Dearq 06. Calidad del hábitat urbano

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CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

dearq considera para publicación trabajos originales e inéditos. La estructura editorial está dividida en tres secciones:

permanente. En esta sección se publican artículos producto de investigación.

Las tipologías de artículos de investigación publicables están descritas en la página web de la revista en la sección de indicaciones para autores.

Proceso editorial Todos los artículos serán evaluados por el comité editorial de

dearq, que dará

su concepto sobre la pertinencia del tema, y –en caso de ser seleccionado– por un árbitro externo anónimo que dará su concepto sobre la calidad académica del artículo. Los proyectos serán evaluados por director y editor(es) de la revista. La decisión final sobre la aceptación de artículos y proyectos será tomada por el director. Una vez aceptado y corregido según las sugerencias del comité editorial, árbitro externo o editor(es), el artículo o proyecto pasará por una corrección de estilo y será diagramado. El autor, después de haber aprobado la maquetación de su artículo, firmará una autorización que permite a la Universidad de los Andes publicar el material en cualquier medio y distribuirlo, mientras que el autor conservará sus derechos. Normas de publicación El material deberá redactarse según las normas de publicación que se encuentran disponibles en la página web de la revista. El envío de artículos y proyectos se realiza a través de la misma página web (sección “Someter un artículo”).

http://dearq.uniandes.edu.co Próximos números:

dearq 07: El espacio doméstico Editores invitados: Marc Jané (Universidad de los Andes), Philip Weiss (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 2 de agosto de 2010

dearq 08: El medio como fin. Experimentación en diseño y arquitectura Editoras invitadas: Samira Kadamani (Universidad de los Andes), María Clara Salive (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 7 de febrero de 2011

Clemencia Escallón, Stefano Anzellini Editores invitados Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez

Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. Un análisis del Plan Federal de Viviendas desde la perspectiva de los receptores María Cristina Cravino

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. Conformación y gestiones de la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos María Carrizosa Bermúdez

Transferencia y capacitación en tecnologías. Un material posible para las viviendas con motivo de las emergencias en Haití-2010

Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá Stefano Anzellini Fajardo

Proyectos Miranda Apartamentos Bogotá, Colombia Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza

Carlos González Lobo, María Eugenia Hurtado Azpeitia

São Paulo, Brasil Anália Amorim, Rubén Otero, Ciro Pirondi

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas

Dossier de investigación

Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención Erik Vergel Tovar

Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI Josep María Montaner, Zaida Muxí Martínez

La habitabilidad de la arquitectura. El caso de la vivienda Jaime López de Asiaín

Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Rafael Villazón

Director Departamento de Arquitectura

Maarten Goossens Director

06

Patrimonio industrial en Brasil Ângelo Braghirolli

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado: el caso de la chimenea de Termotasajero S. A. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica Camilo Villate, Brando Tamayo

María Antonia Caicedo Editora

Stefano Anzellini Clemencia Escallón Editores invitados

Isabel Arteaga

Juan Pablo Aschner

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Beatriz García

Comité editorial

dearq es un espacio académico abierto a la investigación, la opinión y la crítica sobre la arquitectura y la ciudad. Está dirigida a los profesionales, estudiantes y demás interesados en la ciudad, la arquitectura y sus áreas afines. dearq cuenta con una línea editorial independiente, participativa y abierta al debate público. Procura, a través de la investigación y la opinión, plantear ideas innovadoras y críticas. Por lo anterior, dearq propone una estructura de contenidos abierta a diversos temas de interés en torno a la ciudad y la arquitectura a la vez que recopila avances y resultados en proyectos de investigación.

Camilo Salazar

Indexaciones:

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

María Cecilia O’Byrne

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Camilo Pinilla

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

Patricia Schnitter

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Rafael Villazón

Pueblo cultural indígena de Sewiaja

Paraisópolis. Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025

Julio de 2010

Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia

Municipio de San Marcos, Sucre, Colombia Manuela Eble, Martin Ospina, Luis Hernán Sáenz, Maria Juliana Sorzano Cuenca del río Palomino, La Guajira, Colombia Juana Londoño Niño

dearq 06: CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO Carlos Angulo

De la ciénaga al jardín: Proyecto de vivienda para La Mojana

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture. Universidad de los Andes

3. Dossier de investigación (extensión: máximo 5000 palabras). Convocatoria

La arquitectura para habitar

9 772011 318009

ca central del número.

Calidad del hábitat urbano

ISSN 2011-3188 Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes http://arquitectura.uniandes.edu.co

2. Proyectos (extensión: entre 800 y 2000 palabras). Convocatoria según temáti-

http://dearq.uniandes.edu.co

central del número.

dearq

1. Artículos (extensión: máximo 4000 palabras). Convocatoria según temática

N.o 6. Julio de 2010.

Indicaciones para autores

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes. Colombia. Julio de 2010. ISSN 2011-3188

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Juan José La Huerta

Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España

dearq está actualmente incluida en los siguientes directorios y servicios de indexación y resumen:

Ton Salvadó Cabré

Art Index / Art Abstracts / Art Full Text (WilsonWeb, Estados Unidos)

Jorge Francisco Liernur

Publindex (Colciencias, Colombia)

Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, Argentina

Tatiana Urrea

Latindex (Universidad Nacional Autónoma de México) Dialnet (Universidad de La Rioja, España)

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

e-Revistas (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España)

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

Elektronische Zeitschriftenbibliothek (Universidad de Regensburg, Alemania)

School of Architecture, McGill University, Montreal, Canadá

Socolar (CEPIEC, China)

Margarita González Ricardo Castro Comité científico

Adriana Páramo, Camila Afanador y Luisa Bernal Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

Marcela Garzón Edición de textos

Tiziana Laudato

Centro de traducciones Universidad de los Andes Traducción al inglés

Juan Antonio Monsalve

Miranda Apartamentos, arquitectos Gloria Serna Meza y Juan Diego Pinzón Sarmiento Fotografía de portada

Panamericana Formas e Impresos Impresión

Comité de lectura

Laura Alcalá Pallini Humberto Amorim Varum Olga Ceballos Julio Dávila Luis Fique Lorenzo Fonseca Ramón Graus Ernesto Lleras Luis Valenzuela Agradecimientos

Oscar Prieto Leyla Yunis

dearq

Universidad de los Andes Departamento de Arquitectura Carrera 1 a núm. 18A-70, bloque K, piso 2 Tel. +(571)332 4511 - 339 4949, ext. 2485 Bogotá – Colombia http://dearq.uniandes.edu.co dearq@uniandes.edu.co ISSN 2011-3188 $20.000 pesos (Colombia) Ediciones Uniandes

Carrera 1 a núm. 19-27 Edificio AU, piso 2 Tel. +(571) 339 4949, ext. 2133-2181. Fax: 2158 Bogotá – Colombia http://ediciones.uniandes.edu.co infeduni@uniandes.edu.co Distribución y ventas

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Se autoriza la reproducción total o parcial de la obra para fines educativos siempre y cuando se cite la fuente.


CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

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Proceso editorial Todos los artículos serán evaluados por el comité editorial de

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dearq 07: El espacio doméstico Editores invitados: Marc Jané (Universidad de los Andes), Philip Weiss (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 2 de agosto de 2010

dearq 08: El medio como fin. Experimentación en diseño y arquitectura Editoras invitadas: Samira Kadamani (Universidad de los Andes), María Clara Salive (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 7 de febrero de 2011

Clemencia Escallón, Stefano Anzellini Editores invitados Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez

Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. Un análisis del Plan Federal de Viviendas desde la perspectiva de los receptores María Cristina Cravino

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. Conformación y gestiones de la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos María Carrizosa Bermúdez

Transferencia y capacitación en tecnologías. Un material posible para las viviendas con motivo de las emergencias en Haití-2010

Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá Stefano Anzellini Fajardo

Proyectos Miranda Apartamentos Bogotá, Colombia Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza

Carlos González Lobo, María Eugenia Hurtado Azpeitia

São Paulo, Brasil Anália Amorim, Rubén Otero, Ciro Pirondi

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas

Dossier de investigación

Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención Erik Vergel Tovar

Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI Josep María Montaner, Zaida Muxí Martínez

La habitabilidad de la arquitectura. El caso de la vivienda Jaime López de Asiaín

Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Rafael Villazón

Director Departamento de Arquitectura

Maarten Goossens Director

06

Patrimonio industrial en Brasil Ângelo Braghirolli

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado: el caso de la chimenea de Termotasajero S. A. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica Camilo Villate, Brando Tamayo

María Antonia Caicedo Editora

Stefano Anzellini Clemencia Escallón Editores invitados

Isabel Arteaga

Juan Pablo Aschner

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Beatriz García

Comité editorial

dearq es un espacio académico abierto a la investigación, la opinión y la crítica sobre la arquitectura y la ciudad. Está dirigida a los profesionales, estudiantes y demás interesados en la ciudad, la arquitectura y sus áreas afines. dearq cuenta con una línea editorial independiente, participativa y abierta al debate público. Procura, a través de la investigación y la opinión, plantear ideas innovadoras y críticas. Por lo anterior, dearq propone una estructura de contenidos abierta a diversos temas de interés en torno a la ciudad y la arquitectura a la vez que recopila avances y resultados en proyectos de investigación.

Camilo Salazar

Indexaciones:

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

María Cecilia O’Byrne

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Camilo Pinilla

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

Patricia Schnitter

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Rafael Villazón

Pueblo cultural indígena de Sewiaja

Paraisópolis. Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025

Julio de 2010

Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia

Municipio de San Marcos, Sucre, Colombia Manuela Eble, Martin Ospina, Luis Hernán Sáenz, Maria Juliana Sorzano Cuenca del río Palomino, La Guajira, Colombia Juana Londoño Niño

dearq 06: CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO Carlos Angulo

De la ciénaga al jardín: Proyecto de vivienda para La Mojana

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture. Universidad de los Andes

3. Dossier de investigación (extensión: máximo 5000 palabras). Convocatoria

La arquitectura para habitar

9 772011 318009

ca central del número.

Calidad del hábitat urbano

ISSN 2011-3188 Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes http://arquitectura.uniandes.edu.co

2. Proyectos (extensión: entre 800 y 2000 palabras). Convocatoria según temáti-

http://dearq.uniandes.edu.co

central del número.

dearq

1. Artículos (extensión: máximo 4000 palabras). Convocatoria según temática

N.o 6. Julio de 2010.

Indicaciones para autores

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes. Colombia. Julio de 2010. ISSN 2011-3188

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Juan José La Huerta

Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España

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Jorge Francisco Liernur

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Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

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Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

Elektronische Zeitschriftenbibliothek (Universidad de Regensburg, Alemania)

School of Architecture, McGill University, Montreal, Canadá

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Margarita González Ricardo Castro Comité científico

Adriana Páramo, Camila Afanador y Luisa Bernal Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

Marcela Garzón Edición de textos

Tiziana Laudato

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Juan Antonio Monsalve

Miranda Apartamentos, arquitectos Gloria Serna Meza y Juan Diego Pinzón Sarmiento Fotografía de portada

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Oscar Prieto Leyla Yunis

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06

CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

Editorial Maarten Goossens

3

Calidad del hábitat urbano La arquitectura para habitar

Clemencia Escallón, Stefano Anzellini Editores invitados

4

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Who asks the questions about housing quality? Who answers them? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez

6

Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. Un análisis del Plan Federal de Viviendas desde la perspectiva de los receptores

Opinions about the new urban spaces in Buenos Aires. An analysis of the Federal Housing Plan, from the users’ perspective María Cristina Cravino

20

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. Conformación y gestiones de la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Housing quality and professional responsibility. Make up and procedures of the Colombian Society of Architects’ Housing Quality Commission María Carrizosa Bermúdez

32

Transferencia y capacitación en tecnologías. Un material posible para las viviendas con motivo de las emergencias en Haití-2010 Technology transfer and training: a viable building material developed to deal with the aftermath of the Haiti 2010 disaster Carlos González Lobo, María Eugenia Hurtado Azpeitia

44

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas Secure ownership, services and housing. Asian experiences Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg

54

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención Slums. An approximation to upgrading and prevention Erik Vergel Tovar

64

Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI Reflections on the projection of 21st Century Housing Josep María Montaner, Zaida Muxí Martínez

82

La habitabilidad de la arquitectura. El caso de la vivienda The habitability of architecture. The case of housing Jaime López de Asiaín

100

Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá An urgent code for architecture and housing in Bogota Stefano Anzellini Fajardo

108

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 1 ]


06

CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

Miranda Apartamentos / Bogotá, Colombia

Miranda Apartments / Bogotá, Colombia Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza

118

De la ciénaga al jardín: Proyecto de vivienda para La Mojana / Municipio de San Marcos, Sucre, Colombia From swamp to garden: a housing project for La Mojana / Municipality of San Marcos, Sucre, Colombia Manuela Eble, Martín Ospina, Luis Hernán Sáenz, María Juliana Sorzano

126

Pueblo cultural indígena de Sewiaja / Cuenca del río Palomino, La Guajira, Colombia

The indigenous cultural town of Sewiaja / Basin of the Palomino river, La Guajira, Colombia Juana Londoño Niño

134

Paraisópolis. Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025 / São Paulo, Brasil Paraisópolis. Urban Development Plan 2010-2025 / São Paulo, Brasil Anália Amorim, Rubén Otero, Ciro Pirondi

148

Dossier de investigación Patrimonio industrial en Brasil Industrial heritage in Brazil Ângelo Braghirolli

158

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado: el caso de la chimenea de Termotasajero S. A. Reinforced concrete chimneys' structural behaviour: the case of the Termotasajero S. A. chimney Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz

172

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica The practice of architecture as a systemic rationalization Camilo Villate, Brando Tamayo

[ 2 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co

178


Editorial

En un mundo donde publicar es cuestión de dos o tres clics, el viejo lema de la publicación académica –“Lo que no se publica, no existe”– debe complementarse con otro: lo que no se lee, no existe. A medida que crece el volumen de información publicada, es más difícil que sobresalga la información de calidad. También en arquitectura, las formas de publicar son cada vez más diversas. Aparte de los tradicionales libros y revistas impresas, existen los blogs, las revistas electrónicas y hasta lo que se ha llamado la “realidad aumentada”: aplicaciones para ver en equipos móviles los edificios proyectados para determinados lugares. La tendencia para filtrar la cuantiosa y fragmentada información está en apoyarse cada vez más en la colaboración: dar preferencia a lo que valoran otros, sean éstos colegas sentados en la misma oficina o anónimos con intereses en común en el mundo digital paralelo. No es muy probable que esta tendencia se mantenga ajena al ámbito académico. En este sentido, los filtros de calidad tradicionales que aplican las revistas académicas de arquitectura –un comité editorial, evaluación por pares, corrección de estilo– y las herramientas tradicionales de visualización de las publicaciones –índices y bases bibliográficas– no serán suficiente para que un proyecto editorial sea sostenible. Si las revistas no crean redes y comunidades ni promueven el intercambio de ideas y comentarios, no tienen futuro. dearq acaba de dar un primer paso en esa dirección, inaugurando una nueva página web que permite la libre consulta de los contenidos de la revista y que crea la posibilidad de interacción entre autores y lectores. Esperemos que se aproveche el espacio para que se dé el debate y que esta revista se convierta en el centro de una comunidad activa. Con la publicación de este sexto número, sin lugar a dudas, hay material suficiente para discutir. Gracias a Clemencia Escallón y Stefano Anzellini como editores invitados, llegamos a recopilar un interesante conjunto de contribuciones que dan a conocer preocupaciones, reflexiones y buenas prácticas en torno al tema de la construcción del hábitat urbano. Uno por uno, fueron escritas para no quedarse sobre el papel sino para contribuir a la calidad de la arquitectura y la ciudad. Agradecemos a todos los autores y evaluadores, con cuyo apoyo en la divulgación esperamos lograr para este proyecto editorial un impacto cada vez mayor y una audiencia cada vez más numerosa.

Maarten Goossens


La arquitectura para habitar La vivienda, tema central de la arquitectura, fue el motor y campo de experimentación e innovación de la arquitectura del siglo XX. Sin embargo, desde la década de los ochenta, en la que el problema de la reconstrucción posbélica en el mundo desarrollado se percibió como culminado, y que entraron con fuerza concepciones neoliberales sobre el desarrollo, soslayando la responsabilidad del Estado en la construcción del entorno habitable y entregando las decisiones a las iniciativas y dinámicas del mercado, el tema de la vivienda quedó relegado a un segundo plano en las preocupaciones académicas y profesionales de la arquitectura. En los países en vías de desarrollo se reflejó esta tendencia inercial, aunque los problemas de la construcción de un hábitat equitativo y sostenible estaban lejos de alcanzarse. Hoy en día está claro que el asunto de la habitabilidad está más vigente que nunca y que su concepción requiere la revisión de aproximaciones conceptuales, no sólo en lo técnico, sino en lo ambiental, lo social y lo económico. Este número de dearq presenta un conjunto de contribuciones que tienen en común la preocupación por proponer una reflexión sobre los problemas metodológicos y conceptuales que supone la complejidad de la construcción de un hábitat sostenible, sensible y armónico. En los primeros tres artículos se hace referencia a estudios centrados en la calidad de la vivienda en la ciudad. El tema lo abren Clemencia Escallón y Diana Rodríguez, presentando los resultados parciales de una investigación sobre calidad de la vivienda en Bogotá y poniendo de manifiesto que las propuestas formales de vivienda social son aún de muy baja calidad. María Cristina Cravino analiza las relaciones entre la estructura social y la espacial en la construcción de la ciudad, partiendo de las percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. María Carrizosa expone su disertación sobre calidad del hábitat y la responsabilidad profesional del arquitecto colombiano, quedando abierta la pregunta de cómo lograr un punto de encuentro entre la percepción de calidad del arquitecto y la percepción de satisfacción del usuario. En un segundo grupo de artículos aparecen propuestas concretas para distintos lugares del llamado tercer mundo: la de Carlos González Lobo y María Eugenia Hurtado, que rescata la pertinencia por plantear tecnologías intermedias, apropiadas a poblaciones vulnerables, como es el caso de la reconstrucción posdesastre de Haití. Las propuestas de Liliana Marulanda y Florian Steinberg sobre programas de mejoramiento de vivienda en Asia, donde se

[ 4 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co


proponen innovaciones urbanísticas, sociales e institucionales que pueden ser un referente útil para América Latina; y, por último, la contribución de Erik Vergel, que expone la iniciativa actual de diseño e implementación de una política pública para asentamientos precarios en Colombia. Los últimos tres artículos exponen reflexiones sobre temas de la arquitectura del hábitat. Zaida Muxí y Josep María Montaner proponen una interesante manera de redefinir la arquitectura de la vivienda en “ámbitos” que atienden la complejidad de la vida colectiva y el compromiso con la sostenibilidad. Jaime López de Asiaín resalta la habitabilidad como la razón más profunda de la arquitectura, invitando a pensar el planteamiento de la arquitectura alejado de la banalidad de composiciones meramente formales. Por último, Stefano Anzellini propone la actualización del Código de Construcción de Bogotá como la oportunidad para reflexionar sobre las responsabilidades del arquitecto dentro de un proceso de producción del hábitat complejo y multidisciplinario. Los proyectos que se han seleccionado y que se presentan en la segunda sección se caracterizan por estar comprometidos con la búsqueda de un ideal de innovación en lo técnico, en lo ambiental y en lo social. Son altamente significativos en cuanto a sus planteamientos, de modo que pueden convertirse en referencia tanto en lo académico como en lo profesional. El proyecto Miranda Apartamentos en Bogotá, de Gloria Serna y Juan Diego Pinzón, está dirigido al segmento de vivienda subsidiada. La vivienda que se plantea atiende, de manera eficiente, temas de flexibilidad y calidad ambiental, iluminada por dos frentes de fachada. La propuesta de vivienda social para el complejo ecosistema de La Mojana se formuló para el concurso Convive III en 2009. Propone un interesante tejido natural de soporte a los espacios públicos que valoriza la olvidada relación del pueblo con la ciénaga y estructura las relaciones de los nuevos espacios de vivienda y de encuentro de la comunidad. El proceso de construcción del pueblo cultural indígena de Sewiaja, descrito por Juana Londoño, es un ejemplo excepcional de gestión colectiva del hábitat resolviendo una maraña de complejidades de una manera casi mágica, con el acto primario de la arquitectura: construyendo unas pocas casas. El Plan de Desarrollo Urbano para Paraisópolis, el mayor asentamiento informal de la ciudad de São Paulo, es una propuesta para mejorar las calidades espaciales del área. El proyecto está estructurado sobre tres aspectos básicos: el agua, la movilidad y la vivienda, concebidos como ejes capaces de estructurar la convivencia como dimensión esencial del diseño urbano. Podemos afirmar que las reflexiones expuestas en esta edición de dearq son una lección sobre la función de la arquitectura como construcción de armonía y sobre el difícil papel del arquitecto, especialmente cuando se enfrenta al reto complejo de la transformación del entorno y la construcción del hábitat. Son una demostración del surgimiento de intereses y propuestas de innovación inspiradoras para los profesionales y estudiantes comprometidos con la función social de la arquitectura.

Clemencia Escallón y Stefano Anzellini Editores invitados

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 5 ]


Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Who asks the questions about housing quality? Who answers them? Recibido: 21 de abril de 2010. Aprobado: 22 de junio de 2010.

Clemencia Escallón

Resumen

Diana Rodríguez

Este artículo presenta las distintas estrategias que ha buscado el Grupo de Investigación en Gestión y Diseño de Vivienda (GIV), del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes, para comprender y evidenciar el problema percibido sobre la calidad de la vivienda, particularmente de los sectores más pobres de la población colombiana. El enfoque se hace desde el ámbito académico con el Laboratorio de Vivienda y desde el escenario de la relación universidad-empresa según convenio de asociación con Prodesa S. A. La alerta se inicia con la preocupación por la condición de la vivienda de interés social (VIS) en Bogotá: lotes estrechos, viviendas pequeñas con ubicación urbana de extrema periferia, para ir complejizando la mirada a través de preguntas como: ¿Qué facilidades urbanas tiene la ciudad en la que se construye la VIS? ¿Qué tipo de urbanizaciones o agrupaciones se están proponiendo? ¿Cuál es la espacialidad de la vivienda que se ofrece? Interesa explorar si es factible medir la calidad de la vivienda VIS, y si lo es, con qué indicadores y valoraciones se debe hacer. El artículo expone las razones de esta búsqueda, los instrumentos técnicos planteados para acercarse a las respuestas, y el análisis de los resultados y retos de la que hemos llamado “primera fase de observación”.

Profesor asistente de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes. Especialista en Diseño Urbano. Miembro del grupo de investigación en Gestión y Diseño de Vivienda ( GIV ). Autora de varias publicaciones sobre temas de gestión urbana, vivienda social y participación ciudadana en asuntos públicos. cescallo@uniandes.edu.co Arquitecta Universidad de los Andes, con maestría en Vivienda y Urbanismo de la Architectural Association, Londres, Reino Unido. Ha trabajado como contratista y consultora en proyectos de diseño de espacio público y planes parciales de renovación urbana. dianrodr@uniandes.edu.co

Palabras clave: vivienda de interés social, calidad, información, observación. Abstract

Figura página opuesta: Casa en el barrio Nueva Esperanza, localidad Rafael Uribe, Bogotá. Fotografía: Óscar Prieto.

This paper presents the work undertaken by the Housing Research Group (GIV for its abbreviation in Spanish), ascribed to the Department of Architecture of the Universidad de Los Andes. It describes the different strategies the research group has employed, trying to understand and disclose the problems of housing quality for the Colombian low income population. The academic focus developed by the Housing Laboratory, is framed in the agreement signed between the University and Prodesa S. A. The authors’ concern begins with the evidence of the inertial behavior of the private sector in offering a very low quality for low income housing in Bogotá: extremely small plots of land to build on, small housing units, settlements situated in extreme outskirts of the city. The aim is to analyze the problem through questions such as: What urban facilities are available in the city for low income housing settlements? Which urban typologies or tissues are being proposed? Are the private areas enough and satisfactory for the necessities of the families? The research group is interested in exploring whether it is possible to measure the quality of low-income housing, and, if so, with what indicators and evaluations must it be undertaken? The paper’s structure includes conceptual framework, method of analysis, proposals for some technical instruments, and, finally, an analysis of the results and challenges of what has been called the “first phase of observation”. Keywords: low-income housing, quality, information, observation.

[ 6 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co


Calificar es valorar con sentido grupal mediante una proyección aritmética... El resultado es la proyección visual de un deseo ciudadano Armando Silva1

1 Silva, Bogotá imaginada.

L

a calidad del hábitat es tema prioritario en una sociedad. Las buenas condiciones y relaciones de la ciudad en su conjunto, las del entorno más inmediato, el barrio y la vivienda, y las del espacio privado, deben ser del cuidado y preocupación de todos los miembros de una comunidad. Esa era la preocupación de Colombia a mediados del siglo pasado: inscrito en un escenario internacional del Estado de Bienestar entre 1960 y 1980, era uno de los países con mayor presencia estatal en materia de vivienda. El Instituto de Crédito Territorial (ICT), y el Banco Central Hipotecario (BCH), acompañaron procesos de aplicación de las normas mínimas de urbanización y servicios, dieron soporte a programas públicos de vivienda masiva en 1972 y, atendiendo los planteamientos de

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 7 ]


John Turner desde la Primera Conferencia de Hábitat en Vancouver, en 1976, convirtieron al país en un laboratorio de experimentos, fomentando la autoconstrucción y la autogestión de vivienda. El ICT fue la institución visible y responsable de la búsqueda de calidad e innovación en la vivienda para los más pobres. Su gestión ha dejado al país un importante legado en términos de calidad y sostenibilidad, reconocible hoy en proyectos en las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, por mencionar algunas. Urbanizaciones generosas, con buenos espacios libres y equipamientos eficientes, con vivienda pertinente y de calidad, que aún hoy, después de cuatro décadas, dan soporte a los intereses de su colectividad y apoyan la convivencia y el buen vivir.

2 DNP, Documento Ciudades amables, 2006. Plan de Desarrollo Distrital 20082011.

En la década de los noventa los cambios políticos internacionales afianzaron en Colombia el enfoque neoliberal y desde las dimensiones económica e institucional se ajustaron las políticas de vivienda. Se restringió el papel social del Estado al papel de facilitador, modificando sustancialmente la responsabilidad pública frente a la vivienda, en un escenario de gestión privada de los proyectos de vivienda de interés social y la aplicación de herramientas de financiación, en su momento novedosas para el país, como el subsidio a la demanda. Es decir, un escenario de mercado. Pasados veinte años los datos son alarmantes: el déficit de vivienda aumenta y las opciones legales y de calidad no parecen ser factibles para los más pobres. La urbanización informal es la alternativa para un número importante de familias y el hacinamiento crítico es la condición en la que viven los más pobres de nuestra sociedad, y desde esa óptica el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Ordenamiento Territorial y la Alcaldía de Bogotá se preocupan por las cifras: generar 3 millones 900 mil unidades entre 2006 y 2019 y 100.000 viviendas para Bogotá entre 2008 y 2011.2

Figura 1. Urbanización El Tunal Experimental, Bogotá. Fotografía: Clemencia Escallón.

[ 8 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co

Figura 2. Urbanización Molinos, Bogotá. Fotografía: Clemencia Escallón.


Pero lo importante: ¿De qué condición y calidad serán esas viviendas? ¿Quién pone las reglas de juego? ¿Quién controla? ¿Quién responde? ¿A quién se le exige? En últimas, ¿quién es el responsable de la calidad de la vivienda? Parece no ser la preocupación de las autoridades pertinentes, y lo que es más preocupante, de los mismos demandantes de vivienda. La dispersión de actores y procesos en las últimas décadas de los escenarios de gestión y producción de la vivienda, genera esta indeseable consecuencia.3

3 Anzellini, Vivienda social, miradas actuales a retos futuros, 40.

Con la convicción sobre la importancia de vincular esta preocupación y responsabilidad en la formación de los arquitectos, el Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes adelanta desde hace más de 6 años su programa académico Laboratorio de Vivienda, desde donde ha acercado esta discusión a un grupo significativo de estudiantes mediante ejercicios de observación y análisis en proyectos y viviendas en la ciudad de Bogotá. Los resultados del análisis bajo parámetros académicos permitieron inicialmente percibir la ausencia de buenas condiciones de habitabilidad, de espacios excesivamente reducidos y de mala calidad en los acabados, particularmente en la vivienda de bajo costo. También hay claridad hoy en que la reflexión sobre la calidad y la aproximación a su definición y posible medición no es solamente una preocupación académica. A este proceso se deben acercar también los demás actores involucrados: los promotores, los constructores, las autoridades públicas y, obviamente, los usuarios. En esta primera etapa, el GIV le propuso a Prodesa S.A., gestora y constructora de proyectos de vivienda de interés social, una alianza para avanzar en esta reflexión. Desde el 2006 se adelanta un trabajo conjunto académico-empresarial teniendo como ámbito de observación la vivienda nueva en Bogotá y los municipios cercanos en la Sabana. El propósito es el de desarrollar los indicadores y ponderaciones para el análisis y generar una propuesta técnica que permita de manera objetiva reconocer la calidad de la vivienda. El ejercicio es enriquecedor para las partes: para la academia, por el proceso investigativo sobre la condición y características de la vivienda y sus modalidad de gestión, y para la empresa el reto es doble: por un lado, reconocer dónde se está incumpliendo el estándar propuesto por el grupo de trabajo, y por otro, desde la gestión y operación de la empresa proponer cómo avanzar en el cumplimiento de éste.

¿Cómo es la calidad de la vivienda de interés social en un escenario de mercado? No parecería factible decir que la vivienda está inmersa en un escenario de mercado con sus reglas de juego. Es, efectivamente, un mercado altamente imperfecto, mediado por condiciones estructurales de gestión y valor del suelo, esquemas y condiciones de financiación que impactan la gestión del “producto vivienda” y en las que se apoyan los argumentos para explicar las limitaciones en su calidad.

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 9 ]


En Colombia hay dos mitos alrededor del sector vivienda: por una parte, que el sector público es ineficiente y no debe ocuparse de la producción de la vivienda; por otro, que el sector privado, debidamente apoyado por el sector público, hace esfuerzos por mejorar su eficiencia para acercarse al producto vivienda demandado por los colombianos, pero en ese ejercicio reconoce amplias limitaciones. En la conjunción de ambas condiciones, lo que se afecta, reduce y tiende a desaparecer del ámbito formal es la vivienda de calidad para los más pobres.

4 Saldarriaga, Vivienda social, miradas actuales a retos futuros.

5 Echavarría, Boletín del Instituto de la Vivienda, 27.

Esta inercia disfuncional, que ha retardado la dinámica de producción de vivienda social, ha generado una visión de corto plazo atendiendo exclusivamente el déficit cuantitativo, buscando producir un número mayor de soluciones y dejando en segundo lugar la mirada de largo plazo con responsabilidad desde la sostenibilidad que resuelva el supuesto dilema de cantidad frente a calidad.4 De no comprenderse, el tema de calidad “nos llevará a acumular problemas sociales y espaciales en las ciudades por saturación, altas densidades, baja potencialidad de desarrollo, hacinamiento, inexistencia de actividades económicas, guetos de vivienda con altos niveles de segregación e imposibilidad de socialización en lo público”.5 Entonces, vale preguntarse: ¿Cuál es la concepción de vivienda que hay detrás de la valoración de soluciones en términos cualitativos y cuál en términos cuantitativos? ¿Cuáles son las tipologías más pertinentes? ¿Quiénes acceden a las viviendas y quiénes se quedan por fuera? Y lo más importante: ¿Qué es una solución de vivienda? En este sentido es importante revisar dos conceptos: qué es vivienda y qué es calidad. Por un lado tenemos el significado de la vivienda: para unos es lugar de descanso; para otros, lugar de trabajo y socialización; para unos, de reproducción económica, para otros objeto de cambio, de consumo, patrimonio o capital de trabajo; todo ello genera posicionamientos diversos como constituyente del hábitat. Estas definiciones, como lo menciona María Clara Echavarría, tienen en común un atributo: La vivienda no es un producto material-funcional que cumple con el papel de bien mercantil, sino que es un atributo urbano integral y complejo que debe garantizar las condiciones de desarrollo y realización de quienes la habitan y constituirse en soporte de la vida de las personas en las dimensiones

6 Ídem. 7 Diccionario de la Lengua Española: calidad (del latín qualĭtas, -ātis, y éste, calco del griego ποιότης): Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. ~ de vida. Conjunto de condiciones que contribuyen a hacer agradable y valiosa la vida. Diccionario etimológico del latín. Qualitativus: qualitas (calidad) describe qualis, el qué.

culturales, sociales y económicas.6

Y por otro lado, también es importante revisar la definición de calidad: este término podría relacionarse con cuestiones subjetivas más ligadas al “gusto” que a una situación verificable científicamente. En ese caso interesa la reflexión sobre calidad en torno al hecho de que ésta la define el Diccionario de la Lengua Española como la cualidad de algo; nos brinda conciencia de una realidad. Las cosas o los espacios tienen propiedades, en su mayoría mensurables, sobre las cuales se puede generar un juicio de valor.7

[ 10 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co


Hablando de la calidad referida a lo espacial, autores como Kevin Lynch nos recuerdan que la calidad no se debe limitar al “ambiente físico construido”, es decir, a las cualidades físicas del espacio, sino también a los componentes sociales, al grado de satisfacción que tiene el habitante sobre el espacio que habita.8 Resulta pertinente esta posición que han tomado como referencia de análisis otros autores como Tarchopulos, y por ahora se propone para esta aproximación un panorama físico mas no inerte: el espacio construido.

8 Lynch, Administración del paisaje.

La forma como se habita “la casa” tiene una condición de apropiación para cada uno de sus habitantes, las actividades que a diario tienen lugar en el espacio son regidas por las dimensiones calidad y amoblamiento de cada espacio. Ekambi Schmidt describe la apropiación de este “territorio” en el que [...] todo ser humano se cobija, se crea un espacio personal, un territorio móvil o inmóvil cuyas fronteras marca mediante límites simbólicos que se materializan con ciertos objetos rituales o mediante la existencia de techos o muros opacos… estos límites definen un dentro y un fuera, un mi casa y un la casa de otros… materializan “una superficie vacía a llenar, a decorar”.9

Entonces, esa superficie vacía es espacio de nuestro habitar y los elementos o muebles los que permiten que esta acción se dé. Es un trato tripartito entre el usuario, el espacio y los elementos (o muebles) que permite el uso del espacio, y en la relación entre el mueble con el espacio y el correcto uso de éste, se puede encontrar un patrón de medida de la calidad del conjunto. En este escenario, las dimensiones se convierten en chequeo de las correctas relaciones, y las actividades de comer, dormir, cocinar, asearse, entre otras, pueden dar cuenta de esta relación indisoluble. Haciendo un ejercicio de transgresión de escalas, el espacio íntimo también debería dar cuenta de lo que pasa más allá del acceso de la vivienda, y la ciudad, el barrio, la agrupación o conjunto definirán en gran medida la calidad espacial del espacio habitable. Así, la infraestructura de movilidad y transporte, los espacios públicos y equipamientos, son base para una unidad de vivienda de calidad.10

¿Cómo reconocer la calidad de la vivienda? Una propuesta para medirla Teniendo claro que es factible medir la calidad, el grupo de trabajo GIV-Prodesa se dio a la tarea de construir los indicadores y la metodología de evaluación de la calidad de los proyectos de vivienda. Para ello retomó la labor iniciada en el país por varios agentes hace más de una década y revisó los avances internacionales que consideró como los más pertinentes.11 A los estudios y programas anteriores se sumaron como referentes los avances del Laboratorio de Vivienda del Departamento de Arquitectura, curso que en su momento llevaba más de seis años de experiencia en análisis de proyectos de vivienda nueva y usada en Bogotá, y los avances de Prodesa en los estudios de precio-beneficio que adelantaba la empresa.12

9 Ekambi-Schmidt, La percepción del hábitat.

10 Gehl, La humanización del espacio urbano. 11 En Colombia el estudio “Metodología de diseño y evaluación de proyectos de vivienda de interés social”, realizado por el Ministerio de Desarrollo Económico, Viceministerio de Desarrollo Urbano, Dirección de Vivienda, Suelo y Construcción, de 1998, y otro académico del Instituto Javeriano de Vivienda y urbanismo (Injaviu), “Análisis de evaluación de calidad de la vivienda dirigida a sectores de bajos ingresos en Bogotá”.En experiencias internacionales, los estándares para la vivienda de calidad aplicados desde el Programa Nacional de Vivienda Affordable Housing (NAHP, 2010) en la Corporación de Vivienda del Ministerio del Medio Ambiente, Transporte y Regiones de Inglaterra (HQI). 12 Prodesa, Documento de trabajo.

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 11 ]


Tabla 1. Calidad de la vivienda. Referentes Referentes

HQI-2006

Adaptación HQI Tesis de maestría

Indicadores Prodesa

Conexión servicios públicos

Impactos negativos

Ministerio de Desarrollo

INJAVIU

Contexto y servicios urbanos

Movilidad

Característica

Aspectos urbanos

Aspectos agrupación Implantación en el terreno

Orientación - clima

Parqueos y zonas comunes

Densidad - tamaño del lote individual

Dimensiones de los espacios

Relaciones de los espacios

Calidad de los espacios

• •

Aspectos de la unidad •

Crecimiento Ampliación

Acompañamiento posterior

Acabados y aspectos técnicos Acabados

Redes y conexiones

• •

Tabla 2. Valoración y ponderación por características Número de Característica

Proyectos no VIS

Proyectos VIS

indicadores analizados

Total puntos

Ponderación

Total puntos

Ponderación

Urbana

13

40

15%

40

15%

Agrupación/urbanización

35

121

20%

121

20%

Espacios privados

24

83

25%

83

25%

a. Crecimiento progresivo

10

n. a.

n. a.

48

20% 20%

b. Acabados

12

69

40%

69

Total

94

313

100%

361

[ 12 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co

65% 100%


Figura 3. Ubicación geográfica de la muestra de análisis. Fuente: Grupo GIV.

El ejercicio de definición de indicadores responde a las principales preguntas por la calidad de la ciudad, la agrupación y la unidad de vivienda, y la ponderación, a la relación que se consideró pertinente entre los tres grupos de componentes. Para el análisis se propone la observación directa de los proyectos de vivienda nueva en Bogotá y algunos municipios de la sabana, así como la recolección de la información apoyada en una metodología de recopilación y análisis de datos, que hace factible la ponderación y la comparación de los proyectos.13 La selección de la muestra de los 284 proyectos analizados a la fecha toma la información base de reportes de la firma Galería Inmobiliaria.14 De esta muestra, el 52% son VIS y el 48% no VIS, y por tipología el 64% son multifamiliares y el 36% unifamiliares.15

13 La metodología de análisis utiliza 94 indicadores que, según su pertinencia de aplicación por tipología, suman 313 o 361 puntos, correspondientes a un 100% de cumplimiento del estándar de calidad definido. Para el manejo de la información se diseñó una ficha de recolección de datos con información gráfica y alfanumérica, y una base de datos que permite sistematizar el análisis y evaluar los proyectos por tipo de proyecto y por tipología y compararlos según característica de análisis. 14 Entidad privada que adelanta reportes de la dinámica inmobiliaria en Bogotá y los municipios vecinos. Desde los reportes del Sistema de Información Gerencia Actualizado (SIGA) , se seleccionan los proyectos y se administra la información base para la muestra de proyectos. 15 Según información obtenida en la Dirección de Control de Vivienda de la Secretaría Distrital del Hábitat, durante ese mismo período en Bogotá se habían registrado para permiso de ventas 370 proyectos de la categoría VIS.

Tabla 3. Calidad de vivienda. Comportamiento de la muestra por períodos, tipos y tipología Período

Número de proyectos

Proyectos no VIS

Proyectos VIS

Unifamiliar

Multifamiliar

Unifamiliar

Multifamiliar

2006-2007

160

6

59

45

50

2008-2010

124

34

38

18

34

Total de proyectos

284

40

97

63

84

89,798

6,164

27,137

29,347

27,150

N/A

190,3

93,25

54,94

58,98

N/A

154

279

465

323

Total unidades de vivienda Promedio m unidad 2

Promedio tamaño proyecto (en unidades de vivienda)

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 13 ]


El panorama que presentan los resultados del análisis Los resultados del análisis son de dos tipos: la calidad de la ciudad en la que se inserta la oferta y la calidad de la agrupación y la vivienda. En cuanto a la primera, al ubicar la muestra geográficamente en el territorio de la ciudad se reconoce la oferta urbana bajo esta propuesta de indicadores, que se puede decir, depende de las decisiones colectivas (públicas y privadas) en relación con el desarrollo de la ciudad; y para la segunda, el cumplimiento de calidad en los componentes de agrupación y vivienda, responsabilidad y decisión del promotor del proyecto. Focalizando el análisis en los datos de VIS y comparándolos con la vivienda de interés prioritario VIP, los resultados son bien distintos: la calidad de lo urbano es similar en los dos casos: 65 y 62%, respectivamente. En la agrupación y espacios privados el llamado de atención es fuerte: en ninguna de las categorías se logra cumplir más allá del 45% las condiciones esperadas de calidad, y si se agrega para revisar el total del puntaje de calidad y se analiza por zonas urbanas en Bogotá y la sabana, el promedio general es de un 65,5% en no VIS y un 45% en VIS. Analizando la calidad de la vivienda de interés prioritario (VIP), la situación es más preocupante: en los proyectos VIP se obtiene un promedio de puntaje de calidad del 41,01%, estableciéndose las mayores deficiencias en los espacios privados. Los resultados de la medición confirman la hipótesis: la calidad disminuye en proporción al menor precio de la vivienda, es decir, se agudiza el problema para las familias más pobres, lo cual parece inadmisible desde la responsabilidad social del Estado. Sin duda se realizan esfuerzos por parte de los promotores privados comprometidos con este rango de vivienda de bajo costo. Se considera entonces necesario y pertinente llamar la atención con relación al tema de la calidad y la habitabilidad de este segmento de vivienda. Para ilustrar el análisis se seleccionaron cuatro proyectos VIP que permiten detallar la valoración por categoría en cada proyecto. Tabla 4. Proyectos VIP y VIS por período y tipología Período

VIP (entre 0 y 70 SMLM)

VIS (entre 70 y 135 SMLM)

Unifamiliar

Multifamiliar

Unifamiliar

Multifamiliar

2006-2007

21

5

24

45

2008-2010

9

0

9

34

Total proyectos

30

5

33

79

Total unidades

13.592

2.132

11.291

25.018

Tabla 5. Promedio de calidad total. Proyectos VIP por características Categoría

Promedio Total

Urbano

Agrupación

Espacios privados

Proyectos VIS

47,24%

65,51%

44,02%

45,19%

Proyectos VIP

41,01%

62,11%

41,17%

38,11%

[ 14 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co


Puntos / %

Variables condición del proyecto Distancia a servicios urbanos Parques, vías, equipamientos, comercio, rutas transporte público

31/36 86%

Distancia a impactos negativos (vecindarios sin consolidar, cuerpos de agua, industria)

2/4 50%

Característica

Localización

Porcentaje

83%

Figura 4. Características urbanas.

Puntos / %

Variables condición del proyecto Densidades

210 v/ha

Índices de ocupación

0,38

Parqueos/vivienda/visitantes

1/7 viviendas

Soleamiento

Oriente-occidente

Redes (subterranización)

Si

Visuales y servidumbres

20 m entre fachadas

Relaciones espaciales agrupación

Adecuadas

Característica

Agrupación

Porcentaje

93%

Figura 5. Características de agrupación.

Puntos / %

Variables condición del proyecto Dimensiones espaciales (lado menor y área)

13/15

Relaciones de áreas funcionales

3/3

Proporciones de áreas funcionales

7/12

Iluminación y ventilación

18/18

Acabados

15/69

Característica

Vivienda

Porcentaje

68%

Figura 6. Características de la vivienda.

Variables condición del proyecto

Puntos / %

Porcentaje de crecimiento sobre el área inicial (m ) 2

37,9%

Habitabilidad de la unidad en obra

Asistencia técnica en desarrollo progresivo

Número de etapas

3

Proporciones de áreas funcionales

9/9

Espacio múltiple

No

Fachada (2º piso)

Característica Porcentaje

Desarrollo progresivo 83%

Figura 7. Vivienda de interés prioritario de desarrollo progresivo.

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 15 ]


100 90 80 70 60 50

Promedio 43,2%

40 30 20 10 0

Suroriente

Suba

Suba Occidente

Occidente

Norte VIS

Sabana

Figura 8. Promedio puntaje calidad total de proyectos VIS por zonas urbanas.

Proyecto

Agrupación

Unidad

Imagen

Caso 1 Unifamiliar Bogotá

Caso 2 Unifamiliar Soacha

Caso 3 Multi familiar Bogotá

Caso 4 Unifamiliar Bogotá

Figura 9. Análisis de casos de vivienda de interés prioritario por características.

[ 16 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co

Calidad Puntaje total de calidad: 40% Cumplimiento de calidad por característica: Urbana, 40% Agrupación, 43% Espacios privados, 40%

Puntaje total de calidad: 42% Cumplimiento de calidad por característica: Urbana, 65% Agrupación, 42% Espacios privados, 40%

Puntaje total de calidad: 48% Cumplimiento de calidad por característica: Urbana, 80% Agrupación, 57% Espacios privados, 41%

Puntaje total de calidad: 43% Cumplimiento de calidad por característica: Urbana, 50% Agrupación, 35% Espacios privados, 31%


Figura 10. Urbanización El Caracol. CVP. Bogotá. Fotografía: Clemencia Escallón.

Figura 11. Agrupación Senderos de Funza. Prodesa. Funza. Fotografía: Óscar Prieto.

¿Cuáles son los retos? El cambio en el sector vivienda y hábitat en los últimos veinte años tiene aspectos positivos y negativos. En cuanto a lo positivo, la ley 9a de 1989 establece con claridad el tope del valor para la vivienda de interés social en 135 salarios mínimos legales mensuales (smlm) como el pertinente y necesario para dirigir la atención al déficit de vivienda, que hoy es la gestión cotidiana de la mayoría de las grandes promotoras y constructoras colombianas.16 Por otro lado, se reconoce la vinculación de una variedad de actores, no sólo del Estado central, como responsables; municipios y empresarios privados atienden en la actualidad con eficiencia este segmento de demanda. En cuanto a lo negativo, se reconocen dos grandes comportamientos en este rango de vivienda. Por una parte, no se ha generado el suelo urbano suficiente para los proyectos de vivienda y se ha excluido casi al 70% de las familias que presentan déficit de vivienda por cuanto no tienen la capacidad económica para acceder al tope VIS establecido; y por otro, quienes adquieren una vivienda VIS o VIP no obtienen un producto de calidad. Parecería que no es una elección tan libre y racional de mercado, porque la oferta de vivienda es muy restringida. Hoy, después de diecinueve años, es fácil reconocer que las iniciativas de la ley 3a de 1991, con la creación del Sistema Nacional de Vivienda y el subsidio directo a la demanda, no fueron las más acertadas para atender la problemática de vivienda de los más pobres. Pensar en hábitat y vivienda de calidad no puede hacerse sin vincular la exploración de otros componentes como la gestión del suelo urbano, la financiación, y los esquemas de gestión y producción. Cada componente tiene un actor responsable que lo impacta, pero ninguno asume de forma directa los resultados de calidad esperados para el conjunto, es decir, la calidad que espera poder disfrutar una familia en el entorno urbano y el de su vivienda.17 Y el único mecanismo de control o regulación que existe para vigilar la calidad de la vivienda son las normas urbanas de escala municipal, las cuales muchas veces dejan por fuera los aspectos que garantizan su calidad.

16 Velásquez, “Fuentes de desequilibrio en el mercado de vivienda de interés social”.

17 Barney, XX Bienal de Arquitectura, 256-261.

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 17 ]


Es evidente que muchos componentes y procesos de la vivienda se pueden privatizar, que los promotores privados son capaces de atender con eficiencia ciertos rangos de vivienda, y se perciben los avances en la atención de ese rango de demanda. Ahora, hay que reflexionar en la responsabilidad pública por la oferta para los más pobres, y esto es lo que interesa aquí. Parece que esta condición, tan compleja como necesaria, no es privatizable. Por último, el reto está en acordar cuál es la calidad de vivienda que queremos como sociedad, para que vivan las familias colombianas, particularmente las de menores ingresos. Claramente, no es decisión de un actor. Ni la academia, ni los promotores, ni los responsables de la política pública, ni los demandantes de vivienda, ni los usuarios en forma independiente, pueden aisladamente tomar esta decisión. Debe ser un acuerdo colectivo, donde lo deseable y lo factible se ponga sobre la mesa para la discusión. Hay que revisar la apuesta de cómo reducir el déficit cuantitativo de vivienda pensando siempre en la condición de calidad. Cantidad con calidad, es un gran reto. Las evidencias de estos primeros datos de medición de calidad obtenidos en el análisis aquí expuesto, con esta propuesta de medición, desde estos actores, muestran falencias grandes. Algunos dirán: esos no son los actores pertinentes, esos no son los indicadores, esas no son las ponderaciones… puede ser cierto, y de eso se trata, de iniciar con información desde dónde discutir, lo consideramos un avance. Generar información detallada, referida a la condición de funcionalidad de la ciudad y la espacialidad de las agrupaciones y la vivienda lo consideramos un reto desde el GIV y Prodesa y un aporte valioso para la construcción del acuerdo social sobre la calidad. Es seguramente lo que en otros ámbitos, como la Comisión del Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, se ha denominado el “manifiesto por el hábitat”. Deben existir escenarios e instrumentos que hagan más pública la información sobre la vivienda y la calidad de ésta, como lo puede llegar a ser una figura de Observatorio. Cualquier método que se decida estará bien si están todos los actores y si la información para la discusión se encuentra al alcance de todos. La propuesta que aquí se presenta, sumada a otros esfuerzos, pueden ser los primeros pasos para cumplir este ineludible reto.

Bibliografía Anzellini Fajardo, Stefano, “La arquitectura y la vivienda de interés social. Reflexiones hacia futuro”, en Vivienda social, miradas actuales a retos futuros, Bogotá, CEJA, 2003. Barney, Benjamin; Carvajal, Mauricio; De Portere, Karin; Escallón, Clemencia; Niño, Carlos, “El hábitat popular, cómo cambiar el paradigma”,

[ 18 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-19. http://dearq.uniandes.edu.co


en XX Bienal de Arquitectura, Bogotá: Sociedad Colombiana de Arquitectos, 2008. Echavarría, María Clara, “Ascensos y descensos en la vivienda: mirada desde Medellín”, Boletín del Instituto de la Vivienda, vol. 19, núm. 50, Santiago, Universidad de Chile, 2004. Disponible en: http://cdocs.minvu.cl/link. asp?xFLD=MAT&xTER=MEDELLIN (acceso marzo 20 de 2010). Ekambi-Schmidt, Jezabelle, La percepción del hábitat (versión en español de Justo G. Beramendi), Barcelona: Gili, 1974. Gehl, Jan, La humanización del espacio urbano: la vida social entre los edificios, Barcelona: Reverté, 2006. Grupo de Investigación Gestión de Vivienda (GIV) - Prodesa S. A., Informes mensuales 2006-2010, Bogotá: Universidad de los Andes, 2010. Lynch, Kevin. Administración del paisaje. Traducción de Rodrigo Cortés. Bogotá: Grupo Editorial Norma, 1992. Saldarriaga, Alberto. “Percepciones del problema de la vivienda en Colombia en el siglo XX”, en Vivienda social, miradas actuales a retos futuros. Bogotá: CEJA, 2003. Disponible en: http://www.homesandcommunities.co.uk/hqi (acceso abril 5 de 2010). Prodesa S.A. “Estudio de precio beneficio” en Documento de trabajo. Bogotá: 2006. Silva Tellez, Armando. Bogotá Imaginada. Bogotá: Taurus, 2003. Tarchópulos, Doris y Ceballos, Olga Lucía. Calidad de la vivienda dirigida a sectores de bajos ingresos en Bogotá. Bogotá: Injaviu, 2003. Velásquez, Manuela. “Fuentes de desequilibrio en el mercado de vivienda de interés social: el caso colombiano”, tesis de magíster en Economía, Bogotá, Universidad de los Andes, 2010.

Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez  [ 19 ]


Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires Un análisis del Plan Federal de Viviendas desde la perspectiva de los receptores Perceiving new urban spaces in Buenos Aires. An analysis of the Federal Housing Plan, from the users’ perspective Recibido: 15 de marzo de 2010. Aprobado: 19 de mayo de 2010.

María Cristina Cravino

Investigadora docente del Instituto del Conurbano, Universidad Nacional del General Sarmiento, San Miguel, Argentina. Licenciada en Ciencias Antropológicas, Universidad de Buenos Aires, Maestría en Administración Pública, Instituto Nacional de Administración Pública, Argentina y doctoranda en Antropología, Universidad de Buenos Aires. Trabaja en temas de política social y asentamientos urbanos. ccravino@ungs.edu.ar

Resumen El presente artículo presenta resultados de un proyecto de investigación finalizado, enfocado en los nuevos barrios del Programa Federal de Construcción de Viviendas en el Gran Buenos Aires, Argentina. Se propone un análisis de la política habitacional basado en la percepción de los receptores de los programas sobre su vivienda, su barrio y el entorno urbano. Se parte de la perspectiva teórica del hábitat, en particular desde los aportes de Bourdieu, quien plantea una perspectiva analítica de relacionamiento entre la estructura social y la espacial. La metodología utilizada para el trabajo fue el análisis de fuentes secundarias (documentos producidos por el Estado o planillas de resultados), encuestas, entrevistas a vecinos y focus groups aplicados en varios barrios y municipios de Buenos Aires. Se complementó con un estudio georreferenciado de las intervenciones estatales en cuestión de la vivienda en la zona seleccionada. La organización del artículo es la siguiente: en primer lugar se caracteriza el programa habitacional en estudio y luego las percepciones de los vecinos en torno a las escalas del habitar. Palabras clave: política habitacional, percepción de los usuarios, área metropolitana de Buenos Aires. Abstract This paper presents the results of a finalized research project, focusing on the neighbourhoods belonging to the Federal Housing Construction Programme in Greater Buenos Aires. An analysis of the housing policies is proposed, the users’ opinions of their housing, neighbourhood and urban environment, as a central point. Our starting point is the theoretical perspective of the living space, in particular by the contributions made by Bourdieu, who set out an analytical perspective of the relationship between the social and spatial structures. The methodology used was based on an analysis of secondary sources (State documents or results tables), surveys, interviews and focus groups in some neighborhoods and municipalities in Buenos Aires. The analysis was complemented with a georeferenced study of State interventions regarding housing in the selected areas. The paper is organised as follows: firstly, the housing programme in question is characterised, and this is followed by a recording of the inhabitants’ opinions of the scale of living. Keywords: housing policy, users’ opinions, metropolitan area of Buenos Aires.

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Argentina sufrió una crisis económica que estalló en diciembre del 2001 y que fue consecuencia de la cruda aplicación en el país de las recetas neoliberales durante la década de los noventa. Luego de sucesivos gobiernos, con la asunción de Néstor Kirchner como presidente se impulsaron las políticas anticíclicas de tipo keynesiano. Esto, a diferencia de otros países latinoamericanos que continuaban condicionados por las recetas del Consenso de Washington, implicó mantener el paradigma de la provisión estatal de viviendas “llave en mano”, es decir, subsidio a la oferta y no a la demanda. Se asume entonces que se está muy lejos del modelo emblemático en nuestra región, el chileno.1 El área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) comprende la ciudad de Buenos Aires –capital de la República– y 24 municipios que la rodean. Este aglomerado urbano albergaba en el 2001 una población de más de once millones de personas. Desde el punto de vista políticoadministrativo, la ciudad de Buenos Aires es autónoma desde 1996 y tiene un estatus similar al de una provincia, mientras que los 24 municipios del conurbano bonaerense pertenecen a la provincia de Buenos Aires, que cuenta con un total 134 municipios. La ciudad de Buenos Aires funciona como el centro de la región (allí afluyen diariamente varios millones de habitantes del conurbano a trabajar, estudiar o realizar otras actividades) aunque es posible detectar otras centralidades en la región, algunas incluso por fuera del área. Si se tiene en cuenta que al 2001 se registraban en el AMBA 3.665.365 hogares, un 19,4% de ellos tenían problemas habitacionales y más de un 10% se ubicaba en asentamientos informales.2 El presente artículo presenta resultados de un proyecto de investigación finalizado3 y hace foco en el análisis de la política habitacional iniciado en el 2004, y toma como eje la percepción de los receptores de los programas en tres escalas del habitar: vivienda, barrio y entorno urbano. La metodología utilizada incluyó la aplicación de encuestas en tres barrios ubicados en tres municipios (Florencio Varela, Esteban Echeverria y José C. Paz), de focus groups4 y de entrevistas a vecinos en dichos barrios, a los que se sumó uno en el municipio de Moreno (donde no se pudo realizar la encuesta).

El punto de partida teórico: efectos de lugar en el Gran Buenos Aires

1 Rodríguez y Sugranyes, Lo con techo. Un desafío para la política de vivienda social.

2 Cravino, Los mil barrios (in)formales.

3 Hábitat y programas públicos de inclusión social en el área metropolitana de Buenos Aires (2003-2009). Su implementación y las condiciones sociales, urbanas y ambientales en el territorio, dirigido por la autora de este artículo y que obtuviera financiamiento del ANPCYT (proyecto 25.494). El proyecto estuvo radicado en el Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. 4 El trabajo de campo para la línea de investigación de los focus groups del proyecto fue realizado junto a Juan Pablo del Río, María Ignacia Graham y Omar Varela.

Desde las ciencias sociales cada vez cobra más relevancia teóricometodológica la perspectiva que recupera la construcción social del espacio. Autores como Harvey, Soja, Lefebvre o Bourdieu han hecho grandes aportes en esa línea. En este artículo partimos de los trabajos de Pierre Bourdieu, en especial del que lleva por título “Efectos de lugar” (1999) publicado en su libro La miseria del mundo. Allí afirma: “sólo es posible romper con las falsas evidencias y los errores inscrip-

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5 Bourdieu, La miseria del mundo, 119.

