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Esther “Tita” Allochis

Mi nombre es Esther Allochis pero todo el mundo me conoce por Tita y nací 29 del 10 del 48. Empecé a militar activamente en el radicalismo en el 73, por el tema de edad, pero participar como familia… desde siempre. En el 58, cuando se provincializó Santa Cruz y yo tenía 10 u 11 años existía en el pueblo el Radicalismo y la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) que era de Frondizi, Enrique Pellón fue intendente por la UCRI. Pero mi familia venía de la Unión Cívica Radical del pueblo. Nosotros los Allochis estábamos medio divididos dentro del radicalismo porque si bien siempre fuimos radicales del pueblo, el tío Lorenzo era de la UCRI, la Unión Cívica Radical Intransigente, en el 58 cuando se divide el radicalismo a nivel nacional y Frondizi se va para un lado y Balbin por el otro.

En el 61 yo ya colaboraba con Juan García, candidato a Intendente y cuando Carlos García, el hermano de Elena, fue elegido Diputado Provincial también estaba ayudando en las campañas, doblando papelería... lo típico que se hace en las campañas. En esa época mi familia, los Allochis, todos participaban, iban mis viejos, mis hermanos, ya fuera un asado popular, bailes o fiestas. Si bien desde la década del 70 yo me radiqué en Gallegos, siempre he mantenido un vínculo con el Comité local y cuando han habido internas partidarias he armado listas e incluso hemos ganado la interna con el grupo al que yo pertenecía. En este momento soy Vice Presidente Segunda del Comité de provincia.

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En el 73 yo me había recibido hacía poquito de maestra de manualidades, estudié en Gallegos, luego terminé en Comodoro y ejercí en Los Antiguos, hice una suplencia de tres meses. Entonces como ya estaba de vuelta en la zona empecé a militar activamente cuando fue candidato a diputado provincial Chiche Mattar y Cresencio Arbe a intendente por la UCR, compitiendo con Jalil Hamer, del justicialismo. A Chiche se lo eligió como candidato en el Hotel Fénix. Habían venido de Gallegos los convencionales radicales, los representantes del partido, García Leyenda y Pichón Guati y buscaban un candidato a diputado, le ofrecieron a uno y no quería, le ofrecieron a otro... Entonces Cresencio que tenía muy buen ojo político dice “Che! Pero está Chiche Mattar que es joven, es del pueblo”. Hubo que convencerlo, pero así surgió Chiche de candidato a diputado. Cresencio toda la vida tuvo mucha actividad política, siempre había sido un gran militante junto con Félix Malerba, Pedro Molina, Sabella, Daniel Fernández… era un grupo de radicales muy fuerte. Y surgió como candidato

porque además era un tipo querido, muy sociable. Siempre pienso que una persona que quiere ser candidato a intendente conoce las necesidades de su localidad, como enfrentarlas y como resolverlas, pero además de eso tenés que tener un grado de carisma y de acercamiento a la gente. Tiene que haber un acercamiento natural, porque a veces vos querés ser simpático y no lo lográs. Cresencio era un tipo natural, era un líder natural. Juan García era un buen candidato, pero más tranquilo, muy querible igual, lo respetaban y lo querían mucho. Pero Cresencio era más “pueblo”.

Acá en Perito al ser chico era muy común que las familias pertenecieran a un partido o a otro... los Hamer eran del justicialismo; muchos de los Arbe, los Tejedor, los García del radicalismo. Ramón Lobos, Pichón, los Ayestarán, Isabel, Fela, los González, “Paco”, hermano de Filín, que era un tipo muy comprometido que le gustaba mucho la campaña, ranchear, hablar con la gente. Después, de mi generación Eduardo Arbe, Óscar Santana, Julio Santana, Tachín Molina, todo el grupo de militantes que salíamos a las pegatinas y escribíamos macanas en los paredones. César Ramos, el “Chilo” también era buen militante, el “Negro” Sandin. Todos esos fueron militantes fuertes que había que frenarlos incluso, también el “Nano” Lazcano, de los más grandes. El “ Mudito” Ángel toda la vida estuvo en el comité, igual que “Cochito” Aviléz acto que había ellos ayudaban a cocinar, a repartir, “Juan de la Calle” también que trabajaba con Nauta que tenía carnicería y con Juan Pablo Coya, ellos eran militantes también. Don “Mani” Treffinger!!! “Mani” era un personaje, muy pasional y antiperonista. Muchas veces se habló de cuando derrocaron a Perón en el 55, que él agarró su busto, lo enlazó y lo arrastró y como era de yeso se había gastado y lo terminó tirando en la laguna. Era totalmente pasional, cuando habían actos, él iba en donde estaban los actos del peronismo y se paraba atrás y gritaba cosas y como ya todo el mundo lo conocía era hasta casi divertido, no era que lo iban a agarrar a trompadas ni nada por el estilo, porque decían “El gringo Mani ya está hablando macanas”.

