AÑO 11•No.53•MEDELLÍN, JUNIO DE 2011•ISSN16572556•FACULTAD DE COMUNICACIONES•UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
2 En boga
Será inaugurada el diez de diciembre de 2011, Día Internacional de los Derechos Humanos.
Medellín, una casa de memorias Antes de terminar el año, Medellín tendrá una Casa de la Memoria. Construida en el Parque Bicentenario será un hogar abierto para las expresión del dolor que produce el conflicto armado, y para el estudio académico de una historia particular de nuestra región.
Julio César Londoño A. jcmtrl@gmail.com
L
a Casa de la Memoria que se inaugurará el 10 de diciembre de este año en Medellín pretende ser “un espacio para dignificar la condición de las víctimas. Siempre hemos hablado de los victimarios, hemos hecho acciones, programas, proyectos para tratar de hacer una resocialización, una reintegración de los victimarios a la sociedad, pero las víctimas nunca habían sido visibilizadas”, explica Juan Carlos Posada, arquitecto coordinador del Área de Memoria Histórica del Programa de Atención a Víctimas del Conflicto Armado. “Esta es una magnífica oportunidad para darles un espacio digno, donde tengan voz, donde tengan rostro, donde tengan un espacio de reflexión, de debate y, sobre todo, un espacio de construcción de opinión pública para que la sociedad en pleno entienda que la violencia es algo que se viene repitiendo, porque no todos hemos estado comprometidos con la salida del conflicto”, apunta. La voz de la ciudad La Corporación Región, que hace parte del comité asesor del proyecto, realizó una consulta ciudadana para identificar los intereses y las posiciones que existen alrededor del tema de la memoria y las violencias en la historia reciente de la ciudad. Las respuestas son insumos para la construcción de un relato cronológico sobre los conflictos en Medellín, que sustentará la exposición permanente de la Casa de la Memoria, labor que adelanta con el Museo de Antioquia. La consulta se realizó a grupos clasificados por territorio, lo que permitió una diferenciación por comunas y corregimientos; un criterio sectorial que recogía académicos, empresarios, funcionarios, organizaciones no gubernamentales y de víctimas; y una distinción de poblaciones para abarcar grupos minoritarios de mujeres, jóvenes, afrodescendientes y comunidad LGTB. Explica la antropóloga e investigadora de la Corporación Región, Luz Amparo Sánchez, que la consulta “trataba ser lo más amplia posible, no en términos cuantitativos, sino ubicar sectores diferenciados que pudieran decirnos desde su sentir y desde su noción del mundo y su experiencia, qué sentido tenía la Casa de la Memoria”.
Tendrá dos grandes salas de exposición divisibles, un centro de documentación con espacios para la consulta, talleres educativos, auditorio para 270 personas, galería infantil, sala de reflexión, restaurante y tienda.
No. 53 Junio de 2011
Se efectuaron 20 consultas con dos preguntas: ¿Qué sentido tiene la Casa de la Memoria? y ¿Qué memorias deben ser contadas? “Me llamaba mucho la atención que los académicos no se ponían en la posición de víctimas, pero sí como parte de la sociedad, y decían que la Casa de la Memoria tenía sentido si era un dispositivo para que esta sociedad sintiera vergüenza de lo que ha pasado, porque es un problema de la sociedad, que sirviera como un espejo al que necesariamente nos miremos, que tengamos que sentir, interrogar, que nos tengamos que implicar y decir por qué llegó a pasar todo este horror”, indicó Sánchez. El potencial político de la Memoria Aquello que nombramos ‘memoria colectiva’ no es más que la puesta en escena de distintas memorias ocultas o subyacentes: memorias individuales, memorias forjadas por grupos en función de su identidad, memorias hegemónicas u oficiales promovidas por quienes detentan el poder o por los medios de comunicación. Citando a Todorov, el profesor e investigador del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, Juan Carlos Vélez habla de ‘memorias literales’ y ‘memorias ejemplares’. Las primeras entendidas como “ejercicios autobiográficos que se quedan en sí mismos, que no salen del hecho”; las ejemplares, por el contrario, “permiten identificarse frente a hechos violentos o traumáticos, superarlos, mirarlos en perspectiva, en comparación con el otro”. Una memoria literal tiene el problema de que se queda en el pasado, mientras que “esa que al ser ejemplar, está planteando la posibilidad de construir un puente entre pasado y futuro”, cohesiona a la sociedad y permite su avance.
3 Uno de los retos a los que se enfrenta la Casa de la Memoria es identificar desde quienes contar la historia, sin caer en la petulancia del narrador omnisciente, ni el solipsismo de la primera persona. Según la investigadora de Corporación Región, Marta Inés Villa, se busca “dar prioridad a la voz de las víctimas, pero también somos consientes de que en esta ciudad hace falta un relato histórico que nos permita, como sociedad, juntar las piezas de hechos que hemos visto hace muchos años, pero que los vemos de manera aislada. Entonces no es solamente la voz de las víctimas, también hacemos uso de elementos que han producido académicos, periodistas y artistas, para atar unas piezas que nos permitan decir aquí qué fue lo que pasó y cuál es la relación de lo que pasó en los años cincuenta, con los años ochenta y con lo que pasa hoy”. En las consultas que realizó la Corporación Región con las víctimas y sus organizaciones, se hizo evidente la demanda por “un espacio de conversación, de la palabra”, explica Sánchez. “Ellas decían: quiero un lugar donde yo pueda contar qué pasó, que yo pueda dar la versión”, apunta la antropóloga y señala que “en este sentido, habría un espacio importante para el reconocimiento de la oralidad, y eso, en cierta forma, es una elaboración y una comprensión del sufrimiento”. Para la socióloga e investigadora del Instituto de Estudios Regionales, Elsa Blair Trujillo, en su artículo “Memoria y Narrativa: La puesta del dolor en la escena pública”, “la capacidad de reacción y potencial político” que contienen el dolor y el sufrimiento de las guerras, es un potencial ignorado por las ciencias sociales que han estado más centradas en el estudio “intrincado acerca de las guerras” que en el análisis del sufrimiento humano. Según Blair, ese “potencial político” del dolor humano se evidencia al abordar el tema de la memoria y su relación con la violencia La Casa de la Memoria estará ubicada en la zona centro oriental, de una sociedad. donde confluyen las comunas 8, 9 y 10. En el texto Estado y sociedad frente a las víctimas de la violencia, María Teresa Uribe de Hincapié dice que “sociedades como la colombiana, que han vivido situaciones de guerra y violencia endémica, también se enfrentan al dolor y al sufrimiento y Un periodo que aún está en definición es el que abarca desde el años 2003 hasta exigen, como cualquier individuo, la elaboración del duelo”. Un duelo social y coleca la actualidad. La investigadora Marta Villa explica que es difícil tomar distancia tivo que demanda además de desagravios económicos, reparaciones éticas, políticas de un periodo reciente, “una de las particularidades grandes de esta Casa de la Mey culturales. Un duelo que debe enfrentarse a través del rescate de “la palabra y la moria es que va a ser una casa de la memoria en medio del conflicto”. memoria histórica (…) que recupere para las gentes y los pueblos lo Y, por su parte, Amparo Sánchez complementa que “a diferencia de que los pactos jurídicos de ‘perdón y olvido’ pretenden borrar de la otros países, estamos haciendo memoria, pero igual asistimos al conhistoria del país”. Uno de los retos a flicto. Recuerdo una consulta en la que las personas nos empezaron En cuanto a la reparación, el arquitecto Juan Carlos Posada exlos que se enfrenta la a hablar de sus experiencias como víctimas, y hubo una persona que plica que la Casa de la Memoria se debe entender como un lugar lo había sufrido hacía ocho días. Entonces, realmente eso pone una “como un eslabón más en el proceso de salida del conflicto de nuestra Casa de la Memoria situación distinta, porque se junta el dolor, la rabia y la necesidad de sociedad. Aspira a convertirse en un referente, no solo simbólico, sino es identificar desde ser reconocido”. también de acciones concretas, de participación, de debate y reflexión, Este factor diferencial de la Casa de la Memoria de Medellín, seque permita a las diversas víctimas de nuestra sociedad hacer parte quienes contar la gún Juan Carlos Posada, debe ser potenciado, “nosotros vamos a consde la reintegración a las dinámicas sociales, urbanas, económicas y historia sin caer en truir memoria en medio del conflicto armado, en permanente diálogo políticas de nuestra comunidad”. con las víctimas y los diferentes grupos de la sociedad civil”, explica Para el sector académico, como lo explica la antropóloga Luz Amla petulancia del que no hay que entender a la Casa de la Memoria como a un museo paro Sánchez, el asunto es incluir a la parte de la sociedad que no se narrador omnisciente, histórico, sino como “a un museo en construcción, que aporta al proconsidera víctima de las violencias, “cómo asumir que yo, que no soy ceso de transformación de ciudad y al proceso de dignificación de las víctima, tengo una responsabilidad”, que la Casa de la Memoria sirva ni el solipsismo de la víctimas para que realmente cese el conflicto”. “para realizar una tarea ética frente al acostumbramiento que hemos tenido con los crímenes; que sea un espacio político, ético y ciudadano primera persona. de blindaje social, una especie de barrera que impida que se repitan los hechos de violencia en la ciudad”. * Imágenes: Cortesía Programa de Atención a Víctimas De las consultas que se realizaron por distinción de población, se propuso una mirada diferencial, porque según Sánchez, no se puede hablar “de violencia en singular sino de múltiples violencias por diferentes motivos. La manera en que piensa la memoria y la violencia la población LGTB es muy distinta a la de la población afro”. Según la investigadora de la Corporación Región, Marta Inés Villa, se dieron “muchas discusiones sobre el relato que queríamos contar, y si se podía contar o no un relato. Hay muchas propuestas museográficas que parten de que no hay un relato, sino que hay muchos relatos posibles. Nosotros también creemos eso, pero decimos que esta ciudad necesita, por lo menos, un referente. Dimos muchas vueltas, pero finalmente, con la investigación sobre lo que se había hecho en la ciudad, arriesgamos una cronología, una división por periodos”. El relato El relato histórico, en el que trabajan actualmente Región y el Museo de Antioquia, es una cronología de hechos que han marcado la historia reciente de la ciudad de Medellín. El núcleo central de este relato se ubica entre los años 1975 y 2003, comenzando por la aparición del fenómeno del narcotráfico, pasando por la llegada a la ciudad de paramilitares, guerrillas y las disputas por el control urbano, y cerrando con los procesos de desmovilización de los grupos paramilitares. Sin embargo, cuando se inició la investigación “nos encontramos que la gente da un lugar muy importante a La Violencia de los cincuenta”, explica Marta Villa, “así sea de un carácter muy distinto, pero que finalmente tiene una marca fundacional en la ciudad y en la manera como la gente interpreta qué es el conflicto de hoy”. Por esto, un porcentaje importante de la exposición se concentrará también en La Violencia, época en la que se “generaron unos fenómenos de inmigración, de ausencia de Estado, de carencia de mejoramiento a la calidad de vida, de acceso al empleo; que fue caldo de cultivo para que aparecieran posibilidades de dinero fácil, como el narcotráfico”, amplía Juan Carlos Posada.
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
4 Editorial
A solas contigo G
onzalo Arango, el muchacho que nació para cantarle a Medellín sus verdaMedellín: recibiste la herencia y la convertiste en hacienda según tu práctica de des, debería estar aquí, ahora. pecar y rezar. Tecleando frente a la pantalla, le diría a esta ciudad lo malvada que es. Contra el delito mayor se ha escrito en tus aceras, muros y ventanas de ciudad Tomaría por los cuernos a esta patria chiquita que asesina muchachos y sigue, camádulera: No matarás. impávida y orgullosa, en pos de la riqueza. Por plata -territorios, rutas y drogas- hay tormentas de balas como las de estos días. Se acercaría al corazón metálico de la chiEn este caso los paraguas no sirven de mumenea que sigue siendo esta ciudad para decirle cho. Y es conveniente cerrar las ventanas para no de los lamentos de las viudas jóvenes, de la miverte esa cara roja. Contra el delito mayor se ha escrito en tus aceras, muros y rada seca de los niños huérfanos. Es mejor así, para recordarte, Medellín, por Se plantaría en lo alto de los cerros y le dila singularidad de tus mañanas: las más bellas ventanas de ciudad camádulera: No matarás. ría con arrojo: “Me pones “¡manos arriba!” y que han amanecido en ciudad alguna, según Gonme requisas a ver si tengo puñales o armas asezalo Arango sinas, y me acorralas como a una rata...”. Lejos de Medellín pero muy adentro de su Y quizá, también gritaría: Me condenas sin escuchar el tono de mi voz porque no cuerpo, hay quienes miran “hacia lo alto y hacia el fondo, al alma y al cielo”, como lo sabes de poemas, solo te gusta la plata. hizo el Gonzalo Arango excluido por su pequeña Detroit. Que por la plata mata el perro, querríamos que escribiera el joven Gonzalo AranViven el exilio sin salir de casa mientras que afuera suenan los tiros y, a los lejos, go para que sonara a documento, a retrato. se oye el grito final. Pero Gonzalo Arango no vendrá, convengamos. Entonces es mejor no escribirlo De la intimidad de esos seres vegetales emerge el relato, el duelo y la denuncia porque si lo hacemos lo leerán como insulto. transformados en arte. Porque Medellín ya no es, como escribió el maestro, “feliz bajo la fresca noche Se les ve después en los muros. Gritan, sin siquiera oírse. de verano”. Los seres más sensibles resisten en una ciudad que, dijo el maestro, asesina el Ni su mayor pecado es la avaricia: “Medellín de corazón de oro y de pan amaralma de las flores. go”, como decía él. Ellos que están hechos de luna, nos mostrarán de nuevo la primavera. Aunque en ese pliegue está el origen del desangre. Hay que estar vivos para verla.
Opinión
El vocabulario de la impunidad
En este escenario se hace risible leer la Constitución Política de Colombia y encontrarse con artículos que procuran una justicia en capacidad de investigar, juzgar y condenar.
lismo, que declararon con osadía la guerra al narcotráfico y que invadieron de humor a una crítica ansiosa por un país más justo. Pero si hay algo cierto es que los magnicidios no son los únicos que reposan en la impunidad, sus casos se siguen porque fueron hombres destacados en el ámbito nacional; sin embargo ahora, y como ha sido siempre, en las calles colombianas se derraman nuevas gotas de sangre que figuran en los reportes de Medicina Legal como muertes “sin información” o con “autor desconocido”. La impunidad en Colombia es alarmante. El abogado especialista en derechos Javier Bergaño Arenas humanos, Álvaro Cardona (Dehuidela, 2001), sostiene que el porcentaje se acerca al 93%; para César Osorio, investigador en derecho (Revista IPC, 2007), el panorama javier_mdc@hotmail.com es más desalentador al ponderar la impunidad penal en un 99%. Este escenario hace risible leer la Constitución Política de Colombia y encontrarse con artículos que procuran una justicia en capacidad de investigar, juzgar y l siglo XX no fue un centenario honroso para la justicia colombiana, el país condenar, o como en el caso del Artículo 20 que “garantiza a toda persona la libertad vio partir a Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Álvaro Gómez Hurtade expresar y difundir su pensamiento y opinión”. do y Jaime Garzón, en medio de circunstancias que aún resultan confusas El derecho internacional ha creado esperanza entre quienes lo ven como una aly demuestran que el tiempo no todo lo cura. ternativa en el juicio de crímenes de lesa humanidad, sin embargo la responsabilidad Cada 9 de abril, 18 de agosto, 2 de noviembre y 13 de agosto, los periódicos sobre la impunidad penal que gobierna al país debe hallar solución en manos de un y los noticieros conmemoran los aniversarios póstumos de este grupo de hombres Estado que recuerde los compromisos propios del contrato social, que garantice los prestigiosos en el mundo político y periodístico; entre tanto, los autores intelectuales derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición. de sus crímenes se aproximan a la muerte o se acomodan en sus tumbas, sin haber Sobre la sociedad civil recae la responsabilidad de hacer más liviana la deshonra, recibido en vida más que simples señalamientos. al demostrar que las ideas pueden ser esquivas a las balas que han segado los cuerpos Que el asesino es Juan Roa Sierra, que fue Pablo Escobar o Santofimio Botero, de algunos de sus líderes. que la autoría es de Ernesto Samper o de Carlos Castaño… Posibles asesinos han Cuando este escenario se dé, en Colombia posiblemente dejará de cabalgar la sido nombrados por testigos a sueldo, sin embargo las versiones que responsabilizan impunidad; cesarán la destrucción del tejido social, la espiral de violencia y la justicia al Estado colombiano, en crímenes como los de Galán y Gómez Hurtado, parecen por mano propia. ganar fuerza con el paso de los días, y no sólo por la connivencia del Estado con los Los verbos disentir, expresar, criticar y luchar dejarían de estar asociados al fehechos, sino también porque en medio de tantas voces, la que aún permanece acallanómeno de la violencia, y letras como la “G”, agotada con los crímenes de Galán, da es la de la justicia colombiana. Gaitán, Gómez y Garzón, serían suficientes para evitar que la “C” de Fabricia CórComo si no bastara, las nuevas generaciones crecen sin conocer que en el pasado doba o las letras de tantos líderes asesinados, se empiecen a copar hasta configurar hubo hombres que lucharon contra la oligarquía, que propusieron un Nuevo Liberael vocabulario colombiano de la impunidad.
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Número 53 Junio de 2011
Comité De La Urbe Prensa Heiner Castañeda, Luis Carlos Hincapié,Patricia Nieto, Elvia Acevedo, Ramón Pineda, Raúl Osorio y Gonzalo Medina.
Arenas, Mauricio Hoyos, Juan David Ortiz, Daniela Gómez Saldarriaga, Paula Camila Osorio, Alejandra Sandoval Escudero, Daniela Ramírez Ozuna, Karen Flórez, Karol Rojas, John Ruiz, Fernando López, Javier Tabares.
Director Sistema De La Urbe Heiner Castañeda Bustamante.
Diseño Julieth Duque Hernández.
Director periódico De La Urbe Ramón Pineda.
FACULTAD DE COMUNICACIONES Ciudad Universitaria Calle 67 N° 53-108 Medellín - Colombia
Editora edición 53 Patricia Nieto. Coordinación Editorial Daniela Gómez Saldarriaga, Álex Esteban Martínez. Redacción Julio Cesar Londoño, Javier Bergaño
No. 53 Junio de 2011
Colaboración Raúl Osorio, Luis Alejandro Díaz, Javier Bergaño Arenas, Stiven Ríos, Natalia Botero, Programa de Atención a Víctimas, Ricardo Cruz, Juan Diego Restrepo, Alcaldía de La Ceja, Colectivo de Reporterismo Gráfico. Fotografía Daniela Ramírez Ozuna,Laura Rodríguez, José Miguel Vecino, Fernando López, John Grajales, Natalia Botero, Santiago Casafús.
Caricatura Pily. Ilustraciónes Fantoche, Altais. Portada Título del mural: Niño Quetzal. Autor: Stinkfish, 2010. Fotografía: Laura Rodríguez. Sistema Informativo De La Urbe Edificio de Extensión Calle 70 N° 52-72, oficina 708 Teléfonos: 2198943, 2198945 delau.prensa@gmail.com Impresión La Patria - Manizales.
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Rector Alberto Uribe Correa Decano Facultad de Comunicaciones Jaime Alberto Vélez Jefa Departamento de Comunicación Social Deisy Katherine García Franco Las opiniones expresadas por los autores no comprometen a la Universidad de Antioquia CIRCULACIÓN 10.000 EJEMPLARES
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Controlar o disfrutar
Tal parece que los policías del Escuadrón Móvil Antidisturbios piden servicio a domicilio en las porterías de la Universidad de Antioquia para comprar películas piratas ¿Acaso su tarea no es confiscarlas? Se han dado el lujo de ver la oferta cinematográfica o musical que un vendedor –un poco atrevido- les ha mostrado en la puerta de Ferrocarril de la Universidad. Debe ser que estar tanto tiempo en las puertas de la U esperando alguna novedad no debe ser nada entretenido y por ello los pobres se ven tentados a animarse con una peliculita de acción, de esas que tanto les gusta.
Opinión
Creación del periodismo Raúl Hernando Osorio Vargas. Coordinador Pregrado en Periodismo osoriova@gmail.com
“
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces, Dios dijo: Que haya luz. Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad y la llamó día, y a la oscuridad la llamó noche. De este modo se completó el primer día”.Este lead del Génesis está escrito en pirámide invertida. Con los conocidos verbos creó, dijo, separó, llamó. Podrían venir los más usados: expresó, anunció, denunció…Bueno, pero ¿Quién narra allí? ¿De quién es esa mirada? ¿Quién construye ese texto? Podemos afirmar que es un periodista o reportero, quien presenció la escena, o entrevistó a los testigos o “enviados”. Sabemos que en la religión cristiana los apóstoles (de la palabra griega π: “enviado”) fueron los hombres escogidos por Jesús, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, es decir a informar, narrar y argumentar. Por eso pueden ser considerados como los primeros “enviados especiales” y sus evangelios las primeras crónicas reporteriles. De acuerdo con la visión de mundo que se tenga, el debate para considerar si ese lead del Génesis es periodismo o ficción, sería infinito. Pero lo cierto, es que en ese texto hay un narrador, un cronista reportero. … Al principio la noticia fue oral. En su camino el ser humano creó el diseño, el ideograma, el alfabeto, la escritura, la prensa. Pero tuvo que pasar por los gestos, los tambores, las señales de humo y por los corredores que atravesaban grandes sendas. Los mensajes iban de boca en boca. Un hombre corría una distancia (de ahí proviene el nombre correo) hasta la posta siguiente y contaba, para su colega de oficio, los acontecimientos. Ellos fueron los reporteros pioneros, responsables por los primeros “reportajes” hablados. Los Chasquis del Perú recorrían 400 kilómetros en varias etapas, para transmitir mensajes por medio del Quipu. En México, los corredores (corresponsales) Paguanis llevaron a Moctezuma la noticia de la llegada de Hernán Cortés a Tabasco el 12 de marzo de 1519.
… Al principio la noticia fue oral. En su camino el ser humano creó el diseño, el ideograma, el alfabeto, la escritura, la prensa. Del “reportaje primitivo” a la profesionalización del periodismo han pasado muchas lunas y narraciones, pero también han pasado los tiempos en que teníamos que demostrar que una enseñanza periodística es indispensable. Superando la idea de que el periodista nace y se hace, solo en la práctica, y que el periodismo es un oficio. Si fuera un oficio debería estar instalado en el SENA, y no en la Universidad donde se consolidó desde 1690 cuando el erudito alemán Tobías Peucer presentó la primera tesis doctoral en periodismo. Todas las profesiones exigen vocación, habilidades y competencias. Hay personas que se destacan en la eminencia de su profesión y las que vegetan mediocremente. Son las diferencias entre los seres humanos, pero nunca se puede excluir una profesión de la universidad contemporánea. El periodismo como profesión y mediador de las democracias es fundamental, por eso el Estado colombiano debe sostener y promover en el país Escuelas de Periodismo con sus respectivas maestrías y doctorados, como lo hacen otras naciones donde esas Escuelas tienen una verdadera tradición y funcionan agregadas a Universidades y medios de comunicación. Nuestro país necesita un periodismo diferente donde los hechos no sean solo aquello que se vende (la noticia producto a venta), sino la comunicación que construye Nación.
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Pero mire como caló lo de la vagina y el pen… ¡falo!, en el Museo Universitario de la U de A. Con sólo tres semanas, la exposición ya alcanzó las 17.200 visitas. Como que eso de contar con más de 50 piezas para representar el pene y la vulva –no vagina– le dieron al Museo su sex appeal. Pero ¡ojo!, si va a asistir, evite mencionar las palabras pene, chimbo, verga, miembro, tomín, coso, cuca, vulva, panocha, pucha, pusa, polvera o pan; mejor sígale la cuerda a los curadores y diga ‘falo’ con elegancia y ‘vagina’ con tranquilidad porque así, dicen ellos, es más atrayente y tiene mejor sonoridad. ¡Ah!, y a la salida no olvide firmar y leer el cuadernito de comentarios, una incipiente crítica de otros visitantes. Entre las glosas podrá encontrar renuentes a la exposición como “esta exposición dejó al descubierto la parte morbosa del ser humano y no la parte informativa que se deseaba” y otras bastante simpáticas y contundentes como “excelente, hasta me dan ganas de morir virgen”.
De inundaciones a sequías
Tal parece que el marcador de los damnificados por el invierno se detiene en 469 muertos y 3,66 millones de afectados, mientras que los efectos por la ola de calor ya suman su primera víctima en Barranquilla. El clima nos hace una mala pasada y pocas veces se acierta con el paraguas o con la ropa ligera al punto de llevarnos a considerar la mezcla de chanclas y chaqueta ¿Será que así como hubo tantos inundados, se achicharrarán las casas? ¿Volverá de nuevo el agua a causar estragos? Lo mejor será empezar con las plegarias porque vamos a necesitar más que bloqueador, botellitas de agua y sombrilla para soportar el sol y, claro está, andar con la colección invierno-verano, porque en cualquier momento se puede largar a llover.
Palabras calientes Mauricio Hoyos maoh.mu@gmail.com
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e repente uno lee en la prensa nacional que un diario español publicó una larga entrevista con cierto abominable personaje de nuestro bestiario. En mi caso, quiero leer primero la entrevista de su fuente original, después percibo mejor el sesgo, la mirada bizcorneta de nuestra prensa. Y al finalizar siento que he leído un análisis sucinto, casi inédito, sobre nuestras preocupaciones más públicas, entre ellas la guerra; análisis hecho por uno de sus múltiples bandos: no precisamente el de los ganadores. Un diario nacional no publicaría una entrevista así de larga a semejante personaje, cuyas ideas son herméticas entre los colombianos, nadie las conoce aunque las intuya. El análisis que hace nuestro “monstruo” en cuestión no se difunde, como es natural, por la extensión de su alcance y su profundidad fangosa. Uno se ahoga en él, como se ahoga cualquier manifestante en los gases lacrimógenos. Es que el enemigo, hijo del diablo, no puede pensar. Y si piensa, no puede pensar sino “barbaridades”, como que haya “diálogos” o cosas así tan civilizadas entre las partes. Ese “terrorismo” es “pensacrimen”, que puede perturbar la imaginación del rebaño. Como en una caricatura de Garzón, algunos prefieren ver la realidad a través de una pantalla de resplandores coloridos. Y sostiene ese cuadro en sus manos mientras camina por un campo minado de calaveras. Y siempre es mejor evitar lo más posible hablar de calaveras. No es darle la razón al enemigo, sino permitirles entrar al mundo de las ideas, en cuyo portón hay casi siempre un gendarme. Un humano es un humano aunque porte un fusil. Eunucos los que tienen balas en la lengua y un proveedor cargado por pensamiento. Y se evidencia rápido la estrategia contra-informativa: echarle más agua sucia al enemigo, se habla de sus crímenes. No hay nada más propio en una guerra que cruzar panfletos entre las partes con invectivas. Que mire cómo vejan a las mujeres, por ejemplo, o como mueren los niños alcanzados por la metralla. Con el caso de las mujeres ocurre como con esa idea de que a un combatiente puede obligarle uno a portar una AK47. O quién ha intentado violar, maltratar, rebajar a una mujer que nunca descuelga el fusil.
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
6 Palabras propias
Extra Tiempo Como cosa rara, este hacedor de fútbol habla también con propiedad de literatura, filosofía y otras jugadas. Con nosotros, Jorge Valdano
Luis Alejandro Díaz Zuluaga *
Después de 27 años en el Real Madrid, el carismático Jorge Valdano dejó el club en el que fue futbolista, director técnico y director general. Tras un duro enfrentamiento con el actual técnico José Mouriño, la balanza se inclinó en contra de un hombre reconocido por su interés refinado en todas las artes. A un mensaje enviado por De La Urbe una vez se conoció su salida del club blanco respondió con serenidad: no fue una buena experiencia, eso quiere decir que aprendí mucho.
Usted ha dicho que tanto la literatura como el fútbol son un juego. ¿A qué se refiere? A que el fútbol es una ficción, como todo juego, algo que está afuera de la realidad. La literatura, y sobre todo la novela, es otra ficción. Entonces, yo interpreto que son dos juegos y me parece que hay algo de redundante en escribir sobre fútbol. De todas maneras, dicho esto, en el fútbol hay un territorio emotivo y es un error creer que no se puede alcanzar la emoción desde la reflexión. Durante mucho tiempo, literatura y fútbol fueron dos universos casi refractarios y han empezado a aproximarse. Parece una idea moderna pero, en realidad, es tan antigua como la cultura griega donde se hablaba de la armonía entre cuerpo y mente como el primer paso hacia la felicidad.
Manuel Vásquez Montalbán dice que gracias a los argentinos el fútbol tiene literatura y filosofía. Y en Europa, donde los intelectuales pensaron durante muchos años de espaldas al fútbol, el fútbol se ha convertido en objeto de reflexión teórica sobre las masas. ¿Qué piensa al respecto?
Los intelectuales se alejaron del fútbol, en primer lugar, por el espanto que les producía la masa. Antes de Vásquez Montalbán, Passolini dijo cosas muy interesantes sobre fútbol en señal de que hubo intelectuales que entendieron que ahí había un motivo de reflexión. Al fin y al cabo, los intelectuales están para interpretar a la sociedad, y si no interpretan el fútbol, no interpretan nada porque se trata de algo omnipresente. En cuanto a los argentinos, se debería tener siempre a la mano Literatura de la pelota, de Roberto Santoro quien, en 1974, recopiló lo escrito con relación al fútbol en Argentina. Santoro fue desaparecido por la dictadura y se truncó su obra. Ahora, la editorial El Arco, que edita un libro sobre fútbol cada dos meses, es una referencia de que cada día hay un mayor interés literario por el juego.
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Para Vásquez Montalbán, una reunión entre Valdano, Menotti y Ángel Cappa podía convertirse en un debate filosófico. ¿Con Fontanarrosa y Soriano seguiría siendo filosófica la conversación?
Soriano fue jugador en su juventud y ha sido capaz de meterse dentro del juego de una manera brillante. Para mi gusto, Fontanarrosa fue el mejor porque era capaz de llevar lo simbólico al terreno de lo real, a través de sus cuentos. Era un fenómeno a la hora de cantar las voces populares y, también, al convertir en historias reales todo aquello que estaba en el imaginario colectivo. Él tiene un cuento maravilloso. Habla de un viajante que a la hora de la siesta se mete a un bar para comer algo y, en el tedio del momento, se pone a observar por el ventanal y ve un niño con una pelota. El niño se sienta en un banco y pone la pelota al lado. El viajante piensa: Bueno, un niño argentino es inimaginable sin una pelota al lado. Pero, de pronto, el niño se va y se olvida de la pelota. Entonces, este personaje está asombradísimo de que el chico se olvide del objeto de disfrute más grande que tiene un argentino. Cuando llega a la esquina, el niño se da vuelta y le silba, y la pelota se baja del banco y lo sigue. Y ahí está implícito el gran sueño de todo argentino de que la pelota le obedezca.
Fontanarrosa confiesa que llegó a la literatura por la puerta de atrás, pues no quería ser un Córtazar, sino como Ermindo Onega; pero no tuvo talento.
El sueño recurrente de todo niño es ser futbolista. ¿Quién no quiere eso? En Argentina hay infinitamente mucha más gente que ha querido ser Maradona que Borges. Y son dos, pero el fútbol sigue teniendo todavía ese poder de fascinación. Además, el fútbol es algo que está muy ligado a la identidad; todo equipo tiene, desde ese punto de vista, algo que contar y algo a través de lo cual la gente pueda identificarse.
“Yo creo que los que hablan de ganar sólo piensan en el final y los que hablan de disfrutar piensan en el camino”.
7 Hay gente que asocia el juego con ganar y otra, con disfrutar. En otras palabras: ¿leer un libro de Coelho o uno de Soriano?
Yo creo que los que hablan de ganar sólo piensan en el final y los que hablan de disfrutar piensan en el camino. Por eso el fútbol tiene que ser algo mucho más complejo que ganar y perder. Vamos al fútbol porque existe la incertidumbre del resultado. También, es importante tener en cuenta el tema de la representatividad, ya que todo el que juega representa a alguien y todo el que mira se siente representado por alguien. Y también está la posibilidad artística que ha elevado el fútbol a otra dimensión. Maradona es Maradona, Zidane es Zidane, Pelé es Pelé porque han creado sorpresas y belleza.
El fútbol ha dado grandes cronistas, pero no gran literatura ni gran cine. ¿Cuál sería el gran libro sobre el fútbol?
“Hubo un momento en que si uno hablaba de fútbol era menos intelectual y si un futbolista hablaba de literatura, no era lo suficientemente macho”.
Fútbol, dinámica de lo impensado, de Dante Panzieri, me impresionó cuando habla del fútbol como expresión cultural de la calle para las clases menos favorecidas, como expresión de un modo de ser, como expresión de la libertad; cualquier cuento de Fontanarrosa me reconcilia con el mejor fútbol y la mejor literatura; y otro autor importante es Vázquez Montalbán como ensayista. También, el fútbol ha ido acercándose a la literatura porque en muchas obras aparece en el paisaje de la novela; y esto refleja que el futbol está en todos lados. Los futbolistas estuvieron ajenos al mundo de la cultura y la cultura, a su vez, se ha sentido lejos del fútbol. Sencillamente, ha cambiado la consideración al descubrir que la Cultura en mayúscula no es tan grande y que la cultura en minúscula no es tan pequeña.
¿Cuáles escritores de fútbol recomienda en idiomas diferentes al español?
Fiebre en las gradas, de Nick Holby, me parece un gran libro porque le pone voz al aficionado, una voz muy orgullosa. Digamos que pone al espectador como protagonista del juego porque, además, desafía a los jugadores diciéndoles: ‘Yo siempre he estado allí donde estaban ustedes hace diez años, donde estarán ustedes dentro de diez años’. Esa presencia suya a través del tiempo le da una autoridad con respecto a los jugadores que son ídolos, pero pasajeros.
El deporte es la épica de nuestro tiempo, teniendo en cuenta que hay un partido del siglo cada semana. Y la mejor novela de los diez últimos años sale cada dos meses.
El fútbol tiene la gran capacidad de renovar las ilusiones cada semana. Cada semana hay algo que revalidar: si se ha ganado o algo que vengar si se ha perdido. Pero es increíble con qué velocidad renueva las ilusiones. Cada partido parece algo nuevo; inaugura algo. Ese es un poder que tienen muy pocos fenómenos. Santiago Segurola traduce un partido; él tiene una gran ventaja y es que todo partido tiene un nudo y él lo sabe descubrir, no todos los saben hacer. Él tiene un gran instinto para descubrirlo y alrededor del nudo construye una historia. Por eso da tanto gusto leerlo.
Ray Loriga dice: “Antes, los escritores apenas hablaban de fútbol porque estaba muy mal visto; ahora se comprende mejor que un escritor es un hombre o una mujer, como otro cualquiera. A mí, personalmente, me basta conque no me hablen de Rilke mientras disfruto de un derbi y con que no me hablen de fichajes mientras disfruto de Rilke”. ¿Qué opina?
Eso niega la posibilidad de utilizar el fútbol como paisaje de una sociedad. Yo creo que los intelectuales hasta disimularon su atracción por el fútbol. Hubo un momento en que si uno hablaba de fútbol era menos intelectual y si un futbolista hablaba de literatura, no era lo suficientemente macho. A mí, durante mucho tiempo, me llamaron Poeta, Catedrático, Filósofo; lo decían con la intención de ofenderme. Cuando dejé de ser entrenador del Real Madrid, el principal diario de España tituló: Este cuento se acabó. Siempre había una asociación ofensiva por mi condición de vaso comunicante entre el fútbol y la cultura.
Los futbolistas a veces llevan libros a las concentraciones. En Colombia, recuerdo a Maturana o a Alexis García y aquí, en España, a Guardiola...
