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Caracas, 29 de septiembre de 2015
La guerra de Nicolás Maduro l chavismo requiere estar en conflicto permanente para capitalizar las crisis, especialmente debido a la cercanía de las elecciones a la Asamblea Nacional el 6 de diciembre, pero el manejo demostrado de las situaciones con Colombia y Guyana promete que estos impases perdurarán al menos hasta 2016. Durante su discurso ante la ONU este martes, el presidente Nicolás Maduro señaló que existe una "operación tenaza, que pretende llenar de conflictos" las
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El presidente apuesta por encender los sentimientos nacionalistas con un objetivo electoral fronteras con Colombia y Guyana. Afirmó que Venezuela ha "enfrentando conspiraciones internas y externas. Recientemente nos ha tocado enfrentar duros ataques, empezando este año tuvimos que enfrentar un decreto amenazante firmado por el presidente de Esta-
dos Unidos, Barack Obama". En otras palabras, Maduro apuesta a la búsqueda de un enemigo externo que sea culpable y responsable de los problemas del país, mientras a lo interno también mantiene una retórica bélica contra el sector privado bajo la etiqueta de la "guerra económica". Sin embargo, la verdadera tenaza que amenaza a Maduro es la difícil situación económica que atraviesa Venezuela y la eventual pérdida del favor popular que podría castigar al chavismo en las urCont. en la pág. 2
2 DESCIFRADO >> Viene de la pág. 1 nas por haberse desentendido de los problemas reales de los venezolanos, como la escasez y la inseguridad personal.
La agenda de Maduro Durante las últimas dos semanas el Gobierno del presidente Nicolás Maduro desarrolló una intensa agenda de reuniones en el marco de la asamblea 70 de la ONU, en un intento de bajarle un poco el volumen a los problemas fronterizos con Colombia y Guyana y levantar un poco la alicaída imagen internacional del chavismo. El presidente Maduro visitó el miércoles a San Cristóbal y Nieves y luego fue a Nueva York, donde se reunió con el canciller ruso Serguéi Lavrov (para definir la compra de 12 aviones Sukhoi), con sus homólogos de Argentina, Bolivia y Palestina, con el primer ministro de Grecia y el canciller de Siria, entre otras personalidades. Los dos actos más importantes de Maduro fueron la reunión con el presidente de Guyana, David Granger, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y su discurso ante la Asamblea General del organismo. La reunión entre Maduro, Granger y Ban dejó como saldo positivo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Guyana, así como la
aceptación de la mediación de la ONU en el conflicto, tras una semana donde ambos países movilizaron tropas cerca del Esequibo. Sin embargo, la foto del encuentro muestra el rostro enojado de Granger, quien al día siguiente lanzó acusaciones y ataques contra Venezuela, a la que acuso de amenazar y disuadir a los inversores y de frustrado el desarrollo económico de Guyana. Por otra parte, el discurso de Maduro pasó sin mayor pena ni gloria, pues salvo breves menciones a los problemas con Colombia y Guyana se concentró en temas externos, como el levantamiento del embargo en Cuba y el proceso de paz en Colombia (que la semana pasada eclipsó su reunión con Juan Manuel Santos sobre los temas de la frontera). Las alusiones a otros países responde a la doctrina de la "Patria Grande", que la izquierda latinoamericana entiende como la solidaridad automática hacia la actuación de movimientos (como las FARC) y gobiernos progresistas o socialistas. Esta doctrina también explicaría por qué el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, viajó a La Habana en un avión de Pdvsa, con la venia del Gobierno de Colombia. Tras la reunión entre Maduro y San-
tos, el Gobierno celebró con las autoridades colombianas un encuentro sobre los temas económicos, pero aplazó una reunión entre los ministro de Defensa que debía celebrarse este miércoles. Sin embargo, el paso más importante frente a Colombia ocurrió en Nueva York, donde el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, logró que Maduro se comprometiera a permitirá el regreso al país de los colombianos que fueron deportados durante la crisis fronteriza. Este paso fue anunciado por Unasur en un comunicado el pasado lunes, aunque no ofreció mayores detalles. Tras el cierre de la frontera y la declaratoria de estado de excepción en Táchira, Zulia y Apure, cerca de 1.532 colombianos fueron deportados y otros 18.377 regresaron a Colombia temiendo ser expulsados. Maduro, a pesar del compromiso asumido con Samper, mantiene un censo de los colombianos en Venezuela, que hasta el lunes había contabilizado más de 100 mil residentes.
