HISTORIA
Estatua de Red Hugh O’Donnell en Donegan
El fracasado socorro de Kinsale
Red Hugh O'Donnell (príncipe de Tyrconnell) y Hugo O'Neill (príncipe de Tyrone) se habían sublevado contra el dominio inglés en 1594. Comenzaba entonces la llamada guerra de los nueve años. En el siguiente lustro, los sublevados consiguieron dominar casi toda Irlanda, después de derrotar a los ingleses en Clontibret y Yellow Ford. La reina Isabel I se vio obligada a enviar en 1599 un ejército de casi 17.000 soldados, al mando del conde de Essex (Robert Devereux). El citado conde apenas
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consiguió reducir el territorio ocupado por los independentistas y la reina se decidió a organizar otra expedición al mando de Lord Mountjoy (Charles Blount). Gracias a la traición de Niall Garve O'Donnell (primo de Hugh que aspiraba a sustituirle como señor del condado de Donegal o principado de Tyrconnell), conseguiría desembarcar en las proximidades de Derry (actualmente perteneciente al Ulster y en la frontera con el citado condado). Los sublevados tuvieron que batirse en
retirada y pidieron ayuda a España. Se consideraban descendientes de conquistadores venidos de Iberia e incluso algunos llegarían a reconocer como rey a Felipe III (rey de España desde 1598). Por fin, el monarca español se decidió a ayudar a los irlandeses y seguir la política de su padre, Felipe II. Pretendía minimizar el acoso de la piratería inglesa en las Indias, que tanto daño causaba al comercio español, así como contrarrestar el apoyo de Inglaterra a los sublevados de los Países Bajos. Con este fin, envió a Irlanda una flota de 33 barcos al mando del almirante Diego Brochero. Debía transportar los tercios del maestre de campo general Juan del Águila y del maestre de campo Francisco de Toledo, compuestos por cerca de 4.500 soldados. La flota partió de Lisboa el 2 de septiembre de
1601, pero un tremendo temporal la dispersaría. Tres naves, con tropas al mando de Alonso de Ocampo, llegarían a Baltimore, al suroeste del condado de Cork. Brochero, con la mayoría de los navíos, conseguiría el 1 de octubre entrar en la ría formada por el río Brandon y desembarcar cerca de 3.000 hombres en Kinsale. Era una pequeña población de cerca de 400 habitantes, situada próxima y al oeste de la capital del citado condado, ciudad que tenía su mismo nombre. Fuertes vientos del norte le habían impedido entrar en Cork. Los otros 9 barcos, al mando de Pedro de Zubiaur, con más de 600 combatientes y gran parte de los abastecimientos, regresarían a La Coruña. Brochero había convencido a del Águila de desembarcar en el sur, porque el maestre de campo general consideraba más convenien-