7 2. El gerente de EPM y su pasado político
Fotografía: Twitter: @QuinteroCalle
Aunque su nombre sonaba días antes del anuncio oficial, la designación de Álvaro Guillermo Rendón como gerente de EPM fue una sorpresa. Durante su campaña, el alcalde Quintero habló de alguien con un alto perfil e incluso, en noviembre de 2019, después de ser elegido, le dijo a El Colombiano que era necesario pensar de una vez “un modelo que le dé estabilidad a la gerencia y a la junta en el tiempo […] eso incluso implica que yo mismo renuncie a la escogencia de la gerencia”. Sin embargo, el primero de enero, junto a los nombres de su gabinete, anunció a Rendón, un político de origen conservador, alcalde de Itagüí en 1986, auditor general de la nación durante el gobierno de Andrés Pastrana y candidato a la Gobernación de Antioquia en 2003 con el aval del partido Convergencia Ciudadana. Ocupó el penúltimo lugar de esa elección con poco más de 16.000 votos. Parte de su vida política la ha hecho de la mano de la familia Valencia Cossio, un asunto no menor si se tiene en cuenta que, de la anterior conformación de la junta directiva de la Sociedad Hidroituango, el único sobreviviente es el también exgerente de EPM, Ramiro Valencia Cossio, de quien, además, fuentes directivas de EPM destacan la influencia que conserva entre los empleados de la empresa.
A propósito de Hidroituango, el nombramiento
2. de Álvaro Guillermo Rendón como gerente de EPM
nos puso a muchos a buscar su nombre en Google. Usted había hablado de un perfil técnico y de muy alto nivel. ¿Cómo llegó a ese nombre y cuál es el panorama del proyecto? Quería que fuera alguien en quien yo pudiera confiar y tuviera la capacidad de cuidar la empresa para mantener cada peso bien cuidado. Una persona que fue auditora me da esa garantía. Después del empalme me quedó claro que hoy la mayoría de los retos que tiene EPM son jurídicos, mucho más de lo que la gente cree y entiende. Están mal llevados los procesos jurídicos que tenemos con las aseguradoras y con las demandas que amenazan su futuro. ¿Cuáles? No menciono temas puntuales porque algunos tienen grado de confidencialidad, pero hay asuntos jurídicos muy serios.
Volviendo al empalme, ¿encontró autocrítica de parte de la administración anterior? En el proceso de empalme procuramos no llegar como fiscalizadores. Creo que logramos un nivel de 3. confianza para que los secretarios nos dijeran: “Vea, nosotros hicimos bien esto, en esto no nos fue tan bien, esto no nos funcionó”. Ahora bien, tenemos una ciudad con muchos retos, y lo que sí hay que decir es que una cosa es lo que los secretarios y secretarias dijeron y otra lo que presentaron. Es decir, ¿encontraron algo distinto a lo que les presentaron en el empalme? La foto que se presentó no solo era lo que quería mostrar la administración, sino lo que la sociedad quiere ver. Es algo más profundo. Creo que es vital reflejar de mejor forma los retos que tenemos para que logremos resolverlos. Cuando uno mira el poder de una alcaldía en función de su presupuesto y de los actores que la componen, la primera confesión que debería hacer cualquier alcalde es que no tiene la capacidad de transformar una sociedad, que lo que puede hacer es liderar a esa sociedad para que se transforme a sí misma. Ya hablamos de las preocupaciones, ¿qué cree
4. El balance de Federico Gutiérrez
Federico Gutiérrez terminó su periodo con un 82 % de aprobación, según la última encuesta bimestral de Invamer, publicada a principios de diciembre de 2019. Además, según el balance que presentó su administración en su último informe de rendición de cuentas, el cumplimiento de su plan de desarrollo fue del 95 % Uno de los aspectos que destacó Gutiérrez en ese mismo balance es que la ciudad terminó con el nivel más alto de la última década en el Índice Multidimensional de Calidad de Vida. Sin embargo, otros aspectos muestran deudas en el cumplimiento de las metas de su administración. Por ejemplo, uno de los fracasos más notorios fue en materia de homicidios: la meta del plan de desarrollo era reducir la tasa de ese delito de 20 a 15 homicidios por cada cien mil habitantes. No solo no cumplió, sino que la ciudad terminó 2019 con una tasa de 23.18, es decir, ocho puntos por encima de la meta. En diciembre, La Silla Vacía publicó un análisis en el que verificó 20 metas del plan de desarrollo y encontró que cumplió nueve de ellas, mientras en las 11 restantes (incluyendo la de homicidios) no alcanzó los objetivos trazados.
5. Vélez y la seguridad
Desde que se conoció su designación como coordinador del empalme en temas de seguridad, se rumoraba que Juan Carlos Vélez ocuparía un lugar en el gobierno de Quintero como gerente de la Empresa de Seguridad Urbana (ESU) o como secretario de Seguridad. El rumor circuló en Twitter y la W Radio aseguró el 10 de diciembre que el cargo de Vélez sería la Gerencia de la ESU. Su llegada al empalme ocurrió días después de que Vélez manifestara por Twitter su apoyo a la propuesta del entonces alcalde electo de realizar una Asamblea Constituyente, como publicó La Silla Vacía el 6 de diciembre de 2019. Aunque los nombramientos nunca se hicieron efectivos, la idea generó malestar en sectores que esperaban de Quintero otra visión de la seguridad en la ciudad por las diferencias que manifestó en campaña con la política de seguridad de Federico Gutiérrez. Finalmente, en la Secretaría de Seguridad, Quintero designó al general (r) José Gerardo Acevedo y en la gerencia de la ESU a Diego Alexander González.
