9 minute read

LA DECADENCIA DEL

La Decadencia del Feminismo

«¿Quién domina el mundo, chicas?»

Advertisement

En estos tiempos, es medio raro que alguien no esté enterado del movimiento feminista, debido a que este ha tomado mucha relevancia al inmiscuirse en cada aspecto de la vida, desde legislaciones y política en general, pasando por literatura, entretenimiento audiovisual y hasta Internet y merchandising de toda índole. Entonces, tampoco se puede ignorar que más allá de las «buenas intenciones» a priori de este movimiento en la actualidad, hay una fuerte presencia interventora y fascista en sus discursos y mandatos, por ello se ganaron el apodo de «feminazis»; para diferenciarlas de la primera ola del feminismo, la cual fue sumamente necesaria para el avance de la civilización occidental. La información al respecto sobre las primeras olas de feminismo está disponible para todo el que desee chequear tanto en Google como en libros de historia, pero acá no nos desviáremos describiendo absolutamente todas las ramas del feminismo. las primeras feministas no se parecen absolutamente " en nada a las actuales; porque las primeras no eran misándricas (no odiaban al varón), todo lo que querían era tener los mismos derechos y obligaciones

Es sumamente necesario aclarar que es falaz la aseveración que hace el feminismo actual sobre que «gracias a ellas» hubo voto femenino y que, además, el hombre no puede participar en una que sus pares. " lucha que no le pertenece. Las primeras feministas no se parecen absolutamente en nada a las actuales; porque las primeras no eran misándricas (no odiaban al varón), todo lo que querían era tener los mismos derechos y obligaciones que sus pares.

En esa gesta hubo varones que hicieron posible el cambio a una sociedad más civilizada, simplemente porque ese feminismo comprendía que, la meta no era la supremacía sexual, sino la igualdad ante la ley, eso se logró. Y no solo eso, sino que el francés Poulain de Labarré se podría decir que hizo rodar la bola de la igualdad entre sexos allá por el siglo XVIII sacando el primer manuscrito que establecía la igualdad de derechos y obligaciones en los dos sexos (un escrito muy polémico en su época). De allí vinieron sucesivos logros a nivel social y político para la mujer. Tales como el sufragio, la posibilidad de acceder a ciertos trabajos y especialmente a poder participar en la política, todo esto no se dio de la noche a la mañana; pasaron siglos para poder llegar verdaderamente a una igualdad de condiciones y de trato.

Ahora bien, ¿qué pasa con el feminismo que vemos hoy? Para ponerlo de una manera muy gráfica, podríamos decir que pertenece a una cepa muy diferente, de hecho, no es un germen de ningún tipo de logro o conquista, solamente es una mutación del socialismo que se hizo global viniendo principalmente de las academias norteamericanas y europeas, podríamos decir que dos de las más resaltantes fueron la Mass Comunication School , y la Escuela de Frankfurt, de donde se originó la «teoría crítica» a la que muchas universidades de la actualidad toman como ejemplo de «cambio de paradigma», pero, en palabras simples, fue una de las partes sobrevivientes de la URSS y sus tácticas de propaganda e infiltración. Y el resultado es lógico: el capitalismo no ganó la guerra fría, tuvo una victoria parcial a nivel político y económico, pero no alcanzó a preveer que una vez que falló el plan de Marx, pusieron en marcha el de Gramsci:

tomar la educación y la cultura, y el resto se

dio solo. Esto no fue algo rápido y sí se tomó su tiempo, pero al final triunfaron (es más efectivo calentar el agua de a poco mientras la rana está cómoda en el agua tibia).

Esto tal vez les hace preguntarse: ¿qué tiene que ver el feminismo con el socialismo? Como dice el viejo refrán: «para muestra basta un botón». Hagan el ejercicio de recordar la última cosa que vieron que se hizo en nombre del feminismo en la vía pública o en redes sociales, ¿listo? Ahora háganse estas preguntas: ¿Cambió algo?, ¿tuvo utilidad tangible el ministerio nuevo que se ha creado?, ¿las noticias no saben hablar de otra cosa?, ¿le parece que se repiten patrones de conducta o de discurso? Si di en la tecla, entonces déjeme decirle que está presenciando una gran estafa.

Ante todo, como dije antes, el feminismo en realidad no trata del odio existencial al varón, trata de lograr que la mujer sea tan libre como el hombre y eso implica que sea igual a él también en cuanto a responsabilidad. Pero fíjese que, por ejemplo, un baile tribal (la chica que decía «bailo por las que ya no estan»), un cántico plagiado (El violador eres tu), una película panfletera (Los Angeles de Charlie [2018]), el vandalismo (destrozos de propiedad pública y privada como patrulleros, casas pintadas,

incendios) no equivale a nada, no cambia nada y hasta se podría decir que las cosas empeoraron porque los resultados de sembrar el miedo y el rechazo entre hombres solo ha sido una sociedad fragmentada y el aislamiento/depresión de hombres y mujeres, sin contar el miedo de las empresas a contratar mujeres por temor a demandas de acosos sexual. Además, nada cambia si se mete miedo entre las personas comunes, pero se libera deliberadamente delincuentes por detrás. Al contrario, eso causa que haya más probabilidades de que la mujer muera o sea violada engrosando la lista de mártires para que el negocio estatal no pare nunca. O ¿acaso el ministerio de la mujer hace algo en concreto para terminar con los asesinatos de mujeres? Irónicamente, Jair Mesias Bolsonaro «el misógino derechoso», redujó las bajas civiles por delincuencia gracias a políticas de seguridad concretas y efectivas como permitir la legítima defensa con armas de fuego, pero para tener acceso a dichas armas tienes que tener trabajo y realizar un curso pago para saber manejarlas. Sin dudas, mucho más efectivo que hablar con la «e», poner leyes de cupo y de «violencia de genero» o tildar de violencia machista a todo lo que haga sombra.

