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Estrategias y números de las cerezas chilenas
Entre los distintos productos que exporta Chile, una de las estrellas es la cereza, que, si bien tuvo una buena temporada, distintos protagonistas locales son conscientes de que otros players empiezan a pisar fuerte en el segmento de esa fruta fresca, por lo que entienden que no “hay que dormirse en los laureles”. Esto se desprende de una webinar organizado por FedeFruta, la Federación de Productores de Fruta de Chile, moderado por Jorge Ciudad, encargado de comunicación de dicha entidad, Isabel Quiroz, directora de iQonsulting y Camila Miranda, analista de dicha consultora, donde presentaron el anuario del 2023 del mercado de la cereza.
En líneas generales, Miranda - en la foto abajomostró los resultados de la última temporada 2022/23 indicando que las exportaciones chilenas fueron de 428 mil toneladas (85 millones de cajas de 5 kilos equivalentes), con un incremento de un 16% respecto a la temporada anterior, gatillado principalmente por el incremento productivo y las exportaciones. “Esta última temporada alcanzamos las 415.000 toneladas (83 millones de cajas de 5 kilos equivalentes) con una variación positiva a un 17%. Además, Chile tiene una participación del 97% del total exportado por el hemisferio sur y actualmente, según los las cifras que hemos recibido, hay 62 mil hectáreas plantadas y podríamos llegar incluso, en los siguientes años, a unas 65.000 hectáreas”, dijo. Señaló que otro país que se subió al podio exportador del hemisferio sur es Argentina con una participación de 1.1% del total exportado por la región, y un volumen total durante esa temporada de 4.700 toneladas aproximadamente. A pesar de ello, explicó que, por segundo año, Argentina mostró una contracción debido a problemas climáticos como lluvias y heladas, entre otros y, por lo tanto, tampoco se ha podido mostrar el potencial de exportación que tiene y que ha aumentado en este tiempo.
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Finalmente, en el tercer lugar de exportación de cerezas del hemisferio quedó Nueva Zelanda, que creció un 14% respecto a la temporada anterior y también ha mostrado un alza en las últimas temporadas, a partir del aumento de las plantaciones en este último tiempo. Le siguen Australia y Sudáfrica con una participación de 0,8% y 0,2% del total exportado por el hemisferio sur.
Pero vamos a Chile líder hejemónico. “El país ha demostrado desde la temporada 2001-2002 un crecimiento sostenido, hasta esta última temporada 2022/23, y los distintos mercados fueron aumentando. Los envíos hacia el lejano oriente son los que marcan el mayor aumento, también en esta última temporada, ocupando gran parte del volumen que se despachó desde Chile”, añade. Si nos detenemos en las exportaciones por región de origen, Miranda señaló que el crecimiento que ha mostrado la Región del Maule es muy grande, alcanzando 177 mil toneladas durante esta temporada y la región de O’Higgins un valor de 167 mil toneladas exportadas. Entre estas dos regiones se envía el 83% de todo lo exportado por Chile.
Respecto a los mercados de destino de la cereza, Lejano Oriente tiene una participación del 92% del total exportado y con una variación de 16%. Norteamérica es el segundo mercado con una participación de un 3% y durante esta temporada mostró un crecimiento de un 36%, y Latinoamérica posee una participación también de un 3%. Sin embargo, esta región ha mostrado un incremento significativo de un 40% respecto a la temporada anterior, impulsado principalmente por Brasil. Por otro lado, agregó que Europa registró una contracción fuerte en la demanda de la cereza chilena durante esta última temporada de un 26%, y Medio Oriente se mantuvo estable, pero es un mercado con un gran potencial para la cereza chilena.
Abriendo el panorama de la logística, Quiroz a su turno, señaló que Chile distribuye el 60% de su producción por el sur de China y el otro 40% entre los puertos de Shanghai, al centro de China y más al norte. A su vez, en el mercado mayorista que antes se distribuía el 90%, estima que entre un 60%, 65% de lo que llega por el sur, se distribuye a través del mercado mayorista de Shanghai, porque están tomando mayor posición las ventas en forma directa al retail a otras vías de colocación de la fruta.
Señaló que durante la temporada Chile tuvo problemas logísticos importantes. En ese sentido se definió arribar a más puertos porque los problemas en las aduanas fueron muchos y se quedó mucha fruta. Así llegar a más puertos significaba diluir esa probabilidad. Por eso, se ocuparon más los puertos de Yantian, Hong Kong, Nansha y Shaenkou para ingresar frutas y Nansha y Shanghai. A Yantian llegaron 114.561 toneladas, Nansha 102.286, a Shanghai 98.646 y Dalian, 20.719. También se ocuparon los aeropuertos de Shanghai con 4.670 y Yantian 2.218, entre otros, dijo.
Explicó que los problemas logísticos ya fueron superados y que de alguna manera “vinieron bien”, ya que esto permitió distribuir más dentro de China y ocupar mejor los espacios para llegar más rápido a los mercados.
Por otro lado, Quiroz- en la foto arriba- mencionó que, si bien Chile tuvo un importante aumento de los volúmenes, hay mucho potencial para crecer ya que, por ejemplo, Estados Unidos es un mercado que consume cerca de 500 mil toneladas en su propia temporada, junto con la importación que realiza desde Canadá.
