Don Bryant

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encuentros Don Bryant

T E X T O :

D A V I D

M O R E U

Compositor de éxitos en boca de los Five Royales o Ann Peebles, este músico de setenta y cinco años vuelve a primera línea con el soberbio Don’t Give Up on Love.

EL REGRESO DE UN CLÁSICO DEL SOUL

Don Bryant, historia viva del rhythm and blues de Memphis

28 | RUTA 66

E

l éxito de Hi Records se acostumbra a relacionar con los singles que Al Green grabó a principios de la década de los setenta y que cambiaron para siempre la música soul gracias a un sonido más sofisticado. Puede que «Let’s Stay Together» y «Love and Happiness» despertaran pasiones en todo el mundo, pero no dejan de ser la punta del iceberg de una fascinante historia repleta de envidias, romances y sueños de grandeza que se remonta a la época dorada del R&B en Memphis. En aquellos años de esplendor, Willie Mitchell se alzó como la cara visible de la discográfica y supo rodearse de artistas con mucho talento que contribuyeron a crear la magia de sus producciones. Uno de los nombres más destacados fue el de Don Bryant, un entusiasta del gospel que empezó su carrera como cantante y acarició el cielo con los temas que escribió para O.V. Wright, Otis Clay y otras estrellas del sello, aunque sería gracias a su estrecha colaboración con Ann Peebles que triunfaría en las listas de ventas norteamericanas. Sin olvidar que ambos se casaron en 1974, coincidiendo con el lanzamiento de «I Can’t Stand the Rain». Aprovechando que este soulman clásico acaba de presentar un nuevo álbum, titulado Don’t Give Up on Love (Fat Possum-Popstock!), lo hemos

entrevistado vía telefónica para rememorar su pasado ilustre y descubrir las claves de un presente frenético junto a la Hi Rhythm Section. Le propongo remontarnos a los inicios de su apasionante carrera. ¿Cómo logró abrirse camino en la escena de R&B de Memphis? Todas las bandas tenían un grupo de vocalistas y actuaban cada noche en clubes. Entonces Willie Mitchell colaboraba con varios cantantes, hasta que decidió despedirlos y empezó a buscar a gente nueva. Mi grupo se llamaba The Four Kings y, gracias al chico que nos hacía de manager, logramos cerrar una audición para que nos conociera. Resulta que le gustó nuestro estilo, nos dio una oportunidad e iniciamos una carrera profesional. En aquellos días aún éramos menores de edad y estábamos matriculados en el instituto, por este motivo Willie hizo firmar a nuestros padres unos documentos que le permitieran ser nuestro tutor legal y así poder viajar bajo su responsabilidad. A mediados de los años sesenta, usted se convirtió en uno de los artistas más destacados de Hi Records. ¿Fue complicado abandonar a su banda para empezar una aventura en solitario? En aquella época había muchos grupos actuando en Memphis y, cuando un cantante se marchaba, era fácil encontrarle sustituto. Recuerdo que pasamos por un momento bastante tenso con The Four Kings porque las personalidades de cada miembro chocaron. Yo no podía aguantar más esa situación, así que fui a ver a Willie y le dije: “Ya no quiero formar parte del grupo y me gustaría probar suerte como cantante en solitario”. Él aceptó y decidió intentarlo. A partir de entonces, yo fui el único vocalista de su banda y él se encargó de buscarme canciones. Incluso me atreví a componer algunos temas y todo funcionó perfectamente porque éramos como una gran familia. ¿Por qué decidió dar un giro a su carrera y centrarse en su faceta de compositor para otras estrellas de la discográfica? Grabé un par de álbumes en solitario y tuve algunos singles exitosos, aunque las cosas sucedían lentamente y sentía que mi carrera se había estancado. Cantar era lo que más me gustaba, sin embargo, Willie me decía que no sabía cómo producirme de manera correcta. Entonces empecé a dedicar más tiempo a otros artistas que se hicieron famosos con mis canciones y tuve claro que mi gran oportunidad no era como intérprete, sino como compositor. Willie me contrató como responsable de A&R para que seleccionara el repertorio de los cantantes y fue un período muy divertido. En las últimas tres décadas se ha dedicado exclusivamente a la música gospel y apenas ha hecho apariciones en directo. ¿Qué retos se planteó a la hora de grabar un nuevo álbum de soul? Se me presentó esta oportunidad y la aproveché porque nunca dejé de componer canciones, sobre todo de gospel. Supongo que coincidieron el lugar adecuado y la gente correcta para grabar este disco. Como es evidente, al principio me asaltaron muchas dudas, pero me di cuenta de que todavía podía cantar y que seguramente era mi momento. Así que no había más alternativa que intentarlo y averiguar si tenía razón. Visto en

