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Lo nuevo en amarres

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Convenios

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Mariano Fandiño, miembro de la rama argentina del IIDM, indicó que la automatización de la industria del transporte marítimo y de la actividad portuaria está presente y exige pensar seriamente en cómo afrontar este desafío. Mostró algunas tecnologías que se están empezando a aplicar, en particular con las nuevas formas de amarrar las embarcaciones. Una de esas formas, es el amarre por vacío, que utiliza ventosas que se adhieren a la superficie del buque y reduce el tiempo de la operación, el consumo de energía, las emisiones de los remolcadores y pueden aplicarse en el buque o en el puerto Otra de las formas, es el amarre magnético. Esta utiliza placas magnetizadas para adherirse al casco del buque, que reduce el tiempo de la operación, el consumo de energía, reduce las emisiones de los remolcadores y puede colocarse en el buque o en el puerto y garantiza el acoplamiento en 10 segundos y el desacople en 5. Otro es el amarre por drones, utilizado por el buque “Mikage”, un carguero autónomo de la compañía japonesa Mitsui O.S.K. “Hay un proyecto de buques no tripulados, el Meguri 2040, dirigido por The Nippon Foundation que cuenta con equipos que calculan y muestran distancias precisas y los ángulos entre el muelle y el casco y sustituye la maniobra de lanzamiento de los cabos hasta el noray”, dijo.

Y por último, mencionó el amarre por brazo robótico, diseñado para el portacontenedor autónomo “Yara Birkeland”, completamente eléctrico. Posee siete ejes para tomar los cabos, maniobrar y enrollarlos en los norayes y cuenta con un sistema que detecta donde están los norayes en relación a la posición del buque para que el brazo trabaje.

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El Centro de Navegación que reúne a agentes y líneas marítimas; hace unas semanas ya había advertido sobre la necesidad de la derogación de la comunicación 7746 del Banco Central de la República Argentina, que imposibilita la remisión de divisas por el pago de fletes de parte de los operadores vinculados hasta 90 días. Esto, junto a las cámaras de la carga y toda la cadena logística como, CERA, CIRA, UIA, AAACI y Centro Despachantes de Aduana.

Días atrás, en una nueva nota a las autoridades, el Centro de Navegación, vuelve a poner el acento en que en un contexto reinante de inestabilidad cambiaria e inflación, y con fletes cuyo valor en promedio bajaron un 70% respecto de 2022; las medidas en cuestión “no hacen más que alentar en forma obligada a los armadores de buques y agencias marítimas, a que cambien su condición de cobro de los fletes, aceptando únicamente los pagos en el exterior, decisión ya adoptada y comunicada públicamente por varias empresas, atento la imposibilidad de que puedan financiar y absorber la diferencia de costo de esos fletes y dicho riesgo cambiario e inflación durante noventa días”.

Asimismo, el Centro volvió a alertar sobre la probable toma de decisión por parte de varias de dichas empresas, de optar por saltearse a los puertos argentinos como escala en sus itinerarios, “reduciéndose así la capacidad de bodega disponible, encareciendo aún más los costos de nuestro comercio exterior, lo que favorece el desabastecimiento y pone en riesgo a las cadenas de producción”.

El Centro solicitó la intervención del BCRA para que modifique las comunicaciones 7746 y 7771 excluyendo a los servicios de fletes y otros servicios de transporte del SIRASE; eliminando asimismo cualquier otra restricción, permitiéndose efectuar las remesas correspondientes a los pagos de los fletes y servicios facturados por cuenta y orden de los transportistas, sin que las mismas queden supeditadas al cumplimiento de plazo o condición algunos.

Este pedido, dice la entidad, responde a la necesidad de “garantizar el normal flujo del comercio exterior argentino, evitando el riesgo de desabastecimiento en plaza, el aumento de costos y la pérdida de competitividad de dicho comercio, lo que lesiona en forma directa a la producción nacional y a las economías regionales, produciendo pérdida de miles de puestos de trabajo e ingreso de divisas por millones para la economía de nuestro país”.

Lo cierto es que ya hay navieras que exigen que los fletes correspondientes al puerto de Buenos Aires, sean abonados en el exterior, a lo que se sumarán agentes de carga globales. El impacto de esta decisión como es llevar el pago de los fletes en origen cambiando los términos de los incoterms, “se traducirá en mayores demoras y costos para la carga y la necesidad de que el proveedor de insumos financie el flete. A mediano plazo, las cadenas logísticas pueden quebrarse, con lo cual se interrumpirán los flujos comerciales desde y hacia Argentina, con todo lo que ello implicaría para nuestra economía y la sociedad toda. A la referida situación, debemos agregar la complejidad de las condiciones operativas, de puertos, infraestructura, demoras, eventos laborales que han elevado significativamente los costos logísticos y los plazos de operación para la carga desde y hacia Argentina”, dice FECACERA, entidad que reúne a las cámaras de comercio exterior de todo el país.

Habrá comprensión de la dimensión del problema que se genera desde el BCRA con estas medidas?

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