ENTREVISTAPÁGS 8 y 9 En una interesante entrevista, el rector de la Universidad del Zulia, Leonardo Atencio, nos ofrece su visión de la Reforma Universitaria.
ALVARADOPÁG 10 El distinguido profesor Joaquín Alvarado se pregunta el significado del “voto paritario” anunciado en el artículo 109 de la Constitución reformada.
ISMAELGARCIAPÁG 2 En entrevista exclusiva, nos comenta que, según la Reforma al artículo 109, un estudiante pudiera terminar siendo rector de la universidad.
HORRORPÁG 11 Orlando Arciniegas nos ofrece una visión de lo que fueron los horrores de los sistemas totalitarios, en esta primera entrega
REFORMAPÁG 4 Una visión histórica de la reformas y contrareformas universitarias, sus amigos y enemigos, nos ofrece el profesor Freddy Carquez.
USLARPIETRIPÁG 13 José Napoleón Oropeza en la segunda parte de una profunda reflexión sobre el también escritor y político, Arturo Uslar Pietri.
Ilustra este número de Cuadernos, la obra del artista valenciano Oswaldo Vigas, titulada “La Gran Bruja”, que corresponde a su período denominado “de las brujas”. Colección Lagoven.
“El claustro ha muerto” Earle Herrera, ante la Asamblea Nacional (18 de octubre, 2007)
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Cuadernos nº 7
Noviembre, 2007
Ismael García, diputado de la Asamblea Nacional
“La AN violenta todos los mecanismos constitucionales para aprobar la reforma” Mariandreína Ruiz Roa
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a voz de Ismael García, diputado de la Asamblea Nacional y secretario general de Podemos, es prácticamente la única que se alza en el interior del parlamento para oponerse a la aprobación de ciertos artículos de la reforma, pues, según él mismo advierte, la Asamblea Nacional está violentando todos los mecanismos constitucionales para aprobar la misma. A su juicio, hay más de un artículo que no es “sano” para la democracia venezolana, entre ellos el 109, referido a la redimensión del claustro de las universidades. “En el caso de la dirección de las universidades habría que tener cuidado, porque de pronto -de acuerdo con el criterio establecido en el artículo 109- prácticamente un estudiante podría terminar siendo el rector de una universidad”, comenta García, quien advierte -conociendo a fondo a sus compañeros parlamentarios- que “no se puede tomar esta apreciación como una exageración”, ya que éste es el concepto de “democratización de las universidades” que tienen quienes han propuesto la reforma de este artículo.
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lo que antes hacía la gente, ahora lo hará sólo el Presidente. Eso es una violación de la Constitución”
“Creo que el artículo se ha aprobado de manera sesgada, porque de un extremo, no puede pasarse al otro. Debió buscarse un punto mucho más equilibrado en cuanto a cómo deben elegirse las autoridades”, explica el diputado. En este sentido, considera que debe haber “un mayor nivel de democracia” en el desarrollo de los liderazgos en la universidad, y apoya el hecho que de que los estudiantes tengan una mayor participación en este proceso, pero subraya que “el grado, la academia y la formación de-
ben ser lo más importante”.
“Para nosotros el proyecto es la Constitución, no es un hombre”. Convencido de que el país va a reaccionar, García hace la salvedad de que Podemos nunca se había opuesto al programa de gobierno que se estaba llevando a cabo, pues estaba en el marco de la legalidad, pero explica que ahora tomaron una posición crítica porque esta reforma es inviable dentro del marco y del modelo democrático del país. “Nosotros hemos respaldado al Presidente y hemos votado once veces por él. En todos los momentos hemos defendido el marco de la legalidad constitucional, y todo su programa de gobierno, pero hoy nos quieren llevar por un camino en el que nos salimos de ese proyecto”, comenta el diputado. “Para nosotros el proyecto es la Constitución, no es un hombre, no es un partido, no es un programa de gobierno, el proyecto de un país está en la constitución. Por eso es que hoy hemos dado este paso adelante para decir que no estamos de acuerdo”. No obstante, el legislador detalla que también existen artículos con los que Podemos está de acuerdo, tales como los relacionados a la reducción de la jornada laboral, el reconocimiento de los derechos de los trabajadores de la economía informal y la abolición de los latifundios y de los monopolios, pero -haciendo referencia a este último- García cuestiona el hecho de que por un lado el Estado propone abolir las concentraciones de poder, y por el otro va a ser el dueño absoluto de la propiedad pública. En referencia a este nuevo concepto de propiedad, García explica que tal como está planteado es inviable. “El modelo de propiedad que se está aprobando indica que la propiedad pública le pertenece el Estado. Nosotros creemos que la propiedad pública le pertenece al pueblo y a sus futuras generaciones, porque eso es lo que se deriva en un modelo de Estado que es absolutamente democrático”, argumenta el diputado, añadiendo que los modelos de apropiación y de distribución de propiedad son los que definen el modelo de Estado que se quiere construir. “El modelo que indica la reforma fracasó en la Unión Soviética porque el Estado termina convirtiéndose en el dueño de todo, entonces, a la final, el Estado es dueño de todos los capitales, y del todo el poder, es el mayor capitalista, y eso no es posible”.
El Poder Popular a merced del Presidente Otro de los puntos que García califica como “absolutamente grave” es la conformación del nuevo Poder Popular, ya que según como está planteado ahora, esas instancias serán un instrumento del Jefe del Estado para las políticas que él quiera desarrollar. “No me opongo a que el Poder Popular exista, pero ahora se establece que este poder se elige a través de las asambleas, de los consejos de campesinos, de estudiantes, y obreros; entonces serán estos consejos comunales y los grupos humanos los que van a decidir. Creo que el pueblo debe tener el derecho de formar este poder, pero con el voto directo y secreto”. Igualmente se opone a que sea el Presidente quien –con la nueva geometría del poder–elija a los funcionarios, incluido al alcalde mayor de Caracas. “De ahora en adelante el Presidente lo va a designar, lo que antes hacía la gente, ahora lo hará sólo el Presidente. Eso es una violación de la Constitución”, sentencia el legislador. Por último, y ante este panorama, el parlamentario vislumbra tres posibles escenarios. El primero que pudiese haber una rectificación “en las próximas horas o en los próximos días y estos señores pudieran escuchar y hacer modificaciones”; el se-
gundo sería que se permita votar por artículos y no por bloque; y el tercero que ninguna de las dos opciones anteriores ocurra y que por lo tanto el país se polarice y un grupo esté a favor y otro en contra de la reforma. “El debate no se está haciendo entre el Gobierno y la oposición, ni entre unos que estuvieron apoyando una visión, y otros que apoyan la contraria. El debate hoy es por el país”, finalizó el parlamentario.
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...de pronto -de acuerdo con el criterio establecido en el artículo 109prácticamente un estudiante podría terminar siendo el rector de una universidad”
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Autoridades de la Universidad de Carabobo María Luisa Aguilar de Maldonado
Cuadernos nº 7
Defendamos nuestra Alma Mater Pedro Villarroel, Secretario de la UC
Rectora
Jessy Divo de Romero Vicerrectora Académica
Víctor Reyes Lanza Vicerrector Administrativo
Pedro Villarroel Secretario
Cuadernos de la Secretaría Una publicación de la Secretaría de la Universidad de Carabobo
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Periodista: Mariandreína Ruiz Roa mariandreinaruiz@hotmail.com
Colaboradores: Alecia Castillo Henríquez Ascander Contreras Uzcátegui Jesús Puerta José Díaz Retali Jorge Preciado Pablo Polo Domingo Sifontes Gustavo Guevara Pablo Baricelli Argenis Urdaneta Helena Acosta Mariño María C. Arcila Franceschi
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nte la posibilidad de que las universidades nacionales puedan ser intervenidas, las autoridades tenemos que -por encima de cualquier otra consideración- cerrar filas en su defensa. La democracia y la alternabilidad que funda nuestro esquema electoral garantiza el ejercicio de la autonomía. Fuimos electos, por los votos de nuestros profesores y estudiantes, en legítimas elecciones. Estamos ocupando los cargos que nos corresponden. Por el voto ejercemos el cargo; y sólo por el voto lo abandonaremos. Respondemos así a quienes nos eligieron y depositaron su confianza en nosotros. Abandonar nuestros cargos, por cualquier tipo de presión, sería impensable. Podrán las fuerzas anti-universitarias expulsarnos físicamente de nuestras oficinas. Pero no podrán sacarnos de nuestros cargos. La defensa de nuestra Alma Mater ha de ser una lucha sin descanso, sin tregua, y con un doble propósito: por un lado, hacia lo externo, debemos impedir todo tipo de tentación autoritaria; y por el otro, hacia lo interno, debemos propiciar la vigilancia y denuncia de las irregularidades en el ámbito administrativo o académico. No podemos ocultar que nuestras instituciones de educación superior presentan severos síntomas de agotamiento. Las universidades actuales corresponden a un esquema de país y a un proyecto nacional que ya rindió su tiempo histórico. Su estructura organizativa, en consecuencia, se muestra inadecuada para responder a los desafíos que implica el desiderátum histórico en el cual se encuentra el país. Las autoridades universitarias deberíamos encabezar un esfuerzo de deliberación que sirva de punto de partida para la refundación. Desde luego, este proceso de reflexión debe asumirse como una tarea a largo plazo y como una respuesta institucional al desenlace de la crisis orgánica que se avecina y que pudiera poner en peligro nuestra esencia. Un primer punto de partida pudiera ser volcar nuestras miradas al interior de la universidad. Diagnosticar lo que, efectivamente, sucede en nuestro diario quehacer. Nos permitimos lanzar esta propuesta a la consideración de los universitarios. Debemos convocar al claustro. Debemos demostrar que el claustro no sólo no ha muerto, sino que vive
y que puede ser ámbito de reflexión y centro para el diseño de políticas. Los tiempos por venir se encuentran plenos de incertidumbres, tanto para la nación como para las universidades. Este es el momento en que debemos constituir un sólido frente unitario para enfrentar las amenazas que se ciernen y para realizar el diseño consensuado de una nueva política, puertas adentro. Pareciera que las circunstancias son propicias para elevar, nuevamente -como se hizo en el 68- las banderas de la reforma universitaria y para asumir, desde nuestras aulas, los nuevos requerimientos y las exigencias científicas y sociales que el país nos reclama con urgencia. Reconozcamos que falta mucho por hacer para que nuestra querida Alma Mater brille con la luz de los saberes, para que nuestros mejores talentos, y no los más astutos, alcancen la relevancia que hoy no tienen -pero que siempre debieron tener. Salvemos la Academia. Y encontremos la fuerza necesaria para llevar a cabo los cambios que el país demanda a gritos. Ocupémonos más del espíritu de la universidad, que es la búsqueda de las verdades -puesto que no hay una sola verdad- y derrotemos las dificultades que se ciernen sobre todos nosotros. En suma, venzamos las sombras, para que nuestra casa sea el faro que ilumine, con sabiduría y bondad, los días y años por venir. pedvil@gmail.com
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Editorial
Tolerancia y cordura
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n nuestra anterior editorial, anunciábamos –muy a nuestro pesar- “tiempos borrascosos”. Los sucesos de los últimos días confirman nuestras suposiciones: marchas de estudiantes, represión, más marchas, más represión, la sociedad civil se agrupa y asiste a grades concentraciones…Y, tristemente, una joven estudiante del Zulia, Flavia Araujo, es asesinada; y el joven Homero de Jesús Romero muere también, en circunstancias aún no aclaradas. Hemos dicho una y otra vez que en la universidad creemos en la discusión, en el debate, en la pluralidad de ideas. Esa es -y así ha sido demostrado muchas veces- la universidad que tenemos. La violencia es justamente lo contrario de lo que representa la universidad. Hemos visto el ataque sin piedad a un joven, hijo del comisario Henry Vivas, que perdió sus dientes por el mero hecho de circular por la misma calle que esos metropolitanos que una vez condujo, con mucha honra, su propio padre. La ballena, con sus potentes chorros, barre cualquier vestigio de protesta. Y horas más tarde vemos –con estupefaccción- al ministro Carreño felicitando a policías y guardias nacionales por “una labor bien hecha”. Ante la incontenible ola de violencia que ya nos revuelca, tenemos que apelar a los recursos de la no-violencia, a la cordura, a la tolerancia. Entendemos que el país está, nuevamente, dividido en dos bandos -y eso nos preocupa. En democracia, independientemente de las ideas de cada quien, sólo cabe un grupo: todos nosotros, por igual, hombres y mujeres de buena voluntad que trabajamos y luchamos diariamente por nuestros hijos, por nuestra familia, por nuestro bienestar. Esos violentos, incapaces de argumentar sus razones, se manifiestan a golpes -o, lo que es peor aún, a tiros. Ellos deben ser arrinconados, aislados, excluidos. Pues ningún bando los quiere. Y no tienen derecho a imponer sus argumentos de esa manera. Repetimos: este es el momento de la tolerancia y de la cordura. ¡No a la violencia!
Salvador Dalí, “Persistencia de la memoria”, 1931. Museo de Arte Moderno, Nueva York.
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¿Reforma o contrarreforma? Fermín Freddy Carquez Márquez
Alumnos de la Universidad de Córdoba, Argentina, festejan la reforma universitaria de 1918.