Es evidente que el feminismo moderno no quiere proteger a la mujer porque es un movimiento comunista y este solo protege al delincuente. Por ejemplo, innumerables veces, diputadas feministas en Argentina, votaron en contra de la prisión perpetua y pena de muerte para violadores, ¿coincidencia? ¿Todo lo contado anteriormente significa que estuvo mal que ciertos prejuicios se cayeran? No, el problema no era alcanzar más libertad (en los 80 y 90 había bastante libertad en el primer mundo), sino de crear un constante conflicto. Poco a poco vemos cómo esos grupos considerados «minorías» se acercan a un creciente fascismo de todo tipo, ya sean sexuales o raciales (lo cual es un eufemismo porque en realidad no son una parte menor de la población).

Y quizá estas sean palabras muy duras para referirme a dichos sectores, pero la realidad es que, como todo, al inicio las cosas no estaban tan bien. Por ejemplo Martín Luther King llegó a ser un prócer en EE.UU. dado que encabezó una protesta pacífica por los derechos de la gente negra (no descuidemos que amaba el sueño americano, era conservador y pastor), el problema vino después, cuando la herida de la discriminación estaba cicatrizando y surgieron grupos extremistas que la reabrieron y le echaron sal y (¡oh!) ¡casualidad de la vida!: «los negros siguen oprimidos». Si atendemos a quiénes están detrás de estos grupos, podemos mirar alguna célula comunista dirigiendo y planificando o bien podría tratarse de grupos extremistas con pensamientos comunistas.

El caso concreto más actual que tenemos es Black Lives Matter y el feminismo radical, ambos con el puño en alto en sus banderas, (un símbolo de la propaganda Soviética) ,aunque ellos se excusan diciendo que desde la revolución francesa el puño en alto significa «lucha» pero casualmente el símbolo tiene exactamente el mismo diseño que su par soviético.

En la actualidad, desembocamos en esto: un mundo donde el «feminismo» se basa en renegar de la higiene personal, de lo socialmente sano, criminalizar y tratar de violencia cada flatulencia masculina mientras que detrás de cámara siguen protegiendo delincuentes.

El objetivo del feminismo actual es bastante claro: ser un negocio político y privado, con una agenda y una finalidad.

Necesitan que más mujeres mueran, de esa manera, habrá mártires para continuar con la «causa», eso como tapadera mientras se dedican a robar desde el sector público creando organismos y ministerios inútiles a costa de los cadáveres de las personas que dicen proteger y, para asegurar que las mujeres estén más desprotegidas, se alienta que las mismas desobedezcan a su familia, pongan en riesgo su seguridad y, por supuesto, que los hombres se deconstruyan volviéndose seres pusilánimes y mentalmente castrados que tienen prohibido ser masculinos: ¡qué conveniente que justo la masculinidad que tiene como Impulso Primitivo proteger a la pareja y la descendencia la quieran destruir!

Definitivamente conveniente, ¿verdad? " En la actualidad, desembocamos en esto: un mundo donde el «feminismo» se basa en renegar de la higiene personal, de lo socialmente sano, criminalizar y tratar de violencia cada flatulencia masculina mientras que detrás de cámara siguen protegiendo delincuentes. "

Nueva insignia de Google Mapspara negocios: 'Propiedad de negros'

«Una nueva forma de segregación disfrazada de buenismo e inclusión»

Ahora los negocios en Estados Unidos pueden marcar sus negocios como «Propidad de negros» o «Black-owned» para destacarlo con un corazón negro. Según Google, hace esto para favorecer la «inclusión». Así como han hecho con las comunidades: «Dirigido por mujeres», «LGBTQfriendly» y «Espacio seguro transgénero».

¡Disculpa, no sabía que ser negro y mujer era una discapacidad!

Sam Coonrod

«Solo me arrodillo ante Dios»

Sam no se arrodilla ante el movimiento Black Lives Matter.

«Soy cristiano, como dije, y no puedo aceptar un par de cosas que he leído sobre Black Lives Matter. Cómo se inclinan hacia el marxismo y han dicho algunas cosas negativas sobre el núcleo de la familia», dijo Coonrod, según el USA Today. «No puedo aceptar eso».

«No es mala voluntad», dijo «Yo no creo ser mejor que nadie. Yo solo soy un cristiano. Creo que no puedo arrodillarme ante nada que no sea Dios, Jesucristo. Elegí no arrodillarme. Siento que si me arrodillara sería un hipócrita. No quiero ser un hipócrita».

¡En un mundo lleno de hipócritas, sé como Sam!

This article is from: