadano, no hay poder en la tierra capaz de obliterar la voluntad individual –que se puede convertir en colectiva– de millones de personas que se sienten agredidas, agraviadas, vulneradas o atropelladas. La tenacidad de que hizo gala Ascander es la misma que debemos emplear todos y cada uno de nosotros para cambiar las cosas.

INDUSTRIAPÁGS 10, 11

AUTONOMÍAPÁG 13

JAQUEPÁG 17

José Greco, de la empresa Resimón, reflexiona sobre la relación entre industria y universidad.

Una novedosa visión de la Misión Alma Mater y su relación con las universidades autónomas, nos ofrece Julio González Bello.

José Rafael López Padrino se interroga sobre el caracter “util” de la ciencia y cómo el IVIC ha sido puesto en jaque.

FÁRMACOSPÁG 18

HISTORIAPÁG 5

TRICOLORPÁG 7

Raúl Isea, coordinador del Centro de Cálculo de la Universidad de Los Andes, en busca de nuevos fármacos mediante informática.

El poeta Luis Alberto Angulo comenta las obras del escritor José León Tapia, como narraciones-historia.

Desde Canadá, Erika Roostna Javornik, proporciona una visión poética de la nostalgia del emigrante.


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Cuadernos Nº 18

Junio, 2009

Cartas a los Editores

Autoridades de la Universidad de Carabobo Jessy Divo de Romero Rectora

Ulises Rojas Vicerrector Académico

José Ángel Ferreira Vicerrector Administrativo

Pablo Aure Secretario

Cuadernos de la Secretaría Una publicación de la Secretaría de la Universidad de Carabobo

Pablo Aure Director

Editores: Miguel A. Megias Ascanio miguelangelmegias@gmail.com Nelson Acosta Espinoza ancostnelson@gmail.com

Comité de Redacción Freddy Carquez Márquez carquezf@yahoo.es Hernani Zambrano Giménez hernani@stanfordalumni.org Gustavo Miranda hdlmt15@hotmail.com

Periodistas: Astrid Suarez Mieles suarezastrid@gmail.com Mariandreína Ruiz Roa mariandreinaruiz@hotmail.com

Colaboradores: Arnoldo Maal Alecia Castillo Henríquez Renzo Buia Frank López Ascander Contreras Uzcátegui Jesús Puerta Tulio Hidalgo Vitale Julio González José M. Ameliach Nuñez Elie Habalian Dumat Federico Arteta-Bracamonte Eva Monagas Alberto Ramos Balza Nelson Falcón Veloz Helena Acosta Mariño

Envíe sus artículos a: cuadernosUC@gmail.com

Cuadernos en la Web: www.cuadernos.org.ve

Impreso en Publicaciones Degal, C. A. Tiraje: 5.000 ejemplares Política editorial: Cuadernos no se hace responsable por las opiniones emitidas por los columnistas.

Estimados Editores: Leí el artículo detenidamente titulado “la Revolución Espiritual” escrito por el Profesor Tulio Hidalgo publicado en principio en el diario El Carabobeño y posteriormente en la prestigiosa publicación universitaria Cuadernos Nº 17. Debo comenzar felicitando a los editores por haber seleccionado y publicado este artículo y especialmente al redactor del mismo porque de una forma clara, sencilla y didáctica plantea un problema real, en la que están inmersos varios países del planeta y entre ellos no escapa el nuestro. Coincido con usted, que tanto los modelos económicos como políticos han demostrado a lo largo de la historia, que no le han dado al ser humano respuestas a sus necesidades en cuanto a lograr su mayor anhelo “una vida plena” en la que reine la justicia social, la equidad y la igualdad en los derechos fundamentales del hombre, para construir una sociedad donde se conviva en armonía, reine la solidaridad, la coexistencia pacífica; en síntesis, imperen los valores éticos, morales y sociales. Sin asumir una postura pesimista, es necesario reconocer una realidad: en gran medida el comportamiento de la sociedad venezolana indica que está dejando de asumir los valores morales y en cambio se introducen otros que podemos denominar antivalores lo cual mina o denigra las relaciones humanas. Con base en ello, considero que la verdadera crisis de nuestro país más que por agotamiento de los modelos políticos-económicos es una “crisis” Ética y Moral, atreviéndome a predecir que cualquier modelo que en otros países ha sido exitoso, en el nuestro podría fracasar si no se atiende a fondo este grave problema con prontitud y eficiencia. Las causas son diversas;por razones de espacio, solo mencionaré una de ellas, por ser fundamental, como lo es el tener un sistema educativo desvinculado de las necesidades actuales de los ciudadanos es decir, mas orientado a informar que a formar. Aunque todavía existe parte de la población venezolana que asume y exhibe las normas universales de toda sociedad, la mayoría de la población, incluyendo algunos líderes, muestran lo opuesto; huelgan los ejemplos que pueden comprobar esta hipótesis. Aquí cobra fuerza el planteamiento del Dalai Lama, citado por usted, sobre una nueva revolución, como lo es La Revolución Espiritual, fundamentada en las cualidades del espíritu o bienes espirituales: el amor, la felicidad, el perdón, el respeto, entre otros, son valores morales y sus opuestos son los que conducen a la degradación espiritual del hombre o deshumanización y por tanto a su autodestrucción. Debemos aprovechar esta oportunidad que nos brinda la “crisis” para decidirnos: • Reencontrarnos con nosotros mismos, cambiando “internamente” para conservar y mantener nuestra esencia y así ser mejores personas. •Formar educadores que demuestren sus virtudes al vivir y que eduquen a vivir de acuerdo a la concepción ética de la vida. •Reestructurar los curricula, sobre todo el nivel de educación básica, por ser la base donde se construye la personalidad del individuo, otorgando primordial importancia al fomento de los valores en coordinación con la familia. •Impartir una educación moral a los padres; la familia tendrá que sostener correspondencia directa con la escuela. Es así como yo concibo una aproximación a la Revolución Espiritual para un país, y sobre todo para el nuestro que hoy por hoy clama por ella. Para finalizar: “Un hombre vale lo que valen sus valores y la manera como los vive”. Una persona con altos valores morales promoverá el respeto a sus semejantes, la cooperación, la no violencia, la tolerancia, la comprensión, el servicio para el bienestar común, en fin El Amor que es la síntesis de todos los valores. Reciban mi sentimientos de aprecio, Prof. Imperio Lugo de Rodríguez

Todos los derechos reservados. Copyright ©Cuadernos, 2008

cuadernosUC@gmail.com

Llamado a concurso

PREMIO FERNAND BRAUDEL 2009 CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES La Asociación Venezolano Francesa en Ciencias Sociales y Humanidades Jeannette Abouhamad (CISHFRAVEN), el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Sorbonne Nouvelle, Paris 3, y la Embajada de Francia en Venezuela, invitan a participar como candidatos al “Premio Fernand Braudel 2009” a todos los licenciados en Ciencias Sociales o en Humanidades que cumplan con los requisitos establecidos. En su edición 2009, el premio se realiza gracias a la generosa contribución de la empresa Air France Venezuela.

Objetivos Promover la cooperación científica entre Francia y Venezuela en el campo de las ciencias sociales y las humanidades. · Premiar al investigador, al profesional o al estudiante de postgrado que presente el proyecto de investigación más interesante e innovador dentro del área, teniendo cabida bien sean contribuciones teóricas o información empírica proveniente de Francia y que constituyan un aporte a la comprensión de los procesos políticos, económicos, sociales o culturales de Venezuela.

Premio Se otorgará un apoyo financiero para que la persona seleccionada realice una estadía en Francia de mínimo un mes a fin de recoger los aportes provenientes de este país que requiere su proyecto de investigación. Dicha estadía se hará en el marco del Instituto de Altos Estudios para América Latina (IHEAL-Universidad de París 3/Sorbonne Nouvelle).

Las personas interesadas, pueden dirigirse a las direcciones abajo citadas para informarse en detalle: IHEAL: Prof. Polymnia Zagefska, polymnia.zagefska@neuf.fr CISHFRAVEN: cishfraven@gmail.com Ambassade de France au Venezuela: sylvain.leonard@diplomatie.gouv.fr

Nuevas secciones, nuevas firmas Cartas a los Editores En este número, publicamos la comunicación recibida de la profesora Imperio Lugo, quien comenta el artículo de Tulio Hidalgo publicado en Cuadernos 17. Gracias a todos los lectores y que nos escriben. Una vez más, si ustedes críticas o desean que toquemos algún tema en particular, díganoslo. ¡Anímense a escribirnos!

Nuevas firmas Nuestras páginas están abiertas a todos aquellos que deseen escribir sobre tópicos que puedan ser del interés general de la comunidad universitaria: estudiantes, profesores o personal administrativo u obrero. Por supuesto, también consideramos artículos de personas que no son miembros de la UC. Esta publicación -que es tu publicación- es plural, democrática y abierta a las más variadas corrientes del pensamiento y postu-

ras intelectuales. Si usted, amigo lector, tiene algo que decir... ¡pues envienos su artículo! En palabras de Kotepa Delgado: "escribe, que algo queda". Desde luego, el lenguaje en que se exprese debe corresponder al nivel académico y de respeto que son característicos de Cuadernos. Nos reservamos el derecho a editar o publicar los artículos, en función de los temas y de la disponibilidad de espacio. Gracias, amigo lector.


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Obras escogidas de José León Tapia*

Reciprocidad literatura-historia Luis Alberto Angulo

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ste tomo de Obras escogidas de José León Tapia (Ediciones de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, 2008. P. 816), tiene dos grandes vertientes: la histórica y la literaria. Ambas tendencias, por cierto, se mantienen de manera fusionada a lo largo de casi toda su producción y ameritarían, en cualquier intento valorativo penetrante, tanto de la acuciosidad del investigador de nuestra historia, como de la mirada envolvente y analítica del ensayista literario. Sin asumirme especialista en ninguno de esos campos para abordar de manera sistemática la relación literatura-historia, así como la que establece a la literatura como auténtica fuente histórica, a mí, quizás desde la mirada de la poesía, se me hace evidente esa reciprocidad, que es la de la vida misma interconectada como totalidad. En todo caso, he sido un lector más de los muchos que ha tenido el Dr. Tapia. Claro, un lector que puedo llamar afortunado: casi todos sus libros los leí coincidiendo en el tiempo de sus primeras publicaciones y ellos pertenecen al haber de mis lecturas formativas. Su impregnación, creo, está en lo que queda luego del olvido y son parte de una conciencia histórica o literaria, latente pero viva y honda. Ellas andan en mi espíritu como en el de muchos de mi generación, de mano de escrituras seductoras y de conocimiento de nuestra realidad. Francisco Herrera Luque, Luis Britto García, Orlando Araujo, Argenis Rodríguez, Denzil Romero, Arturo Uslar Pietri, entre otras lecturas que ahora no intento precisar, ofrecieron una posibilidad de ver al país, que antes se había intentado, sin duda alguna, pero que en ellos revela una perspectiva mucho más cercana a nuestro tiempo y a los valores que despliegan una inmensa conciencia nacional más allá del etiquetado mundo del criollismo, el

nativismo o las corrientes vanguardistas de nuestra literatura. En José León Tapia hay una inmensa necesidad de contar que le viene de su formación literaria; pero que, además, está vinculada a una condición llanera y familiar que lo empuja de manera directa a los procesos de nuestra historia. La terrible guerra federal está muy cercana en la vida de los suyos, marcándole con dureza para impulsarle a la búsqueda de un conocimiento original de aquellos hechos que continúan nutriendo el presente. La figura de Ezequiel Zamora, por cierto, no le ha sido indiferente a ningún barinés; se le venera y malquiere allí con la misma intensidad. Nuestro estado fue nombrado Barinas por el propio General de Hombres Libres. Posteriormente, como homenaje del federalismo a su memoria, llevó entre 1862 y 1937 su nombre varias veces, que posteriormente, zamoranos desbocados, (mediante un inconsulto acto jurídico de la Asamblea Legislativa, que hoy ameritaría al menos un referéndum), borraron de un plumazo, evidenciando, una vez más, la animadversión que hasta su sólo nombre podía y puede convocar dentro de la representación oligárquica. Este personaje tan controvertido de la historia venezolana, y en especial a la historia referida a la región en donde nació, creció y tuvo tanta presencia José León Tapia, -descendiente, por cierto, de rancias familias de esa zona-, va a ser fundamental y clave para la comprensión de su obra. Un personaje, repito, odiado por la mayoría de la clase política dominante y, al mismo tiempo, amado hasta la veneración por el pueblo llano, es el que va elegir el escritor barinés como símbolo central de toda una obra narrativa inscrita en lo histórico. Asimismo, pudiera decirse, analizando las tendencias de José León, que tal vez el personaje lo eligió a él como escritor mucho antes de serlo, para convertirlo, mientras mutuamente se conocían, en otro personaje de su propia dimensión. Pienso que Obras escogidas, puede leerse como una gran novela histórica cuyo personaje se trasmuta constantemente para convertirse en todo un colectivo que continúa vibrando en historia viva hasta nuestros fervientes días bolivarianos, independiente, incluso, del curso que intentara imprimirle luego la voluntad misma del escritor, tal vez para no dejar encerrarse a sí mismo en su propia escritura, como fue siempre su afán. Seis libros se encuentran aquí reunidos: Por aquí pasó Zamora, Ezequiel Zamora a la espera del amanecer, Maisanta, el último hombre a caballo, La música de las charnelas, Los años del olvido, y Cuando se alarga la esperanza. Nada nos impide leer esta obra como la gran novela de un largo e intenso período de terribles desencuentros, fracturas y al mismo tiempo, afirmaciones, del acontecer de los últimos 150 años que se inició, simbólicamen-