Una plataforma útil para la propaganda El servicio de inteligencia global Stratfor señaló, en una nota sobre el tema publicada este miércoles, que el reciente acuerdo para reestablecer las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Guyana "no resolverá los problemas fronterizos de ambos países". "A pesar de estas medidas aparentemente positivas, Venezuela y Guyana es poco probable que resuelvan su disputa fronteriza en los próximos meses", acotó. Resaltó que esta "disputa proporciona una plataforma útil para la propaganda interna del Gobierno de Venezuela, y Guyana no tiene intención de cambiar sus planes para llevar la controversia a la Corte Internacional de Justicia". Stratfor afirmó que son previsibles "nuevos brotes en la retórica política" sobre el tema en los próximos meses, "sobre todo antes de las cruciales elecciones >> Cont. en la pág. 3
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legislativas de Venezuela en diciembre".
Una escalada significativa La Unidad de Inteligencia de The Economist señala, en una nota para publicada la semana pasada, que aunque los movimientos de tropas "representan una escalada significativa de la actividad de Venezuela con respecto a su reclamo sobre Esequibo, los últimos acontecimientos (junto a una disputa fronteriza en curso con Colombia) apoyan nuestra opinión de que Maduro está tratando de agitar el sentimiento nacionalista y distraer la atención de los problemas económicos de su país antes de las elecciones legislativas en diciembre". "Seguimos considerando que una acción militar venezolana directa es poco probable", reza la nota.
Un pésimo manejo diplomático El internacionalista, abogado, y editor de Analítica.com, Emilio Figueredo, señaló que luego de la reunión del pasado domingo entre Maduro, Granger y Ban, "la solución quedó en manos del secretario general de la ONU, a menos que ambos países se pongan de acuerdo". Señaló que "viene una comisión de investigación (cuya figura está establecida en el artículo 33 de la carta de la ONU) que inquirirá sobre los hechos y la situación jurídica en Venezuela y Guyana, y que luego presentará un informe al secretario general, quien decidirá la forma cómo se resolverá" el conflicto limítrofe. Resaltó que el discurso de Granger ante la Asamblea General, en el cual responsabilizó a Venezuela de mantener a Guyana en la pobreza, "estaba di-
rigido al lobby internacional, a la Comunidad del Caribe (Caricom), a la Commonwealth, y los países no alineados, hasta el punto que un país neutral como Austria apoya a Guyana". Resaltó que el manejo del tema limítrofe, tanto con Colombia como con Guyana, "ha sido pésimo, muy mal manejado" debido al predominio de la "diplomacia del micrófono". "Hubo un error de cálculo de que una acción internacional daría dividendos políticos, y eso no ocurrió, sino más bien una fuerte pérdida de la respetabilidad internacional que tenía Venezuela", manifestó. Recordó que la reunión entre los ministros de Defensa de Colombia y Venezuela que se iba a celebrar este miércoles fue suspendida a petición de la canciller Delcy Rodríguez. "Es un desastre, la diplomacia no se maneja por Twitter", acotó. Afirmó que fue "un tema electoral fallido" y que la posición internacional de Venezuela "está mucho más débil de lo PUBLICIDAD
que nunca ha estado. Lo púnico positivo es que estamos en la ONU".
