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Tranvía metropolitano: una oportunidad para la conectividad aeroportuaria y el transporte del AMBA
Federico CONDITI
Ex Director Nacional de Proyectos Especiales del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación (2020 -2023). Ex Director de Transporte de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires (2014 – 2020). Especialista en Política y Planificación del Transporte por la Universidad Nacional de San Martín.
Uno de los temas que siempre está presente es el transporte es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y su intermodalidad, ya sea física o tarifaria. En los últimos años pudimos observar un fuerte debate en torno a qué hacer con el Ferrocarril Sarmiento: si elevarlo, soterrarlo o continuar con el esquema de trinchera, si continuar o no con las construcciones de las líneas de Subte establecidas en la Ley 670 en la Ciudad de Buenos Aires o quien financia el modelo tarifario del AMBA. Siempre es bienvenido que se discutan proyectos estratégicos en materia de movilidad, no obstante, sigue ausente del debate uno de los principales déficits que muestran nuestra ciudad capital y el AMBA en general: la escasa oferta de transporte público en materia de conectividad aeroportuaria.
Sabido es que los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque poseen una limitada oferta, solo concebida a través del transporte automotor (público y privado), llegando al extremo en que para ir en transporte público desde la Ciudad de Buenos Aires a Ezeiza solo se cuenta con la línea 8 de colectivos. Sumado a ello, la oferta del servicio no se ajusta a la demanda del aeropuerto y al no ser una unidad diferencial resulta poco atractiva para el pasajero. A su vez, si ponemos la lupa sobre el Aeroparque Jorge Newbery podemos observar qué sólo 4 líneas de colectivo presentan parada, con una baja capacidad de absorción y una operación / frecuencia que tampoco se ajusta a la demanda de la terminal. Por lo tanto, sería oportuno que se generara un consenso político y académico que permita planificar una mejora de la conectividad aeroportuaria, a través de modos guiados, conectando las terminales aéreas con los grandes centros de transbordo, la red ferroviaria y de subtes. Esto permitiría brindar una herramienta más de conectividad que mejoraría las conexiones aeroportuarias, tanto para el turismo nacional como el receptivo, ofreciendo una mejora en la sostenibilidad ambiental del sistema
En tal sentido, dos propuestas
Aeroparque Jorge Newbery. Actualmente es el aeropuerto con mayor movimiento de nuestro país, cercano a la ciudad Universitaria, donde pasan 40 mil estudiantes diarios y al futuro Parque de la Innovación en el antiguo predio del Tiro Federal, por lo que podría desarrollarse un tranvía que conecte estos dos centros educativos y el aeroparque con Plaza Italia, conectándolos con la red de Subte a través de la Línea D. En ese sentido, resultan interesantes algunos puntos a tener en cuenta:
El proyecto constaría de una traza de 8 kilómetros de largo, conectando la estación Plaza Italia de la Línea D con Aeroparque, Ciudad Universitaria y el futuro Parque de la Innovación.
Brindaría una nueva solución de transporte a quienes asisten a Ciudad Universitaria y beneficiaría a más de 12.3 millones de turistas al año, dotando de mayor volumen a la demanda final del sistema.
Presenta una demanda potencial estimada en torno a los 3,7 / 4,5 millones de pasajeros por año que se sumarían a la red.
Ministro Pistarini (Ezeiza). Para potenciar la conectividad entre la Ciudad de Buenos Aires con el Aeropuerto Internacional más importante del país y puerta de ingreso del resto del mundo a la Argentina, podría desarrollarse un tranvía que corra paralelo a la autopista Richieri hasta la nueva terminal de ómnibus Dellepiane Sur y, paralelamente, extender una estación la traza de la Línea E para que conecte también con dicha terminal, lo que generaría un nuevo gran centro de transbordo multimodal en el sur de la ciudad, multiplicando las oportunidades de desarrollo de la zona.
Algunas características para destacar al respecto:
Presenta una demanda potencial estimada en torno a los 2,5 / 3,5 millones de pasajeros por año.
Al ser un servicio tranviario de conexión directa por superficie, sin paradas intermedia, se reducen sensiblemente los costos del proyecto.
La recuperación del capital invertido se produciría en un tiempo relativamente corto aplicando una tasa al turista extranjero en el boleto al usuario, sin que deje de ser competitivo frente a otros modos.
Al aprovechar la traza de una autopista supone un uso del suelo más eficiente y podría utilizar alimentación por catenaria aérea, reduciendo aún más los costos.
La conectividad con la Línea E de Subte permitiría conectar Ezeiza con Plaza de Mayo en menos de 1 hora a través del transporte público. Posteriormente, podría analizarse una posible extensión del sistema conectando ambos aeropuertos (oferta hoy solo cubierta por servicios de transporte automotor privado) y por el corredor costero para conectar Vicente López con Avellaneda, creando una red metropolitana de tranvías que marque el inicio de un nuevo modelo de movilidad en el AMBA.
Una nueva empresa metropolitana
A su vez, estos servicios podrían ser operados mediante una nueva empresa metropolitana que sea integrada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y el Estado Nacional, sentando un precedente fundamental para la regionalización del sistema y potenciando la integración entre las diferentes instancias públicas. Percibir las oportunidades y generar las condiciones para aprovecharlas en beneficio de nuestras sociedades, a través de consensos, debe ser una de las tareas más importantes de quienes llevan adelante la práctica política y ejercen representación institucional. Existen oportunidades para mejorar la conectividad en el Área Metropolitana de Buenos Aires, estemos preparados y no las dejemos escapar.