6 Boils Morales, Pobreza, desigualdad y exclusión social.

7 Bourdieu, óp. cit. 119.

tos en el pensamiento sustancialista de los lugares si se efectúa un análisis riguroso de las relaciones entre las estructuras del espacio social y las del espacio físico”.5 Esto constituye una fuerte crítica al paradigma racionalista de la arquitectura, que tenía como supuesto implícito que un orden físico iba a implicar o traer aparejado un orden social. Es decir, el lugar de la planificación urbana era la de garantizar una estructura funcional a la ciudad, ya que los procesos sociales se tendrían que amoldar al ordenamiento territorial propuesto.6 Sin embargo, como veremos el espacio vivido, tal como lo plantea Henri Lefebvre (1978), abre pistas para analizar cómo juegan los actores sociales en la construcción del espacio urbano. Siguiendo a Bourdieu7 “el lugar puede definirse decididamente como el punto del espacio físico en que están situados, “tienen lugar”, existen, un agente o una cosa. Vale decir, ya sea como localización, ya, desde un punto de vista relacional, como posición, rango en un orden”. Esto nos permite una caja de herramientas teóricas para analizar el lugar que ocupan en la ciudad los barrios construidos por el Plan Federal de Viviendas y las implicaciones y percepciones que tienen para los habitantes su localización, su organización interna y las características de las viviendas. A la vez, cómo se constituyen estos barrios en un espacio vivido, habitado y valorado. Es decir, jamás se trata de un espacio neutro o una localización neutra, sino por el contrario sostenemos que es valorado diferencialmente.

El Plan Federal de Viviendas El llamado Plan Federal de Viviendas surge a finales del 2003, a partir del recambio de gobierno y del inicio de la presidencia de Néstor Kirchner, y contiene en sí mismo un paquete de programas habitacionales de diferentes características. Todos tienen una intencionalidad neokeynesiana, como salida a la crisis estructural argentina, producto de la aplicación cruda de un programa neoliberal (derivado del Consenso de Washington). Inicialmente se mostraba un apoyo a las formas cooperativas, pero rápidamente se apostó al llamado “empleado genuino” por medio de la incorporación de importantes porcentajes de desocupados a la empresas constructoras privadas, que producirían viviendas en una escala intermedia bajo la modalidad de licitación de obras públicas y con tecnologías y mano de obra intensivas (es decir, más cercana a las formas artesanales que a las industriales). Con fondos nacionales producto del desarrollo macroeconómico del país se montó el Plan Federal de Viviendas (PFV), (etapas I y II), que se desarrolla de forma paralela al Sistema Nacional de Vivienda (Fonavi), con fondos coparticipables a las provincias, quienes ejecutan las viviendas por medio de los institutos provinciales de viviendas. Sin embargo, la mayoría de los casos los actores ejecutores del PFV fueron los mismos que el Fonavi. No obstante, dentro el AMBA, en el conurbano bonaerense (dependiente de la provincia de Buenos Aires), los actores implementadores de las intervenciones habitacionales pasa-

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ron a ser los municipios, teniendo entonces el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires (IPVBA) a un papel complementario como controlador de la normativa, coordinación de las acciones de provisión de infraestructura y ejecutor de algunos programas complementarios de infraestructura. Dado que la distribución de cupos de viviendas y mejoramientos fue gestionada directamente desde el Ministerio de Planificación Federal, algunos autores se refieren a este proceso como recentralización.8 En este artículo no se considera apropiado el término, ya que si bien los fondos son administrados directamente desde el gobierno central, tanto la elaboración de los proyectos como su ejecución (licitaciones, búsqueda de suelo, etc.) tienen como actores centrales a los municipios. Por lo tanto, la calidad de los barrios producidos tiene estrecha relación con las intervenciones de los gobiernos locales y su capacidad de negociación con otros sectores (empresas de servicios, gobierno provincial, usuarios, ONG, etc.) y su política urbana, en el marco de restricciones establecidas en el ámbito nacional (montos, metros cuadrados por unidad, etc.). En el caso del AMBA, parece más apropiado hacer referencia a una descentralización controlada.9 Para analizar las intervenciones habitacionales, éstas se deben clasificar en cuatro grandes líneas: • Construcción de vivienda nueva en agrupamientos barriales nuevos. La vivienda debía ser unifamiliar con una superficie cubierta de 44 a 49 m2 y se requería de la provisión de los servicios básicos. Dada la dificultad de encontrar tierra vacante acorde, la mayoría de las intervenciones se ejecutaron en el llamado segundo cordón del conurbano (es decir, en la zona más alejada del centro).

8 Rodríguez,, Políticas de hábitat.

9 Esto tiene relación directa con la capacidad de negociación de cada municipio con el Gobierno nacional para firmar convenios de implementación de los diferentes programas. La mayoría de los gobiernos municipales son del mismo color político que el Gobierno nacional (Partido Justicialista), sin embargo, tanto las distintas facciones del partido gobernante como las alianzas de aquellos que no son justicialistas son centrales para la obtención de cupos de viviendas o mejoramientos.

Este programa asumía la crítica a los conjuntos habitacionales en altura, que generaban viviendas imposibles de ampliar, con dificultades para mantener los servicios comunes (p. ej. los ascensores o las cañerías) en algunos casos por el costo y, en otros, por la complejidad que implica conformar consorcios, así como la insatisfacción de los usuarios.

• Intervención integral en asentamientos informales (villas y asentamientos).10 Esta acción implicó un reconocimiento histórico a barrios precarios de muchos años de existencia y en los que habían sido escasas las intervenciones públicas y no muy exitosas. En este programa no hay límite para la superficie cubierta por unidad, ya que se debía adaptar a las necesidades de las familias usuarias (por lo general numerosas) y también debían tener provisión de infraestructura básica. La modalidad de construcción se realiza por medio de empresas privadas. A su vez, se continúa con el Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba) que cuenta con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se caracteriza por intervenir integralmente en barrios precarios.

10 De acuerdo con un relevamiento llevado a cabo en la Universidad Nacional de General Sarmiento, existen 819 asentamientos informales fehacientemente registrados. Para ampliar sobre el tema y las diferencias entre las tipologias de “villas” y “asentamientos” ver Cravino (2008).

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• Mejoramientos habitacionales. Esta es, sin duda, la mayor innovación en las prácticas estatales, ya que no existían antecedentes de mejoramiento del parque habitacional construido y deficitario. • Provisión de viviendas por cooperativas. Con esta iniciativa se buscaba la reactivación de la economía y bajar las tasas de desocupación. Existen dos modalidades de implementación: por medio de organizaciones sociales o de municipios. Tuvo una dificultad relevante en cuanto al escaso acompañamiento organizativo y de gestión por parte del Estado a este tipo de iniciativas.

11 De acuerdo con el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Publica y Servicios, del nivel federal (www.vivienda.gov.ar) esta iniciativa en su fase I crearía 360.000 puestos de trabajo en el país (240.000 de forma directa y el resto de forma indirecta). Esto es, tres puestos por cada vivienda, dado que se utilizan formas de producción tradicionales en la región, más del tipo artesanal que industrializado. 12 Se proponían 55 m 2 para todo el país, con excepción de la Patagonia donde la superficie sería de 60 m 2.

Un elemento que se debe resaltar es la envergadura de las intervenciones planteadas en estas cuatro modalidades, que si bien están alejadas del déficit (centrado en la vivienda), también lo están del promedio histórico de la acción pública en el AMBA, que ascendía a 39.856 unidades construidas en el Gran Buenos Aires entre 1976 y el 2003. Es decir, se propuso construir en dos años algo menos que lo construido en 28 años en la zona. El Plan Federal de Construcción de Viviendas se proponía cambiar radicalmente la situación habitacional del país, pero en particular tendría un fuerte impacto en el AMBA.11 Allí se proponían cupos: 33.000 viviendas nuevas para el gran Buenos Aires y 5000 para la ciudad de Buenos Aires, de un total de 120.000 para todo el país. Ésta se trataba de la fase I, que se realizaría en dos años. Aun cuando no se terminó de ejecutar en el año 2006 se anunció la fase II que comenzó a implementarse superpuestamente con un número de 300.000 (ampliando levemente la superficie de las viviendas)12 para todo el país. En el Gran Buenos Aires, grosso modo se han cumplido las metas (con cierto atraso). No sucedió lo mismo en la ciudad de Buenos Aires, que muestra importantes incumplimientos en las metas. Se observa una fuerte heterogeneidad de situaciones locales y desempeño de los gobiernos locales dentro del AMBA, tomando como unidades a los distintos municipios y programas que aquí no analizaremos. Como indicamos en la introducción, en este artículo sólo nos ocuparemos de los conjuntos habitacionales unifamiliares o en dúplex de la tipología vivienda con tierra urbana (TPU) y viviendas en acuerdos con municipios, donde este último provee la tierra y las empresas privadas constructoras privadas desarrollarían las viviendas. Como ya se indicó, los conjuntos habitacionales fueron implantados en el segundo cordón del conurbano. En el primer cordón (contiguo a la ciudad capital) hay predios vacíos, pero no estaban disponibles en el mercado o los que son de propiedad estatal tampoco fueron otorgados para la provisión de viviendas. Esto último evidencia problemas de coordinación entre las distintas agencias estatales. La asignación de las viviendas, en la mayoría de los municipios, respondió a la demanda dispersa, siguiendo el modelo Fonavi. Algunos municipios fijaron prioridades (matrimonios jóvenes, familias con muchos hijos o con hijos discapacitados o enfermos crónicos, madres solas a cargo de hijos, ex combatientes de la guerra de Malvinas, etc.),

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otros establecieron un listado único con puntajes y otros no explicitan claramente su modalidad de asignación. Este es un punto crítico, ya que siembra una sombra de dudas en muchos distritos sobre la redistribución de las viviendas. No obstante, los vecinos entrevistados en los barrios seleccionados se encontraban previamente en situación de desalojo, en viviendas muy precarias, inundables y otros vivían en alquiler o en casas prestadas o compartidas. En las entrevistas grupales fue recurrente la mención de asignaciones espurias, es decir, por contactos políticos, sin embargo, estas situaciones aparecen claramente en porcentajes muy minoritarios. En algunos casos, los vínculos políticos hicieron que las viviendas fueran asignadas, de todas formas, a familias con necesidades habitacionales críticas.

La percepción de los vecinos sobre su casa, su barrio y el entorno La localización está estrechamente vinculada al mercado del suelo. Al tener que comprar las empresas constructoras el suelo, éstas siempre van a buscar el más barato y, por regla general, el más económico se encuentra en las zonas más alejadas de las centralidades urbanas. Esto es similar a lo que sucede en muchas ciudades de América Latina,13 con lo que se crea un círculo vicioso de mayores ganancias para las empresas y peores condiciones de localización para los habitantes. Siguiendo a Bourdieu14 la estructura del espacio se manifiesta en las formas de oposiciones espaciales, donde se da la simbolización espontánea del espacio social. En la sociedad jerarquizada, no hay espacio que no esté jerarquizado. Por esto, los barrios del Plan Federal de Viviendas llevan denominaciones que no responden al nombre que se les otorgó, por el contrario, fueron mencionados como “el barrio de las casitas”, “el barrio nuevo”, “el barrio del plan federal”, mostrando una distancia social con el resto de la ciudad, además de, en muchos casos, la distancia geográfica respecto del centro del municipio. Es decir, estos barrios nuevos comienzan por el lugar de estatus más bajo en el orden urbano.

13 Boils Morales, óp. cit.

14 Bourdieu, óp. cit.

Una primera jerarquización espontánea es la clasificación binaria entre centro y periferia, a partir de las cualidades urbanas, sociales y de estatus de cada una de las zonas de la ciudad. Estos barrios claramente representan la periferia, el borde la ciudad. De hecho un análisis geográfico muestra que fueron construidos en los “vacíos” que rodeaban al espacio urbanizado, lo que implicó, en algunos casos, que predios que constituían una zona rural necesitaran que el municipio cambiara la zonificación a zona urbana. Los vecinos en las entrevistas grupales relataron que los “remises” (automóviles similares a taxis que son coordinados en un local comercial) no querían ingresar a los barrios por temor a ser asaltados. Esto implica que de partida se construyen en el imaginario social como barrios estigmatizados. Coincidimos con Bourdieu (1999: 126) en que “el barrio estigmatizado degrada simbólicamente a quien[es] lo habitan, los cuales, a cambio, hace[n] lo mismo con

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él, ya que al estar privados de todas las cartas de triunfo necesarias para participar en los diferentes juegos sociales, no comparten sino su común ex comunión”. En muchos casos, el transporte público de pasajeros (colectivos) no cubre servicios nocturnos (tener en cuenta que un 64% de los que viajan lo hacen por este medio, de acuerdo con la propia encuesta). Sin embargo, desde la mudanza de los vecinos al barrio hasta la actualidad (dos años en promedio en los barrios analizados) se han evidenciado mejoras, en cuanto a la modificación de los recorridos o la frecuencia de los servicios y, en algunos casos, el asfalto de las calles que antes de la construcción del barrio eran de tierra e intransitables. De la encuesta se desprende que un 50% consideraba que la relación costo-transporte era mejor en su anterior localización que en la actual, sólo un 13% peor y por lo tanto ahora estaba mejor, y un 37% la consideraba igual. Esta primera percepción de periferia es asumida por los vecinos, y surge de las entrevistas y de las encuestas. Los relatos de las dificultades iniciales de transporte, de acceso a las escuelas o centros de salud lo evidencian. Algunas de estas dificultades persisten. Pudimos comprobar la hipótesis que afirmaba que los vecinos valoraban decrecientemente las escalas del habitar, desde la más cercana a la más lejana, esto es, su casa, su barrio y su entorno. La valorización de la casa es alta (aun a pesar de las deficiencias constructivas), medianamente alta en el barrio y polarizada en el entorno. Esta percepción se expresa claramente en que el 56% de los vecinos cree que su actual localización no favorece su ubicación laboral. El 45% cree que falta equipamiento e infraestructura, lo que expresa claramente la ausencia de elementos que constituyen la ciudad y la igualdad de oportunidades.

15 Se debe tener en cuenta que los encuestados consideraban que un 52% de los vecinos del entorno estaban en su misma condición social, es decir, en el mismo lugar que ellos en la estructura social.

Una cuestión común a todos los barrios analizados fue la desconfianza mutua entre los vecinos de los barrios nuevos y su entorno. Los vecinos del entorno clasificaban a los nuevos vecinos de dos formas: por un lado, como “villeros” (habitantes de asentamientos precarios) o “delincuentes” y, por el otro, como “privilegiados” (por haber recibido las viviendas, en muchos casos consideradas inmerecidamente).15 Hubo claramente desfases entre la construcción de las viviendas y la provisión de infraestructura social (centros de salud y escuelas), lo que provocó que rápidamente los establecimientos educativos y de salud se vieran desbordados por los nuevos usuarios. Esto acentuó el rechazo de los vecinos del entorno hacia los nuevos. Se escucharon relatos tales como que “el clima de la escuela cambió, antes los chicos eran todos tranquilos, ahora vienen armados”. Por parte de los receptores de viviendas se sostuvo “en algunos casos no nos dejaron anotar [a] los chicos en las escuelas cercanas y tuvimos que recurrir a otras o seguir mandándolos a donde antes iban, aunque ahora nos quede alejado”. Este fue uno de los motivos por los cuales algunos habitantes tenían una valoración negativa del barrio nuevo y una valoración positiva de la localización anterior. En relación con el futuro del barrio, cuando los vecinos fueron interrogados en los grupos focales, algunos apostaban a que con el tiempo el barrio iba a adquirir las características de centralidad urbana

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(“de a poco hay escuelas, centros de salud, supermercados, remiserias, etc.”) y otros consideraban que lo que deparaba el futuro era una decadencia y degradación del lugar. Merece resaltarse que de acuerdo con la encuesta, un 97% no creía que los vecinos tuvieran “espíritu de progreso” y un 93% no observaba solidaridad ni buena vecindad. Con relación al barrio, un elemento central son las relaciones de vecindad. En cuanto a éstas, las opiniones de los vecinos fueron muy diversas y se detectaron zonificaciones del espacio vivido, apropiado, dentro del barrio, es decir, nuevas clasificaciones espaciales. Se valoraba positivamente la zona más cercana, mientras que otras del mismo barrio se constituían en lugares peligrosos o que merecían desconfianza. Los vecinos se categorizan entre ellos, en buena medida, en función del cuidado de su casa, su vereda o su calle. En un barrio se encontró que los vecinos se autoorganizaban en zonas y en una ocasión lograron que las viviendas desocupadas fueran otorgadas a quienes “realmente las necesitaban” o, en otras palabras, a quienes “realmente las merecían” porque además de la necesidad mantenían buenas relaciones con ellos y “buenas costumbres” que justificaban su defensa. Algunos de los conflictos suscitados, pero no de manera mayoritaria, entre los nuevos vecinos, fueron la presencia de delincuentes (que en algunos casos fueron expulsados de los barrios mediante reclamos al municipio y, en otros, no fue posible), música con volumen alto (algunas veces se lograron acuerdos y otras no), automóviles que pasan a mucha velocidad los fines de semana y grupos de adolescentes que se reúnen en las esquinas y “se drogan”. En ocasiones, se organizaban para cuidar las calles, las plazas y otros lugares públicos (inclusive colaborando con aportes monetarios para el mantenimiento) y lo que les sucede a los jóvenes y, por ejemplo, con relación a los automóviles se hicieron pequeñas zanjas que evitaran altas velocidades. En otros casos, los entrevistados se mostraban contentos con sus nuevos vecinos, con los que hicieron amistad y fomentaron el mutuo cuidado de sus hijos. No podemos dejar de asociar estas dificultades en la construcción de una sociabilidad barrial entre los vecinos con la nula participación de los usuarios en las definiciones del proyecto urbano del barrio, de la vivienda y en relación con la localización del conjunto. Un punto crítico para la vida cotidiana es la provisión de alimentos (de acuerdo con la encuesta el 48% compra en el mismo barrio). Por normativa está prohibido que allí se instalen comercios minoristas. Sin embargo, como indicamos, al estar ubicados por lo general en zonas de borde, y ante la falta de empleo de algunas familias, se instalaron quioscos, pequeños almacenes, verdulerías, carnicerías, pizzerías o panaderías, etcétera, en las mismas viviendas o en locales construidos en el jardín. Esto permite una provisión cercana, aunque, por lo general, a precios superiores a los grandes comercios (ubicados a mayor distancia geográfica) y evidencia las dificultades de la planificación urbana excluyente entre los espacios de la residencia y los espacios de la producción.

Figuras 1, 2 y 3. Viviendas del Plan Federal. Fotografías: María Cristina Cravino.

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16 Los municipios han podido resolver rápidamente la inclusión del servicio de recolección de residuos sólidos domiciliarios en estos nuevos barrios, ya que el 82% de los encuestados consideraba que era bueno.

En cuanto a las demandas de mejoramiento del barrio,16 algunos municipios han impulsado organizaciones barriales ex post y otros la dejaron librada a la capacidad de los vecinos. Así, en algunos casos, los entrevistados nos mencionaron la firma de petitorios al municipio, elección de delegados, la conformación de sociedades de fomento que implicaban el planteo de reivindicaciones al estado local en cuanto al mejoramiento de los barrios. Con respecto a la calidad de la vivienda, desde el punto de vista de los usuarios se han escuchado reclamos por algunos problemas en las terminaciones (18% de los encuestados afirmaba que estaban mal) o instalaciones, aunque su grado de aceptación depende de las tipologías. En algunos casos, los municipios han exigido los arreglos en los “vicios de obra”, y en otros, no se ha seguido de cerca el desempeño de las empresas constructoras privadas y el arreglo quedó en manos de los usuarios. Las recurrentes deficiencias en las instalaciones eléctricas y sanitarias (así como en algunos techos) ponen en evidencia la mala calidad de los materiales y la baja calificación de la mano de obra utilizada. Incluso en un caso, los vecinos sostienen que algunos problemas surgen del sabotaje de los empleados de la empresa constructora ante el incumplimiento en el pago de los salarios.

17 Un 42% de los encuestados afirmaba que debía ampliar su vivienda.

De acuerdo con la capacidad económica de cada familia se da su ampliación, ya que cuentan con espacio libre para hacerlo. El jardín y el fondo son altamente valorados como espacio para los chicos o justamente para ampliar la vivienda.17 Los pequeños cambios observados como por ejemplo pintar el tanque de agua con los colores del equipo de fútbol preferido o el color de la casa evidencia la búsqueda de salida de la uniformidad (y por lo tanto, el anonimato) de las construcciones. En otros casos hubo insatisfacción por el tamaño de la vivienda (44 m2). Esto se explica en que una de las deficiencias en el diseño del programa en análisis, fue que no se construyeron viviendas más grandes para las familias numerosas, lo que hizo que el Estado generara condiciones de hacinamiento (esto no sucedió en el Subprograma de Urbanización de Villas). Una vez más, cabe señalar la falta de participación de los usuarios respecto a la tipología. Un punto de crítica común en los entrevistados fue que en todos los casos no les agradaba que se tratara de viviendas apareadas, por lo cual se escuchan situaciones de “intimidades ajenas”. Esto les resultaba muy molesto. Es decir, la casa es considerada como el lugar de la privacidad y cuando ésta se pierde, la vivienda pierde el valor simbólico que debería tener como espacio privado diferenciado del público. En algún caso, la tipología también hace que los ventanales se encuentren enfrentados y, por lo tanto, visibles hasta que los vecinos logren construir la medianera. Por la escasa capacidad de ahorro de las familias esto puede demorarse años y, así, se convierte en otro motivo de pérdida de privacidad o intimidad.

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Las capacidades económicas de los receptores no sólo se evidencian en la posibilidad de construir las medianeras, ya que son entregadas sin ellas, sino en la nueva pintura para diferenciar su casa del resto del barrio, los portones, las rejas, las galerías, las flores y árboles en los jardines y las ampliaciones que, en algunos casos, son notorias.

Reflexiones finales Bourdieu afirma que […] el espacio social reificado (vale decir, físicamente realizado u objetivado) se presenta, en consecuencia, como la distribución en el espacio físico de diferentes especies de bienes y servicios y también de agentes individuales y grupos localizados físicamente (en tanto cuerpos vinculados a un lugar permanente) y provistos de oportunidades más o menos importantes de apropiación de esos bienes y servicios (en función de su capital y también de la distancia física con respecto a esos bienes, que depende igualmente de aquél). En la relación entre la distribución de los agentes y la distribución de los bienes en espacio se define el valor de las diferentes regiones del espacio social reificado.18

18 Bourdieu, óp. cit, 120.

A partir del trabajo de campo realizado podemos decir que se distribuyeron viviendas, pero las externalidades urbanas relevantes para las oportunidades sociales se demoraron y esto genera una apropiación desigual de la ciudad. A partir del análisis de los datos relevados acerca de la percepción de los vecinos de las viviendas de interés social del Plan Federal, encontramos que mudarse a esos barrios implicaba para ellos la posesión de un capital locacional19 devaluado. Sin embargo, creemos que esto puede ser evitado o revertido con la intervención del Estado. En primer lugar, a partir de la regulación del mercado del suelo o imponiendo mejores condiciones para la localización de los nuevos barrios. En segundo lugar, coordinando la provisión de equipamiento social (centros educativos y de salud), con la mudanza. También, dando relevancia a los espacios para la recreación, la cualificación de los espacios públicos (las plazas se encontraban totalmente degradadas o vacías) y con herramientas de acercamiento social entre los vecinos del entorno y los recién llegados, e inclusive entre los propios habitantes del conjunto. En la sociabilidad barrial consolidada ser reconocidos por los vecinos era un elemento de nostalgia de la localización anterior, de su capital locacional. Como síntesis de esa imagen, un vecino nos dijo “yo querría tener esta casa pero en el barrio donde vivía”. En muchos casos, en el barrio de origen dejan a sus familiares (padres, hermanos, etc.) que son fundamentales en las redes de reciprocidad de los sectores populares.20 De todas formas, los receptores valoran en un 87% tener vivienda propia (el 62% vivía previamente en una casa prestada o compartida, el 5% vivía en un asentamiento precario, un 20% alquilaba y el 6% tenía otra propiedad). No obstante señalan, como hemos indicado, fuertes deficiencias en las externalidades urbanas,

19 Abramo, A cidade da informalidade.

20 Lomintz, Cómo sobreviven los marginados.

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Figura 4. Viviendas del Plan Federal. Fotografía: María Cristina Cravino.

que constituyen la esencia de una ciudad y del derecho ciudadano, así como falencias en las viviendas entregadas, que pueden ser evitadas con un mayor control a las empresas y, a su vez, el Estado debe facilitar el desarrollo de las nuevas relaciones sociales que genera en los barrios. Además, sostenemos que se debe cambiar el paradigma de separación entre los espacios residenciales y productivos. En contextos de crisis, los sectores populares desarrollan muchas actividades informales (un 12% según la encuesta) en su misma vivienda. Esto debe ser contemplado en los planes de vivienda. Lógicamente, permitiendo sólo aquellas actividades que no tengan impacto en la salud de los habitantes, en lugar de punirlas. En ese sentido, incorporar la participación de los usuarios en el diseño, gestión y evaluación de los programas, tal como surge de los aprendizajes de múltiples experiencias en América Latina. Con esto queremos resaltar la importancia de la localización y las externalidades urbanas en el momento de diseñar un nuevo barrio. Hacer ciudad no es agregar más casas y calles, sino que el equipamiento y las formas de relacionamiento barriales son centrales para quitar las etiquetas del estigma de los barrios de viviendas de interés social y para generar lugares de mayores oportunidades y trayectorias sociales de ascenso. Es decir, conciliar la política habitacional con la urbana y el desarrollo local.

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Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. María Cristina Cravino  [ 31 ]


Calidad de hábitat y responsabilidad profesional Conformación y gestiones de la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Housing quality and professional responsibility. Make up and procedures of the Colombian Society of Architects’ Housing Quality Commission Recibido: 26 de marzo de 2010. Aprobado: 7 de mayo de 2010.

María Carrizosa Bermúdez

Arquitecta y filósofa egresada de la Universidad de los Andes. Subdirectora de Fomento del Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares, Bogotá, Colombia. mariacarrizosa@gmail.com

Resumen El presente texto documenta el proceso adelantado por la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos entre los años 2008 y 2009, relacionado con la reflexión sobre el tema de la calidad de hábitat urbano en proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS). El artículo consta de tres secciones. En la primera se explica la conformación y propósitos misionales de la Comisión Calidad de Hábitat. En la segunda, se describe un ejercicio investigativo realizado por la Universidad de La Salle, por encargo de esta Comisión. En la última parte se plantean algunas observaciones y recomendaciones generales que generó esta experiencia, como la necesidad de sintonizar el lenguaje analítico de la arquitectura al lenguaje estadístico del diseño de políticas, para poder ejercer de manera más contundente la responsabilidad social profesional. Palabras clave: calidad de hábitat, responsabilidad social profesional, asociación profesional. Abstract The present paper documents the process set forth by the Society of Colombian Architects’ Housing Quality Commission in 2008 and 2009, regarding considerations around quality in low-income housing projects. The paper is divided into three parts. The first one explains how the Housing Quality Commission was structured and what its mission and purposes are. The second part briefly describes a research exercise ordered by the commission and undertaken by La Salle University. In the last part, some general observations and recommendations generated by this experience are presented, such as the need to harmonize the analytical language of architecture with the statistical language used when designing policies, in order to exercise the professional social responsibility in a more forceful fashion. Keywords: housing quality, social professional responsibility, professional association.

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Cooperar para el progreso de estas profesiones, mediante el intercambio de informaciones sobre sus conocimientos, y contribuyendo con su trabajo a favor de las asociaciones, sociedades, instituciones de educación superior y demás órganos de divulgación técnica y científica. Código de Ética para el ejercicio de la arquitectura y sus profesiones auxiliares, Ley 435 de 1998, art. 17, lit. d)

Comisión Calidad de Hábitat Diseño, del italiano disegno, viene de la palabra “designio”, que es un propósito del entendimiento aceptado por la voluntad. El buen diseño, tanto verbo como sustantivo, tiene el poder de afectar positivamente a las comunidades de manera silenciosa y permanente, influenciando sus impresiones y comportamientos. Para los arquitectos, este poder es una certeza inequívoca, es un patrimonio propio de la profesión que, a pesar de no poderse contabilizar, se profesa. Los espacios bien diseñados mejoran la calidad de vida de quienes los habitan: reducen la pobreza al garantizar el acceso a servicios públicos básicos, mejoran la convivencia al generar o formalizar espacios de encuentro, aportan a la inclusión ciudadana al mitigar los efectos de la urbanización informal. Tal potestad inspira a cientos de profesionales en arquitectura, de los casi dos mil que se gradúan anualmente en el país. Conocer esta capacidad y simultáneamente constatar graves deficiencias en la calidad de hábitat para la población de escasos recursos: asentamientos afectados por la violencia, desplazamiento, desastres naturales, o la pobreza estructural, es, sin duda, desconcertante. Se trata de un estado de cosas que, si bien a algunos aturde y hastía, a muchos otros conmueve e inspira. En este escenario, la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), entidad de más de setenta y cinco años de existencia, tiene un papel que abarca y, a su vez, excede la visibilización y valorización de la buena arquitectura a través de las bienales colombianas de arquitectura. La SCA es una asociación de carácter civil, de interés profesional, sin ánimo de lucro, cuya finalidad es integrar solidariamente a los arquitectos para desarrollar actividades profesionales de fomento, desarrollo y promoción de la función social, académica y cultural de la arquitectura; preservar la ética profesional; orientar las relaciones de los arquitectos con el Estado, con la comunidad y de los arquitectos entre sí. La SCA tiene el honor –y la gran responsabilidad– de ser cuerpo consultivo del Gobierno nacional por el decreto 1782 de 1954, ratificado por la ley 64 de 1978 y el decreto 2623 de 1995. Para cumplir este propósito, la asociación se plantea, entre otras instancias, la creación de comisiones permanentes. En el 2008, a partir de un intenso trabajo de la SCA regional

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 33 ]


1 Reconociendo la función social de la profesión y su papel como cuerpo consultivo del Gobierno, la Sociedad Colombiana de Arquitectos-Presidencia Nacional, creó esta Comisión como una instancia de carácter permanente con el propósito de reflexionar de manera directa y decidida sobre la calidad del hábitat, canalizando iniciativas a través de sus regionales en todo el país, y con la intención de cabildear mejoras en la formulación e implementación de las políticas públicas en la materia.

Bogotá (Cundinamarca), la Junta Nacional de la Sociedad Colombiana de Arquitectos aprobó la creación de la Comisión Permanente de Calidad de Hábitat,1 cuya misión es realizar observaciones y actuaciones sobre las condiciones de la calidad de hábitat, con el objetivo de sentar posiciones y asesorar a entidades públicas y privadas en este asunto. En la Comisión tienen asiento las tres entidades de orden nacional, entre cuyas funciones misionales está la de fomentar la calidad académica y profesional de la arquitectura en Colombia: la Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura (ACFA), el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CPNAA) y, por supuesto, la SCA. La Comisión de Calidad de Hábitat (CCH), planea consolidarse como organismo líder en temas de hábitat, gestor de procesos académicos y profesionales, así como orientador de políticas en esta materia. Haber concretado recientemente la conformación de esta Comisión es un logro en sí mismo, pues garantiza el posicionamiento de estos asuntos en la agenda presente y futura de la asociación. Sin embargo, su importancia va más allá de lo meramente estatutario, y de hecho sus acciones en este ámbito vienen desarrollándose de tiempo atrás. A través de este grupo, la SCA, con la participación coordinada y voluntaria del CPNAA y la ACFA reconduce, fortalece y procura la continuidad de las siguientes líneas temáticas: • El concurso universitario de vivienda económica (Convive), actividad académica que convoca a todas las universidades con facultades de Arquitectura en Colombia, y también de países vecinos, para plantear propuestas de solución de hábitat enfocadas a poblaciones especialmente vulnerables, cultivando así, en los futuros arquitectos y en la academia, el compromiso social de la profesión. El Convive es una iniciativa que lidera la Revista Escala, convocando a la SCA, el CPNAA y la ACFA para conformar, año tras año, el comité organizador. • Iniciativas de control urbano posterior e interventoría a proyectos VIS (vivienda de interés social) y VIP (vivienda de interés prioritario), que se vienen adelantando en conjunto con otras instancias, como la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC), la Sociedad Colombiana de Ingenieros, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, así como con varias entidades territoriales del Caribe. • Manifiesto sobre la Calidad de Hábitat, documento de construcción colectiva, progresiva y dinámica que reflexiona y sienta posiciones sobre las políticas de vivienda y, en particular, procura dar atributos de calidad al mandato constitucional sobre “vivienda digna” (art. 51, Constitución Política). El presente artículo relata la experiencia de la Comisión relacionada con una de las primeras actividades de esta última línea temática.

[ 34 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 32-43. http://dearq.uniandes.edu.co


Diagnóstico preliminar: hacia un primer manifiesto de calidad de hábitat La Comisión Calidad de Hábitat, haciendo frente a su propósito de tener fundamentos apropiados para emitir pronunciamientos sobre el tema, invitó a varias entidades académicas a ser parte de un proceso de investigación. Como resultado de la convocatoria, la Facultad de Ciencias del Hábitat de la Universidad de La Salle fue seleccionada para adelantar esta tarea, la cual pudo concretarse gracias al apoyo económico del Consejo Profesional Nacional de Arquitectura como miembro de la CCH. El documento en cuestión tiene como objetivo general realizar un diagnóstico preliminar de la calidad de hábitat construido para las personas de escasos recursos, mediante el análisis cualitativo de proyectos de vivienda de interés social desarrollados en el período comprendido entre el 2000 y el 2007 en el territorio nacional, con miras a la redacción de la primera versión del citado manifiesto. El trabajo incluyó el diseño de una muestra estadísticamente representativa de los proyectos VIS construidos en el país en ese período; el diseño y aplicación de los instrumentos para la recolección de información primaria y complementaria; la sistematización y análisis de información; y la redacción de un texto de base para la elaboración del manifiesto nacional de calidad de hábitat de la Comisión Calidad de Hábitat-SCA Presidencia Nacional. Como una sociedad de sociedades, la SCA federa las asociaciones de profesionales de todas las regiones del país. Tal plataforma regional operó, para los propósitos de esta investigación, de manera voluntaria. Se realizaron talleres de inducción a la metodología de captura de datos en Bogotá, Medellín, Popayán y Barranquilla, a los cuales acudieron representantes de esas regionales de la SCA y regionales vecinas, quienes fueron dirigidos por el equipo investigador. Esto permitió recabar información procedente de los departamentos del Magdalena, Cesar, Sucre, Arauca, Quindío, Cauca, Nariño, Chocó y Cundinamarca (Bogotá). A pesar de haber contado con importantes aportes voluntarios en tiempo y dedicación de profesionales de todas estas locaciones, el tamaño de la muestra requerida era mayor que el de la información levantada, situación que obligó al equipo investigador a realizar ulteriores ajustes para la apropiada sistematización de la información. Aun así, es destacable que, de manera voluntaria, tantos profesionales hubieran atendido este llamado, dando paso a la primera experiencia investigativa de la CCH. Basado en la ecuación “hábitat es vivienda más entorno” y, entendiendo las particularidades de la instancia para la cual se realizó el estudio, el equipo investigador optó por enfocar el trabajo desde una doble perspectiva, yuxtaponiendo el punto de vista del profesional de la arquitectura y el del usuario. Esta doble perspectiva es una de las particularidades preponderantes de tal experiencia, pues pone en pie

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 35 ]


Tabla 1. Clasificación de variables e indicadores y su peso porcentual

Entorno

20,10%

Vivienda

Satisfacción y expectativas del usuario

19,82%

18.24%

Morfología de la vivienda

12,14 %

Estrato socioeconómico de la vivienda y su entorno

12,46 %

Espacialidad en la vivienda

13,70 %

Flexibilidad espacial

13,09 %

Diseño constructivo

13,71 %

Diseño participativo

10,91 %

Variedad de ofertas en la urbanización

10,59 %

Relación vivienda-servicios

25,00 %

Relación vivienda-trabajo-estudio

25,00 %

Ubicación de la vivienda

23,08 %

Movilidad

26,92 %

Adaptabilidad a las necesidades de la familia

25,00 %

Acceso a la formación académica y profesional

21,06 %

Accesibilidad para la discapacidad física

27,63 %

Estabilidad económica

26,31 %

Tecnología o sistema constructivo

7,61 %

Área del lote

7,61 %

Acceso a servicios públicos básicos

8,58 %

Número de espacios ofertados

6,48 %

Vivienda evolutiva

8,00 %

Tipo de financiamiento para la adquisición

7,62 %

Valorización de la vivienda

5,72 %

Limpieza e higiene

7,62 %

Distribución espacial

6,28 %

Dimensiones espaciales

7,62 %

Zona de ropas

6,66 %

Adaptabilidad cultural en la vivienda

4,96 %

Productividad económica en la vivienda

7,04 %

Privacidad

8,20 %

Conservación de redes sociales existentes

26,81 %

Variedad de las ofertas en la ciudad

26,09 %

Asociación comunitaria

27,54 %

Adaptabilidad estética de la vivienda

19,56 %

∑ = 100% Fuente: Universidad de La Salle, Diagnóstico preliminar de calidad de hábitat en proyectos VIS (2000-2007), 2009.

[ 36 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 32-43. http://dearq.uniandes.edu.co

∑ = 100%

13,40 %

∑ = 100%

Composición del enfoque sobre la calidad del hábitat

20,62%

Tipología de la vivienda

∑ = 100%

21,22%

% por indicador en cada variable (si se desea evaluar únicamente la variable)

∑ = 100%

Apreciación profesional

Indicadores por variables

∑ = 100%

Variables (por orden de importancia según la metodología propuesta) %


de igualdad la importancia diagnóstica de la visión del profesional y la satisfacción del usuario, convirtiendo ambos puntos de vista en insumos para el análisis. Como se aprecia en la tabla 1, a partir de este enfoque de calidad de hábitat se eligieron los aspectos descriptores para adelantar el diagnóstico, los cuales dejan ver que el objetivo de los investigadores es alejarse de las nociones de vivienda entendida como objeto físico para darle mayor peso a la relación de adecuación de hábitat al usuario. Se trata de aspectos de índole tan diversa que más semejan descriptores de una caracterización que indicadores de un diagnóstico, por lo que no resulta del todo claro cómo son descomposiciones de las variables, o cómo pueden sumarse en un solo indicador. En cualquier caso, los investigadores cumplen con el objetivo de cuantificar a partir de los datos capturados en las fichas metodológicas y ponderar consolidados. Vale la pena mencionar que la estructura metodológica de la investigación fue fruto de extensas discusiones entre el equipo y la Comisión. En primera instancia, el equipo investigador estableció “variables” e “indicadores” compuestos (“aspectos” y “caracterizaciones”, según el entender de la Comisión), de difícil planteamiento y medición de forma estadística (i. e. tómese por ejemplo el indicador “morfología de la vivienda” o “adaptabilidad estética de la vivienda”). Si bien el estudio observa un interesante y amplio espectro de temas que son de dominio corriente para los profesionales de la arquitectura, éstos no tienen una lectura clara en términos estadísticos, lo cual los hace difícilmente agregables. En consecuencia, se evidencia en los estudios dirigidos por arquitectos una brecha entre el lenguaje arquitectónico y el económico, que no es exclusiva de este proceso y que ha venido marginando los aportes gremiales de la disciplina a las políticas públicas. Otro punto de discusión que surcó este proceso fue la búsqueda de una línea de base, o unos mínimos no negociables, que permitieran diagnosticar efectivamente los proyectos. El grupo investigador insistió en que más que un punto de partida que pudiera establecerse a priori, tal referencia debía ser el resultado del trabajo: proponer, probar en campo y ponderar dichos indicadores. Así las cosas, uno de los principales resultados que ofreció este proceso es precisamente esa ponderación. En la tabla 2, extraída de las conclusiones del documento realizado por la Universidad de La Salle, el equipo investigador recomienda un escalafón de caracterizaciones ponderado, aplicable a diagnósticos de calidad de hábitat en proyectos VIS. Un escalafón de este tipo aún requiere ulteriores instancias de análisis y concertación. Filtrar y clasificar este listado dejando claridad en los criterios aplicados, y contrastar el alcance de las preguntas abiertas que hicieron parte de la ficha metodológica, son apenas algunas de las tareas pendientes.

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 37 ]


Tabla 2. Escalafón recomendado de indicadores para un diagnóstico preliminar de la calidad de hábitat en proyectos VIS Indicador

Puntaje

100%

1

Acceso a servicios públicos básicos

45

4,06%

2

Espacialidad en la vivienda (número de espacios o ambientes)

44

3,97%

3

Diseño constructivo (tipología constructiva, materiales, etc.)

44

3,97%

4

Tipología de la vivienda (apartamento, casa, bifamiliar, etc.)

43

3,88%

5

Privacidad

43

3,88%

6

Vivienda evolutiva (progresión espacial)

42

3,79%

7

Accesibilidad para la discapacidad física

42

3,79%

8

Movilidad (vías de acceso a la vivienda o la urbanización, transporte público, etc.)

42

3,79%

9

Flexibilidad espacial

42

3,79%

10

Tipo de financiamiento para la adquisición

40

3,62%

11

Área del lote

40

3,62%

12

Estrato socioeconómico de la vivienda y su entorno

40

3,62%

13

Estabilidad económica

40

3,62%

14

Tecnología o sistema constructivo

40

3,62%

15

Limpieza e higiene

40

3,62%

16

Dimensiones espaciales

40

3,62%

17

Morfología de la vivienda

39

3,51%

18

Relación vivienda-servicios

39

3,51%

19

Relación vivienda-trabajo-estudio

39

3,51%

20

Adaptabilidad a las necesidades demográficas de la familia

38

3,43%

21

Asociación comunitaria

38

3,43%

22

Productividad económica en la vivienda

37

3,34%

23

Conservar las redes sociales existentes

37

3,34%

24

Ubicación de la vivienda en la ciudad

36

3,25%

25

Zona de ropas

35

3,15%

26

Diseño participativo

35

3,15%

27

Número de espacios ofertados

34

3,06%

28

Variedad de ofertas en la urbanización

34

3,06%

Fuente: Universidad de La Salle, Diagnóstico preliminar de calidad de hábitat en proyectos VIS (2000-2007), 2009.

2 Ver referencias completas de los estudios en la bibliografía.

Los resultados preliminares del proceso de investigación a cargo de la Universidad de La Salle, instaron a la Comisión Calidad de Hábitat a nutrir el proceso con una serie de sesiones de trabajo paralelas, que permitieron conocer procesos de investigación adelantados por tres grupos expertos del ámbito nacional: el Instituto Javeriano de Vivienda (Injaviu), el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos en Colombia UN-Hábitat y la Subdirección de Vivienda del Departamento Nacional de Planeación (DNP).2 El trabajo del Injaviu fue sin duda el principal referente obligado para el trabajo de la Universidad de La Salle. El documento Calidad de la Vivienda dirigida a los Sectores de Bajos Ingresos en Bogotá del 2003, surgió a partir de un contrato con el Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Inurbe) para proponer un Reglamento Técnico Nacional, cuyo cumplimiento sería requisito de elegibilidad para obtener subsidios. El índice de habitabilidad que propone está compuesto por tres factores: urbanísticos, arquitectónicos y sociales. Éstos se descomponen, a su vez,

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en siete atributos: localización, protección, higiene, privacidad, comodidad, seguridad en la tenencia y adecuación social. El resultado de la aplicación de tal índice en proyectos tanto formales como informales, arrojó conclusiones muy desalentadoras: los puntajes obtenidos en los atributos arquitectónicos por los proyectos subsidiados, no son sustantivamente mejores que en las viviendas autoproducidas. Por su parte, el estudio de necesidades de hábitat y la aplicación de la prueba piloto realizada en la localidad de Bosa en Bogotá por UN-Hábitat en el 2007, planteó una propuesta metodológica para el cálculo del déficit convencional, en la cual los componentes de hábitat “vivienda” y “entorno” se definen como la sumatoria de cuatro atributos cada uno: estructura, servicios públicos, equipamiento básico y espacio, para el elemento “vivienda”; y espacio, localización, infraestructura de servicios, ámbitos de participación y comunicación y seguridad y confianza, para el componente “entorno”. Ahora bien, todos estos atributos se descomponen en una sumatoria de datos más simples, cada uno de los cuales se calcula (mediante la técnica de análisis de componentes principales) en una escala de 0 a 100, para posteriormente ser ponderados y sumados linealmente. Por ejemplo, el atributo “estructura”, estaría compuesto de: material de pisos, material de paredes, material de techos, sismorresistencia, iluminación y ventilación. Así, cada componente se define como una combinación de variables lineales, para obtener un puntaje que se contrasta frente a una línea de base definida como una VIS tipo 1. El estudio permitió comparar los puntajes de déficit de hábitat en asentamientos de origen informal (alrededor del treinta por ciento, del cual en su mayoría son déficits de entorno), con proyectos de Metrovivienda (alrededor del tres por ciento). Ahora bien, el tercer documento que hizo parte de esta experiencia fue Programa de Vivienda de Interés Social Urbana. Impactos en la calidad de vida y evaluación del proceso de focalización, de la Serie Evaluación de Políticas Públicas N.o 7, publicado digitalmente por el Departamento

Figuras 1 y 2. Tipología vivienda casas en la muestra VIS 2000-2007, Cartagena y Cali. Fotografías: María Carrizosa Bermúdez.

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 39 ]


Figura 3. Tipología casas en la muestra VIS 2000-2007, Bogotá. Fotografía: María Carrizosa Bermúdez.

Figura 4. Tipología apartamentos en la muestra VIS 2000-2007, Bogotá. Fotografía: María Carrizosa Bermúdez.

[ 40 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 32-43. http://dearq.uniandes.edu.co


Nacional de Planeación,3 como parte de su rendición de cuentas ante el Banco Interamericano de Desarrollo, en lo relativo a la implementación del Programa de Vivienda de Interés Social Urbana (VISU), en el país. Vale la pena aclarar que este documento no propone una metodología para diagnosticar la calidad de hábitat directamente, sino evalúa el impacto del programa VISU en la calidad de vida y las condiciones socioeconómicas de sus beneficiarios. Aun así, los niveles de análisis y las variables seleccionadas son muy semejantes: características de la vivienda (materiales, tamaño relativo, cobertura de servicios públicos y estrato); entorno (infraestructura y equipamiento urbanos, percepción de amenazas naturales); opiniones sobre la vivienda y el entorno (estructura de gastos, acceso a créditos y tenencia de bienes durables). Sin embargo, dada la finalidad de este trabajo, estas variables no se agregan para diagnosticar la calidad del hábitat, como ya se ha mencionado, sino para demostrar el cumplimiento de los objetivos del programa.

3 DNP, 2007.

A través de reuniones de trabajo, la Comisión invitó a estas entidades a analizar en conjunto las metodologías utilizadas en sus investigaciones sobre el tema, desarrollar una matriz de diagnóstico comparado que permitiera ilustrar los consensos y disensos, para luego concertar, tanto una metodología de medición, como la definición de sus indicadores y ponderadores comunes. Esta hoja de ruta concertada no llegó a culminarse en su totalidad. Sin embargo, la iniciativa dejó un parte de confianza a la Comisión sobre su poder de convocatoria, y un llamado de atención sobre la importancia de construir colectivamente consensos imparciales sobre esta cuestión, en los cuales necesariamente el Gobierno, y su visión oficial, ha de ser un interlocutor obligado.

Observaciones y recomendaciones generales Es un factor diferencial del trabajo de Universidad de La Salle frente a ejercicios semejantes, su intención de cruzar el punto de vista del profesional y del usuario en la caracterización del hábitat. Si bien muchas investigaciones basadas en la calificación de la satisfacción se han centrado en el usuario, algo completamente novedoso es incluir al profesional como parte del objeto de trabajo, a través de lo que se llamó “apreciación profesional”. En este sentido, la experiencia misma obligó a una circularidad en el punto de vista, una disolución entre objeto y sujeto de estudio, que recuerda que la arquitectura tiene menos de ciencia exacta que de hermenéutica. Esta particularidad, adicional a la naturaleza temática del objeto diagnóstico, convierte tal ejercicio en un reto académico per se. La Comisión Calidad de Hábitat tiene un potencial preponderante: la posibilidad de hacer uso efectivo de la plataforma regional nacional de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Se trata, sin duda, de una ventaja diferencial de esta organización frente a otros cuerpos investigativos, contar con una red organizada de profesionales en todo el territorio nacional, convocados por el mutuo interés de promover el desarrollo profesional y canalizar las relaciones entre ellos y otros sectores de la

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 41 ]


sociedad. El proyecto en mención asumió esta plataforma como una capacidad instalada, a pesar de que ésta fue la primera experiencia investigativa que hiciera uso de tal recurso organizacional. Sin embargo, la experiencia demostró una tendencia a la dispersión de responsabilidades en la captura de información primaria. Futuras experiencias podrían contar con estrategias logísticas de apoyo a la captura de información regional, como herramientas webs, cadenas de llamadas telefónicas, reuniones virtuales y la facilitación de alianzas entre las agremiaciones y universidades locales; también sería relevante contemplar retribuciones más allá del compromiso voluntario y desinteresado para garantizar un mayor porcentaje de participación efectivo. Una de las conclusiones más significativas a las que fue posible llegar gracias al trabajo adelantado por la Universidad de La Salle, y la reflexión que éste generó en el interior de la Comisión Calidad de Hábitat, fue el reconocimiento de la necesidad de aportar los resultados de esta investigación como un insumo en la construcción de una metodología para la formulación de indicadores de calidad de hábitat. El proceso demostró a la Comisión que su función como escenario de encuentro para la puesta en común de los indicadores ya desarrollados por diversos grupos de investigación, es significativa. Existen suficientes propuestas de metodologías de diagnóstico de calidad de hábitat, entre las cuales es necesario concertar indicadores comunes y su ponderación, para luego poner a prueba esta metodología concertada en proyectos de las diferentes regiones del país. Sólo después de acometer estos tres pasos es posible culminar un diagnóstico que permita a la Comisión asumir un papel líder en la promulgación como una instancia de carácter nacional, imparcial, crítica y solidaria. A propósito de este carácter imparcial y solidario que ha de caracterizar los pronunciamientos de la Comisión, es importante comentar que ello no implica una ausencia de criterio. La experiencia de investigación que aquí se ha perfilado demostró que, al no explicitar con mayor precisión este criterio en el encargo, ello dio espacio para que se gestara en el documento final una tendencia hacia la producción social del hábitat, centrando mayor valor en el usuario que en otros actores que intervienen en el proceso. La pretensión de total neutralidad es una imposibilidad. Por más científica que sea la aproximación a esta cuestión, la posición desde la cual se diagnostica, la finalidad para la cual se evalúa, hace parte indirectamente del alcance de los resultados. Por ello, es recomendable que la Comisión, al avanzar del diagnóstico preliminar al diagnóstico definitivo, redefina con mayor precisión sus criterios de base, lo cual permitirá clasificar los resultados del análisis y así conducir los juicios de valor necesarios para proponer una primera versión del Manifiesto de Calidad de Hábitat. Las dificultades metodológicas de diagnosticar el hábitat no son menores, en especial porque el proceso de producción de hábitat convoca múltiples actores e instancias, como lo indica la convocatoria de este número de la revista. Si bien es evidente la interdisciplinariedad de

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todo el proceso, a su vez puede decirse que es connatural a la formación y deontología de los arquitectos abrigar un compromiso social con la calidad del hábitat. Los alcances de la responsabilidad social profesional que atañe a los arquitectos son un tema de reflexión para la Comisión de Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos: ¿por cuáles resultados estamos obligados a responder en un proceso del que no tenemos el monopolio?, ¿puede argüirse que el ámbito del ejercicio profesional de la arquitectura se ha reducido, cediendo espacio a un intrusismo que va en perjuicio de la calidad del hábitat?, ¿ha perdido autonomía el gremio profesional en este tema, cediendo sus responsabilidades a otros actores, o peor aún, generando vacíos? Aun reconociendo la evidente interdisciplinariedad del proceso de producción de hábitat, la relativa reducción de autonomía profesional es un hecho ya suficientemente denunciado. La autonomía, del griego auto “yo mismo” y nomos “norma”, se refiere a la capacidad de impartirse a sí mismo normas, autodeterminarse, tomar decisiones y asumir responsabilidades en ejercicio de la libertad. No se trata, pues, de un asunto menor, sino de una inquietud indelegable ante la cual la asociación tomó la determinación de ajustar su mismo diseño organizacional, para atender los designios de esta línea de reflexión.

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Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. María Carrizosa Bermúdez  [ 43 ]


Transferencia y capacitación en tecnologías Un material posible para las viviendas con motivo de la emergencia en Haití, 2010 Technology transfer and training. A viable building material developed to deal with the aftermath of the Haiti 2010 disaster Recibido: 28 de marzo de 2010. Aprobado: 4 de mayo de 2010.

Carlos González Lobo

Arquitecto, profesor e investigador en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ). También es docente de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Iberoamericana ( UIA ), México. espaciomaximocostominimo@yahoo. com.mx

María Eugenia Hurtado Azpeitia

Arquitecta con Maestría en Arquitectura. Coordinadora del Taller “Carlos Leduc M” de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de México ( UNAM ), México. Integrante del grupo de apoyo técnico solidario: “Espacio Máximo y Costo Mínimo”. Fotografías y dibujos: Carlos González Lobo y María Eugenia Hurtado Azpeitia .

Resumen En este artículo se presenta un proceso experimental para la construcción de viviendas económicas, en el cual se construyen bóvedas de concreto sobre metal desplegado en el suelo, donde luego son prearmadas e izadas sobre muros de carga. De esta manera se obtienen cubiertas monolíticas de bajo costo que se prestan para realizarse por autoconstrucción con apoyo técnico solidario y cooperativo. Se concluye que el proceso es aplicable en procesos de reconstrucción como el de Haití después del terremoto sufrido en enero del 2010. Palabras clave: vivienda económica, bóvedas prearmadas, reconstrucción de Haití, autoconstrucción. Abstract This paper presents an experimental process for constructing affordable housing. Concrete vaults are built on steel sheets lain out on the ground where they are later prefabricated and hauled up on load-bearing walls, to produce affordable monolithic covers that can be used for self-building with the cooperation of technical support teams. We conclude that the process is applicable in reconstruction processes such as the one in Haiti after the 2010 disaster. Keywords: affordable housing, prefabricated vaults, reconstruction of Haiti, self-building.

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a vivienda para los más necesitados, hoy en número creciente, es una de las necesidades que reclama atención prioritaria, y la satisfacción de esa carencia, lejos de aminorarse, crece día a día. Las soluciones probables son aún una carencia de nuestra cultura, tanto en lo teórico como en lo práctico. En eventos de transferencia y capacitación propios de la red CytedHabited XIV-C1 se han realizado prácticas de capacitación a alumnos y albañiles de diversas regiones de Iberoamérica: en La Plata, Argentina; en Cuernavaca de Morelos, México; en Asunción, Paraguay; y en Montevideo, Uruguay. En ellas desarrollamos, bajo la dirección del arquitecto Walter Kruk, talleres de capacitación promovidos y auspiciados por la red XIV-C.2

1 Red iberoamericana sobre transferencia y capacitación tecnológica para la vivienda de interés social. 2 Los cuatro ensayos experimentales evolucionaron en torno a una innovación tecnológica mexicana generada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por los autores.

El caso expuesto aquí, que a la vez es reseña de experiencias y proposición viable para responder a la invitación de cooperar en la reconstrucción de Haití, trata sobre una alternativa económica y sencilla para cubrir o techar habitaciones de claros cortos, claros medios entre 3,50 y 5 m, y claros mayores, hasta de 12 m, que pueden edificarse con mano de obra sin calificación técnica previa, además de hacerse con los materiales disponibles en cualquier región y, por lo tanto, de gran flexibilidad, además de poder realizarse con la mínima estructura técnica de apoyo y construirse la mayor parte del techo en el piso, para que la mano de obra sin calificación pero mayoritariamente disponible –mujeres, niños y ancianos– lo puedan hacer sin tener que subir a andamios o encofrados, de por sí peligrosos y difíciles de maniobrar. El izado y la colocación, así como el fundido –o colado– del hormigón (o concreto), requieren de mano de obra recia, masculina, adulta, y de ser posible, bajo dirección calificada de un alarife o maestro de obra, lo que da lugar a una paradoja muy educativa y memorable para la comunidad: hacer el techo en el suelo, y poder hacerlo cualquiera, todos, de modo fácil, barato y, además, bonito. La cubierta o techo es uno de los puntos de mayor costo y dificultad de ejecución en la construcción de la vivienda pobre. Dos parecen ser las dificultades esenciales: uno, el alto costo de los materiales eficientes y prestigiados (reconocidos como los que emplea también la clase dominante); y otro, el que la ejecución técnica de la techumbre requiere de “maestría”, conocimiento especializado, experiencia constructiva y la ocupación inevitable de equipos costosos, como andamios, cimbras o encofrados, tendidos, malacates o garruchas, poleas o polipastos, etcétera. Por ello, la solución típica “pobre” a la construcción de su techumbre es, en las ciudades, generalmente con láminas de desecho, con cartón asfáltico, y ya en un nivel superior, con lámina acanalada de lámina galvanizada o de cinc sobre listones de madera económica, o de asbesto cemento cuando hay más recursos, o se mejora la cubierta. En el campo o zonas rurales se usan la palapa, el guano de palma, la

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Figura 1. Vivienda para los desastres. Los siete pasos evolutivos o etapas, desde el asentamiento al embrión y su materialización progresiva hasta la casa terminada.

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paja, y mejorada, la lámina de cinc, sobre morillos, rollizos o varas. Con esto el techo es sumamente provisional; no es higiénico; crea o alberga alacranes, o también las vinchucas, transmisoras del mal de Chagas, y aun así, es costoso. Un temporal, un sismo, o la Fuerza Pública, los deshacen fácilmente. De ahí surge la necesidad sentida de que la techumbre sea perdurable, resistente, segura, higiénica, impermeable (o hidrófuga), económica, y que además permita edificar sobre ella el segundo piso. En casi todo el mundo actual esto parece lograrse con la solución de losa maciza o placa de concreto reforzado (hormigón). Pero esta solución deseable es cara, tanto por el costo del concreto y el acero como por la renta o uso de la cimbra (o encofrado).