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esde hace dos a tres décadas en nuestras instituciones de educación superior y centros de Investigación, tanto públicos como privados, se debate en forma abierta o solapada, la necesidad de una transformación académico-política, para incorporar las ideas para el desarrollo que exige la sociedad venezolana. La tarea de reproducir conocimientos y destrezas destinadas a la producción energética y manufacturera alcanzó su mayor rendimiento. La formación de cuadros profesionales para el sector servicios -sanitarios, educativos y militares- también se ha saturado. Pero ha surgido una demanda sanitario-asistencial y humanista que ha rebasado la oferta estatal del modelo liberal puntofijista, quedando al descubierto también la demanda de técnicos para asumir la expansión de la economía, mucho más allá de la obtención de materia prima barata. Y ha crecido la exigencia por un valor agregado superior, destinado a superar el rentismo y las relaciones clientelares de la población con el modelo productivo, social y político actual. Esta última es la demanda que debemos atender desde las casas de estudio. Los enemigos de la reforma Son sectores de poder que tomaron el control de las universidades, a partir de la década de 1960, en correspondencia con los amos de la administración estatal, ubicados políticamente en los acuerdos asumidos entre las élites al despedir al Mesías armado de Michelena, al amanecer del 23 de enero de 1958. Y estos, se dedicaron recuperar la normalidad en el interior del establecimiento, después de la derrota de la camarilla autoritaria de las Fuerzas Armadas con su caudillo, el General Marcos Pérez Jiménez, superando ampliamente, además, el desorden creado por la insurgencia izquierdista de la época. Esta convirtió a la Universidad Central de Venezuela (UCV) en un centro de operaciones, amparada en la extraterritorialidad que concede el estatuto autonómico.
Los enemigos de la reforma son los sectores profundamente conservadores, cuyas lealtades políticas han variado según la tendencia que tenga el viento del poder. Para ellos, las universidades -públicas y privadasse convirtieron en un espacio para manipular la realidad, comportándose como los dirigentes del Estado (blancos, verdes, rojos, azules o anaranjados), y conformándose con la condición de seguros proveedores del personal indispensable para las funciones reproductivas del capital local. También son enemigos los administradores de una cantidad importante de recursos utilizados en forma clientelar y burocrática, a imagen y semejanza de la práctica política del poder central. Sus dividendos institucionales han sido -y siguen siendomuy escasos; pero en cambio se obtuvieron espléndidos resultados para los intereses personales o grupales de los equipos dirigentes. Y los amigos de la contrarreforma, ¿Quiénes son y donde se encuentran? No son otros que las decenas de aventureros, parasitarios del clientelismo universitario, arropados con la cobija del presupuesto pero abjurando del sistema del cual comen y beben a sus anchas, y listos para cuando les toque la oportunidad de cosechar tal y como ha ocurrido en el presente. Están a la orden del poder y de sus privilegios. Ellos son unos pillos redomados, como Juan Barreto o Earle Herrera, y unos cuantos más. Operadores dolarizados del gobierno de turno, con un comportamiento similar a los mujiquitas del Gomecismo o del Perezjimenismo, espacios en los cuales no sólo treparon, si no que lo han ordeñado hasta el cansancio, utilizando tramposamente el escenario que aporta la institución. ¿Y qué proponen los militantes de la contrarreforma? Pues seguir el mismo camino que ha transitado sus jefes: ofrecer una cosa para entretenernos y concluir imponiendo otra; simular democra-
tizaciones que a la brevedad se convierten en asaltos a la buena fe de las comunidades; frustar las aspiraciones a cambios en libertad, paz y prosperidad. Sólo en el mundo ingenuo de las comiquitas, podría ser efectiva la idea de que la nivelación del poder de los integrantes de la comunidad universitaria -profesores, estudiantes y empleados- puede ser utilizada como palanca para sobreponerse a las dificultades de conducción, caracterizadas por la diversidad tanto de origen e intereses, como de formación y funciones de esos tres grandes componentes de la comunidad. Una contribución más al proyecto transnacional Democratizar las instituciones básicas educativas o sanitarias del Estado invocando la igualdad -para ignorar la diversidad orgánica, intelectual, funcional y operativa- es convocarlas al desorden, a la anarquía y a la implosión. Se cumpliría así con éxito la orden dada por la Jefatura del Gobierno, que no es otra que tomarlas por asalto desde adentro para destruirlas; y permitir, así, la intervención masiva de fuerzas sociales, políticas y militares extrañas al interés nacional. ¡Ojo, no lloriqueen después por el precio que pagaran por ser traidores a la patria! ¿Será esa, finalmente, la tarea del profesor Acuña y sus asesores? ¿Contribuir a la desnacionalización intelectual de Venezuela, facilitando la fuga de sus cerebros en una estampida como la ocurrida en Cuba hace unas décadas, y enmascarada con la oferta de una transformación progresista que nunca apareció? Es cierto -esto es innegable- que las instituciones universitarias venezolanas han sido erosionadas por el clientelismo, reproduciendo en su seno las deformaciones burocráticas y autoritarias que son un lugar común en el aparato del Estado a todos los niveles, desde las jefaturas civiles hasta la presidencia de la República, pasando por gobernadores y alcaldes. Tanto los rectores como los decanos se comportan como “jefes de estado” en miniatura, gestándose la paradoja de la coexistencia de un discurso crítico sobre el abuso de poder en el mundo extra-universitario, con una práctica académica excluyente, ventajista y conservadora, que alimenta la centralización, el clientelismo e incluso el autoritarismo en el ejercicio de la dirección. De la misma forma como tratamos de superar el atraso en la dirección política del Estado, utilizando procedimientos constructivos, compartimos un criterio similar frente a los
problemas de las universidades. Y la salsa que es buena para la pava es también buena para el pavo, señor ministro Acuña. ¿Qué reformar? 1. La composición del poder de la comunidad universitaria en el orden siguiente: 50% profesores; 30% estudiantes; y 20% empleados y obreros. Propuesta en la cual se amplía la representación estudiantil -el más numeroso de la comunidad, pero con elevada rotación- y se incluye la representación laboral más estable. 2. La administración del gasto universitario debe ser una función calificada, independiente de la estructura académica, con cuentas periódicas claras y un gasto cotidiano al descubierto. 3. La función rectoral y decanal debe ser democratizada, trasladando sus competencias administrativas al organismo de cogobierno del cual se es sólo parte, utilizando los procedimientos democráticos, sin “cajas negras” ni votos privilegiados. 4. Mecanismos para revocar a las autoridades, respetando procedimientos y normas. 5. La formación para el ejercicio de la labor académica deben ser respetadas a ultranza. Resulta inconcebible el atraso permitido a las autoridades, a todos los niveles. 6. Desaparecer el continuismo en la dirección y en la representación de la institución, en todos los niveles, y sectores. Porque además de ser una utilización perversa de los recursos, obstruye y secuestra el desarrollo de nuevos de talentos sociales y políticos. 7. Recursos propios pues, definitivamente, las instituciones universitarias deben poseer una política conducida por la dirección administrativa, construida en forma transparente y desarrollada con la cooperación de la sociedad civil y la comunidad organizada. Y fundamentada en la utilidad cultural, social y productiva que desde las universidades se construya con la población local, e insertada en los planes de crecimiento regional. carquezf@yahoo.es
Estudiantes brasileños exigen reformas universitarias (2004)
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stoy convencido de que la reforma propuesta al artículo 109 de la constitución nacional, no sólo es consecuencia de los principios de la democracia participativa y del estado de derecho y de justicia que informa toda nuestra Carta Magna, sino que también desarrolla consecuentemente el concepto de la autonomía universitaria y hasta la definición presente de las universidades como comunidades de intereses en búsqueda de la verdad. Veamos por qué. En primer lugar, la reivindicación de la paridad profesor-estudiante ha estado desde siempre asociada a la lucha por la autonomía, especialmente en ese brillante movimiento estudiantil y popular que luchó por ella en las primeras décadas del siglo XX en Argentina, Perú, México y otros países de nuestro continente. De hecho, lo que hoy conocemos como el cogobierno es tan sólo una versión pálida de las exigencias de aquel movimiento histórico, porque la propuesta original implicaba compartir el poder universitario entre los estudiantes, los profesores y el pueblo en general. Si no lo cree el lector, lea un poco los manifiestos y los documentos históricos de la lucha autonómica de Córdoba y otras ciudades latinoamericanas. Luís Fuenmayor, y con él autoridades actuales de las universidades nacionales, ha dado un argumento peregrino para oponerse a la paridad profesor-estudiante. Ha dicho que la universidad, por sus propias características institucionales, de ser el lugar de la ciencia y el conocimiento, ha de estar regida por una suerte de
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El claustro ha muerto ¡Viva la comunidad universitaria! Jesús Puerta jerarquía a la manera de los militares, y que darle la paridad de voto a los estudiantes es como permitir que los soldados elijan en comicios a los generales. La fuerza de este argumentación es que se basa en cierto “carácter social” (como dice Erich Fromm) o “estructura de sentimientos” (R. Williams) propio de muchos profesores, pero apenas lo examinamos un poco, se nos disuelve entre los dedos. Cabría alegar que la docencia hace mucho tiempo que dejó de concebirse como una relación vertical o autoritaria, para pasar a una visión mucho más participativa y constructivista del saber. La relación profesor/estudiante no es la de un general respecto a un soldado, de simple obediencia mecánica. Al contrario, desde la modernidad se entiende que el conocimiento debe ser sometido a crítica y discusión, y los docentes no cumplen una labor únicamente informativa desde un podium, sino que más bien son facilitadotes de procesos de aprendizaje, donde el estudiante desempeña un papel activo, constructivo. Por lo demás, según la concepción del movimiento autonomista de Córdoba, los estudiantes son el alma de la universidad, su razón de ser. Los profesores no son
los dueños de la universidad; en todo caso, lo es el pueblo. Esto, que es evidente en el plano de la docencia, también hay que considerarlo a la hora de producir el conocimiento, es decir, en la labor de investigación. También desde hace tiempo, no se entiende la labor científica como la de unos ignorantes al mando de un sabelotodo que manda en virtud de un carácter cuasi divino sobre los demás. Al contrario, mucho se ha avanzado en la idea del equipo de investigación. Y en ese equipo, por supuesto que el que sabe más puede aportar más, pero todos y cada uno de los integrantes del equipo tienen su importancia relativa; pero además, a la hora de las innovaciones, hay tendencias completas que sostienen que ellas provienen precisamente de las periferias de las disciplinas. Considerar que un estudiante, un empleado o un obrero, por no ser profesores, valen menos a la hora de participar en la determinación de la vida universitaria, es análogo a negarle a la señora ama de casa voz y voto en las decisiones de una familia. Se trata del mismo menosprecio hacia el trabajo manual, de logística, administrativo, necesario y a veces imprescindible, para que el hogar
funcione. Qué no decir acerca de las labores de docencia e investigación de las universidades. El argumento de Fuenmayor, hoy esgrimido por Marta Colomina, la rectora, etc. , en realidad es hipócrita, especialmente en boca de las actuales autoridades universitarias que ni siquiera cumplen con la norma del doctorado, que no son definitivamente ninguna autoridad desde el punto de vista científico y académico, sino simple y llanamente son representantes de facciones políticas y grupos de intereses, contratistas, etc., que se mueven en torno al presupuesto universitario. Negar la participación paritaria de estudiantes, empleados y obreros en la comunidad es, no sólo negar el espíritu comunitario de la universidad, aparte de traicionar el ideal autonomista original, sino ocultar tras una gran hipocresía, la realidad de lo que hoy son las universidades dentro de un esquema que se supone más académico que el propuesto: ocultar tras un antichavismo irracional y manipulador que la universidad hace tiempo que perdió su rumbo y que es preciso transformarla.
desde luego, más fuerza. Pues en vez de representar a un sólo sector, representará una más amplia comunidad de intereses. Ante la declaración fascista de Herrera, vale la pena aclarar qué es ese claustro a quien él pretende condenar a muerte, sin previo juicio (asunto muy normal en las dictaduras, comunistas o fascistas, pues ambas son igualmente Miguel A. Megias intolerantes). El claustro, pretendidamente asesinado por Herrera, es el cuerpo de profesores -desde asistentes a titularesque prestan sus servicios tor el insigne Don Miguel de de investigación, docenUnamuno: “¡Abajo la intelicia o extensión en las gencia, viva la muerte!” a universidades populalos que Don Miguel riposres, autónomas y demotó: “¡No, viva la intelicráticas, a saber: Cengencia! ¡Mueran los tral de Venezuela, Los malos intelectuaAndes, Zulia, Carabobo, les...!¡Vencereis, pero Simón Bolívar y Oriente. no convencereis!”. Integran el claustro, Desde luego, el además de los profesoclaustro no ha muerres, los estudiantes (en to. Está vivito y coporcentaje de 25% de los leando. En todo docentes) y los recaso, profesor Hepresentantes de los errera, el claustro, segresados (cinco por cada fagún el nuevo artículo cultad). 109, de ser aprobado, el El cogobierno actual no fue claustro no sólo no ha dado graciosamente a las unimuerto sino que adversidades, cierto: se Don Miguel de Unamuno. quirirá nueva vida y,
ganó en difíciles luchas a raiz del mayo francés del 68, que generó en Venezuela sus coletazos. Liderado por el rector Jesús María Bianco y el PCV, los estudiantes de izquierda de entonces, forzaron la barra y lograron la aprobación de la reforma a la Ley de universidades, vigente hasta hoy, durante el gobierno de Rafael Caldera. Estamos de acuerdo con los críticos de las universidades en que la única labor del claustro es la de escoger a las autoridades. Estamos de acuerdo en que el clientelismo y los “grupos” han distosionado al claustro. Estamos de acuerdo que en la actualidad no se elige al mejor, sino al que más puede. Estamos de acuerdo en que la representación estudiantil pudiera ampliarse. Y no nos oponemos -más bien, le damos la bienvenida- a que los empleados y obreros también tengan una voz en los menesteres universitarios. Pero de ahí a pensar que el voto paritario -docentes, estudiantes y trabajadores- pueda resolver los problemas actuales hay un largo trecho. En definitiva, estamos de acuerdo en modificar el claustro ¡Pero no matarlo! Por eso decimos, en alusión a la vida y no a la muerte: ¡Viva el claustro! miguelangelmegias@gmail.com
El claustro ha muerto ¡Viva el claustro! E l jueves 18 de octubre es una fecha que quedará grabada en tinta indeleble en las páginas de la historia de Venezuela. Con las palabras “¡El Claustro ha muerto!”, pronunciadas por el profesor universitario, periodista, y diputado a la Asamblea Nacional, Earle Herrera, se pretendió darle acta de defunción a- presumiblemente- las universidades nacionales autónomas y democráticas. Porque en las otras, el claustro, al parecer, no existe. Semejante barbaridad no parece venir de un miembro de ese mismo cuerpo cuya defunción decreta. Y, por cierto, nos recuerda aquella otra barbaridad, pronunciada por el general fascista Millán Astray, en el recinto de la Universidad de Salamanca, siendo rec-
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jesus_puerta566@hotmail.com
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punto y contrapunto...
