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El riesgo que no vemos (en el entorno digital)
Paula GEOSITS
Human Risk Manager de Safe-U.
Creadora de @ familiascibercuidadas en IG.
Que los fraudes y estafas por internet están a la orden del día no es una novedad, sin embargo, hay muchos riesgos que tienen impacto en la vida de nuestros hijos e hijas sobre los cuales hay poco conocimiento.
Uno de los riesgos más importantes y que es difícil de identificar como tal porque lo hacemos desde del amor y el orgullo (¿o ego?) que tenemos como padres y madres, se denomina sharenting (del verbo 'compartir' (share) y 'paternidad' (parenting)), y consiste en la sobre exposición de nuestros hijos e hijas principalmente en las redes sociales a través de fotos y videos. No sólo los exponemos con sus rostros, sus cuerpos, sino también con sus rutinas, los lugares que frecuentan, el colegio al que asisten, sus horarios, sus hobbies, un sinfín de información que, sumado a las imágenes generan un combo atractivo para los ciberdelincuentes y pedófilos.
Hay datos alarmantes respecto del sharenting: se cree que, en promedio, para la edad de 12 años los niños y las niñas (aún sin tener sus propias cuentas activas en redes sociales), podrían tener más de mil fotos y/o videos suyos publicados en internet. ¿Acaso esa exposición cuenta con su consentimiento? En la mayoría de los casos no, a pesar de ser uno de sus derechos: la Convención sobre los derechos del niño de las Naciones Unidas establece su derecho a la Protección de la privacidad, entre otros.
Pero más allá de ello, a partir de esta exposición, aunque se realice desde cuentas privadas en redes sociales, nuestros hijos e hijas podrían ser víctimas de otros riesgos muy peligrosos como lo son el grooming o caer en redes de pedofilia a través de la producción, tenencia o divulgación de este tipo de material (MASI - material de abuso sexual infantil, la mal llamada pornografía infantil).
El grooming se refiere al acoso sexual por parte de un adulto a un niño, niña o adolescente a través de internet. El “groomer” entabla un vínculo virtual de amistad y confianza que puede llevar meses, durante el cual recaba información que luego le servirá para extorsionar o presionar al niño o niña para que realice lo que le pide, incluso concretar un encuentro que puede derivar en abuso físico.
Contar con datos sobre nuestros hijos e hijas facilita al groomer el acercamiento, ya que brinda información sobre sus gustos y rutinas, que pueden ser utilizados para generar un primer contacto (haciéndose pasar por un niño o niña de la misma edad, con los mismos hobbies, los mismos gustos), ganar su confianza e iniciar así una relación que dé [NB1] [PG2] lugar a pedidos de imágenes de desnudez. Estas imágenes luego podrían ser también distribuidas como Material de Abuso Sexual Infantil en redes de pedofilia.
Para datos más concretos, según el último informe de Grooming Argentina:
· A 1 de cada 4 niños, niñas y adolescentes les han solicitado imágenes en contexto de desnudez y/o semidesnudez través de Internet
· 2 de cada 3 conversaciones entre menores y desconocidos son sexualizadas.
· 1 de cada 3 víctimas son niños y adolescentes varones, mientras que 2 de cada 3 son niñas y adolescentes mujeres.
· De la totalidad de las solicitudes recibidas, más del 70% fueron solicitadas por parte de personas desconocidas.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/240430124334-e1226f7f3c63dfdf84aa00476e24b8c6/v1/c1620571c533f715221780ada074f0ae.jpeg?width=2160&quality=85%2C50)
A esto debemos agregar que el 70% de las imágenes que se incautan a pedófilos, provienen de publicaciones realizadas por familiares (*) ya que no sólo consumen imágenes sexualizadas, sino también otras que no lo son o bien utilizan estas últimas para generar nuevas a través de la IA (lo que se conoce como deepfakes).
¿Cómo se puede hacer frente a estos riesgos?
En primer lugar y fundamental, trabajar en la prevención y el empoderamiento de los niños y las niñas para identificar situaciones de este tipo:
- Por parte de los familiares, limitar la exposición en redes sociales y si se realiza, no exponer datos privados como colegio, horarios, rostro, marcas de nacimiento, etc.
- Mantener conversaciones abiertas con nuestros niños, niñas y adolescentes sobre los riesgos y estar dispuestos a escuchar si se acercan con algún comentario o consulta sobre alguna situación vivida.
- Mantener las cuentas privadas en redes sociales (de los adultos y de los niños) y aceptar como seguidores solamente a personas conocidas.
- En juegos online, no jugar o chatear con desconocidos, preferentemente mantener los chats cerrados y evitar que se encierren para jugar.
Si bien los controles parentales son válidos, no hay mejor control parental que una buena conversación, siempre y en todo momento.
En caso de que suceda alguna situación como las mencionadas anteriormente, realizar la denuncia correspondiente en cualquiera de estos lugares:
- Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires. 0800 33 347225 (24 hs); o denuncias online ingresando a www.mpfciudad.gob.ar, o enviando mail a denuncias@fiscalias.gob.ar
- Línea 137 de Ayuda y atención a víctimas de violencia familiar y sexual
- Grooming Argentina: 011 15-2481-1722
(*) Según informe de Universitat Oberta de Catalunya, España