Muchos ciclistas la desdeñan por “tener motor” y no ser lo suficientemente limpia. Sin embargo, no toman en cuenta que pueden ser la solución que muchas personas necesitan para bajarse del auto o del transporte público. Una bici eléctrica es un vehículo diferente, con configuración, peso y capacidades distintas a las de su hermana mayor, la bici convencional, y como tal sus problemas son distintos, como el peso, la autonomía, la necesidad de cargar la batería y hasta dónde dejarla es un tema distinto.
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