Historia de la Iglesia Latinoamericana

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Historia y teología de la iglesia latinoamericana

Formación Pastoral Iglesia Metodista Libre Latinoamérica



Historia y Teología de la Iglesia Latinoamericana

Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. Apocalipsis 4:9 NVI

FORMACIÓN PASTORAL Iglesia Metodista Libre Latinoamérica


Equipo Directivo Directora de área Dra. Delia Nüesch-Olver Equipo de Formación Pastoral Latinoamérica Dr. Paul Olver, Dr. Glenn Lorenz, Dr. Ricardo Gómez y Dr. Casto Rojas Coordinador de proyecto John Jairo Leal Rincón Equipo de Trabajo Beth Gómez, Jennifer Porras Pabón, Jhohan Eduardo Centeno Collasos, Luis Fernando Pérez Rojas y Shirley Yomara Cadena Maldonado Diseñador Johan Ferney Ríos Arboleda

Permitimos a otros distribuir, remezclar, retocar y crear a partir de esta obra de modo no comercial, siempre y cuando nos den crédito y licencien sus nuevas creaciones bajo las mismas condiciones. Elaborado en Medellín, Colombia 2018


INTRODUCCIÓN Estudiar la historia y teología de la iglesia latinoamericana resulta un desafío y un gozo para la vida del cristiano. Como miembros de la Iglesia Metodista Libre nos gozamos en el legado que hemos recibido y le ubicamos en su contexto histórico. Como cristianos latinoamericanos aprendemos de las particularidades de ser iglesia con la herencia cultural que hemos recibido pero esta herencia en compañía de las realidades de aquellos que trajeron consigo el evangelio hacia tierras nuevas. Este curso representa un mirar al pasado, aprender de la historia, identificar aciertos y errores para continuar hacia adelante. No resulta entonces en añoranza por el pasado sino en gratitud por reconocer lo que Dios ha hecho con su iglesia en nuestro continente. Esta mirada al paso también representa la base para mirar adelante y avanzar con paso firme en el cumplimiento de la misión de Dios. Este curso fue escrito por Jhohan Centeno teniendo como fuentes principales a Pablo Deiros, “Historia del cristianismo en América Latina” y Justo González, “Historia del Cristianismo”. Se sugiere que este módulo se enseñe usando la metodología de aula invertida porque es la que mejor ayuda a desarrollar los materiales y lograr las metas. En esta, los plantadores o pastores estudiantes reciben los materiales previamente al encuentro (el tiempo presencial de clase), hacen la lectura comprendiendo el contenido y realizan todas las asignaciones dadas. En el encuentro se socializan los materiales, se profundiza los contenidos, se revisan los ejercicios y se solucionan interrogantes que hayan surgido. Preferiblemente esta asignatura se debe realizar en grupo y bajo la supervisión de un formador debidamente avalado por la Iglesia Metodista Libre; para una excepción, por condiciones especiales, debe comunicarse con la persona a cargo en su iglesia, distrito o conferencia. Este material está dirigido tanto para personas que están en el proceso de Plantación de Iglesias Comunitarias, como para pastores en iglesia ya establecidas que están camino a la ordenación. El diseño del módulo presupone que cada lección de esta asignatura corresponde a 3 horas de encuentro de grupo (incluyendo un tiempo de descanso por lección); por ello es ideal seguir una de las siguientes modalidades para completar esta asignatura: Plan extendido: 12 encuentros semanales de 1 hora y media cada uno. Esta modalidad es ideal cuando un mismo grupo está realizando 2 o más asignaturas al mismo tiempo. En esta modalidad recomendamos que en una semana se revise la asimilación del contenido (use las actividades de evaluación llamadas “preguntas de reflexión’ y ‘lecturas complementarias”), y en la siguiente revise el desarrollo de los ejercicios de evaluación personal y los planes de acción. Plan regular: La asignatura se puede completar en 6 encuentros semanales de 3 horas cada uno (una variante a esto son 2 encuentros semanales de 1 hora y media). Antes de cada encuentro usted deberá completar todas las actividades indicadas para la lección. Plan intensivo: La asignatura se puede completar en 1 encuentro de aproximadamente 18 horas. En esta modalidad se espera que el estudiante sea muy disciplinado de tal forma que, durante cada uno de las 6 semanas previas al encuentro, lea completamente el contenido del manual, desarrolle


las actividades de evaluación tocantes al pensamiento (preguntas de reflexión e informes de lectura) y evaluación personal. En el encuentro el formador indicará cuándo y cómo completar y reportar las actividades de evaluación llamadas planes de acción. A lo largo de todos los manuales podrá encontrar algunos de los siguientes íconos. En ocasiones puede encontrar dos de estos íconos fusionados, esto implica que tiene el significado de los dos. A continuación se los presentamos con su significado:


CONTENIDO Sílabo ..................................................................................................................................................... 7 1 Llegada del Evangelio a Latinoamérica .......................................................................................... 9 • Introducción ......................................................................................................................................... • Historia de la evangelización en América Latina ................................................................................ • Nominalismo y sincretismo ................................................................................................................. • Actividad de evaluación .......................................................................................................................

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2 Llegada del Protestantismo a Latinoamérica ................................................................................. 19 • Introducción ......................................................................................................................................... 20 • Protestantismo antes del siglo XIX ...................................................................................................... 20 • Protestantismo en Norteamérica ......................................................................................................... 22 • Protestantismo en el siglo XIX ............................................................................................................ 23 • Las Sociedades Bíblicas ....................................................................................................................... 24 • Conclusión .......................................................................................................................................... 35 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 36 3 Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica ....................................................................... 37 • Introducción ......................................................................................................................................... 38 • Evangelización que trasciende ............................................................................................................. 38 • Desafíos de la evangelización .............................................................................................................. 40 • Aprendizajes ......................................................................................................................................... 42 • Principios ............................................................................................................................................. 43 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 44 . 4 La Familia Metodista Libre en Latinoamérica .............................................................................. 45 .......... • Introducción ....................................................................................................................................... 46 • Misiones latinoamericanas en el Siglo XX ....................................................................................... 46 • Historia de la IML latinoamericana: Primera etapa 1889 – 1980 ...................................................... 47 • Historia de la IML latinoamericana: Segunda etapa 1981 – 2008 .................................................... 50 • Factores en el desarrollo de la IML latinoamericana ........................................................................ 52 • Crecimiento y estatus actual .............................................................................................................. 54 • Actividades de evaluación ................................................................................................................. 55


5 La Iglesia en el Siglo XX .................................................................................................................. 57 • Introducción ......................................................................................................................................... 58 • Congreso de Panamá ............................................................................................................................ 58 • Fundamentalismo cristiano .................................................................................................................. 59 • Movimiento pentecostal ....................................................................................................................... 61 • El impacto de las guerras mundiales .................................................................................................... 64 • La teología de la liberación .................................................................................................................. 65 • Conclusiones ........................................................................................................................................ 66 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 67 6 La Iglesia en el Siglo XXI ................................................................................................................. 69 • Introducción ......................................................................................................................................... 70 • ¿Dónde está el cristianismo hoy? ......................................................................................................... 70 • Retos que enfrenta la iglesia ................................................................................................................ 72 • Retos teológicos ................................................................................................................................... 73 • Aportes de la historia para ser iglesia .................................................................................................. 76 • Actividades de evaluación ................................................................................................................... 77 Bibliografía ........................................................................................................................................... 79


Sílabo Sílabo 1. Asignatura Historia y teología de la iglesia latinoamericana 2. Descripción del curso Esta clase está diseñada para brindar un panorama de la historia y teología de la iglesia evangélica en Latinoamérica que facilite la comprensión de la identidad en la misma, que resalte las buenas prácticas y que movilice al amor y al servicio al Señor. 3. Objetivos generales • Articulará el contexto histórico y religioso de la iglesia en América Latina. • Examinará la relevancia de las teologías latinoamericanas (liberación, misión integral, pentecostalismo, prosperidad, dispensacionalismo). • Trazará la historia de la Iglesia Metodista Libre en América Latina. 4. Evaluación • El estudiante llevará un diario físico o virtual donde dará respuesta a las preguntas y ejercicios encontrados a final de cada lección en las “Actividades de evaluación”. Estas deberá llevarlas al día para así poder participar en las conversaciones en clase y con su formador. • En la última lección, el estudiante reflexionará y escogerá uno de los cuatro retos a los cuales se enfrenta la iglesia latinoamericana en la actualidad. Deberá desarrollar las actividades allí descritas. 5. Recursos Lecturas Complementarias Deiros, P. Historia del cristianismo: el testimonio protestante en América Latina. Buenos Aires: Ediciones el Centro, 2012. Págs. 94-107. Wiens, A. Los cristianos y la corrupción: desafíos de la corrupción a la fe cristiana en América Latina. Barcelona: Clie, 1998. Págs. 11-28.

Recursos cibergráficos Diego Thompson - Biografía https://www.youtube.com/watch?v=CaFdmRWQnZw

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Sílabo Criterios de evaluación – Diario de actividades, reportes y proyectos El estudiante deberá prestar atención especial a las actividades de evaluación semanal; deberá completarlas totalmente y escribir sus respuestas en un diario que será revisado cerca del final del curso. Los siguientes criterios se utilizarán para evaluar el diario, incluido el proyecto final en la semana seis.


Sílabo

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Llegada del evangelio a Latinoamérica

Propósito de la lección

Ayudar al estudiante a conocer, comprender, valorar y evaluar el proceso de evangelización católico que se dio en Latinoamérica durante los siglos XVI y XVII.

Resultados deseados

Al concluir esta lección el estudiante: • Reconocerá cómo fue la evangelización en Latinoamérica por parte de la iglesia católica. • Identificará los métodos de evangelización usados por la iglesia católica en Latinoamérica durante la conquista y los siguientes dos siglos. • Examinará y aprenderá de los aspectos positivos y negativos que se desprenden de la práctica católica en relación con el “nuevo mundo”.

Contenido

• Introducción • Historia de la evangelización en América Latina • Nominalismo y sincretismo • Actividad de evaluación


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Llegada del Evangelio a Latinoamérica INTRODUCCIÓN … les aconsejo que dejen a estos hombres en paz. ¡Suéltenlos! Si lo que se proponen y hacen es de origen humano, fracasará; pero, si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios. Hch. 5:38- 39 Gamaliel, un maestro de la ley, muchos siglos atrás dio un consejo al sanedrín que sin lugar a duda ha tenido su cumplimiento: la obra sí era de Dios. Los discípulos fueron advertidos severamente para que no hablaran más sobre Jesús, pero ellos no obedecieron. La obra por la cual acusaban a los apóstoles sí era de Dios, por ende, sí permaneció con el transcurrir de los años. Al mirar hacia el pasado, podemos ver el cumplimiento de las palabras de Jesús a sus discípulos momentos antes de su ascensión: “…Y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hch. 1:8b). Posiblemente, en ese momento, los discípulos pensaron en Roma como la meta de “los confines de la tierra”. Sin embargo, por la gracia de Dios, Él sí estaba pensando que quince siglos después se “descubriría” un nuevo continente al cual también llegarían las buenas nuevas del salvador. Estudiar la historia de la iglesia en territorio latinoamericano nos lleva ineludiblemente a hablar de una institución: la Iglesia Católica. Algunos se pueden sentir incómodos con eso porque consideran que esta institución no es representativa del cristianismo. La verdad es que si bien tenemos que reconocer que una buena parte del catolicismo no representa un cristianismo bíblico, encontramos en muchos personajes de la historia de Latinoamérica ejemplos de un compromiso radical con la verdad cristiana. Por otra parte, el catolicismo es la institución cristiana que más ha permeado la sociedad latinoamericana desde el descubrimiento de América. Así pues que este será nuestro punto de partida.

HISTORIA DE LA EVANGELIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA (Artículo adaptado de http://www.portalmisionero.com/evamer.htm)

El cristianismo llegó a América Latina junto con la conquista española a estos territorios. La llegada del evangelio a las nuevas tierras fue gran motivo de esperanza para la iglesia católica; por esto, muchos documentos se refieren a América como el continente de la esperanza. La Iglesia Católica se encontraba en ese momento luchando contra la corrupción interna de varios sectores de la clase sacerdotal. Además, luchaba contra los inicios de la secularización de los estados que se reflejaba en la búsqueda de independencia por parte de los reyes. A eso le debemos sumar la expansión del Islam que ponía en riesgo el crecimiento y estabilidad de la iglesia. Por último, debemos señalar que la aparente evangelización de Europa había generado un estado de comodidad y enfriamiento. En esas circunstancias, las nuevas tierras trajeron vigor a la fe de la igle-


Llegada del Evangelio a Latinoamérica sia y oro para continuar los monumentales proyectos de construcción que la jerarquía eclesial estaba realizando. El 3 de agosto de 1492 partió Cristóbal Colón con tres embarcaciones en busca de un recorrido más corto y seguro para llegar a Oriente y que facilitara el comercio con esta región. El 12 de octubre del mismo año, Colón y sus compañeros llegaron a unas playas desconocidas, pero no sospecharon siquiera que habían descubierto, para la civilización europea, un nuevo continente. Ni mucho menos tuvieron idea de que habían llegado al “continente de la esperanza” de la iglesia. Colón, que había salido del sur de España buscando un camino más corto para llegar a la India, llegó a las islas del Caribe. La primera isla donde llegó la nombró “El Salvador” y “La Concepción” a la segunda. Estos nombres reflejan la práctica de nombrar los lugares descubiertos basados en la fe que se profesaba. Después de esto, Colón regresó a España. Ya sabiendo la noticia, los reyes católicos, Fernando e Isabel, se apresuraron a anunciar del descubrimiento al nuevo papa Alejandro VI. El papa celebró la noticia con grandes festejos en Roma y en pro del cumplimiento de la Escritura: “Vayan por todo el mundo a predicar el evangelio” (Mt. 28:19), afirmó: Os mandamos, en virtud de santa obediencia que, así como prometéis, y no dudamos cumpliréis, destinéis a las tierras e islas susodichas, varones probos y temerosos de Dios, doctos, instruidos y experimentados, para doctrinar a los dichos indígenas y moradores en la fe católica e imponerles en las buenas costumbres, poniendo toda la diligencia de vida en los que hayáis de enviar (Bula Inter Caetera, 6 de Mayo de 1493). Los primeros misioneros llegan a las Antillas (islas) y América Central El 26 de septiembre de 1493, Colón salió de Cádiz (España) en su segundo viaje hacia América. Este segundo viaje es acompañado de un mayor número de españoles con los cuales la corona quería establecer su poder en el nuevo territorio. También acompañaban este viaje diferentes representantes de la iglesia, encabezados por el monje Juan Boyl quien estaría a cargo de la evangelización de los nativos de las nuevas tierras. La mayoría de los sacerdotes que viajaron con Boyl se opusieron al trato que los conquistadores daban a los indígenas. Los sacerdotes pedían trato humanitario mientras los militares consideraban que los indígenas no eran personas y los trataban en coherencia con esta idea. Colón, resentido por estas disputas entre religiosos y militares,

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Llegada del Evangelio a Latinoamérica ordenó que se disminuyera y aún se suprimiera la ración diaria de alimento a los sacerdotes, quienes regresaron pronto al viejo continente en diciembre de 1494. El primer obstáculo grande con que tropezaron los “conquistadores” europeos y los “conquistados” americanos, fue la falta de una lengua común. Esto hizo casi imposible entenderse. Se calcula que en esa época existían en América 125 familias lingüísticas con 600 idiomas. Muchas de estas lenguas eran difíciles de aprender, por eso recurrieron a las lenguas generales, es decir, las que habían logrado mayor difusión. Desde un comienzo de la colonización se utilizó el método de las “encomiendas”. Después de descubierto y conquistado un territorio se confeccionaban los planos y se fundaba un pequeño pueblo (al que llamaban villorrio) con el nombre de ciudad. Los territorios alrededor se repartían entre los conquistadores y una de las principales obligaciones que adquirían era cuidar, defender y catequizar a los indígenas de su territorio. Al encargar a un conquistador de un territorio, se le decía: “A vos… se os encomiendan tantos indios en tal cacique y enseñadles las cosas de nuestra santa fe católica”. De allí vienen las palabras “encomienda” y “encomendero”. De igual manera, cada nuevo territorio conquistado tenía un encargado, un sacerdote o un seglar, que diariamente enseñaba la doctrina cristiana a los indígenas y por eso adquirió el nombre de “doctrinero”. Los misioneros pasaban por estos territorios con alguna regularidad para examinar a los candidatos indígenas, y bautizar y administrar los demás sacramentos a los que estaban suficientemente preparados. Hasta el 1495 los reyes católicos ordenaron que los misioneros permanecieran en las tierras descubiertas. La isla Española (Santo Domingo) fue el sitio donde franciscanos, dominicos y mercedarios ensayaron el modo más apropiado para desempeñar debidamente su misión. Comenzaron por catequizar a los niños quienes aprendían con mayor facilidad el español y servían después como traductores para los adultos que fueron catequizados en segunda instancia. En 1502 comenzaron a edificar iglesias en Santo Domingo, dando alas a su celo apostólico y, acompañados de algunos sacerdotes del clero secular, pasaron a las demás islas, y así se civilizó a los moradores de las Antillas. En 1511 se creó la primera diócesis latinoamericana en Santo Domingo. Esta primera diócesis significaba cierta autonomía para la iglesia en el nuevo continente, pues se reconocía que alcanzaba el suficiente tamaño para administrarse. A esta, siguieron las diócesis de Puerto Rico (1511), la Concepción de la Vega (1512) y la Abadía de Jamaica (1515). En 1547 Santo Domingo fue elevada a Arquidiócesis, es decir, una diócesis que está a cargo de otras diócesis más pequeñas, constituyéndose en cabecera de la iglesia en el Caribe.


Llegada del Evangelio a Latinoamérica En 1513, Vasco Núñez de Balboa logró introducirse por el istmo de Panamá y descubrió el Océano Pacífico, al que denominó Mar del Sur. De Castilla de Oro salían expediciones encargadas de establecer las formas europeas de civilización (ciudad, iglesia, cuartel) en América Central y por el istmo de Panamá se avanzaba para realizar el mismo proceso de “civilización” en América del Sur. Los mercedarios fueron los capellanes de muchas de estas arriesgadas expediciones y los primeros en construir conventos en Guatemala y otros puntos de América Central. Los misioneros de las órdenes religiosas fueron los encargados de evangelizar aquellos lugares donde el clima era muy variable, el terreno difícil o estaban muy lejos de las zonas conquistadas. Aquellos primeros misioneros se internaban en los bosques o en los desiertos y serranías donde los indígenas vivían dispersos y, exponiendo su vida, los reunían en un sitio determinado. Ayudados por ellos, construían un rancho (capilla) donde enseñaban la doctrina y recitaban la misa de acuerdo con la costumbre española. Alrededor de las capillas los indígenas construían sus viviendas, a esto se le llamaba “las doctrinas”. Estas fueron el origen de muchas parroquias, obispados, pueblos y ciudades de América. Inicialmente un religioso pasaba allí años y años hasta que, crecida la doctrina, y ya con el nombre de parroquia formada, pasaban a otras manos. Estos religiosos misioneros, dando un último adiós a sus fieles convertidos, pasaban a otra región en busca de lugares desconocidos para aprender otras lenguas, entenderse con otros indígenas y formar nuevas doctrinas. De esta manera, en el siglo XVI, los monjes de las Órdenes de San Francisco, Santo Domingo y la Merced, evangelizaron los territorios de las actuales Guatemala, Nicaragua, Honduras y el Salvador. Es importante aclarar que la mayoría de indígenas en el Latinoamérica practicaban un panteísmo religioso; es decir, tenían diferentes dioses relacionados con la naturaleza. Estos dioses eran jerarquizados de acuerdo con la región en la que se vivía. En la mayoría casos se adoraba el sol y la luna, pero el resto de dioses estaban relacionados con los animales poderosos en su región, como el jaguar, en Centro América o el águila en México. A estos dioses se les ofrecían sacrificios humanos y ofrendas de alimento, también existían sacerdotes y chamanes de culto. El evangelio llega a América del Sur Después de que fueron evangelizadas las islas del caribe (las Antillas), derribados los ídolos de los indígenas, asentada la fe en México y predicado el evangelio en Centro América, le correspondía el turno a América del Sur. En noviembre de 1533, llegó Francisco Pizarro al territorio del Perú, fundando en Marzo de 1534 la ciudad de Cuzco. En esta ciudad se ubicaría la primera diócesis de América del Sur en 1535. El obispo Valverde, obispo