“Nosotros estamos colocando muy poco volumen en Estados Unidos y tenemos que hacer una mejor campaña, una mejor promoción, pero también tomar este mercado más en serio. Cuando está bien China, no podemos desviar toda nuestra producción hacia allí, sino también considerar realmente el posicionamiento que tenemos que lograr en Estados Unidos”, declaró.
Finalmente señaló que el mercado europeo no estuvo atractivo para la mayoría de las frutas por estar pasando una especie de recesión. Las perspectivas a futuro, parecen ser positivas para el país andino. Quiroz señaló que el volumen de exportación y de producción va a seguir aumentando, llegando a 65 mil hectáreas dentro de tres años y más espacios que todavía están en etapa de incremento de rendimiento.
Cuando el stock es un problema
La especialista explicó además que en materia de producción hay que evitar la acumulación de stock que pega en la condición de la fruta, pese a que este año no fue una complicación para Chile. “Es uno de los puntos que nosotros tenemos que cuidar mucho, es decir todo aquello que nosotros hagamos para que no se acumulen los stocks, va en favor de mejorar la agilidad del mercado y que no existan problemas de condición al minuto de la venta”, dijo.
Indicó que para asegurar que esa condición sea óptima y que se venda rápidamente después del arribo, hay que buscar mercados secundarios cuando hay una menor venta de fruta o cuando lo que llega al mercado, no se vende totalmente. “Este año tuvimos la suerte que se vendía entre el 80% y 100%, pero si hay momentos difíciles, ya sea por temas económicos en el mercado de China, porque hay un brote de cualquier otra cosa o por lo que sea, nosotros tenemos que buscar mercados alternativos”, indicó. Quiroz comentó además que su consultora realizó un estudio de e-commerce con un mapeo de toda la distribución de la fruta de Chile en el mercado de China y las modificaciones que se fueron dando. Esto especialmente por la pandemia que modificó la distribución de todas las frutas, tanto en el retail de supermercados, tiendas de conveniencia, mercados mayoristas y web markets.
“Está cambiando la estructura. Aparecieron los fruit shops, que son pequeñas cadenas, como supermercados especialistas en frutas y verduras que están importando en forma directa. Hay un importador muy grande que tiene servicios directos para este tipo de tiendas y cadenas. Ellos importan, mantienen su frigorífico y envían directo, sin pasar por el mercado de Guangzhou o Shanghai.”, cerró. Más allá del buen año para las cerezas, que confirmó que China es el principal mercado, Quiroz explicó que hay que apuntar a aumentar el valor a la fruta, y que pasen a ser “un objeto de deseo”. Para el futuro, los desafíos detallados por la especialista, fueron aseguran la calidad de arribo incorporando tecnología e investigación, para asegurar que la fruta llegue en perfectas condiciones y no haya ni la más mínima duda, ni el más mínimo ablandamiento, olor ni sabor, que pueda alejar a los compradores. “Tecnología, investigación y desarrollo se deben potenciar. Nuestro volumen futuro plantea el desafío de la industrialización y de la promoción y por lo tanto, aquí tenemos que darle la mano a los jóvenes creativos que nos puedan ayudar a que nuestra cereza sea el objeto de deseo para todo el mundo”, sostuvo.
Sustentabilidad y competencia peruana
En cuanto a la demanda en avanzar hacia una producción sustentable; Quiroz dijo que hay una proyección de más de 650.000 toneladas a la vuelta de la esquina en la temporada 2025/26, lo que expone a la actividad a un desafío tremendo. “Si bien algunos mercados como China, no exigen una certificación sustentable o no requieren exhibir la producción cómo sustentable, hay comunidades en Shanghai, por ejemplo, con una población de expatriados europeos y de inmigrantes, que están exigiendo que la fruta, exhiba algún grado de sustentabilidad, por lo cual están dispuestos a pagar un poco más o por lo menos a elegir ese producto en relación a otros. No hay que dormirse en los laureles como sucedió con los arándanos”, dijo. Precisamente sobre ese tema, Qurióz explicó que hace muchos años, Perú le “sacó” los espárragos a Chile, luego la uva y los arándanos y parece que va por la cereza. Indicó que ese país, si bien ha hecho todas las pruebas, no ha logrado producir bien la fruta en la zona costera donde están las producciones de arándanos y de uva de mesa. “Sin embargo, sí ha logrado producir buenas cerezas en la sierra”, advirtió y que en este último año ya hay producciones comerciales que se exportarían en 2, 3 años.
En ese sentido, advirtió no desestimar la capacidad técnica de adaptación que tiene la competencia, concentrándose en seguir evolucionando con los productos chilenos. “Nosotros mismos cometemos errores con nuestras prácticas de matar una variedad porque la hacemos llegar mal al mercado”, manifestó. Indicó que la producción se preocupa en forma simultánea de tres áreas: No sólo ser rentable económicamente, sino en lo social y medioambiental. “Los mercados nos están exigiendo y particularmente, los más desarrollados como Estados Unidos y Europa”, sentenció. Mas puntualmente señaló: “Nosotros tenemos que darle la mano a la tecnología y parte de esa tecnología está relacionada en el uso de agroquímicos que son de base biológica o más inocuos con el medio ambiente. Si bien hay un tema de productividad que tenemos que asegurar, dentro de la productividad también tenemos que asegurar la rentabilidad económica. Yo soy fan de la producción sustentable y por lo tanto, efectivamente, las regulaciones tienden a eso y es mejor darle la mano más temprano que tarde. Si un productor se mete en esto, se le abren miles de ventanas”, sostuvo.