Si bien siempre se intentaba en los discursos de los partidos, instalar la idea que la gente de un partido era más humilde o trabajadora que otra, eso es muy relativo y arbitrario, es medio un prejuicio esa idea. Si te ponés a analizar las familias de Perito de esa época, estaba todo mezclado… Muchos justicialistas no eran tan humildes y con buena posición económica y nosotros éramos una familia con un campito donde vivíamos los 8 hermanos, mi papá y mi mamá y todos eran trabajadores, pero no éramos estancieros potentados ni nada que se le parezca.

La primera sede del Comité radical que conocí formaba parte del Hotel Fénix, había una piecita aparte, como una casita, justo donde ahora está la farmacia de García. Después se cambió al frente, donde hoy tiene el hotel Treffinger, unas casas largas que eran de Elena García, ahí fue muchísimos años el comité, en

donde más tiempo estuvo hasta que se construyó la sede propia en la calle Colón. Hacer una campaña política era más fácil antes, porque el pueblo era chico y vos te conocías con todo el mundo. Hacías un folleto con mimeógrafo e ibas casa por casa repartiéndolo y conversando con la gente, tomando mate, charlando, diciéndoles cuales eran las propuestas que el intendente tenía. Era una campaña económica, en cambio ahora con la aparición de los medios son carísimas, además de los afiches, las propagandas por las redes. Hoy si no tenés plata no podés ser candidato a nada. Por ejemplo Joaquín Ayestarán ponía su camioneta para las campañas, la Ranger celeste tan linda, le ponía los parlantes arriba y salía a recorrer el pueblo. Joaquín y Jalil Hamer también competían con sus propaladoras; Joaquín la tenía en la panadería y Jalil en “La Electrónica”. Uno en un horario y el otro en otro y cada uno hacía su propaganda, un tema que para las campañas se complicaba. La propaladora de Joaquín era más fuerte, más popular. Una vez se iba a hacer en la de Joaquín un concurso de canto, un evento que era importante y lo iba a tapar a Jalil un poco, así que llegó el COMFER y le cerró la radio a Joaquín. El “Negro” Sandin, que fue concejal también en el 73, ponía megáfonos en el camión y salíamos a hacer propaganda por las calles. Y más que afiches lo que hacíamos era escribir en los paredones, se pintaban paredones. Ahí eran las guerras con Jalil Hamer, porque nosotros escribíamos uno y ellos venían y te lo tapaban.

En Perito cuando se ganaba una elección, para festejar se hacía un asado, un baile. Los bailes eran en un patio abierto, así que comías el asado y después se bailaba. En la del 73 hicimos el asado y el baile en el Hotel Fénix y el justicialismo creo que en el predio de los ganaderos... Aunque algunos se cruzaban al baile del otro! Se hacía caravana, aunque autos no había muchos. Los peronistas decían “Los autos no votan”, porque el radicalismo por ahí tenía más vehículos que otra gente. Con respecto a los fraudes en las votaciones siempre hubo rumores, aunque a mí nunca me tocó, siendo fiscal de mesa. En Perito se decía por ahí que los peronistas traían gente y que la guardaba en un galpón, pero nosotros también traíamos a la gente que trabajaba en el campo, pero acá yo no creo que haya sido tan fuerte como en los lugares más grandes o como pasaba con los “Conservadores”, ellos sí antes de la elección les retiraban las libretas a todos y al otro día se las daban para ir a votar con el voto adentro. Partido Conservador hubo en Perito en una época, que estaba Baruki Pérez.