Requerimientos del sistema a desarrollar La solución que enseñamos –o elegimos– para transferir, entre otras, la red Cyted XIV–C como alternativa en los talleres de capacitación, debía superar la contradicción enunciada: una techumbre de material “prestigiado y eterno”, pero que redujera el costo de ejecución, el de los insumos de materiales industrializados como el cemento y el acero estructural, y el valor adicional de la cimbra (o encofrado). Hablamos entonces de una tecnología apropiada para hacer la edificación de la cubierta con mínimo volumen de concreto y la reducción consiguiente del cemento y del acero de refuerzo que en caso contrario habría de adquirirse en el mercado a precio de menudeo. Y además, que pueda realizarse con una mano de obra quizás abundante pero mayoritariamente sin capacitación constructiva específica, contando a lo más con un albañil habilitado de “maestro de obras”, y por último, mediante un sistema apropiado que no requiere del uso de equipo sofisticado (ni aun el mínimo) como cimbras, andamios, tendidos, plumas o malacates (garruchas). Tecnología apropiable, además, dado que permite ser rápidamente asumida por autoconstructores.

Figura 2. Aplicando las bóvedas peregrinas en la iglesia del pinole “La kobishi teopa”, en el poniente de Ciudad Juárez, Chihuahua, 2006.

Debía por ello ser una tecnología accesible a todos –lo mismo a niños que ancianos, a mujeres u hombres– y que facilitara a los autoconstructores, a través de su aprendizaje y práctica, una comprensión y desarrollo como sujetos culturales y transformadores potenciales organizados, que se extendería después a otras actividades. Esto exigía que la tecnología cumpliera las siguientes consideraciones: ·

Que se la pueda usar mediante un aprendizaje rápido, sencillo, de pocas etapas;

·

Que no exija el empleo de un equipo de construcción sofisticado, y que induzca en su ejecución la colaboración en el trabajo, ya que esto aglutina, solidariza y fortalece la escasa o incipiente organización autogestiva, integra a todos los potenciales cooperantes: niños, mujeres y ancianos.

Figura 3. Izaje de la peregrina prearmada en Rincón, Aguascalientes, México.

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Dicha tecnología, para constituirse como la apropiada, debe ser lo suficientemente versátil, a fin de ajustarse a los más variados tamaños, destinos y aun materiales disponibles, así como a un equipo auxiliar para la edificación mínimo o improvisado. Y finalmente, tecnología que va de la mano con las geometrías estructurales de alta resistencia y escaso volumen o masa material. Así, escogimos la viga díptera, estudiada por Eduardo Torroja (Frontón de Recoletos, Madrid, 1932). La superficie de cañón cilíndrico, o abovedada, nos ofrece una cubierta que incrementa (parece inflar) el volumen espacial habitable, ya que éste no se define por el existente al enrase de los muros y se tiene en cuenta que el propio abovedado contiene un considerable volumen aéreo. Dicha bóveda díptera permite reducir el espesor necesario para la cubierta hasta en un 30% del volumen de hormigón o concreto y hasta en un 42% el acero necesario, incluyendo que por ser tomada en sus esfuerzos por los tímpanos no presenta coceos o esfuerzos horizontales; estos cálculos se hacen tomando como base de comparación la losa de concreto maciza de 0,10 m de espesor como referente, útil por ser la culturalmente deseada y a la que enfrentamos como alternativa. Pero dos dificultades hacen a esta solución incosteable por el precio y el trabajo de la cimbra (o encofrado) y complicada por las dificultades del trazo geométrico. Ambas dificultades fueron superadas mediante el uso de armar el refuerzo de varillas con una manta inferior de metal desplegado, el cual sostiene al concreto si éste es preparado con un revenimiento de 4 cm, reduciendo con eso al mínimo (8%) el uso y costo del encofrado y las dificultades de trazo y control geométrico en la ejecución de las directrices curvas en los arcos de varilla, que normalmente se realizan con un molde de puntales metálicos y requieren de un enterado o habilitado con experiencia.

Descripción del proceso constructivo

3 Se denominó a la bóveda con generatrices formeras de madera rolliza como “Yucateca”, por ser en esa península, de la hoy República Mexicana, donde en el siglo XVI se techaban de bóveda las iglesias con el uso de arcos formeros y tímpanos de mampostería de piedra sobre los que mediante rollizos de mediano grosor (palos de selva baja) que generaban el plano potencial de la superficie cilíndrica o “de Cañón” mediante placas de piedra que se apoyaban de palo a palo, y así se daba forma y cobertura a las iglesias, acabándolas por encima con mortero o aplanado de cal bruñido.

Expuestos los argumentos teóricos o razones de tecnología que configuran la parte didáctica de “pizarra y aula” del taller Cyted, procederemos a describir la metodología de ejecución contenida en la capacitación de nuestro taller. Para realizar una bóveda de hormigón reforzado sin el uso de cimbra, sobre metal desplegado, y prefabricada a pie de obra, el taller exploró dos versiones: a) la de armazón de refuerzo con metal desplegado, que se apuntala después en el sitio (como en los casos de La Plata, Argentina, y Ciudad Juárez, en México), y b) la fabricación integral del armazón con refuerzos de rollizos de madera, denominada “bóveda yucateca”,3 con palos de eucalipto (en el caso de Montevideo, Uruguay) o con cañas de bambú –“tacuara”– (en Asunción, Paraguay), y “otate” (en Cuernavaca, México).

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Figura 4. Descripción de los materiales, las partes y el montaje de la bóveda peregrina.

Figura 5. La bóveda prearmada en el piso es izada al enrase de sus paramentos de soporte.

Figura 6. Se cuelan los arcos y luego el plemento del cilindro de malla electrosoldada sobre metal desplegado con concreto 1:2:3 de bajo revenimiento.

Figura 7. Bajo la bóveda de 7 x 4 m se genera una casa potencial en embrión, tras ocho horas de labor.

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El método del prearmado en sitio, o a pie de obra, consistió en un trabajo de preparación previa a la realización del taller consistente en calcular y obtener los materiales necesarios, acercándolos al taller, para así preparar en éste un par de muros (los de los tímpanos), los de los lados cortos, con la cimentación y la rigidez debidas. Un primer trabajo de grupo expuso los planos de trabajo de la bóveda realizados en 1:10 y 1:20 y aclaró las tareas desprendidas de ello. Tras este acuerdo, los cuatro grupos de trabajo, según las habilidades requeridas para cada tarea y las preferencias de los asistentes cooperantes, procedieron con un monitor a “despiezar” los planos para cada tarea, midiendo y contando el número de piezas que debían prepararse. El segundo trabajo “de campo” es el de conseguir un patio como “obrador” en las inmediaciones de los muros de la obra, y tras la limpieza y despeje correspondientes, colocar allí los materiales, formando cuatro lugares de trabajo para el mismo número de grupos formados. Y luego se procede a trazar con cuidado y rigor por el técnico del grupo de apoyo, las figuras bases del armazón. El trazo es de cuatro figuras: ·

La rectangular, para armar el bastidor o marco de la cadena de arranque y tirantes.

·

En “mesas” de trabajo, los tres tipos de anillos de refuerzo, el trapezoidal de los arranques horizontales, el triangular de los arcos formeros y las grapas que articulan los tensores (o tirantes).

·

El semicírculo directriz de los arcos formeros, con dos trazas: la superior para los hierros superiores del arco triangular, y otra para el hierro del vértice inferior del triángulo.

·

El trazo del desarrollo del manto plano del cilindro de la bóveda, para configurar el plano metálico de ésta.

Sobre dichas trazas se ejecutan: a) el enderezado y corte de los hierros para las piezas; y b) el doblado o forjado de ellas. La formalización de las figuras, uniéndolas mediante amarres de alambre recocido, permite disponer de un marco rectangular con anillos y grapas de aproximadamente 3 x 6 m que cubrirá los enrases de los muros de la futura habitación; a ello se añaden tres arcos de sección triangular de varillas de 3/8 pulgadas de diámetro, unidas con los anillos triangulares, y una manta de malla electrosoldada cubierta de metal desplegado amarrado en cada encrucijada por alambre recocido, de aproximadamente 4,50 x 6,40 m; a esto se agregan los palos o bambúes, ya cortados, de 6,40 m, que se procede a unirlos según el plan de montaje. En primer término, se procede a unir los extremos de los arcos en las posiciones inicial, media y final del marco o bastidor. Sobre esa base, con tres directrices curvas, se introducen los palos rectos a modo de

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Figura 8. Construcción de los paramentos de mallazo y la ubicación de la bóveda prearmada y su cubrimiento con la tela plástica.

ejes generatrices y se amarran con alambre recocido. Queda prefigurada una bóveda de cañón, sobre la cual se despliega la manta, que se arrolla sobre los palos y arcos como la superficie generatriz de la bóveda que es y se procede a fijar, o unir, con amarres de alambre recocido. Tenemos así una bóveda prearmada en el suelo. Ahora sólo falta colocarle los hierros de refuerzo en trazo de arco, en la mitad de las alas dípteras, y las diagonales en los cuatro extremos. Se procede a izar el “almodrote” hasta su sitio en el enrase de los muros, cuidando que los refuerzos verticales encajen en sus sitios previstos, y después, a abrirlos en forma de abanico, sujetándolos con amarres de alambre recocido.

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Figura 9. El esquema de la "siembra" en el predio, los componentes primarios y su montaje.

Simultáneamente, se procede a preparar un hormigón o concreto de mezcla 1:2:3 y a humedecerla con agua simple en una proporción de dos botes (más o menos 40 l) por cada bulto de 50 kg de cemento. Con esto se obtiene un hormigón de 145 kg x cm2 y con revenimiento de 0,04 m. Se unta sobre la manta, embarrándolo con alisadores de tabla de madera, con un espesor inicial de 0,04 m, sobre el metal desplegado, dejándolo con un terminado rugoso. Se lo curará con agua regada por dentro y por fuera según la regla de tres por tres: a las tres horas la primera, y otras dos veces cada tres horas; después, por tres veces, cada seis horas, y finalmente, cada doce horas (de preferencia a las 6:00 a. m. y a las 6:00 p. m., hasta cumplir los ocho días, dando tiempo a

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que salgan las fisuras de fraguado y por temperatura, y posteriormente se aplana, enfosca o repella con mortero de cemento terciado con cal por fuera y mortero de cemento y arena cribada por dentro. Finalmente, se le da un enlucido de mortero con arena cribada fina y con cal y cemento, mitad y mitad. El acabado final es de jabón y alumbre, a dos capas. Los resultados son, en general, magníficos.

La adaptación del sistema a la reconstrucción haitiana Se nos propuso el estudio sobre arquitectura para emergencias que, en cuanto a las bóvedas del Cyted, nos permitió elaborar el siguiente proyecto a aplicar en la reconstrucción de Puerto Príncipe, Haití, consistente en edificar viviendas destinadas a damnificados de desastres, a quienes se les asigna un predio pequeño para reubicarlos en nuevas parcelaciones fuera del área colapsada y dotarlos de malla electrosoldada, lienzos, varillas, alambrón, alambre recocido, todos ellos materiales de la industria de la construcción disponibles al momento del siniestro, y una lona plástica; así como de apoyo técnico solidario, un plano versátil y entrenamiento básico para autoconstruir. Con estos elementos, en algo parecido a diez horas de trabajo, se hace una carpa habitable cubierta de plástico, pero de material metálico, de base, la cual y con el procedimiento CGL permite transformar la carpa en un “pie de casa” o “vivienda en embrión” que, y sin dejar de habitar bajo la carpa, se tornaría en una edificación de hormigón reforzado definitiva y de material eterno, con apoyo vecinal cooperativo. En cuatro o cinco horas se techa sobre la bóveda prearmada, colándola o fundiéndola de hormigón sobre los muros de carga previamente colados. Así se obtiene una casa definitiva que desde ahí comenzaría a crecer según flexibles y versátiles posibilidades que se acomoden a los deseos y necesidades de los usuarios. Se espera que esta memoria de un proceso iniciado en el Cyted, hoy, colaborando con el ICHAB en Madrid, tenga la oportunidad de convertirse en una alternativa viable para Haití, pueda llegar a oídos y ojos receptivos que comprendan el deberse trabajar en o desde la resistencia, para contribuir a globalizar la esperanza y demostrar que otro mundo mejor es posible.

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Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas Secure ownership, services and housing. Asian experiences Recibido: 25 de marzo de 2010. Aprobado: 28 de mayo de 2010.

Liliana Marulanda Montes

Planificadora Urbana y especialista en Desarrollo Comunitario. Arquitecta de la Universidad Piloto de Colombia, Bogotá, Postgrado en Vivienda Planificación y Construcción en Países del Tercer Mundo del Instituto de Vivienda y Desarrollo Urbano (Institute for Housing and Urban Development Studies - IHS ), Rótterdam, Holanda. Ha trabajado como Consultora durante los últimos veinte años, especialmente en Asia. lilianamarulanda@yahoo.com

Florian Steinberg

Arquitecto-urbanista. Senior Urban Specialist del Banco Asiático del Desarrollo (ADB) , Manila, Filipinas. Obtuvo la maestría en 1978 en Berlín y su doctorado en Hamburgo, Alemania en 1982. Se especializó en renovación urbana y vivienda social y ha trabajado en Alemania, Holanda, Sri Lanka, Egipto, Indonesia, India, Perú, Bolivia, Filipinas y muchos otros países. florian_steinberg@yahoo.de

Resumen Este artículo hace una breve presentación de tres proyectos en Asia, que se constituyen como alternativas capaces de suministrar un desarrollo equitativo para gente que habitaba en asentamientos precarios; representan innovaciones sociales, institucionales y urbanísticas. El valor de las propuestas radica en su modestia, pues tratan de responder a situaciones difíciles con realismo. Se identificaron algunos denominadores comunes para que estos proyectos resultaran exitosos: la tenencia y seguridad de la tierra, los esfuerzos que se han hecho para incorporar a los inquilinos informales en las redes de la infraestructura urbana y la vivienda que en muchas soluciones se presta para un mejoramiento continuo e incremental. Los ejemplos aportan lecciones que pueden contribuir a solucionar problemas de escasez, calidad de vivienda y hábitat para familias de estratos bajos y marginados. Pueden servir como referencia y modelo para los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil interesada en la construcción de una ciudad sostenible. Soluciones y conceptos aplicados en otras partes del mundo pueden llegar a ser relevantes para América Latina y Colombia. Palabras clave: hábitat urbano, calidad del hábitat, vivienda, asentamientos precarios. Abstract This paper is a brief presentation to three projects undertaken in Asia. The projects represent social, institutional and urban innovation in that they are alternatives in egalitarian development for slum dwellers. The value of the proposals lies in the fact that they look for realistic ways to resolve difficult situations. A number of common denominators were identified in order to ensure that the projects would be successful: ownership and land security; the efforts made to include informal tenants in the urban infrastructure networks; and housing –which for many of the solutions to become real– needs increasing and continuous improvement. The examples provide lessons regarding scarcity, housing quality and affordable housing for low-income and marginalised families. They can serve as references and models for governments, the private sector, and civil society interested in the construction of sustainable cities. Solutions and concepts applied in other parts of the world may prove to be relevant for Colombia and Latin America. Keywords: urban housing, housing quality, slums.

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n países de ingresos altos y medios, el tema de la calidad del hábitat urbano está convirtiéndose en algo cada vez más relevante para los habitantes y para la industria inmobiliaria. Paulatinamente, los gobiernos están trabajando en la introducción de normas dirigidas a fomentar el mejoramiento de la calidad del hábitat urbano, modificando mecanismos regulatorios existentes, como códigos y normas urbanísticas relacionados con niveles de vivienda y servicios. Sin embargo, no hay que olvidarse de que aún existe una gran parte del mundo urbano que no ha alcanzado estos altos niveles y donde los códigos y normas que garantizan una razonable calidad de vida no son aún tan relevantes. En muchos países del mundo hay una gran cantidad de gente que vive todavía en condiciones muy precarias, de alta informalidad1 y pobreza social y ambiental, y donde es evidente la necesidad urgente de mejorar la calidad del hábitat urbano. El V Foro Urbano Mundial (World Urban Forum V) realizado en marzo del 2010 tuvo como tema principal el “derecho a la ciudad-uniendo el urbano dividido”.2 Este enfoque puede servir como entorno conceptual para este breve ensayo de experiencias asiáticas. Todavía en el 2010 estamos enfrentando situaciones de vivienda con extremas deprivaciones por lo que se hace necesaria la introducción de otras perspectivas al tema de calidad del hábitat. Como se aprecia en muchas ciudades del mundo, los pobres han construido ciudad, pero aún les falta acceso a beneficios básicos, como son la tenencia de tierra segura, servicios públicos de calidad y acceso a vivienda de calidad urbana y a mecanismos financieros accesibles a los pobres.

1 El término “informal” se refiere a la ausencia de servicios de infraestructura básica y de títulos de propiedad, no a que estos asentamientos estén o no autorizados por las oficinas de plantación.

2 UN-Habitat, State of the World’s Cities 2010-2011.

La situación de Asia hoy es bastante contradictoria (enigmática). Por un lado, es la región de máxima dinámica económica y, por el otro, presenta un fenómeno de alta desigualdad y pobreza social, de pobreza del hábitat y del ambiente urbano y, en muchos casos, de pobreza institucional. ¿Por qué escogimos ejemplos asiáticos? Porque vale la pena aprender de las experiencias cercanas y lejanas; sirve para reflexionar sobre lo que es realista y está al alcance en otros contextos. Soluciones y conceptos en otras partes del mundo pueden ser relevantes para América Latina y Colombia. Este artículo hace una breve presentación de tres proyectos, uno en Manila (Filipinas), el segundo en Ahmedabad (India) y el tercero en Phnom Penh (Camboya). Ellos son representativos de alternativas importantes que han tratado de proporcionar un desarrollo equitativo y adecuado para gente que habitaba en tugurios y asentamientos precarios; representan innovaciones sociales, institucionales y urbanísticas, aunque modestas. Su valor quizá radica en su modestia, no son pretensiosas y más bien tratan de responder a situaciones difíciles con realismo.

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Figuras 1 y 2. Tondo: El diseño urbano incluyó locales comerciales de varios tipos en vías principales e internas para promover el desarrollo económico. Fotografías: Liliana Marulanda Montes. Figuras 3 y 4. Tondo: Una vez asegurada la tenencia de la tierra las familias se sienten estimuladas para mejorar sus viviendas de acuerdo con sus capacidades económicas y prioridades. Para el mejoramiento de algunas viviendas se han hecho inversiones considerables. Fotografías: Liliana Marulanda Montes.

Manila. Proyecto de Desarrollo de la Costa de Tondo (Tondo Foreshore Development Project) Manila, la capital filipina, es una metrópoli con unos trece millones de habitantes. Según el último censo del 2000, un 43% o 727.000 familias vivían en asentamientos informales. Tondo está localizado en la bahía de Manila, una tierra que había sido reservada para la expansión de la zona portuaria. Implementado entre 1974 y 1982, éste fue el primer proyecto de mejoramiento barrial integrado de la Agencia Nacional de Vivienda (Nacional Housing Authority). Después de muchos años

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de negociaciones con el gobierno del general Marcos y gracias a la presión de las organizaciones comunitarias y de las ONG en contra de la relocalización fuera de la ciudad, se tomó la decisión de llevar a cabo un programa de mejoramiento y desarrollo en la zona de Tondo habitada en ese entonces por 27.500 familias.3 La intervención física incluyó la construcción de infraestructura primaria de servicios alrededor de la zona; el “re-loteo” en manzanas y provisión de títulos de propiedad, servicios básicos públicos y comunitarios, y relocalización a un sitio cercano de 10.000 familias afectadas por la construcción de infraestructura primaria. Las intervenciones sociales y económicas incluyeron: crédito hipotecario de largo plazo para compra de lote; créditos blandos para construcción y mejoramiento de vivienda; participación comunitaria y programas de creación y mejoramiento de ingresos. Además, el diseño incluyó locales comerciales de varios tipos en vías principales e internas para promover el desarrollo económico de la zona (figs. 1 y 2). De acuerdo con varias evaluaciones,4 la provisión de títulos de propiedad y el carácter participativo del proceso de planificación e implementación son las intervenciones que más han impactado positivamente el mejoramiento de vivienda y la calidad del hábitat en Tondo. Hasta hoy, alrededor del 98% de los habitantes han terminado de pagar el crédito adquirido para la compra del lote. Sin embargo, debido a los altos costos, no todos han terminado el proceso de registro de sus títulos de propiedad. Condiciones impuestas por el gobierno que restringen la venta de estas propiedades, más el sentido de pertenencia desarrollado a través del proceso participativo, han contribuido a que el desplazamiento de beneficiarios iniciales por familias más pudientes “gentrification” haya sido mínimo hasta ahora. El carácter integral de esta intervención ha contribuido al desarrollo de un mecanismo de provisión de vivienda accesible para familias de escasos recursos y ha costado alrededor de una cuarta parte de lo que hubiera costado la relocalización de las familias de Tondo a un sitio alejado de la ciudad. Se estima que después de seis meses de la ocupación de los lotes en 1978-1979, entre el 60 y el 85% de los ocupantes había realizado mejoras en la vivienda, incrementando su valor en aproximadamente un 30% (figs. 5 y 6). La alta inversión en mejoramiento de vivienda se atribuye, en gran parte, a la seguridad de tenencia sobre los lotes ofrecida por el proyecto. Actualmente (2009), el nivel de consolidación del asentamiento es evidente (figs. 3 y 4). Estimulados por la seguridad de tenencia, la gran mayoría de las familias han invertido en mejoramiento de vivienda con materiales duraderos, han expandido sus viviendas, han abierto negocios e invertido en industrias caseras y se benefician cada vez más del dinamismo de la economía local debido a la integración física, social y económica, de lo que fuera antes un tugurio inseguro, dentro de la malla urbana de la ciudad.

3 Ver: trabajos de Marulanda, “Tondo Foreshore – Dagat-Dagatan Development Project - Case Study Report”, (no publicado) 2009 y Cities Alliance, Slum Upgrading Up Close, 2008.

4 Ver: Reforma, Housing the Urban Poor, 1983 y Viloria and Williams, Evaluation of Third World Experiences, 1987.

Figuras 5 y 6. Tondo: Una situación bastante precaria antes y después del proyecto de mejoramiento. 5 a 7 años después, los cambios en la calidad del hábitat son evidentes gracias a los esfuerzos de las familias beneficiadas y a los programas de apoyo. Fuente: Lea, J. P., Courtney, J. M. (eds.) Cities in Conflict – Studies in the Planning and Management of Asian Cities, A World Bank Symposium. Washington, 1985.

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Ahmadabad. Programa de mejoramiento Integrando los Asentamientos Informales

5 Ver: Marulanda, “Slum Networking Project, Ahmedabad (India) Case Study Report”, (no publicado) 2009.

Ahmadabad es la séptima ciudad más grande en la India; tiene una población de 5,5 millones de habitantes y según el último censo el 41% vive en condición de pobreza. Este tipo de intervención se basa en aprovechar la ubicación de los asentamientos informales en las ciudades. La mayoría de este tipo de asentamientos están ubicados en las orillas de cuerpos de agua y en terrenos bajos, inundables, ocupando el espacio de lo que se podría llamar como el sistema natural de drenajes de la ciudad. Concebido por el ingeniero Himanshu Parikh, el programa de mejoramiento Integrando los Asentamientos informales (Slum Networking Program [SNP]) está dirigido a conectar el mejoramiento de estas áreas deprivadas de servicios para solucionar los problemas de drenajes y alcantarillado de la ciudad como un todo.5 El concepto se enfoca al mejoramiento en la ciudad, no a mejorar asentamientos informales de forma aislada (fig. 7). De esta manera, las inversiones se aprovechan para crear impactos más efectivos y sostenibles, ya que la integración del sistema de infraestructura con el mejoramiento de servicios en zonas informales, se utiliza como catalista para transformar el sistema de toda la ciudad. El SNP, con algunas variaciones, se ha implementado en varias ciudades de la India. El concepto incluye la formación de una asociación tripartita entre el Gobierno, el sector privado y las comunidades, en la cual cada socio financia el 33,33% de la inversión dentro de los límites de los asentamientos. El gobierno local es el responsable de financiar la inversión de redes primarias y secundarias y las comunidades crean un fondo de recursos para el mantenimiento de los servicios instalados, el cual es operado por asociaciones comunitarias. Para la implementación del SNP en Baroda, el sector privado estuvo representado por la Agencia de Cooperación Británica (Department for Internacional Development) y en Indore por una ONG. Para la etapa piloto en Ahmadabad el sector privado estuvo representado por Aurovind Mills, una importante empresa industrial. El paquete de servicios incluyó vías de acceso, conexión individual de agua, instalación de baño individual, drenaje domiciliario y alumbrado público donde aún no existía. Estándares de infraestructura fueron reformados para que no fueran tan costosos. La participación de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) ha sido clave para facilitar el acceso a componentes sociales y financieros los cuales no estaban incluidos dentro del paquete de servicios de este programa. A los habitantes se les aseguró que los asentamientos no serían removidos por los próximos diez años después de implementado el programa, y que después de este término, la reubicación se haría sólo en el caso de que la tierra se necesitara para un proyecto de interés público. Debido a que los asentamientos informales en Ahmadabad son pequeños, y a que no se actuó en todos como estaba previsto, no se nota un impacto muy visible en la ciudad, como es en el caso de Baroda. Sin embargo, en el asentamiento y sus áreas de influencia es notorio que

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el mejoramiento inicial del hábitat ha generado dinámicas positivas de inversión en el mejoramiento de vivienda y de su entorno, aunque la seguridad de tenencia no es un componente del SNP (fig. 8). La provisión de infraestructura de servicios como vías de acceso, ha contribuido a mejorar la conectividad de personas y servicios, recursos y oportunidades (fig. 9). La conexión domiciliaria de agua, provisión de baños y desagüe en cada casa han contribuido tremendamente a mejorar la calidad de todos pero especialmente de la vida de las mujeres: las niñas van al colegio en vez de tener que ir a recoger agua, les aumenta la autoestima, les disminuye el estrés, se eleva la higiene y la salud y se les incrementa el tiempo productivo. La alta tasa de recuperación de la inversión por parte de las comunidades que se han beneficiado con la implementación del SNP demuestra una vez más que, al contrario de lo que se piensa, los pobres sí hacen el esfuerzo de pagar por los servicios públicos cuando la calidad es buena, el servicio es confiable y cuando se les facilitan mecanismos financieros apropiados para ahorrar y efectuar los pagos correspondientes.

Figura 7. SNP Ahmadabad: Cuando es necesario algunas vías y caminos se diseñan para que sirvan también como drenaje de aguas lluvias. Fotografía: Himanshu Parikh Figura 8. SNP Ahmadabad: El ambiente es limpio y bien mantenido. Fotografía: Liliana Marulanda Montes. Figura 9. SNP Ahmadabad: Pequeños negocios comerciales para suplir las necesidades. Locales prosperan con la construcción o mejoramiento de vías de acceso o internas. Fotografía: Liliana Marulanda Montes.

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas. Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg  [ 59 ]


Phnom Penh - Borei Keila. Ocupación compartida del terreno y nuevas viviendas Phnom Penh, la capital de Camboya, tiene aproximadamente 1,2 millones de habitantes. En el 2004 se estimó que habitaban de un 20 a 25% de ellos, 50.000 familias en asentamientos informales. Borei Keila se estableció como asentamiento informal en 1992 en un terreno abandonado de propiedad de una institución de capacitación de la policía. El asentamiento alojó alrededor de 1776 familias (figs. 10 y 11). La política del gobierno hacia los asentamientos informales ha sido su reasentamiento en lugares alternativos. Como el gobierno tuvo planes de otorgar este terreno a una empresa privada de finca raíz, por mucho tiempo Borei Keila fue objeto de planes de reasentamiento, y por largos años existieron tensiones severas asociadas con la inseguridad de los inquilinos. En el 2003 la Coalición Asiática de Derechos a la Vivienda (Asian Coaltion of Housing Rights), a través de una ONG local, el Fondo del Desarrollo de los Pobres Urbanos (Urban Poor Development Fund) propuso a la ciudad de Phnom Penh la ocupación compartida del terreno entre los inquilinos y el sector privado “land sharing”.

6 Ver: Cambodian League for the Promotion and Defense of Human Rights, Borei Keila: Cambodia’s Social Housing Project Five Years on, December 2008, www.licadho-Cambodia.org/articles/20081219/84/index. y Phonphakdee et ál., The Urban Poor Development Fund in Cambodia: 2009.

La Coalición Asiática de Derechos a la Vivienda ya había promocionado con éxito un proyecto igual en Bangkok, la capital de Tailandia, lo que sirvió para convencer al gobierno y al municipio de que había una posibilidad de un compromiso entre el sector privado y los inquilinos organizados. Un 30% (4,6 hectáreas) de la tierra de Borei Keila fue dedicado a un proyecto de apartamentos de seis pisos para acomodar a los inquilinos. El sector privado tuvo que prefinanciar y construir las 1776 unidades de vivienda y a cambio de ello recibió el título de propiedad del 70% (9,52 hectáreas) restante del terreno. Según el acuerdo, los apartamentos serían entregados libres de costo para las familias beneficiadas.6 Hoy en día los apartamentos están listos y poco a poco, desde 2007, las familias están siendo trasladadas de sus campamentos temporales y transitorios a las nuevas viviendas. Los apartamentos tienen 48 m2, están agrupados en bloques de seis pisos (figs. 12 y 13), tienen servicios modernos y sirven como ejemplo de una vivienda social de calidad para futuras intervenciones. En términos de espacios comunitarios Borei Keila puede parecer muy básico y el espacio libre y abierto es muy reducido. Aparte de las viviendas existen también espacios comerciales que están arrendados para tiendas y proveedores de servicios. Varias ONG han monitoreado el avance y cumplimiento de los términos acordados para el proyecto, entre ellos la entrega de los apartamentos a los habitantes iniciales. Mientras la construcción avanza eficientemente, se ha notado cierto descontento entre los beneficiarios por la lentitud del proceso de adjudicación de las viviendas terminadas. Los beneficiarios que aún habitan en las viviendas transitorias, aun en el 2010, sienten urgencia de mudarse a las viviendas terminadas.

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Figura 10. Borei Keila: apartamentos del complejo deportivo ya tugurizados. Fuente: UPDF. Figura 11. Borei Keila: tugurios antes de su destrucción. Fuente: UPDF. Figura 12. Borei Keila: los nuevos apartamentos en la espera de ser ocupados (2010). Fotografía: Florian Steinberg. Figura 13. Borei Keila: los nuevos apartamentos ya ocupados (2010). Fotografía: Florian Steinberg.

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas. Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg  [ 61 ]


Conclusiones Obviamente no es fácil comparar casos tan diferentes como los tres proyectos presentados, pero ellos tienen unos denominadores comunes en el proceso de convertirse en barrios de calidad, hay que reconocer que la tenencia y seguridad de la tierra ha sido el primer elemento clave para comenzar. Aun en el caso de la India, aunque no han otorgado títulos de propiedad, la tenencia parece asegurada y los inquilinos se sienten confiados y seguros con su futuro, tanto que han invertido bastante en la calidad física de su hábitat y sus servicios. El segundo elemento clave son los servicios básicos de vías, agua potable, saneamiento y recolección de basura, como demuestran los casos, hay una gran variedad de estándares y desigualdad entre estos proyectos y el entorno del hábitat formal. Sin embargo, se deben reconocer los esfuerzos que se han hecho para incorporar a los inquilinos informales en las redes de la infraestructura urbana, y se espera que en un proceso de consolidación haya mejoras de los estándares. El tercer elemento es la vivienda, aunque sea muy básica, hay que subrayar que éste es quizá el menos importante comparado con la seguridad de tenencia y los servicios. La gran facultad de la vivienda es que en muchas soluciones se presta para un mejoramiento continuo e incremental; dos de los ejemplos presentados representan viviendas incrementales que se adaptan no sólo a las necesidades de usar la vivienda, sino también como espacio para trabajar y mejorar los ingresos familiares. Es interesante notar que, como en Tondo, en el proceso de consolidación las familias inicialmente dan mucha importancia a lograr tenencia segura y servicios. Una vez conseguida esta seguridad y un techo básico, puede ser que dirijan más atención y recursos a la educación de sus hijos y a la creación de empresas, que a terminar o consolidar sus viviendas. Entonces la calidad de habitación asume un sentido diferente al del sector formal del hábitat, donde es normativo y además se facilita para el aprovechamiento de oportunidades económicas. Manila y Ahmadabad son ejemplos pasados que incluso hoy, casi veinte años después, aportan lecciones muy relevantes que pueden contribuir a la solución de problemas de escasez, calidad de vivienda y del hábitat para familias de estratos bajos y marginados. No es necesario repetirlos, pero pueden servir de inspiración y referencia para los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil interesados en la construcción de una ciudad sostenible. Mientras los mercados y los gobiernos no han podido ofrecer soluciones dignas para la gente menos favorecida, la lucha de ellos continuará concentrada en conseguir inicialmente los elementos básicos y después preocuparse por la calidad del hábitat. En el entorno de autogestión, muchas responsabilidades quedan en manos de los mismos pobladores. No hay que olvidar que ejemplos como los tres aquí presentados son unas islas en un mar de falta de oportunidades.

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Los retos para los arquitectos urbanistas siguen siendo grandes, aparte de la realización de proyectos altruistas e innovadores, los sistemas institucionales existentes siguen siendo, en muchos casos, una barrera muy grande que necesita iniciativa y flexibilidad para abrirse a experimentar con intervenciones innovadoras. Igualmente, el sector comercial aún no ha encontrado medidas claras para convertir las necesidades de millones en una demanda comercial.

Bibliografía Cambodian League for the Promotion and Defense of Human Rights. Borei Keila: Cambodia’s Social Housing Project Five Years on, Diciembre 2008, www.licadho-Cambodia.org/articles/20081219/84/index. html; Urban Poor Development Fund in Cambodia, Newsletter May 2008, p. 13. www.updfkh.net/en/ home.php?a=x&b=s&m=Community%20 Land; Cities Alliance y Prefeitura da Cidade de São Pablo. Slum Upgrading Up Close - Experiences of Six Cities. Washington: The Cities Alliance, 2008. Marulanda, Liliana. “Tondo Foreshore – Dagat-Dagatan Development Project - Case Study Report”. Inter-American Development Bank, 2009 (no publicado). ____. “Slum Networking Project, Ahmedabad (India) Case Study Report”. Inter-American Development Bank, 2009 (no publicado). Mila A. Reforma and the Project Evaluation Team. Housing the urban poor: the Tondo experience. Manila: National Housing Authority , 1983. Phonphakdee, S; Visal, S. y Sauter, G. The Urban Poor Development Fund in Cambodia: Supporting local and city-wide development. Journal – IIED, serie Gatekeeper 137, agosto 2009. Londres: International Institute for Environment and Development, 2009. Viloria, J. y D. Williams. “Evaluation of Community Upgrading Programs in Metro Manila” en Evaluation of Third World Experiences. Skinner, Taylor, Wegelin (eds.). Manila: 1987. UN-Habitat, “The Right to the City - Bridging the urban divide” en State of the World’s Cities 2010-2011. Londres: Earthscan, 2010.

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Asentamientos precarios

Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención Slums. An approximation to upgrading and prevention Recibido: 5 de abril de 2010. Aprobado: 11 de mayo de 2010.

Erik Vergel Tovar

Arquitecto, Universidad Nacional de Colombia. Asesor del Departamento Nacional de Planeación ( DNP ), Máster en Gestión, Planeación Urbana y Desarrollo, Erasmus University of Rotterdam, Institute for Housing and Urban Development Studies ( IHS ), Países Bajos. erickvergel@hotmail.com Los puntos de vista aquí expresados son del autor, no representan ni pueden atribuirse a la entidad para la cual trabaja.

Resumen El artículo plantea seis razones para abordar el fenómeno de los asentamientos precarios desde la planeación y gestión urbana; describe algunas estrategias desarrolladas en el contexto internacional y colombiano frente al fenómeno, enfocándose el recientemente aprobado documento Conpes 3604 “Lineamientos para la consolidación de la política de mejoramiento integral de barrios MIB” y sus implicaciones. Adicionalmente, brinda lineamientos en relación con el aporte por parte de los estudiantes y profesionales de la arquitectura y el urbanismo frente a las estrategias de mejoramiento y prevención del fenómeno de los asentamientos precarios. Finalmente, el artículo brinda algunas conclusiones frente a los retos que plantean los productos del documento Conpes y propone algunas recomendaciones acerca de las alternativas para generar oferta de suelo y vivienda asequible a los hogares de bajos ingresos como parte de procesos de renovación y expansión urbana. Palabras clave: asentamientos precarios, pobreza urbana, mejoramiento integral de barrios, prevención, derecho a la ciudad. Abstract The paper advocates six reasons to address the phenomenon of slums from the perspective of city planning and urban management, describing a number of strategies to deal with the phenomenon developed in Colombia and abroad, and focusing on the recently approved national policy paper Conpes 3604 “Guidelines for the Consolidation of the National Slum Upgrading Strategy” and its implications. In addition it puts forth guidelines in relation to the contributions made by architecture students and professional architects in terms of slum upgrading and slum prevention. Finally, the paper puts forth a number of conclusions dealing with some of the challenges implied by the Conpes document, as well as some recommendations related to alternatives for land development and affordable housing supply for low income groups as part of urban renewal and urban growth processes. Keywords: slums, urban poverty, slum upgrading, prevention, right to the city.

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La esfera de acción de los arquitectos debe ser amplia, porque el diseño y la planeación son de una gran complejidad. Ellas expanden la vida civilizada en todos sus aspectos esenciales, así como en la disposición del suelo, las ciudades y el campo; y el conocimiento del ser humano a través de la biología, sociología y psicología, el derecho, gobierno y economía, las artes, la arquitectura y la ingeniería. Todas ellas son interdependientes; nosotros no podemos considerarlas en compartimientos separados Walter Gropius. The architects Collaborative, Teufen 1966

Figura 1. Pendón del Seminario Taller Internacional, Gestión del Suelo y Mejoramiento Integral de Barrios, que tuvo lugar en Cartagena (2008). El dibujo muestra tres fases del MIB: 1) las personas con una vivienda en madera, 2) participación comunitaria en propuestas para mejorar el barrio en un tablero, 3) el barrio mejorado con buen espacio público y viviendas más consolidadas.

Antecedentes En la región de Latinoamérica, donde el índice de urbanización es el más alto de los países en vías de desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima un aumento de la población en asentamientos precarios, donde si se mantienen las actuales tendencias, pasará de una población de 134 millones de habitantes en el año 2005 a 162 millones para el año 2020. Colombia no es ajena a este escenario de rápida urbanización el cual implica crecimiento de habitantes en asentamientos precarios (tabla 1). La ONU estima que para el año 2020 el país tendrá 8,7 millones de habitantes en asentamientos precarios, de un total de 42,7 millones de habitantes urbanos, es decir, el 20% de la población se encuentra asentada en ciudades. Por otra parte, el más reciente informe de avance de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) en Colombia, estimó que el país en un escenario inercial frente al fenómeno tendrá un 17% de los hogares urbanos del país en asentamientos precarios para el año 2020.

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención. Erik Vergel Tovar  [ 65 ]


1 DNP, Ciudades amables, 2005.

En este contexto, existen al menos seis razones del porqué es necesario concentrar esfuerzos desde la planeación y gestión urbana frente al tema de la reducción de la pobreza urbana. Primero, el crecimiento urbano es una dinámica constante que en el caso de Colombia presentaba una tasa del 73,5% en el año 2000, y se estima que esta cifra ascenderá al 80% en el año 2020.1

2 Ibíd.

Segundo, la relación entre urbanización y pobreza es un fenómeno que se presenta en las ciudades del país, teniendo en cuenta que un 19,51% de la población urbana (6.220.219 de personas) presentan necesidades básicas insatisfechas (NBI), y un 5,84% de la misma población (1.863.744 de personas) se encuentra en condiciones de miseria; lo anterior en un contexto de crecimiento urbano como el descrito, permite estimar que un grupo considerable de los futuros habitantes urbanos tendrá bajos ingresos y, por consiguiente, se estima que las ciudades serán las áreas de mayor concentración de necesidades básicas insatisfechas (NBI). No obstante, serán al mismo tiempo el escenario más apropiado para que las acciones de mejoramiento urbano tengan un mayor impacto en la reducción de la pobreza debido a su concentración y densidad prevista en las ciudades.2

3 Informe de avance ODM, 2007.

Tercero, la magnitud y escala de los asentamientos precarios en el país, teniendo un estimado del 16% de los hogares urbanos (1.346.000 hogares) en asentamientos precarios en el 2005, el cual se constituye en un fenómeno dinámico debido al crecimiento urbano estimado en el incremento de la población urbana. Por lo tanto, si no se toman acciones frente a la magnitud de la problemática, se estima que la cifra ascenderá a un 17% de hogares urbanos localizados en asentamientos precarios (2.350.000 hogares) para el 2020.3 Cuarto, las condiciones de inequidad, exclusión y riesgo en que se encuentran los habitantes en asentamientos precarios generan condiciones de segregación de esta población de los beneficios urbanos tales como el ejercer su voz y voto en las decisiones que los afectan, contar

Tabla 1. Estadísticas urbanas (1951-2009) Ítem

1951

1973

1993

2005

2009*

2019

11.455

22.862

37.662

42.888

44.977

55.875

4.459

13.548

25.856

31.886

33.898

42.750

39%

60%

69%

74%

75%

78%

Cuatro ciudades principales

1.506

5.600

10.099

12.099

12.882

19.446

Ciudades mayores a 100.000 habitantes

1.720

8.920

17.421

21.512

23.422

31.029

0

2

4

4

4

7

Población total Población urbana Porcentaje total

Número de ciudades mayores a un millón de habitantes Número de ciudades mayores a 100.000 habitantes

6

18

33

38

41

55

Porcentaje de hogares en asentamientos precarios

ND

ND

ND

16%

16%

17%

*Proyecciones DANE 2009. Fuente: DANE (censos 1951-2009) informe avance ODM (2007), cálculos: DDU, DNP.

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con una vivienda apropiada y seguridad en su tenencia, así como servicios de educación y salud, accesibilidad a las redes de transporte urbano, ingresos adecuados y una dirección de correo, entre otros. Adicionalmente, los asentamientos donde se concentran los grupos de bajos ingresos sin ningún tipo de planificación, llevan a la ocupación de zonas no aptas para urbanización generando condiciones de riesgo para esta población, debido al conjunto de amenazas de origen natural como las inundaciones, deslizamientos, etcétera, que puedan presentarse. Quinto, la inseguridad en la tenencia del suelo y la vivienda por parte de los pobres urbanos al no contar con títulos de propiedad genera una situación de vulnerabilidad frente a reubicaciones forzosas. Mientras que al brindarles seguridad en la tenencia podría estimular la economía a escala local, debido a la motivación que esto genera en los habitantes para realizar inversiones en el mejoramiento de sus viviendas, así como su vinculación al mercado formal de la ciudad y el acceso a fuentes de crédito y oportunidades creadas por el modelo de subsidios, su contribución al sistema tributario local, evitar escenarios de traslados forzosos, cambios en los precios del suelo que promuevan mercados de suelo y vivienda regulados por el Estado. Finalmente, en el contexto descrito anteriormente es evidente que los grupos de bajos ingresos deben ejercer de igual forma su derecho a los beneficios que ofrece la ciudad a todos sus habitantes, desde oportunidades de empleo y estudios hasta la posibilidad de adquirir una vivienda apropiada, lo anterior cumpliendo igualmente con los deberes ciudadanos que les permitan gozar de las ventajas que ofrecen las áreas urbanas, es decir ejercer su derecho a la ciudad. En este contexto, cabe resaltar que el concepto del derecho a la ciudad se constituyó en el tema principal del más reciente Foro Urbano Mundial que tuvo lugar este año en Río de Janeiro (Brasil, 2010), el cual se abordó en términos de generar ciudades incluyentes donde se reduzcan las inequidades y la pobreza a través del acceso equitativo a una vivienda, entre otros. Por consiguiente, no sólo frente al fenómeno de los asentamientos precarios el papel de los estudiantes y profesionales de la arquitectura tiene un gran potencial en términos de brindar desde su perspectiva aportes significativos para el mejoramiento urbano a través del mejoramiento integral de barrios MIB y la prevención de asentamientos precarios como se muestra más adelante; sino también, en aportar al debate del derecho a la ciudad en relación con el aporte de la arquitectura y el urbanismo en la generación de bienes y servicios a los cuales puedan acceder los ciudadanos.

Marco conceptual ¿Qué es un asentamiento precario? UN-Habitat define un grupo de características para los asentamientos precarios o informales como se describe a continuación:

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“falta de servicios básicos, vivienda por debajo de los estándares o ilegal y estructuras inadecuadas de construcción, hacinamiento y alta densidad, condiciones de vida insalubres y localización en zonas de riesgo, inseguridad en la tenencia, asentamientos informales o irregulares, pobreza y exclusión social, tamaño mínimo de los asentamientos”. 4 La Alianza de las Ciudades es una “coalición global de ciudades y sus socios para el desarrollo que acordaron estimar estrategias satisfactorias para la reducción de la pobreza”, específicamente para cumplir la meta principal de “Ciudades sin Tugurios” (Cities without Slums). http://www.citiesalliance.org/index.html.

Por otra parte, la Alianza de las Ciudades (Citties Alliance)4 describe un asentamiento precario o informal como: “partes olvidadas de las ciudades donde las viviendas y condiciones de vida están deplorando a los pobres. Los asentamientos precarios o informales abarcan desde altas densidades, tenencia mediante invasión de la ciudad central hasta asentamientos espontáneos o tugurios sin reconocimiento legal o derechos de propiedad, creciendo al borde de las ciudades”.

5 Cities Alliance, 2007.

6 La metodología definió como hogares que viven en asentamientos precarios, aquellos que presentan condiciones de precariedad habitacional en diferentes grados: desde la carencia de un servicio público, hasta la ocurrencia de eventos simultáneos. Igualmente, esta metodología privilegia las características de la vivienda in situ, sobre otros conceptos como la ilegalidad de la tenencia (Informe de avance de Colombia, objetivos de desarrollo del milenio, 2005).

Agrega además que “los asentamientos precarios o informales tienen varios nombres, favelas, kampungs, bidonvilles, tugurios, todavía comparten las mismas miserables condiciones”.5 Desde la perspectiva del déficit habitacional como unidad de vivienda, los hogares en asentamientos precarios se han definido usualmente en Colombia a través de tres aspectos:6 ·

Viviendas no susceptibles de mejorar. Hogares que habitan viviendas con carencias cualitativas en cuanto a estructura y servicios básicos simultáneamente. En términos de teoría de conjuntos, estos hogares serían aquellos que habitan viviendas: 1) sin acueducto y sin alcantarillado, y, en materiales inadecuados o pisos en tierra, y 2) sin alcantarillado, y con materiales inadecuados o pisos en tierra.

·

Déficit de vivienda cualitativo. Contabiliza hogares que habitan viviendas con cualquiera de las siguientes carencias: 1) sin acueducto; 2) sin alcantarillado; 3) en materiales inadecuados; 4) en pisos en tierra; y, 5) en hacinamiento crítico.

·

Hogares en zonas de riesgo. Contabiliza hogares que habitan viviendas en condiciones adecuadas pero están localizadas en zonas de riesgo por deslizamiento, inundaciones, entre otras.

Por otra parte, desde una perspectiva del entorno es importante comenzar a considerar otros aspectos en términos de precariedad como se describe a continuación: ·

Servicios municipales básicos. Recolección de basuras, manejo de aguas lluvias, iluminación del espacio público, andenes y vías pavimentados, y vías adecuadas para el acceso en caso de emergencias.

·

Equipamientos. No cuentan con escuelas y centros de salud a su alcance, así como áreas seguras para que los niños puedan jugar.

·

Espacio público. Lugares para el encuentro y socialización de la comunidad.

¿Qué es Mejoramiento Integral de Barrios (MIB)? La Alianza para las ciudades describe el mejoramiento integral de barrios MIB como “el conjunto de acciones para el mejoramiento físico,

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social, económico, organizacional y ambiental de asentamientos precarios de manera cooperativa y a escala local entre ciudadanos, grupos comunitarios, sector privado y autoridades locales”.7 Entre las acciones se incluyen la instalación o mejoramiento de infraestructura básica, conexión a redes de agua, provisión de servicios de saneamiento básico, rehabilitación de áreas para la circulación y espacios públicos, construcción de drenajes y prevención de deslizamientos, provisión del servicio de electricidad, regularización y formalización de la tenencia a través de procesos de legalización urbanística8 y de titulación predial.9 Todo lo anterior con el propósito de garantizar un proceso de consolidación de los asentamientos en el marco de la norma urbanística de la ciudad.10

Asentamientos precarios y los Objetivos de Desarrollo del Milenio Como ya se ha mencionado por parte de diferentes autores e investigadores, no es posible definir los asentamientos precarios en términos generales como un concepto que pueda ser aplicado en todas las áreas urbanas alrededor del mundo. Sin embargo, para encontrar las características en común de estas áreas urbanas UN-Habitat describe los asentamientos precarios como un “área urbana altamente poblada caracterizada por estándares bajos de vivienda y pobreza”.11 En diferentes ciudades del mundo los asentamientos precarios presentan múltiples características con diferentes formas de evidenciar problemas tales como la estructura de la vivienda, el acceso al agua potable y saneamiento básico y la tenencia del suelo y la vivienda, entre otros. Esto permite afirmar que no es posible tener una definición universal para el fenómeno de los asentamientos precarios. UN-Habitat ha identificado dos clases de asentamientos precarios. Por un lado, están los asentamientos precarios o informales de la esperanza, los cuales son “asentamientos progresivos que normalmente están caracterizados por nuevas estructuras autoconstruidas, usualmente ilegales (p. ej. invasiones) que están en, o han sido recientemente parte de, un proceso de desarrollo, consolidación y mejoramiento”. Por otro lado, están los asentamientos precarios o informales de la desesperanza, los cuales son definidos como “barrios deteriorados, en los cuales las condiciones ambientales y de servicios domésticos están experimentando un proceso de degeneración”.12

7 Véase, http://www.citiesalliance.org/ activities-output/topics/slum-upgrading/ slum-upgrading.html. 8 Decreto 564 de 2006: “por el cual se reglamentan las disposiciones relativas a las licencias urbanísticas; al reconocimiento de edificaciones; a la función pública que desempeñan los curadores urbanos; a la legalización de asentamientos humanos constituidos por viviendas de interés social, y se expiden otras disposiciones”. 9 Artículo 98. Asesoría a entidades territoriales. El Gobierno nacional a través del ministerio respectivo asesorará a las entidades territoriales e impulsará procesos de titulación de los predios de las familias hoy asentadas en desarrollos urbanos incompletos que obtuvieron u obtengan su legalización urbanística. Mediante estos procesos se legalizará la tenencia de los predios sin menoscabo de los derechos que le asistan a sus titulares. 10 Documento Conpes 3604, 2009. 11 UN -Habitat, The Challenge of Slums, 2003.

12 Ibíd.

En el 2000 casi la totalidad de las naciones del mundo suscribieron un plan para ayudar a la población en condiciones de pobreza en el mundo, mediante los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con metas para el año 2015. Los ODM establecieron en el objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente en la Meta 11 que busca: “mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020”. A partir de este acuerdo mundial, cada país ha venido trabajando en la formulación de políticas, estrategias, programas y proyectos para cumplir con las metas en un esfuerzo colectivo por mejorar las condiciones de vida de los grupos de ingresos más bajos.

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención. Erik Vergel Tovar  [ 69 ]


Colombia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (Objetivo 7, Meta 11, Asentamientos precarios) 13 UN-Habitat. Millennium Development. Goals, 2000.

14 Conpes Social 91, 2005.

El avance que ha tenido Colombia en el cumplimiento de la Meta Once se manifiesta en el informe de avance de los ODM:13 Hacia una Colombia equitativa e incluyente. Por una parte, para cumplir la meta en acceso sostenible de agua potable se establecieron estrategias en tres componentes: 1) componente financiero, 2) componente institucional, 3) adecuación de la estructura empresarial del sector. Por otra parte, para cumplir la meta relacionada con la mejora de las condiciones de vida de la población en asentamientos precarios se establecieron dos estrategias. Primero, detener y prevenir la formación de nuevos asentamientos precarios, mediante tres instrumentos: 1) continuar con el programa del subsidio familiar de vivienda (SFV) del Gobierno nacional; 2) crear mecanismos financieros para atender a los hogares informales (50% de la formación anual de hogares); y 3) fortalecer el sistema financiero hipotecario. Segundo, atender los asentamientos precarios existentes, mediante cuatro instrumentos: 1) asignación de subsidios para mejoramiento de vivienda; 2) implementación del microcrédito inmobiliario; 3) asistencia técnica a los municipios, distritos y departamentos para la elaboración de programas de mejoramiento integral de barrios (MIB); y 4) procesos de titulación masiva.14 Por lo anterior, es claro que las estrategias en Colombia para el año de 2005 ya planteaban abordar el reto de mejorar considerablemente la vida de los habitantes de asentamientos informales o precarios en Colombia mediante dos acciones estratégicas y complementarias: mejoramiento por un lado, y prevención a la formación de nuevos asentamientos informales o precarios, por el otro. Esto se constituye en una aproximación integral al fenómeno y define acciones importantes para el medio ambiente construido en las ciudades, tal y como se describe más adelante.

Políticas, programas y proyectos MIB Contexto internacional y las primeras estrategias

15 UN -Habitat, 2003.

Desde principios de la década de los setenta no existían respuestas claras ni estrategias formuladas frente al fenómeno de los asentamientos precarios por parte de autoridades nacionales o locales, es decir, la postura en ese entonces se caracterizó por la negligencia, basándose en dos acepciones: los asentamientos precarios son ilegales e inevitables temporalmente, pero pueden ser superados mediante el desarrollo económico tanto en áreas urbanas como rurales. Posteriormente, la respuesta hacia finales de los setenta y principios de los ochenta fueron los desalojos forzados, debido a que el desarrollo económico claramente no integraba los asentamientos precarios a la ciudad legal. Esta respuesta se dio en contextos de centralidad gubernamental, con gobiernos locales débiles y sin ninguna participación de la sociedad civil y las comunidades afectadas.15

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En el mismo período, se dio un giro en la aproximación al fenómeno mediante políticas de “autoayuda” y mejoramiento “en sitio”, las cuales se basaron en la preocupación ya generalizada acerca del “derecho a la vivienda” y la protección contra desalojos forzados. En el marco de la Agenda Hábitat de 1996, la “estrategia de facilitación” sustentada en los principios de subsidiariedad con estrategias de capacitación y coordinación, fue un paso adelante hacia las estrategias de mejoramiento, dado que además de incluir la seguridad en la tenencia y el desarrollo económico de los asentamientos precarios, se planteó la importancia de involucrar a los hogares en la toma de decisiones y el diseño de los procesos. Adicionalmente, el reasentamiento ha sido un tema transversal a todas las aproximaciones y respuestas al fenómeno de los asentamientos precarios. Esto se debe a que de una u otra manera la población en asentamientos precarios ha sido objeto de desplazamientos, ya sea de manera inapropiada (p. ej. desahucios), o mediante planes de reasentamientos con participación comunitaria como se verá más adelante.

El proyecto del milenio, el equipo de tareas y el ajuste a la Meta 11 Es importante destacar que en el año 2005 la Meta 11 fue revisada por el equipo de tareas (task force) sobre el mejoramiento de la vida de los habitantes de tugurios en el marco del proyecto del milenio (comisionado por el Secretario General de la ONU y apoyado por el Grupo de la ONU para el Desarrollo). De acuerdo con las recomendaciones del equipo de tareas, la Meta 11 debería ser reformulada de la siguiente manera: “Mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020, mientras se brindan alternativas adecuadas a la formación de nuevos tugurios”.16

16 PNUD , A Home in the City, 2005.

En este sentido, la reformulación de la Meta 11 se plantea a partir de una mirada al fenómeno entendido como un problema dinámico, dado que el crecimiento de la población que habita estas áreas urbanas, implica que la proporción de la meta de 100 millones de habitantes en todo el mundo cambió debido al crecimiento de los asentamientos precarios. De tal forma, la reformulación de la meta once implica un doble reto. Primero, continuar con las estrategias de mejoramiento integral de barrios (MIB) y su infraestructura, a través de la regularización y formalización de estos. Segundo, plantear alternativas para prevenir la formación de nuevos asentamientos de este tipo, a través de políticas preventivas y a favor de los grupos de más bajos ingresos, así como medidas que brinden soluciones de vivienda y desarrollo urbano formal al alcance de dicho grupo de la población para evitar los procesos de urbanización sin planificación.

