La Copla

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LA COPLA




Portada: Carlos Ruiz-Padilla Contraportada: Lola Gaviño Depósito Legal: SE-2.625-2007

Impreso y hecho en Sevilla en los talleres de El Adalid Seráfico, S.L.L. Andalucía. España. MMVII Edición de 400 ejemplares del nº 59 de CUADERNOS DE ROLDÁN

EJEMPLAR Nº


La copla... es la voz oracular del arte. Rafael Cansinos-Assens


A Xandro Valerio, y a León y Quiroga, por la perfección de “Tatuaje” y a Concha Piquer, su perfecta interprete. A Joaquín.

Por el espejo de la voz una poética

se derrama en cascadas de imágenes. El amor es el eje y el aire: misterio de dolor y gozo sin escala.

La veredita que pasa de la hierba al yermo lleva inscrita la secuencia en su vector errático: ¡algoritmos del alma! El universo puede caber en unos ojos de viva albahaca, o en un nombre tatuado a la orilla de un mar sin noticias y luego caer en el hondón caliente donde duelen los centros: ¡bendita carnalidad del alma! Latidos desnudos del otro lado. Rosario F. Cartes

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Justo Girรณn


1 Calle arriba la copla trae azahares en su bata de cola con mil lunares. Rumbo y tronío en la puesta de argo del señorío. 2 Al aire de su paso se abre de velos y se regala entera bajo los cielos. Revolotean las risas y amoríos con su marea.

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3 Los faralaes del goce ya tienen alas para atrapar al viento que los reclama. Qué poderío arder en el espejo de lo bravío. 4 La copla calle abajo viste de noche y el cuchillo en la pena pierde su azogue. Doblan campanas pero al piano está ya la mañana. Carlos Abadía

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LA COPLA

La copla es como una copa

(en vez de vino canción). La copla es como un donaire que nos llega desde el aire al fondo del corazón. Y el aire se vuelve loco cuando una bata de cola se pierde en un remolino y a una copa de vino se une una copla española. Luego, el aire se serena, la música va y se calla, el vino se tranquiliza el corazón se desliza despacito, el muy canalla, sangre abajo hasta llegar hasta la copa o la copla para ponerse a cantar. Francisco Núñez Roldán

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Inés R.


ROSARIO

El pelo negro, largo y anillado;

y los ojos negros, aterciopelados, con la seda de sus pestañas; la mirada, como el brillo de un cuchillo bajo la luz de la luna; y la boca, dibujada sobre una encarnadura tersa y bronceada. La Rosario llevaba en la sangre ayes de soleá, y desde el talle a la garganta, junto al piano, en el abigarrado saloncito del maestro de música nadie decía la copla como ella desde aquella noche. Marian Pantoja

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Ă ngeles Mogollo


D

e mantón de Manila el aire la tarde que me buscabas para cruzar juntos el río, y de tu brazo un revuelo de campanas enredado en mi vestido. De no haber visto tan quieta el agua habría cruzado contigo. Carolina Abadía

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Domingo JimĂŠnez


N

iña, que por la Alameda canta, ¿quién te dio la copla?... De nadie es –me dice–, y con ella mi amor va de luto y carmín en los labios; ...tuya fue, ¿lo recuerdas?; y ahora, entre olvido y olvido, sólo queda tu pena: tristeza de nardo, de azahar, sin Sevilla. Agustín Torres Vázquez

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Antonio Gracia


CANTA EL COBRE A mi madre

S

oy forastero en el arte de coplearte en mis versos: ignoro, pues no es mi oficio, sonido, letra y atuendo. Así que eleva los brazos y mueve todo tu cuerpo al son de una flauta mágica y al rasgueo de mi plectro. Pero si quieres bailar lo que me has dejado dentro, en toná tiene que ser de soledad y silencio. Que si en hombre me pariste para que amara en el tiempo, hoy en polvo casi estoy convertido sin tu aliento. Canta el cobre y, de sus dedos, salen las notas de vino y pan que nutre mis huesos. Alejandro García Acebes —18—


Osorno


CUANDO TUS OJOS ME HABLAN

C

uando tus ojos me hablan no preciso traducción, porque habla el idioma que sale del corazón, y ese nunca nos traiciona. Y si acudo a tu mirada en esas noches de espanto que el corazón llora y llora, se me enciende de amapolas todos los campos, todos los campos. Y cuando tiemblan las rosas que son el alma del viento, la guitarra me enamora, y una copla y otra copla sale de mi sentimiento. Ramón G. Medina

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Salvador Malpartida


CANTE JONDO

U

n redoble de orgullo y de amor propio herido, se hace palma y guitarra, lastimero compás, de un desamor de siglos, que aún nunca consentido, ha bautizado un cante, para poder hablar. Un quejío sin cuna, pájaro sin olivo, con su piel de aceituna y sus plumas de cal, caballo sin jinete y espina sin rosal. Un aire y muchos nombres con que poder llorar. Fandango y martinete, taranto y bulería, zorongo y petenera, jabera y mirabrás. Más de cincuenta palos con los que recrear, los fantasmas de un tiempo que no ha quedado atrás, que sigue marginado los senderos de olvido, en llanos, serranías y en las minas, o el mar. Agustín Embuena Romero

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Lola GaviĂąo


Vaya por Rafael de León.

¿Te acuerdas de aquella copla que escuchamos aquel día sin saber quien la cantaba ni de que rincón salía?

Era copla de quereres, copla fue de amor furtivo, de sentires sin razones, de sentimiento cautivo. Copla que apagó los besos de tu corazón altivo, que se prendó de mis labios y quebró mi aliento vivo. Mi vida voló en su letra, tu amor en su melodía... ...¿Te acuerda de aquella copla que escuchamos aquel día? Mario Rodríguez García

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Pepa Santos


La niña viene cantando

por la vereda del agua, por la vereda del río de Cádiz hasta Chiclana. Reverte tiene una novia de cobre y de porcelana. Tiene una novia que tiene un pañuelo blanco y grana con Reverte toreando en el centro de la plaza. ¡Torero de verde y oro, torero de rosa y plata; farolero con faroles de seda amarilla y grana! Un ángel está jugando con tu nombre y con tu espada; jugando con tu moneda a cara o cruz con la fama por las barreras del cielo con barandales de nácar. La niña viene cantando por la vereda del agua. Paco Herrera —26—


D’Esury


NIEBLAS DEL SUEÑO Para Aurora

Y aquellos rumores de agua ignota

resbalaban entre labios, luces de un universo desierto donde las sombras, en el sueño, renacían en imágenes galopantes hacia el suspiro trascendido tras los quicios, patios y rejas, en ese indecible latido fermentado en los lagares del amor nunca abierto y siempre a la espera de ese fluido reflejo en el hueco del llanto -canto, dádiva y queja-... y entreabría las madrugadas y las fundía en aquel coro que libera los fantasmas cabalgando hacia el olvido. Joaquín Verdú de Gregorio

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Concha Gรณmez


INVOLUCIÓN DEL VERDE –Estudio del color desde Concha Piquer a “Los Mojinos Escozíos”–

No era la luz,

es el veneno rezumando por tus ojos. Y la Piquer, cantando a los trigales. Y yo, apuñando manojos de trigo para sentirte... Y es veneno, del que se inyecta en el aire con fines genocidas. Hoy sólo miramos el verde del “estropajo” de “Los Mojinos”... Habrá que montar la panadería con sus artículos de limpieza. Lorena Salas Ruano

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Teresa Lafita


Para nuestro Conde, bebedor de coplas.

C

opla es sentimiento, fuerza, pasión, amor, amistad. Pero también es desamor, ausencia, traición y exilio: Miguel de Molina. Ángel

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Carlos Ruiz-Padilla


La copla es mía,

me la dispararon tus ojos y aquí acribillada sigue –sigue– cantando. La copla, la copla será de ellos cuando miren, cuando canten. Gonzalo Molina

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Teresa MartĂ­nez


Si la luna no tuviera

el embrujo de la noche qué sería de la copla sin ése olor a reproche, un clavel y luego un beso, dos claveles y a por tres, de la mañana el rocío y de tu boca la miel. María Sánchez

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Rosa Buk


EL DE LA CRESTA FLAMENCA COPLAS – SEVILLANAS

I En un corral de gallinas mi gallo flamenco entró, y al ver su gallina clueca se le partió el corazón. II Entre sus plumas calientes un pollo blanco nacía, por los amores de un gallo que en mi corral yo tenía. III Ya mi gallo está contento y también el gallinero, de tener un nuevo pollo de espolón banderillero.

