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Victoria Correa y Norma Vázquez
Norma: Mi nombre es Norma Lucía Vázquez y nací el 30 de enero del 68, tengo 53 años. Victoria: Yo soy Victoria Correa y tengo 66 años, nací el 14 de noviembre del 54. Norma: Nos hicimos amigas con Victoria en la municipalidad, más o menos en el 90, cuando yo empecé a trabajar en la en el área de personal y ella entraba en el área de limpieza en la tarde. Un cafecito en el relevamiento del turno tarde y bueno ahí que uno se va poniendo al día. Y después que los chicos, la edad de los chicos porque Vanina con Ivone eran de la misma edad, pero bueno de ahí empezamos, después estuvimos toda la vida por una cosa o por la otra siempre, nos encontramos. Victoria: Siempre estuvimos en contacto, de encontrarnos de charlar, nunca nos visitamos así arduamente, pero siempre estuvimos en contacto, por un mensaje, un “Cómo estas” o por la familia, siempre. Cuando hemos tenido pérdidas de nuestras mamás, de nuestros afectos, ella siempre estuvo para mí y yo estuve para ella. Norma: Yo entré a trabajar en el gobierno de Hita, empecé en el Concejo Deliberante, con Pedro Garitaonandia y César Ramos. César fue el que me fue a buscar y después ingresé en la municipalidad entre recaudación y personal y ahí “Tachín” Molina me dijo “Vos te venís conmigo a personal” y después pasó que Isabel Martínez tuvo un problema de salud y me mandaron adscripta a la Caja de Previsión Social y de ahí nunca más pude salir. En el caso mío mi llegada al radicalismo fue por estar en la casa de Susana González, porque yo venía de la Escuela Hogar de Los Antiguos y antes viví en el campo y cuando vengo a Perito caigo a la casa de Susana González por una relación familiar de amistad, entonces como que vos optas por tu segunda familia, los tenés a ellos y bueno te vas haciendo. De ahí es que me incliné por el radicalismo, porque antes en la casa de nuestros padres no se hablaba de política. Mi mamá era peronista de Evita y punto. De evita y Perón y nada más, pero mi papá nunca habló de política. En mi familia tengo parte radical y parte peronista, pero incluso hoy nosotros tenemos esa cultura familiar, en las reuniones familiares no se habla de política. Después en el 83 llegó Alfonsín y yo digo que a mi el que me abrió la cabeza con el tema de la democracia, fue Alfonsín. Vos escuchabas un discurso de Alfonsín y no podías decir “No escucho, no veo que es esto”. Para mi Alfonsín fue todo, fue el padre de la democracia y tuve la suerte de conocerlo, de tenerlo “ahí” viste, entonces como que eso te marca. Yo toda mi vida he sido radical pero no me dediqué a la militancia, como Victoria.
Victoria: Alfonsín fue un caso especial porque yo peronista, en mi casa mis hijos peronistas, el papá de mis hijos peronista. Pero cuando vino Alfonsín a Perito Moreno traje a mis dos hijos, a Álvaro y a Fernando a que lo conocieran. Porque era un caso especial, era el padre de la democracia y era un presidente. Entonces ellos tuvieron la oportunidad de estar paraditos en la esquina conmigo, en la esquina del Mercado Central cuando él pasó. Él sacó su mano y Fernando pudo darle la mano, no se lo olvida jamás. En mi caso, no sé si decirte si empecé a militar por necesidad. Lo hice por haber escuchando los discursos de Eva, de Evita de Perón. A mí se me ocurría que eso era lo mejor para nosotros, porque vos escuchabas un discurso de Evita y ella ayudaba a los pobres, les dio el lugar a las mujeres para votar, un montón de cosas. De ahí el hecho de llegar a ser peronista. Yo trabajé bastante en las campañas, pero por un trabajo. Más allá de que yo tenía mi marido, tenía una familia, yo quería una independencia. Entonces una forma de tener mi independencia fue militando. Es lo que logré. Llegar a tener un trabajo e independizarme. Pero sí es cierto que como quien dice el trabajo sucio lo hace el militante, eso es una realidad. Después si vos llegabas a la Unidad Básica y vos decías “Hay que ir a ver a fulano, hay que llevarle esto, hay que llevarle el otro” se te iba teniendo más en cuenta