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Prólogo

Por su ubicación geográfica y sus características climáticas, Colombia tiene todas las condiciones para desarrollar diferentes proyectos de energías renovables o alternativas a lo largo de todo su territorio. El país no solo cuenta con una gran afluencia ríos y un alto nivel de precipitaciones, sino que también cuenta con una ubicación tropical, que le brindan altos niveles de radiación solar, además de las corrientes de viento en el norte del territorio.

El interés que ha generado el desarrollo de energías renovables no convencionales en el país ya se refleja en inversiones que suman US$500 millones. Pese a que aún hay una gran cantidad de proyectos que están sobre la mesa, el alto potencial geográfico del país proyecta que este tipo de energías se podrían convertir en uno de los sectores que más jalonará inversión extranjera en la siguiente década.

De lograrse la diversificación de la matriz energética con este tipo de alternativas, el país podría pasar de menos de 2% de participación en no convencionales a casi 8% o 10%. Esa cifra no solo reduciría la dependencia a las fuentes hidráulicas o térmicas, sino también abriría la posibilidad para que se dé una mayor generación de empleo. Esto, debido a que tan solo en la construcción de una turbina eólica, por ejemplo, se necesitan hasta 100 personas para su desarrollo y 20 para el mantenimiento.

Las oportunidades que tiene el país son muchas, y ya hay varias compañías que están trabajando en construir ese futuro. Es buena hora de hacer un reconocimiento a estos actores e invitar a que otras empresas se unan a las iniciativas de un mercado energético que está listo para profundizar su alcance y desarrollar nuevos proyectos.

Tatiana Arango EDITORA DIARIO LA REPÚBLICA

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