Vamos a votar, duélale a quien le duela
¿Votar para que todo siga igual?
Elena Ibarra*
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e avizora un nuevo amanecer. Ahora los trabajadores de las universidades podremos ejercer nuestro derecho al voto; se acaba de aprobar, gracias a la propuesta de la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional, la modificación al artículo 109 en la Constitución, que nos “reconocen a las y los trabajadoras y trabajadores de las universidades como integrantes con plenos derechos de la comunidad universitaria, una vez cumplidos los requisitos de ingreso, permanencia y otros que paute la ley”. La reforma nos garantiza el voto paritario de estudiantes, profesores y trabajadores para elegir a las autoridades universitarias, e incluye a los profesores en todas sus categorías. Además, se preservan los principios constitucionales de la democracia participativa y protagónica y la autonomía universitaria para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión. Para llegar a este logro tuvimos muchos los años de lucha ¿Quién no se acuerda de ello? ¿Cuántas veces discutimos sobre la posibilidad de intervenir en las elecciones de las autoridades? Decíamos entonces que “otra sería la cosa”. ¿Cuántos, mediante halagos propios de las consejas pre-eleccionarias, ofrecieron luchar y luego sufrieron amnesia? Ahora, los mismos que nos engañaron, esgrimen banderas pretendiendo defendernos pero sólo dejan ver sus rancios egoísmos. Los argumentos para ejercer el derecho que tenemos no fueron oídos en aquel entonces; muchos de nosotros discutimos con profesores amigos, con los estudiantes, con nuestros propios compañeros y compañeras trabajadoras. Y sin embargo no se pudo obtener ese derecho. Para quienes se creen dueños del poder los empleados, obreros y trabajadores profesionales vendemos, día a día, nuestra fuerza de trabajo y recibimos a cambio un sueldo que nunca, léase bien, nunca compensará la fuerza, energía, dedicación y tiempo que le hemos dado a la universidad pues no tuvimos la posibilidad de elegir las autoridades de la universidad. Tenemos la capacidad de elegir a quienes regirán las políticas de nuestro país, pero no las de la universidad. Ahora votaremos, eso es seguro. No nos asustan las voces del oscurantismo que señalan como medidas populistas el reconocimiento de nuestros derechos dados en la Reforma a
la Constitución. No, no es populismo darnos legalidad para que ejerzamos nuestro derecho. Estamos claros del gran bagaje cognoscitivo que podemos dar -y hemos dado- a la universidad que nos preparó; los trabajadores tenemos el derecho de ejercer el voto, la universidad nos necesita y somos el motor de muchas de las dependencias que forman el entramado estructural hasta tal punto que algunas son el “apoyo insustituible de docentes”. Los obreros somos la fuerza vital de toda organización; sin ellos, las instituciones serían claustros fríos, desaliñados y la vida útil de los implementos -y de la institución misma- sería más corta. Ellos -o nosotros, porque me considero una obrera intelectual- que poseen una instrucción especial, pero que al igual que los obreros vende su fuerza de trabajo, le dan vitalidad a las instituciones; sin los obreros no existe masa de trabajadores que lleven adelante las organizaciones. Ahora podremos votar y sólo nos queda prepararnos para ello. Seguirán las voces de quienes esgrimieron por años que éramos iguales y ante
una medida que nos iguala se les cae la careta o mejor dicho responden a sus intereses de clase. Ellos, de nuevo, nos tratan como minusválidos, pero el triunfo es indetenible; ya hemos ganado la primera batalla de manera que vamos a prepararnos pues vamos a votar, duélale a quien le duela... Gracias mi comandante, gracias Asamblea Nacional, gracias Comisión Mixta, pero sobretodo …gracias, gracias a mi pueblo. ibarraelena @gmail.com * Nota: La doctora Elena Ibarra es empleada de la Universidad de Carabobo.
Andrés Barazarte
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n primer lugar, ¿que significa “voto paritario”? Hay varias interpretaciones. La primera sería la de “una persona, un voto”. En ese caso, tendrían diez veces más peso los estudiantes que los profesores; o lo que es lo mismo, el voto de un profesor valdría 0,10 veces la de un estudiante. ¡Bastante devaluado, diría yo! Y la de de los trabajadores valdría, aproximadamente, lo mismo que la de los profesores, con lo que se devalúa aún más el voto del profesor que ahora valdría 0,05 veces la de un estudiante. Por tanto, creo que esta interpretación crearía tal desbalance que el voto de un profesor se convertiría, como dicen del voto estudiantil actual, en “un real saludo a la bandera”. Los estudiantes podrían, al menos en principio, ponerse de acuerdo nombrar desde un genio hasta un truhan como rector...O a un rector que les ofrezca una “bequita”. O... (llene usted el blanco). La segunda interpretación es la del voto “paritario en proporción”. Es decir, si hay 3.000 votos de profesores, se haría una equivalencia a 3.000 votos de estudiantes y 3.000 votos de trabajadores. Algo dificil de hacer funcional, pero posible. En ese caso, el voto del profesor valdría 0,33 del total (un tercio) y habría un equilibrio de fuerzas a desmedro de los profesores. Suponiendo que el artículo 109 se apruebe (como parece que ocurrirá), el tema de la paridad tendría que ser aclarado bien sea en la Ley de universidades o en el TSJ. Ahora vayamos a la propuesta en sí. Fuenmayor ha puesto como ejemplo (malo, a mi entender) que en un cuartel es impensable que las tropas elijan a los generales. Y es que la universidad no es un cuartel, “ordene y mande, mi general”. La universidad es el templo del saber, del conocimiento, de las luces, de la inteligencia. Es factible, ¿porqué nó? que en la toma de decisiones de la comunidad profesores-estudiantes-trabajadores puedan todos participar, en alguna proporción. Para los empleados, por ejemplo, el voto se ve como un gran logro; pero el voto no es la única forma de democratizar a la universidad, ni tampoco la más conveniente. La comunidad profesores-estudiantes-trabajadores podría (si hubiera voluntad política, incluso sin
cambiar la Constitución), participar en la elaboración y ejecución del presupuesto. Y los estudiantes podrían participar en la elaboración y ejecución del currículo y en su seguimiento; esto se lograría mediante comisiones mixtas tripartitas, con el poder suficiente como para bloquear o hacer efectivas las propuestas. En tales comisiones si pudiera haber paridad. Pero que sea el voto el elemento mediante el cual los estudiantes y trabajadores influyan en las políticas universitarias, eso no es conveniente, como veremos. A lo largo de los años, se creó un clientelismo aberrante: ascensos, fondos de investigación, viajes al exterior, etc., pueden ser otorgados o negados no según méritos sino según el voto. Si las autoridades siguen manejando el presupuesto como ahora, la tendencia será a extender el clientelismos a los 40.000 estudiantes y 3.000 empleados y obreros. O sea...más, mucho más de lo mismo. ¿Es eso lo que quieren los revolucionarios, más corrupción? Creo que nó. Más inteligente sería el control y ejecución del presupuesto. ¡Ahí si que les dolería a las autoridades! El presupuesto es la clave de la solución, amigos. Los mil millardos que se manajerán enla UC en 2008 (¡un millardito de BsF!) muy atractivos... Si se elijiera un rector (con votos paritarios) que no manejara dinero sino la academia, otro sería el resultado. Imaginemos que el manejo administrativo lo lleve a cabo un gerente bien organizado y capaz, que sea el que administre un presupuesto aprobado por la tripartita: ¿acaso no vendría eso a solucionar el problema del clientelismo? Su labor sería la de administrar con eficiencia, eficacia y probidad (tres asuntos pendientes para las autoridades actuales) y que obtenga por diversos medios los recursos necesarios para llevar adelante la investigación, la docencia y la extensión, en ese mismo orden. Los los profesores honestos -que somos muchos- estamos de acuerdo en que todos voten, pues la situación universitaria parece haber llegado a su límite. Pero no resolvaeremos los problemas universitarios matando a la Academia. Resolvámoslo inteligentemente, creativamente y no agregando más problemas a los actuales. Pensemos en nuevas formas de organizar la universidad. O de lo contrario, todos votaremos para que todo siga igual. andresbarazarte@gmail.com
Noviembre, 2007
Cuadernos nº 7
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La innovación en el siglo XXI y la universidad puertas adentro
Programas informáticos en la Web Miguel A. Megias
U
na nueva tendencia aparece en el horizonte de las aplicaciones informáticas. En los programas utilizados hasta hace unos años, bien sean para uso idividual o para trabajo cooperativo en red, el “paquete de software” se instalaba en el equipo individual o en el servidor de la red. En consecuencia, era preciso disponer de un CD o su equivalente, introducirlo en la máquina e instalarlo. A medida que se generaban nuevas versiones mejoradas, habia que instalarlo la nueva versión. Todos conocemos la evolución, por ejemplo, del Word, desde la versión 2, en 1992, hasta la actual. En el caso de empresas con muchos usuarios, la instalación individual en gran cantidad de equipos requería mucho tiempo, esfuerzo y entrenamiento de usuarios. Además, las pequeñas mejoras o parches de correccióndebían ser instaladas máquina por máquina con las consiguientes pérdidas. Pronto, los ingenieros encontraron la solución a estos problemas: instalar los programas en un servidor Web igual que cualquier otra página. Este enfoque hace posible que cada vez que el usuario usa el programa, siempre tiene disponible la versión más actualizada del mismo. Pero además, los programas en la Web tienen otras ventajas, como veremos. En primer lugar, el acceso es universal, desde cualquier lugar (donde haya conexión a Internet) y en todo momento. Un buen ejemplo de aplicación Web es la página para solicitar pasaportes o divisas, recientemente implantado en Venezuela. No importa la hora ni el lugar, estos programas están siempre disponibles. Se ha hecho así realidad el trabajo colaborativo en línea. Google, el gran motor de búsquedas en la Web, tiene disponibles aplicaciones en línea para el manejo de textos, hojas de cálculo, y más, todos a través de la Web.
Wikipedia y otros Otro ejemplo interesantísimo es la enciclopedia univesal, Wikipedia, donde miles de escritores de todo el mundo y de diversos idiomas, aportan su experticia a los más diversos tópicos. Wikipedia se ha convertido así en referencia mundial. Lo mismo podemos decir de YouTube, el novedosísimo sistema para colocar vídeos en línea que pueden ser consultados y vistos por millones de personas. De hecho, en un ensayo modesto, la Dirección de Tecnología Avanzada (DTA) de la UC, que dirije el profesor Germán Larrazábal, tiene un enlace en ese espacio (buscar por “DTA Universidad de Carabobo”). También hay muchos vídeos de protestas de estudiantes de Carabobo. Esto demuestra que los jóvenes están aprovechando las nuevas tecnologías con mayor velocidad y eficacia que las propias instituciones. ¿Está utilizando la universidad venezolana estos nuevos recursos? Parcialmente. Pero falta mucho por hacer. Consideremos, por ejemplo, las inscripciones de estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES), vía Internet. Este es un buen ejemplo del uso de la informática, pero le faltan detalles. Por ejemplo, si el programa fuera más completo, los estudiantes podrían ver, en una página, quienes son sus compañeros de curso, cual es el perfil de cada uno (foto, correo electrónico, celular, aspiraciones, intereses, etc.) de tal modo que, formando una comunidad vitual, pudieran intercambiarse datos, apuntes de clases, información sobre la materia o enlaces interesantes. Esto, que aún no se ha hecho, sólo requiere la voluntad de hacerlo, pues los recursos ya existen. El desarrollo de un proyecto similar pudiera ser realizado mediante una o varias tésis de grado de los estudiantes de informática de la Facultad de Ciencia y Tecnología (FACYT).