perspectiva, ha sido una gran experiencia y estoy muy orgulloso del resultado. Ha comentado que los problemas de salud de su esposa, la cantante Ann Peebles, fueron una motivación para volver a componer temas románticos o sociales… Pasamos por muchas situaciones complicadas, pero sabía que tenía que mirar hacia delante y seguir escribiendo canciones porque esta es mi profesión. Incluso grabé un par de álbumes de gospel que nunca se editaron, aunque ahí están guardados. Nunca paré de escribir y, cuando se me presentó esta oportunidad, sentí que era el momento perfecto para dar el paso. Quería proyectarme a través de la voz, contar historias y demostrarme que era posible hacer un disco nuevo después de tantos años alejado de la escena musical. Ahora solo deseo llevarlo lo más lejos posible. Scott Bomar es un joven productor de Memphis que ha heredado la tradición del blues y del soul para acercarla a las nuevas generaciones. ¿Cómo empezó su colaboración profesional? Varios músicos originales de Hi Records siguen en activo, como Howard Grimes, Archie Turner y Charles Hodges, y de vez en cuando participan en las sesiones de grabación de Scott. Creo que fue Howard, el batería, quien le dijo: “¿Por qué no hablas con Don para hacer algo conjuntamente?”. Entonces Scott me llamó y me preguntó si estaría interesado en actuar de nuevo con su banda. Nos conocíamos bastante porque yo había grabado varios temas para anuncios de televisión en su estudio y discutimos mucho sobre la

}

encuentros para imaginarme como se sienten. Al escribir los primeros versos de «How Do I Get There?», la canción cobró vida dentro de mí y no me llevó demasiado tiempo terminarla. En seguida pensé que era un buen tema, casi como un himno gospel. Fue uno de los primeros títulos que presenté a Scott cuando empezamos a barajar ideas para el álbum. Yo le pasé muchos bocetos que había compuesto y él eligió unos cuantos. Me gustó que seleccionara esta letra porque tiene un significado especial… supongo que todo el mundo se ha hecho alguna vez esta pregunta. Curiosamente, The Staples Singers cantaban «I’ll Take You There» porque tenían claro que se podía llegar a un lugar mejor. En cambio, usted parece que se lo cuestiona con esa pregunta… Tienes razón, la pregunta está más presente que nunca en nuestras vidas porque todo el mundo busca respuestas. Incluso muchos afirman que saben la respuesta correcta y, realmente, van igual de perdidos que el resto. Como compositor creía que sería interesante lanzar esa cuestión porque la mayoría de la gente podría sentirse identificada. Es una canción atemporal puesto que siempre han pasado cosas a nuestro alrededor. Todos los amigos te dan consejos y tienen una opinión, pero también se preguntan cómo llegar a otros lugares. Aunque hoy todos buscan respuestas sencillas e inmediatas. El videoclip se rodó en el Clayborn Temple, iglesia de Memphis muy vinculada al movimiento por los derechos civiles. ¿Tuvo la necesidad de involucrarse en aquellas protestas? A pesar de que todos en Hi Records nos sentíamos involucrados, no lo reflejábamos en la música si no lo proponía directamente Willie Mitchell. En aquellos días yo estaba muy centrado en mi carrera y el movimiento por los derechos civiles no tuvo tanta influencia en mi vida como sucedería unos años más tarde. Nunca participé en las marchas pacíficas y tampoco escribí canciones con mensajes políticos, pero siempre estaba dispuesto a ayudar en la medida de lo posible. Muchas veces actuábamos en clubes donde veíamos de cerca la segregación, aunque apenas frecuentaba las zonas de la ciudad donde se vivía esa situación tan triste y donde era habitual que la gente protestara. Siendo una de las últimas leyendas de Hi Records en activo, ¿siente algún tipo de responsabilidad cuando sube a un escenario? Cada vez siento más el peso de la responsabilidad porque yo estuve allí, fui uno de los primeros artistas de Hi Records y compartí muchas anécdotas con el resto de cantantes. Viví grandes experiencias en aquel estudio, tanto en los buenos tiempos como en los malos. Aún me identifico con todo lo que sucedió, con las técnicas de producción que utilizábamos y sigo siendo amigo de mucha gente que formó parte de esa aventura. Es especial porque estoy muy agradecido y quiero hablar de todo lo que me sucedió. Además, creo que todavía mantengo la voz para transmitir las mismas emociones que los artistas con los que trabajé. Me encantaría recuperar algunas canciones de los años sesenta y setenta porque eran muy buenas y la gente continúa identificándose con su mensaje. *