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IV Historias del gallo rubio, el de la cresta flamenca, que le cantaba por nanas a una gallina mostrenca. Estribillo “Quejios” del Kikirikí se escuchan por las esquinas. Una mañana de abril se enamoró la gallina. Jesús Solano

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EL POEMA Y LA COPLA

¡Qué fácil es al poema ser copla! Porque captan al vuelo la sensibilidad de los pétalos que se desprenden de las rosas. Porque perciben a distancia el suave viento de la hierba. Porque ambos usan el sentimiento y la mirada para expresar la delicadeza. Porque hacen perceptible cada movimiento por insignificante que sea. ¡Porque son vida que renace a cada instante de los sentires del pueblo! Joaquín Hidalgo

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Carmen Mogollo


U

n tiempo de amor Un solo de acordeón Un pasos tangueros Y sinceros los dos. Allí junto a la orilla Tal como la luz del mar, Se refleja en tu cuerpo, Tal como el sol Se estrella en tu alma Ver una a una Las barquitas salir Y cantar unas letras Que nos hagan feliz Pablo N. Camero

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Pepe Romero


MARÍA TRIANA Para ELLA, el gran bosque amaranto de mi oficio.

La Luna se hizo ronca

en tu boca y mordió la madera que tu palabra gastaba en el mostrador de la taberna. Tuya fue la botella que entregó su noche de vino tinto a los astros que vaciaban tus ojos llenos de lentos tarantos. Tuya fue la noche que los gatos arañaban en la arena cansada de tu aroma de palmeras batientes y azabaches. Juan Cuevas

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José Aantonio Rodríguez


ROMANCE DE COPLAS A Pastora Soler.

E

ntra la noche tibia con mágico embeleso, los álamos de mármol, dentellan los secretos. Tu voz transfigurada mordisquea las esencias, por la calle de Enmedio relinchan las sentencias. Traspasada de azul, plenitud verde, roja y agria, derramas cimas en la paz de las sombras. Un rumor sollozante, agujerea la plaza, tiembla mi corazón al filo de tus nanas. Isabel Mª Glez. Muñoz

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Juan Lรณpez


TATUAJE

Lo miras divertida y te invitas a una copa.

Si su historia fuese buena, si tratase de sucios tiparracos, de drogas o de hoteles rojos como un cuerno, de una muerte no explicada o de una vida inexplicable la cosa, cielo, cambiaría. Pero no. El muy petardo raja y raja de Acapulco, entona al Aznavour con voz de franciscano. Yo soy géminis, te suelta, y tú, espera nena, espera, tú eres tauro. Así es como el gachó se agencia un quiqui allá en su tribu. A esto del amor, le digo por ponerme interesante, le va el carmín resquebrajado, los parques últimos, el cigarro a solas, las lunas abolladas, los coches estrellados. Me levanto a por gauloises. Lo dejo con los ojos hundidos en la copa aún más turbia que sus ojos. Ya en la calle, me cuelgo de un polaco y tarareo esa canción de la Piquer: Y él vinooo en un baaarco... Violeta C. Rangel —48—


Tony Soto


A Carlos Ruiz Padilla.

Vino en un velero

llamado “Poesía” dicen que era Conde y de Puente Genil, le gustaba el güisqui y jugar al bingo era algo “almaputa” en su corazón. Dicen que hubo un tiempo en que conocía a un alma muy grande y gran catador, este era un poeta de la serranía, eran como hermanos, pero este murió. Su alma apenada quedó para siempre aunque le llevaba muy dentro de él, pero la tristeza siempre le afligía cuando se acordaba de su amigo aquél. Antonio de Vicente —50—


José Ramón Vaca


LE COIN ET SON SOURIRE A Carla y Agustina, mis dos esquineras

Yo salía del juego

y ella por el suelo se arropaba todo el pelo con el orto escaso y fiero de su matita de alma. La esquinera... Tú eres como la copla triste, mísera y hermosa que se queda en el bolsillo roto de los corazones. Tú, mi esquinera... Pero si cuando paseo cerquita de tu amapola –tan cerca que ni te veo– tomo el color que te sobra y luego, luego, y luego... a negros sorbos te bebo. —52—


La esquinera.... Tonta, borracha y hundía pasa su vida en la mía, mejor dicho, en mis dineros... Ay, la esquinera... Penita de la esquinera ella siempre está esperando, a ella nunca la esperan. Ay, ay mi esquinera... Rafael Arjona

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LA COPLA A Adelita Domingo, maestra y creadora de artistas.

