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Caracas, 6 de abril de 2016
Dentro del chavismo existen liderazgos -además del de Maduroque podrían concretar una transición hacia un nuevo equilibrio de poderes. Una dirección autoritaria implicaría la conservación de la hegemonía absoluta roja, mientras que otra más dialogante indicaría que se acepta la pluralidad
Los líderes rojos de hoy y mañana espués del 6 de diciembre muchos en Venezuela predijeron, como maravilla o tragedia, la muerte de la fuerza política que ha sido el chavismo. Pero al parecer omitieron el dato de que el movimiento rojo fue capaz de lograr más de 40% de los votos y que la mayoría que se abstuvo está formada sobre todo por seguidores de Hugo Chávez descontentos con su
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sucesor, Nicolás Maduro. Los más recientes estudios de opinión coinciden en que la popularidad del jefe de Estado sigue bajando, y los demás dirigentes del PSUV no están mucho mejor. Sin embargo, algunas de estas investigaciones, como la de Datincorp, reportaron un aumento en la identificación con el chavismo como ideología y una reducción en el campo opositor.
La euforia por la instalación de la Asamblea Nacional ha mermado por el bloqueo de los demás poderes, controlados por el oficialismo. Mientras, la Mesa de la Unidad Democrática no parece terminar de ponerse de acuerdo sobre qué hacer para propiciar la salida constitucional del gobierno e impulsar los cambios que la población exige. En conclusión, puede haber chavismo Cont. en la pág. 2
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para rato, aun sin Maduro en Miraflores. Descifrado compiló los perfiles de los dirigentes que han logrado asumir posiciones fuertes dentro de las filas rojas y que pudieran tomar las riendas ante una hipotética salida de Maduro.
Padrino López ocupa los dos cargos militares más altos
Diosdado Cabello Es el número dos detrás de Nicolás Maduro en la jerarquía que dejó Chávez… Y considerado como el verdadero número uno por otros tantos. Participó en la intentona del 4 de febrero de 1992 contra Carlos Andrés Pérez, después de la cual pidió su pase a la reserva. Con Chávez en la presidencia, Cabello pronto comenzó una trayectoria que lo llevaría por varios cargos públicos, como vicepresidente, gobernador de Miranda y titular de varios ministerios. En 2010 logró una curul en la Asamblea Nacional por su estado natal, y en 2012 la mayoría chavista lo nombró presidente del hemiciclo. Esta escalada por cargos corrió paralela a su ascenso por la estructura partidista chavista, que lo ha llevado a la primera vicepresidencia del PSUV. En estas trayectorias y experiencia yace la base de su poder, al tener contactos en todo el espectro chavista y conocimiento de cómo funcionan las cosas a lo interno del partido. Además, viene de las Fuerzas Armadas, y muchos altos dirigentes oficialistas son uniformados. Es considerado como la cabeza de una de las facciones más intransigentes del chavismo, la más cerrada a cualquier convivencia con la oposición en el poder. La agresividad es la principal característica de su forma de dirigirse a adversarios, como sugiere el nombre de su programa de televisión, Con el mazo dando. Si en un escenario posterior a Maduro el oficialismo evalúa una transición hacia la pluralidad, Cabello podría no ser la mejor opción al frente. Su elevación a la máxima autoridad más bien sugeriría una intención de mantener intacta la hegemonía chavista sobre el poder político. Sin embargo, Cabello al parecer no cuenta ni siquiera con la bendición de los seguidores del PSUV. Según la última encuesta de Datincorp, es visto con buenos
ojos por 1% de los venezolanos, frente al 19% que apoya a Maduro. Un estudio similar de Hinterlaces le dio 2%.
