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ELEmentos “Un nuevo concepto de matrimonio entre los jóvenes chinos
UN NUEVO CONCEPTO DE MATRIMONIO ENTRE LOS JÓVENES CHINOS
Por: 王晨 Chen Wang, Estudiante. diegowangchen413@gmail.com China Nivel: 13 (C1)
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Hoy en día, en China hay cada vez más jóvenes que no quieren casarse o, si lo hacen, quieren un matrimonio dinky; es decir, se casan, pero no tienen hijos (el término ‘dinky’ viene del inglés: double income, no kids). Y aunque en realidad no se trate de un pensamiento generalizado, por lo menos todavía, me llama mucho la atención porque representa un cambio en la cultura china.
Uno no puede comprender el estrés que implica mantener un nivel de vida de calidad en una de las metrópolis de China a menos que lleve unos años viviendo en una de ellas y haya comprado vivienda allá. En Shanghái, la ciudad más grande y más desarrollada de China, el precio promedio de una vivienda ha aumentado un 610 % en solamente los últimos diez años, desde el año 2008 hasta el año 2018, mientras que, en el mismo intervalo de tiempo, el crecimiento promedio del salario mensual ha crecido sólo el 216,6 %. A causa de las crisis económicas mundiales y las políticas que el gobierno chino ha implementado en relación a dichas crisis, no solo ha aumentado el precio de la vivienda, sino también el costo de vida, especialmente en lo relacionado con criar y educar a un niño. Como consecuencia, con el propósito de evitar el deterioro de la calidad de vida, hay muchos jóvenes chinos que deciden vivir una vida dinky.
Las nuevas generaciones chinas son mucho más individualistas que nunca. Por una parte, el colectivismo tradicionalmente ha sido un aspecto clave y característico de la cultura china, mientras que en occidente ha dominado más el individualismo. No obstante, hoy en día, por motivo de la globalización, las conversaciones interculturales son cada día más intensas y los intercambios de pensamientos ante las diferencias culturales, poco a poco, muchos miembros de las nuevas generaciones chinas piensan profundamente sobre su propia cultura, se cuestionan y luego toman la decisión de vivir la vida de manera más individualista rebelándose contra las “reglas colectivistas” tradicionales. Así pues, para esos jóvenes chinos, el matrimonio y los hijos dejan de ser una obligación social y pasan a ser una elección personal.
Por otra parte, el concepto de la continuación del apellido, o sea, de la familia, es otro aspecto cultural de gran importancia no solo de China, sino también en los otros países orientales. Como sabemos, en China existió la política de Hijo Único desde el año 1980 hasta enero de 2016. Al crecer, muchos de los “hijos únicos”, como no tienen hermanos y toda la atención de sus familias se concentra en ellos, pasan por alto la continuación de su familia y los sentimientos de los otros y solo les importa su propia felicidad y sus propios sentimientos. Además, con el propósito de asegurar la continuidad de su felicidad personal, ellos se rehúsan a casarse, o se casan, pero no tienen hijos, en contra del concepto familiar tradicional, “mirando pero sin ver” los deseos de sus padres.
Cabe mencionar que este cambio de perspectiva no es un fenómeno aislado. Más allá de la redefinición del concepto de matrimonio, la situación también ha cambiado mucho en cuanto a los homosexuales, como es de esperar. Anteriormente, muchos homosexuales chinos, tanto hombres como mujeres, decidían casarse con una persona del sexo opuesto para satisfacer los deseos de sus padres, o incluso de la sociedad. Gracias al desarrollo de la sociedad y a la apertu-
Hoy en día, por motivo de la globalización, las conversaciones interculturales son cada día más intensas.
ra de mentalidad de las nuevas generaciones, hay cada día más homosexuales que salen del armario con todo el coraje y están orgullosos de ser quienes son. Como en China, por el momento, el matrimonio entre personas del mismo sexo sigue siendo ilegal, unos deciden no casarse y otros van a casarse a otros países, para mostrarles a sus padres y a la sociedad que están actuando de forma sincera y coherente. En cualquier caso, siguen sin poder tener hijos debido a las leyes de China sobre la adopción de niños y la subrogación gestacional.
También es innegable que las culturas orientales históricamente han compartido una misma visión tradicional de la paternidad. En el presente, por el desarrollo de la sociedad y por la influencia del feminismo, que se originó en occidente, el machismo no es tan dominante como antes, pero todavía existe el llamado micro-machismo, que se puede ver en los asuntos diarios, y del que normalmente la mayoría de la gente no se da cuenta. Por ejemplo, y en particular en oriente, cierta gente sigue pensando que es normal que las esposas se encarguen de los quehaceres domésticos mientras los esposos trabajan por fuera ganando dinero para vivir. Para esa gente, si una pareja no cumple, si tiene sus posiciones al revés de lo que les parece normal, al esposo debería sentirse avergonzado.
En realidad, este tipo de comportamiento se puede observar en muchos ámbitos. Otro ejemplo lo encontramos en las entrevistas de trabajo: algunos entrevistadores prefieren elegir a un hombre de poca capacidad antes que a una mujer con más potencial que aún no se haya casado, porque el probable matrimonio y el embarazo de la candidata pueden afectar negativamente a la empresa. Y por supuesto también hay machismo en las redes sociales: si una mujer halaga a un hombre por su figura con un tono que sea o pueda parecer sexual, se suele criticar a esta mujer con palabras fuertes como, puta, prostituta, zorra, etc. Sin embargo, si es un hombre el que cosifica a una mujer con palabras vulgares e irrespetuosas con una intención sexual explícita, mucha gente solo lo deja fluir como si no hubiera pasado nada o, como máximo, se ríe de ese canalla tomándolo como un Don Juan. Por lo tanto, descorazonadas por tales ocasiones, muchas mujeres no tienen ningunas ganas de casarse. Las mujeres son víctimas del machismo y por esta razón también sienten tanta desconfianza y miedo del matrimonio.
Brevemente, así es como está cambiando hoy en día la percepción del matrimonio en China. Hay que enfatizar que se trata de una tendencia apenas incipiente entre las nuevas generaciones de este país asiático. En la actualidad hay muchos chinos que critican esta situación, y personalmente creo que están perdiendo el tiempo, porque no van a conseguir nada. Desde mi punto de vista, la decisión de casarse y la de tener hijos deben ser de cada individuo y no tienen nada que ver con la sociedad. No son nada malo ni nada bueno y jamás influyen de forma negativa en el desarrollo de la sociedad. Y tampoco se extinguirá la especie humana por esta razón. En resumen, todo eso son asuntos de cada uno, y los demás no tienen derecho a rechazarlos ni a alabarlos. Todo lo que tienen que hacer es respetarlos.