y después estaba tu recompensa, en mi caso, con mi trabajo. Norma: Yo prácticamente no sufrí lo de tener que militar para conseguir un trabajo, yo por ahí fui más recomendada por la parte institucional y académica. Yo no soy militante y yo la diferencia que tuve es que siempre trabajé con peronistas, porque me fui de acá sin trabajo y anduve trabajando en la parte privada y después llegué a la universidad y ahí conocí gente, como en el caso de Claudia Bernazza que es peronista peronista y ella me ayudó un montón. Así yo he llegado a ser secretaria privada del Ministerio del Desarrollo Social de Claudia Bernazza, que es la persona que conozco con más formación académica y calle y militancia y todo. Por eso me ha tocado trabajar con gente peronista, pero peronistas comprometidos, con formación, con trayectoria y siempre me lleve bien, mi trabajo es una cosa y mi ideología otra, no la mezclo para nada y quizás por eso con Victoria nos llevamos bien. Victoria: Es que muchas veces el ámbito del trabajo supera a las ideologías políticas. Yo soy peronista pero tengo que decir que el mejor gobierno que estuve fue radical y en el que me brindaron toda su confianza, el gobierno de Néstor Moro. Ellos sabiendo que yo era peronista, sabiendo mi trayectoria, Néstor Moro como Intendente y Sonia Abboud Secretaria de Gobierno me brindaron todo el respaldo, me mandaron a hacer cursos de ceremonial y protocolo, me dieron la última categoría, yo prácticamente manejaba las llaves de la municipalidad. Yo empecé a trabajar en el estado en el año 84 en el gobierno de Andrés Lanni, contratada como personal de maestranza en el Concejo Deliberante. Cuando llega el gobierno del Dr. Hita me trae él a la municipalidad y me pasa a planta permanente y sigo como personal de limpieza, dos años. Después
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Año 1979 . Victoria Correa en asado popular
paso a trabajar en el archivo y cuando entra Carlos Suárez como intendente, me pide Julio Martínez para trabajar en Acción Social con él, que ahí estuve casi cuatro años. Después pasé a Personal con “Cuca” Cabezas y ya en el segundo gobierno de Guille, Lulú Pérez que estaba como Secretaria de Gobierno me manda a trabajar al Puesto de Control, en bromatología donde estuve tres años y los aproveché para hacer el secundario. Después Guille me trae de vuelta a la municipalidad a trabajar a Protocolo con Héctor Torres primero y después con José Luis González, que ahí estuve casi seis años. Vuelve el cambio de gobierno y me lleva Eugenio Casarini a Personal y ahí termina mi carrera, con mi jubilación. Tengo que decir que en mi familia la única peronista soy yo. Mi familia es toda radical, toda, toda. “Fela” que es mi tía, mis primos, mis primas mis tíos, todos, “Pichón” Lobos que era mi primo. En realidad mis papás eran del partido intransigente, porque mi papá era amigo, muy amigo de los Bucci, que eran vecinos del campo. Cuando se disuelve el partido intransigente, ya pasan a ser radicales. En realidad en mi casa no se hablaba mucho de política y como que me dejaron la libertad de elegir. Yo empecé a militar en el partido justicialista en 1972, ni bien cumplí los 18 años, porque yo vivía en el campo y me quería venir a vivir al pueblo y la condición que me pusieron mis padres fue “Sí te vas a vivir al pueblo, tené un trabajo, de vago no”. Entonces empecé a trabajar en
la heladería de don Jalil Hamer, donde esta el puesto municipal de carne. Y si trabajabas con Jalil Hamer no podías dejar de ser peronista. Entonces yo cumplí los 18 años y automáticamente Jalil me afilió al partido justicialista y de ahí empezamos a hacer las campañas: pegatinas, pintar paredones, visitar gente. En el 83 también trabajé para la campaña de Andrés Lanni y lo típico de las campañas, después de cada campaña ganada se hacia el clásico asado popular. Pero era todo muy tranquilo, yo veo hoy más agresivas las campañas. Ya sea como del mismo partido como del adversario, están más agresivas las campañas, antes no era así. En ese momento, en el 72 era Cerpernic el candidato a