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CanalELE “El caso de la Cerámica Alzate
EL CASO DE LA CERÁMICA ALZATE
Por: Ana María Avellaneda Velasco, profesora. Idiomas EAFIT amavella@eafit.edu.co
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Normalmente, el interesante caso la Cerámica Alzate no es muy conocido en Medellín, en Colombia o en el mundo. Se trata de una serie de piezas de barro hechas para un negocio ilegal de estafa, las cuales entraron a los museos del mundo entero como parte del patrimonio histórico y cultural colombiano y antioqueño desde finales del Siglo XIX hasta inicios del siglo XX.
Cuando don Julián Alzate y después sus hijos, quienes continuaron con el negocio, realizaron estas piezas en su taller en la Iguaná (sector del actual Medellín), tal vez nunca se imaginaron que lo que comenzó con un crimen podría terminar siendo una de las colecciones de arte y arqueología más importantes del país.
Aunque al principio se basaron en la tradición de los pueblos que habitaron el departamento de Antioquia, después de un tiempo, comenzaron a innovar en las figuras y en el método de producción, haciendo verdaderas esculturas. Al final, dichas innovaciones hicieron evidente el engaño en 1912 en el Primer Congreso Internacional de Etnología y Etnografía en Suiza. Para esta época, muchas de las piezas de la Cerámica Alzate ya se encontraban en museos de todo el mundo como piezas precolombinas.
Ilustración basada en algunas piezas de la colección Alzate del MUUA
El engaño de los Alzate, sin embargo, no solo consistía en las piezas de barro tan hábilmente hechas, sino también en vender la ilusión de una aventura. La misma familia se encargaba de organizar búsquedas de tesoros (o guacas) en las que coleccionistas podían participar para ver cómo los miembros de la familia lograban descubrir falsos entierros indígenas que contenían objetos muy valiosos. Las guacas eran igualmente hechas por ellos, enterrando las piezas de barro y posteriormente desenterrándolas.
Leocadio María Arango, amigo de don Julián Alzate y coleccionista, no solo ayudó a comercializar las piezas, sino que también fue varias veces a las exploraciones de guaquería. Don Leocadio tenía en su colección privada varias piezas de cerámica. Actualmente, estas están en el Museo de la Universidad de Antioquia (MUUA) como parte de la colección de arqueología e historia, no están expuestas al público, pero es permitido verlas con un permiso especial y en compañía de un profesor de la universidad, además solo se permiten grupos pequeños. Algunas veces la colección Alzate sale del MUUA para ser exhibida en salas de museos, como el Museo de Arte Moderno de Medellín.
Finalmente, podemos afirmar que el taller de la Iguaná no fue una fábrica de cerámica, sino una fábrica de historia, de la cual salió este curioso caso de engaño, arqueología y arte.