EL UNIVERSO INFINITO
Física 2 Catedrático: Carmelo cruz Rosete Ciclo escolar: 2016-2017 Asesor técnico: Daniela Ruiz Rodríguez 2° de bachillerato
La estrella más grande del Universo: VY Canis VY Canis Majoris (VY CMa abreviación en inglés), es una estrella hipergigante roja, siendo la más grande y una de las más luminosas conocidas hasta la fecha, está localizada en la constelación de Canis Major. * Nombre del Objeto: VY Canis Majoris * Descripción del Objeto: Estrella variable con Nebulosa Circun-estelar * Posición (J2000): A.R. 07h 22m 58s.33 Dec. -25° 46' 3".2 * Constelación: Canis Major * Distancia: Aproximadamente 5000 años luz (1.5 kiloparsecs) * Dimensiones: Las imágenes obtenidas suponen (0.85 años luz ó 0.25 parsecs)
Características Es probable que esta estrella se encuentre en camino de convertirse en una supernova dentro de unos 3200 años. La distancia de la tierra a VY CMa es de aproximadamente 1.5 kiloparsec (ó 5000 años-luz). VY Canis Majoris, uno de los objetos infrarrojos más luminosos en el cielo, es una estrella vieja a unos 5000 años luz de distancia. Es medio millón de veces más luminosa que el Sol, pero brilla en su mayor parte en el infrarrojo debido a que es una estrella fría. Es verdaderamente “supergigante” — 25 veces más masiva que el Sol y tan enorme que llenaría la órbita de Júpiter, llegando casi hasta la de Saturno. Pero la estrella está perdiendo masa tan rápidamente que en un millón de años – un parpadeo astronómico - desaparecerá. La estrella se ha desprendido ya de una buena parte de su atmósfera, creando a su alrededor una capa que contiene polvo y aproximadamente el doble del oxígeno que de carbono y que ha sido estudiada en detalle por el Telescopio Espacial Hubble.
Puente Einstein-Rosen Un puente de Einstein-Rosen, más conocido como “agujero de gusano”, es un hipotético túnel cósmico o atajo a través del espacio-tiempo, descrito como soluciones para las ecuaciones de Einstein en la teoría general de la relatividad cuando se aplican a los agujeros negros. Aunque todavía no se han observado evidencias de su existencia, teóricamente están constituidos por, al menos, dos extremos, conectados por una garganta, a través del cual viajaría la materia, si éste pudiese ser atravesado. El término agujero de gusano fue acuñado por el físico John Wheeler en 1957 (también acuñó los término “agujero negro” y “espuma cuántica”), como analogía para explicar dicho fenómeno, en el que un gusano que quisiese llegar al otro extremo de una manzana atajaría atravesándola, en vez de rodearla por su superficie. Sin embargo, Ludwig Flamm inició su estudio en 1916, como posible solución a las ecuaciones de Einstein para los agujeros negros de Schwarzschild, conocido ahora como agujero blanco, que se encuentra conectado a la entrada del agujero negro por un conducto de espacio-tiempo. La “entrada” del agujero negro y la “salida” del agujero blanco podrían estar en diferentes partes del mismo universo o en diferentes universos. Albert Einstein y Nathan Rosen retomaron dicha teoría seriamente, en su intento de eliminar las singularidades de la física (puntos donde matemáticamente las cantidades se vuelven infinitas) para explicar las partículas fundamentales, tales como electrones, en términos de túneles de espacio-tiempo unidos por líneas de fuerza eléctricas.