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Llegada del Evangelio a Latinoamérica de Cuzco, estableció un convento sobre las ruinas de un templo que los Incas tenían dedicado al sol. En 1541 se crea la diócesis de Lima, que en 1547 será elevada a arquidiócesis, constituyéndose en cabecera de la iglesia en la América del Sur. Perú se convirtió en la región más importante de América, gracias a la capacidad de gobierno de Pizarro y a la riqueza de la tierra. Allí establecieron sus conventos las órdenes religiosas y tuvieron por todas partes misiones y doctrinas. También salieron de ahí expediciones militares y evangélicas hacia las demás regiones de la América española. Todas estas expediciones estaban conformadas por militares y monjes o sacerdotes. Los monjes y sacerdotes se hacían cargo de la evangelización de los naturales y en muchos casos duraban un tiempo en un lugar y seguían su camino para iniciar una nueva misión. Por su parte, el Patronato regio de Portugal tuvo a su cargo la evangelización del territorio brasileño. Brasil había sido descubierto en 1500 por el marino portugués Pedro Álvarez Cabral, aunque se cree que ya en 1499 Vicente Yáñez Pinzón había llegado a sus costas. Parece que ya desde 1532, funcionaban algunas capitanías de los colonos portugueses con un servicio religioso que dependía del Obispado de Funchal, en las islas Azores (Portugal). En 1551, el papa Julio III erigió la Diócesis de San Salvador de Bahía la más antigua en territorio brasileño, y que dependía directamente de la Diócesis de Lisboa (Portugal). Desde 1551 hasta 1676 no hubo más que un solo obispo para todo el Brasil. En 1676, esta sede fue elevada a arquidiócesis y se crearon las diócesis sufragáneas de Pernambuco, Río de Janeiro, Mariana y Sao Paolo. Hay que tener en cuenta que, mientras para la corona de España sus colonias americanas eran de primer orden, para la corona portuguesa, el Brasil pasaba a ser una colonia secundaria luego de las de África y Asia. Esto significó que los brasileños tuvieron más libertades y autonomía organizativa que los demás habitantes de América latina. La cosecha misionera en Brasil, sin embargo, ha sido muy fecunda, porque en 1503 llegaron los padres Franciscanos a Porto Seguro, Bahía y Río. En 1549 arribaron también los Carmelitas Calzados, los Capuchinos y los Jesuitas. De los padres Jesuitas es muy recordado el padre José de Anchieta, que llegó a Brasil en 1553 y pronto se hizo famoso por su santidad, sus milagros, sus catecismos, himnos, diccionarios y gramáticas.Durante los siglos XVII y XVIII los religiosos evangelizaron el vasto territorio de Brasil. La metodología utilizada en la evangelización de América Latina Los primeros evangelizadores de América Latina se propusieron a tener como modelo de evangelización la metodología que había empleado la iglesia primitiva. Es decir, enfatizar en la enseñanza de los apóstoles y en la comunión mediante la participación en la misa y la eucaristía. Lo primero que se hizo para evangelizar fue destruir los lugares sagrados y los objetos de culto indígenas porque, según parecía, todo era pagano. La primera orden que se daba era para que los mismos indígenas destruyeran sus pertenencias culturales, si no obedecían, entonces los militares lo hacían con gran violencia. La cristianización se hizo buscando acabar con tradiciones, autoridades y valores anti-


Llegada del Evangelio a Latinoamérica guos, haciendo quedar a los misioneros como perversos e injustos. La religión estuvo íntimamente ligada a la opresión colonial: en el afán por convertir a los indígenas al cristianismo, se utilizó la violencia, como método de extirpación de cultos autóctonos. En esta forma, se subvaloró la religión del indígena, con la convicción de portar una religión y cultura superiores. Se buscó evangelizar y “civilizar” al mismo tiempo, utilizando el modelo español, pues se pensaba que la religión indígena era una superstición. Los sacerdotes veían que la religión indígena era animista y que daba una razón para todo acudiendo al mundo espiritual y por tal razón, era inferior y errónea a la fe. El primer anuncio del evangelio estuvo muy marcado por una tendencia de “conversión militar” al estilo español, que defendía la fe más en los campos de batalla que en la mente y en el corazón. Eso ha dado lugar a que se diga que los indígenas americanos aceptaban solo externamente el cristianismo, o que el paganismo aborigen subsistía bajo el culto católico. Los primeros evangelizadores de Latinoamérica invirtieron el orden típico de evangelización, bautizaron primero para luego proceder a la catequización. Esto fue quizá por la formación escatológica que habían recibido los misioneros quienes, siguiendo a Joaquín Da Fiore, creían que el fin del mundo estaba muy cerca. Además, según la Bula del papa Bonifacio VIII (1302) nadie podía salvarse si no estaba bautizado por la Iglesia Católica y sometido al Romano Pontífice. Por tal motivo, los primeros misioneros americanos se apresuraron a bautizar a los indígenas, esperando poderlos catequizar más adelante, antes de que llegara el fin del mundo. Los misioneros también creían que antes del fin del mundo todas las personas se convertirían a la fe católica, incluso los hebreos, pues estos serían restaurados como dice Pablo en la Carta a los Romanos. De esta creencia, nació la idea de ir a Jerusalén para hacer una expedición, al estilo de las Cruzadas (para ello era necesario el oro). Por los motivos mencionados anteriormente, se dice que la primera evangelización del pueblo latinoamericano fue superficial y muy corta. Los misioneros se apresuraron demasiado a imponer la fe antes que a disci- pular. La catequesis no estuvo muy activa en los primeros diez años de evangelización, porque primero debían aprender las lenguas indígenas. Desafortunadamente, el concilio de Trento (1545-1563) no favoreció mucho ese trabajo de catequesis inculturada que venían haciendo nuestros primeros evangelizadores. Este, en sus constituciones ordenó el uso del latín para la liturgia y prohibió la traducción del “Ritual de los Sacramentos” a lenguas indígenas. El rey Felipe II que no había permitido que los obispos de Latinoamérica asistieran al Concilio, ordenó con carta del 12 de julio de 1564 que se aplicasen en América lo más pronto posible, las normas del Concilio. En consecuencia, los misioneros comenzaron a obligar a los indígenas a aprender el castellano para enseñarles a celebrar los misterios de su fe.

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Llegada del Evangelio a Latinoamérica Es importante resaltar tres elementos clave que fueron utilizados ampliamente en la evangelización americana: • Las Doctrinas: eran pequeños poblados que se formaban en torno a un ranchocapilla levantado por los misioneros, en el cual se agrupaban los naturales que iban aceptando la fe. Las doctrinas estaban a cargo de un doctrinero, quien era el encargado de transmitirles los contenidos de la fe a los indígenas. Este fue el método inicial de evangelización utilizado por los misioneros franciscanos, y fueron el origen de numerosas ciudades de hoy en día. • La Encomienda: para ayudar el trabajo de evangelización en las Doctrinas, la corona española empleó el método de la encomienda. Esta era una costumbre de origen feudal, mediante la cual los encomenderos, que solo podían ser españoles, imponían a los indígenas una serie de obligaciones, con la condición de sostenerlos económicamente y educarlos cristianamente. Comúnmente el indígena era explotado, hasta en su misma dignidad personal, a nombre de la encomienda. Los encomenderos eran también los encargados oficiales de recoger las contribuciones de los indígenas para sostenimiento de la misión y pagar con esas contribuciones a los misioneros. Los abusos eran grandes porque los encomenderos llegaban a explotar inmisericordemente a los indígenas y normalmente se adueñaban de los bienes y hasta de la persona misma. En numerosas oportunidades, la iglesia debió reclamar ante las cortes de España, justicia y castigo para estos excesos. • Las Reducciones: este fue un método empleado principalmente por los jesuitas en la evangelización. Eran poblados en los que se congregaban a los indígenas nómadas y, bajo la dirección de los misioneros, con rigurosa exclusión de cualquier otro europeo, se intentaba educar los indígenas en una vida cristiana y civilizada. En la reducción había buena organización religiosa, social y política. Había catequesis obligatoria para niños y adultos. Bajo el aspecto político, la reducción gozaba de autonomía absoluta: allí mismo se tenía el comercio y se pagaba el tributo civil. Era como un estado dentro del estado. La suprema autoridad en la reducción, tanto en el aspecto espiritual como en el temporal y judicial, era el misionero. Una finalidad directa de las reducciones era proteger a los indígenas de los abusos de los encomenderos. No se trataba de explotar, ni de reducir la libertad del indígena, sino de acogerlo, protegerlo, educarlo y, sobre todo, de ayudarlo a defenderse de los mismos españoles no misioneros que andaban ya ávidos del oro americano. Todas las reducciones estaban construidas de idéntica forma: en cada una de ella habitaban entre 1500 y 7000 indígenas, había una iglesia, una escuela, una casa para el misionero, una casa o salón comunal. Las casas eran de un solo piso, separadas y hechas de piedra para evitar los incendios y, a un lado, estaba el cementerio comunitario rodeado de árboles. Las reducciones no fueron exclusividad de los Jesuitas, porque también las usaron los franciscanos, capuchinos y dominicos. Hubo reducciones en Argentina, Paraguay y Brasil, pero también en México, Venezuela y California.


Llegada del Evangelio a Latinoamérica A pesar de los errores y dificultades, puede decirse que la primera evangelización que hicieron los misioneros católicos en América Latina fue útil porque establece las bases de comunicación para una correcta evangelización.

NOMINALISMO Y SINCRETISMO Hemos señalado las realidades eclesiales y formatos de evangelización que tuvieron lugar en los siglos XVI y XVII. A pesar de los aciertos debemos señalar dos problemas que acompañan a la iglesia católica hasta el día de hoy: • Sincretismo: este se produjo como resultado del proceso de evangelización forzado a los indígenas y africanos. Sincretismo quiere decir que mantuvieron en secreto, y en ocasiones en público, sus prácticas religiosas animistas y las mezclaron o camuflaron con la fe cristiana. Ejemplo de esto fueron los indígenas cholultecas, ubicados en la región central del actual México. Ellos antes llevaban un atado de mazorcas a la pirámide del sol en Cholula como sacrificio al dios Sol, pero ahora lo ofrecían a la virgen María construida sobre una pirámide que los españoles habían destruido. • Nominalismo: debido a que la iglesia ejercía control político, económico y social, muchos de los españoles y los criollos (hijos de españoles nacidos en el nuevo mundo) participaban como católicos, pero no eran realmente practicantes. A la larga la práctica fue tornándose en una fuerte tradición, pero sin el respaldo de una fe comprometida. El sincretismo y el nominalismo, como resultado de la forma de evangelización y los cambios políticos en el viejo continente, generaron una serie de variables para la forma de ver el cristianismo en Latinoamérica. Esto tuvo grandes implicaciones en el desarrollo de la fe protestante en el territorio que hasta el siglo XVIII estaba monopolizado por el catolicismo.

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Llegada del Evangelio a Latinoamérica ACTIVIDAD DE EVALUACIÓN En el artículo “Sincretismo religioso en América Latina y su impacto en Colombia” se llegó a la siguiente conclusión: …se puede concluir que lo que es hoy Latinoamérica se construyó, desde un principio, sobre bases sincretistas. Su cultura se formó en un ambiente donde las fiestas paganas se mezclaban con las cristianas, donde la música y las danzas hablaban tanto del Dios de Israel como de los dioses indígenas. La tierra llegó a ser tan mestiza que aún hoy, varios siglos después, es difícil hallar diferencia entre lo divino y lo pagano, lo sagrado y lo profano. Colombia, por ejemplo, es un país consagrado al Sagrado Corazón, pero al mismo tiempo se presenta ante el mundo como uno de los países más violentos de América Latina, un país que, a pesar de ser en su gran mayoría cristiano, se fue llenando de consultorios de astrología y esoterismo que decía haber sido colonizado y cristianizado, pero de acuerdo a sus costumbres, su arte religioso y su manera de “seguir a Cristo” se ha presentado como altamente sincretista, una mezcla de varias influencias religiosas. Es por esto que, ante esa grave situación, creemos que la iglesia cristiana debe estar preparada para enfrentarse tanto al sincretismo heredado de los tiempos de la conquista, como a las nuevas tendencias religiosas del siglo XXI y que amenazan con engendrar con ella un nuevo sincretismo. Por eso, su predicación debe estar enfocada en el mensaje de la cruz y el culto al dios Mamón, que se ha incrustado en nuestras iglesias, debe ser erradicado de raíz y reemplazado por el verdadero mensaje redentor, pues aun ahora la iglesia colombiana está inmersa en un país “que entre cadenas gime”, pero que no “comprende las palabras del que murió en la cruz” (Barbosa, Figueroa y López, “Sincretismo religioso en América Latina y su impacto en Colombia”, diciembre de 2012). A partir de esta conclusión, identifique algunas formas de sincretismo que hay actualmente en su lugar de residencia. Seleccione una de estas formas y realice una breve investigación de su origen y permanencia a pesar de los años. Adicional, mencione una forma cómo usted puede empezar a hacer contracultura en esta área en específico de una manera que una y no que haga más divisiones.


Llegada del Evangelio a Latinoamérica

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LLEGADA DEL protestantismo A Latinoamérica

Propósito de la lección

Ayudar al estudiante a conocer, comprender, valorar y evaluar el proceso de evangelización protestante que se dio en Latinoamérica antes y durante el siglo XIX.

Resultados deseados

Al concluir esta lección el estudiante: • Identificará las formas en que el protestantismo se estableció en Latinoamérica. • Valorará el obrar de Dios y el actuar de hombres y mujeres comprometidos con la proclamación del evangelio. • Incorporará en su práctica personal y ministerial los buenos ejemplos de vida cristiana encontrados en esta lección.

Contenido

• Introducción • Protestantismo antes del siglo XIX • Protestantismo en Norteamérica • Protestantismo en el siglo XIX • Las Sociedades Bíblicas • Conclusión • Actividades de evaluación


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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica INTRODUCCIÓN “[los colportores] …son hombres que, a juzgar por sus informes, han probado y visto que el Señor es misericordioso, y que se ocupan de la circulación de la Biblia, con la firme convicción de que de ese trabajo fluye una corriente santa para la limpieza y sanidad de las naciones, que Dios bendice para el bien de muchas almas. El celo y la fidelidad con que han trabajado y soportado las pruebas que han hallado, y los insultos que no pocas veces han tenido que soportar, merecen todo elogio. No es exagerado decir, que no estimaron su vida preciosa para ellos” (Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, informe de 1778). La llegada del protestantismo a Latinoamérica es una historia rica y compleja. Si bien aparecen en ella figuras extraordinarias como Diego Thomson, Francisco Penzotti y otro buen número de colportores, también debemos reconocer el gran valor de una enorme cantidad de personajes anónimos que en medio de hacer su labor como marineros, oficiales de puerto, negociantes, etc., arriesgaron su vida para darnos vida en Dios. Ahora bien, aunque la mayoría de estas llegadas se dieron en los siglos XIX y XX, ya en los siglos XVI - XVIII la iglesia protestante había realizado unos primeros intentos por establecerse en las nuevas tierras. Es importante recordar, a modo de marco histórico, que la Reforma Protestante y la conquista del territorio americano se dieron como eventos en paralelo. El reformador protestante Martín Lutero y el conquistador español del territorio mexicano Hernán Cortés eran contemporáneos. Adicionalmente, por ejemplo, la conquista de México (1519) se da solo 2 años después de las 95 tesis de Lutero (1517) y solo dos años antes de que Lutero compareciese en la dieta de Worm (1521) para defender los postulados de la reforma ante los príncipes alemanes. Adicional a esto, el oro traído del nuevo mundo le permitió a la corona Española enfrentarse a los príncipes protestantes y mantener a raya el avance del protestantismo en territorio europeo. Sin embargo, muchas de estas guerras simplemente se trasladaron de Europa al Océano Atlántico y a los territorios recién “descubiertos”, especialmente al Caribe y el sur de Norte de América.

PROTESTANTISMO ANTES DEL SIGLO XIX La llegada del protestantismo a Latinoamérica no se dio como parte de un proceso intencional de evangelización de los nativos. Más bien, lo que sucedió fue que se establecieron colonias tal y como sucedió en Norte América. Las colonias básicamente eran pueblos o asentamientos de migrantes europeos que vivían bajo sus costumbres pero ahora en el nuevo mundo, en todo mantenían la esencia europea, la única diferencia


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica era el territorio. Un ejemplo de esto fue la colonia alemana en Venezuela (1528-1546) en su mayoría conformada por luteranos que tenían el “permiso” de Carlos V para conquistar y esclavizar a los indígenas en territorio venezolano. También encontramos la colonia francesa en Brasil (1555-1567); estos protestantes franceses, llegaron a territorio brasileño huyendo de las persecuciones dentro de Francia por parte de los reyes católicos y aprovechando la indiferencia del reino francés ante los poderes en el nuevo mundo. Además encontramos la colonia escocesa en Panamá (1698-1700), en territorio del Darién se establecieron cerca de 1200 presbiterianos, estaban intentando establecer un centro de comercio en el sector del tapón del Darién (frontera entre Colombia y Panamá), sin embargo, las situaciones difíciles y los problemas con las enfermedades echaron abajo esta intención. Los presbiterianos en el Darién no pudieron con el clima tropical, la alta presencia de mosquitos, las enfermedades propias de las regiones lluviosas y la frondosa selva tropical que hace difícil hasta el día de hoy el establecimiento de carreteras. Estos intentos coloniales de nuevo establecimiento fueron en alguna medida los primeros intentos de llegada del protestantismo al territorio latinoamericano. Se puede observar que el formato no difirió mucho del que intentó la iglesia católica y no respondió a un fervor misionero sino a un interés por la conquista. La iglesia protestante europea, previa a los avivamientos del siglo XVIII, había terminado practicando una religión establecida en forma cultural y no como un compromiso de vida y relación con el Señor. Esto se veía reflejado en el bajo compromiso con la “Gran Comisión”.

Tomado de Deiros, P. Historia del cristianismo en América Latina.

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica PROTESTANTISMO EN NORTEAMÉRICA La historia de la evangelización protestante en Latinoamérica está ligada con la llegada del evangelio a Norteamérica. Una diferencia crucial entre los formatos de evangelización entre norte y sur es el relacionado con el propósito de colonización. Mientras en el Norte tenemos un proceso de establecimiento de colonias que buscan nuevas tierras para asentarse, en el Sur tenemos territorios conquistados de los cuales se buscaba extraer la mayor cantidad posible de recursos para fortalecer el reino conquistador. Entonces, mientras el catolicismo se atenazaba al poder entre México y el estrecho de Magallanes, como factor unificador y potenciador de la corona española, el protestantismo crecía al norte del río Bravo, especialmente en la costa oriental de Norteamérica. Esta diferencia poblacional y la independencia norteamericana de la colonia inglesa a inicio del siglo XIX establecieron una base importante para la reaparición del protestantismo en territorio latinoamericano. En muchos territorios norteamericanos los anglicanos eran la iglesia oficial; sin embargo, debido a que se quedaron anclados en la búsqueda personal del Señor y la práctica de la piedad, y que eran vistos como siervos de la corona inglesa, no logró consolidarse como la más popular. Por su parte los bautistas y metodistas fueron las denominaciones con mayor crecimiento. Con el tiempo, estas y otras denominaciones se vieron fragmentadas en época de la guerra civil. Al interior de las denominaciones se generaron divisiones entre quienes apoyaban la esclavitud y quienes estaban en contra de ella. A la par con este debate, muchas denominaciones estaban intentando extenderse producto del llamado “Segundo Gran Avivamiento”. En medio de este surgieron con gran fuerza el movimiento de santidad y el movimiento pentecostal, al igual que las posturas dispensacionalista y fundamentalista. Mientras en Norteamérica las iglesias tomaron impulso a partir del movimiento independentista en Latinoamérica la historia fue bien distinta. La iglesia católica a través de la formación religiosa y social desalentaba en la población latinoamericana cualquier búsqueda de independencia, y satanizaba cualquier intento de ir en contra del gobierno español establecido. A la vez la iglesia católica se hizo cada vez una institución más conservadora, anclada en los valores y costumbres antiguos, y resultado de ello, ejerció una fuerte restricción sobre el protestantismo en Latinoamérica. Esto debido a que se concebía el protestantismo como aliado del liberalismo y de las libertades que le habían disminuido el poder alcanzado en el continente europeo.


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica PROTESTANTISMO EN EL SIGLO XIX El siglo XIX fue la época en que se empezó la evangelización de Latinoamérica por parte de los protestantes. Esto se hizo gracias a líderes liberales que buscaban disminuir el poder católico. Los líderes liberales, aprovecharon la predicación del evangelio, el reconocimiento que este hace de las libertades humanas y la búsqueda de un mejor espacio de vida para todos que surge de la fe, para luchar contra la iglesia católica. Entonces, mientras la iglesia católica se esforzaba por defender un modelo de mundo que estaba en decadencia absoluta, los liberales veían en la predicación protestante una opción para establecer el nuevo modelo de mundo. En sus inicios este protestantismo latinoamericano respondía nuevamente a un formato trasplantado, que obedecía a la inmigración de escoceses, ingleses y alemanes, mayormente al Cono Sur latino, manteniendo entonces el formato de iglesias a las que solo asistían los extranjeros que hablaban un mismo idioma y que no se relacionaban con los nacionales del país en el que vivían. Sin embargo, con esto se dio la llegada también de misioneros ingleses, escoceses y norteamericanos a estos nuevos territorios de tal manera que a finales del siglo XIX se contaba con iglesias establecidas en casi todos los países de Latinoamérica y en la mayoría de las grandes ciudades. Inicialmente una de las iglesias que hizo mayor presencia en Latinoamérica fue la Iglesia Anglicana. Esto debido al control que los británicos ejercían sobre el comercio marítimo, puesto que en cada puerto se podía encontrar diplomáticos, soldados, comerciantes y marinos ingleses. Esta población hizo que la iglesia estableciera capellanías consulares en diversas ciudades latinoamericanas, estas capellanías eran supervisadas por el obispo anglicano de Londres. Estos espacios permitieron el establecimiento de templos y espacios misioneros anglicanos en territorios latinos. Este es el caso de la Iglesia Anglicana en Brasil que construyó en 1819 su primer templo en Río de Janeiro, y que contó con un primer pastor de origen brasileño en la figura de José da Conceiçao (1822-1873) el cual sirvió como pastor presbiteriano. Por otra parte, en territorio argentino los anglicanos celebraron su primer culto en la capital en 1824, y después de las gestiones del ministro inglés Jorge Canning (1770-1827) la iglesia recibió reconocimiento estatal y pudo completar en 1831 la construcción de su primer templo. En territorio uruguayo se extendió el evangelio con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia y la participación de la Sociedad Bíblica Británica y extranjera que a través del magnate Samuel Lafone consiguió los recursos para la construcción de un templo en 1884. Sin embargo, la estrategia de Lafone de repartir biblias en los colegios fue fuertemente atacada por el gobierno local lo que produjo la quema de estas en territorio uruguayo. Situaciones similares se vivieron en Perú, Chile, Venezuela y Centro América donde los anglicanos se establecieron y apoyados por sus estados de origen y en las labores de las sociedades bíblicas establecían templos y obras misioneras. Estos misioneros eran perseguidos por la iglesia católica que a través de gobiernos de orientación conser-

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica vadora quería mantener el dominio religioso sobre la población. En el libro “Historia del cristianismo en América Latina” por Pablo Deiros podemos hacer seguimiento a este tipo de crecimiento eclesial no solo de los anglicanos sino también de los presbiterianos escoceses que hicieron presencia en el sur del continente a partir de 1825 y establecieron su primer templo en 1839. Un presbiteriano notable fue Robert Haldane que entre 1830-1850 estableció procesos industriales en el sector del río Fucha en Bogotá y que sirvió como base y preparación para la llegada de la iglesia presbiteriana a Colombia siendo así la primera iglesia protestante en el país. Esto si no se cuenta a los bautistas ingleses establecidos en la Isla de San Andrés que pasaría a ser parte del territorio colombiano después de la independencia española. En 1865 se establecieron los bautistas en Argentina como parte de la colonia galesa en la meseta patagónica. Estas iglesias bautistas enfocaron sus esfuerzos de extensión del evangelio a través del establecimiento de centros de formación como forma de servir y llegar a la comunidad. Los colegios brindaban un espacio de evangelización pues permitían el ingreso de niños de familias que por circunstancias variadas no podían estudiar en instituciones católicas. Siendo formado así el niño en los principios protestantes y llegando a través del niño a la conversión de toda la familia a la fe. Una de las presencias más fuertes y continuas del protestantismo en Latinoamérica es la de la Iglesia Luterana. Esta se estableció en Río de Janeiro en 1824 por inmigrantes suizos y alemanes de la mano del pastor luterano Federico Sauerbronn. Estos colonos, que venían movidos por intereses meramente comerciales establecieron lazos con los habitantes brasileños por la necesidad de mano de obra calificada. Estas relaciones permitieron que 40 años después de su establecimiento la Iglesia Luterana contara ya con alrededor de 60 congregaciones y un primer intento de organización sinodal. Estos formatos coloniales se repitieron en Venezuela, Paraguay y Chile. Este último país con una fuerte presencia de alemanes luteranos en su territorio. Si bien los luteranos se establecieron en Chile en la década de 1840 su labor misionera entre la población de la región no dio inicio sino hasta 20 años después a través de servicio médico y educativo. En líneas generales, colegios y hospitales, fueron espacios de servicio comunitario. La iglesia comenzó a servir su entorno social y esto impactó las familias de tal forma que quisieron conocer el evangelio. El amor en el servicio se convirtió en el puente de evangelización para las familias en Latinoamérica. Sin embargo, hasta este punto la iglesia protestante seguía muy centrada en los inmigrantes y algunos nativos conversos.