4. que hizo bien la pasada administración?
Hay que reconocer que se hicieron esfuerzos para que los niños no se salieran de la básica primaria. Entre tanto, nos encontramos que la tasa de cobertura neta y bruta de educación básica y media decreció. Eso nos indica que el número de jóvenes que se graduaron bajó en relación porcentual en estos cuatro años. En temas de seguridad se dieron aumentos evidentes en términos de conflictividad. Sin embargo, si se compara con una década atrás, esta es una ciudad que hoy está mejor. ¿Incrementaron los niveles de homicidios en la ciudad? Sí, incrementaron, pero no al punto que teníamos hace ocho años. A propósito de la seguridad, le dieron mucho palo por la participación de Juan Carlos Vélez en ese empalme. Incluso nos contaron que al secretario saliente le molestó mucho una pregunta de Vélez sobre las cámaras que identifican placas. ¿Cómo llegó Juan Carlos Vélez al empalme? ¿Cómo fue esa dinámica de trabajo entre los dos equipos? Ese proceso en el que una administración le entrega a otra, que además no representa continuidad, no debe estar mediado por los intereses de las dos alcaldías sino de la sociedad. Yo llamé a mediar en ese proceso de transición a diversos actores de la ciudad y eso incluía gente que nos había acompañado y a mucha más gente que no nos había acompañado. Por eso hubo personas que estuvieron en orillas opuestas en el proceso electoral.
5.
Pero concretamente sobre Juan Carlos Vélez, parecía que iba a estar en el gobierno, ¿qué pasó? Casi nadie que estuvo en el comité de empalme entró al gobierno. Lo que quise fue convocar un comité de empalme que nos acompañara como un acto de servicio a la ciudad. Hacer parte de ese proceso es un honor para muchos porque les permite conectarse con un grupo de ciudadanos encaminados en el mismo sentido. Espero seguirlos consultando a todos durante el gobierno, aunque el que toma las decisiones soy yo. Siguiendo con el tema de seguridad, Medellín ha sido una ciudad que habla de buenos y malos muertos, es decir, nos duelen algunos asesinatos, pero parecemos celebrar otros. ¿Cuál va a ser el discurso de esta administración? Hay que cambiar la narrativa con la que se aborda el asunto. Debemos reconocer la integralidad que se necesita para abordar esas muertes: nadie nace malo, de alguna forma la sociedad y un contexto y unas desigualdades
3. El equipo de empalme
A principios de noviembre del año pasado, Daniel Quintero, entonces alcalde electo, anunció los nombres de las personas que liderarían su equipo de empalme. Dijo que se trataba de “académicos, empresarios y ciudadanos con criterio técnico y sentido social”.
EDUCACIÓN Y CULTURA
Jhon Jairo Arboleda: Rector de la Universidad de Antioquia. Juan Luis Mejía: Rector de la Universidad Eafit.
COMUNICACIONES Y REPRESENTACIÓN EN EL EXTERIOR
Mabel López: Periodista y abogada. Pasó de la gerencia de Teleantioquia a la de Telemedellín (ver recuadro 10).
MOVILIDAD, SOSTENIBILIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Carlos Cadena: Académico y activista. Fue nombrado por Quintero como secretario de Movilidad.
PLANEACIÓN Y HACIENDA
Oswaldo Gómez: Gerente de la cooperativa financiera Confiar.
DESARROLLO ECONÓMICO
Lina Vélez: Presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Medellín.
INCLUSIÓN SOCIAL, SALUD Y SEGURIDAD
Azucena Restrepo: Presidenta de Proantioquia. Marta Eugenia Arango: Coordinadora de la Alianza Medellín, ¿pa' dónde vamos?
EPM
Fernando Ojalvo: Se jubiló en 2017 luego de asumir posiciones directivas en el grupo Sura. Gonzalo Restrepo: Presidente de la junta directiva de la Fundación Éxito. Gabriel Jaime Rico: Empresario, excandidato a la Alcaldía y exgerente de Plaza Mayor. Por lo menos dos personas de su círculo cercano fueron nombradas en el gabinete de Quintero (ver recuadro 5). Alfredo Trespalacios: Consultor y docente universitario. Experto en asuntos energéticos. Walter Navarro: Ingeniero Civil y funcionario de EPM. Fue uno de los fundadores del Sindicato de Profesionales de Servicios Públicos Domiciliarios. César Amar: Gerente de la empresa de software Selecta Consulting Group.
DESPACHO DE LA PRIMERA DAMA
Mónica Sandoval: Directora ejecutiva de la Fundación Bien Humano.
DESPACHO DEL ALCALDE
Richard Serna: Es asesor en la Unidad de Trabajo Legislativo del senador liberal Iván Agudelo (amigo de Quintero y padrino de su primera hija). Además de esos nombres, en el primer círculo del empalme estuvo Diego Romero, quien antes coordinó las comunicaciones de la campaña y ahora asesora el despacho del alcalde; Esteban Restrepo, quien fue el director técnico del proceso, gerenció la campaña y fue nombrado secretario de Gobierno; y Santiago Bedoya, quien estuvo al frente de la dirección metodológica del empalme, en campaña tuvo a su cargo la construcción del programa de gobierno y también fue nombrado asesor del despacho del alcalde. En un segundo nivel del empalme participaron otras personas que no tuvieron tanta visibilidad por asumir posiciones relacionadas de manera específica con las secretarías de despacho. En ese nivel estuvo, por ejemplo, el excandidato a la Alcaldía Juan Carlos Vélez Uribe, quien estuvo al frente del empalme con la Secretaría de Seguridad (ver recuadro 5).
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia