BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO” LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR
PRIMER SEMESTRE HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO.
Producto: Resumen video
Profesor: Margil de Jesús Romo Rivera.
Alumna: Danna Gabriela Jaime Flores.
RESUMEN VIDEO
El conde de Aranda fue el responsable de preparar la expulsión, lo ordeno con el decreto, y que se efectuaría por sorpresa a fin de impedir que los jesuitas se enteraran y ocultaran información, protegieran sus bienes o intentaran huir. El 2 de abril de 1767, la pragmática incluía los términos del real decreto del 27 de febrero de este mismo año. Que Comprendía: primero: la expulsión, pero se trataba de una decisión tendiente a preservar la paz interna del reino ante el peligro que suponía la compañía de Jesús, pero La verdad era otra: la corte ilustrada deseaba subordinar el poder eclesiástico al poder real, ya que al estado absolutista le incomodaba los núcleos independientes. Segundo: instrucciones adicionales aludían al traslado de los jesuitas, impidiendo que fueran molestados o insultados, es decir tratándolos decentemente. Aunque testimonios diversos detallan la incomodidad, la insalubridad y la mala alimentación que sufrieron. El rey ordeno que el conjunto de las propiedades de la campaña, asignando una pensión anual de cien pesos a los sacerdotes y a los profesos, y de noventa a los legos, pero excluyendo a los novicios, a quienes así se exhortaba a desligarse de la orden. Así como riguroso silencio y cualquier tipo de comunicación con los jesuitas. Tercero: se procuró cubrir de inmediato el espacio arrebatado a los jesuitas. por último: la corona preceptúo el envió de los jesuitas a Roma, solicitando a Carlos III revocara o suspendiera la ejecución de la pragmática y reexaminara una causa que, por sus proposiciones, debía resolverse. El conde de Aranda giro instrucciones a las autoridades de América a comienzos de mes de marzo de 1767. El 25 de junio de 1767, se reunieron en la plaza principal de Zacatecas el sargento mayor, Felipe de Neve, jefe del ejército real y comisionado de la corona; Cosme Sánchez de Souza, corregidor; dos oficiales de compañía; veinticuatro soldados y veinte guardias de la sección de caballería; después de recibir las instrucciones de Felipe de Neve, ocuparon todas las avenidas adyacentes al clérigo de la compañía de Jesús y al colegio de San Luis de Gonzaga. A las tres y media de la mañana llegaron al primero de los colegios de Felipe Neve y Cosme Sánchez de Sousa, más los capitanes Joseph Martínez de Bustamante y Pedro Lizandro y Espeleta y el escribano. Cosme Sánchez de Souza, solicito convocar a la comunidad mediante la campana privada y una vez reunida la totalidad de los miembros de la orden, se procedió a dar lectura al real decreto el 27 de febrero de 1767 conminando al padre rector a entregar las de los aposentos, de los archivos y de la biblioteca. La acción se efectuó en el colegio de San Luis Gonzaga, verificada por el corregidor asociado, quien ordeno transferir al lector de colegio se la compañía, y cerrar y vigilar las puertas del edificio. al convocar se aisló tanto a los mozos como a los asistentes y Cosme Sánchez de Souza repaso el listado institucional de jesuitas. Los jesuitas serian movilizados, veinticuatro horas después de concluida la intimación, a residencias diversas ubicadas en las ciudades de Jalpa y de Orizaba, y de ahí a Veracruz, de donde seguirían esta ruta: la habana, España y, finalmente, Italia. El 27 de junio de 1767, los jesuitas saldrían de Zacatecas, comisionando a Francisco Antonio de Yoldi para coordinar la travesía, el traslado duro exactamente un mes pasando por San Pedro, Santiago, Aguascalientes, Los sauces, Lagos, Alvarado, La calera, San
Joseph, El nacimiento, Querétaro, San juan del Rio, Arrollo Zarco y Tula. Luego por San juan Tehuacán, piedras negras, San Diego, perote, Hacienda del conde y San Andrés Chalchicomula, y llegando a Orizaba el 21 de Julio. La cantidad total invertida en el traslado fue de mil ciento cincuenta y cinco pesos con seis reales. A mitad del siglo XVIII al estado de Zacatecas se le asigno quince jesuitas. Respetando el decreto, en la ciudad de Zacatecas solo se quedaron 2 jesuitas: Martin Sánchez, procurador de la orden, y Sebastián de Vergara, administrador y jefe de las haciendas entregando a Felipe de Neve la documentación referida, obligándolos a presentar ambos un institucional informe financiero. Para luego mandarlos a la caravana de jesuitas provenientes de Durango. Concluyendo así la expulsión de los jesuitas de Zacatecas. El 8 de agosto de 1767 Juan Antonio López de Aragón acepta el templo comprometiéndose a salvaguardar el mismo. No hay ningún dato acerca de una reacción de los habitantes de Zacatecas ante la expulsión de la compañía; quizá influyo la elocuencia del rey o lo sorpresivo de evento. Las reformas borbónicas trastornaron radicalmente la vieja composición social de nueva España afectando los privilegios de los comerciantes y favoreciendo la expansión de la minería. David Brading: ejemplifica su paulatina expansión hacia complementarias zonas mineras de la nueva España: Zacatecas, Durango, Guanajuato, Real del monte, etcétera, su fortuna se acrecentó reafirmándose a través de la integración de la minería al comercio y a agricultura, y de las indistintas prerrogativas que le concedió la corona. En el primer aseguramiento: el real decreto de 1767, además de la expulsión de los jesuitas de España, ordenaba la incautación de sus propiedades: fincas, bines, productos y rentas. Catalogada como amenaza para la paz del reino, la compañía justificaba plenamente ese doble castigo: expatriación y expropiación. El inventario, Comenzó en los aposentos del colegio de la compañía: en el del rector, Juan Ildefonso Tello, se trataba de aposentos muy amplios; Los enceres inventariados relevaban la privilegiada independencia del ámbito en el que Vivian los jesuitas. Prosiguió en la biblioteca, limitándose al mobiliario y luego en el almacén. Luego minucioso fue el inventario del templo, acotando las características de cada uno de los altares y detallando efigies, Por último, el inventario refiere la construcción y a distribución arquitectónica del colegio concluyendo el 22 de julio de 1767. Felipe de Neve y los evaluadores estimaron el valor del colegio de la compañía en 498, 651 pesos.