Otro personaje que apareció en la política es el “panqueque”, que es quién se vende al mejor postor, hoy está acá y mañana está allá. La imagen del panqueque político yo creo que aparece después del 87, después del gobierno de Alfonsín, porque ahí se deteriora lo republicano de la política. Y aún en un pueblo donde nos conocemos todos, al panqueque no le preocupa de estar un día acá y al otro día allá. Cuando yo fui concejal en Río Gallegos nuestro

Año 1975 . Esther Allochis con el Dr. Ricardo Balbín y su esposa Indalia Ponzetti en su visita a Río Gallegos

Año 1985 . Esther Allochis ejerciendo su cargo de Concejal de Río Gallegos, junto al Presidente de la Nación, Ricardo Alfonsín. Detrás: Juan Rojas, Eduardo Rodríguez y Juan Ignacio Melgarejo

candidato a intendente Roberto López, perdió por 112 votos contra Kirchner, después lo pusimos de candidato a diputado y en la mitad del camino se vendió con Kirchner, por intereses personales… Después se vendieron muchos, Javier de Urquiza, etc. Yo creo que lo que atrae para hacer ese tipo de cosas es el poder y el poder siempre va ligado a lo económico.

Yo en esa campaña del 73 trabajé muchísimo, iba casa por casa, hablaba con la gente, repartía las boletas. Esa campaña, fue una campaña muy intensa, los de la juventud radical eran “Piruncho” Sabella, Eduardo Arbe, Santanita, todo ese era el grupo que militábamos y nos encontrábamos en las pegatinas. Cuando terminé mi suplencia como maestra ya habían pasado las elecciones ,que fueron el 11 de marzo del 73, y Chiche Mattar asumía el 25 de mayo de diputado provincial, entonces me ofrecieron ir de secretaria de Chiche. Yo recién había vuelto al pueblo, entonces digo “Ya me quedo con la familia”. Resulta que ninguno se quería ir con Chiche, porque salir del pueblo a nadie le gustaba en esa época, así que yo tomé la decisión y fui a trabajar con él a Gallegos, y de ahí me quedé a vivir allá. En ese tiempo las sesiones de la Cámara de Diputados eran semanales, así que íbamos y veníamos. Era más complicado porque no había asfalto, aunque había vuelos de LADE y además por Comodoro te ibas por Aerolíneas.

Recuerdo en la campaña de Cresencio habíamos salido de noche con “Chirula” Sandin, que era un aparato, a escribir paredones y se escribió en uno: “He cagado un kilo y medio, me considero campeón, si un triunfo me lo merezco, se lo dedico a Perón”. Al día siguiente teníamos una denuncia policial por parte de Jalil y de Guille, que ya militaba en ese tiempo, aunque con Guille éramos recontra amigos. Se los llevaron detenidos a Eduardo Arbe, a Santanita, y como a 4 o 5 más y la policía me buscaba a mí para detenerme !!! Para esto ya se habían movido Sabella, Fernández, Chiche Mattar, para que esto no pasara a mayores. El Negro me manda a avisar con un papelito “No salgas a la calle porque a Chirula se lo llevan detenido”. A él si lo metían preso se le complicaba porque tenía entradas anteriores por jodas. Así que me quedé en casa y aparece el Guille y dice “Hola como andan? Y Tita”… ¡Guille iba a pispear para ver en donde estaba yo! Entonces iba la policía y preguntaba en mi casa por Esther Allochis y yo acá era “Tita Allochis”, entonces no me encontraban. Iban al hospital que mi hermana Delia era enfermera y le preguntaban por Esther Allochis y decía “No sé… yo soy Delia”, entonces no podían detenerme. En medio de eso se fueron a Caleta, se fue Sabella y no sé quién más, a buscar al Doctor Manzanares que era abogado, para que libere a los chicos que estaban detenidos, porque en realidad era una tontera lo del paredón. La denuncia era por haber escrito una falta de respeto, pero era gracioso, era ingenioso. Finalmente yo me presento en la comisaría y el “Pato” Álvarez que era Sub Comisario en ese tiempo nos decía “Chicas, pórtense bien”… y claro