Contexto colombiano: aproximaciones y estrategias frente al fenómeno Colombia presenta un proceso de elaboración de normas e instrumentos para el desarrollo urbano en los cuales se han incluido acciones y

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estrategias para abordar el fenómeno de los asentamientos precarios. Sin embargo, no es el objetivo del presente documento realizar una revisión detallada de las normas con relación a este tema. Por lo tanto, se describen a continuación la identificación de la evaluación de los conceptos y aproximaciones en las leyes e instrumentos utilizados en este apartado. ·

Ley 9ª de reforma urbana 1989

En el marco de la ley 9ª, el tema de los asentamientos precarios se aborda desde la perspectiva de la ilegalidad. Esto es evidente en conceptos como la expropiación, legalización de títulos, reubicación de asentamientos humanos en zonas de alto riesgo ligados al crecimiento urbano sin normas, permisos y licencias. Es claro que la ley 9ª presenta dos caras frente al fenómeno de los asentamientos precarios. Por un lado, brinda facilidades de cesión a título gratuito en su artículo 58 a los moradores de bienes fiscales ocupados ilegalmente para vivienda de interés social (antes de 1988). Por otro lado, en el artículo 69 se establecen ordenes de desocupación o lanzamiento, acciones policivas de los ocupantes de hecho de los asentamientos ilegales, y finalmente, de sanciones civiles y penales. Por lo tanto, Colombia para ese entonces no se encontraba en sintonía con el contexto internacional dado que en la normativa vigente no se encuentran estrategias de “autoayuda” y mejoramiento “en sitio”. ·

Ley 388 de 1997 de desarrollo territorial

La ley 388 de 1997 da un gran salto en comparación con la ley 9ª de 1989, a la cual reforma en algunos aspectos. Es importante destacar que la ley 388 se basa en los siguientes principios: “función social de la propiedad”, la “prevalencia del interés general sobre el particular” y la “función pública del urbanismo”, los cuales brindan un marco diferente para el planteamiento de estrategias frente al fenómeno. En este sentido, en su artículo 3º, la ley define que el ordenamiento del territorio busca “propender por el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, y mejorar la seguridad de los asentamientos humanos frente a los riesgos naturales”. Además, en su artículo 13 con relación al componente urbano del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), establece que debe contener estrategias de mediano plazo para el desarrollo de programas vis incluyendo los de mejoramiento integral y mecanismos para la reubicación de asentamientos humanos en zonas de alto riesgo. Es claro que en esta ley se incluyen conceptos del debate internacional de manera integral como lo son el mejoramiento, el reasentamiento y la prevención de desastres naturales. El concepto de mejoramiento integral también forma parte de los componentes mínimos en las normas urbanísticas generales y complementarias de los POT, los cuales se vinculan como elemento estructural en el largo plazo. Igualmente, la ley define que los recursos producto de la participación en plusvalía (como instrumento de financiación), se

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destinará al mejoramiento de asentamientos urbanos con desarrollo incompleto o inadecuado. Dentro de los instrumentos definidos por la ley 388 de 1997 se encuentran los planes parciales, en los cuales se estableció que debe incluir, entre otros, el mejoramiento integral o renovación, en el marco de una actuación u operación urbana, donde el mejoramiento del espacio público es parte integral de este tipo de intervenciones. Dentro de los instrumentos de gestión del suelo que establece la ley 388 de 1997 se encuentran las actuaciones urbanas integrales las cuales permiten desarrollar las políticas y estrategias de largo plazo de los POT o de los planes parciales, contando con la característica de integrar un componente de gestión del suelo y dos en la acción sectorial (programas y proyectos mejoramiento integral de asentamientos). Cabe anotar que posteriormente la ley 810 de 2003 establece acciones de tipo preventivo y policivo frenando los procesos de urbanización no planificados, lo cual puede ser una respuesta parcial frente a un rápido crecimiento urbano que estaría desbordando las capacidades locales. Este es un importante avance debido a la conjugación de políticas y programas sectoriales, junto con la planificación social, económica y territorial, mediante instrumentos de gestión que permiten financiar la incorporación al desarrollo urbano de asentamientos precarios. Es en este momento que Colombia logra ponerse en sintonía con el contexto internacional, específicamente con la Agenda Hábitat de 1996. ·

Del Documento Conpes 3305 de 2004 al Conpes 91 de 2005

En el año 2004, se adelantó el proceso de construcción de los lineamientos de política para el desarrollo urbano consignados en el Documento Conpes 3305 “Lineamientos para optimizar la política de desarrollo urbano”. En este documento, se estableció que el país presenta 1,3 millones de hogares en asentamientos precarios y, por lo tanto, se planteó como estrategia para el mejoramiento de las condiciones de vida de este grupo de la población “mejorar las condiciones de los asentamientos precarios” en el marco de la gestión del desarrollo urbano. En este orden de ideas, la estrategia propuso básicamente dos acciones: 1) los programas de mejoramiento integral de barrios (PMIB), en los cuales el Gobierno nacional brindará asistencia técnica a las entidades territoriales para gestionar recursos de cooperación y de crédito con la banca multilateral para su financiación; 2) el programa de titulación masiva de predios (PTMP), para los hogares localizados en asentamientos precarios con posibilidades de mejoramiento integral (meta mediano plazo: asistencia técnica en doce ciudades para procesos de titulación en cerca de 100.000 predios). Posteriormente, se adelantó el proceso de construcción del Documento Conpes Social 91 de 2005 donde el fenómeno de los asentamientos precarios se aborda en el marco del Objetivo 7 de los ODM. En ese sentido, los lineamientos de política de desarrollo urbano y las políticas sociales y económicas encuentran un punto en común en la lucha contra la

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17 DNP . Programa Visión Colombia 2019, 2006.

pobreza: los asentamientos precarios. Por lo tanto, este punto de encuentro se presenta en el ejercicio de planeación estratégica Ciudades amables,17 en el cual el fenómeno de los asentamientos precarios hace parte del diagnóstico del crecimiento urbano, así como en la formulación de estrategias para un mejor desarrollo urbano hacia el 2019. ·

18 PND , Ciudades amables, 2006-2010.

19 Ibíd. 20 Este programa apoya seis proyectos MIB en fases de preinversión e inversión, y once proyectos en fase de preinversión, en el marco de convenios entre el ministerio y los municipios respectivos.

El PND 2006-2010 y la estrategia Ciudades amables

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006-2010 plantea estrategias innovadoras que recogen los insumos del contexto internacional y nacional. Con relación a los asentamientos precarios, el PND en su capítulo “Ciudades amables” (fig. 2) plantea en la estrategia “desarrollo urbano: ciudades compactas y sostenibles”, que una de las mayores dificultades que enfrentan las ciudades del país es la “presencia de asentamientos precarios”.18 La apuesta más innovadora de la estrategia Ciudades amables son los lineamientos para articulación de políticas y programas integrales, en los sectores de agua y vivienda, así como en movilidad y desarrollo urbano. La articulación de los sectores de agua y vivienda se plantea a través de los programas integrales, específicamente en el programa Saneamiento para asentamientos: mejoramiento integral de barrios SPA: MIB. Este programa tiene como objetivo “orientar acciones de reordenamiento o adecuación del espacio urbano, tanto público como privado, con el fin de mejorar las condiciones de saneamiento básico de los asentamientos precarios del país”.19 El programa MIB20 que adelanta el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) se constituyó en el instrumento para avanzar en la implementación de los programas integrales.

Desarrollo urbano: ciudades compactas y sostenibles

Vivienda al alcance de todos

Agua para la vida

Transporte urbano y movilidad

Lineamientos de articulación de políticas (agua y vivienda; movilidad y desarrollo urbano) y programas integrales

Saneamiento para asentamientos: mejoramiento integral de barrios (SPA:MIB)

Macroproyectos para Vivienda de Interés Social (VIS) e infraestructura

Renovación y/o redensificación urbana

Figura 2. Estrategia Ciudades amables (PND, 2006-2010). Fuente: DDU, DNP (2009).

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El Documento Conpes 3604: Lineamientos para la consolidación de la política de mejoramiento integral de barrios (MIB) 2009

Figuras 3 a 6. Proyecto urbano integral (PUI) nororiental: quebrada Juan Bobo (Medellín), antes y después. Fuente: Departamento Nacional de Planeación.

En desarrollo de los lineamientos establecidos en la estrategia Ciudades amables del PND 2006-2010, específicamente el Programa integral Saneamiento para asentamientos: mejoramiento integral de barrios MIB, se formula el Documento Conpes 3604: Lineamientos para la consolidación de la política de mejoramiento integral de barrios (MIB). Este proceso contó con la participación de entidades del orden nacional, regional y local, la academia, organizaciones no gubernamentales, entre otros. El Conpes toma como punto de partida las experiencias locales que se han adelantado en algunas ciudades del país con el propósito de definir lineamientos que recojan las lecciones aprendidas y mejoren el desempeño de las entidades territoriales en la identificación, formulación, gestión y ejecución, seguimiento y evaluación de programas MIB. Se destacan en el documento las experiencias del Primed y los proyectos urbanos integrales (PUI) en Medellín (figs. 3 a 6); y el Proyecto SUR con Bogotá y el Programa Servicios Urbanos para Bogotá.

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21 Para un mayor detalle, ver anexo B del Documento Conpes, “Descripción componentes MIB ”. <http://www.dnp.gov. co/PortalWeb/LinkClick.aspx?fileticket=F HzDNvduRMo%3d&tabid=907>.

El Documento Conpes plantea un marco de actuación para el MIB teniendo como punto de partida la necesidad de establecer las condiciones de riesgo de la población en asentamientos precarios y, de esta forma, la definición de escenarios de mejoramiento en aquellas zonas de riesgo mitigable, y de reasentamiento en las áreas de riesgo no mitigable. Adicionalmente, el Documento Conpes plantea como parte del marco conceptual tres ámbitos en relación con el alcance y los componentes del MIB:21 1) ámbito público: sistemas estructurantes urbanos (componentes: intervención del riesgo, ordenamiento urbano y regularización urbanística, servicios públicos domiciliarios, recuperación y protección ambiental, accesibilidad y movilidad, espacio público y equipamientos); 2) ámbito privado: sistemas estructurados complementarios (componentes: titulación, mejoramiento de vivienda, redensificación); y 3) ámbito social y económico: (componentes: participación comunitaria, fortalecimiento institucional, seguridad y convivencia, generación de ingresos). El Documento Conpes plantea un grupo de lineamientos de articulación de políticas sectoriales y estrategias para ser desarrollado a través de la Instancia Nacional MIB, y un grupo de productos entre los cuales se destaca la expedición del decreto de tratamiento de mejoramiento integral reglamentario de la ley 388 de 1997, este último en respuesta a la baja aplicación del decreto 564 en el proceso de legalización urbanística, así como en busca de incorporar apropiadamente el MIB en los Planes de Ordenamiento Territorial (POT).

Una aproximación a los alcances del MIB : mejorar y prevenir Si bien el mejoramiento integral de barrios MIB es una estrategia importante para atender los actuales asentamientos precarios, frente a un fenómeno dinámico como lo es la pobreza urbana, se hace necesario también implementar de manera paralela medidas de prevención. En este sentido, es importante apoyar a las entidades territoriales en la identificación de las áreas susceptibles del MIB y desarrollar áreas que habiliten suelo y vivienda asequible a los grupos de bajos ingresos.

Mejorar las condiciones de los actuales asentamientos precarios (Documento Conpes 3604)

Figura 7. Barrio Rafael Núñez en Cartagena, una zona muy precaria. Fuente: Departamento Nacional de Planeación. Figura 8. Mejoramiento barrial (espacio público y vías) que adelantó la Alcaldía de Cartagena en el Barrio Rafael Núñez. Fuente: Departamento Nacional de Planeación.

En concordancia con lo establecido en el Conpes 3604, es necesario mejorar las condiciones de vida de la población localizada en asentamientos precarios de manera integral, a través de acciones intersectoriales que permitan brindar acceso a redes de agua potable y saneamiento básico, equipamientos y servicios urbanos, las redes de movilidad y transporte público, así como garantizar mejores condiciones de habitabilidad y seguridad en la tenencia de la vivienda, reducir y prevenir los riesgos derivados de la ocupación de zonas no aptas para urbanización y la inclusión de este grupo de población a la ciudad mediante procesos de legalización y titulación en los asentamientos.

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1. Identificación

3. Gestión

2. Planeación Tipo de

Estudios

intervención

técnicos

Aspectos

del SSPP

Zonificación de

mejorables

amenazas

con riesgos

Viabilidad de espacio

socioeconómico

Menú de

Unidad de

intervenciones

actuación

Programa PMIB

MIB

financiera

Norma específica Menú de

Zonas

intervenciones

de alto riesgo no mitigables

Priorización Estructuración

Plan de acción Plan de reasentamiento

Gestor PLAN DE DESARROLLO MUNICIPAL

POT

Estudio

Plan parcial

Proyecto

PROGRAMA

MEJORAMIENTO

específica

Estructuración

juridica

riesgos

operador

Priorización

Viabilidad Estudio de

Montaje del

de gestión

urbanística

público

mitigables

Instrumentos

Norma

Viabilidad Zonas

4. Ejecución

Ejecutores

Programa reasentamiento Gestor Ejecutores

financiera REASENTAMIENTO O REUBICACIÓN PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

Figura 9. Ciclo Programa Mejoramiento Integral de Barrios (MIB). Fuente: Documento Conpes 3604, 2009.

Las acciones de mejoramiento integral de barrios se dividen en dos líneas de acción: 1) aquellas que tienen como alcance el mejoramiento barrial de las condiciones de la vivienda y su entorno para garantizar su integralidad y consolidación del asentamiento (figs. 7 y 8); y 2) aquellas que tienen como propósito prevenir y mitigar riesgos para la población a través de procesos de reasentamiento de población de establecimiento precario en zonas de riesgo no mitigable. Para establecer el nivel de precariedad y la priorización de los asentamientos precarios identificados por los municipios en el suelo urbano, es necesario establecer las condiciones del hogar, el asentamiento y las viviendas a través de los estudios de riesgos respectivos. Lo anterior, en el marco de cuatro grandes fases: identificación, planeación, gestión y ejecución (fig. 9).

Prevenir la formación de asentamientos precarios (tratamientos de renovación urbana y desarrollo) Prevenir la formación de nuevos asentamientos precarios a través de cinco tipos de acciones integrales:

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención. Erik Vergel Tovar  [ 77 ]


·

22 Estos procesos de redensificación se refieren a la capacidad de resiliencia del asentamiento en términos de la capacidad del área a intervenir para acoger en el mismo territorio a las familias y hogares que deban reasentarse. No obstante, en los procesos MIB es deseable que el porcentaje de población a reasentamiento sea el mínimo posible con relación a la población a beneficiar con el Programa MIB . En caso de no ser viable, se debe adelantar un plan de reasentamiento que restablezca la unidad habitacional procurando mantener las relaciones sociales, económicas y culturales de la población reasentada con la población del asentamiento objeto MIB .

·

·

·

·

Habilitar y desarrollar suelo para la generación de oferta de vivienda de interés social (VIS) que permitan a la población de bajos ingresos acceder a suelo urbano y vivienda en el sector formal, atendiendo la demanda de vivienda estimada en los próximos años. Promover procesos de redensificación22 en los asentamientos precarios objeto de procesos de mejoramiento integral con el propósito de complementar los procesos de consolidación, brindando nuevas posibilidades de vivienda a las futuras generaciones previstas en dichas áreas de la ciudad. Estudiar alternativas para incorporar el componente VIS en proyectos de renovación urbana, considerando incentivos tributarios y la vinculación de proyectos de VIS, especialmente en altura, en proyectos de renovación urbana. Adelantar proyectos de expansión urbana que contemplen el desarrollo de suelo para VIS y vivienda de interés prioritario (VIP) en suelo de expansión urbana como parte del crecimiento urbano planificado evitando generar condiciones de segregación entre la población. Estrategias de control urbano frente a las dinámicas de crecimiento de urbano no planificado que eviten de alguna las nuevas formaciones de asentamientos precarios.

Como se muestra en la figura 8, y de manera complementaria al MIB, en primer lugar se propone una línea de acción de proyectos de VISVIP densos y compactos en suelo urbano debido a los altos costos del suelo en el contexto actual de escasez de suelo urbanizable. Segundo, la otra línea de acción de proyectos de VIS-VIP plantea su desarrollo en altura en proyectos de renovación urbana con el apoyo del SFV e incentivos tributarios como lo plantea el Documento Conpes 3305/2004. Tercero, la última línea de acción plantea proyectos de VIS-VIP en suelo de expansión urbana de baja densidad y crecimiento progresivo dado que en este escenario el gobierno local podrá contar con un banco de tierras que le permita mantener bajos los costos del suelo y, por lo tanto, de producción de viviendas.

Diseño renovación urbana

Plan Parcial de Expansión

Plan Parcial Diseño VIS Suelo urbano Plan Parcial

Tratamiento: Renovación Diseño MIB

Tratamiento: Desarrollo

Proyecto MIB Tratamiento: Mejoramiento Suelo expansión urbana

Figura 10. Prevención y mejoramiento de asentamientos precarios (MIB, renovación urbana-expansión). Fuente: Elaboración del autor.

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Dado el escenario para la prevención de asentamientos precarios, cabe mencionar que este tipo de proyectos de vivienda social siempre debe contar con una evaluación integral contemplando el cumplimiento de una serie de estándares flexibles para su construcción, y la provisión de servicios urbanos fundamentales como equipamientos de salud y educación, sistemas de transporte masivo y amplios espacios públicos que garanticen un crecimiento urbano integral de ciudad.

Conclusiones y recomendaciones El Documento Conpes 3604 es un importante paso hacia una política pública que aborde el complejo fenómeno de los asentamientos precarios desde el mejoramiento integral como estrategia apropiada para incorporarlos junto con su población a los beneficios que ofrece la ciudad, desde una perspectiva de reducción de la segregación socioespacial en las ciudades. Entre los retos más importantes que plantea este documento de política se encuentran: 1) el fortalecimiento de los equipos de los municipios y distritos para identificar y priorizar asentamientos precarios para formular proyectos MIB piloto replicables; 2) vincular actores de distintos sectores en la formulación e implementación de programas MIB a escala ciudad para ser incorporados en los POT a partir de las experiencias de proyectos piloto desarrollados; 3) consolidar la instancia nacional MIB como un espacio de discusión acerca del fenómeno, los avances en materia de mejoramiento barrial y de reflexión acerca de insumos desarrollados a través de la investigación por parte de distintos actores; 4) expedir el decreto reglamentario23 del tratamiento de mejoramiento integral establecido en la ley 388 de 1997; y 5) complementar las acciones del Conpes desde la perspectiva de la prevención de los asentamientos precarios impulsando el desarrollo de suelo y vivienda para los hogares de bajos ingresos en los suelos urbanos y de expansión de las ciudades del país y la implementación de estrategias de control urbano.

23 Este instrumento es de gran importancia dado que puede resolver las inquietudes que ha generado la sentencia C-1189/08 de la Corte Constitucional en cuanto a la prestación de servicios públicos en urbanizaciones de origen informal.

Precisamente en este contexto, el papel de los estudiantes de arquitectura, los arquitectos, urbanistas y planificadores urbanos, es fundamental ya que las alcaldías municipales y distritales no cuentan con la capacidad para abordar este fenómeno de manera integral. Por consiguiente, es importante que la academia y las asociaciones de profesionales de la arquitectura apoyen en la formulación de programas y proyectos MIB piloto en las ciudades con las mayores índices de informalidad, mientras que se estudien alternativas para generar VIS en procesos de renovación urbana y desarrollo de suelo de expansión. En esta medida, se brindan algunas recomendaciones. Es importante formar a los estudiantes de arquitectura en los procesos de formulación de políticas y programas que promuevan proyectos MIB a través de la vinculación de los talleres de arquitectura con trabajos de campo en asentamientos precarios que les permitan desarrollar proyectos de equipamientos y espacios públicos, así como de mejoramiento de viviendas en procesos de crecimiento progresivo, lo ante-

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rior como parte de los programas de arquitectura de las universidades del país. Esto podría ser parte de convenios interinstitucionales entre las facultades de arquitectura y las entidades territoriales en el marco de programas MIB en las ciudades del país. De igual forma, incluir en los talleres de arquitectura el desarrollo de proyectos de renovación urbana y expansión que incorporen el componente VIS, considerando la enseñanza en la formulación de los instrumentos de planificación urbana como parte del currículum que abarquen desde los aspectos físicos y espaciales hasta los sociales y económicos, con el propósito de garantizar una formación integral en los programas de pregrado. Asimismo, es importante vincular a aquellos arquitectos, urbanistas y planificadores urbanos interesados en el mejoramiento urbano para desarrollar estudios y diseños de vivienda popular al alcance de los grupos de bajos ingresos, y explorar el potencial del mejoramiento barrial en términos de diseñar equipamientos de alta calidad y el estudio de alternativas para el mejoramiento de vivienda como respuesta al déficit cualitativo de las ciudades, considerando variables sociales y económicas de la población en asentamientos precarios. Finalmente, se recomienda desde el mejoramiento: 1) fortalecer los procesos de asistencia técnica para formulación de programas de mejoramiento integral de barrios (PMIB) en cada entidad territorial y su correcta incorporación a sus respectivos POT; 2) canalizar el subsidio de mejoramiento de vivienda en los proyectos de MIB identificados por las entidades territoriales; 3) apoyar y gestionar recursos ante la banca multilateral, cooperación internacional y agencias internacionales para financiar los programas MIB; 4) canalizar el Programa de Titulación Masiva del MAVDT en los proyectos de MIB identificados por las entidades territoriales; 5) revisar los programas curriculares de arquitectura para que se incorpore un taller de arquitectura que estudie los asentamientos precarios y permita a los estudiantes elaborar propuestas de diseño para el mejoramiento de entorno o vivienda en asocio con programas MIB reales. Desde la prevención se recomienda: 1) continuar con el Programa de SFV en proyectos de VIS o VIP; 2) ampliar los servicios de crédito hipotecario a los grupos de más bajos ingresos para que accedan a la oferta formal de vivienda; 3) crear mecanismos financieros para los grupos de más bajos ingresos; 4) implementar los instrumentos de gestión del suelo de la ley 388 de 1997 (planes parciales) en renovación urbana, desarrollo y expansión incorporando el componente VIS; 5) garantizar la infraestructura de agua potable y saneamiento básico en los planes parciales de expansión urbana con proyectos VIS o VIP de los municipios del país a través de los planes departamentales de agua (PDASB); 6) incorporar en los talleres de arquitectura que aborden propuestas de renovación la articulación entre la aproximación fisicoespacial con la socioeconómica y territorial, con el fin de brindar una perspectiva más integral en la elaboración de propuestas factibles para el mejoramiento urbano de las ciudades del país.

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Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI Reflections on the projection of 21st century housing Recibido: 11 de marzo de 2010. Aprobado: 21 de mayo de 2010.

Josep María Montaner

Doctor Arquitecto. Catedrático de Composición Arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB-UPC) . Colabora con artículos en los periódicos El País y La Vanguardia, por lo que ha recibido el Premio Nacional de Urbanismo a la iniciativa periodística 2005 del Ministerio de Vivienda. www.josepmariamontaner.cat j.m.montaner@coac.net

Zaida Muxí Martínez

Doctora Arquitecta. Profesora lectora del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio. Subdirectora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) . Codirige, con Josep María Montaner, el Máster Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI , que se imparte en la misma universidad. www.punt6.net www.laboratoriovivienda21.com zaida@coac.net Todas las figuras fueron elaboradas por los autores.

Resumen El artículo plantea formular una revisión de los criterios de diseño de la vivienda colectiva para el siglo XXI reflejado, fundamentalmente, en que hoy en día existe la conciencia de un cambio social. El texto valora una serie de cuestiones clave: ¿responde la vivienda a la diversidad de la sociedad? ¿Contribuye a mejorar la calidad de la ciudad y el territorio? ¿Se hace un uso razonable de las tecnologías disponibles? ¿Responde a unos objetivos de sostenibilidad? Los parámetros para el diseño de la vivienda en la propuesta planteada parten de la definición de unos criterios básicos que se complementan con una serie de diagramas sobre las relaciones idóneas entre ámbitos de la vivienda y espacios del edificio. Se genera un sistema de valoración integral, formado por 14 + 1 variables imprescindibles, que permite proyectar y evaluar proyectos. En conclusión, la calidad de la vivienda se resuelve tanto en la correcta resolución de su interior, como en su contacto con el espacio público del barrio, mediante una diversidad de gradientes que pasen de lo urbano a lo privado. Palabras clave: vivienda, flexibilidad, género, complejidad. Abstract The paper suggests a review of the design criteria for 21st century collective housing, principally to comply with the awareness of the existing social changes. The paper evaluates a number of key issues: does the housing respond to the needs of a diversified society? Does it contribute to the improvement of the quality of the city and the territory? Does it respond to the aims of sustainability? Are the available technologies taken advantage of? The paramenters of housing design in the proposal put forward, have their starting point in the definition of some basic concepts that are complemented with a series of diagrams reflecting the ideal relationship between areas of the housing and spaces belonging to the building itself. An integral evaluation system is generated, made up of 14 + 1 indespensble variables that allow us to project and evaluate projects. To conclude, housing quality is resolved by the correct resolution of the interior space and the building’s contact with the public space in the neighborhood, through a diversity of gradients that go from the public to the private. Keywords: housing, flexibility, gender, complexity.

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E

n las últimas décadas se han producido verdaderas revoluciones productivas, tecnológicas y sociales que hacen necesaria la revisión del concepto de ‘vivienda’ y de los ‘sistemas de pensamiento’ que utilizamos para su proyecto. La mayoría de las normativas y reglamentos vigentes hasta ahora, que limitan los requerimientos de diseño de las viviendas, se basan en valores y parámetros que han quedado obsoletos. Las revisiones de normas y legislaciones discurren de manera más lenta que los cambios que se producen en la sociedad. Por lo tanto, se hace necesaria una revisión profunda derivada, especialmente, de los paradigmas contemporáneos, según criterios de sostenibilidad y atendiendo a una conformación de la sociedad más diversa y menos jerárquica. Es también necesario cambiar el rumbo del modelo de crecimiento y desarrollo urbano vigente. En los países desarrollados ha aflorado un fenómeno nuevo: por primera vez las expectativas de condiciones futuras de las actuales generaciones jóvenes, con respecto a sus mayores, es negativa, a menos que se revisen realmente los parámetros con que se mide el bienestar y el desarrollo. Es decir que el desarrollo y el bienestar se dejen de equiparar invariablemente con el crecimiento. Es necesario reinterpretar la vivienda más allá del ámbito estrictamente privado, potenciando las actividades compartidas y comunitarias, su capacidad de relación y mejora de las estructuras urbanas, permitiendo llevar una vida completa (trabajo, educación, cultura, ocio, naturaleza) y evitando la construcción meramente numérica de viviendas. Sin olvidar que se ha de tener en cuenta la adecuada utilización de las tecnologías y los recursos, incorporándolos integralmente en la concepción espacial de las viviendas. Por lo dicho, formular una revisión de los criterios de diseño de la vivienda para el siglo XXI implica reflejar, fundamentalmente, la conciencia del cambio social. La composición de los hogares no es uniforme, ni en la vida de un ser humano en particular, ni en el conjunto de la sociedad. Diferentes agrupaciones de convivencia hacen anticuada la concepción de ‘familia nuclear’ como componente mayoritario y, por ello, la vivienda ha de proyectarse con respuestas de máxima ambigüedad y versatilidad funcional, de manera que pueda cobijar la enorme variedad de modos de vida y permitir una mayor capacidad de transformación, con costes mínimos, tanto económicos como técnicos. Compartimos en este escrito una serie de criterios y metodologías, diagramas y sistemas de evaluación que permitan establecer un marco para el debate sobre la reformulación de las normativas de diseño para las viviendas del siglo XXI. Para construir una definición clara de la vivienda, partimos de la premisa de que una vivienda es un espacio que garantiza el correcto desarrollo de la vida grupal e individual de las personas. Dicho espacio ha de permitir modificaciones y adecuaciones según los cambios de los modos de vida de las personas que lo habitan.

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Hablaremos de vivienda básica, entendiéndola como aquella que, además de cumplir con calidades mínimas y suficientes de habitabilidad, ofrece unos requerimientos mínimos de adaptabilidad. Es decir, es una vivienda que permite la evolución y modificación del espacio, el incremento de los habitantes que alberga, la adecuación a los diferentes tipos de familias y a los cambios dentro de una misma familia.

Concepto La vivienda es el espacio privado, un interior construido, en el que se realizan principalmente las actividades y tareas de la reproducción, que son aquellas que hacen posible el desarrollo natural, físico y social de las personas, constituyendo la base de las tareas productivas. Los trabajos o tareas reproductivas son aquellas tradicionalmente asignadas al género femenino. Las tareas de la reproducción tienen como característica principal no ser remuneradas, lo que las hace invisibles y, por ello, se las considera como tareas menores. Las tareas de la reproducción se refieren tanto a cuestiones individuales y grupales, de nutrición y de higiene, de descanso y de trabajo, de cuidado y relación abarcando un sinnúmero de actividades que se realizan tanto individualmente como en grupo. Se realizan principalmente en el interior doméstico, si bien la dotación del barrio en el que se halla la vivienda favorecerá o no la correcta y eficiente realización de las tareas que necesariamente salen y se nutren del exterior público. Tales tareas se complementan necesariamente en ámbitos externos, ya sean privados, comunitarios o públicos, más allá de la vivienda. Por ello, los espacios intermedios, fuelles de relación entre ámbitos de diferentes escalas de socialización, constituyen una escala imprescindible de trabajo y proyecto, ya que permiten la integración progresiva de las personas y las tareas. Los trabajos productivos son aquellos que reciben remuneración como contraprestación, y se considera que, mayoritariamente, son realizadas fuera del hogar, en entornos públicos. Este último presupuesto no siempre se cumple, ya que el hogar ha sido y es también un espacio de tareas productivas, especialmente de las mujeres, y que en la mayoría de las ocasiones no cuenta con el espacio adecuado. Las tecnologías de la información y la comunicación han ampliado las posibilidades de actividades productivas en el hogar, tanto en tipo de trabajo como de trabajadoras y trabajadores en esa situación. Ambos trabajos se involucran mutuamente y la vivienda es la base para el desarrollo efectivo de ambas tareas.

Parámetros generales Desarrollamos por primera vez estos parámetros para la exposición Habitar el Presente. Vivienda en España: Ciudad, Sociedad, Tecnología y Recursos (2006), por encargo del Ministerio de Vivienda de España.

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Se elaboró un primer sistema de valoración integral de obras realizadas, también aplicables al proyecto, en el que se planteaba, esencialmente, el sentido político que tiene la arquitectura de la vivienda, valorando una serie de cuestiones clave: ¿responde a la diversidad de la sociedad? ¿Contribuye a mejorar la calidad de la ciudad y el territorio? ¿Se hace un uso razonable de las tecnologías disponibles? ¿Responde a unos objetivos de sostenibilidad? Grandes preguntas que tienen que ver con los cuatro conceptos en los que se organizó la exposición (sociedad, ciudad, tecnología y recursos), que en cada ejemplo fueron analizados con la herramienta de la valoración integral, en la que cada concepto se desglosa en otros cinco temas clave y cada uno se despliega en una constatación de características, a base de esquemas, termómetros y proporciones. Ello comporta haber entrado con detalle en cuestiones que califican a las viviendas para una sociedad más justa y libre, con menos jerarquías y barreras, más flexible y compleja. Como trabajo colectivo, esta valoración integral tenía la voluntad de ser abierta y en constante proceso, que pudiera ser mejorado y ampliado, y que, fundamentalmente, sirviera de guía básica para considerar cuestiones clave en la vivienda contemporánea. Este posterior desarrollo es el que aquí estamos explicando.

Figura 1. Valoración integral exposición Habitar el Presente. Vivienda en España: Sociedad, Ciudad, Tecnología y Recursos.

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1 El artículo se basa en el trabajo Propuestas para una nueva normativa de diseño de vivienda en Andalucía que ha sido dirigido por Josep María Montaner y Zaida Muxí Martínez, y en el que han colaborado los arquitectos y arquitectas: Roser Casanovas, David Hernández Fálagan, Esteban Jaramillo, Tania Magro, Maurizio Rodríguez Torriano, Christine van Sluys, Luciana Tessio.

En esta propuesta, los parámetros de diseño de la vivienda parten de la definición de unos criterios básicos, que se complementan con una serie de diagramas sobre las relaciones idóneas entre ámbitos de la vivienda y entre espacios del edificio, y con un sistema de valoración integral, formado por 14 + 1 variables imprescindibles, y que permitirá proyectar y evaluar los efectos y aportaciones de cada proyecto.1 Los criterios sobre la vivienda básica se fundamentan en cuatro parámetros generales: ·

La atención a la diversidad social, teniendo en cuenta las nuevas estructuras familiares existentes, la diversidad de costumbres y la igualdad de género. La vivienda se define en función de las prestaciones que permiten el desarrollo de las personas como individuos y como integrantes de la sociedad, siendo necesario, para ello, que permita las relaciones igualitarias en su seno y que facilite las maneras más diversas en que los diferentes grupos utilizan el espacio doméstico.

·

La valoración de la vivienda adecuada no se puede separar de un entorno urbano en sus diferentes escalas, de la gran ciudad al pueblo, que complemente necesariamente las prestaciones de ellas. La situación urbana es una condición previa al proyecto de vivienda. La relación con el contexto en el que se inserta brinda los datos y criterios necesarios para decidir la propuesta funcional y formal. Es fundamental para el proyecto de vivienda tener en cuenta el tipo de ciudad o pueblo, la forma urbana y la situación relativa a dicho entorno; conocer las dotaciones y servicios de los que se podrán beneficiar los futuros habitantes; y tener una conocimiento cierto de las carencias que posee el contexto a las que el edificio deberá responder (equipamientos, espacios públicos, comercios, etcétera). Sería recomendable que un proyecto de viviendas quede paralizado si no se le garantiza un medio urbano adecuado y que sea complementario a la vivienda. Algunas de estas características son externas al proyecto de vivienda, y difícilmente podrá incidirse desde él, ya que vienen dadas por el contexto y por la normativa. Sin embargo, hay características que pueden ser definidas tanto por el proyecto como por los usuarios.

·

El uso de las tecnologías adecuadas implica que la vivienda se ha pensado y resuelto de acuerdo con el lugar y el tiempo, sacando el máximo provecho de los medios utilizados y facilitando en gran medida la transformación de la vivienda. Se ha de tener en cuenta el ciclo total de los materiales, el insumo energético que suponen desde su fabricación y la consideración de la finitud de las fuentes primarias minerales de los recursos utilizados. Por lo tanto, la adecuada articulación de los diversos sistemas que confluyen en la vivienda, elementos constructivos e instalaciones, pueden favorecer la evolución y la adecuación de los componentes a los requerimientos cambiantes de los usuarios.

·

La correcta utilización de los recursos, con el máximo ahorro energético, junto con la salud de las personas, es un objetivo priorita-

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rio del proyecto de la vivienda del siglo xxi. Es imprescindible la incorporación de sistemas de mejora climática con dispositivos constructivos y espaciales que favorezcan desde el proyecto la utilización eficiente de los recursos. Hay que promover la utilización de agua de lluvia y la reutilización de aguas grises. Se ha de tender a la suficiencia energética utilizando la energía solar. Ciertos criterios de diseño, como proponer espacios de almacenaje exteriores a los ámbitos de estancia y utilizar materiales sin tóxicos, contribuyen a crear ambientes más saludables.

Condiciones del entorno Se ha de tener en cuenta que la vivienda no puede funcionar aisladamente y que la vida de las personas necesita, además del espacio adecuado y propio de la vivienda, un entorno urbano que aporte los lugares para las necesidades cotidianas. Por lo tanto, consideramos la vida cotidiana como factor esencial para definir y articular los barrios. Esto implica valorar la proximidad de los equipamientos, servicios y comercios variados; la perspectiva de género en el urbanismo; la sostenibilidad como criterio múltiple urbano, económico, social y cultural; y los elementos de diseño que hacen que una ciudad sea amable, capaz de expresar la diversidad y potenciar el habitar sin discriminación de ningún tipo (género, edad, clase, religión, origen, etnia). Las posibilidades de hacer y escoger es lo que distingue a los barrios de las simples urbanizaciones: son los lugares cotidianos, las tiendas y su gente los que se convierten en nuestro soporte, en nuestra seguridad. Una certeza que viene dada por el reconocimiento del lugar y de saber leer su normalidad cotidiana, vivida y habitada. Para crear este soporte a las redes sociales, no sólo es necesario crear vivienda, si no que es igual de importante crear lugares de trabajo, comercios, servicios, equipamientos y espacios públicos de relación, para que todos puedan tener una variedad de oportunidades en cuanto a trabajo y actividades económicas en el barrio. Son las dos caras de la moneda: la necesidad de crear servicios que entretejan el habitar con un buen desarrollo cotidiano para todos, y el hecho de que estos equipamientos o servicios creen lugares de trabajo próximos al hogar. Estamos hablando de una red compleja que involucre todas las vidas; por lo tanto, se trata de ofrecer espacios de socialización y usos diversos tanto para el mundo productivo como el reproductivo en la configuración de un barrio. Desde el punto de vista físico, los barrios tienen características que quien vaya a realizar una intervención sobre ellos tendría que conocer previamente: los datos del territorio y sus condicionantes; el tipo de tejido urbano del área donde se intervendrá; las actividades económicas; la proximidad, la cantidad y calidad de los equipamientos y servicios

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Figura 2. Margarette Schütte-Lihotzky Höf, Viena 1997. Master Plan Franziska Ullmann. Arquitectas edificios: Franziska Ullmann, Elsa Prochazka, Gisela Prodeka y Liselotte Peretti. Este conjunto propone espacios comunitarios para diferentes actividades y edades, al tiempo que espacios para el comercio, oficinas y equipamientos públicos.

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en el área de análisis; la red y el tamaño de los comercios, las características del espacio público y los tipos de viviendas. Este entorno físico no puede entenderse sin tener en cuenta a sus habitantes. Por ende, en este análisis tendría que sumarse un análisis paralelo y estrechamente relacionado con lo social, que tiene que ver con conocer los habitantes y sus características; las actividades económicas que realizan; las tasas de ocupación; el porcentaje de trabajo formal o informal; el trabajo doméstico; el nivel económico; el grado de cohesión y actividad social según la presencia de asociaciones y entidades ciudadanas; el tipo de grupos de convivencia que habitan y habitarán las viviendas; la utilización del espacio público que hacen diferentes grupos y personas; así como conocer los espacios de relación social de las diferentes entidades y asociaciones. 2 Estas dimensiones obedecen a que se piensa en la producción de la vivienda masiva y pública y, por lo tanto, es necesario establecer un mínimo habitable.

El análisis social es un instrumento básico para realizar cualquier proyecto de reforma de barrio o barrio nuevo y para empezar cualquier proyecto de crecimiento de una ciudad o pueblo. Para ello es también imprescindible un exhaustivo estudio estadístico segregado por género, actividades, ocupaciones, ingresos, edades, etcétera, así como un conocimiento de los tipos de servicios, horarios, usuarios, para realmente poder interpretar las faltas y requerimientos de los habitantes actuales y futuros, con el fin de que la nueva intervención no agrave las faltas de infraestructuras y servicios que pudieran existir, y no se dupliquen los ya existentes si no son necesarios.

Definición Teniendo en cuenta lo dicho, proponemos que las viviendas potencien la apropiación diferenciada e individualizada de los espacios por parte de quienes los habiten, asegurando siempre los mínimos de habitabilidad. Por ello, no buscamos definir las piezas con funciones determinadas ni asignarles nombres únicos. Los mínimos de habitabilidad garantizarán la apropiación de los espacios según los usos y funciones preestablecidos y aceptados de las viviendas (como salón, comedor, cocina, dormitorio, baño, lavadero o cocina), sin por ello predeterminar ni condicionarlos unívocamente, ni por la superficie, ni por la fenestración, ni por la accesibilidad, ni por una única posibilidad de distribución y utilización.

Ámbitos Espacial y funcionalmente la vivienda queda definida como un conjunto de ámbitos especializados, no especializados y complementarios, cuyas prestaciones estarán definidas en función de la cantidad y características de los habitantes previstos. Las superficies de las viviendas estarán definidas por múltiplos de un módulo2 de 9 m2. Se ha escogido esta superficie por tratarse de una medida mínima que permite la correcta organización de diferentes áreas funcionales. Para llegar a esta conclusión se han trabajado y estudiado módulos

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Figura 3. Justificación de ámbitos de 9 m2 (diám. 2,80 m).

de diferentes superficies acordando, según se enseña en las figuras, que en 9 m2 y con un diámetro mínimo de 2,80 m es posible inscribir las agrupaciones de mobiliario que se pueden presentar en las diferentes situaciones de una vivienda. Los ámbitos especializados son aquellos que necesitan de infraestructuras e instalaciones específicas para su funcionamiento, como agua y desagüe, gas y salidas de humo. La electricidad y los sistemas de comunicación han de estar en toda la vivienda, según quede establecido en los códigos técnicos de cada país. Son áreas con un carácter funcional determinado (preparación, almacenaje y zonas de lavado ligados a la alimentación, ciclo de gestión de la ropa, lo que significa guardado de ropa sucia, lavado, secado, guardado de ropa limpia y planchado; actividades higiénicas y de evacuación personal). En los diagramas de relaciones entre ámbitos quedan clarificadas las relaciones inmediatas y de contigüidad entre ámbitos especializados. Los ámbitos especializados higiénicos deben garantizar la utilización simultánea por dos personas a partir de tres ocupantes, por lo que deben estar sectorizados en, por lo menos, dos áreas. Los elementos que componen un ámbito especializado higiénico mínimo son: inodoro, lavamanos y plato de ducha. A partir de cinco ocupantes, los ámbitos especializados higiénicos, además de tener sectorizados los usos, han

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de tener duplicados todos los artefactos, siendo la segunda ducha una bañera y siendo optativo la incorporación de un bidé. El ámbito especializado de la comida tiene que permitir un correcto desarrollo de las tareas ligadas a ella, y tienen que procurar ofrecer espacios que puedan ser compartidos por más de una persona. Es imprescindible el espacio para el almacenaje frío, para la cocción y para el lavado, considerando un espacio lineal básico de seis elementos modulares de 60 cm de ancho, lo que es igual a 3 m lineales más 60 cm para el espacio del almacenaje frío. Los ámbitos no especializados son aquellos que no necesitan infraestructura o instalaciones diferenciadas, sino que han de cumplir con parámetros de confort adecuados para la habitabilidad; por lo tanto, su función quedará determinada por los usuarios. Son los espacios preparados para la estancia, la actividad y el descanso social e individual, denominados convencionalmente salón o estar, comedor y dormitorio. Se entiende que las condiciones de habitabilidad para estos usos son similares, por ende, se favorece su no predeterminación funcional específica, que suele estar dada por tamaños determinados y singularizados; de esta manera, se permite la apropiación diferenciada por quienes los habiten. La superficie de los ámbitos especializados es igual o superior al módulo de 9 m2 y se deberá inscribir como mínimo un círculo de 2,80 m de diámetro. Los ámbitos no especializados pueden fundirse o formar maclas entre ellos. Un tercer tipo de categoría serían los ámbitos complementarios o comodines, que funcionarían asociados a otros espacios, no conformando en sí mismos un recinto de uso autónomo. Se han de tener en cuenta, por lo menos, tres tipos de ámbitos complementarios que son: espacios exteriores propios, espacios de guardado y espacios de apoyo. Los espacios exteriores propios se dividen en dos tipos: uno relacionado con el ámbito especializado de la cadena de la ropa (ropa sucialavado-secado-ropa limpia- planchado- guardado), recomendándose la relación directa con la zona de higiene personal, y con una superficie mínima de 3 m2; el otro espacio exterior privado tendrá relación con

Figura 4. Espacio mínimo que resuelve la cadena del cuidado de la ropa (espacio para almacenar ropa sucia, para lavar, para secar, para almacenar ropa limpia y para planchar).

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ámbitos no especializados y permitirá la permanencia en él, cumpliendo con dimensiones mínimas de 1,20 x 2,00 m. En caso de no poder cumplir con estos mínimos de espacios exteriores privados, el edificio ha de proporcionarlos de manera comunitaria. La consideración utilitaria simplificada de las partes y aportaciones de una vivienda ha llevado a una progresiva pérdida de espacios considerados superficialmente innecesarios, sin uso o indefinidos, como pueden ser las galerías, terrazas, espacios semicubiertos que, sin embargo, permiten usos más versátiles de la vivienda, creando ámbitos de transición y relación entre lo privado y lo público, funcionando a su vez como fuelles térmicos. Estos espacios intermedios deben ser considerados imprescindibles, y dada su aportación a la mejora térmica y al ahorro energético, podría no ser computada su superficie en la edificabilidad, valorizando los efectos positivos que tienen a largo plazo. Por ello, se considera imprescindible que toda vivienda cuente con un espacio exterior propio. Todos los ámbitos, sean especializados o no, han de tener espacios de guardado propios en previsión de las necesidades de las diferentes funciones, pudiéndose agrupar espacios de guardado semejantes. Se recomienda que los ámbitos de guardado se sitúen en ámbitos complementarios, de manera que no condicionen los ámbitos especializados y no especializados a los que se sirve. Los espacios de apoyo complementarios son los que permiten la correcta relación y circulación entre ámbitos. En los ámbitos de uso complementario no se requiere la inscripción del círculo de 2,80 m, ya que no conforman espacios de uso independiente ni de estancia prolongada. Los ámbitos complementarios pueden maclarse o integrarse con otros ámbitos. La vivienda ha de aportar una serie de prestaciones que se podrán resolver a diferentes escalas dentro del edificio, de manera privada y comunitaria.

Figura 5. Vivienda básica en la que se prueba la capacidad de albergar diferentes agrupaciones familiares.

La “vivienda básica” es la que cumple con la concepción de la vivienda como germen de núcleo familiar o de convivencia, pensada para albergar y satisfacer las necesidades de dos personas, con el horizonte de que pueda modificar su composición con la incorporación de otra persona (descendientes, familiar o invitado) o que pueda incorporar espacios productivos sin entorpecer las tareas reproductivas propias, es decir, una vivienda que se adecúe a diferentes grupos y necesidades. Su superficie es de 45 m2. El módulo añadido por cada nuevo ocupante se compone de 9 + 1, ya que se propugna la creación de espacios compartidos comunitarios, que pueden formarse con la sumatoria del + 1 que aporta cada módulo agregado, según se amplíe la cantidad de habitantes que se prevea habiten en ella. Es decir, para dos habitantes la vivienda básica es de 45 m2; para tres habitantes, 54 + 2 m2; para cuatro habitantes, 63 m2 + 3; y sucesivamente. Todas las viviendas básicas tienen que tener, por lo menos, un ámbito no especializado estanco, capaz de ser aislado acústica, funcional, visual y lumínicamente del resto de la vivienda. En todos los casos los ámbitos no especializados

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tienen que tener las condiciones de iluminación, ventilación y dotación para poder ser utilizados de manera estanca, cerrada en el interior de la vivienda si sus habitantes así lo deciden. Las actividades y tareas cotidianas presuponen unos muebles determinados. Para cada persona se necesita una previsión de superficie para alojar correctamente estos muebles. Los criterios aquí planteados se basan en la no predeterminación de usos de los espacios; por ello, es necesario que las viviendas permitan la colocación de los muebles necesarios en los diferentes ámbitos no especializados, independientemente del uso definitivo que hagan los futuros habitantes de ellos. Los espacios han de permitir la colocación de los muebles necesarios, sin que por ello sus dimensiones reflejen una organización o utilización única. Las diferentes funciones que se darán en los ámbitos no especializados quedan a elección de los habitantes. La prueba de efectividad de que todas estas actividades tienen cabida vendrá dada por la presentación de dos variantes distributivas, es decir, dos posibilidades de organización del espacio interior (mobiliario y funciones) y una variante de evolución/transformación espacial; siempre teniendo en cuenta las necesidades de los trabajos reproductivos y productivos.

Relaciones entre ámbitos de la vivienda Las actividades que se realizan en la vivienda tienen que cumplir con unas necesarias relaciones espaciales para poder ser satisfechas adecuadamente. Estas relaciones entre ámbitos las hemos definido en un diagrama en el que se especifican relaciones inmediatas que son las necesarias o imprescindibles para la correcta realización de las actividades. Otras relaciones son de proximidad o contigüidad recomendables y una tercera categoría agrupa relaciones posibles o menos necesarias. El diagrama de relaciones entre ámbitos plantea como correspondencias necesarias e inmediatas las de los ámbitos de preparación, limpieza de alimentos y almacenaje frío; las del ciclo de la ropa, que a su vez se recomienda próximo a las áreas de aseo corporal y espacios de almacenaje. Los ámbitos complementarios de almacenaje se proponen no privativos de un ámbito no especializado, sino según áreas complementarias que permiten una utilización más flexible en su indeterminación. El ámbito exterior de estancia se recomienda que se encuentre en correlación contigua de por lo menos un ámbito no especializado para permitir sus usos como expansión social. Del diagrama de relaciones entre las partes del edificio resaltamos la importancia de los espacios de zonas colectivas, como transición entre áreas de niveles de privacidad y propiedad diferentes. Es decir, para moverse entre el área privada de la vivienda y las áreas de apoyo no residencial (aparcamientos y trasteros), así como entre los espacios públicos y privados, la transición se realiza a través de las zonas colectivas.

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Figura 6. Diagrama de relación de ámbitos en la vivienda.

Criterios básicos para el proyecto y la valoración de la vivienda Una vez definida la vivienda, sus ámbitos, medidas y relaciones, se establecen los criterios cualitativos que ha de cumplir la vivienda del siglo XXI: ·

Espacio exterior propio. Toda vivienda disfrutará de un espacio exterior propio en el que se puedan realizar algunas de las actividades del habitar, que tenga vistas agradables y que actúe como dispositivo de control térmico.

·

Desjerarquización. Los espacios de la vivienda no condicionarán jerarquías ni privilegios espaciales entre sus residentes, favoreciendo una utilización flexible, no sexista, no exclusiva y no predeterminada de los espacios.

·

Espacios para el trabajo reproductivo. Se han de prever los espacios adecuados para desarrollar el trabajo reproductivo. Se debe considerar la posibilidad de espacios satélite comunitarios para albergar alguna función específica como, por ejemplo, lavaderos.

·

Espacios para el trabajo productivo. Es clave la capacidad de adecuación de la vivienda a la necesidad de lugares de trabajo productivo, que no entorpezcan las actividades de la vida cotidiana, contemplando la posibilidad de disponer de “espacios satélite” o espacios discontinuos con la vivienda para tal finalidad.

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Figura 7. Diagrama de relaciones entre las partes del edificio.

·

Espacios de guardado. Se han de prever espacios para todos los diferentes tipos de guardado y almacenaje necesarios según la agrupación familiar, es decir, armarios, trasteros, despensas, roperos, etcétera.

·

Atención a las orientaciones. Es obligado que las fachadas respondan adecuada y diferenciadamente a cada una de las orientaciones y vientos.

·

Ventilación transversal natural. Es imprescindible que cada vivienda posea ventilación natural transversal, ya sea en esquina, ya sea en un edificio de una profundidad máxima de 13 m, o a través de patios.

·

Dispositivos de aprovechamiento pasivo. Hay numerosos sistemas de control climático, solar y acústico que pueden ser diseñados durante el proyecto y que no necesitan de ninguna aportación energética extra. Muchos de ellos pertenecen a la tradición constructiva del lugar y, por lo tanto, al clima donde se inserta el proyecto. Se debe utilizar al máximo estos sistemas como, por ejemplo, las galerías invernadero que actúan como captadores solares, las celosías para generar sombras y los patios con agua para favorecer la refrigeración evaporativa.

·

Incidencia en la formalización. Determinados valores plásticos y culturales, basados en la volumetría, el color, la textura, la composición o la forma se deben tener en cuenta en cada contexto para

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conseguir armonía con el lugar y la escala y favorecer la identificación de los usuarios con sus viviendas. ·

Sistemas constructivos independizados. Los sistemas constructivos han de ser independientes para permitir la sustitución parcial de partes del edificio a lo largo del tiempo sin afectar a otros sistemas, en función de diferentes durabilidades ligadas a temporalidades tecnológicas y funcionales diferentes (estructura, fachada, cubiertas, instalaciones y tabiques).

·

Adaptabilidad. La capacidad de adecuarse a diferentes situaciones familiares en el tiempo y diferentes agrupaciones entre personas es básica. La capacidad de adaptabilidad de la vivienda es un factor básico de sostenibilidad.

·

Recuperación de azoteas. Es clave recuperar las azoteas como espacio de encuentro y uso comunitario, evitándolas como residuo de maquinarias, las cuales deben estar agrupadas e integradas, recomendando ocupar, como máximo, el 35% de la superficie para funciones exclusivamente técnicas.

·

Integración de la vegetación en la arquitectura. Se debe integrar la vegetación al edificio en fachadas, patios, espacios de conexión y cubiertas.

·

Posible integración de ámbitos de otras viviendas. Ello significa facilitar la sumatoria entre ámbitos de diferentes viviendas para variaciones tipológicas, o para incorporar ámbitos satélite para otros usos productivos cerca de las viviendas (oficinas o talleres).

·

14 + 1 - volumen. La vivienda no es solamente un espacio resuelto en planta, sino que se ha de sacar el máximo partido de su volumen; por lo tanto, unos centímetros adicionales de altura pueden favorecer, por ejemplo, espacios de guardado sobre ámbitos especializados que necesitan menos altura.

Figura 8. Aplicación de los 14 + 1 puntos en un proyecto básico de viviendas, Montaner Muxí Arquitectes.

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Figura 9. Espacio multiuso (trabajos reproductivos y trabajos productivos).

Figura 10. Espacio exterior propio.

Sobre los espacios comunitarios Al considerar que las capacidades de servicio y funciones de la vivienda van más allá de lo privado de cada unidad, es imprescindible repensar los servicios del habitar y, para ello, repensar los servicios y espacios comunitarios. Consideramos que un edificio de vivienda debería disponer, como mínimo, de un espacio comunitario (mínimo de 20 m2) a partir de doce viviendas, que podrá ser comunitario de uso privativo o comunitario de uso público, y cuyo destino responderá a un estudio del barrio en el que se insertan, sus prestaciones y sus necesidades. A partir de las doce viviendas iniciales se irá sumando a los 20 m2 mínimos el espacio comunitario que resulte del 9 + 1.

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En caso de que la vivienda esté situada en un contexto urbano complejo que aporte diferentes espacios para las actividades de la vida comunitaria, se podría optar por que los metros cuadrados dedicados a los recintos comunitarios se dedicaran a la ampliación de los espacios de paso e intermedios, con el fin de ganar espacios de juego y encuentro en diferentes situaciones del edificio.

Sobre los edificios de viviendas y su entrega al espacio público Para la calidad de la vida urbana son importantísimos que entre el público/privado existan gradientes, es decir, definir y proyectar espacios intermedios entre vivienda y edificio, y entre edificio y espacio público. También es clave la relación entre el plano vertical de fachada con las aceras y los espacios públicos, ya que es el encuentro de dos sistemas de relación y es aquí donde reside la potencialidad de máxima actividad y variedad, como si de sistemas ecológicos se tratara. En definitiva, la calidad de la vivienda se resuelve tanto en la correcta resolución de su interior, como en su contacto con el espacio público del barrio, especialmente mediante una diversidad de gradientes que vayan pasando de lo urbano y bullicioso hasta lo privado y relajado. Tan importantes como los metros cuadrados de la vivienda son los metros cuadrados del espacio público, semipúblico y semiprivado que puede disfrutar cada habitante en aceras, paseos, plazas, jardines, zaguanes, patios y pasarelas. La clave es que la puerta de la vivienda no dé directamente a un espacio transitado y ruidoso. Es vital que cada sociedad resuelva adecuadamente sus viviendas, ya que las fricciones derivadas de su mal diseño e insuficiencias pueden tener, en la vida de las personas, consecuencias negativas cuyos efectos y gastos se externalizan. Cuando las viviendas no responden a las necesidades reales, a la larga, los problemas se hacen visibles en formas de insatisfacción que derivan en depresiones personales, en situaciones de violencia social y en problemas de violencia intrafamiliar, en casos como los de barrios guetizados y estigmatizados, precisamente, desde la misma situación urbana y la forma de la vivienda.

Bibliografía AA. VV, “Vivienda social ahora” en Ciudad y Territorio. Estudios territoriales. vol. XLI 3º época Nº 161-162. Ministerio de Vivienda, Madrid, otoño-invierno 2009. Architekturzentrum Wien, Housing in Viena. Innovative, social and ecological. Viena: Architekturzentrum, 2008. Chermayeff, Serge y Alexander, Christopher. Comunidad y privacidad. Hacia una arquitectura humanista. Buenos Aires: Nueva Visión, 1975.

[ 98 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 82-99. http://dearq.uniandes.edu.co


Habraken, N. J. et ál. El diseño de soportes, traducción Indaleci Miras Pardo; reedición 2002. Barcelona: Gustavo Gili, 1979. Habraken, N. John, Mignucci, Andrés. Soportes: vivienda y ciudad. Supports: Housing and City. Barcelona: Máster Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI, 2009. Jordà, Carmen, ed. Vivienda moderna en la Comunidad Valenciana. Valencia: Generalitat Valenciana, Col·legi d’Arquitectes de la Comunitat Valenciana, 2007. Klein, Alexander. Vivienda mínima 1906-1957, traducción Reinald Bernet, Jacint Conill y Miguel Usandizaga. Barcelona: Gustavo Gili, 1980. Montaner, Josep María. “Tipologías de vivienda colectiva de promoción privada en el siglo XXI. Tres casos de estudio: flexibilidad, agrupación y sostenibilidad” en AA.VV., Vivienda colectiva de promoción privada. Valencia: Col·legi d’Arquitectes de la Comunitat Valenciana, 2006. Montaner, Josep María. Sistemas arquitectónicos contemporâneos. Barcelona: Gustavo Gili, 2008. ____“Vivienda contemporánea: cambio sociales y transformaciones tipológicas” en Proyectiva, vol. 1, núm. 1. Medellín: Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, 2008. Montaner, Josep María. Habitar el presente. Vivienda en España: sociedad, ciudad, tecnología y recursos. Editado por Zaida Muxí. Madrid: Ministerio de Vivienda, 2006. Muxí, Zaida. “Mujeres y arquitectura: teoría y práctica de la vivienda” en Arquitectura COAM, núm. 340. Madrid, 2005. ____“Vivienda comunitaria: revisión crítica” en Proyectiva, vol. 1, núm. 1. Medellín: Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, 2008. ____Recomanacions per a un habitatge no jeràrquic ni androcèntric. Barcelona: Generalitat de Catalunya, 2009.

Reflexiones para proyectar viviendas del siglo

XXI .

Josep María Montaner, Zaida Muxí Martínez  [ 99 ]


La habitabilidad de la arquitectura. El caso de la vivienda The habitability of architecture. The case of housing Recibido: 23 de marzo de 2010. Aprobado: 11 de mayo de 2010.

Jaime López de Asiaín

Doctor arquitecto por la universidad de Madrid. Catedrático de Estética y Composición Arquitectónica, ha desarrollado su docencia en Madrid, Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria en España. Fundador de la Cátedra de Arquitectura Viva en la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla y director del Seminario de Arquitectura y Medioambiente, SAMA S.C . lopezasiain@gmail.com

Este articulo fue publicado en una versión anterior en el libro Arquitectura, Ciudad y Medio Ambiente

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No existe una razón más profunda, una definición más esencial de la arquitectura que la habitabilidad. Es (como la racionalidad que distingue al hombre dentro del reino animal), lo que determina a la arquitectura y lo que la distingue de todas las otras bellas artes en el mundo de la cultura. Arquitectura es el espacio habitable. Muchos han hablado de ello y es interesante apreciar la preocupación que, desde los primeros tratados de arquitectura, despierta el tema. La referencia a vitrubio resulta especialmente pertinente:1

Una versión anterior de este artículo fue publicado en: López de Asiaín, J. Arquitectura, ciudad, medio ambiente. Sevilla: Universidad de Sevilla. 2001, pp. 87-100.