Menotti siempre dice que el que sólo sabe de fútbol ni de fútbol sabe, parafraseando a Hipócrates que decía que quien sólo sabe de medicina ni de medicina sabe. De todas formas, hay dos tipos de entrenadores: el que relaciona el fútbol con otras cosas y el que se obsesiona con el fútbol y entiende que leer distrae del único objetivo que tiene existir.
Santiago Segurola subraya que los escritores no han logrado explicar literariamente un partido de fútbol y se han quedado en lo que pasa alrededor del deporte, en las historias de amor y en los hinchas. ¿Qué opina de esto? Segurola se refiere más al cine que a la literatura, pero es verdad que es muy difícil descomponer literariamente un partido. Él le reprocha a los intelectuales que no hagan un esfuerzo por explicar esto que cada día tiene más fuerza, una dimensión más grande. Yo también creo lo mismo, que los intelectuales están para develarnos cosas y nadie ha hecho lo suficiente para que esto ocurra. Así como los toros tuvieron su Hemingway, al fútbol le falta su Hemingway.
Juan Villoro parece estar intelectualizando el fútbol. ¿Qué le parece?
Hubo muchos escritores que se acercaron al fútbol, pero muy pocos futbolistas que, en su condición de futbolistas, se acercaron a la cultura. Esa condición de vaso comunicante de alguna manera me hace responsable, por lo menos en España, de destrabar esa relación. Intelectualizar el fútbol es pensarlo, descomponer en reflexiones una pasión.
¿Ha leído el cuento Esse Est Percipi de Borges que significa: “Existir es ser percibido”, según el idealismo subjetivo de Berkeley?
Es un cuento escrito en conjunto con Bioy Casares. Borges fue una de las personas más desinteresadas del mundo futbolístico, dio una conferencia sobre la inmortalidad el mismo día que Argentina debutó contra Hungría en el Mundial del 78, a la misma hora. O sea que era una especie de desafío al mundo del fútbol. El cuento descubre el papel que el periodismo ha terminando tendiendo en el fútbol que es cada vez más relevante. Yo digo siempre que hay un fútbol que se hace y uno que se cuenta. Y hemos llegado ya a la perversión de que el mundo que se cuenta, en determinados momentos, es más importante que el fútbol que se hace.
El fútbol se está mediatizando, ya casi no devuelve la infancia, como diría Javier Marías, sino que plantea aspirar a una profesión y ser famoso.
El interés que provoca el juego se ha traducido en un gran negocio. La demostración son las invasiones pacíficas de miles de personas cuando se disputa un Mundial. ¿Cómo no descomponer eso en una clave económica? En cuanto a la profesión, pasa algo parecido. No hay que olvidar que el jugador llega al profesionalismo encima de la pasión, no encima del interés, sino encima de la pasión por el juego: las dos cosas pueden convivir perfectamente. Por otra parte, durante mucho tiempo dijimos que la televisión mataría al fútbol y ha pasado todo lo contrario: ha acercado al fútbol a las mujeres, a los intelectuales, no ha hecho más que publicitarlo y acercarlo a la gente.
Eduardo Galeano llama la atención porque la historia oficial no se refiera al fútbol, que ha sido y sigue siendo un signo primordial de identidad colectiva...
Cuando hablamos de fútbol hablamos de muchas cosas; en el mensaje está implícita la sensibilidad de un pueblo. ¿De qué hablamos cuando hablamos de fútbol?, se preguntaba, no hace mucho tiempo, Ariel Scher. Y es verdad, cuando hablamos de fútbol no hablamos sólo de fútbol. Lo que pasa es que todo eso el hombre lo termina compilando en un sentimiento más que en una reflexión, y luchamos por alcanzar ese sentimiento desde la reflexión. Hay un puente que no terminamos de entender. Passolini decía que el fútbol es un sistema de signos. Además, decía que en Sudamérica el fútbol es poesía, y en Europa, prosa. Lo que pasa es que el fútbol lo explica todo, incluso la globalización; ahora la cultura está más uniformizada. Antes, el fútbol sudamericano y el fútbol europeo tenían signos claramente distintos, incluso opuestos; ahora, se confunden. No sabemos si Simeone es argentino o europeo, o Batistuta o, incluso, yo mismo; y no sabemos si Zidane, Baggio o Casano son sudamericanos. Digamos que resistirían claramente la comparación con un poeta.
*Cursa estudios doctorales en Barcelona. Su disertación final abordará la relación entre Literatura y fútbol. Escribe una columna semanal titulada El arco y la lira en el diario Nuevo Estadio. Entrevistó a Jorge Valdano el 25 de marzo de 2009 en Madrid.
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
8 Mirada Fotografía: Daniela Margarita Ramírez Ozuna
En Bogotá hay un refugio para los NN de la ciudad. Pese a que nadie conoce sus nombres, no están tan olvidados como parece. Muchos de los visitantes del Cementerio del Sur no solo rezan plegarias frente a sus tumbas. También creen firmemente que las almas de estos difuntos hacen milagros.
El Pabellón San Martín cuenta con el mayor número de bóvedas destinadas para los NN.
Las almas milagrosas del Matatigres
Daniela Margarita Ramírez Ozuna dama0621@gmail.com
Raúl Niño, ex administrador de este cementerio, cuenta que sólo pueden ser exhumados los restos identificados que están en bóvedas del Distrito. Este proceso sólo se hace después de cuatro años de haber ingresado el cadáver a una tumba. “Hay n cada lápida se lee una acción de gracias por los favores recibidos. Casi familiares que vienen después a joder y ya no se les puede entregar el cuerpo porque eso representa un riesgo biológico para los operarios”. todas, por lo menos en el Pabellón San Martín, tienen flores. Las tumbas de Si pasados esos cuatro años no los reclaman se hacen exhumaciones por vía adlos sin nombre del Cementerio del Sur de Bogotá, también conocido como ministrativa. Los restos son cremados y las cenizas enviadas a una fosa subterránea. Matatigres, parecen mejor cuidadas que las de otros difuntos. Son intocables del Unos metros más arriba de ella se alza una estatua que representa la mano de Dios. lugar y también algunos de los más visitados. El único consuelo de las almas que han sido olvidadas, por lo menos en el cementerio. Gonzalo Restrepo, supervisor del cementerio con trece años en el oficio, camina Un hombre se acerca a una de las bóvedas y la golpea suavemente. Parece tocandespacio entre los pabellones relatando de forma natural cuántos cuerpos, aproxido la puerta a la espera de que alguien la abra. Los visitantes más asiduos dicen que madamente, se encuentran en cada bóveda destinada para los N.N. de la ciudad. es una forma de atraer las almas, de despertarlas. “La gente hace cosas muy raras. Es jueves por la mañana y un sol canicular acompaña el recorrido. Aquí, Bogotá se Un día vino una señora a comprar una lápida porque a ella le dijeron que si ponía su transforma. La brisa es más cálida que la propia de una ciudad regularmente fría y el nombre ahí y jugaba la lotería, se la ganaba”, dice Niño. silencio resulta por momentos abrumador. La gente empieza a llegar al cementerio: 604 bóvedas son destinadas para cuerpos indocumentados. De éstas, 264 están unos vienen de visita y otros llevan los cuerpos de sus familiares para que “descansen ocupadas por NN: 90 son de párvulos, unos mil neonatos y mortinatos, y las 174 en la paz del Señor”. restantes albergan adultos. Las demás son mixtas. Es decir, tienen en su interior El Cementerio del Sur es hoy el único de la ciudad en el que se hacen inhumacuerpos sin identificar y otros reconocidos por el Distrito. Estos últimos, pasados ciones de NN. Varios años atrás compartía ese lugar con el Cementerio Central en lo cuatro años desde la inhumación, tendrán que ser exhumados y las bóvedas dispuesque se conoce como el Globo B. Allí existía un pequeño mausoleo. tas para ser el refugio de otros NN. Más cuerpos sin deudos a los que la gente vendrá “Cuando por ley se eliminaron las llamadas fosas comunes, el Distrito nos ora pedir milagros. denó adecuar un lugar para NN que ahora se llama Pabellón San Martín o Siete “Vea quíteme este dolor en la pierna y yo le prometo que le doy una acción de graGrandes. Desde ese momento nos volvimos exclusivos. Además, tenemos otros NN cias. Y si se le quita el dolor en la pata la gente viene a pagar la promesa”, cuenta Resinhumados en el Pabellón Virgen del Milagro”, cuenta Restrepo. trepo mientras señala las bóvedas en cuya parte El número de NN que llegan a estos pabefrontal se alcanza a divisar una L, de libre. llones varía según la cantidad de cuerpos que El lunes es el día más concurrido. Deudos y amantes llegan El recorrido ahora conduce al pabellón envíe el Instituto de Medicina Legal. “SolaVirgen del Milagro. Ahí, además de bóvedas mente nos avisan cuántos nos van a mandar con flores, camándulas, novenas y algunos cargan las lápidas alquiladas por el Distrito, están “los cuerpos un viernes determinado del mes”, dice el homprometidas a los difuntos desconocidos. Todas dicen lo mismo: “en más protegidos”. Son aquellas personas que bre que conduce el recorrido. fallecieron en la Calle del Cartucho durante la Hace dos semanas llegaron diez restos al acción de gracias a las benditas almas por los favores recibidos”. posesión del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. San Martín. Aún se percibe el olor nauseaSegún cuentan los funcionarios del cementerio, bundo. Las moscas rondan las bóvedas apenas los registros de la Fiscalía indican que fueron repelladas con cemento gris oscuro que luce muertes violentas por lo que las investigaciones continúan abiertas. Al levantar la mirahúmedo. En ella solo se alcanza a ver una cruz rudimentaria trazada con algún objeda se pueden ver muchas eles dibujadas en la parte frontal de las bóvedas. Esas tumbas, to puntiagudo. Una señal que en algo se parece a los dibujos que hacen los niños en la 200 en total, deben estar disponibles ante cualquier catástrofe en Bogotá. “Aquí quedaplaya. La huella infantil la borra el vaivén de las olas; la del cementerio desaparecerá rían mezcladas catástrofes con NN”, cuando alguien se acerque a pedir algún milagro y le ponga una pesada lápida. apunta Restrepo con naturalidad. El lunes es el día más concurrido. Deudos y amantes llegan al cementerio con En ambos pabellones también hay flores, camándulas y novenas. Algunos llevan las lápidas prometidas a los difuntos cuerpos relacionados con los procesos desconocidos. Todas dicen lo mismo: “en acción de gracias a las benditas almas por de la toma del Palacio de Justicia en los favores recibidos”. Además, tienen consignado el día de la inhumación y número de 1985 y con los “falsos positivos”. registro asignado por Medicina Legal, única identificación con la que cuentan. Gladis Romero está parada También se ven pasar sacerdotes que van a oficiar misas en los diferentes pabellofrente a la tumba de su hermana. nes. Uno de ellos, el San Martín. En la mesa de un metro con cincuenta centímetros, cuDice que cada vez que viene al bierta con un mantel blanco, reposan el misal, el cáliz, el corporal, la patena y vinajeras. cementerio a visitarla aprovecha El sacerdote, que asegura no pertenecer a la Iglesia Católica sino a una congregación, para rezarle a los NN. Ella no les viste alba, estola, cíngulo y clériman. No siempre buen estado. pide: “yo digo que a una persona ya Luis Peñuela dice pertenecer a la Congregación de los Padres Misioneros de la muerta no se le puede pedir nada. Santísima Trinidad. Asegura que oficia muchas misas en el pabellón de los NN porque, Hay que pedirle a los vivos porque según él, los católicos son muy devotos de las ánimas y, en especial, de esas que se fuelos muertos ni oyen, ni ven”. Agreron al otro mundo sin nombre. “Hay gente que viene y dice: Padre Luisito, me hace un ga también que hay personas que favor y me celebra una misa en los NN”, relata. Por la cantidad de lápidas, muchos dicen vienen solo a practicar rituales de que los milagros son numerosos. Cada eucaristía cuesta 20 mil pesos. brujería e insiste que “hay que deA pesar del balance, son varios los escépticos. Uno de ellos es el supervisor del jar los muertos en paz”. cementerio: “esos curas no son curas. Ellos dicen que son de congregaciones que no La tarde empieza a caer, son las pertenecen a la Arquidiócesis de Bogotá. Están registrados en Cámara de Comercio cuatro en punto. La romería desapapero legalmente no tienen nada con la religión”. rece poco a poco. El cementerio vuelRestrepo sigue caminando y cuenta que los cuerpos sin identificar solo pueden ser ve a quedar solo, el silencio se apodeexhumados veinte años después de la inhumación, pues muchos de esos procesos siguen ra del lugar y solo la brisa y las raabiertos en la Fiscalía. “Son los más protegidos del cementerio”, afirma entre risas. mas de lo árboles, componen un suLos restos que llegan al Matatigres han permanecido en Medicina Legal hasta surro que llega a asustar. tres meses a la espera de que alguien los reconozca. Si eso no ocurre, se llevan a las Gladis Romero, frente a la tumba de su hermana en el Pabellón Virgen de los Milagros. bóvedas. Los inhuman envueltos en bolsas plásticas. No tienen derecho a más. Fotografía: Daniela Margarita Ramírez Ozuna
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Cartografía
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La ciudad de las mil y una guerras
Fotografía; Laura Rodríguez
Medellín ha sido territorio en conquista. Antes era intersección, intercambio, mercado de alimentos, minerales y textiles. Ahora es, además, plaza del narcotráfico. Por ella los capos se enfrentan a bala, pero no salen solos -ellos y sus hombres cercanosal combate. Reclutan, arman y enseñan a matar a los muchachos de las barriadas y a los sin escrúpulos de las élites los convierten en sicarios Sala VIP. Los delincuentes se reproducen en Medellín y hacen parte de la savia que corre por sus venas. Y por eso, por eso, hay aquí quienes los protegen.
Daniela Gómez Saldarriaga sigma.danielagomez@gmail.com
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omo en antaño, cuando la Villa era el punto de intersección entre los mercados de Rionegro y Santa Fe de Antioquia, y por la Calle Real desfilaban los arrieros hasta el Parque de Berrío, actualmente Medellín es el punto de paso pero del mercado de armas y drogas entre dos puertos, una estación en la vía que bien puede conducir al Pacífico o al Atlántico; y entonces “quien controle esta ciudad tiene el control del negocio”, tal y como lo explica Jorge Mejía, ex secretario de Gobierno municipal. La existencia de los grupos armados que delinquen en la zona depende de manera estrecha de la cantidad de espacio que puedan controlar, pues esto representa dinero y posibilidades. A la vez, la expansión marca territorios de influjo social y eso se traduce en la facultad de la banda o el combo para abastecerse de potenciales operantes y recomponer sus filas. Se da que entre los límites del espacio ganado no suelen haber disturbios visibles del orden público. El problema se encuentra en las líneas vecinas al territorio que no les pertenece porque es un espacio en conflicto, un territorio comanche donde vale cualquier estrategia para romper la barrera y expandirse. El cruce de estas líneas supone para la comunidad un riesgo mortal porque los combos bloquean cualquier intercambio entre los sectores -aunque sostengan transacciones comerciales importantes, por ejemplo-, y para evitar, quizá, el flujo de información. “En la ciudad sí hay barreras invisibles. No más pensemos en los jóvenes que han asesinado porque se mantiene el discurso de que no las hay”, dice Juan de Dios Tabares, actual subsecretario de Orden Civil. La Personería ha tipificado el delito de la coerción en el desplazamiento libre por el espacio con el nombre de ‘fronteras ilegales’: “No son estáticas ni rígidas, sino móviles y flexibles y se transforman según la dinámica de la conflictividad armada”, explica Mario Otálvaro, investigador de la institución. En Medellín se hacen y se reciben denuncias sobre este hecho. Personas acuden a la Personería para exponer que ya no pueden pasar hacia los lugares que acostumbraban transitar por el veto de un grupo armado o, si lo pueden hacer, es con la probabilidad de ser agredidos. La queja debe tramitarse como la violación a un derecho consignado en el artículo 24 de la Constitución Política, léase, la libre movilidad. Aunque muchos más son los casos que no se denuncian. Hace pocos meses, en el barrio 8 de Marzo circuló un panfleto donde asociaban a los negros con las Águilas Negras y les prohibían el paso hacia La Sierra, de la comuna 8, y Caicedo, de la 9. En este sector de la ciudad hay zonas pacificadas gracias a la hegemonía de uno de los
grupos armados; pero, en casos como el de La Sierra, el gobierno no se ha resuelto, produciendo a diario muertes y mayores controles. Algo similar ocurre en la comuna 6 donde en los límites del barrio Kennedy y Castilla, y de Pedregal y el 12 de Octubre existe una guerra por sumar territorio de cuenta de la urgencia de hacer crecer el mercado de armas y drogas. Hoy no existen toques de queda para los habitantes del centro del barrio como hace un par de años, aunque cruzar la periferia resulte ciertamente peligroso. Más que homicidios Usualmente los índices de violencia se calculan por el número de personas asesinadas por cada cien mil habitantes; sin embargo, en Medellín el desplazamiento intraurbano es el síntoma por excelencia de los movimientos y estados de la guerra: si muchas personas huyen de un lugar, es un indicador de que la soberanía ha cambiado de cabeza, y quienes se vieron obligados a participar de las antiguas lógicas, ahora son tildados de colaboradores y expulsados de sus casas. Esta movilidad constante resulta en una ciudad siempre en tránsito, siempre rehaciendo sus procesos sociales a raíz de la destrucción de los lazos. Dicha circunstancia provoca que los espacios de corte oficial que buscan intervenir los ciclos del conflicto armado sean relevantes y necesarios, afirma Juan de Dios Tabares, porque “pese a que no se tienen mecanismos de intervención lo suficientemente fuertes para evitar que los jóvenes dejen el estudio y lo cambien por la guerra, la utilización de estrategias de contención evitan que estemos en el caos total”. Por esto 2.200 personas hacen parte del programa Fuerza Joven -el cual busca propiciar la reinserción a la vida civil de los armados, comenzando por su tránsito al mercado laboral legal y acompañados de subsidios del Estado-, aunque lluevan reclamos y el mismo Alcalde de Medellín haya pensado en desmontarlo. Las críticas traen al ruedo la existencia de las mismas bandas por casi 30 años (caso de ‘Los mondongueros’), pese a los proyectos de intervención, a la evidente falta de voluntad para renunciar al dinero fácil y a la inexistencia de oportunidades sociales reales. “Esta es la generación del Armagedón: los muchachos creen que el mundo se acabará pronto y por eso deben escurrir las oportunidades del día a día. Lo que no hagan hoy no lo harán nunca y sienten que pronto estarán muertos. Pedirles que piensen en el futuro de ellos y de la sociedad no es posible”, concluye el sacerdote Juan Carlos Velásquez.