gobernador y empezamos a hacer las campañas con Jattar Hamer, los chicos Casarini, todo ese grupo… Hacer pegatinas, a visitar la gente, se juntaban alimentos, ver quien tenía necesidades porque nosotros como militantes entrabamos a muchas casas, veíamos la necesidad de las personas. Y yo siempre tuve eso de ayudar y facilidad de palabras entonces yo me meto por todos lados, tenía acceso a muchos lugares. En esa campaña Jalil era candidato a intendente contra Cresencio Arbe que iba por el radicalismo. De hecho yo estuve frente a la municipalidad cuando fue el golpe de estado digamos, el golpe que se hizo en la muni que sacaron a Cresencio Arbe. La Unidad Básica en ese momento estaba en la O’Higgins, donde Reynoso y un día antes nos llevaron a un grupo ahí y nos dijeron que teníamos que estar al otro día a las 5 de la tarde frente a la municipalidad, pero había información que nosotros tan jóvenes no teníamos mucho acceso. Entonces fuimos todo un grupo a la municipalidad y cuando quisimos acordar nos dimos cuenta, yo personalmente, me di cuenta de que arriba del municipio estaban prendiendo botellas con nafta y que se quería entrar de prepo a la municipalidad, así que yo como el mejor valiente disparé, me fui !! Porque ya había palos, había botellas con nafta… un montón de cosas que yo me di cuenta que era algo grave. Tenía un primo, que hace de cuenta que era mi hermano, el “Gordo” Lobos y él estaba para el lado de Cresencio Arbe, porque él era radical y medio que me dijo: “Tratá de no meterte porque acá va a pasar algo grave”, entonces me fui. Norma: Es que antes eras peronista o radical, pero ahora la política cambió tanto desde la Ley de Lemas. Hoy ya no sabes quién es de cual partido. Ves con una persona en un partido y después cuando ganan las ves con otros, como si nada. Victoria: La política empezó a desdibujarse cuando se empezaron a perder los valores y los principios en todos los sentidos. Yo creo que diez años atrás empezó todo el desván de la política y hoy es un todos contra todos, no hay un respeto por la ideología. Antes eras peronista o radical y vos te ponías la camiseta y a defender esa camiseta, en el buen sentido de la palabra. Me pasó con “Pichón” mi primo que fue a mi casa y me dice “Pero escúchame yo soy tu primo, como no me vas a votar…”. Sí, todo lo que vos quieras, yo te quiero, ojalá te vaya re bien, pero yo no te voto, porque yo no soy radical. En cambio hoy no existe eso, esa fidelidad hoy en día no se ve más. Vos ves a algunos que hoy
están en una Unidad Básica, como yo lo he visto acá en el centro y después de las elecciones los ves andar con el otro. En nuestra época eso no existía, antes se militaba por convicción y hoy es por interés, hoy es como que se vende el voto Norma: Es que la gente lo dice en la calle como algo natural. Te dicen “No, si ahora viene la época de la política, le pido esto, le pido aquello”. Y vos decís… ¿Y la ideología política donde quedó? La política se desdibujo mal, hoy no hay valores, no hay principios. Hoy prácticamente están votando a la persona y no a los partidos, porque vos fíjate cuantos votos tenía el radicalismo en cierta época, después el peronismo, después viene el peronismo de vuelta, el otro y el otro y ahora no sabemos quién va a ganar. Hoy tenemos candidatos dando vuelta y te preguntás ¿Y bueno, a qué partido pertenecen? Victoria: Fíjate por ejemplo que el reparto de colchones en las campañas, hoy se hace a plena luz del día. Incluso ves la camioneta de la misma institución, siendo usada para la campaña ¡Los vehículos de las instituciones haciendo campaña! Esa para mí es una campaña sucia, a mí no me gusta… Norma: Antes a tal hora, a las ocho de la noche ya no veías ningún vehículo institucional en la calle, y ahora… En esas pequeñas cosas vos te das cuenta como cambio todo. Porque los vehículos oficiales, son las tres de la mañana y te los cruzas en la calle. Victoria: El deterioro va más allá de la política. Antes en las instituciones había un cierto régimen de trabajo, que vos tenías que cumplir. Se entraba a las 8 de la mañana y