te, en la Batalla de Santa Inés y que ahora fluye rotundo en la decisión de todo un pueblo que intenta asumir la propia dirección de su camino y que le es imposible aceptar impasible, ser traicionado de nuevo por el motivo que fuera. José León Tapia, que fue siempre un gran conversador y un estupendo escucha, se llenó el alma de toda una tradición oral que cierta historiografía dominante no intentaba siquiera tomar en cuenta. Por fortuna para nosotros, sus lectores, su vocación de historiador no era academicista; tampoco su proyecto literario, si pudiéramos hablar de que hubiese alguno, es retórico, preciosista o de alguna manera presuntuoso. Sin embargo, su escritura está viva, yo la siento cercana a la gran poesía del decir; algo que quizás sea redundante porque, cuál poética verdadera, puede no decir. Sin apoyarme en ningún criterio en especial y sin pretender hablar de categorías literarias de ninguna especie, siento que la obra narrativa de José León Tapia tiene el enorme mérito de asumir una voz que difícilmente asumen historiadores y literatos, que es la voz de quienes han sido acallados, la voz de los excluidos, la gran voz del pueblo que clamando en el desierto sí es la del Verbo, la del hacer. Tal vez por ello lo siento cercano a la poesía cuyo discurso ha sido siempre el de los vencidos y los amorosos. No por casualidad Tapia tiene un título con ese nombre, Los vencidos, que ofrece grandes claves para aproximarnos a la insurgencia de su escritura. Él rompe la convención según la cual la historia la escriben los vencedores al aliarse al mundo de los vencidos e intuir el trasfondo clasista en el que se dirime la contradicción de esa realidad. Hay personas supuestamente muy doctas que afirman que la simbología revolucionaria de Zamora y de Maisanta, por ejemplo, no tiene depositario en la actualidad o que, simplemente, ella no existe, o que es un trasnochado invento para crear artificialmente una mitología de nuestros tiempos. ¡Qué poca percepción de la espiritualidad de nuestra nación! ¡Qué increíble insensibilidad ante la manifiesta expresión del carácter de nuestro igualitarismo y sempiterna irreverencia es suponer que no existe un sustrato cultural histórico que nos identifica como pueblo! Es ese desconocimiento el que no le permite a muchos especialistas sociales apreciar con justicia el sentimiento protagónico que ha explotado en los sectores tradicionalmente marginados de nuestra sociedad. Una obra como la de José León Tapia en ese sentido, representa un gran esfuerzo y un gran aporte para la comprensión de lo que hemos sido, de lo que somos y podemos ser. Una obra así tiene que ser analizada con inteligencia y actitud desprejuiciada para históricamente poder entender mejor nuestro drama político y no repetir una y otra vez los terribles errores que nos han martiri-

José León Tapia. Foto: Maao

zado. Quisiera comentar un breve poema que publiqué en 1994 y que fue escrito en momentos muy difíciles. Obviamente, está dedicado a José León Tapia: Que renuncie el presidente / el magistrado y el fiscal / que renuncie el presidente / y el candidato / que renuncie el hambre y la miseria / el sordo a su silencioso mundo / así el cólera y su compañera / que renuncien en acto público y sagrado / que renuncien los vencidos / todos, menos uno / el derrotado de tu amor (Antípodas, 1994) Me enorgullece entonces el logro de Ediciones de la Presidencia de la República de publicar a esta estupenda selección hecha por el autor. Felicito a la Asamblea Nacional, e igualmente al Parlamento Amazónico, por su disposición a homenajear la gran pasión indagadora de nuestro historiador y su capacidad de contarla, con la voz de todos que es la del poeta, de ese ilustre autor barinés que se llama José León Tapia Contreras. Amigo nuestro. luisalbertoangulorivasunica@yahoo.com

*Fragmento de la intervención del poeta Luis Alberto Angulo en el acto de presentación de la obra de José León Tapia, editada por la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Evento realizado en salón “Simón Rodríguez”de la Asamblea Nacional el 15 de abril de 2009.


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Cuadernos Nº 18

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La universidad latinoamericana: pasado, presente y futuro Renzo Buia Carpi

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esde su génesis, las universidades latinoamericanas siguieron las experiencias que trajeron los conquistadores desde España y Portugal; es decir, fueron instituciones semi-religiosas que servían para la formación de clérigos y profesionales de la burocracia pública, siendo dirigidas por las órdenes religiosas más conocidas: jesuitas, dominicos, franciscanos, agustinos, etc. Se impartían cátedras de teología, filosofía, latín y más tarde ampliadas a las matemáticas, medicina y leyes. La primera universidad latinoamericana fue fundada en 1538: Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo; luego, San Marcos, en Lima y la de México, en 1551; siguieron la de San Tomás, en Bogotá, 1580; Córdoba, Argentina, 1621; San Carlos, en Guatemala (1676); y por último las universidades de La Habana y Caracas, ambas en 1721. Con la emancipación de los nuevos países latinoamericanos también las universidades se transforman, en su mayoría, de religiosas a laicas, bajo la tutoría del Estado, siempre con la vista puesta en Europa –concretamente en España y Francia– para luego abrirse, también, hacia las experiencias norteamericanas, inglesas, canadienses, argentinas, chilenas y mexicanas, en el afán de buscar una propia identidad. Esto es, en síntesis, el pasado y el presente que mañana también será pasado.

Manifiesto de Córdoba A nosotros lo que nos interesa es el futuro, y para pensarlo empezaremos recordando el Manifiesto de Córdoba, fechado el 21 de junio de 1918, extraordinario documento de esta universidad argentina, por su contenido y su visión hacia un futuro más cónsono con las realidades hispano-americanas, no sólo referido a la comunidad universitaria, sino también dentro del contexto continental. Dicho manifiesto, y el detalle curioso es que está en perfecta sintonía con los comienzos de las primeras universidades europeas, en especial la de Bolonia, donde en 1252 se fundó la Asociación de Estudiantes del mismo Ateneo y que fue uno de los grandes motores del desarrollo universitario, cuando en el citado documento de Córdoba leemos: “…la autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejerce mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando… Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación

es una larga obra de amor a los que aprenden… En adelante, sólo podrán ser maestros en la república universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien... La juventud ya no pide: exige que se reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa. La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su Federación, saluda a los compañeros de América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.”

Consolidar la universidad ¿Entonces, qué nos queda por hacer para preparar el futuro, si bien es cierto que el presente es fruto del pasado y el futuro es fruto del presente? En primer lugar, consolidar nuestra universidad; es decir, darle su propia identidad, minimizando la característica actual de híbrida, debido al mismo proceso histórico de mestizaje, no sólo de razas, sino también de doctrinas filosóficas y siempre dinámico, por una revolución profunda, cuyas proporciones ideológicas son más importantes que las socio-económicas y políticas, no pudiéndose subestimar las fuerzas intelectuales presentes, cuya participación e influencia varían de región a región. En América Latina, el mundo académico, incluyendo a los grupos estudiantiles, ha estado presente en el curso de su historia. Como ejemplos: el partido Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) de México, surgió del movimiento reformista universitario peruano de 1919, la participación de la universidad de La Habana en la revolución de Cuba, la presidencia del intelectual Domingo F. Sarmiento en Argentina y la de Rómulo Gallegos en Venezuela. Las transformaciones, aupadas por los movimientos ideológicos, y la participación de los intelectuales, deben consolidarse en hechos concretos. Nadie da lo que no tiene. De modo que es menester hacer autocrítica y profundas reflexiones para despertar de la comodidad en que estamos inmersos y buscar nuestra identidad para luego trazar los lineamientos más oportunos y posibles, es decir, tomando en cuenta los recursos humanos, los medios disponibles y las necesidades del país, evitándose, finalmente, los proclamas

Antecedentes históricos Los antecedentes de las universidades occidentales los encontramos en la Grecia de los siglos V y VI a.C. con la Academia de Platón, institución casi-religiosa, que se ocupaba de la formación de los jóvenes aristócratas. Se estudiaba gimnasia, canto, matemática, oratoria y dialéctica. Más tarde, en el periodo helenista se fundó la ephebeia, es decir, unos cursos a nivel superior para la educación de los jóvenes de 18 a 20 años, donde la enseñanza de las materias antes indicadas se complementaba con las artes marciales. Los romanos asimilaron el modelo helenístico de la educación, agregando al currículo el estudio del griego antiguo y el latín así como la oratoria y, en especial, al derecho. Desde el siglo IV d.C. hasta el siglo XI d.C. la educación superior se estanca, reduciéndose a las congregaciones religiosas, que repetían los currícula tradicionales romano-cristiano, a diferencia de la extraordinaria actividad educativa que se venía desarrollando en las regiones ocupadas por los árabes en la península Ibérica, concretamente en Sevilla, Córdoba, Granada y Valencia, con estudios avanzados en matemática, física, química, medicina, farmacia, geografía, ciencias políticas, entre otras. Es a partir del renacimiento medieval del siglo XI que asume su verdadero

rimbombantes, las metas imposibles, los propósitos inalcanzables, fruto de la retórica tradicional, estática y agradable para el status quo, que le otorga siempre sus calurosos aplausos. Más que nunca, se hacen vigentes las palabras del autor del Gatopardo, el Conde de Lampedusa: “hay que tratar de cambiarlo todo para que todo quede igual”. Es ésta una de las trampas del subdesarrollo: copiar –puesto que es más fácil y menos engorroso que crear– y aplazar las acciones a tomar, esperando que los problemas se auto-resuelvan, sentarse en su propia comodidad, endosando las responsabilidades a los demás. Para los años venideros, es decir, para la construcción del futuro, hace falta más coraje, apoyándonos con fuerza en la meritocracia, único baremo para mantenernos en la justicia, base de la democracia, el respeto y la superación para cada individuo y así estimular la comunidad, mediante los ejemplos y el trabajo.

Apostar por las capacidades intelectuales e innovación Basta observar los países más avanzados (los escandinavos) y los que se han asomado al crecimiento y desarrollo en las últimas décadas (los

significado el término educación superior, para diferenciarse de la existencia de escuelas inferiores. Relevancia tuvieron los monasterios franceses de Cister y Cluny, para impulsar nuevamente los estudios superiores (Studia), donde los estudiantes debían insudare, es decir esforzarse para aprender las doctrinas, y es allí cuando se desarrolló un fenómeno importantísimo para la evolución de los ateneos hacia su concepción moderna: los profesores no sólo transmitían conocimientos específicos de cada materia, sino también un conjunto de ideas, de nociones, de métodos y experiencias, compartidos con la comunidad, lo cual permitió no sólo la acumulación del saber, sino también el análisis crítico del conocimiento y del entorno socio-político, realidad ésta que apoyada por la presencia de los Universitas Scholarium (asociaciones de estudiantes, siendo la más antigua la de Bolonia, Italia del año 1252) y la absoluta libertad asociativa, propia del mundo medieval, desembocó en la sustitución mayoritaria de las universidades eclesiales por el Estado y las Ordenes Profesionales, dibujándose claramente la aparición de la universidad entendida en su acepción actual.

asiáticos): su principal punto de apoyo ha sido la educación; y las universidades han jugado, y aún juegan, un papel fundamental. Limitados en recursos económicos, han apostado a los recursos más valiosos: las capacidades intelectuales y las innovaciones. Esto les dio un valioso resultado: la productividad. Lo más asombroso es que nuestro país tiene abundantes recursos intelectuales, mano de obra calificada e importantes recursos económicos. ¿Quién puede contribuir a combinar de manera óptima tales factores? Ciertamente, las universidades. Es tiempo de pasar a la acción mediante la promoción de un plan nacional –fruto del consenso mayoritario de las comunidades universitarias, la sociedad civil y el Estado– como bien nos ha señalado el documento de la Universidad de Córdoba hace, nada menos, 90 años. Las universidades, por su misma esencia, pueden y deben tomar la iniciativa y el liderazgo para ser los facilitadores de todas las fuerzas existentes en el país, para así lograr el futuro que todos queremos y nos merecemos. renzobuia@interlink.net.ve


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Un corazón tricolor en Canadá Erika Roostna Javornik

H

ay un dolor grande cuando se deja la tierra donde se nació, pues la tierra siempre se ama como a una madre que nos ve nacer y crecer. Hay ausencias que nos marcan, las que nacen de las memorias de la vida que desarmamos allende de nuestro pasado. Pero cuando ponemos distancia entre nosotros y el centro de nuestros afanes, sólo entonces somos capaces de comprender el impacto en nuestra esencia, de reconocer la sustancia de que estamos hechos, de acometer lo que somos capaces. Nací en una tierra donde no vivo. No sé si fue el hecho de coyunturas históricas o de herencia feroz, pues soy hija de inmigrantes, que la Segunda Guerra esparció por el mundo y se asentaron en Venezuela. Crecí escuchando historias peregrinas sobre sus andanzas cargadas de nostalgia por el pasado bueno, de miedos de la crueldad que enfrentaron y de toques mágicos por las nuevas oportunidades. Oí ancestrales coplas de viaje, cantadas por mis abuelas, mientras se mezclaban las melodías con sus risas y sus llantos. Habiendo enfrentado penurias y hasta la muerte, dieron un salto de fe, recomenzaron vida y se hicieron más venezolanos que las orquídeas. Por eso, ahora en el silencio que da la distancia, comprendo muchas cosas de mi estirpe que antes daba por hecho sin mayor reflexión. Somos el negro, el blanco, el indio y el inmigrante bajo el tricolor que nos alberga en la historia y nos marca en los destinos. Somos Salto Ángel, somos tepuyes y verdes bóvedas tropicales, somos los llanos de Rómulo Gallegos, nieves perpetuas del Pico Bolívar, efímeros médanos de Coro, palmeras desperezadas en alguna playa de Margarita. Somos vibración de los tambores de San Juan y de los Diablos de Yare, metidos en la sangre. Somos pasión desenfrenada de los juegos de béisbol de Caracas-Magallanes, somos exquisitez de las arepas con queso telita, somos amistad infinita acompañada con la cervecita bien fría y frenesí de las discusiones políticas de moda. Somos venezolanos. Estirpe de libertadores, casta de grandeza, heredamos la certeza de que donde he-

mos de llegar, plasmamos nuestra huella, sutil o potente, pues nos define el aroma de la autodeterminación, la senda de la algarabía y el orgullo en la piel. Por diversas circunstancias, traviesas o trascendentes, el destino nos ha reunido en Canadá, que pudiera ser cualquier parte de este vasto mundo. Nos hemos incorporado en su cultura de múltiples aristas, a algunos, de manera suave y terrenal, para ennoblecerla con nuestro profesionalismo y desafío superlativos; a otros, como una prueba de fuego frente a paradigmas de corto plazo y arquetipos de fiesta perenne, para aleccionarlos en la perseverancia y en el futuro. Canadá nos ha marcado en lo profundo de las entrañas latinas. Pero nosotros, seres de luz o luz de seres, también estamos forjando nuestro rastro indeleble: somos un tatuaje de amarillo, azul y rojo, exótica flor tropical, que se funde con el maple leaf en una danza de varios mundos y nos ha transformado, a venezolanos y a canadienses, en únicos e irrepetibles, en experiencias y reflexiones, en turbaciones y en coraje.