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
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La seguridad en Medellín depende del nivel de intensidad de la disputa entre los actores ilegales y no de la acción de las autoridades legítimas. Si los pactos entre los grupos mafiosos se acatan, se respira una cierta calma. Si los procesos de paz promovidos desde el gobierno civil involucran a los ilegales, se garantiza el orden. Si los acuerdos se rompen, se desatan enfrentamientos sangrientos por toda la ciudad.
Guerras recicladas Juan David Ortiz Franco juanda2107@hotmail.com
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Fotografía: José Miguel Vecino
conflicto y de sus actores. Desde su punto de vista, la situación que enfrenta la ciudad en la actualidad “es un reciclaje de violencias y de procesos mal concluidos”, por esa razón asegura que se ha creado un estado de violencia en el que muchas personas, y no exclusivamente los actores en confrontación, han aprendido a vivir del conflicto. A principios de la década del 80, con el surgimiento del sicariato al servicio de las mafias los índices de homicidios aumentaron de forma considerable en Medellín. Según Fernando Quijano, “en esa época se cobraba 50 mil pesos por muerto y con eso se inició la conexión de los capos con las bandas”; mientras tanto, los intermediarios que cumplieron funciones de enlace, adquirieron un mayor poder en sus territorios y fueron fundamentales en el tránsito de la delincuencia común a la delincuencia organizada. A partir del poder económico y territorial, las estructuras del narcotráfico aumentaron su nivel de complejidad debido su vinculación con otras actividades legales e ilegales que constituyeron su carácter mafioso, junto con el interés creciente por ejercer un control efectivo sobre las instituciones del Estado para defender sus intereses y legitimar sus acciones. Paralelamente, las guerrillas encontraron en las milicias urbanas el mejor mecanismo para ejercer control territorial y conseguir su propósito de aproximarse a los centros urbanos. Su tarea fue constituirse como figuras de poder para suplir la ausencia del Estado en los cordones perimetrales de la ciudad. La coexistencia de ambos actores y su disputa por el territorio fue el germen de esa etapa de confrontación. Según Quijano, ese momento coincide con la preocupación del Estado por la presencia de las guerrillas en los principales centros urbanos del país. En Medellín, ese interés arrojó como consecuencia uno de los primeros antecedentes de acciones coordinadas entre algunos miembros de la Fuerza Pública y las organizaciones criminales del narcotráfico: “desde esa época la Cuarta Brigada llamó a los jefes de las bandas al enfrentamiento con las milicias”.
a historia reciente de Medellín ha estado marcada por la violencia en todas sus manifestaciones, el conflicto ha sido el hilo conductor de la formación y el crecimiento de la ciudad; las calles, el lenguaje, las relaciones sociales, la arquitectura y la formación de una estética urbana, son el reflejo de una violencia que adopta diferentes matices y ejerce su influencia sobre todos los escenarios de la cotidianidad. La actual situación de conflicto que se extiende por los municipios del Área Metropolitana, responde a una serie de fenómenos de vieja data vinculados con los ciclos de violencia que ha afrontado Medellín a lo largo de su historia. Para Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades), la problemática se encuentra relacionada con la forma como “desde hace mas de 40 años la ciudad ha involucrado a lo ilegal en su modelo de seguridad, convivencia y pacificación”. Uno de los antecedentes de ese modelo, que según Quijano desencadenó la conformación de organizaciones armadas en algunos sectores de la ciudad, es la creación de grupos de ‘defensa civil’ en las décadas de 1960 y 1970 con el objetivo de “controlar la vida cotidiana” en los barrios. Incluso desde antes, con la conformación de la Sociedad de Mejoras Públicas y la defensa de los principios de ‘tradición, familia y propiedad’, puede rastrearse, a partir de su análisis, el interés creciente por regular la vida del ciudadano. Según esa perspectiva, el fenómeno del narcotráfico que tuvo su etapa de mayor exposición durante los años 80 y 90 no fue el génesis del conflicto en la ciudad pero sí una de las primeras etapas de formalización de la ilegalidad alrededor de los grupos armados. Esas estructuras conformaron redes mediante el esquema de ‘oficinas’ para ofrecer sus servicios al mejor postor; de esa forma su capacidad de coacción y control social llevó a que el papel de las organizaciones en proceso de consolidación resultara La Oficina de Envigado: “la élite de la criminalidad” determinante en la construcción de poderes hegemónicos sobre las actividades delinA partir de los años 90, con el auge del modelo paramilitar y la unificación de sus cuenciales en Medellín. estructuras en las Autodefensas Unidas de Colombia, puede determinarse la genealoEs precisamente la existencia de esas hegemonías lo que determina el carácter gía de los combos y las bandas que operan hoy en la ciudad. Para Mario Otálvaro de cíclico del conflicto en la ciudad. Según Jorge Mejía Martínez, exsecretario de Gola Personería de Medellín, se trata de “un problema estructural que se fusiona con el bierno de Antioquia, “la seguridad urbana depende del nivel de confrontación entre conflicto armado colombiano, el narcotráfico y la falta de soberanía del Estado”. En los actores que se disputan el territorio y no de la acción de las autoridades”, en ese esa medida se inició un proceso de urbanización del conflicto que enfrentó a las fuersentido cuando han existido figuras de poder que controlan todas las redes de la zas contrainsurgentes del paramilitarismo con las milicias urbanas de las guerrillas. actividad delincuencial en la ciudad, se ha reducido la percepción de inseguridad y La consecuencia de ese enfrentamiento fue la derrota de las milicias hacia finaen algunos casos las estadísticas han mostrado avances en delitos como el hurto y el les de los años 90 y principios de la década de 2000. Objehomicidio. Para Mejía “las autoridades han sido paquitivo que según Otálvaro se logró con la cooperación entre dérmicas, lentas y burocratizadas, y han funcionado con el Estado y los grupos paramilitares en operaciones como un ritmo distinto al de la delincuencia”, por esa razón su La denuncia por parte de la ciudadanía no es Orión y Mariscal desarrolladas en el año 2002 durante papel en algunas ocasiones ha sido el de simples especel último eslabón de la cadena, requiere un la alcaldía de Luis Pérez Gutiérrez y el primer año de Áltadores de la disputa de intereses entre organizaciones criminales. acompañamiento que depende de la voluntad de varo Uribe Vélez en la Presidencia de la República. Esas acciones militares constituyeron, por tanto, una segunda El sacerdote Juan Carlos Velásquez, párroco de la las mismas autoridades cuestionadas. etapa en las acciones coordinadas entre el paramilitarisIglesia San Fernando Rey en el barrio Alfonso López, ha mo y las autoridades. trabajado desde esa zona de la comuna 5 en su idea de hacer trabajo comunitario a partir del reconocimiento del
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11 que encuentran en la extorsión una de sus principales fuentes de financiación: “A los Con el camino libre tras la desaparición de las milicias, la Oficina de Envigado, transportadores se cobra en promedio 150 mil pesos semanales pero lo hacen dos o heredera del cartel de Medellín, se transformó para Otálvaro en “la élite de la crimitres combos al mismo tiempo”. Además de la extorsión a las actividades comerciales, nalidad” en el Área Metropolitana. Al mismo tiempo las fracturas al interior de las el cobro de ‘vacunas’ se extiende casi a la totalidad de la población con el sistema de AUC llevaron a la derrota de la línea contrainsurgente del Bloque Metro comandada recaudo puerta a puerta por el ‘servicio de vigilancia’. por Carlos Mauricio García, alias ‘Doble Cero’ a manos de las estructuras del Bloque Frente a las dimensiones económicas de la confrontación Jorge Mejía, exsecretaCacique Nutibara y el Bloque Héroes de Granada, comandadas por Diego Fernando rio de Gobierno departamental, considera que no se ha hecho un análisis riguroso de Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’ quien al mismo tiempo figuraba como máximo la capacidad de penetración y el nivel de participación de las mafias en los negocios cabecilla de la Oficina y asumió el control de cerca del 90% de las bandas de la ciudad. de los sectores empresariales de la ciudad: “La sociedad no ha entendido que tamLa negociación del gobierno Uribe con los jefes paramilitares llevó en 2003 a la bién es necesario cortar sus vínculos con lo legal (…) parte de la explicación de por desmovilización del Bloque Cacique Nutibara, que para Jorge Mejía “tuvo el gran qué el sector financiero es tan boyante en Colombia se encuentra en los dineros del error de no buscar el desmonte de todas las estructuras y de la totalidad de los negonarcotráfico”. cios ilegales” y que según Fernando Quijano, llevaría durante los gobiernos de Luis Junto al poder económico que se ha visto reflejado en la vinculación de todos Pérez y Sergio Fajardo, al cogobierno urbano a partir de “acuerdos que lograron la los sectores sociales en mayor o menor medida con los negocios de la mafia, aparece reducción de los homicidios pero preservaron las estructuras”. la capacidad de corrupción de esas estructuras, que al lado de unos altos índices de Mientras en 2002 las cifras oficiales hablaban de 183 homicidios por cada 100 impunidad, generan que algunos miembros de la Fuerza Pública sean proclives a los mil habitantes, el control ejercido por ‘Don Berna’ llevó a que en 2005 los índices se intereses en disputa. Para Mario Otálvaro de la Personería de Medellín, “La Policía redujeran a 35 en lo que Mario Otálvaro denomina “el milagro de la seguridad” y lo no ha sido un actor independiente en la reconfiguración de la conflictividad armada que en otros sectores ha sido conocido como la ‘donbernabilidad’. “No se podía mamientras la postura de la Alcaldía de Medellín ha sido de no reconocimiento”. tar sin permiso de ‘Don Berna’ pero la ciudad siguió con altos niveles de violencia”, Frente a esas críticas Juan de Dios Graciano, subsecretario de Orden Civil de asegura Fernando Quijano. Medellín, afirma que “hay una mirada muy exagerada de los analistas del tema de Con el fracaso de la desmovilización y la extradición de Murillo Bejarano y dederechos humanos” y asegura que el fenómeno se entiende puesto que los agente de más jefes paramilitares vinculados al proceso, se inicia una nueva etapa a partir de policía se encuentran “en sectores específicos donde se ven con todo tipo de gente y la fractura en la Oficina de Envigado y las disputas entre quienes buscan ejercer el en esa medida se hacen vulnerables por la cercanía que pueden tener con los combos. control del territorio y los combos de la ciudad. Para Otálvaro, el aumento en las ciNo se puede negar la realidad pero la población puede hacer críticas de frente (…) la fras de homicidios, que en 2009 llegaron a 94,5 por cada 100 mil habitantes, “devela denuncia sirve para que el comandante confronte a los que el descenso no había sido por un modelo exitoso de implicados y si se prueban los abusos esos agentes salen seguridad urbana sino por el control narcoparamilitar A partir del poder económico y territorial, las de la Policía; por eso se cuidan”. de la ciudad que en su momento fue aprovechado poSin embargo, la denuncia por parte de la ciudalíticamente por Sergio Fajardo y Álvaro Uribe Velez”. estructuras del narcotráfico aumentaron su nivel danía no es el último eslabón de la cadena, requiere Según su análisis “desde 2002 hasta 2007 hubo de complejidad debido su vinculación con otras un acompañamiento que depende de la voluntad de las cinco años de hegemonía narcoparamilitar con la conmismas autoridades cuestionadas. Para Mario Otálvanivencia y ayuda del Estado” y la infiltración instituactividades legales e ilegales que constituyeron su ro “la Policía no ha sido un factor de seguridad y por cional que más tarde se pondría de manifiesto con la carácter mafioso eso se requiere una depuración exhaustiva de las inscondena de Guillermo León Valencia Cossio, director tituciones y su control efectivo en derechos humanos”. seccional de Fiscalías de Medellín, y la implicación de funcionarios del CTI y la Policía Metropolitana, entre Los otros actores los que se encuentran el general Marco Antonio PedreLas cifras de algunas organizaciones sociales de la ros, comandante de la regional 6 hasta agosto de 2008; ciudad hablan de cerca de 9000 mil hombres en armas vinculados directamente el Coronel Juan Alberto Libreros, excomandante de la Sijín y el mayor Marco Emilio con las estructuras mafiosas. Al mismo tiempo, la reconfiguración del conflicto ha Largo, excomandante de la Estación de Policía de San Blas. llevado a que los nuevos actores con una mayor formación militar y con estructuras tácticas mucho más sólidas hayan implementado el uso de armamento largo por lo Las nuevas formas del conflicto que se habla de aproximadamente 3000 fusiles en manos de la ilegalidad en el Área Luego de la extradición de ‘Don Berna’ en mayo de 2008, comenzó la disputa enMetropolitana. tre los mandos medios de la Oficina de Envigado que para ese momento ejercían de Aunque según la Personería de Medellín, desde 2008 se ha detectado la premanera colectiva la tarea de coordinar la actividad delincuencial en diferentes zonas sencia en algunas comunas de la ciudad de grupos como las Águilas Negras, Los de la ciudad. Tras varios periodos de liderazgos fugaces que terminaron con la muerRastrojos, las Autodefensas Gaitanistas y Los Urabeños, durante los últimos meses, te, la captura o el sometimiento a la justicia de varios integrantes de la organización, la confrontación ha adoptado nuevos matices debido a la creciente vinculación de los proyectos mafiosos de alias ‘Valenciano’ y alias ‘Sebastián’ se cifraron en una conesas estructuras armadas herederas del paramilitarismo, con los proyectos mafiosos frontación por el control del Área Metropolitana que, según Fernando Quijano de de ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’. Corpades, puede representar un negocio cercano a los 10 billones de pesos anuales en Las bandas criminales, como son denominadas por el gobierno nacional, han cocontrabando, servicios de seguridad, narcotráfico, apuestas y juegos de azar legales e menzado a hacer parte del juego de alianzas en su propósito de copar la ciudad y en ilegales además de las extorsiones al transporte, a los proyectos de construcción y a esa medida han puesto su disciplina militar al servicio de una de las dos estructuras cualquier actividad comercial en algunos sectores de la ciudad. mafiosas en disputa. Los Urabeños y las Autodefensas Gaitanistas al mando de HenLa conflictividad, consecuencia de esa división en el control de las estructuras ry López Londoño, alias ‘Mi sangre’ han sido determinantes para la recuperación armadas, llevó en el año 2010 a una cifra cercana a 86 muertes por cada 100 mil del control que había perdido ‘Valenciano’ durante 2010 y que llevó a que ‘Sebastián’ habitantes y se calcula que para 2011 la cifra será cercana a las 80. La interpretación tuviera el dominio de cerca del 80% de los combos de la ciudad. de Quijano frente al aumento en los índices de homicidio parte de que “la ciudad ha Su actividad se concentra en el corredor occidental que comunica al municipio de pensado que se necesita un patrón único; con uno solo se negocia, si hay varios es Itagüí con los corregimientos de San Antonio de Prado, Altavista y San Cristóbal, y imposible regular la violencia”. con las comunas 13 y 16. El objetivo de esas agrupaciones, según Fernando Quijano, Los últimos análisis de la Personería y de algunas organizaciones sociales de la es ejercer el dominio de las rutas del narcotráfico desde y hacia Urabá por el occidenciudad sobre el nivel de participación de ambas estructuras mafiosas en el control te del Valle de Aburrá. Por otra parte se habla de la alianza de ‘Sebastián’ con Los de los combos y las bandas, han demostrado que en la actualidad se puede hablar Rastrojos, vinculados con el cartel del norte del Valle, con el propósito de defender el aproximadamente de un 70% dependiente de las órdenes de ‘Sebastián’ y un 30% control parcial que ha conseguido en la mayoría de comunas de la ciudad y al mismo al mando de ‘Valenciano’. En esa medida sus agrupaciones armadas podrían ejercer tiempo ampliar sus redes criminales en el ámbito nacional. una influencia dividida en las elecciones regionales de octubre. Para Mario Otálvaro, Con este nuevo panorama, que supone el escalamiento de la conflictividad armalas estructuras no están develadas, y un concejal “no llega por arte de magia”. Por da alrededor de los intereses económicos de la guerra, la ciudad se enfrenta a otros esa razón las agrupaciones ilegales de la ciudad, más allá de simples esquemas de matices de la confrontación entre las organizaciones que se disputan el control social delincuencia común que no confrontan directamente al Estado han forjado alianzas y territorial y a partir de su accionar mafioso diluyen la frontera entre lo legal y lo con grupos políticos y económicos cercanos a sus intereses. ilegal Según Carlos Arcila, coordinador de la Mesa de Derechos Humanos y Conviven. cia de la comuna 6, en esa zona de la ciudad, actúan alrededor de 36 grupos armados
Fotografía: Laura Rodríguez
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
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Dosis diarias de guerra Daniela Gómez Saldarriaga sigma.danielagomez@gmail.com
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Sobrevivir en muchos barrios de Medellín depende de manejarse bien con los bandidos. Esto es obedecer sus leyes y complacerlos en sus deseos; no importa lo arbitrarias que sean las primeras o por lo humillantes que resulten las segundas.
para mostrar cuán peligrosa es esa vida, y cuán valientes son al sacar a relucir las ametralladoras y demás armas de gran calibre. “Los muchachos han entendido que lo político juega con ellos, entonces ellos juegan con lo político: han aprendido a sacarle plata al Gobierno al vincularse a los diferentes programas y ganar protagonismo en los medios. Aprendieron a manipular como retaliación a la sociedad”, dice el sacerdote Velásquez. Ante esto, la pregunta es por el origen. Las causas de la acogida de la opción armada en Medellín se han tratado de amarrar al abandono del Estado de la población más vulnerable que encuentra mecanismos de participación y justicia en la ilegalidad. Sin embargo, el antecedente más claro es la aparición del tráfico de armas y drogas y la implantación de la racionalidad que les es propia: la ciudad es un punto de paso en medio de un gran corredor de intereses, y quien interrumpa los flujos del gran negocio, debe ser eliminado.