LAS SOCIEDADES BÍBLICAS

(Lectura adaptada de “Historia del cristianismo: el testimonio protestante en América latina”). Las primeras entidades que pensaron en América Latina como campo de evangelización fueron las Sociedades Bíblicas. Juan A. Mackay señala: “…a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera pertenece el honor de haber introducido Sudamérica a la fuente


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica perenne del pensamiento y la experiencia cristiana. Los nuevos cristianos aparecieron no con espada sino con la Biblia”. Entre 1804 y 1807 esta Sociedad Bíblica publicó 20.000 ejemplares del Nuevo Testamento en portugués. Estos libros fueron distribuidos en su mayoría en las poblaciones situadas a lo largo de la costa de Brasil, a través de comerciantes y marineros interesados en la difusión de las Escrituras. Así empezó, como señala Mackay: “el trabajo de difusión de la Biblia, que, según los mejores espíritus de Sudamérica, colma la más grande necesidad de la vida espiritual del continente”. Se puede afirmar, entonces, que los primeros esfuerzos planeados por protestantes para la propagación del evangelio se realizaron con la introducción y difusión de la Biblia. A pesar del creciente predominio de regímenes liberales y a veces anticlericales en América Latina, la circulación de las Escrituras se vio dificultada por la inestabilidad política y militar, y por la resistencia de la Iglesia Católica Romana. Juan C. Brigham, misionero y futuro agente de la Sociedad Bíblica Americana, escribió en 1823 que, en las ciudades de la América española, las Escrituras se vendieron rápido durante algún tiempo y luego la demanda cesó totalmente. De todos modos, la distribución de las Escrituras resultó ser un fenómeno creciente y constante a lo largo del siglo XIX. Así lo afirma Sidney Rooy: El profundo efecto de la presencia de la Biblia en nuestro continente empezó a sentirse muy pronto después de las luchas para independizarse de España en el siglo XIX. La prohibición de que la gente común y corriente leyese la Biblia, vigente durante el período colonial, no regía en las nuevas repúblicas. Esto ofreció la oportunidad de que las sociedades bíblicas lograran una distribución exitosa. Sociedad Bíblica Británica y Extranjera La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera fue fundada en 1804. En 1806 entregó seiscientos Nuevos Testamentos en castellano a David Hill Creighton, quien había sido enviado a Buenos Aires (por entonces ocupada por los ingleses) como misionero por la Sociedad Misionera de Londres. Creighton desembarcó en Maldonado (Uruguay), pero no pudo seguir a Buenos Aires porque había sido reconquistada. Así que decidió quedarse en Montevideo que estaba bajo control inglés. En julio de 1807 se reembarcó y dejó los libros a cargo de un comerciante local, James A. Wreyford, quien en septiembre de ese año escribía a la Sociedad Bíblica diciendo: He disfrutado últimamente de muy grandes facilidades para la distribución de Nuevos Testamentos. Durante el mes pasado he distribuido más de 200, todos los cuales se difunden y muchos de ellos a leguas en el interior del país. Fácilmente hubiera podido disponer de muchos más, si los hubiera tenido, porque casi cada cliente durante las últimas semanas pedía una “Biblia”. Aun sacerdotes han venido por ellos y han llegado a recomendarlos. Entre 1804 y 1807, la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera imprimió 20.000 ejemplares del Nuevo Testamento en portugués, que marineros y comerciantes distribuyeron en las costas de Brasil. Los cuáqueros llevaron ejemplares de la Biblia a Antigua y otras islas desde 1808, para los soldados, los marineros y los enfermos. Entre 1808 y 1816 se repartieron en las Indias Occidentales, Honduras y las Guayanas 4.000

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica ejemplares de la Biblia y 11.000 del Nuevo Testamento en español, francés, inglés y holandés. Comerciantes, viajeros y capitanes de barcos piadosos también diseminaron ejemplares del texto sagrado por las costas de América Latina. Parece ser que las primeras sociedades auxiliares para la distribución de la Biblia en América Latina fueron las organizadas entre los negros en Barbados y Bermuda, en 1818. Durante los siguientes seis años se extendieron a Jamaica, Montserrat y Honduras. Especialmente por medio de misioneros y escuelas misioneras llegaron a Bérbice, Demerara, Trinidad, St. Kitts, Antigua y Surinam. Diego Thomson Por favor vea el video en el siguiente link: Diego Thompson - Biografía https://www.youtube.com/watch?v=CaFdmRWQnZw Uno de los personajes clave y que merece especial atención es Diego Thomson, quien merece ser considerado pionero de la distribución de la Biblia en América Latina (1781-1854). Thomson era producto del avivamiento en Escocia, donde servía como copastor en Edimburgo. Thomson venía como representante de la Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras (llamada así desde 1814), fundada por Lancaster en 1808 (como Sociedad Lancasteriana Real). El método lancasteriano consistía en preparar a un grupo de alumnos, que a su vez se constituían en maestros de sus compañeros menos avanzados. En gran medida, el sistema se apoyaba también en la lectura de textos bíblicos sin comentarios. Thomson sabía que si se presentaba en América Latina como misionero protestante sería expulsado. Era consciente de que los nuevos países recién emancipados de España y Portugal necesitaban de un sistema de educación primaria. Su conocimiento del sistema lancasteriano, en otras palabras, un sistema de enseñanza, que parecía oportuno, y tanto más si podía usar la Biblia como libro de texto. Por otro lado, el trabajo de Lancaster en Londres era conocido por algunos de los patriotas latinoamericanos, como Simón Bolívar y Francisco de Miranda, que habían visitado su escuela de la calle Borough en Londres. En agosto de 1819 Thomson fue invitado por el Cabildo de Buenos Aires para organizar escuelas en las que se aplicaba el famoso método de enseñanza. Por estar en contacto y simpatizar con la obra de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, traía consigo 400 ejemplares del Nuevo Testamento en castellano, que muy pronto distribuyó. El Cabildo lo nombró Director General de Escuelas, y durante 1820 fundó varios establecimientos educativos, en los que utilizó porciones del Nuevo Testamento como material de lectura. Estas porciones bíblicas fueron los primeros textos de enseñanza primaria publicados en la Argentina. Por su contribución a la educación tutorial, Thomson fue nombrado ciudadano honorario de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En 1820 visitó Montevideo, donde también promovió el método lancasteriano y la lectura de la Biblia. Un hecho significativo es que el 19 de noviembre de 1820, Thomson presidió lo que puede haber sido el primer culto evangélico celebrado en la ciudad de Buenos Aires, que fue continuado por otros en forma ininterrumpida.


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica En 1821, Thomson pasó a Chile, a donde fue invitado por el gobierno para hacer el mismo trabajo educacional que, como representante de la Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras, había hecho en Argentina, imponiendo con entusiasmo el sistema lancasteriano de enseñanza. Fue recibido por Bernardo O’Higgins y sus ministros, quienes en 1822 le otorgaron la ciudadanía chilena “atendiendo al notorio patriotismo” y “al relevante mérito” que había labrado en Chile. Ese mismo año llegó a Perú, por invitación de Bernardo Monteagudo, para fundar escuelas en el país recientemente independizado por el general José de San Martín. Este último le ofreció todos los medios para llevar a cabo su labor. Los cambios políticos que alejaron a San Martín y Monteagudo del escenario peruano demoraron un poco los planes de Thomson, hasta que Simón Bolívar lo respaldó y su escuela funcionó con éxito. El Nuevo Testamento fue utilizado como libro de texto, tal como había ocurrido en las demás escuelas que había fundado en los países que anteriormente había visitado. La venta de Biblias en Lima fue también extraordinaria, ya que Thomson, que a partir de 1824 actuaba oficialmente como agente de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, logró vender 500 ejemplares en solo dos días. Thomson persuadió a esta Sociedad para que lo ayudara a producir una traducción de los Evangelios al quechua, pero el manuscrito se perdió en las vicisitudes de la guerra. Pasaron cincuenta años antes de que se publicaran porciones bíblicas en ese idioma. Thomson también alentó una traducción al aymara. Algo interesante en cuanto al ideario educacional de Thomson fue su preocupación por la educación de la mujer. Ya en Buenos Aires había fundado escuelas para niñas y en Lima promovió la misma iniciativa. Junto con José Francisco Navarrete y Antonio Camilo Vergara presentó un petitorio al Congreso Constituyente limeño de 1824, en el que argumentaba a favor de la creación de una escuela para varones y otra para niñas usando el método lancasteriano. Al salir de Lima en septiembre de 1824, Thomson viajó por varias ciudades de Perú, Ecuador y Colombia. Pasó por Trujillo, Guayaquil y Quito vendiendo Biblias y Nuevos Testamentos, hasta que en enero de 1825 llegó a Bogotá, donde fue bien recibido por los elementos liberales del gobierno y del clero. Allí logró fundar la Sociedad Bíblica Colombiana (la primera en su tipo en América Latina), el 24 de marzo de 1825, con el apoyo del gobierno y de la jerarquía eclesiástica. Lamentablemente, esta sociedad decayó cuando Thomson salió de Colombia. Sin embargo, durante su existencia (18251835) logró distribuir 10.000 copias del Nuevo Testamento. En Colombia no volvería a oírse de una sociedad bíblica hasta el siglo XX.

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica De regreso a su país de origen, publicó un libro titulado “Cartas sobre el estado moral y religioso de Sud América”, obra en la que narra sus aventuras misioneras y educacionales en este continente. Después de esta breve estadía en Escocia, Thomson regresó a América Latina en abril de 1827 enviado nuevamente por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera como colportor (vendedor y distribuidor de libros religiosos). Llegó a México donde, en una librería de la ciudad capital, encontró varios centenares de Biblias que no se habían podido vender por una prohibición del Cabildo. Compró toda la existencia y logró venderla en su totalidad. Lo mismo hizo con un cargamento que ocupó veinticuatro mulas para su transporte desde la costa, y que agotó en sus viajes al interior del país. En 1830 partió para las Antillas Menores, donde trabajó en Trinidad, Dominica, Martinica, Santa Lucía, Barbados, Antigua, Granada, entre otras islas. En 1833 llegó a Puerto Rico, y en 1834 pasó por Haití y llegó a Jamaica. Se encontraba en esta última isla cuando se produjo la emancipación definitiva de los esclavos negros en los dominios británicos. En 1837 estuvo en Cuba, donde trabajó en La Habana, Matanzas, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba, en medio de indiferencia y oposición. En 1842, intentó reiniciar su trabajo en México, pero esta vez no pudo superar las dificultades que se le pusieron por delante, tanto de parte del gobierno como del clero. En los años 1847 y 1848 viajó a España y el sur de Francia con fines de exploración. Fuera de un viaje a Marruecos en 1848, Thomson pasó el resto de su vida trabajando en España y Portugal. Finalmente, falleció en Londres en 1854 a la edad de sesenta y dos años. Colportores Lucas Matthews es otro colportor digno de mención en esta etapa de los inicios del protestantismo en América Latina. Salió de Inglaterra rumbo a Buenos Aires en 1826, donde fue recibido por un pastor anglicano. Desde esta ciudad viajó a Córdoba y luego a Mendoza mientras realizaba su labor de vendedor de biblias como agente de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Más tarde, pasó a Chile y regresó a Argentina donde, con un pasaporte del caudillo Facundo Quiroga (1793-1835), visitó La Rioja, Catamarca y Tucumán, para seguir su viaje a Salta y Jujuy. Desde allí pasó a Bolivia (1827), donde visitó sus principales ciudades (Cotagaita, Potosí, Oruro, Chuquisaca [Sucre], Cochabamba y La Paz). Mathews mismo informó haber sido honrado por el entonces presidente de Bolivia, el mariscal Antonio José de Sucre (1795-1830), y otras autoridades. El mismo Matthews informaría más tarde: “El gran mariscal Sucre, Presidente de la República, lo mismo que las otras autoridades superiores me honraron con su protección, pero mi misión no causó ningún efecto en el pueblo”. Al año siguiente (1828), Mathews estaba en Panamá y más tarde pasó a Colombia, donde sucedió a Thomson como representante de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. En 1830 desapareció misteriosamente mientras navegaba por el río Magdalena. Posiblemente fue asaltado y asesinado. AIRP

TIC LAN E KET S

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Otro personaje importante fue Alejandro J. Duffield quien llegó a Cartagena en 1856 y después se mudó a Bogotá. Allí publicó la primera edición del Nuevo Testamento impresa en una imprenta sudamericana, con un tiraje de 5.000 ejemplares, que se vendieron en su totalidad. “En Piedrabuena las escuelas públicas compraron una apre-


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica ciable cantidad para usar las Escrituras como texto en sus clases”. Más tarde visitó varias regiones de Colombia, incluyendo el valle del Cauca y la región del Chocó. Hizo también un viaje a Ecuador. En 1858 Duffield se trasladó a Lima, dejando en Colombia una abundante cantidad de biblias que habían llegado y haciendo arreglos para su distribución. En 1876, otro gran colportor, José Mongiardino, natural de Italia, comenzó un viaje de amplio alcance por el subcontinente sur, enviado por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Desde Tucumán escribía: “He podido vender muy poco, porque, me dicen, la última vez que estuvo aquí un colportor, el cura hizo que la gente quemase todas las Biblias, y ahora casi nadie quiere comprar. Si alguno compra, es después de mucho hablar. Usted puede imaginar la aflicción de mi espíritu cuando oigo sus absurdas objeciones y llego a saber que han quemado la Palabra de Dios. ¡Que Dios los perdone, porque no saben lo que hacen!”. En 1877, Mongiardino visitó Bolivia y vendió 1.000 copias de las Escrituras. Cuando el obispo católico se informó de su arribo al país, replicó: “¡Pero no salió todavía!” Mongiardino siguió su obra a pesar de las amenazas, pero fue asaltado y asesinado a pedradas en las montañas en 1880. Encontraron su cuerpo, que había sido arrojado al río, con una piedra atada al cuello. Las autoridades obligaron a sus asesinos a llevar el cadáver a un lugar fuera de Cotagaita, porque el sacerdote local se negó a sepultarlo dentro de los límites de la ciudad. En 1878 la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera aseguró acerca de los colportores: “son hombres que, a juzgar por sus informes, han probado y visto que el Señor es misericordioso, y que se ocupan de la circulación de la Biblia, con la firme convicción de que de ese trabajo fluye una corriente santa para la limpieza y sanidad de las naciones, que Dios bendice para el bien de muchas almas. El celo y la fidelidad con que han trabajado y soportado las pruebas que han hallado, y los insultos que no pocas veces han tenido que soportar, merecen todo elogio. No es exagerado decir, que no estimaron su vida preciosa para ellos”. Sociedad Bíblica Americana La Sociedad Bíblica Americana, poco después de su fundación en 1816, envió también colportores a América Latina. El Informe Anual de 1824 anunciaba que la Junta de Directores se había “valido de todo método practicable para obtener un conocimiento exacto de los varios canales a través de los cuales las Escrituras pudiesen ser introducidas en cada parte de México y Sudamérica” y “consiguientemente había nombrado una Comisión Permanente para su distribución en lenguas extranjeras, cuyos esfuerzos serán dirigidos particularmente a las necesidades de las recientemente establecidas repúblicas del Sur”. Al año siguiente, la sociedad hizo una reserva de $500 dólares para acelerar las traducciones a las lenguas quechua, aymara y moxa. La primera acción oficial autorizando a un representante de la Sociedad Bíblica Americana a venir a América Latina se dio a fines de 1827. Roberto Baird, de Princeton (Nueva Jersey) había indicado su interés en hacer un viaje “exploratorio” por México o Colombia, y luego, después de establecer a su familia “en algún lugar accesible…para

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica pasar su vida al servicio de la Sociedad Bíblica, y en Sudamérica”. Debido a una seria controversia sobre el agregado o no de los libros apócrifos a los ejemplares bíblicos a ser distribuidos, el viaje de Baird se pospuso. Pero la propuesta de venir al continente latinoamericano despertó bastante interés. Sin embargo, no fue sino hasta 1833 que se abrió la primera agencia de la Sociedad Bíblica Americana en América Latina, y fue más bien una misión itinerante que residente. Isaac W. Wheelwright fue nombrado “para la costa occidental de Sudamérica” (Chile, Perú, Ecuador, Colombia y partes de Guatemala). Wheelwright llevó consigo 600 Nuevos Testamentos en español, varios cientos de biblias y Nuevos Testamentos en inglés. El proceso de distribución fue lento y desalentador. Finalmente, el agente renunció y se quedó como director de una escuela en Ecuador, convencido, ante la oposición clerical, de que solo a través de “un medio más aceptable como la educación”, la juventud latinoamericana podía ser alcanzada por la Biblia y la fe evangélica. En los años 1846 a 1848 se produjo una turbia amalgama de difusión protestante de la Biblia y el imperialismo norteamericano, cuando la Sociedad Bíblica Americana envió a W. H. Norris a México junto con las tropas estadounidenses que invadían este país. Norris, que había sido misionero en Buenos Aires, vendió muchos ejemplares de la Biblia en español. Esta época no fue la más propicia para este trabajo, porque México sufría una guerra a todas luces injusta. Su territorio era invadido por fuerzas extranjeras y en los mexicanos había indignación por ello y por todo lo que procediera de Estados Unidos. Un episodio similar ocurrió en América Central, en 1856, cuando la Sociedad Bíblica Americana envió como su representante al estadounidense D. R. Wheeler, quien se radicó en Nicaragua, justamente cuando el pirata William Walker estaba saqueando el país. Después de unos tres meses, cuando Wheeler se encontraba en Granada, llegaron las tropas para combatir a Walker. Estas exigieron que todo hombre sano se les uniera en el combate, pero Wheeler se negó aduciendo neutralidad en el conflicto, con lo cual fue ejecutado. La acción de las sociedades bíblicas en Brasil comenzó ya en 1804, con el inicio de la publicación del Nuevo Testamento en portugués. Sin embargo, el pionero de su distribución fue Daniel P. Kidder, misionero de la Iglesia Metodista Episcopal de los Estados Unidos y agente de la Sociedad Bíblica Americana. Kidder llegó a Brasil en 1836, y en tres años vendió cientos de biblias (en la traducción hecha por Figueiredo), visitó muchas ciudades y organizó algunas sociedades de temperancia (contra el alcoholismo). Sus mejores clientes fueron educadores, incluso sacerdotes, que con gusto querían adquirir gratuitamente material de enseñanza en forma de Biblias. Sus notas de viaje fueron un elemento muy importante en la promoción de la obra misionera en los Estados Unidos. Kidder contó con el respaldo del emperador Pedro II (1840-1889), quien dijo: “Amo la Biblia. La leo todos los días y cuanto más la leo, más la amo”. En la ciudad de Sao Paulo se utilizaba el sistema lancasteriano de educación y Kidder fue bien recibido en esta ciudad. Hubo también una buena oportunidad de concretar un proyecto propuesto por el arzobispo de Río de Janeiro, de publicar la Biblia en por-


