PERSONAJE DEL MES

ENTREVISTA: EXPERTO EN

Camille Paglia La feminista a la que las otras feministas odian.

Camille Anna Paglia es una crítica social, escritora y profesora de humanidades y de medios de comunicación estadounidense nacida el 2 de abril de 1947 en Endicott, New York. Es reconocida por ser considerada una «feminista post-feminista» y una de los 100 intelectuales más importantes del mundo según la revista Prospect del Reino Unido en el año 2005. Fue educada en el Harpur College en la Universidad de Binghamton en 1964, en la que se graduó como estudiante de primer nivel en 1968. También fue entrenada para leer literatura por el poeta Milton Kessler. Posteriormente asistió a Yale como estudiante graduada, en la cual tuvo como mentor al reconocido crítico y teórico literario Harold Bloom. A pesar ser destacada académicamente, Paglia no saltó a la fama sino hasta 1990 con la publicación de su primer libro Sexual Personae: Art and Decadence from Nefertiti to Emily Dickinson (Sexual Personae: Arte y Decadencia desde Nefertiti a Emily Dickinson), después de que fuera rechazada por siete editoriales y cinco agencias literarias. Esto le sirvió no solo para adquirir fama y poder escribir sobre cultura popular en varios periódicos y revistas de importancia mundial, sino también para ganar una cantidad considerable de enemigos entre los intelectuales y, sobre todo, entre el feminismo de la época.

Esto último debido a que Sexual Personae toca desde puntos de vista muy poco ortodoxos (y vertiginosos, según muchos críticos) temas sobre la sexualidad, el desarrollo de la cultura y el arte en Occidente, a través de un cruce entre la naturaleza y la cultura, y lo real y lo fantástico. Lo cierto es que Paglia muestra en esta obra que estos temas están muy lejos de la versión simplificada en la que lo describe el feminismo moderno.

El pensamiento de Paglia va en contra del pensamiento del feminismo moderno, pues está en contra del odio hacia el hombre que ha encaminado la segunda y tercera ola del feminismo, haciendo que las jóvenes sean resentidas con los hombres y los consideren como opresores y, al contrario de estas, piensa que gracias al hombre «la mujer de hoy tiene un trabajo fuera de casa para ser independiente de un marido, un hermano o un padre». También, opina que es lamentable lo que ocurre con las organizaciones feministas de hoy en día, ya que han desaparecido y han sido sustituidas por redes sociales y una especie de histeria provocada por «celebrities marginales», esto hace que a las personas que tienen puntos de vistas sensatos sobre la sexualidad sean silenciadas, así como pasa en la política. En este sentido, Paglia cree que los movimientos políticos feministas se están convirtiendo en una religión que tiene a las mujeres victimizadas y enfrentadas con los hombres depredadores, y que lo mismo sucede con muchos movimientos hoy en día, ya que para Camille hoy en día vivimos en una «dictadura de lo políticamente correcto». Al respecto de movimientos como #MeToo, Paglia dice que «ha sido bueno en tanto en cuanto ha inspirado a las mujeres a hablar por sí mismas y a darse cuenta de que tienen derechos. Pero también ocurre que ahora a un hombre lo pueden acusar de repente por algo que supuestamente pasó hace 10, 20 o 30 años y sin una evidencia directa. Porque si hay una prueba clara, claro que hay que perseguirlo judicialmente, pero la democracia no consiste en que alguien pueda venir de la nada y acusarte de algo y hacerte perder el trabajo» (Entrevista a Paglia, El Confidencial, febrero de 2020). Camille Paglia se ha manifestado en contra de que se impartan materias con contenido ideológico en las escuelas y está a favor de que los padres protesten al respecto, porque considera que es una «deformación de propósito de la educación». «Utilizar las clases como vehículo de propaganda política es terrible. No es asunto de los colegios tratar las polémicas del momento», manifestó Camille Paglia al respeto. Hablando acerca a su pensamiento político, Camille se ha llamado a sí misma libertaria, se opone a la las leyes en contra de la prostitución, drogas, pornografía y el aborto, aunque también está en contra de las leyes a favor de la acción positiva. También está en contra del «discurso transgénero». En una entrevista a The Weekly Standard, Camille dijo que «ciertamente es irónico cómo los liberales que se postulan como defensores de la ciencia cuando se trata del calentamiento global (un mito sentimental no respaldado por evidencia) huyen de toda referencia a la biología cuando se trata de género». También, a pesar de estar inscrita como demócrata, Camille ha dicho: «detesto la superestructura arrogante y corrupta del Partido Demócrata, con el que permanezco obstinadamente registrado».

En este sentido, en más de una ocasión ha apoyado a candidatos del Green Party en lugar de los demócratas, tal como en el caso de las elecciones del 2000 en las que apoyó a Raph Nader (y no a Al Gore), en las del 2012 en las que votó a Jill Stein (y no por Barack Obama), en 2017, declaró que es una demócrata registrada que votó por Bernie Sanders en las primarias demócratas de 2016 y por Jill Stein en las elecciones generales de 2016.

«El arte de los genios del nivel de Miguel Ángel o Leonardo o Mozart es el resultado de la desesperación y la ansiedad que sienten los hombres, sofocada y controlada por las mujeres». «Los hombres tienen que demostrar constantemente su masculinidad, mientras que las mujeres son mujeres desde que les viene la menstruación».