Manual de Formación Pastoral

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La Iglesia Metodista Libre participa con Dios en la restauración de Latinoamérica desarrollando líderes saludables, multiplicando discípulos comprometidos y empoderando iglesias transformadoras.

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Guía para Juntas de Preparación y Consejo Ministerial

“Todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden”. 1 Corintios 14:40

IGLESIA METODISTA LIBRE Latinoamérica

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Equipo directivo Director de área Dr. Ricardo Gómez Pinto Equipo de Formación Ministerial Latinoamérica 2018 Dr. Ricardo Gómez, Dr. Glenn Lorenz y Dr. Paul Olver Coordinador de proyecto John Jairo Leal Rincón Equipo de trabajo Shirley Yomara Cadena Maldonado, Beth Gómez, Luis Fernando Pérez Rojas y Jennifer Porras Pabón Equipo Editorial 2021 Susana Castro, Becky Crouse, Dennis Crouse, Pedro Flores, María Helena Gómez, Glenn Lorenz, Flor Marlene Marchan, Fray Morales, Luis Fernando Pérez y Casto Rojas. Editor Sofía Martínez Jackson Dirección de Arte Esteban Venegas Diseño y diagramación Banny Joesser Izquierdo Hurtado

Permitimos a otros distribuir, remezclar, retocar y elaborar otros materiales a partir de esta obra sin fines comerciales, siempre y cuando nos den crédito y licencien sus nuevas creaciones según las mismas condiciones. Elaborado en Latinoamérica en 2021

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A lo largo de todos los manuales podrá encontrar algunos de los siguientes íconos. En ocasiones, puede encontrar una fusión de dos íconos, lo que implica que tiene ambos significados. A continuación, presentamos los íconos con sus respectivos significados:

Una pregunta o ejercicio en el que debe reflexionar.

Una pregunta o ejercicio para su crecimiento personal.

Una lectura adicional que debe hacer.

Un contenido digital que le ayudará a profundizar

Una definición o explicación de una palabra o una idea clave.

Una tarea práctica que debe desarrollar.

Servirá para saber donde hacer un receso.

Una idea a la que debe prestar atención especial.

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CONTENIDO Pág, Mensaje preliminar ........................................................................................... 8 Prólogo ................................................................................................................. 9 1. El pastor metodista libre ordenado ............................................................. 11 • Introducción • ¿Qué es la ordenación basada en resultados (OBRe)? • Corazón, cabeza y manos • Caminos hacia la ordenación • El proceso de ordenación y formación continua 2. La Junta de Preparación y Consejo Ministerial ........................................ 43 • Introducción • ¿Qué es una Junta de PCM? • ¿Cómo conformar una Junta de PCM? • ¿Qué hace la Junta de PCM? • Confidencialidad 3. El cuidado pastoral ........................................................................................ 53 • Introducción • Grupos de cuidado pastoral • ¿Quién es el responsable? • La función del líder • Beneficios para la iglesia local • Distribución del tiempo de los grupos de cuidado • Resumen 4. El proceso de mentoreo ................................................................................ 65 • Introducción • El arte de mentorear • Cualidades de un buen mentor • Consejos prácticos para mentores

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• Beneficios del mentoreo • Nuestro proceso de mentoreo • Agenda de una sesión de mentoreo • Importancia de la confidencialidad 5. Entrenamiento formalizado ...................................................................... 79 • Introducción • Formación curricular (entrenamiento formalizado) • Formación PIC • Vías de ordenación • Implementación del sistema de entrenamiento formalizado 6. Situaciones especiales .............................................................................. 91 • Introducción • Transferencia de ministros ordenados de otra denominación • Proceso de autorización por divorcio • Disciplina y restauración de los ministros ordenados Anexos Glosario Bibliografía

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MENSAJE PRELIMINAR En este manual, hemos empleado términos como “el candidato”, “el coordinador”, “el pastor” a fin de facilitar la lectura y favorecer la economía de palabras. No obstante, creemos que Dios llama a mujeres y a hombres para servir como miembros de las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial, como pastores y como candidatos ministeriales. Todos estos anexos y otros documentos que mencionamos en el manual se encuentran disponibles en el sitio web de la Iglesia Metodista Libre Latinoamérica (https://iml-latinoamerica.org/), en la pestaña Formación Ministerial. En la versión virtual de este manual tiene la opción de dar clic sobre cada documento y será dirigido a una versión digital. Además, hemos el símbolo para referirnos a párrafos del Libro de disciplina.

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Prólogo La Iglesia Metodista Libre participa con Dios en la restauración de Latinoamérica desarrollando líderes saludables, multiplicando discípulos comprometidos y empoderando iglesias transformadoras. Una forma de alcanzar esta meta es a través de la multiplicación de candidatos conferenciales, presbíteros y líderes laicos. Con nuestro propósito claro, nuestro enfoque se centra firmemente en el desarrollo de líderes y la plantación de iglesias. Dios está llamando a todo el pueblo metodista libre a servir a sus comunidades y a sus ciudades. Para alcanzar esta meta, es necesario tener un sistema que proporcione los recursos para la sólida formación de discípulos. Muchos de esos líderes van a ser pastores. Este manual presenta el sistema metodista libre a nivel denominacional, adaptado a nuestro continente latinoamericano. Los directores de distrito y los superintendentes de conferencias provisionales deben acatar las instrucciones aquí presentadas. Sin embargo, este material también será útil para todos aquellos que preparamos pastores, a fin de continuar impulsando este movimiento bíblico llamado Iglesia Metodista Libre.

Dr. Ricardo Gómez Pinto Director del Área Latinoamérica Misiones Mundiales Metodistas Libres Octubre de 2021

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1. El pastor metodista libre ordenado Propósito Presentar la comprensión metodista libre del ministerio ordenado, sus requisitos y las etapas del proceso. Contenido • Introducción • ¿Qué es la ordenación basada en resultados (OBRe)? • Corazón, cabeza y manos • Caminos hacia la ordenación • El proceso de ordenación y formación continua

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Introducción Ser un pastor ordenado de la Iglesia Metodista Libre es un gran privilegio. Sin embargo, ¿por qué es importante ser ordenado? En respuesta a esta pregunta, creemos que hay varias razones por las cuales un líder laico llamado por Dios debe ser ordenado. La primera es que la ordenación es un acto de autenticación, es decir, un acto en el que la iglesia confirma el llamado de Dios a la persona que aspira al ministerio pastoral. La segunda es que la ordenación es un acto de autorización: por medio del proceso de ordenación, se autoriza al candidato a realizar diferentes labores ministeriales que como laico no puede desempeñar. La tercera razón es que la ordenación es un acto de confirmación. En otras palabras, el proceso de ordenación le permite a la iglesia confirmar el llamado personal de Dios a su vida. Asimismo, es un proceso de capacitación que ayuda al candidato a identificar, desarrollar y ejercitar sus dones y sus habilidades. Es necesario que el pastor ordenado o presbítero sea alguien de dones comprobados y altas virtudes de carácter. A la vez, es fundamental que el presbítero sea una persona siempre dependiente de la gracia de Dios para su vida y su ministerio. Con respecto al ministerio ordenado, la sección ¶5300 del Libro de disciplina dice lo siguiente: Es bíblico que la iglesia ponga aparte a ciertas personas para tareas especiales de liderazgo. Estas personas dan testimonio de un llamado interno del Espíritu Santo. Dichas personas son examinadas y apartadas para la ordenación pública, incluyendo la imposición de las manos según el modelo de la iglesia primitiva. Estos hombres y mujeres ordenados por la iglesia se caracterizan tanto por dones como por virtudes. Los dones son regalos de habilidades especiales. Las virtudes son cualidades especiales del carácter. Ambas tienen su fuente en el Espíritu Santo que los capacita. Aunque la iglesia debe discernir y cultivar a aquellos que poseen los dones mencionados, la ordenación siempre y ante todo es un llamado y una unción de Dios. En cada asignación, el ministro ordenado sigue el modelo de Jesús, el buen pastor que entregó su propia vida por las ovejas (Juan 10:1-18; Ezeq. 34), sirvió con buena voluntad y sin egoísmo (1 Ped. 5:1-4), y ordenó a sus pastores alimentar el rebaño (Juan 21:15-17). Los ministros metodistas libres podrán desempeñar la tarea asignada como pastores de una congregación determinada o en alguna otra

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designación. En cualquiera de los casos, ellos son llamados a proporcionar un liderazgo lleno del Espíritu Santo en la iglesia para cumplir con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión. Una iglesia saludable, que se reproduce en más y en mejores discípulos, así como en iglesias nuevas, se caracterizará por la adoración viva, la acción evangelística y social, la edificación y la comunión cristiana. Los ministros ordenados asumen el compromiso con todo el cuerpo de creyentes para estos fines. Desde una perspectiva bíblica e histórica, son apartados para el estudio y la proclamación de la Palabra de Dios, la oración intercesora, la ganancia de personas para Cristo, la administración de los sacramentos (ceremonias) y la defensa del evangelio. Los ministros metodistas libres asignados como pastores de iglesias son llamados a ser líderes del pueblo de Dios. El liderazgo requiere visión, decisión, llevar a las personas a la acción y aprender a vivir en medio de la turbulencia que los cambios traen consigo. El liderazgo pastoral está arraigado en un profundo amor por Cristo y su compasión por las necesidades humanas. Los recursos de Dios son abundantes y están a disposición de todos los que abrazan esta tarea en una obediencia decidida y radical (Libro de disciplina 2019). ¿Qué es la ordenación basada en resultados (OBRe)? Teniendo en cuenta la alta responsabilidad que significa ser pastor ordenado, la conferencia general ha desarrollado una lista de quince atributos que se alinean con un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la IML. Los candidatos recomendados para la ordenación como presbíteros deberán desarrollar y modelar los siguientes atributos: a. Se caracterizan por su madurez espiritual y una fuerte convicción del llamado al ministerio. 9 Demuestran una vida moldeada por los medios de gracia. 9 Basan su identidad y su llamado firmemente en Cristo. 9 Son ejemplos de una vida de santidad guiada por el Espíritu. b. Demuestran un alto nivel de conciencia de sí mismos. 9 Entienden y expresan sus fortalezas y sus debilidades.

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9 Forman equipos para tener respaldo en áreas que no son su especialidad. 9 Saben que su estilo de liderazgo y comunicación puede impactar a los demás tanto de manera positiva como negativa. c. Viven una vida bien equilibrada que puede sobrellevar las demandas del ministerio. 9 Atienden adecuadamente sus necesidades físicas, emocionales y mentales. 9 Programan, con regularidad, tiempo para el entretenimiento y la recreación. 9 Viven vidas sencillas, libres de adicciones y compulsiones. d. Su vida se caracteriza por el amor a los demás. 9 Dan prioridad a su cónyuge e hijos (si los tienen). 9 Desarrollan y mantienen relaciones sanas y cercanas con personas dentro y fuera de la iglesia. 9 Cultivan relaciones de confesión y rendición de cuentas. e. Son ejemplos de humildad. 9 Están siempre dispuestos a aprender y aceptan la corrección. 9 No mantienen una actitud defensiva hacia sus líderes, sus seguidores ni sus compañeros. 9 Buscan con entusiasmo la perspectiva de otros. f. Demuestran entendimiento bíblico. 9 Poseen un entendimiento de la metanarrativa bíblica. 9 Tienen una hermenéutica wesleyana que acepta la autoridad de las Escrituras. 9 Son capaces de fundamentar su cosmovisión wesleyana con argumentos bíblicos. g. Demuestran una integración teológica wesleyana. 9 Conocen y aceptan la historia, el gobierno, los artículos de religión y los valores centrales de la IML. 9 Pueden comunicar las características wesleyanas convincentemente. 9 Entienden y aceptan la teología relacional wesleyana.

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h. Tienen una educación teológica coherente con el ministerio ordenado. 9 Han terminado sus estudios de secundaria. 9 Han terminado satisfactoriamente sus estudios del currículo de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica. 9 Promueven el aprendizaje de por vida y lo demuestran con su ejemplo. i. Tienen una postura hospitalaria hacia todo el cuerpo de Cristo y la sociedad. 9 Buscan activamente crear y mantener vínculos con otros grupos cristianos. 9 Demuestran un aprecio por la contribución de otras tradiciones cristianas y, a la vez, aceptan las de la IML de todo corazón. 9 Demuestran un creciente aprecio por la humanidad y valoran a todas las personas sin importar sus sistemas de creencias. j. Poseen la habilidad de aplicar de manera práctica lo que aprenden. 9 Son capaces de hacer que la teología compleja sea entendible para todos. 9 Demuestran habilidad para identificar la actividad redentora de Dios en la vida diaria. 9 Son capaces de profundizar la fe por medio de experiencias de la vida real. k. Demuestran fruto en el ministerio. 9 Tienen una trayectoria de predicación, enseñanza y liderazgo que transforma a otros. 9 Se involucran en el evangelismo personal y comunitario. 9 Tienen la habilidad de desarrollar y mantener comunidades de fe diversas y saludables. l. Apoyan de todo corazón el ministerio de justicia y compasión. 9 Cuestionan la injusticia y la discriminación dondequiera que se encuentren. 9 Se involucran en las necesidades locales y globales de los oprimidos y los pobres. 9 Buscan intencionalmente ministrar y participar en la emancipación de los que están en sistemas esclavizadores. m. Son líderes-siervos. 9 Promueven el desarrollo de los demás. 9 Sirven a la iglesia local y global demostrando competencia multicultural.

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9 Crean ambientes de ministerio saludables caracterizados por la seguridad y la ausencia de prejuicios. n. Empoderan a los demás para que descubran el diseño de Dios para ellos y vivan según su plan. 9 Son fervientes defensores del liderazgo femenino. 9 Promueven las comunidades y los equipos multiculturales. 9 Ayudan activamente a otros a descubrir su excelencia. o. Lideran con creatividad y visión. 9 Siguen las mejores prácticas para lograr un ministerio relevante en el contexto y la cultura. 9 Proponen alternativas y con éxito lideran a otros hacia resultados más creativos y eficaces. 9 Comunican la visión de manera convincente y desarrollan planes estratégicos para alcanzarla. Con el fin de cumplir con estos estándares, la IML en el Área Latinoamérica desarrolló de manera cuidadosa, colaborativa e intencional tres rieles que son fundamentales para el desarrollo de líderes. La imagen del tren nos ayuda a comprender los elementos principales de cualquier sistema de formación ministerial de calidad, ya sea en el contexto de PIC, una iglesia tradicionalmente establecida u otro proceso de desarrollo de liderazgo aún no imaginado. En la imagen se puede ver un tren que es parte del sistema del metro de Medellín, Colombia. También puede ver los dos rieles que marcan el recorrido. Si mira encima del tren, verá un cable eléctrico que proporciona energía al motor. Históricamente, los primeros trenes eléctricos tenían un tercer riel situado entre los dos rieles guía. La mayoría de los trenes eléctricos en estos días han suspendido el tercer riel sobre el tren porque es peligroso

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tocar el voltaje extremo que lo atraviesa. Entonces, cuando pensamos en la formación pastoral en la Iglesia Metodista Libre, la concebimos como un tren sobre tres vías. Los rieles de guía son: el mentoreo, el entrenamiento formalizado y el cuidado pastoral. Sabemos que el poder para la vida y la salud espiritual se encuentra en la comunidad de fe que se cuida unos a otros mediante la oración y el poder del Espíritu Santo. ¿Qué significa esto para nuestro sistema de desarrollo de liderazgo? Significa que, desde las etapas más tempranas de la formación pastoral, los líderes novatos y en desarrollo deben estar comprometidos en una relación con un mentor, incorporarse en la vida comunitaria de oración y responsabilidad con otros líderes en un grupo de cuidado pastoral, y participar en eventos formales de capacitación, cursos y talleres. Esta es la responsabilidad principal de la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM): garantizar el compromiso sólido de cada líder con los tres “rieles” del plan de formación pastoral en un distrito o una conferencia (ver más sobre la JPCM y el rol de cada miembro en el capítulo 2). Los líderes en desarrollo deben participar del aprendizaje mientras que los líderes experimentados deben participar en relaciones de mentoría, enseñando y facilitando cursos y siendo responsables en los grupos de cuidado pastoral. Analizaremos estos tres rieles en más detalle en los capítulos correspondientes de este manual. En este punto cabe señalar que cada riel del programa no solo trata los tres elementos, cabeza, corazón y manos, sino que es una parte integral de cada uno de ellos. Asimismo, cada riel enfatiza una de las tres áreas básicas del desarrollo pastoral: la cabeza (entrenamiento formalizado), el corazón (cuidado pastoral) y las manos (mentoreo). Corazón, cabeza y manos Los tres rieles anteriormente mencionados que guían el ministerio ordenado se articulan en las diferentes etapas de desarrollo de los candidatos. El cumplimiento de estos requisitos capacitará a los que reciban la ordenación para que logren ministerios saludables, eficaces y a largo plazo en la IML. Además, será de beneficio para la denominación en el futuro.

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15 Atributos de Calificación - Gráfico 1.1 CORAZÓN

CABEZA

MANOS

Se caracteriza por su madurez espiritual y una fuerte convicción del llamado al ministerio • Demuestra las disciplinas espirituales. • Basa su identidad y su llamado firmemente en Cristo. • Es ejemplo de una vida de santidad guiada por el Espíritu.

Demuestra entendimiento bíblico • Posee un entendimiento de la metanarrativa bíblica. • Tiene una hermenéutica wesleyana que acepta la autoridad de las Escrituras. • Es capaz de fundamentar su cosmovisión wesleyana con argumentos bíblicos.

Demuestra fruto en el ministerio • Tiene una trayectoria de predicación, enseñanza y liderazgo que transforma a otros. • Se involucra en el evangelismo personal y comunitario. • Tiene la habilidad de desarrollar y mantener comunidades de fe diversas y saludables.

Demuestra un alto nivel de conciencia de sí mismo • Entiende y expresa sus fortalezas y sus debilidades. • Forma equipos para tener respaldo en áreas que no son su especialidad. • Sabe que su estilo de liderazgo y comunicación puede impactar a los demás tanto de manera positiva como negativa.

Demuestra una integración teológica wesleyana • Conoce y acepta la historia, el gobierno, los artículos de religión y los valores centrales de la IML. • Puede comunicar las características wesleyanas convincentemente. • Entiende y acepta la teología relacional wesleyana.

Apoya de todo corazón el ministerio de justicia y compasión • Cuestiona la injusticia y la discriminación dondequiera que se encuentre. • Se involucra en las necesidades locales y globales de los oprimidos y los pobres. • Busca intencionalmente ministrar y participar en la emancipación de los que están en sistemas esclavizadores.

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CORAZÓN

CABEZA

MANOS

Vive una vida bien equilibrada que puede sobrellevar las demandas del ministerio • Atiende adecuadamente sus necesidades físicas, emocionales y mentales. • Programa, con regularidad, tiempo para el entretenimiento y la recreación. • Vive una vida sencilla, libre de adicciones y compulsiones.

Tiene una educación coherente con el ministerio ordenado • Ha terminado sus estudios de secundaria. • Ha terminado satisfactoriamente sus estudios del currículo de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica. • Promueve el aprendizaje de por vida y lo demuestra con su ejemplo.

Es un líder-siervo • Promueve el desarrollo de los demás. • Sirve a la iglesia local y global demostrando competencia multicultural. • Crea ambientes de ministerio saludables caracterizados por la seguridad y la ausencia de prejuicios.

Su vida se caracteriza por el amor a los demás • Da prioridad a su cónyuge e hijos (si los tiene). • Desarrolla y mantiene relaciones sanas y cercanas con gente dentro y fuera de la iglesia. • Cultiva relaciones de confesión y rendición de cuentas.

Tiene una postura hospitalaria hacia todo el cuerpo de Cristo y la sociedad • Busca activamente crear y mantener vínculos con otros grupos cristianos. • Demuestra un aprecio por la contribución de otras tradiciones cristianas y, a la vez, acepta la de la IML de todo corazón. • Demuestra un creciente aprecio por la humanidad y valora a todas las personas sin importar sus sistemas de creencias.

Empodera a los demás para que descubran el diseño de Dios para ellos y vivan según su plan • Es un ferviente defensor del liderazgo femenino. • Promueve las comunidades y los equipos multiculturales. • Ayuda activamente a otros a descubrir su excelencia.

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CORAZÓN

CABEZA

Es ejemplo de humildad • Está siempre dispuesto a aprender y acepta la corrección. • No mantiene una actitud defensiva hacia sus líderes, sus seguidores ni sus compañeros. • Busca con entusiasmo la perspectiva de otros.

Posee la habilidad de aplicar de manera práctica lo que aprende • Es capaz de hacer que la teología compleja sea entendible para todos. • Demuestra habilidad para identificar la actividad redentora de Dios en la vida diaria. • Es capaz de profundizar la fe por medio de experiencias de la vida real.

MANOS Lidera con creatividad y visión • Sigue las mejores prácticas para lograr un ministerio relevante en el contexto y la cultura. • Propone alternativas y con éxito lidera a otros hacia resultados más creativos y eficaces. • Comunica la visión de manera convincente y desarrolla planes estratégicos para alcanzarla.

Caminos hacia la ordenación Necesariamente, para ser ordenado en la Iglesia Metodista Libre, el candidato debe entablar una relación con la JPCM. Sin embargo, este no es el primer paso en el proceso de formación. De hecho, antes de tener una reunión con la JPCM, se necesitan, al menos, dos años de experiencia en el ministerio, además de mentoría y aprobar algunos módulos. Estos dos primeros años de experiencia, discernimiento y formación son dirigidos por el pastor local, la Junta de la iglesia local o un entrenador ministerial a través del proyecto de Plantación de Iglesias Comunitarias. Quizás el proceso sea más fácil de entender si miramos una imagen diseñada para explicarlo: La imagen que se muestra al lado es un mapa del sistema de trenes públicos de Medellín, Colombia. Puede ver que hay una línea principal en azul que atraviesa la ciudad. Termina en la estación La Estrella al sur y en la estación Niquía al norte. Es decir, si uno quisiera ir de Niquía a La Estrella, sería fácil seguir el mapa y llegar al destino deseado sin salirse de la línea azul en ningún momento.

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No obstante, si alguien estuviera en San Javier y quisiera llegar a La Estrella, su viaje sería más corto, pero un poco más complejo. Tendría que tomar la línea naranja en San Javier, viajar a la estación San Antonio y cambiar de tren para tomar la línea azul hasta La Estrella. O, si alguien ha visitado el Parque Nacional Arví y necesita llegar a su casa en La Estrella, tendría que tomar la línea marrón hasta la estación Santo Domingo, tomar la línea verde para llegar a Acevedo, y tomar la línea azul hasta llegar a La Estrella. La imagen del mapa del metro puede ayudarnos a pensar en el proceso de desarrollo de liderazgo dentro de la Iglesia Metodista Libre. A continuación, mire el mismo mapa, con diferentes etiquetas. Si alguien siente el llamado al ministerio ordenado en la Iglesia Metodista Libre, existe un conjunto claro de “estaciones” que seguir para llegar a ese destino. Miremos el mapa para ver algunos puntos clave. En esta imagen, siempre comenzaremos por arriba; el recorrido hacia abajo puede entenderse como el paso del tiempo. Una estación esencial en el viaje hacia la ordenación es la entrevista inicial con la JPCM; a partir de allí, el recorrido es casi lineal. La JPCM del distrito o la conferencia traza y dirige con claridad todo el proceso de ordenación. Este es el punto donde alguien puede ser

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aceptado como candidato ministerial de la conferencia. El objetivo de la entrevista inicial es revisar las calificaciones del candidato de acuerdo con los criterios de la ordenación basada en resultados y establecer una ruta de capacitación que lo llevará a la ordenación. Previo a este paso, existe cierta flexibilidad en el camino del candidato potencial, ya que su formación inicial puede darse por diferentes medios: quizás a través de la PIC, de una iglesia establecida y una candidatura ministerial local tradicional o quizás, a través de alguna iniciativa creativa del distrito o la conferencia que aún no se ha imaginado. Es clave que la JPCM dé permiso y ofrezca oportunidades para que los candidatos reciban su formación en múltiples formatos. Queremos fomentar especialmente el proceso de PIC. Si mira el mapa, verá que la PIC tiene varias estaciones fuera de la línea principal. Esto sugiere que algunos líderes dentro del movimiento de PIC pueden optar por seguir siendo laicos y no ser ordenados. También fomentamos esta posibilidad. El movimiento wesleyano es principalmente un movimiento laico de personas llenas del Espíritu y motivadas para vivir la historia de la redención de Jesús. El ministerio ordenado debe reservarse para aquellos que han recibido el llamado de Dios al liderazgo dentro de la iglesia en general. Por supuesto, dentro de la iglesia establecida también fomentamos el liderazgo de los laicos. Cabe señalar que hay paradas en el camino hacia la ordenación. Esto refleja el hecho de que no todos los candidatos que son aceptados como CMC serán ordenados automáticamente. El motivo de la candidatura es conocer al candidato, dedicar tiempo para discernir su llamado por medio de la oración; y observar su crecimiento a lo largo del tiempo. Habrá ocasiones en las que la JPCM concluya que un candidato no debe ser ordenado, incluso después de cumplir con los requisitos educativos. En el capítulo cinco, “Entrenamiento formalizados”, ampliaremos la metáfora del mapa del metro de Medellín y volveremos a referirnos a varias de las “paradas” en el camino a la ordenación. El proceso de ordenación y formación continua A todo líder le gusta conocer con certeza el proceso de ordenación. Por ello, vamos a dejar claro nuestras cuatro etapas del proceso del ministerio ordenado: discernimiento, formación, comisión y formación continua. Si desea ver el proceso de forma resumida, remítase a la “Guía del paso a paso del ministerio ordenado”, del Anexo A.

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Etapa uno: Discernimiento El enfoque principal de la etapa de discernimiento es el corazón: explorar patrones de relaciones saludables, enamorarse del llamado y de la iglesia, y abordar las grandes preguntas de la vida, la identidad, la vocación y el equilibrio. Quienes estén en esta etapa serán expuestos a una variedad de herramientas de evaluación y experiencias con el propósito de ayudarlos a entender quiénes son y cómo los ha dotado Dios. En esta etapa, la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM) desempeña un papel externo, ya que la principal responsabilidad recae sobre el pastor y la Junta Administrativa Local (JAL) de cada iglesia. Sin embargo, hemos incluido detalles sobre esta etapa en este manual para ayudar a la JPCM de la conferencia o del distrito misionero en su labor con los pastores, las JAL y los candidatos ministeriales locales (CML). Además, para los miembros de la JPCM será provechoso entender el trabajo que hicieron los CML antes de solicitar oficialmente el estatus de candidato ministerial conferencial (CMC). ¿Qué es un candidato ministerial local? Un CML es un miembro de la Iglesia Metodista Libre que está pensando seriamente en el llamado al ministerio vocacional cristiano y que ha sido certificado por la iglesia local como tal. La condición de CML proporciona la oportunidad de explorar el llamado al ministerio con la guía del pastor en el contexto de la iglesia local. ¿Cuál es el proceso para certificar a una persona como candidato ministerial local? Antes de obtener la certificación como CML, es necesario que la persona haya sido miembro de la iglesia lo suficiente para mostrar evidencia ante el pastor y los líderes de la iglesia de que posee las cualidades y los dones que normalmente se esperan de un ministro cristiano: un corazón para Dios y para la misión de la iglesia, cualidades de liderazgo potencial, buena conducta y habilidad para trabajar con las personas. La siguiente es una guía paso a paso para la etapa de discernimiento: a. Ser miembro de la Iglesia Metodista Libre. Si el posible candidato no es miembro de una congregación local, debe primero hacerse miembro.

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b. El posible candidato y el pastor de la iglesia local conversan sobre un posible llamado a la vocación ministerial. La iniciativa de hablar de este asunto puede ser del individuo (autoidentificación) o del pastor (identificación externa). El pastor, o a quien él designe, se convierte en el mentor y acompaña al posible candidato durante este proceso de discernimiento hasta que sea aprobado como CMC o hasta que salga del proceso. El mentor deberá reunirse, por lo menos, una vez al mes con el candidato y brindarle su apoyo y su dirección. El candidato potencial necesitará que el mentor pueda dedicarle tiempo y abrirle puertas para adquirir experiencia en el ministerio (ver Capítulo 4: El proceso de mentoreo). Cuando no haya una iglesia local, sino un proceso de plantación, el facilitador se hará cargo. c. El posible candidato debe organizar un equipo de oración para recibir su apoyo a lo largo del proceso de discernimiento y en las etapas posteriores. ¡Este paso no debe saltarse! Las oraciones de estos equipos han sostenido a más de un candidato durante los altibajos del proceso. d. Ser entrevistado y aprobado por la JAL. En una reunión con la JAL, el posible candidato comparte su historia espiritual y su sentido de llamado al ministerio. El Libro de disciplina en el ¶8700A sugiere las siguientes preguntas como una guía para esta entrevista: • • • •

¿Cuándo y cómo llegó a conocer a Jesucristo como Salvador y Señor? Describa su vida en relación con la plenitud del Espíritu Santo. Describa el llamado de Dios a este nivel de ministerio. ¿Qué planes y preparativos está llevando a cabo a fin de seguir la voluntad de Dios en su vida? • ¿Cuáles considera que son los principales dones espirituales que posee? • ¿De qué manera espera dar testimonio y ministrar como candidato ministerial local? A partir de esta entrevista, la JAL considera los dones y las virtudes del individuo para el ministerio según se hayan evidenciado en su servicio hasta este punto. En respuesta, la JAL puede: • Aprobar al candidato para que continúe en el proceso de discernimiento como un CML. • Proponerle una nueva dirección, dándole información clara y apropiada sobre el porqué, así como recomendaciones para su crecimiento y su salud.

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e. Si el posible candidato se ha divorciado o está casado con alguien que haya experimentado un divorcio debe primero completar el proceso de autorización por divorcio. En el Capitulo 6: Situaciones especiales, pág. 91, puede encontrar más información. Quienes no cumplan con este proceso previo a ser CML, deberán presentar este requisito antes o durante su estatus como CMC. f. Si la JAL considera que la persona puede ser aprobada, entonces se le entregará un certificado de CML ante la congregación (ver Anexo B). Este paso no debe ser obviado: es una manera de celebrar el candidato y enseñar a la iglesia sobre el proceso del ministerio ordenado. En la entrega del certificado, el candidato deberá dar respuesta satisfactoria a las preguntas del Libro de disciplina del ¶8700B:

• ¿Reconoces a Jesucristo como tu Salvador y Señor y te ofreces a ti mismo en servicio a él como un candidato ministerial local en la Iglesia Metodista Libre de (nombre de la iglesia)? Respuesta: Sí. • Reconociendo que ser un candidato ministerial local en esta congregación es un paso importante hacia la confirmación del llamado de Dios en tu vida, ¿prometes diligentemente buscar la voluntad de Dios para tu vida por medio de la oración y el estudio? Respuesta: Sí.

• ¿Procurarás y aceptarás la dirección de tu pastor y la Junta Administrativa Local a fin de alcanzar estas metas? Respuesta: Así lo haré.

¿Cómo continuar el proceso de discernimiento con aquellos que han sido certificados como candidatos ministeriales locales? Certificar a alguien como CML es el comienzo del proceso para llegar a la ordenación. Este certificado está sujeto a revisión y a renovación anual por parte de la JAL. El proceso de la etapa de discernimiento continúa de la siguiente manera: a. Una vez que la persona haya sido certificada, el pastor (mentor) deberá diligenciar y enviar a la JPCM el formulario para inscripción de candidatos ministeriales locales (ver Anexo C). Este formulario debe ser recibido por un miembro de la JPCM designado, quien deberá verificar si el candidato está registrado en AirTable. De lo contrario, deberá enviar el enlace de suscripción

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para que el candidato llene la información requerida. De esta forma, se creará un portafolio sobre el candidato que será visible para todos los integrantes de la JPCM y para el director de área. El candidato, junto con su mentor, construirá un primer plan de formación para candidatos ministeriales (ver Anexo D), que deberá ser revisado y aprobado con la JAL. El plan debe contener tres partes: corazón, cabeza y manos. » Corazón: consiste en las actividades que el mentor considere necesarias para desarrollar los atributos en esta área. » Cabeza: se trata del avance esperado en los estudios de formación pastoral a lo largo de un año. Se recomienda que un candidato estudie de cuatro a seis módulos por año. Mientras la persona sea un CML, deberá tomar y aprobar los siguientes módulos: • • • • • • • • • •

Multiplicación de discípulos, líderes e iglesias I Multiplicación de discípulos, líderes e iglesias II Formación espiritual Panorama del Antiguo Testamento Métodos de estudio bíblico Panorama del Nuevo Testamento Teología de la misión y misiología Liderazgo y formación de líderes Identidad y organización metodista libre Introducción al ministerio pastoral metodista libre

Al principio del proceso, los candidatos que previamente hayan estudiado en alguna institución podrán presentar sus certificados y la JPCM tomará la decisión en virtud de los contenidos y el énfasis de cuáles cursos homóloga y cuáles no. En el Anexo E “La homologación” (pág. 127), encontrará cómo se realiza este procedimiento. Todos estos módulos, o los que resten después de un proceso de homologación, deben completarse satisfactoriamente en un seminario o instituto local de la IML o bien, bajo la instrucción de un facilitador de la IML. El organismo encargado o aprobado por la JPCM para la formación deberá expedir un certificado de forma anual en el que consten los módulos que el candidato aprobó durante ese año.

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» Manos: en esta sección del plan se debe especificar la asignación ministerial del candidato dentro de la iglesia local, del proyecto de fundación de iglesias o del proyecto de PIC. b. El mentor deberá reunirse mensualmente con el candidato. Esta reunión es con el objetivo de apoyarlo, guiarlo y evaluar su progreso en el plan de formación anual. c. El mentor deberá dar un reporte trimestral del mentor a la JAL y detallar el progreso del CML en su plan de formación (ver Anexo F, pág. 129). d. Anualmente, la JAL entregará a la JPCM el reporte de progreso y renovación de CML (ver Anexo G, pág. 131). En este documento, se deben indicar los avances o las señales de estancamiento en los tres aspectos (corazón, cabeza y manos) y las razones por las cuales su candidatura debe ser renovada o no. En el caso de los candidatos que no continúan en el proceso, se debe entregar el mismo reporte, pero con el siguiente título: Reporte de no renovación de CML. Cuando un CML obtuvo un certificado por cuatro años y no llegó a ser un CMC, debe reorientarse para servir como laico, interrumpiendo así la validez de su certificado de candidato ministerial local. e. Finalmente, cuando el mentor considere que el CML está listo y ha cumplido con los requisitos, lo notificará a la JAL. Si la JAL está de acuerdo, el pastor comenzará el proceso para solicitar una entrevista. Este proceso consiste en diligenciar y enviar a la JPCM los siguientes documentos: • El formulario para aspirantes a candidatos ministeriales conferenciales. • Una copia de los diplomas que posee (escuela secundaria, estudios técnicos, tecnológicos, universitarios, posgrados o equivalentes), si los tiene. • El formulario de solicitud de entrevista de evaluación para la ordenación basada en resultados (OBRe) (ver Anexo H, pág. 133). Si la información indica que el candidato está listo para esta entrevista, el coordinador de la JPCM: • Contactará a las personas en las referencias y les pedirá que diligencien el formulario de referencia (ver Anexo I, pág. 134).