En un patio sevillano

donde es el piano alma la copla el corazón y el baile las entrañas, revolotean canciones, se repiten estribillos y aprenden sevillanas unos inquietos chiquillos. En la copla se describen alegrías, sinsabores, felicidades y penas cansadas por los amores, Capote de Grana y Oro, Ojos Verdes, Almudena, Tatuaje, El Relicario, Nuria, Torre de Arena. Desde Ana Catalá, llamada La Camapanera, de artistas un gran número se creó en La Academia, gentil Lolita Sevilla, genial Marifé de Triana, grata Conchita Bautista, Juanita Reina, gran dama. Joaquín Castro —54—


Paco Cosano


S

in el alcohol apresurado en la garganta, sin el humo embaucador de la mirada, sólo Quiroga y un mantón bordado quiebran la sombra. Todo el dolor quedó atrapada en un quejío, todo el amor está prendido en tu boca, sólo Quiroga y un mantón bordado olvida la sombra. Coral Mª Cooper Gutiérrez

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Teresa Aguilar



ESCRIBEN Rosario F. Cartes . . . . . . . . . . . . . . . 6 Carlos Abadía . . . . . . . . . . . . . . . . . 8-9 Francisco Núñez Roldán . . . . . . . . . 10 Marian Pantoja . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Carolina Abadía . . . . . . . . . . . . . . . 14 Agustín Torres Vázquez . . . . . . . . . 16 Alejandro García Acebes . . . . . . . . . 18 Ramón G. Medina . . . . . . . . . . . . . 20 Agustín Embuena Romero . . . . . . . 22 Mario Rodríguez García . . . . . . . . . 24 Paco Herrera . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Joaquín Verdú de Gregorio . . . . . . . 28 Lorena Salas Ruano . . . . . . . . . . . . . 30 Ángel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Gonzalo Molina . . . . . . . . . . . . . . . 34 María Sánchez . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 Jesús Solano . . . . . . . . . . . . . . . . 38-39 Joaquín Hidalgo . . . . . . . . . . . . . . . 40 Pablo N. Camero . . . . . . . . . . . . . . 42 Juan Cuevas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 Isabel Mª Glez. Muñoz . . . . . . . . . . 46 Violeta C. Rangel . . . . . . . . . . . . . . 48 Antonio de Vicente . . . . . . . . . . . . . 50 Rafael Arjona . . . . . . . . . . . . . . . 52-53 Joaquín Castro . . . . . . . . . . . . . . . . 54 Coral Mª Cooper Gutiérrez . . . . . . 56 —59—



PINTAN Justo Girón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Inés R. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ángeles Mogollo . . . . . . . . . . . . . . . Domingo Jiménez . . . . . . . . . . . . . . Antonio Gracia . . . . . . . . . . . . . . . . Osorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Salvador Malpartida . . . . . . . . . . . . Lola Gaviño . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pepa Santos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . D’Esury . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Concha Gómez . . . . . . . . . . . . . . . . Teresa Lafita . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carlos Ruiz-Padilla . . . . . . . . . . . . . Teresa Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . Rosa Buk . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

7 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37

Eugenio Fernández . . . . . . . . . . . 38-39 Carmen Mogollo . . . . . . . . . . . . . . . 41 Pepe Romero . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 José Antonio Rodríguez . . . . . . . . . . 45 Juan Lóopez . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Tony Soto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 José Ramón Vaca . . . . . . . . . . . . . . 51 Paco Cosano . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 Teresa Aguilar . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 —61—



E n t r e nosotros la copla y por ella este Cuaderno que ya es el 59. Gracias a los poetas y pintores que han colaborado, y gracias a la buena Imprenta de nuestros amigos Serรกficos.



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