a guerra está hecha de disciplina. En Medellín, la estructura de los grupos armados es jerárquica y la traición se paga con la muerte. Y para sobrevivir en medio de la disputa, el ciudadano del común obedece. La Personería de Medellín ha Fotografía: Laura Rodríguez identificado diversas formas de colaboración que los hombres de los grupos ilegales imponen como tributo a cambio de la vida y la tranquilidad: lavarles la ropa, dejarlos subir a la terraza o al balcón para que vigilen, guardarles las armas y las drogas y dejarlos dormir dentro de las casas. También ha recibido denuncias sobre la aplicación de castigos ejemplarizantes o “terapias” que eluden el homicidio como solución y buscan corregir “las desviaciones” sociales que son síntoma de rebeldía. La lógica se resume en que si usted se porta bien, sobrevive. El peor de los desenlaces Así es difícil encontrar un escape. En algunos barrios, los muchachos que se suben La Administración Municipal ha tipificado la ciudad según la intensidad del conpor la puerta de atrás de los buses para no pagar el pasaje, independiente de la razón, flicto en cada una de sus zonas. Y así como existen comunidades seguras donde los son sumergidos por varias horas en canecas con agua fría; les pegan con palos cuando habitantes ayudan a sobrellevar los costos de la seguridad gracias a su nivel de ingresos, le gritan a la mamá; les cortan el pelo en público cuando no obedecen en el colegio o hay otros puntos críticos, totalmente opuestos a éstos, donde los actores armados hacen los secuestran por un par de horas, si la intención es asustar también a la familia. En su ley y la comunidad está atemorizada. Esto se debe, según Juan de Dios Tabares, el caso de las mujeres, deben estar dispuestas para los hombres, lo que no las exime de subsecretario de Orden Civil de Medellín, a que los grupos armados están en casi todas violaciones, chantajes y acoso sexual. “Tuvimos el caso de un hombre, quien le reclamó partes pero no siempre ejercen la misma presión, y a que “mientras haya narcotráfico al jefe del grupo armado de su barrio para que dejara tranquila a su hija de 15 años, y la pelea es eterna”. fue bañado con gasolina y encendido”, dice Mario Alejandro Otálvaro, investigador de El peor de los casos está en los barrios que se gobiernan solos. Los combos y las la Personería. bandas, siendo éstas últimas las más grandes, se han convertido en estructuras operaPese a lo terrible que puedan sonar estos ejemplos, la intención de estos grupos no tivas que funcionan de manera independiente del poder legal, que lo trascienden en el es ganar enemigos, sino arraigarse en las comunidades. Sus servicios de justicia tienen tiempo y van a la caza de los “desordenadores” sociales: deudores, viciosos y agitadores, asiento porque no existen otros, o porque las personas no han encontrado la forma de por ser quienes amenazan su disciplina, la permanencia de sus lógicas y de sus pequeresolver sus problemas por otras vías. Esto les garantiza permanencia y legitimación. ños regímenes. En el mapa de estos seres díscolos que suelen ser perseguidos aparecen “Uno de los mayores cambios de la guerra en los últimos años es que ha logrado cooptar los líderes sociales. parte de la población para defender sus intereses. Y a esto se suma que la gente difícilAunque para el subsecretario “se está volviendo moda de los charlatanes que se mente puede permanecer neutral, mientras que lo más fácil es hacerse al lado del más quieren sentir custodiados, pedir una camioneta blindada”, el gremio de las onegés poderoso”, explica Jorge Mejía Martínez, ex secretario de Gobierno de Medellín. afirma que, como desde el pasado mes de julio 206 líderes han reportado agresiones En la misma dirección, los grupos armados que actúan en la ciudad le apuestan y 34 de ellos han sido asesinados, la petición de medidas de precaución responde a un a la financiación de actividades comunitarias para perfilarse como una opción de “goriesgo real. Acorde con las cifras, puede señalarse que contradecir la guerra es una bierno” posible y generar lealtades dentro de su margen de acción. El año pasado en tarea peligrosa y hay bastantes casos que lo ejemplifican. Uno de ellos es el de Carlos la comuna 6, alguno de los 36 combos que existen en la zona hizo 300 pesebres para Arcila, coordinador de la Mesa de Derechos Humanos y Convivencia de la Comuna 6. Navidad, y por cada uno, dieron un marrano y 500 regalos. Usualmente organizan los Desde hace un par de meses está escoltado, pues finalmente decidió cuidarse de las mucampeonatos de fútbol, y cada vez que hay una fecha especial, reúnen a la comunidad chas amenazas que le han hecho. Ocho de sus compañeros también están amenazados y le ofrecen una fiesta. Su vocería también actúa cuando es necesario conseguir alumpero no reciben protección; él, por ser la cabeza visible y quien sale en los medios de brado público o asfaltar una calle, acciones que son responsabilidad del Gobierno legal. comunicación debe cuidarse más. Arcila también es el Ahora, menos que antes, continúan existiendo con promotor de la Mesa Metropolitana de Derechos Huel nombre de cooperativas y oenegés los brazos políticos El peor de los casos está en los barrios que se manos, espacio donde Ana Fabricia Córdoba, líder asede los grupos ilegales entre cuyas tareas está la consecusinada el 7 de junio de este año, habló, se cree que por ción de recursos públicos para la ejecución de sus progobiernan solos. Los combos y las bandas se han última vez, del riesgo de que la asesinaran si el Estado yectos. Las consecuencias de este tipo de camuflaje ya convertido en estructuras operativas que funcionan no la protegía. son conocidas en Medellín por causa de las actividades En un encuentro en la Universidad de Antioquia, de la Corporación Democracia, organización de la cual de manera independiente del poder legal. Ana Fabricia había dicho que ya no podía más. “Ya se comprobó que era la fase política de la Oficina de estoy tan cansada y tan harta, que estoy es pidiendo Envigado, afirma Mauricio Alejandro Otálvaro. mi plata para que me borren y me den asilo político para cualquier lugar del mundo”. Pero pudo más y la borraron del mapa por plata, Lo que aprendieron los combos mientras los gobiernos pensaban como mueren muchos de los habitantes de la ciudad. Según ella, su fatiga se debía a la El sacerdote Juan Carlos Velásquez dirige desde hace nueve años la Parroquia San persecución de algunos policías por sus denuncias sobre las llamadas “polibandas”, es Fernando Rey del barrio Alfonso López, en la comuna 5. Durante este tiempo se ha decir, la relación de aceptación y cooperación de la Fuerza Pública con las bandas cridejado crecer el pelo hasta los hombros, ha permitido pelechar una barba rasa y se ha minales. En total, a Ana Fabricia le mataron 11 familiares en Urabá y Medellín, entre hecho llamar El brother. Lo conocen por sus actividades poco convencionales: por las ellos a un hijo, desaparecido presuntamente por policías del barrio La Cruz, ubicado en novenas de aguinaldos que desafían el territorio de las plazas de vicios; por su Semana la comuna 3. Santa sin imágenes y, en vez de eso, una pesada cruz de diez metros que permanece Claudia Serna, de la Corporación Jurídica Libertad, le escuchó contar alguna vez a anclada el resto del año en la entrada del templo; porque promueve carreras de rodillos Ana Fabricia que cuando los policías del barrio la veían, le gritaban: “¡guerrillera hijuepor las calles más ‘calientes’ del barrio, entre muchas otras cosas, porque en su iglesia puta!”. Ana estuvo presa por una incriminación que la señalaba como colaboradora de los miembros de los combos entran a participar de la liturgia. la guerrilla. Leyder Perdomo, abogado del caso de su hijo asesinado, explica que la libeSus innovaciones jamás le han valido una amenaza, porque “en vez de juzgarlos, raron a los dos meses porque se demostró que los testimonios en su contra eran falsos. les demuestro que la parroquia es un lugar de inclusión: el evangelio está llamado a ser Así que pese a las amenazas telefónicas, al no poder vivir en la casa que el Estado le una palabra eficaz y humanizadora, no moralizante”. Su investidura y su cercanía con entregó por ser víctima de la violencia porque ésta estaba ubicada en un sector de alto la comunidad, en cambio, sí le han permitido entender las formas cómo se comporta riesgo para ella, siguió con la causa de las madres con hijos asesinados, de los pobres sin la guerra en la intimidad de las casas y afuera, en las calles. Hace poco llevó a un par servicios públicos, de la gente sin miedo. La mataron en un bus al mediodía, y cuando de periodistas españoles para mostrarles lo qué pasaba en el barrio, y los muchachos llamaron a avisar a la Personería del suceso, algún funcionario se atrevió a decir que complacieron la curiosidad de los extranjeros: “Padre, ¿de verdad o Hollywood?”, le eso ya se sabía que iba a pasar. preguntaron. Si es de verdad, hablan casi con sinceridad sobre sus intereses. Si es estilo Hollywood, dramatizan balaceras y enfrentamientos entre miembros del mismo bando
No. 53 Junio de 2011
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Réquiem, a dos voces, por siete asesinados P
ocos los recordarán por los nombres que les dieron sus padres. Héctor Enrique Pacheco Marmolejo, Andrés Felipe Medina Palacios, Marcelo Pimienta Sánchez, David Fernando Romero Galindo, Daniel Alejandro Sierra Londoño, Luis Albeiro Pacheco y Jonathan Bertel Taborda eran niños de escuela que de tanto caminar las calles, escuchar la voz cansada de los viejos y lamer días sin esperanza se convirtieron en artistas capaces de mover multitudes con sus cantos. Como Kolacho, Medina, Chelo, El Gordo, Yhiel, El Rasta y El Pollo coronaron escenarios, grabaron demos, vendieron discos, ganaron concursos, obtuvieron becas, gestaron un movimiento cultural pacificista desde abajo pero no en silencio. Así de grandes eran cuando los mataron, de uno en uno, en esta ciudad de delincuentes contratados por las bandas de la esquina o por las grandes mafias Los asesinaron entre agosto de 2009 y mayo de 2011. Por tres de esos crímenes - los de Kolacho, El Gordo y Yhiel- hay acusados y procesados. La Fiscalía Seccional Medellín a través de un vocero oficial dijo a De La Urbe que sus crímenes no están relacionados entre sí ni con su música ni con su liderazgo. Los líderes de la Red Hip-hop La Élite dijeron, a su vez, haber perdonado a los asesinos y decidido ignorar el curso de los casos judiciales por la muerte de sus amigos para mantenerse en la paz necesaria para crear, para vivir. De La Urbe recuerda a los músicos muertos y exije justicia. Fotografía: Laura Rodríguez
2009 Kolacho
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o mataron el 24 de agosto de 2009 cerca a la escuela Eduardo Santos, en el barrio del mismo nombre de la Comuna 13, donde hoy un mural de 15 metros lo recuerda. Se llamaba Héctor Enrique Pacheco y le decían Kolacho. Tenía 20 años, era MC y líder no nombrado de un grupo de hip hop, C15, al cual, luego de su muerte, entraría Jeihhco. Kolacho, cuenta Jeihhco, era un tipo honesto con quien era imposible discutir, por sus modos de muchacho pacífico y tranquilo. No era el de la palabra política, ni el que careaba la cámara para decir lo que no le gustaba; pero era, sí, el de la acción silenciosa y diligente: “Sin hacerlo explícito, sin decir ‘estoy en contra de la guerra’, generaba que muchos pelaos en el barrio estuvieran amando el hip hop en lugar de los ‘fierros’”. Cargaba, llevaba, iba y venía. Y cada año “se echaba al hombro” el HipColecta, festival que organiza la Élite todos los septiembres con el fin de “mostrar el lado solidario del hip hop”. Tenía ganas de estudiar, con todo y lo difícil que le quedaba repartirse entre la academia, el barrio y el hip hop, y un montón de proyectos que le comunicaba con entusiasmo a su parcero Juda, también de C15. Por ejemplo, el de “mandar” a España por su novia y su hijo, que cumplió 11 meses el día que lo asesinaron, y a quien nunca pudo conocer ni tocar. Fue él quien convenció a Juda de formar C15: “Hey, rap, vamos a meterle”, y es Juda el padrino de su hijo. Juda hoy se pregunta quién va a ser el padrino del suyo, del que todavía no ha tenido. Jeihhco tenía 66 llamadas perdidas el día que, en medio de una reunión, lo llamaron a decirle que Kolacho estaba muerto. Era lunes. El jueves anterior, la Secretaría de Gobierno había lanzado Fuerza Joven, un programa que ofrece a jóvenes de los combos delincuenciales un salario mínimo a cambio de que se desvinculen del conflicto. En ese lanzamiento había estado Kolacho en representación de la Élite, y había dicho, bien claro, lo que piensan los muchachos de la Red de ese programa. “Y lo que pensamos –dice Jeihhco– es que hay que generar otros referentes en el barrio”. O sea, apoyar a los pelaos que hacen cosas positivas por la ciudad, en lugar de hacerlo con quienes matan y disparan. Como “el parcero era muy de la familia”, ese lunes bajaba de su casa hacia la de su tía, quien estaba de cumpleaños. Luego de dar las felicitaciones de rigor, de regreso hacia el lugar donde vivía con su mamá y su hermana, dos tipos en moto le dispararon. Eran las once y media de la mañana. “No lo pararon, no le hablaron, no vieron quién era…”. Muy presentes estuvieron los representantes de la administración, conmovidos por la muerte del pelao que habían visto días antes; entre ellos y Pérsival Producciones, empresa de sonido en la que trabajaba Kolacho, ofrecieron todo para el homenaje póstumo. “Pasos que no fueron en vano”, como la canción de C15, decían las 400 camisetas que para ese día estampó la Élite. Primero, el mural en una pared del colegio; luego, una marcha que terminó en el Parque Biblioteca de San Javier, donde estaba el escenario, y cerca de 15 grupos de la Comuna 13 y la ciudad que “le pegaron al rapeo” para recordarlo. A su asesino, que algunos en el barrio conocían, lo condenaron, cuatro meses después, a nueve años de cárcel. Paula Camila Osorio Lema paulacamila.dragonverde@gmail.com
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
14 Cartografía Chelo
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l de Chelo fue un mes después del de Andrés, a las diez de la noche del 5 de agosto, en La Floresta. Se llamaba Marcelo Pimienta, era del barrio La Pradera, tenía 23, un grupo de hip hop –Esk-lones–, y un hijo de dos años con sangre rapera. Lo suyo era el Freestyle, o sea, la improvisación en batallas que organizaba el movimiento hopper de la ciudad. Llevaba 13 años en esas y, por eso, porque había ganado muchísimas de esas batallas, decían que era “el putas”, el “cabrón de cabrones”, el “guerrero cinta negra”, el más mostro del Freestyle. En tarima, con Esk-lones, lo acompañaban siempre Pipe, su hijo, y su hermano MC Teo, de 14 años recién cumplidos. Le gustaba la fiesta: “Él era el que le ponía como el colorcito a todo, siempre buscando un pretexto para celebrar, como dice la canción de Esk-lones”, cuenta MC Radio, también del grupo. Era humilde y solidario, y andaba siempre con una corte de gente que lo acompañaba a todas partes. “Ese es el legado de él –dice Radio–, una familia”. Fue profesor, primero en el semillero que montó Esk-lones en el barrio La Pradera, y luego, en la Escuela de hip hop Kolacho Pasos que no fueron en vano, como bautizaron en la Élite el proyecto luego de la muerte de Héctor Pacheco. Le dispararon por la espalda un jueves, luego de salir del ‘parche’ Ronja en La Floresta, donde cada jueves se reúnen decenas de raperos a tomar Ron Jamaica. Iba con la Leidy, la mamá de su hijo, con Teo, y con su otro hermano, Rasmaikhol, que esa misma noche se cortó los dreadlocks que había tenido durante años porque habían quedado llenos de la sangre de su hermano. Luego del entierro se hizo una manifestación en la estación del Metro de San Javier. Cantaron e improvisaron los integrantes de Esk-lones, y cantó Teo, adolorido: “Si me van a matar porque soy rapero, entonces vengan que acá estoy”. Luego de su muerte, los parceros agarraron palas y tumbaron un barranco, para despejar el terreno en el que Chelo planeaba construir una casa para vivir con su novia y su hijo. Dos semanas después de su muerte, los mismos parceros organizaron un concierto en la cancha del barrio, al que cayeron amigos, vecinos, toda la familia que dejó. Se dice que fue una riña, algo personal, “algún pirobo que se enamoró”. En cualquier caso, si alguien sabe algo no firmará su propia sentencia divulgándolo, con todo y los cien millones que ofreció la Policía Metropolitana para dar con los asesinos.
2010
Paula Camila Osorio Lema
Medina
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Andrés Felipe Medina, de 25 años, lo asesinaron “por equivocación” el 4 de julio de 2010 , último día del Congreso Iberoamericano de Cultura con sede en Medellín. Pertenecía a Son Batá, un colectivo de grupos artísticos que, desde una casita colorida en el barrio Nuevos Conquistadores, también en la 13, le apunta al desarrollo social por medio del hip hop y la cultura afro con sus manifestaciones. Cuenta Jhon Jaime Sánchez, líder de Son Batá, que cuando Andrés entró al colectivo quería aprender a tocar un instrumento, pero luego se dio cuenta de que lo suyo era el teatro. Estudió dos años, donde pudo y como pudo, hasta que volvió con la idea de un Semillero de Teatro que coordinó hasta su muerte. Había actuado en algunos documentales y, poco después de su asesinato, la Corporación Passolini en Medellín estrenó un documental sobre la cotidianidad afro en el barrio, Con la casa al hombro, en el que actuó e hizo las veces de asistente de dirección. También era el coordinador de redes y parcerías institucionales, o sea, el que gestionaba contactos con organizaciones de otras partes del país y hasta del mundo. Con la Élite y otras organizaciones, se estaba creando una red nacional, la Plataforma Juvenil para la resolución pacífica de los conflictos en Colombia, en la que Andrés era el representante de Son Batá. Era callado, también tenía un hijo –Santiago, de tres años–, y le decían el medioafro por su mamá afro y su papá paisa. Dice Jhon que de todos era el que más creía en la no-violencia, el que más le apostaba al tema de la pacificación: “Incluso, él decía: ‘Vos no me vas a ver nunca metido en una pelea, nunca me vas a ver promoviendo el fuego, le huyo a todo eso y soy amigo de lo que lo evita; o sea, estoy a ese otro lado’”.