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica tugués con notas y comentarios. Pero este proyecto parece haber estado motivado por el deseo de contrarrestar la actividad de la Sociedad Bíblica Americana más que por el deseo de hacer más accesible las Escrituras. De hecho, el proyecto nunca se llevó a cabo, quizás en razón de que para 1841 los colportores se habían retirado. En 1850, la Sociedad Bíblica Americana decidió no abrir una agencia en Venezuela porque “ellos no pueden comprar la Biblia”. Pero cuatro años más tarde, la Sociedad envió como agente a un convertido español, Ramón Montsalvatge. No se sabe cuándo ni cómo se convirtió este exfraile nacido en Cataluña. Pero hacia 1848 estaba estudiando teología protestante en Génova (Italia) en donde recibió la ordenación al ministerio y partió para evangelizar en América. Pronto descubrió las dificultades del terreno, pues al año de su llegada había sido excomulgado y proscripto de todas las iglesias en Venezuela. Como excatólico romano, se encontró con una gran oposición clerical. Pero las dificultades no fueron solo con los católicos sino también con los pocos protestantes que había en el país. Como español que todavía bebía brandy y jugaba a las cartas, fue condenado por muchos misioneros protestantes. Para 1855, después de una breve estadía en Estados Unidos, Montsalvatge sufrió un naufragio frente a las costas de Cartagena (Nueva Granada), mientras iba camino a Venezuela para predicar el evangelio. Pronto comenzó a testificar en la ciudad con buenos resultados y fue entonces cuando la Sociedad Bíblica Americana lo nombró su agente en esa ciudad. Si bien fue favorecido por las autoridades gubernamentales que eran liberales, aquí también sufrió la oposición del clero. Montsalvatge permaneció en Cartagena hasta aproximadamente 1857. Hubo una propuesta de enviarlo a la Argentina, que fue vetada por los misioneros en ese país sobre la base de que el tratado entre Argentina y España permitía la extradición si se metía en problemas con las autoridades políticas o eclesiásticas. Finalmente, después de varias desgracias personales como agente de la Sociedad en Argelia, el frustrado colportor pasó a ser misionero de la Unión Cristiana Americana y Extranjera. Lamentablemente, al menos en Cartagena, Montsalvatge no supo o no pudo aprovechar al máximo todas las oportunidades que se le presentaron para llevar a cabo la misión. Montsalvatge logró desarrollar una intensa labor en la ciudad, no solamente en el campo evangelístico, sino también en el educativo, pues hay constancia de que organizó varias escuelas para niños y obreros adultos, habiéndose captado por lo tanto en alto grado la estimación de la ciudadanía.… [Pero] por aquellos días estallaron serias divergencias entre el arzobispado de Cartagena y un gran número de familias de Barranquilla y sus contornos, motivo por el cual más de seis mil feligreses decidieron abandonar la Iglesia Católica y solicitaron al Rdo. Montsalvatge que fuera para organizar en [Barranquilla] … una iglesia evangélica, prometiéndole toda clase de apoyo y garantías. La solicitud… no pudo ser atendida en vista de las múltiples ocupaciones que reclamaban todo el tiempo del activo ministro protestante”. J. de Palma fue enviado en 1877 a Venezuela por la Sociedad Bíblica Americana, para evaluar la situación. Convencido de que la ubicación del país, su clima y recursos lo destinaban a ser “una de las más grandes naciones del continente sudamericano” y que el gobierno había “humillado y vencido” a la curia romana y al sacerdocio romanista

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica con un “golpe terrible,” de Palma solicitó el envío inmediato de misioneros evangélicos. “El evangelio,” informaba confiado, “va a fermentar las almas de las personas, les dará, junto con la esperanza de la salvación eterna, fundamentos seguros y estabilidad para la prosperidad de la nación”. En relación con Venezuela, es interesante saber que en 1826 se había fundado una Sociedad Bíblica de existencia efímera. Un informe de la Sociedad Bíblica Americana de ese año dice: “La Junta recibió temprano en el último año la noticia gratificante de la formación de una Sociedad Bíblica en la ciudad de Caracas, en América del Sur, de uno de sus vicepresidentes, quien había sido un excorresponsal de esta Sociedad, y que ha puesto a disposición de la nueva institución las Escrituras en español que esta Sociedad le había confiado”. La historia subsiguiente de esta “Sociedad” en Caracas es desconocida. Probablemente estaba compuesta por un grupo de personas que se reunían para estudiar la Biblia. Sesenta años más tarde y diez después de la llegada de J. de Palma, informando sobre su visita a Venezuela, Andrés M. Milne (ver más adelante) señalaba: “Uno que ve lo que las Escrituras están efectuando en otras partes de América del Sur no puede menos que lamentar que se haya dejado languidecer y morir un comienzo tan promisorio. Qué diferente habría sido Venezuela hoy si no se hubiese permitido que cesara esta buena obra”. Por recomendación de Andrés A. Milne, la Sociedad Bíblica Americana envió como agente a Venezuela a Guillermo M. Patterson, quien fue nombrado en 1888. Al arribar se encontró con que “ninguna iglesia protestante ha entrado todavía al país” y que la gente estaba “más dispuesta a escuchar que a comprar”. En razón de esto, reiteró el pedido de J. de Palma por misioneros evangélicos. Después de un viaje por el Orinoco hasta Ciudad Bolívar, Patterson cayó enfermo de fiebre amarilla y murió en Caracas en agosto de 1889. Patterson fue sucedido en sus labores por José Norwood, quien a su arribo desde México en 1891 recibió garantías de parte del presidente de la república de Venezuela que tendría “la misma libertad y protección” para la distribución de las Escrituras que había conocido en México. Sin embargo, él, al igual que otros agentes bíblicos, sufrió persecución. Cuando fue puesto en prisión por un jefe policial fanático, apeló al embajador de los Estados Unidos en Venezuela. Inmediatamente el ministro del interior del país instruyó al gobernador del estado en el sentido de que “la propaganda de materia religiosa y las cuestiones de conciencia en general, no son causas legales para el encarcelamiento bajo ninguna circunstancia” y ordenó “el castigo de aquellos que por ignorancia o abuso de autoridad habían procedido contra la libertad de ese individuo”. No obstante, si bien Norwood señalaba que “toda la cuestión había sido una bendición para la causa,” la persecución contra los colportores y compradores continuó, y en 1898 Norwood trasladó la agencia a Colombia. Andrés Murray Milne fue un presbiteriano escocés que en 1862 llegó a Buenos Aires. A partir de 1864 comenzó a realizar un trabajo de colportaje muy efectivo como agente de la Sociedad Bíblica Americana para el Río de la Plata. En 1887 fue trasladado a Montevideo. Su obra allí fue notable porque en su casa en 1869 se celebraron los primeros cultos en castellano en Uruguay y se tuvo la primera escuela dominical. Tam-


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica bién es notable porque, a través de ese testimonio, Francisco G. Penzotti tomó contacto con la Sociedad Bíblica Americana, de la que fue su agente más extraordinario. En 1886, junto con Penzotti, Milne visitó Venezuela. Llegaron a La Guaira en enero. Esta no era la primera vez que agentes de la Sociedad Bíblica Americana llegaban a este país. Recuérdese el trabajo de J. de Palma unos diez años antes. La estadía de Milne y Penzotti no fue muy prolongada pero sí impactante, especialmente para algunos creyentes evangélicos en la región. De Venezuela los dos colportores pasaron a Colombia, de donde siguieron descendiendo por Esmeraldas, Bahía, Santa Elena y Guayaquil (Ecuador), donde pudieron desembarcar. Milne dedicó su vida al servicio cristiano cuando tenía veinte años, mientras escuchaba al futuro primer ministro británico Guillermo Gladstone en una reunión de la Y. M. C. A. (Asociación Cristiana de Jóvenes) en Londres. No obstante, llegó a Argentina no como misionero sino como comerciante, con una compañía frutera. El entusiasmo con el que se dedicó al colportaje bíblico en su tiempo libre llevó a su recomendación como agente de la Sociedad Bíblica Americana. Al aceptar el nombramiento, el joven escocés hizo tres resoluciones: circular las Escrituras por toda América Latina, proveer biblias en las lenguas indígenas, y distribuir un millón de ejemplares del texto sagrado. Hacia el fin de su vida, el continente estaba bien organizado y cubierto tanto por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera como por la Sociedad Bíblica Americana. Francisco G. Penzotti es el héroe más destacado del protestantismo latinoamericano del siglo XIX. Había conocido el evangelio por la predicación del pastor metodista Juan F. Thomson, en la ciudad de Montevideo en 1876. Poco después de su conversión comenzó lo que habría de ser el ministerio de su vida: el colportaje. Junto con Milne, trabajó incansablemente por todo el continente distribuyendo las Escrituras. Por ello, bien merece el título de “apóstol del colportaje bíblico en América Latina”. Juan Varetto afirmó sobre Penzotti: Pocos hombres hay que hayan tenido tanto éxito en la buena distribución de Biblias. No hay país de la América Latina que él no haya visitado. Con su cartera en una mano y una Biblia en la otra, ha golpeado las puertas, siendo un mensajero de paz a todos aquellos a quienes encontraba, insultado y perseguido, nunca ha conocido el desaliento; viajando constantemente en trenes, en mulas y a pie, sufriendo hambre, durmiendo en el suelo y conociendo mil clases de privaciones. Su vida es una larga serie de incidentes y anécdotas conmovedoras. En 1883 Penzotti acompañó a Milne en su viaje a Bolivia. Frente a la tumba de José Mongiardino, en las afueras de Cotagaita, rededicaron sus vidas al Señor y recordaron a quien fuera el primer mártir protestante en aquel país. Al año siguiente, Penzotti comenzó su segundo viaje por Bolivia acompañado por Juan Pedro Geymonat y Paulino Ocáriz. En Cotagaita celebró la primera escuela dominical que se registre en la historia boliviana, ganando también allí a los primeros conversos nacionales. Pasó luego a Oruro y Cochabamba, donde experimentó serios peligros, antes de llegar a La Paz. Luego, estando en Perú, viajó varias veces más a Bolivia.

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica Su obra más notable tuvo lugar en Perú a partir de 1888. Allí logró vencer la oposición del clero y los elementos ultraconservadores de la nación. Fue perseguido y encarcelado en la cárcel de Casas Matas, del Callao, por casi un año, pero logró salir airoso. Gracias a su celo y constancia, se estableció la Iglesia Metodista en Perú. En 1892 visitó Guatemala, desde donde viajó por los países de América Central durante 16 años, cumpliendo su labor de agente de la Sociedad Bíblica Americana. Finalmente, regresó a Buenos Aires para ocupar el puesto dejado por Andrés M. Milne como secretario regional. Penzotti falleció en esta última ciudad el 24 de julio de 1925. Hugo Clarence Tucker llegó a Brasil en 1886 como pastor misionero presbiteriano. Antes de cumplir su primer período de servicio, recibió el encargo de investigar la necesidad de una nueva versión en portugués de la Biblia y la invitación para ser agente de la Sociedad Bíblica Americana. Viajó extensamente por el territorio brasilero. Su meta era “poner la Biblia en idioma portugués en las manos del pueblo y promover la aplicación de la verdad bíblica y el estilo de vida cristiano, para el mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y culturales en las que vive el pueblo”. Tucker luchó incansablemente a favor del bienestar social, programas de salud pública y recreación. Estableció un “Hogar de Marineros” en Río de Janeiro y el Instituto Central del Pueblo, una institución de servicio múltiple. En cuanto a su sueño de “poner la Biblia… en las manos del pueblo,” supervisó una revisión de la Biblia en portugués (entre 1904 y 1917), que fue posteriormente corregida en 1926; diseñó métodos para el entrenamiento de colportores; dirigió la construcción de la Casa de la Biblia en Río de Janeiro, en 1932; y, durante los 47 años que sirvió con la Sociedad Bíblica Americana se estima que coordinó la distribución de dos millones y medio de copias de las Escrituras. Evaluación de la obra de las sociedades bíblicas Para 1890, la Sociedad Bíblica Americana había distribuido en el continente cerca de dos millones de ejemplares de las Escrituras (Biblias, Nuevos Testamentos y porciones bíblicas), a través de agentes, colportores y voluntarios. La receptividad no fue positiva en todas partes, y en muchos países se prohibió la introducción y distribución de la Biblia. Sin embargo, la Biblia jugó un papel destacado en el arraigo del protestantismo en América Latina. Generalmente apareció la Biblia primero y, detrás de ella, un predicador evangélico, cuando no era el propio agente bíblico quien actuaba también como evangelizador. Y donde se distribuían biblias, no fue raro que también surgieran pequeñas comunidades evangélicas. De esta manera, el trabajo de los colportores preparó el terreno para la penetración misionera, que llevó a cabo una evangelización más intensiva. De manera muy particular, la introducción de la Biblia, muchas veces asociada con la educación, fue de vital importancia. Hasta el avenimiento del protestantismo, la Biblia fue casi desconocida en América Latina. La distribución de las Escrituras había sido prohibida por decreto real y papal. La Iglesia Católica Romana quería mantener el continente libre del “veneno” de la Reforma. Sin embargo, a partir de comienzos del siglo XIX, las primeras Biblias en lengua común comenzaron a filtrarse en América Latina, y esas Escrituras, puestas en manos de hombres y mujeres dispuestos a leer y recibir


Llegada del Protestantismo a Latinoamérica su mensaje, jugaron un papel fundamental en el establecimiento de la obra evangélica en el continente. La distribución de biblias se fue incrementando, gracias al trabajo consagrado de valerosos siervos de Dios que dedicaron sus vidas al colportaje bíblico. Son numerosos los testimonios de iglesias evangélicas constituidas a partir de la experiencia de un lector de la Biblia, que compartió con otros el mensaje de salvación.

CONCLUSIÓN Como podemos ver, la iglesia protestante combinó diversos formatos para su llegada a territorio latinoamericano. Muchos de estos intentos, especialmente los de las sociedades bíblicas, estaban enfocados en alcanzar a los creyentes católicos que habían caído en el nominalismo y el sincretismo. Comenzó a verse entonces en la fe católica una deformación del cristianismo y esto combinado al creciente fervor misionero producto de los avivamientos del siglo XIX hizo que la iglesia protestante a ambos lados del Atlántico norte tuviese una profunda preocupación por alcanzar a Latinoamérica. La piedad personal, la búsqueda de la relación profunda con Dios y la búsqueda de la santidad llevaron a las personas en Norteamérica a entender la importancia de la labor misionera y como resultado se abrazó con fervor la extensión del reino de Dios. En este proceso de evangelización, mayormente relacionado con la extensión de la Biblia era de suma importancia la capacidad de leer por parte de la población en el continente. La creencia era que las personas no estarían en capacidad de conocer realmente la fe si no podían leer la Escritura, de ahí la importancia de la escolarización en el evangelismo. Entonces hacia finales del siglo XIX el impulso evangelizador se extiende hacia las tierras del sur, siendo esto coincidente con el crecimiento de las iglesias y misiones de los movimientos de santidad y el surgimiento del pentecostalismo. Ambos grupos con un compromiso estricto con la evangelización y la transformación social desde la iglesia. Este compromiso se deriva de los avivamientos en los cuales se comprende que la persona que está llena de Dios tiene el imperativo de compartir el evangelio a todo el mundo y hacer del mundo un lugar que honre a Dios.

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Llegada del Protestantismo a Latinoamérica ACTIVIDADes DE EVALUACIÓN En esta lección hemos visto que el protestantismo creció en el siglo XIX a través de diferentes formatos (evangelización, colegios, sociedades bíblicas, etc.). Teniendo en cuenta esto y contrastándola con las formas de crecimiento de la iglesia actualmente, conteste las siguientes preguntas: 1. ¿Qué cree que hace falta en la evangelización actualmente? 2. ¿De qué maneras la iglesia actualmente está marcando la diferencia y aprendiendo de sus errores pasados? 3. ¿Qué ha perdido el protestantismo con el paso de los años? Finalmente, piense en cuál estrategia de evangelismo puede usar en su Casa de Paz o iglesia e implementaela.


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EVALUACIÓN de la evangelización en Latinoamérica

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Analizar con el estudiante las prácticas de evangelización de Latinoamérica hasta el siglo XIX.

RESULTADOS DESEADOS

Al concluir esta lección el estudiante: • Identificará experiencias que se pueden replicar en procesos de evangelización. • Diseñará un plan acertado de evangelización que pueda aplicar en su contexto, de acuerdo a las habilidades y recursos que tiene. • Será agradecido(a) al comprender el mover de Dios a través de procesos históricos de evangelización. • Tendrá claridad sobre las motivaciones que le impulsan a ser ministro del evangelio.

CONTENIDO

• Introducción • Evangelización que trasciende • Desafíos de la evangelización • Aprendizajes • Principios • Actividades de evaluación


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Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica INTRODUCCIÓN “La evangelización se hace de rodillas”. ¡Sean siempre hombres y mujeres de oración! Sin la relación constante con Dios la misión se convierte en función”. Este pensamiento de Jorge Mario Bergoglio, refleja una verdad importante tanto para la iglesia católica como para la iglesia protestante. Siglos atrás muchos “encomenderos” que eran encargados de enseñar y adoctrinar a los indígenas en la fe católica, simplemente lo hicieron como una función u oficio. De igual manera lo hizo el protestantismo. Sin embargo, debemos reconocer que muchos sacerdotes, con una fe viva y verdadera se opusieron a todo tipo de maltrato, aún a costa de sus propias vidas. Al igual que los colportores que muchas veces arriesgaron sus vidas por poner la Escritura en manos de nuestros indígenas. Así que la intención de esta lección es presentar las prácticas de evangelización en Latinoamérica. Al igual que evaluar errores y aciertos en los programas de evangelización de la iglesia. Hecho que nos permite ver y conocer aspectos particulares de la historia de la iglesia en nuestro continente y acercar a los líderes al entendimiento de su contexto. Por otra parte, y posiblemente el aspecto más relevante, es que permite crear conciencia sobre cómo obrar en procesos de evangelización. Posibilita dar una mirada al pasado para ver con mayor claridad el presente. Más allá de señalar lo buenas o malas que pueden llegar ser las prácticas de evangelización. Este estudio busca que el líder aprenda de ellas para replicar las que han tenido resultados positivos y evitar las prácticas negativas. Todo con el fin de escribir un “nuevo capítulo” en la evangelización de la iglesia en América Latina, que propicie la extensión del reino de Dios en contexto. Este capítulo ve de forma indistinta la labor de evangelización de la iglesia católica y la iglesia protestante. Ya que ambas experiencias son importantes para reconocer las estrategias, herramientas y programas que han tenido mayor efectividad. Aún más, teniendo en cuenta que la iglesia católica ha sido abanderada del trabajo con comunidades en circunstancias complejas. Los aprendizajes se hacen en combinación de los aciertos y errores mencionados en esta lección y unos aprendizajes planteados por Juan Wagenveld que citaremos al final de este texto.

evangelización que trasciende La historia de la evangelización en Latinoamérica recoge todo tipo de experiencia. Aquellos que nos precedieron en la evangelización de Latinoamérica nos han dejado un gran legado. Aquí nos enfocaremos en las experiencias exitosas, que fueron pertinentes de acuerdo al lugar, época y contexto en el que se dieron. Además, ilustra cómo cada una de ellas fue fundamental para la extensión del evangelio. Algunos de los aspectos son: Amor sin fronteras: un aspecto sobresaliente del legado que dejaron hombres y mujeres que dedicaron su vida a la evangelización de Latinoamérica, es el amor, entrega


Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica y pasión por la evangelización que hizo posible su labor. El amor de Dios en sus vidas produjo un amor sin fronteras por aquellos que no conocían a Jesús. Esta convicción, trajo consigo “grandes avivamientos”, que resultó ser un gran acierto en materia de evangelización. La iglesia tomó el camino de la evangelización con la convicción del llamado divino como embajadores del reino que buscan la salvación de las personas. El amor por aquellos que no conocían a Dios, hizo que los misioneros se involucraran con las necesidades reales de las comunidades, que se esforzaran por llevar a cabo una evangelización en forma integral. Su meta fue alcanzar más personas con el evangelio. Este amor por los que Dios ama se hace mucho más evidente en los grupos protestantes a partir de los inicios del siglo XVIII. Sin embargo, ya se había testimoniado en algunos sacerdotes católicos que defendieron a negros e indígenas aun con sus propias vidas. Escritura sin barreras: ese mismo amor impulsó a los creyentes protestantes a suplir otras necesidades, como fue la traducción de la Biblia a lenguas nativas, a fin de que las comunidades pudieran crecer en el conocimiento de Dios a través del estudio de la Escritura. De igual manera lo había hecho la iglesia católica, que en sus inicios se había preocupado por la lectura y enseñanza de la Biblia. Prueba de esto son las palabras del obispo Zumárraga en México: “el primer paso para ser cristiano es conocer las Sagradas Escrituras” (Wagenvel, 2004, pág. 103). Sin embargo la oposición desde las altas esferas católicas europeas y la persecución a los protestantes, dentro del periodo de conquista, generó un vacío en el conocimiento de la Palabra de Dios por parte de los fieles católicos. Ese vacío fue acertadamente cubierto por la incansable labor de colportores y la traducción de la Biblia por parte de las Sociedades Bíblicas. La promoción de la lectura bíblica propició espacios para las personas relacionarse de forma personal, familiar y comunitaria con el mensaje de las Escrituras. De manera que la iglesia se dio cuenta que debía invertir en procesos de formación de las nuevas comunidades, para desarrollar las competencias de estudio y lectura que le permitieran la extensión del evangelio. Coherencia del mensaje: la traducción de la Biblia fue fundamental para llevar a cabo el proceso de evangelización. Aun en medio de la fuerte opresión que vivió la iglesia protestante, donde la coherencia del mensaje e integridad de los misioneros fue fundamental para dar a conocer el evangelio. En este mismo sentido, cabe resaltar el testimonio de algunos franciscanos, jesuitas y protestantes. Ellos desde la época de la colonia se preocuparon por la búsqueda de la libertad religiosa de las comunidades indígenas y afrodescendientes. Estas iniciativas se constituyeron en un gran acierto para la evangelización. Puesto que fueron consecuentes con la visión transformadora del evangelio para la realidad que vivían las personas en todas las esferas. En ese mismo sentido promovía el desarrollo integral del ser, que revelaba una verdadera transformación al encontrarse con Dios. La identificación de los jesuitas con los pueblos indígenas y su interés por su evangelización. Como forma de vida y autogobierno que les protegía de los desmanes de los ejércitos españoles mientras les permitía el desarrollo de su identidad en el encuentro

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Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica con Dios, son un caso hermoso de este compromiso de libertad. Situaciones similares se dieron dentro del protestantismo donde se buscó la libertad religiosa. Tal como lo vimos en la obra de los protestantes holandeses en Brasil o la labor de moravos y metodistas en territorio centroamericano. La lucha de los evangelizadores por la libertad de las personas se convirtió en un testimonio de vida, que les permitía a los nuevos conversos entender que su compromiso era primordialmente con Dios. Y de esa relación se desprendían los demás compromisos, generando un verdadero impacto social y contextual. Si bien la búsqueda de libertad religiosa fue fundamental para la extensión del evangelio. En el siglo XIX los protestantes empezaron a generar vínculos comerciales con otros países, de mayorías protestantes. Esto posibilitó un intercambio cultural y social, donde se dieron alianzas con las iglesias del Atlántico Norte. Estas alianzas incentivaron las relaciones interculturales con la llegada de nuevos ministros y misioneros a territorio latinoamericano. Además, el envío de criollos a formarse en las iglesias del Norte, para apoyar el avance de la evangelización. Este intercambio posibilitó la inversión de la iglesia extranjera en la creación de hospitales, escuelas y otros centros de ayuda social que suplieron parte de las necesidades de la población Latina en constante crecimiento, que se veía afectada por los altos índices de natalidad y por constantes procesos migratorios. Además, la creciente inversión en centros de formación, que para 1916 ya se contaban en más de 1000 escuelas de educación primaria y 300 colegios de educación secundaria en todo el continente. Todo este trabajo tuvo como fruto la extensión del reino de Dios y el desarrollo de la sociedad.