1 Vitruvio, De Architectura.

Cualquier cosa que se construya ha de ser atendiendo a la solidez, firmitas, adecuación a la función que desempeña, utilitas, y a la belleza, venustas. [...] Se atiende a la adecuación del edificio cuando la distribución es impecable y facilita en todo el uso para el fin a que se dedica [...] (libro I, cap. III).

Será adecuación natural tener luz naciente en los dormitorios y en las bibliotecas, la luz poniente en las ventanas de los baños y en las habitaciones de invierno y luz del norte en las galerías de pintura [...] (libro I cap. II ).

[…] ha de seleccionarse un lugar lo más saludable posible para el teatro. Porque cuando se dan espectáculos, los espectadores, con sus esposas e hijos, se sientan todos juntos encantados, y sus cuerpos inmóviles en su diversión, tienen los poros abiertos dentro de los cuales penetran los vientos. Si estos vientos vienen de pantanos o ciénagas o de otros lugares insalubres, introducirán exhalaciones nocivas para la salud. Por consiguiente, se tratará de evitar estos males seleccionando cuidadosamente el terreno del teatro [...] (libro V, cap. III). […] debemos considerar con el mayor cuidado la acústica del teatro para comprobar que se ha seleccionado un sitio donde la voz tenga una caída agradable y no sea devuelta con sentido indistinto al oído (libro V, cap. VIII).

Deben construirse columnatas detrás de la escena a fin de que si la lluvia intempestiva interrumpe la representación, la gente tenga donde guarecerse y también para que haya espacio para la preparación de todo el equipo del escenario (libro V, cap. IX). Por tanto [...], deben las ciudades ser dotadas de paseos espaciosos y adornados al aire libre y bajo cielo abierto. El espacio central entre las columnatas y abierto al cielo ha de embellecerse con jardines, porque pasear al aire libre es muy saludable, especialmente para los ojos, ya que el aire refinado y purificado que viene de plantas verdes encontrando entrada en el cuerpo abierto por el ejercicio físico da una imagen clara de las cosas, deja la vista clara y la imagen precisa (libro V, cap. IX). Ahora, pues, si es un hecho que los países difieren unos de otros y son diversos en clima, de forma que hasta los hombres nacidos en ellos se

Figura página opuesta: Cabaña en Aspen, Colorado, Estados Unidos. Fotografía: Leyla Yunis.

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diferencian naturalmente en su conformación física y mental, no podemos vacilar en hacer nuestras casas adecuadas a las peculiaridades de las naciones y razas, porque la misma naturaleza nos lo indica (libro VI, cap. I).

2 Butti y Perlin, “Arquitectura solar en la antigua Grecia”.

Hemos encontrado, incluso, algunas referencias anteriores que se citan en un artículo de K. Butti y J. Perlin publicado en Era Solar:2 Las excavaciones modernas en numerosas ciudades griegas clásicas muestran que la arquitectura solar floreció en toda la región. Las viviendas se orientaban al Sur y se planificaron ciudades enteras para permitir a todos sus habitantes igual disfrute del sol de invierno. Una casa orientada solarmente reducía la dependencia de sus ocupantes de los braseros de carbón, conservando combustible y ahorrando dinero. Como cita Jenofonte, Sócrates explicaba el sistema en estos términos: ‘En las casas orientadas al sur, el sol penetra en el pórtico en invierno, mientras que en verano el arco solar descrito se eleva sobre nuestras cabezas y por encima del tejado, de manera que hay sombra’. Estos simples principios de diseño sirvieron de base a la arquitectura solar de la antigua Grecia. Comoquiera que los griegos veneraban al sol, el desarrollo de la arquitectura solar encontró pocos impedimentos culturales. Teofastro, conocido naturista de la época, comentaba la creencia de cada ciudadano según el cual ‘El sol proporciona el calor necesario al mantenimiento de la vida de los animales y las plantas. Probablemente, también suministra su calor a las llamas terrenales. Sin lugar a dudas, mucha gente cree estar capturando los rayos del sol cuando alumbra su fuego’.

En el diseño arquitectónico, cuando la habitabilidad se ha estudiado y garantizado, comienza el juego de lo formal y se llena de significado y capacidad expresiva mientras mantiene dichas garantías. Si en el juego se pierde la relación con la habitabilidad, lo formal se convierte en accesorio, superficial, frívolo e insustancial.

3 Heidegger, Arte y poesía.

Reflexionando sobre el texto de Heidegger, en su libro El arte y el espacio, “la verdadera necesidad de habitar consiste en el hecho de que los mortales, buscando siempre de nuevo la esencia del habitar, deben aún aprender a habitar”, 3 e interpretándolo desde una perspectiva del presente, podemos inferir que todavía seguimos aprendiendo a habitar el mundo, o lo que es lo mismo, que debemos seguir incorporando a nuestro habitar elementos y valores del medio que puedan proporcionarnos una mayor riqueza cualitativa de sensaciones y fruiciones. Muchas de ellas no serán nuevas, sino olvidadas o marginadas por el imperio de la tecnología y del consumo. La luz y el calor del sol, la frescura de la brisa en nuestra piel, el aroma y la tersura de una flor, la lejanía de un paisaje, la contemplación atenta de la escena urbana, la fluidez de nuestra comunicación con el otro, la comprensión de un lenguaje cultural ajeno y tantas otras vivencias que constituyen el habitar, forman parte de ese aprendizaje que, una vez más, hemos de realizar.

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Figura 1. Casa Farnsworth, diseñada por Ludwig Mies van der Rohe. Plano, Illinois, Estados Unidos. Fotografía: Leyla Yunis.

Para ello, probablemente, debemos retornar de la confusión producida por el falso señuelo de lo tecnológico, que nos engañó con sus aparentes logros y creó un medio ambiente artificial, contaminado, distorsionado, incomprensible y ajeno. Por otra parte, esos valores, esos nuevos despertares de vivencias, hemos de buscarlos en el medio en que la arquitectura se inserta, en el lugar de la arquitectura, para que sean naturales y radicales, es decir, referidos a sus raíces. Nuestros maestros inmediatos, aquellos arquitectos que se enfrentaron a principios de siglo con la nueva arquitectura sin prejuicios formales y en el vacío de una nueva época histórica, cultural, económica y social, nos señalaron las claves para tratar de aprender a habitar. Tengo muy presente la precisa explicación que Richard Neutra nos hizo del uso de aquel pequeño radiador que calentaba nuestra espalda al situarnos frente al lavabo y, a la vez, reflejaba su calor en el espejo calentando nuestro rostro, cuando nos instalaba en el apartamento de invitados de su casa. Así como la descripción que hace Ise Gropius del lugar de la construcción de su casa en Lincoln:4

4 Ise Gropius, Sobre la Casa de Gropius.

Entre los solares para la construcción que la Sra. Storrow nos ofreció elegimos una pequeña colina rodeada por un gran pomar con una bonita vista del monte Wachusset. Se puede ir también andando desde allí al lago Walden, famoso en todo el mundo por los escritos de Henry Thoreau quien tan profundamente influyó sobre Mahatma Gandhi en su formulación del movimiento de resistencia no violento.

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La Sra. Storrow nos dio buenos y prácticos consejos sobre cómo sobrellevar las tormentas de nieve en invierno y cómo capturar las brisas frescas en verano, pero[,] por otra parte, nunca intervino en el diseño de la casa, a pesar de que ella era nuestra vecina más directa en su enorme mansión en lo alto de la colina arbolada sobre Sandy Pond. Cada tarde deambulábamos para ver la puesta de sol desde nuestra nueva propiedad y pensábamos la orientación de las ventanas para sacar el mayor partido posible de las vistas y de la luz. Por estas razones mi marido quería construir una casa compacta, capaz de soportar los rigores de un clima que tendía a irrumpir en extremos de frío o calor, con condiciones árticas parte del año mientras que en el resto producía vegetación tropical. A mi marido algunas veces le preguntaban por qué encontró necesario poner una chimenea en el salón. Explicaba que a él siempre le gustaba proveer una casa con lo básico para poder sobrevivir incluso en emergencias. Durante los huracanes en los días de escasez de petróleo en la Segunda Guerra Mundial, la chimenea demostró ser en ocasiones nuestro único medio de mantenernos calientes y de cocinar, ya que cortaban la electricidad a menudo durante días. Pero fuera de este valor práctico en momentos de emergencia, él apreciaba el efecto psicológico del fuego abierto, que habíamos aprendido a saborear durante nuestra estancia en Londres. Crea una atmósfera relajada y parece satisfacer el deseo de sentirse seguro y a salvo durante una gran nevada. Encontrábamos también el dulce olor de la madera quemada como el mejor perfume del mundo. Es mucho más difícil orientar una casa para evitar los efectos del calor de verano y de la humedad sin un aire acondicionado que proporcione suficiente calor para los meses de invierno. En invierno las ventanas del comedor y del salón hacia el sur y el oeste permitían que el sol penetrase a ambas habitaciones en abundancia, de tal modo que en los días claros cualquier calor artificial podía ser suprimido durante las horas del mediodía, incluso en los días de[l] frío enero. En verano, por otra parte, con el sol en una posición mucho más alta, a estas habitaciones les da sombra un alero en la segunda planta, que está calculado para suprimir completamente el sol de las habitaciones desde mayo a septiembre. Pero permitirá entrar el aire caliente desde la losa de la terraza a través de una abertura de tres pies entre el muro de la casa y el alero. La mayoría de los aleros creados para el cobijo del sol producen aire estancado bajo ellos que luego meten en las habitaciones en los días sin viento. A la ventana del oeste, que ofrece la mejor vista, no se le puede dar sombra de este modo, ya que el sol está demasiado bajo. Por lo tanto, una gran persiana de aluminio que cubre toda la extensión de la ventana está instalada fuera aunque puede ser manejada desde dentro. Teniéndola fuera, corriendo por carriles, nos permite cerrarla en los días de calor como si fuese una capa protectora de metal que repele el calor antes de que éste alcance la ventana y consecuentemente la habitación. De esta manera es posible mantener la temperatura del salón siempre 10 grados por debajo de la temperatura exterior, suficiente para resultar confortable y eliminar la necesidad de aire acondicionado que nunca fue añadido a esta casa en los años posteriores estando disponible.

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La mayoría de la gente pensó que la cantidad de luz que entraba en las habitaciones causaría irritación constante a los ojos. No se daban cuenta [d]el hecho de que el deslumbrante efecto de luz brillante en una habitación no es producido sólo por la fuente de luz en sí, sino también por el contraste entre el espacio de la ventana y el muro cercano a ésta, que resulta oscuro al ojo. Cuando 2 o 3 ventanas están puestas a una distancia entre sí, resulta muy dañino para el ojo mirar fijamente en su dirección, a menos que estén bien ocultas por cortinas, persianas o visillos que eliminan la vista del mundo exterior y fuerza a la gente a encender la luz al mediodía de un día de verano. Pero la situación es completamente diferente cuando el muro por completo se convierte en una ventana dando luz brillante, apagada o difusa según se prefiera, añadiendo persianas o cortinas de fibra traslúcida que crean una luz uniforme, no deslumbradora, agradable debido a la eliminación de los contrastes. Nosotros invertimos mucho tiempo en la construcción del jardín. Al principio sólo fueron plantados tres árboles estratégicamente en el solar. Dos bastante grandes, pinos blancos en el frente y en la trasera de la casa para ayudar a crear sombras en verano y calor en invierno. También un roble rojo en la esquina suroeste de la casa, un olmo cerca de la marquesina de la entrada y un olmo americano en medio del aparcamiento. El olmo, el cual había empezado a dar una agradable sombra sobre el dormitorio, murió de la enfermedad del olmo, y el haya, que había sobrepasado su dimensión prevista, fue trasplantada al patio del centro de graduación de Harvard que Gropius y sus compañeros de Architects Collaborative habían construido en 1952. Los otros árboles ahora han triplicado su tamaño y muchos otros han sido añadidos, como los dos cedros azules en el lado este y oeste de la casa y muchos cedros rojos y enebros Pfifzeren en la vertiente este. El área sur de la meseta está rodeada por un apenas visible muro de piedras que fue puesto allí por el antiguo propietario del solar. Un pequeño roble que encontramos allí ahora ha alcanzado un respetable tamaño. A la derecha e izquierda de éste plantamos dos dogwood[s] americanos y uno chino y un árbol agridulce. Por otra parte, este[a] área permite la visión de la colina de árboles que bordean la propiedad a una distancia de 61 metros a través de un campo en pendiente con unos magníficos cantos rodados. Nosotros conseguimos sólo ligeramente aflorar algunos de éstos que estaban cubiertos con zarzas y a menudo poco visibles, y convertirlos allí donde se encontraban en llamativos centros para plantas como peonías, yucas y lirios. Cada planta fue elegida por su resistencia al exigente clima de Nueva Inglaterra y para proveernos de flores a lo largo de las estaciones, desde el temprano florecimiento de la andrómeda y el laurel hasta la entrada de la casa, el Phlox del florecimiento tardío. Una de las vistas más fascinantes es la del Smokebush en el este del césped cuando florece en julio entre nubes de humo rosado que duran hasta la escarcha. La parra Concord que pusimos enfrente del muro de ladrillo en el lado oeste, ha alcanzado el techo, da una gran cantidad de uvas, con lo que produce una sensación de sabor sureño en las fiestas de verano.

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Figura 2. Vista desde una mezquita sobre El Cairo, Egipto. Fotografía: Leyla Yunis.

5 Alison y Peter Smithson, Upper Lawn.

O, desde una postura más personalizada y vitalista, el mensaje de Alison y Peter Smithson nos transmite en Upper Lawn:5 En un intento de crear una casa climática sencilla, en la que poder abrir las zonas de servicio de la planta baja a las antiguas áreas pavimentadas del jardín y poder cerrarlas rápidamente cuando cambie el tiempo [...] Para descubrir lo que es vivir todo el año en Inglaterra en una casa con fachadas de vidrio al Sur, Este y Oeste y comprobar si puede obtenerse la mayor parte del año suficiente calor solar como para compensar en cierta medida las pérdidas térmicas. La casa se halla situada en un paisaje inglés del siglo xviii con la deliberada intención de disfrutar de sus placeres y su historia y de someterse a sus estaciones, admitiendo la melancolía que la quietud y dichos cambios estacionales pueden entrañar. El pabellón fue proyectado como un aparato cuyo esquema de habitabilidad podía variar con el tiempo [...] una distribución de habitaciones y pequeños espacios de jardín que irían sintonizando con el paso de las estaciones, con los cambios en la utilización familiar, con las variaciones en la sensibilidad porque Upper Lawn era un aparato con el que experimentar cosas en uno mismo. Fue allí donde exploramos los pequeños ajustes, los adornos temporales, la invención de aquellos signos de cambio que más tarde llegaríamos a reconocer como la necesaria labor de la cuarta generación del Movimiento Moderno.

Las condiciones bioclimáticas del habitar se hacen objeto de aprendizaje y, por tanto, generan una necesidad de espacio habitable. Los aspectos fisiológicos (térmicos, lumínicos y acústicos), los psicológicos, los culturales y estéticos se confunden e interpretan en una sinfonía

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que no sólo se siente, no sólo se contempla, no sólo se sueña, sino que, todo a la vez, nos envuelve y nos sumerge en algo tan sencillo, tan inmediato y simple como es el habitar un espacio arquitectónico. Y tan fundamental. El medio, el clima, el lugar han ido conformando al hombre y a su desarrollo cultural, y son la más segura referencia para la construcción de una historia de la arquitectura. He dicho al principio que, cuando el juego de lo formal se queda sin soporte, sin fundamento, la forma se convierte en accesoria, superficial, frívola e insustancial, y el resultado es algo que se queda incompleto, arquitectura a medias. Es de temer que la “arquitectura culta oficial” controlada por los santones y por los chupatintas que viven de una imagen, se encuentra actualmente en esa situación, y como siempre, resulta difícil sacar agua fresca del pozo. ¿Por qué en las revistas de arquitectura la fotografía está siempre deshabitada? Propongo que aprendamos de nuevo a habitar, que recuperemos nuestra preocupación por el medio y volvamos nuestra mirada al lugar y a las condiciones que ese lugar nos ofrece, para reencontrarnos con la arquitectura y empezar a construir la vivienda del hombre del siglo XXI.

Bibliografía Butti, K. y J. Perlin “Arquitectura solar en la antigua Grecia. Historia de la energía solar”, Era Solar, núm. 65. (1996): 19-27. Gropius, Ise. Sobre la Casa de Gropius. Boston: SPNEA, 1975. Heidegger, Martin. Arte y poesía. México: Fondo de Cultura Económica, 1985. Smithson, Alison y Peter. Upper Lawn: Folly Solar Pavillion. Barcelona: Ediciones UPC, 1986. Vitruvio Polión, Marco L. De Architectura. Madrid: Editorial U.E.R.T.S.A., 1973.

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Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá An urgent code for architecture and housing in Bogota Recibido: 6 de abril de 2010. Aprobado: 19 de mayo de 2010.

Stefano Anzellini Fajardo

Profesor asociado, Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes. Director del Grupo de Investigación en Gestión y Diseño de Vivienda (GIV) . stanzell@uniandes.edu.co Fotografías y dibujos: Martín Anzellini.

Resumen La Universidad de los Andes ha firmado un convenio con la Secretaría Distrital de Planeación para revisar el Código de Construcción de Bogotá (CCB), vigente desde 1995, y plantear un marco conceptual para su actualización, con perspectiva de sostenibilidad. A continuación se exponen los temas de discusión en cuanto a, por un lado, cuál es la pertinencia y la función de un código “sostenible”, cómo se inserta en el proceso de producción del entorno en el cual la vivienda es el tema principal y, por el otro lado, cómo nos entendemos los arquitectos en este proceso, cuáles son nuestras responsabilidades y, en general, cuál es el marco ético que nos orienta en la cuestión de la calidad de la arquitectura y en particular de la vivienda. Las preguntas quedan planteadas con el objetivo de invitar a nuestra comunidad académica al debate, con la pretensión de que el código sea una herramienta de apoyo técnico y no, como hasta ahora se ha percibido, un obstáculo a la innovación y el desarrollo ágil y eficiente de los proyectos de construcción. Palabras clave: Código de Construcción, marco metodológico, la construcción como proceso, responsabilidad de la arquitectura, campos de intervención del arquitecto, calidad de la vivienda. Abstract Universidad de los Andes and the City Planning Secretary of Bogotá have undersigned an agreement for the revision of the city´s Construction Code, in force since 1995, and for the formulation of a conceptual framework for its update within a perspective of sustainability. The following themes of discussion are exposed: those related to the appropriateness and the function of a “sustainable” code, the way in which it should be incorporated in the production process of the built environment - housing being the main issue-, on one hand, and on the role of architects in this process, their responsibilities and, in general, the ethic framework that guides them in the issue of quality in architecture, specifically concerning housing. The objective of the outlined questions is an invitation to the scholarly community towards the debate, pretending to orient the building code as a supportive technical tool rather than an obstacle to innovation and efficient development of building projects. Keywords: Construction Code, methodological framework, construction as a process, responsibility of architecture, the architect’s areas of intervention, housing quality.

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L

a ciudad de Bogotá es esquizofrénica: al tiempo que puede mostrar orgullosa una arquitectura de primera calidad y es ejemplo de innovaciones en la gestión de los servicios y espacios públicos, sigue desbordada por una dinámica inercial de descontrol en su crecimiento y de acumulación de problemas funcionales y ambientales que ponen en peligro su sostenibilidad. Es urgente que las iniciativas de ciudadanos, funcionarios, empresarios y profesionales asuman genuinamente la responsabilidad compartida de proponer una ciudad más amable y a la vez más competitiva, en una concepción más ética.

Figuras 1 y 2. Bogotá, La Candelaria y vista panorámica. En los últimos cincuenta años Bogotá ha multiplicado por siete su población y su parque construido.

Un Código de Construcción moderno, que redefina el ordenamiento de la actividad edificatoria con perspectiva de sostenibilidad ambiental y que conciba a la ciudad como construcción colectiva, contribuiría a cambiar la inercia de confusión y desregulación en lo técnico, así como la visión de competitividad individualista y de corto plazo del gremio de la construcción, que elude una responsabilidad colectiva, lo que ha resultado en el entorno urbano inconexo, poco amable y, en conjunto, poco estético que tenemos. A la Universidad de los Andes se le ha presentado la oportunidad de reflexionar y proponer sobre este tema. Actualmente varios grupos de investigación de los Departamentos de Arquitectura, Ingeniería y Derecho de la universidad, en convenio con la Secretaría Distrital de Planeación, están involucrados en la revisión y actualización del Código de Construcción para Bogotá.1 El objetivo de la revisión es no sólo poner al día un código obsoleto y poco relevante, sino además enfocarlo en el concepto general de sostenibilidad. El Grupo de Investigación en Diseño y Gestión de Vivienda (GIV), ha sido invitado a revisar y actualizar el tema de la “arquitectura".2 Desde el mismo inicio de la investigación surgieron preguntas y temas de discusión muy de fondo, en cuanto al significado de la sostenibilidad en un Código de Construcción y la pertinencia de incluir un capítulo de arquitectura. Estas temáticas invitaban a reflexionar sobre, por una parte, cuál es

1 El Código de Construcción de Bogotá fue suscrito mediante el acuerdo 20 de 1995 luego de un largo proceso de debates en el Concejo de la ciudad. Fue elaborado por un grupo de consultores de la Universidad de los Andes desde 1985, a partir de la iniciativa del entonces director del Departamento Administrativo de Planeación Distrital, arquitecto Antonio Álvarez-Lleras. Su revisión se estableció en el Acuerdo 323 de 2008. 2 El grupo asignado para el tema de arquitectura está conformado por los arquitectos José Leopoldo Cerón, Clemencia Escallón, Carolina Concha y Stefano Anzellini. En todo caso, las reflexiones expuestas en este artículo, aunque reflejan la dinámica de discusión y trabajo interdisciplinario, son personales y no comprometen al equipo de consultores.

Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá. Stefano Anzellini Fajardo  [ 109 ]


la pertinencia y la función de un Código de Construcción “sostenible”, cómo se inserta en el proceso de producción del entorno construido; y, por la otra, cómo nos entendemos los arquitectos en este proceso, cuáles son nuestras responsabilidades y, en general, cuál es el marco ético que nos orienta en la cuestión de la calidad de la arquitectura. Durante el estudio adelantado han surgido las siguientes propuestas y temas de discusión que, para este artículo, he dividido en dos categorías de análisis, las cuales requieren conexión entre sí:

3 Se entiende por prescriptivo lo que establece normas, estándares mínimos y obligatoriedad. Se entiende por prestacional lo referido a recomendaciones, eficiencias, máximos deseables.

El Código en cuanto a su categoría de “Código de Construcción Sostenible”. - ¿Debe el código ser “prescriptivo”, o “prestacional”?3 - ¿Qué tan abierto o detallado se debe elaborar? - ¿Qué ámbitos de la actividad de la construcción debe incluir? La arquitectura en cuanto a su función en el código. - ¿Ésta se puede “codificar”? - ¿Cuál es el campo de intervención de la arquitectura? - ¿Cómo se puede evaluar una obra arquitectónica? De hecho, ¿es evaluable una obra arquitectónica?

El Código La función del Código de Construcción. ¿Debe el Código ser “prescriptivo”, o “prestacional”? Tradicionalmente, el carácter de un Código de Construcción, por su misma naturaleza de ser la regulación técnica de esa actividad, es prescriptivo. Esto se verifica en los códigos que han sido analizados por los grupos, desde el Código de Construcción estadounidense y los códigos europeos, hasta los más cercanos a nuestro contexto, como el mexicano, el chileno y, ejemplo sobresaliente, la Norma de Sismorresistencia NSR 98 colombiana. Sin embargo, estos códigos están en permanente revisión y cada vez más se orientan al tema de la sostenibilidad, lo que implica trascender la motivación de garantizar estándares mínimos de construcción, producción, seguridad y habitabilidad, en búsqueda de mejores prácticas que cumplan con el concepto básico de la sostenibilidad ambiental, la cual establece: Se entiende por desarrollo sostenible el que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al bienestar social, sin agotar la base de recursos renovables en que se sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a 4 Definición establecida en la ley colombiana 697 de 2001. Puede consultarse en: http://www.lawea.org/documentos/ Colombia_Ley_697.pdf.

utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades.4

Este enfoque hacia un código prestacional, enmarcado en la sostenibilidad, tiene implicaciones profundas y sus trampas conceptuales, pues puede ser percibido por parte del gremio de los constructores como un apoyo o, por el contrario, como un obstáculo para los avances tecnológicos y la eficiencia de los negocios inmobiliarios. De hecho,

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el Código 20 de 1995 nació “muerto”, ya que fue entendido como la imposición de estándares ajenos, para los cuales no estaba preparado el subsector de la construcción, así que se desconoció virtualmente en su práctica por la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), y fue aplicado sólo en ocasiones según criterios personales de funcionarios, clientes o litigantes, con la consiguiente generación de confusión e ineficiencia.5 Se ha planteado que el diseño del código debe ser de formato abierto, con prescripciones (obligatorias) básicas por áreas, enfocadas principalmente a establecer unos mínimos y a garantizar seguridad, acompañadas de recomendaciones (optativas) que “muestren” las opciones técnicas alternativas en procura de la sostenibilidad, y permitan la evaluación de las tecnologías utilizadas, en cuanto a logros de sostenibilidad ambiental.

5 El CCB está derogado en un 55% por normas posteriores diseminadas en otros códigos: el de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego ( NFPA , por sus siglas en inglés), Normas sobre Sismorresistencia (NSR) , el Reglamento Técnico sobre Instalaciones Eléctricas (Retie), el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) , etcétera. En cambio, la NSR 98 es exclusiva en el contexto internacional: es el único estándar técnico amparado por una ley nacional, y de carácter obligatorio.

Surge también la cuestión ética de si debe ser obligatorio el uso de uno u otro producto en función de su eficiencia ambiental o de un mayor estándar de seguridad o habitabilidad. Entidades como la NFPA americana (National Fire Protection Association), que es la referencia para las normas de seguridad locales, o Asocreto, que es la referencia para las normas de construcción con concreto, y otras análogas, son entidades con ánimo de lucro en permanente búsqueda de avances tecnológicos con la finalidad tanto de mejorar sus productos y procesos como de obtener mayores beneficios económicos. La pregunta sobre la función prescriptiva o prestacional del código y sus implicaciones aún se discute, pero es claro que la difusión que se haga es fundamental, y se debe acercar no sólo a constructores y técnicos especializados, sino también a funcionarios públicos que van a participar en su implementación y, sobre todo, a los usuarios finales, quienes son los que van a poder utilizarlo como guía y manual de uso de las edificaciones y los conjuntos edilicios. La respuesta, entonces, por el momento, está en el diseño de un formato abierto y didáctico, orientado a su comprensión por todos y a la inclusión de tecnologías alternativas como opción, pero con un enfoque claro de obligatoriedad al cumplimiento de estándares mínimos de seguridad y calidad, en atención a que el código está amparado por la Constitución y la ley. Así mismo, lo cobija el concepto de que la búsqueda de la sostenibilidad (social, económica y ambiental) es un imperativo moral y, desde la perspectiva de la responsabilidad colectiva, no cuesta más.

Los alcances del Código. ¿Qué tan abierto o detallado se debe elaborar el Código? Entre los códigos de construcción que hemos revisado hay algunos que se presentan como “un código de códigos” (tal, el estadounidense), en el que se transfiere la responsabilidad de los detalles técnicos y actualizaciones a las entidades especializadas de cada área, mientras que

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otros, como el mexicano, buscan copar todos los posibles detalles de los procedimientos constructivos y de diseño. Las dos maneras pueden ser válidas, pero tienen también sus implicaciones problemáticas: con la primera se tiende a evadir la responsabilidad pública, transfiriendo a expertos privados la regulación, y, por otro lado, deja el campo abierto a confusión, referencias cruzadas sobre especificaciones técnicas y traslapos de responsabilidad en determinados aspectos. Un ejemplo de esta concepción simplista de aplicación de las normas es la manera como se está aplicando el código NFPA en pequeñas construcciones en Bogotá, que ha impuesto estándares muy altos de prevención de incendios para edificaciones pequeñas, difíciles de cumplir por parte de los propietarios, quienes, en general, consideran innecesaria esta imposición. En contraste, con la segunda aproximación de definir todos los posibles detalles se puede llegar a extremos prescriptivos que obstaculicen la innovación y eventualmente a sobrerreglamentar. Un ejemplo de este formato lo encontramos en el código de México, donde, entre otras disposiciones en cuanto a estándares a cumplir en vivienda, prescribe la siguiente regla: “ninguna habitación puede tener acceso desde un espacio destinado a servicios sanitarios”. Se pregunta uno: ¿Sí será necesaria esta norma?, ¿no es cuestión de sentido común? O también: ¿no habrá algún caso en que esa sea la solución óptima a un problema arquitectónico?

6 Un buen ejemplo de herramienta interactiva es el caso de la herramienta de evaluación de proyectos que presenta el Código de España, la cual permite al usuario conocer el nivel de cumplimiento de su proyecto frente a los estándares.

La respuesta probablemente está de nuevo en el diseño de un formato abierto y didáctico, asertivo en lo prescriptivo y con sentido de síntesis, al tiempo que ilustrativo y claro en cuanto a inclusión de ejemplos de alternativas, utilizando, en lo posible, los recursos gráficos usuales en las profesiones de la construcción como diagramas, planos y matrices, así como los recursos que ofrece la informática.6

Marco metodológico: la construcción como proceso. ¿Qué ámbitos de la actividad de la construcción debe incluir el código? Los códigos revisados, y específicamente el actual Código de Bogotá, se centran en reglamentar la actividad edificatoria propiamente dicha. Para la actualización de éste, en el marco de la sostenibilidad, se ha concebido la actividad de la construcción como un proceso, que se inicia con la concepción del proyecto a realizarse y culmina con su disposición final, considerando todas sus fases intermedias, con sus correspondientes responsables, de manera que se identifiquen los actores (ejecutores, arquitectos, ingenieros, etcétera, y usuarios) y se establezcan los organismos de control que deben garantizar la aplicación del Código, junto con determinar claramente las distintas instancias de supervisión de un proyecto, desde la etapa de planeación y diseño, pasando por la construcción y sus modificaciones, hasta la demolición. Se identifica que el momento de entrega de un proyecto, por parte del constructor al usuario, es un acontecimiento clave, pues es la verificación de la correspondencia entre los diseños y la realidad que se le presenta al usuario y a la comunidad. Es el momento en que el control se ejerce de manera más efectiva.

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También, en el marco de la sostenibilidad se concibe la actividad de la construcción no sólo circunscrita a la edilicia, sino a los ámbitos más amplios de la ciudad y el territorio. Si se cruzan las dimensiones de espacialidad y temporalidad, se estructura una matriz. Horizontalmente se definen los ámbitos de intervención desde el edificio y sus componentes, la agrupación, el espacio público, la relación con la ciudad y con la estructura ecológica. Verticalmente se definen las fases del proceso, desde la planeación, el diseño, la construcción, la entrega, el uso, las modificaciones y la disposición final. Este marco metodológico (fig. 3) permite clasificar los componentes y actividades con claridad, atendiendo la complejidad del tema (o más bien evitando la sobresimplificación), y permitiendo el formato abierto que se busca, en el que se permita su función didáctica y de acompañamiento hacia el logro de prácticas sostenibles, con la suficiente claridad y detalle.

Figura 3. Matriz de procesos y ámbitos de aplicación.

Reflexiones sobre la arquitectura en el Código ¿La arquitectura se puede “codificar”? Para hacer un poema, hay que saber cómo se hace un poema. Ya sabes, pues, Orencio, cómo se hace un poema. Nicolás Guillén7

7 Guillén, Las grandes elegías, 342.

Para establecer la pertinencia o no de insertar un capítulo en el código, que se llame “Arquitectura”, debemos, ante todo, revisar las definiciones de “código” y de “arquitectura”: tener claro que la arquitectura se diferencia del mero acto de “construir” e involucra la condición de creatividad, manejo de aspectos no sólo técnicos, funcionales y sociales sino también de la poética del espacio. En cuanto a la definición de “código”, su etimología (codex: conjunto de leyes o principios) nos indica el ser una regulación que, en estricto sentido, está por fuera de decisiones individuales, es un cuerpo de normas aceptadas que se deben obedecer. Desde la perspectiva de lo poético, parece absurdo “codificar” la arquitectura; es como reglamentar la música, o la literatura. Pero en la práctica profesional está claro que la actividad de la arquitectura se mueve en un mundo paradójico: exige creatividad y talento, pero también requiere la comprensión y manejo de procesos interdisciplinarios.

Figura 4. Explanada de los Ministerios, Brasilia. Arquitecto Oscar Niemeyer.

Es entonces la oportunidad de hacer una reflexión sobre la responsabilidad de la arquitectura en el escenario complejo de la producción del entorno construido y plantear el debate de cómo nos entendemos los arquitectos en este proceso, para insertarnos de manera armónica y competente en el equipo interdisciplinario de actores y tomadores de decisiones en la producción del entorno construido. En el último siglo el papel del arquitecto cambió de manera dramática: de ser creador de obras monumentales o únicas, pasó a estar también

Figura 5. Museo Brasilero de Escultura, São Paulo. Arquitecto Paulo Mendes da Rocha.

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8 Habraken, Palladio’s Children, 2005.

involucrado en la producción del entorno construido. El problema de lo cotidiano, de la calle, la vivienda, el comercio, la producción, en fin, la ciudad, que antes se producía de una manera “natural”, vernácula, pasó a ser su campo de acción igualmente. Esta doble función no ha sido enteramente asumida por nuestra cultura profesional. Nos entendemos como “hijos de Palladio”, como lo apunta Habraken,8 inmersos en búsquedas formales, autorreferenciales; aislados de lo que él llama el campo, es decir, la ciudad real, aquella definida y construida por la interacción de actores-usuarios en permanente movimiento y fluidez. Por un lado queremos, además de crear “la gran arquitectura”, asumir el reto de decidir y diseñar “el campo”, sin asumir la necesidad de cambios fundamentales en los métodos y procesos de la práctica profesional, sino más bien pretendiendo forzar el “campo” a nuestras decisiones. Maestros como Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright, Le Corbusier (o contemporáneos como Paulo Mendes da Rocha u Oscar Niemeyer) son vestigios de esta actitud gremial que pretende controlar todo el proceso de creación del espacio; nos proponen una arquitectura absoluta, controladora, en la cual el “campo” se torna en objeto arquitectónico y no se asume como el contexto donde se participa como un actor más de una interacción compleja. Esta aproximación al ejercicio de nuestra disciplina, de “aprender arquitectura de la arquitectura misma” puede haber dado resultados extraordinarios en algunos casos aislados; sin embargo, es ineficaz e insostenible para los retos que tiene la profesión en la actualidad, especialmente en el contexto de las sociedades en desarrollo, en las que es cada vez más evidente que la dinámica del “campo” (las ciudades, el territorio) desbordó la capacidad de respuesta de la arquitectura. De hecho, hemos dado en llamar a ese proceso dinámico y potente “ciudad informal”, y escasamente miramos o aceptamos su existencia. Buscamos la arquitectura como hito o flor rara en medio de la no ciudad. Esta especie de desorientación de la arquitectura moderna ha sido denunciada por otros maestros, quienes sin renunciar a la ética palladiana (la búsqueda de lo bello, el olor a oficio de la arquitectura), proponen aproximaciones útiles e inspiradoras: Christopher Alexander, con su “lenguaje de patrones” nos propone una metodología que atiende la complejidad emergente del entorno; Habraken, con su “teoría de soportes”, propone la diferenciación de lo temático y lo no temático; Venturi nos sugiere la comprensión de los procesos; Turner, la interacción de los actores en la producción de lo construido. La revisión de la arquitectura en el código es la oportunidad para hacer una revisión crítica de nuestra cultura de la práctica profesional, sin necesariamente sacrificar la ética palladiana. Los resultados de los últimos 25 años (desde la gestación del código) son elocuentes y podemos sacar conclusiones que deberíamos incluir en el marco ético de nuestra práctica: ·

El valor de una obra no está definido por su publicación sino por su atención a las necesidades planteadas.

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·

El arquitecto no es la fuente de la arquitectura.

·

La arquitectura cada vez se hace en formatos de proyecto más grandes, en los cuales el arquitecto hace parte de un equipo, e interviene en algunas fases.

·

Los grandes retos de la arquitectura son: 1) el reconocer al sujeto/ la comunidad… que también hacen “el campo” a su manera, 2) la flexibilidad y el cambio, 3) la distribución de responsabilidades, y 4) el manejo armónico de las escalas de intervención.

La intervención en la ciudad. ¿Cuál es el campo de intervención de la arquitectura? Responsabilidades, la ciudad, la vivienda: Se ha propuesto, para la inclusión del capítulo de arquitectura en el código, prestar especial atención al problema de la vivienda, por cuanto está claro que la mayor parte de la construcción en Bogotá la representa el sector de la vivienda. El 70% de las construcciones y de los metros cuadrados construidos en la ciudad corresponden a este uso.9 Supondríamos entonces que actuar directamente sobre este sector tiene una incidencia importante en el mejoramiento de la sostenibilidad de la construcción en la ciudad, si pensamos en aspectos como el uso eficiente de materiales, el ahorro de energía, la reducción de la contaminación y la ocupación racional del suelo.

9 Según la base de datos del Departamento Administrativo de Catastro Distrital, con fecha de corte enero 1º de 2010, hay 2.315.604 edificaciones en la ciudad, de las cuales 1.619.224 son de uso habitacional; esto corresponde al 70%. En los metros cuadrados construidos se presenta una proporción similar: hay en total 235.210.918 m 2 en Bogotá y de ese total 170.230.793 m 2 corresponden a vivienda, es decir, el 72%.

Figura 6. Los cerros de Bogotá.

Figura 7. Torres del Parque, Bogotá. Arquitecto Rogelio Salmona. Densificación de vivienda en la ciudad con perspectiva de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.

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10 Término tomado del Reglamento Nacional de Edificaciones de Perú, del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, 2006. Puede consultarse en: http://www. urbanistasperu.org/rne/reglamentonacionaldeedificaciones.htm.

Así mismo, se propone prestar especial atención a propiciar las intervenciones de densificación urbana10 y apoyar los procesos de mejoramiento de las viviendas existentes, especialmente en los barrios de origen informal. Con ello se contribuiría a la compacidad de la ciudad y a una mayor racionalidad en el uso del suelo y en la reutilización del parque inmobiliario construido. Las modificaciones a las estructuras existentes son usuales y deben ser atendidas por el código en las distintas situaciones en que se presentan: ampliaciones, remodelaciones y reciclaje de estructuras. Como anotaba en párrafos anteriores, estas iniciativas de autorregeneración de la ciudad se han quedado por fuera de la práctica de la arquitectura en Bogotá, y es un campo en el cual hay mucho que revisar y aportar para propiciar ambientes más amables, equilibrados y sostenibles.

La evaluación de calidad. ¿Cómo se puede evaluar la calidad arquitectónica? Para la inclusión del tema de calidad en el código en lo correspondiente a arquitectura, hemos enfocado la reflexión al ámbito de la calidad de la vivienda, especialmente la vivienda social, por cuanto, por un lado, la Constitución es categórica respecto al derecho de los ciudadanos a una vivienda digna (artículo 51) y, por otro, el problema tanto del déficit cuantitativo como de la calidad de la vivienda es claro y urgente de resolver.

11 En ocasiones el cliente sólo detecta problemas en la calidad del inmueble cuando lo ocupa (dimensiones, problemas constructivos, etcétera).

12 El “Estudio sobre la calidad de la vivienda nueva en Bogotá”, realizado por el GIV del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes, en Convenio de Asociación con la constructora Prodesa, ha evaluado la calidad de más de 170 proyectos de vivienda nueva en Bogotá y la Sabana entre VIP , VIS y no VIS . Los resultados encontrados evidencian que no hay un control ni estándares que regulen la calidad de la vivienda en Bogotá y sus alrededores. De acuerdo con el estudio, los proyectos no superan el 50% del nivel de calidad esperado para un proyecto de vivienda nueva. Los proyectos VIS y VIP son los que tienen comportamientos de calidad más bajos.

De alguna manera, la calidad de la oferta inmobiliaria en comercio, oficinas y vivienda de estratos medios y altos, está regulada por el mercado. Las exigencias de los compradores y la competencia inducen a que los productos tengan condiciones aceptables (aunque disten de ser óptimas).11 La vivienda social no está atada a esta lógica del mercado, pues sus compradores no tienen ni las herramientas, ni la posibilidad de escoger ampliamente el producto que compran. Esto se debe a su capacidad de adquisición limitada y a unas soluciones de vivienda homogéneas, sin mayores innovaciones en su propuesta de unidad y agrupación. Se suma a esta situación el hecho de que la vivienda social es subsidiada, por lo tanto el usuario no tiene (o no puede tener) mayores pretensiones acerca de la calidad del inmueble. En este sentido, debería ser el sector público, haciendo uso del código, quien proporcione las herramientas para propiciar la excelencia de la arquitectura de la vivienda social y exigir la mejor calidad a los constructores, garantizando una mayor sostenibilidad ambiental, el mejor aprovechamiento de los subsidios estatales, y buenas condiciones de vida para los beneficiarios. Por otro lado, se evidencia que en Bogotá la oferta de vivienda nueva tiene niveles bajos de calidad, tanto en la unidad como en la agrupación e implantación en la ciudad.12 Es especialmente alarmante la ausencia de interés y compromiso por parte del gremio de la arquitectura en el tema de la vivienda social, que ha dejado esta responsabilidad a desarrolladores desinteresados en la calidad y más interesados en la productividad a ultranza.

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Reflexión final En síntesis, el Código de Construcción de Bogotá puede ser la guía para coordinar y articular los distintos ámbitos de intervención (el edificio, la agrupación, la ciudad, el territorio), los diversos dominios13 (de lo público, lo comunitario, lo privado), y los variados procesos de producción del hábitat (la planeación, el diseño, la construcción, el uso, las modificaciones y la disposición final), según el enfoque metodológico expuesto.

13 Habraken, The Structure of the Ordinary, 1998.

La vivienda, como problema principal de la construcción y la sostenibilidad de la ciudad, puede ser el ámbito principal de aplicación del código, en la que se incluya activamente la participación de la comunidad en la toma de decisiones de los proyectos habitacionales, entendidos éstos como procesos. La función del código sería la de facilitar la intervención de gestores, diseñadores, constructores y usuarios finales; identifica las fases del proceso y facilita la transferencia oportuna al responsable en cada fase (que cada cual haga lo que sabe hacer). Es el punto de referencia durante todo el ciclo de vida del proyecto. Tal vez con este espíritu de estar enfocado a la solución de los problemas más apremiantes de la ciudad, de ser más prestacional que prescriptivo, de incluir a los actores responsables de la construcción y regeneración de la ciudad, y de tener una estructura metodológica clara y abierta, el nuevo Código de Construcción para Bogotá nazca vigoroso y atractivo y no quede como letra muerta, como un proyecto más en los anaqueles de alguna biblioteca, para ser revisado de nuevo, en esta misma universidad, dentro de otros 25 años.

Figura 8. La valoración de calidad depende tanto de factores técnicos como de la percepción de los usuarios.

Bibliografía Guillén, Nicolás. Las grandes elegías. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1984. Grupo de Investigación Gestión de Vivienda (GIV) - Prodesa S. A., “Estudio sobre la calidad de la vivienda nueva en Bogotá”, Bogotá: Universidad de los Andes, 2010. Habraken, N. J. Palladio’s Children. Essays on every day environment and the architect, Londres: Taylor & Francis, 2005. ____. The Structure of the Ordinary. Cambridge: MIT Press, 1998.

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Miranda Apartamentos Bogotá, Colombia

Juan Diego Pinzón Sarmiento Arquitecto de la Universidad de los Andes, Bogotá, con especialización en Manejo Integrado de Medio Ambiente. Actualmente es gerente de la constructora Territorio.

Gloria Serna Meza Arquitecta de la Pontificia Universidad Javeriana. Actualmente trabaja como docente en la Universidad de los Andes, arquitecta diseñadora en la constructora Territorio y arquitecta independiente. gloriaserna2@yahoo.es

Texto: Maarten Goossens

Un proyecto atípico El suroccidente de Bogotá, una de las zonas más pobres de la ciudad, es una especie de jungla urbana que en su imagen y materialidad está compuesta por cables de electricidad, arena, concreto, todo tipo de tráfico, y mucho ladrillo. En este extenso sector, mayoritariamente de origen informal, se encuentra la Ciudadela El Recreo, un proyecto de Vivienda de Interés Social (VIS) de gran escala, iniciativa de la administración local para combatir el desarrollo urbano informal y brindar una mejor calidad de vida a los habitantes. A pesar del notable contraste en términos de espacio público y equipamientos entre El Recreo y su entorno informal, las viviendas VIS construidas ahí –y en otras urbanizaciones colombianas, como bien lo señalan otros artículos en esta publicación– presentan graves problemas, principalmente relacionados con su reducida superficie (36 m2 en muchos casos), la distribución de los espacios, su inadecuada ventilación y su limitada iluminación natural. En este contexto, los arquitectos de Miranda Apartamentos se propusieron realizar un conjunto residencial con apartamentos iluminados y ventilados por dos frentes, que además fuera flexible en cuanto a la adaptación de las viviendas a las necesidades de los habitantes. El resultado es un proyecto atípico que se destaca dentro de la urbanización, no sólo por su distribución, sino también por el empleo de materiales no convencionales para la VIS colombiana.

MIRANDA APARTMENTS Construcción: Territorio SACI, Ríos Duarte y Cía. Ltda. Estudio estructural: Joaquín Fidalgo Alejandro Fernández Diseño: 2008 Construcción: 2009

La Ciudadela El Recreo, gestionada por la entidad pública Metrovivienda, se construyó con un esquema donde la administración local estuvo a cargo de la construcción de la infraestructura, el espacio público y las redes de servicios, mientras que los lotes para la construcción de los proyectos residenciales fueron entregados a empresas constructoras mediante convocatorias abiertas.

Área del lote: 4305 m2 Área construida: 9050 m2 Fotografías: Juan Antonio Monsalve Planimetría: Territorio S.A. Figura página opuesta: Uno de los patios del conjunto, abierto hacia el barrio y en uso como parqueadero.

En este caso, circunstancias como las dimensiones relativamente reducidas del lote y el interés de Metrovivienda por incluir en el proyecto a empresas pequeñas y nuevas, permitieron que la constructora Territorio pudiera ganar la convocatoria y hacer el proyecto; en este sentido, el hecho de que Juan Diego Pinzón, socio de la empresa, participara en el diseño, es una situación poco común dentro del panorama de proyectos de VIS en Colombia.

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Miranda Apartamentos. Juan Diego PinzĂłn Sarmiento, Gloria Serna Meza  [ 119 ]


Figura 1. La circulación horizontal y los accesos a los apartamentos son organizados mediante galerías abiertas o balcones comunales.

El lote, de forma alargada y levemente irregular, tiene uno de sus frentes largos sobre una vía principal; el otro está sobre una vía secundaria que separa el conjunto de las manzanas de casas de dos pisos que conforman el vecindario hacia el sur.

Relaciones con el barrio y relaciones con los vecinos Una de las primeras decisiones tomadas por los arquitectos fue la de buscar un esquema que permitiera que el proyecto se abriera hacia el barrio. De esta manera, el conjunto consiste de una larga barra que se ubicó sobre la vía principal y cinco barras de menor tamaño, de diferentes largos y puestas perpendicularmente bajo ángulos de alrededor de 80o, como un efecto de la forma irregular del lote. De los cuatro patios así creados, tres tienen uso de parqueaderos. El cuarto, que está ubicado al lado de la portería en el extremo oriental del lote, es una zona verde comunal. Inicialmente se pensó en una extensión del espacio público que permitiera el acceso abierto al salón

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Figura 2. Planta de localización del proyecto en la Ciudadela El Recreo.

Figura 3. Planta piso tipo. El proyecto se cierra hacia la vía principal y se abre hacia el sur; las cinco barras puestas perpendicularmente bajo ángulos de alrededor de 80o conforman cuatro patios.

Figura 4. Vista nocturna desde el quinto piso hacia el suroccidente.

Miranda Apartamentos. Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza  [ 121 ]


Figuras 5 y 6. La circulación vertical se encuentra en los puntos de empalme entre los volúmenes. Es abierta, generando transparencias y comunicación visual a lo largo del volúmen principal. La ubicación de las galerías varía entre las fachadas este y oeste de las cinco barras perpendiculares, generando así ligeras diferencias en el carácter de los patios.

comunal. Sin embargo, los habitantes se expresaron a favor de un cerramiento permanente, dejando así una segunda zona verde comunal en el frente oriental del lote. En los puntos de empalme entre la barra longitudinal y las barras transversales se ubicaron los puntos fijos de circulación vertical: escaleras abiertas que permiten cierta transparencia en el sentido longitudinal del conjunto. En cada planta, desde este punto fijo se distribuye a un promedio de seis apartamentos, mediante galerías abiertas que a la vez cumplen la función de balcones. De esta manera, cada una de las barras tiene a un lado los accesos a los apartamentos y las zonas sociales y de servicios, y al otro lado, las habitaciones. Como el precio máximo de venta para vivienda subsidiada está establecido en setenta salarios mínimos colombianos (cerca de US $18.000), en el proceso de diseño se veía una búsqueda permanente por lograr un producto de alta calidad a un costo mínimo. Se invirtió, por ejemplo, en una teja de cubierta que es más costosa y duradera de lo que usualmente se usa en proyectos y se pudieron hacer ventanas de techo a piso; sin embargo, los paneles de fachada, por la razón comentada, se hicieron en madera laminada y en mampostería pintada de rojo.

Figuras 7 y 8. En las fachadas se genera un patrón con la variación de ventanas horizontales y verticales.

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Apartamentos flexibles En el espacio interior de cada uno de los apartamentos, de 47 m2, hay elementos poco comunes en proyectos para el mismo precio de venta. Antes que todo, los arquitectos buscaron crear espacios bien iluminados y ventilados. En este sentido, la tipología de barra con balcones comunales fue la clave para lograr este objetivo. Los apartamentos tienen un cuarto de ropas separado de la cocina, ventilado a través de un panel de fachada perforado, que a la vez ventila el baño. La cocina es abierta pero dispuesta de tal manera que el habitante que lo desee la pueda cerrar. En la zona privada se aparta la habitación principal con un muro divisorio, pero el mismo habitante puede decidir qué hacer con el resto del espacio que se entrega sin divisiones: una habitación, dos habitaciones, una habitación y un walk-in closet, o dejar el espacio abierto. Existen dos tipos de ventanas en las habitaciones: una horizontal corrida y una vertical de piso a techo, cuya variación genera el patrón característico de las fachadas. Los apartamentos se entregaron en obra gris, dejando en libertad al usuario para transformar muchos aspectos de su vivienda, especialmente la cocina y la zona de habitaciones. Una vez habitado el conjunto, se pudo comprobar que los habitantes se apropiaron del espacio con facilidad. En los apartamentos se ha visto todo tipo de adaptaciones, algunos aplicando un gusto propio muy definido, al paso que otras familias optaron por dejar el concreto a la vista. Los balcones funcionan como espacios que a la vez son una extensión del espacio privado y un espacio comunal: muchas puertas están abiertas y hay interacción entre los vecinos. Un aspecto no previsto que se evidenció posteriormente fue la contribución de la arquitectura a la seguridad en el conjunto, no sólo en el sentido de que el habitar de manera comunal los balcones promueve una mayor interacción entre vecinos, sino también el hecho de que los patios, por su conexión directa con la vivienda en tres frentes, genera un alto nivel de control social que tiene grandes ventajas frente a los esquemas convencionales de VIS en Colombia.

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Alcoba 2 con opción de 3

Alcoba principal

Baño

Salón comedor

Cocina

Ropas Espacio para alacena y nevera

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Figuras 9 a 12. Planta apartamento tipo. El cuarto de ropas es separado de la cocina. Se entrega el apartamento con una habitación principal, mientras que el resto de la zona privada se puede dividir según la preferencia del habitante. El apartamento se entrega en obra gris. En las habitaciones alteran las ventanas horizontales corridas y las ventanas verticales de piso a techo.


Figuras 13 a 16. Diferentes soluciones para la cocina.

Apartamentos curiosos La importancia de Miranda Apartamentos en el contexto de la VIS colombiana radica, sin lugar a dudas, en su distribución, cuyo resultado directo es una mejor iluminación y ventilación, y su transparencia, que permite una mejor vida comunitaria y mayor relación con el barrio colindante. Pero también es un buen proyecto porque, mediante su diseño de fachadas y los materiales usados, transmite un mensaje que va dirigido a todos los involucrados en la industria constructora (los funcionarios públicos, los empresarios, los arquitectos y los habitantes). “Apartamentos curiosos”: así describió un transeúnte este proyecto cuando decidió tomarle una fotografía y publicarla en internet.1 Es la prueba de que llegó el mensaje: algo diferente sí es posible.

1 “Panoramio”, disponible en: http:// www.panoramio.com/photo/27472059, recuperado: 30 de junio de 2010.

Miranda Apartamentos. Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza  [ 125 ]


De la ciénaga al jardín

Proyecto de vivienda para La Mojana Municipio de San Marcos, Sucre, Colombia

Manuela Eble Martín Ospina Luis Hernán Sáenz María Juliana Sorzano

Estudiantes de Arquitectura, Universidad de los Andes.

Texto: Luis Hernán Sáenz lhsaenz@gmail.com

Una reflexión inicial La ciudad es el escenario de nuestra sociedad. La forma en que la construimos establece la calidad de vida que alcanzamos. El espacio público es el elemento fundamental para la construcción de la ciudad. En él, un sinnúmero de actividades humanas se realizan. Es el lugar de encuentro y de convivencia de las personas, donde forjamos las relaciones de nuestra comunidad. A través de él creamos espacios para la democracia, espacios para los niños, espacios para dar a conocer nuestras opiniones y para permitir el intercambio de ideas y pensamientos, para enriquecer nuestras vidas. La vivienda tiene la responsabilidad de construir esa ciudad y conformar el espacio público. Debe evitar encerrarse en sí misma con cerramientos, barreras o aislamientos. En cambio, debe responder a las actividades de la ciudad a través de elementos arquitectónicos que propician y dinamizan estas actividades. Pórticos, balcones, zaguanes, porches, pérgolas, terrazas y patios establecen la relación de la casa con la ciudad, y definen calles, plazas, parques y zonas verdes para el encuentro. En complemento con los equipamientos, la vivienda conforma la ciudad y establece los tipos de espacios públicos propicios para la sociedad que imaginamos y la calidad de vida de sus habitantes.

FROM SWAMP TO GARDEN. HOUSING PROJECT FOR LA MOJANA Municipality of San Marcos, Sucre, Colombia Este proyecto se llevó a cabo dentro del concurso estudiantil Convive III convocado en 2009 por la revista Escala y la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Profesores: Fernando de la Carrera Mauricio Pinilla Año proyecto: 2008 - 2009 Área de intervención: 50 ha Planos e imágenes: elaboración equipo de trabajo. Proyecto ganador del Concurso Internacional Art Urbain 2009 - "Composer avec la nature". Figura página opuesta: Planta del primer piso de la vivienda propuesta.

Contexto del proyecto Este proyecto se llevo a cabo dentro del concurso estudiantil Convive III convocado en el 2009 por la revista Escala y la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), que escogió la región de La Mojana como lugar para el desarrollo del concurso. Éste planteaba el desarrollo de un proyecto urbano de 50 ha en el municipio de San Marcos en Sucre, que debía integrarse adecuadamente con la ciudad existente. La propuesta debía contemplar todas las escalas de desarrollo, desde una propuesta de ordenamiento para el casco urbano del municipio, hasta la propuesta de vivienda que se utilizaría en el proyecto urbano. La Mojana es un área fisiográfica de 500.000 ha aproximadamente, ubicada en la subregión de la depresión momposina, en la región caribe colombiana. Allí, una red de ciénagas y caños interconectados han cumplido el papel de drenajes naturales de las aguas del río Cauca y Magdalena, que año tras año bajan desde las cordilleras e inundan su llanura.

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De la ciénaga al jardín. Proyecto de vivienda para La Mojana. Manuela Eble, Martín Ospina, Luis Hernán Sáenz, María Juliana Sorzano  [ 127 ]


La Mojana es un espacio particular dentro de la geografía y la historia de Colombia. Es un lugar con una riqueza natural difícil de comparar debido a su complejo ecosistema, hábitat de un sinnúmero de especies de fauna y flora únicas en nuestro país. Este territorio fue donde la antigua cultura zenú desarrolló una de las civilizaciones más impresionantes en la historia de Colombia. Sus asentamientos son muestra de un complejo sistema económico, social y urbano, que aún hoy se conserva con alguna dificultad. Los zenúes construyeron un vasto sistema hidráulico que relacionaba ríos, ciénagas y caños, controlando sus dinámicas a través de la creación de una gran malla de canales artificiales. Levantaron sus viviendas en plataformas artificiales, desde donde controlaban el territorio, y lo entretejieron con los canales de agua. Toda su cultura se puede entender como un tejido de múltiples relaciones políticas, económicas, ambientales y sociales, evidente no sólo en el manejo del territorio, sino también en su orfebrería y artesanías (fig. 1). La región de La Mojana es un tesoro oculto dentro del territorio colombiano. La arquitectura tiene el deber de resaltar y potenciar su paisaje, su geografía y su historia.

Diagnóstico

Figura 1. Bords de la Magdelaine. Ménage d’une famille de pêcheur [Orillas del Magdalena. Hogar de una familia de pescadores]. Ca. 1823. Acuarela sobre papel. Colección Banco de la República, Bogotá.