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Fotografía: José Miguel Vecino
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e ese otro lado estaba cuando lo acribillaron, en una loma y una veintena de escalas abajo de Son Batá, en un sector que llaman El Depósito. Era domingo, a las seis de la mañana, y Andrés esperaba a un amigo que lo acompañaría por el sonido para el evento de esa tarde, al cual asistiría la Ministra de Cultura, programado por el Congreso. Arriba un combo, abajo otro; un man del de arriba baja y, creyendo que Andrés es del otro, le pega tres tiros. Murió en el centro de salud. A la tarde, subió una comitiva de Son Batá a preguntarle al combo qué había pasado: “¡Cómo así que Andrés!”. Los del combo les explicaron que había sido un error, pidieron disculpas; que si querían, dijeron, mandaban traer el ‘chino’ que lo había cometido y lo ‘pegaban’ ahí mismo. Sobra decir que se negaron rotundamente. Como dice Jeihhco, “ahí es donde, de verdad, se muestra la fibra de lo que está uno hecho y cómo se ha construido. Esa es la opción que nos brinda la sociedad, la que vivimos a diario, pero no es nuestra opción de vida”. También hubo plantón, hubo marcha desde la estación del Metro de San Javier hasta Son Batá, y el 21 de septiembre, Día Mundial de la Paz, hubo otro homenaje en su nombre con música y combos en tregua. Del asesino, se sabe a cuál combo pertenece; pero esos muchachos no tienen nombre ni rostro en un barrio donde el silencio es requisito para la sobrevivencia. Paula Camila Osorio Lema
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2011 Yhiel
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Yhiel lo mataron el sábado 26 de marzo de este año, pasadas las siete de la noche, en el barrio Antonio Nariño. Había acabado de decirle a una amiga en Facebook que era “Una Parcerita Muy Especial :)”, y escrito por última vez en el muro las palabras “Mera Vuelta!!”. Con Jecco, HT y Mara, compañeros del colegio, MC todavía adolescentes, tenía un grupo de hip hop llamado Ruta Difusa y un estudio de grabación casero, RD Records, que funcionaba en su casa. El grupo ya llevaba unos cuatro años dándole al rapeo cuando llegó Yhiel en 2008, pero por el final de su vida estaba tan comprometido con él como Jecco, uno de los fundadores y su parcero entrañable. Aunque por cuestión de sincronía no hacen parte de la Red, cuenta Jeihhco que siempre le decían: “Cucho, el evento que sea, así sea pequeño, nos llama que nosotros caemos de una”. Con lo “moraludos” que eran, como dice Jeihhco, le recordaban a los más grandes de la Élite la emoción de “tema grabado, tema montado” que se va perdiendo con la adultez y la profesionalización. Además, Yhiel sentía mucho respeto por los logros de la Élite en la Comuna, y el año anterior había participado en el Festival Revolución Sin Muertos con Metamentales (otro grupo de la 13). La noche que lo mataron Ruta Difusa tenía un concierto en Belén, donde unos amigos hoppers, pero el evento fue cancelado. La última vez que Jecco habló con él fue por Internet, Yhiel se despidió diciendo que iba a visitar una amiga. No caminó muchas cuadras antes de que dos sicarios a pie lo abordaran y le dispararan. Jecco se molestó primero con el emisario de las malas noticias, lo insultó, convencido de que era broma. Luego, ya extendido el rumor, escuchó la confirmación de boca de un parcero que venía de la Unidad Intermedia: “Se nos llevaron a Yhiel, se nos lo llevaron”. Daniel Alejandro Sierra Montoya, como se llamaba, era hijo único y vivía en el barrio El Socorro. Tenía una novia que vivía en Belén, un cartón de bachiller obtenido hacía algunos meses, muchas parceras que inundaron de llanto el funeral y de lamentos su muro de Facebook. Era un buen amigo, y dice Jecco que siempre le daba seguridad tenerlo al lado y le inspiró confianza desde la primera vez que le dio la mano. Cumplía los 18 años el 12 de junio y se había presentado al Sena a estudiar Mantenimiento de Software. Le gustaba hacer videos caseros que aprendió a editar él solito, cacharriando un programa que no se sabe por cuál vía llegó a sus manos. Las hipótesis relacionadas con su muerte tienen que ver también con las fronteras ‘invisibles’: nadie de su barrio puede ir al otro porque son territorios en disputa. Otra versión, la de El Duke, dice que llovía y Yhiel intentó protegerse con su chompa y emprendió un trotecito. “Es cuestión de puntos de vista –dice el rapero–: si es la mamá del pelao la que está viendo, piensa que su hijo se está protegiendo del agua; si es un pillo parao en una esquina, periquiao, asustao, con un arma, piensa que van es por él”. Quince días después, los medios anunciaron la captura de sus dos presuntos asesinos; el comandante de la Policía Metropolitana, Yesid Vásquez, declaró que “dentro de la investigación se estableció que no fue por violar fronteras, sino uno acción delincuencial porque este joven posiblemente les estaba haciendo inteligencia para llevárselo a otro combo”. La grave acusación fue rechazada con vehemencia por los integrantes de la Élite, quienes además protestaron por el riesgo que podía representar para los hoppers esa afirmación. Días después el comandante Vásquez se disculparía con la Élite y emitiría una rectificación en la que pondría en boca de los asesinos lo que había sido presentado como resultado de la investigación. Dice Jecco al respecto que Yhiel “ni siquiera hablaba de los pelaos de los combos; él era en la música y ya”. Y, según Jeihhco, el hecho de que no consumiera y estuviera siempre tan concentrado en su música reafirma la idea de que era un muchacho sano. Antes del rumor que lo pondría en el mismo bando de los ‘gatilleros’ que lo asesinaron, durante la velación, los parceros compusieron una lírica que le cantaron mientras lo enterraban. El coro, recuerda Jecco, decía: “Por qué te fuiste, este corazón se siente triste y desespera esperar que regreses”. El único comentario que sobre la muerte le hizo Yhiel a su amigo, fue que si llegaba a faltar siguieran con la música, “que sacaran RD en alto”. Yhiel había grabado, pocos meses antes, con MC Mono, del grupo Escritores Klandestinos, la canción Cuando me vaya: “Seré feliz por los amigos que tuve, los cuidaré del cielo en lo alto de las nubes / Seré la luz que ilumina sus caminos, seré el sendero que caminan mis amigos (…) Ruta Difusa no puede parar / Quedan tres, en todos lados sonarán”.
Fotografía: Laura Rodríguez
El Gordo
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l Gordo, como le decían a David Fernando Romero Galindo, tenía, igual que Chelo, 23 años. Lo mataron en la casa en donde había vivido toda su vida, entre los barrios Eduardo Santos y El Salado, sin que tuviera que abrir la puerta: a través de la ventana le dispararon 16 veces luego de que él atendiera el llamado proveniente de la calle. Era domingo 13 de marzo, pasadas las dos de la tarde. Sobre la cama reposaba la ropa que vestiría para ir a visitar a su novia Yuli, embarazada de cinco meses, quien además era hermana de Leidy, la mamá de Pipe, la misma que meses atrás se convirtió en viuda de MC Chelo. Desde siempre escuchaba hip hop, recuerda El Duke, MC de la banda de la 13 CEA, Comando Élite de Ataque. Tenía la costumbre de compartir con los parceros música “rara” que le llegaba quién sabe de dónde, mucho antes de que esos artistas se volvieran conocidos en el círculo. “Era de muy buen gusto para la música under”, como dice El Duke. Pero El Dogor, como también le decían, apenas empezaba a incursionar en el hip hop como MC. Con Esk-lones, la banda fundada por Chelo, había grabado ya un par de temas, aunque desde antes era parte de “la familia”. Porque Esk-lones es también una familia, explica Jeihhco, conformada por algunos de los amigos que orbitan alrededor al grupo. Como Leidy, la viuda de Chelo, o como la mamá de Es-k, uno de sus integrantes, a quien le dicen “la madrina porque es la que más les ayuda en todo”. David era uno de esos, y como aliado de Esk-lones lo era también de la Élite, aunque ahora el grupo, por razones de diversa índole, no pertenezca a la Red. Por eso estuvo siempre disponible para colaborar en la logística de los eventos, llevar y traer, compartir lo suyo: él y la camioneta blanca en la que todos los días trabajaba como transportador de la empresa de sus papás en ebanistería y cocinas integrales. “Siempre, pues, como presto a ayudar porque también era como su aporte al hip hop. Como quería tanto la vuelta era como ‘¿entonces dónde entro?’”, dice Jeihhco. “Empeliculado con la familia”, El Gordo tenía tres hijos aparte del que esperaba, y dos hermanas, una niña y una ya casada. Ese día, la mayor, camino a Santafé de Antioquia, pasó por él para “llevárselo a pasiar bien bacano”, pero él se negó. Que qué pereza sin plata, dijo. Estaba contento por dar sus primeros pasos en el rapeo, como estaba contento casi siempre. “Parchaba con todo el mundo, siempre se reía pa todo”, cuenta Jeihhco de él. Y El Duke, que nunca le cerraba las puertas a nadie, “amigable hasta las güevas era ese man”. La hipótesis en la Élite es que fue lo parcero lo que lo llevó a la muerte. Ser parcero de tanta gente en una Comuna donde “en este momento por cualquier visaje lo matan a uno”; saludarlos a todos en un territorio en disputa dividido por fronteras ‘invisibles’ e infranqueables. Explica Jeihhco que allá “los ‘chinos’ todos viven paniquiaos; entonces, cualquier persona puede ser su enemigo”, y que no son entonces muy distintos los asesinatos de El Gordo y de Medina. Luego del suceso, los de la Élite escribieron para rechazar la muerte. Regaron entre sus contactos la noticia y, para el martes siguiente, ya había estallado en los medios, quienes publicarían, cerca de un mes después, que el integrante de un combo había sido capturado y sindicado del asesinato. El presunto asesino tiene apenas 17 años, los mismos que tenía Yhiel, el quinto rapero asesinado.
Marzo
Paula Camila Osorio Lema
Paula Camila Osorio Lema
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
16 Cartografía
El Rasta
El Pollo
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ecía el escritor Jiddu Krishnamurti que “no es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”, tal vez porque corres el riesgo de parecerte a ella o, tal vez, porque es inminente la absorción del alma dentro de ésta. Pero en nuestros tiempos, cuando todo parece estar ya tan rancio y vencido, cuando la tecnología drenó la esencia del hombre y la cambió por confort, cuando la indiferencia ya no es una actitud sino un patrón cultural, quedó un comodín a la deriva de quien, como un naúfrago de la modernidad, se niega a estar conforme y de acuerdo: El Rock and Roll. El Rock and Roll, la tabla procurada en los ochenta, ha salvado varias almas de aquella malsana adaptación; sin embargo no exime al individuo de ser perjudicado por quienes sí están arraigados al modelo. Jonathan Bertel era un tipo sencillo, decían sus amigos, con una energía interminable para tocar la fuertes notas del rock: inagotable, sudoroso y alegre. No creía en las reglas que regulan la libertad y sustentan la libre expresión como un favor otorgado por los Derechos Humanos para el mundo globalizado, por esto formaba parte del colectivo Toke de Salida, una reunión fraterna de músicos entre el rock y el rap, abierta a nuevas propuestas, conteniendo también artes como el grafiti y el dibujo, entre otros talentos dentro de la comuna 5. Joven de mediana estatura, nacido en el 87, contextura delgada, labios gruesos y pequeños ojos canela, de oscuras vestiduras, chaqueta en cuero y caminar apacible y descomplicado. Lo de El Pollo, como le decían a Jonathan, era la música. Tocaba en una banda llamada Automático, donde trascendió la esfera del rock para crear techno industrial y experimentar, como tanto le gustaba, con sonidos y formas armónicas de las nuevas tendencias rítmicas. Su voz era plana, sin mucho adorno ni parafernalia extravagante, influenciado por el punk y el new wave; un constante aprendiz del ensayo y el error. Presente siempre en las reivindicaciones por la paz, totalmente en contra de lo que a futuro sería su final: Las fronteras invisibles de las comunas 5 y 6, al noroccidente de Medellín. En las tempranas horas del lunes 2 de mayo de 2011, caminando sin un peso en el bolsillo, sin papeles, sin deudas, sin temores, pisó la línea fantasma que traza la frontera del odio. Permaneció desaparecido. Al día siguiente fue hallado por sus padres en Medicina Legal, con la vida que le arrebataron múltiples heridas con arma blanca propiciadas por un enemigo, como no es extraño en Medellín, de rostro desconocido. A lejanas tierras habrá partido, donde seguro ni fronteras habitan, donde no habrá que adaptarse, donde no habrá que lidiar con los que ya se han adaptado. Jonathan Bertel, El Pollo, componía y tocaba el piano, por el placer de liberarse con las letras y las notas, de todo aquello que le producía esta cochina vida de injusticia. Alejandra Sandoval Escudero futbolaleja@hotmail.com
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2011 Mayo E
n Medellín la muerte no es extraña. La indiferencia y la costumbre se combinan con la inercia de la mala vida en la pobreza, con el letargo de vivir en una constante perpetuación del conflicto, que parece no tener salida, porque económicamente tampoco hay por dónde escapar a la hambruna. Por eso mismo, la ilegalidad tampoco es de extrañar a nadie, cuando, en el afán del rebusque, los jóvenes con las expectativas nulas frente a la academia, se topan con oficios y situaciones de nuestra violenta cultura, como expender drogas, asesinar a sueldo, filtrarse en algún bajo eslabón del narcotráfico, buscar trabajos sexuales o involucrarse con grupos armados. De eso habla el rap, de la realidad a secas y sin censura. Del barrio donde se mata, del amigo muerto, del pobre, del triste, porque el rapero en muchas ocasiones lo vive desde adentro, como un actor de reparto en este teatro de balas y cuentos. Este no es el caso de Luis Álvaro Pacheco. Para nada tenía que ver con la ilegalidad y menos con la violencia, no porque no la conociera, sino porque no la compartía. Él era un caballero, dicen los amigos; un buen hombre, bastante tranquilo. El Rasta le decían por los largos dreadlocks que ostentaba en su cabeza, sin embargo no había relación alguna entre él y la religión rastafari. Lo de El Rasta era el fútbol y el hip hop. Apasionado por el Atlético Nacional y la Clika Underground, su equipo y su familia. Siguiendo al equipo de verdes ropas, desde pequeño, con la ilusión inextinguible que sólo las pasiones manan y definiéndose a sí mismo, por el año de 1989, como miembro de una familia que no requiere sustentarse en sangre para saber que el lazo fraterno es más fuerte que la muerte. Hidalgo moreno, nacido por el último mes del año 1973, de talla alta y corpulento, de sonrisa tímida y profundos silencios, asumía carcajadas inconfundibles, preciso con las palabras, oportuno con los consejos, que se tomaba muy en serio este cuento de vivir guerreando sin miedo. No especulaba, prefería callar antes que ponerse a inventar. Su sitio no estuvo en las tarimas, sino en las calles, extendiendo el movimiento, el mensaje. Si bien estudió Diseño Gráfico, se enamoró del hip hop y a él se entregó. Durante más de 20 años estuvo conectando a su grupo, La Clika Underground, con Medallo, con los barrios, los eventos, las gentes, la prensa. ¿Cómo? Llamando, invitando, mostrando, a quién pudiera interesar, desde su ímpetu fascinado, el oficio de su alma: el hip hop plasmado en su cara. Décimo cuarta fecha de la Liga Postobón del fútbol profesional colombiano. El Rasta, acostumbrado ya, se posa sobre una sillita de un estadero de La Mota, solitario y en calma, para ver como el Atlético Nacional empata 1 a 1 con el Real Cartagena; llegan las cinco de la tarde con 4 balas en el abdomen y una en el brazo, de un arma calibre 38, que llegó por la espalda del caballero de la Clika, en las manos de un desconocido cobarde, demostrando así que en Medellín, a veces la muerte se vuelve algo para extrañarse, aunque solo a veces. Luis Álvaro murió en la madrugada del 2 de mayo en la clínica Las Américas de Belén. Alejandra Sandoval Escudero
El recreo
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Des-trazos políticos La caricatura es el trabajo sucio del periodismo y alguien tiene que hacerlo. El humor político dice más verdades que chistes, es más denuncia que sátira y cuestiona antes que divertir. Fantøche fantochecartoon@hotmail.com
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os fantoches son molestos, impertinentes, desagradables. No es una buena introducción, pero es la verdad. Un caricaturista se convierte para muchos en eso justamente porque los opinadores, como los congresistas, se destacan sólo cuando están en líos judiciales. Y la prueba de ello es que hoy la opinión periodística se comenta más en los juzgados que en los medios. Descubrí desde pequeño mi habilidad para el dibujo, pero luego descubrí también que con el dibujo son pequeñas las ganancias. Años más tarde, y luego de la influencia que ejerce la universidad pública, encontré la posibilidad de lanzar mis trazos contra las tanquetas del establecimiento, y lo mejor de todo, sin tener que cubrirme la cara. Pero no solo el lápiz ha sido una herramienta para el humor. Un invento llamado Photoshop se ha vuelto un excelente cincel para recrear escenarios de burla tan hilarantes como las cuentas en ceros de los Nule. Con esta ayuda digital los caricaturistas de este siglo hemos hallado la oportunidad de generar otro tipo de exageración de la realidad sin necesidad de cambiar la constitución, y de paso darle a este programa un uso diferente a los retoques en las portadas de Soho o en los afiches de Luis Pérez. Hoy la caricatura se divulga fácilmente en Internet y de eso me he valido para empezar en esta dura y competida labor. Sobre todo porque en las provincias no se valora mucho el humor gráfico y político, mientras que los periódicos capitalinos le abren espacios a más de un caricaturista. Si se cuentan los periódicos o revistas que hay en Medellín y cuántos caricaturistas publican en sus páginas, se necesitan pocos dedos para hacer el cálculo. Pero a falta de papel, están los blogs y las redes sociales. El problema de éstas es que tienen nefastos precedentes, como la gaseosa popularidad de Mockus en Facebook o, peor aún, la tenebrosa reputación de Álvaro Uribe en Twitter. Es difícil permanecer en la web y no contagiarse por el espíritu del sicariato moral que legitiman los padres de la patria cuando estrenan Blackberry y ya se creen jueces. Un caricaturista, generalmente, recibe los insultos que merece un político, y los recibe, justamente, por burlarse de los abusos del político. La mayoría de veces un caricaturista sólo es bueno cuando critica a aquellos que no son parte de la corriente política de un determinado lector. Pero lo mejor es que un caricaturista, sobre todo si apenas empieza, aprende a valorar como nadie el salario mínimo. ¡Sí!, el salario mínimo mensual colombiano. Criticar no es lo más fácil, ni lo más cómodo, mucho menos en un país donde hacer esto cuesta hasta la vida; y como en Colombia el costo de vida es tan alto, no hay forma de comprarse otra. Tampoco es la labor más compleja o ejemplar pero al menos es honesta; eso ya dice mucho. Sin embargo, tampoco se trata de demeritar la labor política que tiene a muchos de sus más dignos representantes encerrados. Encerrados en sus oficinas día y noche trabajando. ¿Tiene la caricatura futuro? Sí, y en Colombia tiene todas las posibilidades. Basta con ver cinco minutos de la emisión de un noticiero y aguantar las náuseas, o con ver el menú del almuerzo Angelino y aguantar las náuseas. Con eso, es más que suficiente. La caricatura es el presente crudo y el pasado enterrado; ante todo, más que una exageración, es la fotografía fiel de la realidad disfrazada de chiste.
