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3.4. ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

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Pintura de Juan Arancio. Fuente: Clarín. 2019

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Pintura de Juan Arancio. Fuente: Lt10. 2019 a la falta de buenos accesos, generó una limitación en el avance de esa población criolla de origen indígena; sin embargo, a partir de esta limitación es que se logra conocer y preservar una cultura relacionada con costumbres originarias, modos de vida, una tradición ligada al río, y demás condiciones que dieron y dan su singularidad al sitio.

Por lo mencionado anteriormente, se entiende al Corredor de la Costa como una unidad, y tiene que ver con potencialidades para generar estrategias de desarrollo vinculadas con la identidad territorial, producto de factores ambientales, paisajísticos, históricos y culturales. En el periodo prehispánico, la zona estaba habitada por grupos humanos recolectores, que aprovechaban las condiciones naturales existentes para obtener recursos para su subsistencia, vinculada en particular a la relación con el río y las islas.

En contraposición a la imagen negativa y despectiva con la que los hombres de ciudad mencionan a pobladores costeros, poniendo de manifiesto ciertos prejuicios que se enlazan con el pasado indígena, y que lleva a profundizar la situación de aislamiento, se idealiza al paisaje como un valor positivo, una marca de originalidad y se ve a la costa como un espacio para la cultura y la creatividad. De esta manera la creación artística y el paisaje se entrecruzan y se entienden como dependientes uno del otro en las vivencias de la costa. Los valores que se destacan en términos de identidad, están ligados a los modos en que los pobladores establecen relación con el entorno natural a lo largo de la historia, y esas relaciones son el producto de relatos y descripciones de cronistas que cuentan vivencias de este escenario tan singular (Collado; 2011).

Son muchos los artistas que expresaron de diferentes maneras, ya sea pintura, escritura, música, y que han consolidado la temática del paisaje litoraleño, contribuyendo a la configuración de su identidad cultural. Müller (2011) considera que la estructuración de un imaginario “costero”, “islero” o “litoraleño” tiene una larga trayectoria en artistas santafesinos. Donde motivos como el río y sus costas, sus habitantes y personajes, acompañados por elementos cotidianos de pesca, como canoas, redes, líneas o instalaciones precarias como ranchos, fauna, vegetación, son escenas envueltas en una luminosidad característica o sombras, bajo la maraña verde, que son los lugares más aceptados y comunes.

Cada artista tiene diferentes enfoques y posibilidades, con las técnicas empleadas, logran transmitir la esencia de ese ambiente costero. Es el caso del pintor reconocido en Santa Fe y la región, Juan Arancio que trabaja una representación figurativa y realista, logra una capacidad descriptiva y consigue una identificación notable, al punto que sus obras se traducen como iconos populares (Müller en Collado, 2011). Aparece como relevante en este trabajo, la figura del poeta Julio Migno, quien fue referente cultural para toda la zona de la costa, dejando plasmado paisajes, personajes, costumbres y sentimientos de la población costera y escritos sobre el Paraná y sus islas. Además vivió en la localidad de Cayastá en una vivienda sobre el río, dejando en su legado la promoción y el fomento de actividades culturales y artísticas.

En el año 2016 el Gobierno de la Provincia anunció un trabajo con un enfoque específico para el territorio que componen los departamentos Garay y San Javier, con el compromiso de fortalecer el desarrollo integral del Corredor de la Costa. A toda costa es un plan de desarrollo sustentable, de carácter participativo que reúne a habitantes, autorida-

_ Pesca deportiva y paseos en lanchas. Equipo CAID. 2017 des locales, instituciones y referentes sociales, productivos y culturales. Los proyectos apuntan a un perfil turístico y productivo, con cuidado del medio ambiente y buscando un fuerte arraigo de los pobladores costeros.

En el departamento Garay, las principales fuentes de producción son los cultivos de arroz y de hortalizas, a esto lo complementan actividades ligadas a la ganadería, la agricultura y la explotación forestal, junto a la pesca desarrollada en las islas, y su oferta turística dirigida a la diversificada promoción de actividades recreativas de caza y pesca deportiva, su paisaje costero, fiestas típicas y sitios históricos.

En el plan A toda costa (2016), se menciona que la actividad ganadera tiene presencia desde el momento de la colonización, ya que la entrega de tierras tenía como objetivo la producción, agrícola y ganadera, y justamente la elección del sitio tiene que ver con ser apropiado para la traza urbana, por disponer de tierras no inundables, altas y fértiles. Pero, la evolución del desarrollo social y cultural de la región, las constantes y cíclicas crecidas del río, los anegamientos por precipitaciones, la erosión de la costa, son aspectos que afectaron a la actividad y llevaron a trasladar la ganadería a la zona de islas, con un aumento de los agrocultivos, particularmente la soja. Datos obtenidos del plan A toda Costa, indican que del total de la superficie del departamento Garay (403.852 ha.) la superficie de suelo con capacidad productiva para uso agrícola es de 23.786 ha., es decir el 5%. Pero es la explotación y producción relacionada con la actividad pesquera, junto con las tecnologías, las regulaciones, su estudio y conocimiento, la que fue en aumento y se ha convertido en uno de los principales puntos productivos en desarrollo de la región.

El Plan A toda costa (2016) expone a la oferta turística como una de las principales fortalezas de la región. Dentro de la planificación turística de la provincia de Santa Fe, abarca al corredor de la ruta provincial Nº 1, incluyendo al territorio del departamento Garay y San Javier. La oferta turística se compone del atractivo natural de la zona, paseos por parques y reservas naturales, ríos e islas, turismo pesquero y festividades típicas. Sumado a paisajes costeros, con cabañas, cabalgatas y recepción de cazadores para caza deportiva. El turismo histórico cultural ofrece museos, cascos históricos y ruinas arqueológicas, que trascienden los límites provinciales e incluso nacionales.

En la zona de la costa la actividad pesquera es de gran importancia, se practica de manera deportiva pero también como sustento económico. Cayastá es considerada una localidad pesquera, en general vinculada a pescadores artesanales que tienen incorporada esa cultura a través de generaciones, viviendo en las orillas del río construyendo un vínculo de proximidad estrecha entre vivienda y práctica productiva. La Comuna detecta diferentes grupos de habitantes, por un lado “los locales” que realizan actividades ligadas a la pesca o la agricultura; y por otro, habitantes “ocasionales”, propietarios o en busca de alquileres de casas de fines de semana proveniente de otros lugares de la región, que concurren esporádicamente, generalmente a disfrutar de la pesca como actividad vinculada al ocio.

Cayastá es un destino turístico que ofrece tranquilidad y cuenta con capacidad logística para cubrir la demanda de visitantes en busca de pesca deportiva. Además, en términos naturales y ambientales, cuenta con el Parque Provincial Cayastá, ubicado dentro de la Llanura Aluvial del Valle del Río Paraná, donde la riqueza natural se observa en la dinámica fluvial que modifica constantemente el paisaje. Es una reserva de dominio público que concentra variedad de escenarios naturales vinculados a fauna y flora variada, con belleza autóctona.

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