El crecimiento descontrolado y desordenado que ha tenido San Marcos, ha fragmentado el sistema de ciénagas que lo rodean, rompiendo sus relaciones ecológicas y ambientales y poniendo en riesgo a muchas especies nativas que viajan a través de ellas. La falta de planeación urbana y una arquitectura en desacuerdo con la naturaleza, han puesto a los habitantes de San Marcos a luchar en contra de ella, en vez de buscar una armonía que permita un desarrollo sostenible que enriquezca su calidad de vida. El municipio y sus habitantes le dan la espalda a la ciénaga y a todos los cuerpos de agua, convirtiéndolos no en potencial para el desarrollo, sino, al contrario, en el jardín trasero adonde llegan todas las basuras y las aguas residuales de la ciudad.

El proyecto

Figura 2. Estructura de una hoja.

Tomando la cultura zenú como referente, el proyecto propone un tejido natural desarrollado a diferentes escalas, que estrecha los vínculos del hombre y la ciudad con el paisaje y la naturaleza, desde la ciénaga hasta el jardín. Este tejido natural nace en el malecón de la ciénaga de San Marcos, volcando la atención de sus habitantes hacia ella. Hace un recorrido a través de arroyos y brazos verdes que crean espacio público para el encuentro, y termina horadando la casa con un patio, llevando la ciénaga y la naturaleza a lo más intimo de la vida familiar. De ahí que el nombre de este proyecto sea De la ciénaga al jardín, recordando y haciendo analogía a la forma como en las hojas de los arboles viaja el agua y los nutrientes; desde la tierra, por la raíz, y a través de las nervaduras, creando un tejido que cubre toda la superficie de la hoja (fig. 2).

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Propuesta de ordenamiento urbano Para mejorar estos conflictos, la propuesta de ordenamiento territorial plantea una serie de componentes que buscan tejer la ciudad en ambos sentidos, a través de alamedas, malecones y vías verdes, que integren el casco actual y contengan el crecimiento del municipio. Los componentes de la propuesta atienden problemas de espacio público, de equipamientos, de movilidad y ambientales. Entre los componentes planteados a escala territorial resalta el malecón (1), pieza urbana que serviría de integración para toda la ciudad y que se convertiría en el lugar donde confluyen todos los caminos que amarran el tejido urbano. De esta forma, se busca recuperar la importancia que en el hábitat de La Mojana tienen los cuerpos de agua, buscando recuperar esta cultura en la ciudad. El proyecto urbano (9) se inserta dentro de la propuesta de ordenamiento como una pieza importante dentro del área del casco urbano, a través de una alameda que lo conecta con el malecón, y a través de diferentes brazos verdes que lo tejen con la ciudad existente (fig. 3).

Figura 3. Propuesta de ordenamiento urbano.

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Figura 4. Proyecto urbano.

Proyecto urbano El proyecto busca recoger los principios ordenadores de la propuesta urbana para organizar y plantear su desarrollo, sintetizados en tres sistemas diferentes: sistema verde, sistema de espacio público y sistema de movilidad. El eje ordenador del proyecto urbano es la recuperación de la quebrada ubicada en el costado sur, a partir de la cual se desprende una serie de brazos verdes que organizarían proyectos de menor tamaño. Sobre el corredor ecológico planteado para acompañar el cauce de la quebrada, se ubica una serie de equipamientos que suplirían las necesidades de la nueva población que acogería el proyecto (fig. 4). La primera etapa del proyecto urbano está ubicada en el extremo oriental. El polígono es bastante irregular y generó dificultades para desarrollar un proyecto coherente en sentido norte-sur. La propuesta la atraviesa uno de los brazos verdes que, junto con vías vehiculares longitudinales y transversales, la alameda central y el corredor ecológico, estructuran el sistema de manzanas. Desde afuera y hacia adentro entran las vías vehiculares que dan al acceso principal de las viviendas, desde adentro y hacia fuera se estructura una serie de espacios comunales que, desde el brazo verde

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central, comunica a las viviendas con todo el sistema verde del proyecto y de la ciudad. Estos espacios comunales tienen diferentes usos, y se convierten en espacios de integración para la comunidad. Este tipo de agrupación tiene entonces dos caras con usos y funciones muy diferentes, que terminan por estructurar la vivienda como tal. Una cara que da a la vía principal de acceso, y otra que se integra con los espacios verdes comunales (fig. 5). Las agrupaciones de vivienda y los espacios conformados por ellas se convierten en parte integral del hábitat urbano. La creación de espacios comunales y espacios públicos que se integran con las viviendas, conforman zonas de transición entre la escala macro de la ciudad y los escala micro de la vivienda que tanto se han perdido en nuestras ciudades. La creación e implementación de equipamientos e infraestructura comunales generan una escala de actividades intermedias que recuperan el valor del barrio, perdido hace tanto tiempo (fig. 8). La mayor parte de las viviendas están orientadas al norte y al sur, que en razón de la latitud permiten ser fácilmente protegidas del sol con aleros y persianas. No obstante, en ciertos puntos es necesario prescindir de esta orientación en favor de la constitución adecuada del espacio público y la calle, utilizando parasoles, postigos, telas, pórticos, corredores y plantando árboles (fig. 6).

Figura 5. Esquema del sistema verde en las agrupaciones de vivienda.

Figura 6. Planta detalle de una agrupación de vivienda.

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Figura 7. La vivienda y sus relaciones.

La vivienda urbana La vivienda fue el resultado de una importante reflexión sobre las costumbres de vida que tienen los habitantes de La Mojana, y las necesidades propias de una población muy pobre que debe solucionar importantes problemas dentro del espacio de su casa. La casa se desarrolla en un lote de aproximadamente 100 m2 y se puede entender en tres partes (fig. 7).

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La primera es el núcleo de servicios que contiene la cocina, el baño y el espacio para la construcción de una escalera. El núcleo está hecho de bloques de concreto, lo que brinda a la familia la seguridad y longevidad adecuada de los aspectos básicos de su casa. La segunda parte de la casa son los volúmenes hechos en madera, que a manera de módulos solucionan el resto del programa de ésta. Habitaciones, sala, comedor y disponible se “enchufan” al núcleo de servicios, conectados por una circulación que atraviesa toda la casa. La tercera parte, y la más importante, es el patio conformado por los módulos de madera. Es el espacio más importante de la casa donde se podrían desarrollar diferentes tipos de actividades. El patio es el comienzo del recorrido que cada habitante podría hacer desde su casa hasta la ciénaga de San Marcos (fig. 8).

Figura 8. Brazo verde, eje del proyecto urbano.

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Pueblo cultural indígena de Sewiaja Cuenca del río Palomino, La Guajira, Colombia

Juana Londoño Niño

Arquitecta de la Universidad de los Andes. Vinculada a la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta desde 1988 para apoyar procesos dirigidos hacia la conservación y recuperación natural y cultural de la Sierra.  jlondono@prosierra.org

El presente documento da cuenta del proceso de construcción del poblado indígena de Sewiaja, en la cuenca del río Palomino, departamento de La Guajira1, que se desarrolla dentro del proyecto del Cordón ambiental y tradicional de la Sierra Nevada de Santa Marta, financiado con recursos de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, el Fondo de Inversiones para la Paz-Acción Social (FIP), la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira), La gobernación de La Guajira, la Organización Indígena Gonawindúa Tayrona1 y la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta.2

Localización

THE INDIGENOUS CULTURAL TOWN OF SEWIAJA Basin of the Palomino river, La Guajira, Colombia. Diseño: 2009 Construcción: 2009 - 2010 Área del lote: 2 hectáreas Área construida: 1,008,52 Dibujos: Juana Londoño Niño Fotografías: Ricardo Rey - FPSN Mapas: Gheynner Lobatón - FPSN Revisión y aportes al documento: José de los Santos Sauna, Cabildo gobernador de la OGT y Armando Calvano Zúñiga - director de la FPSN. Figura página opuesta: Construcción de una vivienda utilizando empalmado de palma de vino.

El pueblo cultural indígena de Sewiaja, que se construye para la comunidad kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta, está localizado a 20 msnm en la cuenca del río Palomino, en el municipio de Dibulla, departamento de La Guajira. Su construcción se constituye en una de las estrategias3 de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada, kogui, wiwa, kankuamo y arhuaco, de avanzar en la protección y recuperación de los sitios sagrados y del territorio ancestral. Refleja el sueño de los pueblos indígenas de consolidar lo que es el territorio ancestral para la permanencia de su cultura, fortalecer la gobernabilidad indígena sobre el territorio, proteger su riqueza humana, cultural y ecológica y pactar las relaciones entre la cultura occidental y la cultura tradicional. El río Palomino nace cerca de los picos nevados a 5500 msnm en pequeñas lagunas sagradas y desemboca en el mar caribe. Esta cuenca tiene un área aproximada de 68,487 ha y es el límite departamental entre el Magdalena y La Guajira. Es territorio principalmente de las comunidades indígenas, donde la mayoría pertenece a la etnia kogui, aunque también se encuentra una pequeña población arhuaca asentada principalmente en el pueblo de Gumake o Sabana Culebra, y algunas familias wiwas que viven en fincas dispersas. En la parte media y baja de esta cuenca habitan también comunidades campesinas, que basan su economía en cultivos de pan coger (cacao, plátano y bijao), pesca y ganadería. El río Palomino abastece de agua el poblado de Palomino sobre la troncal del Caribe, donde habita una población de alrededor de 200 familias. Además de esta población, se encuentra en la zona baja la creciente agroindustria bananera, que junto con el auge del turismo y los megaproyectos que se construyen en la región, ejercen presión sobre la estabilidad y el equilibrio social, cultural y ambiental de la parte baja y media de la cuenca.

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Serankua y Seynekun le entregaron a sus cuatro hijos a la Sierra Nevada para que desde aquí mantuvieran el equilibrio material y espiritual del mundo. Les dejó la tarea de defender el territorio sagrado, defender la cultura ancestral y defender la autonomía para el manejo del territorio. Por eso, los nuevos pueblos que se están haciendo son para lo que siempre hemos soñado: recuperar el territorio sagrado y los sitios sagrados de la parte alta, media y baja de la Sierra. Por esto, estamos haciendo saneamiento territorial, espiritual, material, restaurando el camino, para regresar a nuestra casa, acercarnos nuevamente al mar, proteger los materiales del mar, las madres viejas, las lagunas. Porque se necesita sanear para volver a vivir y tener nuestros templos sagrados. Palabras de José de los Santos Sauna, Cabildo gobernador kogui de la Organización Gonawindúa Tayrona

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Sewiaja El poblado de Sewiaja está localizado a una hora por camino de herradura del corregimiento de Palomino, en la cara norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, en un predio (Los Idilios) adquirido mediante convenio entre la Organización Gonawindúa Tayrona y la gobernación de La Guajira. Para la construcción del poblado de Sewiaja se escogió un área de aproximadamente seis hectáreas, que delimita con el camino principal y comunica la parte baja de la cuenca con los diferentes poblados indígenas de la parte media y alta. En la zona alrededor de la cual se construye el poblado de Sewiaja, se encuentran áreas que fueron altamente intervenidas, pero también zonas de bosque en conservación y recuperación natural. Así mismo, se encuentran evidencias de caminos y muros de piedra antiguos, algunos en buen estado y otros muy alterados por la guaquería. La importancia de la construcción de este poblado en la parte baja de la cuenca del río Palomino, se fundamenta en recuperar el control y, con esto, la protección de una zona que fue altamente intervenida por cultivos de uso ilícito. Es, además, territorio ancestral donde se encuentran importantes sitios sagrados que hacen parte de la cultura y geografía indígena. “En la Sierra siempre se va a encontrar la mata de hayo (coca) que para la cultura ancestral eso no es cultivo ilícito. Dentro del territorio ancestral se ha venido aumentando el cultivo ilícito, por eso los sabios, los mayores empezaron a bajar a las partes bajas para erradicar en los predios que contienen ese cultivo”.4 Tabla 1. Población indígena de la cuenca del río Palomino Poblado

Núm. de personas

Etnia

Taminaka

996

Kogui

Kasakumake

196

Kogui

Umandita

166

Kogui

Gumake

292

Arhuaca

Nimaizhi

378

Kogui

Total

2028 (300 familias)

Fuente: IPS Ette Ennaka Gonawindúa Tayrona.

Tabla 2. Población campesina de la cuenca del río Palomino Núm. de familias

Figura 1. Las lagunas y las desembocaduras están conectadas.

Corregimiento Palomino

2000 (DANE, 2005)

Campesinos colonos de Sewiaja hacia arriba

30

Campesinos colonos de Sewiaja hacia abajo

50

Total

2080

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Figura 2. Localización de Sewiaja.

Figuras 3 y 4. Riqueza ambiental y cultural en Sewiaja.

Figura 5. Nacimiento de la cuenca del Palomino.

Figura 6. Desembocadura de la cuenca del río Palomino.

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El proceso de construcción La construcción de poblados indígenas y la compra de tierras7 en la parte baja de la Sierra Nevada es parte de las acciones para la recuperación del territorio ancestral. Con este objetivo, a través del proyecto del Cordón ambiental y tradicional, que surgió de un acuerdo entre el Gobierno nacional y las autoridades indígenas para fortalecer la presencia y ocupación indígena sobre estas zonas y la prestación de servicios básicos a la población, se han construido, desde el 2007, ocho pueblos (incluyendo Sewiaja) en ocho cuencas de la Sierra para los indígenas koguis, kankuamos y arhuacos. Se ha determinado que cada uno de estos poblados cuente con un sector tradicional donde los indígenas tengan sus viviendas y espacios de reunión tradicional y uno comunitario, donde se localicen las obras que prestan servicios a la comunidad. Dependiendo de las necesidades, población y lugar, se ha concertado, definido y desarrollado un programa arquitectónico particular en cada cuenca. A partir de lo anterior, se presenta para Sewiaja el proceso de construcción de las obras tradicionales que es realizado directamente por la comunidad indígena y el proceso de construcción de las obras comunitarias6 que desarrolla la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta.

Figura 7. Panorámica de Sewiaja al inicio del proceso.

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Proceso de construcción de las obras tradicionales. Principios de intervención Para el poblado de Sewiaja se acordó construir en el sector tradicional cincuenta viviendas indígenas, dos casas ceremoniales y una casa de reuniones. Para su construcción se celebró el Convenio Interadministrativo de Cooperación y Cofinanciación entre la Agencia Presidencial para la Acción Social, el Fondo de Inversión para la Paz, Acción Social, (FIP) y la Organización Gonawindúa Tayrona. El principio básico de intervención se fundamentó en fortalecer las prácticas tradicionales a través del uso de los sistemas propios de la arquitectura kogui. Este principio tiene que ver con: · · · ·

Fortalecer la organización tradicional; Fortalecer el trabajo y los acuerdos colectivos; Cumplir con los trabajos tradicionales relacionados con los trabajos de construcción; Utilizar los sistemas de construcción y materiales tradicionales.

Figuras 8 a 10. Así como los horcones son personas, las varas son los brazos estirados que sostienen en lo alto los animales que representan cada etnia. Para fortalecer la organización tradicional, se inició con la construcción de la cansamaría de las mujeres y de los hombres que es el espacio donde se unifican y se establecen los acuerdos comunitarios. Empalmado en palma de vino (curua).

Figuras 11 y 12. Trenzado en caña boba para cerramientos y amarres en bejucos.

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Proceso de construcción de las obras comunitarias Con respecto a las obras tradicionales, se acordó en Sewiaja construir: 1) un colegio de 76 m2 que consta de cinco aulas escolares de primaria7 para 125 estudiantes indígenas cada una; 2) una biblioteca de 64 m2; 3) una cocina de 100 m2; 4) un comedor de 113 m2 para 60 estudiantes; 5) un internado de 160 m2 para 5 niñas y 20 niños; 6) una casa de 93m2 para 6 profesores y promotores; 7) una casa de paso8 de 78 m2; 8) caminos, enlozados y muros en piedra; y 9) un acueducto para abastecer tanto el sector comunitario como el tradicional. Para la construcción de las obras mencionadas se celebraron convenios de cooperación y cofinanciación con la Agencia Presidencial para la Acción Social, el Fondo de Inversión para la Paz, Acción Social, (FIP) y la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira).

Acuerdo de los principios de intervención ·

Respetar la autoridad y autonomía indígena en la toma de decisiones. Se estableció la importancia de mantener un proceso permanente de consulta y concertación entre las autoridades indígenas y las entidades de apoyo, para la toma de decisiones durante el desarrollo del proyecto. Para definir y acordar la forma de intervención en Sewiaja y el programa arquitectónico (diseños, materiales, especificaciones técnicas)9, se realizaron de abril a noviembre del 2009 diversas reuniones entre Acción Social, las autoridades indígenas, la Organización Indígena Gonawindúa Tayrona, Corpoguajira y la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta. De esta manera, se ha contado con la aprobación y reconocimiento de las autoridades indígenas durante el proceso de construcción.

Figura 13. Reunión de concertación con las autoridades indígenas de Palomino.

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EJE DE LA CASA DE SALUD A ARBOL DE CAMAJURO

EJE DEL COMEDOR AL SITIO DEL PAGAMENTO

ACCESO DEL CAMINO REAL AL SECTOR TRADICIONAL

Figura 14. Planta de localización del sector comunitario.

Figura 15. Presentación del proyecto con las autoridades y comunidades indígenas.

Pueblo cultural indígena de Sewiaja. Juana Londoño Niño  [ 141 ]


Figura 16. Vivienda en el sector tradicional de Sewiaja.

·

Fortalecer el sitio de Sewiaja a través del apoyo a los trabajos tradicionales. Se acordó con las autoridades apoyar el cumplimiento de trabajos tradicionales a través de viajes a sitios sagrados y consecución de materiales de pagamento.10 A través de estos trabajos los indígenas “pagan” espiritualmente por los materiales que se usan en el proceso de construcción a los diferentes “jefes” de la naturaleza y, de esta forma, se mantiene el equilibrio con la naturaleza.

·

Respetar el sitio de Sewiaja y apoyar la recuperación y construcción de espacios para el cumplimiento de prácticas tradicionales. Se acordó con las autoridades indígenas que la intervención que se hiciera para la construcción de las obras comunitarias debía fundamentarse en el respeto por la naturaleza y la cultura. De acuerdo con esto, el planteamiento arquitectónico busca mantener la vegetación existente, enriquecer el sitio con arborización y evitar la tala de árboles en la región (para esto se utiliza madera de reforestación).

Con respecto a las evidencias arqueológicas que se encuentran en el sitio, se acordó integrar y proteger los sitios de pagamento que se han establecido por los indígenas dentro del área de las obras comunitarias, para el cumplimiento de sus prácticas tradicionales.

·

Diferenciación de los espacios de localización de las obras tradicionales y comunitarias. En los poblados de frontera, que se construyen “como bastón de apoyo para fortalecer la parte baja”, los indígenas tienen establecido que hasta aquí puede llegar “material de afuera, institución, hermanito menor”, porque de ahí hacia arriba se debe vivir cumpliendo la tradición. Si bien ese “pensamiento de afuera puede subir hasta aquí, no debe meterse a vivir dentro del pueblo sino aparte, donde se pueda controlar y ordenar de acuerdo con la ley de origen”.11

Se aprovechó que la topografía del predio forma dos planicies con diferencias de nivel, uno en la parte alta que delimita con el camino real donde se determinó construir las obras comunitarias y otro, paralelo al río Palomino en la parte baja, donde se decidió construir las obras tradicionales.

·

Utilizar sistemas constructivos que retomen elementos de la arquitectura tradicional y formas sencillas que permitan una lectura clara de los espacios. En los pueblos tradicionales koguis, es posible encontrar, además de las viviendas y de los templos ceremoniales que son construidos siempre de forma circular, algunas construcciones de forma rectangular y cubierta a cuatro aguas.12 Las diferencian claramente con la forma porque la función que cumplen viene de necesidades y modos de vida de afuera que se incorporaron en distintos momentos de la historia.

En ese sentido, en el planteamiento formal de Sewiaja, se buscó mantener tal diferenciación con la utilización de construcciones de planta rectangular, donde se retoman elementos como los aleros, el uso de caña boba, la forma de la estructura y la altura de las cubiertas, entre otros.

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Sin embargo, se buscó también retomar el uso de la planta circular, de sistemas constructivos tradicionales y del uso de materiales y elementos, como los muros, enlozados y caminos de piedra, para equilibrar y enriquecer la propuesta general.

Otro elemento que se retoma de la arquitectura indígena son trabajos en piedra. Para tal fin, se plantearon muros, enlozados y cerramientos en piedra.

·

Adaptarse a las condiciones climáticas (altas temperaturas en verano y fuertes precipitaciones en invierno) y topográficas del sitio (terreno plano). Por la temperatura cálida del área se plantearon cubiertas altas a cuatro aguas con una inclinación del 40%, con dos vanos de ventilación en la parte superior que permita la salida de aire caliente, con estructura de madera y caña boba para amortiguar el calor y tejas de cinc sobre esta estructura.

Para evitar los rayos de luz directos, se definió la localización nortesur en las aulas, biblioteca e internado, y se plantearon ventanas grandes que permiten la circulación del aire y aleros que dan sombra sobre las paredes de las construcciones.

Respecto a la topografía del sitio, se plantearon sobre niveles para aislar las construcciones del nivel exterior y evitar el deterioro por la humedad en los materiales.

Figura 17. Sitio de pagamento dentro de las obras occidentales.

Figura 19. Muros de piedra.

Figura 18. Caracoles de pagamento.

Figura 20. Camino de acceso en piedra.

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Figura 21. Internado de niños y niñas. Cortes transversal y longitudinal.

·

Garantizar la durabilidad de las construcciones en el tiempo y la facilidad en el mantenimiento. Se planteó utilizar para ciertas obras, estructura de columnas y vigas en concreto, cerramiento en bloque de cemento pañetado y pintado, pisos de cemento pulido y cubiertas y carpintería con madera inmunizada. Con el fin de atenuar el uso del concreto y cemento en el sitio, se planteó utilizar en el cerramiento de las diferentes obras paneles fijos, ventanas y puertas de madera soportados sobre pequeños muros en bloque. De esta forma, el concreto se utilizó solamente en la estructura, y el cemento, en los pisos.

·

Utilización de materiales de construcción. Se acordó que materiales como la piedra, arena y gravilla se obtendrían del área vecina a la construcción, que la palma amarga y caña boba se obtendrían en la zona baja de la cuenca y que la madera, varilla, cemento y teja, se traerían de los centros urbanos.

Dadas las dificultades de acceso al sitio, se contó con la ayuda del Ejército Nacional de Colombia para el transporte helicoportado de aproximadamente 33 ton; el resto del material se subió en mula.

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Figura 22. Cocina y comedor. Planta y corte.

Figura 23. Cocina y comedor en construcción.

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Reflexión final La recuperación del territorio es el sueño de los indígenas de la Sierra Nevada, ahí está su historia y la fuerza de su cultura. Son conscientes de que volver a tener todo lo que les fue entregado desde el origen es imposible, y es por esto que ese no es el objetivo. Su pensamiento está en recuperar y restablecer las conexiones entre lo tangible y lo intangible, entre el mundo material y el espiritual, entre la razón y el corazón. Éste ha sido un trabajo permanente, silencioso, sin violencia, donde los resultados que se han alcanzado tienen como principio la organización tradicional, el cumplimiento de la ley de origen, el establecimiento de acuerdos que se fundamentan en intereses colectivos y no en lo individual. Por eso, construir una casa es un trabajo colectivo, un camino de acuerdos con el bosque, con las piedras, con los jefes de las diferentes naturalezas; por eso, la casa no es solamente un espacio, porque la casa es también toda la Sierra, es el pensamiento unificado de una comunidad, en cada palo, en cada hoja de palma; por eso cada vez que se construye, se debe pagar por lo que se usa, para agradecer y estar en paz con la naturaleza y con los demás hermanos. Este trabajo ha significado aprender, valorar la importancia de mirar más allá del presente, confiar y, sobre todo, entender que, aunque existan diferencias, es posible construir en conjunto.

Figura 24. Cubierta de aulas.

Figura 25. Varas de madera aserrada y aleros en rolliza.

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Figura 26. Inclinación y aperturas.


1 La Organización Indígena Gonawindúa Tayrona fue creada en 1987 y tiene su jurisdicción en el Resguardo Kogui Malayo Arhuaco. Es el único órgano y vocero de los pueblos arhuacos (wintukwas), koguis (kagabas) y wiwas (arzarios) ubicados en su jurisdicción. 2 La Fundación Pro-Sierra Nevada, creada en 1986, es una organización civil, no gubernamental, sin ánimo de lucro, que promueve y facilita la participación y la concertación de los pobladores, comunidades, organizaciones e instituciones de la Sierra Nevada de Santa Marta y su área de influencia para el desarrollo sostenible, entendido como la armonización del bienestar humano, la diversidad cultural y la vitalidad de los ecosistemas para las presentes y las futuras generaciones. En cumplimiento de su misión la FPSN desarrolla acciones de generación y divulgación de conocimientos, fortalecimiento organizativo y manejo concertado del territorio. 3 Desde el siglo XV, se han dado diferentes procesos de ocupación de la Sierra Nevada. Sin embargo, desde “afuera” (el mundo occidental) como desde adentro (el mundo indígena), se han implementado diferentes estrategias para recuperar y devolver a las comunidades indígenas su territorio ancestral y, con esto, la protección de su cultura y de la riqueza natural del territorio. La estrategia de recuperación territorial de los pueblos indígenas de la SNSM se ha fundamentado en dos líneas principales: la consolidación del territorio ancestral y el fortalecimiento del gobierno propio. Dentro de la primera línea, algunas de las principales actividades son el saneamiento y ampliación de los resguardos, la protección de los sitios sagrados y la recuperación de sitios estratégicos en la parte baja de la Sierra a través de la construcción de pueblos talanquera y de proyectos como el del Cordón ambiental y tradicional. 4 Palabras de José de los Santos Sauna, Cabildo gobernador kogui de la Organización Gonawindúa Tayrona. 5 Parte de la estrategia para la sostenibilidad de los poblados y para la recuperación y conservación ambiental de estas zonas, es la compra de predios en el área vecina a cada pueblo. En el caso de Sewiaja, se han adquirido con recursos de la gobernación de La Guajira 18 fincas que suman 300 ha, para la siembra de los diferentes cultivos y localización de las fincas indígenas. 6 Se ha determinado en el proyecto Cordón ambiental y cultural que la construcción de las obras comunitarias se realice a través del apoyo profesional de entidades que tienen capacidad técnica en la región. 7 En Dumingueka, pueblo vecino en la cuenca del río Santa Clara, se encuentra la sede educativa principal que cuenta con bachillerato. 8 La Casa de Paso es un espacio que cuenta con dos consultorios de atención básica. 9 Los diseños arquitectónicos fueron realizados por Juana Londoño (Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta. 10 Este trabajo ha sido orientado por Ricardo Rey (Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta). 11 Explicación del Cabildo gobernador kogui, José de los Santos Sauna. 12 Estas construcciones “diferentes” son por lo general la iglesia construida en algunos de estos pueblos en la época de evangelización, la casa que utilizan de bodega y la cocina comunitaria.

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Paraisópolis

Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025 São Paulo, Brasil

Anália Amorim

Doctora Arquitecta, por la Universidad de São Paulo y presidente de la Asociación de Ensino de Arquitetura y Urbanismo de São Paulo (AUSP). Docente del Departamento de Proyectos en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP y de la Escola da Cidade. aamorim2000@dialdata.com.br

Rubén Otero

Arquitecto de la Universidad de Montevideo y Doctor por la Universidad Politécnica de Cataluña. Profesor titular de proyectos desde 1994. rubenoterom@gmail.com

Ciro Pirondi

Arquitecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo Braz Cubas, São Paulo. Realizó estudios en la Universidad Politécnica de Cataluña. Cofundador de la Escola da Cidade en São Paulo, de la que es Director desde 2002. escoladacidade@escoladacidade.edu.br

Texto: Rubén Otero

PARAISÓPOLIS. URBAN DEVELOPMENT PLAN 2010-2025 São Paulo, Brasil. Cliente: Secretaría de Habitación Municipio de São Paulo Colaboradores: Roseli Azevedo, Gabriela Callejas, Adda Ungaretti, Camilla Dibaco, Natasha Pirondi, Federico López Diseño: 2009 Construcción: 2010-2025 Área de intervención: 1000 ha Imágenes: Anália Amorim Ciro Pirondi Rubén Otero Figura página opuesta: El plan de desarrollo urbano para Paraisópolis explicado a través de sus capas.

La ciudad de São Paulo tiene casi un millón y medio de sus habitantes viviendo en favelas y aproximadamente dos millones en urbanizaciones irregulares. Desde los años setenta éstas son las áreas del territorio metropolitano con mayor dinámica y crecimiento, por lo que la informalidad y la irregularidad han dejado de ser la excepción para constituirse en la regla. A pesar de la insistencia en considerar la pobreza urbana como bolsones de excepción en la ciudad, hoy la realidad nos muestra que el crecimiento de las áreas informales supera ampliamente el de las áreas formales, fenómeno que se repite en la mayoría de las metrópolis de América del Sur y Central. Paraisópolis, el mayor de estos conglomerados de viviendas irregulares de la ciudad, está implantado sobre una topografía con pendientes que llegan al 35%, con presencia de varios cursos de agua, y tiene una población de 80.000 habitantes, 28.000 de los cuales son menores de 14 años. Este conglomerado de construcciones de uno a tres niveles está, paradójicamente, localizado en el borde de una de las zonas más valorizadas de la ciudad: el barrio Morumbí. Localizado al sureste del río Pinheiros, Morumbí es uno de los barrios más exclusivos de la ciudad de São Paulo. En él coexisten grandes casas particulares, condominios cerrados con sofisticados sistemas de seguridad, lujosos edificios de apartamentos con parques bien mantenidos, y la sede de gobierno del estado de São Paulo. Morumbí/Paraisópolis es una caricatura de São Paulo, de Brasil, y de América en términos más generales. Es el paradigma de la ciudad dual, de dos situaciones que coexisten, que colindan pero que se ignoran mutuamente, aun sabiendo que una depende de la otra. Es la violencia producto de aberrantes desigualdades socioeconómicas. La favela es leída como un tejido ‘extraño’ localizado en la ciudad, debido en parte a su característica morfológica particular pero también a la inexistencia de elementos claros de conexión entre ella y su entorno, producto del ensimismamiento de sus moradores y de su negación por parte de sus vecinos. La reurbanización de Paraisópolis representa uno de los más ambiciosos programas de la Prefectura de São Paulo. El proyecto prevé la mejora de las condiciones socioambientales de uno de los mayores asentamientos informales de la ciudad, pues el problema que más

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preocupa a políticos y organizaciones sociales es la presencia de construcciones ubicadas en zonas de alto riesgo. Algunas se encuentran en terrenos con pendientes inadmisibles, con probabilidades de derrumbe, o en áreas de inundación; otras están hechas con materiales de desechos, muchas veces dentro de las manzanas, poniendo en juego las condiciones de salubridad y seguridad. Para completar, las manzanas son rectángulos de 100 x 200 m, sin paramentación definida, y sus bordes son estrechos y en general sin continuidad.

1950: Primeras implantaciones irregulares 1960: Comienzo de las construcciones en el barrio Morumbí 1970-80: Fuerte incremento de ocupación en la favela Hoy: La densidad en Paraisópolis, de 590 habitantes por ha, en contraposición a los 30 de Morumbí El 60% de los domicilios están conectados de forma irregular a la red eléctrica Un 20% de ellos tiene saneamiento El 50% de las calles tienen pavimentación asfáltica El 50% de las construcciones tienen más de diez años de antigüedad Hay 80.000 habitantes, 17.000 domicilios y 3100 comercios Figura 1. Localización de Paraisópolis dentro del perímetro municipal de la ciudad de São Paulo.

Un total de 54 organizaciones no gubernamentales trabajan en el área

Plan de Desarrollo Urbano El proyecto de Paraisópolis, elaborado en el año 2009, forma parte del Programa de Urbanización de Favelas del Municipio de São Paulo, con una inversión anual total de US$ 700.000.000. Tiene la particularidad de inserirse en un proceso de reurbanización del área en ejecución por parte del municipio de São Paulo desde hace varios años. En este sentido, las premisas del proyecto debían considerar esta circunstancia y adaptar algunos de sus objetivos y estrategias al avance de los trabajos en las diversas áreas. A diferencia de los proyectos urbanos tradicionales localizados en áreas “formales”, aquí la ordenación jamás sería posible lograrla a partir de una legislación normativa. En este caso se obtendrá por la presencia de operaciones de proyecto estructuradoras. Las calles y elevadores que vinculan el área con el resto del tejido urbano, los paseos e hilos de agua en los fondos de valle, y los nuevos equipamientos y conjuntos de vivienda, son elementos que darán un nuevo orden a ese sector urbano, a la vez que lo integran, como un barrio más, al tejido de la ciudad. El Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025 propone un modelo armónico que considera las características y particularidades del área y está centrado en las áreas de infraestructura, equipamientos, espacios públicos

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Figuras 2 y 3. Fotografías aéreas de la favela Paraisópolis.

Figura 4. Paraisópolis se encuentra en una zona con pendientes de hasta un 35%.

y vivienda. En el 2009 la Secretaría de Habitación contrató a los arquitectos Anália Amorim, Ciro Pirondi y Rubén Otero para elaborar un Plan de Desarrollo Urbano de Paraisópolis que pautase las líneas de evolución del área en una perspectiva de mediano plazo, con el objetivo de integrarla como un barrio más en la ciudad de São Paulo. La propuesta específica consiste en la introducción de una estructura que se sobrepone a la existente, estableciendo un contrapunto que simultáneamente valoriza, estimula y da sentido a un nuevo orden, sin destruir el ya establecido. Esa nueva estructura está compuesta por varias soluciones estructurales que se apoyan en la situación geográfica (topográfica e hidrográfica) y la morfológica existente y crean nuevas relaciones e identidades. La urbanización propuesta supone, fundamentalmente, crear condiciones de ciudadanía para esa población a través de la mejora de las calidades espaciales del área. Considera además, crear las necesarias conexiones entre el barrio y las áreas vecinas que aseguren su real integración física y social. El diseño deseable para Paraisópolis está estructurado sobre tres ejes básicos: el agua, la movilidad y la vivienda, conectados a favor de la construcción de recintos capaces de estructurar la convivencia como dimensión esencial del diseño urbano:

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Figuras 5 y 6. Fotografía del contraste entre Paraisópolis y Morumbí; Plan urbanístico.

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El agua. Entendida como el bien primario más valioso del futuro próximo, se considera el elemento clave en la conformación de una nueva ciudad, así como objeto de recreación y de educación. Ésta queda expuesta en forma de cauces, pequeñas piscinas, generando áreas para la contemplación y el esparcimiento, propiciando la convivencia directa de la población con aguas ahora limpias. Para ello las viviendas se conectarán con el sistema de saneamiento público que deberá cubrir la totalidad de los domicilios. Como la calidad de las aguas también está afectada por el incorrecto manejo de los residuos sólidos, se prevé la recolección diaria por medio de pequeños vehículos eléctricos que, previa clasificación, los llevarán a una central de reciclaje comunitaria.

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La movilidad. Debido a la topografía accidentada, que en varios puntos dificulta la circulación, se adoptó un sistema de ascensores

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instalados en puntos estratégicos, creando áreas de encuentro con equipamiento y servicios. Estos ascensores estarán integrados al sistema de transporte de la ciudad de forma que reducen los costos y aseguran el mantenimiento de los equipamientos. Ciclovías integradas al entorno, rampas motorizadas, calzadas más generosas y equipamientos urbanos, favorecen e incentivan el buen uso de los espacios públicos. Los autos circulan en el sistema de calles existentes, con tres opciones de estacionamientos: en la calle, para carga y descarga; sistema vertical, utilizando pequeños terrenos, y cuatro grandes edificaciones localizadas en áreas de borde de fácil acceso. ¡En las calles no se estaciona más! El área anteriormente utilizada para ello se traduce en veredas más anchas con árboles y mobiliario urbano. ·

La vivienda. El desafío en esta área es mejorar la calidad de las condiciones de habitabilidad del conjunto a través de la estratégica inserción de pequeñas intervenciones que promuevan la mejora autogestionada del patrimonio construido. Con una densidad muy superior a la de grandes metrópolis buscamos estrategias puntuales que mantienen la mayor cantidad de moradas y preservan al máximo posible su actual configuración morfológica.

La construcción del vacío es una prioridad en un área carente de espacios abiertos. Cuando las condiciones lo permitan se realizarán remociones en los centros de las cuadras con el fin de crear pequeñas plazas con nuevas construcciones en su perímetro para reimplantar a la población local. Las nuevas edificaciones tendrán tres o cuatro pisos y utilizarán un sistema constructivo preindustrializado en bloques cerámicos, ya utilizados por la población del área. Las intervenciones en el área fueron divididas en tres etapas. La primera, ya culminada, contempló intervenciones urbanísticas puntuales tales como recuperación de áreas de riesgo, implantación de infraestructura en el sistema viario, mejora en la accesibilidad en algunos puntos y construcción de 56 unidades de habitación.

Figura 7. Maqueta del plan urbano para Paraisópolis.

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Figuras 8 y 9. Propuesta de Amorim, Pirondi y Otero para un conjunto de vivienda.

Figuras 10 y 11. Propuesta de espacio público de MMBB; Corte de los ascensores propuestos en el plan urbano de Amorim, Otero y Pirondi.

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Figura 12. Propuesta de Christian Kerez para un conjunto de vivienda.

Figura 13. Propuesta de Marcos Boldarini para un conjunto de vivienda en el borde de la favela.

La segunda etapa fue la paulatina regularización catastral de los inmuebles construidos ilegalmente y otras obras de urbanización tales como pavimentación de calles, canalización de cursos de agua, construcción del sistema de saneamiento y drenaje, construcción de edificios de educación y la construcción de 2500 unidades de habitación. Parte del Plan de Desarrollo Urbano contemplaba la invitación a diversos estudios, de Brasil y del exterior, para realizar proyectos en diversos programas considerados claves por su valor estratégico. Así, fue invitado el estudio MMBB de São Paulo para llevar a cabo el proyecto de canalización del arroyo Antonico; Marcos Boldarini, de São Paulo, para la construcción de un conjunto de comercios, habitación y áreas de convivencia; el estudio Urban Think Tank, de Caracas, un parque con equipamientos colectivos; el de Christian Kerez, de Zúrich, para elaborar un conjunto de casas y apartamentos en un área central; el estudio Elemental, de Chile, un conjunto de apartamentos en el borde de la favela; e igualmente, el estudio de Amorim, Pirondi y Otero, con igual programa e implantación semejante. Estos proyectos están en proceso licitatorio y se espera comenzar las obras a la mayor brevedad posible.

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Real Fábrica de Hierro São João de Ipanema, Brasil. Fotografía: Víctor Hugo Mori.


DOSSIER DE INVESTIGACIÓN


Patrimonio industrial en Brasil Industrial heritage in Brazil Recibido: 4 de octubre de 2009. Aprobado: 2 de noviembre de 2009.

Ângelo Braghirolli Arquitecto del Cuadro Técnico del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico del estado de Río Grande do Sul (Brasil). Egresado de la Universidad de Vale do Rio dos Sinos (Unisinos) - São Leopoldo, Brasil. Especialista en Conservación y Restauración de Monumentos y Conjuntos Históricos, Universidad Federal de Bahia-UNESCO, Salvador de Bahia-Brasil. Candidato al título de Doctor en Historia del Arte y Gestión del Patrimonio Histórico de la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España. angelo.brag@gmail.com

Resumen La ampliación del concepto de ‘patrimonio’ ha despertado el interés por las tipologías urbanas y arquitectónicas no consagradas, como los conjuntos industriales y los barrios obreros de las primeras décadas del siglo XX. Reconocer el valor cultural de estos espacios incide en los marcos legales del orden internacional, nacional y local, a través de las respuestas de las comunidades involucradas y, sobre todo, en los mecanismos de gestión y los lineamientos de intervención. Este artículo analiza la reciente valoración cultural del legado de la industria como una consecuencia de la ampliación del concepto de ‘patrimonio’ y analiza seis ejemplos precursores y relevantes en el contexto brasilero.

Palabras clave: patrimonio industrial, industrialización en Brasil, arquitectura industrial, villas obreras, rehabilitación. Abstract

The recent expansion of the concept of heritage has awakened interest in forms of urban architecture that have not previously figured in the canon: such as industrial complexes or workers’ housing schemes from the early 20th Century. The recognition of their cultural value affects international, national and local legal frameworks, as a result of the responses of communities and, above all, the management mechanisms and models of intervention employed. This article analyzes the recent cultural re-evaluation of industrial heritage, and analyzes six important examples from Brazil.

Keywords: industrial heritage, industrialization in Brazil, industrial architecture, worker’s housing, rehabilitation.

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En los últimos diez años las legislaciones urbanísticas han tendido a armonizarse con una nueva visión del patrimonio; en muchos casos, la ciudad en su totalidad pasa a ser considerada y tratada como tal. Los barrios obreros y los distritos industriales, asumidos como parte integral del medio urbano, vienen siendo objeto de programas de rehabilitación. La ampliación del concepto de ‘patrimonio’ ha despertado el interés por las tipologías urbanas y arquitectónicas no consagradas, como los conjuntos industriales y los barrios obreros de las primeras décadas del siglo XX. Reconocer el valor cultural de estos espacios coincide con una idea cada vez más abierta de lo que se define como patrimonio histórico y artístico. La ampliación de este concepto, en términos temáticos, cronológicos y geográficos ha incidido en los marcos legales del orden internacional, nacional y local, a través de las respuestas de las comunidades involucradas y, sobre todo, en los mecanismos de gestión y los lineamientos de intervención. El legado de la industria es fundamental para explicar la dinámica de la producción material y para entender las relaciones sociales que ésta genera. Existe un consenso entre los investigadores al señalar a Inglaterra en la década de los años cincuenta como el lugar donde se inició la salvaguardia de los espacios descontextualizados y obsoletos de la industria. Este interés fue consecuencia de la destrucción de las fábricas durante la Segunda Guerra Mundial y de la degradación de las áreas industriales y los barrios obreros. Los ingleses establecieron el concepto de ‘arqueología industrial’ que, a partir de este momento en adelante, fue divulgado en exposiciones y trabajos académicos. En Brasil, la implantación de los espacios de la industria fue anterior a la Primera Guerra Mundial, cuando las innovaciones tecnológicas, tipológicas y de programa definieron irreversiblemente el panorama de la arquitectura y la morfología de nuestras

ciudades. Este fértil y complejo momento cultural fue caracterizado por el salto tecnológico, por la implementación de materiales modernos, como el vidrio, el hierro y el concreto armado en las edificaciones, por la Belle Époque y el surgimiento de las vanguardias modernas. En un principio, las austeras instalaciones fabriles eran competencia de los ingenieros y no eran consideradas obras de arquitectura; sin embargo, fueron el laboratorio de ensayo de las nuevas técnicas constructivas y, desde este punto de vista, génesis del movimiento moderno. La documentación internacional en función de la ampliación del concepto de ‘patrimonio’, ha reconocido el valor cultural de la arquitectura industrial y los conjuntos obreros. Desde la Carta de Venecia de 1964 hasta los documentos recientes de la Unesco, como la Declaratoria del Valor Patrimonial de la Arquitectura del siglo XX y, específicamente, la Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial,1 Rusia 2003, se observa el respaldo conceptual a la salvaguarda de estas preexistencias relacionadas con el trabajo y la vida cotidiana.

La Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial El patrimonio industrial se compone de los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación. El período histórico de principal interés se extiende desde el principio de la revolución industrial, la segunda mitad del siglo xviii, hasta la actualidad. Si

1 Documento redactado por el TICCIH (The International Committee for the Conservation of the Industrial Heritage).

Patrimonio industrial en Brasil. Ângelo Braghirolli  [ 159 ]


bien también se estudian sus raíces preindustriales y protoindustriales anteriores. En consecuencia de la amplitud conceptual y cronológica, los espacios de la industria abarcan las siguientes tipologías: ·

Las intervenciones en el territorio, obras públicas e infraestructuras relacionadas con la comunicación y las edificaciones de apoyo: puentes, caminos y carreteras, líneas de ferrocarril y estaciones, puertos y aeropuertos, obras hidráulicas.

·

Las represas e instalaciones para la generación de energía y los lugares de exploración de minerales.

·

Las fábricas propiamente dichas, donde se realizan las transformaciones de materias primas, el procesamiento y almacenamiento de bienes de consumo, tales como alimentos, siderúrgica, metalúrgica, vidrios, cerámica, textil, papel, etcétera.

·

Las casas y barrios de vivienda obrera.

En cuanto a su escala, el patrimonio industrial comprende desde el territorio, las intervenciones en el paisaje, los conjuntos y sectores urbanos, poblados, barrios, hasta las edificaciones, y también hacen parte los bienes muebles asociados, tales como maquinarias, equipos, mobiliario, herramientas, documentos, etcétera. Además, hay cuatro aspectos que se deben destacar: ·

El sentido metodológico dado por la Carta, que define la arqueología industrial como “El método interdisciplinario para el estudio de toda evidencia, material o inmaterial, de documentos, artefactos, estratigrafía y estructuras, asentamientos humanos y terrenos naturales y urbanos, creados por procesos industriales o para ellos”.

Este término generó críticas por su aplicación a un legado reciente –ya que la arqueología presupone una mayor profundidad temporal– y por los métodos propuestos que no necesariamente implican excavaciones.

·

El sentido arqueológico y la paradójica conciliación entre restos y contemporaneidad. Cabe preguntarse cómo valorar culturalmente y cómo tratar las obras que están en plena actividad, las que se han ido transformado para acompañar las mudanzas tecnológicas y la producción con-

temporánea de gran valor arquitectónico, o tecnológico y de autoría de arquitectos o ingenieros de reconocida trayectoria. ·

La complementariedad entre patrimonio industrial y obras públicas, ya que buena parte de las obras de infraestructura ha sido construida con materiales industrializados y que éstas han sido proyectadas en función de necesidades de energía y transporte para el desarrollo de la industria.

·

La relación inseparable entre patrimonio industrial y arquitectura del movimiento moderno. La necesidad de novedad de la arquitectura moderna fue perfectamente conciliada con los programas industriales: para temas nuevos, arquitecturas nuevas. Habitación e industria se transforman en los temas de interés central de la profesión, como lo evidencia la gran cantidad de ejemplos paradigmáticos de la vanguardia del siglo XX.

Los espacios de la industria como cualquier producto de la actividad humana materializan técnicas constructivas, hábitos y problemáticas sociales específicos de un período o de una región. Los procesos de control y jerarquización de la producción que la industrialización trajo alteraron definitivamente el comportamiento humano. Por estos factores, el desafío es asumir y trabajar con tales preexistencias, descifrándolas y retornándolas a la sociedad para que vuelvan a desempeñar funciones de polos propulsores de la dignidad humana.

Ejemplos relevantes de la preservación y rehabilitación del patrimonio industrial brasileño La selección de los ejemplos obedeció a dos premisas: por una parte, por ser precedentes del proceso de industrialización en el momento de su inicio y, por otra, por contener intervenciones contemporáneas, referenciales en la concientización del valor del patrimonio industrial y de viabilidad de inserción en la dinámica socioeconómica: el Sítio do Físico, en São Luíz de Maranhão, antiguo complejo industrial y sitio arqueológico representativo de la anticipación de un mundo en proceso de industrialización; la Real Fábrica de Ferro São João do Ipanema en São Paulo, cuna de la industria siderúrgica nacional y marco del reconocimiento del valor del patrimonio industrial en el ámbito nacional con el tombamento2 por

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el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) en 1964; la Cerámica São João en Recife y Fordlandia en Pará, que ilustran aspectos peculiares: São João, por la intervención del actual propietario, el artista plástico Francisco Brennand, que creó en el lugar un espacio lúdico y de producción al mismo tiempo, y Fordlandia como demostración de la ingenuidad y falta de preparación humana frente a la omnipotencia de la naturaleza. El SESC Pompéia en la ciudad de São Paulo, fue seleccionado por ser una referencia nacional e internacional y la Usina do Gasômetro en Porto Alegre como un proyecto precursor que consagró la participación popular en la rehabilitación de aquel patrimonio industrial, generando una infraestructura urbana que califica la vida de los ciudadanos.

La propuesta visionaria del Físico Mayor de la Corona portuguesa. Preservación del Sítio Santo Antônio da Alegría, Sítio do físico, São Luíz (Maranhão) Localizado sobre la margen del río Bacamga, a 8 km al sudoeste del centro de la ciudad de São Luíz, capital del estado de Maranhão. El acceso al sitio3 era apenas por agua y había dos puertos para este fin. El primero en el río Bacanga y el otro en uno de sus afluentes. El área perteneció al Dr. Antonio José da Silva Pereira, médico formado en la Universidad de Coimbra, quien el 5 de diciembre de 1798 fue nombrado por la Corona portuguesa como Físico Mayor de la capitanía general de Maranhão, gobernada por don Fernando de Noroña. Silva Ferreira idealizó un complejo industrial que funcionó entre 1802 y 1818 que, además de ser la primera industria de la región, tuvo un importante papel en el abastecimiento de la provincia y del Imperio. La producción se centraba en el beneficio de cueros, algodón y arroz, cerámica, sal, pólvora, cera, velas y cal. Los productos eran enviados a Portugal y otros países de Europa. Estas exportaciones eran gerenciadas por la Compañía General de Comercio de Maranhão. Como Silva Pereira era

Figura 1. Sítio do Físico. Planta general del conjunto. Fuente: Dibujo del autor a partir de: Maranhão. Secretaria da Cultura, 1987, p. 319.

partidario de Napoleón, terminó siendo perseguido hasta su muerte en 1817. A partir de ese momento, el Sítio decayó y sólo se tienen noticias del funcionamiento de una fábrica de fuegos artificiales en 1847. En la época de apogeo, la empresa llegó a tener seiscientos esclavos, además del equipo administrativo y de los auxiliares. En cuanto a su distribución espacial, el conjunto tenía 1600 m² construidos en piedra y cal y ocupaba un área de 12.000 m². Estaba compuesto por la casa principal, una capilla, la curtiembre, los hornos, el conjunto de tanques, pozos, almacenes, puerto, laboratorio, cobertizos, rampas y canalizaciones. La argamasa que fue usada en las construcciones del complejo era de cal y aceite de ballena. La producción de cal, obtenida por la quema de la cáscara de un árbol denominado sarnanbi, era realizada en una calera en el lugar. Para producir la sal, había un ingenioso sistema de captación de agua salada y tanques de salinas. Parte de la producción de sal era para el abastecimiento interno y la otra era usada en la curtiembre. Después de décadas de abandono, saqueo y depredación, en 1980 el estado de Maranhão tomó posesión del área e inició los trabajos de arqueología e investigación. Fueron encontradas porcelanas, platerías, instrumentos médicos de la época, etcétera.

2. La palabra tombamento, en portugués, significa la inscripción como bien de interés cultural, haciendo referencia al Archivo de la Torre del Tombo en Lisboa, donde en el período colonial eran registrados los bienes de la Corona. 3. En portugués, el término sítio corresponde a finca.

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Este conjunto es un singular sitio arqueológico del Brasil y fue tombado como monumento histórico y artístico nacional por el Iphan el 29 de enero de 1981. Actualmente, el sitio pertenece a la Fundación Cultural de Maranhão y está dentro del Parque Estadual do Bacanga, con un área de 3075 ha destinada a la preservación de la floresta atlántica y de los manantiales que alimentan la represa del Batatã. En el 2006 fue fundada la Asociación de Amigos del Sítio do Físico, organización no gubernamental que divulga los valores culturales y naturales del lugar.4

Rescate de la primera siderúrgica. Preservación de la Real Fábrica de Hierro São João de Ipanema, Iperó (São Paulo) En 1808 la Corte portuguesa se trasladó a Brasil por causa de la invasión de Napoleón a la Península Ibérica. En consecuencia, y a fin de favorecer a Inglaterra, los puertos brasileros fueron abiertos al comercio internacional y los monopolios coloniales llegaban a su fin. Don Jõao VI autorizó la construcción de industrias en las colonias y fueron creadas las Reales Fábricas que pretendían activar la economía invirtiendo en la industrialización como una de las promisorias salidas para sustentar la presencia de la Corte europea en suelo americano, disminuyendo la costosa importación de productos. En este contexto, la Real Fábrica de Hierro São João de Ipanema fue implantada en la región de Sorocaba, en el actual municipio de Iperó, estado de São Paulo. El emprendimiento fue creado a través de la Carta Regia del 4 de diciembre de 1810 como una sociedad de capital mixto, siendo la Corona portuguesa la mayoritaria, con trece acciones. Las cuarenta y siete acciones restantes pertenecían a particulares de São Paulo, Río de Janeiro y Bahía. El lugar llamado distrito de Ipanema, además de yacimientos de hematita, tenía a su favor la existencia de agua y de gran cantidad de maderas, indispensables para la alimentación de los hornos. La implan-

Figuras 2 a 5. Real Fábrica de Hierro São João de Ipanema. Fábrica de Armas blancas. Exterior, interior, altos hornos y almacén. Fotografías: Víctor Hugo Mori.

4 Maranhão. Secretaria da Cultura (1987: 319).

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tación de la industria fue realizada por un equipo de ingenieros suecos, dirigida por Carl Hedberg, quien fue elegido por el propio rey y contratado para gerenciar el Estabelecimento Montanhistico de Minas de Ferro de Sorocaba, del cual la Real Fábrica de São João de Ipanema hacía parte. La producción era de una tonelada de hierro semanal y en el período de apogeo (1811-1895) llegó a dos toneladas por día. También eran producidos instrumentos bélicos, alambres, azadones, hachas, guadañas, palas, puntillas, escaleras, lámparas, utensilios domésticos, rejas, etcétera. Muchos de estos productos tuvieron reconocimiento internacional y fueron premiados en la Feria de Viena. En 1818 fueron inaugurados los altos hornos de la fábrica, con orientación del alemán Ludwig Wilhelm Varnhagen. En estos hornos fueron producidas las armas y municiones usadas en la Guerra del Paraguay,5 así como numerosos artículos para la vida cotidiana brasilera del siglo XIX, desde utensilios domésticos hasta equipos para ingenios azucareros y beneficiaderos de café. El complejo cayó en desuso en 1895 y de éste quedó en pie apenas el 20% del conjunto original. El primer edificio, construido por los suecos y alemanes, es de mampostería de ladrillo con estructura de cubierta en madera originaria del Paraná y Mato Grosso. De la antigua fábrica existen los talleres de armas blancas, el taller de refinación, la residencia del administrador, el edificio de la administración, los depósitos y los altos hornos. En 1964 parte considerable del conjunto fue tombado por el Iphan como monumento histórico y artístico nacional, por ser el único y más antiguo reminiscente de la siderurgia en el Brasil. Entre 1968 y 1974 fueron realizadas obras de restauración bajo dirección de Lucio Costa, en el edificio de Armas Blancas para implantar el Museo del Hierro. Los altos hornos se encuentran actualmente en áreas delimitadas como parte de la floresta nacional de Ipanema, bajo la tutela del Instituto Brasileiro de Meio Ambiete (Ibama.)

En el 2005 fueron realizadas obras de restauración en los altos hornos dirigidas por el arquitecto José Saia del Iphan, por medio de la Ley de Incentivo a la Cultura y con la participación del sector siderúrgico.

La valorización del patrimonio familiar. Intervención en la Fábrica Cerámica São João, Recife (Pernambuco) El antiguo complejo de la Cerámica São João está localizado en el barrio de la Várzea, en la ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, al nordeste del Brasil. Fue fundada por Ricardo Brennand en 1917 y producía tejas y ladrillos que abastecían la región como alternativa a materiales importados de Europa. Desde antes de la implantación de esta fábrica, la región ya tenía vocación para la cerámica, puesto que en ella, en el lecho del río Capivarí se encuentran yacimientos de barro rojo. El conjunto se inició con la instalación de la residencia del propietario, una edificación prefabricada de hierro fundido importada de Bélgica, como era usual en esa época en el nordeste del Brasil. A ésta se fueron agregando los cinco galpones construidos al modo inglés, en mampostería de ladrillo con estructuras de madera y tejados de teja de barro cocido. El área construida es de aproximadamente viente mil metros cuadrados. La fábrica cerró en 1945 y quedó abandonada hasta 1971, año en el que el hijo del fundador, el artista plástico Francisco Brennand, decide colocar en la fábrica sus talleres de producción artística e inicia las obras de recuperación del conjunto. El área externa ganó jardines proyectados por el arquitecto paisajista Roberto Burle Marx. Las edificaciones se destinaron a áreas de producción, exposición y comercialización de su propietario. El conjunto es hoy en día un importante punto de visita turística de la ciudad de Recife, con un acervo expuesto de dos mil obras que evoca la admiración del artista por Gaudí y Dalí.

5 Confrontación bélica sucedida entre 1865 y 1870 entre el Paraguay y la Triple Alianza, integrada por Argentina, Bolivia y Brasil, estimulada por intereses europeos, en la cual pereció casi la totalidad de la población masculina adulta del Paraguay.

Patrimonio industrial en Brasil. Ângelo Braghirolli  [ 163 ]


La inexperiencia estadounidense con la agricultura ecuatorial. Fundación de los poblados de Fordlandia y Belterra, Santarém Fordlandia fue el nombre dado a la utopía realizada por Henry Ford (1863-1947) dueño y presidente de la Ford Motor Company, productora de automóviles, al comienzo de la década de los años veinte, en plena selva amazónica. Por esa época, la mayor parte de la producción de látex para uso industrial estaba controlada por los ingleses y se centraba en Malasia, entonces colonia británica. La meta de Ford, quien nunca vino al Brasil, era quebrar el monopolio inglés y garantizar la producción del látex necesario para la fabricación de llantas de sus automóviles. El proyecto se implantó justamente después del llamado Ciclo da borracha del Brasil, o sea, cuando la producción de látex en Suramérica decayó por la competencia del mercado asiático. En octubre de 1927, fue firmado un contrato de concesión entre el gobierno federal y la empresa Ford, por medio del cual Brasil le entregaba en conce-

sión 2,5 millones de acres en las márgenes del río Tapajós, a 160 km. arriba de Santarém. Asimismo el Gobierno se comprometía a otorgar exención de impuestos para la entrada de equipos y para la salida de la producción. En contrapartida, recibiría el 9% de las ganancias, después de doce años. En este lugar se implantó un modelo de ciudad industrial estadounidense, con casas prefabricadas para 340 obreros y servicios, como escuelas, áreas comerciales, hotel, cinema, Iglesia católica, Iglesia protestante, hospital y molinos. El conjunto preveía la segregación de los habitantes. Las casas de los altos funcionarios estadounidenses y brasileros se ubicaban a lo largo de una alameda y tenían todas las instalaciones para el confort, como agua canalizada, luz eléctrica y piscina. Las casas de los obreros estaban a lo largo de una calle separada que tenía una canaleta para captación del agua, puesto que éstas no tenían red hidrosanitaria.6 Los obreros recibían, además del sueldo que era equivalente al doble de lo que comúnmente ganaban los seringueiros,7 subsidios para alimentación, casa para vivir y asistencia médica para toda la

Figura 8. Planta del conjunto. Fuente: Dibujo del autor a partir de: Arquitetura na formação do Brasil. Bicca, Briane; Bicca, Paulo (orgs.) 2a ed. Brasilia: unesco-IPHAN, 2008, p. 281.