Viajar más rápido que la luz: IXS Enterprise Los trabajos en viajes espaciales avanzan a gran velocidad, sobre todo los efectuados por la NASA y en donde aseguran que están en una fase de experimentación de una nave que supuestamente es capaz de viajar más rápido que la velocidad de la luz. El prototipo ha recibido el nombre “IXS Enterprise “, llamada así en honor a la famosa nave que aparecía en Star Trek y de la cual posee características similares que de ser llevadas a la realidad sería una verdadera maravilla y un paso gigante en la historia de la humanidad. La IXS Enterprise viajaría a velocidades superiores a la de la luz gracias a un sistema de viaje conocido teóricamente como 'empuje por curvatura' o 'empuje warp'. Este método implica distorsionar el binomio espacio-tiempo que permite a un objeto moverse a distancias cósmicas en poco tiempo. Hasta el momento este proyecto es un mero esbozo de lo que se pretende hacer a futuro por parte de la NASA. De lograrse, se podría reducir el tiempo de viaje espacial considerablemente y cuando un trayecto de aquí a la estrella más cercana implicaría miles de años, con el Enterprise bastarían un par de semanas para conseguirlo.
Exoplanetas: Estrella Trappist-1 Usando telescopios tanto en la Tierra como en el espacio, anunciaron el descubrimiento de un sistema solar a 40 años luz de distancia con siete planetas del tamaño del nuestro girando en torno a una pequeña estrella. Es posible que los tres planetas más recónditos tengan “regiones limitadas” en las que se den condiciones propicias para la existencia de agua líquida, de acuerdo con el nuevo estudio publicado en la revista Nature y anunciado por la NASA. Los tres siguientes entran de lleno en lo que los astrónomos llaman la zona habitable, donde es más probable que se den las condiciones para la vida, concretamente de temperatura y agua líquida. Esas tenues estrellas, o “estrellas enanas ultrafrías”, tienen un lado positivo. Son débiles, por lo que los planetas que pasen entre ellas y nosotros bloquearán un porcentaje mayor de luz de lo que podrían con estrellas mucho más grandes y brillantes. Eso las hace alrededor de un 80 por ciento más fáciles de detectar que si orbitaran alrededor de una estrella del tamaño del Sol.
El hallazgo se suma al anuncio del año pasado del descubrimiento de tres planetas del tamaño de la Tierra que orbitan esta estrella, llamada Trappist-1. El equipo holandés, encabezado por Michaël Gillon, de la Université de Liège, ya descubrió que uno de esos tres planetas es en realidad tres planetas separados. Dos vecinos recién encontrados elevan a siete el total del sistema de Trappist–1. Los primeros planetas fuera de nuestro sistema solar, conocidos como Exoplanetas, fueron descubiertos a mediados de los años 90. Desde los primeros hallazgos – planetas del tamaño de Júpiter que orbitan estrellas más cerca de lo que Mercurio gira alrededor del Sol – los astrónomos han tenido que descartar los supuestos de a qué se parece un sistema solar. Si hay siete planetas orbitando un sol cercano, se puede asumir que hay muchos más allá ahí fuera que los científicos aún no han sido capaces de detectar
Desde entonces, se han descubierto alrededor de 3.500 exoplanetas. Si existen alrededor de 200.000 millones de estrellas en la galaxia de la Vía Láctea, y cada una de ellas tiene al menos un planeta, eso supone miles de millones de posibilidades de que haya planetas parecidos a la Tierra. El surgimiento de los exoplanetas, la degradación de Plutón a “planeta enano” hace una década, y la posibilidad de un Planeta 9 más allá de Neptuno son ejemplos de que, al paso de cada año y con cada nuevo descubrimiento, las ideas preconcebidas acerca del universo a nuestro alrededor están hechas para ser refutadas. Cuando nuestro sistema solar era el único que conocíamos, era fácil fantasear en televisión, en el cine y en nuestra imaginación, que otras estrellas contaban con toda una gama de planetas iguales al nuestro. Lo que revela lo que hoy se da a conocer es que la suposición, aunque sin duda es errónea, no es tan errónea como creíamos. El tamaño de la muestra de exoplanetas aún es demasiado pequeño. Existen varios miles de planetas documentados, en comparación con los muchos cientos de miles de millones de posibilidades. La buena noticia es que el descubrimiento de Trappist-1 tiene una enorme influencia en las probabilidades de encontrar planetas del tamaño de la Tierra en otros lugares. Si hay siete orbitando un sol cercano, se puede asumir que hay muchos más allá ahí fuera que los científicos aún no han sido capaces de detectar.