se salía a las 2 de la tarde. Norma: Y a nadie le importaba si vos tenías donde dejar a tus hijos o si no tenías a tu papá o a tu mamá que te lo cuidara, cuando no había guardería. Victoria: Otra cosa que se perdió en la política es la capacidad de los políticos de ver la realidad. Yo creo que aparte de tener una ideología tenés que ser realista con la situación que estamos viviendo hoy en el país. Yo soy peronista de toda la vida, pero también soy realista. Vos fíjate la carestía que hay, la falta de trabajo. Nosotros acá la pasamos bien medianamente ¿Pero a nivel nación? La persona que vive al día, el cartonero, el que tiene que trasladarse de un lado al otro, que tiene que tener mínimo la plata para el colectivo… Por supuesto que acá en el pueblo se empieza a ver ciertas cosas, pero no sé si es miseria o acostumbramiento. Acá el que quiere trabajar, tiene trabajo. Pero la gente está acostumbrada a vivir de los planes, les gusta más ganar seis mil, siete mil pesos de arriba que romperse el lomo trabajando. Yo creo que por el 95 empezó el tema de los planes y la gente se acostumbró. La gente está acostumbrada a que le den, eso siempre lo hablé con Sonia Abboud que le decía “No le niegue a esa persona cinco mil pesos, pero mándelo a que te limpie los vidrios de las escuelas, mándelo a que te limpie el hogar de ancianos”, que te haga algo a cambio. Que exista la dignidad del trabajo, que la gente sepa ganárselo. Entonces la gente está muy mal acostumbrada a que le den. Norma: También está la otra: gente que consigue trabajo en la municipalidad y que no cumple el horario. Hoy la desorganización laboral que tiene el municipio
es terrible, nunca vista antes. Algo que no sé hasta cuándo se puede sostener. Victoria: Así no hay plata que alcance, el municipio no puede solventar tanto. A mí se me ocurre que no tendría que existir la Ley de Lemas, tendría que volver a ser como antes. Norma: Son las consecuencias de lo que generó el mismo estado. La Ley de Lemas genera una cantidad de listas que no tiene sentido. Para mí no sirven porque es como romper los partidos y vos decís, si son todos del mismo partido ¿Por qué no se ponen todos y tiran todos para el mismo lado? Deberían volver las internas en los partidos y listo. En el radicalismo hacíamos las internas siempre por voto secreto. Victoria: Nosotros a mano levantada ¡Los radicales son más estructurados, nosotros somos más gronchos! Nosotros somos más de la calle, siempre se dijo que la persona radical es más estructurada, tiene más cultura, más formación, más ética… son los ricos, siempre se dijo. Pasa que el peronista siempre fue muy groncho, muy de la calle, del asado, esas cosas. El peronista siempre fue el cabecita negra. El peronista es más pasional, mas de agitar el bombo, de la bandera, la marcha. Vos fíjate que yo escucho la marcha peronista y me llego a parar!! En cambio, y lo veo por mi familia radical, escuchan su marcha y nada… “Mirá que lindo”. No, yo me paro y depende de donde esté, la voy cantando. Ahora por ejemplo me tocó cuando mi hijo era candidato, la última junta digamos que se hizo, que tenía la Unidad Básica allá en lo de los chicos Barrientos, la única que cantó la marcha peronista fui yo… ¡¡Porque nadie se la sabe!! Norma: ¡Se ha llegado hasta perder eso! Victoria: Hoy en día vos encontrás una persona peronista y no te sabe decir cuál es su esencia, de dónde le nace… Antes se hacían las reuniones provinciales del partido, el congreso o convenciones, en la época de Kirchner. Antes era viajar a Gallegos con los micros llenos, incluso estuve en Buenos Aires, en Luna Park. Norma: Los militantes también cambiaron. Hoy el militante de un partido es como que te va a atropellar, a patearte el escritorio. Eso de bajar línea y que te digan “Vos hace esto, vos aquello otro”, no me gusta. Me gusta del radicalismo que es más participativo, con los jóvenes que están participando en congresos, ver que se preparan, la llegada de Matías Treppo que es muy amplio, es muy abierto, que comparte los conocimientos, eso es lindo. Victoria: Claro vos fíjate que