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• En el caso de los candidatos que estén casados o comprometidos en matrimonio, contactará al cónyuge o prometido/a y le pedirá que llene el cuestionario para cónyuges (ver Anexo J, pág. 138). • Ayudará al candidato para que encuentre y contacte un profesional que le haga una evaluación psicológica de su salud emocional, mental, relacional y matrimonial. Para tal fin, es importante que los distritos previamente busquen y aprueben uno o varios profesionales que puedan hacer esta labor; estos profesionales no necesariamente deben ser metodistas libres, pero sí es importante que sean profesionales en su área, cristianos, preferiblemente con experiencia pastoral y con una perspectiva teológica wesleyana. Se debe remitir a los CML al profesional, quien les hará una entrevista para determinar su salud psicológica. Después de la entrevista, el profesional presentará un informe del profesional en psicología. Este será confidencial y formará parte del portafolio del candidato (ver Anexo K, pág. 140). • Recibirá y evaluará los formularios de referencia, el cuestionario para cónyuges (si aplica) y el informe del profesional en psicología. Esto formará parte de la información confidencial del portafolio del candidato. Si es pertinente, estos deberán subirse a AirTable en el portafolio del candidato. De lo contrario, deberán guardarse en un lugar seguro. Una vez que se hayan completado estos pasos y la información obtenida indique que es apropiado, el coordinador de la Junta programará la entrevista del candidato. Entrevista de evaluación para la ordenación basada en resultados La entrevista de evaluación para la OBRe es un componente fundamental para discernir el llamado de los CML. Es ideal que asistan el candidato y dos o tres evaluadores especialmente entrenados (miembros de la Junta, asesores o personas con ambos roles): se reunirán en un ambiente confortable o de manera virtual mediante una plataforma como Zoom o similar, durante unas dos o tres horas normalmente. Se debe hacer todo lo posible para que, al menos, uno de los entrevistadores comparta características con el candidato, por ejemplo, ser de la misma región o de la misma etnia (si es el caso). Si es una candidata, esperamos que uno de los entrevistadores sea mujer. De esta forma, se generará una relación de empatía y cercanía con el candidato. La Junta puede decidir invitar al cónyuge del candidato a esta entrevista. Para muchos cónyuges, ser invitados es una confirmación de su papel como una

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persona clave que apoya al candidato. La Junta también debe invitar al mentor: esto ayuda a solidificar la asociación entre la iglesia local y la Junta. Si existen barreras idiomáticas para los candidatos, sería apropiado pedirles que lleven un traductor. Esta persona tendrá a cargo comunicar las ideas y los sentimientos, por lo que deberá ser alguien de su confianza. Mientras que algunas Juntas, sin duda, pueden tener la preocupación de que el traductor elegido por el candidato pueda modificar las respuestas en cierto modo para beneficiar a su amigo, les rogamos que recuerden que la intención principal de esta entrevista es obtener una impresión intuitiva y no recopilar información. La meta es “ver" a los CML y discernir el llamado de Dios en sus vidas, no interrogarlos. Por lo tanto, es de suma importancia crear un ambiente donde el candidato se sienta cómodo. Antes de la entrevista, los evaluadores deberán leer a fondo todos los componentes del portafolio del CML y prestar particular atención a sus referencias. Una revisión profunda de estos documentos será crucial puesto que no hay manera de cubrir las quince áreas en una conversación. Para esta entrevista, las preguntas sobre la formación del corazón tienen prioridad: la experiencia ha demostrado que los asuntos que impiden el avance en la etapa de discernimiento suelen tener que ver con la salud espiritual del candidato. Sin una base sólida de la salud espiritual (corazón), cualquier desarrollo intelectual (cabeza) y práctico (manos) terminará siendo insuficiente. En nuestro sitio web se puede descargar una copia de la Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe (ver Anexo L, pág. 142). Si hay muchos CML para entrevistar, la JPCM puede pedirle al candidato que responda esta guía de forma adelantada y usar la entrevista para profundizar con preguntas claves que surjan de las respuestas. Recomendamos algunas preguntas que los evaluadores pueden usar para encauzar la conversación hacia ciertas áreas de resultados. Los evaluadores no están limitados a estas preguntas ni deben procurar hacer todas ellas. El arte de este tipo de evaluación incluye permitir que la entrevista tome su rumbo y confiar en la guía del Espíritu Santo. Con la ayuda de los materiales del portafolio y la entrevista personal, los evaluadores deberán saber qué recomendar a la Junta sobre el camino a seguir con el candidato. Si quedan cuestiones inciertas, la Junta puede decidir resolver estos puntos, ya sea enviando preguntas adicionales al candidato por correo electrónico o mediante un representante que haga un seguimiento por teléfono de estas áreas.

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Al final de la entrevista, usando la herramienta de evaluación de la JPCM para candidatos ministeriales para la OBRe, el equipo de evaluación ofrecerá su apreciación a la Junta sobre la aptitud del candidato para continuar en el proceso (ver Anexo M, pág. 147). Esta información deberá registrarse en un informe titulado Informe de la evaluación para la OBRe, el cual deberá subirse al portafolio del candidato. Además, deberá sugerir un plan de formación más amplio (Plan de formación para candidatos) para asistir a los candidatos recomendados en su crecimiento en las quince áreas del proceso de OBRe. Una vez terminado y subido el Informe de la evaluación para la OBRe, la Junta se reúne y delibera las tres respuestas que puede dar al CML y comisiona a alguien para que la comunique prontamente: • Sugerirle que aspire al servicio que no requiere credenciales, con información sobre el porqué y recomendaciones para su crecimiento y su salud. • Recomendarle que se tome más tiempo en el proceso de discernimiento para que aborde áreas específicas que requieren mayor claridad. • Aprobarlo como candidato ministerial conferencial (CMC). Los CMC aprobados por la Junta deben ser presentados y obtener la aprobación mediante voto en una reunión del distrito o la conferencia. ¿Qué decisión tomar sobre el candidato? Las siguientes indicaciones servirán como una guía para la Junta en cuanto al asesoramiento que deberá dar al CML y la acción que deberá tomar. • ¿Cuándo recomendarle salir del proceso? A veces, algunas personas son aprobadas como CML debido a la incapacidad de la iglesia local para pronunciar el difícil “no”. En ocasiones, el pastor o la Junta de la iglesia local no quieren herir los sentimientos de la persona o diferir de lo que se ha presentado como un llamado de Dios. El temor puede expresarse de esta forma: “Nos encanta la familia de Juan y tememos que, si le decimos a Juan que el liderazgo del ministerio no encaja bien con él, él y su familia se enojen y dejen la iglesia”. Además, las conferencias cuyas culturas sobrevaloran la generación de grandes cantidades de líderes pueden, sin intención, sabotear la calidad del liderazgo presionando a los pastores de la iglesia local para que demuestren su “éxito” y presenten a alguien (¡quien sea!) que pueda añadirse a la lista de candidatos ministeriales.

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A veces, esos problemas en la iglesia local ponen a la Junta en la situación de dar malas noticias. Algunos candidatos simplemente no demuestran la efectividad en el ministerio como CML. Por lo tanto, debido a la responsabilidad que tiene la Junta con la salud y la vitalidad de la iglesia local, la respuesta más apropiada es sugerirles a estas personas caminos que no requieren credenciales. • ¿Cuándo recomendarle continuar más tiempo como CML? En otros casos, los CML no han recibido oportunidades adecuadas para demostrar su efectividad. Quizás fueron colocados en una asignación ministerial que no coincidía con sus dones y sus pasiones simplemente para llenar un hueco o por estereotipos de género. En estos casos, las Juntas pueden recomendar que permanezcan en la etapa de discernimiento por un tiempo más y trabajen con sus mentores para asegurarse de que tengan oportunidades de explorar de manera tangible cómo Dios puede estar guiándolos. En algunos casos, es posible que no haya suficiente empatía entre el mentor y el candidato o entre el CML y su iglesia local. Las Juntas tienen la libertad de proponer alternativas para cumplir el propósito de ayudar a discernir la dirección de Dios. Durante la etapa de discernimiento, el candidato se ha enfocado en la salud espiritual y el discipulado a través del plan de formación. Si la Junta tiene preocupaciones sobre estas áreas en la vida del candidato, deberá aconsejarle que permanezca como CML y continúe buscando discernir el llamado de Dios según su capacidad para un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la IML. Si hay deficiencias notorias que requieren soluciones prolongadas y considerables, la Junta deberá considerar aconsejarle salir del proceso de ordenación. • ¿Cuándo aprobar a un CML como CMC? Si se determina que el candidato tiene un nivel básico de salud espiritual y efectividad, un fuerte llamado a aceptar la responsabilidad de estudiar y proclamar la Palabra, a administrar apropiadamente los sacramentos, a asegurar orden en el cuerpo de Cristo, a ser eficaz en el ministerio directo y práctico, y también el deseo y la habilidad de identificar, desarrollar y nombrar a otros en el servicio del ministerio, entonces la Junta puede aprobarlo como CMC. Al nivel de CML, algunas de estas capacidades suelen estar en etapa de nacimiento, por lo que se desarrollarán cuando la persona sea aprobada como CMC.

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La ordenación implica una formación más amplia y rigurosa para asegurar competencia en las quince áreas de resultados previamente mencionadas. Esa formación permite que los presbíteros se desempeñen en una variedad de funciones y contextos, lo cual es crucial dado que, si bien lo usual es que el presbítero sea nombrado como pastor de una iglesia local, puede que durante su vida en el ministerio se le asigne servir a la denominación en otras funciones como, por ejemplo, superintendente, capellán, misionero, académico y obispo. Otro factor clave es la itinerancia. En esta etapa del proceso de ordenación, la Junta y el candidato pueden no tener claridad en cuanto a la itinerancia. Esto puede venir con el tiempo y la experiencia. En este punto, aprobar al CML como candidato ministerial conferencial y crear su plan de formación para CMC es todo lo que se necesita hacer. Los candidatos que sean aprobados como candidatos ministeriales conferenciales deben recibir su credencial. La Junta puede aprobar a un candidato en cualquier momento del año. Sin embargo, debe incluirlo en el reporte anual y presentarlo públicamente en una reunión unida de la conferencia o el distrito. Esta es una manera de celebrar al candidato y reconocer su llamado. Si una conferencia o un distrito misionero tiene un puesto disponible para un pastor titular y la Junta decide que un determinado CMC es el más adecuado para ese puesto, lo puede hacer. En estos casos, el CMC puede recibir la asignación y la plena autoridad sacramental de un presbítero. Sin embargo, la Junta debe asegurarse de que estos pastores tengan el apoyo necesario para ser eficaces y para completar el proceso de ordenación.

Etapa dos: Formación El principal enfoque en esta etapa es asistir al candidato para adquirir el conocimiento (cabeza) y las habilidades prácticas (manos) que necesitará para un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en el camino más apropiado según su llamado y su capacidad. La función orientativa de la Junta toma mayor relevancia en esta etapa: deberá supervisar los planes de formación (Plan de formación para candidatos

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ministeriales), que incluyen el desarrollo del “Corazón, cabeza y manos”. Las conferencias y los distritos misioneros pueden beneficiarse con consultas a miembros de la Junta o asesores externos sobre la formación de estos planes. Por ejemplo, los miembros de la Junta que sean dotados participantes en el ministerio pueden ofrecer su sabiduría para la formación de las “manos”, mientras que los líderes laicos de la Junta que estén capacitados en trabajo social, psicología, recursos humanos, etc. pueden dar orientación en los resultados del “corazón”. Los miembros o asesores externos que enseñan en un seminario, instituto o que son formadores en el sistema PIC podrían aportar sugerencias sobre los componentes de la formación de la “cabeza” del candidato o encargarse de crear centros de formación y facilitar módulos. Las conferencias y los distritos misioneros tienen libertad en los detalles de estos planes de formación. Su deber es enfocarse en asistir al candidato para que desarrolle las competencias en los quince atributos del perfil del pastor metodista libre. La competencia de los candidatos necesitará ser lo bastante amplia para abarcar las responsabilidades y las demandas del ministerio itinerante. Prepararse para el ministerio con una educación sólida es una parte valiosa de nuestra herencia metodista libre, así como un elemento integral para el desarrollo del liderazgo. Como ya se mencionó, tenemos en mente que todos los candidatos al presbiterado en Latinoamérica tengan, por lo menos, un título de secundaria y completen los diecinueve cursos del currículo de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica. Aunque no es obligatorio estudiar en uno de nuestros seminarios o institutos metodistas libres o con uno de nuestros facilitadores, creemos que esto garantizará que los candidatos reciban una educación plenamente wesleyana. En el sitio web de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica se puede descargar el Plan de formación para candidatos ministeriales (ver Anexo D, Pág. 122). Una parte fundamental del plan será completar con la instrucción de un facilitador o en un seminario o instituto local los nueve cursos que restan del currículo de Formación Ministerial. En la plataforma de AirTable deben aparecer los cursos aprobados y las evaluaciones finales cargadas de cada módulo. Los últimos nueve cursos son: • • • •

Interpretación bíblica Predicación para transformación Cuidado y consejería pastoral Teología I

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• • • • •

Teología II Teología wesleyana Historia y expansión de la iglesia I Historia y expansión de la iglesia II Historia y teología de la iglesia latinoamericana

Los candidatos que han estudiado previamente en alguna institución no metodista libre podrán presentar sus certificados y la Junta de PCM tomará la decisión en virtud de los contenidos y el énfasis de cuáles cursos homologa y cuáles no. En el Anexo E, “La homologación”, encontrará cómo se hace este proceso. Sin embargo, el plan no debe consistir solo en los cursos del currículo de Formación Ministerial. Otros asuntos igual de importantes son: la mentoría, la práctica ministerial, las experiencias ministeriales; se pueden incluir guías de lectura extra y consejería/tutoría. Los candidatos deben tener un mentor que los acompañe durante esta etapa. Esta persona puede ser un pastor titular o del equipo de la iglesia del candidato o un formador de Plantación de Iglesias Comunitarias. Sin embargo, la Junta puede determinar que es necesario que sea otra persona. Por ejemplo, puede que los candidatos que son comisionados a una tarea o un lugar tengan un supervisor en el sitio; esa persona podría ser su mentor. Puede que algunos candidatos sean parte de un grupo de estudio o de un grupo de formación de Plantación de Iglesias Comunitarias; el líder de ese grupo podría ser su mentor. Otros pueden tener más de un mentor; estos comentores trabajarán en conjunto aportando contribuciones específicas para el desarrollo del candidato. Lo más importante es que los candidatos cuenten con líderes maduros y con experiencia que los apoyen apropiadamente y los desafíen en su desarrollo, que tengan acceso a oportunidades prácticas de ministerio con la supervisión adecuada, y que estén en comunidad con otros ministros, ya sea como parte del personal de una iglesia, un grupo de candidatos ministeriales, un grupo de formación de Plantación de Iglesias Comunitarias u otro tipo de red de compañeros. Los mentores también deberán comprometerse con el nivel general de profesionalismo de sus candidatos, puesto que las deficiencias en esta área pueden debilitar su credibilidad en la congregación y en el campo de trabajo. Antes de recibir la ordenación, los candidatos deberán demostrar competencia para respetar la confidencialidad y administrar su tiempo. Deberán demostrar

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habilidad para vestirse apropiadamente en una variedad de contextos y adaptar su forma de hablar según corresponda. Los mentores deberán ayudar a los candidatos a desarrollar una ética de trabajo apropiada que evite tanto los excesos de la adicción al trabajo como los abusos de la autonomía de la agenda ministerial. Asimismo, deberán ayudarlos a manejar su presencia en las redes sociales de manera adecuada y a tratar con respeto al personal de menor jerarquía y a los voluntarios en el ministerio. Finalmente, los mentores deberán asegurarse de que los candidatos entiendan y se adhieran a la normativa contra el acoso sexual que se encuentra en este manual, en el Capítulo 6: Situaciones especiales, numeral 4. Los candidatos avanzarán en esta etapa de formación a ritmos diferentes dependiendo de factores como la madurez, la experiencia en el ministerio, el trasfondo educativo y las circunstancias de vida. Es posible que los candidatos biocupacionales avancen a un ritmo diferente que aquellos que trabajan a tiempo completo en un puesto ministerial remunerado. Las personas con hijos pequeños pueden decidir avanzar más despacio para poder mantener un equilibrio saludable en su vida. Reconocemos que poner plazos de tiempo para estas etapas puede estigmatizar a aquellos que se tardan más. Por otra parte, presentar un número promedio de años desde el comienzo hasta el fin puede hacer que algunos candidatos se pongan un plazo artificial para el proceso, lo que podría limitar su crecimiento hacia la competencia. Parte de la labor de la Junta es determinar cuándo un candidato está listo para avanzar hacia la etapa siguiente y esta condición no puede estar ligada a una fecha arbitraria en el calendario. Sin embargo, los candidatos deben saber que completar las etapas de discernimiento y formación en menos de tres años es altamente improbable. El tiempo permite no solamente que el candidato crezca y madure, sino también que las personas de su entorno observen y evalúen adecuadamente sus dones, su llamado y su destreza. De nuevo, el ritmo de avance dependerá de las circunstancias especiales de cada uno; los candidatos deben prever un proceso de varios años, diseñado no para frustrarlos ni demorarlos artificialmente, sino para prepararlos para un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la Iglesia Metodista Libre. Los mentores deberán subir en el sitio web un reporte trimestral del mentor y detallar el progreso de su candidato en sus planes de formación (ver Anexo F, Pág. 129). Estos informes estarán disponibles para que la Junta pueda verlos. En esta etapa, es posible que la Junta reconsidere el plan de formación del

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candidato, probablemente a raíz de los informes presentados sobre él. En función de la información de los mentores, la Junta recomendará que los candidatos que no completaron su plan de formación antes de la conferencia anual puedan continuar su camino como CMC o no. El proceso puede ser suspendido si el candidato así lo desea o si la Junta determina que el candidato no está mostrando un avance suficiente hacia la ordenación. Un CMC puede pedir un permiso de interrupción del proceso de hasta un año si es necesario; la Junta tiene la autoridad para aprobar o negar esta petición. La continuación o la interrupción del proceso requieren una acción formal de la Junta, la cual deberá detallarse en el reporte de la Junta de PCM para la reunión anual del distrito o la conferencia (ver Anexo N, Pág. 163). Cuando un candidato ha completado las categorías en el plan de formación, su mentor presentará al coordinador de la Junta un documento llamado Solicitud de entrevista para ordenación (ver Anexo O, Pág. 166). Si la información del mentor parece indicar que el candidato está listo para esta entrevista, el coordinador de la Junta deberá ayudar al candidato a armar un portafolio actualizado que contendrá: • Los resultados de las evaluaciones de los nueve cursos restantes del currículo de Formación Ministerial de la IML. • Los informes trimestrales del mentor. Una vez que esté lista esta información, el coordinador de la Junta deberá: • mostrarle cómo realizar en el sitio web la Evaluación de competencia teológica para CMC o mencionarle que en la entrevista deberá responder verbalmente esta evaluación (ver Anexo P, Pág. 167). Entrevista para la ordenación El propósito de esta entrevista es evaluar si el candidato está listo para ser ordenado. Una revisión a fondo del portafolio del candidato ayudará a los entrevistadores a conocer las áreas que recalcar de la Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe (ver Anexo L, pág. 142). Es preferible que esta entrevista la realice la Junta en pleno. Luego de este paso, la Junta puede determinar cuál es el mejor camino para seguir: • Expedir las recomendaciones para que el director de área tome en cuenta al candidato para la ordenación como presbítero.

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• Revisar el plan de formación del candidato para abordar áreas adicionales no incluidas previamente. • Sugerir que el candidato siga siendo CMC por un tiempo más para que se enfoque en las áreas del plan de formación actual que no fueron suficientemente abordadas. Cualquiera sea la recomendación, la Junta deberá proporcionar información detallada sobre las fortalezas y las áreas del candidato que mejorar. Para este fin, podrán usar el Informe de la evaluación para la OBRe escrito por la JPCM. Para aquellos que reciban la ordenación, estos comentarios les ayudarán a elaborar sus planes de formación continua.

Etapa tres: Comisión Los presbíteros ordenados comúnmente serán asignados como pastores en iglesias locales. Sin embargo, pueden ser comisionados para una variedad de oficios más allá de la iglesia local. Los presbíteros pueden ser asignados al servicio denominacional en roles como directores de distrito o superintendentes, plantadores de iglesias, formadores en proyectos de PIC, profesores en institutos o seminarios, misioneros o personal de un distrito o una conferencia. La comisión a una de estas actividades no implica necesariamente un empleo remunerado, sino que esto dependerá en gran medida de las condiciones económicas de las iglesias locales y el distrito o la conferencia. Presbíteros con permisos de ausencia A veces los presbíteros piden permiso de ausencia. Las razones de esta petición son muy diversas: continuar sus estudios, recuperarse de una enfermedad, atender asuntos personales, etc. Otorgar un permiso de ausencia implica que el presbítero tiene la intención de regresar al servicio asignado en la IML. Si alguien sale de la denominación para servir en otro contexto de ministerio, como una organización proeclesiástica o sin fines de lucro u otro ministerio, las Juntas lo designan “con permiso para realizar un ministerio fuera de la denominación”. En otras ocasiones, un pastor metodista libre ordenado puede conseguir trabajo en otra denominación; en estos casos, el presbítero deberá contactar al coordinador de la Junta y solicitar un certificado de buena relación con aspiraciones a transferirse a la denominación o iglesia en la cual está sirviendo (ver Anexo Q, pág. 169). Todas estas designaciones requieren acciones formales de la Junta y deberán ser anotadas en el reporte de la Junta de PCM para la

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reunión anual de distrito o conferencia (ver Anexo N, pág. 163). De acuerdo con el Libro de disciplina, el motivo de los permisos de ausencia también deberá ser publicado en ese informe. Presbíteros en espera de asignación En caso de que no haya una asignación disponible para un presbítero ordenado, la Junta lo designará “en espera de asignación”. La Junta deberá considerar “localizado” en la iglesia metodista libre local a la cual asiste a cualquier presbítero que no sea asignado después de dos años. El mismo plazo de tiempo rige para aquellos con permiso de ausencia, aunque ellos pueden pedir una extensión adicional de dos años. Los presbíteros localizados y en buena relación pueden servir como delegados laicos en la conferencia anual y la conferencia general. Cualquier presbítero localizado que desee regresar al estatus de itinerante deberá solicitar a la conferencia anual la aprobación de su solicitud por medio de la Junta de PCM. Mientras esté localizado, el presbítero permanece bajo el cuidado y la supervisión de la Junta. Presbíteros que no ejercen Los presbíteros que no estén ejerciendo el ministerio ordenado sino dedicados exclusivamente a un empleo secular deberán entregar sus credenciales al secretario de la conferencia o el distrito misionero. En el reporte de la Junta de PCM aparecerán “con permiso de ausencia” (ver Anexo N, pág. 163). Si alguno desea regresar al ministerio pastoral activo en la IML, deberá pedir que sus credenciales sean restauradas; la Junta determinará si aprueba esta petición o no. Presbíteros que desean transferirse a la IML Algunas veces los presbíteros itinerantes desean o necesitan transferirse a otro distrito o conferencia. El presbítero es responsable de pedir un certificado de buena relación con aspiraciones a transferirse de la Junta que actualmente supervisa su ministerio a otra. Si el presbítero está en buena relación con la conferencia, la Junta determina otorgar este documento; el coordinador de la Junta lo envía al coordinador de la Junta de la conferencia a la cual el presbítero busca transferirse (ver Anexo Q, pág. 169). Si el presbítero no está en buena relación, la Junta puede, de todas maneras, otorgar un certificado de buena relación con aspiraciones a transferirse, pero deberá informar a la posible Junta receptora las razones por las cuales el presbítero no está en buena relación. Al obtener el certificado de

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buena relación, la Junta receptora decide si se aprueba o no la transferencia. La decisión debe ser anotada en sus actas y en el reporte de la Junta de PCM para la reunión anual del distrito o la conferencia y deberá ser comunicada tanto a la conferencia que lo envía como al presbítero. Los mismos protocolos deben seguirse para la transferencia de un CMC. Los presbíteros localizados que se transfieran dentro de las líneas de otra conferencia deberán contactar a la Junta y solicitar la recepción de su membresía. Una vez aprobada por la Junta, esta los localizará en una iglesia local. Presbíteros comisionados en una iglesia no metodista libre La expectativa general es que todos los ministros con credenciales (incluidos aquellos que se han jubilado) establezcan y mantengan una participación activa en la vida de una congregación metodista libre cercana cuando no estén sirviendo en el ministerio en otra parte y estén disponibles para el ministerio en la medida que lo permita su tiempo o salud y el pastor lo solicite. A veces, sin embargo, dichos compromisos no son posibles, tal como cuando una iglesia metodista libre no está localizada a una distancia razonable. En otras ocasiones, se presentan circunstancias que requieren la opinión de la Junta sobre la posible comisión de un ministro a una iglesia que no es metodista libre, como las siguientes: • Cuando un ministro jubilado vive en la comunidad de la iglesia en la cual sirvió. La Junta deberá determinar si este ministro jubilado deberá asistir a una congregación diferente (y por cuánto tiempo) para que el nuevo pastor tenga tiempo y espacio para establecerse. • Cuando la iglesia ML local no puede suplir las necesidades personales y familiares de un pastor no asignado. Por ejemplo, la ubicación de la iglesia local no es razonablemente accesible y el ministro tiene movilidad limitada, o el ministro tiene hijos adolescentes y la iglesia local no ofrece oportunidades de discipulado para jóvenes. • Cuando un ministro no asignado tiene un choque de personalidad o una historia negativa con el pastor o la iglesia ML local, y la congregación o el pastor preferirían que el ministro no asistiera. La Junta necesitará discernir cómo ayudar a sanar este distanciamiento, si tal resolución es posible.

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• Cuando un ministro tiene asuntos no resueltos que han existido por largo tiempo con la conferencia o la denominación. La Junta necesitará encontrar maneras de trabajar en pro del perdón y la paz. • Cuando un ministro está agotado y necesita la renovación que no puede encontrar en una congregación donde se lo conoce como un proveedor de ministerio. Si bien la normativa oficial dice que los ministros ML ordenados deben estar involucrados con una congregación ML local, la Junta tiene la libertad de aplicar esta normativa con gracia. En cada caso, la Junta deberá trabajar con los ministros y las iglesias locales para resolver cualquier conflicto que limite la convivencia (si los hubiera) y para encontrar maneras creativas de promover la conexión y el servicio continuo dentro de la denominación. Etapa cuatro: Formación continua El trabajo de la Junta con los ministros no termina cuando son ordenados. Cada año, la Junta afirma la siguiente declaración como parte de su reporte de la Junta de PCM para la reunión anual del distrito o la conferencia: La Junta de Preparación y Consejo Ministerial ha dado debida consideración a la integridad y el discipulado cristiano de cada miembro ministerial de la conferencia y afirma la integridad y el discipulado cristiano de cada uno de acuerdo con la sección 5310 del Libro de disciplina. La Junta hace una declaración similar sobre los presbíteros localizados. La magnitud de la responsabilidad que implica esta declaración es seria (ver Anexo N, pág. 163). La Junta de PCM debe promover la salud y el crecimiento de los ministros ordenados que ellos supervisan. Con este fin, deberá pedir todos los años un plan de formación continua a cada uno de los presbíteros. Esta herramienta permite que la Junta sepa cómo los ministros ordenados continúan desarrollando sus corazones, sus cabezas y sus manos para un servicio saludable, eficaz y a largo plazo. El primero de estos planes de formación continua deberá subirse en el plazo de un mes a partir de la decisión de la Junta de otorgar la ordenación y deberá incluir el informe dado durante la entrevista final para obtener las credenciales.

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La presentación de este ejercicio como un elemento necesario para ser un ministro y mantenerse como tal en la conferencia ayuda a promover una cultura de formación continua. Este requisito no debería sorprender a los ministros, puesto que muchas profesiones requieren la educación continua para conservar la licencia o el certificado. Los contadores, los médicos, los abogados, los enfermeros, entre otros, procuran créditos de educación continua como una manera de asegurar el crecimiento constante. Los ministros no deberían esperar nada menos de ellos mismos en esta área; las Juntas pueden apoyarlos en el cumplimiento de esta expectativa de aprendizaje de por vida. Las conferencias y los distritos misioneros pueden establecer un ritmo regular con sus ministros y enviarles un aviso para subir este documento, además de los otros informes anuales usados para la asignación o la evaluación. Asimismo, los ministros tienen libertad para estructurar este plan de formación continua de la forma que sea más útil para ellos; sin embargo, todo plan debe incluir una sección que detalle su avance en comparación con el plan del año anterior y las metas específicas relacionadas con las quince áreas de resultados para el año siguiente. Es importante que los presbíteros entiendan que los diecinueve cursos del currículo de Formación Ministerial son los requisitos mínimos. Esperamos que cada presbítero continúe estudiando de manera formal e informal. En nuestro sitio web, encontrarán una herramienta llamada “Lista de recursos bibliográficos para la educación continua”, que ofrece un listado de lecturas sugeridas de acuerdo con cada uno de los quince atributos del ministerio ordenado. Otros elementos que deben tener en cuenta para la elaboración de estos planes de formación continua son talleres, conferencias y eventos como, por ejemplo, la Cumbre Global de Liderazgo. En nuestro sitio web https://iml-latinoamerica.org/recursosjunta/ encontrará una plantilla llamada Formato para plan anual de formación continua que servirá para la elaboración de estos planes anuales (ver Anexo R, pág. 170). Las Juntas deberán encargarse de dar seguimiento a estos planes y de impulsar la implementación de los tres rieles y su correcto funcionamiento para asegurar que los presbíteros estén creciendo en los quince atributos del perfil del pastor metodista libre.

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2. La Junta de Preparación y Consejo Ministerial Propósito Ayudar a las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial a comprender qué son, cómo se conforman, para qué existen y cómo deben desempeñar su trabajo. Contenido • Introducción • ¿Qué es una Junta de PCM? • ¿Cómo conformar una Junta de PCM? • ¿Qué hace la Junta de PCM? • Confidencialidad

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Introducción

“Todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden” (1 Cor. 14:40). En medio del caos que predominaba en la muy carismática iglesia de Corinto, Dios, por medio del apóstol Pablo, los invita a la decencia y al orden en la iglesia. Dios nos sigue haciendo la misma invitación en nuestros días. Él es un Dios de decencia y de orden. El libro de Hechos da constancia de que la iglesia se organizó para realizar de manera impecable la tarea que Dios le había encomendado. La iglesia se reunió para escoger y aprobar a los que iban a servir en el ministerio (Hech. 6). También se reunió para cuidar, guiar e instruir a los líderes en cuanto a la forma en que los gentiles convertidos debían vivir (Hech. 15). El enfoque de todo esto era que el nuevo movimiento cristiano fuera teológicamente sano y espiritualmente fuerte. En el comienzo del pensamiento wesleyano, Juan Wesley organizó “todo... de una manera apropiada y con orden”. El resultado es un movimiento metodista usado por Dios de tal forma que muchos se han encontrado con la maravillosa gracia de Dios. Es evidente, a lo largo de toda la Escritura, en la historia de la iglesia y en nuestras propias experiencias, que la organización de la iglesia es fundamental para la extensión del reino de Dios de manera bíblica, sana y reproducible. Una de las áreas más importantes que una iglesia debe organizar es el proceso de formación pastoral. Esto se debe a que una de las claves del desarrollo de la iglesia son sus pastores. Los pastores saludables son fundamentales para el desarrollo de iglesias saludables. Por ello, el proceso de formación pastoral es muy importante dentro de la Iglesia Metodista Libre. Motivados por los ejemplos bíblicos, deseosos de cumplir el principio divino de orden, y atendiendo a nuestra realidad, escribimos este manual basado en el Libro de disciplina de la Iglesia Metodista Libre, adaptado a las realidades organizacionales de los distritos misioneros y las conferencias provisionales en Latinoamérica. Este capítulo provee instrucciones para las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial. (A partir de ahora nos referiremos a este organismo como “Junta de PCM” o simplemente “Junta”. Para diferenciarla de la Junta Administrativa, siempre nos referiremos a esta por su nombre completo: “Junta Administrativa”). Las Juntas deben seguir este manual de manera minuciosa y, para cualquier tipo de excepción, deben contar con la aprobación del director de área. Esto ayudará a la sólida formación pastoral de las próximas generaciones latinoamericanas.