Pantalla de entrada al programa colaborativo en la Web, Wikipedia
Tal vez se pudiera usar otro interesante programa, Facebook, creado en la Universidad de Harvard para uso de sus estudiantes y ahora extendido a todo el mundo. Otro asunto que puede, con la ayuda de programas Web, ser colocado en línea es la data académica universitaria. Por La Universidad de Carabobo tiene presencia en YouTube ejemplo, los inscri- gracias al aporte de la Dirección de Tecnología Avanzatos en cada período, da (DTA). en cada facultad. Los Al tener información virtual, las egresados. Los profesores, con su correspondiente perfil, accesible por búsquedas y selección de documencualquiera que lo desee consultar. tos se simplifica y se democratiza. Las materias diponibles, sus estadís- Localizar un oficio o una orden de ticas, sus contenidos... Esto permiti- compra virtual está a la distancia de ría a cualquier estudioso producir un click, y es mucho más facil que loimportantes estadísticas y publicar- calizar su equivalente en papel. Acalas en el mismo ámbito. Es decir, bemos, de paso, con las fotocopias. ¿Para que necesitamos un soporte de trabajar en forma colaborativa. La colocación en línea de los pre- papel si documento está siempre dissupuestos universitarios y su ejecu- ponible en la Web? ¡Consultar es más ción (este es uno de los secretos me- barato y rápido que acumular fotojor guardados de la institución) enri- ciopias! Como si estas ventajas no fueran quecería el conocimiento de la suficientes, los documentos en la universidad. Un buen programa Web sería útil Web no se pierden. El papel puede para disminuir el abundante papeleo extraviarse; un incendio puede acade las universidades venezolanas. En bar con todos los archivos. Pero en vez de documentos físicos debiéra- Internet nada se pierde ni se quema: mos construir un sistema informáti- todo se preserva. ¿Que tesoros no co moderno, sin papeles, y así tendríamos si los archivos de Indias, tan celosamente guardados en Sevisimplificar la burocracia. lla, hubieran sido grabados en la Web La universidad sin papeles al descubrise la América? En su libro Negocios a la velocidad del pensamiento, Bill Gates rela- FUNPROINDES a la ta como un día decidió convocar a to- vanguardia FUNPROINDES (Fundación para dos sus gerentes para darles una orden: acabar con todos los formula- la Promoción, Investigación y Desarrollo de la Universidad de Caraborios de papel de la organización. En las semanas siguientes se com- bo), administra proyectos financiapilaron mas de 70 mil formularios di- dos por la LOCTI. Según entendeversos: planillas de solicitud de ma- mos, su directiva comisionó la elaboterial de oficina, documentos para ración de una aplicaciónWeb. Mediante este programa los invesórdenes de compra, facturas, etc. ti ga dores aportan, en línea, los datos Tras meses de análisis, Microsoft ad mi nistrativos de sus proyectos, logró eliminar casi la totalidad de los des de sus oficinas o laboratorios, en documentos de papel, excepto unos cual quier momento, y sin necesidad cinco formularios exigidos por el gode ge ne rar papeles ni de entregarlos, bierno americano. Todos los demás fi si ca men te, a la oficina de la Fundafueron convertidos a documentos ción. Toda la información se asienta virtuales, sin respaldo en papel. en pá gi nas Web. Nada se pierde, todo ¿Es que no podemos hacer algo está en lí nea y hay una absoluta parecido en nuestras universidades? trans pa ren cia. Los administradores Estoy seguro de que, con voluntad, sí de la Fun da ción pue den, desde cualpodemos, si nos lo proponemos. quier par te con co ne xión a Internet, ¿Sería esto beneficioso para la covi sua li zar de ta lles o resúmenes dimunidad? Por supuesto. Los papeles rec ta men te, sin ne ce si dad de soliciocupan espacio, cuestan dinero, detar in for mes de ges tión. ben ser rellenados, usar tinta y recurCreemos que FUNPROINDES es sos...¡Los papeles son un auténtico pio nera en el buen uso de la tecnoloderroche de tiempo y dinero! ¡Acabegía. Tal vez otros la seguirán. mos con ellos! ¡Salvemos los árboles!
Entrevista con el rector de la Universidad del Zulia, Leonardo Atencio Gracias a los recursos electrónicos, la redacción de Cuadernos ha podido entrevistar, con carácter de exclusividad, al rector de La Universidad del Zulia (LUZ), profesor Leonardo Atencio Finol, en referencia a los temas universitarios que están actualmente siendo debatidos en las instituciones de educación superior. A continuación el resultado de la entrevista. Mariandreina Ruiz Roa
-El diputado Earle Herrera señaló en la Asamblea Nacional “El claustro ha muerto y nace la universidad popular autónoma y verdaderamente democrática”. ¿Qué opinión le merece esta afirmación?
-Nosotros respetamos la opinión de todos los integrantes de la comunidad universitaria y del público en general, pero consideramos que expresiones de esa naturaleza constituyen actos demagógicos que en nada contribuyen a la discusión en torno a los cambios que requiere la Universidad y se están dando, con la mesura que caracteriza las decisiones universitarias. El señalamiento del profesor universitario, trastocado en diputado oficialista, nos hace recordar al extinto congresista que al condenar el golpe militar del 4 de febrero 1992, dijo “¡muerte a los golpistas!” Ambos son oficiantes de la muerte. -¿Qué opinión le merece el hecho de que se redi-mensione el claustro y que se consagre el voto paritario de profesores,
“En las universidades autónomas, incluida la del Zulia, hay interesantes propuestas de transformación ” estudiantes y personal administrativo? ¿Qué interpreta usted por “paritario”?
-Paritario significa que todos los sectores tendrían igual peso al participar en el acto eleccionario. Estaríamos hablando de un 33% para cada sector. Como señalé, es un acto demagógico que desvirtúa la esencia de la Universidad, una institución académica cuyas funciones fundamentales son la investigación, la docencia y la extensión. Los empleados y obreros juegan un rol importante en el funcionamiento de la institución pero no contribuyen de manera directa al cumplimiento de los fines que le caracterizan. Por cierto, la Asamblea Nacional cometió el exabrupto de negar la participación de los egresados, bastión de la Universidad en su vinculación con el entorno. -Hay estudiantes que afirman “no estar de acuerdo con la incorporación del voto paritario (porque) es estar de acuerdo con las dictaduras instaladas desde hace años en las universidades autónomas y privadas del país”, ¿qué puede decirnos al respecto?
-Es obvio que esos estudiantes actúan de manera impulsiva, como actores políticos; además de poco conocedores de la esencia de la Universidad y de la normativa universitaria –quizás podría ser una conquista para las universidades experimentales donde no hay elecciones y las autoridades son impuestas desde el Go-
Espléndida vista del edificio del rectorado, La Universidad del Zulia. Foto Silentzorevil
bierno nacional-; sin embargo en el caso de las instituciones autónomas y la Universidad Simón Bolívar la proporción del voto responde a la participación de los diferentes sectores en las actividades académicas. Veámoslo de manera concisa: El artículo 109 vigente, al igual que la Ley de Universidades, establece que el claustro esta integrado por profesores, estudiantes y egresados en una proporción acorde con el grado de participación en el cumplimiento de las funciones esenciales de la institución. El profesor dedica toda su vida académica –a veces hasta el momento de su desaparición física- al ejercicio de sus actividades de investigación, docencia y extensión. Los estudiantes tienen una participación activa aunque transitoria, hasta que egresan como profesionales. Los egresados constituyen el vínculo de la Universidad con el entorno socio-productivo y participan del quehacer académico a través de los estudios de posgrado, investigaciones conjuntas y actividades extensivas. Los empleados y obreros tienen intereses gremiales y corporativos que se complementan pero difieren de los supremos intereses de la institución universitaria; en razón de lo cual no pueden ser considerados integrantes del claustro. Hacerlo desvirtuaría la esencia de las superiores casas de estudio. -Algunos rectores han afirmado que esta reforma tiene por objetivo “penetrar en las universidades con ese tipo de medidas que no tienen nada que ver con la academia y que pretenden generar un estado de ingobernabilidad en las universidades”. En su opinión, ¿cuál es el objetivo de la modificación de este artículo?, ¿Han reaccionado con suficiente fuerza las autoridades de las universidades del país?
Estamos plenamente de acuerdo con esa opinión y así los hemos hecho saber en declaraciones a la prensa, artículos de nuestra columna semanal en el diario regional La Verdad, programas de televisión y en los discursos que pronunciamos porque más que nuestra responsabilidad con la comunidad universitaria, es la convicción de que la Universidad, para ser ciertamente
Universidad, debe permanecer como foco permanente de disidencia y del ejercicio de la libertad de expresión; espacio donde coexisten las diversas ideologías y corrientes del pensamiento; lugar de encuentro, convivencia y diálogo. Esa es condición esencial para poder generar y recrear conocimiento. Es más, pensamos que con esa modificación se esta jugando a un cambio en la actual correlación de fuerzas en la comunidad universitaria –recuérdese que el número de estudiantes, empleados y obreros supera con creces a la comunidad académica- a fin de que sea favorable al Gobierno nacional, en ese deseo insatisfecho de manejar las universidades autónomas, al precio que sea. En cuanto al accionar de las autoridades universitarias, hemos dado los pasos necesarios para enfrentar esa decisión arbitraria e ilegítima. En primer lugar, sensibilizamos a la comunidad universitaria y a la comunidad en general, del significado de ese exabrupto en el futuro de la institucionalidad universitaria. En segundo
El rector de La Universidad del Zulia, Leonardo Atencio Finol, durante la celebración de un acto académico
Entrevista con el rector de la Universidad del Zulia, Leonardo Atencio lugar, generamos espacios de discusión en torno a esa temática y alternativas de solución. -¿Qué opinión el merece el hecho de que, no se haya consultado a las universidades para la modificación al artículo 109?
-A nuestro juicio, eso no es más que el reflejo de cómo se propone la modificación de la Carta Magna, sin un debate serio y plural que dé participación protagónica a los diferentes sectores del quehacer nacional para que se tenga conciencia plena de lo que se estará consultando en el referéndum. Nada bueno podemos esperar los universitarios ante entes que no están interesados en debatir sino en aprobar a todo evento sus propuestas, por más descabelladas que parezcan. El uso abusivo del poder –incluidas desproporcionadas campañas mediáticas a través de supuestos medios de comunicación del Estado y el sector privado- no les permite, siquiera, guardar las apariencias. ¿Ha pensado usted en contrapropuestas a los enunciados del gobierno? Por ejemplo, se dice que los Vicerrectores administrativos no cumplen ninguna función. ¿Propone usted algo diferente?
En las universidades autónomas, incluida la del Zulia, hay interesantes propuestas de transformación que es necesario debatir en su totalidad puesto que hasta los momentos se realizan de manera puntual, de acuerdo con su viabilidad. Creo es el momento de hacerlo. Quien piense la no necesidad del Vice-Rectorado Administrativo no conoce, siquiera medianamente, el funcionamiento de una institución tan compleja como la Universidad. Como usted bien sabe, gracias al clientelismo y grupos de poder algunas autoridades se han “enquistado” en las universidades. ¿Hay alguna alternativa que nos permita evitar o sortear el clientelismo?
Negar la existencia del clientelismo político sería una necedad; sin embargo desconozco del “enquistamiento” de autoridades porque si algo prevalece en la Universidad es la
alternabilidad democrática. Que algunos decanos repitan en sus cargos y autoridades opten a otras posiciones, es la aspiración natural y legítima de quien tiene metas personales muy altas. Hasta los momentos no conozco de alguien que haya sido vitalicio ni elegido de manera indefinida o continua. A propósito, con la modificación del artículo 109 si se favorecería el clientelismo por la necesidad del sector profesoral de conquistar los votos de los nuevos electores; así como dada la relación de jerarquía entre las autoridades en ejercicio con empleados y obreros podría también influir en la voluntad electoral de estos. -Si estuviera en sus manos una reforma universitaria profunda, ¿que propondría usted?
-De manera rápida pensaría en la desconcentración del Consejo Universitario que actualmente tiene asignadas demasiadas funciones, a fin de que sea más eficiente y efectivo en las decisiones que tome; así como la asignación de nuevas funciones al claustro, en materia de políticas universitarias y planes de desarrollo, y la incorporación del sector externo en algunas instancias como actualmente ocurre con el Consejo de Planificación de nuestra Universidad. Sobre la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación Según numerosos autores, la LOCTI, es sumamente positiva para la investigación y es muy positiva para las universidades. Y sin embargo, ahora se arremete contra las instituciones de educación superior. ¿No es eso contradictorio? Y a partir de esta premisa, ¿Qué resultados ha obtenido la Universidad del Zulia en relación a la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación? ¿Cuántos recursos obtuvieron? ¿Cuántas empresas aportaron? ¿Se han ejecutado los recursos o han tenido trabas burocráticas para los desembolsos? ¿Realmente, los aportes de dinero han mejorado la investigación en el Zulia?
En la actualidad, la Universidad del Zulia ha registrado 346 proyectos de investigación en el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. A inicios de la convocatoria 2007 se captaron unos 400 millones de bolívares; a esta fecha, un sólo proyecto, el Programa Cacao, de la Facultad de Agronomía, es financiado por la compañía Shell Venezuela, C. A. por la cantidad de 998 millones de bolívares. Es muy poco el tiempo transcurrido para hacer una evaluación del impacto de la LOCTI en el desarrollo de la investigación, pero es indudaEl diputado a la Asamblea Nacional y profesor uni- ble que ha despertado versitario, Earle Herrera, pasará a la historia por ha- el optimismo de los inber decretado la “muerte” al claustro universitario. vestigadores y la con-
El polémico artículo 109 propuesto Para quienes aún desconocen de que se trata la modificación al artículo 109 propuesto por la Asamblea Nacional, transcribimos a continuación el texto del mismo. Artículo 109. El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de su comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. Se reconocen a los trabajadores y trabajadoras de las universidades como integrantes, con plenos derechos, de la comunidad universitaria, una vez cumplidos los requisitos de ingreso, permanencia y otros que paute la ley. Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, de acuerdo con los principios constitucionales de la democracia participativa y protagónica, así como las de
fianza de las empresas en la actividad de investigación de las universidades. Ojalá que intereses políticos o de cualquier otra naturaleza no interfieran en esta buena como necesaria idea. -Sobre los gremios: se dice que no han reaccionado frente a la arremetida de la Asamblea Nacional. ¿Cree usted que los gremios están a la altura de las circunstancias que vive al país? ¿Cuáles son los aportes de los gremios, que no sean el reclamo de mejoras salariales, bonos y retroactivos?
-Consideramos que los gremios universitarios mantienen intactos sus ideales de lucha no sólo por sus intereses particulares sino por la Universidad auténticamente democrática, crítica y plural que nos hemos dado, como han venido señalado y se hacen participes de las actividades que estamos realizando, algunos más activos que otros; tal es el caso de los profesores y el sector estudiantil. Sin embargo, entiendo que algunos de ellos están realizando reflexiones al interior de sus directivas para ahondar en sus planteamientos. Por supuesto, independientemente de las posiciones que asuman, las respetaremos porque ese es el libre juego de la democracia universitaria. Creemos firmemente en los gremios y en los estudiantes. Integración Universidad/Sociedad -En su opinión, ¿están las universidades satisfaciendo las demandas de recursos humanos e investigación que requieren los planes de la nación? ¿O están las universidades aisladas de su
funcionamiento y administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley. Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión. Se establece la inviolabilidad del recinto universitario. Las universidades nacionales experimentales alcanzarán su autonomía de conformidad con la ley. La ley garantizará el voto paritario de las y los estudiantes, las profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras para elegir las autoridades universitarias; consagrará el derecho al sufragio a todos los y las docentes que hayan ingresado por concurso de oposición, desde la categoría de instructor o instructora hasta titular y establecerá las normas para que las elecciones universitarias se decidan en una sola vuelta.
contexto industrial y social? ¿Verdaderamente aportan soluciones?
