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Caracas, 2 de marzo de 2016
El chivo Maduro ara hoy miércoles está pautada la reunión en la que los partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) deberán ponerse de acuerdo sobre cuál mecanismo constitucional activarán para adelantar la salida del presidente Nicolás Maduro. Por primera vez hay acuerdo entre todos los miembros de la alianza opositora sobre la necesidad de terminar con el actual gobierno. Sin embargo, esa sensación tal vez ya no sea exclusiva
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El chavismo podría buscar un "rostro fresco" que reemplace a Maduro próximamente para impedir que la impopularidad del mandatario hunda el partido. Mientras, la oposición deberá escoger el mecanismo de cambio que más pueda movilizar a su favor el voto de seguidores del oficialismo decepcionados
de la MUD, pues cada vez hay más rumores sobre grupos dentro del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que ven esta opción como un necesario mal menor. Luego de la derrota del 6 de diciembre, la mayoría de las encuestas sigue concluyendo que aumenta la desesperación de la población por la crisis económica y que cada vez más personas consideran al Presidente como el responsable. Por eso, el PSUV podría bus-
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car con urgencia un sustituto y dejarlo a él como el "chivo expiatorio" de la crisis post Hugo Chávez. En ese caso, el grado de participación de la oposición en ese hipotético gobierno posterior a Maduro dependerá de la disposición del chavismo a compartir el Ejecutivo. Si el desespero es mayúsculo, incluso podrían considerar un jefe de Estado que venga de las filas más moderadas de sus adversarios.
¿Solo rumores? Los voceros de la cúpula del PSUV, desde Diosdado Cabello hasta Héctor Rodríguez, han insistido en público que Maduro no renunciará. Sin embargo, las fuentes más variadas han sugerido que a puerta cerrada el apoyo a la continuidad del jefe de Estado está lejos de ser monolítica. Según un texto de El Nacional publicado el pasado 15 de febrero, algunos de los que los están convencidos del decaído apoyo rojo a Maduro son los chavistas disidentes de Marea Socialista. "El Equipo Operativo Nacional de Marea Socialista reveló en el documento 'Crisis Económica, Incertidumbre Política y Nueva Referencia' que en Miraflores consideran factible la cesación del actual gobierno. 'En los últimos 15 días la matriz de opinión es que la única forma de resolver la crisis es saliendo de Maduro ya que no actúa. La presión crece y pudo ocupar el centro del escenario político porque el debate no solo lo presenta la MUD, sino que es un secreto a voces que desde las propias cúpulas del chavismo evalúan esa posibilidad'", se lee en el texto del periódico. La firma de análisis geopolítico e inteligencia estadounidense Stratfor sugirió que, a pesar de la creciente dependencia del sector militar por parte de Maduro, ese soporte se ha visto reducido progresivamente. "El avance de cualquier discusión sobre transición dependerá de que los líderes castrenses, como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, consideren que una junta de tal naturaleza beneficie al país. A estas alturas, pare-
Cambio tardío en el CNE n la oposición ya saben que, si el revocatorio es la opción elegida para salir de Maduro, tiene que concretarse este mismo año para que se llame a elecciones inmediatamente después. Para eso necesitarán recolectar alrededor de cuatro millones de firmas, 20% de los inscritos en el registro electoral. En 2004, el CNE fue uno de los entes que retrasó la activación del referéndum, al negar por varios meses la autenticidad de las firmas recolectadas entonces. Cuando finalmente se llamó a la consulta, el entonces presidente Hugo Chávez había recuperado su popularidad y así pudo ganar holgadamente. Hoy la oposición corre ese riesgo de nuevo, con un árbitro que no ha cambiado su tendencia a favorecer al oficialismo. Es cierto que eso podría cambiar pronto, pero no tanto como para beneficiar el revocatorio. Este año se vencen los períodos de las rectoras Socorro Hernández y Tania D'Amelio. Corresponderá a la Asamblea Nacional designar a sus sucesores. Estos, junto con Luis Emilio Rondón, podrían generar un nuevo balance de tres rectores autónomos y solo dos a favor del Gobierno. Pero este vencimiento se producirá en diciembre, demasiado tarde como para que la recuperación de la independencia del CNE sirva en la coyuntura del referéndum. Henrique Capriles, principal promotor de esta iniciativa, ha dicho que espera que se realice en noviembre para garantizar que haya elecciones presidenciales justo después.
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ciera que al menos una parte significativa de los militares, incluyendo a oficiales retirados de rango medio, puede apoyar una transición. Según una fuente de Stratfor, Padrino López apoya la remoción de Maduro, pero de una forma que preserve la dignidad del Presidente", dice el texto.