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Fotografía: Alcaldía de La Ceja
18 Al Oriente
Se teme que con la construcción de la hidroeléctrica disminuya el caudal del Salto del Buey
Las pisadas de un gigante
La construcción de la central hidroeléctrica de El Guaico impactará veinticuatro veredas del cercano Oriente antioqueño. Tal y como le sucedió a El Peñol y Guatapé, la cultura y la economía de los campesinos de la región tomarán otros rumbos. Keren Flórez, Karol Rojas y John Ruiz keren1024@hotmail.com
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ara llegar a la vereda El Guarango, hay que caminar tres horas desde el parque de La Unión o tomar un chivero que tarda una en llegar. Lo primero que se ve cuando se está cerca de la casa de Byron Moreno, es el cultivo de mora y el tejado desgastado de una casa de tapia. Desde el corredor, se puede apreciar, abajo toda la vereda. Quizá en unos años, desde su casa ya no se vean los bosques, sino el reflejo del sol en el agua del embalse que se pretende construir con el proyecto hidroeléctrico El Guaico. Los habitantes de los sectores afectados tendrán que vivir en otras tierras o convivir con los que vienen de afuera. La causa es que esta región que se conoce por su potencial geográfico e hídrico, es cada vez más el foco de la producción eléctrica del país. Según la Corporación Autónoma Regional del Río Negro y Nare (Cornare), la formulación de proyectos para la construcción de hidroeléctricas y microcentrales en el Oriente antioqueño va en aumento. De los 42 proyectos presentados, 36 han sido aprobados. Los campesinos no tienen mucha información de los posibles impactos sociales que estas construcciones pueden traer. El Buey, mucho más que un río El río El Buey no se ve desde el corredor de la casa de Byron. El agua que reciben en su casa no proviene de él, pero en algunos años será su caudal el que inundará la zona y cambiará radicalmente el paisaje de esta vereda de aproximadamente 320 habitantes. Y por la construcción de la hidroeléctrica, se afectarán veinticuatro veredas en La Ceja, La Unión y Abejorral, a lo largo del Buey. Ocho serán inundadas, cinco de ellas en La Unión. “La fuerza de ese río es muy grande y sus aguas son revueltas; hay partes donde se puede pescar o sacar el agua para el ganado y algunas casitas al pie del río” cuenta Byron. Cerca de la Unión, pero en La Ceja, está también el salto de El Buey, un atractivo turístico, cuya caída llama tanto la atención de los turistas, como de EPM, una de las empresas de producción de energía con mayor reconocimiento en Antioquia. En la zona de los futuros embalses, la tierra es aprovechada para cultivar mora, aguacate y papa. Sus suelos son utilizados también para la ganadería, el cultivo de flores y la producción de madera. El Director de la Dirección Agroambiental de La Ceja, Carlos Mario Henao, asegura que se ha realizado un compromiso con las personas de las veredas. “Si el campesino siembra mora, nosotros le reubicaremos ese cultivo en otra zona”, afirma Henao. Aunque la reubicación será una realidad para 74 familias, para ellas el problema no es tener a dónde ir, sino que se les garantice unas condiciones similares de vida a las que llevaba antes. “Nosotros ya estamos enseñados a tener ciertos productos como cultivos de mora y ganado. Al cambiar el microclima, toca sembrar otros productos; ahí se genera también un impacto económico” sostiene Azucena Marulanda, habitan-
te de la vereda El Guaico, en Abejorral, que se encuentra a menos de un kilómetro del río. Allí EPM tiene pensado convertir 146 hectáreas de tierra, en captación eléctrica. “El embalse hace que en el ambiente se genere un clima más frío y con más vientos a causa del represamiento del agua, es decir, la temperatura normal bajará en grados centígrados”, explica Azucena, y el desarrollo productivo de La Unión quizá se vea afectado por esos nuevos vientos que comenzarán a recorrer no sólo las veredas cercanas al embalse, sino también al municipio en general. Cultura de allá, cultura de otros La casa de tapia con el tejado viejo, las gallinas que duermen en el palo de aguacates, el perro que ladra en las noches o la posibilidad de ver en frente la densidad de ese bosque, son cosas que posiblemente Byron Moreno y su familia no tendrán más. Si en una vereda se deja de cultivar y todos sus habitantes tienen que desplazarse al pueblo, la cultura de otros, comienza a ser compartida por todos. Como afirma Pedro Chica, un integrante de la Mesa Energética del Oriente, “por ese nuevo modelo de desarrollo, se afecta la cultura y la vida cotidiana de los campesinos”. Esas prácticas culturales de la siembra, la confianza de dejar abiertas las puertas, tomar de la tierra los alimentos o de tener siempre en la casa una moto para bajar al pueblo, no serán las mismas. Es una nueva modalidad de desplazamiento en el Oriente antioqueño. Si antes sus habitantes eran obligados a salir de sus tierras a causa del conflicto armado, ahora eso obedece al aprovechamiento que empresas privadas quieren hacer de sus tierras. Por ahora, no es un desplazamiento forzado, es sino prometedor. Los campesinos comienzan a vender sus tierras, se van a los cascos urbanos, pero como dice Pedro Chica, “con el dinero que ellos están recibiendo, difícilmente pueden sostenerse o generar ingresos. Ellos no alcanzan a calcular los impactos sociales en el momento en el que le ofrecen plata por su tierra”. Una de las principales promesas a la hora de socializar los proyectos con los campesinos, es que sus tierras serán un gran atractivo turístico, que llegaría el progreso. Quizá muchas de las personas que hasta ahora vivan del campo, lo harán de la elaboración de artesanías para turistas, como pasa por ejemplo en El Peñol y Guatapé. Byron Moreno no sabe que desde La Mesa Energética se adelantan propuestas para ellos, en la que las organizaciones comunitarias tengan una participación activa, en que se debe diseñar un esquema financiero en que sean participes. Según Pedro Chica, para 2002 más de 10 mil viviendas en el Oriente no tenían servicio de energía y si lo que se va producir desde la tierra del campesino de esas veredas en La Ceja, La Unión y Abejorral es electricidad, pues el servicio en el Oriente antioqueño, debe ser la prioridad. Es que los impactos sociales que genera la construcción de hidroeléctricas en el Oriente antioqueño no son cosa del pasado o del futuro. Las historias ya vividas permiten a los campesinos de hoy mirar lo que podría pasar con sus tierras. Mientras tanto, Byron Moreno espera en su finca que le expliquen un poco más acerca del proyecto; lo que es seguro, es que él no quiere dejar de cultivar. Por el momento, los pasos de un gigante se acercan a la vereda el Guaico.
Aprender del pasado La historia de Byron, sus vecinos y muchos otros campesinos, podría ser la misma que ya se vivió en El Peñol, Guatapé y San Carlos, con sus represas y embalses, municipios donde la producción de energía cambió y marcó la vida de sus pobladores. En 1961 comenzó a trazarse el destino de El Peñol, el pueblo viejo que se inundó para dar paso a una de las mayores centrales hidroeléctricas del país. En esos sesenta los pobladores no sabían cuál sería el impacto que traería ese mega proyecto, ni mucho menos qué sería de ellos una década después. De la arriería, la siembra y la cosecha, pasaron
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a la navegación, la pesca, la construcción de embarcaciones y el desarrollo del sector turístico. Y es que si antes El Peñol y Guatapé eran pueblos del que nadie sabía, hoy en día cerca de 10.000 personas visitan cada semana sus tierras, con su famosa Piedra, su embalse, llenos de casa fincas y diversas opciones de recreación. En el año 2006, por ejemplo, los turistas que visitaron estas tierras registraron una cifra récord de 35.000 en un sólo día. Hace veinte años, también los campesinos de San Carlos, a pocas horas de El Peñol, comenzaban a ver cómo parte de los terrenos que habitaban y cultivaban, eran inundados. En ese
momento, los argumentos de quienes perseguían el negocio de la producción de energía eran prometedores: “cuando San Carlos se convierta en potencial energético, va a llegar el desarrollo para todos”, les decían. Y hoy, a pesar de los dineros que se reciben por transferencias, este es uno de los municipios en los que se tiene menor desarrollo social. Así, según el Instituto Popular de Capacitación (IPC), en municipios como San Carlos, son evidentes los fenómenos de pobreza y exclusión, a pesar de hacer parte de una las zonas más ricas energéticamente del departamento y que produce el 35% de energía de todo el país.
19 La restitución de los derechos civiles y políticos de muchas víctimas en el Oriente antioqueño se quedó corta. Hoy, con los procesos de retorno, se marcan las cicatrices abiertas del desplazamiento forzado.
Condenados al nunca más Fernando López axtros@hotmail.com
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n una sencilla casa de Castilla, en el noroccidente de Medellín, Graciela Quiceno ve pasar su vida entre idas y venidas que le garantizan la comida hoy en día. A pesar de sus años, que ya suman más de medio siglo, es poco probable verla quieta; está en un constante esfuerzo por ser útil. Se aferra ferozmente a la vida porque varias veces fue acariciada por la muerte. El ritmo de su trabajo no lo soportaría cualquiera porque su jornada diaria excede los límites del cansancio. Vive con su sobrina y ayuda con todo lo que se le atraviese. Semejante tenacidad se la debe a la vida en el campo, esa que tuvo que dejar atrás para preservar su vida. “La ciudad es otro cuento. Es mejor el campo, más tranquilo, sin tantas preocupaciones”, afirma decididamente. De sus 55 años, 46 de ellos los vivió en Santa Ana, hasta 2002, cuando tuvo que desplazarse con su familia de ese corregimiento de Granada, en el Oriente antioqueño. Ella se abstiene de iniciar un proceso de retorno porque, según dice, “tiene uno que tener muy buen amparo económico para decir que se vuelve. En el pueblito ya no hay mucho que hacer y toca buscar sustento de cualquier manera”. El Oriente antioqueño es una subregión del departamento que a lo largo de sus últimas cinco décadas ha vivido grandes paradojas. Como otras zonas del país, su mayor lastre ha sido contar con una gran riqueza de recursos naturales, porque ligado a ello ha tenido que soportar muy de cerca los efectos de la violencia política del país y de la sobreexplotación de sus territorios. En sus municipios es común encontrar desgarradores testimonios de víctimas del conflicto: hay quienes huyeron para salvar sus vidas, quienes no alcanzaron a salvar las de muchos de sus seres queridos, quienes nunca salieron porque no tenían posibilidades de supervivencia en otra parte. Y hay quienes regresaron y quienes quieren regresar, pero no encuentran las garantías suficientes para hacerlo.
Fotografía:: Fernando López El cementerio de Santa Ana tiene las huellas de la violencia que ha vivido el corregimiento
valentía, es un tributo para lo que a ustedes significó estar por fuera y volver”. El directivo puntualizó que para que la prosperidad llegue a las personas desplazadas que hoy están retornadas es preciso allanar cuatro caminos: más seguridad, superación de la pobreza extrema, restitución de los derechos y generación de ingresos. Las personas que han retornado explican que la subsistencia económica sobrepasa las cuestiones de seguridad. La restitución de los derechos civiles va más allá de la protección física de las personas; hay que brindar estabilidad para poderse quedar dignamente en el territorio.
Fotografía:: Fernando López
Volver sin derechos Nicolás Castrillón, representante de la Asociación Campesina de Antioquia, argumenta que “una prosa bastante garantista en materia de derechos es la que se plantea en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y otra muy distinta son las respuestas desde el Estado para dar soluciones estructurales a una problemática tan compleja como son los procesos de retorno de las víctimas del desplazamiento forzado”. La Mesa de Derechos Humanos y Protección Humanitaria del Oriente Antioqueño señala que el derecho a una vivienda digna, a iniciativas productivas sostenibles, mejoramiento de vías, construcción de centros de salud, escuelas y restitución efectiva de la tierra, requieren menos discursos proselitistas y más presupuesto de la Nación para tratar de reconstruir los proyectos de vida individual y colectiva que destruyó el desplazamiento forzado en el marco del conflicto. Rosalba Galeano es paisana de Graciela y nunca dejó su casa. Ella, que resistió los intensos efectos de la violencia confirma las preocupaciones de la señora Quiceno: “mire cómo es la vida, antes nos mataban las balas y al paso que vamos nos va matar es el hambre”. Pese a esta realidad, el director Molano dice que el retorno al Oriente antioqueño es emblemático y una experiencia que hay que emular en Colombia. De otro lado, Nelson Armando García, alcalde de La figura de retorno Granada, no oculta las debilidades de estos procesos en Mientras transcurren las tardes en Medellín, Gramateria de goce efectivo de derechos, pero aduce no ciela recuerda los buenos tiempos que vivió en Santa tener los recursos suficientes para garantizarlos. Como Ana. Intenta con ellos opacar el destello fulgurante mandatario de una población con altos índices de retorpero no menos trágico de las armas que acabaron con no, dice que la recuperación del territorio no consiste la vida que conocía. Los estridentes sonidos de la gueen la simple militarización: “no se puede decir que si rra se convirtieron en ruidosos ecos de la urbe; pero lo hay seguridad hay una recuperación. Lo que se ha senque extraña es más fuerte que eso, es el sonido puro tido con el apoyo del Gobierno Nacional es que hay una de la vida que antes se escurría entre los cafetales de presencia militar, pero se debe propiciar la reactivación su finca. Volver a su hogar es su constante deseo, no de la economía y las oportunidades para que la gente poder hacerlo en las mismas condiciones de antes, es su vuelva a recuperar la confianza en las autoridades”. inmutable flagelo. Según los datos de Acción Social y del DepartamenLa Agencia Presidencial para la Acción Social y to del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación la Cooperación Internacional, Acción Social, establece de Desastres, al Oriente antioqueño han regresado voque el punto de partida para el restablecimiento de una luntariamente 78.000 personas, de las cuales 36.000 se persona desplazada por causa de la confrontación arGraciela Quiceno en su casa de Castilla han incluido en los listados oficiales de retornados; lo mada debería ser la posibilidad de retornar al lugar de que significa que las otras 42.000 personas no regresaresidencia en condiciones de voluntariedad, seguridad y ron bajo las mejores condiciones de seguridad y dignidad que establece el protocolo dignidad. Lograrlo sólo es posible con la presencia real y efectiva de instituciones del de retorno. Aunque su vida corra riesgos, los desplazados están regresando a sus Estado que garanticen la protección y ejercicio de los derechos de los ciudadanos en tierras con o sin el acompañamiento del Estado. el territorio, así como con el impulso de procesos de participación local. Retornar es vivir es una estrategia implementada por Acción Social que se desaDrama de un nuevo riesgo rrolla en 115 municipios de todo el territorio nacional. Este megaproyecto cobija –seMaría Migdonia Pérez, funcionaria de Acción Social en el Oriente antioqueño, gún cifras oficiales– a 35 mil familias, 130 mil colombianos en procesos de retorno. reconoce que falta mucho y comprende las alertas sobre lo que pueda ocurrir, pero La estrategia se lleva a cabo de manera prioritaria en seis de los 23 municipios del expone que se están desarrollando acciones de la mano de los entes territoriales que Oriente antioqueño que tienen población en situación de desplazamiento: San Rapermiten tener mejores condiciones en el territorio. Algunos campesinos retornados fael, San Carlos, San Luis, San Francisco, Cocorná y Granada. En estas localidades se señalan que Acción Social por lo general cumple con su obligación de dar asistencia a identificaron, a diciembre de 2010, al menos 9.479 familias, representadas en 37.636 corto plazo. Pero la preocupación de Graciela, es exponerse a condiciones más duras personas, que hacen parte del programa. que las esperadas. “Lo difícil no es volver, es mantenerse allá”. Los retornos son una prioridad dentro de la política de población desplazada, Después de los retornos, la presencia de las instituciones es vital, se debe consipero las cosas no parecen funcionar del todo bien en la región. La señora Quiceno derar el eminente riesgo de una nueva incursión armada si no se da continuidad al –después de mucho implorar por la restitución de sus derechos– no quiere mendigar acompañamiento de las comunidades. Muchos de los retornados a Santa Ana, por más los componentes de una ayuda humanitaria, quiere volver a producir desde su ejemplo, manifiestan que si la Fuerza Pública llegara a retirarse, ellos inmediatatierra. mente volverían a desplazarse. Este factor demuestra que los conflictos emergentes Para Pedro Chica, consultor de Prodepaz, “no es posible retornar si no avanafectarán los procesos de retorno y su estabilidad. zamos en un verdadero proceso de superación del conflicto; lo que a su vez se coPor ahora, Graciela –como muchos otros– sigue haciendo fila por un ficho en la rresponde con develar la trampa de una desmovilización y una reintegración de los Unidad de Atención y Orientación a la Población Desplazada, esperando por una paramilitares, que aún no termina sus ejercicios de ilegalidad y presión política ilícita ayuda que sigue muy lejos de una restitución legítima de sus derechos. Su retorno (esto incluye desarticular sus estructuras económicas y mafiosas)”. sigue siendo un dudoso proyecto que la llena de incertidumbre. Sus recuerdos y su Diego Molano, director de Acción Social, sostuvo en reunión con alcaldes de seis familia son los motivos para seguir luchando. municipios pertenecientes a la estrategia, que “Retornar es vivir es un tributo a su
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20 Gran angular Después de la temporada de lluvias más larga de las últimas cuatro décadas, la Plaza Mayorista que surte a Medellín recobra su energía. Después de madrugadas frías, pasadas por agua y malas en cosechas, 670 comerciantes esperan la llegada de la temporada seca y con ella la reactivación de su actividad. .