Año 1990 . Esther Allochis como Presidente del HCD de Río Gallegos, en el acto aniversario del Concejo Deliberante de Río Gallegos

Año 1987 . Esther Allochis jurando para su asunción como Concejal, en Río Gallegos. Con Vladimiro “Chichin” Jackic, Eduardo Chávez y Marcelo Cepernic

al “Pato” le costaba detenernos a nosotras, porque nos conocía. Primero me voy a lo de Sandin, hablo con Chirula para ver una estrategia y pensar que decíamos, para que no lo vayan a meter en cana. Entonces quedamos en que yo esa noche andaba con Chirula en el camión por la laguna y a nadie le tengo que decir que hacía en la laguna con Chirula. Así que voy a la policía, nos toman declaración y ya para esto estaba el abogado y estaba Santanita, Eduardo Arbe y todos los demás del otro lado, detenidos, Tachin y todos esos. Entonces yo les decía “¡Qué digo!”? Pero para eso vino el abogado y nos largaron y ya está. Son anécdotas de campaña.

En esa época el radicalismo tenía una muy buena presencia a nivel local y en la provincia. Por ejemplo Juan García es elegido como intendente en el 61 pero hubo una intervención y no alcanzó a asumir. Eran concejales radicales Daniel Fernández y Héctor Sabella también. En el 73 ganó Cresencio Arbe y como concejal entró el “Pato” González, que era muy militante y fue una figura preponderante dentro del Concejo, en esos años cuando tuvimos los enfrentamientos entre justicialismo y radicalismo. Como había ganado el peronismo en toda la provincia y ganó Perón para presidente, el justicialismo de acá consideró que no podía haber un intendente radical. Ese fue un enfrentamiento entre familias del pueblo... Era muy triste la situación porque había hermanas de Cresencio que estaban con el justicialismo y terminaban enfrentadas las familias. O la mujer de Miguel Farías, gente así que eran hermanos, familia. En el Hotel Belgrano y la municipalidad estaban los radicales y en el Hotel Austral el justicialismo, gente armada y dispuesta. Yo esa noche que fue la más complicada no estuve, porque me volví a Gallegos. Se pasó la noche esperando resolución del orden nacional. El “Pato” González decía: “Si a los ingleses los corrimos con aceite caliente, como no los vamos a correr a estos con unos palos!!”. Fue lamentable, porque en realidad no se justificaba la teoría de los justicialistas, de hecho se reunió Perón con Balbin y finalmente llegó un telegrama para que restituyeran a Cresencio en el cargo. Después se siguió trabajando, además Cresencio era muy buen intendente, un tipo muy político, muy correcto, pero bueno lamentablemente en el 76 fue el golpe de estado.

Si sacamos la cuenta de la cantidad de intendentes elegidos democráticamente que ha tenido Perito, estamos bastante parejos entre radicalismo y peronismo, con los últimos años para el peronismo y con los años 60 y 70 como una época más radical. Pero ahora yo creo que hay una crisis de militancia y de compromiso partidario y hay que volver a la base, volver a los principios, volver al compromiso, a la lealtad para después poder ampliarlo hacia afuera. También creo que es una época donde faltan líderes y si no hay liderazgo se complica el tema, de hecho dentro del justicialismo vos ves que hay dirigentes pero que no son líderes. Tenés por un lado la Cristina, por otro lado otro grupo, pero no son los líderes como lo fue Perón o como lo fue Alfonsín u otros

