BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO” Licenciatura en educación preescolar Segundo semestre Danna Gabriela Jaime Flores
LA PROFESIÓN DOCENTE Y LA COMUNIDAD ESCOLAR: CRÓNICA DE UN DESENCUENTRO. M. FERNÁNDEZ ENGUITA
Los padres entre la indiferencia y la impotencia. •
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Los padres de familia son los principales interesados en la educación de sus hijos y por lo tanto son los principales influyentes sobre la intervención de la gestión en los centros escolares. Es muy baja la participación de los padres de familia en asuntos escolares convocados por la dirección o profesores. Los padres participantes del APA se enfrentan a la acusación de que solo se preocupan por los problemas particulares de sus hijos y no por los problemas de todos. Al hablar de intervención de la enseñanza es mas bien la de la información, pero con el animo de mejorar las cosas. Las actividades extraescolares tales como las extramurales (integradas dentro del curriculum), las organizadas (por la escuela), las extracurriculares (promovidas por los padres, entidades ciudadanas o por el consejo escolar) y servicios complementarios. Las actividades extracurriculares promovidas por los profesores son muy importantes para la formación del alumno. Las actividades escolares desempeñan la función de cubrir la distancia que separa la enseñanza de la educación, la instrucción de la formación, la capacitación académica del desarrollo integral o la dicotomía vieja del pensamiento educativo. Algunas actividades extracurriculares de hoy serán mas adelante parte del currículum establecido.
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Debido a la desaparición de las pequeñas comunidades debido al proceso de urbanización, la salida de las madres del hogar por razón de su incorporación al mercado de trabajo. El relajamiento de los lazos familiares más allá del núcleo reproductivo y el distanciamiento geográfico de las generaciones y la saturación de la vivienda y la calle con instrumentos peligrosos, responsabilizando a la escuela del cuidado de los alumnos durante varias horas extra clase apoyados con talleres extraescolares. La participación en los mecanismos de decisión y gestión debe servir como introducción al funcionamiento de las instituciones democráticas, como primera experiencia en el ejercicio autónomo de sus derechos y como contexto para el aprendizaje del dialogo, la tolerancia, la colaboración, la critica y otras virtudes cívicas. La imagen del delegado imperante entre la mayoría del profesorado parece que tiene demasiado que ver con la del “buen alumno” en general. Para llegar a ser un delegado o “jefe de clase” se debe cumplir con las necesidades que requiere el alumnado como lo es la solidaridad, un interlocutor ante el profesorado y un defensor de los intereses colectivos, esas son las funciones básicas de cualquier delegado de cualquier colectivo o de cualquier institución. Pero el profesor pretende que sea su ayudante, sus sustituto de tareas triviales, su portavoz ocasional ante el grupo, un colaboracionista. Los profesores intervienen e influyen directamente en los procesos de elecciones estudiantiles de forma que solo puede conceptuarse como manipulación. La participación democrática, contradice al conjunto de la experiencia escolar. Ya que toda la organización de la escuela se basa en que la actividad de los alumnos es dirigida por la voluntad de los profesores. En la enseñanza no se convoca a un colectivo, sino a varios ya que los resultados de la participación pueden ser muy distintos para cada uno de ellos. La participación regulada por la ley ofrece muchas oportunidades de expresión y cuotas de poder Según la critica de la autora Habermas las formas de participación puede y debe distinguirse entre participación plena, participación parcial, pseudoparticipación. Y si se remite a esta tipología se concluye con que los profesores han logrado una participación plena, los padres una participación parcial y los alumnos una pseudo-participación. Macbelth, centrándose en la gestión del sistema educativo: los profesores deciden, los padres controlan y a los alumnos se les comunica. En la configuración actual de la participacion en el sistema educativo y los centros de enseñanza, los profesores han obtenido una especie de autogestión limitada, la que corresponda a las decisiones que puedan tomarse en ámbito de los centros ya que ellos monopolizan los órganos decisorios o son mayoría de ellos.
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Al haberse estabilizado la presencia de los padres en los consejos y sus competencias con independencia en su grado de participación, pierde su capacidad de convocatoria ya que podrían servir adhesiones y actividades testimoniales y como consecuencia la asociación y representantes pierden legitimidad y fuerzas ante los demás sectores. La especialización de la función representativa en pocos miembros del colectivo permite al resto dedicarse a sus asuntos con mayor tranquilidad, es decir; los profesores a enseñar, los alumnos a aprender y los padres a mantener el hogar. La democracia al fina y al cabo resulta ser cansada, agotadora si se lleva hasta las últimas competencias. El factor que determina la suerte de la participacion de todos, profesores, padres y alumnos consiste en lo esencial, en los intereses y las practicas colectivos de los profesores. En la gestión de la enseñanza, lo que los profesores necesitan “usurpar” son las competencias que mantienen en sus manos la administración y los propietarios de centros. Usurpación se conoce en el sistema educativo español como democratización. En primer caso, el papel de los enseñantes seria poner su saber científico humanístico, técnico y profesional al servicio de objetivos fijados en parte por la sociedad global y por la comunidad escolar de la que ellos mismos son componente pero solo uno. En segundo, su posición seria la de un agente de la autoridad que, por si mismo o como parte de la jerarquía y con o contra la voluntad de los administradores, decide por estos que necesitan y como satisfacer sus necesidades. La profesionalización del docente debe venir del logro del conjunto real de capacidades, conocimientos, técnicas y formas de saber hacer que permitan dominar intelectualmente su actividad.