el radicalismo tiene otra cultura, como en el caso de este chico Matías Treppo que yo lo admiro mucho, porque es muy abierto y brinda sus conocimientos. En cambio vos fíjate que del partido nuestro, no hay alguien que con cultura de decir “Vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello”, alguien que te proyecte algo. Norma: Y si lo tiene, lo tiene para su espacio, para adentro del grupo, pero no para compartir con toda la comunidad. El peronismo yo lo veo muy dividido Victoria: No sé si dividido o ambicioso. Hoy el partido peronista tiene mucha ambición, cada uno acarrea agua para su baldío y nada más. Solo se piensa en
como voy a poder llegar a la próxima campaña y no importa si tengo que matar al que está al lado. Norma: O piensan como seguir manteniendo el mismo cargo. Victoria: Claro, hoy en día todo el mundo quiere estar atornillado al sillón. En cambio el partido radical es diferente, les van dando espacio a los jóvenes, a que entre gente nueva. Es cierto también que el peronismo supo aprovechar mejor esto de crear más listas, de conseguir más votos con más candidatos. Y lo vuelvo a decir, eso tiene que ver con que el peronista es como más atropellador, más entrador viste. En cambio el radical es más respetuoso y no sé si por ahí más sumiso o más para adentro. El peronista es más atropellador y no le interesa si tiene que matar a dos o tres para llegar. Yo lo veo así hoy, antes no era así. Fijate que entre la misma familia no importa si te estoy dando con un palo, el asunto es que yo tengo que llegar. Norma: En el peronismo muchos quieren ser candidatos, aunque tengan dieciocho años ya quieren ser candidatos. En el radicalismo no hay tantos con esas ansias. Victoria: ¡Porque siempre saben que van a perder! ¡Perdón, me salió del alma! Pero fijate, por ejemplo en los años 70 don Joaquín Ayestarán que él era radical y tenía un alto parlante frente a su panadería y pasaban publicidades, música en la calle. En cambio Jalil en su parlante pasaba la marcha peronista. Si habremos estado en las esquinas cantando, aprendiendo la marcha peronista. Y los radicales nunca hicieron eso. En la época de Jalil Hamer nosotros nos juntábamos diez, doce, quince personas y él en su camioneta azul, nos cargaba a todos con helado, chocolate, lo que sea y nosotros salíamos con los carteles, con las banderas, con el escudo. Entonces desde ya estábamos apabullando al otro partido, te imaginas con todo ese quilombo que nos mandábamos en la calle ¿Quién no se va a apabullar así? Vos fíjate que en una campaña del Guille se jugaron un voto al truco, de un viejito que estaba en la bomba de agua, creo que era Sandoval ¡Se lo jugaron al truco entre Jorge Maldonado y el Guille y se lo ganó el Guille y se lo trajo a votar! Como vas a hacer eso con una persona, escúchame. En otra campaña Guille no me acuerdo con quien otro fueron a hacer un negociado, por allá arriba a la alcantarilla ¿Y? ¿Esa era una estrategia o de sin vergüenzas nomás? O comprarle el asado y bebida a la gente y tenerlos encerrados. Yo aunque sea peronista, esas cosas no las comparto. Por eso yo digo que somos más gronchos, porque esas cosas salían más del peronismo que del radicalismo ¿Por qué siempre ganó el peronismo? Por eso. Por eso digo que los radicales son más ordenados, más cultos… Hay que ver las cosas positivas del radicalismo, que no son atropellados, son más abiertos. Pero la contra cara de eso es que no llegan a ningún lado. Yo no sé si es por su formación, porque ya vienen formados así, con esa estructura que es el partido, como si dijéramos “Somos los que nos portamos bien”. Están más formados, pero como en un círculo cerrado. Son solo ellos y les da cosa ir a ver a aquel “Me da cosa ir a ofrecerle algo”. En cambio el peronista no, que te da colchón, que te da
comida, te da plata te dan lo que sea con tal de traer gente. Mañana te presto la camioneta, mañana tarde y noche, pero vos afiliate. Eso tiene el peronista, que también es un poco sinvergüenza en el buen sentido de la palabra, pero el radical es muy estructurado, muy para adentro.