Aristóbulo Istúriz El “camaleón político” venezolano por antonomasia, Istúriz ha pasado por un número de partidos casi igual al de cargos que ha ocupado. Aunque ahora luce “rojo rojito”, comenzó sus andanzas vestido de blanco, como militante de Acción Democrática y dirigente sindical en el magisterio en los años setenta. Luego se pasó al Movimiento Electoral del Pueblo, y de ahí a La Causa R. El quiebre del bipartidismo en los noventa le permitió ser electo alcalde de Caracas por esta tolda. Pero tampoco se quedó ahí: en 1997, junto con Pablo Medina se separó de los radicales y fundó Patria Para Todos con el propósito de apoyar el emergente liderazgo de Hugo Chávez. Finalmente, en 2007 ingresó al PSUV. En el seno del chavismo, Istúriz fue ministro de Educación y diputado a la Asamblea Nacional. En 2012, en lo que pareció un alejamiento del centro del poder en Caracas, fue electo gobernador de Anzoátegui. Por eso no fueron pocos los sorprendidos cuando Nicolás Maduro reorganizó su gabinete y
lo nombró vicepresidente de la República. Recientemente ha tenido una enorme visibilidad, con tantas apariciones públicas como el propio Maduro, o quizás más. Las cámaras de los medios públicos a menudo lo muestran encabezando reuniones del Consejo de Ministros. El jefe de Estado lo puso a cargo del Consejo Nacional de Economía Productiva, el organismo de cooperación entre el Gobierno y varios empresarios que tiene como misión impulsar a Venezuela fuera de la crisis económica. La sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que limita las facultades contraloras de la Asamblea Nacional lo coloca como encargado de coordinar las comparecencias de los miembros del Ejecutivo. Istúriz es percibido por muchos como un hombre mucho más dispuesto a sentarse a negociar con la oposición, quizás por sus orígenes en una época en la que las fuerzas políticas se trataban entre ellas como rivales, y no enemigos. Más de una vez ha sido visto intercambiar palabras cordiales y sonrisas con su antiguo correligionario Henry Ramos Allup. Otros se mantienen escépticos y no le perdonan a Istúriz comentarios como los que hizo sobre el “desmantelamiento de gobernaciones y alcaldías para dar paso al poder comunal” y “el control de cambio como me>> Cont. en la pág. 3
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dida política”. Al ser vicepresidente, le tocaría terminar el mandato de Maduro hasta 2019, en caso de que este sea revocado o renuncie a partir del año próximo. Algunos consideran que podría encabezar una transición hacia el fin de la era de dominación chavista, sin que esta fuerza salga tan mal parada. Pero su apoyo entre la población también es ínfimo: 2%, según Datincorp, y 5%, de acuerdo con Hinterlaces.
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Héctor Rodríguez
Vladimir Padrino López
Abogado de 34 años de edad, se alzó a mediados de la década pasada como dirigente de movimientos estudiantiles pro Gobierno en la Universidad Central de Venezuela. Sus primeros cinco minutos de fama los tuvo en 2007, durante un debate en la Asamblea Nacional entre estudiantes oficialistas y opositores. Un año después Chávez lo nombró ministro del Despacho de la Presidencia, un puesto muy cercano a su persona, pero solo pasó tres meses ahí. Luego fue titular de las carteras de Deporte y de Educación. El pasado 6 de diciembre consiguió el único escaño que el oficialismo sacó entonces en Bolívar, y eso por ser candidato en el voto lista. Volvió al hemiciclo donde se dio a conocer ante el país, sorpresivamente como jefe de fracción parlamentaria. Se esperaba que esta posición la asumiera alguien de mayor experiencia en ese ámbito como Cabello, Pedro Carreño o Cilia Flores. Rodríguez ha aumentado exponencialmente su grado de exposición. Interviene en casi todos los debates de la cámara, más que sus compañeros del bloque chavista. Además, fue electo coordinador nacional del “Congreso de la Patria”, la reunión de movimientos políticos y sociales afectos al oficialismo que busca volver a fortalecer la causa chavista luego de la dura derrota del
Quizás con todo esto lo estén preparando para algo más grande en el futuro, como Miraflores. Es probable que sus camaradas vean en él, por su juventud, la esperanza de un nuevo liderazgo más fresco. Según han dicho algunos de sus colegas parlamentarios opositores, es un hombre en general abierto al diálogo, pero que hasta ahora ha seguido instrucciones de sus compañeros de bancada más agresivos.
Dentro de una FANB para la que el artículo 328 de la Constitución (sobre la no militancia política de este organismo) es cada vez más letra muerta, el general Padrino López se ha montado sobre las dos mayores posiciones de mando: Ministro de la Defensa y Comandante Estratégico Operacional. Es la máxima autoridad entre todos los uniformados después del Presidente de la República. Aunque para 2012 ya era jefe del Estado Mayor del Ejército, fue luego de la muerte Chávez que su ascenso llegó a los niveles más altos. Con él siguió la tendencia de sus antecesores en el ministerio de fusionar las Fuerzas Armadas y el partido de gobierno. Por unos días se convirtió en el “héroe” de algunos opositores, quienes consideraron que Padrino tuvo una actuación decisiva en la relativa calma reportada durante la jornada electoral del 6 de diciembre y la aceptación de los resultados por la cúpula chavista. Esta intervención ha sido desmentida por expertos en el área militar como la presidente de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel… y por el propio general. Como sea, la devoción de los adversarios del Gobierno se esfumó al poco tiempo, a medida que el funcionario castrense volvió a hacer
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explícita su alineación con el PSUV. La posición de Padrino no es nada desdeñable ante un Maduro que parece depender cada vez más del apoyo militar para sostenerse en el poder. Su rol en un hipotético gobierno de transición hasta ahora es difícil de divisar, dado su usual hermetismo sobre la oposición. Desde el chavismo ha recibido duras críticas. En el portal Aporrea tacharon de “golpe de Estado” la creación, bajo su mando, de la Camimpeg, una compañía militar con competencias en negocios petroleros y mineros.