“Hemos disfrazado la nostalgia por la patria con la cotidianidad serena y el tránsito de las estaciones” Hemos disfrazado la nostalgia por la patria con la cotidianidad serena y el tránsito de las estaciones. Hemos enmascarado la tristeza del ombligo enterrado en Choroní, Maturín o San Fernando de Atabapo, con la contemplación admirada y silenciosa ante un jardín recién nevado en mitad del mes de enero. Tenemos la dicha, pero también el compromiso colosal, de poseer entre las manos lo mejor de dos mundos, nunca excluyentes: la espontaneidad tórrida y el colorido erótico de una Venezuela que late, entretejidos con la disciplina tenaz y la confiabilidad bondadosa de un Canadá que alberga. Muchas de estas tesis se nos antojarán irónicas, quizás plagadas de di-

cotomías, pero las experiencias peregrinas parecen tener un mismo patrón: mezcla de alegrías y tristezas, añoranzas y gratitud, expectativas y miedos, fe y dudas, un poco de envidia y deseos de suerte de los que se van y de los que se quedan. Y es precisamente en los vericuetos de las dualidades donde encontraremos la robustez de nuestras raíces; es lejos de Venezuela y de nuestro idioma, donde nos reconciliaremos con nuestros fundamentos y serán las dudas las que nos guíen en el periplo de ser felices profetas fuera de la tierra que nos parió, para acometer los sueños en el arrebato de una paz recién descubierta. Hay cosas que suceden en una vida, hay otras que suceden en dos o más. Sólo tenemos ésta; nuestros hijos se encargarán de las suyas. Sé que su alma tierna es capaz de albergar muchos hogares y mucho amor. Canadá es la tierra donde crecen, viven y luchan; Venezuela es el recuerdo ancestral que no se borra. Pero, si acaso las distancias le hiciesen mella a las memorias, es nuestro deber de sangre, como embajadores de una Venezuela imponente y pujante, que nuestros hijos añoren su terruño, que no pierdan el español, lengua de cadencias y de pasión, que cultiven su identidad de venezolanos “echados pa’lante” y que mantengan en alto el tricolor en el corazón. erika.brett@rogers.com

Historias de emigrantes La historia de los padres de Erika es por demás intresante. Su padre, Arne Roostna, nacido en Estonia, vivió parte de su niñez en Alemania; y su madre, Elisabeth Javornik, de origen Esloveno, era hija de refugiados de la II Guerra Mundial. Arne y Betty viajarona en el mismo barco rumbo a Venezuela y ambos llegaron al Trompillo, estado Carabobo, depósito de emigrantes europeos en los años 50. Allí, sus vidas se separaron. Años después se volvieron a ver casualmente en una playa del litoral caraqueño, en un breve viaje que realizó Arne a Venezuela desde EE.UU, donde estudiaba ingeniería en la Universidad de Florida. El reencuentro produjo el flechazo y meses después se casaban. Producto del matrimonio, nacieron Erika y Verónica, dos bellas catiritas muy criollas. Por cuestiones del destino ambas, felizmente casadas, viven en el exterior. Desde Canada, Erika nos regala este precioso escrito. Actualmente, el profesor Arne Roostna Reinwald funge como Cónsul de Estonia en Venezuela. Emigrar parece ser el destino de algunas familias...


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Cuadernos Nº 18

Junio, 2009

¿La casa que vence las sombras? Freddy Carquez

I

gnorar el vandalismo del gobierno chavista no es sólo políticamente suicida, es mucho más que eso: es bajar la cabeza servilmente, es admitir la violencia obscena del poder, que se ejecuta, además con cobardía al agredir con ventaja y alevosía a los más débiles. Y eso es lo que hicieron los ciudadanos encapuchados y protegidos por los cuerpos de seguridad del estado: incendiaron vehículos en la UCV el miércoles 20 de mayo comportándose como una banda lumpen y para-policial, pagada con los dineros del estado, gracias al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia (MPPRIJ). Pero lo que es aún peor: esos hechos expresan un profundo atraso cultural que responde a una concepción abusiva y prepotente del poder, que envuelve tanto a los que dirigen, como a los dirigidos que comparten el papel y la tarea, desconocedora del derecho de los otros a disentir, y de nuestros deberes para con la sociedad, de la cual todos somos parte y en la cual estamos obligados a respetar y hacer respetar las normas convenidas colectivamente; acontecimientos que retratan, de cuerpo, entero el camino represivo que transita el gobierno. Y lo que es quizás mucho más grave: la cobardía y el desconocimiento del derecho de los otros, base racional de todos los tiempos para la paz entre los seres humanos. Es un mensaje de incitación a la violencia que va implícito en la conducta que estamos denunciando, porque lo sucedido es un acto de despojo frente al cual todo ser humano está en el derecho de defenderse, situación donde las fronteras racionales y civilizadas de la no-violencia y del respeto entre nosotros desaparece.

Provocadores y arbitrarios Desde sus comienzos, el régimen ha construido sus políticas de comunicación y debate con la sociedad, utilizando el irrespeto y el desconocimiento del derecho de los otros a la existencia de sus espacios de opinión y de acción, independientemente de las diferencias y del carácter contradictorio que ellas puedan tener, porque en una sociedad democrática parte esencial de la misma es la coexistencia en igualdad de derechos y deberes de las contrapartes. Cada vez que el Ejecutivo ha sido derrotado en cualquiera de sus proyectos y propuestas, desaparece la piel de cordero para darle paso a la conducta del lobo, el Presidente se convierte en Júpiter, de su garganta salen rayos y centellas, palabras y

realizaciones ofensivas, grandes o pequeñas, que instrumentadas mediante la utilización discrecional de los recursos del Estado, armas y dinero, son destinadas a imponer una nueva situación mediante el atropello de las posiciones conquistadas democráticamente por la oposición o por los sectores independientes ajenos a unos y a otros. Comportamiento gubernamental en el que el Ejecutivo, y especialmente el ciudadano Hugo Chávez, ha creado una peligrosa realidad en la cual no existe legalidad confiable, porque las instituciones del Estado se han desordenado. No es una exageración hoy calificar de ilegales a una gran parte de las actuaciones del Poder Electoral, de la Asamblea Nacional, o de la Corte Suprema e incluso del Presidente. Definitivamente es el Gobierno, ciudadano ministro Tarek El Aissami, el que transita en el presente el tortuoso camino de la ilegitimidad.

Autoritarios y represivos Es evidente que el Gobierno ha cruzado la frontera del respeto al derecho ajeno, tanto individual como colectivo. Esta es una realidad que ha venido creciendo a la vista de la población, cuyas capacidades para resolver las diferencias en forma civilizada, recurriendo a la discusión y a la negociación se reduce. Hace unos cuantos días, el Ejecutivo remontó la cuesta del irrespeto a la Constitución vigente, la Carta Magna elaborada en 1999 ha sido despedazada. Cargar sobre manifestaciones estudiantiles, obreras y populares con los cuerpos de seguridad bendecidos por el Presidente, es una experiencia consumada por nuestra historia, pero que no veíamos desde los tiempos de Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez, porque es quizás la marca histórica y por lo tanto indeleble, de las dictaduras policiales y militares en Venezuela. Y desconocer los textos constitucionales, decidiendo en Miraflores, sin consulta y a escondidas, los términos de cualquier iniciativa administrativa del Estado, especialmente del tesoro público, es un lugar común de los oscuros periodos caudillescos del siglo XIX y XX. Criminalizar las protestas, las diferencias y la disidencia, intentando incluso el despojo de los bienes de los opositores, ha sido también parte de la “marca autoritaria” de todos los tiempos en Venezuela, conductas en las cuales los operadores del Estado se han saltado en diversas ocasiones el respeto a la condición humana, avalando la actuación de bandas ar-

madas como en el pasado lo ha hecho el fascismo en Suramérica. Aún no ha desaparecido de nuestra memoria el trágico recuerdo de los terribles Ton Ton Macoutes, las milicias revolucionarias de Papá y Baby Doc, dedicadas a castigar la oposición democrática haitiana. O de los célebres escuadrones de la muerte centro-americanos, que asolaron los pueblos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. O de las matanzas que los altos mandos de las Fuerzas Armadas argentinas ejecutaron en nombre de Dios y la Patria en contra de sus hermanos, por la única razón de siempre, la de disentir y denunciar la felonía de sus autoridades.

¿Qué es lo que sucede y por qué? Una vez más, es indispensable que recordemos que nuestra crisis sigue siendo económica, caracterizada por el rentismo y la improductividad, incubada a partir de la década de 1970, cuando concluye el extraordinario impulso que a nuestro crecimiento económico y progreso social le produjo el desarrollo de la industria petrolera. Crisis que en las décadas posteriores de ese siglo, no ha hecho otra cosa que crecer, viviendo períodos de aparente estabilización producto del boom petrolero, pausas cada vez más breves, a consecuencia del deterioro estructural que nos han impuesto los nuevos términos de intercambio del capital a escala americana. Posterior al derrocamiento de la penúltima dictadura, la conducida por el General Marcos Pérez Jiménez, los nuevos administradores del Estado, pero muy particularmente sus herederos (Pérez, Herrera, Lusinchi y Chávez) han quedado entrampados en las limitaciones de crecimento de nuestra producción, pero además sometidos a la nueva distribución del trabajo impuesto por la transnacionalización de la economía, que nos despoja del ahorro interno en forma constante y creciente. Proceso de deterioro en el cual el estancamiento y la inflación han ido de la mano, con diversas aceleraciones, cuyas manifestaciones de pro-

fundidad y agravamiento como la deuda externa y la exportación de capitales, produjeron el Viernes Negro, el Caracazo, los golpes militares de 1992, proceso el cual pareciera que ha desembocado en el establecimiento de un proyecto autoritario y militarista, negador de las conquistas sociales y políticas alcanzadas por la población.

¿Y a qué se le teme? Hasta el presente, la conflictividad del proceso ha sido dada por las rivalidades burocráticas y crematísticas ocurridas entre los diversos sectores de poder que pugnan por el control social y político de la población, condición necesaria para la utilización discrecional de la renta petrolera y razón por la cual la sangre no ha llegado al río. Espacio de complicidades y acuerdos entre las élites, que han permitido confundir y neutralizar a la gran sociedad, congelando de nuevo el desenlace del conflicto. Y por debajo de los dimes y diretes entre el gobierno robolucionario y la oposición de cartón, fluye una masa crítica creciente, ganada para nuevas transformaciones progresistas en nuestras condiciones de vida. “Paciencia piojo, que la noche es nuestra” aconseja la sabiduría popular. carquezf@yahoo.es


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Cuadernos Nº 18

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Psicópatas, ridículos y pobres: la historia se repite Daniel Labarca

E

n 1945 el presidente de Venezuela, Isaías Medina, tenía como candidato para sucederle al Dr. Diógenes Escalante (1879-1964), un distinguido diplomático tachirense doctorado en Ciencias Políticas en París y muy vinculado a los gobiernos de Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Eleazar López Contreras y al de Medina. Su candidatura fue respaldada por 70 firmas de personalidades de diferentes fuerzas políticas, para que enrumbase al país hacia una verdadera democracia; es decir, para que emprendiese una reforma constitucional que permitiera elegir al presidente de la república de manera directa y secreta y no como una elección de tercer grado como era en ese entonces, donde el pueblo elegía a sus legisladores, estos a los diputados y senadores y estos, a su vez, en las dos cámaras del Congreso, al Presidente. Siendo embajador en Washington fue visitado por Rómulo Betancourt y Raúl Leoni para ofrecerle la adhesión de Acción Democrática y posteriormente, al llegar al aeropuerto de Maiquetía, recibió un apoteósico recibimiento; pero el destino le jugó diferente: el Dr. Escalante cayó en una crisis demencial, paranoia que lo sacó instantáneamente de la acción política, trayendo como consecuencia el nefasto golpe cívico-militar del 18 de octubre de 1945. El escritor venezolano Francisco Suniaga tomó ese hecho histórico para construir una apasionante novela publicada en 2008: El pasajero

de Truman; y por su interés socio-político nos hemos basado en sus líneas, por considerarlas de gran resonancia actual, para este artículo.

innecesarios, irresponsables, risibles y productos de su ignorancia.

El encanto de los psicópatas

Entre los planes del Dr. Diógenes Escalante, como candidato a la presidencia de la república en 1945, estaba el de crear una clase empresarial fuerte –pero controlada– que supiera hacer negocios y que estuviera dispuesta a generar riquezas, ya que los venezolanos, según decía, necesitan trabajar y el Estado no podía darle empleo a todos; eso sólo lo pueden hacer empresarios responsables que en su empeño de hacer dinero funden empresas y creen empleos. ¿Qué se van a hacer ricos? ¡Y eso que importa! El problema de un gobernante no es que haya ricos, sino que haya pobres, y añadiendo: “...los marxistas están convencidos de que el problema son los ricos y buscan acabar con ellos creyendo que así desaparecerán los pobres. Estoy convencido”, decía, “que en nuestro país eso no es verdad. Venezuela no es la Inglaterra del siglo XIX, no existe una riqueza, producto de un desarrollo industrial de la que se apropia una clase burguesa, dueña de los medios de producción. Aquí lo que ha existido es una renta petrolera que está allí por un accidente geológico y que el Estado administra.” Asímismo, sentenció: “En sociedades avanzadas el éxito se premia y por eso son desarrolladas, en la nuestra se castiga, y por eso estamos así.”