-Más allá de la continua propaganda oficialista y opinión de sectores políticos afectos al oficialismo, negadores a rajatabla de los aportes de la universidad a los avances del país, -sin dejar de reconocer que las superiores casas de estudio tienen la necesidad de continuar profundizando en los cambios para dar respuestas más oportunas y efectivas a los problemas nacionales y de la sociedad civilizatoria- lo cierto es que si se habla de progreso en Venezuela ¿de dónde sino de las universidades autónomas, fundamentalmente, egresan los profesionales que luchan porque los venezolanos no pierdan la confianza en un país mejor?, ¿qué institución sino la universitaria esta presente en todos los ámbitos del quehacer nacional, incluso sobreponiéndose a sus limitaciones? ¿Por qué razón el empresariado ha venido desviando su mirada hacia las universidades, llevando a cabo alianzas estratégicas e incrementado ese interés con la LOCTI? Más allá de la vuelta a la vieja concepción de la educación, y la superior como caso particular, como impulsora del desarrollo de un país, tanto la universidad como el sector socio-productivo están conjurando miedos y mitos para ahondar en la creación de espacios de encuentro para el trabajo colaborativo. Sin caer en falsos optimismos, a pesar del amenazante y desestabilizador ambiente político, creemos que la universidad –manteniendo intactos sus principios y valores- debe asumir riesgos y desafíos por el bien del país y de su propia supervivencia como casa del saber. No tenemos otra salida, no hay otra opción.
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Cuadernos nº 7
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Dr. Joaquín Alvarado, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Arturo Michelena
Voto paritario: ¿Igual en número o en valor? Considera que fue una falla no convocar a las universidades para la reforma del artículo 109. No obstante, apoya que se le dé la posibilidad de votar al personal administrativo y obrero y que los estudiantes tengan una mayor responsabilidad en este proceso, eso sí, insiste en que debe aclararse el significado del voto paritario. Mariandreina Ruiz Roa
Para el Dr. Joaquín Alvarado, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Arturo Michelena, no es una “herejía” el plantear la participación de los empleados en los procesos de la universidad, pues según explica “el personal administrativo y obrero también es parte de la comunidad universitaria y sus tareas son tan importantes que la universidad no puede funcionar cuando ellos se paralizan”. También se muestra en acuerdo con que se les dé mayor participación a los estudiantes. No obstante, hace la salvedad que hay que establecer una proporción en la misma, y que se tiene que definir el significado del voto paritario, ya que tal como se expone en el artículo 109 del proyecto de reforma, es muy ambiguo. “¿Qué significa el voto paritario, que si son 4 mil profesores, serán 4 mil los delegados estudiantiles, o es que van a votar los 40 mil?,“¿Cómo se va establecer o a conseguir esa paridad, “¿Es igual en número o igual en valor? Eso es lo que hay que preguntarse”, reflexiona el abogado, agregando que “hay que meterle la lupa a ese articulo” ya que tiene sus bemoles. Para él fue “una gran falla” el que no se haya consultado a los gremios sobre la modificación del artículo en cuestión, pues si se hubiese “oído a quien tenían que oir”, tal como sucedió con el de la propiedad, con el que se admitió “que fue un error no colocar los tres atributos y luego los colocaron”, el resultado hubiese sido mucho más satisfactorio. -¿Qué hubiese planteado para la modificación de este artículo?
-Hubiera aclarado la participación
de los sectores en los procesos electorales, pero hubiese hecho énfasis en establecer las responsabilidades de los profesores, alumnos y empleados, porque la Ley de universidades tiene fallas tremendas. Aquí un profesor puede pasar 50 años sin ascender y no pasa absolutamente nada. Porque la Ley no establece sanciones para el profesor que no cumple con ese deber y un estatuto interno en las instituciones no puede establecer esas sanciones, porque las sanciones son de carácter legal. Además ratificaría el sentido claro, meridiano y preciso que para hacer autoridad universitaria hay que ser Doctor. Eso lo dice que la Ley, lo que hay es que cumplirlo, no el vericueto que existe actualmente que dice que sino existe en las universidad un curso de doctorado, entonces cualquiera puede ser autoridad. Las autoridades deben administrar, pero no sólo el dinero, también la academia. Igualmente hubiese puesto de una vez que las universidades experimentales tuvieran plena autonomía, porque las siguen condenando a que las alcanzarán conforme a la Ley. Hay varias universidades experimentales que tienen como 25 años y todavía siguen siendo experimentales. Hay que salir de la torre de crstal
Reitera que la autonomía universitaria “tiene que estar por encima del bien y del mal y que el Estado debe respetarla, pues son el corazón de los procesos científico y tecnológicos de un país”. En este sentido subraya la necesidad de que se vinculen con la sociedad, pues su misión formar los profesionales que el país requiere, no obstante, acota que “ni la nación nos dice que es lo que requiere, ni nosotros le preguntamos que necesita. Nosotros no sabemos cuántos abogados, médicos, e ingenieros necesita el país, y por eso es que las facultades tradicionales son las que más crecen, pero ¿realmente esos son los profesionales que necesitamos, de pronto la comunidad requiere otras cosas?”, advierte el Dr. Alvarado. Añade además que más que establecer el servicio comunitario, hay que reforzar la extensión de las universidades, tomar realmente en serio las propuestas y los proyectos que día a día los alumnos presentan en sus aulas de clases y aplicarlos a la sociedad, ese, a su juicio, es el sentido popular que debe tener la misma. “La universidad que yo conocí era diferente. Yo me acuerdo que en noviembre del 57 y en enero del 58, los estudiantes salimos a las calles a enfrentarnos contra la tiranía, y el pueblo
nos sentían de ellos. Pero después se fue diluyendo y se fue metiendo en esa torre de cristal”, lamenta el Decano, añadiendo que es necesario “acercarnos a los que nadan tienen y formarlos para que puedan participar en lo que se llama la justa y equitativa distribución de la riqueza. A la universidad le hace falta disciplina, crear sentido de pertenencia y ponerse a vibrar en el corazón del pueblo”. El debate doctrinario está reviviendo
A pesar de admitir que, a diferencia de sus días de estudiante, actualmente los jóvenes no reciben en las universidades formación ideológica –en el mejor sentido de la palabra-, ve con agrado el hecho de que actualmente los universitarios estén dejando la apatía y salgan a debatir. “Ahora vemos de un lado y de en otro que hay líderes que uno los aprecia preparados, están a la altura, plantean ideas de profundidad. De ambos lados hay foquismos que buscan enturbiar el debate, pero los líderes actuales saben lo que están diciendo”, comenta Alvarado al recordar viejos tiempos. “Nosotros fuimos una generación que aprendimos el marxismo y el cristianismo. El debate era doctrinario, había uno que otro que tiraba sus piedritas, pero lo que se planteaba era una confrontación de ideas. Pero eso fue desapareciendo en las universidades”. Con esta experiencia de haber vivido los cambios positivos y negativos de la universidad venezolana, Alvarado advierte que los gobiernos en este país, “todos sin excepción”, miran a la universidad “con recelo”, de allí que, paulatinamente, han ido limitando la autonomía. “La universidad no es perfecta. Los universitarios hemos sido los culpables que los gobiernos de turno tomen algunas medidas que puedan afectar la autonomía. Aquella autonomía que teníamos en 1958, nos las restringieron en 1970. Además hay algo que ha pasado desapercibido, que nadie nunca comentó, y es el artículo 30 de la Ley orgánica de educación promulgada en 1984 en tiempos de Luis Herrera, en el que dice que todas las decisiones financieras que se tomen en el Consejo Nacional de universidades (CNU) serán de obligatorio cumplimiento por parte de
todas las universidades. Esto representa una limitación a su autonomía financiera y lo recibimos con olímpico desdén”. Por último, y con la experiencia de haber sido vicerrector académico y administrativo de la Universidad de Carabobo, así como rector encargado, admite la necesidad de que se fortalezcan en sus propias competencias las autoridades de estas dos figuras universitarias, pues la Ley los tiene sujetos a la figura del rector, quien junto al Secretario, son las dos “únicas autoridades autónomas de la institución. “La Ley le dice al vicerrector académico y al administrativo que ejercerán de acuerdo con el Rector, en cambio las atribuciones del Secretario son autónomas, que las ejercen con o sin el acuerdo del rector. Incluso tan importante es el Secretario, que si no le refrenda un título profesional al rector, ese título no vale”.
“
A la universidad no la puedes castrar para que no investigue, no aporte soluciones, y no critique cuando tiene que hacerlo.
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Los archivos del horror (Parte I) Orlando Arciniegas
L
a historia es, en todo caso, un conocimiento fragmentario, a veces sólo indiciario del viaje temporal de las sociedades humanas. Es una reconstrucción intelectual que carga con los defectos y grandezas de la inteligencia humana. Contrariamente a lo que se suele decir, la historia, como investigación, no se vuelca al estudio de los “hechos históricos”, sino al escrutinio de las reliquias que el pasado, o un cierto presente, deja entre nosotros. Los hechos históricos, su establecimiento, interpretación, así como su causalidad, no poca cosa, constituyen la elaboración intelectual del historiador. De allí su carácter siempre controversial o crítico. El núcleo duro de la investigación histórica radica en sus fuentes, en esos elementos empíricos, vestigios y evidencias, de la temporalidad a reconstruir. Para el positivismo, el documento organizado en archivos era la fuente por excelencia del saber histórico; hoy, como cosa distinta, bajo la concepción de que todo lo humano es historiable, asistimos a una multiplicación de las fuentes (escritas, orales, visuales) y de los temas de investigación (el sexo, el cuerpo, el vestido, la tortura, ideologías y mentalidades, la vida cotidiana, ...), así como al acercamiento de la historia a toda otra suerte de saber humano. Los archivos, con todo, siguen siendo para la historia fuentes principalísimas. Es el peso de la palabra, oral y escrita, en una civilización que resueltamente ha privilegiado el testimonio para la construcción de su memoria histórica. Como se sabe, el siglo pasado sirvió como marco de experimentación a los mayores totalitarismos del mundo moderno: el fascismo, el nazismo y el comunismo de tipo soviético. Quienes comandaron tales experiencias se sentían en posesión de verdades absolutas sobre cómo organizar las sociedades humanas, y no vacilaron en aplastar con la mayor violencia a quienes disentían o se resistían a sus
imposiciones. La conservación, para su conocimiento y estudio, de la documentación acerca de las atrocidades causadas a millones de seres humanos, mayormente indefensos, ha dado origen a lo que bien podría llamarse los “archivos del horror”. Recientemente, ha sido abierto al público el mayor de los archivos nazis. Está en Bad Arolsen, Alemania, y contiene 30 millones de documentos de los campos de concentración y centros de detención nazis. Si esa masa de documentos fuese puesta en línea recta tendría una longitud de 25 km. Este archivo, de muy moderna concepción, es una muestra más de la organización y acuciosidad germanas. No sólo puede hallarse allí el registro minucioso de las víctimas y hasta de sus objetos personales, sino una relación impúdica de los métodos de crueldad. Este nuevo archivo, junto a los hace tiempo organizados para el conocimiento de la barbarie nazi, y los de más reciente data correspondientes a la desaparecida República Democrática Alemana, en particular los que guardan los documentos de la Stasi, la policía secreta, hacen de Alemania un lugar excepcional para el estudio de los totalitarismos modernos, aunque ello no sirva de orgullo a los alemanes de hoy.
“El poder tiende a
corromper, el poder abosoluto corrompe absolutamente.
Lord Acton (1834-1902)
Otro tanto ocurre con los otrora archivos secretos del régimen soviético, aunque no puede decirse que haya habido un suficiente apoyo oficial para brindar el acceso público a toda la documentación. Quizá haya privado en ello el temor del Estado
La famosa leyenda que se encontraba a la entrada de los campos de concentración nazi en la Alemania de Hitler, Arbeit macht Frei (el trabajo os libera).