6. Dempsey (1994). 7. Seringueiros: trabajadores de la extracción del látex del árbol denominado seringuiera.

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familia, lo que era un gran atractivo en la región y aumentaba la expectativa de la vida local. Sin embargo, la distancia, a doce horas en barco desde Santarém, tornaba insostenible el abastecimiento de la ciudad. La poca experiencia del equipo técnico con la agricultura ecuatorial fue la causa de la ruina de las plantaciones. Fueron plantados alrededor de un millón cuatrocientos mil árboles de caucho, en filas rectas muy próximos unos de otros, al contrario de lo que sucede en el estado natural. El ataque de plagas al poco tiempo dejó el bosque improductivo. Las condiciones y el estilo de gerenciar típicamente estadounidense, es decir, sin adaptación a la realidad local, también contribuyeron al fracaso del emprendimiento. La alimentación dada (del tipo hambúrguer), la obligación de usar carné y zapatos, el horario de trabajo de 6 a. m. a 3 p. m. (inconveniente en los trópicos), y el alojamiento en edificaciones típicas de Norteamérica, fueron causa de conflictos constantes y baja productividad. En 1930 la situación llegó a ser tan insostenible que generó una revuelta de los obreros y hubo necesidad de intervención de la policía en cuanto el equipo de dirigentes huyó y se escondió en la selva. Para corregir los errores de esta experiencia inicial, así como para atraer nuevos trabajadores estadounidenses, la empresa decidió abandonar Fordlandia y construir una nueva ciudad más próxima de Santarém, con todo lo mejor de servicios y confort. Fue adquirida una gleba de 8000 ha a una distancia de 40 km desde Santarém para el nuevo emprendimiento y para el plantío de 3.200.000 árboles de caucho o seringueiras. La nueva ciudad, con el nombre de Belterra, también seguía el modelo estadounidense. Tenía 300 casas, iglesias, escuelas, comercio, redes de agua, alcantarillado y luz eléctrica, cinema, cuartel de bomberos y un hospital considerado en la época, por la empresa, como el mejor equipado de América del Sur.

La desconfianza del Gobierno brasilero, sumada a la falta de preparación técnica, aceleraron el fin del emprendimiento. En 1945, surgieron nuevas técnicas que hicieron posible la fabricación de llantas con derivados del petróleo, sepultando la iniciativa de Ford. Las pérdidas fueron calculadas entre 20 y 30 millones de dólares. Fordlandia, abandonada desde la década de 1930, está bajo tutela del Ministerio de la Agricultura de Brasil e ilustra la lucha entre la ingenuidad yanqui y la fuerza de la naturaleza. En cambio Belterra continuó habitada y sus habitantes intentan preservarla tal como fue creada. Actualmente es un municipio independiente de Santarém que en el 2004 tenía 16.790 habitantes.8

El pionerismo de Lina Bo Bardi. Implantación del SESC Pompéia en la antigua Fábrica Pompéia, São Paulo El SESC (Servicio Social del Comercio de São Paulo) situado en el barrio Pompéia en la ciudad de São Paulo es una obra pionera realizada en un momento en que aún no estaba consolidado en concepto de ‘patrimonio industrial’. Se trata de la rehabilitación de una antigua fábrica de toneles en desuso, adaptada como sede del centro cultural y deportivo del SESC. La fábrica fue construida en 1938 por la firma alemana Mauser & Cía Ltda., basándose en proyectos arquitectónicos ingleses característicos del inicio del siglo XX. Ahí funcionó la Ibesa (Industria Brasileira de Eembalagens), y luego la Gelomatic, fabricante de neveras. El proyecto de rehabilitación fue desarrollado entre 1977 y 1982 por la arquitecta italiana Lina Bo Bardi. Su primera impresión al llegar al lugar fue la siguiente: Entrando por primera vez en la entonces abandonada fábrica de tambores Pompéia, en el 76, lo que me despertó curiosidad, en vista de una eventual recuperación para transformar el lugar en un

8. Véase: http://www.santaremtur.com.br.

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centro recreativo, fueron aquellos galpones distribuidos racionalmente conforme a los proyectos ingleses de comienzos de la industrialización europea, de mediados del siglo XIX.

lleno de niños. Pensé: esto todo debe continuar así, con toda esta alegría. Volví muchas veces, los sábados y los domingos, hasta fijar claramente aquellas alegres escenas populares.9

Todavía lo que me encantó fue la elegante y precursora estructura de concreto.

La propuesta procuró conciliar la arquitectura moderna con la preservación de los espacios de la industria, agregando nuevos elementos como una segunda arquitectura que se implanta autónomamente sobre la preexistencia.

Recordando cordialmente el pionero Hennebique, pensé luego en el deber de conservar la obra. Fue así el primer encuentro con aquella arquitectura, que me causó tantas historias, siendo consecuencia natural, el haber sido un trabajo apasionante. La segunda vez que allí estuve, un sábado, el ambiente era otro: no más la elegante y solitaria estructura hennebiquiana, más un público alegre de niños, mamás, papás, ancianos, pasaba de un pabellón a otro. Los niños corrían, los jóvenes jugaban fútbol debajo de la lluvia que caía de los tejados rajados, riendo con los chutes del balón en el agua. Las madres preparaban churrasquitos y sándwiches en la entrada de la Rua Cleia; un teatrito de muñecos funcionaba cerca de ella,

Figura 10. Nuevas edificaciones. Fotografía: Hugo Segawa.

Nadie transformó nada. Encontramos una fábrica con una estructura bellísima, arquitectónicamente importante, original, nadie interfirió… El diseño de arquitectura del centro de recreación Fábrica Pompéia partió del deseo de construir otra realidad. Nosotros colocamos apenas algunas cositas: un poco de agua, una chimenea.10 El carácter austero y utilitario de la preexistencia fue preservado: “La idea inicial de recuperación de dicho conjunto fue la de ‘arquitectura pobre’, esto es, no en el sentido de indigencia, y sí en el sentido artesanal que expresa comunicación y dignidad máxima a través de los menores y humildes medios”.

Figura 11. SESC Pompeia, São Paulo. Planta general del conjunto. Dibujo del autor a partir de planta en Bardi, 1993, p. 226.

9. Bardi (1993: 222). 10. Ídem.

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Según relato de la propia arquitecta, en 1990, cuando estuvo en Porto Alegre, la chimenea de la fábrica no existía más y su primera intención proyectiva fue compensar esa ausencia con un nuevo elemento vertical para albergar el depósito de agua. La planta se estructura a partir del eje existente que conserva su vocación de calle interna; al fondo se proyecta otro eje perpendicular, como un deck de madera.

estéticamente la gran escala y el “brutalismo” constructivo propio de los espacios fabriles. Hoy en día la imagen del sesc Pompéia es una de las “tarjetas postales” de São Paulo y un lugar de intensa programación y convivencia social.

Las actividades deportivas fueron implantadas en dos edificaciones de nueva planta en concreto, articuladas por un sistema de rampas externas. […] el centro deportivo es el centro deportivo, físico, dedicado especialmente a los jóvenes de las panaderías, carnicerías, mercadillos, tiendas y tienditas que lo frecuentaban antiguamente, como yo los vi en 1976 y 1977 y que hoy se sienten defraudados. Para hombres y mujeres, el dominio físico tiene límites de edad, para los niños también, podrán ocupar el espacio desde el comienzo, definido como “palestra” en el “estudio”, espacio noble, en el sentido latino de la palabra, espacio también dedicado a fiestas, reuniones y danza. Los espacios de un proyecto de arquitectura condicionan el hombre, no siendo verdadero o contrario, y un grave error en las determinaciones y usos de esos espacios puede llevar a falencia toda aquella arquitectura.11 Los centros culturales, tales como auditorio, biblioteca, talleres, restaurantes y áreas de convivencia se acomodaron en los antiguos pabellones industriales. El proyecto abarca todas las escalas de la intervención bajo una misma unidad conceptual, desde la articulación con la ciudad hasta el diseño del mobiliario. Durante la ejecución de la obra, la arquitecta mantuvo contacto directo con los obreros y participó activamente en los pormenores. El SESC fue inaugurado en 1982 y, desde entonces, es un verdadero hito en la gestión del patrimonio industrial y una experiencia arquitectónica afortunada que valorizó funcional y

Figuras 12 a 14. Vista de los pabellones industriales, SESC-SP: Espejo de agua interno y biblioteca. Fotografías: Hugo Segawa.

11. Ibíd., p. 234.

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Energia transformada. Salvamento y nuevo uso para la Usina do Gasômetro, Porto Alegre, Río Grande do Sul La iluminación pública en la capital del estado de Río Grande do Sul al final del siglo XIX era realizada a través de lamparones de gas. Este combustible era generado por una usina rudimentaria, que fue construida en 1884 y que se denominaba gasómetro, lo que originó el nombre de la península donde estaba situada: volta do gasómetro. Ésta fue demolida y no restaron vestigios. Con el crecimiento de la ciudad, el carbón pasó a ser empleado como una nueva fuente para generar energía termoeléctrica; la sociedad Fiat Lux y la compañía Força e Luz de Porto Alegre eran las abastecedoras. En 1926, en el mismo lugar del antiguo gasómetro fue inaugurada la Usina Termoeléctrica movida a carbón y proyectada por el ingeniero inglés Robert Prentice, con maquinaria de las marcas Oerlikon y Sulzer traída de Suiza. Así fue relatado el acontecimiento por un periódico local: La usina termoeléctrica, cuyas obras hoy se inauguran, va a utilizar exclusivamente carbón riograndense, sobre el aspecto más moderno posible, y así es que esta usina realiza el contrato firmado con el gobierno federal para obtención de los subproductos del carbón nacional, tendrá sus generadores de vapor alimentados por el semicoque en forma pulverizada en una parte de la instalación, y la otra parte por los gases provenientes de la destilación en baja temperatura. […] todos los accesorios y las canalizaciones y los aparatos para destilación del agua del formoso Guahyba que ahí está a nuestra vista; cuadros generales de distribución, en fin, todos los aparatos de medida y control; transformadores y accesorios; todo a ser construido por las reputadas fábricas de material suizo: Oerlikon e Sulzer.12 El edificio estaba conformado por tres partes: · La casa de las calderas con cinco unidades ali-

mentadas con carbón mineral para la generación de vapor, el silo de carbón y el sistema de recolección de cenizas y gases, con un volumen en torno a los 500 m³. · La casa de máquinas, donde se transforma la energía térmica en mecánica por medio de turbinas y después en energía eléctrica por generadores de corriente continua, correspondía a dos plantas sobrepuestas, con un área en torno a 500 m². · La casa de los aparatos, situada en la parte posterior, al lado del río, con un área de 346 m², para la generación de corriente alterna, transformación, distribución y control de la energía producida; integraban también este sector las áreas administrativas y el depósito. El proceso de producción de energía se iniciaba con la combustión del carbón. Éste llegaba por el río y entraba por la parte posterior del edificio; de ahí era transportado por un sistema de monocarril y correas. Era britado, lavado y secado como forma de reducir el porcentaje de cenizas y optimizar el rendimiento durante la quema. Con auxilio de un elevador, el material era suspendido a través de correas y depositado en una especie de embudos de concreto, localizados en la planta superior y denominados tremolas; después de pulverizado, era enviado para los hornos de quema. La remoción de los gases producidos por la combustión se efectuaba por un sistema de ventilación mecánica y después de una limpieza eran eliminados por la chimenea. Ésta, con 101 m de altura, fue ejecutada en 1937 para atender una petición de los vecinos que se quejaban de la intensa polución generada por la combustión del carbón. En paralelo a la preparación del carbón, se realizaba la captación y depuración del agua del río. Ésta era filtrada en una estación de tratamiento y enviada a los tanques de alimentación, con una turbo bomba Sulzer con capacidad de 33.000 litros/hora. El líquido era calentado y a través de una bomba eléctrica, de

12. Porto Alegre en revista, 1926, apaud. Usina do Gasómetro (2001:76).

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la misma marca y capacidad de la anterior, llegaba a las calderas. Había una tercera bomba de repuesto. Las calderas de la marca Sulzer-Garbe estaban formadas por un juego de tubos verticales de calentamiento, un tambor superior y otro colector de vapor, con superficie de calentamiento de 325 m², presión de servicio de 20 atmósferas efectivas y presión de experiencia de 30 atmósferas efectivas. Por el conjunto de tubos de las calderas el agua ya tratada era sobrecalentada, en un supercalentador de vapor con superficie útil de 150 m², generando un intenso vapor, que por la alta presión movía las paletas de las turbinas, transformando la energía térmica en mecánica por el giro del rotor. Con los generadores de corriente continua, la energía cinética era transformada en eléctrica. En la llamada sala de los aparatos, se realizaba el proceso de conmutación, o sea, de generación de corriente alterna y también el control y distribución de la energía. La demanda de energía era controlada en los tableros de amperímetros por un funcionario denominado despachante de carga. La usina tenía una tienda de electrodomésticos para incentivar el consumo de energía; ahí los ciudadanos podían comprar planchas de engomar, ventiladores, calentadores y bombillas eléctricas. Así se publicitaban estos aparatos en los periódicos de la época: Semana de la plancha eléctrica –venda la vieja y compre la nueva de la ceerg. Nada es mejor que planchar la ropa con electricidad. Plancha de hierro– aburrimiento: olor desagradable, cenizas, quemaduras, demora para calentar y cansancio para soplar. 94% de los hogares con electricidad de los Estados Unidos poseen plancha eléctrica, el utensilio más usado en los hogares norteamericanos.13 En 1974 la usina terminó sus actividades y permaneció sin uso hasta la década de los años noventa. La intención de la Administración municipal era demolerla y aprovechar el área para la ampliación de la avenida perimetral. Gracias a un movimiento

13. Usina do Gasómetro (2001: 99).

cívico, la Usina fue salvada de la demolición y se iniciaron las gestiones para su restauración. En 1982 fue tombada en el ámbito municipal y en 1983 en en el ambito estatal. El 23 de marzo de 1983 el arquitecto Julio Nicolau Barros de Curtis, director de la 10ª Dirección Regional del Sphan (actual Iphan) en correspondencia dirigida al gobernador del estado de Rio Grande do Sul, escribió: […] que los técnicos de la Coordinación de Tecnologías Patrimoniales de la Secretaría de Cultura –Ministerio de Educación y Cultura– fueron unánimes en reconocer el elevado alcance social y cultural que representa el montaje del Museo del Trabajo; que la antigua Usina del Gasómetro representa un precioso documento de arquitectura industrial, estrechamente ligada a la vida de Porto Alegre y que, dentro de los criterios de preservación producidos por la Carta de Venecia, debe ser perennizada.14 La idea inicial de utilización de la Usina, después del tombamento, era para albergar el Museo del Trabajo; sin embargo, durante el Gobierno de Alceu de Deus Collares, la directriz fue alterada y se decidió implantar una escuela de formación de mano de obra con intervenciones en el edificio que ampliaron significativamente el área útil, conformándose seis plantas. Las obras fueron realizadas, mas ese programa no fue implementado. La decisión finalmente ejecutada consistió en la restauración y adaptación para el centro cultural denominado Museo del Trabajo. La CEEE (Compañía Estadual de Transmisión y Energía Eléctrica), propietaria del inmueble, lo cedió a la Prefectura Municipal de Porto Alegre. El proyecto fue realizado por un equipo de la Prefectura coordinado por la arquitecta Ana Lucia Meira, y Lina Bo Bardi fue invitada para asesorar su desarrollo. Las obras se iniciaron en 1988 y fueron inauguradas en 1991. En los seis pisos y 11.300 m² construidos, la usina abriga salas de teatro, cinema, danza, conferencias, ensayos, espacios de exposición, café librería y áreas administrativas. El acceso es gratuito y,

14. Oficio No. 023.83v-10a RR. In: Processo de Tombamento Usina do Gasômetro, acervo Iphae.

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desde su terraza, se aprecia una maravillosa vista del paisaje urbano ribereño. Con la rehabilitación de la usina, su situación privilegiada se evidenció. Localizada en la punta de la península del núcleo inicial de la ciudad caracteriza los dos perfiles de la ribera urbana; al norte se articula

con los almacenes desactivados del antiguo puerto, que sirven para eventos culturales y comerciales y, al sur, con la extensa área verde que constituye el Parque Marina do Brasil, que cuenta con un anfiteatro, instalaciones deportivas, ciclovías y un recorrido peatonal con obras de arte contemporáneo.

Figura 15. Usina do Gasómetro de Porto Alegre, estado actual. Fotografía del autor. Figura 16. Situación actual de la Usina do Gasómetro de Porto Alegre. Fotografía del autor. Figura 17. Ribera del Guaíba, Intervención de Mauro Fuke. Fotografía: Luisa Durán.

Figura 18. Usina del Gasómetro. Proyecto de restauración. Planta baja, fachadas y cortes. Fuente: Acervo EPHAC.

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Consideraciones finales Los ejemplos presentados tienen una historia en común. Surgieron por acciones emprendedoras: el Sítio do Físico y São João de Ipanema, por la intervención directa de la Administración colonial e imperial en el inicio de la industrialización; los otros cuatro, por la inversión de capital privado en ramos clave del desarrollo regional durante las primeras décadas del siglo XX. Todos tuvieron una vida efímera y se descontextualizaron en función de la obsolescencia de los procesos tecnológicos implantados. A excepción de Fordlandia, cuyos remanentes industriales quedaron abandonados en medio de la selva, los otros cinco casos fueron objeto de programas de valorización cultural e intervención, rehabilitados para nuevos usos culturales. El Sítio do Físico y São João de Ipanema como lugares de interés arqueológico en áreas rurales; el sesc Pompéia y la Usina del Gasómetro como centros culturales referenciales en ciudades capitales. La Fábrica do Cerâmica São João en Recife es el único proyecto cuya destinación evoca el uso original, tal vez por haberse conservado la propiedad dentro de la familia. Los espacios de la industria, hasta la mitad del siglo XX, eran considerados lugares feos, sucios y símbolos de opresión. Al contrario, hoy en día, son fundamentales para explicar la dinámica de la producción material y para entender las relaciones sociales que ésta generó; son eslabones de la evolución y de la historia y elementos de identidad cultural. Esa nueva mirada hacia los espacios del trabajo se debe a la evolución del concepto contemporáneo de ‘patrimonio’ y su preservación es relativamente reciente.

Icomos; TICCIH. Nizhini Tagil Charter for the Industrial Heritage. [1993] En: http://www.mnactec.com/ ticcihc. Acceso: 12 de febrero de 2007. IPHAE. Processo de Tombamento Usina do Gasómetro. IPHAN. En: http:// www.iphan.gov.br. Landgraf, Fernando José, et ál. Notas sobre la história da Metalurgia no Brasil (1500-1850) En: www. pmt.usp.br/notas/notas.htm. Acceso: 26 de agosto de 2007. Lina Bo Bardi. Instituto Lina Bo e Pietro Maria Bardi. São Paulo: Empresa das Artes, 1993. Lina por escrito. Textos escolhidos de Lina Bo Bardi. Organizado por Silvana Rubino e Marina Grinover. São Paulo: Cosac Naify, 2009. Lemos, Carlos Alberto; et ál. Patrimônio: 70 anos em São Paulo. São Paulo: 9 RS-IPHAN, 2008. Maranhão. Secretaria da Cultura. Departamento de Patrimônio Histórico, Artístico e Paisagístico. Bens Tombados no Maranhão: Tombamentos Estaduais. São Luiz: DPHA, 1987. Santos, Ademir Pereira dos; Carlos, Rosa Matilde Pimpão. Estudo das Fábricas Reais no Brasil: o caso da Fábrica Ipanema. En: TICCIH. V Colóquio Lationomaericano e Internacional sobre Rescate y Preservación de Patrimonio Industrial. Buenos Aires: septiembre de 2007. Medio Magnético. Usina do Gasómetro. Porto Alegre: Flavio Wild Ed. 2001. Textos de Luiz Sérgio Metz, Luiz Augusto Fischer.

Bibliografía Belterra. En: http://www.skyscrapercity.com/belterra. Acceso: 13 de septiembre de 2007. Dempsey, Mary. Fordlandia. Michigan,1994. En:http:\\www.michiganhistorymagazine.com/extra/fordlandia. Acceso: 13 de septiembre de 2007. Fordlandia. En: http://www.vestaldesign.com. Acceso: 13 de septiembre de 2007.

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Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado: el caso de la chimenea de Termotasajero S.A. Reinforced concrete chimneys' structural behaviour: the case of the Termotasajero S. A. chimney Recibido: 26 de octubre de 2009. Aprobado: 7 de mayo de 2010.

Nicolás Parra García Profesor asistente del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes. Ingeniero civil, Pontificia Universidad Javeriana. Especialista en Diseño de Puentes, Universidad Militar. Posgrado en Dinámica Estructural, Universidad Politécnica de Cataluña. nparra@uniandes.edu.co

Harold Alberto Muñoz Ingeniero civil, Universidad del Cauca. Maestría en Ciencias, Universidad de Massachusetts. Consultor en estructuras. ingestructurasltda@gmail.com

Resumen El artículo presenta el diagnóstico realizado para la estructura de una chimenea de concreto reforzado construida en el año 1982 en la termoeléctrica de Tasajero S. A. (Norte de Santander), a partir de los ensayos de campo y el análisis estructural realizados con el objeto de determinar las posibles causas de los daños observados y de predecir su comportamiento ante fuerzas sísmicas para establecer el alcance de los trabajos de reparación y mantenimiento necesarios para su operación de acuerdo con las normas de construcción vigentes (NSR-98).

Palabras clave:

chimeneas de concreto reforzado, presión sistémica y presión térmica.

Abstract: The paper presents a diagnostic undertaken for the construction of a reinforced concrete chimney built in 1982 in the thermoelectric company Tasajero S. A. (Norte de Santander), taking as a starting point, the field test and the structural analyses undertaken in order to determine the possible causes of damage observed and predict its behaviour under systemic pressure in order to establish the degree of repair work and maintenance required for its operation, according to the current construction norms (nsr-98).

Keywords:

reinforced concrete fireplace, systemic pressure, thermic pressure.

[ 172 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 172-177. http://dearq.uniandes.edu.co


Las chimeneas se caracterizan por ser estructuras esbeltas, en voladizo, cuya función principal es la de transportar los gases resultantes de la combustión o de una reacción química desde el nivel del terreno hasta determinada altura para su dispersión en la atmósfera. La altura de la chimenea depende de las condiciones específicas del proceso industrial que producen los gases y de las exigencias ambientales en torno a los límites en los cuales éstos pueden ser descargados generando niveles de contaminación aceptables según las normas. La termoeléctrica Tasajero S. A. se encuentra localizada en el suroccidente de la ciudad de Cúcuta en el departamento de Norte de Santander. Dentro del conjunto de las construcciones de la empresa se encuentra una chimenea de concreto reforzado de 90 m de altura total, cuya construcción se realizó en 1982. La chimenea de Termotasajero S. A. está conformada por un fuste tronco-cónico en concreto reforzado, con un diámetro exterior de 6,80 m en la base y de 4,10 m en la punta, de espesor variable entre 0,35 y 0,20 m en la parte superior. Adicionalmente, posee un recubrimiento interno (lining) en ladrillo refractario para proteger el concreto de la acción agresiva y corrosiva de los gases de desecho, y controlar los gradientes de temperatura de forma tal que los esfuerzos térmicos en el concreto se mantengan dentro de límites aceptables. A una altura de 8,50 m, el fuste de la chimenea tiene dos aberturas de 5,10 x 1,80 m ubicadas en caras opuestas diametralmente, las cuales sirven para la entrada de los gases que vienen de la caldera. La chimenea presenta fisuras verticales desarrolladas a todo lo largo del fuste, con separación regular entre 1,20 y 1,40 m y aberturas hasta de 10 mm de ancho. Se adelantó una investigación documental y en campo para determinar las características del proceso constructivo original, los materiales y criterios de diseño, así como un análisis estructural de la chimenea para obtener un diagnóstico completo acerca de su estado a la fecha y una caracterización del comportamiento esperado ante fuerzas sísmicas.

Análisis estructural de la chimenea Se construyeron dos modelos de análisis para el estudio de la chimenea: un modelo principal tridi-

Figura 1. Chimenea de la termoeléctrica de Tasajero. Figura 2. Modelo tridimensional de la chimenea en elementos finitos.

mensional de elementos finitos cuadrangulares tipo “shell” (fig. 2), con el cual se obtuvieron resultados de esfuerzos en las caras de la chimenea; y un modelo complementario mediante elementos lineales o tipo “frame” para comparar y corroborar los resultados obtenidos con el modelo matemático de elementos finitos para los valores de momento, cortante y axial en la base de la chimenea. El uso de modelos matemáticos sencillos complementarios permite calibrar los resultados de los modelos más complejos de elementos finitos y ajustar el refinamiento del mallado hasta obtener resultados con niveles de precisión suficiente. Para obtener las propiedades mecánicas del concreto que se va a utilizar en el análisis, se extrajeron ocho núcleos y se ensayaron en laboratorio, obteniendo valores de resistencia a la compresión entre 27 y 37 MPa. A partir de estos resultados se utilizó para el análisis un valor de resistencia promedio f’c = 31,6 MPa y un módulo de elasticidad, E = 22008 MPa para el concreto. En el modelo de la chimenea se consideraron únicamente como cargas muertas el peso del recubrimiento interior refractario, la tolva y las pasarelas de inspección, ya que estos elementos afectan la masa de la estructura. El peso del recubrimiento antiácido se calculó de acuerdo con el peso específico del ladrillo (2000 kg/m3), su espesor (0,114 m) y la altura entre apoyos verticales, asignando la carga lineal obtenida proporcionalmente a cada uno de los nudos que conforman la sección circular del modelo

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz   [ 173 ]


en cada nivel. De forma análoga, se procedió con las plataformas metálicas y la tolva de recolección de cenizas que se ubica en la base del fuste. También se evaluó la acción del viento para una velocidad base de 60 km/h, el gradiente térmico y las fuerzas horizontales por sismo según el espectro de la NSR-98 para la zona del proyecto. Para el análisis del gradiente de temperatura a través del espesor de la pared de concreto, se utilizaron los datos de emisiones de la planta termoeléctrica, a partir de los cuales se determinó la temperatura interior de los gases. El cálculo del gradiente de temperatura se efectuó por dos metodologías: en primer término, la fórmula propuesta por Taylor y Turner,1 en la cual se encuentra el coeficiente K de transmisión del conjunto de las tres capas (concreto, cámara de aire, pared refractaria) para obtener la diferencia entre las temperaturas (en grados centígrados) interior y exterior del fuste: ∆t = ti – te = (a/λh)*K*(T-t) La segunda metodología aplicada fue la recomendada por el aci-307/95, en la cual se relacionan los coeficientes de conductibilidad de cada una de las capas con sus espesores para obtener el gradiente actuante. De acuerdo con los cálculos realizados, el gradiente de temperatura obtenido fue de 40 ºC entre la cara interior y exterior de la pared del concreto. Esta diferencia de temperaturas genera la aparición de esfuerzos circunferenciales en la chimenea, ya que la cara expuesta a más temperatura intenta deformarse en mayor medida que la cara contraria. A partir del modelo matemático, se determinaron los valores promedio de esfuerzos de tracción y compresión circunferencial en la chimenea (fig. 3). Se realizó también un análisis dinámico lineal de la chimenea basándose en el espectro de diseño de las normas NSR-98, para un coeficiente de aceleración A = 0,30, un coeficiente de Sitio S = 1,2 y un coeficiente de Importancia I = 1,3. Se obtuvieron las frecuencias propias de vibración de la estructura y su respuesta dinámica en términos de desplazamientos y fuerzas internas para diseño.

Las chimeneas altas responden de manera compleja y pueden considerarse como grandes voladizos verticales, cuyo comportamiento se asemeja al de un látigo, por lo que la contribución de algunos modos altos de vibración es importante, tal y como se observa en la tabla 1 resumen con los períodos y porcentajes de participación de los modos más significativos. Tabla 1. Períodos de vibración y masa efectiva para el modelo de la chimenea Modo

Período(s)

% de masa

Sentido

1

2,191

38,49

X

3

0,459

16,17

Y

8

0,124

72,70

Vertical

10

0,100

3,98

X

36

0,039

5,46

X

40

0,031

2,78

Y

Si bien se trata de una estructura aparentemente simétrica por su geometría troncocónica, es importante analizar la incidencia de las aberturas en el fuste. La aparente simetría es modificada por la variación en la rigidez que causan los ductos de entrada, lo cual se aprecia en el pequeño desfase obtenido entre modos sucesivos (1 y 2, 3 y 4, etc.) que usualmente aparecen acoplados en estructuras perfectamente simétricas. Este comportamiento es un indicativo de la influencia de las aberturas en el comportamiento sísmico de la chimenea.

Figura 3. Esfuerzos circunferenciales debidos al gradiente térmico en el fuste, kg/cm2. Figura 4. Complemento de la tabla 1: Algunos modos de vibración representativos de la chimenea.

1. Rumman, “Reinforced Concrete Chimneys”.

[ 174 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 172-177. http://dearq.uniandes.edu.co


Es importante mencionar que el análisis dinámico lineal realizado, aun cuando permite considerar el efecto de los modos altos de vibración en la respuesta de la chimenea, no permite predecir el comportamiento inelástico de la estructura ni la formación de rótulas plásticas en el fuste del elemento.

Patología estructural de la chimenea La estructura de la chimenea muestra de manera evidente en toda su longitud y contorno fisuras de diversas características y configuración. Prevalecen algunas fisuras verticales desarrolladas a todo lo largo de la altura de la chimenea con separación regular entre 1,20 y 1,40 m. Éstas poseen aberturas variables, pero se muestran con predominio de grietas hasta de 10 mm de ancho. Son marcadamente verticales, con inicio en las aberturas de las pequeñas ventanas que se encuentran sobre el nivel de la tolva, iniciando aproximadamente en el nivel +5,20 y terminando en el extremo superior de la chimenea (fig. 5).

Figura 5. Fisura vertical en el fuste de la chimenea.

Según el programa de ensayos planificado, se extrajeron núcleos de concreto en diferentes zonas de la estructura para analizar su composición, resistencia y demás características mecánicas. A partir de los análisis, se concluyó que la chimenea fue construida con una mezcla de concreto con relación agua-cemento baja (A/C = 0,45), por lo que debió utilizarse un aditivo plastificante. En cuanto a los agregados, el 50% tiene un tamaño de ½” (pulgada), lo cual genera un mayor contenido de pasta en la

mezcla y, por tanto, una mayor posibilidad de agrietamiento por contracción. El proceso constructivo de las chimeneas usualmente dificulta la ejecución de un curado adecuado, en la medida que se va consiguiendo mayor altura, con el hecho adicional de que con ello se incrementa el efecto de evaporación del agua de la mezcla por causa del viento, cuya velocidad aumenta con el cuadrado de la altura. A partir del análisis realizado, se pudo determinar que las fisuras verticales presentes a lo largo del fuste de la estructura fueron causadas por una acción conjunta entre el fenómeno de retracción temprana del concreto y las acciones térmicas que impone el funcionamiento de la chimenea en el cascarón de concreto. Las fisuras debidas a la retracción nacieron en las esquinas de las aberturas, gracias al cambio de rigidez que se presenta por la discontinuidad de la pared. A las fisuras incipientes causadas por la retracción, se sumaron los efectos causados por el gradiente de temperatura a lo largo del espesor de la pared del fuste. Como la temperatura interior es superior a la temperatura de la superficie exterior, las capas exteriores tienden a impedir la dilatación de las interiores, originándose en éstas esfuerzos de compresión, mientras que las capas interiores tienden a producir el alargamiento de las exteriores, dando lugar en ellas a esfuerzos de tracción y, por consiguiente, al agrietamiento del concreto.2 Al existir dos aberturas significativas en el fuste de la chimenea, se presentan lugares en los cuales no hay restricción a la deformación y, por lo tanto, la sección de la estructura se distorsiona en dicha zona. La fisura se origina en la esquina, puesto que es el lugar en el cual comienza la restricción a la deformación en el fuste, por lo que en ellas se concentran esfuerzos que terminan agrietando el concreto. Esta situación es, además, agravada por el hecho del cambio abrupto en la rigidez, ya que la esquina del agujero es en ángulo recto. El mecanismo descrito se pudo reproducir en el modelo de elementos finitos de la chimenea, en el cual se observa cómo alrededor de los huecos existe una relajación de esfuerzos horizontales debido a la posibilidad de 2. Muñoz, “Estudio de evaluación, diagnóstico y especificaciones de mantenimiento y reparación de la estructura de concreto reforzado de la chimenea de la central térmica de Termotasajero-Cúcuta”.

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz   [ 175 ]


deformación, y cómo éstos se incrementan debido a la concentración en las esquinas por el cambio abrupto de rigidez en la pared (fig. 6).

Comportamiento ante fuerzas sísmicas La respuesta de la estructura ante las acciones que impondría un movimiento sísmico se evaluó según los criterios de las Normas Colombianas de Diseño y Construcción Sismo Resistente NSR-98 y a las recomendaciones del aci 307-95 (Standard Practice for the Design and Construction of Reinforced Concrete Chimneys). En cuanto a la rigidez de la chimenea, por tratarse de un elemento de gran esbeltez y comportamiento voladizo vertical, los desplazamientos esperados resultan significativos. Si bien no puede hablarse del concepto de ‘deriva’ en una estructura de este tipo, el aci (Instituto Norteamericano del Concreto), recomienda un límite de desplazamiento en la punta correspondiente a aproximadamente 1/300 de la altura total, lo que supone un límite de 0,30 m para la chimenea en estudio. Los resultados del análisis estructural realizado arrojan un desplazamiento total máximo de 0,502 m para las combinaciones de carga prescritas en la norma (0,9 CMuerta + 1,0 SismoX + 0,30 SismoY), lo cual excede el requisito. El control de desplazamientos en una chimenea resulta importante por cuanto una deflexión excesiva puede incrementar la flexión en la base debido a los momentos secundarios. Los desplazamientos inelásticos causados por fuerzas sísmicas incrementan la demanda de ductilidad en la estructura, para lo cual se requiere garantizar el detallado adecuado de los empalmes y el desarrollo del refuerzo, así como el uso de cuantías límite que para el presente caso no fueron utilizadas. De acuerdo con las características del detallado del refuerzo en la chimenea y su estado actual, se adoptó un coeficiente de disipación de energía R = 1,0. La mayoría de códigos internacionales (cicind, aci 307) recomiendan la utilización de coeficientes de reducción por ductilidad bajos, debido a la poca capacidad de disipación de energía de este tipo de

estructuras en las cuales no existe mayor redundancia. Aun cuando las chimeneas son elementos estructurales de baja ductilidad, puede generarse alguna capacidad de disipación mediante la adecuada disposición, confinamiento y traslapo del refuerzo, y el detallado alrededor de las aberturas, que constituyen potenciales puntos débiles en la geometría del elemento.3 En cuanto a la resistencia a la flexión, se analizó la capacidad de la estructura basada en la distribución y tamaño del refuerzo colocado según los planos del proyecto original. Se evaluó la resistencia a la flexión de la sección calculando la posición del eje neutro para las cuantías verticales suministradas en diferentes niveles, y se obtuvo el valor de Momento nominal (Mn) para comparar contra el momento último causado por el sismo de diseño (fig. 7). La figura 7 resume la relación entre resistencia a la flexión (fMn) y la demanda (Mu) debido al sismo. Puede observarse que la resistencia de la chimenea se ve seriamente afectada por la presencia de las aberturas en el fuste entre los 8,50 y los 13,50 m de altura, lo cual genera unos sobreesfuerzos no cubiertos por el refuerzo colocado en dicha zona.

Figura 6. Esfuerzos circunferenciales debido al gradiente de temperatura en la base de la chimenea, kg/cm2.

Resultados y conclusiones El comportamiento estructural de la chimenea de Termotasajero S. A., está determinado por tres factores principales: su geometría y condiciones de fun-

3. Wilson, “Earthquake design and analysis of tall reinforced concrete chimneys”.

[ 176 ]  dearq 06. Julio de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 172-177. http://dearq.uniandes.edu.co


cionamiento; las características de los materiales de construcción y diseño originales; y su respuesta dinámica ante fuerzas sísmicas. En cuanto a la geometría y funcionamiento, las grandes aberturas en el fuste generan una zona en la que, debido a la pérdida de sección efectiva, se concentran los esfuerzos producto del gradiente térmico propio de la combustión de la planta, así como de todos los esfuerzos consecuencia de acciones externas (viento, sismo) sobre el fuste. Como criterio de diseño, las chimeneas deben considerar el tamaño y forma de las aberturas, así como la adición de elementos de transición y las especificaciones del recubrimiento interno para poder controlar al máximo los efectos adversos del gradiente térmico y las acciones externas en las zonas en la que la sección estructural es discontinua. De acuerdo con los reportes de obra consultados y los análisis de las muestras de concreto extraídas, puede afirmarse que las condiciones constructivas, la composición de la mezcla y su proceso de curado, son la causa de fisuras tempranas por retracción. Este tema es especialmente delicado en elementos tan esbeltos y con espesores relativamente bajos, como la chimenea en estudio. Aun cuando las fisuras por retracción no comprometen la resistencia del elemento, constituyen la entrada de agentes externos que aceleran el deterioro de la estructura, facilitando fenómenos como la corrosión del refuerzo.4

La metodología de estudio empleada para el diagnóstico patológico y estructural de la chimenea sirvió para cuantificar las deficiencias en la durabilidad y la capacidad resistente de la estructura, y es el punto de partida para el diseño de una propuesta de reparación, reforzamiento y mantenimiento de la chimenea con miras a mejorar su nivel de servicio, incrementar su vida útil y disminuir su vulnerabilidad sísmica.

Bibliografía ACI 307-1995 “Standard Practice for the Design and Construction of Reinforced Concrete Chimneys”, American Concrete Institute. Muñoz, Harold A., “Estudio de evaluación, diagnóstico y especificaciones de mantenimiento y reparación de la estructura de concreto reforzado de la chimenea de la central térmica de Termotasajero Cúcuta” (informe final), 2003. Normas Colombianas de Diseño y Construcción Sismo Resistente NSR-98, Asociación de Ingeniería Sísmica (AIS), 1998. Rumman, Wadi S., “Reinforced Concrete Chimneys”, Handbook of Concrete Engineering 2nd Edition, Nueva York, 1985. Wilson, J., “Earthquake design and analysis of tall reinforced concrete chimneys”, PhD Thesis, Dept. Of Civil and Environmental Engineering, University of Melbourne, 2000.

Figura 7. Demanda a flexión frente a momento resistente de la chimenea.

4. Muñoz, óp. cit.

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz   [ 177 ]


La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica The practice of architecture as a systemic rationalization Recibido: 23 de febrero de 2010. Aprobado: 29 de junio de 2010.

Camilo Villate Profesor Asociado, Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes, Bogotá. Arquitecto de la Universidad Nacional, con maestría en Tecnologías de la Construcción. cvillate@uniandes.edu.co

Brando Tamayo Arquitecto de la Universidad de los Andes, Bogotá. Asistente de proyectos del Departamento de Arquitectura de la misma universidad. b-tamayo@uniandes.edu.co

Resumen La práctica del diseño arquitectónico es de singular complejidad al involucrar gran cantidad de variables. La incomprensión de esta complejidad ha implicado la reducción del discurso general de la profesión, hasta ser concebido hoy en día como un problema netamente formal, en detrimento de las respuestas de diseño con relación a los múltiples requerimientos implícitos de la arquitectura. Para contrarrestar este reduccionismo es preciso recurrir a la construcción de modelos teóricos que permitan evidenciar el significada de diseñar un edificio. Esto se realiza por medio del entendimiento de conceptos de sistemas complejos aplicados a la arquitectura. Se propone, por un lado, aportar en la construcción de modelos pedagógicos y, por el otro, definir un método racional para abordar casos de estudio.

Palabras clave:

sistemas, sistemas complejos, funciones objetivo, variables, complejidad multivariable, integración, sistema sinérgico, modelo teórico, investigación operativa, Teoría General de los Sistemas.

Abstract The practice of architectural design is of unique complexity, as it involves many variables. The misunderstanding of this complexity has led to the reduction of the general discourse of the profession, to be conceived today as a purely formal problem, causing a detriment of design responses in relation to the multiple requirements implicit in architecture. In order to counteract this reductionism it is necessary to construct theoretical models that are able to make clear what it means to design a building. This is achieved by understanding notions of complex systems applied to architecture. The authors propose, on one hand, to contribute to the construction of educational models and, on the other hand, to define a rational method for addressing case studies.

Keywords:

systems, complex systems, aim functions, variables, multi-variable complexity, integration, synergistic system, theoretical model, operative research, General Systems Theory.

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El mundo se puebla de artefactos que el hombre ya no puede controlar, por lo que se pone en entredicho la capacidad de la arquitectura para interpretar la realidad y conducirla hacia un orden inteligible. Carlos Martí Arís1

La incomprensión de la complejidad de la práctica arquitectónica: argumento inicial Ante el objetivo inicial de la investigación “Casos de estudio como apoyo a la enseñanza de la arquitectura”, propuesto en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes, que consiste en estudiar ejemplos de arquitectura local para lograr generalizaciones en la forma constructiva de nuestro entorno, surge la propuesta de un método de análisis que permita transmitir explicativa y racionalmente por qué y cómo se generan edificaciones como resultado de un proceso objetivo, y no de un proceso subjetivo del diseñador. Buena parte de la práctica arquitectónica contemporánea no se distingue (aunque no se pueda generalizar) por ser un proceso razonado. Por el contrario, se caracteriza actualmente por un recurrente reduccionismo2 del problema general arquitectura determinado por la fijación en formas arquitectónicas que impiden la construcción de edificaciones que den respuesta satisfactoria a la gran cantidad de requerimientos funcionales impuestos por naturaleza a los arquitectos,3 y que se valida en el tiempo, permea a los estudiantes y pone a la forma como el objetivo final de la práctica arquitectónica.

debe a la inexistencia de modelos de comprensión de la práctica arquitectónica4 que logren ofrecer un panorama global de la tarea del arquitecto y del diseñar, sabiendo que teorías existentes como los cuatro elementos de Gottfried Semper, que cuenta con aspectos materiales constitutivos y funcionales pero no de proceso de diseño de una edificación,5 o la tríada vitruviana, que habla de macrosistemas que engloban ramas de componentes y que por sí solas sólo se refieren a características de una edificación, no abordan la totalidad del problema. En conclusión, si se busca hablar de casos de estudio explicativos que logren el entendimiento de procesos particulares de diseño que generen edificaciones técnicamente ejemplares, se hace indispensable recurrir a nociones de sistemas complejos,6 o sistemas dinámicos, sabiendo que el diseño arquitectónico es uno de ellos, pues cumple todos los requerimientos para ser abordado desde esta perspectiva: grados y escalas de variables, relaciones diferenciales y dependientes entre éstas, resultados diferenciales de las mismas variables generales, equifinalidad7 de las variables en la construcción de un objeto complejo como un edificio, entre otros.

Este reduccionismo es debido a la singular complejidad que caracteriza el proyectar en el mundo contemporáneo, donde numerosos requerimientos técnicos, variables de lugar, de función, etcétera, determinan un proceso confuso y difícilmente aprehensible. Igualmente, esta falta de entendimiento se

De esta manera, se procedió a crear un modelo de entendimiento de la realidad del diseño arquitectónico bajo premisas objetivas con el fin de generar un método de análisis que transmita consecuente y racionalmente el por qué y el cómo se produce una obra arquitectónica y sus respuestas técnicamente apropiadas.

1 2 3 4 5

6 La complejidad en términos científicos es “la interacción constante entre sistemas y variables con fines de complementación funcional de un conjunto”. Moe, Integrated Design in Contemporary Architecture, 5-9. 7 La equifinalidad se define como los elementos constitutivos de un conjunto que persiguen los mismos objetivos generales: la construcción de un sistema. Katz y Kahn, “Common Characteristics of Open Systems”, 100-101.

Martí Arís, La cimbra y el arco, 79. Montaner, Sistemas arquitectónicos contemporáneos, 6. Silber, Architecture of The absurd, 35. Villazón, Programa de Arquitectura de la Universidad de los Andes, 1. Heylighen, In Case of Architectural Design.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 179 ]


Sentando bases teóricas para el análisis racional de casos: objetivos

La Teoría General de los Sistemas como estrategia

De acuerdo con lo dicho, este documento indaga por la concreción de un modelo teórico racional de comprensión del proyecto arquitectónico que posteriormente permita el análisis y exposición objetiva de casos de estudio para el apoyo a la enseñanza. El objetivo esencial es el de crear un modelo de comprensión sobre la complejidad del sistema general arquitectura, que pretende ser un “esquema teórico de una realidad compleja que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento”,8 permitiendo alcanzar tres objetivos esenciales:

Para lograr estos objetivos se pretende recurrir a la Teoría General de los Sistemas (TGS),10 y con ella identificar el funcionamiento, las partes y su posición y relevancia dentro del sistema complejo arquitectura. Esto se abordará mediante la aplicación de conceptos de la investigación operativa, como aquella que intenta desentrañar el funcionamiento interno de un sistema, y que es aplicable a cualquier realidad o procesos de relativa complejidad, dentro de los que se puede clasificar el diseño arquitectónico.

·

Construir bases teóricas para la posterior formulación de metodologías aplicadas que ayuden a la comprensión de la realidad multivariable de la práctica del diseño arquitectónico en respuesta a objetivos específicos y a la función social y ambiental de la arquitectura, con el fin de promover la producción de edificios consecuentes y responsables con la realidad del entorno. Estas bases podrían aportar en la construcción de modelos pedagógicos en la enseñanza de la arquitectura, acorde a la realidad de complejidad de la profesión.

·

Concretar un modelo teórico que permita abordar deductivamente9 el análisis racional de casos de estudio bajo una teoría explicativa aplicada, relativa a la complejidad de un hecho arquitectónico. Este modelo teórico, sumado al análisis de casos en el contexto de Bogotá, permitirá deducir y racionalizar la forma de interacción y relación típicas entre variables, y por ende, identificar soluciones innovadoras.

·

Paralelamente, se busca identificar los hechos que impiden la concepción del diseño arquitectónico como una práctica racional y consecuente con la complejidad multivariable de la profesión, con la finalidad de formular soluciones para llegar a dicha concepción.

8 Diccionario de la Lengua Española [online], “Modelo”. Disponible en http://www.rae.es, recuperado: junio de 2010. 9 El método deductivo parte de conceptos universales o generales para su posterior aplicación en casos particulares. Por otro lado, el método de análisis inductivo parte del análisis de casos para generalizar teorías o leyes. Atocha, “Teoría de argumentos”.

En resumen, lo que se propone es la racionalización de la práctica arquitectónica, sin ser ésta una innovación teórica ni epistemológica, sino la simple aplicación de teorías existentes como la TGS. Esta teoría ya ha sido empleada masivamente desde su nacimiento en los años sesenta en diversas disciplinas sociales y científicas como la biología, la psicología o la lingüística,11 logrando objetivar su práctica y pedagogía.

¿En qué se basa la complejidad de un sistema? El término sistema no es nuevo; su origen puede rastrearse desde la Crítica a la razón pura, de Immanuel Kant, para quien el mundo se puebla de sistemas interactuando constantemente, y para quien la arquitectónica es el arte de construir sistemas.12 Sin embargo, es preciso reconocer que la significación conceptual del término se ha transformado durante el siglo XX como resultado de la comprensión de cómo realmente éstos funcionan y se producen fenómenos humanos o naturales de singular complejidad. Una definición inicial que nos ayude a comprender esta transformación epistemológica y filosófica describe al sistema como un “conjunto de elementos que relacionados entre sí contribuyen a determinado objetivo”,13 siendo entonces el sistema una situación multivariable cualquiera que se pre10 Teoría que promueve la percepción científica de la realidad y todas sus variaciones posibles por medio de la sistematización y determinación de grados de relación entre las partes. 11 Montaner, Sistemas arquitectónicos contemporáneos. 12 Montaner, óp. cit., 10. 13 Diccionario de la Lengua Española [online], “Sistema”. Disponible en http://www.rae.es/, recuperado: mayo de 2010.

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senta en el universo y que persigue un objetivo equifinal particular. Las primeras aplicaciones del término sistema repercutieron en la generación de métodos científicos de análisis que permiten entenderlos mediante el empleo de instrumentos y metodologías predefinidas que posibilitan deducir conclusiones confiables. De esta manera, el método científico tradicional aborda la comprensión de sistemas o problemas presentados desde su segmentación para la aplicación de métodos de análisis particulares, tratando de entender un fenómeno global desde la simple segregación y posterior adición de todas las partes. Podríamos decir que esta dinámica es similar a como se entiende, diseña y construye un edificio contemporáneo en nuestro contexto local; la adición lineal de sistemas y componentes estructurales, mecánicos, de cerramiento y de acabados. Sin embargo, en la realidad las experiencias y el flujo del conocimiento mismo no se rigen desde esta lógica lineal, sino desde la lógica de las relaciones y de las complejas interdependencias. Por esta razón, la aplicación inicial del término sistema fue reevaluado en 1968 cuando el biólogo Ludwig von Bertalanffy reconoció la existencia de sistemas dinámicos que no podían ser entendidos desde la aplicación del método científico tradicional. Bertalanffy descubrió que lo que realmente importa para entender estos sistemas aparentemente caóticos en su funcionamiento no son solamente los componentes específicos, sino las relaciones variables y complejas que se trazan a través de ellos, donde cualquier variación implica la transformación global del sistema general y su desempeño final,14 determinando la imposibilidad de entender cada parte como un segmento independiente.

·

Sistemático: el análisis sistemático intenta comprender un problema desde la comprensión de sus partes aisladas, que posteriormente sumadas, revelan el funcionamiento de un todo.

·

Sistémico: el análisis sistémico comprende un problema complejo desde el entendimiento de los componentes particulares y los patrones relacionales entre ellos.

Así, durante los años sesenta y setenta algunos métodos y teorías aplicados empezaron a desarrollarse en concordancia con la transformación filosófica de acercamiento a los sistemas. En este sentido, Montaner menciona la teoría psicológica de la Gestalt, el pensamiento complejo de Edgar Morín y las relaciones rizomáticas de Deleuze y Guattari.15 Sin embargo, es preciso mencionar además los modelos matemáticos y económicos de análisis no lineales y la teoría del caos, entre otros muchos intentos certeros de entender las relaciones entre componentes físicos o abstractos. Estos métodos, pertenecientes a otras disciplinas, logran finalmente entender la realidad de las actividades humanas16 y el universo en general, de orden aparentemente caótico, que no podía lograrse desde el método científico tradicional. De esta manera, se permite la manipulación consciente de dichos sistemas desde la transformación de patrones de relaciones, para su mejoramiento y optimización en relación con los objetivos iniciales del sistema.

De esta manera, una diferenciación semántica de los adjetivos relativos al término sistema debe ser aclarada:

Por esta razón las investigaciones y teorizaciones alrededor de la arquitectura y demás situaciones complejas tienen el propósito de seguir construyendo interpretaciones para concebir el entendimiento sistémico, mas no sistemático, de las relaciones y los componentes en un proceso de diseño y construcción como un sistema/problema complejo. Estas nuevas aproximaciones sistémicas teóricas son apropiadas para “apuntar a una síntesis contemporánea que sepa conciliar el poder de la crítica ideológica, y oponerse al reduccionismo mecánico”.17

14 Katz y Kahn, óp. cit., 100.

15 Montaner, óp. cit., 10. 16 Clothier, “Non linearity and Integrated Systems”, 49. 17 Montaner, óp. cit., 11.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 181 ]


Por lo tanto la arquitectura debe ser vista como un sistema o problema complejo que demanda su entendimiento y racionalización desde bases conceptuales. Sólo algunos autores han conducido investigaciones concibiendo la arquitectura como sistema: las teorías de Vitruvio y Semper no consideraban variables comprobables y funcionales aplicables para edificaciones contemporáneas, por lo que sus acercamientos de carácter sistemático no eran diacrónicos. Sin embargo, recientemente algunos autores y educadores como Albert Casals, Josep María Montaner y Richard Rush se han interesado en entender y metodizar la arquitectura desde nociones de complejidad que logren superar problemáticas detectadas generadas por el indeterminismo conceptual de la disciplina; la fijación de diseño18 en formas y el absurdismo19 en la resolución de problemas básicos de la arquitectura, entre otros.

desde su fenomenología particular. En este orden de ideas, un grupo de IO es aquel que se encarga del entendimiento de sistemas complejos presentes en el mundo. Bajo ese enfoque, podríamos hacernos a la idea del arquitecto como investigador operativo, encargado del análisis, estudio y evolución de la arquitectura como un sistema complejo que integra áreas de diferentes disciplinas en el proceso. En este sentido Pedro Linares y Andrés Ramos establecen tres requerimientos básicos de una IO como aquella que persigue la comprensión y optimización de funciones de un sistema complejo, entendiendo el término optimización como la selección de la mejor alternativa posible en el desempeño de objetivos básicos. Estos requerimientos son:21 ·

Función objetivo: la medida (cuantitativa o cualitativa) del funcionamiento del sistema que se desea optimizar (maximizar o minimizar). Como ejemplos de funciones objetivo se pueden mencionar: la minimización de los costos de operación de un sistema eléctrico, la maximización de beneficios netos de venta de ciertos productos, entre otros.

·

Variables: representan los componentes y decisiones que pueden afectar el valor de la función objetivo. Desde un punto de vista funcional se clasifican en variables independientes o principales, variables de control y variables dependientes o secundarias.

·

Restricciones: representan el conjunto de relaciones que ciertas variables están obligadas a satisfacer.

¿Cómo entender la complejidad de la arquitectura? Los sistemas complejos, como todos aquellos problemas aparentemente caóticos, pueden ser comprendidos desde la investigación denominada operativa (IO), que es aquella que intenta comprender cómo funciona un fenómeno particular. A grandes rasgos, una (IO) es “la aplicación, por grupos interdisciplinarios, del método científico a problemas complejos producidos en la dirección, gestión y optimización de grandes sistemas; sociedades, economía, ecología, máquinas, etcétera”.20 La principal característica de la IO consiste en construir un modelo científico del sistema del cual se puedan predecir y comparar los resultados de diversas estrategias y decisiones, incorporando medidas del azar, del riesgo y la voluntad humana. Es preciso anotar que este tipo de investigaciones no pretenden la verdad absoluta; por el contrario, su función esencial es puramente descriptiva, permitiendo el entendimiento de los sistemas complejos

Esta categorización básica responde a la concreción del marco del problema general de un sistema complejo que, de ser desarrollado en relación con cada sistema específico, permite la concreción de un sistema arquetípico22 aplicable a cualquier variación de un mismo fenómeno. Este flujo causal básico puede leerse como tres etapas diferenciales de un sistema de proceso23 (proceso y resultado, o diseño y edifica-

18 Heylighen, In Case of Architectural Design 137-139. 19 Silber, How Genius Disfigured a Practical Art, 33-34. 20 Linares y Ramos, “Modelos matemáticos de optimización”, 3. Disponible en: http://www. gams.com/docs/contributed/.

21 Ibídem, 4-6. 22 Un sistema arquetípico es el flujo general de variables de un sistema complejo, aplicable a todas sus variaciones posibles. Kruschwitz, “Pensar en sistemas”, 274. 23 Katz y Kahn, óp. cit., 100.

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ción). La primera corresponde a los objetivos como única medida del desempeño final del sistema, seguido por las variables físicas y conceptuales mediadas por las posibilidades de relación entre ellas, y una tercera etapa de un resultado como sistema funcional.

Figura 1. Proceso de generación de un sistema construido desde modelos de IO de sistemas complejos.

Igualmente, el documento explicativo modelos matemáticos de optimización de procesos, de Linares, contiene algunos problemas que alteran el esquema, dentro de los cuales cabe destacar el relacionado con la optimización multiobjetivo,24 donde existe más de una función objetivo o necesidades a resolver, como en el caso de la arquitectura. El problema central que plantea una ecuación multiobjetivo tiene que ver con cómo tratar varias funciones objetivo a la vez, teniendo en cuenta que lo óptimo para un objetivo no lo es para otros, generándose conflictos entre ellos que deben ser solventados por el investigador. Un claro ejemplo de este problema es la concepción de formas pasivas de ventilación en edificaciones localizadas en climas fríos o templados, lo cual determina un detrimento en los niveles de confort térmico de los usuarios producto de corrientes frías de aire, por lo que es preciso encontrar un balance efectivo.

en una edificación la oportunidad de satisfacer sus necesidades. Estos sujetos, como los hemos llamado, hallan en la normativa, en los estándares o en los sistemas de certificación, un discurso institucionalizado en defensa de sus intereses. De manera general, los estándares son desarrollados cuando existe una necesidad pública significativa;25 por ejemplo, la norma sismorresistente (NSR 10) cita en su introducción el objetivo esencial de la defensa de las vidas humanas: “Las normas sismorresistentes presentan requisitos mínimos que, en alguna medida, garantizan que se cumpla el fin primordial de salvaguardar las vidas humanas ante la ocurrencia de un sismo fuerte”.26 Igualmente, el Código de Construcción de Bogotá pretende la protección del bienestar de los usuarios, dando directrices para la garantía del correcto funcionamiento de las edificaciones:27 “El Código de Construcción establece las normas básicas de dicha actividad en tal forma que se proteja la seguridad, la salubridad y el bienestar de la comunidad”.28

Tras la búsqueda de un determinismo conceptual y teórico debemos reconocer que en la arquitectura, desde su función social y ambiental, las funciones objetivo (FO) responden a “sujetos” que encuentran

Sin embargo, éstas no son todas las funciones que podríamos y deberíamos nombrar. El aumento en la cantidad de variables determinantes, principales o independientes según el modelo de optimización, se ve relacionado con la complejización y evolución de la sociedad y sus relaciones físicas con el medio. Una aldea primigenia de tipis no demanda mayores funciones de ciudad y comunidad. No obstante, aquella misma aldea, convertida en una gran urbe, demanda la normatización, planeamiento y estructuración de complejos sistemas en función del bienestar común, evidencia la necesidad de medidas de sincronización de los sistemas constructivos con los naturales, por medio de parámetros de arquitectura sostenible, haciéndose necesaria una calibración entre las intenciones de diseño con los resultados ecológicos que estas demandan. De esta manera, El impacto ambiental negativo que la industria de la construcción ha generado en términos de producción de CO2, consumo energético y recursos natu-

24 Linares y Ramos, óp. cit., 6. 25 Office for Official Publications of the European Communities, “Where are European standards developed?”. Disponible en: www. publications.europa.eu, recuperado: diciembre de 2009. 26 Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica, Normas colombianas de diseño y construcción Sismorresistente, 2.