Los compositores nos inspiramos en situaciones que nos han preocupado. Me gusta contar historias desde el punto de vista de otras personas para imaginarme como se sienten

idea de los conciertos. Mi decisión fue intentarlo después de mucho tiempo alejado de los escenarios. Gracias a esas actuaciones en Memphis, él se hizo una imagen clara de todo lo que podíamos lograr juntos. ¡Y funcionó! Me gustaría preguntarle por un par de canciones del nuevo disco. La primera es «I Got to Know», con un estribillo cercano al doo-wop. ¿Qué historia se esconde detrás de la letra? La escribí hace muchos años para un grupo de Carolina del Norte que se llamaba The Five Royales. Entonces yo colaboraba estrechamente con Willie Mitchell y ellos grabaron la primera versión. Que una banda tan conocida en los Estados Unidos aceptara uno de mis temas fue un verdadero éxito como compositor. Supongo que su productor les presentó varias opciones y ellos eligieron «I Got to Know» como single. A la hora de incluirla en mi álbum, decidí no modificarla en absoluto porque seguía sonando genial con los mismos arreglos. Otro punto álgido del álbum es «How Do I Get There?» donde trata temas muy relevantes, como la guerra o las desigualdades. ¿Cree que el soul todavía puede ayudar a cambiar el mundo? A veces, los compositores nos inspiramos en ciertos problemas o situaciones que nos han preocupado durante mucho tiempo e intentamos ponerles música. A mi me gusta contar historias desde el punto de vista de otras personas

+ INFO

Nacido en Memphis, Tennessee, en 1942, Don Bryant se casó en 1974 con la gran Ann Peebles, para quien compuso éxitos como «I Can’t Stand the Rain» (firmada por Bryant, Peebles y Bernard Miller) y «99 Pounds». Compositor en nómina de Hi Records, debutó como vocalista en singles como «Don’t Turn Your Back on Me» (1965), «Comin’ on Strong» (1966) y «Doin’ the Mustang (1967). Su primer álbum fue Precious Soul (1969), donde curiosamente abundan las versiones de éxitos ajenos.

RUTA 66 | 29


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D A V I D

M O R E U

Compositor de éxitos en boca de los Five Royales o Ann Peebles, este músico de setenta y cinco años vuelve a primera línea con el soberbio Don’t Give Up on Love.

EL REGRESO DE UN CLÁSICO DEL SOUL

Don Bryant, historia viva del rhythm and blues de Memphis

28 | RUTA 66

E

l éxito de Hi Records se acostumbra a relacionar con los singles que Al Green grabó a principios de la década de los setenta y que cambiaron para siempre la música soul gracias a un sonido más sofisticado. Puede que «Let’s Stay Together» y «Love and Happiness» despertaran pasiones en todo el mundo, pero no dejan de ser la punta del iceberg de una fascinante historia repleta de envidias, romances y sueños de grandeza que se remonta a la época dorada del R&B en Memphis. En aquellos años de esplendor, Willie Mitchell se alzó como la cara visible de la discográfica y supo rodearse de artistas con mucho talento que contribuyeron a crear la magia de sus producciones. Uno de los nombres más destacados fue el de Don Bryant, un entusiasta del gospel que empezó su carrera como cantante y acarició el cielo con los temas que escribió para O.V. Wright, Otis Clay y otras estrellas del sello, aunque sería gracias a su estrecha colaboración con Ann Peebles que triunfaría en las listas de ventas norteamericanas. Sin olvidar que ambos se casaron en 1974, coincidiendo con el lanzamiento de «I Can’t Stand the Rain». Aprovechando que este soulman clásico acaba de presentar un nuevo álbum, titulado Don’t Give Up on Love (Fat Possum-Popstock!), lo hemos