Norma: Aunque hay muchas ideas de cómo son los peronistas y los radicales que no son ciertas. Por ejemplo ese mito de que el radical es rico. Eso ya no está, es más te digo que conozco más yo desde el radicalismo, la carencia de la parte social, que un militante peronista en campaña. Los militantes de ahora no recorren, no saben realmente las necesidades de la gente. Por eso lo negativo que veo en el peronismo de hoy es que veo gente que ha estado en cuatro, cinco campañas y no conocen la realidad social del pueblo y que se supone que el peronismo viene de lo social. Esta bien que quieras ser candidato, pero no podes desconocer la realidad que hay en el pueblo. Otra cosa que creo que no funciona es la parte normativa, porque al peronismo no le importa si pasan las normativas por encima. Me pasó a mí en mi propio trabajo, que me despidieron sin saber que el PAMI era una institución privada. Y como consecuencia les llegó una demanda judicial terrible y recién ahí pararon. Entonces para el gobierno justicialista es “Primero vamos y echamos gente, no importan las leyes, no importa si tiene 50 años, si tiene problemas de salud, si es madre soltera único sostén… ¿Pero venís del peronismo que trabaja por lo social y echas a una madre soltera? O sea hay cosas que se contradicen. Entonces es como que vamos, pateamos el escritorio y seguimos. Victoria: Yo insisto en la diferencia entre un peronista y un radical que ocupa un cargo. Norma es una chica universitaria, una chica muy culta, con mucho estudio, muy señora y ha rechazado un montón de puestos. Ya sea de concejal, de diputada, un montón de cargos y los ha rechazado. Nosotros tenemos, sin desmerecer lo que pueda llegar a ser, una concejala nueva que no te sabe hacer un proyecto, no sabe hablar…y aceptó, y vamos para adelante. Yo puedo ser muy peronista muy militante, pero si a mí me queda grande el poncho no me lo pongo. Yo creo que para un cargo ejecutivo un legislativo, tiene que ser una persona preparada. Sin ir más lejos el intendente, tiene que ser una persona preparada para los cargos que va a ocupar. Norma: A mi me han ofrecido candidaturas pero yo nunca quise, yo digo que no serviría, porque nunca me metí a fondo a trabajar en la política. No alcanza con que todos quieran ser candidatos, para mi te tenés que preparar, porque vas a tener una responsabilidad con la gente, cuando seas funcionario. Otra cosa que cambió con el tiempo fueron los medios de comunicación, donde ahora con las redes sociales se insulta gente, se afecta familias. Vos antes en Perito tenías Radio Nacional y el canal de televisión. Victoria: Y los medios tenían mucho respeto por la gente, por la familia. Hoy se perdió todo. Vos fíjate esos debates que se hacen ahora antes de las elecciones, los debates son un desastre. Se dicen y se tiran con lo que tengan a mano.
Eso antes no existía, es como que llevaron a lo público todas las cuestiones internas. Norma: Yo siempre fui alfonsinista y no es una ideología, es … para mi Alfonsín lo fue todo. Fue el que te enseñó que es la democracia, porque en los 80 vos no sabías, yo venía del campo y de la Escuela Hogar. Alfonsín mostró la parte buena de la democracia, porque la democracia es linda, pero la política es muy sucia y está muy desvalorizada.
Victoria: A mí la verdad me ha desilusionado totalmente como está la política hoy en día. Hoy no me animaría a militar… No es que no me animaría, no me gusta la política de hoy en día, no me siento cómoda, no me gusta la agresividad que hay. Norma: Nosotras venimos de otra época. Hoy no existe el respeto y es como que los partidos prácticamente no existen. Viste que ahora no sabés si son radicales, alfonsinistas. Hay candidatos que quieren llegar y atrás no hay ninguna ideología. Macri como yo siempre dije es de la oligarquía y después que te lo dibujen es otra cosa. Victoria: Yo lo diría que hoy la política es pura ambición de poder, porque bajo cualquier costo llegás, no importa con quién. Ya no existen los partidos, esos que vos defendés a muerte con tu camiseta. Así como está todo no veo un buen futuro para las próximas generaciones.
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