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¿Qué es una Junta de PCM? (Ver Libro de disciplina, ¶5230) Una Junta de PCM consta de cinco o siete miembros cuyos dones de sabiduría y discernimiento les permiten asistir a las personas en el descubrimiento, el desarrollo y la realización del llamado de Dios en sus vidas. Entre estos cinco o siete miembros se incluye el superintendente o director de distrito. Los miembros pueden ser elegidos por un número ilimitado de términos de tres años, dependiendo de la efectividad de su servicio. Cada miembro de la Junta deberá asumir un rol para asegurar el avance de los candidatos y la organización del distrito o la conferencia. Por ejemplo, el primer miembro debe encargarse de mantener al día en AirTable la información sobre los candidatos, los estudiantes, los módulos aprobados y las estadísticas de PIC. Un segundo miembro deberá encargarse del riel del cuidado pastoral y asegurarse de que se implemente y funcione. Un tercer miembro deberá encargarse del riel de la mentoría y asegurarse de que todos los candidatos tengan un mentor y entreguen los reportes trimestrales. Un cuarto miembro deberá encargarse de los entrenamientos formalizados e implementar el currículo de Formación Ministerial a nivel de distrito o conferencia. Además, deberá asegurarse de impulsar los centros de formación en las iglesias (en los capítulos 3, 4 y 5 encontrará más detalles sobre estos roles). Un quinto miembro podría encargarse de la educación continua de los presbíteros. Los miembros no asignados apoyarán a la Junta en dichos roles. Si bien la Junta de PCM puede delegar algunos de estos roles a líderes que no son miembros, siempre será responsabilidad de la Junta de PCM hacer un seguimiento y asegurarse de que cada riel de formación ministerial esté funcionando. ¿Cómo conformar una Junta de PCM? Aconsejamos a los distritos misioneros y a las conferencias provisionales implementar una organización sencilla pero efectiva para el desarrollo saludable: una Junta Administrativa responsable de la salud y el crecimiento de la iglesia que abarque temas legales y financieros, entre otros, y una Junta de Consejo y

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Preparación Ministerial encargada de acompañar, dirigir y aprobar un proceso de alta calidad para el desarrollo de nuevos presbíteros, así como cuidar y asignar a los que ya han sido ordenados. Estos dos organismos deben trabajar de forma unida y armónica para guiar a la iglesia a cumplir los planes estratégicos que esta se ha trazado. En nuestro sistema metodista libre los superintendentes o directores de distrito presiden las dos juntas bajo la autoridad del director de área. Los cuatro o seis miembros restantes deben representar un número similar de miembros ministeriales y laicos, y estos no deben ser parientes de primer grado entre ellos (es decir, no deben ser esposos, padres o hijos). En la nominación de los candidatos a ser miembros de la Junta de PCM, se debe tomar en cuenta que las Juntas deben ser un grupo representativo de las conferencias o los distritos misioneros. Para lograr esta meta, las Juntas Administrativas deben presentar candidatos que aseguren que la Junta sea incluyente en todos los sentidos posibles. Esto implica que debe haber una proporción ecuánime de miembros laicos y ministros ordenados, así como una representación de mujeres y de minorías raciales o étnicas más allá del nivel simbólico. También deberán considerar la composición de la conferencia o el distrito misionero en términos de edad, geografía, medio (urbano/suburbano/ rural), nivel de educación y estatus socioeconómico. Exhortamos a que en toda conferencia provisional o distrito misionero donde no exista una Junta Administrativa, se organice una inmediatamente y sirva en las dos funciones por un periodo, por ejemplo, de tres años. De igual forma, en los lugares donde ya existe una Junta Administrativa pero no es posible conformar una Junta de PCM, recomendamos que la Junta Administrativa sirva con doble propósito provisionalmente. En ambos casos, deben proponerse como un objetivo importante crear los dos organismos lo antes posible. Para mayor información, consulte el Libro de disciplina ¶5230. El proceso para la conformación de estas juntas consiste en que el superintendente o director de distrito, junto con sus asesores, nomine un grupo de personas. Este grupo debe ser representativo de toda la conferencia provisional o el distrito; es decir, debe incluir hombres y mujeres, miembros de las diferentes iglesias, jóvenes, minorías étnicas, etc. Si ya existe una Junta Administrativa, esta será la encargada de nominar los miembros de la Junta de PCM. Los nominados deben presentarse al director del área para obtener su aprobación. Una vez aprobados,

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la Junta queda oficialmente confirmada. Esperamos que, en la medida en que cada conferencia o distrito madure, elija autónomamente sus Juntas siguiendo los procedimientos establecidos en el Libro de disciplina. Les recordamos a estas Juntas de PCM que su principal responsabilidad es la salud y el desarrollo de la iglesia mediante la formación y el cuidado de ministros ordenados. Por tal motivo, deben ceñirse al entendimiento metodista libre que hemos descrito en el capítulo 1. ¿Qué hace la Junta de PCM? El Libro de disciplina dispone las responsabilidades principales de la Junta, a saber: • Investigar y recomendar candidatos para que sean aceptados en la conferencia o el distrito misionero o para la ordenación. • Guiar y aconsejar a aquellos que son aceptados para que puedan cumplir las demandas del ministerio pastoral. • Afirmar anualmente la integridad y el discipulado cristianos de todos los ministros con credenciales. • Colaborar con diversas transferencias de credenciales, incluyendo las que involucran a candidatos ministeriales y a ministros metodistas libres ordenados que se transfieren de una conferencia o un distrito misionero a otro, y a ministros ordenados con credenciales de otras denominaciones que buscan transferirse a la IML. • Asegurarse de que los tres rieles de formación ministerial se estén implementando y estén funcionando a fin de formar líderes saludables, eficaces, con ministerios a largo plazo. El propósito de la Junta de Preparación y Consejo Ministerial es ayudar a la iglesia local en la identificación, el desarrollo y la comisión de las personas en pos de un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la Iglesia Metodista Libre. x Ayuda a la iglesia local Las iglesias locales son el lugar de despegue y de aterrizaje para nuestros presbíteros o ministros. La mayoría de nuestros nuevos ministros surgirán en el contexto del trabajo de los voluntarios en las iglesias locales, madurarán

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dentro de estas iglesias y, cuando se les otorguen sus credenciales, serán nombrados a servir también por medio de su iglesia. La colaboración sana con la iglesia local es vital para el trabajo de la Junta. x Identificación Parte del trabajo de la Junta es “ver” a los candidatos y ayudarlos a discernir la dirección de Dios en sus vidas. Si bien Dios llama a todas las personas a ministrar, ¡no todas las personas son llamadas al ministerio ordenado! Frecuentemente, los candidatos más fuertes son aquellos que son llamados por los que ya son líderes después de ver en ellos las primeras señales de gracia para el liderazgo. Si bien no es siempre el caso, algunos que se autoidentifican como líderes se interesan en el ministerio por un deseo de ser necesitados o por la idea de que ellos pueden sanar su propio quebrantamiento vicariamente convirtiéndose en pastores. Tener el valor para canalizar los candidatos hacia otras vías de ministerio que no requieren la ordenación es uno de los trabajos más importantes de la Junta. x Desarrollo Una estrategia de desarrollo ministerial estructurada e invariable tiene sus ventajas porque asegura la estandarización y la uniformidad. Por otra parte, puede convertir el proceso de ordenación en un simple trámite burocrático. Para promover una experiencia vivificante y transformadora, la Junta crea planes de formación individualizados para los candidatos ministeriales con el fin de cultivar sus dones y formarlos de acuerdo con los resultados deseados para un ministro ordenado. Tal enfoque asegura el cumplimiento de estándares altos, así como la flexibilidad para adaptarse a las circunstancias. x Comisión En la sociedad crecientemente posmoderna en la que vivimos, el ministerio requiere ministros capacitados para servir de maneras diferentes y audaces. Esto incluye no solamente los traslados a sociedades tradicionales, sino también la plantación de iglesias innovadoras, el servicio biocupacional y un sinfín de expresiones adicionales de la iglesia. Las Juntas trabajan para ubicar a los ministros ordenados y a los candidatos conferenciales en asignaciones que optimizarán sus dones y virtudes.

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x Personas La historia de la IML afirma el valor de todas las personas: las libertades en la fundación de la denominación enfatizaron la libertad de los esclavos y la plena participación de los pobres en el cuerpo de Cristo. Desde 1974, hemos abogado por la ecuanimidad de género en todos los niveles de liderazgo de la iglesia. Las Juntas apoyan y acompañan a hombres y mujeres de todas las edades, razas, etnias y orígenes socioeconómicos. Esto requiere una continua evaluación de nuestras normativas y nuestras prácticas para otorgar credenciales y asegurar que no dejemos fuera del proceso a ninguna persona que Dios haya llamado y dotado con los dones y las virtudes necesarios. Los métodos deben subordinarse a la misión. x Ministerio Como se mencionó antes, conectarse con un mundo posmoderno requiere una mentalidad innovadora. Las Juntas son las que anticipan las futuras características de la iglesia y los ministerios de la Palabra, el sacramento y el orden. Al hacer esto, las Juntas tienen la libertad de contextualizar la formación ministerial como corresponde. x Saludable La salud de una congregación está inextricablemente atada a la salud de su líder. Por eso, la Junta tiene la responsabilidad moral y ética de hacer las preguntas difíciles y así asegurarse de que aquellos que reciban credenciales estén mental, emocional, física, espiritual y relacionalmente sanos. Estas preguntas continúan a través de la vida del ministerio del pastor; la Junta ofrece consejo para enfrentar las áreas que necesiten corrección. x Eficaz El crecimiento es típicamente una señal de salud: los árboles frutales saludables suelen producir una cosecha abundante. Al mismo tiempo, el crecimiento es más que solo números: ¡un árbol que produce grandes cantidades de frutas de mala calidad no es un árbol saludable! Las Juntas ponen a disposición de los ministros ordenados recursos para liderar ministerios que demuestren crecimiento en cantidad y también en calidad.

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x A largo plazo El ministerio es una maratón, no una carrera corta. Las Juntas capacitan a los candidatos y a los ministros ordenados a largo plazo inculcando patrones de sostenibilidad a través del proceso de desarrollo y promoviendo una continua formación después de recibir las credenciales. Un enfoque intencional en los hábitos saludables desde el principio debería minimizar los casos de agotamiento y mala conducta. x En la Iglesia Metodista Libre La IML posee un conjunto claro de valores centrales: • Nos adherimos a la autoridad de las Escrituras. • Creemos y practicamos el trato digno a toda persona independientemente de su raza, su género o su condición social, incluidos aquellos marginados por la sociedad. • Nos asociamos con otras denominaciones por el bien del reino. • Trabajamos intencionalmente en multiplicar discípulos, líderes e iglesias. La aceptación pasiva de estos valores no es suficiente para los líderes ordenados dentro de la denominación. Las Juntas tienen la responsabilidad de asegurarse de que, al principio del proceso, los candidatos y quienes buscan transferirse de otras denominaciones conozcan y acepten nuestra identidad como familia. Las Juntas llevan consigo una gran responsabilidad en la iglesia. Las iglesias locales dependen de la Junta para certificar que sus líderes con credenciales tengan tanto los dones como las virtudes para el liderazgo ministerial. Las Juntas preservan el futuro de la IML: los candidatos ministeriales de hoy son los pastores, superintendentes, directores de área y obispos de mañana. Confidencialidad Las Juntas también tienen una responsabilidad con los individuos a quienes sirven. Al hacer su trabajo, las Juntas acompañan a los ministros ordenados y a los candidatos en asuntos delicados. Por eso, respetar la confidencialidad en todos los aspectos del trabajo de la Junta es algo imprescindible. Fallar en esto puede causar daños significativos.

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Recomendamos enfáticamente que las conferencias o los distritos misioneros incluyan sesiones sobre la confidencialidad en los eventos de entrenamiento, además de recordatorios regulares durante el año. Los miembros de la Junta y las personas que asesoran a la Junta deben firmar un pacto de confidencialidad como indicación concreta de su entendimiento de este tema. En el Anexo S de este manual, incluimos una muestra del Pacto de confidencialidad; sugerimos que las conferencias o los distritos misioneros adapten este documento según sus propósitos (ver Anexo S, pág. 171).

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3. El cuidado pastoral Propósito Mostrar la importancia de los grupos de cuidado pastoral en el desarrollo de líderes saludables, eficaces y con ministerios a largo plazo con el fin de implementar este riel en cada conferencia o distrito. Contenido • Introducción • Grupos de cuidado pastoral • ¿Quién es el responsable? • La función del líder • Beneficios para la iglesia local • Distribución del tiempo de los grupos de cuidado • Resumen

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Introducción En el último capítulo, presentamos la metáfora del tren y el concepto de los tres rieles del sistema de Formación Ministerial. Los siguientes tres capítulos detallarán las prácticas incluidas en cada uno de los “rieles” y ofrecerán una guía práctica paso a paso para que una JPCM de distrito o conferencia inicie y administre un sistema de Formación Ministerial sólido. Este capítulo se centra en el cuidado pastoral. Mientras que los otros dos rieles juntos sirven para guiar el tren, este “riel” se encarga de alimentar todo el sistema. De la misma manera en que la electricidad fluye hacia el tren por medio del riel (o cable), el proceso de cuidado pastoral otorga fuerza y poder a los pastores y a los líderes de la iglesia a través de reuniones de oración regulares y la práctica de la rendición de cuentas. El crecimiento de la vida espiritual de cualquier discípulo depende de una comunidad cristiana vital; la vida del líder depende aún más de estar conectado con el cuerpo de Cristo. “Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre”. Hechos 20:28 ¿Quién cuida a los pastores? Responder esa pregunta es fundamental si tomamos en serio el desarrollo de líderes saludables, especialmente en una época en la que, podríamos decir, “vivimos tiempos de crisis en el ministerio pastoral”. Algunos pueden pensar que esta afirmación es un poco exagerada y dramática. Sin embargo, no lo es. Veamos por qué. Según David Kornfield, las “investigaciones, tanto formales como informales, indican que, en general, cerca del 95 % de los pastores no gozan de cuidado pastoral. Y los números son mayores entre las esposas de los pastores. No existen grupos pequeños de pastores o de sus esposas con quienes se reúnan

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y se ofrezcan cuidado mutuo, apoyo y rendición de cuentas” (Desarrollo Cristiano, 2010). Asimismo, de acuerdo con “Pastoreando a los pastores”, “las familias pastorales en América Latina pueden experimentar mayores tensiones y problemas que la familia promedio. Ellos gastan mucho tiempo y energía dando y ministrando a otros, pero a menudo descuidando sus propias necesidades personales, espirituales y emocionales” (Pastoreando a los pastores, S.F.). Según el Instituto Francis Schaeffer y otras entidades (Epicentro de Dios, 2016): • • • • • • •

• • • •

El 70 % de los pastores luchan constantemente con la depresión. El 80 % de ellos no estaban preparados para el ministerio. 70% El 71 % está “agotado”. 80% El 90 % dijo que el ministerio es completamente diferente de lo que pensaban. 71% El 70 % tiene problemas de baja autoestima. 90% El 40 % señala que los conflictos con miembros de su iglesia ocurren, como mínimo, una vez al mes. 70% El 85 % dijo que su mayor problema es que “están cansados” 40% de tratar con personas problemáticas o infelices, quienes en su mayoría son diáconos, líderes de alabanza, pastores 85% y otros líderes asistentes. 70% El 70 % sintió que Dios los llamó al ministerio pastoral antes 40% de comenzar su ministerio, pero después de tres años de ministerio solo el 50 % todavía cree que fueron llamados 72% por Dios. 80% El 40 % ha tenido relaciones extramaritales. El 72 % de los pastores dicen que solo estudian la Biblia 70% cuando van a preparar un sermón. El 80 % cree que el ministerio pastoral afecta negativamente a sus familias. El 70 % dice que no tiene un “amigo cercano”.

Por último, una encuesta realizada por H. B. London, en la cual se reportan los riesgos que enfrentan las familias pastorales, reveló lo siguiente (Epicentro de Dios, 2016): • El 58 % de los pastores afirman que sus esposas trabajan por hora o a tiempo completo fuera del hogar porque la familia necesita esos ingresos. • El 56 % de las esposas de pastor dicen que no tienen amigas íntimas. • El 21 % de las esposas de pastor quieren menos intromisiones en sus vidas privadas.

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• El 60 % de las esposas de pastor quieren tener más preparación para poder servir mejor. • El 45 % de las esposas de pastor dicen que el mayor peligro para ellas y para su familia es el agotamiento físico, emocional y espiritual. • El 38 % de las esposas de pastor dicen que la mayor frustración en el ministerio es el manejo del tiempo. • El 53 % de las esposas de pastor dicen que tienen dificultades con la educación de sus hijos. Aunque estas estadísticas han sido elaboradas con datos de pastores en los Estados Unidos, la realidad en Latinoamérica no es muy diferente. Y una vez más, debemos preguntarnos, ¿quién cuida a los pastores? Grupos de cuidado pastoral La respuesta a la pregunta que hemos planteado la encontramos en las palabras del apóstol Pablo a los pastores de la iglesia de Éfeso: “Tengan cuidado de sí mismos”. ¡Los pastores debemos cuidarnos entre nosotros! Y entonces, cuando obedezcamos este primer llamado de la Palabra de Dios, podremos ser eficaces en cumplir la siguiente parte de nuestro llamado: “Y de todo el rebaño”. La pregunta que nos surge entonces es: ¿cómo podemos poner en práctica este consejo de la Palabra de Dios? La respuesta es sencilla: con “grupos de cuidado pastoral”. Son espacios en los que ministros cristianos o líderes en formación ministerial se reúnen para cuidarse mutuamente, apoyarse, rendir cuentas y orar unos por otros. En nuestros días, múltiples organizaciones están redescubriendo el valor de este tipo de reuniones. La verdad es que la vida y el ministerio cristianos son un bello, pero duro peregrinar. Es por eso que hoy, más que nunca, necesitamos de otros que nos acompañen en este camino. Miremos estos versículos: Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. Santiago 5:16 Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran

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hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca. Hebreos 10: 24-25 Wesley entendió claramente esta verdad y el papel clave en el peregrinar cristiano. Fuimos salvos para llevar una vida de santidad y esto no es posible en soledad, sino con compañeros de viaje que transitan hacia la Nueva Jerusalén. Por ello escribió: “Es una bendición tener compañeros de viaje hacia la Nueva Jerusalén. Si no pueden hallarlos, deben hacerlos; porque nadie puede hacer solo el camino”. ¿Cómo funcionan? En la Iglesia Metodista Libre, estos grupos han adoptado la forma de lo que originalmente Wesley llamó “clases”. Muchos escritores aseguran que las reuniones de clase fueron cruciales para el avivamiento del metodismo, justamente porque estos grupos acompañaban el crecimiento y la práctica de la fe. La “reunión de clase” se usó como una herramienta para consolidar la evangelización al aire libre, a la vez que sería útil para el discipulado. Hacia finales del siglo XVIII, el metodismo había crecido de manera muy significativa y contaba con más de 10.000 reuniones de clase. Como lo menciona el libro “La reunión de clase”, escrito por Kevin Watson (2014, pág. 24), este movimiento se inició en 1742 con el propósito de encontrar la manera de pagar la deuda de un edificio. Sin embargo, rápidamente se convirtió en una herramienta para el cuidado, el apoyo y el aliento mutuos a fin de ajustar la vida de santidad y acompañar el peregrinaje hacia los mandatos de Dios. Pero no fue el único grupo de cuidado que Wesley institucionalizó. También se crearon las bandas, que tenían algunas particularidades. Las bandas eran grupos pequeños de líderes que se reunían para saber cómo estaba su alma, su corazón y su relación con Dios. ¿Cuál es el objetivo?

Estos grupos se formaron con el objetivo de generar una transformación integral. Si bien es cierto que hay una infinidad de métodos o énfasis para desarrollar grupos de cuidado pequeños, para nosotros, que tenemos raíces wesleyanas, el fin es acompañar la vida de todos los participantes en su crecimiento y su transformación.

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Muchos afirman que el ministerio pastoral es un ministerio muy solitario. Esto no puede ni debe ser así. Como metodistas libres, creemos que Dios nos ha puesto como líderes o pastores que también necesitan cuidado y debemos procurar encontrarlo en nuestros pares o en nuestros superiores. Estamos seguros de que la rendición de cuentas es vital para evitar el agotamiento ministerial, el desequilibrio integral y la caída en la tentación. Eclesiastés 4:12 nos invita a no estar solos: Dios nos ha unido a una gran familia universal, llena de dones y talentos que puede acompañarnos y ayudarnos. Wesley les enseñó esto a su equipo y a sus discípulos, ya que era fundamental para vivir una fe en santidad. Por eso, la pregunta que hacía en estos espacios era: “¿Cómo está tu alma?”. El historiador metodista Scott Kisker la reformula de la siguiente manera: “¿Cómo está tu vida con Dios?”. Estos grupos se convirtieron en el espacio para cuidarse mutuamente y conocer el estado de sus almas. Wesley dedicó esfuerzos para que los predicadores y los líderes no llevaran una fe fingida (2 Tim. 3:5). Al contrario, se unían para orar juntos, para recibir la palabra de exhortación, para cuidarse entre ellos, a fin de que cada uno se ocupara de la salvación. Podemos afirmar lo siguiente: los grupos de cuidado están diseñados para evitar que andemos en soledad, para llevar las cargas unos de otros y para buscar compañeros no solo de oración, sino personas que nos animen y exhorten a abandonar toda mala o incorrecta manera de vivir el evangelio para andar en la libertad y en la paz de la presencia de Dios. ¿Quién es el responsable? Cada conferencia o distrito debe contar con grupos de cuidado donde todos los presbíteros, CMC y CML en asignación pastoral reciban cuidado y acompañamiento en el área del corazón. El responsable directo de proveer estos espacios y de asegurarse de que cada uno participe es la JCPM y, en su defecto, la JAD (si aún no existe la JCPM). Un miembro de la Junta será el responsable de coordinar los grupos de cuidado en el distrito o conferencia y de asegurarse de que funcionen. Sin embargo, la JPCM puede delegar esta tarea a una persona externa para que coordine y mantenga funcionando el cuidado pastoral. El coordinador será el responsable de velar por la participación de todos, garantizar que cada grupo tenga un líder idóneo y se desarrolle correctamente.

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Además, deberá reunirse esporádicamente con los líderes de los grupos para hacer un seguimiento y rendirle cuentas a la Junta del proceso y la participación de todos los presbíteros y los candidatos en asignación pastoral. Asimismo, de manera opcional, estos grupos pueden incluir a los esposos y a las esposas de los presbíteros y de los candidatos. Participar de los grupos de cuidado no debe ser una alternativa. Tampoco reemplaza la mentoría que se realiza de manera individual. ¿Cuál es La función del líder? Como en todo proyecto, quien dirige es la clave que permite avanzar o el clavo que estorba lo que se quiere lograr. Es por esto que se requiere mucha sabiduría para asignar a la persona correcta que modele el propósito de “abrir su corazón, su alma a los demás”. De lo contrario, los esfuerzos serán inútiles. Un asunto importante al momento de asignar o delegar una reunión de cuidado es que la persona preferiblemente ya haya participado de manera activa en alguna de estas reuniones. Si no lo hizo, deberá recibir entrenamiento para evitar el fracaso del grupo. Además, es fundamental que tenga una relación viva con Dios, esté abierta a hablar de su corazón, porque esto le permitirá tener la autoridad para animar a otros a abrir sus corazones también. Al iniciar un grupo o al participar por primera vez en un grupo de cuidado, se pueden presentar diferentes inconvenientes. Algunos ejemplos son los prejuicios, miedos o temores al qué dirán o a las posibles consecuencias que puedan surgir de abrir el corazón y confesar ciertos pensamientos, acciones o luchas; la exposición a la crítica, etc. Estos problemas y muchas otras situaciones pueden llevar a no desear participar de un grupo. Sin embargo, vale la pena asumir estos riesgos. Como muy seguramente sabe: si confesamos nuestros pecados, serán perdonados, pero si los dejamos callados, muy probablemente nos condenaremos a nosotros mismos. Por lo tanto, una de las responsabilidades principales del líder es ayudar a que los miembros del grupo se sientan cómodos al hablar sobre el estado de su ser. Se recomienda que las normas sean claras desde un principio, la confidencialidad (lo que se dice en el grupo, debe quedar allí), la puntualidad, la asistencia constante (tomarla como una actividad ministerial) y la oración mutua. El grupo no es un espacio para juzgar, señalar ni hacer sentir mal a otro y, por eso, se debe cuidar de lo que se dice. Se debe tener en cuenta, en todo momento,

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que nuestros comentarios o aportes deben ser constructivos y de ánimo y no destructivos. Por último, se debe mostrar compromiso con las metas de obediencia o los ajustes necesarios en la vida que permitirán llevar un estilo integralmente saludable. El líder del grupo de cuidado deberá no solo cuidar a las personas durante la reunión, sino también, en algunas ocasiones, buscarlas. Existen asuntos particulares que se identifican a lo largo del tiempo y que ameritan una mayor atención. O quizás alguna persona no haya asistido y es necesario asegurarse de que no está pasando una situación grave y animarla y orar por ella. Un ejemplo de acercamiento puede ser: “Noté que no estuviste en nuestra reunión de hoy y solo quería comunicarme para ver si estás bien y preguntar si hay alguna manera particular en que puedo estar orando por ti” (Watson, 2014, pág. 98). Sin embargo, no es una función única o exclusiva del líder: se espera que el grupo de cuidado crezca en compañerismo de tal forma que todos se preocupen unos por otros y el cuidado surja de manera natural. Es también la función del líder atender que todos participen y respondan a la pregunta: “¿Cómo está tu corazón?”. Él es el encargado de mantener el propósito del grupo y que las conversaciones sean de crecimiento y avance. Es importante recordar que los grupos de cuidado son para ayudar y acompañar el peregrinaje cristiano y evitar el estancamiento o futuros riesgos o pecados. El líder debe asegurarse de que todos participen e impedir que otros asuntos ajenos a la conversación y el propósito tomen lugar, ya que dispersarán al grupo y arruinarán el enfoque deseado. Por otro lado, en los grupos de cuidado se debe velar por el equilibrio en el uso de la Biblia: no es un estudio bíblico. Asimismo, se debe velar por el equilibrio en la oración: no es un tiempo de intercesión. Tanto la Biblia como la oración son vitales para nuestro crecimiento, pero creemos que hay otros espacios para profundizar en estas prácticas. Sin embargo, es necesario que haya un tiempo para la oración en el encuentro, tanto al principio como al final. No es que no se pueda hacer en otro momento. Sabemos que el Espíritu Santo es quien guía la reunión y debemos ser sensibles a su dirección. Debemos orar unos por otros. A medida que el grupo crece en confianza y se va interiorizando la dinámica de abrir el corazón, el líder debe iniciar respondiendo la pregunta central: “¿Cómo está mi vida con Dios?”. Esto es muy valioso, ya que él es un modelo: como sea de profunda la respuesta del líder, así de profunda será la respuesta de los demás. El líder debe comenzar porque es el referente. Sin embargo, es importante

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aclarar que este no necesariamente debe ser una persona superior en jerarquía de liderazgo. Los grupos de cuidado pueden estar formados por pares, lo que convierte al líder en un miembro más, con una responsabilidad en el grupo. El inicio de los grupos de cuidado es clave para la marcha. Al comienzo, se dan siempre las pautas verbales y las dinámicas direccionadas que establecen cómo serán los encuentros. Es necesario cuidar especialmente la dirección del grupo y las respuestas a las preguntas. Hay que invitar a la honestidad sin forzar y modelar la vulnerabilidad. Lo que no se debería hacer El líder debe evitar verse a sí mismo como un maestro o alguien superior. No se trata de ofrecer información ni de dirigirse a subalternos; todos estamos allí porque transitamos hacia la santidad social, comunitaria y relacional, y nos necesitamos y nos complementamos, nos amamos y nos exhortamos. Al final “todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo” (Ef. 4:13). No debe preocuparse por responder a todas las preguntas o inquietudes que se presenten, ni tampoco a cada persona en la reunión. El líder debe ser empático con quien compartió y con lo que se compartió. Para esto, debe estar muy atento. La respuesta a la pregunta “¿Cómo está tu vida con Dios?” puede sencillamente terminar en una oración, en un agradecimiento por compartir con el resto del grupo o en un buen consejo que le permita a otro avanzar. Compartir experiencias con otros puede ser muy edificante: a veces nos enfrascamos fácilmente en asuntos triviales y un buen amigo puede ayudarnos a salir de ellos. El líder es más bien un facilitador de la reunión, un espacio donde cualquier persona puede hablar. No debe permitir que la reunión quincenal dure más de una hora y media. Esto puede ser gravoso y dificultar sostener la participación y el ánimo de esta. Hay que cuidar el manejo del tiempo. Aunque debe haber libertad para que el Espíritu se mueva, sabemos que Dios es un Dios de orden y esto no debe convertirse en la excusa para descuidar el tiempo. Cuanto más grande sea el grupo, más difícil será que todos logren tener una experiencia agradable y favorable ante el propósito del grupo de cuidado. Por eso, la recomendación es que el grupo esté formado por siete u ocho personas y así, todas podrán participar activamente.

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¿Son provechosos los grupos de cuidado para la iglesia? o ¿los grupos de cuidado pueden aplicarse a toda la iglesia? Los grupos de cuidado pueden producir mayor cuidado y crecimiento de los discípulos, miembros y líderes de la iglesia. Esto se debe a que es más probable que entre varios puedan cuidar al resto de la congregación, incluidos a los nuevos convertidos. Los grupos de cuidado permiten desarrollar el liderazgo y vivir de manera práctica la atención mutua, modelando así el amor por el prójimo y el interés que debo prestarles a ellos. Si recordamos la Palabra de Dios en la Gran Comisión, podemos afirmar que la misión consiste en ir y hacer discípulos. Los discípulos son aquellos que poco a poco van dejando su vieja manera de vivir para llevar el estilo modelado por Jesús, los apóstoles y los profetas de Dios. Son aquellos que permiten el obrar de Dios y se comprometen en obedecer su Palabra. Es cierto que deben conocer la Palabra para poder obedecerla, pero no es lo único que deben aprender a hacer. Por ejemplo, deben aprender a vivir en comunidad, a llevar una fe comunitaria, practicar los medios de gracia, etc. Muchos de los intentos de hacer discípulos han sido equivocados porque nos hemos concentrado más en la cabeza y en el conocimiento que en el corazón, cuando lo primero que Dios nos pide es el corazón. Tenemos la responsabilidad comunitaria de crecimiento, y esta tiene que ver con amarnos, animarnos, servirnos, soportarnos, enseñarnos y exhortarnos unos a otros. Por lo tanto, podemos afirmar que las reuniones de clase promueven la fe viva y práctica de toda iglesia. Peter Cartwright dijo: En estas reuniones, los débiles se han hecho fuertes; los humillados han sido levantados; los tentados han encontrado la gracia liberadora; la mente dudosa ha visto todas sus dudas y temores eliminados, y toda la clase ha encontrado que esto era “nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo”. Aquí el corazón duro ha sido ablandado, el corazón frío, calentado con fuego sagrado; aquí la mente oscura, ensombrecida por las pruebas y la tentación ha sido esclarecida, y el sol de justicia ha resucitado con gloria resplandeciente, “con sanidad en sus alas”; y en estas reuniones de clase, muchas personas que buscaban una religión han encontrado el lugar del nacimiento espiritual de sus almas en la familia celestial y sus almas muertas fueron vivificadas para Dios.

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No podemos dejar que las malas experiencias trunquen esta maravillosa experiencia de amarnos y cuidarnos unos a otros. Como pastores, anhelamos que cada persona pueda ser atendida, discipulada y acompañada en su peregrinaje, y que se convierta en un discípulo que haga discípulos a otros. Esta es una oportunidad para cuidar el corazón de todos los que Dios está añadiendo para salvación; es el lugar para compartir lo que está sucediendo en nuestras vidas como seguidores de Cristo. ¿Qué debo tener en cuenta para crear un grupo de cuidado? 9 Si es un líder de la iglesia, debe cerciorarse de tener el aval del pastor o de la pastora de la iglesia. 9 Formalizar las reuniones, que deben ser preferiblemente cada quince días, y ser respetuoso con ese horario, ya que debe ser consistente. 9 Los grupos deben estar conformados por siete u ocho personas. 9 Para la formación de los grupos de cuidado, es bueno tener en cuenta el estado civil, el sexo y la edad. Sin embargo, en ocasiones esta recomendación puede variar. A veces se pueden reunir parejas y tener un tiempo que procure la santidad matrimonial. También mezclar personas de distintas edades puede producir reuniones de mucho crecimiento. 9 No debe durar más de una hora y media. Se debe dedicar este tiempo a responder la pregunta principal: “¿Cómo está tu corazón?”. Sin embargo, puede haber algunas variantes a esta pregunta que encontrará en la página 54 del manual “Introducción al ministerio pastoral”. En el siguiente enlace está disponible en forma digital: https://iml-latinoamerica.org/ introministerio/. 9 En muchas ocasiones, buscamos un libro de lectura de apoyo que contribuya al crecimiento del liderazgo: libros que nos permiten evaluarnos, examinarnos y confrontarnos. Creemos que la Biblia es el libro supremo, pero también creemos que Dios ha usado a hombres muy sabios para desarrollar temas profundos relacionados con el corazón del líder y pastor. El contenido del libro nos puede preparar para el tiempo de cuidado, pero no puede convertirse en el eje central ni en lo más importante. 9 Hay que dedicar tiempo para orar unos por otros. ¿Cómo distribuir el tiempo de los grupos de cuidado? 9 Primera hora: rendición de cuentas. Este tiempo es muy especial y de suma confidencialidad. Aquí abrimos nuestros corazones

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para rendir cuentas sobre el estado de nuestra vida a nivel espiritual (luchas y pecados), físico (salud), emocional, social, familiar, etc. Oramos unos por otros por las necesidades y las dificultades y nos animamos a seguir adelante, a perseverar en nuestro peregrinaje de fe. La idea es crear relaciones de compañerismo, amistad y libertad sólidas que nos permitan confesar nuestros pecados (Sant. 5:16) y liberarnos de todo peso (Heb. 12:1). El fin no es criticarnos ni señalarnos, sino al contrario, orar unos por otros y sobrellevar las cargas continuamente en oración y acompañamiento (Gál. 5:1). 9 Últimos 30 minutos: socialización del capítulo del libro que se está leyendo. El objetivo es conversar de lo que aprendimos, lo que nos impactó, lo que es práctico y relevante para nuestra vida personal, familiar y eclesial, que nos lleve a compartir experiencias personales y avanzar en nuestra vida. 9 Es bueno dejar alguna tarea práctica relacionada con el tema tratado. De acuerdo con las respuestas obtenidas a partir de la lectura, cada uno deberá señalar algo que debe reafirmar o cambiar en su vida para avanzar de manera integral. La primera reunión de cuidado pastoral Esta reunión es un poco diferente: en los primeros 30 minutos se explica el propósito de los distintos momentos, se presentan las reglas y se deja claro que el enfoque del cuidado pastoral no es ministerial, ni curricular, sino más bien transformativo, centrado en renovarnos por la gracia de Dios, hasta llegar a la estatura de Cristo. En otras palabras, el fin es convertirnos en cristianos cada vez más fieles, que crecen en amor por Dios y por el prójimo (Gál. 4:19). Notemos la relevancia de este tiempo para nuestra salud integral. Es por eso que debemos crear la cultura de cuidarlo, valorarlo, aprovecharlo y respetarlo. Se comunica la lectura que se va a llevar a cabo, de qué forma se va a direccionar esta parte de la reunión y por supuesto, oramos siempre unos por otros. Resumen

- Frecuencia de la reunión: cada quince días - Duración de la reunión: 1:30 h (no más que esto) - Relevancia de la reunión: ser renovados por la gracia de Dios, hasta llegar a la estatura de Cristo (Ef. 4:13)

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4. El proceso de mentoreo Propósito Ayudar a las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial a entender la importancia de la mentoría en el proceso de formar líderes saludables, e implementar un sistema de mentoría fructífero.