En 1899, Cipriano Castro se alzó contra el gobierno de Andrade e invadió Venezuela desde Colombia, tomando el poder en ese mismo año y gobernando el país hasta 1908. Al igual que Guzmán Blanco, contaba con ese aura que eleva a algunos seres y los hace irresistibles. Era capaz de plantearse, como posibles, los mayores disparates y además encontrar gente dispuesta a matar y morir por ellos. Muchos lo catalogaron como un psicópata con la insólita cualidad, además, de volver también locos a los demás. Sin embargo, esa misma condición, cubierta por el barniz de la consigna “nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”, daba a su épica un aire de romanticismo que le ganó la simpatía de los jóvenes –que en los albores del siglo XX– buscaban una esperanza a la que aferrarse. Es una constante en Venezuela, que nuestros caudillos militares triunfantes, tan pronto han ascendido al poder, reclaman para sí la condición de “herederos de Bolívar”; así, Castro se autoproclamó “el Restaurador de la República”.

Ridículos y ridiculizadores Es sorprendente el desenfado con que los dictadores se enfrentan al ridículo; pero más sorprendente aún es la ridiculez de sus seguidores. Por ejemplo, Cipriano Castro usaba una chamarra de lino parecida al uniforme del zar Nicolás de Rusia y un pañuelo amarillo al cuello (color de la bandera restauradora). Era asombroso ver, según los cronistas de la época, como los castristas civiles y militares, lucían el mismo atuendo…

Un megalómano antiimperialista Cipriano Castro, con sus delirios de grandeza, creía que Venezuela jugaba un papel fundamental en el concierto de las potencias mundiales y que podía influir en el destino de la humanidad. A fuerza de creer eso nos metió en un conflicto armado... ¡contra Alemania e Inglaterra juntas! Imponía a los venezolanos las costosas consecuencias de su visión heroica y distorsionada de la realidad mundial. Así, sus discursos inflamados de patriotismo (“La planta insolente del extranjero ha hollado el sagrado suelo de la patria...”) contra el imperialismo inglés, parecieron

¡El problema no es que haya ricos sino que haya pobres!

La institucionalidad en la cabeza El Dr. Escalante decía, según la novela de Suniaga, que había que crear instituciones fuertes y autónomas que frenaran esa tendencia, tan venezolana, de hacer lo que nos venga en gana. “La institucionalidad la lleva la gente en la cabeza, como en Inglaterra. Desde 1811 nosotros hemos tenido unas 20 constituciones (¡hasta 1945!), mientras que ellos ni siquiera la tienen escrita como tal sino que se basan en su Magna Carta Libertatum de 1215 que protege los derechos de las comunidades frente a la Corona para que ni siquiera el Rey estuviese por encima de la ley.” Las constituciones nuestras fueron cortadas a la medida por quienes llegaban al poder con la idea de perpetuarse y por eso las cambiaban cada vez que se imponía una nueva fuerza política. Estaba convencido de que la alternabilidad en el poder no es un valor creado por los teóricos de la democracia, sino una necesidad para los

El presidente Cipriano Castro, “restaurador de la República”.

mismos gobernantes, porque pierden la sensibilidad hacia el prójimo, llegando después a no preocuparse por nada. “En este país de tantos enredos no entiendo a quienes han buscado perpetuarse en el Gobierno y luego sufrir la desdicha de no poder resolver nunca nada”.

Desde 1811 los venezolanos buscan un héroe A lo largo de casi 200 años muchos venezolanos han creído que nuestra acción política se soluciona encontrando al héroe más aguerrido y combatiente, en lugar de encontrar las fuerzas que confluyan en el interés nacional. “La estabilidad política no hay que fundarla ni en héroes ni en un aparato brutal de represión entre los ciudadanos, hay que fundarlas en el libre juego de las ideas, elecciones limpias y secretas, en organizaciones que se alternen en el poder.”

El país como una hacienda Aun hoy puede decirse, a pesar de décadas de democracia, que la mayoría no ve al Presidente y, peor todavía, el Presidente no se ve a sí mismo, como un ciudadano con la responsabilidad de administrar el Estado, sino como el dueño de una hacienda; como el hombre que es dueño de la tierra, del tesoro y que reparte los dineros a su mejor saber y entender. Así, de Gómez, quien gobernó desde 1908 a 1935, se decía que “era el hacendado que cuidaba con esmero a las reses, pero no educaba ni alimentaba bien a sus hijos”. Ni que decir del de ahora… dlabarcat@gmail.com


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Cuadernos Nº 17

Empresarios buscan acercamiento con la Academia: una conversación

Marzo, 2009

José Greco: Crecimiento sinérgico, una de las metas

Industria y Universidad: una simbiosis necesaria Mariandreína Ruiz Roa

“Es una necesidad urgente –para ambas partes– que la universidad trabaje en conjunto con el sector industrial, aprovechando al máximo los recursos tecnológicos y humanos existentes en las dos instancias, para así lograr, entre otros beneficios, que el estudiante y el empleado tengan la posibilidad de desarrollarse y capacitarse, pero en un área que le sea útil a la industria y al país...”

S

on 40 años los que tiene José Greco trabajando en el sector empresarial dedicado a las resinas y pinturas. Para “Pepe” –como todos le llaman y conocen–, no basta con un acercamiento esporádico, con limitarse a realizar seminarios sobre el tema, o que de vez en cuando los alumnos de pregrado recorran las empresas en visitas guiadas. Basándose en la experiencia y las problemáticas que se presentan durante el día a día, Greco sugiere tres áreas en las que ameritaría trabajar mancomunadamente con la universidad: servicio analítico, certificación de desempeño y capacitación técnica del personal. “Es importante que dentro de las universidades haya una unidad de servicio analítico instrumental para

la caracterización química de las materias primas y productos terminados utilizados en la industria. Igualmente, que se hagan evaluaciones funcionales –investigación del desempeño en el uso y aplicación– de los productos disponibles en el mercado, y que los técnicos de las empresas se involucren, orienten a los profesores universitarios y los complementen para crear cursos de postgrados especializados en disciplinas tecnológicas que usualmente requieren muchos años para que sean asimiladas por experiencia in-

Las universidades disponen en sus laboratorios de equipos instrumentales que podrían ser utilizados para análisis químicos específicos requeridos por la industria...

dividual.” Detalla, en cuanto al servicio analítico, que las universidades disponen en sus laboratorios de equipos instrumentales que podrían ser utilizados para análisis químicos específicos requeridos por la industria. De esta manera, además de que la empresas podrían contribuir con la dotación y/o amortización del costo de estos equipos, los alumnos estarían aprendiendo a utilizarlos para satisfacer necesidades reales del sector productivo. En segunda instancia, Greco ejemplifica que muchas empresas optan

por pagar un servicio externo para que se les certifique la calidad de sus productos, pues es mucho más objetivo, a que lo haga la misma industria productora. Este proceso también podría ser realizado en los laboratorios de la universidad, con los mismos beneficios anteriormente

Ante la carencia de postgrados y cursos de especialización en el área de pinturas y resinas en Venezuela, muchos empleados optan por formarse en disciplinas totalmente distintas.

mencionados. El tema de la capacitación del personal se torna algo más extenso, pues no sólo se trata –tal como lo indica Pepe– de que es necesario que el alumno conozca qué pasa dentro de las empresas para que su educación “no sea sólo un resumen bibliográfico del tema”, sino que su formación, una vez egresado, continúe de manera sistemática y progresiva hacia una determinada especialización tecnológica, en beneficio propio y de la empresa a la cual pertenece. Cuenta Greco, por ejemplo, que ante la carencia de postgrados y cursos de especialización en el área de pinturas y resinas en Venezuela, muchos empleados optan por formarse en disciplinas totalmente distintas, para satisfacer sus necesidades de superación. De allí que tenemos ingenieros que hacen postgrados de

¿Quién es José Greco? Hace algún tiempo el Sr. Greco conversaba con los editores de Cuadernos y les manifestaba la necesidad de que las empresas privadas y la Universidad de Carabobo estrechen su relaciones. De esa conversación nace esta entrevista que nos revela que una parte del sector industrial está muy interesada en comunicarse con los diversos entes de la universidad, para el beneficio de ambos: el sector universitario conocería así las realidades del sector industrial; y éste, a su vez, se enriquecería con conocimientos académicos. El Sr. Greco es actualmente Gerente de Investigación, Desarrollo y Servicio Técnico de una de la empresas pioneras en el sector de pinturas y resinas: Resimón. Nuestro agradecimiento al entrevistado y a la empresa en la que labora.

mercadeo y ventas, gerencia, etc., sin lograr ser verdaderos expertos en el área de su interés o para la cual fueron contratados. “Debemos estimular a las personas que tienen realmente vocación de especialistas-técnicos, facilitándoles, no sólo el acceso a los sistemas de formación teórica y práctica equivalentes a nivel internacional, sino también el justo reconocimiento jerárquico y


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Cuadernos Nº 17

Empresarios buscan acercamiento con la Academia: una conversación

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tar aún más a la vanguardia”.

¿Postgrados carabobeños?

económico dentro de las organizaciones”. Greco ratifica que en las funciones técnicas, el postgrado debe estar orientado más que a la diversificación, a la concentración del conocimiento, agregando que en países como Argentina, Colombia y Brazil son constantes las ofertas de cursos especializados en este rubro.

“Hasta que el profesor no esté involucrado en la industria y el industrial no trabaje un poco con la universidad, no hay punto de interconexión...”

“Debemos procurar que estos tipos de cursos post-grado se dicten también en Venezuela para poder es-

Conciente que las empresas no tienen las herramientas didácticas para realizar estos postgrados técnicos especializados, Greco estima que a través de las diferentes asociaciones que representan a los industriales se podría trabajar con los docentes de las universidades a fin de que se establezca –así como hay unas normas de control– una norma de formación. “El postgrado podría ser por niveles, en áreas complementarias. La idea es que te conviertas en un técnico con todos los atributos”, comenta Greco. De esta manera, también se podría tener ubicado al personal que tiene cierto conocimiento en el área, “de modo de que cuando alguna empresa requiera personal, ésta notifique a un potencial banco de datos sobre el nivel exigido y, de algún modo, se disponga en esa misma base de datos de las herramientas para localizarlo. Esto permitiría que la selección de los trabajadores sea mucho más rápida. También se le podría hacer en el trabajo un examen periódico para comprobar que el empleado está en un nivel determinado de educación y remunerarlo coherentemente, a manera de incentivo”. Así, el desarrollo profesional pasaría “por distintos niveles”, progresivos, graduales, sistemáticos, complementarios pero siempre coherentes, hacia una formación técnica global, aunque lamentablemente, nunca completa. Importantísimo es que los estudios se desarrollen en las áreas en donde la región del país tenga fortalezas industriales. Por ejemplo, “en Carabobo hay una concentración de técnicos que trabajan con resinas y pinturas; es lógico que el desarrollo de esos cursos los hagamos aquí. Suena utópico, pero así sucede en los países más desarrollados: la idea es orientar a cada universidad, dependiendo del tipo de economía que haya en la región, hacia la formación de los recursos

Hans Neumann, entre pinturas y letras Quienes lo conocieron lo describen como uno de los lúcidos pioneros de la industria venezolana, un empresario como pocos y uno de los más exitosos del siglo XX. En fin, un hombre con un talento creador que encontró en Venezuela su segunda patria y la tierra para armar desde los cimientos, la más importante fábrica de pinturas de Venezuela: Pinturas Montana, actualmente Corimon Pinturas C.A. Se trata de Hans Neumann, quien llegó a Caracas en 1949 desde su República Checa natal, para alejarse de la postguerra, junto a su hermano Lotar. El sólo hecho de pisar tierras venezolanas fue el primer desafío para Hans: no conocía el idioma y los paisanos eran casi inexistentes. Pero si había sobrevivido a la ocupación de Hitler en su país, también podría con este nuevo reto. Así fue como sólo con sus conocimientos sobre pintura -avalado en su título de Ingeniero Químico- un trabajo arduo junto a su hermano y mucha astucia, creó su primera fábrica de pinturas y partir de allí todo un emporio en el ramo y otros productos. A principios de los 90 se retiró –utilizando sus propias palabras– “como presidente de Corimon”, y aunque parezca increíble, este hombre que llegó al país sin conocer una palabra en castellano, se dedicó a una de las labores que siempre le apasionó: el periodismo. Bajo su dirección estuvo la versión nacional de “The Daily Journal”, trabajo que asumió como un encargo personal y un

reto, ya que en 1995 una embolia le semiparalizó el lado izquierdo de su cuerpo “pero no el intelecto, por eso pude continuar el trabajo en el Daily, como se lo prometí al fundador, ya fallecido, Jules Waldman", expresó en una de sus entrevistas, en las que siempre evidenciaba sus pensamientos contemporáneos. “La Venezuela de hoy necesita un periodismo novedoso. Ya no bastan entrevistas y declaraciones grabadas. Se debe incorporar al lector moderno que es más exigente y espera una noticia comprobada, objetiva, independiente. El criterio del lector debe ser hecho por él mismo, no por el medio”, expresaría este amante de las artes, coleccionista de obras, mecenas de numerosos pintores y escultores, e impulsor de fundaciones. El mismo día del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, Neumann daría su último respiro en Caracas a los 80 años, dejándole a Venezuela un aporte incomparable al mundo de la pintura y de las letras.

humanos que requiera el sector productivo.”