¿Culpable yo? La dirigencia oficialista ha repetido sin parar que todo lo que hace es en defensa del legado de Chávez. Entonces, ¿por qué querría terminar anticipadamente el mandato de Maduro, si este fue el hombre que "el supremo comandante" nombró expresamente como su sucesor? Lo cierto es que el ungido no ha podido conservar el capital político heredado por diversas razones. Algunas pueden atribuirse a falta de pericia política suya y del resto de la cúpula roja. Es el caso de la insistencia ciega en la radicalización del modelo económico concebido por el propio Chávez, obviando las evidentes señales de agotamiento. Otras causas son factores fuera del control gubernamental, como el desplome de los precios petroleros. En tres años Maduro ha demostrado falta del carisma que le permitían a su antecesor revertir relativamente rápido cualquier pérdida de apoyo por coyunturas económicas difíciles. Tal carencia, junto con la acelerada pérdida de calidad de vida para la población, se ha traducido en una pérdida de apoyo casi ininterrumpida a la figura presidencial. La última encuesta de Datincorp reveló que 65% de los venezolanos reprueba la gestión de Maduro. Este y otros estudios de opinión han detectado un patrón por el cual el mandatario es señalado como el mayor responsable de los problemas del país. Algunas investigaciones han interrogado por separado a los consultados a propósito de sus opiniones sobre Maduro como funcionario y el chavismo como movimiento político. Los hallazgos han evidenciado que la ideología ha mantenido niveles de popularidad con>> Cont. en la pág. 3
>> Viene de la pág. 2 siderablemente más altos que los del Presidente. Entre tres y cuatro de cada diez venezolanos se considera chavista, aunque no necesariamente esté encantado con el Gobierno. Este porcentaje es indiscutiblemente una fuerza política que no se puede ignorar. Pero ese apoyo merma. La mejor prueba de eso es que cada vez menos personas votan por los candidatos oficialistas en comicios. Aunque probablemente quienes sigan presionando el "botón de los ojitos" en la máquina del CNE lo hacen más por la conexión emocional con el recuerdo de Chávez que por aprecio al conjunto de sus sucesores, la pérdida del líder obliga a que alguien vuelva a canalizar ese sentimiento. Es en este punto en el que Maduro se vuelve un problema grave. Su impopularidad puede "contagiar" al resto de la dirigencia del partido. Entre más tiempo pasen sus miembros manifestando su apoyo incondicional al jefe de Estado, aumentaría la percepción de que son cómplices de los padecimientos de los ciudadanos. Será más difícil entonces sacar de entre sus filas un nuevo liderazgo que recupere el apoyo de las masas. Por eso, Maduro puede pasar de ser el elegido de Chávez al chivo expiatorio cuyo sacrificio salve el barco revolucionario del naufragio. Si el grueso de la jerarquía oficialista ve su marginación como indispensable para que la causa no sufra daño irreparable, lo más probable es que proceda de esa manera.
El sustituto Si en efecto el mismo chavismo decide prescindir de los servicios de Maduro, alguien deberá tomar su lugar como nuevo líder, visible al menos, del proceso "bolivariano". Esta elección debe ser fría-
mente calculada para evitar sustituir una figura despreciada por otra. En tal sentido, quedaría descartado el que para muchos es el número dos dentro del oficialismo, y para otros, el verdadero hombre con las riendas: Diosdado Cabello. La más reciente encuesta de la firma Datos halló que el expresidente del Parlamento es el dirigente oficialista menos popular, por debajo de Maduro. Por esa misma razón, tampoco serían viables otros militantes de larga data y enorme influencia, como el diputado Elías Jaua y la primera dama Cilia Flores. Lo que el chavismo más bien necesitaría es un refrescamiento de imagen, alguien comprometido con la causa pero que la población no asocie tanto con la más vieja guardia de la burocracia partidista. Un buen ejemplo sería el diputado Héctor Rodríguez. Con solo 33 años, ha ascendido poco a poco desde la dirigencia estudiantil roja en la UCV y por muchos años ha encabezado la división juvenil del PSUV. Recientemente ha cobrado protagonismo como jefe de la fracción minoritaria oficialista en la Asamblea Nacional. Con este papel, es uno de los parlamentarios que más interviene en los acalorados debates en el hemiciclo, a los que el ciudadano común presta una mayor atención ahora que en los últimos 17 años. Tal vez por eso se le dio tan importante posición: preparación para algo más grande en el futuro. Rodríguez ha sido señalado por algunos como un radical, un discípulo de Jorge Giordani desde sus tiempos de estudiante. Otros, incluyendo colegas parlamentarios de oposición, lo ven como un sujeto de carácter conciliador, que hasta ahora no se manifestado co-
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mo tal por supuestamente recibir instrucciones de Cabello, Flores y Pedro Carreño, sus compañeros de bancada mucho menos diplomáticos. Otras opciones pudieran ser sujetos alejados del partido pero que nunca hayan abandonado el chavismo. Tal pudiera ser el caso del exministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres. Destituido en 2014 supuestamente por presiones de colectivos radicales contra los que había arremetido, este militar se ha mantenido desde entonces en las sombras, de las que sale de vez en cuando para expresar opiniones no muy halagadoras de la gestión gubernamental. Ha insistido varias veces en la necesidad de tomar medidas efectivas que reduzcan el descontento masivo y devuelvan al chavismo su capital político. Mucho más desesperado sería acudir a facciones severamente críticas del rumbo actual del Ejecutivo, como Nicmer Evans y su Marea Socialista. No obstante, esa pudiera ser considerada la medida salvadora. Después de todo, emergieron como un intento de volver a conectar el oficialismo con las necesidades de los ciudadanos comunes que han sido su base de apoyo tradicional.