Contenido • Introducción • El arte de mentorear • Cualidades de un buen mentor • Consejos prácticos para mentores • Beneficios del mentoreo • Nuestro proceso de mentoreo • Agenda de una sesión de mentoreo • Importancia de la confidencialidad

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Introducción Este capítulo se centra en el segundo de los tres “rieles” del proceso de Formación Ministerial: la mentoría. Al igual que el cuidado pastoral en el capítulo anterior, la mentoría sirve para conectar al líder en formación con el cuerpo de Cristo. Sin embargo, este riel difiere de manera significativa del cuidado pastoral, tanto en el propósito como en la estructura. Es uno de los dos rieles de guía y proporciona al líder en desarrollo un modelo personal a lo largo del procedimiento. Además, en este capítulo se presentan los pasos para que la Junta de PCM pueda implementar un proceso de mentoría saludable en todo el distrito o la conferencia. Según 2 Timoteo 2:2, cada generación de discípulos tiene el deber de formar a la siguiente generación. ¡Cuánto más los pastores! Por ello, es responsabilidad de cada pastor metodista libre, especialmente los ordenados, mentorear a los líderes en formación. Las Juntas de PCM deben velar para que cada pastor cumpla esta tarea y cada candidato ministerial tenga un mentor. El arte de mentorear Mentorear es el arte de acompañar a una persona para ayudarla a crecer en las habilidades, el carácter y el conocimiento, en cuantas áreas de la vida sea posible. Por lo general, implica que una de las dos personas es más experimentada, más conocedora y que, por lo tanto, tiene algo digno de transmitir a una menos experimentada, más joven o menos conocedora (Osterhouse & Teja, 2015). En un sentido más profundo, mentorear es “una experiencia relacional en la cual una persona empodera a otra compartiendo los recursos que Dios le ha dado” (Stanley & Clinton, 1992). La mentoría no es algo nuevo ni propio de nuestra época. Al contrario, es un recurso muy antiguo con muy buenos resultados. En la Biblia encontramos

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muchos personajes que fueron mentores, como Moisés, Pablo, Bernabé, entre otros. Observemos cómo Moisés, después de su encuentro con Dios, comenzó un caminar en fe y ejecutó el plan de Dios: sacar a los israelitas de la esclavitud. Moisés adquirió experiencia y conocimiento de Dios porque había caminado con él (Éx. 3:5-17). De la misma manera en que Moisés se relacionó con Dios, él también se relacionó con el pueblo. Allí observó a un joven llamado Josué, entabló una relación con él y comenzó a darle oportunidades para liderar. Josué respondió de manera acertada: escogió un grupo de personas para la batalla, salió a pelear y deshizo a Amalec (Éx. 17:9,10,13). Dios guía a Moisés a escribir la historia de lo acontecido y manda que la lea en voz alta delante de Josué (Éx. 17:14), tal vez para que este joven nunca olvidara que Dios había estado con él en la batalla y así, afirmar su fe. Moisés construyó una fuerte relación con Josué y lo invitó a caminar con él para vivir una experiencia relacional (Éx. 24:13-18; cf. 32:17-18). Él comenzó a empoderar a Josué de tal manera que este nunca se apartó de en medio del tabernáculo (Éx. 33:11). También le dio consejos sabios cuando lo necesitó y transformó su perspectiva (Núm. 11:24-29). Esta relación hizo que la forma en que Josué veía la vida y la fe se hiciera más real. Como resultado, el joven se convenció de que Dios les daría la tierra en verdad, tanto que llegó a exclamar: “Los comeremos como pan... con nosotros está Jehová; no los temáis” (Núm. 14:8-9,30,38 RV1960). Dios empoderó a Josué por medio de Moisés para que llevara a cabo la misión de poseer la tierra prometida (Núm. 26:17-18; cf. Deut. 34:9; Jos. 1:1). La ejecución y los resultados de la misión se pueden ver en el libro que lleva su nombre. Cualidades de un buen mentor El trabajo de mentorear requiere ciertas cualidades para hacer más efectiva nuestra labor. Puede que algunas de ellas sean más difíciles para ciertas personas. Sin embargo, a medida que se lleva a cabo la tarea, se van desarrollando las habilidades y las capacidades para ser eficaces en la mentoría. Algunas de las cualidades de un buen mentor son: 1. Es un buen oyente. El mentor escucha más de lo que habla. Formula preguntas y escucha las respuestas de sus mentoreados. 2. Trata con los momentos de la vida. Lidiamos con los altibajos que enfrentan los mentoreados. Es mejor enseñar lo que está conectado con la realidad presente.

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3. Es un tipo de partero. Los mentores actúan como un tipo de partero, ya que ayudan a otras personas a concebir nuevas ideas, nuevas destrezas, nuevas metáforas y nuevas maneras de ser y de hacer. Los mentores asisten a los aprendices en dar a luz sus propias ideas, visiones y objetivos. 4. Ayuda al mentoreado a ver cuáles son las opciones. Cuando enfrentamos una situación difícil, las personas pueden quedarse “atascadas” mirando una sola solución, un solo resultado, un solo curso de acción. Los mentoreados discuten temas con su mentor y este los ayuda a considerar otras alternativas. 5. Inspira. Todos necesitamos a alguien que crea en nosotros. Necesitamos un Moisés o un Bernabé que nos anime cuando estamos deprimidos o sentimos que fallamos en el ministerio. 6. Es un pensador analítico. Los mentores deben ayudar a pensar crítica y analíticamente que las cosas no son tan solo negras o blancas. El mentor no busca soluciones; necesita analizar la situación actual para ayudar a sus mentoreados a seguir adelante. 7. Es un guía. Muestra el camino para crecer en habilidades, en carácter y en conocimiento. Consejos prácticos para mentores • Valore: no menosprecie ni critique (Gál. 5:13; Ef. 5:21; Rom. 12:10). • Modele: no intervenga. • Anime: no desanime, sino más bien, respalde (1 Tes. 5:11; Rom. 4:13, 15:7; Ef. 4:32). • Sea humilde: no sea altivo. No construya barreras (Fil. 2:3). • Escuche: no hable; no aconseje libremente. • Aclare: no reclame. • Dé tiempo: no tome atajos. • Revise: no falle al reforzar. • Dé recursos: no investigue en lugar del mentoreado. • Provea perspectiva: no dé respuestas fáciles.

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Nuestro proceso de mentoreo En la IML, la mentoría existe en cada nivel del desarrollo del líder. Algunos evidencian una capacidad para el liderazgo durante el proceso de discipulado de nuevos creyentes. El mentoreo en estos líderes emergentes es una herramienta para que entiendan los propósitos de Dios para sus vidas y desarrollen las habilidades básicas para el ministerio. Los mentores acompañan a los líderes en crecimiento aun antes de que estos perciban un llamado personal al ministerio cristiano vocacional y continúan caminando con ellos a medida que maduran en sus funciones. El mentor suele jugar un papel clave en la vida del nuevo líder, ya que lo ayuda a discernir el llamado a la vocación ministerial. Una vez que los nuevos líderes hayan madurado en sus ministerios, estos, sucesivamente, mentorearán a otros líderes emergentes. La selección del mentor La selección de un buen mentor es uno de los elementos principales del proceso de formación de líderes saludables. Cuando hablamos de un buen mentor, no nos referimos necesariamente al que cumple con los requisitos específicos de un perfil preelaborado. Más bien, se trata de una persona que se ajusta de manera más adecuada a las necesidades del líder en formación y que, a su vez, cuenta en la práctica con la supervisión y el apoyo de otro cercano a su desarrollo ministerial. Teniendo en cuenta la forma de organización de la Iglesia Metodista Libre en cada país, resulta conveniente y práctico establecer un sistema de mentoreo que se adapte a las instancias de gobierno ya establecidas. Es por eso que desarrollamos una metodología de “mentores naturales” basada en el modelo del mentoreo bíblico. En nuestro contexto, los mentores naturales son pastores y líderes laicos experimentados y maduros que gozan de una cercanía relacional con los líderes emergentes y tienen oportunidades de modelar. En el contexto de la PIC, el mentor natural de un líder de una casa de paz es el líder de la red. El mentor natural del líder de una red es un líder de PIC Latinoamérica o el pastor de la iglesia establecida que impulsa la plantación de iglesias comunitarias. El mentor natural de un líder en formación en carrera ministerial es el pastor local de la iglesia donde este sirve. Lo mismo se aplica en el caso de presbíteros localizados o ministros en un proceso disciplinario. Sin embargo, existe la posibilidad de que,

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por vía de excepción, se asigne un mentor diferente del pastor de la iglesia local. En estos casos, las partes involucradas deben estar de acuerdo y tener el aval de la Junta de Preparación y Consejo Ministerial. Esta metodología facilita el proceso de seguimiento de la persona mentoreada por su cercanía con el mentor natural. Otras ventajas también son: proporciona una distribución equitativa y realista de las responsabilidades de mentoreo (entre todos los pastores activos) sobre los ministros en formación, lo que, a la vez, permite que estas habilidades se desarrollen en todo el cuerpo pastoral. En cuanto a los candidatos en la carrera ministerial, el responsable indiscutible de este componente en nuestro sistema es la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM). Esta es la única entidad autorizada para hacer excepciones en caso de que sea necesario. Es importante que el mentor de un candidato ministerial esté familiarizado con el proceso de ordenación tal como lo establece la Iglesia Metodista Libre y sepa cuándo será su turno de cumplir determinada tarea. El Anexo A presenta una guía paso a paso del proceso de ordenación (ver Anexo A, pág. 116). El mentor debe estar atento para intervenir en el momento preciso, como lo indica la guía. Enseguida vamos a ver el rol del mentor en las etapas del proceso de ordenación: al inicio, en el llamado al ministerio vocacional y luego, en las distintas etapas del proceso. ¿Qué significa ser “llamado” al ministerio cristiano vocacional? En las primeras etapas del desarrollo de un líder, el mentor ayuda a un posible candidato al ministerio a discernir si existe realmente un llamado a la vocación ministerial. ¿Cómo se puede saber si Dios está llamando a una persona a la vocación ministerial? Existen cinco indicadores que suelen estar asociados con el llamado al ministerio. 1. El llamado es conmovedor: es una convicción profunda. Negarla produce una persistente y dominante perturbación en el alma. 2. El llamado es insustituible: las personas que siguen vocaciones diferentes a su llamado expresan que se sienten vacías en otras ocupaciones.

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3. El llamado es perdurable: permanece a pesar de los momentos de victoria y batalla, de oposición y crisis de identidad ministerial. De esta manera, produce una confirmación genuina y perdurable en el tiempo. 4. El llamado produce un anhelo por responder de inmediato. La persona que verdaderamente ha sido llamada por Dios se dedicará a un servicio fiel y entregado de inmediato, sin importar si recibe un pago por esto o no. No podrá dejar de servir a Dios con todo el corazón. 5. El llamado se puede confirmar. Esto significa que, si bien tiene un carácter personal, debe recibir la confirmación de la iglesia y de sus líderes. El papel del mentor de un candidato ministerial local (CML) A medida que el nuevo posible candidato sirve en el ministerio al lado del mentor (quien, en este momento, es el pastor local, el coordinador de la red de PIC o alguien asignado para esta tarea), el mentor debe, durante el primer año, presentar al posible candidato ante la Junta de la iglesia local para que este sea reconocido como candidato ministerial local (CML). Luego de este reconocimiento, el mentor seguirá acompañando al candidato ayudándolo a desarrollar los atributos necesarios para un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la IML. En esta etapa del CML, el acompañamiento también se enfoca en el proceso de discernimiento del llamado. Para esto, se utilizan herramientas de evaluación de aptitudes y actitudes y se monitorea el avance del candidato en el estudio de los cursos del currículo de Formación Ministerial. Nos referimos a estas categorías como cabeza (conocimiento), corazón (actitudes) y manos (habilidades y capacidades). Para lograr el desarrollo en estas tres áreas (cabeza, corazón y manos), el mentor y el candidato ministerial local (CML) deben elaborar un plan de formación anual. Este plan sirve para preparar al CML para una eventual reunión inicial con la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM), que marcará el comienzo del proceso para llegar a ser candidato ministerial conferencial (CMC). El plan de formación debe incluir: • El estudio de los primeros cursos del currículo de Formación Ministerial* • Una reunión mensual con el mentor • Práctica en el ministerio

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El Anexo D: Plan de formación para candidatos ministeriales (ver Anexo D, pág. 122) ofrece una muestra de un plan de formación. El mentor monitorea el avance del candidato, confirma la realización de los primeros diez cursos, registra la participación del candidato en el ministerio y observa el crecimiento de su madurez espiritual y de sus actitudes de servicio. Este debe presentar las evidencias de preparación del candidato ante la Junta de PCM. Si, en algún momento del proceso, el mentor del candidato considera que el ministerio vocacional no sería una buena opción para él, debe tratar el asunto con tacto, gracia y amor y hacerle saber que, en su caso, puede que el ministerio ordenado no sea la mejor manera de continuar.

El papel del mentor: de CML a candidato ministerial conferencial (CMC) La etapa como CML dura, al menos, dos años, a veces un poco más. Una vez que el mentor considera que el CML ha cumplido adecuadamente las metas del plan de formación y está apto para seguir adelante en el proceso de candidatura ministerial, el mentor, con la aprobación de la Junta de la iglesia local, solicita una entrevista inicial a la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM). El objetivo es avanzar a la próxima etapa del proceso de ordenación: candidato ministerial conferencial (CMC). Para esta solicitud, se presenta un documento llamado Solicitud de entrevista de evaluación para la OBRe (ver Anexo H, pág. 133). El resultado de la entrevista entre la JPCM y el CML dirigirá al candidato por uno de tres caminos: 1. abandonar el proceso de ordenación; 2. continuar como CML un tiempo adicional; o 3. ser aprobado como candidato ministerial conferencial (CMC).

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El papel del mentor de un candidato ministerial conferencial (CMC) Una vez aprobado como CMC, la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM) puede decidir asignarle un nuevo mentor o pedirle al mentor actual que continúe acompañando al candidato. Esto dependerá de las necesidades del CMC y del contexto de liderazgo en el distrito o la conferencia. La autoridad para tomar esta decisión es de la JPCM. Cada año en esta etapa de la candidatura, la JPCM, con la colaboración del mentor, elabora el mejor plan de formación posible para el candidato (ver Anexo D, pág. 122 para obtener un formato). Durante las reuniones mensuales, el mentor continuará ayudando al CMC a desarrollar los atributos que corresponden a las áreas de la cabeza, el corazón y las manos. Cuando el candidato es aprobado como CMC, el rol del mentor en esta etapa cambia con respecto al rol del mentor del CML, ya sea que la Junta haya asignado un nuevo mentor o se mantenga el mismo. El mentor del CMC sigue observando y animando al candidato. Sin embargo, en esta instancia, no dirige directamente el proceso de desarrollo del candidato como lo hace el mentor de un CML. Los mentores asignados por la JPCM para los CMC se aseguran de que los aspirantes cumplan los planes de formación elaborados por la JPCM y los impulsan a seguir adelante. En otras palabras, la JPCM toma una función de liderazgo en el desarrollo del CMC y el mentor asume la tarea de monitorear al candidato y animarlo en la realización del plan de formación que la JPCM preparó. El plan de formación va a implicar un seguimiento a través de una reunión mensual, de una hora aproximadamente, entre el mentor y el candidato. El tiempo estimado puede variar dependiendo de las necesidades particulares del candidato. Esta cita mensual puede ser informal, pero debe ser siempre intencional y seguir más o menos la guía de conversación que se encuentra en

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el Anexo T, pág. 172. De vez en cuando, los puntos de conversación van a incluir asignaciones, actividades, tareas, etc. que el candidato va a tener que cumplir durante el estudio de los cursos del currículo de Formación Ministerial. El mentor va a descubrir que es útil mantener un registro para notar el desarrollo del candidato cada mes. El Anexo U, página 189, provee un ejemplo de un registro para anotar lo conversado y lo acordado. Al final de este capítulo, encontrará una explicación de cómo usar el Anexo U. Además de servir como un observador del candidato y su avance, el mentor del CMC actúa como representante del candidato en su interacción con la JPCM durante los pasos hacia la ordenación. En esta función, los mentores de los CMC tienen la responsabilidad de entregar a la JPCM un reporte trimestral sobre el avance y el desarrollo del candidato. El proceso exacto de cómo completar los reportes de mentoría y cómo entregarlos va a ser establecido por la JPCM del distrito o la conferencia correspondiente. El Anexo F, “Reporte trimestral del mentor”, ofrece una plantilla general que puede ser utilizada como reporte (ver pág. 129). Es recomendable que las conferencias y los distritos usen la plataforma AirTable para guardar los reportes de mentoría de cada candidato. Estos reportes deben estar exclusivamente al alcance de la JPCM. La relación entre el mentor y el candidato se nutre y se fortalece a través de las reuniones que ocurren regularmente cada mes. Se sugiere enfatizar al candidato desde un principio la manera en que se llevarán a cabo las responsabilidades compartidas de los encuentros con el mentor. El hábito de perder citas demuestra una falta de sumisión al proceso de mentoreo e influye en la evaluación final del candidato. Durante las sesiones mensuales de mentoría, el mentor del CMC continúa ayudando al candidato a seguir creciendo en madurez en las áreas de la cabeza, el corazón y las manos. Estos son algunos temas que podrían tratarse: • Ética de trabajo

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• • • • • • • • • •

Balance y equilibrio en la vida personal, el trabajo, el ministerio y la familia Presencia apropiada en las redes sociales Relaciones sanas con la conferencia o el distrito Relaciones sanas con la iglesia local Profesionalismo Forma apropiada de vestir Forma apropiada de hablar Hábitos de alimentación y ejercicio físico saludables Ejercicio equilibrado de la autoridad Normas y regulaciones contra el acoso sexual

Si bien es adecuado hablar sobre estos temas en cualquier momento durante la candidatura, la mayoría de ellos van a surgir a lo largo del estudio del curso “Introducción al ministerio pastoral”. El mentor debe siempre recordar que los mentoreados son aprendices adultos. Cada uno tiene una vida de experiencias útiles para procesar, información nueva para evaluar y decisiones que tomar. Sin embargo, la mayoría carece de suficiente experiencia en el ministerio pastoral y en la plantación de iglesias. Ellos acuden en busca de un consejo sabio para facilitar su desarrollo. Entonces, para realizar esta labor, el mentor debe: 1. Enfocarse en los objetivos de aprendizaje propios del candidato y en su contexto. 2. Guiar al candidato a tomar sus propias decisiones en lugar de imponer las suyas. 3. Tomar en cuenta la experiencia del candidato para enriquecer el mentoreo. Las experiencias acumuladas lo capacitan para evaluar y asimilar información y experiencias nuevas. 4. Ayudar al candidato a identificar soluciones prácticas para resolver los desafíos. Estas y otras ideas para facilitar y fortalecer el proceso de mentoreo se pueden encontrar más arriba en este capítulo en la sección marcada “Consejos prácticos”. El CMC debe tener una entrevista anual con la JPCM para poder evaluar su avance hacia la madurez y establecer un plan de formación de un año. El mentor debería estar disponible para la JPCM durante estas evaluaciones anuales para

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ofrecer sus aportaciones relacionadas con el progreso del candidato. Si un CMC no avanza en el plan de formación, el mentor debe hacérselo saber a la JPCM para que esta tome las acciones correspondientes. Se puede encontrar más información sobre este tema para guiar a la JPCM en este asunto en el Capítulo 1 de este manual. Cuando un CMC ha cumplido los cursos del currículo de Formación Ministerial y los demás requisitos solicitados por la JPCM, el mentor debe presentar ante la JPCM un documento llamado Solicitud de entrevista para ordenación (ver Anexo O, pág. 166). La entrevista con la JPCM puede generar una de las siguientes respuestas: 1. Recomendar que el candidato sea ordenado 2. Un período adicional como CMC con énfasis en las áreas del plan de formación que no han sido suficientemente abordadas o bien, un nuevo plan de formación ampliado 3. Discontinuar como CMC Si el resultado es recomendar que el candidato sea ordenado, el mentor puede continuar acompañándolo en los primeros años del ministerio ordenado o bien, se puede discontinuar su candidatura pendiente de la decisión de la JPCM. Si la decisión es que el candidato siga como CMC, se le puede pedir al mentor que siga adelante con su labor o se puede asignar un nuevo mentor. Esto lo determinará la JPCM a discreción. Si la decisión es terminar con la candidatura, la JPCM debe facilitar un proceso lleno de gracia que busque redirigir el enfoque ministerial del CMC y provea el cuidado pastoral necesario para atender las necesidades espirituales y emocionales que surjan como resultado de la discontinuación. En conclusión, es un gran privilegio ser mentor de una persona en el proceso de formación para el ministerio. Este proceso puede parecer complicado, con muchos pasos, pero en esencia, toda la estructura del mentoreo está diseñada para facilitar el establecimiento de una relación duradera y positiva entre amigos de confianza, que sirva como un tipo de ancla durante las primeras temporadas del desarrollo ministerial de un nuevo líder. A medida que el nuevo líder crezca y madure, va a llegar a ser sucesivamente un mentor de otros. Las experiencias tempranas con su mentor van a tener un efecto formativo y van

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a impactar su capacidad de multiplicar líderes saludables, un elemento vital en la vida de la iglesia. Agenda de una sesión de mentoreo Tener una agenda puede dar fluidez al desarrollo de la sesión de mentoreo. Sin embargo, un mentor no debe ser esclavo de la agenda, especialmente si el mentoreado viene con una necesidad urgente o inesperada. Hemos diseñado una guía mes a mes para el mentor (ver Anexo T, pág. 172). Esta no debe usarse como una camisa de fuerza sino como un modelo de ayuda. Un asunto clave es el primer encuentro. Allí es importante establecer las reglas del mentoreo. Deben incluir asuntos como lugar y hora de reunión, confidencialidad e importancia de la rendición de cuentas. Un modelo de agenda podría ser el siguiente: a. Oración inicial: siempre va en relación con el tema que se abordará en la sesión. b. Rendición de cuentas: tareas o desafíos del mes. c. Conversación sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lectura de 1 Tesalonicenses 2:8 (le abrimos nuestra propia vida). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto nuestra relación con la mentoría? e. Preguntas de reflexión: ¿Por qué debe ser sincero y abrir el corazón? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede lograr abrir su corazón? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para esto? g. Proponga desafíos y tareas prácticas. Por ejemplo, tome algunos minutos este mes para pensar en su integridad. Luego, reflexione: ¿por qué debe abrir su corazón en la mentoría? h. Oración final: siempre va en relación con el tema abordado. Además, oren pidiendo la ayuda de Dios para el mentoreado, las tareas y los desafíos que se han propuesto.

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Los mentoreados necesitan ser desafiados a considerar y determinar qué es lo que van a hacer a continuación, ya sea en relación con lo espiritual, familiar o ministerial. Sin embargo, los buenos mentores reconocen cuándo necesitan sugerir ayuda calificada en un área en particular con un especialista en el tema. Es bueno que el mentor elabore un registro o resumen breve después de reunirse con el mentoreado (ver Anexo U, pág. 193), que incluya lo hablado y los pasos de acción acordados. Antes de la próxima sesión de mentoreo, los mentores deben revisar lo escrito en el registro para pedir cuentas de los puntos de acción o desafío. Importancia de la confidencialidad Sin confianza no puede haber confidencialidad y sin confidencialidad toda confianza se pierde. Ninguna relación de mentoreo será efectiva ni durará si lo que se dice en confidencia no se guarda o si el mentoreado siente que no se cumplirá el pacto de confidencialidad. Aun cuando los mentores mantengan la confidencialidad, si los mentoreados creen que esta es deficiente, dejarán de ser transparentes. La relación de mentoreo nunca llegará a los asuntos del corazón ni a la transparencia si no se confía en el mentor. Por lo tanto, el mentoreo se construye sobre base de la confianza y la confidencialidad.

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5. Entrenamiento formalizado Propósito Ayudar a las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial a entender la importancia del entrenamiento formalizado en el proceso de formar líderes con el fin de organizar los centros de formación en cada distrito o conferencia. Contenido • Introducción • Formación curricular (entrenamiento formalizado) • Formación para la PIC • Vías de ordenación • Implementación del sistema de entrenamiento formalizado

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Introducción El tercer riel en el proceso de Formación Ministerial de la IML es el entrenamiento formalizado. Este describe las estructuras académicas que un líder en desarrollo puede seguir a medida que avanza hacia la ordenación. Este riel se relaciona más estrechamente con la imagen del mapa de ordenación del capítulo uno. Más adelante en este capítulo, se incluye el mapa y se explica la metáfora con más detalle. La IML anima a cada JPCM a tener una perspectiva amplia en términos de cómo los estudiantes se entrenan para el ministerio, ofreciendo y aceptando tantas opciones posibles como sea razonable. Este capítulo guía a la JPCM en la importante tarea de construir y mantener un sistema de entrenamiento formal para el desarrollo de líderes. La visión de la Iglesia Metodista Libre es participar con Dios en la restauración de Latinoamérica desarrollando líderes saludables, multiplicando discípulos comprometidos y empoderando a iglesias transformadoras. Con el fin de cumplir nuestra visión, consideramos que es de suma importancia el riel entrenamiento formalizado para desarrollar y preparar líderes saludables, eficaces y a largo plazo. Deseamos una multiplicación sana e intencional de discípulos que se reproduzcan en más discípulos comprometidos y planten iglesias transformadoras. Llamamos entrenamiento formalizado al conjunto de procedimientos y actividades educativas que promueven el progreso del conocimiento con el fin de desarrollar habilidades prácticas para el ministerio, la vida personal y familiar. Los estudiantes reciben un entrenamiento intencional, planificado y sistemático que abarca el currículo de Formación Ministerial de la IML.

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Formación curricular (entrenamiento formalizado) La formación curricular es un programa de estudios con diecinueve módulos conocido como el currículo de Formación Ministerial de la IML. Está diseñado con el fin de satisfacer las necesidades formativas de los discípulos llamados por el Señor al ministerio ordenado. Este programa de estudio tiene un proceso educativo y evaluativo que permite adquirir y desarrollar las habilidades prácticas para formar a los creyentes a través de herramientas teórico-prácticas para desempeñar con excelencia el ministerio (pastores, misioneros, evangelistas, maestros, entre otros). Los distritos y las conferencias son los responsables de crear los centros de formación a nivel local y distrital para reproducir líderes saludables, eficaces y a largo plazo. La idea es que cada distrito o conferencia pueda desarrollar sus propios facilitadores para enseñar el currículo de Formación Ministerial y adaptar el contenido a su contexto y a su audiencia. Consulte los pasos prácticos para implementar este aprendizaje formalizado de manera más detallada al final del capítulo. Centro de Formación Ministerial en Línea (CenForME) El Centro de Formación Ministerial en Línea ofrece los cursos de Formación Ministerial para apoyar a los distritos y a las conferencias que lo soliciten. Capacitamos, entrenamos y empoderamos a candidatos ministeriales, pastores y líderes de cada una de nuestras iglesias locales. CenForME tiene como propósito: 1) apoyar a los distritos en la formación de nuevos líderes capacitados para que reproduzcan lo aprendido en sus distritos y en sus conferencias; este no reemplaza los Centros de Formación Ministerial de cada conferencia o distrito; 2) proporcionar alternativas para los candidatos que necesiten tomar módulos distintos de los que ofrece su distrito; 3) apoyar a los candidatos que viven lejos de un centro de formación y que, por las distancias, no pueden asistir presencialmente; 4) unificar la visión y la teología de la IML generando conexión entre la iglesia local y toda el área de Latinoamérica. El CenForME fomenta la unión y la inclusión de líderes tanto hombres como mujeres en un solo cuerpo multicultural que aprende de forma mutua para impulsar y desarrollar la visión del área.

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La Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) y la Formación Ministerial son esenciales para desarrollar la visión del área. Por lo tanto, hemos asumido el compromiso de integrarlas en nuestros países. Así pues, para que las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM) puedan cumplir adecuadamente su papel de guía y seguimiento, es importante saber cómo se articulan los currículos de Formación Ministerial y PIC con el proceso de ordenación. Formación para la PIC La Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) es una parte principal para cumplir la misión del área Latinoamérica. Esta tarea está integrada en el proceso de Formación Ministerial. El objetivo principal de los proyectos de PIC es que una región sea “llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren los mares” (Hab. 2:14). Para esto, es fundamental plantar iglesias en todas las comunidades, de modo que cada mujer, hombre y niño en cada pueblo, ciudad o nación tenga la oportunidad de aceptar o rechazar el evangelio. Estas iglesias comunitarias trabajan de acuerdo con los principios clave de la PIC: los discípulos multiplican discípulos, los líderes multiplican líderes y las iglesias multiplican iglesias. Creemos que este es el vehículo a través del cual podemos cumplir la meta de la Gran Comisión (Mat. 28:18-20). Estas iglesias comunitarias se ponen en marcha con reuniones en casas, en oficinas, en salones comunitarios, etc. Los proyectos de PIC comienzan con un formador o un plantador. El formador es el pastor principal de una iglesia o un pastor que ha sido estratégicamente movilizado a una nueva área. Este pastor puede ser un presbítero o un candidato conferencial con un llamado o un líder, un misionero con experiencia, con visión para la plantación de iglesias y teológicamente preparado mediante el currículo de Formación Ministerial de la IML, un seminario o un instituto bíblico. Si el proyecto se inicia con un plantador, es porque la persona siente el llamado de Dios, busca la persona de paz y es capacitada por un coordinador regional que actúa como formador. Cuando el proyecto nace con un formador, este identifica y selecciona un grupo de mujeres y hombres que consideran que desean servir al Señor. Estas personas son principalmente obreros biocupacionales que comienzan el estudio del manual de Plantación de Iglesias Comunitarias y son entrenados con las herramientas de discipulado, entre otras. Los candidatos al ministerio son motivados a emprender la plantación de una iglesia comunitaria pocas semanas después de haber emprendido sus estudios. Luego de estudiar el manual de PIC,

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el grupo continúa sus estudios con el currículo de Formación Ministerial con el acompañamiento y el mentoreo del formador. Dos o tres meses después de haber empezado sus estudios y haber dado comienzo al grupo inicial de la iglesia comunitaria, los estudiantes seleccionan sus propios estudiantes. De esta forma cada estudiante transmite inmediatamente sus conocimientos y sus habilidades a sus aprendices. La siguiente generación de estudiantes repetirá el mismo proceso. Así, seguimos el modelo de multiplicación que se enseña en 2 Timoteo 2:2. En el sistema de PIC, los estudiantes reciben créditos de los cursos cuando ellos han entregado sus trabajos y han enseñado a sus propios estudiantes. La preparación se realiza siguiendo el currículo de Formación Ministerial de la IML, que dura tres años o más. Durante este tiempo, los estudiantes plantan y pastorean sus propias iglesias a medida que forman y orientan a los creyentes que asisten a las iglesias comunitarias. Así pues, en los proyectos de PIC, desarrollamos un proceso integrado en el cual los candidatos estudian, entrenan a nuevos líderes mediante la transmisión del conocimiento y las habilidades adquiridas y participan en el ministerio de establecer iglesias comunitarias en comunidades que necesitan el amor de Dios. Encontramos un ejemplo de esto en el ministerio de Jesús, quien primero enseñó a sus doce discípulos. Más adelante, la iglesia crecería a partir de esos creyentes discipulados. Este ministerio duró tres años y medio. Es probable que haya habido unos pocos grupos de creyentes en Galilea, Jerusalén y Samaria cuando finalizó. Sin embargo, su estrategia fue intencional al lanzar el primer movimiento de plantación de iglesias en el mundo. Jesús se dedicó a formar pastores para que fueran a las multitudes desamparadas y dispersas que estaban como ovejas sin pastor. Primero, los líderes fueron doce; luego, setenta y dos; y para Pentecostés, había ciento veinte. A partir de este acontecimiento, el crecimiento de la iglesia fue impulsado por el Espíritu Santo. Este crecimiento se sostuvo y se multiplicó porque hubo suficientes líderes preparados y dispuestos a guiar a los miles que respondían al mensaje de Jesús y se incorporaban en la comunidad de fe. Las estrategias de Jesús muestran claramente que la preparación de los pastores sucedió antes del primer movimiento de plantación de iglesias, el cual hizo que la iglesia llegara a los confines del mundo en el transcurso de una generación.

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La formación ministerial no es solo para la ordenación Cuando pensamos en la formación de ministros, no solo vienen a la mente pastores ordenados que invierten su tiempo completo en el ministerio vocacional y que eligen ganarse la vida sirviendo a la iglesia. Más bien, queremos promover y alentar a toda persona que proclame el nombre de Cristo a comprender su vocación principal como ministro del evangelio. Cada pastor, Junta de iglesia local y JPCM deben considerar la formación de discípulos y el desarrollo del liderazgo como una de sus principales responsabilidades. El principio bíblico se llama “el sacerdocio de todos los creyentes” (1 Ped. 2:9). Wesley aplicó este principio y comenzó a capacitar a todos los creyentes para el ministerio. Estos, empoderados por el Espíritu Santo, se convirtieron en un movimiento que trajo restauración y renovación a Inglaterra y a cada lugar donde llegó. Con ese fin, la IML ha preparado un plan de estudios abierto y gratuito para todos que facilita el empoderamiento generalizado de los creyentes para el ministerio. La expectativa es que tanto pastores a nivel local como líderes a nivel de distrito y conferencia establezcan sistemas de capacitación no solo para el nuevo clero, sino también para las personas preparadas para participar en el ministerio laico. Los entrenamientos formalizados están abiertos para todos los cristianos que desean amar a Dios con toda su mente y servir más y de mejor manera a sus comunidades sin el compromiso de ser un pastor o un presbítero ordenado. Entendemos que no todos los cristianos fueron llamados a ejercer un ministerio ordenado dentro de la iglesia, pero sí fueron llamados a amar a Dios y a servir a las personas desde su vocación. De ahí que los entrenamientos formalizados existen con el fin de que todos los cristianos puedan:

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Los entrenamientos brindan la posibilidad de que los cristianos reflexionen sobre cómo servir desde su profesión o trabajo y desarrollen habilidades o ideas creativas para transformar su ciudad. Si, en el transcurso de los entrenamientos de PIC, talleres o durante su servicio a la comunidad, un creyente siente el llamado de Dios al ministerio ordenado, puede entrar en el proceso del ministerio ordenado como lo establece la IML. El principio de la Formación Ministerial es la inclusión de los laicos. La expectativa es que los distritos y las conferencias cuenten con métodos de capacitación sólidos que alienten a las mujeres y a los hombres a estar preparados para el ministerio, independientemente de sus objetivos profesionales. Dicho esto, sin embargo, este manual está diseñado para que la JPCM comprenda el proceso de ordenación. Por lo tanto, abordaremos la idea de la ordenación y cómo una JPCM puede fomentar un sistema educativo eficaz para capacitar a nuevos pastores vocacionales. Vías de ordenación

La imagen del tren con varias rutas puede ayudarnos a pensar en el proceso de desarrollo del liderazgo dentro de la Iglesia Metodista Libre. A continuación, observe el mismo mapa con diferentes etiquetas. Si alguien siente el llamado al ministerio ordenado en la Iglesia Metodista Libre, hay un conjunto claro de “estaciones” que seguir para llegar a ese destino. Miremos el mapa para observar algunos puntos clave. En los extremos vemos varias estaciones de PIC y otras formas de servir dentro de la IML. Una estación esencial en el viaje hacia la

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ordenación es la entrevista inicial con la JPCM. Puede ver que, a partir de ese punto, el viaje es más o menos lineal. Desde allí, la JPCM del distrito o la conferencia traza y dirige con claridad todo el proceso de ordenación. Lo primero que debe notar es que hay varias líneas para tomar. Sin embargo, el elemento más central del viaje hacia la ordenación es la entrevista inicial de la JPCM.