Desafíos de la evangelización Así como se ha dedicado un espacio a estudiar experiencias exitosas en la evangelización de Latinoamérica. Es necesario observar aquellas prácticas que fueron erróneas, dentro de ese proceso de evangelización. Ya que muchas de ellas siguen dando frutos negativos hasta nuestros días y es necesario identificarlas para no volverlas a cometer. Aunque se ha señalado que muchos evangelistas tenían un amor genuino por el Señor, también se debe decir, que otros vieron en la evangelización un formato de subyugación y sometimiento económico. Este es uno de los aspectos negativos de la forma en que la iglesia católica presentó el evangelio durante la conquista. La manera violenta en la que trataron de introducir el evangelio “evangelización con la espada”, no reflejaba una preocupación profunda por las personas. Al contrario, muestra que fueron motivados por intereses mercantiles. Ellos se volvieron verdugos que permearon la labor legítima de hombres y mujeres que con corazón sincero entregaron sus vidas por la evangelización. Este suceso invita a reflexionar sobre cuáles son las


Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica motivaciones del creyente y ministro del evangelio. Puede ser que en los inicios su convicción sea auténtica, pero con el tiempo sus intereses cambien y olvide que el propósito divino de la evangelización es acercar las personas a Dios. La iglesia erró grandemente al pensar la evangelización como base para el poder y no como camino para la extensión del reino de Dios. Es este un desafío para la iglesia actual. Otra práctica de evangelización que resultó desacertada para la iglesia protestante fue el traspaso de comunidades eclesiales. Tanto católicos como protestantes se limitaron a crear iglesias idénticas a las iglesias de origen extranjero. Es decir, con la misma estructura eclesial y sin un intercambio real con las comunidades en contexto. En otras palabras, no se contextualizó bien el mensaje del evangelio, no se tuvo en cuenta la cultura y costumbres, ni a los nativos. De ahí que en muchos de los casos el culto se mantenía en lengua extranjera. Al igual que se prohibía directa o indirectamente la participación de nativos en estos espacios. Esto terminó generando resentimientos frente a la fe y dificultando la posterior labor de misioneros en su ingreso a comunidades a donde primero habían hecho presencia estas iglesias trasplantadas. En relación con el crecimiento a través de iglesias trasplantadas se encontró con la triste realidad de una supuesta “superioridad racial”, cultural y religiosa entre los anglosajones (personas de ascendencia inglesa o de los países del norte de Europa) y los nativos latinoamericanos. Esta “superioridad racial” degeneró en la imposición de factores culturales que atentaban contra la identidad de los pueblos “evangelizados”, se presentaba en una forma ajena a las realidades contextuales. Además, terminó creando hábitos de dependencia que limitaban el desarrollo ministerial de personas latinoamericanas y un compromiso de las mismas con la extensión del reino de Dios. Es pues este un desafío para la evangelización hoy, conocer el contexto cultural y social, identificar sus necesidades y respetar las comunidades para que puedan conocer un Dios cercano. Un Dios que les adopta como hijos y se identifica con sus necesidades. Otro aspecto que afectó la extensión del evangelio, fue la adopción de ideas liberales por parte de algunos creyentes. Esto afectó la fe cristiana que fue vista como “superior” a las demás. Al igual que esta idea se vio reflejada en cuanto al dominio de blancos sobre negros, indígenas y mestizos. Esta perspectiva significó un obstáculo, no solo para los supremacistas, también para la mayoría de misioneros que predicaban por amor a Dios y a las comunidades. He aquí un desafío actual para el creyente, que sigue siendo presa de ideas políticas que tienden a distanciarlo de amigos y conocidos, dichas ideas suelen crear barreras que perfilan al creyente con corrientes e ideas políticas al punto de perder la misión. En el afán de introducir el evangelio entre las comunidades, algunos sacerdotes les impusieron la conversión a los nativos y pobladores. Esto tuvo implicaciones negativas para la evangelización, como fue el sincretismo religioso. Ya que los nativos no tenían una comprensión y convicción genuina del evangelio. Este desacierto sigue siendo un peligro hasta el día de hoy, porque la fe popular es una mezcla de cristianismo con creencias indígenas y animismo africano que ha permeado la iglesia católica y las iglesias protestantes.

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Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica El sincretismo generó dos niveles de fe en la vida de las personas que se veían cristianizadas a la fuerza o que se decían cristianas por asuntos sociales, políticos o comerciales. Un nivel exterior en el cual la persona era cristiana, al menos en su forma ritual y social. Y un nivel interior en el cual la persona mantenía sus prácticas religiosas anteriores sin ningún tipo de conversión real, más allá de la necesaria para sobrevivir al contexto. Esto hizo que a pesar de que por mucho tiempo se considerara Latinoamérica como un territorio converso, lo fuera solo en la práctica ritual y no en la realidad de vidas transformadas en todas sus esferas.

APRENDIZAJES Una vez revisado el proceso de evangelización a través de la historia en latinoamérica. Podemos obtener un aprendizaje sobre la cosmovisión que nosotros los latinos tenemos del evangelio, conceptos y prácticas que se deben trabajar. Este estudio ayuda a entrar en contexto, revisar planes y programas de evangelismo que se adapten a las necesidades de las ciudades y poblaciones: 1. Es de resaltar la labor de los misioneros moravos en Centroamérica, que buscaron el desarrollo personal de los nativos conversos. De tal manera que las iglesias que crecían en territorio latinoamericano tuviesen tres características saludables: autogobierno, autofinanciación y auto propagación. Esta debe seguir siendo una búsqueda en nuestros patrones de evangelización. 2. La iglesia debe generar confianza en su contexto, hecho que fue fundamental en la predicación de los misioneros protestantes. Ellos inicialmente se ganaron la confianza de la comunidad mediante el involucramiento sincero y la búsqueda de solución para las necesidades comunitarias. Este proceso fue efectivo y facilitó a la postre los procesos de discipulado y formación de los nuevos creyentes. Lo anterior estuvo acompañado de modelos acertados de evangelización personal y a través de la Escritura como elemento innegociable. Es posible ver en este proceso cara a cara y generado bajo confianza un proceso más lento, pero históricamente se destacó como un proceso más profundo y de mayores frutos y duración. Las iglesias que trabajaron con profundidad de la evangelización y el discipulado alcanzaron a más personas e impactaron más y mejor su entorno. 3. Otro aprendizaje que vale la pena destacar fue la evangelización a través del financiamiento a la educación. Es decir, la creación de escuelas para suplir las necesidades educativas y religiosas de los niños y sus padres. Ellos alcanzaron a las personas desde la necesidad personal. Esto ayudó a un involucramiento real con el contexto y a la vez a la extensión del evangelio en forma más integral. La educación como motor del desarrollo social y comunitario fue aprovechada y potenciada por la iglesia; que formaba las siguientes generaciones y a su vez posibilitaba una iglesia auto sostenible. Este proceso tenía sentido en tanto que la iglesia invertía en el crecimiento de la fe de personas que podían leer la Escritura y acceder a capacitación teológica y profesional en diferentes áreas.


Evaluación de laMetodista Evangelización La Familia Libre en Latinoamérica Esto apoyaba el surgimiento de una iglesia autogobernable y autopropagable. Aún hoy, este sigue siendo uno de los formatos más efectivos del impacto del evangelio en la sociedad. 4. Un aspecto menos conocido, pero de igual importancia fue el trabajo en común y coordinado entre misioneros de diferentes iglesias producto de la persecución. Esta unión permitió a la iglesia desarrollar la comprensión de la primacía de la predicación del reino de Dios, antes que la extensión de una denominación en particular. Esto facilitó que se alcanzaran más personas y el acompañamiento de misioneros en medio de la dificultad; gracias a esta sociedad se generaron redes de conversos que en sus barrios, empresas y demás espacios de vida orientaban esfuerzos mancomunados a la extensión del evangelio.

Principios Wagenveld señala siete principios que aprendemos para la plantación de iglesias y que están relacionados con los aciertos y errores estudiados en este periodo de la historia de la iglesia. Estos principios están enfocados en la plantación de iglesias por lo que ayudará mucho más en la comprensión de la labor primordial de evangelización y servirá como refuerzo de los aprendizajes generados en esta lección. 1. Prestar atención a los grupos de inmigrantes. La iglesia puede aprender mucho de las experiencias vividas en otras latitudes. El inmigrante viene con estas experiencias y puede enriquecer la realidad de la iglesia, su alcance contextual. Además, el migrante puede generar nuevas relaciones y contacto para el bien de la iglesia y la comunidad a la que esta impacta. 2. Reconocer que los mejores evangelistas vienen del pueblo mismo. A lo largo de la historia se ha podido ver que es necesaria la participación del que viene de afuera a traer el evangelio, a su vez está demostrado, que la participación propia de la cultura es más eficiente en la extensión del reino por el conocimiento más profundo de las dinámicas del entorno y por los procesos de identificación en la predicación. El crecimiento eclesial no debe estar enfocado exclusivamente en la dependencia de predicadores externos, sino que debe enfatizar la formación de líderes locales para una más efectiva extensión del reino de Dios. 3. Enfatizar la centralidad de la Biblia como autoridad y norma para todo el quehacer de la iglesia. A través de la labor de las sociedades bíblicas se hizo evidente que la salud de la iglesia está directamente relacionada con la predicación de la Palabra. Entre más depende de la Escritura la vida eclesial más sana será la iglesia y su crecimiento. 4. Priorizar la educación no solo de los pastores y líderes, sino de todos los miembros de la iglesia. Como se mencionó en los aprendizajes, la educación permite el desarrollo de la congregación a todo nivel facilitando los formatos de impacto en la comunidad y aportando a que la iglesia alcance el autogobierno, la autosostenibilidad y la autopropagación.

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Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica 5. Exigir la encarnación del mensaje del evangelio en el encuentro con la cultura del pueblo. Predicar sin cultura resulta un elemento imposible, por eso, Dios se encarnó, entonces la iglesia debe buscar encarnarse en los elementos positivos de la cultura e identidad de los que quiere alcanzar y predicar la transformación de los aspectos negativos a la luz de la Escritura. 6. Requerir una teología y práctica misionera que integre la plenitud de la salvación prometida por Cristo para personas y pueblos. Es decir, el evangelio no debe ser algo solo para el alma sino para toda la persona. 7. Encarar la tarea misionera con una humildad profunda frente a la obra misteriosa y universal que realiza el Santo Espíritu por la providencia de Dios en la historia de cada persona y cada pueblo (2004, págs. 133-147).

ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN En esta lección, se nombraron varios aspectos positivos que se lograron en el proceso de evangelización en Latinoamérica. Para notar esta realidad analice la ciudad o región donde se encuentra, haga una investigación y evalúe. 1. ¿Cuántos hospitales, escuelas y centros de ayuda social hay, auspiciados por alguna comunidad cristiana? 2. ¿Cómo persiste el impacto de la evangelización de los siglos pasados en el presente? Esta fue una de las formas más en efectivas en las que los misioneros compartieron el evangelio, pero quizá escasea en la actualidad. 3. Haga un contraste entre la forma de evangelizar actualmente y la usada por los misioneros. 4. Responda las siguientes preguntas: ¿Qué ha cambiado? ¿Han cambiado las prioridades? ¿Por qué nos cuesta tanto “invertir” en una evangelización a largo plazo? ¿Qué produce la evangelización “superficial”? ¿Cuáles de los siete principios para la evangelización pueden empezar a incorporar en el ejercicio ministerial? 5. Una de las grandes consecuencias que trajo la evangelización por parte de extranjeros en Latinoamérica fue la creación de iglesias iguales a las de sus países de origen. En alguna medida nació un sentimiento de superioridad racial, cultural y religiosa entre los evangelizadores y los nativos. Analice en qué formas esto afecta aún en nuestra iglesia o Casa de Paz. 6. A pesar de los aciertos y desaciertos que tuvo la evangelización en Latinoamérica no podemos olvidar que nosotros somos frutos de este proceso. Escriba un breve testimonio donde cuenta cómo conoció del Señor y qué herencia recibió de este proceso de evangelización.


Evaluación de la Evangelización en Latinoamérica

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LA FAMILIA METODISTA LIBRE EN LATINOAMÉRICA

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Ayudar al estudiante a conocer los inicios de su iglesia nacional e internacional en América Latina. Además, ayudarle a sentirse parte de la iglesia local, nacional e internacional la cual el Señor le permite crecer como cristiano.

RESULTADOS DESEADOS

Al concluir esta lección el estudiante: • Conocerá las misiones de la Iglesia Metodista Libre en América. • Conocerá y valorará las estrategias usadas en la misión Latinoamérica. • Conocerá y valorará el avance del evangelio en Latinoamérica. • Se identificará e impulsará la misión global de la IML.

CONTENIDO

• Introducción • Misiones latinoamericanas en el siglo XX • Historia de la IML latinoamericana: Primera etapa 1889 – 1980 • Historia de la IML latinoamericana: Segunda etapa 1981 – 2008 • Factores en el desarrollo de la IML latinoamericana • Crecimiento y estatus actual • Actividades de evaluación


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La Familia Metodista Libre en Latinoamérica INTRODUCCIÓN ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? —replicó Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: —Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos. Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Mt. 12:48-49 Jesús nos enseña que todos los que hacen la voluntad del Padre pertenecen a su familia. En ese sentido los que hacen la voluntad de Dios son los que lo aman y aman a su prójimo. El amor es el distintivo de sus hijos, y este amor los ha impulsado a extenderse por todas la regiones. Esta familia se ha extendido tanto que inició en Jerusalén, luego se extendió a Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. En otras palabras, ha llegado a nuestro continente Latinoamericano. Como vimos en las lecciones anteriores, el impulso misionero en los primeros siglos después del descubrimiento del “nuevo mundo” vino de Europa y estuvo muy ligado con la colonización y la migración. Al final del siglo XIX la fuente del impulso misionero se trasladó de Europa a los Estados Unidos. Las iglesias evangélicas en los Estados Unidos aceptaron el reto de la gran comisión y comenzaron a enviar misioneros a todo el mundo. Algunos fueron enviados por organizaciones misioneras, pero muchos obreros se fueron por su propia iniciativa sin el respaldo oficial de ninguna denominación o agencia misionera.

MISIONES LATINOAMERICANAS EN EL SIGLO XX Los Estados Unidos es un país de inmigrantes y cada grupo de migrantes trajo su forma de iglesia con ellos. O sea, la diversidad de denominaciones en los Estados Unidos refleja las diferentes iglesias estatales en Europa de donde los inmigrantes habían salido. Durante y después de la Guerra Civil en los Estados Unidos en la mitad del siglo XIX, muchas denominaciones se dividieron por diferentes factores en la sociedad. Bautistas, Metodistas, Presbiterianos, y otros se dividieron en asociaciones del norte o del sur, con los del norte en contra de la esclavitud y los del sur tolerando la esclavitud. Otras denominaciones se dividieron por razones teológicas o prácticas, por ejemplo, la controversia entre el fundamentalismo y el modernismo de la cual se habla en la próxima lección. Cada misionero de los Estados Unidos que vino a ministrar en Latinoamérica trajo esas divisiones consigo –no importa si venía enviado por una denominación o si venía por su propia cuenta. Entonces las iglesias y denominaciones que se formaron en Latinoamérica mantenían y hasta cierto punto todavía mantienen– las marcas de divisiones


La Familia Metodista Libre en Latinoamérica ajenas. Muchas de las diferencias entre denominaciones en Latinoamérica tienen que ver con la historia de los Estados Unidos y no con el contexto social de los países donde se encuentran. Irónicamente, ahora, a veces, esas diferencias son más intensas y más profundas en Latinoamérica que en su país de origen. Al final del siglo XIX las denominaciones tradicionales de los Estados Unidos pensaron que no tenían los recursos para alcanzar a todo Latinoamérica. Entonces, a pesar de sus diferencias teológicas y prácticas, entraron en acuerdos entre ellas para eliminar la competencia y duplicar esfuerzos. Así que, decidieron qué denominación iba a tener la “responsabilidad” de alcanzar países enteros o regiones de los países más grandes. Por eso, los Presbiterianos son muy fuertes en un país, pero no existen en otro. Estos acuerdos perduraron por casi cien años. Muchas denominaciones no participaron en esos acuerdos, lo ignoraron o empezaron su ministerio en Latinoamérica más tarde – como es el caso de la Iglesia Metodista Libre (IML). Como hemos visto en otros módulos de Formación Pastoral, la IML fue formada en los Estados Unidos en 1860 con raíces en la Iglesia Metodista Episcopal. Sin embargo, hay otras denominaciones con una historia o herencia Wesleyana similar, entre ellas la Iglesia Wesleyana, la Iglesia del Nazareno, y el Ejército de Salvación. Cuando estas iglesias entraron en Latinoamérica no hubo ninguna coordinación o comunicación entre ellas. Entonces, las diferentes iglesias de la familia metodista tuvieron su desarrollo en rieles paralelos.

HISTORIA DE LA IML-LATINOAMERICA: PRIMERA ETAPA 1889–1980 República Dominicana 1889 El primer impulso de la IML hacia Latinoamérica fue en el año 1889 cuando un miembro laico, Samuel Mills, zarpó hacia República Dominicana siguiendo un fuerte llamado del Señor de predicar el evangelio allí. Él fue el primer protestante que predicó el evangelio en ese país. Trabajó arduamente a pesar de mucha oposición, sin embargo la iglesia creció muy lentamente. En 1907, Mills comenzó a tener correspondencia con el liderazgo de la IML en los Estados Unidos, con el resultado de que su trabajo fue incorporado oficialmente en la denominación poco después. Una de las características de la IML dominicana desde sus primeros años ha sido el énfasis en la educación mediante la capacitación de pastores y la provisión de buenas escuelas comunitarias para la población general. El Instituto Evangélico, que comenzó en Santiago en 1927, se convirtió en la escuela privada líder en todo el país en la década de 1960 con más de 4.000 estudiantes. Ahora, la IML dominicana es una Conferencia General con su propio obispo, 236 iglesias y más de 30.000 miembros.