Intercambiando roles Para que el planteamiento de estos cursos no se quede solamente en las líneas de esta publicación, el empresario y el universitario deben estar altamente motivados y conocer la realidad de ambas partes. “Hasta que el profesor no esté involucrado en la industria y el industrial no trabaje un poco con la universidad, no hay punto de interconexión”, argumenta Greco, quien agrega que “la única manera de aprovechar la tecnología de las empresas en la universidad, es que las materias inherentes a una tecnología específica, sean dictadas con la participación de personal que trabaja en esa industria”. Comenta que “sobra gente capacitada que está en contacto con la evolución del sector y que podría contribuir a elaborar los cursos, y de esta manera los programas de enseñanza estarían realmente actualizados; de lo contrario, el contenido bibliográfico estaría disociado de la realidad”. Se trata, como lo señala Greco, de sumar los esfuerzos: por una parte,

“Importantísimo es que los estudios se desarrollen en las áreas en donde la región del país tenga fortalezas industriales.”

el conocimiento de los profesores, con el de los industriales, pues “son dos complementos distintos, dentro de un punto en común”. Eso contribuiría a la formación de los alumnos como condición para el desarrollo de la industria. Sobre éstas bases pueden involucrarse grupos multidisciplinarios de diferentes áreas –de investigación, ingeniería de procesos, computación, instrumentación, mercadeo, etc.– que en esencia propician las condiciones para la innovación tecnológica y la competitividad del sector industrial en los mercados internacionales y el desarrollo económico del país. mariandreinaruiz@gmail.com


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Una visión desde la perspectiva internacional

La vivienda en tiempos de revolución (I) Beatriz Briceño M.

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l tema de la vivienda ha llegado a constituirse en uno de los aspectos más debatidos en las ciencias sociales y tema omnipresente en las agendas gubernamentales de infinidad de países y de la mayoría de los organismos mundiales ocupados del desarrollo humano. El derecho a una vivienda adecuada es uno de los derechos fundamentes contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos suscrita en 1948. Los temas asociados al concepto de hábitat, tales como la pobreza urbana, la gobernabilidad participativa, el medio ambiente, el planeamiento a escala regional y local y la gestión pública transparente e incluyente, entre otros, representan una parte neural en la agenda de varias agencias de cooperación, incluyendo la del Sistema de Naciones Unidas. El compromiso mundial de lucha contra la pobreza que enmarca los lineamientos para el desarrollo de la vivienda y el hábitat, se ha venido ampliando y profundizando desde 1976, cuando se celebró en Vancouver, Canadá, la primera Conferencia Hábitat bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Constituye esa fecha un hito para el llamado mundial a la atención de la pobreza urbana y el inicio de un largo camino para diseñar estrategias y políticas para enfrentar el tema. Veinte años más tarde, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos, conocida como “Hábitat II”, que tuvo lugar en Estambul, Turquía, en junio de 1996, no sólo se desarrolló una plataforma conceptual, sino que se expidió un mandato específico al Comité de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, y se con-

solidó el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, UN-HABITAT. Se delinearon objetivos, principios, y un Plan de Acción Mundial conocido como el Programa Hábitat que incluía, entre otros, el compromiso de adoptar una estrategia de habilitación y participación de todos los agentes principales de los sectores público, privado y comunitario; fomentar la capacidad local de liderazgo; asegurar la asignación permanente de recursos y utilizarlos mediante una gestión pública transparente, eficiente y eficaz. Los países participantes se comprometieron a establecer condiciones favorables para la organización y el desarrollo del sector privado y a definir y fortalecer su participación en el desarrollo de los asentamientos humanos, en particular, mediante la capacitación; la descentralización de la autoridad y los recursos; y el acceso a información técnica, fidedigna, transparente y actualizada. Se incluyeron las directrices para la creación y aplicación de políticas públicas en materia de vivienda y hábitat y se dejó sentado, como una de las conclusiones fundamentales, que el éxito de cualquier acción dependería del establecimiento de asociaciones de los gobiernos con las autoridades locales, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Se estaba asumiendo un compromiso y al mismo tiempo imprimiendo un impulso definitivo a la habilitación de multiplicidad de actores y a la participación comunitaria, como los instrumentos adecuados para potenciar la capacidad de respuesta para el mejoramiento del hábitat humano. Se estaba reconociendo que si no se definía una nueva dimensión

de la cohesión social, la gestión efectiva del desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida serían metas inalcanzables. Más recientemente, en la llamada Cumbre del Milenio, realizada en septiembre de 2000, con la participación de los 189 miembros de las Naciones Unidas -incluyendo a Venezuela-, se adoptó la Declaración del Milenio, considerada un hito para la cooperación global en el siglo XXI. Esta Declaración incluyó, dentro de las metas del desarrollo mundial, “…haber mejorado considerablemente, para el año 2020, las condiciones de vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios”. Hoy en día, plantear soluciones conducentes a cumplir con los objetivos de la declaración del Milenio, pasa por seguir los lineamientos de Hábitat II y adecuarlos a la realidad nacional; y pasa también por enmarcar la gestión de vivienda en los indicadores cualitativos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a saber: viviendas adecuadas en calidad y cantidad; complementariedad en las relación sector público-sector privado; descentralización y desarrollo de la capacidad de gestión pública; participación de la sociedad civil, transparencia y auditabilidad de los recursos destinados a vivienda y hábitat; y por último, acceso a la información. En nuestro país, durante los años de la llamada V República, y particularmente durante los últimos ocho años, las políticas públicas aplicadas por el gobierno, se han apartado totalmente de los acuerdos internacionales suscritos por Venezuela. En cuanto al tema de la participación, tan pregonada por el régimen, los hechos indican la negación total de ese

principio al minimizar el rol de los Institutos Municipales y Regionales de Vivienda y eliminar las Organizaciones Comunitarias de Vivienda OCV´s, como agentes del Sistema de Vivienda y Hábitat. En cuanto al tema financiero, con la eliminación del 5% del situado constitucional destinado exclusivamente a la inversión en vivienda, el gobierno instauró definitivamente -y de hecho-, la discrecionalidad y la ausencia de transparencia en el manejo de los recursos. En cuanto a la organización del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, se erige al Ministerio de Vivienda y Hábitat, como “amo y señor de la vivienda”, lo cual está reñido con los principios de descentralización y de inclusión, definidos como uno de los indicadores más importantes del Programa de las Naciones Unidas; y si nos referimos a la información, sencillamente desapareció el Sistema Nacional de Información en Vivienda que se mantenía vigente desde hace más de veinte años y representaba una de las herramientas más valiosas para la planificación del sector. Se puede afirmar, entonces, que en el panorama actual, las políticas públicas aplicadas por el gobierno venezolano se encuentran sustancialmente alejadas de los conceptos, principios, objetivos, programas y metas establecidas en los compromisos internacionales suscritos por nuestro país, pudiendo ser ésta, una de las causas del tremendo fracaso del gobierno en materia de vivienda y hábitat y en consecuencia el atraso del país en el cumplimiento de las metas del milenio. beatrice@gmail.com


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Análisis crítico del contenido de la Gaceta 39.148 del 27 de marzo de 2009

Las universidades autónomas y la Misión Alma Máter Julio González Bello

“El que el espacio de la escuela no sea neutro tampoco significa que debe transformarse en una especie de templo de un partido de gobierno. Sin embargo, lo que no es posible negarle al partido en el gobierno es la coherencia altamente pedagógica, indispensable, entre sus opciones políticas, sus líneas ideológicas y su práctica gubernamental”. Paulo Freire (1994) Cartas a quien pretende enseñar Siglo XXI Editores: México.

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n la Gaceta Oficial Nº 39.148 de la República Bolivariana de Venezuela de fecha 27 de Marzo del año en curso apareció publicada la creación de la Misión Alma Máter, la cual plantea entre algunos de sus “considerando”: “dar respuesta efectiva a la población históricamente excluida del sistema educativo, efectuar cambios en las estructuras públicas, con la finalidad de adaptarlas a la nueva realidad social y política del país y la educación superior es un derecho fundamental, responsabilidad del Estado”. Atendiendo a esos “considerando” se resuelve la creación de la Misión Alma Máter “con el propósito de impulsar la transformación de la educación superior y propulsar su articulación… en función de las líneas estratégicas del Proyecto Nacional Simón Bolívar” y teniendo como objetivo “generar un nuevo tejido institucional de la educación superior venezolana”, dirigido, entre otras cosas, a “la construcción de una sociedad socialista” y a “fortalecer un nuevo modelo académico comprometido con la inclusión y la transformación social”. Según lo establecido en esta Gaceta Oficial, la Misión Alma Máter supone “la creación de Universidades Experimentales, teniendo como génesis, académica y administrativa, los Institutos o Colegios Universitarios oficiales”, “la participación protagónica de las comunidades”, “...la creación de

Universidades Territoriales…Especializadas…de la Universidad Bolivariana de los Trabajadores… de la Universidad Nacional Experimental de los Pueblos del Sur (y) el fortalecimiento de la cobertura territorial… a través de los Complejos Universitarios Socialistas Alma Máter”. Finalmente se establece la conformación de la Red Nacional Universitaria formada “por las instituciones de educación superior creadas en el marco de la Misión Alma Máter…pero sin perjuicio de que otras instituciones de educación superior puedan incorporarse”. Por otro lado, hasta la fecha, el gobierno ha promovido la idea de que las universidades autónomas son un reducto de personas inescrupulosas, mafiosas, e insensibles que básicamente han favorecido a los hijos de los sectores económicamente pudientes del país y donde no se le da cabida a los sectores pobres y excluidos (por ejemplo, grupos étnicos) de la población. También se ha dicho que las universidades sólo han servido para la formación de un individuo con valores capitalistas. Es decir, una persona egoísta, que sólo piensa en ganar dinero para comprarse una casa, un carro (o hasta dos, uno para él y otro para la esposa), algunas comodidades (neveras, televisores, etc.) y algunos lujos, (como salir de vacaciones a Europa o Estados Unidos); pero que, además, ese individuo, hasta ahora formado por las universidades autónomas, es capaz de destruir su hábitat para que un pequeño grupo de burgueses pueda seguir acumulando un capital monetario por medio de la explotación de sus trabajadores. Entiendo entonces que una manera de “eliminar estructuras burocráticas y paquidérmicas” es proponiendo nuevas concepciones e ideas tales como la Misión Alma Máter. La cual, a mi modo de ver, propone un nuevo susbsistema de educación superior conformado por otra estructura y con la intención expresa de contribuir a la formación de la sociedad socialista. Según lo que puedo entender la Misión Alma Máter no tiene nada que ver con las universidades autónomas, entendiendo este concepto en sentido restringido, como aquellas que eligen sus propias autoridades, ya que la Misión Alma Máter comprende la creación de universidades experimentales, territoriales, la Universidad Bolivariana de Trabajadores, la Universidad de los Pueblos del Sur, los Complejos Universitarios Socialistas y la creación de una Red Nacional Universitaria conformada por las instituciones creadas y a la cual “otras instituciones de educación superior puedan incorporarse.” Como universitario me alegra saber que la educación del país es motivo de preocupación de las personas en el gobierno, pero esa misma formación universitaria me motiva a cuestionar algunos de esos planteamientos: ¿hasta qué punto ese es un discurso sólo para crear expectativas entre un sector de la población? Es muy fácil decir que las personas hasta ahora excluidas del sistema educativo serán las primeras en entrar a las nuevas universidades, y que serán creadas tales o cuales universidades, para que al final se diga que las cosas no se hicieron por culpa de la burguesía o que se necesitaba más tiempo para eso. Otra pregunta que valdría la pena formularse es: ¿cuál es el modelo de la sociedad socialista que

se desea implantar? Según se ha dicho, no es el socialismo cubano, ni el comunismo ruso. Aparentemente es otro. Según el Presidente es un socialismo basado en Cristo, en donde ser rico es malo, en donde se fortalezca el trabajo de cooperativas, que, atendiendo a su producción, mejorarán la situación económica del país y en donde no existan las empresas transnacionales. En donde, en una determinada empresa, no exista diferenciación de salarios y tanto el gerente como sus obreros ganen lo mismo; en donde se fortalezca el sentido de propiedad social por encima de la propiedad privada, en donde cada familia debería producir lo que consume, en donde el gobierno sea el principal empleador y asuma la responsabilidad la distribuir, entre una parte de la población, los excedentes producidos por el petróleo. Sin mencionar, por supuesto, a la ayuda desinteresada y solidaria que podamos prestar a los países hermanos latinoamericanos que estén transitando el camino del socialismo. Finalmente quiero expresar mi conformidad con el hecho expresado en la mencionada Gaceta en el sentido de que “la educación superior es un derecho fundamental, responsabilidad del Estado..” pero a lo que habría que agregar es que eso no significa que sea “únicamente responsabilidad del Estado”, es decir, “responsabilidad única del Estado”. En este sentido, todos debemos sentirnos responsables y colaborar para que sea realmente un derecho fundamental de toda la población. Si no lo hacemos de esta manera, también se estaría promoviendo la exclusión que se está tratando de combatir. juliogonzalez47@gmail.com


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La universidad en el siglo XXI Nelson Falcón

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n la diatriba política e ideológica de la última década, se ha vuelto a plantear el rol de la universidad y de los universitarios de cara a los cambios de la Venezuela devenida en República Bolivariana. Se han creado, al menos en el papel, entre otras, la Universidad de la Seguridad, la Bolivariana, la de los Trabajadores, la del Deporte, la de las Artes, etc., transmutando así los otrora institutos y colegios universitarios en “universidades” y proclamando como deseable y posible la municipalización de la universidad para masificar el ingreso de alumnos y satisfacer la creciente demanda de cupos, la más de las veces en forma apresurada, acrítica y bajo una serie de supuestos no declarados y de dudosa certidumbre, sobre el concepto mismo de universidad que discutiremos a continuación.