Una apuesta a lo externo Pese a la difícil situación económica y el creciente descontento de los venezolanos, el Gobierno mantiene su apuesta en las tensiones con Colombia y Guyana, debido a que la oposición no está haciendo mayor ruido debido a su concentración en los comicios de diciembre (en los que luce ganadora, según las encuestas). Quedan dos meses y seis días para la cita con las urnas y el chavismo necesita mantener una retórica fuerte, sobre todo para tener a sus seguidores listos para la venidera campaña electoral (la "oficial", ya otra arrancó hace mucho tiempo). Cabe preguntarse si ese énfasis en la propaganda oficial no generará mayor rechazo entre los votantes o si el Gobierno está apostando a provocar una acción bélica que justifique la postergación de los comicios. Seguiremos informando…
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Lo que viene para 2016
Frente al difícil escenario para 2016, el Gobierno va a tomar varias acciones que aumentarían los controles con el argumento de que son medidas para proteger al pueblo frente a la llamada guerra económica, señaló una fuente a Descifrado. Explicó que entre esas medidas está una eventual reestructuración de la deuda externa (bonos soberanos y de Pdvsa), mayores controles sobre el sistema financiero y reforma del Código de Comercio. Asimismo, prevé la creación de los certificados de Producción Nacional (sobre la base de cuotas mínimas anuales de producción de bienes, no ensamblaje) y el de Precios Justos. "Estos documentos van a ser usados para definir a que sectores y empresas se van a entregar las divisas, de acuerdo a lo establecido en el Plan de Importaciones 2016", acotó.
Una estrategia a corto plazo
La estrategia de la empresa está en desacuerdo con las recomendaciones de los bancos de inversión Barclays y Jefferies. Estas entidades, ante la alta probabilidad de un default en Venezuela, recomiendan comprar bonos más baratos con los vencimientos a largo plazo como mejor oportunidad para recuperar el dinero en caso de una reestructuración. Stuart Sclater-Booth, administrador de fondos en Stone Harbor, prevé que Venezuela va a hacer los pagos en los próximos dos a tres años. "A largo plazo, es muy difícil saber. No vamos a casarnos con Venezuela, solo vamos a una cita", manifestó. Asimismo, Jorge Piedrahita, director ejecutivo de la correduría Torino Capital, también recomienda la compra de los bonos soberanos y de Pdvsa con vencimiento en 2016, reseñó Bloomberg. "Todavía no vemos un default en Venezuela y el papel de corto plazo, una y otra vez, ofrece mejores rendimientos que los de vencimiento largo", aseveró.
Prevén altos niveles de escasez para 2016 n
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La firma Stone Harbor Investment Partners LP ha estado comprando los bonos venezolanos que vencen el próximo mes de octubre, porque están devolviendo 37% desde finales de 2014.
Directora: Cindy Medina Jefe de redacción: Pedro Pablo Carreño Asistente de prensa: Gabriel Vargas
El banco de inversión BancTrust señaló que el masivo aumento de liquidez monetaria en Venezuela y las altas tasas de inflación consiguientes "han tenido un enorme impacto en la expansión del crédito del sector financiero, pero sobre todo en los préstamos comerciales y los destinados a las tarjetas de crédito".
Gerente de Administración y Finanzas: Mirla Moros Jefe de Mercadeo y Ventas: Ileana Hidalgo
BancTrust indicó que "turismo, agricultura y otros sectores productivos deben ser una prioridad para el desarrollo económico para el país, sin embargo, la demanda de crédito en las actuales condiciones macroeconómicas ha sido infectada por el virus de las necesidades inmediatas para asegurar las compras de bienes básicos en medio de la alta depreciación de los salarios reales". "Creemos que esto no es una buena noticia para las perspectivas de productividad privadas, especialmente en un entorno regulatorio y económico hostil para las empresas. En otras palabras, no esperamos aumentos repentinos de crédito para aumentar o mejorar el rendimiento en el sector no petrolero de este año o incluso el próximo", reza un informe de la entidad, escrito por Hernán Yellati y Guillermo Quiroga. La entidad prevé que en lo que resta de este año e incluso 2016 "no sea muy bueno para el aparato industrial y comercial. Por lo tanto, es razonable esperar que los niveles altos de escasez se mantengan el próximo año si los precios del petróleo no tienen un gran rebote. Esperar más niveles récord de inflación el próximo año en ausencia de reformas económicas correctivas también tiene sentido, mientras se registra un aumento interanual de 95,3% en la liquidez monetaria medida la semana pasada (según datos del datos BCV)".
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