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LA DECADENCIA DEL ARTE

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E. ANDRÉS ROSÉ

E. ANDRÉS ROSÉ

La Decadencia del Arte: Hamparte

¿Esto es arte o lo puedo tirar a la basura?

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"Hamparte [...] es sencillamente toda obra artística que no significa nada en realidad y fue hecha pura y exclusivamente por esnobismo y dinero. "

En esta oportunidad toca hablar de todas las artes en general y una cuestión que las toca a todas por igual: el hamparte. No, querido lector, no tiene nada que ver con la mafia (aunque sea un crimen para el buen gusto), hay definiciones más complejas de Hamparte pero para no irnos por las ramas diremos que es sencillamente toda obra artística que no significa nada en realidad y fue hecha pura y exclusivamente por esnobismo y dinero.

Tal como aclaré en el prólogo, esta práctica pseudoartistica no se limita a una sola arte sino a todas, incluyendo la arquitectura, pero para evitar la extensión exagerada de este artículo nos concentraremos en el arte plástico y el cine. Creo que todos, alguna vez hemos visto hamparte, el más común quizás puede ser el clásico mingitorio de Duchamp, o en nuestros días un par de anteojos de sol en un estante, también se ha visto esto en el cine con mucha frecuencia, películas donde literalmente nada relevante ocurre y el metraje solo muestra por ejemplo una persona comiendo un sándwich de milanesa o durmiendo. Estas “piezas" pueden haber nacido en un principio con intenciones de sátira o de ridiculizar lo que estaba establecido como Cañón dentro de la práctica artística, el problema es que después del primer impacto no hubo nada más a lo que criticar porque el arte ya se había liberalizado mucho y no era necesario ser un matemático o un arquitecto profesional para ser una artista, entonces el dadaísmo de Duchamp ya estaba caduco, pero evidentemente alguien tuvo la brillante idea de sobre explotar la idea del “arte conceptual” de los autores posmodernos para enriquecerse más que para demostrar talento y ahí empezó el camino al hamparte el cual culminó en el esnobismo que conocemos hoy en día incluso en cine: uno puede carecer totalmente de talento pero si haces una buena campaña de marketing, das conferencias y especialmente si apoyas causas de moda como el ambientalismo, el feminismo, el indigenismo, etc. Ya tenes tu lugar ganado en el Olimpo de la crítica artística y por lo tanto tendrás un pequeño público que consumirá tus obras aunque mayormente recibas subsidios estatales porque a nivel Real tus “creaciones" no gusten mucho al público en general por una razón logica: no tiene ni pies ni cabeza y cualquier persona con un IQ mínimo puede verlo. Todo esto por supuesto no significa que la experimentación en el arte sea pura cháchara pero digamos que es claro cuando hay una búsqueda Real de salirse de la norma narrativa de la industria para crear algo nuevo en vez de solo aprovecharse de los críticos elitistas y del público incauto, si vamos a ejemplos gráficos es claro que Lars Von Trier propone desde el montaje, el sonido, el diseño de producción (escenarios) y las actuaciones un viaje a la mente de un asesino en serie y hasta nos hace partícipes de su humor negro en “La Casa de Jack", en cambio Lucrecia Martel nos muestra supuestamente la desidia y la falta de vida interior de la familia clase alta de Salta en La Ciénaga, pero básicamente sus recursos son planos tan estancos como el agua de una pileta en invierno y un argumento que se basa en la observación en tiempo Real de mujeres retozando y durmiendo la siesta, más que experimentación se podría decir que estamos ante un clásico caso de Hamparte, pues se trata de vender una película como provocadora cuando en realidad no tiene mucho que decir.