Génesis de las universidades Etimológicamente, universidad deviene del latín universitas, más precisamente de Universus A Um: todo, entero, universal. Entendida en su sentido más amplio, como sitio de encuentro donde se crea y transmite conocimientos, habría que buscar su origen el la Academia Platónica y en el Liceo de Aristóteles en la Grecia de Pericles (siglo V a.c.). Pero vista así, resulta un concepto vago, pues cada liceo, instituto de enseñanza o academia serían también una universidad y se trivializa el concepto, al colocar en igualdad conceptual cosas diferentes como “La Academia America-

na” que formaba buenas secretarias en la Caracas de los años setenta con la UCV o la UC. Si la entendemos además como centro de creación y difusión de conocimientos, su origen se retrotrae a la legendaria Biblioteca de Alejandría o Museum, fundada en el año 323 a.c, en la ciudad homónima por el general Ptolomeo, a instancias de Alejandro Magno, y que sobrevivió hasta el 415 d.c. En strictus sensus el Museum difiere de lo que entendemos por universidad. Si todo centro de saberes es universidad entonces cada biblioteca, centro cultural y asociación profesional o instituto de investigación sería universidad, y habría que distinguirlas de las universidades propiamente dichas que se nos antojan diferentes (cosas diferentes no se pueden, en la lógica racional, categorizar con el mismo nombre). La universidad es algo más que todo lo anterior; hay que entenderla como alma mater, vale decir, como sitio donde se transforma al hombre por obra de la ciencia y el saber. Por ello sus reminiscencias son la escuelas palatinas medievales, aquellas en la que la iglesia confiaba la enseñanza de la doctrina revelada a maestros sacerdotes y laicos. Recordemos que tales escuelas del siglo X al XII impartían el Trivium (lógica, gramática y retórica) y el Cuatrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). Estas escuelas palatinas dan origen a las primeras universidades: Bolonia (1090), Paris, Oxford y Cambridge hacia el 1209, Salamanca hacia el 1214, a instancias de Alfonso X (el sa-

Biblioteca de la Universidad de Bolonia (Bologna), la más antigua de Europa.

bio) y Heidelberg, en 1386. Y aún más antigua fue quizás la de Fez, en Marruecos. El progreso de las universidades como agremiación de profesores y estudiantes fue tan rápido que, hacia el 1500, había en Europa unas 70 universidades propiamente dichas. Es de notar que, desde su origen, la universidad surge como una asociación corporativa e incluso como sindicato, más no como una institución estatal, ergo: los decretos gubernamentales no “crean” universidades, sino más bien escuelas o institutos pues el atributo autonómico unviersitario sólo es alcanzable bajo la asociación corporativa de sus actores: profesores y estudiantes. Las primeras universidades, se llamaron en realidad Universitae Studium Generale, para denotar que eran escuelas con instalaciones para estudiar y con alumnos de varias zonas geográficas, que, en forma de asociaciones, contrataban profesores para instruirse en artes liberales, es decir en leyes, teología y medicina, principalmente. Luego, desde su origen, la universidad es “liberal” y global, en el sentido de que los estudiantes y profesores provienen de distintas comarcas, ergo: la universidad no puede ser universidad y municipalizarse a la vez.

La grandes reformas universitarias

Nombre original de la Universidad de Salamanca, “Universitas Studii Salamantini”, que aún se conserva en la pared del rectorado.

La primera gran reforma universitaria no ocurre con la revolución francesa, sino con la creación de la Escuela Politécnica de París, por Napoleón Bonaparte, en 1794, profesionalizando y titulando a los ingenieros. La reforma incluye la educación

general (liceos) según la cual la enseñanza es estatal, laica y oficial, en el sentido de tener programas y contenidos prescritos. Se crean los magestri, o profesores, y se oficializan los institutos, las escuelas normales y las facultades. Las profesiones, devienen de profesar, es decir, como resultado de los “secretos” (saberes) de la congregación. La universidad pasa a ser titulante en el sentido de que certifica capacidades, saberes y destrezas específicas para las profesiones liberales, aquellas que tienen un corpus de conocimientos organizados con métodos propios para el cultivo de determinado arte o ciencia. Ergo: la universidad no titula el ejercicio de labores empíricas o por ejercitación; a Napoleón se le ocurrió crear una escuela de jinetes, y una academia de esgrima y otra de pintura, pero no las llamó universidades; como tampoco existe en el mundo ninguna universidad del baseball o del fútbol, salvo en Venezuela donde se funda la “Universidad del Deporte” y la “Universidad de las Artes” . Fue Wilhelm von Humboldt, hermano de Alexander, quien introduce la segunda gran reforma en 1810, en la Universidad de Berlín, al concebir la universidad como establecimiento científico de nivel superior, y al considerar la ciencia como búsqueda incesante del conocimiento: la universidad debe realizar investigación. El trabajo del profesor requiere de su dedicación permanente y la colaboración de los estudiantes, que son parte integrante de su labor de investigación y sin ellos ésta no sería igualmente satisfactoria. Ergo: no puede hacerse una verdadera universidad con la mayoría de profesores contra-


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La universidad en el siglo XXI dades del país y de América Latina), instauró, al menos en América Latina, la democratización del co-gobierno universitario, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras, y los concursos de oposición. Ergo: no puede haber universidad sin democracia y libertad de cátedra y pensamiento. ¿La habría en un instituto militar? Si es así, para qué.

Epílogo

tados, a destajo o proletarizados con pagos por horas de clase dictada como en las “universidades” de nuevo cuño.

La última gran reforma, llamada de Córdoba (por empezar en la Universidad de Córdoba en 1918 y que se extendió luego a las demás universi-

El problema de conceptuar la universidad y de generalizar a rango universitario cuanta escuela, academia e instituto se nos ocurra es más que semántico. Es legal y económico. Si todo instructor de un oficio es ahora profesor universitario, si banalizamos el concepto, en una proletarización forzada, nuestro salario será igualmente proletarizado. En la lógi-

ca de la medianía “revolucionaria” es igual el instructor de karate, el instructor de danza africana, el sargento de armamento que el PhD en cirugía cardiovascular, el magíster en filosofia griega y el doctor en física nuclear. Todos son ahora profesores universitarios por igual, y el presupuesto hay que repartirlo en centenares de pseudo universidades, en lugar de las 20 que existían antes. Ergo: ganamos menos que una secretaria del TSJ y que un operario de una planta termoeléctrica. Igualados por el rasero de la lógica “revolucionaria” donde es igual licenciar un médico-cirujano, que un “promotor cultural” especializado en los bailes afrocubanos de virongo. nelsonfalconv@gmail.com

Bolívar, su prosa admirable y apasionado lenguaje (parte II) José Manuel Ameliach Nuñez

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olívar al continuar con su discurso ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, dice: (…) “La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del congreso. Moral y luces son los polos de una república, moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Y sigue Bolívar exponiendo sus ideas con claro optimismo, y con una franqueza meridiana no oculta nada, ni aun aquello que pudiera no gustarle a unos cuantos legisladores allí reunido, y con la autoridad que él cree mantener, esboza su plan más relevante. (…) “La reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un gran estado, ha sido el voto uniforme de los pueblos y gobiernos, de estas Repúblicas. La suerte de la guerra ha verificado este enlace tan anhelado por todos los colombianos; de hecho estamos incorporados. Estos pueblos hermanos ya os han confiado sus intereses, sus derechos, sus destinos. Al contemplar la reunión de esta inmensa comarca, mi alma se remonta a la eminencia que exige la perspectiva colosal, que ofrece un cuadro tan asombroso. Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros y observando desde allí, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos que la

naturaleza había separado, y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos canales”. Así, de esta manera, estaba avizorando Bolívar a su América, la América meridional como él siempre la llamó, la América antes española; en ninguna parte en su mente y menos en su palabra incluyó jamás a la América antes inglesa, la anglosajona. Y con un deseo superior, que lleva su espíritu al más alto estado de vehemencia, Bolívar se siente transportado en ese momento y continúa diciendo. “Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana: ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrigan sus montañas de plata y de oro: ya la veo distribuyendo por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo universo: ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cuan superior es la suma de las luces, a la suma de las riquezas, que le ha prodigado la naturaleza. Ya la veo sentada sobre el trono de la libertad, empuñando el cetro de la justicia, coronada por la gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno”. Bolívar está soñando despierto y una vez que sale de aquel éxtasis, comienza de nuevo a solicitar la aprobación de todo cuanto con sumo cuidado ha preparado para exponer en aquella ocasión; y continúa. “Dignaos, legisladores, acoger con indulgencia la profesión de mi con-

ciencia política, los últimos votos de mi corazón y los ruegos fervorosos que a nombre del pueblo me atrevo a dirigiros. Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar bajo el imperio de las leyes inexorables, la igualdad y la libertad. Señor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las mías”. Estimado lector, observe como aquel ser humano, en goce de todo el poder que le ha concedido su espada poderosa, no es capaz de asumir una posición autoritaria ante aquel cuerpo legislativo, muy por el contrario, trata ardientemente a través de su palabra convencerlo con el raciocinio de las cosas, y con el timbre de su voz clara, sin fingimientos y sin falsos argumentos; sin imposición de la fuerza o el engaño. Vea allí la grandeza de nuestro libertador, él solicita la libertad y la igualdad, él sabe que hasta que no haya igualdad entre los hombres que habita su país no habrá una verdadera libertad, que ella será ficticia y que jamás se llevará a poner en práctica. Bolívar quiere que en su américa se imponga un sistema democrático en donde sea la mayoría la que determine el camino que debe seguir el gobierno y que sea el voto en los comicios populares el que decida el futuro de la nación. Vea cómo hoy

en Venezuela es práctica común la consulta electoral para resolver el rumbo que debe seguir la república, dese cuenta como el gobierno antes de llevar adelante alguna norma, que revista mayor importancia, solicita la opinión al pueblo para verificar que está de acuerdo con ella. joseameliach@hotmail.com


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Comentarios sobre la Misión Alma Máter Alida Beltrán

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n la lectura del contenido de la Misión Alma Matér, fundamentada en el decreto 6.650, (Gaceta Oficial Nº 39.148 del 27 de marzo de 2009) queda claro el propósito de la misma: dar respuesta a las modalidades establecidas por el gobierno, como son Misión Ribas, Liceos Bolivarianos y Escuelas Técnicas Robinsonianas-Zamoranas, de las que egresa una población con especialidades que no encuentran prosecución en la educación superior. Los estudiantes de Liceos Bolivarianos egresan con título de Bachiller y los de las Escuelas Técnicas con título de Técnicos Medios en diversas especialidades (agropecuaria, artes, promoción social, servicios de salud, etc.). Estas especialidades tienen un sesgo en la educación superior, en cuanto al pensum académico y en cuanto a principios y filosofía; la brecha es bastante amplia, ya que las universidades autónomas, en la práctica, han construido su propia filosofía académica, lo que las convierte en entes de producción del conocimiento e investigación de libre albedrío, respondiendo así a las necesidades de una sociedad cambiante y adaptándose a nuevas situaciones.

Razón de ser Podemos afirmar que la Misión Alma Matér tiene su razón de ser, pues cubre y brinda a esta población de bachilleres la oportunidad de continuar sus estudios enmarcados en un mismo paradigma filosófico y académico. Hay que reconocer que se está dando respuesta a las necesidades presentes en el sector productivo, formando y capacitando a un conglomerado, apto para satisfacer la demanda de un país en vías de desarrollo y cubriendo así un vacío existente de mano de obra especializada, que los tecnológicos en su momento se encargaban de habilitar. Pero… viene la reflexión; en el artículo 2º del decreto 6.650 se señala: “…Desarrollar y transformar la Educación Superior en función del fortalecimiento del poder popular y la construcción de una sociedad socialista”. Cuando se habla de “fortalecer” el poder popular, eso signific,a en castellano, “el poder lo tiene el pueblo”. Ahora bien, hasta el momento las decisiones fundamentales no son emitidas por el pueblo: es a él a quien se implementan decisiones bajo el argumento de que se orientan hacia el beneficio del mismo.

¿Sociedad socialista? Si se entiende por socialismo “igualdad de derechos y oportunidades”, no debería existir exclusión; sin embargo, si para lograr la obtención del poder del estado, son válidas las manifestaciones, protestas, concentraciones, etc., ¿porqué ahora los docentes, no tienen derecho a la huelga? Al parecer, se tomarían medidas de coerción y hasta pudieran ser sustituidos en sus cargos. Adicionalmente, aquellos docentes que en su momento estamparon su firma para la realización del referéndum (lista de Tascón) no pueden aspirar a un cargo dentro del Ministerio de Educación.

Objetivos de la Misión En el mismo orden de ideas, entre los objetivos de la Misión Alma Matér, se destaca lo siguiente: “Las Universidades Alma Matér se entienden como centros de conocimiento del pueblo al servicio del pueblo, donde los problemas y aspiraciones de la gente son el eje de la actividad académica, que busca más que titulaciones o grados, el fortalecimiento de nuestras capacidades para pensar nuestra realidad y transformarla”. Transformar la realidad es uno de los propósitos que han tenido y tienen las universidades; de hecho, si con el transcurrir del tiempo no se ha logrado en diferentes ámbitos alguna transformación, ¿cuál ha sido, entonces, el ejercicio de las mismas en el desarrollo del país? Que se plantee una nueva percepción para cubrir las expectativas de los egresados de los Liceos Bolivarianos y Escuelas Técnicas Robinsonianas, y dar respuesta a la demanda laboral en cuanto a mano de obra calificada se refiere, de acuerdo al contexto y a la realidad social que circunda en un tiempo determinado y circunstancias particulares, sería una excelente finalidad. Tratar de destacarse, sin tomar en cuenta los principios que rigen una sociedad, (respeto por los demás, reconocimiento de los logros alcanzados por terceros, etc.), provoca controversias y malestar en la ciudadanía.

Misión Sucre y Alma Máter La Misión Sucre, cumple una necesidad de la sociedad: dar prosecución académica a los egresados de Misión Ribas, que es una modalidad con características, objetivos y propósitos diferentes a los previamente

establecidos La Misión Alma Matér es otra modalidad de educación superior que estaría brindando oportunidades a aquella población que, por una u otra razón, no haya podido incorporarse a la educación superior. El Estado planifica cubrir esta necesidad con la creación de 50 universidades: 25 surgirán de los tecnológicos, que pasarán a la figura de universidades; y las otras 25 serán generadas para dar cabida a las expectativas de una “población flotante”.