Etapa uno: Discernimiento La JPCM debe asegurarse de impulsar los entrenamientos formalizados en su distrito o conferencia. Con este fin, debe designar a una persona que se encargue de la Formación Ministerial y ayude a las iglesias a crearla y a mantenerla. Al capacitar a los miembros de las iglesias con los módulos de Formación Ministerial y ofrecer diferentes entrenamientos, algunos sentirán un fuerte llamado del Señor al ministerio. Su pasión y su deseo de amar a Dios con todo el corazón y servirle los convertirán en líderes comprometidos en servicio a su iglesia y a su comunidad. La responsabilidad de la JPCM es asegurarse de ofrecerles los módulos que necesitan para esta etapa. Si no cuentan con un centro de formación, pueden inscribirlos en el CenForME para que reciban capacitación y después puedan replicar lo aprendido en su distrito e iglesia. • Multiplicación de discípulos, líderes e iglesias I

• Multiplicación de discípulos, líderes e iglesias II • Formación espiritual

• Panorama del Antiguo Testamento • Métodos de estudio bíblico

• Panorama del Nuevo Testamento

• Teología de la misión y misiología • Liderazgo y formación de líderes

• Identidad y organización metodista libre

• Introducción al ministerio pastoral metodista libre Al principio del proceso, los candidatos que han estudiado en alguna institución diferente pueden presentar sus certificados. La JPCM tomará la decisión en virtud de los contenidos y los énfasis y decidirá qué módulos homóloga y cuáles no. En el Anexo E (pág. 127) presentamos cómo se realiza este paso.

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Los módulos que no se pueden homologar son: 1. Identidad y organización metodista libre; 2. Introducción al ministerio pastoral; 3. Teología wesleyana; 4. Historia y teología de la iglesia. Cuando el CML ha desarrollado las habilidades y los atributos de las áreas del corazón, la cabeza y las manos, debe presentarse ante la JPCM para que lo evalúe en estas tres áreas. Terminar los módulos de la primera etapa no significa necesariamente que pasará a la siguiente: el candidato deberá crecer integralmente en el corazón, la cabeza y las manos. Una vez que haya crecido en estas tres áreas, entonces estará listo para la siguiente etapa.

Etapa dos: Formación En esta etapa, la JPCM tiene una relación directa con el candidato. Su deber es asegurarse de continuar desarrollando a los CMC en los quince atributos del perfil del presbítero metodista libre. Sin embargo, el enfoque es ayudar a los candidatos a adquirir los conocimientos (cabeza) y las habilidades prácticas (manos) que necesitan para un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo de la manera más apropiada según su llamado y su capacidad. La JPCM, junto con el representante de Formación Ministerial (FM), debe brindarles la posibilidad de que sigan avanzando en los módulos. Con este fin, el representante de FM puede ofrecerles los módulos faltantes o inscribirlos en el CenForME. • Interpretación bíblica

• Predicación para transformación • Cuidado y consejería pastoral • Teología I

• Teología II

• Teología wesleyana

• Historia y expansión de la iglesia I

• Historia y expansión de la iglesia II

• Historia y teología de la iglesia latinoamericana En cada etapa, los candidatos deben tener un mentor que los acompañe en su desarrollo (como se muestra en el capítulo sobre la mentoría). Lo más importante es que cuenten con líderes maduros y con experiencia que los apoyen apropiadamente, los desafíen en su desarrollo y les provean oportunidades de ministerio prácticas.

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El progreso de los candidatos en esta etapa de formación sucede a ritmos diferentes dependiendo de ciertos factores como la madurez, la experiencia en el ministerio, el trasfondo educativo y las circunstancias de vida. Un candidato puede realizar cuatro o cinco módulos al año y terminar en cuatro años. Concluir los estudios no es garantía de que será ordenado, sino un avance en el proceso. Deseamos que los candidatos crezcan integralmente en las áreas del corazón, la cabeza y las manos para que sean ordenados como presbíteros.

Etapa tres: Comisión La JPCM debe recomendar a los candidatos para la ordenación y pensar en sus asignaciones. En esta etapa, los CMC serán ordenados como presbíteros y serán comisionados como pastores a la iglesia local. Sin embargo, los presbíteros también pueden ser asignados al servicio denominacional en diferentes roles (ver el capítulo uno).

Etapa cuatro: Formación continua En esta etapa, el rol de la JPCM es asegurarse de que los presbíteros sigan creciendo en la cabeza, el corazón y las manos. Implementación del sistema de entrenamiento formalizado Para crear un centro de Formación Ministerial en un distrito, una conferencia o una iglesia local, es necesario seguir estos pasos: 1. Ore al Señor e identifique los líderes más preparados que tienen el don de enseñar. 2. Llámelos y comparta con ellos la visión del área de multiplicar líderes saludables, eficaces y a largo plazo. 3. La Junta de PCM debe escoger un coordinador de formación ministerial. Es preferible que esta persona tenga experiencia como pastor o profesor y haya facilitado clases de formación ministerial previamente. Sus responsabilidades son: • Ser miembro de la JPCM • Escoger los módulos que se van a ofrecer, los horarios y el lugar de dictado • Escoger y preparar a los facilitadores para cada curso • Escoger la metodología adecuada para cada entorno • Proveer los recursos necesarios (plantillas, formularios, acceso a la cuenta de Zoom, etc.) para cada facilitador

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• Invitar y motivar a los estudiantes a participar en los cursos apropiados y mantener las inscripciones • Hacer un seguimiento de los facilitadores y dar el aporte necesario • Recibir las calificaciones de los estudiantes, hacer la aprobación final y presentar los resultados a la JPCM • Mantener un archivo con las calificaciones y la asistencia de los estudiantes 4. Prepare un calendario de estudios para el año. Cada curso normalmente dura entre ocho y doce semanas, dependiendo de si se usa el plan regular o el plan extendido. (Estos planes se describen al comienzo de cada módulo de Formación Ministerial). Por lo general, se pueden realizar entre tres y cinco cursos por año. Si hay mucha distancia entre las iglesias, se pueden organizar múltiples centros de formación dependiendo de la disponibilidad de facilitadores o bien, utilizar métodos virtuales como Zoom u otras plataformas en línea. Tenga en cuenta que debe seguir el orden que presentamos arriba; el plan está diseñado para ir desde los conceptos básicos y necesarios para el ministerio hasta los más complejos. Consulte los planes de estudios de los candidatos y sus bases de datos en AirTable para tomar decisiones sobre los cursos más solicitados en cada distrito. 5. Recuerde que CenForME es un recurso para el centro de formación ministerial distrital. Si dos o tres estudiantes requieren un módulo más avanzado o si su distrito no dispone de los facilitadores para ofrecer un curso, puede comunicarse con CenForME. El coordinador de Formación Ministerial a nivel distrital tiene acceso al código de inscripción de estudiantes (https://iml-latinoamerica.org/inscripcion-cursos/). 6. Capacite a sus líderes en cómo facilitar un encuentro con la Guía para facilitadores. Puede consultarla o descargarla en el siguiente enlace: https://iml-latinoamerica.org/guia-facilitadores/. Las cualidades deseadas para los facilitadores y los pasos para su preparación están en las páginas 21 y 22 de la Guía para facilitadores. Si desea apoyo para capacitar a sus facilitadores o usar la metodología del aula invertida, puede comunicarse con el Coordinador de formación de facilitadores enviando un correo electrónico a beckycrouse92@gmail.com. 7. Escoja los facilitadores, socialice los módulos que se van a enseñar y decida quién sería el más adecuado para cada módulo. 8. Publique los cursos e invite a los candidatos y a otros líderes a inscribirse. Registre los estudiantes nuevos en AirTable.

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9. Indique a los estudiantes dónde encontrar los manuales en línea (https://iml-latinoamerica.org/formacion-pastoral/) o descargue e imprima los primeros módulos que se van a enseñar para entregarlos a los estudiantes. 10. Haga un seguimiento durante los cursos, ofrezca apoyo a los facilitadores y resuelva las dudas que surjan. Intente observar cada curso por lo menos una vez para darle al facilitador sus comentarios sobre cómo mejorar los métodos empleados. 11. Para finalizar un módulo, siga estos pasos: • Asista a los facilitadores en la corrección de los trabajos finales de los estudiantes. • Asegúrese de que cada facilitador llene un formulario de Google de cierre de módulo para cada estudiante. Esto actualiza automáticamente el registro del estudiante en AirTable e informa a la JPCM el progreso del candidato. Encontrará los formularios de cierre en https://iml-latinoamerica.org/directorio-cierre-modulos/ • Con el fin de mejorar el contenido de los módulos, por favor llene la encuesta de evaluación del módulo. Busque el módulo que enseñó y haga sugerencias en relación con el contenido, las ideas confusas, las formas de enseñar, etc. en el siguiente enlace: https://imllatinoamerica.org/recursos-facilitadores/. • Evalúe la metodología y escoja la que mejor se adapte a su contexto para el próximo curso. • Prepare un certificado para cada estudiante que termina el curso. Coloque allí el nombre del estudiante, el nombre del curso, la fecha y la firma del coordinador de entrenamientos formalizados del distrito. Suba una copia digital del certificado al archivo correspondiente en Airtable. Durante este proceso, es posible que sea necesario que cada distrito forme un equipo que sirva como comité educativo, ya que es difícil para un coordinador manejar todas estas responsabilidades solo. En algunos distritos, la JPCM apoya al coordinador con sus decisiones, pero también se puede formar un equipo de educación aparte. El comité puede estar compuesto por el coordinador, una secretaria y uno o dos vocales que sean facilitadores. El coordinador puede delegar responsabilidades a los miembros del equipo.

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6. Situaciones especiales Propósito Explicar a las Juntas de Preparación y Consejo Ministerial la forma en que deben proceder frente a algunas situaciones que no son regulares, pero que, si se presentan, tienen la responsabilidad de abordarlas.

Contenido • Introducción • Transferencia de ministros ordenados de otra denominación • Proceso de autorización por divorcio • Disciplina y restauración de los ministros ordenados

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Introducción En ocasiones, pueden surgir circunstancias que se desvían del proceso “normal”. Por tal motivo, presentamos algunas de las situaciones especiales más comunes: transferencia de ministros ordenados de otra denominación, proceso de autorización por divorcio y proceso de disciplina y restauración de un presbítero. Transferencia de ministros ordenados de otra denominación Los ministros ordenados de otras denominaciones y de iglesias no denominacionales se pueden convertir en parte de la IML de diversas maneras. Algunas veces, son nombrados por las Juntas para ocupar puestos vacantes de pastores titulares. En otras ocasiones, son tomados por las iglesias locales para ocupar puestos en el equipo pastoral. También puede suceder que algunos ministros ordenados de otras tradiciones deseen convertirse en metodistas libres porque se mudaron y se hicieron miembros de una iglesia ML o se identifican con la teología de la denominación. La IML no exige que los pastores ya ordenados reciban nuevamente la ordenación. Sin embargo, quienes deseen transferirse deberán cumplir lo siguiente antes de obtener las credenciales ministeriales: • Cumplir los requisitos para la membresía laica que se detallan en el ¶151 del Libro de disciplina y dar respuesta satisfactoria a las preguntas de membresía para adultos en el ¶8800. Estas respuestas pueden entregarse al pastor de la iglesia local o al representante de la Junta. • Responder apropiadamente a las preguntas de admisión para la membresía que se establecen en el ¶8720 durante la conferencia anual. Estas respuestas pueden entregarse a los representantes de la Junta. • Registrarse en la plataforma AirTable de su distrito o conferencia y armar un portafolio de transferencia con el currículo, las copias de sus credenciales ministeriales actuales y la documentación de su denominación o iglesia que indique que son ministros en buena relación. • Completar el proceso de autorización por divorcio, si es necesario. • Participar en clases o formar parte de un grupo de estudio para completar los siguientes cursos: Formación espiritual, Identidad y organización metodista libre, Introducción al ministerio pastoral, Teología wesleyana, e Historia y teología wesleyana. Los proyectos finales de estos cursos deberán subirse a AirTable.

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• Completar una evaluación de ordenación basada en resultados o una entrevista equivalente con la Junta para garantizar su salud y su compatibilidad teológica con la IML. Los entrevistadores deberán evaluar las perspectivas y las prácticas del candidato en transferencia conforme a las siguientes características fundamentales de la IML: » ¿Hasta qué punto acepta el candidato las doctrinas clave de la teología wesleyana sobre la salvación, la cual incluye la expiación ilimitada (todos pueden ser salvos); la gracia resistible (los seres humanos son agentes morales libres); la salvación, que está sujeta a la obediencia y a la fe continuas en lugar de ser un decreto arbitrario de Dios que perdura sin importar la reincidencia en el pecado, y el posible endurecimiento del corazón hasta llegar a la apostasía; y la gracia radical, que no solo nos libera de la culpa del pecado pasado, sino también del egoísmo con el que nacimos, para que podamos convertirnos en siervos abnegados que aman profundamente a Dios y a los demás? » ¿Hasta qué punto aprueba y practica el candidato la creencia de que Cristo da dones espirituales sin distinción de género y así permite que las mujeres y los hombres sirvan ecuánimemente en todos los niveles de liderazgo dentro de la iglesia? » ¿Hasta qué punto entiende y acepta el candidato la itinerancia, el conexionalismo y el servicio bajo la autoridad de otros líderes? » ¿Hasta qué punto el candidato comprende y acepta que las Escrituras no prohíben bautizar bebés y que algunas tradiciones cristianas lo practican sobre la base del Pacto de gracia? Se aconseja a las Juntas exigir que los candidatos en transferencia completen la Evaluación de competencia teológica para CMC (ver Anexo P, pág. 167) para demostrar su compatibilidad teológica con la IML. Este proceso debe llevarse a cabo antes de que la persona que solicita la transferencia empiece a servir como pastor o miembro de un equipo pastoral de una IML. Si la persona no está buscando su transferencia, no puede servir en un rol de liderazgo. • Contactar a un profesional para una evaluación psicológica de la salud emocional, mental, relacional y matrimonial del interesado; el costo de esta evaluación será asumido por la persona que solicita la transferencia. Para tal fin, es importante que los distritos previamente busquen y aprueben uno o varios profesionales que puedan hacer esta labor; no es necesario que estos

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profesionales sean metodistas libres, pero sí es importante que sean profesionales en su área, cristianos, preferiblemente con experiencia pastoral y con una perspectiva teológica wesleyana. Se debe remitir el ministro en proceso de transferencia al profesional, quien le hará una entrevista para determinar su salud psicológica. Después de la entrevista, el profesional presentará un informe confidencial que formará parte del portafolio del candidato (ver Anexo K, pág. 140). • El candidato deberá demostrar competencia en las quince áreas de resultados al mismo nivel que se exige para los presbíteros ordenados. Ninguna persona podrá ser ordenada más fácilmente: no existe ningún otro medio de transferencia desde otra denominación que el proceso ML de credenciales. • Recibir la recomendación de la Junta para ser aprobado como ministro ordenado. Proceso de autorización por divorcio El matrimonio tiene el propósito de reflejar el pacto entre Dios y la humanidad. Debe caracterizarse por el amor, el honor y la fidelidad de por vida. El divorcio nunca es parte del plan perfecto de Dios. Sin embargo, es un hecho que algunos matrimonios no perdurarán, aun entre seguidores de Cristo comprometidos. Una persona que ha experimentado el divorcio o está casada con alguien que ha experimentado el divorcio no queda descalificada automáticamente del ministerio ordenado en la Iglesia Metodista Libre. Deben considerarse con sumo cuidado las circunstancias del divorcio. Además, es preciso asegurarse de que los involucrados hayan experimentado sanidad. El divorcio refleja y produce quebrantamiento. El quebrantamiento subyace tras actitudes y acciones que pueden culminar en la disolución marital. Algunas son la infidelidad, el abandono, el maltrato, las adicciones, la negligencia y la ausencia emocional. Al mismo tiempo, el divorcio produce quebrantamiento. Las Escrituras describen el pacto matrimonial como dos individuos que se convierten en una carne: el divorcio rompe ese yugo y produce un dolor similar a un desgarro físico. Este dolor se propaga desde la pareja e impacta en sus familias, en sus amigos y en la comunidad de la iglesia. La iglesia tiene la oportunidad única de comunicar gracia y verdad a las personas que ya han pasado o están pasando por el divorcio. Se aconseja a la iglesia, y

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a la Junta como una extensión de la iglesia, estar conscientes del lenguaje que se usa para hablar de esta dolorosa experiencia. No obstante, el temor a decir algo “equivocado” no debe impedir que la iglesia hable con la verdad en estas situaciones. La sanación solamente puede suceder cuando los que han pecado confiesan, piden perdón a quienes han dañado y se comprometen con el difícil trabajo de caminar en integridad. El mismo estándar se aplica a los que han sido víctimas del pecado en una situación de divorcio: para encontrar sanidad, deben valientemente pedir a Dios que revele cualquier quebrantamiento o pecado en sus vidas que haya contribuido a la disolución del matrimonio y extender perdón incondicional al que los perjudicó. Por lo general, quienes están pasando o han pasado por el divorcio deben hacer ambas cosas: perdonar y pedir perdón. La Junta trabaja en colaboración con el director de área. Este será el vínculo con la Junta de Obispos, la cual considerará las solicitudes de autorización por divorcio de los CML y de los ministros ordenados que desean transferir sus credenciales a la IML. A fin de estar preparados para estas situaciones, las Juntas deberán leer el artículo del obispo David Kendall titulado “Respuestas pastorales al fracaso matrimonial” (ver la lección 4 del módulo Cuidado y consejería pastoral en el siguiente enlace: https://iml-latinoamerica.org/consejeria/) y la sección 3311C-E del Libro de disciplina. Estos recursos presentan las bases bíblicas y teológicas sobre la perspectiva del divorcio de la IML y constituyen los fundamentos del proceso descrito a continuación. a. El candidato recomienda a un representante para la autorización por divorcio, quien actuará como intermediario ante la Junta. Este puede ser el mentor del CML, el pastor titular de un pastor en transferencia o bien, un oficial al nivel de conferencia que esté colaborando con el pastor en transferencia que aspira a un puesto titular. Si el cónyuge del candidato es quien ha experimentado el divorcio, el cónyuge deberá recomendar a alguien para que actúe como su representante. La persona sugerida debe servir en capacidad de liderazgo formal dentro de la iglesia local o la denominación. El superintendente de la conferencia o el director del distrito evaluará si esta recomendación es adecuada y podrá aprobarla o proponer otra persona para esa función. b. El candidato o el cónyuge comunica la historia del matrimonio y del divorcio al representante de la autorización por divorcio. Los que hayan pasado por múltiples divorcios, deberán describir cada uno de ellos. Estas conversaciones deberán realizarse en un lugar privado donde el candidato o el cónyuge se sienta cómodo. El representante de la autorización por

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divorcio probablemente necesite tomar notas durante la conversación, lo cual deberá informarse de antemano. c. El representante de la autorización por divorcio redacta una carta a la Junta en la cual proporciona la siguiente información sobre cada divorcio: • Nombre del cónyuge anterior • Fecha del matrimonio, de la separación (si corresponde) y del divorcio • Factores clave que contribuyeron a la disolución • Lecciones principales aprendidas y pasos tomados para sanar después del divorcio El representante de la autorización por divorcio deberá también proporcionar una evaluación subjetiva de la sanidad y la salud espiritual del candidato o del cónyuge teniendo en cuenta las siguientes preguntas: • ¿Tiene el candidato un conocimiento claro de los factores que contribuyeron al fracaso matrimonial? • ¿Acepta el candidato su parte de responsabilidad en el fracaso? ¿Muestra un patrón de culpar al cónyuge anterior o de hacerse pasar como víctima? ¿Hay una negación de la responsabilidad personal o falta de autoconocimiento? • ¿Tiene el candidato adicciones o hábitos tales como trabajar demasiado, comer demasiado, apostar, ver pornografía, beber demasiado alcohol o consumir drogas? Si es así, ¿en qué proceso de recuperación está y ante quién rinde cuentas? • ¿Buscó ayuda el candidato para restaurar el quebrantamiento en la relación? Si es así, ¿cuáles son los nombres de las personas que lo ayudaron y por cuánto tiempo mantuvo esta relación de consejería con amigos o profesionales? • ¿Cómo ha afectado al candidato el fracaso matrimonial a nivel psicológico, emocional, relacional y espiritual? ¿Qué efectos todavía persisten? ¿Es consciente el candidato de estos efectos y está dando pasos para buscar ayuda?

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• ¿Hay evidencia de sanidad, corrección y sabiduría en la vida del candidato? ¿Pueden afirmarlo otras personas con quienes el candidato trabaja, asiste a la iglesia y se recrea? • ¿Existen patrones relacionales pecaminosos o dañinos que permanecen? ¿Puede el candidato nombrar esos patrones? ¿Está el candidato en un proceso de recuperación con compañeros y consejeros profesionales para encontrar perdón y sanidad? ¿Está desarrollando patrones positivos, dirigidos por el Espíritu, centrados en Cristo? • ¿Su matrimonio o noviazgo actual demuestra una vida sana y santa? ¿Cuáles son los desafíos de crecimiento que experimenta en este momento y cómo se asegura de seguir creciendo? El representante de la autorización por divorcio envía esta carta al coordinador de la Junta para que la suba como un componente confidencial del portafolio del candidato. Esto significa que la carta no estará a disposición del candidato y que el representante de la autorización por divorcio podrá ser completamente honesto en lo que escribe. Si el representante de la autorización por divorcio tiene inquietudes sobre la salud espiritual del cónyuge o del candidato en relación con su matrimonio actual o matrimonios anteriores, la Junta deberá aconsejarle comunicarlas directamente a la pareja. Si bien tal conversación puede ser difícil, lo más apropiado es que la inicie el representante de la autorización por divorcio, ya que es una persona de confianza de la pareja. d. El candidato o el cónyuge redacta por escrito sus respuestas a las siguientes preguntas y las sube al portafolio del candidato: • ¿Cuál es su punto de vista sobre el matrimonio y el divorcio? • ¿Cómo aconsejaría a un individuo o a una pareja en su iglesia que se acerca a usted para pedir ayuda por dificultades matrimoniales? e. La Junta (o un subgrupo designado) evalúa la carta del representante, la respuesta del candidato o del cónyuge y el informe del profesional en psicología. El objetivo es buscar indicios de que la persona que experimentó el divorcio ha tomado conciencia de su responsabilidad personal en relación con la disolución del vínculo y ha recibido la gracia de Dios para alcanzar sanidad y transformación. La Junta debe evaluar si el matrimonio actual (si corresponde) es saludable y determinar si el candidato o el cónyuge tiene un punto de vista adecuado sobre el matrimonio, el divorcio y una estrategia apropiada para trabajar con parejas en dificultad.

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f. La Junta puede pedir información o documentación adicional o solicitar una entrevista formal con el candidato y el cónyuge para abordar cualquier pregunta o preocupación. Esto puede incluir obtener una autorización para hablar con algún profesional a quien el candidato o el cónyuge haya acudido durante el divorcio. g. Si no quedan incertidumbres, la Junta determinará por votación aprobar la autorización por divorcio. El coordinador de la Junta envía esta información junto con los componentes del portafolio adecuados al director de área, quien será el vínculo con el obispo del área para llevar a cabo el debido análisis. El obispo puede requerir información o documentación adicional. El coordinador de la Junta colaborará con el representante de la autorización por divorcio y el candidato para conseguirla. Si el obispo aprueba la autorización por divorcio, el coordinador de la Junta subirá la documentación de la Junta de Obispos al portafolio del candidato y comunicará esta noticia al candidato y al representante de la autorización por divorcio. h. Si la Junta, el director de área o el obispo considera que la autorización por divorcio no es apropiada, deberá expresar las razones por escrito. Si los motivos que impiden la autorización son insuperables, la Junta deberá aconsejarle al candidato que abandone el proceso de ordenación. Los representantes de la Junta deberán tener esta conversación en persona con el candidato y su cónyuge si es posible, con la presencia del representante de la autorización por divorcio como apoyo. El coordinador de la Junta subirá cualquier documentación pertinente relacionada con esta decisión al portafolio del candidato aplicando los niveles de acceso confidencial correspondientes. i. Si la Junta o el obispo considera que no es adecuado aprobar la autorización por divorcio en este momento, pero podrían concederla más adelante, la Junta deberá proporcionar los motivos de esta decisión por escrito. Los representantes de la Junta deberán reunirse con el candidato, el cónyuge y el representante de la autorización por divorcio para discutir esta decisión. Si el candidato o el cónyuge está dispuesto a abordar los asuntos que impidieron la aprobación, la Junta desarrollará un plan de solución para la autorización por divorcio y lo incorporará al portafolio del candidato. Este plan puede incluir tanto la contribución del representante de la autorización por divorcio como del candidato o el cónyuge. En el caso de los CML, el plan de solución se convierte en un apéndice del Plan de formación para CML. El

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candidato deberá completar satisfactoriamente los componentes de este plan y recibir la autorización por divorcio para poder ser considerado CMC. Como ya se explicó, para los candidatos en transferencia, recibir la autorización por divorcio según el caso es un requisito para ser considerado para las credenciales. Los miembros de ambos grupos se mantendrán en contacto con la Junta mientras trabajan en los planes de solución y llevarán un registro del avance en sus portafolios. Es importante que este trabajo se haga en equipo, nunca de manera individual. (Volver a la pág. 25)

Disciplina y restauración de los ministros ordenados Esta sección es una adaptación del libro “Proceso de restauración: un manual para superintendentes y Juntas de Preparación y Consejo Ministerial”, 2006. Incluye actualizaciones y revisiones hechas por líderes capacitados que forman parte de la Junta y de la denominación. Cuando un ministro ha confesado o ha sido acusado de un pecado grave, toda la iglesia lo apoya y asume tanto la responsabilidad de su arrepentimiento, de su restitución y de su restauración como la restauración de cualquier víctima de ese pecado. La respuesta inicial de la iglesia está en las manos del presbítero que recibe la confesión voluntaria del ministro; el superintendente o director de distrito y la Junta también pueden responder. Es recomendable que el ministro que recibe la confesión escriba lo escuchado como un registro para sus archivos personales.

Al mencionar “pecado grave” nos referimos a lo que menciona el Libro de disciplina en el 7130a. 1. Cuando hay un patrón de comportamiento de hablar y actuar por ambición egoísta (Fil. 2:3). 2. Cuando hay una ruptura en la comunicación que causa divisiones (2 Cor. 12:20). 3. Cuando hay falta de sabiduría o falta de capacidad que pone en duda la efectividad del liderazgo o del llamado al ministerio.

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4. Cuando hay hábitos personales malsanos que claramente contribuyen a una falta de fruto en la vida y el ministerio. 5. Cuando hay enseñanzas contrarias a nuestros Artículos de religión o a nuestro Pacto de membresía. 6. Cuando hay un patrón de conducta de falta de sumisión al supervisor, presbítero o cuerpo eclesiástico o cuando hay un patrón de conducta de un supervisor, un presbítero o cuerpo eclesiástico hacia una persona a su cuidado que revela falta de reverencia a Cristo (Ef. 5:21). 7. Cuando hay acusación y evidencia de un patrón de pecado en la vida de un presbítero o miembro. 8. Cuando hay evidencia de comportamiento abusivo, ofensivo o dañino hacia otros. 9. Cuando hay acusación y evidencia de un patrón de vivir en violación de los fundamentos no negociables de la Iglesia Metodista Libre (6040) o el Código de ética para ministros de la Iglesia Metodista Libre. En estos casos, el presbítero o el superintendente que recibe la confesión debe dar inicio al proceso de sanación. Este proceso se enfoca no solamente en el ministro, sino también en su familia, en las personas que han sido dañadas por el pecado del ministro, en la congregación a quien sirve y en la comunidad cristiana más amplia. El siguiente procedimiento será útil en todos los casos, aunque cada situación de restauración será única. Cuando seguimos estos principios de comunidad bíblica saludable, la guía de Dios por medio de su iglesia mantiene un patrón de integridad y santidad coherente en cada situación individual. Preparación Preparación espiritual: como líderes, el punto de partida es la oración. Estar involucrados en la restauración de un hermano caído nos pone en un lugar espiritual vulnerable donde tenemos que mantenernos libres de juicios y autoengaños. El apóstol Pablo nos advierte: Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y

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así cumplirán la ley de Cristo. Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Gálatas 6:1-3 Antes de comenzar este proceso de restauración, dediquen mucho tiempo a la oración. Oren por protección, por humildad, por sabiduría y por percepción. Pídanle al Espíritu que los apoye, tal como ustedes apoyarán a los que sufren por esta presunta falla. Oren por los que van a recibir restauración y consuelo. Oren por cada persona afectada por esta mala acción confesada o presentada como acusación. Oren para que la verdad sea clara y que cada persona sea humilde y abierta. Oren por la protección de Dios sobre la iglesia y para que todos tengan un espíritu dispuesto. Disciernan si tienen la salud espiritual adecuada para asumir la responsabilidad de escuchar una confesión privada y encargarse de dirigir la restauración o de investigar una acusación. El peligro de ser permisivos en lugar de misericordiosos o de imponer sanciones en lugar de fomentar la responsabilidad es mayor cuando estamos luchando personalmente con un pecado similar. Si en sus meditaciones y en sus oraciones disciernen que este rol no es adecuado para ustedes, deberán encontrar otro líder que los reemplace. Primeras acciones La confesión, la acusación o el descubrimiento de un pecado grave no se tratan de la misma manera. Confesión “La confesión de un presbítero a otro es una confidencia inviolable, a menos que la conducta sea constante y sin arrepentimiento” (Libro de disciplina, ¶7170B). La posibilidad de poner fin a una conducta impropia por medio del apoyo confidencial de otro presbítero es una oportunidad bíblica y sana dentro de la comunidad de la iglesia. Por lo tanto, cuando un ministro confiesa la verdad de su pecado, se arrepiente de tal comportamiento y se aleja de él para hacer el bien, entonces tal confesión es confidencial y no necesita darse a conocer a ninguna otra persona ni a ningún organismo oficial. La consejería privada y la confidencialidad deberán hacerse a un lado cuando las acusaciones de pecado contra un presbítero o pastor impliquen la victimización de un individuo o más y hayan sido comprobadas por testigos o por la confesión

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del pecado del infractor al supervisor. Una vez que se comprueba el pecado, ya sea pasado o presente, el asunto deja de considerarse privado. Las víctimas o sus representantes deberán participar (siempre y cuando puedan y estén dispuestos) en todos los procesos adicionales. Dependiendo de la gravedad y del tipo de pecado, puede ser necesario involucrar a la policía. Se deberá determinar cuáles son las necesidades de las víctimas en relación con el tipo de maltrato sufrido y decidir si es pertinente hacer una denuncia policial o acudir al hospital para someterse a un examen por violación o recibir atención por otras cuestiones médicas o psicológicas. La confesión privada a otro presbítero requerirá un proceso de restauración y rendición de cuentas que será dirigido por el presbítero que recibió la confesión. El ministro penitente deberá escribir una declaración de confesión clara e incluir un compromiso con los pasos que dará para cambiar su comportamiento. Aunque este proceso es confidencial, deberá abordar las mismas áreas que en una restauración formal. En los casos que involucren la victimización de un individuo o más, deberá enviarse a la víctima o a su representante la declaración de confesión clara y el compromiso escritos por el ministro penitente, adjuntando también una disculpa por escrito. Esto puede llevar tiempo, ya que es posible que el ministro penitente sea incapaz de ver las ramificaciones de sus acciones hasta que haya completado los pasos de la restauración. El líder o el consejero que dirige el proceso deberá verificar que el escrito sea adecuado antes de enviarlo a la víctima o a su representante. Asimismo, debe haber una comunicación abierta entre la víctima o el representante y el líder o consejero respecto del plazo estimado para las declaraciones de confesión/compromiso/disculpa. Con la aprobación del pastor penitente, este proceso de restauración privado se puede delegar a un consejero profesional o pastoral. Cuando ocurre tal derivación, el consejero debe trabajar con el ministro para proporcionar una restauración plena en todas las áreas estipuladas e informar al líder confidencial cuando el trabajo esté terminado. Si el líder confidencial está entrenado para ofrecer consejo y escoge hacerlo, el ministro penitente debe comprender que este, a su vez, buscará la supervisión confidencial de un consejero pastoral o profesional para rendir cuentas sobre el proceso y tratar asuntos de transferencia. Esta persona no será el superintendente ni el obispo del presbítero, sino un consejero pastoral entrenado o un consejero profesional.

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La responsabilidad de garantizar que la conducta ofensiva no continúe o siga sin arrepentimiento descansa en el ministro que ha confesado y en la persona que ha recibido la confesión. El arrepentimiento implica un cambio sistemático de comportamiento. Cuando ocurre este cambio, el resto de la restauración se enfoca en la vida futura del ministro, que incluye la esfera vocacional, volitiva, física y personal o recreativa. En los casos que involucren la victimización de individuos, se deberá mantener la comunicación con el representante de la víctima para ayudar a establecer si la conducta ofensiva verdaderamente ha cesado. Si hay abuso sexual infantil u órdenes de restricción, el asunto se debe derivar a la policía. Si el ministro penitente es incapaz de mantener un cambio de comportamiento consistente, entonces el líder confidencial debe negociar la salida voluntaria del ministerio. Ambos tienen la responsabilidad de tomar este paso. La salida del ministerio permite que el pastor ofensor quede liberado de las pesadas responsabilidades y presiones del ministerio y pueda enfocarse en la recuperación y en el bienestar espiritual propio y de su familia. El ministro puede solicitar un permiso de ausencia ante la Junta para poder dar mayor atención a su plan privado de restauración. Si con este permiso no se logra la transformación necesaria, lo apropiado será derivar voluntariamente el asunto a nivel de la conferencia y elaborar un pacto de restauración con el ministro. Cuando la confesión de un ministro no está acompañada con un cambio de comportamiento y el ministro no desea renunciar a su puesto de manera voluntaria, entonces el líder confidencial deberá advertirle al pastor ofensor que su confesión dejará de ser privada. El presbítero ofensor está abusando de su posición en el ministerio. Por consiguiente, esta acción requiere “una petición de ayuda para detener este abuso y que sea removido de las tentaciones y las responsabilidades de su posición hasta que haya arrepentimiento y sanidad” (Libro de disciplina, ¶7170B). Permitir un pecado grave como parte del comportamiento continuo de un ministro produce el detrimento del ministro, las personas afectadas, la congregación en su totalidad y el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Si el uso de la confidencialidad se convierte en un intento del pastor para proteger su comportamiento pecaminoso, entonces el líder que recibe la confesión es responsable de contactar al superintendente o al director de distrito, quien, a su vez, informará la situación a la Junta y al director de área. En esta instancia, la persona se somete al proceso de restauración delineado a continuación.