Jorge Rodríguez Cierto, es alcalde de Caracas y desde hace al menos siete años no ocupa un cargo público de proyección nacional. Pero dentro del partido de gobierno está en el escalafón más elevado y, al igual que Cabello, es capaz de colocar fichas dentro del gabinete ejecutivo, como su hermana, la canciller Delcy Rodríguez. En la primera mitad de la década pasada fue rector del Consejo Nacional Electoral, e incluso llegó a presidir este ente entre 2004 y 2005. De ahí pasó directo a la vicepresidencia de la República, lo cual no habló muy bien de su imparcialidad como árbitro comicial. Esa “pasantía” de Rodríguez por el CNE ha servido a su partido, puesto que él ha sido jefe de varias campañas electorales chavistas a nivel nacional. Varias veces ha tenido que de dejar la dedicación a tiempo a tiempo completo en la alcaldía para asumir la organización de la maquinaria roja. Rodríguez es percibido como una persona más culta y educada que muchos de sus compañeros de partido, pero también calculadora. Es poco probable que el país esté viendo los últimos días de su vida política, y que en cualquier escenario posterior a Ma-
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4 DESCIFRADO >> Viene de la pág. 3 duro tenga, para bien o para mal, una participación preponderante.
Miguel Rodríguez Torres Otro que viene de las entrañas del chavismo. Lo señalan como el oficial a cargo del asalto a la residencia presidencial de La Casona durante el golpe del 4 de febrero de 1992. En 2013, Maduro lo nombró ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Desde este despacho implementó el “Plan Patria Segura”, otra línea maestra del gobierno que no pudo poner freno a la violencia criminal. Un año después emprendió una cruzada contra colectivos armados que terminó con la muerte de uno de sus cabecillas. Enfurecidos, los militantes de estos grupos irregulares amenazaron con marchar por Caracas exigiendo la renuncia del ministro. La movilización no se dio, y a los pocos días Rodríguez Torres fue destituido.
Desde entonces ha emitido opiniones críticas del Ejecutivo en redes sociales y medios de comunicación, pero sin desvincularse del chavismo. Rodríguez Torres responsabiliza a la dirigencia del PSUV por la derrota del 6 de diciembre y sostiene que el liderazgo rojo está desvinculado de los problemas de la gente común. También ha manifestado la necesidad de un gran diálogo nacional entre el Gobierno y la oposición, así como de la participación del sector privado en la reactivación económica. Recientemente anunció que se lanzaría a una campaña nacional para “revitalizar el chavismo”. La pregunta que surge es: ¿Se ve Rodríguez Torres a sí mismo como quien debe encabezar ese renacimiento? Si es así, podría encontrarse con la resistencia de varios de sus compañeros. Algunos ya comenzaron a reprocharle sus críticas y hasta a acusarlo de buscar una candidatura a la Presidencia, algo que él ha negado. Entre la oposición, algunos aplauden su mensaje de negociación. Pero muchos lo recuerdan sin perdón como uno de los cere-
Nicmer Evans ha asumido la vocería del chavismo disidente
Directora: Cindy Medina Redacción: Alejandro Armas Asistente de prensa: Gabriel Vargas
Gerente de Administración y Finanzas: Mirla Moros Jefe de Mercadeo y Ventas: Ileana Hidalgo
bros detrás de la represión de las protestas de 2014. Además, cuestionan que solo comenzara a disentir de la cúpula del PSUV tras su cese como ministro.
Nicmer Evans Este politólogo se dio a conocer como uno de los miembros de la comunidad de intelectuales que apoyaron incondicionalmente a Chávez, amalgamados en el foro del portal Aporrea. Su situación cambió con la muerte del “comandante eterno”, y desde entonces se transformó rápidamente en detractor, no solo de Maduro, sino de toda la dirigencia del PSUV. Sus cuestionamientos comenzaron muy moderados, y luego se volvieron feroces, al punto de señalar al Presidente como no apto para seguir ejerciendo sus funciones. No por eso se ha pasado a las filas de la MUD, con la que aparentemente no quiere tener nada que ver. Sigue identificándose como chavista y ha manifestado su deseo de una sustitución del binomio tradicional entre oficialismo y oposición por un conjunto de “terceras opciones”. A la cabeza de ese proyectado nuevo equilibrio estaría Marea Socialista, agrupación de chavistas disidentes del PSUV de la que Evans se ha vuelto el principal vocero (¿y líder?). Aunque la retórica del especialista en ciencias políticas a veces parece un recital de pasajes del Manifiesto Comunista, Evans ha expresado posturas más moderadas recientemente. Por ejemplo, llegó a sugerir como ideal un Estado del Bienestar, con amplia cobertura de las necesidades del ciudadano, que coexista con la propiedad privada. Lleguen o no a Miraflores algún día, quieran llegar o no, todos estos individuos se han vuelto los “duros” del chavismo. Sea cual sea el escenario por venir, sus palabras ya acciones tendrán peso político considerable. Seguiremos informando…
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