27 Concejo Distrital de Bogotá, Acuerdo 20 de 1995, “Mediante el cual se adopta el Código de Construcción del Distrito Capital y se fijan sus políticas generales y su alcance y mecanismos de aplicación”. 28 Concejo Distrital de Bogotá, Acuerdo 20 de 1995, Código de Construcción para Santa Fe de Bogotá, p. 1.

Las funciones multiobjetivo de la arquitectura: parámetros de comprobación

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 183 ]


rales se puede minimizar sin impedir el desarrollo y crecimiento de la civilización (Tanzer & Longoria, 2007), sabiendo que tradicionalmente la tecnología y la intervención humana han sido totalmente independientes de los asuntos de la naturaleza, y que por esta razón, se deben ajustar los sistemas artificiales para que sean compatibles con los naturales (Yeang, 2009) e incluir al ambiente como un nuevo sujeto demandante de resolución de necesidades globales. Por eso los diferentes códigos de construcción y los sistemas de certificación de arquitectura sostenible promueven la defensa del medio ambiente, de las comunidades y de los usuarios particulares. Y ante la creciente necesidad de cuantificación y normalización de construcciones ecológicas han surgido iniciativas internacionales. El US Green Building Council Consejo de edificios verdes de Estados Unidos ha desarrollado el Leadership on Energy and Enviromental Design la dirección en energía y diseño ambiental (LEED) como un sistema de medición y certificación de la construcción sostenible que, por medio de créditos o puntos en categorías específicas (lugar, uso eficiente de los recursos agua y energía, atmósfera, materiales y recursos, calidad ambiental interior e innovaciones alrededor de estos temas) permite la cuantificación de proyectos existentes y nuevos sometidos a procesos de actualización. Asi mismo, han surgido iniciativas como el Breeam en el Reino Unido, el LEED México, el LEED Brasil, el LEED Canadá, el Nabers (sistema australiano de clasificación de ambientes construidos) y el procedimiento de alta calidad medioambiental ACM en Europa, entre otros tantos que hacen evidente la función objetivo ambiente. Podemos dividir la función objetivo en cuatro subfunciones particulares del proyecto arquitectónico: ·

La función objetivo usuario.

·

La función objetivo comunidad.

·

La función objetivo ambiente.

·

La función objetivo cliente.

La función objetivo usuario, que comprende todas aquellas necesidades determinantes de la pertinencia de un edificio, está compilada en tres tipos básicos de normativa particular, para nuestro contexto, Bogotá:

·

Código de Construcción, Norma Distrital (municipal).

·

Código Sismorresistente, Norma Nacional.

·

Normas y sistemas de certificación de la calidad de los materiales.

Estas tres normativas apuntan a objetivos diferentes: 1) el Código de Construcción determina los requisitos particulares del diseño arquitectónico y de construcción que permitan asegurar el bienestar lumínico, higrotérmico, visual y acústico del usuario, así como la satisfacción de necesidades funcionales de circulación, permanencia y funcionamiento mecánico de las redes de servicios. En términos generales, el código busca garantizar la comodidad y la salud del usuario desde el funcionamiento mismo del edificio, acorde a sus requerimientos mínimos. Aunque el Código de Construcción habla también de requisitos estructurales de las edificaciones, su contenido, la norma sismorresistente (NSR-10), la cual normatiza criterios para garantizar la integridad física de la edificación y por ende de sus usuarios. Por último, las normas y sistemas de certificación de calidad de los materiales, como los estándares Icontec y ASTM, entre otros, buscan el cumplimiento y certificación de requisitos mínimos de las propiedades físicas de los materiales sobre los que reposan el diseño arquitectónico y la construcción. De igual forma, el objetivo función comunidad (ciudad) se encuentra amparado en un documento normativo territorial, siendo preciso comprender la directa correlación entre territorio y desarrollo y su sincronización en la concreción y construcción de un modelo de ciudad que necesariamente incluye mecanismos de orden económico y social que buscan por medio del planeamiento el adecuado desarrollo geoeconómico de las sociedades: ·

Plan de Ordenamiento Territorial o Plan General de Ordenamiento, Norma Distrital (Municipal).

·

Plan Nacional de Desarrollo.

·

Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas Norma Distrital (Municipal).

Estos ítems determinan la función y el lugar del proyecto arquitectónico, colaborando en la concreción del modelo de ciudad-región propuesto en el ordenamiento de nuestra ciudad en beneficio de la construcción de una sociedad justa y equitativa; acceso

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a equipamientos particulares en lugares identificados como oportunos; densidades apropiadas de vivienda en zonas residenciales; óptima localización de parques, etcétera. Por otro lado, en nuestro país la función ambiente no se encuentra regulada, ni existen sistemas de certificación de edificios “verdes”, presentándose un gran vacío en la defensa del medio ambiente y el bienestar de la humanidad y el planeta en general. Sin embargo, hay iniciativas, como la de la Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá, que buscan reformular el Código de Construcción vigente para la consecución de un código que contenga temas de sostenibilidad interrelacionados con un estándar de construcción sostenible para la capital, donde se condensarían las necesidades (función objetivo) de los usuarios y el ambiente, reconociendo la íntima correlación e interdependencia de las funciones. Finalmente, la FO cliente tampoco se encuentra determinada en códigos, normas, acuerdos o sistemas que certifiquen la medición del grado de satisfacción y materialización de los deseos conceptuales del cliente, comprendidas como necesidades a las que el arquitecto debe apegarse en una conversación y relación retributiva de ideas, discusiones y modificaciones. Por esta razón, y ante la insuficiencia de conocimientos técnicos y conceptuales del cliente, se crean figuras/actores del proceso constructivo y de diseño tales como la interventoría o los consultores particulares del cliente. Sin embargo, es posible considerar tres factores derivados de la función cliente como objetivos/necesidades a los que es necesario ajustarse en miras de lograr la satisfacción de éste: ·

Programa arquitectónico.

·

Presupuesto económico.

·

Búsquedas particulares del cliente (gustos e ideales)

Estos son, entonces, los estándares mínimos que permiten establecer racionalmente los objetivos particulares de la arquitectura y la construcción. Sin embargo, no podemos decir que al cumplirlos (cosa que en cualquier edificio se hace automáticamente

en tanto los sistemas constructivos son necesariamente coordinados en obra) se establezca una investigación operativa, porque es sólo hasta después de cumplir los requisitos mínimos de la construcción que nace la arquitectura (Venturi, 1997), es decir, sólo hasta que se establece un juicio crítico en términos de la optimización del modelo y no desde su simple resolución tipificada, es preciso hablar de optimización e innovación operativa. En esta dirección se formuló una matriz simplificada (fig. 2) que permite relacionar transversal y verticalmente necesidades básicas agrupadas en factores ambientales, funcionales, culturales y económicos, con criterios físicos observables de cada edificación o diseño particular; criterios visuales, térmicos, acústicos, calidad del aire y espaciales. Este método simplificado permite ubicar dentro del cuadro las intenciones arquitectónicas desde el diseño como respuesta a objetivos particulares, y evaluar su relación con la respuesta a las demás necesidades.

Figura 2. Funciones objetivo del proyecto arquitectónico.

Variables independientes como generadoras del proyecto arquitectónico Albert Casals clasifica las condicionantes de la arquitectura en tres grandes grupos; el lugar, la función y el tipo.29 No obstante, dentro de esta clasificación de condiciones, en adelante variables independientes o principales, el tipo, o el conocimiento tipificado, es al unísono un método de adquisición de conocimientos y conocimiento conceptual y técnico por sí mismo.30 Este conocimiento tipificado debe pertenecer al repertorio cognitivo del arquitecto, con 29 Casals, Albert, Seminario “Pedagogía y didáctica en Arquitectura”, Bogotá, Universidad de los Andes, 2010. 30 Heylighen, óp. cit., 14-30.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 185 ]


Necesidades. Criterios de

Culturales

Funcionales

Económica

Ambientales

desempeño

Visual

Empleo materiales

Niveles de ilumina-

Conservación de

Conservación energía

propios del lugar,

ción interior y exterior

tiempo y dinero

y recursos naturales.

morfología y

adecuada

Conservación

ocupación

espacial

Térmico

Temperatura interior

Conservación de

Conservación de

adecuada

tiempo y dinero

energía y recursos

Calidad del sonido,

Conservación del

Control contaminación

privacidad

tiempo y dinero

auditiva

Ventilación, control

Conservación de

Conservación de

de la polución

dinero

energía, recursos

Proporciones,

Conservación espacial,

Conservación

organización espacial

tiempo y dinero

energía, recursos

naturales Acústico

Calidad del aire

naturales Espacial

eficiente

Integridad de la edificación

naturales

Procesos construc-

Estabilidad,

Conservación de

Conservación

tivos y procesos de

durabilidad.

tiempo y dinero

energía, recursos

transformación de

Estanqueidad.

materiales propios

Seguridad ante

naturales

incendios. Servicios hidráulicos y mecánicos Factores sociales

Factores económicos

Factores medioambientales

Arquitectura sostenible Figura 3. Resumen de criterios de evaluación y funciones objetivo condensadas en cuatro conceptos generales. Se presenta como una síntesis a todas las necesidades y conforman así mismo un método de apoyo a la evaluación de proyectos.

miras a configurar espacialmente sus proyectos de manera rápida. Pero el lugar y la función, entendida esta última como el uso específico y su capacidad de adaptabilidad en el tiempo,31 sí son y deben ser condiciones iniciales o inputs independientes de cualquier proyecto arquitectónico. El lugar ha de ser considerado como el conjunto de condiciones particulares referentes al emplazamiento de cada proyecto arquitectónico. Estas variables independientes pueden y deben segmentarse metódicamente en subvariables independientes particulares para su comprensión.

Así, y apegándonos a la definición de lugar desde su origen, del latín logar; un lugar es un tiempo, una ocasión y una oportunidad.32 En la definición de uso común, la Real Academia define el término lugar como “principio general de que se saca la prueba para el argumento en un discurso”.33 De esta manera, un lugar es un tiempo, una ocasión y una oportunidad que dan origen a un argumento que valida el discurso de la arquitectura. Deductivamente, un lugar hace referencia a cuatro variables independientes que determinan y argumentan la pertinencia física y conceptual de un proyecto arquitectónico:

31 Casals, Albert, Seminario “Pedagogía y didáctica”, óp. cit.

32 Diccionario de la Lengua Española [online], disponible en: http:// www.rae.es/, recuperado: mayo de 2010). 33 Ídem.

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·

La determinante clima: que alude a las condiciones ambientales del lugar de emplazamiento, establecida por la posición geográfica del artefacto arquitectónico a proyectar, que varía incluso dentro de una misma ciudad dependiendo de las características del sitio a intervenir: viento, sol, lluvia, temperatura, humedad, nivel freático, etcétera.

·

La determinante industrial: disponibilidad local de materiales, procesos constructivos y mano de obra especializada.

·

La determinante solar: proporciones del lugar a intervenir y condiciones geométricas del emplazamiento. Se relaciona directamente con los tipos arquitectónicos y las dinámicas urbanas y económicas de consolidación de ciudad). Dentro de la determinante solar encontramos, igualmente, una topografía particular.

·

La determinante ciudad: las relaciones sistemáticas existentes entre ciudad y edificio, o urbanismo y arquitectura; la articulación con los sistemas estructurantes de la ciudad; accesos vehiculares, peatonales; relaciones inmediatas, la edificabilidad, retrocesos y aislamientos, etcétera.

Esta idea de distinción entre funciones y criterios se basa en la evidente variabilidad de conceptos y determinantes en el hecho construido y las partes que lo componen. Por ejemplo, una vivienda unifamiliar no necesita del mismo grado de flexibilidad que una edificación de oficinas, dado que esta última debería permitir la modificación de este uso a diferentes funciones en el tiempo. Por esta razón, la variable función debe ser comprendida desde tres criterios generales en relación con los usos (fig. 4): ·

Flexibilidad. Se la interpreta como la susceptibilidad a cambios o variaciones según las circunstancias o necesidades36 y se encuentra dada en función de la configuración del sistema estructural, los sistemas de cerramiento fácilmente removibles, los sistemas mecánicos que permitan la adecuación de nuevos puntos o inserción de nuevas redes de servicio según se requieran, así como los acabados, que permitan su fácil actualización a través del tiempo. Para esto, se necesitan tipos de relaciones entre componentes que faciliten la variabilidad de partes sin afectar el todo (Rush, 1991), es decir, la flexibilidad está en función de la forma de integrar componentes y sistemas en una edificación.

·

Durabilidad. El concepto de durabilidad se relaciona con la esperanza de vida útil de las edificaciones al servicio de los usuarios. No se puede dejar de analizar el costo de durabilidad, ya que se puede asociar a un concepto de ahorro a largo plazo, dado que se relaciona con la combinación de todos los componentes que nos permita satisfacer las condiciones de servicio durante la vida útil de la estructura.37 De esta manera, la durabilidad está en función del

La variable independiente función La variable independiente función se refiere a tres conceptos puntuales: 1) la pertinencia de las edificaciones en términos de su desempeño espacial y flexible en el período para el que se proyecten,34 2) las consideraciones de durabilidad en cuanto a la vida útil de la edificación proyectada,35 y 3) el uso, comprendido como la forma general o tipología funcional de sistemas espaciales que se proponen como condiciones particulares e iniciales a cada utilización edificatoria.

Figura 4. Criterios determinantes de la función en la arquitectura con relación a usos particulares.

34 Rush, The Building System Integration Handbook, 237-240. 35 Ídem.

36 Diccionario de la Lengua Española [online], “Flexibilidad”, disponible en: http://www.rae.es/, recuperado: junio de 2010. 37 Vuotto, “Durabilidad del hormigón estructural”, en: http://www.cai. org.ar/.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 187 ]


conjunto de componentes de la arquitectura y la construcción, los cuales demandan ciertos tipos de relaciones unificadas que permitan un fácil mantenimiento y evitar mecanismos complejos que tiendan a fallar periódicamente. Si la vida útil que se espera de una edificación es baja, los tipos de relaciones deben ser más complejas y fácilmente removibles, facultando su fácil montaje y desmonte. ·

Forma funcional (o tipología formal): pertinencia del esquema formal entendido como la organización tipológica de los espacios interiores con relación al exterior. La pertinencia de la forma funcional de una tipología de edificio de galería no corresponde a usos como el de una iglesia, que demanda ciertos tipos de organizaciones formales y tipológicas: concéntricas, de nave, entre otros. Si comparamos iglesias góticas con iglesias clásicas, observaremos una forma funcional similar a pesar del diacronismo de las obras. La forma es independiente de los sistemas arquitectónicos que más adelante se proponen, y determinan la pertinencia de relaciones climatológicas y ambientales de iluminación natural, ventilación, visuales, entre otras.

Las variables de control. Los mecanismos de diseño Las variables de control se refieren al dominio ejercido sobre variables dependientes e independientes que son duplicadas para observar el efecto de la variación de éstas, y para su comprensión. En otras palabras, son métodos que permiten confiar en la lógica experimental para concluir inferencias causales.38 De manera general, podríamos decir que las variables de control son todas aquellas experimentaciones que permiten predecir el efecto de una decisión sobre el objeto estudiado. De esta manera, existe correspondencia en la arquitectura desde el procedimiento de diseño y construcción de una edificación con el tipo de controles a los que aquí nos referimos. Si se busca controlar la variable estructura se procede a la consecución de modelos, pruebas y cálculos de dimensionamiento, o pruebas de concreto, siendo la variable más normatizada en la industria de la

38 Bennett, “Lost in the Translation”, en: http://www.ciaonet.org/wps/ bea01/.

construcción por su impacto en la seguridad de la vida del usuario, y dado que “la estructura y el proyecto tradicionalmente se han presentando como un ideal de unidad conceptual del proyecto arquitectónico inherente a la buena arquitectura”.39 Sin embargo, existen otros tipos de pruebas de variables de control que encuentran mecanismos40 diferentes para tal fin. Si se busca controlar el efecto de cierto tipo de cerramientos en una forma funcional propuesta, se recurre dentro del proceso de diseño a la comprobación de las decisiones técnicas con varios mecanismos: pruebas de Heliodón para el control de la incidencia solar directa, pruebas lumínicas de medición para niveles adecuados en cada uso o función, entre otros. Existen también aquellos controles que ya han sido tipificados en tablas, como por ejemplo, el coeficiente de transmisión térmica de los materiales del cerramiento de fachada, entre varios. Igualmente, podríamos decir que la elaboración misma de modelos o maquetas de cualquier escala y los dibujos planimétricos permiten controlar las variables del proyecto. En general, los mecanismos de diseño deben ser entendidos como el control de variables tanto principales como secundarias, que establecerán el entendimiento del lugar y el funcionamiento integral de la edificación proyectada con relación a sus funciones objetivo.

Las variables dependientes o secundarias Design is not making Beauty; Beauty emerges from selection, affinities, integration and love... Beauty will evolve. El Diseño no es hacer cosas bellas; la belleza emerge de la selección, afinidades, integración y el amor… la belleza emergerá. Louis Kahn41 Una variable dependiente se define como aquella característica que se trata de modificar mediante la manipulación de las variables independientes del sistema. En las variables dependientes, o consecutivas de la ecuación final, sus valores dependen de los que adquieran las principales, es decir, el lugar y la función, mediados por el control (mecanismos de 39 Sória, “El proyecto arquitectónico y las estructuras”, 6-8. 40 Casals, Albert, Seminario “Pedagogía y didáctica”, óp. cit. 41 Kahn, “Order Is”, 58-59.

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diseño para su entendimiento como maquetas y planos de análisis durante el proceso de optimización. La innovación sistémica, o relacional42 de componentes y de variables se presenta en el nivel más bajo del sistema general, es decir, en los sistemas arquitectónicos o constructivos, que son finalmente los que varían y determinan el resultado como respuesta a un proceso. En este orden de ideas, y al igual que en el arquetípico ecosistema y otros sistemas complejos, lo que importa son las relaciones más que los componentes, que al relacionarse (integrarse) definen el equilibrio y funcionamiento del todo, por lo que no existe una forma única de hacerlo dado que no existen dos lugares ni situaciones iguales. Por esto es posible decir que, al igual que un sistema complejo varía dependiendo del medio en el que se inscriba, la arquitectura es un sistema con infinitas ecuaciones que dependen directamente de valores de lugar y función. A continuación se abordan algunos ejemplos donde es perceptible una variación sistémica en la resolución técnica de relaciones de componentes físicos de una edificación, concebidos con relación a variables determinantes de lugar o función, donde las características constructivas son respuesta directa a valores cambiantes que estas variables de mayor escala adquieren.

El Centro George Pompidou Estas relaciones variables entre componentes físicos de una edificación pueden presentarse de infinitas formas, como por ejemplo, la concepción estética de las redes mecánicas presentes en el Centro George Pompidou, o Museo Nacional de Arte Moderno de París, diseñado en 1977 por Renzo Piano y Richard Rogers. Este edificio cuenta con relaciones innovadoras y sin precedentes para su época, donde se le otorgan valores estéticos a las redes mecánicas expuestas y entrelazadas en la estructura (fig. 5). En este punto es preciso mencionar que su resolución técnica y constructiva no es caprichosa, sino totalmente consecuente con una IO de soluciones adecuadas para el sistema propuesto. Al ser una instalación cultural que exige flexibilidad funcional, la solución de una exoestructura capaz de asumir en el tiempo integraciones entrelazadas de redes mecánicas cambiantes, es una solución oportuna, al mismo tiempo que logra resolver exigencias de velocidad constructiva, para lo que la refinada estructura en acero y cerramientos modulares es una respuesta consecuente con el entorno, el lugar y la función, donde la forma arquitectónica y la solución técnica han sido desde los setenta una panacea que se valida desde la lógica de la solución.

El templo de Hera Otro claro ejemplo que apela a la comprobación del diacronismo de la variación sistémica y de sus relaciones es el Templo de Hera, en Grecia (525 d. C.), donde la misma estructura de columnatas repetitivas conforma el cerramiento exterior y los muros portantes interiores antiguamente existentes conforman el espacio sagrado central. En ambos casos la estructura es el cerramiento de la edificación a la vez (fig. 6).

Figuras 5-8. Ejemplos de integración de sistemas en diferentes casos de la arquitectura, en respuesta a variables diferenciales de función y lugar.

El resultado formal de las variables independientes de la edificación es (al igual que el Centro Pompidou) el rizoma de los valores de las variables de mayor amplitud de lugar (contexto de la antigua

42 Slaughter, “Models of construction innovation”, 226-231, en: cedb. asce.org/cgi/WWWdisplay.cgi?9802310.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 189 ]


Grecia) y función (templo sagrado). El lugar particular ofrece posibilidades constructivas basadas en la construcción en piedra que determinan un tipo de estructura particular de columnatas repetitivas con dinteles de poca longitud y muros portantes. Paralelamente, la función de templo sagrado dedicado a la diosa griega de los nacimientos, define su configuración espacial, en la que los espacios centrales confinados entre muros portantes en piedra se cierran al público y sólo sacerdotes y deidades pueden acceder, mientras que las galerías perimetrales, conformadas por columnatas, se establecen como lugares públicos.

El Polideportivo de la Universidad de los Andes Como casos contemporáneos en un ámbito local donde son perceptibles rasgos de integración sistémica innovadoras desde el diseño, puede presentarse el caso del Edificio Polideportivo de la Universidad de los Andes, en Bogotá (2009), en el que la estructura de cerchas que sostiene la piscina elevada es habitable, es decir, está expuesta en forma de acabado final de la edificación y conformando cerramientos de circulaciones, estableciéndose la relación integracionista entre la estructura, los cerramientos y los acabados (fig. 7). El Polideportivo de la Universidad de los Andes, del arquitecto Felipe González-Pacheco, se emplaza en un lugar de altas pendientes donde se configura un esquema estructural de cerchas tridimensionales del cual cuelga la piscina del edificio. Por lo tanto, y ante la posibilidad industrial y tecnológica de consecución de estructuras horizontales en acero en el medio local, ésta es la respuesta más eficiente considerada por el proyectista para dar solución a la ubicación superior de la piscina, en tanto que la descomposición en vectores de tracción y comprensión puros frente a elementos a flexión, logra ahorrar cantidades de material y tiempo de ejecución. Asimismo, gracias a la configuración formal y estructural del elemento, se posibilita generar circulaciones internas.

Edificio Mario Laserna, de la Universidad de los Andes en Bogotá Por último, caben rescatar, como ejemplo ilustrativo, las integraciones espaciales de pasos coordinados entre estructura y redes mecánicas presentes en el Edificio Mario Laserna, de La Universidad de los Andes (fig. 6), diseñado por Javier Vera, Marco Aurelio Montes, Óscar Mesa y Gabriel Jaime Giraldo, que, pese a ser relaciones tradicionales en nuestro medio contemporáneo, se diferencian de formas diferenciales de integrar componentes, como puede ser el colgar redes de un entrepiso. En esta simple estrategia de coordinar pasos entre la estructura horizontal (fig. 8) se logra la conservación espacial y de material, mayores alturas y menor cantidad de material al permitir edificaciones más bajas donde la estructura y las redes no compiten por el espacio útil. Este edificio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes es una estructura de altas densidades en el programa arquitectónico exigido que durante la etapa de concurso se definía de forma general como un edificio en altura. Sin embargo, después del concurso, y al aplicar la normativa específica al proyecto ganador, la reducción de altura se hizo necesaria, y por ende estrategias de integración espacial de redes y estructura fueron demandadas para lograr mayor conservación espacial. La solución de integración típica de pasos coordinados por dentro del sistema horizontal de entrepiso es necesaria para lograr dar respuesta a funciones objetivo del programa arquitectónico, siendo consecuente con el sistema general. A manera de síntesis preliminar, la arquitectura sistémica no pretende innovar en cuanto a la invención de elementos, sino que parte del concepto de innovación por valores agregados que surge de la interacción de los mismos elementos existentes, reconociendo el no existir respuestas únicas, sino que la memoria dinámica43 y el proceso retributivo de conocimiento continuo a través de un proyecto que integra (transversalmente) disciplinas comple43 La memoria dinámica concibe el conocimiento como un proceso de adaptación y explicación de nuevos fenómenos partiendo de hechos conocidos; en otras palabras, el nuevo conocimiento se adquiere modificando o complementando una explicación existente. Heylighen, óp. cit., 45-47.

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mentarias del proceso de diseño44 se encargan de moldear las partes edificadas, que son finalmente las que cambian de valor hacia las relaciones más óptimas, en correspondencia con los valores de las variables más amplias, objetivos y determinantes.

Los sistemas arquitectónicos como variables dependientes Cimentación Estructura (E)

Estructura vertical Estructura horizontal Hidráulico suministro Hidráulico incendios Desagüe aguas negras

equilibrio de una edificación, otros subdividen los espacios y aíslan del exterior, otros más sirven dichos espacios, y finalmente se encuentran los que adecúan un edificio para su habitabilidad según las posibilidades técnicas existentes y el conocimiento técnico del proyectista (fig. 10). De esta forma, se propone una clasificación elemental de los sistemas dependientes de la arquitectura, relacionados con la estructura, los cerramientos, las redes o sistemas mecánicos, y los acabados. Estos sistemas han sido retomados de aquellos propuestos por Richard Rush45 y del repositorio de objetos de conocimiento de la construcción KOC,46 y se constituyen desde su definición funcional básica. ·

Sistema de estructura (E): es el encargado de transmitir las cargas vivas, muertas y horizontales, desde la cubierta hasta el estrato portante del suelo, y mantener en equilibrio una edificación. Dentro de este sistema se encuentra los subsistemas vertical, horizontal y de cimentaciones.47

·

Sistema de cerramiento (C): es el encargado de la subdivisión funcional interna y de protección de esos espacios contra los agentes ambientales externos, tales como ruido, luz, polución y temperatura. Se refiere básicamente al armado de muros, particiones y demás subsistemas encargados de aislar espacios; la fachada, la cubierta, el cerramiento interior y el cerramiento del contrapiso.

Desagüe aguas grises Desagüe / tratamiento aguas lluvias Suministro eléctrico Mecánico (M)

Ventilación Calefacción y refrigeración Voz y datos Transporte vertical Evacuación residuos sólidos Acondicionamiento acústico Suministro gas Sonido Fachada

Cerramiento (C)

Interior Cubierta Contrapiso Constitutivos a la vista

Habitable (H)

Recubrimientos Revestimientos Amoblamiento fijo

Figura 9. Los sistemas dependientes de la arquitectura como sistema general, y sus subsistemas particulares

De esta manera, existen en cualquier tipo de edificación grupos de elementos con funciones generales diferenciales. Algunos de ellos garantizan el

Figura 10. El conocimiento técnico de la arquitectura como conocimiento pertinente para integrar funciones de componentes.

44 Addis, Creativity and innovation. 6-7.

45 Rush, óp. cit., 10. 46 “Knowledge Objects of Construction (in development)”, Bogotá, Universidad de los Andes, Departamento de Arquitectura, Disponible en: http://157.253.201.47:8080/KOC/navegacion/listar.htm. 47 Lin, Conceptos y sistemas estructurales 163, 219, 453.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 191 ]


·

·

Sistema mecánico (M): comprende todos aquellos elementos y redes que prestan servicios a los usuarios de un edificio, así como los encargados del control ambiental activo dentro de las edificaciones. En este sistema general podemos encontrar los subsistemas de suministro eléctrico, hidráulico, desagües, ventilación, calefacción, refrigeración, gas, voz y datos. Además de estos, también existe el subsistema de transporte vertical, donde se encuentran elementos como ductos, escaleras, rampas, montacargas y ascensores, que garantizan el flujo vertical de redes y de personas en la edificación. Sistema habitable (H): se refiere a los elementos perceptibles visualmente en el exterior e interior de la edificación, es decir, todos aquellos que hacen parte de la estética visual de cada construcción terminada. Dentro de él encontramos el subsistema superficie, que se refiere a los acabados puntuales adheridos principalmente al sistema estructura y al sistema cerramiento, y el subsistema amoblamiento fijo, que contiene todos aquellos muebles fijos necesarios para el desarrollo de las actividades interiores.

De manera que el fin último de la integración es la consecución de un sistema sinérgico o unificado de todas las funciones sistémicas, el cual necesariamente debe ser específico para los tipos de funciones. Este sistema sinérgico ha de constituirse como balance óptimo en respuesta a funciones objetivo particulares, según las restricciones (formas de integración) y las variables determinantes de uso y lugar. De la teoría integracionista abordada de Richard Rush se establecen diferencias de relaciones, necesarias para establecer aquellas correspondientes a un proceso gradual de ellas. ·

Integración apoyada: refiere la relación más simple que puede tener un elemento de un sistema con otro del mismo sistema o un sistema diferencial, es decir, cuando están relacionados entre sí pero no existe un elemento conector entre éstos; un claro ejemplo se observa en ciertos tipos de cubiertas pesadas apoyadas sobre la estructura, en placas de contrapiso con relación al relleno de soporte, etcétera.

·

Integración fija y removible: aquellas de un segundo orden de especialización hacia la integración total; cuentan con un elemento conector o interfaz intermedio que hace posible la unión entre dos elementos diferenciales. Estas integraciones contienen la totalidad de uniones mecánicas y químicas existentes y por desarrollar, siendo un concepto inclusivo más no exclusivo de las nuevas posibilidades. Algunos ejemplos serían uniones con pernos, puntillas, etcétera.

·

Integración entrelazada: habla de dos elementos que ocupan el mismo espacio físico para desarrollar su función, venciendo el problema de la competición por el mismo espacio presente en sistemas estructural-mecánico, principalmente. Un ejemplo claro de ello sería un piso técnico donde los subsistemas mecánicos se “tejen” por dentro de la estructura, o la relación de un ducto con los componentes mecánicos. Emplea integraciones apoyadas, fijas o removibles para su consecución.

·

Integración unificada: es el tipo de integración más avanzada y a la vez más complicada de

Las restricciones (grados de relación/integración entre sistemas) La integración de sistemas, así como de subsistemas y elementos propios de éstos, encuentran un sinnúmero de formas de relacionarse o integrarse entre ellos (fig. 11). Estas formas pueden ser descritas como niveles de integración, que van desde integraciones simples sin interfaz, pasando por integraciones con elementos intermedios, que a su vez sueles ser las más comunes, producto de la tradición de disgregación sistémica modernista,48 y llegando a integraciones espaciales y totales de las partes.

Figura 11. Tipos de integración (relación) entre componentes independientes.

48 Montaner, óp. cit.

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percibir visualmente debido a que el mismo elemento cumple dos funciones diferenciales (la complejidad es difícilmente aprehendida visualmente). Esta integración es ideal en la integración de sistemas dado que busca la multifuncionalidad de cada elemento, simplificando una edificación, como por ejemplo, una columnabajante que se funden en un solo elemento. Las formas de integración (fig. 11) hablan de los grados de complejidad en el armado de una edificación, que a su vez tiene impactos en el consumo de energía y recursos necesarios para lograr el funcionamiento; mientras que una integración con interfaz demanda el diseño, la fabricación y la adecuación de tres elementos para lograr integrar dos, una integración unificada demanda sólo la concepción de un elemento funcional en uno o dos sistemas simultáneamente, significando ahorros sustanciales de consumo de recursos. Aunque sería posible

elaborar una matriz de tipos de integración técnica (elementos apoyados, articulados o empotrados), o de técnicas de fijación (mecánicas, químicas), estas clasificaciones no se referirían al valor sistémico dentro del sistema general arquitectura, sino a requerimientos estructurales y funcionales de los componentes y los sistemas. Por otro lado, y en la medida en que la complejidad es difícilmente aprehendida visualmente,49 los grafos como “herramienta para detectar las estructuras que subyacen un sistema”50 son una herramienta esencial para pensar en sistemas y retener fácilmente el conocimiento sistémico existente y por desarrollar. Por esta razón la arquitectura debe encontrar una forma de diagramación gráfica que así lo permita.

ECH

Estructura - Cerramiento - Habitable

En el modelo propuesto, aplicable para procesos de coordinación sistémica desde el inicio de un proyecto, se procede con la diagramación de los cuatro subsistemas estructurales de una edificación, con su ubicación espacialmente referenciada en el grafo. Se comienza con la estructura al ser el sistema más relevante de una edificación, dado que es el encargado de dar forma y sustento a una edificación. Posteriormente, a esta estructura diagramática se le agrega el desarrollo de los componentes propios de cada subsistema en relación con su posición dentro de la edificación. Por esta razón, la representación gráfica de los subsistemas y componentes se determina en una sección típica de un edificio como forma particular de integrar sistemas. De esta manera es posible reconocer relaciones puntuales entre sistemas concebidas en diferentes sectores de la construcción, las cuales pueden contar con una o más formas organizativas de los componentes. Los objetivos y razones para ser preciso recurrir a la diagramación de sistemas, son cuatro:

ECM

Estructura - Cerramiento - Mecánico

·

EHM

Estructura - Habitable - Mecánico

CHM

Cerramiento - Habitable - Mecánico

Las imágenes y planimetría no son suficientes para comprender la forma particular de integrar sistemas y sus valores dentro del conjunto general o sistema arquitectura.51

·

La diagramación permite la evaluación de la pertinencia proyectual de componentes y sistemas, en relación con las búsquedas y las necesidades de la arquitectura.

Código

Sistemas integrados en primer orden

E

Estructura

C

Cerramiento

H

Habitable

M

Mecánico

Integración de dos sistemas EC

Estructura - Cerramiento

EH

Estructura - Habitable

EM

Estructura - Mecánico

CH

Cerramiento - habitable

CM

Cerramiento Mecánico

HM

Habitable - Mecánico

Integración de tres sistemas

Integración de cuatro sistemas CHME

Cerramiento - Habitable - Mecánico - Estructura

Figura. 12. Posibilidades de integración sinérgica o unificada entre variables independientes.

49 Moe, Integrated Design in Contemporary Architecture, 5-9. 50 Senge, Escuelas que aprenden, 92. 51 Rush, óp. cit., 17.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 193 ]


·

Permite retener fácilmente la información y la generalización de formas particulares de edificar (integrar) después del análisis de una muestra significativa de casos de la arquitectura local o mundial.

Ejemplo de diagramación sistémica

Figura 13. Diagrama general del sistema estructural de una edificación. Subsistemas estructurales.

1. Teja sin traslapo calibre 24, galvanizada, con pendiente del 10%. 2. Correas de perfiles C Cold Rolled cada 30 cm. 3. Vigas longitudinales de madera aserrada de 18 x 8 cm. 4. Vigas transversales de madera aserrada de 18 x 8 cm. 5. Perfiles en acero sección T para colgar láminas de dry wall. 6. Láminas de cartón yeso. 7. Red eléctrica. Cableado entre PVC de 1”. 8. Bala ojo de buey incrustada en el cielo raso. Suministro eléctrico).

Figura 14. Diagramación de componentes en cubierta.

Del ejemplo (figs. 14 y 15) de un armado de cubierta en madera y cubierta liviana es posible hacer inferencias directas. Los componentes son altamente flexibles y permiten su actualización, en correspondencia con un uso de carácter temporal o “semitemporal”. Podríamos pensar en que se está diagramando un espacio de ventas, un campamento de obra, o una solución de vivienda. Los tipos de integración que se observan en la cubierta expresada en la figura 15 segregan sistemas removibles, siendo las balas de iluminación el único elemento integrado en primer orden, cambiando su código cromático en el grafo al ser un componente mecánico y de acabado interior a la vez. Los sistemas segregados en una parte estructural, otra de instalaciones y una más de acabados, determinan una conservación espacial deficiente en la medida en que la estructura del entrepiso ocupa un espacio diferencial al de las instalaciones y por ende demanda la inclusión de cielos raso que cierren a la vista las instalaciones que no se piensan como parte del espacio interior. Para corregir este efecto el grafo requiere la especialización técnica de la estructura, como por ejemplo, en cerchas bi o tridimensionales, o secciones con pasos coordinados para la integración espacial de los componentes. Estas soluciones son técnicamente posibles a medida que el conocimiento técnico de los proyectistas o su integración interdisciplinaria, permita avanzar hacia un sistema sinérgico. De esa forma se hace necesaria la movilización del conocimiento técnico hacia el conocimiento tecnológico, definido éste como el empleo de “técnicas (aplicadas y organizadas científicamente) que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento”52 en la optimización de FO.

Un ejemplo antisistémico

Figura 15. Detalle de cubierta diagramada.

El modelo gráfico y conceptual de la casa Dominó propuesto por Le Corbusier, pensada como un principio de composición ávido de reproducción cual célula tipológica de habitación, cayendo en el error de los modelos preconcebidos y “aplicables” masivamente que se niegan a entornos y valores de

52 Diccionario de la Lengua Española [online], “Tecnología”, disponible en: http://www.rae.es/, recuperado: mayo de 2010).

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variables independientes particulares, no recurre al pensamiento sistémico, dado que desde una perspectiva integral demandaría la proyección de otros sistemas para su funcionamiento mínimo como espacio habitable. El modelo establece un sistema estructural al que posteriormente se le añaden los demás sistemas a manera de sumatoria (figs. 14 a 16), articulándose en un ensamblaje mecánico. Por esa razón este modelo teórico es una muestra de la determinante disección de los sistemas arquitectónicos producto de la modernidad, que descartó sin mayores cuestionamientos la lección histórica de la integralidad de los componentes. De ahí que el resultado arquitectónico del modelo Dominó sería abundante en tipos de relación de segundo grado, es decir, uniones con interfaz como producto de la sumatoria lineal de componentes. Por lo tanto es posible decir que el desempeño en términos de funciones objetivo se ve resuelto sistemáticamente, siendo cada sistema óptimo si se analiza por separado, mas no si se hace desde su

Figura 17. Casa Dominó.

globalidad, dado que no existe un razonamiento integral alrededor del sistema general. Por dicho motivo, en la casa Dominó y su correspondencia con las formas contemporáneas de construir, no existe una IO como en este documento la definimos, en la medida en que no existen innovaciones relacionales desde restricciones avanzadas en la integración sistémica. La modernidad propone un punto de inflexión en la racionalización de sistemas desde el modelo científico tradicional, permitiendo desde allí en adelante la investigación sistémica. ·

Modelo original de casa Dominó, de Le Corbusier.

·

Inclusión de red mecánica de desagüe de aguas lluvias.

·

Inclusión de cerramientos interiores y de fachada; fachada cortina y mocheta alrededor de columna y bajante.

·

Inclusión de acabados arquitectónicos y amoblamiento fijo; ventanas, puertas y acabado exterior e interiores).

Figura 18. Complementación integral diagramática de sistemas y componentes necesarios para el funcionamiento mínimo como edificación total del modelo de la casa Dominó.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 195 ]


Conclusiones La práctica de la arquitectura puede ser comprendida desde el pensamiento complejo de sistemas. Para este efecto, pueden ser aplicados conceptos y modelos de investigaciones operativas al entendimiento del flujo de variables del sistema arquetípico arquitectura (fig. 19), con el fin de establecer un panorama global del problema y poder ser insertado en la pedagogía de la profesión, direccionando la investigación y los proyectos hacia búsquedas sensatas tanto funcionales y racionales, sin negar la voluntad de decisión humana determinada por el conocimiento particular de los investigadores/diseñadores. Entonces, el principal objetivo de la aplicación de la TGS a la práctica arquitectónica y a la pedagogía es el de lograr identificar y transmitir la complejidad implícita en la práctica de la arquitectura, adentrándose en el pensamiento complejo e integral donde cualquier decisión en cualquier etapa del proceso operativo tiene implicaciones en el funcionamiento integral de la edificación. En este modelo arquetípico los objetivos son las determinantes y parámetros de comprobación de innovación, en la medida en que posibilitan la proposición de soluciones técnicas inexploradas. Lo que un estudiante o proyectista debe aprender primero en la resolución de un proyecto es para qué proyecta (objetivos específicos), permitiéndole posteriormente adentrarse en el dónde, cuándo

y qué (lugar y función), y así finalmente lograr comprender y proponer soluciones técnicas de innovación relacional en la resolución de un edificio. Esta posición es totalmente contraria a aquella determinada por la fijación de diseño, en la cual las búsquedas centrales de forma determinan absurdos en la resolución de necesidades básicas. De esta manera, la arquitectura debe ser entendida como un sistema de proceso más que como un producto formal,53 que debe ser objetivamente abordado por cuanto lo que está en juego son necesidades de los usuarios, la comunidad o el ambiente, que demandan objetividad en la solución de sus problemáticas. Esta necesidad de objetivación de la práctica arquitectónica ya ha sido detectada por otros autores y ha derivado principalmente de las nuevas demandas de sostenibilidad exigidas en la resolución de una edificación.54 Sin embargo, una vez racionalizado el problema general, existe una serie de problemáticas presentes tanto en la práctica profesional como en la académica que impiden sacar el mayor provecho funcional de un sistema técnico hacia la consecución de un sistema sinérgico altamente eficiente: ·

La linealidad del proceso interdisciplinario de diseño, que impide la integración disciplinaria.

·

El especialismo disciplinar del arquitecto como diseñador formal, así como de las profesiones involucradas en el proceso de diseño.

Figura 19. Conclusión. Sistema arquetípico de la práctica arquitectónica desde el modelo de investigación operativa abordado).

53 Pallasmaa, Vivienda y sostenibilidad en España, 13. 54 Edwards, Guía básica de la sostenibilidad, 44.

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·

Al lograr retener los resultados integracionistas de procesos de diseño, la ausencia de un método de apoyo a la enseñanza que logre comunicar investigaciones operativas particulares, se hace necesario que un estudiante deba aprender no sólo el resultado, sino el proceso racional que éste implica.

De esta manera, los dos primeros problemas determinan un proceso de diseño contemporáneo típico, el cual comienza con un esquema formal que es pasado a diferentes “mesas de dibujo” para coordinar forzosamente la adición de sistemas estructurales y mecánicos. Por esta razón, la integralidad no es alcanzada desde lo que el pensamiento complejo supone, en la medida en que las partes de una edificación son proyectadas separadamente y no logran responder óptimamente a los problemas presentados refuerzan la tradición modernista de segregar sistemas indiscriminadamente. Para dar solución a estos dos primeros impedimentos, pensar en sistemas supone dos retos fundamentales para la educación de los nuevos profesionales: 1) enseñar la necesidad intrínseca de la profesión de integración transversal de las disciplinas relaciona-

das con la profesión en procesos de diseño paralelos, y 2) enseñar en temas relacionados a las demás profesiones afines que intervienen en el proceso de diseño, construcción y venta de una edificación, para permitir perfilar a los nuevos profesionales de la arquitectura como facilitadores expertos de un grupo de trabajo, o gerentes de un proceso complejo, permitiéndoles establecer en un proyecto estrategias de optimización y coordinación de sistemas per se. Cómo diseñar una estructura que conduce la totalidad de los fluidos de las redes mecánicas unificadamente sería sólo un ejemplo de las posibilidades de innovación y optimización que se abren desde esta perspectiva. Por esta razón, la invitación a los nuevos arquitectos es a la acumulación de conocimiento tanto técnico como conceptual de las disciplinas relacionadas con la arquitectura, negando tajantemente la posición del arquitecto como artista genio de obras escultóricas a gran escala y que sólo necesita saber de composición. En adición, la ausencia de un método de apoyo a la pedagogía que permita la transmisión de investigaciones operativas llevadas a cabo durante procesos de diseño particulares dificulta la inserción

Figura 20. Red de decisiones de IO del diseño de las oficinas corporativas de Telefónica. Arquitectos: Fernando de la Carrera y Alejandro Cavanzo, 2007. Esquema desarrollado en el caso de estudio de este edificio en la investigación “Casos de estudio como apoyo a la enseñanza de la arquitectura”.

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 197 ]


del pensamiento sistémico en la educación. En esta dirección, lo que un estudiante debe aprender no es sólo lo atinente a un edificio como resultado aislado, sino el proceso particular que a éste ha conducido como respuesta final a un problema global. En otras palabras, debe concretarse un método aplicado que logre transmitir dinámicas situacionistas de IO particulares, para lo cual el estudio de casos explicativos y los ciclos causales de decisiones55 son una posible solución para comunicar cómo se desenvuelve un sistema dinámico y complejo como lo es una edificación. De esta manera, si se logra superar la ausencia de método para graficar el proceso de un sistema dinámico de diseño de una edificación por medio del rastreo de las decisiones que se producen en la delineación de un caso ejemplar de arquitectura, es posible comunicar a los estudiantes cómo se desarrolla una investigación operativa particular. Así se lograría no sólo comunicar integraciones innovadoras en casos ejemplares por medio de los grafos sistémicos ya abordados, sino el cómo y por qué se producen integraciones sistémicas innovadoras. En resumen, la complejidad de la práctica del diseño arquitectónico puede ser comprendida desde nociones de sistemas complejos e investigación operativa, permitiendo establecer un sistema arquetípico dentro del cual cualquier práctica se inscribe. Para este efecto, el de concebir la práctica de la arquitectura como un proceso lógico de respuesta a objetivos y necesidades particulares, existen dificultades presentes en la práctica contemporánea que así lo impiden, tales como la linealidad del proceso de diseño o el especialismo disciplinar. Para superar los dos problemas es necesario reevaluar el paradigma gerencial tradicional del proceso de diseño de un edificio, y reconocer que la práctica arquitectónica no es aislada de otras disciplinas complementarias, también debe involucrar transversalmente a todos los actores de diseño, y el arquitecto aislado y sin conocimiento técnico en estas disciplinas que gerencia está sentenciado a tipificar respuestas técnicas.

Por otro lado, y una vez racionalizado el sistema general arquitectura, la ausencia de métodos aplicados que logren comunicar la complejidad de un proceso lógico y racional de diseño es un problema que impide la aplicación de la teoría sistémica en la pedagogía de la arquitectura. Ante ello, los diagramas de secuencias causalísticas generadoras de proyectos y los diagramas sistémicos, son la respuesta para retener y transmitir conocimiento en disciplinas de alta complejidad.

Bibliografía Addis, Bill, Creativity and Innovation. The structural engineer’s contribution to design. Oxford: Architectural Press, 1964. Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica. Normas colombianas de diseño y construcción Sismorresistente, NSR 10, Decreto 926 de 2010, Bogotá: Ministerio de Desarrollo Económico, 2010. Atocha, Aliseda, “Teoría de argumentos”, UNAM, Instituto de Investigaciones Filosóficas. Disponible en: http://minerva.filosoficas.unam.mx/~Tdl/051/0331Aliseda.ppt 11, recuperado: julio de 2005. Bennett, Andrew, “Lost in the Translation: Big (N) Misinterpretations of Case Study Research”, 38th Annual Convention of the International Studies Association, 1997. Disponible en: http://www.ciaonet. org/wps/bea01/. Casals, Albert, “Pedagogy and didactics in Architecture Seminar”, Bogotá, Universidad de los Andes, 2009. Clothier, Ian, “Non linearity and Integrated Systems”, en Leonardo, vol. 41, núm. 1. Concejo Distrital de Bogotá, Código de Construcción para Santa Fe de Bogotá, Bogotá, Concejo Distrital, 1995. Edwards, Brian, Guía básica de la sostenibilidad. Barcelona: Gustavo Gili, 2008.

55 Kruschwitz, óp. cit., 272.

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La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica. Camilo Villate, Brando Tamayo   [ 199 ]


dearq04

SOSTENIBILIDAD Y MEDIO AMBIENTE Apuntes sobre La arquitectura de la construcción ecológica / Georg W. Reinberg Arquitectura y construcción sostenibles: conceptos, problemas y estrategias / Domingo Acosta Le Corbusier Biólogo / Silvia Bodei Ibiza, la isla de las dos caras / María Antonia Caicedo Viajes de Roda Monte / Amadeo Cardona Trabajos de estudiantes 1 / Hernando Barragán, Felipe Mesa Trabajos de estudiantes 2 / Daniel Bermúdez, Rafael Villazón Trabajos de estudiantes 3 / Carlos Campuzano El desarrollo de la edificación en concreto armado en Colombia: el caso de los pioneros Doménico Parma y Guillermo González Zuleta / Hernando Vargas Proyectos La belleza es la alegría / Mauricio Pinilla Guardería infantil en la calle Schukowitz / Georg W. Reinberg Viviendas en Purkersdorf / Georg W. Reinberg Edificio Jardín Hospedero y Nectárifero para Mariposas de Cali / Diego Barajas, Camilo García Caja de Valores de Buenos Aires / Mederico Faivre Dossier de investigación Impacto del sistema de transporte en los niveles de contaminación percibidos por los usuarios del espacio público / Eduardo Behrentz Proyectos de espacio público: Reciclaje de espacio público mediante la optimización de la sección vial en las calles de Bogotá / Álvaro Rodríguez-Valencia, Pablo Posada Arquitectura, diseño y computación / Daniel Cardoso, Remel Capdevila Apuntes sobre el urbanismo en Brasil colonial / Luisa Durán Rocca La Simbiosis Industrial en Kalundborg, Dinamarca / Andrés Pinzón Latorre

dearq05

LA FORMA DEL PROYECTO: ENSEÑAR Y APRENDER A PROYECTAR Por una enseñanza de la arquitectura más artesanal y menos artística / Pablo Gamboa Hablar de un edificio es hablar de arquitectura / Daniel Bermúdez, Rafael Villazón ¿Cómo concebir un proyecto arquitectónico? / Juan Pablo Aschner Los paradigmas indiciarios del análisis urbano / Camilo Salazar La enseñanza del proyecto en arquitectura / Philip Weiss Creación y método / María Cristina Vélez Proyectos Teoría y Práctica / Rafael Méndez La Torre Estocástica: prototipo de vivienda / Nicolás Villegas Torre Ecosocial en La Perseverancia / Antonio Yemail Casa - taller Nativa. Barichara, Santander / Camilo Holguín Estudio Chow. Villa de Leyva, Boyacá / Manuel Villa Parque de la Vida - 100% de parque. Medellín, Antioquia / Felipe Mesa, Federico Mesa Estadio Nemesio Camacho “El Campín”. Bogotá, Colombia / Manuel Villa + Paisajes Emergentes Dossier de investigación Œuvre complète: el libro abierto / Víctor Hugo Velázquez Impacto de “El Bogotazo” en las actividades residenciales y los servicios de alto rango en el centro histórico de Bogotá. Estudio de caso / Amparo de Urbina, Fabio Zambrano TIC’s y los procesos de enseñanza-aprendizaje en arquitectura / Diego A. Velandia El taller de proyectos de arquitectura: ¿ambiente de aprendizaje innovador? / Rafael Villazón, Camilo Villate, Germán Bravo


CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

dearq considera para publicación trabajos originales e inéditos. La estructura editorial está dividida en tres secciones:

permanente. En esta sección se publican artículos producto de investigación.

Las tipologías de artículos de investigación publicables están descritas en la página web de la revista en la sección de indicaciones para autores.

Proceso editorial Todos los artículos serán evaluados por el comité editorial de

dearq, que dará

su concepto sobre la pertinencia del tema, y –en caso de ser seleccionado– por un árbitro externo anónimo que dará su concepto sobre la calidad académica del artículo. Los proyectos serán evaluados por director y editor(es) de la revista. La decisión final sobre la aceptación de artículos y proyectos será tomada por el director. Una vez aceptado y corregido según las sugerencias del comité editorial, árbitro externo o editor(es), el artículo o proyecto pasará por una corrección de estilo y será diagramado. El autor, después de haber aprobado la maquetación de su artículo, firmará una autorización que permite a la Universidad de los Andes publicar el material en cualquier medio y distribuirlo, mientras que el autor conservará sus derechos. Normas de publicación El material deberá redactarse según las normas de publicación que se encuentran disponibles en la página web de la revista. El envío de artículos y proyectos se realiza a través de la misma página web (sección “Someter un artículo”).

http://dearq.uniandes.edu.co Próximos números:

dearq 07: El espacio doméstico Editores invitados: Marc Jané (Universidad de los Andes), Philip Weiss (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 2 de agosto de 2010

dearq 08: El medio como fin. Experimentación en diseño y arquitectura Editoras invitadas: Samira Kadamani (Universidad de los Andes), María Clara Salive (Universidad de los Andes) Cierre de convocatoria: 7 de febrero de 2011

Clemencia Escallón, Stefano Anzellini Editores invitados Las preguntas por la calidad de la vivienda: ¿quién las hace?, ¿quién las responde? Clemencia Escallón, Diana Rodríguez

Percepciones de los nuevos espacios urbanos en Buenos Aires. Un análisis del Plan Federal de Viviendas desde la perspectiva de los receptores María Cristina Cravino

Calidad de hábitat y responsabilidad profesional. Conformación y gestiones de la Comisión Calidad de Hábitat de la Sociedad Colombiana de Arquitectos María Carrizosa Bermúdez

Transferencia y capacitación en tecnologías. Un material posible para las viviendas con motivo de las emergencias en Haití-2010

Un código urgente para la arquitectura y la vivienda en Bogotá Stefano Anzellini Fajardo

Proyectos Miranda Apartamentos Bogotá, Colombia Juan Diego Pinzón Sarmiento, Gloria Serna Meza

Carlos González Lobo, María Eugenia Hurtado Azpeitia

São Paulo, Brasil Anália Amorim, Rubén Otero, Ciro Pirondi

Tenencia segura, servicios y hábitat. Experiencias asiáticas

Dossier de investigación

Liliana Marulanda Montes, Florian Steinberg

Asentamientos precarios. Una aproximación para su mejoramiento integral y prevención Erik Vergel Tovar

Reflexiones para proyectar viviendas del siglo XXI Josep María Montaner, Zaida Muxí Martínez

La habitabilidad de la arquitectura. El caso de la vivienda Jaime López de Asiaín

Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani

Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Rafael Villazón

Director Departamento de Arquitectura

Maarten Goossens Director

06

Patrimonio industrial en Brasil Ângelo Braghirolli

Comportamiento estructural de chimeneas de concreto reforzado: el caso de la chimenea de Termotasajero S. A. Nicolás Parra García, Harold Alberto Muñoz

La práctica de la arquitectura como racionalización sistémica Camilo Villate, Brando Tamayo

María Antonia Caicedo Editora

Stefano Anzellini Clemencia Escallón Editores invitados

Isabel Arteaga

Juan Pablo Aschner

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Beatriz García

Comité editorial

dearq es un espacio académico abierto a la investigación, la opinión y la crítica sobre la arquitectura y la ciudad. Está dirigida a los profesionales, estudiantes y demás interesados en la ciudad, la arquitectura y sus áreas afines. dearq cuenta con una línea editorial independiente, participativa y abierta al debate público. Procura, a través de la investigación y la opinión, plantear ideas innovadoras y críticas. Por lo anterior, dearq propone una estructura de contenidos abierta a diversos temas de interés en torno a la ciudad y la arquitectura a la vez que recopila avances y resultados en proyectos de investigación.

Camilo Salazar

Indexaciones:

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia

María Cecilia O’Byrne

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Camilo Pinilla

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Patricia Schnitter

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CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes

Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia

Rafael Villazón

Pueblo cultural indígena de Sewiaja

Paraisópolis. Plan de Desarrollo Urbano 2010-2025

Julio de 2010

Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Colombia

Municipio de San Marcos, Sucre, Colombia Manuela Eble, Martin Ospina, Luis Hernán Sáenz, Maria Juliana Sorzano Cuenca del río Palomino, La Guajira, Colombia Juana Londoño Niño

dearq 06: CALIDAD DEL HÁBITAT URBANO Carlos Angulo

De la ciénaga al jardín: Proyecto de vivienda para La Mojana

Revista de Arquitectura / Journal of Architecture. Universidad de los Andes

3. Dossier de investigación (extensión: máximo 5000 palabras). Convocatoria

La arquitectura para habitar

9 772011 318009

ca central del número.

Calidad del hábitat urbano

ISSN 2011-3188 Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes http://arquitectura.uniandes.edu.co

2. Proyectos (extensión: entre 800 y 2000 palabras). Convocatoria según temáti-

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central del número.

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1. Artículos (extensión: máximo 4000 palabras). Convocatoria según temática

N.o 6. Julio de 2010.

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Revista de Arquitectura / Journal of Architecture Universidad de los Andes. Colombia. Julio de 2010. ISSN 2011-3188

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dearq está actualmente incluida en los siguientes directorios y servicios de indexación y resumen:

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Art Index / Art Abstracts / Art Full Text (WilsonWeb, Estados Unidos)

Jorge Francisco Liernur

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Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires, Argentina

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e-Revistas (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España)

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Socolar (CEPIEC, China)

Margarita González Ricardo Castro Comité científico

Adriana Páramo, Camila Afanador y Luisa Bernal Taller de Medios - Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de los Andes Diseño y diagramación

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Juan Antonio Monsalve

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Oscar Prieto Leyla Yunis

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Universidad de los Andes Departamento de Arquitectura Carrera 1 a núm. 18A-70, bloque K, piso 2 Tel. +(571)332 4511 - 339 4949, ext. 2485 Bogotá – Colombia http://dearq.uniandes.edu.co dearq@uniandes.edu.co ISSN 2011-3188 $20.000 pesos (Colombia) Ediciones Uniandes

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Laura Alcalá Pallini Humberto Amorim Varum Olga Ceballos Julio Dávila Luis Fique Lorenzo Fonseca Ramón Graus Ernesto Lleras Luis Valenzuela Agradecimientos

Oscar Prieto Leyla Yunis

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