entrevistado vía telefónica para rememorar su pasado ilustre y descubrir las claves de un presente frenético junto a la Hi Rhythm Section. Le propongo remontarnos a los inicios de su apasionante carrera. ¿Cómo logró abrirse camino en la escena de R&B de Memphis? Todas las bandas tenían un grupo de vocalistas y actuaban cada noche en clubes. Entonces Willie Mitchell colaboraba con varios cantantes, hasta que decidió despedirlos y empezó a buscar a gente nueva. Mi grupo se llamaba The Four Kings y, gracias al chico que nos hacía de manager, logramos cerrar una audición para que nos conociera. Resulta que le gustó nuestro estilo, nos dio una oportunidad e iniciamos una carrera profesional. En aquellos días aún éramos menores de edad y estábamos matriculados en el instituto, por este motivo Willie hizo firmar a nuestros padres unos documentos que le permitieran ser nuestro tutor legal y así poder viajar bajo su responsabilidad. A mediados de los años sesenta, usted se convirtió en uno de los artistas más destacados de Hi Records. ¿Fue complicado abandonar a su banda para empezar una aventura en solitario? En aquella época había muchos grupos actuando en Memphis y, cuando un cantante se marchaba, era fácil encontrarle sustituto. Recuerdo que pasamos por un momento bastante tenso con The Four Kings porque las personalidades de cada miembro chocaron. Yo no podía aguantar más esa situación, así que fui a ver a Willie y le dije: “Ya no quiero formar parte del grupo y me gustaría probar suerte como cantante en solitario”. Él aceptó y decidió intentarlo. A partir de entonces, yo fui el único vocalista de su banda y él se encargó de buscarme canciones. Incluso me atreví a componer algunos temas y todo funcionó perfectamente porque éramos como una gran familia. ¿Por qué decidió dar un giro a su carrera y centrarse en su faceta de compositor para otras estrellas de la discográfica? Grabé un par de álbumes en solitario y tuve algunos singles exitosos, aunque las cosas sucedían lentamente y sentía que mi carrera se había estancado. Cantar era lo que más me gustaba, sin embargo, Willie me decía que no sabía cómo producirme de manera correcta. Entonces empecé a dedicar más tiempo a otros artistas que se hicieron famosos con mis canciones y tuve claro que mi gran oportunidad no era como intérprete, sino como compositor. Willie me contrató como responsable de A&R para que seleccionara el repertorio de los cantantes y fue un período muy divertido. En las últimas tres décadas se ha dedicado exclusivamente a la música gospel y apenas ha hecho apariciones en directo. ¿Qué retos se planteó a la hora de grabar un nuevo álbum de soul? Se me presentó esta oportunidad y la aproveché porque nunca dejé de componer canciones, sobre todo de gospel. Supongo que coincidieron el lugar adecuado y la gente correcta para grabar este disco. Como es evidente, al principio me asaltaron muchas dudas, pero me di cuenta de que todavía podía cantar y que seguramente era mi momento. Así que no había más alternativa que intentarlo y averiguar si tenía razón. Visto en

perspectiva, ha sido una gran experiencia y estoy muy orgulloso del resultado. Ha comentado que los problemas de salud de su esposa, la cantante Ann Peebles, fueron una motivación para volver a componer temas románticos o sociales… Pasamos por muchas situaciones complicadas, pero sabía que tenía que mirar hacia delante y seguir escribiendo canciones porque esta es mi profesión. Incluso grabé un par de álbumes de gospel que nunca se editaron, aunque ahí están guardados. Nunca paré de escribir y, cuando se me presentó esta oportunidad, sentí que era el momento perfecto para dar el paso. Quería proyectarme a través de la voz, contar historias y demostrarme que era posible hacer un disco nuevo después de tantos años alejado de la escena musical. Ahora solo deseo llevarlo lo más lejos posible. Scott Bomar es un joven productor de Memphis que ha heredado la tradición del blues y del soul para acercarla a las nuevas generaciones. ¿Cómo empezó su colaboración profesional? Varios músicos originales de Hi Records siguen en activo, como Howard Grimes, Archie Turner y Charles Hodges, y de vez en cuando participan en las sesiones de grabación de Scott. Creo que fue Howard, el batería, quien le dijo: “¿Por qué no hablas con Don para hacer algo conjuntamente?”. Entonces Scott me llamó y me preguntó si estaría interesado en actuar de nuevo con su banda. Nos conocíamos bastante porque yo había grabado varios temas para anuncios de televisión en su estudio y discutimos mucho sobre la