dirigentes políticos. En Santa Cruz no tenemos en este momento dirigentes políticos con esa fuerza, después de la Doctora Sureda no hubo más, como fue García Leyenda, por ejemplo. Yo sigo activa, aunque en algún momento también me he enojado y he dicho “Bueno, me voy”, una reacción que te dura una hora... Pero el compromiso y el afecto al partido y al grupo que he hecho en política, te hace volver. Perito era un pueblo históricamente radical, pero la Ley de Lemas vino a distorsionar los datos reales de las elecciones, de qué candidato realmente fue mas elegido por la gente. Incluso hasta 1986 el pueblo eligió intendente radical con Mario Hita y ya después vino la Ley de Lemas y luego con la ley de Kirchner para diputados por pueblo, donde de los 24 diputados, no es que agregaron más, sino que de los 24 dejaron 14 y uno por pueblo y los otros diputados provinciales, entonces al diputado por pueblo lo ponés con el intendente, y con la Ley de Lemas, eso te va sumando. Eso fue una picardía, de las tantas que tenía Kirchner para tener la mayoría de los votos. Todo eso fue desdibujando la relación entre lo que la gente elige y quien realmente llega al gobierno. En ese sentido el justicialismo siempre ha sido más habilidoso para irse acomodando y haciendo pactos, según los intereses del momento. El radicalismo con una forma de ser más frontal y leal a sus principios y el peronismo en el intento de ser más popular es el que negociaba con la gente, con esto de “yo te doy pero vos me votás”.

Recuerdo que en la época del 55 el peronismo marcaba mucho la diferencia, entre las familias que eran o no eran de su partido y por ahí no te daban cosas o los regalos de Perón y Evita porque decían “Tienen campo y son radicales”. A nosotros nos pasó en la escuela con los delantales que regalaba la Fundación Eva Perón. Sara Martínez una maestra dijo “A estas chicas Allochis no les dimos guardapolvos, tendríamos que darles” y Nora Mattar que era la Directora dijo que a nosotras no, porque los padres eran radicales y tenían campo. Imaginate nosotras con 10 u 11 años, no podíamos entenderlo. Eso a mí me marcó bastante. Después el peronismo en el correo repartía muñecas y juguetes y a nuestra prima Margarita Allochis le habían dado una muñeca de porcelana preciosa. Entonces mi hermana Adelina, que siempre ponía la cara por nosotras, se fue a hacer la cola para ver si conseguía algo y cuando llegó al mostrador no le dieron porque era de la familia Allochis. O cuando escaseaba el harina o el azúcar, si no tenías un carnet por ahí no conseguías las cosas, que eso lo vivió más mi mamá que ella tenía que luchar para conseguir harina blanca... Entonces esas marquitas te van quedando presentes cuando creces. Puerto Deseado era un pueblo en el que también siempre ganaba el radicalismo, Gregores era un poco mas esquivo pero si... y Piedra Buena!! Era un pueblo totalmente radical. Incluso Santa Cruz tuvo gobernador radical, Paradelo de la UCRI, y después Varela y Martinovich, pero no pudieron asumir. Santa Cruz se volvió una provincia muy justicialista debido a que nació bajo el amparo del justicialismo. Es una provincia donde el trabajo pasó a depender del gobierno

y la administración pública, entonces el padre trabaja en la provincia o en la muni, la mujer también, el hijo, el yerno, todos. Entonces son votos cautivos, son votos de compromiso porque el estado te dio trabajo. Eso pasa en Santa Cruz sobre todo, porque al no crearse fuentes de trabajo, porque acá sino sos empleado público no existís. Gallegos es una fábrica de empleados públicos, no hay otra fuente de trabajo. En Santa Cruz falta industria, nunca se hizo otra salida laboral que la oficina pública, entonces se acostumbró a la gente a la comodidad. En Perito por ejemplo algunos prefieren trabajar en la municipalidad por 20 mil pesos y no ir a la mina por 60 o 70 mil, porque no quieren estar 15 días en el campo, o sea que fabricamos cómodos que no quieren sacrificarse.

Y esa marca asistencialista del justicialismo quedó muy presente en Santa Cruz. Incluso el efecto de la propaganda en el gobierno de Perón quedó mas en la gente que los hechos en si mismos, como por ejemplo con la Ley del Peón Rural, que ya la pedía Hipólito Irigoyen pero después el justicialismo se la apropió y la promocionó. Yo tengo amigas de mi edad que eran justicialistas porque a la madre le habían regalado una máquina de coser. Esta forma de hacer política mediante el asistencialismo siempre se daba más en el justicialismo que en el radicalismo. ¿El justicialismo como ha sido gobierno? te ofrece el trabajo, Te lo da y ahí van cautivando de alguna manera a esa gente y consiguiendo votos.