Durmiendo con el enemigo Una cuestión clave de un gobierno que resulte de la salida anticipada de Maduro es qué nivel de participación tendrá en él la oposición. Stratfor mantiene que, según sus fuentes, dirigentes adversos al Gobierno ya han contactado al partido oficialista para tratar el tema. "Una junta u otra autoridad de transición casi seguramente necesitará incluir a civiles opositores. De lo contrario, con-
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4 DESCIFRADO >> Viene de la pág. 3 te Venezuela, el partido de María Corina Machado. En otro escenario, si las autoridades electorales y judiciales consiguen retrasar el revocatorio hasta 2017, lo más probable es que la intención sea mantener a los adversarios totalmente marginados del Ejecutivo. De llegar a eso, no habrá ninguna diferencia entre dejar a Maduro perder el referéndum o persuadirlo de que renuncie. En ambos casos, el chavismo podría mantener su monopolio sobre el Gobierno al menos hasta 2019.
Héctor Rodríguez, ¿la esperanza del chavismo?
tará con poca legitimidad ante gobiernos extranjeros. Eso también abriría el camino hacia la Presidencia para la oposición", plantea la firma en su análisis.
Las horas contadas La disposición del chavismo a convivir con sus adversarios en Miraflores puede verse reflejada en cómo se comporten los demás poderes públicos que controla de cara al referéndum revocatorio que el partido Primero Justicia busca activar. Esto se debe a que terminar en 2016 el mandato de Maduro con este mecanismo implicaría llamar a elecciones en los siguientes treinta días. Pero si la consulta se retrasa hasta 2017, los dos años restantes del período presidencial los completaría el vicepresidente. En ese sentido, la renuncia tiene las mismas consecuencias que un revocatorio exitoso. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, es consciente de esta realidad. "Si el referéndum no es este año, se pierde la oportunidad", advirtió esta semana. Al contrario de lo ocurrido entre 2003 y 2004, el Consejo Nacional Elec-
Directora: Cindy Medina Redacción: Alejandro Armas Asistente de prensa: Gabriel Vargas
toral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) podrían aceptar rápidamente que la oposición ha recolectado suficientes firmas para convocar la consulta, sin darle tiempo a Maduro para que recupere su popularidad. Eso pudiera indicar que el PSUV ha aceptado la necesidad de una transición en la que participe considerablemente la oposición, o que incluso la encabece. Si ese es el caso, la MUD tendría que convencer al chavismo para que coopere con una propuesta de gobierno moderado. Incluso podría presentarse un candidato unitario en las elecciones consiguientes, que trate de aglomerar en torno suyo tanto a los seguidores de la alianza opositora como a los del chavismo descontento. Por ejemplo, el gobernador de Lara, Henri Falcón, el dirigente de la MUD que más ha insistido en la necesidad de dialogar con el oficialismo. Por el contrario, difícilmente podrá la oposición lograr la colaboración roja en aras de lograr la gobernabilidad, si la batuta la llevan las facciones que más radicalmente han rechazado la gestión chavista, como Voluntad Popular o Ven-
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El mecanismo más fácil de digerir Ante la posibilidad de un gobierno sin Maduro pero que retenga el control total del chavismo, la oposición deberá insistir en uno de los mecanismos de cambio contemplados en la Constitución. Como todas pasan por un proceso electoral, es necesario que la MUD retenga el apoyo chavistas desilusionados que votaron por ella el 6 de diciembre, o que incluso atraiga más. Para estos ciudadanos, la opción del revocatorio implica que Maduro pueda ser sustituido por otro "revolucionario", por lo que la MUD podría obtener apoyo para convocar este mecanismo, pero eso no necesariamente se traduciría en votos para las consecuentes elecciones presidenciales. Las otras opciones pudieran no despertar igual interés, ya que Maduro es justo ahora el receptor de la mayoría de la molestia masiva. Extender el debate más allá de su salida para incluir cambios a la Constitución podría ser recibido con apatía. Así que todos se encuentran apurados para no quedarse con el chivo y sin el mecate.
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