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sociedad
Opinión
Martin Leguizamón
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Lic. Ciencia Política, Profesor Titular UBA , Educador. Asesor en Innovación y desarrollo de Contenidos Educativos. Instagram @lmartinleguizamon Podcast Historia Rockstar Spoty.
José de San Martín Campamento del Plumerillo, Mendoza 1815.
José de San Martín es uno de los hombres más nombrados y más homenajeados de nuestro país y a la vez, paradójicamente, uno de los menos conocidos en todos sus laberintos, coyunturas y silencios. Las muchas calles (por pueblos y ciudades) que llevan su nombre, las plazas, los monumentos, las placas, los bustos y las canciones poco nos cuentan de este Gran Capitán que dio todo por nuestro país sin pedir nada a cambio. Como un viejo roble del camino de la libertad se cruzan en su figura mítica, sus corceles de acero y la alegoría del héroe que fue grande cuando el sol lo alumbraba y más grande en la puesta del sol como suena en algún rock perdido del siglo XIX. Gran estratega militar, inicia su carrera en las armas a los once años y a los quince ya era un oficial con voz de mando en la tropa; lector apasionado, primera guitarra y frontman de sus ganaderos, Líder siempre... Rebelde, Guerrero y leal a sus desobediencias, cuando se disponía a iniciar la segunda etapa de la campaña emancipadora recibió la orden del Directorio de marchar hacia el litoral con un ejército para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ríos. San Martin se negó
El Gran Capitán entre laberintos y coyunturas
declarando: -“el general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a
sus paisanos”. Desobedeció e inició la travesía hacia Perú. Nunca pudo volver a Buenos Aires, le negaron el permiso y quedó varado por las decisiones políticas de Bernardino Rivadavia y Martín Rodríguez. Remedios de Escalada, su mujer moriría en esos días sin que él pudiera compartir sus últimos momentos. La Historia cruza páginas y coyunturas desde esta esquina del 2021, se repite como tragedia y como farsa, como páginas de diarios antiguos en redes sociales modernas...los caminos del Gran Capitán no son ajenos a estas realidades atemporales. Calumniado hasta el final de sus días, perseguido, ninguneado como dice el tango y exiliado, todas sus tintas calladas. Cuentan que en su casa de Boulogne Sur Mer escribió estos versos y solía tocar la guitarra y cantar para su nieta:
“Suelta muchacho tus pensamientos Como anda suelto el viento Sos la esperanza y la voz que vendrá A florecer en la nueva tierra”
Su nombre era mala palabra en La Ciudad de Buenos Aires, hasta habían ordenado la disolución de su mítico regimiento de Granaderos a Caballo. Cuentan páginas pedidas
que una noche de 1826, ochenta jinetes entraron en silencio a la ciudad, más precisamente a la zona de Retiro donde se hallaba el mítico cuartel de Granaderos y fueron entregando como si fueran vencidos, uno a uno sus sables y uniformes. Venían de roquear la libertad por toda la región y declaraban solemnemente “No queda un español armado en
América”. Pero en Buenos Aires eran tratados con sospecha y con distancia como si trajeran lepra o COVID. El poder de Rivadavia se encargó de ocultar y mancillar la aguda mirada del país que tenía San Martín y silenciaron sus opiniones políticas, además de silenciar todo lo que significaba su nombre #Yapeyu #Granaderos #LosAndes #SanLorenzo #Dignidad #Gloria...ya sufriste cosas mejores que estás ...tú esqueleto te trajo hasta aquí ángel de la soledad...escribió un diario francés en Agosto de 1850. Entre el mito y la historia, los laberintos de su vida se irían cerrando, tatuado por eternas batallas y enfermedades El Gran Capitán cruzaría El Puente de Asgard para volverse eterno un 17 de Agosto de 1850.
“...y si tu ser estalla, será un corazón el que sangre....”
General José de San Martín.