A la gente le gusta que vos lo vayas a ver pero no solamente en la campaña. El tema es cuando vos los ignorás, vos a la gente la tenés que escuchar, atender y si no podés tenés que decirle “Esto no te lo puedo solucionar”. Hay gente que no te lo entiende porque son los que viven pidiendo, que van a un lugar por interés y no por convicción. En una época, en el 73 y un poco antes, la gente iba por convicción, se afiliaban porque defendían el ideal y les gustaba eso. Ese cambio en la política se dio después del 83, cuando los medios de difusión se ampliaron mucho y empezaron los intereses personales, ahí las convicciones se olvidaron un poco. Hoy en día es mas complicado porque la población creció y las fuentes de trabajo se agotan entonces mucha gente se acostumbró a las dádivas de la política. Yo te doy tal cosa pero vos me votas. “¿Qué me va a dar si me afilio?” No nada, yo te afilio si vos está convencido de que estos son tus ideales.

En el 83 como veníamos de un golpe de estado la gente tenía necesidad de democracia, por eso hubo tantos alfonsinistas, hubieron radicales y alfonsinistas que no necesariamente eran radicales. Alfonsín era un líder, la gente se afilió, participó y luchaba para conseguir la democracia, después y una vez que la tuvieron me parece como que se apoltronaron, “La democracia ya está, listo”. Por eso hay tan poca militancia hoy en día, es muy difícil la militancia e incluso hay sectores políticos que le pagan a la gente para que

salgan a repartir las boletas. Yo creo en la política, pero en la política bien hecha, porque es la mejor salida democrática que tenemos. Y en este momento esta bastante distorsionada por los intereses personales y económicos. Yo separaría la política “de verdad” de la del negocio político. A las nuevas generaciones de gente joven yo les diría que se afilien a un partido, porque hay que participar en política, porque si no pasan estas cosas que cualquiera llega y llega por negocios y por interés y demás. Si no participas no podés exigir… no podés ir a protestar que “no hicieron esto” si vos estás tranquilito sin mover un dedo. Si vos tenés algún grado de compromiso político te das cuenta que los intereses de un país son otra cosa, no solamente el interés económico y laboral. Hay que tener un ideal para existir en la vida, si vos no tenés un ideal ¿Por qué luchás? Mas allá de la familia, vos tenés que tener ideales claros y decir “Yo quisiera llegar a esto... el camino es este”. El radicalismo busca el bienestar general de la gente y de la familia y del pueblo, que tenga crecimiento, que pueda crecer para el bien de la sociedad, no para un interés personal de un dirigente.

Que vaya creciendo el pueblo no solo pensando en un empleado público, sino pensando en generar otras fuentes de trabajo… por ejemplo se habló tanto de las laneras, de esto, de lo otro y nunca se logró traer a Santa Cruz. Entonces hay que generar otras fuentes de trabajo que no sea solamente la administración pública. Que la gente tiene necesidades no tengo ninguna duda, pero también creo importante volver a ganarse la vida como se la ganaban nuestros abuelos… la cultura del trabajo, de estudiar, de superarse. Por ejemplo nosotros no venimos de familia potentada… mi abuelo, inmigrante italiano, se vino a trabajar al sur y a mitad de camino mi abuela murió en la zona de Puerto Deseado, pero el siguió para acá con sus 7 hijos chiquitos, que mi tío Antonio y mi Tía Magdalena tendrían 4 o 5 años, mi papá tendría 9 o 10 y con mucho esfuerzo lograron afincarse en Perito y en la zona del Río Pinturas. Después mi papá formó su familia, mis tíos igual y nosotros salimos a laburar y a trabajar para superarnos. A nuestra familia nadie le regaló nada. Entonces termina pasando que hay generaciones que nunca vieron trabajar a los padres, y se vuelve algo es cultural, porque les llevan la bolsa de alimento y les dan un plan. Esa cultura va denostando la democracia, la participación y la militancia.

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