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Acusación Las acusaciones suelen surgir de la queja de un cónyuge, un miembro o un informante, ya sea de la iglesia o ajeno a ella. La información puede manifestarse mientras ocurre la ofensa o después de los hechos. El paso del tiempo no elimina la necesidad de una atención cuidadosa. La persona que supervisa la investigación (superintendente, director de distrito, director de área u obispo) debe considerar de manera meticulosa el contenido de las alegaciones tomando en cuenta las siguientes preguntas: • ¿Cuál es la acusación? • ¿Quién presentó la acusación? ¿Cuándo? ¿Cómo? • ¿Se hizo la acusación por escrito, con firma, testigos y fecha? En nuestro sistema, si la persona que acusa no está dispuesta a escribir y a firmar, no podemos proceder. • ¿Es precisa y clara la acusación? Si no, ¿por qué no? • ¿Es verdadera la acusación? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia? • ¿Es la acusación, por su naturaleza, una conducta inapropiada para un cristiano? ¿Por qué? • ¿Existe un patrón repetitivo? ¿Cómo se puede demostrar? • ¿Hay otros testigos? ¿Quiénes son? ¿Están dispuestos a dar testimonio? • ¿Hay documentación por escrito? ¿Hay grabaciones de video o audio? ¿Algún otro formato electrónico? • ¿Hay cartas, llamadas telefónicas u otros datos que apoyen la acusación? El supervisor deberá prestar especial atención para identificar toda víctima de la queja. La intención de la comunicación inicial con la víctima es pastoral y deberá llevarse a cabo en presencia de un consejero pastoral o profesional. En casos de maltrato, se deberá determinar cuáles son las necesidades de la víctima en relación con el tipo de maltrato que ha sufrido. Se determinará si la víctima debe hacer una denuncia policial o acudir al hospital para someterse a un examen por violación o recibir atención por otras cuestiones médicas. Se investigará cuándo fue el último contacto con

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el supuesto maltratador. Se determinará si la víctima ha buscado y encontrado consejería, si se le ha ofrecido un representante y si se le ha leído el capítulo 7 del Libro de disciplina, donde se informan los procedimientos que se seguirán y sus derechos como víctima. Si no, se le leerá dicho capítulo y este momento de contacto inicial se volverá una instancia para ofrecer disculpas ante Dios. A continuación, se deberán explicar los derechos de las víctimas: • Ser tratados con justicia y respeto • Recibir consejería de personas entrenadas para tratar con víctimas • Contar con la ayuda de un representante asignado • Recibir notificaciones de todas las audiencias y cambios en el caso • Hablar con la Junta si así lo desean • Recibir notificación si el pastor o presbítero acusado es expulsado, suspendido, despedido o reincorporado • Estar protegido contra el pastor o presbítero ofensor antes, durante y después de la investigación • Estar presentes en las audiencias o enviar a su representante Las víctimas o sus representantes deberán participar (siempre y cuando puedan y estén dispuestos) en todos los procesos del caso. Si el ofensor rechaza la acusación, se deberá informar a la persona que la presentó o a cualquier víctima que la acusación fue rechazada, que se está realizando una investigación y cuál será el lapso estimado. La comunicación continua y compasiva será una gran ayuda para evitar que la víctima sea excluida. Los acusados de ofensas también tienen derechos. El primero entre ellos es la confidencialidad: la investigación de la supuesta mala conducta debe ser mantenida en confidencia. Esta confidencialidad se extiende a aquellos cuya participación se solicita durante la investigación. Segundo, se debe tener siempre presente este principio: cada pastor es inocente hasta que se pruebe lo contrario. La investigación respetuosa de la acusación debe comprobar la ofensa más allá de toda duda razonable. Los rumores nunca son evidencia. Tercero, cualquier pastor acusado tiene derecho a responder a las acusaciones en presencia de la Junta en caso de que el rumor haya manchado su reputación.

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Cuando se demuestra una acusación y el ministro está involucrado en un pecado grave, se empieza entonces el proceso de restauración para el pastor y para la víctima. A la víctima se le asignará un representante o consejero que entienda el tipo de ofensa cometida y pueda guiarla por el proceso de restauración. Si los investigadores determinan que la ofensa no tiene fundamentos, deberá informarse a la persona que presentó la acusación que se realizó la investigación pertinente y que la acusación no tiene fundamentos. Los investigadores deberán especificar los motivos de sus conclusiones. Proceso de restauración Después del primer paso de confesión, existen tres pasos adicionales en el proceso de restauración: comunicación, arrepentimiento y recuperación. Comunicación La primera comunicación es con el ministro en necesidad de restauración. La comunicación inicial del supervisor con el ministro se lleva a cabo con la presencia de un consejero pastoral o profesional. El enfoque es pastoral. El supervisor deberá establecer si el presbítero ha buscado y encontrado perdón de Dios por medio de Cristo. Si no, deberá ofrecer este contacto inicial como una oportunidad de contrición y confesión ante Dios. El final del proceso no es determinado por la persona ni por la Junta de PCM sino por el director de área. Se deberá establecer si, además, el ministro se ha reconciliado con otras personas y si ha compensado, hasta el grado posible y apropiado, a las personas que han sido víctimas de su pecado. Se explorarán las maneras por las cuales esto se puede llevar a cabo. Se le debe explicar claramente cuáles son sus derechos como ministro metodista libre y lo que conlleva el proceso de restauración. Se le comunicará la acusación que se le ha hecho y se le mostrará cómo este es un comportamiento inapropiado según se describe en la sección ¶7130 del Libro de disciplina. Se le informará que la reunión que en este momento se está llevando a cabo está explicada en el capítulo 7 del Libro de disciplina titulado “Orden en la iglesia”, el cual indica el propósito y las metas, la respuesta al desorden, y el procesamiento de las quejas. Debe aclararse que cualquier cosa que el ministro diga en esta reunión o en las reuniones siguientes, incluida cualquier comunicación por escrito, será parte del informe para la Junta de PCM.

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Se debe hacer la siguiente declaración: Tiene derecho a consultar con otro presbítero y con el Libro de disciplina antes de hablar con nosotros. Tiene derecho a contar con la presencia de otro presbítero durante esta reunión. También tiene derecho a retirarse del servicio voluntariamente en categoría de “retiro por acusaciones”. ¿Comprende? Si decide continuar con esta reunión ahora sin otro presbítero presente, tendrá derecho a interrumpirla en cualquier momento para convocar a otro presbítero. ¿Comprende? El contenido de esta reunión se mantiene dentro de la confidencialidad de la Junta de PCM, a menos que exista riesgo de daño corporal inminente hacia otra persona o que las alegaciones requieran ser reportadas por ley, como en casos de abuso sexual infantil o de cualquier otra persona o abuso de ancianos. La consejería privada deberá hacerse a un lado cuando las acusaciones de pecado contra un presbítero o pastor involucren la victimización de un individuo o más y hayan sido comprobadas por testigos o por la confesión del pecado del infractor al supervisor. Una vez que haya suficientes evidencias del pecado, ya sea pasado o presente, el asunto dejará de ser privado. Las víctimas o sus representantes deberán participar (siempre y cuando puedan y estén dispuestos) en todos los procesos adicionales. Sabiendo y entendiendo estos derechos como se le han explicado, ¿está dispuesto a continuar esta reunión sin tener presente a otro presbítero o consultar el capítulo 7 del Libro de disciplina? Se debe aclarar que el objetivo del proceso es el arrepentimiento sincero que se demuestra en un cambio de comportamiento sistemático y que la Junta de PCM formará un equipo de restauración para buscar la recuperación completa del pecado y la restauración al ministerio. La segunda comunicación es con el director de área, quien informará la situación al obispo del área o, si este está ausente, a otro obispo. Esta comunicación es por escrito y explica que se ha comenzado un proceso de restauración con el ministro en cuestión y las víctimas. Allí se solicita consejo y sabiduría y posibles recursos más allá de la conferencia o el distrito misionero.

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La tercera comunicación es con la Junta de PCM. Esta comunicación se hace en una reunión de la Junta con la confidencialidad de todos los miembros. El supervisor deberá describir las conversaciones con el ministro ofensor y con las víctimas. La Junta deberá designar un equipo de restauración para el ministro y también para las víctimas. Si está en marcha una investigación de las alegaciones, la Junta deberá designar al ministro “con permiso de ausencia; en investigación” y deberá detallar dicha acción en el acta de la Junta de PCM. Si las alegaciones han sido comprobadas o el ministro ha confesado la mala conducta y ha aceptado iniciar un proceso de restauración, la Junta deberá designarlo “con permiso de ausencia; bajo pacto de restauración”. La cuarta comunicación es con la víctima o el representante de la víctima. Se deberá mantener a la víctima informada del proceso para que pueda estar al tanto de la cronología y el avance de la restauración y conocer sus derechos en ese proceso. Se deberá poner en contacto a la víctima con el equipo de restauración designado para que reciba su acompañamiento y su apoyo. La quinta comunicación es con la iglesia y la conferencia. Esta comunicación es a discreción del superintendente o director de distrito en consulta con el director de área y la Junta de PCM. Puede llevarse a cabo más adelante en el proceso de restauración cuando ya esté en marcha la recuperación. En caso de que el ministro se retire del ministerio, la declaración pública puede decir simplemente: “El pastor________________ ha pedido un permiso de ausencia para trabajar en asuntos personales de su vida” o “El pastor ______________ queda eximido de sus responsabilidades pastorales para trabajar en asuntos personales de su vida. Les pedimos que respeten su privacidad y, cuando sea apropiado, el pastor ______________ hablará con ustedes sobre su camino”. Si el pecado grave del pastor es de conocimiento público, entonces la declaración podría ser así: “El pastor _________________ queda eximido de sus responsabilidades pastorales para iniciar un proceso de restauración con Dios y de recuperación del ministerio. Les pedimos que oren por él y pidan a Dios su cuidado durante este tiempo difícil”. Arrepentimiento El proceso de restauración requiere un tiempo de recuperación que se caracteriza por la transformación y un nuevo empoderamiento para reingresar al ministerio. La persona en el proceso no determina la culminación satisfactoria de este. La consejería pastoral y la consejería profesional exploran el poder del pecado grave sobre una persona, que no solo la

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esclaviza, sino también daña el carácter y la conciencia propia. La negación y el autoengaño son dos defensas psicológicas que hacen difícil que la persona esté consciente de su pecado y del poder que este tiene sobre ella. La hipocresía y el engaño también son formas de autoprotección que los seres humanos tienden a usar para escapar de la responsabilidad. El apoyo espiritual y emocional de la familia del ministro, las víctimas y la congregación requerirán un tiempo de recuperación también. Para la recuperación, es posible que se necesite consejería y sanidad en grupo para tratar asuntos de confianza y duelo. Este cuidado de la congregación es responsabilidad del superintendente o director de distrito en cooperación con el equipo de restauración. El proceso de restauración requiere procedimientos de rendición de cuentas. Estos procedimientos implican la creación de un equipo de restauración por parte de la Junta de PCM que aborde al presbítero y a la víctima, como se mencionó anteriormente. La duración de estos procesos es competencia de las Juntas, y el ministro en cuestión no podrá acelerar los tiempos para ejercer el ministerio. Este equipo deberá considerar lo siguiente: • El cuidado económico del ministro y la familia del ministro debido a los cambios de vida que requiere la restauración. En un trabajo en conjunto con el superintendente y la Junta Administrativa local, el equipo de restauración ayudará al ministro a preparar un plan para cuidar económicamente a su familia. En esta difícil tarea, se debe procurar que la familia no esté expuesta a nuevos riesgos por la pérdida del salario. La meta es la estabilidad económica durante la transición y la asistencia experta para encontrar otro empleo. • Se deberá procurar que la víctima tenga acceso a la consejería. Si los costos no son parte de la cobertura del seguro médico, quedarán en manos de la iglesia local. • El cuidado del ministro y su familia. En un trabajo en conjunto con el superintendente y la Junta Administrativa local, el equipo de restauración ayudará al ministro a formar un plan para que alguien cuide espiritualmente a su familia.

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El proceso de restauración también exige que el ministro entregue sus credenciales ministeriales al secretario de la conferencia hasta que haya finalizado la restauración (si el ministro no está dispuesto a entregar las credenciales, el director de área tiene la autoridad para declararlas nulas). El pastor se convierte entonces en miembro de una iglesia local para recibir cuidado espiritual junto con su familia (esta iglesia local es designada por el superintendente o director de distrito en conversación con el pastor y el pastor de la iglesia local). Cuando se ha alcanzado la restauración, se puede llevar a cabo una celebración en la que se restituyan las credenciales al pastor y se lo reincorpore al ministerio. En el Anexo W se ofrece una muestra del Pacto de restauración para ministros (pág. 197). Este documento puede ser adaptado según se necesite de acuerdo con los detalles específicos de la situación. Deberá subirse al portafolio del ministro una copia firmada y fechada. La relación continua con el ministro de restauración y las víctimas es una parte importante del proceso de sanación. Las comunidades bíblicas saludables son aquellas que extienden la mano a los que están en restauración, invitándolos a reuniones personales y públicas, ofreciéndoles amor y gracia en el nombre de nuestro Señor. Esto se hace más factible si la conferencia provee cuidado preventivo en grupos de apoyo que permitan enriquecer las relaciones personales y expresar amor continuo. Recuperación Cuando se ha seguido el proceso de restauración y se ha dado amplio tiempo al ministro para establecer un patrón de carácter confiable y conducta cristianos, el equipo de restauración debe hacerlo saber al superintendente y a la Junta de PCM. La Junta de PCM debe entonces entrevistar al ministro y, si es posible, a la víctima o al representante. Asimismo, debe determinar si es necesario continuar con el proceso de restauración y decidir si devolver o no las credenciales al ministro y restaurarlo al ministerio. Es importante que la víctima o su representante participe en el proceso de discernimiento (siempre y cuando pueda y esté dispuesto). Cuando la Junta de PCM determina que el proceso de restauración ha finalizado, esta puede recomendar a la conferencia o a la Junta Administrativa que se devuelvan las credenciales y se restablezca el presbítero al ministerio. La recuperación de un presbítero es una causa de celebración. La conferencia o su Junta Administrativa puede regocijarse públicamente con el pastor y su familia devolviéndole sus

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credenciales de una manera que traiga dignidad al ministro, a la víctima y a la iglesia. Es importante que la víctima no sea excluida de este evento. Un componente crucial en la recuperación es procurar que el pastor restaurado cuente con los sistemas y las estructuras necesarias para lograr un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo. Para eso, la Junta o su representante deberá trabajar con el pastor en un plan de formación continua para ofrecerle el apoyo que necesita para continuar viviendo y trabajando en integridad. Este documento deberá subirse a su portafolio. Suspensión Los ministros que continúan negando su mal comportamiento a pesar de la evidencia y el testimonio de, por lo menos, dos testigos pueden ser suspendidos inmediatamente del ministerio por el supervisor, según el Libro de disciplina (7130, B5). De manera similar, la Junta de PCM puede ponerse en contacto con el director de área para que considere la suspensión de un ministro si este no cumple el pacto de restauración. Cuando la membresía de un presbítero sea suspendida, la Junta deberá llevar a cabo una evaluación con el director de área (Libro de disciplina, 7140). Resumen informativo En el Anexo W hay una muestra del formato del Resumen informativo sobre falta moral (pág. 197). Considerar la manera en que se manejó un caso de mala conducta pastoral es una valiosa oportunidad para que las Juntas de PCM analicen los sentimientos habitualmente difíciles asociados con el caso. Además, estos informes resaltan las fortalezas y las debilidades del proceso y pueden contribuir a futuras modificaciones. Situaciones de abuso Como hemos visto, una de las responsabilidades clave de las Juntas de PCM es aplicar, cuando sea necesario, el proceso de disciplina para presbíteros y candidatos ministeriales conferenciales. Por tal motivo, es indispensable que las Juntas lean y se familiaricen con el capítulo 7 “Orden en la iglesia” del Libro de disciplina. Entre las múltiples razones por las que un presbítero puede entrar en un proceso de disciplina está el abuso de poder. Este problema es muy típico en nuestros países y toma diversas formas. Podemos mencionar algunas como

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el abuso espiritual, económico, la promoción arbitraria de familiares para posiciones ministeriales, comentarios o bromas basados en género, edad, raza, color, sexo, embarazo, discapacidad, religión, país de origen, trasfondo étnico, servicio militar, estado civil, ciudadanía o cualquier otra clase protegida. Una de estas formas de abuso de poder es el acoso sexual. A continuación, describimos algunas políticas relacionadas con este tema. La normativa de la Iglesia Metodista Libre es que todas las personas sean tratadas con respeto y dignidad, como se expresa en las secciones 3220, 3221, 3230 y 3231 del Libro de disciplina. No es admisible que un empleado de la IML sufra o cometa acoso sexual. Una queja de acoso sexual válida puede llevar a una estricta acción disciplinaria, entre ellas el despido o medidas legales. No se admitirá ningún tipo de represalia. Además, la IML cree que el acoso sexual es una violación a los principios bíblicos. Al mismo tiempo, la IML cree que una acusación de acoso sexual falsa es tan devastadora como el acoso sexual y no tolerará dicha práctica. El acoso sexual se define de estas maneras: • Cualquier forma de toque no deseado. • Exigencias de favores sexuales. • Cualquier comportamiento o comentario con orientación sexual que cree un ambiente de trabajo hostil u ofensivo. • La muestra de carteles, calendarios, fotos, etc. sexualmente explícitos o de cualquier manera ofensivos. • Miradas, gestos, toques u otra conducta física inapropiada u ofensiva. • Cualquier uso de los métodos de acoso sexual mencionados arriba para intimidar o como condición para un nuevo empleo o la continuación de un empleo.

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Cualquier denuncia de acoso sexual o falsa acusación de acoso sexual será tratada de acuerdo con las normas y los procedimientos del capítulo 7 del Libro de disciplina. Cualquier acoso sexual deberá ser informado inmediatamente al pastor local, al superintendente o director de distrito, a la Junta y al director de distrito.

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Anexos Anexo A: Guía paso a paso del proceso del ministerio ordenado Anexo B: Modelo de certificado de CML Anexo C: Formulario para inscripción de CML Anexo D: Plan de formación para candidatos ministeriales Anexo E: La homologación Anexo F: Reporte trimestral del mentor Anexo G: Reporte de progreso y renovación de CML Anexo H: Solicitud de entrevista de evaluación para la OBRe Anexo I: Formulario de referencia Anexo J: Cuestionario para cónyuges Anexo K: Informe del profesional en psicología (confidencial) Anexo L: Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe Anexo M: Herramienta de evaluación de la JPCM para CM para la OBRe Anexo N: Reporte de la Junta de PCM para la reunión anual del distrito o la conferencia Anexo O: Solicitud de entrevista para ordenación Anexo P: Evaluación de competencia teológica para CMC Anexo Q: Certificado de buena relación

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Anexo R: Formato para plan anual de formación continua Anexo S: Pacto de confidencialidad para miembros de la Junta de PCM Anexo T: Guía para sesiones mensuales de mentoreo Anexo U: Planilla de registro de mentoría Anexo V: Pacto de restauración para ministros Anexo W: Resumen informativo sobre falta moral

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Anexo A: Guía paso a paso del proceso del ministerio ordenado El cuadro que se encuentra a continuación debe leerse por columnas, de arriba abajo. En cada columna se enlistan las acciones que se deben desarrollar en cada etapa del proceso de ordenación. Entre paréntesis añadimos una sigla que indica quién es el responsable de completar esta acción; las siglas y sus significados son: pastor local (PL); Junta local (JL); candidato (C); mentor (M); Junta de Preparación y Consejo Ministerial (J); cónyuge (CO); asesor externo (A); presbítero (P). Posible Candidato Si no es miembro de la IML, debe hacerse miembro (C).

Charla entre el pastor local y el posible candidato (PL).

Candidato Local

Entrevista 1

Candidato Conferencial Presentación pública como CMC (J).

Entrevista 2 Solicitud de entrevista para la ordenación.

Ordenación

Presentación pública y certificación como CML (JL).

Solicitud de entrevista de evaluación para la OBRe (M).

Presentación pública como presbítero (J).

Anexo B

Anexo H

Llenar el formulario para inscripción de CML.

Verificar referencias (J).

Hacer el plan de formación (M y C).

Evaluar las competencias teológicas.

Presentar el plan anual de formación continua (P; J).

Anexo C

Anexo I

Anexo D

Anexo P

Anexo R

Hacer el plan de formación (PL y C).

Evaluación psicológica (J).

La Junta asigna un mentor o continúa con el pastor local (J).

Usar las preguntas de la Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe (J).

Reporte de la Junta Anual (J).

Anexo D

Anexo K

Anexo L

Anexo N

Anexo O

Entregar copias de diplomas de secundaria y estudios teológicos (homologación) (PL y C).

Se registra en AirTable (C).

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Posible Candidato El pastor se vuelve su mentor o le asigna uno (PL).

El posible candidato organiza un equipo de oración para clarificar el llamado (C).

Candidato Local Si aplica: completar el proceso de autorización por divorcio (capítulo 6, pág. 89) (M).

-Usar la Guía para sesiones mensuales de mentoreo (M).

Entrevista 1 Actualizar los datos y enviar el testimonio de conversión y el llamado al ministerio. Usar las preguntas de la Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe (J).

Candidato Conferencial

Entrevista 2

Ordenación

-Usar la guía para sesiones mensuales de mentoreo (M).

Informe de la evaluación para la OBRe (J).

Si es necesario, presentar el certificado de buena relación.

Anexo M

Anexo Q

Anexo T Usar la planilla de registro de mentoría (M). Anexo U Llenar el primer reporte trimestral del mentor (M).

Anexo L

Anexo F

Informe de la evaluación para la OBRe (J)

Revisión del plan de formación (M-J).

Anexo T

Si es necesario, presentar el resumen informativo sobre falta moral (J).

- Usar la planilla de registro de mentoría (M). Anexo U -Llenar el primer reporte trimestral del mentor (M).

Entrevista con la Junta de la iglesia Local (JL).

Anexo F

Anexo M

Al año, llenar el reporte de progreso de renovación de CML (M).

Usar las herramientas de evaluación para generar el informe (J).

Anexo W Cursar y aprobar los últimos nueve cursos del plan de FM (C).

Si es necesario, aplicar el proceso disciplinario (J). Capítulo 6, pág. 89

Anexo G

Anexo M

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Posible Candidato

Candidato Local

Entrevista 1

Candidato Conferencial

Entrevista 2

Ordenación

Llenar el formulario de referencia (C).

Si es necesario: presentar el pacto de restauración de ministros.

Anexo I

Anexo V

Llenar cuestionario para cónyuges (CO; JL).

Anexo J Cursar y aprobar los diez primeros módulos de FM (C).

Resultado (JL)

Resultado

Resultado

- Se lo aprueba como candidato local.

-Se lo aprueba como CMC.

-Se lo aprueba como presbítero.

- O se le aconseja salir del proceso.

- O permanece por más tiempo como CML. - O se le aconseja salir del proceso.

- O permanece más tiempo como CMC. - O se le aconseja salir del proceso.

(Volver a págs 22, 70)

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Anexo B: Modelo de certificado de CML

(sustituir por logo de iglesia local) Hacemos del conocimiento público y certificamos que:

Nombre del Estudiante Con Documento de Identidad N°. ____________________________________

Es miembro de la Iglesia Metodista Libre _________________________ y se recibió como:

Candidato Ministerial Local Por tanto, se le autoriza a desempeñar esta función según el libro de Disciplina que establece nuestra iglesia. Con tal que su espíritu y práctica concuerden con el evangelio de nuestro señor Jesucristo y que sus enseñanzas y prédicas se mantengan de acuerdo con las doctrinas establecidas en las sagradas escrituras las cuales nos fundamenta como la iglesia del Señor. Dado en la ciudad de ______________ el día _______ de _______.

____________________________ Pastor o Presbiterio

____________________________ Presbítero

Iglesia Local

Director Distrital

(Volver a págs. 25, 116)

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Anexo C: Formulario para inscripción de CML Por favor incluya toda la información que se solicita en el formulario para inscribir a los candidatos locales y no omita ningún dato porque puede ser valioso para la Junta Local y la JPCM. DATOS PERSONALES Nombres: _________________________________________ Apellidos: _________________________________________

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Correo electrónico: _______________________________ Celular: ___________________________________________

Sexo: _____________________ Fecha de nacimiento: _______________________________ Tipo de identificación: __________ Número de identificación: _____________________ País: ___________________ Departamento: ________________________________________ Ciudad /municipio/localidad: ______________ Nacionalidad: _____________________

Dirección: ______________________________________________________________________ Nivel de escolaridad: ______________________ Profesión: __________________________ Ocupación actual: _____________________________________________________________ Estado civil: _______________ Nombre del cónyuge: ______________________________ Nombre de los hijos y edades: _________________________________________________ ______________________________________________________________________________

120


Indique si sufre, ha sufrido o ha sido diagnosticado con alguna enfermedad crónica física o mental: ________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ DATOS MINISTERIALES Iglesia local: ___________________________________ Año de conversión: ____________ Año de membresía en la IML: _______ Año de aprobación como CML: ____________ Nombre del mentor: ___________________________________________________________ Estudios teológicos: ________________ Título: _____________________________________ Año de finalización: _____________ Institución: ___________________________________ Módulos de posible homologación: ____________________________________________ ________________________________________________________________________________ Áreas en las que ha servido en el ministerio: ____________________________________ ________________________________________________________________________________ Tiempo de servicio: _________________________

(Volver a págs. 25, 116)

121


Anexo D: Plan de formación para candidatos ministeriales La idea de este plan de formación es impulsar el desarrollo del candidato en las tres áreas: corazón, cabeza y manos. Podemos hacer énfasis en un área específica, dependiendo si es un CML o CMC, pero no debemos olvidar que la formación debe ser integral. Debemos asegurarnos de que el candidato crezca en los quince atributos del pastor metodista libre. Para esto, es necesario usar la herramienta de evaluación de la JPCM para candidatos ministeriales (ver Anexo M, pág. 147).

Nombre: __________________________________ Estatus del candidato: ______________ Este plan comienza a partir del __________________ hasta ________________________ Mentor: _________________________________ Fecha del acuerdo: ___________________ Frecuencia de evaluación del plan: _________ Evaluación final: __________________ Corazón Describa qué atributos e indicadores del área del corazón va a trabajar durante este año, cómo lo va a hacer y qué resultados espera obtener (pág. 26) Criterio

122

Actividad

Frecuencia

Resultado


Cabeza En esta área, esperamos que el candidato estudie los módulos de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica. Es necesario aprobar los primeros once módulos para avanzar con los del CMC. Indique qué módulos va a trabajar este año (pág. 26). ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Frecuencia de estudio? ¿Con quién?

Módulo

¿Dónde?

¿Cuándo?

Resultado

Manos En esta sección del plan se debe especificar la asignación ministerial del candidato dentro de la iglesia local, del proyecto de fundación de iglesias o del proyecto de PIC, y los resultados que se esperan obtener. Los candidatos serán evaluados de acuerdo con los atributos de las manos (pág. 27).

Meta

Pasos de acción

Resultado

123


Breve ejemplo de un plan de Formación Ministerial Nombre: Carlos Centeno Juárez

Estatus del candidato: CML

Este plan comienza a partir del 28 enero de 2021 hasta 28 de enero de 2022 Mentor: César Augusto Quiñonez

Fecha del acuerdo: 10 de enero de 2021

Frecuencia de evaluación del plan: trimestral Evaluación final: 10 de enero de 2022 Corazón Describa qué atributos e indicadores del área del corazón va a trabajar durante este año, cómo lo va a hacer y qué resultados espera obtener (pág. 26). Al usar el Anexo M, llego a la siguiente conclusión: con respecto al punto A, Carlos puede expresar imprecisamente su llamado al ministerio. Ora y lee la Biblia ocasionalmente, pero tiene poca disciplina. Las personas ven que da fruto espiritual, pero no de manera constante. Su sentido de identidad está en desarrollo. Además, en relación con el punto E, se esfuerza mucho para no tener una actitud defensiva. El plan para trabajar en estos dos puntos sería:

Criterio

Actividad

Frecuencia

Resultado

No tiene claro el llamado de Dios al ministerio.

Oración y lectura de la Biblia.

Todos los días a las 6 a. m.

Expresa con claridad y convicción su llamado.

Su valor está en lo que hace.

Estudiar pasajes bíblicos sobre su identidad en Cristo (también podemos usar un libro).

Todos los sábados de 7 a 8 a. m.

Demuestra un servicio de amor al prójimo basado en su identidad en Jesús.

124

(Todos los sábados leer una sección del libro).


Es ejemplo de santidad.

Participa en un grupo de cuidado pastoral.

Dos veces por mes en su iglesia local.

Demuestra madurez y compromiso por obedecer a Dios de corazón.

Es ejemplo de humildad.

Busca retroalimentación para mejorar sus bosquejos y sus prédicas expuestas.

Cada vez que enseñe en la iglesia local. El mentor dará retroalimentación.

Busca la perspectiva de otros e internaliza la crítica constructivamente sin derrumbarse.

Cabeza En esta área, esperamos que el candidato estudie los módulos de Formación Ministerial de la IML Latinoamérica. Es necesario aprobar los primeros once módulos para avanzar con los del CMC. Indique qué módulos va a trabajar en este año (pág. 26). ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Frecuencia de estudio? ¿Con quién?

Módulo

¿Dónde?

¿Cuándo?

Formación espiritual

Iglesia local

Los domingos de 2 a 4 p. m.; feb-mar.

Panorama del Antiguo Testamento

CenForME

Los domingos de 2 a 4 p. m.; abr-may.

Panorama del Nuevo Testamento

Iglesia local

Los martes de 7 a 9 p. m.; oct-nov.

Teología de la CenForME misión y misiología

Resultado

Los martes de 7 a 9 p. m.; oct-nov.

125


Manos En esta sección del plan, se debe especificar la asignación ministerial del candidato dentro de la iglesia local, del proyecto de fundación de iglesias o del proyecto de PIC y los resultados que se esperan obtener. Los candidatos serán evaluados de acuerdo con los atributos de las manos (pág. 27)

Meta

Pasos de acción

Resultado

Abrir una iglesia comunitaria en el barrio San Jorge

- Involucrar un nuevo líder al proyecto - Buscar la persona de paz a través del evangelismo - Consolidar los creyentes

Enseñar en la casa de paz

- Preparar enseñanzas - Enseñar con el método espada

Identificar a un nuevo líder para que trabaje con casas de paz.

- Consolidar el nuevo líder y aplicar el método MAOR

Mantener la iglesia comunitaria

- Consolidar y bautizar creyentes

(Volver a págs. 26, 33, 72, 73, 116)

126


Anexo E: La homologación La homologación es un proceso que permite establecer una relación de equivalencia entre ciertos cursos aprobados en otra institución y los módulos del programa de Formación Ministerial de la IML. Esto le permite al candidato continuar formándose en el programa de Formación Ministerial. Cuando una JPCM tiene que homologar un curso realizado en un instituto bíblico o seminario que no es metodista libre, deberá tomar cuenta el siguiente proceso: 1. El interesado/a presentará una solicitud por escrito ante la JPCM y describirá los módulos que desea homologar. 2. Adjuntará las notas expedidas por la institución ministerial o teológica junto con la descripción del plan de estudios de cada curso que desea homologar. La nota deberá ser superior a 3,5 o 7 para su homologación. El plan de estudios expedido por la institución deberá contener los temas de cada curso, las horas de duración (un mínimo de quince horas de clases presenciales), más las lecturas y los trabajos escritos, además del nombre del libro de texto usado en cada curso. No debe haber pasado más de diez años desde la finalización de estos estudios. 3. La JPCM tomará un tiempo de hasta 90 días como máximo para analizar e investigar toda la información entregada por el estudiante a fin de determinar si los estudios realizados cumplen los criterios y los objetivos de la formación ministerial metodista libre. 4. La JPCM podrá programar entrevistas con el solicitante con el fin de escuchar y aclarar dudas e inquietudes que le permitan obtener un mayor criterio de resolución. La resolución final de la JPCM en cada país será inapelable. 5. En vista de que los siguientes cursos tienen como objetivo desarrollar la identidad, el carácter y la teología wesleyana del líder o pastor metodista libre, estos no podrán ser homologados. Su estudio se considera un requisito indispensable dentro del programa de formación ministerial metodista libre. Los cursos a los que nos referimos son los siguientes: • Identidad y organización metodista libre • Introducción al ministerio pastoral metodista libre • Teología wesleyana • Historia y teología de la iglesia latinoamericana

127


Breve ejemplo de homologación Juan solicita por escrito a la JPCM que le homologuen el módulo de Teología de la misión y misiología porque lo aprobó en otra institución bíblica. Presenta un certificado de que fue aprobado con 4 y adjunta el plan de estudios que contiene los temas desarrollados, los objetivos y la duración del curso (20 horas invertidas entre clases presenciales y otros trabajos). La JPCM se reúne y evalúa lo siguiente: 1) el promedio con el que aprobó: 4,0; 2) los temas vistos son similares, pero le falta un tema relevante, una lección que contiene el manual de Teología de la misión y misiología; 3) cumple con 20 horas invertidas para pasar el módulo; y 4) lo terminó hace tres años. Todo indica que podemos homologar este módulo, pero le haría falta un tema relevante: la misión urbana. Cada módulo debe cumplir con estos cuatro requisitos para ser homologado. Aquí tenemos un caso especial: muchos han visto Teología de la misión, pero les falta entender la misión urbana. Entonces, la JPCM tiene dos opciones: 1. decirle que el módulo no será homologado porque le falta un tema importante y debe verlo en el Centro de Formación Ministerial o 2. decirle que debe leer el capítulo y presentar un trabajo con los principios aplicados en la misión urbana para ser homologado o bien, optar por evaluar lo aprendido.

(Volver a págs. 26, 34, 86)

128


Anexo F: Reporte trimestral del mentor Nombre de la persona mentoreada: ___________________________________________ Informe trimestral número: ________________ Fecha: ____________________________ 1. ¿El candidato ha asistido a los tres encuentros programados?

___ Sí ___ No 2. ¿Hubo alguna dificultad para iniciar la reunión a tiempo y en el horario acordado? ___ Sí ___ No ¿Por qué? ___________________________________________________________________

3. ¿Cuál ha sido la actitud y la participación del candidato en los encuentros? Abierta ___ Cerrada ___ Humilde ___ Sencilla ___ Indiferente ___ Otra: ___ Explique: _____________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________

4. ¿Qué tan propositivo es el candidato para proponer soluciones viables a los desafíos y a las tareas? _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________

129


5. ¿Qué nivel de compromiso ha visto en el candidato para realizar las tareas y los desafíos? _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________

6. ¿Qué indicadores de crecimiento observa en el candidato en las tres áreas? Cabeza: _______________________________________________________________________ Corazón: _______________________________________________________________________ Manos: ________________________________________________________________________

7. ¿Hay alguna área del corazón que desee trabajar con el candidato o que le preocupe? _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________

Mentor: _____________________________ Firma

Candidato: ____________________________ Firma

(Volver a págs. 27,35,74,117)

130


Anexo G: Reporte de progreso y renovación de CML Para hacer la evaluación y generar el reporte del progreso utilice el Anexo M donde aparece una rúbrica del progreso del candidato en las áreas del corazón, la cabeza y las manos (pág. 147). Nombre del candidato: __________________________________________ Fecha: ________________________ Renovación Número: ____________

1. Escriba tres indicadores del progreso del candidato en el área del corazón: ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ 2. Escriba tres indicadores del progreso del candidato en el área de la cabeza: ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ 3.

Escriba tres indicadores del progreso del candidato en el área de las manos:

___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ 4. ¿Qué dificultad ha tenido el candidato para avanzar en estas tres áreas? ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________

131


5. ¿Cuál es el nivel de compromiso del candidato ante estas dificultades? ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ 6. ¿Hay algo que le preocupe del candidato en relación con estas tres áreas? ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________ 7. ¿Por qué debe ser renovado el candidato? _______________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________

Firma: _______________________________________ Representante de la JAL

(Volver a págs. 27, 117).