“En la imagen, Lenin y Stalin. Antes de morir, Lenin, en su testamento político, ad-
virtió acerca de la peligrosidad de un Stalin poderoso; pero éste secuestró tal documento que sólo pudo ser conocido mucho después.”.
ruso al reclamo de indemnizaciones por parte de los familiares de los millones de víctimas. Con todo, legiones de investigadores se han volcado afanosamente a desentrañar la información colectada de los despachos oficiales y los numerosos centros de reclusión, los sórdidos gulags, esparcidos en la ancha geografía del extinto estado soviético. El resultado es, hasta ahora, una vasta literatura victimista en la que, poco a poco, va emergiendo la idea de un “holocausto soviético”, una gran matanza, perfectamente comparable en su desprecio por la vida humana, sus métodos de crueldad y su cuantía a la practicada por el régimen nazi. Del trabajo en estos otros “ archivos del horror”, esta vez por cuenta de historiadores y otros investigadores, va asimismo apareciendo un conocimiento que comienza a alterar profundamente la interpretación de la revolución rusa y el papel del estado soviético en la orientación de la revolución mundial, sin que, por supuesto, dejen de reconocerse las vastas implicaciones que estos fenómenos tuvieron en la historia del siglo anterior. Las figuras de Lenin y Stalin están en el centro de esta revisión historiográfica. Y más que contrastantes, como fueron asumidas durante mucho, están pasando a verse como históricamente complementarias. Como es conocido, la hábil propaganda comunista hizo de Lenin un mito y de su pensamiento una especie de sagrada escritura a ser seguida por millones de revolucionarios que luchaban en sus países por crear los reinos de la igualdad sin libertad. De mil maneras se hizo creer que la muerte temprana de Lenin (1923), había favorecido una desviación del ethos bolchevique sobre la cual se erigió la monstruosa tiranía de Stalin, denunciada muy discretamente en el XX Congreso del PCUS (1956), y que, cinco años más tarde, llevaría a retirar su cadáver del mausoleo de Lenin, donde había sido inhumado. Entre la ya variopinta producción revisionista, cabe mencionar una nueva biografía de Lenin, muy bien documentada, que fue dada a conocer en inglés en 1995, escrita por el general soviético Dmitri Volkogonov, quien pudo tener acceso a información altamente resguardada. Allí
se nos muestra a Lenin como un asceta del poder, frío y calculador, convencido de la posesión de la verdad, intolerante ante la mínima divergencia, que no vacilaba en hacer uso de los más terribles medios para asegurarse el control del poder. Lenin, en medio de las inmensas dificultades de los primeros años de la Revolución, supo crear las bases de las instituciones del poder soviético totalitario que luego sería heredado y desarrollado al máximo por Stalin y transferido a los países que, bajo el influjo soviético, dieron inicio a la construcción de sociedades socialistas de ese mismo tipo. oarcinie@cantv.net
Continuará... en Cuadernos 8
No sólo en Europa Las atrocidades de que es capaz el homo sapiens no han ocurrido sólo en la Europa del Siglo XX. También en Africa, en Asia y, desgraciadamente en nuestra América y en la de ellos, hemos tenido que soportar los horrores de la persecución, la tortura y la muerte. De muy ingrata memoria son las terribles persecuciones de Augusto Pinochet, durante el golpe y a lo largo de su dictadura. También la América de ellos tuvo episodios vergonzosos, cuando los japoneses-americanos fueron confinados, en terribles condiciones, en campos de concentración, a raíz de la guerra con Japón. Más recientemente, Guantánamo revela de lo que son capaces los gobernantes incontrolados cuando Bush, haciendo uso de la Ley Patriota (Patriot Act), encarcela, sin juicio ni derechos, a millares de supuestos “terroristas” musulmanes. Y que podemos decir de ese pobre continente, Africa, cuyas crueles matanzas en Rwuanda continúan hoy con la crisis de la región de Darfur, Sudán. En cuanto a Asia, jamás podrá olvidarse los terribles actos donde murieron millones de camboyanos a manos de los comunistas del Khemer Rouge. El nuevo museo del Holocausto, en Jerusalén, rinde homenaje a los seis millones de judíos que murieron a manos de los nazis.
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urante muchos años, sueldo mínimo ha significado sueldo de hambre. El alquiler de una casa de baja calidad para alojar la mujer e hijos de un trabajador le llevaría todo su sueldo, hasta el último bolívar. Pagado el alquiler, ese núcleo familiar se quedaría sin nada. Para poder sobrevivir, tendrían que reducir al mínimo todas sus necesidades, lo que significa vivir en absoluta pobreza, como ocurre en efecto. Ese jefe de hogar, así, es un esclavo, aunque formalmente sea un hombre libre. En cierto sentido, es peor que un esclavo venezolano del siglo XIX. A éstos, sus dueños los alimentaban bien, pues comprar esclavos para reemplazar a otros era costoso. Cuando un esclavo moderno no puede trabajar más, su dueño, simplemente, lo descarta y lo substituye por uno nuevo -al costo de unas modestas prestaciones sociales. El mundo de la pobreza en nuestro país equivale a una moderna esclavitud. Si quisiéramos eliminar la pobreza bastaría con abolir la esclavitud. Pero la historia nos muestra lo difícil que es tal tarea , pues implica ir en contra de los intereses poderosos que harían lo imposible por impedirla. Veamos, por ejemplo, el caso de la esclavitud en el sur de los Estados Unidos hasta mediados del siglo XIX. Cuando se hicieron evidentes las intenciones de Abraham Lincoln de abolir la esclavitud, los blancos sureños que ostentaban el poder declararon absurda la idea de la aboli-
ción: “¡abolir la esclavitud conduciría al colapso de la economía del sur!” Es decir, para ellos era lógico y natural que el florecimiento de la economía de unos implicara ¡nada menos, que los otros debían renunciar a su condición humana! Igual pasa aquí: pagarle a los trabajadores sueldos que les permitan vivir como seres humanos, no se puede: ¡eso haría no rentables las empresas, y, al no existir “mano de obra barata”, es decir, esclavos, se alejarían las inversiones extranjeras! Como vemos, es el mismo concepto: para que la economía florezca para unos, otros deben renunciar a su condición humana. Es fácil comprender, entonces, que, en Venezuela, quien tenga serias ideas abolicionistas se encontrará con el mismo camino cuesta arriba de Lincoln. Y esto es lamentable, pues es contrario a esa idea de que debemos estudiar la historia para no cometer los mismos errores del pasado: en el sur de los Estados Unidos se habría evitado la devastadora guerra civil, con su carga de muerte y miseria, si se hubiese comprendido que, tarde o temprano, los pueblos oprimidos despiertan y reclaman su libertad violentamente; que no valía la pena, pues, ir a una guerra a luchar por algo que, de todas formas, algún día perderían. Igual podríamos decir de la Francia del siglo XVIII: ¿no era preferible abolir la monarquía voluntariamente, pacíficamente, que dejar que la aboliera una revolución violenta que llevó a la guillotina a tantos nobles, incluyendo a Luís XVI y a María Antonieta?
Reforma y racionalidad universitaria Frank López
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ara ser franco, la exacerbación de la práctica eleccionaria – en su modalidad del voto universal, directo y secretocomo fundamento de legitimidad de la formación de modelos de gobierno en las universidades nuestras es, cuando menos, una insensatez que debe ser advertida. Y ello en virtud de que estas instituciones de naturaleza burocráticas – al igual que el ejército, las fábricas, los hospitales y las escuelas- sólo pueden alcanzar algún grado de eficiencia en sus resultados organizacionales si se les respeta la racionalidad disciplinaria que les es constitutiva, tal como lo mostró Max Weber en Economía y Sociedad (1922), Foucault en Vigilar y Castigar, en donde muestra, precisamente, que instancias como las escuelas, son instituciones reclusivas, cuya lógica or-
ganizacional no atienden a la práctica eleccionaria sino al poder disciplinario que genera el saber científico. Estos modelos de organización disciplinaria o burocrática convierten –como lo mostró Foucault- la dinámica de su poder en una forma de saber. Un poder/saber que emerge de instituciones disciplinarias -como nuestras universidades- y que se revela como disciplinas científicas. Esta mecánica, que los sujetos se dan a sí mismos, y en la existe una curiosa ingeniería política, al subordinarlo, termina convirtiéndolo en la pura destreza técnica especializada y correlativa a la herramienta y a la tarea. Haciendo que los sujetos, devenidos en destrezas técnicas especializadas, a medida que se integran práctica y cognitivamente a la herramienta y a la tarea técnica especializada, mejoren el desempeño de las tareas y asciendan en la escala de jerarquía de
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La esclavitud moderna en Venezuela Danilo Laya
En nuestro país es impresionante la resistencia a la abolición de la esclavitud. Y no es un fenómeno sólo de hoy. Tenemos décadas inventando sofismas para evadir el problema. Por ejemplo algunos expertos sostienen que la pobreza se elimina disminuyendo el desempleo. Y es obvio que aunque el desempleo se lleve al cero, ¡mientras a los trabajadores se les pague sueldos de hambre, la pobreza continuará igual! Otros afirman que la pobreza es un problema de mentalidad: ¿mentalidad de quién?; ¿de los esclavos o de los esclavistas? Otros postulan que los marginales se gastan lo que ganan en aguardiente: ¡sin comentarios! Todavía no nos ha llegado la versión venezolana de la Revolución Francesa, por ponerlo de alguna manera. Pero la guerra contra nosotros, los que no somos esclavos, comenzó hace décadas. Comenzó en forma de delincuencia. Y es una guerra que estamos perdiendo. El “enemigo” nos ha venido sitiando, paulatinamente. Nos ha forzado a atrincherarnos en nuestras urbanizaciones, en nuestras
casas, impidiéndonos disfrutar de la libertad personal y de las bellezas de nuestra tierra. La única forma de ganar, de raíz, esta guerra, es aboliendo la esclavitud. Esto es sinónimo de convertirnos en un país civilizado. Eso no es nada complicado, ni nuevo, ni abstracto. Todo lo que tenemos que hacer es seguir el ejemplo de países como los europeos, donde no existe la esclavitud. Eso tiene un precio, por supuesto, pero lo que se gana es inmenso. En esos países, entre el sector privado y el estado, y cada ciudadano, a través de políticas tributarias firmes, se logra que todos los miembros de la sociedad tengan sus necesidades de alimentación, vestido, techo, educación, salud y recreación están satisfechas. Todo lo que tendríamos que hacer es implantar en nuestro país los procedimientos usados en esos países, con algunos cambios para adaptarlos a nuestras condiciones. Pero es obvio que no tenemos que inventar algo ni descifrar misterio alguno. pintordan@hotmail.com
cargos, produciendo moralidad, saberes científicos-técnicos y modelos de autoridad. Porque es, en esta dinámica, en la que los sujetos organizados no sólo se van imponiendo a sí mismo mayores grados de destreza y van ascendiendo en la escala de jerarquía de cargos, sino que, además, van incrementando su propia valoración. Por ejemplo, su valoración política que va pasando de recibir órdenes a darlas. La económica ya que va incrementando sus ingresos. La epistemológica, ya que el sujeto, a medida que va ascendiendo pasa de realizar tareas manuales a tareas intelectuales. La social ya que a medida que va pasando de un estrato organizacional a otro se convierte en parte de la élite. Finalmente, la ética, toda vez que se va convirtiendo en el ejemplo moral a seguir por sus compañeros. Es decir, lo expuesto anteriormente constituye una forma de poder que garantiza el ascenso en la escala de jerarquía de cargos y la formación de modelos legítimos de gobierno. La existencia de esta racionalidad burocrática es lo que convierte la modificación del artículo 109 en una decisión de talante irracional. Esta decisión, por ejemplo, sería equivalente a someter a votación universal, directa y secreta la designación de los
mandos del ejército; o la de los gerentes de producción, de finanzas o de mercadeo de una fábrica; o la pretensión de designar por voto universal, directo y secreto, al cirujano que debe intervenir quirúrgicamente a un paciente. Por tal razón, puede concluirse, que el mejoramiento de las universidades autónomas no puede lograrse, como pretende el nacionalsocialismo venezolano, mediante la exacerbación de las prácticas eleccionarias – llevadas al extremo con la modificación del artículo 109 , en lo relativo al “voto paritario de las y los estudiantes, las profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras para elegir las autoridades universitarias”. Y ello en razón de que, no sólo desconoce la dinámica organizacional de estos tipos de organizaciones, sino que además vulneran el régimen de producción de saberes disciplinarios o científicos, en los que tanta esperanza tiene puesta, esa cosa medio infantil, que han llamado: la Misión Ciencia. Seamos coherentes: ¡o pretendemos una organización que genere simple opinión o que produzca saber científico-técnico, con todo lo que disciplinariamente esto significa! oswaldo_lopez2002@yahoo.es
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Arturo Uslar Pietri: La estética del cuento contemporáneo (Parte II) José Napoleón Oropeza Los motivos narrativos de las siembras, las costumbres y las visiones del paisaje rural venezolano alcanzan en los relatos La tarde del campo, Los herejes, La noche del rabopelado, El Gallo, El Venado y en el relato El novillo amarrado al botalón verdaderos alcances universales del tema y anécdotas rurales. En ellos prevalece el tratamiento de los temas con base en las imágenes y secuencias que anudan tiempos y acciones para proporcionar una visión genésica de las situaciones, querencias y temores de los personajes. Entre ellos La tarde en el campo resulta ser un tratamiento muy original del tema del tiempo, pues introduce en la anécdota un motivo social. Miguel, campanero del pueblo, hijo sin padre reconocido, llamado por esa razón, hijo natural. Su madre, prostituta, ajena a los devaneos de su hijo campanero, espera, resignada un cambio favorable en sus vidas. Miguel, su hijo campanero, inventa otro tiempo, no el de los relojes: no precisaba el tiempo en fracciones técnicas exactas, sino un tiempo asociado a su permanencia en un sitio, una calle, un cuarto. Las campanadas, supuestamente razón de ser, sonidos de un oficio formaban parte de sus elucubraciones, de su verdadera meditación sobre el tiempo, esencia del ser y del sueño. En La Burbuja Uslar Pietri nos introduce en el tema fantástico. Excluye la anécdota, adelantándose a la sustancia experimental de las narra-
¿Quién descubrió America? Con diferentes términos sería posible definir la fecha histórica del 12 de Octubre de 1492: “descubrimiento”, “encuentro de dos culturas”, “inicio de una nueva etapa histórica”, “fin de algunas culturas”. En fin, este extraordinario hecho tiende a ser conceptualizado desde diversas perspectivas y orientaciones políticas. El descubrimiento se asocia con el momento más restringido que los antropólogos denominan contacto. Es decir, los instantes iniciales, de adquisición de nuevos conocimientos geográficos o culturales. Del principio de una nueva situación. El encuentro, en cambio, va más allá. No tiene límites cronológicos. Hay encuentro entre Colón y el pueblo Taino de las Antillas, y también en Cajamarca entre Atahualpa y Pizarro, y cada vez que una sociedad colonial o republicana se relaciona con otra indígena. En ese momento, cada una de ellas reelabora su
ciones de Oswaldo Trejo, veinte o treinta años después. El narrador lleva hasta el paroxismo el dibujo de lo que, quizá, constituirá la naturaleza esencial y poética de sus imágenes fundamentales en cada relato: el enigma como temple de ánimo que traza la naturaleza de las acciones. En este relato la constitución de lo enigmático, de lo misterioso, se apoya en el símbolo de la clepsidra para medir el tiempo. En sí misma, la clepsidra, reloj de agua, atraviesa edades, tiempos, eternidades en su fluir y refluir de ondas y de tiempos, de instantes, de atemporalidades. En La voz, como se experimentará también en el cuento Los Herejes ,el enigma como sustancia conceptual que anima la atmósfera, se hace palpable en la decisión que toma el fraile Dagoberto al dar muerte, por piedad, a un indio campesino que ha sido mordido por una serpiente y se ve sometido a una lenta y morosa agonía. La anécdota se torna enigmática no solamente por la decisión de matar que debe acometer el fraile, sino, también por la descripción de la serpiente, del instante de la mordida y el tiempo posterior y anterior a ese hecho: todo pareciera someterse a un vaivén de vida y muerte, placer y dolor, camino final inesperado tras la decisión que, en un rapto, el fraile debe acometer. Los herejes da vida al enigma como sustancia poética, misterio insondable que se produce en poesía al abrir, a través de una imagen o símbolo, la puerta hacia el misterio, como quien frota piedra con hoja
visión y concepción acerca del otro. Uslar Pietri a propósito del V Centenario de este acontecimiento, en un breve ensayo titulado ¿Quién descubrió América?, señala lo siguiente. “Lo que el mundo entero ha de conmemorar en 1992 no es el hecho audaz de que alguien hubiera atravesado el Atlántico por primera vez, sino el inmenso acontecimiento de la incorporación del continente americano a la historia universal, y eso ocurrió con el viaje de las tres carabelas y de ningún modo antes” “El nuevo mundo no fue sólo el que hallaron los navegantes españoles, sino el planeta entero. Una cosa fue la humanidad antes del Descubrimiento de 1492 y otra cosa después. Todo pareció cambiar desde la mentalidad hasta el vocabulario y las costumbres. Lo que brotó de aquel gran hecho fue una vasta renovación del género humano. El planeta entero, y no solamente el continente recién hallado fue, a partir de ese hecho, Nuevo Mundo”.