Rol de las universidades públicas y privadas Las universidades públicas nacionales se han desenvuelto para formar profesionales en carreras determinadas mientras que las universidades privadas se han creado para cubrir algunas expectativas y demandas de profesiones que no existentes en las públicas. Aún así, sigue habiendo un conglomerado que por falta de capacidad física (cupos) no han podido ser absorbidos por la educación superior. Cabe destacar una de las características que se observa en el proyecto universitario Alma Matér: la interrelación cerrada que manifiesta entre las comunidades y las nuevas universidades. Por consiguiente, otro de los propósitos de la Misión Alma Matér, es especializar estudiantes en carreras que requiere el entorno donde se establezcan dichas universidades (comunidad). Y dar respuesta a la necesidad de especialistas que las empresas e instituciones solicitan para participar, de manera eficiente, en el proceso de desarrollo del país. En otras palabras, se estaría cubriendo algunas expectativas de mano de obra calificada requerida. Por otra parte, se pide el apoyo de las univer-

sidades existentes para organizar y coordinar la formación de ciudadanos, de acuerdo a las expectativas de nuestra realidad social.

Programas Nacionales de Formación Los Programas Nacionales de Formación son definidos como aquellos conjuntos de estudios y actividades académicas conducentes a títulos, grados o certificaciones de estudios superiores, creados por iniciativa del Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, y diseñados en colaboración con una o más instituciones de educación superior oficiales. Estos programas serían dictados y acreditados en distintos espacios del territorio nacional, en las Aldeas Universitarias de Misión Sucre o en Instituciones de Educación Superior, en función de prioridades nacionales, regionales y locales. Esto es sólo una muestra de lo que cómo los venezolanos debemos analizar y reflexionar. Se perciben actitudes y acciones que minorizan la aceptación de los proyectos propuestos (enmarcar los procedimientos bajo una ideología especifica sin dar cabida a cualquier otra que la ciudadanía considere aceptable pudiera generar resistencia). Estamos hablando de socialismo, de democracia; y es necesario hacer uso de ello. Cuando se está seguro de que lo que se hace es lo correcto, no se debe temer aceptar nuevas posiciones ya que las mismas lo que harán será respaldar las ideas propuestas. Quién no desea vivir en armonía para lograr un fin común que beneficiará a todos, constituye un doble discurso que no beneficia a nadie. alidabm@hotmail.com


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Nuevo ataque a la inteligencia: la investigación en jaque José Rafael López Padrino

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l desprecio a la ciencia, a la cultura y la estigmatización de determinados intelectuales o de instituciones completas, son aspectos comunes a los gobiernos fascistas. Para Stanley Paine, lo que caracteriza al ideario fascista es justamente el cuestionamiento de la actividad creativa del hombre, a través de la imposición de un pensamiento único. Las aseveraciones falaces del teniente coronel en su show dominical Aló Presidente (No. 329; 3/5/09), acerca de la labor del personal científico que labora en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), reflejan primeramente, un antiintelectualismo iracundo muy propio de su formación cuartelaria, y segundo, una ignorancia supina sobre el tema que abordó. Acusar al personal científico del IVIC de hacer una ciencia inútil, divorciada de las necesidades del país, es simplemente la más vulgar y despreciable manipulación de la verdad. Su primitivismo intelectual no le permite apreciar el valor del trabajo científico que se desarrolla en los laboratorios de esa institución. El IVIC (9/02/1959) representa una de las instituciones venezolanas de mayor prestigio internacional, debido a la calidad de las investigaciones que se desarrollan en sus laboratorios. A través de sus centros y departamentos de investigación ha logrado importantes aportes en las áreas de las ciencias básicas y tecnológicas para el país, extensivo a otras latitudes. Su Centro de Estudios Avanzados ha logrado la formación (maestría o doctorado) de cientos de profesionales nacionales y extranjeros en

diversas áreas del conocimiento (antropología, bioquímica, ecología, estudios sociales, física, genética humana, fisiología y biofísica, inmunología, microbiología, química, etc.). Además, en los laboratorios del IVIC estudiantes de universidades nacionales y extranjeras realizan sus tesis de licenciatura y de postgrado. Dispone de la Biblioteca Marcel Roche, designada por la UNESCO (1996), Biblioteca Regional para América Latina y el Caribe. Adicionalmente, el IVIC presta servicios a la industria farmacéutica, biomédica, así como a la comunidad en general mediante la realización de pruebas de paternidad, diagnósticos médico-forenses, descarte de enfermedades, estudios del medio ambiente, entre otros servicios. De su plantilla de investigadores surgieron los grupos de trabajo que dieron origen a la Fundación Instituto de Ingeniería (1982), INTEVEP (1976) y el Instituto de Estudios Avanzados, IDEA (1982). Igualmente, el IVIC creó la empresa Quimbiotec (1989) con la finalidad de producir medicamentos derivados del plasma sanguíneo humano. Además, ha abierto sedes regionales en las ciudades de Mérida (Física Aplicada) y Maracaibo (Estudios Botánicos y Agroforestales) a fin de impulsar la investigación en las regiones del país. ¿Cómo pensar que un sujeto cuya formación intelectual no traspasa los umbrales de la portada y la contraportada de los libros que suele recomendar, pueda entender, pero peor aún, evaluar y criticar la calidad y el impacto de las investigaciones que se realizan en el IVIC? Como coloquialmente se suele decir:

Cadena de ADN. El laboratorio en el IVIC ha procesado más de 23 mil muestras de ADN.

Biblioteca Marcel Roche del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), designada por la UNESCO (1996) como Biblioteca Regional para América Latina y el Caribe.

¿qué sabe burro de freno? Invitar a los investigadores a realizar “ciencia útil, investigación social, ciencia y tecnología para elevar la calidad de vida del pueblo, para solucionar los problemas de contaminación (Aló Presidente No 329; 3/5/09), aparte de evidenciar un desconocimiento vergonzoso de lo que hace el IVIC por el país, constituye una despreciable manifestación de populismo e hipocresía frente a un auditórium de lambiscones y eunucos ideológicos, que sólo sirven para aplaudir sus necedades. Contrariamente a lo afirmado por el teniente coronel, el IVIC desarrolla en la actualidad más de 160 proyectos de investigación en áreas como ecología, medicina, microbiología, química, ingeniería, oceanología y ciencias costeras, química medicinal, agroforestales, física aplicada, etc. todas ellas vitales para el desarrollo del país. La infeliz teatralización del teniente coronel terminó ordenándole a Jesse Chacón: (devenido en Ministro de Ciencia por obra de su dedo omnipotente) “aprieta las tuercas y el que no le guste que se rasque, el que le pique que se rasque, en muchas instituciones de esas quedan escuálidos, que se vayan, socialismo o muerte”, (Aló Presidente No 329; 3/5/09). Tal vez eso de “Jesse aprieta las tuercas” implique el uso de las listas Tascón y Maisanta, acompañada de una buena dosis de “perdigones” y del “gas del bueno”, como hemos visto repartir bolivarianamente a los miembros de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana en contra de pacíficas manifestaciones. Sin embargo, el cierre de su infausta intervención nos retrotrae a los tiempos cuando Mi-

llán Astray, expresando mejor que nadie la esencia del fascismo, le gritó a D. Miguel de Unamuno: “¡Muera la inteligencia, viva la muerte!”. El discurso del teniente coronel fue excluyente, de intimidación, nada sorprendente pues al fin y al cabo, los fascistas siempre apelan al terror como instrumento de dominación. Un graznido de pájaro necrófilo, como dijera Unamuno; porque la razón es la muerte del fascismo, y la muerte es su única razón para subsistir. Para los fascistas, la ciencia es imprescindible como instrumento de dominación, pero les resulta al mismo tiempo inconveniente, pues ella busca siempre la verdad, y desenmascara las falacias. Por eso el fascismo asume frente a la ciencia y a la cultura, la misma actitud que hacia las masas: las necesita y las cultiva, pero a la vez les teme y las desprecia. Y cuando no puede manipularlas, intenta silenciarlas, generalmente con la ayuda celestina de algunas figuras intelectuales, devenidos en auténticos vasallos sin criterios, que se mimetizan en repetidores sin escrúpulos de libretos vergonzantes y abyectos. Hoy, más que nunca, surge la imperiosa necesidad de la unidad de los trabajadores de la ciencia, de la cultura, de la educación, de la industria petrolera, del hierro, del aluminio, en fin de todos, para enfrentar esta nueva ofensiva de la chatarra bolivariana que pisotea la constitución nacional, conculcando nuestros derechos constitucionales. jr2610@gmail.com


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Investigador venezolano participa en la búsqueda de medicamentos contra la malaria

Buscando nuevos fármacos con la ayuda de informática Raúl Isea

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l desarrollo de nuevos medicamentos es un problema de difícil solución desde el punto de vista computacional. Ello es debido a la carencia de algoritmos que permitan integrar una amplia gama de información distribuida por todo el planeta. Por ello, existe la necesidad de salvar la brecha tecnológica para unificar y analizar una enorme cantidad de información distribuida en diversos formatos electrónicos que a menudo son incompatibles. La base de datos del Centro Nacional para la Información Biotecnológica (conocida por sus siglas en inglés NCBI), por ejemplo, es uno de los repositorios de información más importantes en el mundo. Se puede acceder a los datos allí depositados gratuitamente, no importa desde donde se consulten. Allí hay almacenados más de 88 millones de secuencias (loci diferentes) compuestas por más de 90.000 millones de nucleótidos, hasta junio de 2008. Manejar ese volumen de información, como es de suponer, presenta un reto computacional de gran envergadura. Las secuencias almacenadas en el NCBI están asociadas a una amplia gama de publicaciones científicas. De modo que si una persona desea manejar toda la bibliografía publicada en el área de diseño de drogas (por citar un ejemplo), debe comenzar estudiando más de 180 mil publicaciones científicas que han sido impresas hasta nuestros días. Estos trabajos están escritos con un alto nivel científico, y no son contribuciones divulgativas. Si nos dedicaramos a leer cinco publicaciones al día, nos llevaría un poco menos de 100 años revisarlas (y para entonces el conocimiento sería obsoleto). De allí la necesidad de implementar sistemas automáticos de procesamiento de datos para simplificar el volumen de información a analizar. Y se debe consultar la bibliografía porque hay que identificar aquellos posibles blancos biológicos (es decir, las secuencias) donde podría interactuar la droga que se busca para combatir una determinada enfermedad. Para ello se emplean programas de computadora en una red tal, que el problema es atacado por muchos computadores a la vez. Gracias a este poder de cómputo es posible identificar potenciales similitudes entre las secuencias que deben interactuar con los medicamentos, con la esperanza que dichas similitudes puedan ser utilizadas como nuevos blancos contra una droga específica. Para lograr ello, se debe hacer un proceso de

comparación cuantitativa entre cada par de secuencias. Esto es algo así como buscar frases similares dentro de un libro, con el principal inconveniente que dicha búsqueda se debe hacer en forma recurrente: es decir, buscar una frase en todo el libro, luego otra frase y así sucesivamente. Para entender el poder de cómputo científico requerido en este último comentario, permítanme resaltar el cálculo que se realizó en el Laboratorio Nacional de Argonne (Estados Unidos) donde emplearon una supercomputadora que está compuesta por más de 10.000 procesadores con la única tarea de identificar aquellas secuencias similares entre sí (dicha comparación llevaría varios meses de cálculo ininterrumpido en nuestras computadoras personales). Más aún, el volumen de información que se generó, producto de dicha comparación, es del orden de Petabytes (un millón de Gigabytes), es decir, se debe analizar la información equivalente de espacio que ocuparían cinco mil discos duros de 200 GB cada uno de un computador doméstico. Una vez identificadas las secuencias que pueden estar asociadas en una determinada enfermedad, el próximo paso es la elección de los posibles candidatos a fármacos que puede ayudar a combatir dicho flagelo, y para ello se emplea una metodología computacional llamada Docking; es decir, en un ambiente virtual, la proteína se mantiene fija en el espacio mientras que una determinada droga se va colocando en diferentes partes cercanas al exterior de dicha proteína, y en cada una de dichas posiciones se va calculando la energía resultante producto de la interacción del complejo proteína-droga. De tal manera que las potenciales drogas, que pudieran llegar a ser eficientes contra la enfermedad, son aquellas que poseen menor valor de energía de interacción del complejo formado droga-proteína. Por otra parte, se ha demostrado en la literatura científica que hay zonas muy específicas donde la droga debería ser más favorable a la interacción con una proteína (es decir, no es cualquier parte de la proteína donde llega dicho fármaco), de manera que los posibles medicamentos candidatos a droga contra una determinada enfermedad, serán aquellos que presentan la menor energía de interacción del complejo droga-proteína ubicada en esos lugares específicos de la proteína. En esta figura se muestra los resultados obtenidos del Docking que se realizó en el supercomputador de

Resultados obtenidos mediante el proceso de Docking en el supercomputador de San Diego, California, EEUU. (Imagen de la UC San Diego, California.)

San Diego, donde emplearon la proteína Neuraminidasa como blanco para la búsqueda de nuevas drogas que inhiban el virus de la gripe. El estudio ha permitido plantear 27 posibles fármacos contra la gripe; para lograr el resultado, se utilizó una supercomputadora con 128 procesadores. Para finalizar, permítanme comentar la iniciativa internacional denominada WISDOM (abreviatura por sus siglas en inglés: Wide In-Silico Docking Of Malaria) cuyo objetivo es identificar aquellas potenciales drogas que pueden ser eficientes contra la malaria. Dicho estudio se realizó gracias a un esfuerzo de cooperación internacional de investigadores de Francia, España, Italia, Alemania, y Venezuela. En el estudio se probaron más de cuatro millones de drogas diferentes para una misma proteína blanco. A pesar que dicho cálculo se realizó en varios cientos de procesadores, éste tardó 76 días consecutivos, y actualmente se están publicando los resultados obtenidos de dichos estudios teóricos. Los detalles técnicos de dicho trabajo pueden apreciarse en el artículo WISDOM_II: Screening against multiple targets implicated in malaria using computational grid infraestructures publicado en Malaria Journal, volumen 8:88, mayo, 2009 . Podemos concluir que existe la necesidad de innovar en técnicas computacionales para manejar grandes volúmenes de información, independientemente cómo se haya generado, para facilitar búsquedas eficientes

Breve curriculum En 1993 obtuvo su título de Licenciado en Física en la UCV, Facultad de Ciencias, Caracas - Venezuela. Tres años después recibe el Doctorado en Ciencias Químicas (1996), en la Universidad Complutense, Madrid, gracias a una Beca Mutis de la AECI. El Postdoctorado (1997-2000) tanto en el Centro de Química del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), y en Rice University. Fue investigador en el Centro de Cálculo Científico de la Universidad de Los Andes (2001-2007). Desde entonces es investigador en la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA). El extenso curriculum del Dr. Isea incluye numerosos artículos publicados en revistas internacionales arbitradas, presentaciones en congresos y obras de divulgación para el público en general.

que puedan ser empleadas para identificar fármacos útiles contra cualquier enfermedad. A pesar del gran esfuerzo invertido en estos ensayos, solamente se puede garantizar el éxito del mismo cuando se puedan realizar validaciones experimentales en el laboratorio. risea@idea.gob.ve *Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Venezuela.