132


Anexo H: Solicitud de entrevista de evaluación para la ordenación basada en resultados (OBRe) Nombre del mentor: _____________________ Nombre del CML: ____________________ ¿Hace cuánto tiempo se reúne con el candidato? ¿Con qué frecuencia? _______________________________________________________________________________ ¿En qué función ha servido en el ministerio el CML? _______________________________________________________________________________ Responda lo siguiente:

__Sí __ No

He visto evidencia del llamado de Dios a la vocación ministerial en la vida de este CML. Describa lo que ha visto.

__ Sí __ No

El candidato ha demostrado fruto como líder. Proporcione ejemplos específicos.

__ Sí __ No

El candidato ha demostrado fidelidad en su servicio. Describa.

__ Sí __ No

El candidato ha demostrado un espíritu dispuesto a aprender.

__Sí __ No

He hablado con el candidato sobre su salud física, incluyendo su alimentación y sus patrones de ejercicio.

__ Sí __ No

He hablado con el candidato sobre el uso de la pornografía.

__ Sí __ No

He hablado con el candidato sobre el uso del alcohol, el tabaco, la marihuana, otras drogas y otros medicamentos recetados.

__ Sí __ No

He hablado con el candidato sobre su situación económica, incluyendo deudas pendientes, su comprensión de la mayordomía y la práctica del diezmo.

__ Sí __No

He hablado con el candidato sobre el manejo del tiempo, incluyendo la disciplina de guardar el día de descanso.

__ Sí __No

Me preocupa el CML en relación con algunos de los puntos anteriores. En caso afirmativo, explique su preocupación.

__ Sí __No

Creo que el candidato está listo para ser considerado para la candidatura ministerial conferencial. (Volver a págs. 27, 72, 116)

133


Anexo I: Formulario de referencia Proporcione la información de contacto de tres o más posibles referencias. Entre ellas, deben estar su mentor y, por lo menos, dos de los siguientes: un líder laico, un compañero de ministerio, un empleador/supervisor del trabajo ministerial y alguien a quien el CML haya ministrado. Nombre: ______________________________________________________________________ Dirección: ________________________________________ Teléfono: ___________________ Correo electrónico: _______________________________ Celular: _____________________ Relación que tiene con usted: __________________________________________________

Nombre: ______________________________________________________________________ Dirección: ________________________________________ Teléfono: ___________________ Correo electrónico: _______________________________ Celular: _____________________ Relación que tiene con usted: __________________________________________________

Nombre: ______________________________________________________________________ Dirección: ________________________________________ Teléfono: ___________________ Correo electrónico: _______________________________ Celular: _____________________ Relación que tiene con usted: __________________________________________________

Nombre: ______________________________________________________________________ Dirección: ________________________________________ Teléfono: ___________________ Correo electrónico: _______________________________ Celular: _____________________ Relación que tiene con usted: __________________________________________________

134


Formato de verificación de cada referencia Este formato puede enviarlo a cada referencia para que lo diligencie y lo envíe. Otra alternativa es llamar a cada contacto y registrar las respuestas a cada pregunta. Nombre de referenciante: _____________________________________________________ Fecha: ________________________________________________________________________ Nombre y título: _______________________________________________________________ ¿Hace cuánto tiempo y en qué función conoció al candidato?

¿En qué funciones o situaciones se destaca esta persona? ¿Qué situaciones la abruman?

Desde su punto de vista, ¿qué piensa que sería importante para el desarrollo de este candidato a fin de que se pueda involucrar en un ministerio saludable, eficaz y a largo plazo?

135


¿En qué ministerios está involucrado actualmente el candidato como líder o servidor?

¿Cómo describiría la efectividad de esta persona en estos ministerios? ¿Por qué?

¿Cree usted que este candidato ha sido llamado al ministerio? ¿Por qué?

¿Considera que el candidato tiene los estudios requeridos para el ministerio o estaría dispuesto a realizarlos y seguir estudiando continuamente? ¿Por qué?

136


¿Ha evidenciado usted que este candidato tiene fruto en su labor ministerial? ¿Qué tipo de fruto? Por favor, explique su respuesta.

Proporcione cualquier otra perspectiva que considere que pueda ser de ayuda para entender las fortalezas y las áreas que mejorar de este candidato.

(Volver a págs. 27, 116, 118)

137


Anexo J: Cuestionario para cónyuges La vocación ministerial afecta a la familia entera. Por esto, la Junta de PCM desea que responda los siguientes puntos para que podamos conocerlo mejor y entendamos su perspectiva sobre su cónyuge y su llamado al ministerio. Nombre: _______________________________________________________________________ Nombre del cónyuge: __________________________________________________________ Fecha de matrimonio: _________________________________________________________ 1. ¿Cómo se conocieron usted y su cónyuge? ¿Cuánto tiempo han estado juntos? 2. ¿Cuáles son algunas cosas que admira de su cónyuge? ¿Cuáles son algunas cosas que piensa que su cónyuge admira de usted?

3. ¿Cómo protegen su matrimonio? (Dé detalles específicos). 4. Describa una reciente dificultad que tuvieron como pareja. ¿Qué sucedió? ¿Qué aprendió?

5. En una escala del 1 al 10, ¿cuál es su nivel de satisfacción con su matrimonio? ¿Por qué?

6. ¿Cómo llegó a la fe? ¿Cómo ha obrado Dios en su vida recientemente? 7. ¿De qué maneras ha servido en el ministerio, ya sea individualmente o como pareja? ¿Cuáles son sus pasiones?

8. Indique con qué personas cuenta como grupo de apoyo. Si su cónyuge es ordenado, ¿cómo podría impactar en estas relaciones?

9. Explique el llamado de su cónyuge en sus propias palabras. 10. ¿Cuáles considera que son los dones y las habilidades de su cónyuge? ¿Cómo se manifiestan en el ministerio?

11. ¿En qué tipos de ministerio ha visto a su cónyuge servir efectivamente? ¿En

qué otras funciones o situaciones piensa que podría desempeñarse bien? ¿En qué funciones o situaciones no encajaría?

138


12. ¿Cuáles son dos o tres áreas que su cónyuge podría mejorar? ¿Qué impacto han tenido estas áreas en su ministerio? ¿Cómo podría la Junta de PCM ayudar a su cónyuge en estas áreas?

13. ¿Cómo logran un equilibrio en el ministerio, el trabajo y la vida familiar? (Dé detalles específicos).

14. En la Iglesia Metodista Libre, los presbíteros ordenados aceptan lo que se conoce como itinerancia. Esto significa que, si se les pide, están dispuestos a

mudarse para ocupar un puesto pastoral vacante. Estos nombramientos de ministerio se hacen tras un proceso de oración y comunicación con el líder y

la iglesia local (no piense que su cónyuge va a recibir una llamada repentina para que haga las valijas para mudarse). ¿Cuál es su opinión y su percepción sobre la itinerancia?

Gracias por responder a estas preguntas. Valoramos y apreciamos su colaboración en el ministerio.

(Volver a págs. 28, 118)

139


Anexo K: Informe del profesional en psicología (confidencial) Nombre del candidato: ________________________________________________________ Fecha de la entrevista: ________________________________________________________ Nombre y título del profesional: ________________________________________________ Teléfono y correo electrónico del profesional: __________________________________ ¿Cuáles son sus impresiones generales sobre el candidato?

¿En qué áreas de la vida del candidato observa salud mental/ emocional/relacional?

En la página siguiente, indique cuál de las siguientes declaraciones describe mejor su perspectiva después de haber analizado la historia personal presentada por el candidato y luego de reunirse con ella/él. • No tengo preocupaciones sobre la aptitud mental/emocional/relacional del candidato para el liderazgo en el ministerio (luz verde). • Observé algunas áreas menores que podrían ser reforzadas como parte de su desarrollo continuo (luz amarilla). • Recomiendo una evaluación más profunda para obtener más información (luz anaranjada). • No creo que la vocación ministerial sea apropiada para este candidato (luz roja).

140


9 Luz verde. Explique su apreciación.

9 Luz amarilla. Especifique estas áreas y recomiende los pasos que el candidato podría dar para resolverlas.

9 Luz anaranjada. Especifique las áreas que necesitan más evaluación.

9 Luz roja. Explique su apreciación.

9 Comentarios u observaciones adicionales:

Firma: ___________________________________ Fecha: _______________________________ Envíe este documento a: _______________________________________________________ (Volver a págs. 28, 94, 116)

141


Anexo L: Guía para la entrevista de evaluación para la OBRe Nombre del candidato: __________________________________ Fecha: ________________ Nombres de los asesores: _____________________________________________________

Preguntas iniciales Hogar · · ·

· ·

¿Con quiénes vive actualmente? ¿Qué tipo de relación tiene? (Por ejemplo, compañeros de casa, cónyuge, hijos, padres). Describa su hogar en tres a cinco palabras. Para aquellos que están casados/comprometidos/en una relación de largo plazo: ¿hace cuánto están en esa relación? Describa la relación en tres a cinco palabras. ¿Qué pensamientos y sentimientos ha expresado su pareja sobre su exploración de la vocación ministerial? Describa por lo menos tres maneras en las que su familia de origen influenció su vida y sus relaciones actuales.

Historia · · ·

¿De qué manera su experiencia laboral y educativa previa lo ha preparado para la vocación ministerial? ¿Ha servido en las Fuerzas Armadas? Si lo ha hecho, ¿en qué rama ha servido, por cuánto tiempo y en qué función? ¿Domina otros idiomas? ¿Cuáles? ¿Cómo adquirió fluidez?

Llamado al ministerio · · · · ·

142

¿Qué lo llevó a explorar la vocación ministerial? ¿Por qué ahora? ¿Por qué la Iglesia Metodista Libre? ¿Cómo cambiaría su manera de servir si recibiera una credencial de ministerio formal? ¿Quiénes lo han influenciado en este proceso de discernimiento? ¿De qué forma han influido en usted?


· · ·

¿En qué funciones se imagina sirviendo en el ministerio? ¿Cuáles son tres a cinco descubrimientos significativos que haya hecho sobre usted mismo/a desde que se convirtió en CML? ¿De qué manera sus experiencias ministeriales presentes y pasadas han moldeado su llamado y su método de liderazgo en el ministerio?

Vida personal · · ·

¿Cuál es su nivel actual de deuda? ¿De qué manera podría esto afectar su participación en el ministerio? ¿Cómo describiría su salud física? ¿Su nivel de actividad? ¿Su alimentación? ¿Cómo podría afectar su ministerio? ¿Qué palabras podría usar para describir su nivel de estrés actual? ¿Qué lo hizo escoger estas palabras? ¿Cómo afecta su vida el estrés?

Formación del corazón a. El candidato se caracteriza por su madurez espiritual y una fuerte convicción de su llamado al ministerio. • ¿Cómo cuida específicamente su alma? ¿Qué prácticas lo mantienen más conectado con Dios? • ¿Qué influencia han tenido sus experiencias en el ministerio como CML en su comprensión del llamado de Dios a su vida? ¿Por qué busca la ordenación ahora? b. candidato demuestra un alto nivel de consciencia de sí mismo. • ¿Qué tareas del ministerio le resultan fáciles y con cuál lucha? • Describa las personas que buscaría si fuera a crear un equipo de ministerio que maximice sus fortalezas y compense sus debilidades. c. El candidato vive una vida bien equilibrada que puede sobrellevar las demandas del ministerio. • ¿Qué hace para divertirse? ¿Cómo lo afecta el estrés y cómo responde a su efecto? ¿Cómo mantiene el equilibrio entre el trabajo y la recreación? • ¿Cuál es su nivel de deuda actual? ¿Cuál es su plan para manejar esto (si corresponde)?

143


• Si el enemigo de su alma fuera a atacar un área con la cual lucha, ¿cómo lo haría? ¿Qué estructuras tiene en su vida para lidiar con la tentación en esa área? d. La vida del candidato se caracteriza por el amor a los demás. • ¿Cómo logra un equilibrio entre las necesidades de su familia y las otras demandas de la vida? • Aparte de su cónyuge (si está casado/a), ¿con qué otra persona puede ser completamente honesto(a) sobre las batallas que enfrenta personalmente y en el ministerio? • Cuéntenos sobre tres personas que considera sus amigos. e. El candidato es ejemplo de humildad. • Todos hemos fallado en algún punto u otro, ya sea si tuvimos un proyecto por el que nos esforzamos mucho y se nos frustró o si no alcanzamos una meta que nos habíamos trazado. Cuéntenos una ocasión reciente en la que haya experimentado un fracaso personal o profesional. ¿Qué sucedió? ¿Qué aprendió de ello? • ¿Quiénes son sus consejeros personales y profesionales, y cómo aprovecha su consejo?

Formación de la cabeza f. El candidato demuestra entendimiento bíblico. • Cuéntenos algo que haya leído recientemente en las Escrituras. • ¿Cuáles son algunos conceptos o pasajes de la Biblia que son una batalla para usted? ¿Cómo lucha con ellos? g. El candidato demuestra una integración teológica wesleyana. • ¿Qué efecto tiene su teología wesleyana en su manera de abordar las Escrituras? • ¿Cuáles son algunos de los valores centrales del metodismo libre, tanto de la historia como del presente? ¿Cuál es su entendimiento de lo que significa ser “conexional”? h. El candidato tiene una educación teológica coherente con el presbiterado ordenado.

144


• ¿Qué ha hecho en el último año para desarrollar su mente? ¿Cuáles son sus planes para su aprendizaje continuo en el próximo año? i. El candidato tiene una postura hospitalaria hacia todo el cuerpo de Cristo y la sociedad. • Cuéntenos sus experiencias en el trabajo con personas u organizaciones que no son metodistas libres. j. El candidato posee la habilidad de aplicar de manera práctica lo que aprende. • ¿Cómo le explicaría el mensaje del evangelio a un niño de diez años que nunca ha ido a la iglesia? • Describa un ejemplo reciente en el que haya visto el obrar de Dios en una situación cotidiana.

Formación de las manos k. El candidato demuestra fruto en el ministerio. • ¿Qué oportunidades ha tenido de predicar o enseñar? ¿Cómo fueron? ¿Sobre qué predicó o enseñó? • Cuéntenos una ocasión reciente en la que haya tenido una conversación sobre la fe con alguien que aún no estaba plenamente comprometido con Cristo. ¿Qué sucedió? • ¿Cuál es la composición demográfica de su iglesia o del ministerio que dirige? l. El candidato apoya de todo corazón el ministerio de justicia y compasión. • ¿A quiénes describiría como personas marginadas en su comunidad? ¿Cuál es su entendimiento de por qué se encuentran en tal situación? • ¿De qué manera participa personalmente en ministerios de justicia y compasión? m. El candidato es un líder-siervo. • ¿En quién está invirtiendo personalmente? ¿Cómo se relacionó con esa persona? • ¿A quién ha identificado y señalado recientemente como alguien con potencial para el ministerio o el liderazgo?

145


n. El candidato empodera a los demás para que descubran el diseño de Dios para ellos y vivan según su plan. • ¿Cómo ha cruzado la barrera del género para invertir en personas que son diferentes a usted? ¿Ha cruzado barreras raciales o étnicas? o. El candidato lidera con creatividad y visión. • Considere los ministerios de su iglesia en los que participa como líder o colaborador. ¿Qué está funcionando bien y qué no? ¿Con qué criterio determina la efectividad? • ¿Cuál es la visión a corto y a largo plazo para los ministerios en los que participa? ¿Qué pasos prácticos deberían darse para que se cumpla esta visión?

Preguntas adicionales • Si la meta de la Junta es prepararlo para el ministerio saludable, eficaz y a largo plazo en la Iglesia Metodista Libre, ¿qué piensa que necesita para lograrlo? ¿Qué deficiencias ve en usted mismo, ya sean personales, intelectuales o prácticas? • Los presbíteros ordenados aceptan la itinerancia, lo que significa que están dispuestos a mudarse para servir a otra iglesia si se los necesita. ¿Qué necesita y siente sobre esto? Si está casado/a, ¿cómo piensa que reaccionaría su cónyuge (e hijos, si corresponde)?

(Volver a págs. 29, 36, 116, 117)

146


Anexo M: Herramienta de evaluación de la JPCM para CM para la OBRe Nombre del candidato: _______________________________ Fecha: ________________ Nombres de los asesores: _____________________________________________________

Formación del corazón El candidato se caracteriza por la madurez espiritual y una fuerte convicción del llamado al ministerio

1

2

3

No tiene convicción clara del llamado al ministerio. No practica sistemáticamente las disciplinas espirituales. Muestra poca evidencia del fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, benignidad, etc.) Muestra poco sentido de santidad personal.

4

5

6

Puede expresar imprecisamente su llamado al ministerio. Ora y lee la Biblia ocasionalmente, pero tiene poca disciplina. Las personas ven que da fruto espiritual, pero no de manera constante. Su sentido de identidad está en desarrollo.

7

8

9

Expresa cada vez más claramente su llamado al ministerio. Practica las disciplinas, aunque quizás solo las elementales (oración, lectura/ estudio de las Escrituras). Da fruto espiritual continuo. Muestra un creciente sentido de santidad personal y una identidad firme.

10

11

12

Establece en Jesús su identidad y su llamado. No necesita ser necesitado. Se involucra en un plan intencional para crecer más profundamente, incluyendo una práctica regular de las disciplinas espirituales. Da evidencia de fruto espiritual con madurez y santidad personal.

Comentarios:

147


El candidato demuestra un alto nivel de consciencia de sí mismo 1

2

3

Las pruebas y la observación demuestran falta de consciencia de sí mismo. Ignora cómo afectan a los demás sus decisiones y su liderazgo. Culpa a otros y tiene tendencia a hacer las cosas solo. No se da cuenta de sus debilidades y es incapaz de hablar sobre ellas. Comentarios:

148

4

5

6

La noción de sus fortalezas y sus debilidades está en desarrollo. Empieza a aceptar sus puntos débiles y a entender cómo su liderazgo impacta en los demás. Su habilidad para formar un equipo diverso para complementar sus debilidades está en desarrollo.

7

8

9

Tienen un fuerte sentido de consciencia de sí mismo. Puede ver sus fortalezas y sus debilidades. Acepta cómo estas impactan en los demás, pero tiene experiencia limitada para formar equipos para complementar su perfil de fortalezas/ debilidades.

10

11

12

Tiene un profundo sentido de conciencia de sí mismo. Puede expresar claramente tanto fortalezas como debilidades y usa la lógica para formar equipos que lo ayuden en sus puntos débiles. Sabe que su liderazgo puede impactar en los demás de manera positiva y negativa.


El candidato vive una vida bien equilibrada que puede sobrellevar las demandas del ministerio 1

2

3

Su salud física parece desconectada del ministerio. No comprende que su salud emocional y mental son una parte integral de la espiritualidad. Presta poca atención al equilibrio, el entretenimiento y la recreación. Hay cierta evidencia de adicción malsana.

4

5

6

Su salud física, emocional y mental empiezan a recibir alguna atención necesaria. Dedica cierto tiempo al reposo, observa el día de descanso y da lugar al entretenimiento y a la recreación. Las adicciones o compulsiones empiezan a salir a la luz en el contexto del mentor o confesor.

7

8

9

Tiene un plan para mantener el equilibrio de su salud física, emocional y mental. Empieza a reservar un lugar saludable para el reposo, el día de descanso, el entretenimiento y la recreación. Las adicciones y compulsiones empiezan a perder su fortaleza.

10

11

12

Considera la salud física, emocional y mental como parte integral de la vida y el ministerio. Presta una atención saludable y constante al día de descanso, el retiro, el entretenimiento y la recreación. No muestra tener adicciones ni compulsiones malsanas.

Comentarios:

149


La vida del candidato se caracteriza por el amor hacia los demás 1

2

3

Demuestra un preocupante ensimismamiento. No se da cuenta de los demás. Presta poco cuidado a la familia y a los seres queridos. No hay muestras de que forme y mantenga relaciones cercanas. No se da cuenta de la necesidad de confesar y dar cuentas a otros.

Comentarios:

150

4

5

6

Tiene un sentido emergente de la importancia de las relaciones personales. Considera que la familia es importante, pero no la prioriza con su tiempo y su atención. Solo practica la confesión y la rendición de cuentas cuando lo descubren en una falta.

7

8

9

Da prioridad a su familia y a sus seres queridos por encima de sí mismo y el ministerio. Se pueden ver algunas relaciones saludables en su vida. En ocasiones practica la confesión y la rendición de cuentas. Presta creciente atención a las relaciones fuera de la iglesia.

10

11

12

Da prioridad a su familia y a seres queridos por encima de sí mismo. Da fuerte evidencia de relaciones saludables y vivificadoras. Considera que la confesión y la rendición de cuentas habituales son esenciales para la vida y el ministerio. Conoce la importancia de las relaciones saludables tanto dentro como fuera de la iglesia.


El candidato es ejemplo de humildad 1

2

3

Parece arrogante o tiene problemas con la autoridad. Se enoja cuando recibe críticas o corrección. Culpa a otros y da excusas cuando es corregido o desafiado. Parece desinteresado en la perspectiva de otros.

4

5

6

Demuestra un respeto básico por la autoridad, pero no logra internalizar completamente las críticas constructivas. Puede reaccionar a la defensiva cuando es desafiado y algunas veces se derrumba cuando lo corrigen. No busca activamente la perspectiva de los otros.

7

8

9

Se esfuerza mucho para no tener una actitud defensiva y respeta la autoridad. Está dispuesto a escuchar a sus líderes, sus compañeros y sus seguidores y evita derrumbarse cuando lo corrigen. Recibe bien las opiniones de otros.

10

11

12

Mantiene una postura no defensiva hacia sus líderes, sus compañeros y sus seguidores. Activamente busca la perspectiva de otros e internaliza la crítica constructiva sin derrumbarse.

Comentarios:

151


Formación de la cabeza El candidato demuestra entendimiento bíblico 1

2

3

Exhibe un débil conocimiento bíblico. Es incapaz de localizar la teología wesleyana en las Escrituras. Suele tener puntos de vista taxativos sobre pasajes particulares, sin poder integrarlos en todo el testimonio.

Comentarios:

152

4

5

6

Su conciencia bíblica es algo limitada. Le cuesta localizar toda la teología wesleyana en las Escrituras. Empieza a integrar la teología y la práctica.

7

8

9

Muestra un conocimiento bíblico fuerte y sin mayores carencias. Tiene una habilidad moderada para fundamentar su cosmovisión wesleyana con las Escrituras. Exhibe una integración moderada entre teología y práctica.

10

11

12

Posee un entendimiento de la metanarrativa bíblica integral. Maneja la totalidad de la Escritura con integridad. Puede localizar la teología wesleyana en las Escrituras. Muestra una integración total entre teología y práctica.


El candidato demuestra una integración teológica wesleyana 1

2

3

Demuestra poco entendimiento de nuestra historia, el gobierno, los artículos y los valores centrales. Es incapaz de expresar las características wesleyanas distintivas y no conoce nuestra teología relacional. Muestra una integración teológica débil.

4

5

6

Tiene un entendimiento rudimentario de las características wesleyanas distintivas. Muestra una comprensión/ aceptación rudimentaria de nuestra historia, el gobierno, los artículos y los valores centrales. Su integración teológica está en desarrollo.

7

8

9

Tiene un creciente entendimiento y aceptación de la teología wesleyana. Empieza a expresar con convencimiento nuestras particularidades teológicas y nuestra orientación relacional.

10

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12

Demuestra un profundo entendimiento y una aceptación entusiasta de la teología wesleyana. Conoce y acepta nuestra historia, el gobierno, los artículos y los valores centrales. Acepta de todo corazón nuestra teología relacional. Muestra una fuerte integración teológica.

Comentarios:

153


El candidato tiene una educación teológica coherente con el ministerio ordenado 1

2

3

Tiene pocos estudios o ninguno. No manifiesta disposición a aprovechar las oportunidades que tiene; hace poco uso de libros, cursos por internet y demás maneras de adquirir conocimiento y experiencia. Es perezoso intelectualmente. Comentarios:

154

4

5

6

Ha comenzado su educación formal, pero no conoce fácilmente la importancia que eso tiene para el ministerio. Demuestra esfuerzo moderado cuando es desafiado a leer, a estudiar y a aprender. Hace lo mínimo requerido.

7

8

9

Ha terminado satisfactoriamente sus estudios de Formación Pastoral de la IML Latinoamérica o está cerca de hacerlo. Parece dispuesto, pero reacio a comenzar estudios de educación continua dado a una integración incompleta entre educación y ministerio.

10

11

12

Demuestra una profunda pasión por el aprendizaje de por vida. Ha terminado satisfactoriamente sus estudios de Formación Pastoral de la IML Latinoamérica y ha comenzado actualizaciones en materia de Biblia y ministerio. Integra completamente la importancia de la educación con el ministerio.


El candidato tiene una postura hospitalaria hacia todo el cuerpo de Cristo y la sociedad 1

2

3

Es incapaz de valorar y apreciar otras tradiciones cristianas y no está dispuesto a cambiar. Se mantiene dogmático y defiende su experiencia particular. No ve la necesidad de construir relaciones con las personas de otras tradiciones cristianas.

4

5

6

Tiene una creciente conciencia del valor de otras tradiciones cristianas, pero tiene pocos amigos de otras tradiciones. Sigue sintiéndose más cómodo entre las personas de un sistema de creencias similares.

7

8

9

Muestra un fuerte sentido de la interrelación del cuerpo de Cristo. Se involucra activamente para construir relaciones con otras tradiciones cristianas. Tiene una creciente habilidad para expresar nuestra tradición en contextos de otras tradiciones.

10

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12

Valora y afirma otras tradiciones cristianas mientras que acepta apasionadamente la nuestra. Construye y mantiene relaciones con personas de otras tradiciones y acepta la naturaleza humana de todos sin importar el sistema de creencias.

Comentarios:

155


El candidato posee la habilidad de aplicar de manera práctica lo que aprende

1

2

3

Parece incapaz o incompetente para relacionar el aprendizaje intelectual con las situaciones cotidianas. Experimenta una barrera del lenguaje cuando trata de comunicar verdades teológicas o bíblicas a personas del común. Le cuesta relacionar las experiencias de vida con la fe. Comentarios:

156

4

5

6

Comienza a ver la relación entre la teología compleja y la vida cotidiana. Tiene una conciencia creciente de la distancia entre su lenguaje teológico y el de las masas. Comienza a relacionar la fe y la vida cotidiana.

7

8

9

Se esfuerza mucho para hacer que los conceptos teológicos complejos sean accesibles a los demás. Ve la relación entre la vida cotidiana y la teología que está estudiando, pero aún le cuesta relacionar plenamente las experiencias cotidianas que vive la gente con las verdades profundas.

10

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12

Tiene una habilidad para comunicar las verdades profundas y complejas de maneras que todos puedan entenderlas. Encuentra evidencia de la actividad redentora de Dios en cosas normales de todos los días. Ve una fuerte relación entre la vida normal y la fe profunda.


Formación de las manos El candidato demuestra fruto en el ministerio 1

2

3

No tiene una trayectoria real de enseñanza/ predicación/ liderazgo que transforma a otros. Está incómodo cuando participa en el evangelismo personal y no tiene experiencia en formar comunidades de fe saludables y diversas.

4

5

6

Ha llevado a alguien a Cristo, pero le cuesta mostrar fruto perdurable en el liderazgo de comunidades de fe hacia la salud y la diversidad. Su participación en el evangelismo es esporádica y desapasionada. Comienza a encontrar su voz para enseñar, predicar y liderar.

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8

9

Tiene experiencia limitada, pero prometedora en enseñar/ predicar/ liderar a otros hacia comunidades saludables y diversas. Tiene cierta experiencia en el evangelismo personal y corporativo.

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11

12

Tiene una trayectoria sólida de enseñanza/ predicación/ liderazgo que transforma a otros. Es efectivo y fructífero en el evangelismo personal y comunitario. Ha formado comunidades de fe saludables y diversas.

Comentarios:

157


El candidato apoya de todo corazón el ministerio de justicia y compasión 1

2

3

Le cuesta ver el efecto de la injusticia y la discriminación en el mundo real. No es consciente de las necesidades locales o globales. No logra entender la relación entre el ministerio y los márgenes de la sociedad.

Comentarios:

158

4

5

6

Comienza a ver la injusticia y la discriminación, pero no identifica casos concretos en su entorno. Es consciente de las necesidades internacionales y globales, pero no logra ver en su entorno a aquellos que sufren dentro de estructuras esclavizantes. No tiene una carga personal por los sistemas esclavizantes.

7

8

9

Muestra una creciente conciencia de las personas que están en estructuras que esclavizan. Ve cada vez más a los pobres y a los quebrantados como un elemento central de la misión. Está dispuesto a enfrentar la injusticia y la discriminación, incluso cuando empieza a comprender las implicaciones sistemáticas.

10

11

12

Tiene un fuerte sentido de conexión entre la injusticia, la discriminación y los sistemas que las apoyan. Está dispuesto a desafiar cada tipo de institución que esclaviza y lo entiende como una preocupación natural y necesaria del ministerio.


El candidato es un líder-siervo 1

2

3

Tiene una actitud egoísta cuando se trata del ministerio. Dedica gran parte de su esfuerzo a enaltecerse a sí mismo en lugar de a los demás. Solamente sirve a la iglesia local para su propio beneficio. Crea un ambiente competitivo e inseguro en torno a las tareas del ministerio. Es crítico hacia los demás.

4

5

6

Comienza a ver la necesidad de servir desinteresadamente, pero le cuesta enfocarse en los demás. Aún duda cuando le piden hacer tareas que no promoverán sus metas personales. Intenta fomentar el crecimiento de otros, pero en general termina pidiéndoles que acepten su visión y renuncien a la propia. Comienza a abordar su tendencia a criticar.

7

8

9

Sirve a la iglesia local con creciente pasión y desinterés y está dispuesto a servir y a fomentar el crecimiento de otros según lo necesiten, con éxito moderado. Está aprendiendo a crear cada vez más oportunidades para que otros se desenvuelvan y se desarrollen. Está dejando atrás la tendencia a criticar y a culpar a otros.

10

11

12

Ve el desarrollo, el avance y el despliegue de otros como primordiales para su misión personal. Sirve a la iglesia local buscando activamente el desarrollo de los demás. Crea espacios donde otros pueden desenvolverse de manera segura y saludable. Lidera sin criticar ni culpar al resto.

Comentarios:

159


El candidato empodera a los demás para que descubran el diseño de Dios para ellos y vivan según su plan 1

2

3

Ve a las mujeres y a las minorías como una parte complementaria, pero no esencial del ministerio y del llamado de los hombres. No logra aceptar un mandato multicultural en la edificación de la iglesia local. No reconoce el brillo de los demás.

Comentarios:

160

4

5

6

Comienza a ver el valor de las mujeres y de las minorías en los puestos de liderazgo. Aprecia el multiculturalismo, pero no entiende cómo fomentarlo. Ve el brillo en los demás, pero no sabe cómo identificarlo y desplegarlo.

7

8

9

Entiende y acepta el valor de las mujeres y de las minorías en puestos de liderazgo titulares, pero pocas veces ha desarrollado y comisionado personalmente a estos individuos. Aprecia el multiculturalismo. Ve el brillo de cada persona y a veces da lugar a que resplandezca.

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12

Promueve con entusiasmo a las mujeres y a las minorías en puestos titulares de liderazgo. Acepta y fomenta el multiculturalismo en la iglesia local. Detecta el brillo en los demás y entiende que uno de los papeles claves de un líder es verlo, decir que lo ha visto y dar espacio para que ese brillo salga a relucir.


El candidato lidera con creatividad y visión 1

2

3

Su método de ministerio es anticuado y estancado. Nunca cambia sus prácticas ministeriales, aunque no funcionen. Suele hablar sobre una “edad de oro” cuando las personas sabían obedecer a Dios. No logra expresar un futuro prometedor para la iglesia.

4

5

6

Adapta algunas técnicas del ministerio, pero sigue siendo incapaz de ver cómo algunos contextos han cambiado. Carece de creatividad y visión cuando habla del futuro de la iglesia. Tiene pocos planes estratégicos que motivan a la gente a avanzar.

7

8

9

Tiene un creciente sentido de lo que funciona y lo que no funciona. Está dispuesto a cambiar los métodos y adaptar modelos según los distintos contextos. Puede imaginar un futuro mejor y ha comenzado a impulsar a los demás hacia esa visión.

10

11

12

Permanece flexible y creativo cuando desarrolla el ministerio. Puede ver siempre una alternativa al viejo estilo o modelo que no funciona más. Transmite visión con pasión y desarrolla planes estratégicos y prácticos que motivan a las personas a alcanzar esa visión.

Comentarios:

161


Lista de fortalezas del candidato:

Lista de áreas que mejorar:

Usando el plan de formación del candidato como punto de partida, identifique los pasos que este debería dar para abordar las áreas que mejorar.

Acción recomendada para la Junta de PCM:

Comentarios adicionales:

(Volver a págs. 30, 117)

162


Anexo N: Reporte de la Junta de PCM para la reunión anual del distrito o la conferencia O reporte de la Junta Administrativa para el distrito misionero actuando como Junta de Preparación y Consejo Ministerial 1. Las siguientes personas son presbíteros en esta conferencia (o en este distrito): Nombre

Año de ordenación

Sr/a. presidente: la Junta de Preparación y Consejo Ministerial sugiere estas recomendaciones. 2. Habiendo recibido su carta de transferencia, que los siguientes ministros sean recibidos por transferencia (5500-5510 del Libro de disciplina): Nombre

Candidato local, conferencial o presbítero

Conferencia o denominación

3. Que las siguientes personas sean recibidas como candidatos ministeriales conferenciales (5340, 8710): Nombre

Iglesia local

4. Que las siguientes personas continúen como candidatos ministeriales conferenciales (5340.E): Nombre

Año recibido como CMC

163


5. Que las siguientes personas no continúen como candidatos ministeriales conferenciales (5340.E): Nombre

6. Que las siguientes personas sean recibidas como miembros en pleno de la conferencia y ordenados presbíteros (5400, 8720): Nombre

7. Que las siguientes personas reciban un certificado de buena relación para ser transferidas a otra conferencia o denominación (5500): Nombre

Candidato conferencial o presbítero

Conferencia o denominación

8. Que la membresía de los siguientes presbíteros sea localizada en una iglesia local (5620 y 5700): Nombre

9. Que los siguientes presbíteros estén con permiso de ausencia (5630) Nombre

164


10. La Junta de Preparación y Consejo Ministerial ha evaluado el carácter y el fruto de todos los presbíteros y afirma la integridad y el discipulado cristiano de todos los miembros ministeriales de la conferencia o el distrito (con excepción de _________________________) (5800) ____________________________________________, secretario de la Junta. (Volver a págs. 36, 38, 40, 116)

165


Anexo O: Solicitud de entrevista para ordenación Nombre: _________________________________________ Fecha: ___________________ Nombre del candidato: ______________________________________________________ ¿Por cuánto tiempo se ha estado reuniendo con el candidato? ¿Cada cuánto? _____________________________________________________________________________ ¿En qué áreas ha servido el candidato en el liderazgo ministerial? _____________________________________________________________________________ Responda lo siguiente: __ Sí __ No

__ Sí __ No

He visto evidencia de los dones y las virtudes para la vocación ministerial en la vida de este candidato. Por favor describa lo que ha visto. El candidato ha demostrado competencia en las quince áreas de resultados. El candidato ha demostrado profesionalismo en las siguientes áreas:

__ Sí __ No

Confidencialidad

__ Sí __ No

Manejo del tiempo

__ Sí __ No

Comunicación verbal

__ Sí __ No

Vestido, arreglo, apariencia

__ Sí __ No

Ética de trabajo

__ Sí __ No

Presencia en las redes sociales

__ Sí __No

Actitud hacia el personal subordinado y voluntarios

__ Sí __No

Si tuviera un puesto vacante en mi iglesia o ministerio para el cual esta persona calificara, yo desearía emplearlo. Explique su respuesta.

