emos compartido tantas noches de lágrimas y lluvia. Anclado a tu vientre, a la curva de tu seno. Palpaba con ternura tus laderas, tus brazos que acogían como blancos céfiros. Para brillar al día como un fanal de hielo, donde la luz pura se evadía del caprichoso viento. El aire muere, y te ofreces como entonces, virginal, desnuda, reclamando el viejo tiempo. Mas los segundos pasados, ignoran la razón del imposible encuentro.
Las tardes tórridas del verano nos abrasaron con llamaradas de primas de riesgo que calcinaron inmensos bosques de almas.
Las huracanadas mañanas de otoño despertaron cíclopes gigantes que devoraron derechos sociales nacidos tras siglos de luchas.
De nuevo, las manos de mis gentes horadan, en el monte, cuevecillas para mitigar la soledad de los desahucios de este invierno desmaternizado y cruel.
Ahora, me siento en la ladera de los meses, y grito, al eco de mi conciencia, y golpeo, con furia, las espirales de luz que febrero confunde en sus atardeceres gentiles.
Isabel Mª Glez. MuñozFRIEDRICH HÖLDERLIN DECIDE LLAMARSE SCARDANELLI
Qué locura seguir con la razón como único argumento para entender la vida.
Vuelvo sereno a la naturaleza y antes que la palabra de los sabios, quiero oír el silencio de los necios.
Y en las orillas del Neckar olvidarme del nombre, del cuerpo, del pasado.
¿Ha dicho Usted que quería un poema?
¿Sobre qué, sobre el mes de marzo, sobre la primavera?
¿O tal vez sobre el espíritu del tiempo?
Antonio Molina Flores
QUIZÁS HAYA UNA FIESTA
A Rosa, con todo mi amor
El saxo es un caftán granate con mendigos. Y el negro también muere, vive en la caja swing. Quizás haya una fiesta. Y serás tú mi patria en la laguna mansa que tiene Lester Young.
Baila, baila en el agua de mi taberna triste, o la Big Band se irá como un niño al morir. Deja pasar la luna, un aligustre quiere el sueño que tuviste: la Estrella de son Soul.
Rafael Arjona
Mayormayo mayormayo, cada mayo es un descuento en mi vida de escribano, en mis horas musicales y en mis retiros lejanos.
La huella que me dejaste la estoy guardando en un paño de color verde esperanza con unos flecos muy largos como los trigos verdeando.
Entre las flores que se abren cuando tu luz es milagro, yo me quedo con tus brillos para hilar cuanto ha pasado en mi verso enamorado.
Seguro que ya encontraste el origen de mi abrazo, los lienzos que no pinté, porque no encontré colores más bellos que aquellos prados.
Decir Mayo es Vera Cruz, es publicar un retrato, es oír música de ángeles, es caminar muy despacio y respirar con agrado.
Hoy me atrevo a pronunciar con palabras de profano, que quien engendró aquel día lo que hoy soy entre lo humano, sólo lo conoce Dios, porque fue quien dio la orden de crear un nuevo hermano.
Jesús SolanoPIEDRA PÓMEZ DEL VESUBIO, junio, año 73 A.D.
Hoy está en la repisa junto al baño. Es áspera, porosa y muy ligera. La cogí de improviso, sin siquiera pensar que en días pasados hizo daño.
Fue en Pompeya, hace poco más de un año, al término de una calle cualquiera que acababa en talud, de tal manera que era de pómez su primer peldaño.
Sé que en ese inocente complemento están las voces últimas de muchas vidas que aquel volcán hundió en la nada.
¿Piensas en su tragedia en el momento en que usas la piedra, y las escuchas desde la gris ceniza congelada?
Francisco Núñez Roldán Salvador MalpartidaAgosto, por Augusto, para Octavio.
Mi agosto, con mi madre, para un hijo y mi nieto.
Agosto de fuego y luz; vida, indefensión, recuerdo: el mar como horizonte, y con león rampante encendedor de sueños para correr caminos por el piélago incierto.
Augusto agosto en ferviente deseo de rojos colores y sueltas pasiones en desvalidos cuerpos.
Alejandro García AcebesVIAJERO
Vine siguiendo el cielo estrellado y en septiembre fui a parar. Por entonces, los días menguaban y en las noches, comenzaba a refrescar. La gente volvía a sus hogares, todos insistían en trabajar. Las tardes yacían llenas y las castañas calientes eran el deguste para merendar. A veces llovía.
Otras, parecía oír a los pájaros cantar. La brisa chocaba en las costas, las playas empezaban a cerrar. Un nuevo universo, una nueva ciudad en la que soñar. De planeta en planeta, todo parecía cambiar. Vine de trotamundos, y en septiembre quise entrar. Ahora vivo sin tiempo, atrapado en mi almanaque particular.
Paula Romero González J. A. RiviereLLega Octubre cuando el otoño viene empujando, reabriendo molinos para el maíz y el trigo. Llega arreando a los ocres y azufres, a los rojos, sangrantes y a los amarillos, a las tórtolas, codornices y golondrinas que dejan el espacio libre y las semillas para los tordos, zorzales y mirlos.
Surco a surco el labrador va borrando el amarillo del campo y lo viste de colores más serios: negro en los de regadío, rojizo en los riciales, pardo en los alberos, grisáceo en los secarales.
Atrás queda ya el veranillo de S. Miguel o de los membrillos, llegan los primeros escalofríos, ya no puedes dormir al raso; el cuerpo te pide lumbre, una chaqueta para los hombros y ya de paso, una manta para el lecho y un pañuelo para el pecho.
Manuel Sánchez Herrera LLEGA OCTUBRESe terminó de imprimir este calendario el día 14 de diciembre de 2012 en los talleres de Gráficas Moreno. Bormujos (Sevilla). Estuvieron pendientes de la cosecha pictórica y poética los inquilinos Antonio Cerrato y Antonio Molina Flores. Portada de Carmen Mogollo. Entre bastidores y al quite los claveros de Cuadernos Carlos Becerra y Pepe Aguilar. Nuestro maquetador Paco recogió nuestras ideas y dio su toque de maestría artística.