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La Familia Metodista Libre en Latinoamérica México 1917 Al inicio de 1917, Emma F. Shay y Elizabeth Wyatt organizaron reuniones de oración en la IML de la Calle Hermon en Los Ángeles California a favor de la obra misionera entre los mexicanos. Esas reuniones de oración desencadenaron un avivamiento que resultó en muchas personas convirtiéndose y además respondiendo al llamado misionero. Nellie True y su hermana Ethel pasaban horas en la madrugada orando por el pueblo mexicano. Nellie renunció a su cargo en el banco y aceptó el nombramiento como la primera superintendente de la Misión Mexicana Metodista Libre. Un joven que fue convertido en el avivamiento de la Calle Hermon fue B.H. Pearson, quien llegó a ser superintendente de la Misión Mexicana y más tarde fue elegido obispo de la Iglesia Metodista Libre. La constitución mexicana de 1917 nacionalizó las propiedades de las iglesias y restringió severamente la actividad protestante, especialmente de parte de extranjeros. Por eso, la Misión Mexicana Metodista Libre se enfocó principalmente en migrantes mexicanos en el sureste de los Estados Unidos. Sin embargo, al enviar al pastor Gonzalo Cisneros, como el primer misionero a México, la obra creció en ambos lados de la frontera y establecieron iglesias en California, Arizona, Texas en los Estados Unidos, y los estados de Baja California y Sonora en México. Por muchos años entrenaron a pastores de ambos lados en un instituto bíblico en Nogales Arizona. Ahora es Conferencia General Provisional, la IML mexicana cuenta con más de 60 iglesias con unos 5.500 miembros en 8 estados del país. Brasil 1920 Al principio del siglo XX muchos japoneses migraron al sur de Brasil para trabajar en las fincas de café. En 1920 un pastor Metodista Libre japonés, Daniel Nishizumi, fue a Brasil por su propia cuenta sin ningún apoyo financiero de la iglesia para ministrar a los migrantes y comenzó varias iglesias. Eventualmente los hijos de los trabajadores de café se mudaron a la ciudad de Sao Paulo donde se formó una comunidad japonesa fuerte. Después fueron comenzadas en Sao Paulo varias iglesias japonesas Metodistas Libres. Brasil es el país con la mayor población japonesa fuera de Japón con más de 1.5 millones de personas de ascendencia japonesa de acuerdo con el último censo. Hoy día la conferencia japonesa Metodista Libre cuenta con más de 30 iglesias y casi 3.000 miembros. La gran mayoría de las iglesias usan portugués, pero mantienen ciertas costumbres y características culturales. En 1946 la conferencia japonesa apoyó el comienzo del ministerio en portugués, dirigido por un misionero de los Estados Unidos, Harold Ryckman. La IML brasilera se ha expandido de una manera importante. Originalmente centrada en Sao Paulo, ahora han


La Familia Metodista Libre en Latinoamérica comenzado iglesias en casi todo el país, organizadas en 5 conferencias. Juntas con la conferencia japonesa, forman una conferencia general con más de 100 iglesias y unos 10.000 miembros. Tienen dos obispos, uno brasilero y el otro de ascendencia japonesa. Paraguay 1946 El departamento de misiones metodistas libres aprobó comenzar obra en Paraguay en 1942, pero debido a la Segunda Guerra Mundial, los misioneros no pudieron ingresar al país. En 1946 el departamento de misiones compró un orfanato y una escuela de niñas que habían sido construidas por misioneros independientes que no podían continuar el trabajo. El pastor Ryckmen, ya mencionado, dirigió la nueva obra viajando a menudo entre Brasil y Paraguay. Hoy día, la IML en Paraguay es una conferencia anual con 21 iglesias y más de 800 miembros. La gran mayoría de la población de Paraguay tiene ascendencia indígena y habla el idioma guaraní. Las iglesias Metodistas Libres son bilingües, cantan y predican en español y guaraní. Haití 1946 En 1946, Mildred Norbeck, miembro de la IML de los Estados Unidos, se sintió llamada a ir a Haití para preparar un liderazgo pastoral. En 1955, otra mujer metodista libre, Maxine Riddle se unió a su labor. Ellas tuvieron bastante éxito en la capacitación de pastores y entendieron la necesidad de plantar iglesias. Buscaron la ayuda y la estructura de la IML y en 1964 la obra fue incorporada a la denominación. En Haití casi cada iglesia Metodista Libre tiene una escuela primaria y varias también tienen escuelas secundarias. En 2011 se comenzó una universidad metodista libre con la misión de preparar líderes no solo para la iglesia sino para el país. Además, allí hay un hospital y una red de clínicas médicas relacionados con la IML y varios otros ministerios integrales. Miles de niños son patrocinados a través de la iglesia que les ayuda a tener alimento y educación. Haití ha sufrido severos desastres como los 4 huracanes en 2009 y el terremoto devastador el 12 de enero 2010 pero la IML se ha levantado de los escombros. En relación con estas tragedias el liderazgo pasó de los misioneros extranjeros a líderes nacionales. Un año después del terremoto la iglesia se convirtió en Conferencia General con su propio obispo. Desde entonces la IML ha crecido de forma importante hasta el día de hoy cuando reportan a 135 iglesias y más de 35.000 miembros. Puerto Rico 1967 Por muchos años ha existido una migración entre la República Dominicana y la isla de Puerto Rico, territorio de los Estados Unidos. En medio de la década de los 1960 miembros metodistas libres que habían migrado

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La Familia Metodista Libre en Latinoamérica de la República Dominicana a Puerto Rico empezaron a reunirse para adorar en los hogares. En 1967 un pastor metodista libre dominicano, Manual García, organizó la primera iglesia. Poco después compraron propiedad en el Barrio Obrero de San Juan. Bajo el liderazgo de la Pastora Mercedes Reynoso, la iglesia de Barrio Obrero creció hasta llegar a ser una de las iglesias metodistas libres más fuertes en Latinoamérica con influencia en toda la isla. Han plantado 10 iglesias más, y tienen un ministerio extenso en las cárceles, y programas de televisión y radio. A demás de pastorear la iglesia madre, la pastora Mercedes Reynoso ha servido como superintendente de la conferencia provisional por más de 20 años. Puerto Rico siempre ha tenido una población transitoria con personas itinerantes no solo de República Dominicana sino también entre la isla y el resto de los Estados Unidos. Después del devastador huracán en 2017 miles de personas, incluyendo Metodistas Libres, migraron de Puerto Rico, pero la iglesia sigue fuerte, ministrando a las necesidades de la gente con 8 iglesias y unos 600 miembros. Iglesias latinas en los Estados Unidos Ya mencionamos las iglesias mexicanas en el suroeste de los Estados Unidos que tuvieron su comienzo en un avivamiento en 1917. En la década de los 1960 miembros metodistas libres de la República Dominicana migraron a la costa Este de los Estados Unidos y establecieron iglesias en la gran ciudad de Nueva York, y después en los estados de Pennsylvania, Massachusetts y Florida. Más tarde se comenzaron iglesias en varios lugares entre migrantes de Haití y Brasil. Para el año 2014 había 135 iglesias Metodistas Libres de origen latinoamericano en 18 estados con más de 15.500 miembros.

HISTORIA DE LA IML-LATINOAMERICA: SEGUNDA ETAPA 1981 – 2008 En los primeros 90 años de ministerio latinoamericano formaron iglesias en 7 países, incluyendo los Estados Unidos. Sin embargo, iniciando en 1981 la iglesia se expandió a más de 13 países en 27 años. Cuatro personas sirvieron como directores de área durante esta etapa de expansión: 1979-1989 - M. Doane Bonney 1990-1997 - Clancy Thompson 1998 - Phil Gilmore para Centroamérica y el Caribe David Roller para Sudamérica 1999-2008 - David Roller, quien fue elegido obispo de la IML y sirvió es ese rol hasta 2019. No podemos hablar de cada país en detalle, pero a continuación, hay un bosquejo del inicio de la IML en cada uno:


La Familia Metodista Libre en Latinoamérica 1981 Ecuador – Jorge Villacis conoció la IML en Allentown Pennsylvania, Estados Unidos y volvió al Ecuador para plantar la iglesia en Guayaquil. La IML luego se extendió a Quito y Esmeraldas. 1984 Venezuela – Alexis Ramírez conoció la IML en Ypsilanti Michigan, Estados Unidos y volvió a plantar la iglesia en Maturín. De allí multiplicaron iglesias en la capital y varios otros estados. 1986 Chile – Sergio Loyola, un pastor metodista independiente, se unió a la IML. 1990 Costa Rica – Jorge Gómez, un pastor metodista independiente, se unió a la IML. 1993 Perú – Samuel Vásquez fue enviado por la conferencia chilena para comenzar la IML en Tacna. Luego Miguel Algorta, un pastor metodista independiente en Tarma se unió a la IML. 1994 Argentina – Ricardo Guerrero, un misionero independiente de Chile, se unió a la IML. Una iglesia japonesa había comenzado en Buenos Aires en 1977. 1994 Bolivia – contactos de la IML en Chile empezaron la iglesia, pero después fue descontinuada. Luego Sergio Loyola se mudó de Chile a Santa Cruz para recomenzar la obra. 1994 Colombia – Libni Gasca, sobrino de Jorge Gómez de Costa Rica, se unió a la IML con un llamado de comenzar una iglesia plantadora en Bogotá. 1995 Cuba – Jorge Gómez de Costa Rica hizo contacto con varios pastores; líderes de la IML dominicana hicieron contacto con otra red de pastores. 1995 Nicaragua – Jorge Gómez comenzó reuniones en Managua con la pastora Teresa Ferrufina. 1996 Uruguay – Luis Muñoz fue enviado por la Conferencia chilena para comenzar la IML. 2008 Guatemala – una red de iglesias independientes con conexiones con iglesias en el estado de Oklahoma, Estados Unidos se unió con la Conferencia Mid-América. 2008 Honduras – miembros de varias iglesias hispanas en los Estados Unidos tenían contactos en Honduras, incluyendo el pastor Brent Thompson, que sirvió allí dos años como misionero independiente. Después, como pastor metodista libre y luego superintendente en los Estados Unidos funcionó como director del nuevo distrito.

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La Familia Metodista Libre en Latinoamérica Esta lista solo incluye los países donde se ha establecido más de una iglesia y se ha formado un distrito misionero. También ha habido intentos de plantar iglesia en Guyana Francesa (desde Haití), Antigua (desde Puerto Rico), Panamá (desde Costa Rica y después Venezuela), y las Islas Bahamas (desde Florida Estados Unidos). Como dijo el autor de Hebreos 11, ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de muchos otros que sacrificaron y sufrieron para plantar la iglesia en sus tierras. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros (Hebreos 11:32, 39-40).

FACTORES EN EL DESARROLLO DE LA IML LATINOAMERICANA Diferentes formas de iniciar En este bosquejo histórico podemos notar cuatro diferentes formas de iniciar la obra en estos 23 países. Primero hubo misioneros Metodistas Libres –incluyendo hombres y mujeres laicos– que siguieron el llamado de Dios sin el apoyo oficial de la iglesia. Este fue el caso en la República Dominicana, México, Haití, y la obra japonesa en Brasil. El fruto de su labor fue incorporado en la IML después. Otros misioneros vinieron de forma oficial, como los Ryckman quienes trabajaron entre los brasileros y en Paraguay. Una segunda forma fue por medio de pastores independientes que se unieron con la IML. Este fue el caso en Chile, Costa Rica, Argentina y Guatemala. En cada país, ese pastor fue nombrado el director de la obra y reclutó a otros pastores e iglesias independientes que se unieran con la IML. Otra forma de iniciar la obra fue la iniciativa de un país a otro dentro de Latinoamérica. Jorge Gómez en Costa Rica fue a Colombia, Nicaragua, Cuba y Panamá en búsqueda de líderes dispuestos a unirse con la IML. En Chile, Sergio Loyola envió líderes que él había reclutado o desarrollado dentro de la iglesia para comenzar la IML en Uruguay, Perú, y Bolivia. Eventualmente él mismo se mudó a Bolivia para establecer la obra. La cuarta forma de iniciar tiene que ver con personas de Latinoamérica que se fueron a vivir a los Estados Unidos como estudiantes o inmigrantes. Allí se encontraron con la IML y sintieron un llamado a volver a su país para comenzar una iglesia como la que ellos conocieron en los Estados Unidos. Esto fue el caso en Ecuador, Venezuela, El Salvador, y Guatemala.


La Familia Metodista Libre en Latinoamérica Ministerios de apoyo Un factor muy importante en el desarrollo de la iglesia ha sido la educación. En varios países las escuelas establecidas por la iglesia han ministrado a niños y sus familias, proveyendo oportunidad para los estudiantes y una entrada en la comunidad para la iglesia. En la República Dominicana, Haití, Paraguay, Nicaragua y Venezuela las escuelas también han ayudado a formar la identidad e imagen de la iglesia. En 1965 International Child Care Ministries (ICCM o Ministerios Internacionales para el Cuidado de los Niños) comenzó en la IML en Asia. Individuos, familias o grupos en las iglesias de los Estados Unidos, Hong Kong y el Reino Unido patrocinan niños en otros países, proveyendo recursos para alimentación y educación. El programa más grande a nivel mundial está en Haití donde han ayudado a miles de niños. Aunque hay programas más pequeños en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay y Venezuela. Una realidad triste Hemos notado muchos héroes de la fe en este breve resumen de los inicios de la IMLLatinoamérica. Desafortunadamente, debemos notar que muchas de las personas claves en el comienzo y desarrollo de la IML-Latinoamérica cayeron por fallas de ética o moralidad y no permanecieron en la iglesia. Otros se separaron de la IML por situaciones de conflicto. Casi la mitad de los países donde la IML está ministrando en Latinoamérica ha sufrido casos de esa índole. Una de las cosas más dolorosas para un director de área u obispo es suspender a un líder de ese nivel. Muchos han dicho –y han demostrado– que “no baleamos a nuestros caídos”. El Libro de Disciplina describe un proceso de restauración para el pastor que ha caído, por ello se le invita a participar de ese proceso. El deseo siempre es resolver el conflicto y restaurar al que ha pecado. Por tal motivo, damos gracias a Dios y celebramos los ejemplos de restauración de pastores que han aceptado el proceso y han sido restaurados a Dios, su familia y al ministerio. Aunque nos entristece cuando la persona no quiere admitir su pecado y no quiere seguir el proceso de restauración, no hay nada que la IML pueda hacer. Algunos de ellos, generalmente, le echan la culpa a la iglesia y proyectan una imagen de haber sido victimizados. Nuestro deseo es brindar restauración y ayudar en el proceso de santidad, nunca dar licencia para pecar. La IML siempre ha sido conocida como una iglesia de santidad. Queremos vivir vidas santas e íntegras – y queremos invitar a otros a vivir vidas santas e íntegras. La manera que practicamos esto ahora es insistir en evaluar y formar la cabeza, el corazón y las manos. Aunque esto se aplica a cada discípulo de Cristo y miembro de la iglesia, nuestro proceso de formación pastoral insiste en que los líderes de la iglesia deben no solamente tener buen conocimiento de la Palabra de Dios (cabeza) y buenos resultados en el ministerio (manos) sino actitudes y ritmos de vida que los lleva a tener (y mantener) un buen corazón.

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La Familia Metodista Libre en Latinoamérica CRECIMIENTO Y ESTATUS ACTUAL En donde el énfasis ha sido organizar y avanzar la institución eclesial el crecimiento ha sido poco y lento. Pero donde el énfasis ha sido hacer discípulos, el resultado ha sido que la iglesia ha crecido. Bajo el liderazgo de Delia Nüesch-Olver como directora de área 2008-2019, los directores de los distritos misioneros y superintendentes de las conferencias provisionales acordaron una misión común de “impulsar un movimiento bíblico para alcanzar Latinoamérica para Cristo a través de la multiplicación de iglesias y el desarrollo de líderes”. Con una misión común, los líderes de estos países han trabajado juntos para crear una identidad general, cooperación entre países y comunicación y apoyo mutuo entre líderes. Adoptaron la Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) como el modelo oficial de multiplicar iglesias y el sistema de Formación Pastoral como el proceso oficial de entrenar y preparar pastores para la ordenación. En 2019 el Dr. Ricardo Gómez fue nombrado director de área con un fuerte compromiso de seguir con la misma visión. Ahora la IML tiene algún tipo de ministerio en 23 países de Latinoamérica. Un estudio en 2009 mostró que había unas 690 iglesias y 75.000 miembros en esos 23 países. Al final del año 2018 el número de miembros latinoamericanos llegó a 100.000 en más de 900 iglesias – un crecimiento de 30% en casi diez años. La IML-Latinoamérica está en medio de un cambio de paradigma – de autoconsiderarse una iglesia que depende de recibir misiones a ser partícipe en misiones, llevando el evangelio a otras ciudades y segmentos de la población. Queremos ver una Iglesia Metodista Libre saludable, reproductora, autóctona y autónoma en cada país. La historia es prólogo, ahora tenemos el privilegio y la responsabilidad de escribir el próximo capítulo de nuestra historia. Arraigado en las cosas buenas de nuestra herencia y alcanzando nuevos territorios, nosotros debemos ser ejemplos para las generaciones que nos siguen. Nosotros podemos plantar miles de iglesias, desarrollar miles de líderes, y hacer discípulos de miles –¿y por qué no millones?– de personas.


La Familia Metodista Libre en Latinoamérica ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN Al leer la historia de la IML en Latinoamérica nos da un panorama de nuestra iglesia a nivel global. Observamos que como iglesia local somos parte de un cuerpo más grande, la iglesia nacional e internacional. Dios ha usado nuestra iglesia y las estacas del reino se han ampliado. Estos hombres y mujeres nos han dejado un legado para continuar en Latinoamérica, ellos se han unido a la misión mundial “amar a Dios y amar a las personas”. Reflexionando en esto responda las siguientes preguntas: 1. ¿Cómo ha respondido la IML a las necesidades de los latinoamericanos? 2. ¿Cómo Dios ha usado la IML para expandir el evangelio en América? 3. ¿Qué legado nos dejan estos hombres y mujeres que hicieron una gran labor en América Latina? 4. ¿De qué forma le inspiran las estrategias usadas por los misioneros en nuestra misión de “impulsar un movimiento bíblico para alcanzar Latinoamérica para Cristo a través de la multiplicación de iglesias y el desarrollo de líderes”? 5. ¿Cómo puede usted unirse a la misión de la IML desde su iglesia local sintiéndose parte de una iglesia global? 6. ¿Está dispuesto a cambiar estructuras en la iglesia para hacer discípulos que hagan discípulos y se multipliquen en líderes e iglesias? Escriba cómo lo va a hacer y compártalo con su formador.

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5 La iglesia en el siglo xx PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Ubicarse en la reciente historia de la iglesia valorando los avances y retos que la iglesia ha enfrentado.

RESULTADOS DESEADOS

Al concluir esta lección el estudiante: • Identificará los componentes más sobresalientes de la historia de la iglesia en Latinoamérica durante el siglo XX. • Valorará el actuar de los hombres y mujeres de Dios para la extensión del evangelio y el cumplimiento de la misión de Dios. • Evaluará su práctica ministerial a la luz de los avances y retrocesos de la iglesia en el siglo XX.

CONTENIDO

• Introducción • Congreso de Panamá • Fundamentalismo cristiano • Movimiento pentecostal • El impacto de las guerras mundiales • La teología de la liberación • Conclusiones • Actividades de evaluación


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La Iglesia en el Siglo XX INTRODUCCIÓN “Si no estudias teología, esto no querrá decir que no tengas ideas acerca de Dios, sino que tendrás muchas equivocadas.” C.S. Lewis. Esta frase de Lewis encierra una realidad muy profunda de nuestro contexto latinoamericano y no solamente este, sino que también el de muchos más. Muchas personas tienen ideas acerca de Dios, pero muchas de estas son equivocadas. Por dar un ejemplo, muchos de nosotros hemos interpretado y se nos ha enseñado que los judíos en el Antiguo Testamento se salvaban por cumplir la Ley. ¿Es correcto esta idea? Pues déjeme decirle que esta idea es incorrecta, Dios nunca ha salvado por cumplir la Ley sino por gracia. Ver este concepto en el módulo de Interpretación Bíblica páginas 94-98. Si bien es cierto que tenemos muchas ideas correctas de Dios, también tenemos muchas otras que no. Se ha preguntado: ¿qué ideas de las que tenemos no son correctas? ¿Por qué las tenemos? ¿Dónde surgieron? ¿Qué efectos ha tenido esas ideas en la iglesia en el día de hoy? Para dar respuesta a estos interrogantes debemos sumergirnos nuevamente en la historia. El siglo XX ha sido el siglo de mayor crecimiento para la iglesia evangélica en Latinoamérica. También fue el siglo que vio la llegada del movimiento pentecostal, el surgimiento del fundamentalismo cristiano y la teología de la liberación. Por otra parte, a partir del Congreso de Panamá en 1916, se dio un gran crecimiento de las misiones y denominaciones en territorio latinoamericano. Presentaremos entonces en forma breve cada uno de estos temas y su impacto para la comprensión de la iglesia contemporánea. Se tomará como punto de partida el Congreso de Panamá para analizar los otros aspectos mencionados en forma cronológica.

CONGRESO DE PANAMÁ Nos acercamos al crecimiento de la iglesia en el siglo XX por el congreso misionero de Panamá. Aunque este es posterior al pentecostalismo en 1906 y al fundamentalismo en 1909, su impacto para la iglesia latinoamericana fue inicialmente mayor. El Congreso de Panamá fue la reunión de las principales denominaciones históricas del protestantismo para responder a la pregunta ¿Cuál debe ser la posición de la iglesia en cuánto a América Latina como territorio de evangelización? Esto debido a que en un congreso anterior celebrado en Edimburgo, Escocia en 1910 se había determinado que América Latina ya estaba evangelizada. En Panamá las iglesias y denominaciones presentes en el Atlántico Norte vuelven a poner sus ojos en Latinoamérica como campo misionero. El resultado de esto es un crecimiento de más del 600% en el envío de misioneros a territorio latinoamericano. Esto trajo consigo un impacto sobre la evangelización y un creciente número de creyentes en las iglesias evangélicas del continente.


La Iglesia en el Siglo XX El Congreso de Panamá, establece las razones por las cuales debe ser evangelizado el territorio latinoamericano, entre las razones que se resaltan están: 1) las condiciones morales que se vivían en Latinoamérica; 2) el alto nivel de analfabetismo; 3) la falta de acceso a la Biblia; 4) la falta de moralidad en el clero católico en el continente, y 5) la desviación del cristianismo católico hacia una fuerte mariología e idolatría que hace que las personas no tuviesen una relación real con Dios (Salinas, 2018). Estas razones impulsaron el crecimiento de la iglesia. Sin embargo, es importante mencionar que muchas de las organizaciones misioneras nacientes no participaron de este congreso en el que la mayoría de iglesias participantes eran tradicionales (luteranos, presbiterianos, bautistas americanos, metodistas, etc.) Las denominaciones no participantes hacían parte de un grupo que veía el Congreso de Panamá como participante de la llamada Teología liberal que estaba causando estragos en Norte América. Este grupo de iglesias se encontraba entonces más relacionado con el Fundamentalismo Cristiano del cual hablaremos a continuación.