__ Sí __No

Creo que el candidato está listo para ser considerado para la ordenación como presbítero. Explique su respuesta.

(Volver a págs. 36, 76, 116)

166


Anexo P: Evaluación de la competencia teológica para CMC El propósito de estas preguntas es darle al candidato la oportunidad de expresar su entendimiento sobre los principios básicos de la teología wesleyana y sus implicaciones para el ministerio. Usando las Santas Escrituras, los sermones de Wesley y las enseñanzas de la Iglesia Metodista Libre, el candidato responderá los siguientes puntos de la forma más completa y clara posible. Esta evaluación de la competencia teológica puede realizarse de manera verbal en la entrevista o por escrito, subiendo las respuestas al sitio web. Categoría 1: La naturaleza de las Escrituras Háblenos de su comprensión de la doble naturaleza de la Escritura. En su respuesta, asegúrese de incluir sus pensamientos sobre los siguientes puntos: • La suficiencia de las Escrituras para revelar el camino de la salvación. • Los peligros de aquellos entendimientos de la naturaleza de las Escrituras que enfatizan demasiado el aspecto divino o el humano. • La manera en que este entendimiento de las Escrituras afecta la práctica del ministerio. Categoría 2: El camino de la salvación Háblenos, de la manera más clara posible, de su interpretación de los principios claves de la teología wesleyana sobre la salvación. En su respuesta incluya los siguientes conceptos: la gracia preveniente, la gracia justificadora, la regeneración y la gracia santificante. ¿Qué implica cada concepto? ¿Qué diferencia hace la teología wesleyana en la práctica de su ministerio? Categoría 3: Los sacramentos Wesley interpretaba que los medios de gracia eran muestras externas, las palabras o las acciones que Dios dispone como canales normales por los cuales él transmite la gracia preveniente, justificante y santificante. Explique la naturaleza, el papel y la eficacia de los sacramentos del bautismo y la Santa Cena. Señale el argumento para el bautismo de bebés y el bautismo de creyentes, el significado de la Santa Cena, y las implicaciones de un entendimiento metodista libre de los sacramentos para el ministerio y la práctica de la iglesia local.

167


Categoría 4: El ministerio Presente su interpretación de la enseñanza de la iglesia sobre el ministerio general de todos los creyentes por medio de la fe en Cristo/el bautismo y el ministerio representativo de algunos creyentes por virtud de la ordenación. ¿Cuáles son las similitudes y las diferencias de enfoque entre estos dos aspectos del ministerio de la iglesia de Cristo? ¿Cuáles son los papeles y las funciones particulares de cada uno? Describa su sentido del llamado y qué significa la ordenación para el ministerio al cual se siente llamado. Su explicación deberá incluir su interpretación del lugar y la función del ministro ordenado en la Iglesia Metodista Libre y lo que significa someterse a la autoridad y el consejo de la iglesia en cuanto a las asignaciones pastorales y el servicio ministerial. Categoría 5: La igualdad humana Exprese su interpretación de la enseñanza de las Escrituras sobre la plena igualdad de toda la humanidad como creación hecha a la imagen de Dios, con particular atención en los papeles de las mujeres en la iglesia, el hogar y la sociedad. En sus análisis incluya su parecer sobre cómo las enseñanzas de las Escrituras y la Iglesia Metodista Libre reflejan sus propias perspectivas y mencione algunas de las implicaciones que pudiera haber para su propia práctica del ministerio.

(Volver a págs. 36, 93, 116)

168


Anexo Q: Certificado de buena relación El presente documento certifica que ____________________________ _________________, un(a) _______________________________ ____________________ (presbítero, candidato ministerial conferencial) está en buena relación y cuenta con la aceptación general de la conferencia ______________________________________________ de la IGLESIA METODISTA LIBRE. Se le otorga este certificado con aspiraciones a transferirse a la conferencia ______________________________________________ _______________.

Hecho por _______________________________________________ _________________________________ el día ________________________________________ del mes de ____________________, del 20____. ______________________________________________________ ______________________ (presidente/a) Un certificado otorgado por una conferencia anual o de distrito o por la Junta de Preparación y Consejo Ministerial de una conferencia es válido hasta la siguiente conferencia anual en la cual es dado el certificado.

(Volver a págs. 37, 38, 117)

169


Anexo R: Formato para plan anual de formación continua Nombre: ____________________________________________ Fecha: __________________ Usando los quince atributos del ministerio ordenado, desarrolle su plan de formación para este año. Aborde las áreas que considera que debe mejorar. Área de resultados

Acción

Fecha prevista de finalización

(Volver a págs. 41, 116)

170


Anexo S: Pacto de confidencialidad para miembros de la Junta de PCM Somos conscientes de que el trabajo de la Junta de Preparación y Consejo Ministerial del distrito o la conferencia es altamente confidencial y de que, si no respetamos dicha confidencialidad, podríamos dañar a aquellos a quienes procuramos servir. De tal manera, nosotros, __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ __________________________________________ aquí nos comprometemos a guardar en estricta confidencia, en el presente y en el futuro, toda la información escrita o verbal recibida como miembros de la Junta de Preparación y Consejo Ministerial del distrito o la conferencia _________________________________________. Este pacto se refiere a información específica y personal obtenida en relación con aquellos que son entrevistados por la Junta de PCM; cualquier conversación sobre tal información fuera de las obligaciones relacionadas con la Junta es claramente una violación de la confidencialidad. Se entiende que este pacto abarca cualquier conversación innecesaria de mi parte con los demás miembros de la Junta de PCM y con amigos personales o familiares, ya sea en lugares privados, semiprivados o públicos. Firma: ______________________________ ______________________________ ______________________________ ______________________________ ______________________________ ______________________________ (Volver a pág. 51)

171


Anexo T: Guía para sesiones mensuales de mentoreo Primer año

Este es un pequeño bosquejo que el mentor debe seguir en cada sesión. La idea es que cada sesión dure una hora y no se extienda por más tiempo. Además, el mentor debe sentirse en libertad de escoger una sola pregunta entre todas las preguntas de reflexión. No puede realizar las tres preguntas sugeridas porque esto volvería tediosa y dispendiosa la mentoría. No queremos que los mentoreados ni los mentores terminen agotados y aburridos por no alcanzar las metas propuestas. Recuerde que el punto central en el proceso de mentoreo es que la relación es más importante que el material. Sobre todo, luche por la vulnerabilidad, la verdad, la compasión y la confianza. Disfruten uno de otro, con la certeza de que el Señor usará esta experiencia para formarlos a ambos. A continuación, presentamos el plan de mentoría para que sea desarrollado en tres años. Estudie la sesión antes de reunirse con el mentoreado y escriba la tarea o desafío del último encuentro. Encuentro uno: ¿Por qué un mentor? a. Oración. b. El mentor comparte su historia de vida: ¿Cómo la mentoría o el hecho de tener un mentor lo ha ayudado? c. El mentor comparte qué adultos han tenido un impacto significativo es su vida (bueno o malo). d. Lea Éxodo 18:9-27 (Moisés y su suegro). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto nuestra relación con la mentoría? e. Pregunta de reflexión: ¿Qué espera lograr en el tiempo de mentoría? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede lograr estos propósitos? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para llevarlos a cabo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. Por ejemplo, apunte los nombres de las personas más influyentes en su vida y lo que usted recibió de cada una de ellas. h. Oración.

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Encuentro dos: La visión general de la relación de mentoría a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 1 Tesalonicenses 2:8 (les abrimos nuestra propia vida). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto nuestra relación con la mentoría? e. Pregunta de reflexión: ¿Por qué debe ser sincero y abrir el corazón? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede lograr abrir su corazón? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para llevarlo a cabo? g. Deje un desafío o una tarea práctica. Por ejemplo, tome algunos minutos esta semana para pensar en su integridad. Luego, reflexione: ¿por qué debe abrir su corazón en la mentoría? ¿Qué áreas en su vida piensa usted que Dios está trabajando? h. Oración. Encuentro tres: El llamado al ministerio a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Lucas: 5:1-10 (el llamado). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su relación con Dios? e. Pregunta de reflexión: ¿En qué basa su identidad y su llamado? ¿Por qué? f. Pasos de acción: ¿Qué quiere lograr para Dios’ ¿Qué pasos prácticos debe seguir para llevarlo a cabo?

173


g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro cuatro: Medios de gracia a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Salmo 16:1-11 (plenitud en su presencia). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su relación con Dios? e. Preguntas de reflexión: • ¿Tiene usted un tiempo diario a solas con Dios? Descríbalo. • ¿Cómo evaluaría su caminar con Dios en este momento? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede mejorar su caminar con Dios? O ¿cómo puede mejorar el tiempo diario a solas con Dios? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica: ¿Qué ha puesto el Señor en usted sobre la oración durante este diálogo? Anote tres cosas que desea recordar o cumplir concerniente a los medios de gracia de la piedad. h. Oración. Encuentro cinco: Conciencia de sí mismo a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes.

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d. Lea 1 Corintios 12:4-11 (diversas funciones). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su visión del liderazgo? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cuáles son sus fortalezas y sus debilidades para realizar el ministerio? • ¿Qué hace cuando es insuficiente en un área del ministerio? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede formar un equipo que supla sus debilidades en el ministerio? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío y una tarea práctica. h. Oración. Encuentro seis: Conciencia de sí mismo a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Gálatas 2:11-13 (efectos del liderazgo). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su visión del liderazgo? e. Pregunta de reflexión: ¿Qué tan consciente es usted de los efectos de su estilo de liderazgo, su comunicación y sus decisiones en este contexto? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede ser un ejemplo a imitar en el liderazgo? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración.

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Encuentro siete: Vida equilibrada a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 1 Corintios 6:19 (mayordomía del cuerpo). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su estilo de vida? e. Pregunta de reflexión: ¿Qué tan consciente es usted de los efectos de su estilo de liderazgo, su comunicación y sus decisiones en este contexto? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede ser un ejemplo a imitar en el liderazgo? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro ocho: Vida equilibrada a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Filipenses 3:8 (ganar a Cristo). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su estilo de vida? e. Pregunta de reflexión: ¿Qué adicciones y compulsiones lo están controlando?

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f. Pasos de acción: ¿Cómo puede evitar estas adicciones? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro nueve: Se caracteriza por el amor a los demás a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Juan 13:35 y compare con 1 Timoteo 5:8 (el amor por los demás). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su estilo de vida? e. Preguntas de reflexión: • ¿Tienen usted y su cónyuge un tiempo semanal para hablar o salir juntos a comer o a tomar un café? Describa con detalle lo que hacen. • ¿Tienen usted y sus hijos un tiempo semanal para hablar, jugar o salir juntos al parque o a comer un helado? f. Pasos de acción: ¿Qué día puede establecer un tiempo exclusivo para su esposa y otro exclusivo para sus hijos? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. Por ejemplo, quédese tres noches a la semana para dedicarle tiempo a su esposa e hijos. Elija un día para cocinarle a su esposa. Salga con sus hijos o haga una salida exclusivamente con cada uno de ellos, uno por vez, hasta que pueda salir con todos, a fin de conocerlos mejor. h. Oración.

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Encuentro diez: Se caracteriza por el amor a los demás a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Santiago 5:13-16 (el amor a los demás). • Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su estilo de vida? e. Pregunta de reflexión: ¿Tiene amigos dentro de la iglesia y en otras denominaciones a quienes pueda confesar sus pecados y rendirles cuentas? f. Pasos de acción: ¿Identifica un amigo y compañero de ministerio al que pueda confesar sus pecados y rendirle cuentas? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica: apunte algunos pensamientos acerca de qué clase de amigo es usted. Escriba en su diario por qué las amistades profundas son tan difíciles de desarrollar. h. Oración.

Segundo año Encuentro uno: Es ejemplo de humildad a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del último encuentro. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en estos meses. Además, pregunte: ¿qué piensa del tiempo de mentoría? ¿Cómo le ha servido? d. Lea Filipenses 2:1-5 (la actitud de Cristo).

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• ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión del servicio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Quién le ha llamado la atención para corregirlo y por qué? ¿Qué aprendió de esa corrección? • ¿Qué hace cuándo es desafiado? ¿Cuál fue su actitud? ¿Qué aprendió y qué hizo con el desafío? f. Pasos de acción: ¿Qué debe hacer para cultivar una vida de humildad? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro dos: Es ejemplo de humildad a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Hechos 15:1-14 (busca la perspectiva de otros). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo cambia esto su cosmovisión? e. Pregunta de reflexión: ¿Cuándo y por qué busca la perspectiva de otras personas? f. Pasos de acción: ¿Cómo se puede ser humilde y buscar la perspectiva de otros? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración.

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Encuentro tres: Demuestra entendimiento bíblico a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Hechos 18:24-26 (conocimiento bíblico). • ¿Qué observa en estos versículos? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cómo va con los cursos de Formación Ministerial? • ¿Qué preguntas e inquietudes han dejado los cursos en usted? • ¿Qué hilos temáticos recorren la Biblia? f. Pasos de acción: ¿Cómo piensa seguir creciendo en el estudio bíblico? ¿Qué pasos prácticos debe tomar para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica: apunte tres cosas que le atraen de ser un “aprendiz”. h. Oración. Encuentro cuatro: Demuestra entendimiento bíblico a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Josué 1:8 (meditación y entendimiento de la Biblia). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión?

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e. Preguntas de reflexión: • ¿Cómo va con los cursos de Formación Ministerial? • ¿Cuáles son los fundamentos bíblicos de la teología wesleyana? f. Pasos de acción: ¿cómo puede cultivar una vida de estudio bíblico? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica: apunte sus tres peores hábitos de estudio y algunos pensamientos referentes a cómo le gustaría cambiarlos. Luego, apunte dos cosas que puede hacer que le ayudarían a mejorar sus hábitos de estudio. h. Oración. Encuentro cinco: Integración teológica wesleyana a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Hechos 15:19-29 (escrita para dar instrucción). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión? e. Pregunta de reflexión: ¿Cómo le ayudan a comprender mejor su labor ministerial los artículos de religión del Libro de disciplina de la IML? f. Pasos de acción: ¿Qué valores y desafíos le dejan? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograr estos retos? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración.

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Encuentro seis: Integración teológica wesleyana a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 1 Corintios 10:11 (escritas como ejemplo). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión? e. Preguntas de reflexión: • ¿Qué es lo que más le ha impactado de la historia de la IML? Describa tres características del nacimiento de la IML. • ¿Qué características wesleyanas nos identifican de las demás denominaciones? f. Pasos de acción: ¿Qué desafíos le deja la historia de la IML? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograr estos retos? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro siete: Educación teológica coherente con el ministerio ordenado a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 2 Timoteo 2:15 (conocimiento bíblico para usar la Palabra). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión:

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• ¿Cómo va con los cursos de Formación Ministerial? • ¿Qué preguntas e inquietudes han dejado los cursos de Formación Ministerial en usted? f. Pasos de acción: ¿Qué desafíos le dejan los estudios de Formación Pastoral? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlos? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro ocho: Educación teológica coherente con el ministerio ordenado a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 2 Timoteo 4:13 (una vida de estudio bíblico). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Qué es lo que más le ha impactado del curso que está haciendo? ¿Por qué? • ¿Cómo cambió su cosmovisión el manual de Plantación de Iglesias Comunitarias? • ¿Qué libros está leyendo actualmente y por qué? f. Pasos de acción: ¿Qué debe hacer para cultivar un hábito de estudio bíblico como estilo de vida? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración.

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Encuentro nueve: Tiene una postura hospitalaria hacia todo el cuerpo de Cristo y la sociedad a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes anterior. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 2 Timoteo 2:16-17 (evita conversaciones inútiles). • ¿Qué observa en estos versículos? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión, su estilo de vida y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Considera que es valioso desarrollar y mantener relaciones con creyentes de otras denominaciones? ¿Por qué? • ¿Qué tan valiosas son las personas que creen y piensan distinto de usted? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede evitar las discusiones inútiles? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro diez: Tiene la habilidad para aplicar de manera práctica lo que aprende a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Hechos 17:22-26 (aplica lo que aprende). • ¿Qué observa en estos versículos?

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• ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cómo explicaría algo complejo de la teología en términos prácticos de la vida? Por ejemplo, la Santa Trinidad. • ¿Cómo identifica la actividad redentora de Dios en la vida diaria? • ¿Cómo sus experiencias de la vida real ayudan a echar raíces en su vida espiritual? • ¿Cómo las dificultades ayudan a conocer y a explorar su fe de manera práctica? f. Pasos de acción: ¿Qué pasos prácticos debe seguir para aplicar lo que aprende a su vida diaria y a su comunidad? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Tercer año Encuentro uno: Muestra fruto en el ministerio a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del último encuentro. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en estos meses. Además, pregunte: ¿cómo ha cambiado la mentoría su cosmovisión? ¿Cómo ve la vida al caminar solo? ¿Cree que es necesario tener un mentor de viaje que lo ayude en el resto de su vida? La idea es que la persona busque un mentor por sí misma. d. Lea Hechos 19:8-11 (trayectoria de un liderazgo transformador). • ¿Qué observa en estos versículos? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio?

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e. Preguntas de reflexión: ¿Qué recursos ha implementado en la predicación, la enseñanza y el liderazgo para ser más eficaz? f. Pasos de acción: ¿Qué nuevos recursos implementará en la predicación, la enseñanza y el liderazgo para ser más eficaz? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro dos: Muestra fruto en el ministerio a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 2 Timoteo 4:5 (haz la obra del evangelista). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo cambia esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Con qué frecuencia realiza evangelismo personalizado y en grupo? • ¿Ha contactado a una persona de paz y la ha llevado a Cristo? • ¿Ha abierto o multiplicado una iglesia comunitaria? f. Pasos de acción: ¿Qué pasos prácticos debe seguir para encontrar la persona de paz? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para multiplicar la iglesia comunitaria? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración.

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Encuentro tres: Apoya de todo corazón el ministerio de justicia y compasión a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Santiago 1:27 (se preocupa por los necesitados). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Qué injusticia o discriminación ha visto en estos días en su entorno? • ¿Cómo se ha sentido al observar la injusticia y la discriminación? f. Pasos de acción: ¿Tiene un plan para contribuir a estas necesidades? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para implementarlo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro cuatro: Apoya de todo corazón el ministerio de justicia y compasión a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea el Salmo 146:7 (hace justicia a los oprimidos). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión:

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• ¿Cómo podría contribuir para que los pobres y los esclavizados puedan superarse y salir adelante? • ¿Cómo podría contribuir para evitar la opresión y la discriminación? f. Pasos de acción: ¿Tiene un plan para que la gente considere las personas como imagen de Dios? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para implementarlo? ¿Cómo empoderaría a los oprimidos y esclavizados de este tiempo? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro cinco: Son líderes-siervos a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Tito 1:5 (promueve el desarrollo de los demás). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Pregunta de reflexión: ¿Qué hace cuándo observa que un creyente que tiene habilidades para liderar? f. Pasos de acción: ¿Qué desafíos surgen? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograr estos retos? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro seis: Son líderes-siervos a. Oración.

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b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 1 Corintios 12:14-31 (crea un ambiente saludable en el ministerio). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cómo es su ambiente de trabajo ministerial? • ¿Cuál es el interés de servir en la iglesia? f. Pasos de acción: ¿Qué desafíos surgen de trabajar en equipo? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograr estos desafíos? g. Proponga un desafío y una tarea práctica. h. Oración. Encuentro siete: Empodera a los demás para que descubran el diseño de Dios a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Romanos 16:1-6 (es un defensor del liderazgo femenino). • ¿Qué observa en estos versículos? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cuántas mujeres ejercen el liderazgo con usted y por qué? • ¿Cree que el multiculturalismo es importante para el desarrollo de la iglesia?

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f. Pasos de acción: ¿Qué pasos prácticos debe tomar para darles participación a las mujeres en el ministerio? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. Encuentro ocho: Empodera a los demás para que descubran el diseño de Dios a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea 2 Timoteo 2:2 (ayuda a otros a descubrir su excelencia). • ¿Qué observa en este versículo? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Qué hace para empoderar a nuevos creyentes en el ministerio y dar lo mejor de sí? • ¿Cómo empodera a los líderes para que tomen nuevos desafíos en el ministerio y para que den lo mejor de sí? f. Pasos de acción: ¿Qué pasos prácticos debe seguir para empoderar a otros? g. Proponga un desafío y una tarea práctica. h. Oración. Encuentro nueve: Lidera con creatividad y visión a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes.

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c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Lucas 10:1-17 (sigue las mejores prácticas para lograr el ministerio). • ¿Qué observa en este pasaje? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Qué ha hecho para generar nuevos cambios en el ministerio a fin de responder a las necesidades del contexto? • ¿Cuál es la estrategia que está implementando para ser más eficaz en su ministerio? f. Pasos de acción: ¿Cómo puede incrementar nuevos cambios para ser eficaz en el ministerio? ¿Qué pasos prácticos debe seguir para lograrlo? g. Proponga un desafío y una tarea práctica. h. Oración. Encuentro diez: Lidera con creatividad y visión a. Oración. b. Rendición de cuentas: tarea o desafío del mes. c. Converse sobre los altibajos que ha tenido en el mes. d. Lea Hechos 16:6-10 (comunica la visión de manera convincente). • ¿Qué observa en estos versículos? • ¿Qué aprende y cómo afecta esto su cosmovisión y su ministerio? e. Preguntas de reflexión: • ¿Cómo ha hecho para comunicar la visión de su ministerio para que nuevas personas se unan a la visión? • ¿Cuál es la estrategia para alcanzar esa visión?

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f. Pasos de acción: ¿Qué pasos prácticos debe seguir para compartir la visión? g. Proponga un desafío o una tarea práctica. h. Oración. (Volver a págs. 74, 77, 117)

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Anexo U: Planilla de registro de mentoría

Nombre del mentoreado: ______________________________________________________ Fecha de reunión: __/ __/ __/ Tiempo de reunión: _______________ Lugar: _____________ Pregunta inicial: ¿Qué módulo del currículo de Formación Ministerial está estudiando? ¿Qué ha aprendido en el módulo? ¿Cómo lo está aplicando a su vida y a su ministerio? ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Rendición de cuentas: ¿Cómo le fue con la tarea o el desafío? ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Altibajos del mes: ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Respuestas a las preguntas de reflexión: ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Pasos de acción que propone el mentoreado: ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Tarea o desafío que propone el mentoreado: ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________ Otras observaciones: Volver a págs. 74, 78, 117)

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Anexo V: Pacto de restauración para ministros Se establece este acuerdo como un pacto por y entre ____________________________, un(a) _____________ ______________, quien está actualmente en suspensión en la conferencia (o distrito misionero) ______________________________ de la Iglesia Metodista Libre y la Junta de PCM. El sujeto y la Junta celebran este pacto con el propósito de arrepentimiento y perdón del sujeto, en busca de la integridad de vida y la restauración de sus relaciones. Por lo tanto, se acuerda ante Dios lo siguiente. Autoridad El sujeto acepta la autoridad de la conferencia ___________________________ y de la Junta de PCM y entiende que el crecimiento y la restauración requieren sumisión al consejo y a la dirección de la Junta, la cual retiene la discreción para determinar la satisfacción de los acuerdos de este pacto. Meta de restauración Las partes aceptan hacer el mayor esfuerzo posible para asegurar restaurar la integridad de vida y un nivel apropiado de servicio dentro de la Iglesia Metodista Libre. Credenciales de ordenación: El sujeto acepta dejar voluntariamente sus credenciales de ordenación al cuidado de la conferencia _____________________. Comité de restauración La Junta de PCM establecerá un comité de restauración que trabajará cercanamente con el sujeto durante el proceso de restauración. Los miembros de este comité son: Crecimiento y desarrollo personales A fin de asegurar el continuo crecimiento y desarrollo personal, el sujeto acepta lo siguiente (marque todo lo que aplique): • Reunirse regularmente con el comité de restauración para obtener consejo y rendir cuentas.

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• Recibir asesoramiento especializado durante el término de este pacto de un consejero aprobado por el comité de restauración que enviará informes sobre su estado personal a dicho comité con regularidad. • Buscar continuo crecimiento en su matrimonio, en un trato con su cónyuge y con sus hijos que fomente su bienestar y su crecimiento espiritual. • Evitar situaciones en las cuales pudiera estar la tentación a la misma conducta; mantener parámetros estrictos en las relaciones hasta que este proceso termine. El sujeto también se compromete a continuar con parámetros estrictos después de la finalización exitosa del proceso de restauración. • Ofrecer y buscar perdón y reconciliación (en un tiempo apropiado y con la dirección del comité de restauración) entre el sujeto, las partes ofendidas, la iglesia y la conferencia. ____________________________________________________________________________

Pasos para la restauración 1. Asistencia a una iglesia metodista libre en la conferencia ________________________ en consulta con el comité de restauración. 2. Cooperación con el pastor titular de la iglesia (o representante apropiado), a quien se le pedirá asistir al sujeto y al comité de restauración como si fuera un mentor. Se le pedirá al pastor o mentor que presente al comité de restauración informes trimestrales sobre la participación del sujeto como laico en la iglesia y su crecimiento personal y espiritual. 3. Compromiso de reunirse con la frecuencia requerida y, por lo menos, trimestralmente, con el comité de restauración para adquirir consejo, rendir cuentas y realizar un proceso de revisión de la restauración. Este proceso continuará por un mínimo de dos años. 4. Aprobación del comité de restauración antes de acercarse a la Junta Administrativa local para que sea recomendado ante la Junta de PCM.

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5. Entrevista con la Junta de PCM de la conferencia y su recomendación a la conferencia __________________ con respecto a si las credenciales del sujeto serán devueltas y el nivel de ministerio apropiado. 6. Oportunidad para que el sujeto hable con la conferencia anual en cuanto a la recomendación de la Junta de PCM. 7. Restauración al ministerio aprobado tras la acción de la conferencia. Plazo de la restauración Si el sujeto no se ha sometido al proceso de restauración como se ha delineado arriba, o se ha involucrado activamente en una Iglesia Metodista Libre antes de la conferencia anual de 20 ___, el sujeto acepta que se le pida que se retire de la conferencia y la denominación bajo queja. Como testigos de esto, las partes aceptan, en la presencia de Dios, someterse a cumplir este pacto de restauración. __________________________________________ ____________________________________ Sujeto Director/a de la Junta de PCM _________________________________________ _____________________________________ Fecha Fecha

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(Volver a pág. 118)


Anexo W: Resumen informativo sobre falta moral Ejemplo del formato recomendado Lo que sigue es el esquema de un resumen informativo elaborado por las Juntas de PCM y los superintendentes en casos de falta moral. La intención de llevar a cabo este control es aprender de la experiencia. En cuanto al proceso, este informe puede también ser útil para delinear elementos importantes que seguir a medida que se trata el caso. Defina la situación en una frase en lenguaje profesional. ¿Cómo se enteraron las autoridades de la iglesia sobre el problema? ¿Hubo cargos legales o civiles? ¿Hubo confesión, contrición y arrepentimiento? ¿Cómo lo describiría? (Es decir, completo y con remordimiento, reacio, reticente, forzado). Describa la actitud del cónyuge, la familia, etc. ¿Se le informó de inmediato al obispo por medio del director de área? Describa la acción del liderazgo de la conferencia en relación con el ministro involucrado, los demás involucrados y la congregación local: • ¿Qué hizo el superintendente o director de distrito? • ¿Qué acciones que tomó la Junta de PCM en relación con la disciplina y la restauración? ¿Cómo se comunicaron estas decisiones o acciones? • ¿Hubo consejo del obispo por medio del director de área? • ¿Se mantuvo un registro detallado de todas las interacciones y comunicaciones en el caso, tales como conversaciones por teléfono, entrevistas en persona, correspondencia por escrito? ¿Cómo reaccionó inicialmente el ministro involucrado ante las acciones del superintendente o la Junta de PCM? ¿Los demás involucrados? ¿La congregación? ¿La conferencia? ¿Hasta qué punto cooperó el ministro con la Junta de PCM para recibir disciplina y participar del proceso de restauración al ministerio o liderazgo?

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Un año después del evento, ¿cuáles serían los resultados? ¿Cuáles son los efectos que se pueden identificar en la congregación local? ¿Cuáles son los efectos en el individuo involucrado y en su ministerio? ¿Qué aprendió de esta situación? ¿Qué hizo correctamente? ¿Qué funcionó bien? ¿Se ha enviado un resumen informativo al obispo por medio del director de área? Si tuviera que tratar con esta situación de nuevo, ¿qué haría diferente?

(Volver a págs. 110, 111, 117)

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Glosario Formación ministerial: Es el proceso de desarrollar líderes saludables en términos del corazón (carácter), la cabeza (conocimiento) y las manos (habilidades) de manera integral. Comprende las etapas de discernimiento, formación, comisión y educación continua. Cada etapa del proceso es guiada por tres rieles que son fundamentales: 1. cuidado pastoral; 2. entrenamiento formalizado; y 3. mentoreo. Cuidado pastoral: El primer componente fundamental de Formación Ministerial es el cuidado pastoral que se encarga de la salud integral de los líderes y los candidatos ministeriales para que tengan vidas y ministerios saludables, eficaces y a largo plazo. Esto se lleva a cabo a través de seminarios, grupos de cuidado, acompañamiento y asesoría en casos específicos. Entrenamiento formalizado: El segundo componente fundamental de la Formación Ministerial es el entrenamiento. La manera más formal y organizada es el currículo de diecinueve módulos, el cual tiene la misma relevancia que los talleres de PIC, los seminarios de cuidado pastoral y los entrenamientos para nuevos facilitadores, monitores, y otros seminarios de educación continua. Los distritos y las conferencias, al igual que el área, ofrecen talleres, seminarios y cursos que fortalecen el proceso de desarrollo de ministerios laicos y ordenados. CenForME es un aspecto de la Formación Ministerial a nivel del área latinoamericana. CenForME: Centro de Formación Ministerial En línea. Se encarga de ofrecer los módulos de Formación Ministerial virtualmente a nivel del área latinoamericana. Está diseñado como una herramienta de acompañamiento y no reemplaza al equipo de formación ministerial local en cada distrito o conferencia. Currículo: Es el conjunto de módulos que se enseña a los líderes y candidatos locales y conferenciales para capacitarlos integralmente. Existe un equipo de currículo encargado de la revisión, la edición y las mejoras de los módulos. Facilitador: Es una persona escogida por la Junta de PCM local o por CenForME para dirigir los módulos de Formación Ministerial. El facilitador ofrece asistencia y orientación en el proceso de consolidación y construcción sobre la base del conocimiento de los estudiantes de acuerdo con la lectura previa de la lección. Es responsable del proceso de enseñanza y ayuda al estudiante a identificar sus falencias y propone soluciones.

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Monitor: Un monitor es un facilitador en formación. El monitor ayuda en la evaluación de las actividades semanales, facilita algunas partes de una clase y asiste en cualquier otro asunto acordado con el facilitador. Observador: Es un monitor potencial que participa en un módulo para observar intencionalmente cómo el facilitador desarrolla las clases. Esta persona se involucra en las clases y puede acceder al classroom y al registro de asistencia sin modificar la información a fin de comprender todo el proceso de enseñanza. El observador puede hacer comentarios y preguntas sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. Mentoreo o mentoría: El tercer componente fundamental del proceso de Formación Ministerial es el mentoreo. El mentoreo es una actividad relacional e intencional que transmite experiencia y desarrolla y empodera al mentoreado. Asimismo, implica relaciones estructuradas. Si un líder es candidato ministerial, el mentoreo exige que se presenten informes a la Junta de Preparación y Consejo Ministerial (JPCM). El mentoreo se diferencia del cuidado pastoral en que este se enfoca en el alma o corazón y funciona en grupos pequeños, mientras que el mentoreo es una relación uno a uno y supone una diferencia en el nivel de experiencia del mentor y el mentoreado. Mentor: Un mentor es alguien con mayor experiencia y conocimiento que acompaña, aconseja y asesora a otro para ayudarlo a desarrollar y a alcanzar sus objetivos, incluidos las habilidades, el carácter y el conocimiento en cuantas áreas de la vida sea posible. En las dos últimas etapas del proceso de ordenación, la conferencia o la JPCM generalmente asigna un mentor. Mentoreado: Persona en formación continua que recibe mentoreo. Puede ser un estudiante, un líder de una casa de paz, un candidato ministerial local, un candidato ministerial conferencial, un presbítero o cualquier otro líder en formación. Línea de base: Es la primera medida de preparación de un candidato en términos de los quince atributos del pastor metodista libre en las áreas de la cabeza, el corazón y las manos. La JPCM debe registrar esa medida en la primera entrevista del candidato (o desde muy temprano) cuando este se convierte en CMC. En las siguientes entrevistas, se espera que el candidato crezca en cada categoría. En realidad, no vamos a ordenar personas perfectas, sino personas que crecen y mejoran en la gracia del Señor y en las capacidades del ministerio. Por lo tanto, la línea de base es importante para ofrecer un punto de partida personalizado de cada candidato.

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Bibliografía Desarrollo Cristiano, Pastores sin Pastores (28 de julio de 2010). Recuperado el 23 de agosto de 2021 de https://desarrollocristiano.com/pastores-sin-pastores/ Epicentro de Dios, (30 de septiembre de 2016). Recuperado el 23 de agosto de 2021 de http://epicentrodios.blogspot.com/2016/09/el-presente-escrito-tal-vez-tesacuda.html Osterhouse James & Teja, Gary. Mentoreo Magistral: El Rol de Mentorear en la Iglesia Local. Red de Multiplicación, 2014. Pastoreando a los Pastores, aconsejando a los Pastores (S.F.). Recuperado el 23 de agosto de 2021 de https://pastoreandoalospastores.com/ Stanley, Paul D. & Clinton, J. Robert. Connecting: The Mentoring Relationships You Need to Succeed in Life. NavPress. 1992. Watson, M. Kevin. La Reunión de Clase. Franklin, Tennessee: Seedbed Publishing, 2014.

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