Fotografía: Laura Rodríguez
En una mañana sin lluvia Colectivo de Reporterismo Gráfico fotodocumental2011@gmail.com
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ún cuando la luna alumbra, hombres de todos los tamaños alzan bultos en la Plaza Mayorista, despensa de Medellín. Llevan -entre camiones, bodegas, chiveros, carretas,- fardos llenos de frutas, hortalizas y verduras traídas de los campos de Colombia, Perú, Canadá, Estados Unidos o Chile. Esta madrugada es particular pues hasta hace sólo algunos días, la lluvia traída por el fenómeno de La Niña provocó una alteración extraordinaria en la rutina pues durante 14 meses no cesó de llover en el interior de país. La inminencia del tiempo seco genera expectativa en los comerciantes y los 2.300 trabajadores informales que se ganan allí el sustento. Los niveles de pluviosidad subieron en todo el país y la producción de alimentos agrícolas bajó. Las aguas inundaron más de 1.2 millones de hectáreas de tierra fértil, 350 mil de ellas agrícolas, en todo el país, según el Ministerio de Agricultura. También, las lluvias provocaron derrumbes que obstaculizaron el paso por las carreteras, prolongaron los tiempos de traslado entre ciudades y generaron deterioro de la mercancía trasportada, tras lo cual el costo del transporte de alimentos se incrementó en un 30% según Jorge García, presidente de la Confederación Colombiana de Camioneros. No sólo la cantidad de productos se vio afectada, la calidad desmejoró. Las plantas se ahogaron en algunas zonas, el cierre de las carreteras demoró los tiempos de transporte de los alimentos que llegaban a la Mayorista, y muchos se deterioraron debido a la humedad. Así sucedió con varios envíos de cebolla que llegaron contaminados y con hongos. Todo lo anterior se tradujo en el alza de los precios y en el empobrecimiento de la canasta familiar. Como consecuencia de lo anterior, los comerciantes aumentaron las importaciones y los precios de los alimentos subieron a nivel nacional hasta en un 0.78%, como ocurrió en mayo pasado cuando, por ejemplo, el precio de hortalizas y las verduras subió un 4.55%, según el Dane. El incremento en las importaciones de alimentos se convirtió entonces en la estrategia para llenar los vacíos del mercado local. Los bajos precios de los foráneos y el mayor tamaño de cada producto fueron elementos favorables para su ingreso en el mercado de Medellín. Los importados son más baratos y sus sabores no difieren mucho de los conocidos por el paladar de los colombianos. Durante el primer semestre del año 2011, los importadores hicieron su “agosto” vendiendo alimentos que escaseaban, los precios se mantuvieron arriba y así seguirán hasta que las tierras recuperen sus características óptimas después de la temporada de lluvias.
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Fotografía: Natalia Botero
Fotografía: Jonh Grajales
Fotografía: Santiago Casafus
Fotografía: Natalia Botero
Fotografía: Jonh Grajales
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Fotografía: Jonh Grajales
Fotografía: Laura Rodríguez
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El parque de pueblo
Fotografía: Jonh Grajales
22 Punto de encuentro
No existe en Medellín un parque con más fama de inseguro que el Bolívar. Pero estigmatizado -a veces sin razón- este rectángulo del Centro es, ante todo, un parche para aquellos que añoran su pueblo perdido. Ramón Pineda elsofadehomero@gmail.com
“
Cementos Argos y Discos Fuentes. Y en el 35, con la muerte del argentino Carlos Gardel, surge una leyenda, una forma de ser de la “urbe” paisa.
… Poco después ardía, espléndido, Junín, y con Junín el centro. Por cuadras y cuadras iba dando cuenta el fuego de todas esas viejas construcciones de Los vecinos Es a comienzos de esa década cuando se forman los primeros parches de jóvenes. tapia y de bahareque de otros tiempos, de otros dueños, limpiándolas de Pero es alrededor de otro parque, el Sucre, donde nace “La barra de Boston” conforrecuerdos. El fuego purificador que todo lo borra, que todo lo iguala. Lo último que mada por un grupo de muchachos entre los diez y los dieciocho años con ganas de vi fue el parque, y en el parque, en llamas, el Libertador, la estatua. Ardía el mármol, hacer vida social ya no en sus casas y sus colegios, sino en la calle. Los hijos de los ardía el bronce, ardía el caballo, ardía el héroe. ¡Adiós gran hijueputa!” Molina, los Berrío, los Chica, los Madrid y los Tobón fueron los fundadores de este Pero no, a pesar de los deseos renovadores de Fernando Vallejo, en estas líneas parche: iban juntos a ver las primeras películas sonoras de Cine Colombia, jugaban de su cantaleta en El Fuego Secreto, El Parque y su Bolívar a caballo no ardieron. A fútbol, hablaban de las muchachas vecinas y recibían lecciones del evangelio en boca diferencia de los incendios en el Parque de Berrío y en otros lugares del centro de de los sacerdotes del colegio El Sufragio. Medellín, que sirvieron como excusa para acabar con viejas estructuras e iniciar el camino de la modernización, del progreso, no se conocen historias de edificaciones Vecinos a Boston estaban los también muy nuevos barrios Prado y Villanueva, ardiendo en llamas en el Parque de Bolívar. elegantes, planificados y habitados por prestantes familias. Ellos, por cercanía, irían Hermano menor del de Berrío, el de Bolívar es un parque que desde su construcalimentando de identidad, de vida cotidiana, de historias al Parque de Bolívar. Y, sin ción, entre 1888 y 1892, se ha convertido en un reflejo de cómo Medellín, a lo largo proponérselo, le marcarían un rumbo diferente al del Parque de Berrío: serían los del siglo XX y en lo que va del XXI, no ha dejado de debatirse entre la tradición y la árboles, la gran verja que lo rodeaba, la fuente con sus patos, la ausencia de bancos modernidad y de cómo en las ciudades masificadas quedan momentos, situaciones, y de centros de negocios, lo que fue haciendo de este sector, a pesar de su enorme elementos, más cercanos a las ciudades burguesas. catedral, un lugar más dado al goce, a la pereza, a la conversación, al estar. Al contrario de los centros comerciales, avenidas, terminales de transporte aéreo En los años veinte, León de Greiff describió en su poema Villa de La Candelaria y terrestre que pueden definirse como espacios que no generan identidad -según lo al Parque de Berrío como un lugar de sucesos banales, de gente necia, local, chata y definido por el antropólogo Marc Auge en su libro Los no lugares-, espacios del anoroma, lleno de chismes, de catolicismo y de personas con inopia en los cerebros como nimato tan propios de las ciudades masificadas, el Parque de Bolívar sigue siendo un “si todo se fincara en la riqueza, en menjurjes bursátiles y en un mayor volumen de la panza”. Pero el Parque de Bolívar se preocupó menos por los bancos, por el trabajo, lugar que crea identidad, que dentro de ese rectángulo convoca a cientos de personapara dedicarse al goce, a las sombras de sus árboles, al Junín con sus salones de té jes que no sufren de anomia, que se reconocen y se citan a diario para darse un lugar y sus almacenes, y al Teatro Lido que nació en 1949 para hacerle contrapeso, con en el mundo, un lugar que recuerda al “parque de pueblo”. música y teatro, a los rezos de los arzobispos de la Catedral. En terrenos donados por un extranjero, el inglés Tyrell Moore, este lugar de La construcción de la Avenida Oriental o Jorge Eliécer Gaitán, entre 1973 “identidad, relacional e histórico” -citando a Marc Auge- comenzó a ser un elemento y 1983, acabó de determinar ese carácter de inclusión, de inseparable de la historia de Medellín cuando se decidió lugar en el que todos caben, que tiene ahora el Parque de levantar a su lado “la estructura en barro cocido -1’120.000 Bolívar. La herida, el abismo y la transformación que creó ladrillos- más grande del mundo”, la Catedral Basílica MeEn un lado, están los emboladores y esta vía llevaron a que las pocas familias prestantes que aún tropolitana. Con planos y diseño de arquitectos extranjeros las fritangas. A su izquierda, el CAI, las frecuentaban la zona – de Prado, Boston y Villanueva- emi– Crosti, Carré y Buscaglioni- fueron 63 años los que se requirieron para que en 1931 se oficiara allí la primera misa. graran hacia otros barrios. niñas prostitutas y uno que otro travesti. Y es que Medellín comenzó a parecerse a lo que es hoy Y el Parque de Bolívar quedó y fue habitado por esos Al frente, la fuente y la Catedral, y en en los años 30. En el primer año de esa década, quedó ‘enseres de la anomia que comenzaron a bajar de las laderas y techada’ la quebrada Santa Elena. En el 31, la Catedral anaque vieron en éste lo más parecido a los parques de esos puesu atrio, parejas o pequeños grupos de ranjada comienza a robarle protagonismo a la blanca iglesia blos que tuvieron que abandonar en busca de la seguridad homosexuales quienes, acomodados en de La Candelaria. En el 32, nace el artista Fernando Botero. y de las “mejores oportunidades” que brindaba la ciudad: En el 33, se funda el club Deportivo Independiente Medeun atrio para quedarse luego de salir de misa, una estatua las escalas, ven al resto pasar. para sentarse a su alrededor, bancas y más bancas instalallín y Luis Eduardo Yepes abre el primer Almacén LEY de das por la Sociedad de Mejoras Públicas, una fuente y unos la ciudad. En el 34, aparecen Imusa, Proleche, Tejicóndor,
No. 53 Junio de 2011
23 árboles que le dan un aire bucólico, rural, pequeñas heladerías para “tintiar” y una carrera como Junín que hacía las veces de las famosas “calles del comercio” que hay en cualquier pueblo. “Si bien en buena parte Medellín estaba construido en un llano, en el valle del Aburrá, que como su nombre lo indica es plano, todo el mundo “bajaba” al centro. ¿Y cómo se puede bajar en plano, dígame usted? Con dos razones se lo voy a explicar. Una, Medellín, estaba rodeado de montañas: las que formaban el valle, y un barrio u otro estaba encaramado en ellas, como Prado, Manrique o Aranjuez… Los que vivíamos, pues, en pendiente, sí bajábamos al centro, y ahora le voy a explicar la razón de que los que vivían en plano bajaran también. Es que todos los de Medellín somos o venimos de familias de los pueblos. Y como los pueblos antioqueños, nidos de pájaros, están a horcajadas de las montañas, cuando los padres y abuelos venían a la capital del departamento, subiendo y bajando cuestas, en la cuenta final bajaban más, de suerte que “bajaban” a Medellín”. Ya Fernando Vallejo en El Fuego Secreto da cuenta de cómo Medellín comenzó a crecer hacia arriba y al centro comenzaron a ir quienes pasaron de habitar las montañas rurales a las urbanas. Él vivió en Boston y, aunque no hizo parte de la segunda generación de la famosa Barra – otro que también vivió en ese barrio pero no quiso hacer parte del parche fue Gonzalo Arango- también “bajaba” frecuentemente al Parque de Bolívar y a su Junín lleno de contrastes, de tradición y modernidad. En los años 70, ya el Parque de Bolívar era punto de encuentro de pillos, de homosexuales y de cuantas personas o grupos parecieran ir en contracorriente. No en vano, la parte trasera de la Catedral está atravesada por la Barbacoa, una estrecha vía diagonal, que rompe la tradicional estructura en damero del Centro, para alojar a travestis, lesbianas, gays, expendedores de droga, vagos, prostitutas y prostitutos. El Metropol, el Miami, el Sayonara; el nacimiento de teatros como El Cid, el Aladino, el Odeón, el Radiocity, el Libia, el Dux y el mismo Lido; los baratos almuerzos de La Estancia, la que fuera la antigua casa de Pastor Restrepo Maya; y la “popularización” de Junín, entre otros lugares del goce, fueron creando un Parque de Bolívar discriminado, señalado, desde otros sectores; pero, a la vez, generador de una identidad y de un sentido de pertenencia entre las generaciones que han convivido en éste. Los conversadores El Parque de Bolívar es un rectángulo. En un lado, están los emboladores y las fritangas. A su izquierda, el CAI, las niñas prostitutas y uno que otro travesti que ha decidido abandonar por un momento su tradicional esquina de trabajo en Palacé y Bolivia. Al frente, la fuente y la Catedral, y en su atrio, parejas o pequeños grupos de homosexuales quienes, acomodados en las escalas, ven al resto pasar. En el centro, la estatua del Libertador y, en su base, viejos y jóvenes sentados, desparchados, haciendo vida de parque. Afuera y adentro pasan los vendedores, los pregoneros, los enamorados, los muchachos prostitutos y los viejos que les dan empleo. A la derecha, están los viciosos, los jugadores de ajedrez. Los policías dan la ronda acostumbrada, los que acaban de salir de misa comen en la esquina “la empanada envigadeña” y los “conversadores” sostienen una de sus habituales discusiones sobre política, religión deporte o sexo.
“Los conversadores del Parque” se ubican en el centro, a la derecha, mirando desde Junín. Sin ponerse una cita, comienzan a llegar allí desde las dos de la tarde. En su mayoría, son viejos, pero también hay jóvenes. Mujeres, una o dos, esporádicamente. Discuten, sacan pruebas de su “verdad” que pueden ser la Biblia, un libro raído, un periódico. Se conocen entre sí pero siempre aparece uno nuevo que depende de su discurso y puede ganarse un lugar de respetabilidad en las polémicas. Hay algo en ellos que es nostálgico, luchan contra la anomia. A pesar de estar en la calle, de ser aparentemente transeúntes, allí tienen un espacio de reconocimiento, son alguien, se han hecho notar en medio de la horda. Edal Monsalve es uno de ellos, desde hace años es un asiduo visitante. Allá va casi todas las tardes para reunirse, sin cita previa, con otros que como él tienen una pasión: la de conversar. Por eso, él lideró la creación de “El Parque habla”, una ONG que pretendía, además de darle presencia jurídica, social y cultural a ese grupo de conversadores, hacer del Parque de Bolívar un espacio de inclusión en el que quepa toda la ciudad y, especialmente, esa marginada que bajó de las montañas en busca de un parque que se parezca al de sus pueblos, ese vigilado por los policías, censurado por la otra Medellín y que tanto molesta a Fernando Vallejo, quien sueña con verlo arder. “Este es el parque de nosotros, aquí venimos a ser, a vivir, a hablar, a compartir nuestras tristezas, nuestras alegrías”, dice Edal Monsalve en nombre de los demás conversadores de esta ágora moderna, con cosas en común a aquella griega idealizada, la que Richard Sennet en el libro Carne y piedra describe como un lugar en el que se daban muchas actividades distintas y simultáneas, sin ninguna relación entre sí, como danzas religiosas, observancia religiosa, murmuración, tragasables, malabaristas, mendigos, filósofos y “paseando de grupo en grupo, una persona podía enterarse de lo que estaba sucediendo en la ciudad y discutirlo”. El uno cuenta que en su casa descolgó Fotografía: Jonh Grajales al Corazón de Jesús para poner el retrato de Uribe. El otro, que las bibliotecas es lo mejor que le ha pasado en los últimos años a la ciudad. Otro, invita a leer la Biblia, a hacer la revolución. Que viva Chávez, que ojo con el Sida, que eso es invento de los gringos, que viva Marx, que Dios todo lo ve, que no, que Dios no existe y si sí, es ciego… Mientras tanto, a su lado, como ajenos a las conversaciones pero a su vez parte de ellas, están los trabados por sacol o mariguana, los ajedrecistas, los “putos”, los vendedores de copo de nieve, de tinto, cigarrillo, los músicos ambulantes, los que están matando el tiempo sentados al pie de Bolívar, los hare khrisnas, el profeta libro en mano, el tragavidrios, el mimo, el turista que se baja del Turibús, los policías a pie y en moto, y en las noches de domingo, la travesti Dany con sus barrocas puestas en escena llenas de agresiones que hacen reír a sus fieles espectadores. Es el parque de pueblo grande, es el hermano menor y buena vida de ese Parque de Berrío tan mayor, tan serio, tan acomodado a las épocas que, en vez de tener el atrio en la iglesia lo tiene es en ese símbolo de la modernidad que es el Metro; tan lleno de afanes con su estación central del sistema de transporte masivo, con su calles Colombia y Palacé llena de tacos; tan negociante con su Banco de la República, su Banco Popular –y en otros tiempos con su Bolsa de Valores- sus cajeros electrónicos, con sus chanceros, su Flamingo; tan lleno de cemento, tan ausente de árboles y tan lleno de sombras artificiales, las que crea el viaducto; tan no lugar, tan perdido de identidad, tan expuesto al bisturí de los arquitectos, tan lleno de urbe.
Fotografía: Jonh Grajales
Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia
Fotografía: Laura Rodríguez