FUNDAMENTALISMO CRISTIANO El mundo cristiano Norteamericano estaba siendo sacudido en sus cimientos por la llegada a finales del siglo XIX de la Alta Crítica Bíblica a sus seminarios. En estos momentos de tensión la iglesia estaba siendo atacada por el pensamiento racionalista, especialmente de la filosofía alemana, y por el creciente desarrollo de las ideas darwinistas. Frente a estas ideas entonces un sector, considerado más conservador, de creyentes en su mayoría presbiterianos, bautistas y metodistas, reaccionaron con la publicación de una serie de textos sobre los fundamentos de la fe. Una manera práctica de resumir los fundamentos son 5 principios: 1. La inspiración de la Biblia por el Espíritu Santo y la infalibilidad de las Escrituras como resultado de dicha inspiración. 2. El nacimiento virginal de Cristo. 3. La creencia de que el sacrificio de Jesús fue uno y suficiente. Esto en contraposición a la idea que ellos tenían de que en la eucaristía católica Cristo muere una y otra vez.

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La Iglesia en el Siglo XX 4. La resurrección en cuerpo de Jesús. 5. La realidad histórica de los milagros de Jesucristo. Estos cinco principios generales tenían diferente formato de interpretación en las diversas comunidades cristianas que los acogieron. Un ejemplo de esto sería la forma en que se consideraban en el Congreso Mundial de Fundamentalistas realizado en 1920 en los Estados Unidos. En este congreso se plantea qué un cristiano nacido de nuevo es quien: 1. Considera la Biblia como la única, inerrante, infalible y verbalmente inspirada Palabra de Dios. 2. Cree literalmente en todo lo que la Biblia dice (y por ello rechaza el evolucionismo). 3. Juzga todas las cosas a la luz de la Escritura y es únicamente juzgado por la Escritura. 4. Cree en las verdades fundamentales de la fe cristiana histórica: la Trinidad, la encarnación, el nacimiento virginal de Cristo, la muerte vicaria de Cristo, la resurrección corporal de Cristo, su ascensión al cielo y su segunda venida, el nuevo nacimiento mediante la regeneración del Espíritu Santo, la resurrección de los santos para vida eterna y la de los impíos para juicio final y castigo eterno en el infierno, la comunión con los santos, los cuales son el cuerpo de Cristo. 5. Tiene una fidelidad práctica a la fe cristiana en la vida cotidiana, en el trabajo, familia y la sociedad, y empeño en predicarla de palabra y con el ejemplo a toda criatura. 6. Denuncia y separación de toda negación eclesiástica de dicha fe, de todo compromiso con el error y toda contemporización con el mundo y de toda apostasía de la verdad. 7. Contiende ardientemente por la fe que fue dada una vez a los santos. Teniendo en cuenta que a partir del Congreso de Panamá las misiones en América Latina entraron en auge, el Fundamentalismo llegó como uno de los principales modelos evangélicos a este territorio. De los misioneros que llegaron a América Latina, la mayoría asumía los postulados fundamentalistas. Esto tiene impactos positivos y negativos para nuestras iglesias hasta el día de hoy. Lo positivo, de ser evangelizados por misioneros fundamentalistas, fue que como iglesia sigamos considerando que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios. También que heredamos una fe que cree que Dios sigue obrando. Otro aspecto positivo es la importancia de la piedad personal como demostración de fe, no se puede considerar una separación entre fe y vida. En forma negativa, que fuésemos evangelizados por misioneros fundamentalistas generó unas falencias en el acercamiento de nuestra iglesia a la fe. La iglesia heredó del fundamentalismo un acercamiento antiintelectualista, es decir, con tan solo leer y estudiar la Biblia podemos entenderla porque el Espíritu Santo nos revela su verdadera interpretación. Esto creó apatía a libros que ayudan a conocer el contexto social y cultural de la Biblia. De igual manera hacia la ciencia en general que nos ayuda en dicha


La Iglesia en el Siglo XX labor interpretativa. De ahí que su interpretación se volvió una lectura literalista de la Biblia. Ellos reconocen la inspiración de Dios pero no el autor humano y los recursos literarios que se usaron en la comunicación del mensaje. En algunos espacios generó una lectura clasista y racista de la fe basada en interpretaciones erradas de los textos de Génesis posteriores al diluvio. Es decir, el concepto que Israel es el pueblo de Dios hoy en día, y por esa razón debemos expulsar a los que tienen su territorio. Ellos desconocen la iglesia como pueblo de Dios, algunos de ellos son musulmanes que viven en ese lugar que piden los judíos. Son muchos cristianos musulmanes que están sufriendo por el fundamentalismo que quiere entregarle la tierra a Israel por ser el pueblo preferido de Dios. En este mismo sentido, podemos observar creencias no bíblicas sobre el rapto, la gran tribulación, y la interpretación del milenio. De igual manera, la interpretación cronológica de toda la Biblia y la historicidad de todos los pasajes bíblicos. Ver estos conceptos más desarrollado en Teología II e interpretación bíblica. Adicional a esto la iglesia heredó una postura anticatólica y anti obra social porque se les relacionaba con la Teología liberal en Norte América. Con todo esto nos podemos identificar hoy los latinos, incluso con la Biblia Scofield. La evangelización en América se hizo a través de la Biblia Scoffield, publicada en 1909 y que en las anotaciones defendía la lectura fundamentalista de la Biblia. Es posible que nos identifiquemos con varios de estos puntos, esto se debe principalmente a dos razones. Primero, que la iglesia ha creído a lo largo de la historia varios de los elementos aquí relacionados. Segundo, que el mayor crecimiento misionero de Estados Unidos a Latinoamérica se da a inicios del siglo XX, momento en el que el fundamentalismo estaba en su apogeo, de ahí que muchos de los misioneros trajeron consigo las consignas del fundamentalismo a pesar de que los problemas de la Teología liberal no habían llegado a estas tierras sí llegó el “antídoto” de los mismos. El fundamentalismo estaba presente en los creyentes de las sociedades misioneras de corte evangélico (no tradicional) y en el naciente y creciente movimiento pentecostal, de ahí que, en la forma más amplia, el evangelio en Latinoamérica es hijo del fundamentalismo de inicios del siglo XX. Sin embargo, ¿Vamos a seguir desconociendo los aportes tan importante de otras ramas del conocimiento? Debemos rescatar el principio que todo lo que es verdad procede de Dios. En este mismo sentido Calvino expresó: “Todo lo que es verdadero provine de Dios, y consecuentemente, si hombres malvados han dicho algo que es verdad y justo, no lo podemos rechazar, porque proviene de Dios” (Tit. 1:12) (Calvino, 1994, pág. 186).

MOVIMIENTO PENTECOSTAL El movimiento pentecostal es el movimiento cristiano de mayor crecimiento durante el siglo XX. En Latinoamérica representa el formato eclesial con mayor alcance, es decir el 65% de la iglesia evangélica en el continente. Este movimiento ha tenido fuerte impacto no solo en la evangelización sino en el desarrollo de otras iglesias de corte histórico o evangélico. Este impacto hace necesaria una mirada al movimiento pentecostal, relacionada a su labor en Latinoamérica y a su relación con el fundamen-

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La Iglesia en el Siglo XX talismo cristiano. El fundamentalismo fue adoptado por el movimiento pentecostal, así como el dispensacionalismo y el sionismo de finales del siglo XIX. La mejor forma de clasificar al pentecostalismo es su percepción como movimiento, esto debido a la transversalidad de sus orígenes. Es decir, no está anclado a una familia denominacional, sino que se dio en la conjugación de varias denominaciones, metodistas, bautistas, presbiterianos, etc. Además de esa transversalidad, las iglesias pentecostales suelen organizarse en forma similar a las iglesias históricas, especialmente, la corriente metodista de la cual es heredero el movimiento pentecostal. El pentecostalismo como lo conocemos en la actualidad surge del llamado avivamiento pentecostal a inicios del siglo XX, pero tiene sus raíces teológicas e históricas en los movimientos de santidad que marcaron profundamente el protestantismo anglosajón en el siglo XIX. Es decir, el pentecostalismo bebe de la herencia de la santidad y del movimiento renovador que inició Juan Wesley en la Inglaterra del siglo XVIII. Así como Wesley interpretó la obra de santificación como una obra subsecuente a la justificación, el pentecostalismo hace esa misma distinción sumándole a la obra de santificación la comprensión del bautismo en el Espíritu Santo. El wesleyanismo hizo énfasis con esta comprensión de la santificación en la importancia de la piedad personal y esto es proclamado por el movimiento pentecostal. Para Juan Wesley la santificación no era una obra específica de la tercera persona de la Trinidad, lo cual sí interpretan los pentecostales. Sin embargo, John Fletcher, contemporáneo de Wesley, sí lo interpretó así, en el naciente metodismo posterior a Wesley. Ahora, esta interpretación de la santidad que inició dentro del metodismo fue la base para la búsqueda del Espíritu Santo que caracterizó los avivamientos evangélicos de fines del siglo XIX. Y que desencadenó el llamado Avivamiento de la calle Azusa, nacimiento del pentecostalismo. El avivamiento de la calle Azusa es la forma en que la historia de la iglesia llama a las reuniones de oración interdenominacional que dieron origen al pentecostalismo contemporáneo. Entonces el pentecostalismo clásico nace en los Ángeles en 1906 en un espacio de enseñanza y oración en la calle Azusa iniciado por las enseñanzas de los ministros Charles Parham y William Seymour. Este avivamiento se caracterizó por considerar que la evidencia inicial del bautismo del Espíritu Santo es el hablar en lenguas. Sin embargo, existen avivamientos pentecostales en la historia (India, Chile) que son independientes del caso de Azusa y que no enfatizan la “evidencia inicial” pero sí son de fuerte tradición wesleyana.


La Iglesia en el Siglo XX El pentecostalismo hizo presencia en forma temprana en Latinoamérica, los casos más tempranos que tenemos son Chile: 1909; Argentina y Brasil: 1910; Perú: 1911; Nicaragua: 1912; México: 1914; Guatemala y Puerto Rico: 1916. Esta presencia temprana nos deja ver que el pentecostalismo latinoamericano inició antes del establecimiento de las grandes denominaciones pentecostales en el Atlántico Norte. Mientras en Chile se trató de un avivamiento local. En los demás países mencionados, el trabajo lo iniciaron misioneros solitarios o inmigrantes. Por lo tanto, la primera fase de expansión pentecostal no contó con respaldo institucional ni financiero de denominaciones norteamericanas o europeas. Casi sin excepción, en esta primera fase las iglesias pentecostales crecieron en sectores rurales empobrecidos y en los emergentes barrios periféricos. Por tanto, se trata efectivamente de sectores de población que, aunque hubieran sido bautizados, no contaban con asistencia pastoral, lo que había debilitado su adhesión a la Iglesia Católica. Los sujetos de esta evangelización han sido, en la mayoría de los casos, personas del pueblo que han querido compartir su propia experiencia de encuentro con Cristo. El pentecostalismo creció en forma rápida en territorio latino basando su evangelización en el compromiso personal, en la demostración de profunda piedad, en la oportunidad de voz y voto de cualquier persona dentro de la comunidad eclesial sin importar su condición social. Estos factores y la facilidad de inculturación permitieron un gran crecimiento del movimiento pentecostal. En forma positiva el pentecostalismo influyó en la iglesia al rescatar la voz para todo creyente. Además aportó pasión por la evangelización y el alcance de la mayor cantidad de personas posibles. Las iglesias pentecostales dieron espacio a la mujer y a los marginados en el servicio a Dios e integraron la parte emocional de la persona a la fe en contraposición a la racionalidad latente de las iglesias históricas. Sin embargo, también tuvieron aspectos negativos que influyeron en la iglesia. Una de ellas fue la separación de la realidad presente y la vida futura dado sus comprensiones escatológicas. Es decir, se preocuparon más por salvar almas desconociendo las necesidades humanas. En este sentido podemos escuchar a muchos que están interesados en las almas, en vez de toda la persona. Además que hacen la separación del cuerpo y el alma, ven el cuerpo como algo malo que toca castigar y no es importante en la vida futura. Por tal razón, el acercamiento dispensacionalista de la segunda venida de Cristo dejó de lado la obra social y los acercamientos a las necesidades humanas para priorizar una idea de evangelización que solo se preocupaba por el alma de las personas. Además, en algunos casos la llevada al extremo del énfasis en las emociones significó un abandonar la fe Escritural por un culto a las emociones. En ese sentido, no es raro escuchar algunas personas decir en la iglesia hoy sí sentí la presencia de Dios, hoy se movió el Espíritu con libertad en risa santa, danza santa. Aún algunos se levantan a profetizar y hablar en lenguas sin haber quien las interprete (1Co. 14:28-30). Y si no se siente alguna emoción, hasta expresan: “hoy no se movió el Espíritu Santo”, o “hoy no sentí que Dios me hablará”, todo está basado en sus emociones. Todo esto ha desplazado el lugar de la Escritura como centralidad de culto racional a Dios (Ro. 12:2). Dios nos llama a hacer todo en el culto decentemente y en orden (1Co. 14:40).

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La Iglesia en el Siglo XX Como iglesia metodista creemos que los dones del Espíritu también son para nuestros tiempos pero que todo se debe hacer decentemente y en orden. Llegados a este punto, debemos decir que hablar en lenguas no es la evidencia del bautismo en el Espíritu. Dios ha dado diversos dones y son manifiestos de manera distinta para capacitar su cuerpo y así empoderarles para llevar a cabo su obra (1Co. 12:7-11). Entender esta verdad nos debe llevar a no discriminar algunas personas que llevan años en la iglesia y nunca han hablado en lenguas porque tienen otros dones. Miles de personas han sido lastimadas y hasta se han sentido frustradas por no hablar en lenguas porque en ocasiones, hasta se les ha enseñado a hablar en lenguas, pero su intento ha fallado. Por otro lado, la santidad se ha enfocado en una santidad solitaria, olvidando que nuestra fe no conoce una santidad solitaria sino social. Dios no desea salvar individuos aislados sino comunidades santas. Wesley escribió: “el evangelio de Cristo no conoce otra religión, sino la social, ni otra santidad, sino la santidad social”. En esa misma línea la santidad social tiene tres dimensiones: 1) la creciente responsabilidad para dar cuenta al cuerpo de Cristo, 2) mayor responsabilidad social por las necesidades de los pobres y 3) mayor responsabilidad ante la creación. En ese sentido es “la fe trabajando por el amor” es la longitud, la anchura, la profundidad y la altura de la perfección de los cristianos. Otro aspecto negativo que heredó el pentecostalismo de fundamentalismo es el acercamiento sionista. La iglesia ha leído en forma no adecuada el conflicto político de la nación de Israel y hace una interpretación negativa de la iglesia al considerarla un paréntesis histórico que desconoce su comprensión en el Nuevo Testamento como el Israel de Dios. Es decir, la iglesia, el cuerpo de Cristo. Como Iglesia Metodista Libre somos conscientes de que el pueblo de Dios es la iglesia. Que muchos de nuestros hermanos musulmanes convertidos a Cristo están en medio de esta guerra, y que la iglesia de Cristo de manera inconsciente está apoyando estas guerras para darle la tierra prometida a Israel. Jesús dijo en esto conocerán que ustedes son mis discípulos, en que tienen amor los unos por los otros (Jn. 15:13). ¿Cuál es el amor que le estamos mostrando a nuestros hermanos musulmanes? Dejaremos por un momento al movimiento pentecostal de lado, para hablar del impacto de las guerras mundiales y de la Teología de la liberación.

EL IMPACTO DE LAS GUERRAS MUNDIALES Un elemento particular en el crecimiento de la iglesia en Latinoamérica está relacionado con las guerras mundiales. La realidad de las guerras mundiales trajo consigo una gran migración de europeos al continente americano, migrantes que encontraron en la iglesia un espacio de acogida


La Iglesia en el Siglo XX y consuelo para sus vidas. Además, las guerras hicieron que la iglesia católica enfocara sus esfuerzos y su golpeada economía en las realidades de la sociedad europea dejando rezagado el envío de sacerdotes a zonas rurales y ciudades pequeñas de América. Este espacio de ausencia pastoral dejó un campo abierto para el crecimiento de las iglesias protestantes que tenían misioneros disponibles producto de la imposibilidad de hacer misiones en parte del territorio asiático debido a las guerras mundiales y al creciente modelo político comunista en países como China. Estas realidades combinadas dieron como resultado el crecimiento de la iglesia y la concentración de esfuerzos misioneros en la región.

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN La teología de la liberación representa uno de los aportes más importantes de la teología latinoamericana al mundo. Nace como resultado de las reflexiones teológicas de la Conferencia de Medellín (Colombia) realizada por el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en 1968 como resultado del Concilio Ecuménico Vaticano II. De este movimiento los teólogos más destacados son los sacerdotes Gustavo Gutiérrez del Perú, y los hermanos Leonardo y Cleovis Boff de Brasil. La teología de la liberación si bien surge en 1968, se articula en el libro “Teología de la Liberación, perspectivas” escrito por Gustavo Gutiérrez y publicado en 1971. Sin embargo, esta reflexión bebe de la acción de la Iglesia Católica de Brasil que había iniciado en 1957 un movimiento de comunidades de base que permitió el compromiso de la juventud católica con las realidades de su entorno. A la labor de estos sacerdotes se sumaron los aportes de Paulo Freire en materia educativa y del misionero presbiteriano Richard Shaull que empezó a analizar el entorno a la luz de los principios marxistas y en diálogo con sacerdotes dominicos. Adicional a estos elementos se sumó la lucha por los derechos civiles de los negros liderada en Estados Unidos por Martin Luther King, Jr. y el posterior desarrollo de la teología campesina expuesta por Charles Ávila. Si bien la teología de la liberación terminó en muchos espacios siendo el ambiente en el cual pudo crecer la enseñanza de las doctrinas marxistas y estuvo relacionada con el surgimiento de varias guerrillas de izquierda en Latinoamérica. También aportó en hacer visible muchas de las desigualdades sociales que se vivían en territorio latinoamericano. Especialmente la lucha por el pobre y oprimido. A continuación, se resaltan algunas de las principales ideas de la teología de la liberación. 1. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del ser humano. 2. Eliminar la pobreza, la explotación, las faltas de oportunidades e injusticias de este mundo. 3. Garantizar el acceso a la educación y la salud. 4. La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana. 5. Reflexión constante del ser humano sobre sí mismo para crear una actitud creativa en su propio beneficio y en el de la sociedad.

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La Iglesia en el Siglo XX 6. La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios y la pobreza es un pecado social. 7. No solamente hay pecadores, hay víctimas del pecado que necesitan justicia, restauración. Todos somos pecadores, pero en concreto hay que distinguir entre víctima y victimario. 8. Tomar conciencia de la lucha de clases optando siempre por los pobres. 9. Afirmar el sistema democrático profundizando la concientización de las masas acerca de sus verdaderos enemigos para transformar el sistema vigente. 10. Crear un “ser humano nuevo” como condición indispensable para asegurar el éxito de la transformación social. El ser humano solidario y creativo motor de la actividad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especulación y espíritu de lucro. 11. La libre aceptación de la doctrina evangélica, es decir, primeramente, procurar a la persona unas condiciones de vida dignas y posteriormente su adoctrinación evangélica si la persona quiere. No como anteriormente se hacía: mientras las misiones cristianas dieran de comer, las personas se proclamaban cristianas. La teología de la liberación aportó en forma positiva el poner en relieve la desigualdad social y la necesidad de la iglesia de actuar frente a los problemas sociales. En forma negativa reforzó la desconexión aún mayor de las iglesias con la obra social por su lectura marxista de la fe. La iglesia para no terminar leyendo sociológicamente la Biblia y no ser afectado por las ideas negativas sociales se resguardó de las ideas justas que tenía la teología de la liberación en cuanto a la denuncia de desigualdad y justicia para los oprimidos. Hay que resaltar que teologia de la liberacion comenzó en la Iglesia Católica y allí tuvo su mayor crecimiento. Sin embargo, fue un corriente fuerte en algunas iglesias históricas protestantes, en algunos paises como por ejemplo Brasil y Argentina en la Iglesia Metodista.

CONCLUSIONES En el transcurso de esta lección hemos mencionado diferentes movimientos que impactaron durante el siglo XX la realidad eclesial mundial y que tocan a nuestras iglesias y su desarrollo histórico en mayor o menor medida, dependiendo del contexto. Entonces queremos ahora resaltar algunos aprendizajes en este espacio a la luz de los contenidos vistos. 1. Del congreso de Panamá podemos aprender la importancia de evaluar el entorno a evangelizar y el compromiso con la extensión de evangelio. 2. Del fundamentalismo cristiano debemos resaltar y aprender su intento de ser fiel a la fe, pero debemos cuidarnos de despreciar al otro por su doctrina, al contrario debemos amarlo y evaluar su doctrina a la luz de la Escritura. 3. Del movimiento pentecostal resaltamos la búsqueda de piedad personal, la convicción de llamado y la preocupación por toda persona que está lejos del amor de


La Iglesia en el Siglo XX Dios. Además, la importancia de dar oportunidad de participación a todo creyente y la capacidad de adaptación cultural para poder llegar en mejor forma con el evangelio a más sectores. Sin embargo, debemos cuidarnos de olvidar la integralidad del evangelio haciendo de este algo solo para el “alma”. Tambien podemos aprender la necesidad de poner la fe en práctica y depender del poder de Dios. Pero no debemos enfatizar un don sobre otros y no debemos buscar el poder sacrificando el amor. 4. La teología de la liberación puso de relieve la importancia de la justicia social, la opción por el pobre y el cuidado del desprotegido. Sin embargo, erró al interpretar la justicia a la luz de las corrientes políticas de los siglos XIX y XX y no a la luz de la Escritura. Nuestro amor por el pobre no debe ser el reflejo de una opción política debe ser resultado del estudio de la Escritura.

ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN El congreso de Panamá encontró varias razones por las cuales Latinoamérica necesitaba ser evangelizado con urgencia. Analice cada una de estas razones y evalúe si siguen vigentes en nuestra actualidad y cómo se ven manifiestas. Adicional, presente una propuesta de cómo usted, su familia, iglesia o Casa de Paz pueden hacer su aporte en este punto.

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La Iglesia en el Siglo XX Durante esta lección hemos visto cómo algunos movimientos nacientes influenciaron el protestantismo en Latinoamérica, teniendo en cuenta la siguiente gráfica, investigue y analice cuáles aspectos podemos tomar para aprendizaje, cómo estos han impactado directa o indirectamente su vida y cuáles debemos evitar.


La Iglesia en el Siglo XX

6 LA IGLESIA EN EL SIGLO XXI

PROPÓSITO DE LA LECCIÓN

Ayudar al estudiante en la comprensión de los retos de ser iglesia hoy para su vida y ministerio

RESULTADOS DESEADOS

Al concluir esta lección el estudiante: • Identificará los principales retos para la iglesia en Latinoamérica. • Entenderá los aportes de la historia para ser iglesia. • Valorará la fe recibida en relación con Dios.

CONTENIDO

• Introducción • ¿Dónde está el cristianismo hoy? • Retos que enfrenta la iglesia • Retos teológicos • Aportes de la historia para ser iglesia • Actividades de evaluación


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La Iglesia en el Siglo XXI INTRODUCCIÓN “Los teólogos no producen las crisis; simplemente las señalan”. Hans Kung Esta frase del teólogo suizo muestra que en realidad el trabajo del teólogo es señalar la crisis. Es decir, la crisis ya está producida por diferentes factores sociales, económicos, políticos, religiosos y eclesiásticos. Se supone que al señalar la crisis, esto nos muestra varios retos para superar las crisis. La idea no es señalar la crisis y lamentarnos por eso, sino que busca responder de forma proactiva y superar estos retos. Como hemos visto en las lecciones anteriores cada época tiene sus retos o desafíos. Sin embargo, ¿Conoce los retos que tiene la iglesia hoy? No entraremos aquí en todos los retos en torno a los desafíos contemporáneos presentados por la sociedad a los que la iglesia debe responder. Sino que nos limitaremos a los desafíos intraeclesiales a los cuales también se debe responder desde una comprensión amplia de iglesia. En este apartado entonces nos referiremos rápidamente a dónde nos encontramos como iglesia hoy, mencionaremos algunos retos para la iglesia en el mundo contemporáneo y daremos paso a la revisión breve de los problemas teológicos que representan la teología de la prosperidad, el neoprofetismo y neoapostolado. Por último, trabajaremos en esta lección a forma de conclusión, más del curso en general que de la unidad misma, una respuesta a la pregunta ¿Qué aporta la historia para ser iglesia? Esperamos brevemente dar respuesta a este planteamiento, pero la expectativa está realmente centrada en que el contenido de estas 6 unidades haya sido respuesta suficiente a esta pregunta.

¿DÓNDE ESTÁ EL CRISTIANISMO HOY? La primera cuestión en la que centramos el contenido de esta lección es en el asunto demográfico. Pensar en dónde está el cristianismo hoy, es pensar en cuántos cristianos somos en este momento en Latinoamérica. Debemos considerar que diversas investigaciones proyectan que en el 2050 el cristianismo seguirá siendo la religión de más de la mitad de la población mundial (contando todas las vertientes de fe cristiana tales como católicos, ortodoxos, reformados, evangélicos, pentecostales e independientes; y algunos grupos que surgieron del cristianismo como Testigos de Jehová y Mormones) pero la religión con mayor crecimiento a nivel mundial será el islamismo. Una de las razones del alto crecimiento del islamismo es que tienden a tener más hijos que en otras religiones. Adicionalmente, con la influencia de la migración y el crecimiento de las consideraciones de libertades serán más comunes las familias en las que sus miembros profesen diferentes creencias; es decir, familias donde los padres o dos o más miembros de la misma pertenecen a grupos religiosos diferentes, por ejemplo: cristiano budista, católico - judío, cristiano - ateo. Dicho lo anterior, la iglesia cristiana entonces enfrenta un fuerte contraste, nunca antes visto en Latinoamérica. La iglesia nunca ha tenido tanto poder, membresía e influencia tan grande como lo tiene en este momento. Sin embargo, la iglesia cada vez está siendo marginada al campo de la esfera privada de la vida, perdiendo así espacios para ser luz y sal en medio de la sociedad. Sin embargo, partimos


La Iglesia en el Siglo XXI de una mirada demogrรกfica que nos permita ver las oportunidades que como iglesia tenemos. Como se podrรก ver en la siguiente tabla que publicรณ el Pew Research (Pew Forum, 2014) en noviembre de 2014 con la siguiente informaciรณn:

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La Iglesia en el Siglo XXI Como podemos notar en la gráfica, el 69% de la población en Latinoamérica se sigue identificando como católica, solo el 19% se considera protestante y tenemos un 12% que no se considera afiliado a alguna religión o que pertenece a otro tipo de religiones. Esto nos deja un enorme campo de misión en el cual trabajar. Debemos resaltar el caso del aumento de personas que no manifiestan algún tipo de afiliación religiosa. Más allá de la sorprendente cifra en Uruguay donde llegan al 37% y República Dominicana con el 18%. Por otro lado, tenemos la cruda realidad que solo el segmento pentecostal de la iglesia (estimado en 65%) está creciendo más rápidamente que el ateísmo. Es decir, que tanto las iglesias tradicionales como la iglesia católica han ido decreciendo mientras la no afiliación a religión alguna ha ido ganando terreno en el continente en un proceso de secularización que dio inicio a mitad del siglo XIX como observamos en la lección 2.

RETOS QUE ENFRENTA LA IGLESIA Si partimos de la mirada demográfica que se acaba de presentar podemos ver diversos retos para la iglesia contemporánea. A continuación damos algunos: 1. La iglesia tiene el reto de la evangelización. El hemisferio occidental está cada vez más siendo cristiano solamente en la esfera cultural, parte de su herencia, pero lejos de la práctica. El segmento de personas no evangelizadas ha ido en crecimiento. La iglesia católica disminuyó en las últimas décadas en un 15% su población, pero de ese número solo el 10% fue absorbido por las iglesias protestantes, un 5% de esa población continental pasó a ser no creyente en forma directa. Un elemento adicional en el reto de evangelizar es que la investigación mencionada indica que solo el 38% de los protestantes están interesados en compartir su fe, menos de la mitad de la iglesia está entendiendo la importancia de ser sal y luz en la sociedad. 2. La iglesia tiene el reto de la consolidación y discipulado familiar. Las investigaciones muestran que la proyección del cristianismo en Latinoamérica en este momento apunta al decrecimiento. Existe un porcentaje que varía entre el 50% y 60% de creyentes menores de 35 años que se encuentran comprometidos con la fe y cada vez es más común que en las familias de creyentes no se llegue a un cristianismo de tercera generación. Esto es un reto para la iglesia que debe seguir extendiéndose en la predicación del evangelio y a la vez consolidar mediante el discipulado a los miembros de la iglesia local. 3. El reto frente a los movimientos “emergentes”. La iglesia debe formar a su congregación y adicional a esto, debe formar en mejor forma a los ministros de las diversas congregaciones para luchar en contra de los movimientos emergentes. Además de formarlos para responder de mejor manera a diversos retos sociales. Por ejemplo en el matrimonio homosexual, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, la llamada igualdad de género, entre otros. Estos últimos cuentan con apoyo de teologías emergentes y son un reto para la iglesia en su acercamiento a la sociedad. En muchos de los países esta realidad se encuentra agravada por posiciones políticas


La Iglesia en el Siglo XXI en las cuales la influencia que ejerce la iglesia favorece la desigualdad y la injusticia social en lugar de contrarrestarla. 4. El reto de la corrupción. Casi en forma indistinta Latinoamérica enfrenta problemas de corrupción. La mayoría de países ha tenido casos recientes e internacionalmente sonados en esta área. La iglesia debe enfrentar estos casos y formar en contra de ellos. La iglesia enfrenta el reto de ser voz profética frente a la corrupción en su entorno y esto, como se mencionó en el ítem anterior, muchas veces es omitido por el favorecimiento de ciertas posiciones políticas. La iglesia debe impactar cada esfera de la sociedad, pero estamos en deuda en nuestro acercamiento social y político en el continente como espacio de transformación impulsada desde el evangelio. Hemos mencionado cuatro retos en forma breve, producto más de la mirada demográfica que de la mirada teológica, estos retos son bastante generales para la iglesia en el continente y van más allá de las realidades locales a las que cada iglesia se enfrenta. Adicional a estos están los retos teológicos internos que afectan a la iglesia y que desarrollaremos a continuación.

RETOS TEOLÓGICOS En las últimas décadas han surgido diferentes corrientes teológicas, que han tomado fuerza en las iglesias en Latinoamérica. Estas corrientes teológicas que distorsionan el verdadero significado del evangelio se han propagado rápidamente a través de los medios de comunicación. Sin embargo, para algunos pastores y creyentes, ya la ven como parte de su creencia y hace parte de su cosmovisión. Por tal razón se hace indispensable tratar estos retos teológicos para la iglesia de Cristo. Teología de la Prosperidad Uno de los desarrollos teológicos que más han hecho daño a la iglesia en las últimas décadas es la llamada teología de la prosperidad. Esta doctrina afecta tanto el interior de la iglesia, pues pervierte la fe, como el exterior de la iglesia, ya que resta testimonio y credibilidad a la iglesia en medio de la sociedad en la cual se encuentra. Con “teología de la prosperidad” nos referimos a un acercamiento neoliberal y consumista a Dios. Esta corriente de pensamiento expresa que el cristiano será bendecido por Dios, en su economía o recibirá el milagro por haber entregado algún dinero previo. Este dinero obliga o compromete a Dios para dar la bendición al creyente que ofrenda. Esta teología sigue el patrón de la religiosidad popular en la que se piensa que se “castiga o beneficia a Dios” a cambio de los favores recibidos o la ausencia de los mismos. La expresión “teología de la prosperidad” no responde a una auto designación de los grupos que la practican, tampoco es realmente una teología o doctrina pues carece de elaboración en su contexto bíblico. Suele ser

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La Iglesia en el Siglo XXI llamada más como evangelio de la prosperidad lo cual abiertamente pervierte el anuncio del evangelio en la Escritura. Esta teología de la prosperidad nace en el seno del neopentecostalismo de los Estados Unidos en medio de la confusión del capitalismo y las tendencias neoliberales del mercado con la fe. Este encuentra en la población de Latinoamérica un caldo de cultivo perfecto para su crecimiento. Una población agobiada por la pobreza y con la expectativa de una salida rápida a la problemática por medio de la fe. Esta corriente de pensamiento contiene elementos del cristianismo, es decir, usa ciertos textos bíblicos para sustentar su postura. Además que mezcla elementos de la Nueva Era y la confesión positiva. En una palabra es sincretismo. Esto ha generado así, un formato en el cual la fe se ve expuesta a una distorsión del evangelio, que a su vez genera más distorsiones. Los pastores que predican la prosperidad hacen uso de diversos textos bíblicos tomados fuera de su contexto para mostrar cómo se da la llamada “ley de la siembra y la cosecha” en medio de la Escritura y la obligación de Dios de bendecir a los sembradores de dinero. Como el acercamiento es capitalista la bendición de Dios no se da por su presencia o en la relación con Él. Al contrario se da en el materialismo, la bendición es tangible, es económica o en un milagro. La bendición en estas áreas demuestra el favor de Dios. Por tal razón, el pobre, más allá de la exclusión social por su condición socio-económica, no prospera porque vive en pecado o poco, o no recibe porque le falta fe. La iglesia debe enfrentar el reto que esta visión de evangelio representa. Esto implica hacer una lectura del evangelio a la luz de la Escritura y no del modelo económico del país. Además, implica pensar en las prioridades de la Escritura y en los compromisos con Dios que se revelan en la Biblia. La Escritura sí presenta que Dios prospera en todas las áreas. Sin embargo, esta prosperidad o bendición trasciende lo individual. Estas bendiciones deben ser para compartir en comunidad y no individualmente (Hch. 2:43-47). Es decir, la función de la bendición económica es para que no haya pobres (Dt. 15:4). No es para que el que tiene más las acapare (Lc. 12:13-21). Además, reconocemos que Dios obra milagros gratuitamente y que el creyente no debe comprarlos, todo lo recibe por gracia y en el tiempo adecuado. El Neoprofetismo y el Neoapostolado La iglesia contemporánea ha estado sufriendo en las últimas décadas en torno al surgimiento de los “ungidos”. Es decir estos personas “ungidas por Dios” que se autodenominan “ungidos” y que son superiores al resto de la congregación. Estos ungidos han adoptado los títulos de profetas y apóstoles como título superior al de los pastores, obispos, presbíteros y demás nomenclaturas tradicionales de cargos eclesiales.


La Iglesia en el Siglo XXI Si bien el Nuevo Testamento menciona diversos ministerios al interior de la iglesia no establece una jerarquía para los mismos. Las iglesias en la historia temprana se organizaron en diferentes formatos que les permitieran mantener la comunión, extender el evangelio y enfrentar la persecución. Sin embargo, estas jerarquías estaban subordinadas a la iglesia misma y respondían a la iglesia en el ejercicio de sus obligaciones. Tradicionalmente ha sido la iglesia la encargada de reconocer el llamado de Dios a una persona al ministerio de su congregación. No se consideraba como un factor establecido por un externo, ni respondía a la práctica malsana de las llamadas “escuelas de impartición ministerial”, en las cuales después de un fin de semana una persona tiene un ministerio autoritario sobre la iglesia, ministerio no dado por Dios ni validado por la iglesia. Estas personas que se autodenominan profetas y apóstoles, tienen un mal concepto de lo que significó ser un profeta o apóstol. El papel de los profetas y los apóstoles en la Escritura eran hacer volver el corazón de las personas a Dios, la búsqueda del arrepentimiento y la proclamación del mensaje del evangelio. La iglesia tenía apóstoles que cumplían con la función de anunciar a Cristo. Se sabe, por la Didajé, que desde el siglo I existieron falsos maestros y profetas. Estos falsos maestros debían ser enfrentados por la iglesia porque su mensaje estaba orientado a la autosatisfacción y el auto enriquecimiento. Eran personas sujetas a sus propias pasiones y hacían caer en descrédito el anuncio del evangelio. Es básicamente la misma situación de los llamados “ungidos” contemporáneos que solo se preocupan por tener más y más dinero y su predicación gira en torno a ellos mismos y no al anuncio del evangelio. El anuncio de estos grupos trae más opresión y pecado a las personas que le oyen, que son gran parte de la población cristiana, mientras que el anuncio del evangelio es de libertad en Cristo para el que le recibe. Ahora, el reto para la iglesia frente a este grupo es similar al reto con la teología de la prosperidad, debe guardarse de ellos, anunciar la verdad del evangelio y traer esperanza a la sociedad a través de la predicación de la Palabra. La iglesia debe hacer denuncia pública de esta perversión del evangelio. Como dice el texto de la carta de Judas 22-23: “Tengan compasión de los que dudan; a otros, sálvenlos arrebatándolos del fuego. Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado; aborrezcan hasta la ropa que haya sido contaminada por su cuerpo”. Debemos recordar que solo Dios puede mantenernos y presentarnos sin mancha delante de su presencia. Si bien la teología de la prosperidad, los nuevos apóstoles y los nuevos profetas tienen mucha visibilidad. La iglesia está en la necesidad de hacer visible el anuncio del evangelio en la forma más bíblica posible como respuesta al llamado divino para la misma.

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La Iglesia en el Siglo XXI APORTES DE LA HISTORIA PARA SER IGLESIA Hemos llegado al final del contenido y con esto, a la necesidad de responder a la pregunta planteada ¿Qué aporta la historia para ser iglesia? La respuesta es: la historia permite conocer las raíces de la iglesia. Además, permite ver qué problemas y retos ha enfrentado a lo largo de su historia y cómo ha respondido, o incluso ha dejado de responder. Esta mirada permite tener una guía para responder a las realidades que nos han correspondido en nuestro momento de la historia. Permite identificar qué prácticas debemos imitar y de cuáles debemos dejar o alejarnos. Cada momento de la historia estudiado debe ser visto como una oportunidad de aprendizaje eclesial. Un espacio para resaltar la fe en relación con las adversidades del contexto y para entender la iglesia en su desarrollo en medio de realidades históricas. La historia permite a la iglesia tener gratitud, ver cómo, a pesar de las dificultades y errores en su devenir, la iglesia ha sido preservada por el Señor. Este reconocimiento agradecido trae consigo a la vez el reto de pasar el testimonio a las siguientes generaciones, no solo se trata de mirar lo que pasó, se trata de formar a los que siguen para que sepan responder a sus propios retos contextuales. La historia nos permite ver la obra de Dios en contexto, entender que no estamos en el aire, que pertenecemos a una línea de hombres y mujeres que lo sacrificaron todo por dar prioridad al evangelio y la extensión del reino de Dios. Estudiar la historia nos invita a actuar como dijese el autor de Hebreos 11, en respuesta a la gran nube de testigos de nuestra fe.


La Iglesia en el Siglo XXI ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN Durante esta lección, hemos visto que como resultado de la historia de la iglesia en Latinoamérica hoy nos enfrentamos a diversos retos. Aquí mencionamos cuatro específicamente, reflexione primeramente en todos, pero seguidamente seleccione un reto para desarrollar con mayor profundidad.

Escoja uno de los cuatro retos. A continuación, se detallará una actividad para cada uno de estos retos. Enfóquese en el reto que más le llame la atención o en el que usted cree que su iglesia o Casa de Paz necesita trabajar con mayor profundidad. • Teniendo en cuenta que estamos en países mayormente católicos nos enfrentamos al reto de reevangelizar. El sincretismo y nominalismo es algo que nos ha afectado en gran proporción. Hay que tener en cuenta que no nos enfrentamos a personas que no saben nada del cristianismo,

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La Iglesia en el Siglo XXI de alguna u otra manera han escuchado del evangelio, pero que en la práctica no lo son. Analice los siguientes casos y escriba una respuesta para cada uno de ellos. o Yo no necesito ir a la iglesia, yo no le hago mal a nadie, no mato, no robo, antes ayudo a las personas necesitadas ¿Qué necesidad tengo de ir a la iglesia o Casa de Paz? o Yo también soy cristiano, solo que entiendo que Dios no es aburrido, antes bien, Él quiere que me divierta, y disfrute de todas las cosas que hay disponibles. o ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? Si Dios tiene todo el poder, ¿por qué permite que tantos niños sufran? ¿Por qué permite el hambre? ¿Por qué permite los desastres naturales? • La consolidación y discipulado familiar es de vital importancia y urge prestar atención a esta problemática. Reflexione teniendo en cuenta las siguientes preguntas: ¿Qué hace en su familia para enseñarles sobre la Palabra de Dios? ¿Cómo discípula y capacita a sus hijos en el evangelio? ¿De qué manera previene que sus hijos se alejen del Señor bajo la excusa que “nunca se pudieron divertir como personas normales”? Realice estás mismas preguntas a otras dos personas y reflexione en los resultados. Finalmente, presente a su formador un plan para empezar a implementar un discipulado familiar. Plantee cómo lo haría, qué incluiría y cómo se proyecta llevarlo a la práctica. • Los movimientos emergentes que más están impactando en la actualidad es el neoprofetismo y neoapostolado. Una de las responsabilidades como siervo del Señor es conocer su Palabra para comunicarla fielmente, teniendo en cuenta esto, responda las siguientes preguntas: ¿Cuál era la función de un profeta en el Antiguo Testamento? ¿En qué se parece o se distinguen los profetas en el Antiguo Testamento con los de la actualidad? ¿Cuál cree usted que es la función de los “profetas y apóstoles” actualmente? ¿Qué están buscando? ¿Cuál es el propósito principal de los profetas de la actualidad? ¿Qué buscan? • La corrupción en y fuera de la iglesia es un problema bastante importante. Haga la siguiente lectura y responda las preguntas: “Los cristianos y la corrupción: desafíos de la corrupción a la fe cristiana en América Latina”, págs. 11-28 por Arnoldo Wiens ¿Qué ha hecho la iglesia contra la corrupción? ¿Qué genera mayormente la corrupción? ¿Qué significa corrupción? ¿Qué significa corrupción en el contexto Latinoamérica? ¿Cuáles son las causas de la corrupción que menciona la lectura?


La Iglesia en elBibliografía Siglo XXI Bibliografía Bossuet, S. Historia de las variaciones de las iglesias protestantes. Buenos Aires, Argentina: Difusión, S.F. Brito B. I. Historia de la iglesia metodista libre dominicana. Santo Domingo, República Dominicana: Educativa Dominicana, S.F. Camacho, E. La iglesia Wesleyana en Colombia: su historia. Medellín, Colombia: Iglesia Wesleyana de Colombia, 2011. Dussel, E. Historia de la iglesia en America Latina: coloniaje y liberación (14921973). Barcelona: Nova Terra, 1974. Dussel, E. Historia general de la iglesia en América Latina. Salamanca, España: Sígueme, 1983. Escobar, S. Tiempo de misión: América Latina y la misión cristiana hoy. Bogotá, Colombia: CLARA, S.F. González, J. La historia como ventana al futuro: ensayos sobre historia de la iglesia. Buenos Aires, Argentina: Kairos, 2004. González, J. Mapas para la historia futura de la iglesia. Buenos Aires, Argentina: Kairos. González, J. Retos y oportunidades para la iglesia de hoy: recursos para la historia de la iglesia. El Paso, Texas: Mundo Hispano, 2011. González, J. Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. Miami, Florida: Caribe, 1978. González, O. E., y González, J. Documentos para la historia del cristianismo en América Latina. Florida: Kairos, 2015. Richard, P. Raíces de la teología latinoamericana. San José, Costa Rica: DEI, 1987. Roldán, A., et al. La iglesia latinoamericana: su vida y su misión. Buenos Aires: Certeza Argentina, 2011. Salinas, D. Teología con Alma latina: el pensamiento evangélico en el siglo XX. Lima: Ediciones Puma, 2018. Wagenveld, J. Sembremos iglesias saludables. Miami: Unilit, 2004.

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