En lo personal creo que ésta es la versión más clara del marxismo renovado, no olvidemos que para Marx el valor del trabajo se media por el ESFUERZO y no por la HABILIDAD o la EFICIENCIA, lo cual quiere decir que si uno crea un auto hecho con partes oxidadas y en desuso debe tener un valor alto porque se invirtieron días en su creación y mucho esfuerzo de parte del fabricante. Pero como sabemos, este principio es muy falaz porque el trabajo no vale nada si uno produce cosas innecesarias, ineficientes y sin calidad, lo que uno debe hacer para poder vender un producto o servicio a mejor precio es optimizar los tiempos de producción, mejorar la calidad de los productos y satisfacer la demanda existente. Pero evidentemente al cambiar la realidad y la derecha ser hegemónica, la izquierda se reinventó y de una manera más perniciosa: a través del mercado. Probablemente si sos liberal, querido lector, puedas sentir escepticismo ante esta idea pero basta analizar lo ya dicho en este artículo sobre el hamparte y otros aspectos de la realidad como por ejemplo la cada vez mayor afinidad dentro del mundo occidental al comunismo ¿creen que es coincidencia? Prendan la tele, vean los noticieros, revisen la currícula escolar de sus hijos o sobrinos, Observen los dibujos animados infantiles de ahora, los contenidos como series o películas, observen la literatura actual, la pintura y escultura, lo que sea, presten atención ¿qué notan? Les digo: cada vez nos hacen más estupidos y dependientes del Estado a nivel emocional y también económico, el Estado comunista global es la ONU y las otras ONG como Amnistía, Greenpeace sus derivadas y todos estos organismos tienen tanto éxito porque infectaron la cultura y la educación, por ello una manera simple pero efectiva de erradicar al comunismo es volviéndose a las bases culturales que hicieron a Occidente civilizado , libre y avanzado hacia finales del siglo XX. Aunque no es culpa solo del marxismo, los críticos de arte también han contribuido a la decadencia de la calidad artística, puesto que quien es hábil únicamente para criticar es porque no posee habilidades y por lo tanto se dedica a destruir (al igual que el marxismo), aunque antes había muy buenos críticos, hoy realmente escasean, pero es todo parte de lo mismo: mala educación, resentimiento y falta de gusto componen un cóctel sumamente peligroso para una sociedad avanzada, pues si en el pensamiento todo vale, se premia lo feo/deficiente y nada tiene valor, la identidad de una persona y peor aun: de una cultura queda diluida en un charco de ambigüedad, en una pesadilla amorfa de la que solo se podrá escapar erigiendo paredes, construyendo y revalorizando.

Antonio García Villarán revisa de manera divertida y polémica los diferentes movimientos artísticos y obras de los grandes maestros para poner en duda los cánones establecidos a la hora de valorar el arte. Con el concepto Hamparte (creado por él mismo) plantea desde un punto de vista crítico la validez de los criterios actuales para encumbrar a autores españoles de la talla de Dalí, Miró o Chillida, e internacionales como Yoko Ono, Damien Hirst o Jeff Koons.

Liberales vs Conservadores

Diferencias claves

Apesar de que hay similitudes tanto económicas, políticas, sociales, culturales, y, además, es común ver hoy en día una asociación entre estas dos corrientes (en gran parte porque se oponen a ideologías de izquierda), la verdad es que hay ciertas diferencias a tomar en cuenta entre ambas corrientes. Sin embargo, además de ahondar en las singularidades, en imprescindible adentrarnos un poco en el origen de ambas para una comprensión más amena.

Conservadurismo

Los orígenes de este término se remontan a 1819 cuando fue introducido por Chauteaubriand como consecuencia de varios períodos prerrevolucionarios y revolucionarios en varios países europeos, pero más específicamente en Francia con la Revolución Francesa, esto debido a que fue el suceso que tuvo suficiente vehemencia para que pasara de un simple término a ser un movimiento. En general, lo definen como un conjunto de corrientes, opiniones y doctrinas que abogan por el mantenimiento de las tradiciones, los valores y la religión para mantener la estructura social y la estabilidad en un grupo determinado. Son generalmente de derecha y se oponen a los cambios políticos, sociales y económicos. Se sustenta en tres valores: la autoridad, la lealtad y la tradición. Rinde culto a la espiritualidad y al valor de lo inconmensurable. Si bien hay varias vertientes de dicha corriente, vamos a limitarnos, por el momento, en lo que respecta a este artículo a la anterior nombrada.

Liberalismo

Esta corriente, por su parte, emergió en Europa en el siglo XVIII como consecuencia del rechazo a las normas impuestas por los conservadores de la época (y podríamos decir que fue uno de los precursores de convertir al conservadurismo en un movimiento), que comprendían principalmente la monarquía absoluta, la unión entre el Estado y la religión, los títulos nobiliarios y el derecho divino de los reyes. Sin embargo, otros defienden que este movimiento, aunque nació en dicho siglo, se hizo más relevante a raíz de las revoluciones decimonónicas. Se caracteriza por defender la igualdad de los individuos ante la ley, la reducción del Estado y la libertad individual. Esta aboga por el libre mercado, el capitalismo, la propiedad privada, el internacionalismo, el secularismo, la libertad de expresión, el Estado de derecho, entre otros.

Actualmente, se pueden observar ciertas confusiones que surgen a consecuencia de sus vertientes. Por un lado, tenemos al liberalismo económico que se observa comúnmente enlazado con ideologías conservadoras y, por ende, de derecha y, otro lado, el liberalismo relacionado con la nomenclatura estadounidense, que se asocia al progresismo y, posteriormente (sobre todo en los años recientes con el surgimiento del marxismo cultural), con movimientos de izquierda como el socialismo y el populismo (cosa un tanto controversial porque los movimientos de izquierda son los que se han opuesto históricamente de una manera más severa al liberalismo clásico); esta diferencia ha generado conflicto entre estas dos vertientes.

Diferencias entre liberales y conservadores

Antes de ahondar en las facetas que diferencian ambas corrientes, es obligatorio aclarar que es común en coexistan ambas ideas en un individuo y que, a pesar de las diferencias de las mismas, ambas se oponen (haciendo a un lado al progresismo) a las ideologías de izquierda y apoyan la propiedad privada por encima de la pública. Comenzando, desde una perspectiva política, los conservadores abogan porque el Estado actúe siempre que la sociedad lo necesite para mantener el bienestar colectivo. Los liberales, en cambio, defienden el Estado de derecho no intervencionista que garantice la libertad individual y la igualdad de todos ante la ley y que el Estado sea reducido al mínimo, además, defienden la reducción de gastos del Gobierno y de sus programas asistenciales. Para los conservadores también es fundamental el mantenimiento de las tradiciones y las normas sociales y son renuentes a los cambios de las mismas, cosa que es la base de una parte importante de las singularidades entre ambas corrientes. El liberalismo, por su parte, en este sentido, se oponen a cualquier obstáculo que impida la libertad individual, aunque esto signifique un cambio en las tradiciones y costumbres. La unidad humana básica en lo que respecta para los liberales es el individuo en sí, a diferencia de los conservadores que sostienen que esta unidad es la sociedad y los grupos que la componen, haciendo hincapié en grupos como las familias. Para los conservadores el nacionalismo y el proteccionismo es esencial, ya que esto está intrínsicamente ligado al mantenimiento de las tradiciones; en contraparte con la ideología liberal que se fundamenta en el internacionalismo y, en este sentido, en llevar a la mínima expresión a las restricciones del comercio nacional e internacional.

En el mismo marco de apegarse a las tradiciones, los conservadores defienden la moral religiosa y se apegan a esta debido que es una herramienta imprescindible de cohesión social. En el liberalismo prioriza la libertad religiosa de los individuos y ante todo de los valores morales, de tal manera que está rotundamente en contra de la imposición religiosa y de valores salvo de a los mínimos determinados por la sociedad donde vive que sean indispensables. Otro punto relevante a esclarecer, es que el conservadurismo, a diferencia del liberalismo, está en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y del aborto.

Otras corrientes

Es importante hablar acerca de otras corrientes como el neoconservadurismo, porque, en la actualidad, este es el más confundido con el liberalismo. Esto último se debe a que este defiende las fuerzas militares, la religión, el intervencionismo estatal en determinados casos y rechazan al comunismo; pero también apoyan en ciertos aspectos la libertad económica, el libre mercado y la política exterior en ciertas situaciones. En otras palabras, un neoconservador y un liberar pueden llegar a estar de acuerdo en aspectos económicos, pero no sociales. El liberalismo conservador a menudo también es confundido con las anteriores, esto debido a que, al igual que el neoconservador, apoyan las mismas estrategias económicas, pero la diferencia entre estos es que el liberalismo conservador política y socialmente es un tanto menos radical. Políticamente apoya a un gobierno descentralizado y al Estado de derecho y, aunque socialmente se base en los mismos cimientos que un neoconservador, este es más flexible debido a que, a pesar de sustentarse en la religión (por poner un ejemplo) para mantener la cohesión social, no busca imponerla en la sociedad. En mi opinión, creo que más importante que buscar un sinfín de colores y nombres a estas corrientes políticas, es indispensable hacer a un lado la guerra civil que se observa en los dos bandos a consecuencia de buscar cuál es la corriente adecuada y unirse en contra de la izquierda progresista que azota, quizá más a unos que a otros, a los continentes del planeta.

Cine Feminista: ¿por qué no funciona ni funcionará?

Radiografía de una nueva época de adoctrinamiento audiovisual

Responder la pregunta planteada en el título de este artículo podría ser tarea fácil, pero no lo es. Primero porque dos líneas no hacen un artículo de revista (aunque saldría en el libro Guiness) y segundo porque es necesario, como en todo escrito, primero delimitar que se considera «cine feminista».

Hablamos de cine feminista cuando nos referimos a películas con una clara intención política, y no precisamente cualquier intención política sino la ya expresada (bajada de línea feminista), supongo que entre los lectores habrá escépticos cuando se refiere al tema del mensaje de una película. Pero a esos escépticos les advierto que no conviene en absoluto subestimar el poder del lenguaje cinematográfico, principalmente porque debemos pensar que las películas las hacen personas con un pensamiento y una orientación política definidos y para un estudio también compuesto por personas que responden a un interés: el dinero. empresa, hacen una investigación de Marketing para poder tener en cuenta sobre qué deben versar sus películas, así saben cómo hacerlas lo más rentables posible.

Ahora bien, dejando de lado lo obvio, sabemos que lo más vendido estos últimos 5 años ha sido el cine feminista, aquel tipo de cine donde al público se le decía básicamente que las mujeres lo habían hecho todo y que lo pueden todo mientras que el hombre es simplemente un inútil, una bestia que puede ser domesticada con a penas cerebro para moverse. Pero este tipo de cine no es nuevo, data aproximadamente de los 70 y fue mutando con el paso de los años. ¿Por qué ?, en un principio el cine feminista se limitaba a una parte del cine independiente, de hecho en algunos casos se emparentaba con el cine porno porque hubo feministas como Virgine Despentes que, además de escribir libros feministas, también hacía películas feministas, «Base Moi» es su película más famosa y tenía un argumento similar a Thelma y Louise de Ridley Scott, pero no quisiera detenerme puntualmente en la historia de este cine, solamente quise citar un par de películas feministas anteriores

a la década de 2010 para mostrar que no es una corriente nueva. «Nada nuevo hay bajo el Sol» se dice, pero sin dudas lo que ocurre hoy es diferente y por mucho, aunque no tiene necesariamente un solo detonante, se podría decir que el movimiento #MeToo fue uno de los puntapiés iniciales para esta tendencia en el cine mainstream. Hasta hace poco, el cine independiente era el encargado del cine que hoy catalogamos como «políticamente correcto», «Social Justice Warrior» o «Woke», después del año 2012, el feminismo hembrista no hizo más que expandirse e invadir cada aspecto de la vida, incluido el cine, lo cual me lleva a dudar fuertemente del supuesto «deber social» que dicen cargar en sus hombros los productores de Hollywood, especialmente teniendo en cuenta las investigaciones que salieron a la luz hace tiempo de la mano de Julian Assange, donde se vinculan casualmente las celebridades de Hollywood más opuestas a Donald Trump con una compleja red de pedofilia, cultos siniestros y silenciamiento a otras celebridades. Pero la cosa no termina allí, casualmente la fundadora del #MeToo también abusó de un menor.

Es sumamente claro que los abusos en Hollywood no han parado porque hay dos factores: mucha gente poderosa involucrada y sobornos multimillonarios, entonces, ¿vamos

a creer que simplemente les creció una

conciencia y ya? No hay que ser inocentes; ante tan buena cara se esconde lo más perverso de ese mundo de reflectores y cámaras. Con todo lo anterior dicho podemos llegar a la conclusión de que a las autoridades se las puede comprar y a la gente distraer ¿qué mejor

distracción que un hermoso enfoque en el cine

donde las mujeres todo lo pueden? Mientras por detrás las personas más ricas, sin distinción de sexo, raza o religión continúan llevando a cabo su lujosa y estrafalaria vida plagada de tabúes. Ahora bien ¿significa esto que no se debe dar papeles

importantes a mujeres u otros grupos étnicos

y sexuales? No, pero es bastante evidente lo inflado de las propuestas del cine políticamente correcto al que nos acostumbramos en la actualidad, tanto que es sumamente irreal y se confunde el darle importancia a un personaje femenino con hacerlo todopoderoso y limpio de defectos. La verdad es que hay sobradas pruebas de que un personaje femenino puede ser sumamente importante sin necesidad de ser protagonista o tener una naturaleza intachable, por ejemplo podríamos citar el caso de Nala en «El Rey León», porque aún sin ser la heroína propiamente dicha, cumple el importante papel de poner los pies (o patas) de Simba sobre la tierra, lo cual al fin y al cabo tiene su correlato en la realidad, porque la mujer siempre ha estado al lado del hombre para consolarlo y hacerlo entrar en razón cuando desvaría o entra en negación.

Por lo tanto, la posición de la mujer como heroína solitaria y autosuficiente que vemos en películas como Mad Max: Fury Road, Star Wars Ep. VII-IX y Capitana Marvel entre otros títulos, no solo es forzada sino sumamente artificial. Muchos se preguntarán entonces qué hizo a la Mujer Maravilla tan querida entre el público, la respuesta es tan simple como lógica: se

equivoca, aprende, tiene dudas, evoluciona,

ama y extraña, no es un ser omnipotente, se siente humana y natural. El negar la

complementariedad del hombre y la mujer

es lo que hace que el cine feminista no funcione ni hoy ni nunca, quienes se muestran como sus asiduos fans son aquellos que no cuestionan a sus franquicias favoritas y el público radical de las ideologías que defienden dichas películas. Fuera de eso, la gente está cansada de este puritanismo correcto en el cine y eso sumado al costo de la entrada y ahora al COVID-19 las salas de cine cada vez se visitan menos.

Ante este panorama solo queda preguntarse:

¿de dónde sale tanto dinero para financiar esta agenda si la gente ya casi no invierte en ver cine?, ¿cómo es que productoras en

bancarrota han resurgido? Esa respuesta se la dejo a usted, querido lector.

"la posición de la mujer como heroína solitaria y autosuficiente que vemos en películas como Mad Max: Fury

Road, Star Wars Ep. VII-IX y

Capitana Marvel entre otros títulos, no solo es forzada sino sumamente artificial "

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