para producir fuego. O junta en la cajita de fósforos una nube y un zapato, como pedía el gran narrador Oswaldo Trejo a los cuentistas. Este cuento se teje a través de una anécdota ambientada en el medio rural. Una mujer campesina entra en la casa de unos protestantes llegados al pueblo. Casi enseguida, su hijo pequeño muere. Tanto ella como buena parte, una inmensa mayoría de los habitantes de aquella aldea, ven en la muerte del niño, un aviso y castigo del cielo, por haber permitido la instalación de una iglesia protestante en el pueblo. Alzados con velas encendidas y llevando el cadáver del niñito muerto, se dirigen a la casa de la pareja que fundó la iglesia. Una muchedumbre enloquecida que, airada, velas encendidas en las manos, vociferando letanías , retazos de oraciones, jaculatorias encendidas, avivadas por la ira o por la ignorancia se aproxima a la humilde vivienda de quienes son vistos como “herejes”, causantes de todos los males que acosa a la aldea, desde su llegada, y, ahora, de la muerte del niño. Cuando llaman, sucesivamente, a la puerta, ya cuando la turba enloquecida arroja piedras y pasa por encima del cadáver del niñito, al cual han dejado caer en su locura, mientras se preparan a tumbar la casa, sale una niñita a abrir. Aclara que ella está sola. Sus padres han salido. La muchedumbre no la escucha. Ella corre hacia la calle despavorida. Corre, presa de pánico. Resulta muerta pisoteada y a pedradas. La tierra y la hierba. Su cuerpo se confunde con el cuerpo amoratado del niño. Una gota de sangre los enlaza en la muerte mientras las pedradas siguen cayendo, como desde el cielo. Cualquiera de los relatos de Uslar Pietri nos enfrenta a la plasticidad, transparencia y, al mismo tiempo, carácter insondable de un tejido de imágenes y de símbolos que prefiguran el enigma, el misterio que subyace en cada anécdota, como quien descubre la profundidad de un pozo, a través de una gota de agua y de otra gota. La verosimilitud en un cuento y en ello los de Uslar Pietri son verdaderas joyas, obras maestras del género, está determinada por el tejido de imágenes que configuran en el espacio textual el cruce de espejos míticos, históricos, reales, sociales, en el
fundido de sus esencias. Así, se crea, en cada espacio, el enigma, el misterio insondable de sus anécdotas, la manera particular de ser gota de agua del pozo de los temas. Gavilán Colorao, El fuego fatuo, El baile de tambor, entre otros, reinventan retazos e imágenes extraídas de nuestra historia patria. Las montoneras, el Tirano Aguirre, la guerra de la Federación sólo perfilan excusas para un viaje imaginario y el tejido final de un símbolo, de una zona para la coexistencia de la realidad y la fantasía en esa zona del cuento: esa fuerza extraordinaria, campo magnético que se forma en el fundido de lo disímil y, de esa manera, juntar, en un instante, todos los caminos en uno solo y en múltiples caminos. Porque la belleza del génesis de todo símbolo reside, precisamente, en la unión proteica de todo lo disímil: nube y piedra, canto de gallo y urna, amanecer y atardecer, la rayadura de la lámina de oro en medio del cielo, o la marca del agua, en el fluir y refluir del remolino. Una laja nunca dejará de temblar a ras del agua. No sabría escoger, de entre sus cuentos, cuál es el relato de Uslar Pietri que más me fascina. Tarea difícil como la de escoger, entre las florerillas bellas que, espontáneas, cubiertas de rocío, nacen en el campo, a la más hermosa, la que completa la travesía del cielo a la tierra y de la tierra al firmamento a cada amanecer. Cada flor, con su existencia, desata, otra vez, la pasión de Dios por la creación a cada amanecer. Pero, ahora, deseo invitar a ustedes a emprender la misma faena. A cambiar, gracias al poder de la palabra poética, el sentido de las distancias. Vamos a alterar el orden preciso de la vida. Vamos a dejarnos llevar por una misma música: la gracia y el poder de las palabras en un cuento que he deseado aprenderme de memoria. Me refiero a El viajero. No porque estemos cansados de mirar las mismas estrellas. Sencillamente porque hemos cerrados todos los postigos y deseamos, de nuevo, abrir el alma, el cuerpo. Todos los ojos sumidos en el ensueño de este hermoso cuento que, nunca, jamás, terminaremos de leer.
Continuará... en Cuadernos 8
14 Seducciones milagrosas Sencillas, milagrosas y poderosas han sido las recetas mediante las cuales nuestras elites han intentado seducirnos. En el siglo XIX, por ejemplo, ensayaron la formula “gobernar es poblar”; el positivismo vernáculo, por su parte, interpretó nuestra realidad en término de la confrontación entre los polos civilización vs. barbarie; la frase “sembrar el petróleo”, a lo largo del siglo pasado, se transformó en la ecuación redentora de todos nuestros males. Hoy en día, el gobierno bolivariano, ha extraído de la “papelera” de la historia lo que denominan pomposamente como el “socialismo del siglo XXI”. Persisten, entonces, estas peligrosas fascinaciones.
La búsqueda mítica del El Dorado: el hombre nuevo No es nueva esta búsqueda fantástica. De hecho se inicia a partir del descubrimiento de estas tierras y nace a partir de una confusión: América es el nombre que singulariza este equivoco. A partir de esta primera perplejidad, una pléyade de hombres alucinados emprende la búsqueda mítica de El Dorado, La siete ciudades de Cibola, La fuente de la Juventud o el Reino de las amazonas. Como lo podemos constatar, estas visiones fantásticas no cesaron después de la conquista y colonización. Antes por el contrario, se han prolongado a lo largo de los siglos hasta nuestros días. Ejemplo de este renacimiento lo observamos en los intentos desplegados por nuestra clase gobernante para convencernos de las virtudes de
Cuadernos nº 6 un nuevo mítico dorado. Encarnado, en esta ocasión, por un arquetipo que resume esta nueva aspiración alucinada: el “hombre nuevo”. Este “inédito” sujeto ha sido concebido como formula expedita para superar los supuestos males que se derivan de nuestra constitución como pueblo. Se pretende cancelar, mediante su “construcción”, la totalidad de los vicios que se suscitaron durante la vigencia de nuestro “ancien régiment”. Con esta arrogante y ficticia importación foránea se pretende devaluar la vertiente cívica de nuestra historia; la figura del aventurero en armas sustituiría la rica experiencia republicana sobre la cual se ha construido nuestro sentido histórico de nación.
los sentimientos”. Para Sorel, el mito no es un acto intelectual sino volitivo, que se basa en una adquisición inmediata, totalizadora, sintética, de una “verdad” relacionada con “las más fuertes tendencias de un pueblo”.
El mito político
Ideas en pie de guerra
Este es un tema poco frecuentado en la literatura politológica. El occidente cartesiano presumía de su impermeabilidad a todo tipo de irracionalismo mítico. Sin embargo, recurrentemente la vida y la historia abren sus ventanas para que estas “fuerzas oscuras” entren en el torrente de la vida pública de nuestras sociedades. Esta circunstancia ha favorecido que ciencias sociales como la sociología y la psicología social hayan posado su atención sobre la importancia de los conflictos simbólicos en la formación y comprensión de la realidad social. En nuestro siglo, probablemente fue Sorel (Reflexiones sobre la violencia, 1905) el primero en conceptualizar el mito político como “una organización de imágenes capaces de evocar instintivamente todos
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Videntes de la realidad, para la realidad Nelson Acosta Espinoza
Los mitos políticos pueden ser conceptualizados como “ideas en pie de guerra”, especialmente diseñadas para sostener una acción política de masas. Su emergencia, véase por ejemplo el mito denominado “el hombre nuevo”, se relaciona con períodos de crisis en la vida y en el pensamiento de las sociedades. Es indudable que esta creación seductora, con su cuestionamiento al racionalismo individualista y utilitario, abrió campo al autoritarismo y nacionalismo característico de los totalitarismo de todo cuyo: fascismos, stalinismos, populismos, etc. En fin, esta narración puede concebirse como una experiencia límite y de pasaje. Se refiere fundamentalmente a una transformación de la situación vivida. Por esta razón suele aparecer en momentos de crisis. En estas circunstancias el mito intenta resolver, cuestionando globalmente, la situación vivida y reasignando un sentido al conflicto como apertura hacia nuevas posibilidades futuras. Por ejemplo, el socialismo del siglo XXI encarnado en la figura del “guerrillero heroico”.
Uso del mito político La utilización nazi del mito político provocó una dura reacción contra la “cultura romántica”, irracionalista y mistificante que le servía de base. Entre los intérpretes principales de esa reacción figura Ernest Cassier. El mito es para él, el modo típico de conocimiento primitivo y expresa simbólicamente las emociones ligadas “al profundo deseo del individuo de liberarse de las cadenas de la propia individualidad, de perder su propia identidad”. Pero la historia, por el contrario, demuestra en su deber ser, una tendencia hacia la individualización psicológica, moral y política del hombre, que convierte al mito en obsoleto. Esta tendencia culmina para Cassier en el imperativo ético kantiano y en un nuevo modo de conocer, analítico y científico. El mito es genuina y profundamente humano, pero inutilizable en nuestro estadio histórico. Querer hacerlo revivir, como habían hecho los románticos y los postrománticos en Alemania, fue un trágico error. Reforzar el sentimiento de subordinación a entidades colectivas –raza, estado, ha ido al mismo paso con todas las tentativas autoritarias de quitar al individuo su responsabilidad moral en el campo político. La experiencia histórica muestra como esta tentativa desembocó en la aberración nazi.
De la realidad, para la realidad
Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo (1943). Museo Dalí - St. Petersburg, Florida. Este cuadro fue pintado durante la estancia de Dalí en EE.UU., entre 1940 y 1948. Se observa al hombre nuevo levantándose justamente en EE.UU., apoyándose con una mano en Europa, y cuidando muy bien de no lastimar con sus piernas ningún otro continente.
La incertidumbre debería desplazar la seguridad y confort psicológico que proporciona el mito político. Esta indeterminación, en el sentido que lo postula la física cuántica, ha de ser el antídoto para combatir las rigideces y remedios canónicos que intentan imponer estas verdades ideologizadas y sus respectivas formulas milagrosas. La verdadera apuesta estratégica ha de surgir de la combinación de los opuestos. En otras palabras, es indispensable ir al encuentro de las “diferencias” como la vía para construir un nuevo consenso político, económico, cultural; en fin, un nuevo proyecto de país. Cultivar la incertidumbre permite abrir espacios para el pensamiento y la experimentación. Con urgencia el país requiere de nuevas visiones y nuevos visionarios. Pero en esta ocasión, han de ser videntes de la realidad, para la realidad.
Ernesto Ché Guevara fue uno de los visionarios proponentes del “hombre nuevo”.