}

encuentros para imaginarme como se sienten. Al escribir los primeros versos de «How Do I Get There?», la canción cobró vida dentro de mí y no me llevó demasiado tiempo terminarla. En seguida pensé que era un buen tema, casi como un himno gospel. Fue uno de los primeros títulos que presenté a Scott cuando empezamos a barajar ideas para el álbum. Yo le pasé muchos bocetos que había compuesto y él eligió unos cuantos. Me gustó que seleccionara esta letra porque tiene un significado especial… supongo que todo el mundo se ha hecho alguna vez esta pregunta. Curiosamente, The Staples Singers cantaban «I’ll Take You There» porque tenían claro que se podía llegar a un lugar mejor. En cambio, usted parece que se lo cuestiona con esa pregunta… Tienes razón, la pregunta está más presente que nunca en nuestras vidas porque todo el mundo busca respuestas. Incluso muchos afirman que saben la respuesta correcta y, realmente, van igual de perdidos que el resto. Como compositor creía que sería interesante lanzar esa cuestión porque la mayoría de la gente podría sentirse identificada. Es una canción atemporal puesto que siempre han pasado cosas a nuestro alrededor. Todos los amigos te dan consejos y tienen una opinión, pero también se preguntan cómo llegar a otros lugares. Aunque hoy todos buscan respuestas sencillas e inmediatas. El videoclip se rodó en el Clayborn Temple, iglesia de Memphis muy vinculada al movimiento por los derechos civiles. ¿Tuvo la necesidad de involucrarse en aquellas protestas? A pesar de que todos en Hi Records nos sentíamos involucrados, no lo reflejábamos en la música si no lo proponía directamente Willie Mitchell. En aquellos días yo estaba muy centrado en mi carrera y el movimiento por los derechos civiles no tuvo tanta influencia en mi vida como sucedería unos años más tarde. Nunca participé en las marchas pacíficas y tampoco escribí canciones con mensajes políticos, pero siempre estaba dispuesto a ayudar en la medida de lo posible. Muchas veces actuábamos en clubes donde veíamos de cerca la segregación, aunque apenas frecuentaba las zonas de la ciudad donde se vivía esa situación tan triste y donde era habitual que la gente protestara. Siendo una de las últimas leyendas de Hi Records en activo, ¿siente algún tipo de responsabilidad cuando sube a un escenario? Cada vez siento más el peso de la responsabilidad porque yo estuve allí, fui uno de los primeros artistas de Hi Records y compartí muchas anécdotas con el resto de cantantes. Viví grandes experiencias en aquel estudio, tanto en los buenos tiempos como en los malos. Aún me identifico con todo lo que sucedió, con las técnicas de producción que utilizábamos y sigo siendo amigo de mucha gente que formó parte de esa aventura. Es especial porque estoy muy agradecido y quiero hablar de todo lo que me sucedió. Además, creo que todavía mantengo la voz para transmitir las mismas emociones que los artistas con los que trabajé. Me encantaría recuperar algunas canciones de los años sesenta y setenta porque eran muy buenas y la gente continúa identificándose con su mensaje. *

Los compositores nos inspiramos en situaciones que nos han preocupado. Me gusta contar historias desde el punto de vista de otras personas para imaginarme como se sienten

idea de los conciertos. Mi decisión fue intentarlo después de mucho tiempo alejado de los escenarios. Gracias a esas actuaciones en Memphis, él se hizo una imagen clara de todo lo que podíamos lograr juntos. ¡Y funcionó! Me gustaría preguntarle por un par de canciones del nuevo disco. La primera es «I Got to Know», con un estribillo cercano al doo-wop. ¿Qué historia se esconde detrás de la letra? La escribí hace muchos años para un grupo de Carolina del Norte que se llamaba The Five Royales. Entonces yo colaboraba estrechamente con Willie Mitchell y ellos grabaron la primera versión. Que una banda tan conocida en los Estados Unidos aceptara uno de mis temas fue un verdadero éxito como compositor. Supongo que su productor les presentó varias opciones y ellos eligieron «I Got to Know» como single. A la hora de incluirla en mi álbum, decidí no modificarla en absoluto porque seguía sonando genial con los mismos arreglos. Otro punto álgido del álbum es «How Do I Get There?» donde trata temas muy relevantes, como la guerra o las desigualdades. ¿Cree que el soul todavía puede ayudar a cambiar el mundo? A veces, los compositores nos inspiramos en ciertos problemas o situaciones que nos han preocupado durante mucho tiempo e intentamos ponerles música. A mi me gusta contar historias desde el punto de vista de otras personas

+ INFO

Nacido en Memphis, Tennessee, en 1942, Don Bryant se casó en 1974 con la gran Ann Peebles, para quien compuso éxitos como «I Can’t Stand the Rain» (firmada por Bryant, Peebles y Bernard Miller) y «99 Pounds». Compositor en nómina de Hi Records, debutó como vocalista en singles como «Don’t Turn Your Back on Me» (1965), «Comin’ on Strong» (1966) y «Doin’ the Mustang (1967). Su primer álbum fue Precious Soul (1969), donde curiosamente abundan las versiones de éxitos ajenos.

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