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Modernidad: democrática y revolucionaria Nelson Acosta Espinoza

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ikipedia, la enciclopedia libre, proporciona una definición precisa y corta del término modernidad. Resalta su carácter filosófico y sociológico y lo conceptualiza como el proyecto de imponer la razón como norma trascendental en la sociedad. En ese sentido, remarca la enciclopedia, este término se encuentra enlazado con el concepto kantiano de la ilustración “la mayoría de edad del individuo, que ejerce su razón de forma autónoma: el Sapere aude”.

Racionalismo en la política Esta racionalidad invadió con su lógica el tramado institucional sobre el cual se erigió el estado moderno. Esta circunstancia se conoce como el racionalismo en la política, vale decir, la pretensión de planear las sociedades desde la abstracción de la razón y mediante el uso infalible y soberano de la técnica. De acuerdo a esta lógica, sería posible organizar la vida social, política, cultural y espiritual de las sociedades a partir de los intereses de una supuesta “razón” emancipadora y universal. Desde luego, esta pretensión racionalista predicaba sobre su carácter universal y, en consecuencia, refractaba las diferencias y carecía de recursos para metabolizar y respetar la vigencia efectiva del disenso Desmontar este sesgo racionalista en la política constituye una exigencia intelectual ineludible. Recordemos, brevemente, las experiencias traumáticas experimentadas por los ciudadanos de sociedades donde ha imperado este racionalismo político: autoritarismos burocráticos, nacionalistas, integristas, comunistas, fascistas, populistas, etc. Experiencias todas estas, bueno es recalcarlo, que no corresponden a desvíos del curso trazado por esta “razón emancipado-

ta y universal”. Por el contrario, representan arreglos políticos que agenciaban y, aún agencian, la pretensión de arropar con esta lógica de la perfección y uniformidad la totalidad del entreverado institucional de esas sociedades. En forma breve, sería posible postular que la clave para comprender estos desastres políticos reside en el exceso a la hora de suministrar a la sociedad dosis de “razón”.

Ingenuidad antropológica La idea de construir un “hombre nuevo” descansa sobre un racionalismo de corte antropológico. Esta visión proyecta una visión ingenua de nuestras sociedades. Se asume la existencia de matrices culturales refractarias al cambio y, se concluye, que este hecho es el que entorpece nuestro acceso a la condición moderna y/o socialista. Se ha señalado, por ejemplo, que la presencia de éticas particularistas e individualistas dificulta la construcción de este nuevo sujeto histórico. De acuerdo a esta lógica, la ausencia de solidaridad y de confiabilidad recíproca constituye el gran obstáculo para alcanzar la modernidad de sesgo socialista. Esta circunstancia hace obligante, entonces, que el estado emulando a un nuevo Orfeo, descienda a las profundidades para rescatar a la sociedad que yace postrada, como Eurídices, por causa de la picadura de la serpiente del particularismo, egoísmo e insolidaridad. A partir de este diagnóstico se formulan políticas públicas que apuntan hacia una resocialización de la colectividad en términos de formas “universales” de relación. Esta suerte de universalización inducida tiene como finalidad disolver las formas culturales que privilegian preferencias valorativas individuales y particulares. Desde luego, acciones de esta naturaleza violentan los principios sobre los cuales se erige un orden cimentado en la idea de libertad. Recordemos que esta matriz garantiza la presencia y coexistencia de las diversas de voces que expresan formas históricamente acumuladas del ser social. Esta diversidad de creencias proporciona al concepto de libertad contenidos concretos que hace obligante su presencia

Modernidades múltiples La occidental no es la

única experiencia moderna. Sociedades diversas (Japón, China, India, Brasil, Corea del Sur, etc.) han desarrollado este programa cultural y político en sus propios términos. Estas experiencias refutan los presupuestos homogeneizadores y hegemónicos del programa de la modernidad occidental. Las modernidades múltiples presuponen una nueva forma de entender nuestra contemporaneidad. Lo múltiple apunta hacia el reconocimiento de una dinámica de cambios, transformaciones y reconstituciones de una diversidad de relatos políticos y culturales. Distintos actores intentan la implantación de diversos programas de modernidad. Desde luego, manteniendo perspectivas muy distintas sobre aquello que hace que las sociedades sean modernas. No es posible, hoy en día, sostener, como ingenuamente se ha hecho, que los patrones occidentales de modernidad representan las únicas y “auténticas” modernidades.

Modernidad: democrática y revolucionaria Nuestro país ha experimentado diversas modernidades. Por ejemplo, a lo largo del siglo XX se consolidó una modernidad de vocación democrática. Este relato político se construyó sobre una lógica que respetaba las diferencias y las articulaba a contenidos de carácter universalista. Temas como industrialización, urbanización, sustitución de importaciones, nacionalizaciones, se articularon con un discurso político que hacía uso de un léxico incluyente de máximas y proverbios que para su mo-

mento interpelaban a los distintos sectores que constituían el país nacional. A finales de la última década del siglo pasado este dispositivo político se agotó. No pudo profundizar su carácter democrático. Como consecuencia, el país se encaminó hacia una crisis de carácter orgánico que aún no ha podido ser superada. Paradójicamente, esta crisis restauró la lógica discursiva que caracterizó al positivismo en Venezuela. Vale decir, escindir al país en extremos antagónicos e irreconciliables. La modernidad revolucionaria invita a escoger entre socialismo y capitalismo. Oferta que ha sido formulada en los mismos términos en que fue enunciada la vieja escogencia positivista entre civilización y barbarie. Esta restauración de la “razón” positivista conduce, inevitablemente, hacia esquemas políticos rígidos y de sesgo autoritario. La figura del “gendarme necesario” ensombrece a la del líder revolucionario. La nueva modernidad política en el país tendrá que articular eficazmente y proporcionar contenido concreto a los conceptos de libertad y democracia. El respeto y profundización de las diferencias han de ser su punto de partida; el de llegada quizás sea la construcción de las autonomías políticas en el país. En fin, la plenitud democrática se alcanza cuado las dimensiones de la diversidad cultural y la pluralidad política se complementan y refuerzan mutuamente. Largo, entonces, el camino a recorrer. acostnelson@gmail.com


Cuadernos de la Secretaría - Año II, número 18, junio 2009 Caballos en la hisotoria y la mitología

Babieca, Rocinante, Pastor, Bucéfalo, Marengo Andrés Barazarte

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stos son algunos nombres de los caballos que cabalgaron personajes de ficción e históricos. Babieca, acompaña al Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, en su última batalla. Sobre Rocinante, se empinan las alucinaciones de Don Quijote de la Mancha. Pastor escolta a Simón Bolívar en innumerables batallas. Desde el lomo de Bucéfalo, Alejandro Magno, dirigió batallas que expandieron el imperio griego hasta Egipto y la frontera de la India. Marengo es custodiado en el National Army Museum en Inglaterra; testigo mudo de la derrota de Napoleón en Waterloo.

Alirio Palacios Nació en Tucupita, estado Delta Amacuro, Venezuela, el 7 de diciembre de 1938. Pasa su infancia en el campo petrolero de San Tomé, donde cursa la primaria. Estudia secundaria en la población de El Tigre, estado Anzoátegui. Se traslada a Caracas para seguir arte puro y artes gráficas en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas, donde estudia con Alejandro Otero, Mateo Manaure, Rafael Ramón González, Gert Leufert y Gego. A su egreso del plantel, en el año 1959, es un pintor paisajista, tendencia de la que se irá apartando. En el Salón Oficial de 1961 recibe el Premio Roma, con el que da inicio a una serie de viajes de estudio por ciudades y centros de enseñanza artística del mundo: cursa pintura en la Academia de Bellas Artes de Roma, 1961; grabado en la Universidad de Bellas Artes de Pekín, 1962-1965; aguafuerte y diseño en la Universidad de Arte de Varsovia, 1968; grabado en la Academia de Arte de Berlín Occidental, 1969; artes gráficas en el Centro de Grabado Contemporáneo de Ginebra, 1973-1974; mezzotinta en la Universidad de Cracovia, 1974-1975, y otros. Ha trabajado en el campo de la docencia del diseño, además de ser cofundador del TAGA y del CEGRA. Ha sido comisario en una serie de eventos artísticos nacionales en el extranjero, y dirigió el Venezuelan Art Center en EEUU. Ha recibido numerosas recompensas, siendo las más significativas el Premio Nacional de Artes Plásticas 1977; primer premio, II Salón de Dibujo Actual de Venezuela, FUNDARTE, Caracas, 1980; premio adquisición, I Bienal Nacional de Artes Visuales, Museo de Bellas Artes, Caracas, 1981; y el Premio Andrés Pérez Mujica, Salón Arturo Michelena, Valencia, 1981.

Procedencia El fósil más antiguo de la familia de los equinos se encontró en Estados Unidos en 1867 y se le denominó Eohippus. Este animal medía unos 30 centímetros y poseía cuatro almohadillas en las patas delanteras y tres en las traseras. Era el habitante de las zonas selváticas y de los pantanos y fue la especie que emigró hacia Asia en el período del Eoceno. Con la llegada de la era glacial el número de ejemplares se fue reduciendo hasta su extinción del continente americano, hace unos ocho mil años. Así, hasta que no llegaron los primeros conquistadores, la especie del Equus caballus (denominación latina para el caballo que conocemos en la actualidad) fue desconocida para los pobladores de este continente.

Simbolismo La riqueza simbólica de este animal es variada. Para muchos autores, el caballo es expresión simbólica del instinto, volcán del deseo desenfrenado. En antiguos ritos, una cuadriga de caballos es sacrificada como ofrenda al sol. Los romanos lo consagran al Dios guerrero Marte. Para los hijos de la Roma Eterna, la visión de un caballo es presagio de guerra. En diversas fábulas y leyendas, los caballos previenen a los caballeros: son clarividentes. De acuerdo a Jung, el

brioso cuadrúpedo es encarnación del costado mágico del hombre, “la madre en nosotros”, la intuición del inconciente. De la aureola mágica del caballo proviene la creencia de que la herradura es señal de buena suerte. Mirce Eliade, el gran historiador de las religiones, subraya su carácter tónico-funerario y el papel protagónico que

juega en los ritos chamánicos. Equus caballus juega un papel importante en la obra reciente de Alirio Palacios; sus caballos guerreros y de la tropa emperadora, Babieca, Rocinante, Pastor, Bucéfalo y Marengo trasladan al espectador a otro nivel; a un más allá que permite cabalgar llanuras, rozar ventanas y atajar nubes.

Maestria y espacio mítico de Alirio Palacios La maestría que manifiestan sus cada vez más convincentes propuestas en el curso de estas últimas décadas lo ha convertido en una referencia ineludible de los logros plásticos venezolanos alcanzados durante la segunda mitad del siglo pasado. En un acercamiento forzosamente sucinto a su trabajo como el presente, creo que debe señalarse dos rasgos capitales que a mi ver han marcado su búsqueda desde el inicio. El uno se refiere a su incomparable formación creadora, una de las más sólidas entre los artistas de nuestros días, una formación conquistada mediante un rigor casi ascético que lo llevó a permanecer durante largos años como estudiante en China, Polonia, Alemania, en una etapa en que tal vez otros se hubiesen dado por satisfechos con lo aprendido en la

Eugenio Montejo Escuela de Artes Plásticas de Caracas. Esa rara ambición de dominio formativo ha hecho de él un maestro en el arte del grabado oriental y occidental, en el empleo de procedimientos y medios inusuales o poco conocidos que combina con singular pericia en sus propios grabados y pinturas. Sin embargo, el cabal desempeño del oficio se ha convertido para él en un academicismo petrificante, en fórmulas rígidas de procedimientos que pretendan bastarse por sí mismos. Al contrario, nuestro pintor es consciente de que los secretos de la hechura deben siempre ponerse al servicio de la intuición y de las visiones creadoras. De allí nace la convincente vitalidad de sus cuadros. A este primer rasgo, que corresponde al adueñamiento del oficio, a la asimilación de una paciente sabiduría técnica, conviene añadir otro, no menos determinante a lo largo de toda su obra. Se trata de la base mítica que le sirve de referencia, la raíz sagrada de su espacio, sin la cual el aprendizaje técnico tal vez se habría condenado a la inventiva gratuita. Una de las obras que ha sabido asumir con mayor decisión el emblemático legado de Armando Reverón (1889 – 1954) en la pintura de nuestro continente es la de Alirio Palacios. Es verdad que su proyección, sus medios, sus alcances son radicalmente distintos. Es conocida la enceguecida ansiedad de Reverón por pintar la luz de los trópicos a partir del blanco puro, en tanto que en Palacios predomina el empleo del negro que proviene de sus maestros chinos. El negro que al asumirse como color es el que mejor se relaciona con el universo fantasmagórico que a menudo, se expresa en sus cuadros. sin embargo, la fidelidad casi religiosa a la pintura como alfabeto donde podemos leer la vida y el ámbito originario de un hombre en ambos se da con inigualable correspondencia, en ambos alcanza el hondo sentido de fidelidad a un destino.


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