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Wladimir Zabaleta: Reinvenciones
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Sophie Scholl: Los últimos días Redacción
Helena Acosta Mariño E n la década de los ochenta se produce la ruptura de la concepción historicista del dasarrollo prevaleciente en la expresión plástica. En consecuencia, las propuestas en estas artes tendieron a volcarse hacia las sincronías y heterogeneidades conceptuales. Todo vale, es una apuesta que permitió aproximarse al lenguaje pictórico desde una visión crítica y reflexiva. Cancelando, en cierta forma, las aversiones de tono vanguardista que predominaban en ese período histórico. Gracias a esta circunstancia, este lenguaje tenderá a ser teorizado bajo el concepto de posthistórico. Y es dentro de este contexto donde emergen los preceptos que fundan lo que en la actualidad se conoce como arte posmoderno. La apropiación de imágenes y la fusión de estilos dictarán las pautas para una obra reflexiva con vocación de universalidad. El discurso plástico en Latinoamérica se torna multifacético. Pleno de ambigüedades temporales, combinaciones extraordinarias, símbolos e iconos entremezclados. En consecuencia, entre el espectador y la obra se establecerán nuevas reglas de juego; vale decir, un reordenamiento en la mirada y en la comprensión de estas obras Bajo estos preceptos, Wladimir Zabaleta se nos presenta como uno de los artistas de más renombre en Latinoamérica. El entramado visual y simbólico que sustenta su obra, sin lugar a dudas, expresa una reflexión crítica sobre la historia del arte. Su propuesta nos remite al simbolismo del collage como uno de los paradigmas del arte contemporáneo. En su apuesta, este creador conjuga el encuentro entre dos realidades distantes en un plano que es ajeno a ambas; un espacio donde se combinan disímiles mezclas iconográficas, estilísticas y culturales. Los íconos del barroco en Velásquez y Goya son extrapolados e insertados en otras atmósferas. Zabaleta propone la apropiación de imágenes con significado e
identidad establecidas. Este préstamo tiene un sentido: proporcionar, en el marco de un nuevo contexto, inéditas significaciones e identidades a estas imágenes. Dentro de las apropiaciones no opera el concepto tradicional de transmisión de estilos y pautas estéticas. Lo que efectivamente sucede es la resignificación contextual de estos significantes. Las Meninas, de Velásquez, o los personajes de Goya son insertados dentro de un espacio múltiple que nos muestra, en una suerte de híbrido, la fusión de lo europeo con lo latinoamericano. Peces, frutas tropicales, flora silvestre, etc., remiten a un imaginario caribeño y latinoamericano. Zabaleta construye un espacio atemporal, fantástico y desdoblado que transmite al espectador la posibilidad de reflexionar sobre sí mismo. El artista estructura su lenguaje mediante la conjugación de lo universal con lo particular. ¿Cómo obtiene esta síntesis? La respuesta a esta interrogante la proporciona su obra. Un extenso espacio de heterogeneidades, sincronías, préstamos, transferencias y migraciones visuales. En ella convergen, armoniosamente, dimensiones particulares y universales y un sincretismo mágico que caracteriza a este artista venezolano. La selección de obras que conforman la exposición Reinvenciones (agosto, 2007), forma parte de un nuevo proyecto de Wladimir Zabaleta. Que lo concibe como la intersección de dos categorías: arte y nuevas tecnologías. Estas creaciones han sido producidas gracias a un proceso de reinvención, utilizando técnicas manuales y digitales. Wladimir Zabaleta reconstruye su apuesta estética. El uso de la informática, como herramienta plástica, le ha permitido, por un lado, el desarrollo de una nueva propuesta visual y, por el otro, la reformulación de anteriores creaciones, dotándolas de un nuevo carácter como pieza única.
helena_ve@yahoo.com
E l período del III Reich, tuvo entre sus particularidades, el carecer de manifestaciones opositoras de importancia. La escasa oposición, de hecho, se agrupaba en círculos conspirativos y clandestinos, con la participación de aristócratas, disidentes nazis, políticos prominentes y militares disconformes, siempre exiguos y alejados de la protesta pública. La única excepción a la regla la constituyó el grupo universitario disidente denominado “La Rosa Blanca” liderado por los hermanos Sophie y Hans Scholl. Este grupo operó entre 1942 y 1943, período crucial en el declive del III Reich; la campaña en el Este europeo se revelaba como un fracaso y la derrota alemana era cuestión de tiempo. Este desarrollo desfavorable de la guerra, intensificó el espíritu criminal del régimen, como lo demuestra la matanza industrial del pueblo judío en la llamada “solución final a la cuestión judía” (Endlösung der Judenfrage) e internamente, la destrucción de cualquier foco de disidencia a través de la Gestapo. Sophie y Hans nacieron en los años 1918 y 1921, respectivamente. Sus infancias transcurrieron en el meridional pueblo de Ulm, en la región de Baviera. Si bien sus padres fueron de tendencia liberal, especialmente el padre (Robert Scholl), y absolutamente apáticos frente al Nacionalismo, esto no impidió que los hermanos participaran durante la adolescencia en las organizaciones nazis destinadas obligatoriamente a los jóvenes; Hans fue activo miembro en Ulm de las “Juventudes Hitlerianas” y Sophie de las “Niñas Germanas”. Sin embargo la vulgaridad y violencia del nazismo no tardaría en decepcionarlos. El espectáculo de la “Noche de los Cristales”, en que fue destruido y saqueado el comercio judío, incendiadas sus sinagogas, y asesinados muchos de sus miembros y la progresiva desaparición de sus amistades judias, les abrieron los ojos acerca de la realidad. Hans ingresó a estudiar medicina y Sophie biología en la universidad de Munich. La vida universitaria resultó crucial para estos hermanos Estos son los antecedentes sobre los cuales descansa la trama de la película Sophie Scholl: Los Últimos Días. Durante le devastadora ocupación de Europa, en 1943, por Hitler, un grupo de jóvenes, en su mayoría universitarios, recurre a la resistencia
pasiva como única solución para paralizar al ejercito nazi y a su inhumana máquina bélica. Así nace La Rosa Blanca, un movimiento de resistencia cuyo propósito era la caída del III Reich. Sophie Scholl (Julia Jenst) es la única mujer del grupo. Una joven ingenua que no tardará en convertirse en una antinazi convencida e intrépida. El 18 de febrero de 1943 detienen a Sophie y a su hermano mientras distribuyen panfletos en la universidad. Durante los días que siguen al arresto, el duro interrogatorio al que es sometida Sophie por parte de un oficial de la Gestapo, Robet Mohr (Alexander Held), no tarda en convertirse en un intenso duelo psicológico. La joven miente y desmiente, maniobra y le reta, parece rendirse antes de atacar de nuevo con renovadas fuerzas y casi consigue derrotar a su oponente. Por fin, ante unas pruebas aplastantes, Sophie confiesa, aunque hace un último y desesperado intento para proteger a su hermano y a los otros miembros de La Rosa Blanca. Conmovido por la infrecuente valentía de Sophie, el oficial de la Gestapo le ofrece una escapatoria a cambio de traicionar sus ideales. Ella rechaza la oferta y muere guillotinada. Esta es una película valiente y humana, con diálogos llenos de fuerza y capacidad para emocionar y conmover al espectador. Excelente oportunidad para reflexionar sobre la rebeldía que es consustancial con la condición de ser joven universitario.
cuadernos de la secretaría -- número 7, noviembre 2007
D
iversos términos han sido utilizados para describir la realidad política y cultural de América Latina. Realismo mágico y real maravilloso constituyen ejemplos de expresiones que pretendían singularizar discursivamente esta geografía. En el siglo pasado las artes plásticas y la literatura fueron campos propicios para el despliegue de estos ejercicios conceptuales. Oswaldo Vigas en la plástica, Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez en la literatura, ilustraron esta tendencia a lo largo de este período histórico.
Las Brujas de Oswaldo Vigas La serie Las Brujas (1949-1953), del valenciano Oswaldo Vigas, se ubica en el marco de esta apuesta estética. En ella conjuga las vanguardias artísticas de comienzos de siglo XX con la estética de las culturas precolombinas. Sin duda, esta propuesta se encuentra inmersa en una atmósfera de misterio e irrealidad. Lo onírico se nutre de lo surreal, configurando formas humanas que remiten a un pasado milenario y misterioso, del que no está ausente la cita mágica y etnográfica del caribe mestizo. “Los componentes de hechicería que ingresan como valor trascendental en la pintura de Oswaldo Vigas, están más en sus atmósferas que en sus alusiones figurativas. Lo sombrío de sus climas plásticos, sus invenciones formales, geométricas y a un tiempo orgánicas, óseas a la vez que musgosas; sus desoladas nocturnidades, recogen la imagen de la tierra a la manera mítica en que la teme el animismo colectivo“ (Aquiles Nazoa, 1970).
De brujas, realismos mágicos y utopías
Lo real maravilloso En el ámbito literario, Alejo Carpentier (1904-1980) en el prólogo de su famosa novela “El reino de este mundo”, introduce el concepto de lo “real maravilloso”. Quince años mas tarde, lo incluye en su libro de ensayos, “Tientos y diferencias” (1964). Parece apropiado preguntarse, ¿cómo asume e interpreta este intelectual la dimensión de lo maravilloso americano? Carpentier hace reposar este término sobre dos consideraciones. Primero, la firme creencia que la realidad americana se encuentra dotada de privilegios estéticos extraordinarios en comparación con la europea y, segundo, lo “real maravilloso” sólo podrá ser percibido si el escritor cree en su existencia, en sus palabras, “la sensación de lo maravilloso presupone una fe” y ésta será indispensable para poder asimilar y transformar lo extraordinario en literatura. Con imaginación preñada de lo fantástico, Alejo Carpentier subraya, en el prólogo de su libro “Tientos y diferencias”, esta singularidad americana en los siguientes términos: “por la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la presencia fáustica del indio y del negro, por la revelación que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició, América está muy lejos de haber agotado su caudal de mitologías. ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?
Realismo mágico A diferencia de Alejo Carpentier quien invitaba a los escritores a tener “fe” en lo “real maravilloso”, Gabriel García Márquez reclama la voluntad del escritor de representar lo real como mágico. Su creación literaria pareciera nutrirse de dos ingredientes, por un lado, su descontento con la realidad y, por
el otro, la necesidad de inventar otros mundos. Este intelectual percibe nuestra “desmesura” y, esta observación, constituye el punto de partida para acceder a esta dimensión mágica presente en nuestras vidas. Vale decir, realismo mágico. A diferencia del cubano, quien moviliza sus conocimientos enciclopédicos de arte y literatura, el colombiano, se contenta con lo que conoció a los ocho años de edad en casa de los abuelos, “un mundo prodigioso de terror” García Márquez formula esta relación entre lo maravilloso y la realidad americana, en los términos siguientes: “Yo creo que particularmente en Cien años de soledad, yo soy un escritor realista, porque creo que en América Latina todo es posible, todo es real….Vivimos rodeados de cosas extraordinarias y fantásticas y los escritores insisten en contarnos unas realidades inmediatas sin ninguna importancia”. Real maravilloso y realismo mágico han sido fórmulas que han permitido abordar e interpretar literariamente “el reino de este mundo”. Mito del nuevo paraíso y predominio de lo profano sobre lo sagrado constituyen visiones contrapuestas de nuestra realidad americana. En este sentido, mas apropiada no puede ser estas palabras de Roland Barthes: “una obra es eterna, no porque imponga un sentido único a hombres diferentes, sino porque sugiere sentidos diferentes a un hombre único”.
Utopías autoritarias La pluralidad semántica de estas creaciones artísticas contrasta con la direccionalidad autoritaria de la propuesta política que se intenta implantar en el país. Ofertas utópicas como la que sintetiza la frase “el hombre nuevo” constituiría una fuerte limitación al ejercicio democrático. De hecho, esta imposición de lo “nuevo”, implicaría negar las construcciones históricas llevadas a cabo, colectiva e individualmente, por los venezolanos. Esta religión secularizada contrasta con el ejercicio creativo implícito en las obras de los autores mencionados. Vigas, Carpentier y García Márquez construyeron una apuesta estética que valoriza los “poderes creadores del pueblo”venezolano.
Oswaldo Vigas Nació el 4 de agosto de 1926 en Valencia, estado Carabobo, hijo de un médico y de una descendiente de Arturo Michelena. Desde muy joven, mientras vivía en Puerto Cabello y Valencia, produce sus primeras obras, que envía a un salón de ilustraciones para poemas, en el Ateneo de Valencia, y obtiene un premio, en 1942. En el mismo Ateneo realizó la muestra que lo dió a conocer en 1943. En 1945 ingresó a la Universidad de Los Andes, Mérida, para estudiar Medicina y posteriormente (1949) se traslada a Caracas y culmina sus estudios médicos al mismo tiempo que frecuenta el Taller Libre de Arte y participando activamente en el movimiento artístico de la época. En 1952 obtiene el Premio Arturo Michelena del Ateneo de Valencia y el Premio Nacional de Artes Plásticas, lo que le vale una bolsa de trabajo con la que viaja a París. En 1957 regresa a Venezuela y vuelve a París (1959), como agregado cultural de la Embajada de Venezuela en Francia. En 1962 participa en la Bienal de Venecia en representación del país. Sus exposiciones más significativas: Ateneo de Valencia, estado Carabobo, 1942, 1943, 1946, 1952, 1957; Museo de Bellas Artes (MBA), Caracas, 1952, 1981-82; Sala de Exposiciones de la Fundación Mendoza, 1957, 1958, 1964, 1967, 1970; Ateneo de Caracas, 1964; Galería Antañona (“Tapices de Oswaldo Vigas”), 1971; Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, 1973; Galería Durban, 1978; Centro Venezolano Euroamericano, 1978; y la Galería de Arte Nacional )GAN), 1979. En 1990 el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (MACCSI) realiza una retrospectiva de su obra 1942-1990. Sus principales recompensas: Premio Nacional de Artes Plásticas, XIII Salón Oficial de Arte Venezolano; Premio Arturo Michelena, X Salón Arturo Michelena, Valencia, estado Carabobo, 1952; Premio Puebla de Bolívar, XIX Salón Oficial de Arte Venezolano, MBA, 1958; Premio Adquisición, Exposición de Arte Latinoamericano Contemporáneo, Palacio de la Inquisición, Cartagena, Colombia, 1959; Premio Arturo Michelena, Ateneo de Valencia, estado Carabobo, 1964. Actualmente, el artista de 81 sigue activo y recientemente se le hizo un homenaje a su larga y fructífera trayectoria