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Verde
VerdeAmigos de Sian Ka’an A. C.
Es tan abundante y común que lo damos por sentado. Lo consideramos como un color más. Sin embrago, es un color particularmente vital en nuestro planeta; me atrevería a decir que es el más importante de todos. Para los físicos se tratade la impresión producida por un tono de luz, con longitudes de onda de entre497-570 nanómetros, en los órganos visuales. Para nosotros nos resulta tan importanteporque es el color que refleja un pigmento característico de la mayoríade las plantas, y de muchas algas y cianobacterias.Ubicada dentro de los cloroplastos, pequeños orgánulos de las células vegetales,la clorofila es, ni más ni menos que la productora del alimento para la inmensamayoría de los seres vivientes de la Tierra. La clorofila permite que se lleve a cabola fotosíntesis, el proceso que transforma la energía lumínica del sol en energíaquímica que mantiene viva y funcionando a las plantas y a los animales que sealimentan directa o indirectamente de ellas. Pareciera algo simple o hasta trivial,pero sin la clorofila no existiría ninguna de las plantas y ninguno de los vertebradoso invertebrados que habitan o han habitado nuestro mundo.
Una vez producida la energía en los cloroplastos, se utiliza en los procesos vitales de la planta o se almacena en forma de glucosa o de almidones. Gracias a ello, las plantas constituyen el alimento para los animales herbívoros que almacenan parte de esa energía consumida de los vegetales, y que es aprovechada, a su vez, por los carnívoros. Por decirlo de una manera un tanto simple o quizás hasta poética, nos alimentamos de sol y de verdor. Pero no sólo eso, los almidones derivados de la glucosa fotosintética permiten a las plantas producir celulosa que se convierte en madera. ¿Qué sería de la humanidad sin las posibilidades que nos da la madera? Quizás no se hubiera inventado el fuego, la arquitectura e ingeniería hubieran estado muy limitadas, tal vez la navegación marítima y hasta la aviación no habrían sido posibles y muchas expresiones artísticas no serían ni siquiera un sueño. Incluso la civilización moderna, basada en una supuesta dominación de la naturaleza, depende del verde de las plantas. El carbón y el petróleo, que hicieron posible a la revolución industrial, son el producto de la descomposición de antiquísimos organismos que acumularon energía solar a partir de la fotosíntesis. Cada vez que vuela un avión o arranca un coche lo hacen gracias al color verde de la vegetación que cubrió a los continentes hace millones de años. Puesto que la fotosíntesis, en su proceso de crear energía, produce, además de glucosa, oxígeno, resulta que no solo nos alimentamos gracias al color verde, ¡también nos permite respirar! Por si fuera poco, el verde es una de las claves para resolver el gran mal de nuestro tiempo: el cambio climático.
Las plantas almacenan, en forma de celulosa y maa, el carbono que toman del CO2. Es, por tanto, debido fotosíntesis, que dependemos de las selvas y manglares a capturar el exceso de gases que hemos liberado a la ósfera y que parecen llevarnos a una catástrofe sin preentes en la historia de la humanidad. pocas palabras, gracias al verde que vemos en cada hoja uestro alrededor, respiramos, nos nutrimos, creamos una ilización, nos transportamos y tenemos la posibilidad de ar al mundo de la crisis climática. Cada vez que tiramos árbol, talamos inmisericordemente hasta la última planara construir una unidad habitacional, o quemamos un que para facilitar la construcción de un “desarrollo”, nos amos privando de una pequeña porción de verdor del depende… todo en el planeta tierra. Aprendamos, con ildad, a respetar, cuidar, mantener y reproducir el verde nos rodea y nos regala vida.
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GreenAmigos de Sian Ka’an A. C.
It is so abundant and common that we take it for granted. We consider it as one more color. However, it is a particularly vital color on our planet; I would dare to say that it is the most important of all. For physicists it is the impression producedby a tone of light, with wavelengths between 497-570 nanometers, on the visualorgans. For us it is so important because it is the color that reflects a characteristicpigment of most plants, and of many algae and cyanobacteria.Located within chloroplasts, small organelles of plant cells, chlorophyll is neithermore nor less than the producer of food for the vast majority of living beings onEarth. Chlorophyll allows photosynthesis to take place, the process that transformslight energy from the sun into chemical energy that keeps plants and animalsthat feed directly or indirectly on them alive and functioning. It seems simple oreven trivial, but without chlorophyll none of the plants and none of the vertebratesor invertebrates that inhabit or have inhabited our world would exist.
Once the energy is produced in the chloroplasts, it is used in the vital processes of the plant or it is stored in the form of glucose or starches. Thanks to this, plants constitute food for herbivorous animals that store part of that energy consumed from vegetables, and which is used, in turn, by carnivores. To put it in a somewhat simple or perhaps even poetic way, we feed on sun and greenery. But not only that, starches derived from photosynthetic glucose allow plants to produce cellulose that turns into wood. What would humanity be without the possibilities that wood gives us? Perhaps fire had not been invented, architecture and engineering would have been very limited, perhaps maritime navigation and even aviation would not have been possible and many artistic expressions would not even be a dream. Even modern civilization, based on a supposed domination of nature, depends on the green of plants. Coal and oil, which made the industrial revolution possible, are the product of the decomposition of ancient organisms that accumulated solar energy from photosynthesis. Every time a plane flies or starts a car, they do so thanks to the green color of the vegetation that covered the continents millions of years ago. Since photosynthesis, in its process of creating energy, produces, in addition to glucose, oxygen, it turns out that we not only feed ourselves thanks to the green color, it also allows us to breathe! As if that were not enough, green is one of the keys to solving the great evil of our time: climate change.
Plants store, in the form of cellulose and wood, the carbon y take from CO2. It is, therefore, due to photosynthesis, t we depend on the forests and mangroves to capture excess gases that we have released into the atmosphere that seem to lead us to a catastrophe unprecedented in history of mankind. hort, thanks to the green that we see in each leaf around we breathe, we nourish ourselves, we create a civiliza- , we transport ourselves and we have the possibility saving the world from the climate crisis. Every time we ow down a tree, mercilessly cut down to the last plant to ld a housing unit, or burn a forest to facilitate the consction of a “development”, we are depriving ourselves of all piece of greenery that depends ... everything on the net Earth. Let us learn, with humility, to respect, care for, intain and reproduce the green that surrounds us and es us life.
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